0103-229-2006 TRIBUNAL TERCERO DE SENTENCIA, San Salvador, a las dieciséis horas del día diecisiete de Julio de dos mil seis. Visto en juicio oral, el proceso penal documentado en el expediente 143-2006-2a, desarrollado contra ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA, de diecinueve años de edad, salvadoreño, soltero, originario de San Salvador, residente en Colonia Aragón, Pasaje Las Gemelas, casa cinco, San Salvador, procesado por el delito de TENENCIA PORTACIÓN O CONDUCCIÓN ILEGAL O IRRESPONSABLE ARMAS DE FUEGO, tipificado y sancionado en los artículos 346-B del Código Penal, en perjuicio de LA PAZ PÚBLICA. La vista pública fue dirigida por el tribunal de sentencia colegiado, integrado por los Jueces y Licenciados MARTÍN ROGEL ZEPEDA, CARLOS ERNESTO SÁNCHEZ ESCOBAR y JOSÉ ISABEL GIL CRUZ, de conformidad con el artículo 53 número 11 del CPP. Han intervenido como partes: en calidad de fiscal, la Abogada ALBA GERALDINA PAREDES DE BONIFACIO; como defensor particular, el Abogado OSCAR ARÍSTIDES NAVAS MOJICA. HECHOS SOMETIDOS A JUICIO "A las diecisiete horas con veinte minutos aproximadamente del día nueve de Marzo del presente año, los agentes JOSÉ HERNÁN LÓPEZ MEJÍA Y FREDIS WILSON RECINOS, se encontraban laborando en el interior de la Urbanización Brisas del Mirador, frente a la casa número cincuenta, pasaje el Rosal, Colonia Dolores, San Salvador, para ubicar a un sujeto que tiene una orden de captura, pues las víctimas son agentes policiales y en ese momento vestían ropa de particulares, cuando se les acercaron seis sujetos de apariencia mareros , al parece de la mara dieciocho, ordenándoles que se levantaran las camisas que querían registrarlos ya que dos sujetos de los seis portaban arma de fuego, asimismo les expresaban que los iban a matar, por lo que en ese momento los señores LÓPEZ MEJÍA Y WILSON RECINOS, procedieron a identificarse como miembros de la corporación policial y al mostrar las placas los seis sujetos se dieron a la fuga, logrando detener solo a dos, que a uno de los sujetos el cual se identificó como ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA, le decomisaron un revólver calibre treinta y ocho, especial, marca RANGER, serie 00671 C, pavón negro deteriorado, cacha color negro de hule, con cuatro cartuchos para la misma, mientras que el otro sujeto el cual manifestó llamarse FRANCISCO MOISÉS FLORES, no portaba arma de fuego". PRUEBA PRODUCIDA EN JUICIO La prueba documental y pericial que de conformidad con los artículos 330 n° 1 y 351 del Código Procesal Penal, se incorporó mediante lectura a la vista pública fue la siguiente: (1) Acta de captura y remisión del imputado de fs 4; (2) Secuestro del arma de fuego tipo revólver, calibre treinta y ocho, marca RANGER, serie 00671 C, pavón negro deteriorado, cacha color negro de hule, con cuatro cartuchos para la misma, arma decomisada al imputado y Solicitud de Ratificación de secuestro de fs.16; (3) Informe por el Coronel Danilo Martínez Duarte, en el cual consta que el imputado no posee permiso para portar armas de fs. 69; (4) Análisis Balístico realizada al arma de fuego tipo revólver, calibre treinta y ocho, marca RANGER, serie 00671 C, pavón negro deteriorado, cacha color negro de hule, con cuatro cartuchos para la misma de fs. 72 a 73. Rindió su declaración indagatoria el imputado ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA, manifestando que: Desea declarar sobre los hechos que estos ocurrieron como a las cinco de la tarde del día nueve de Marzo del presente año, que el declarante se encontraba en el interior de la Urbanización Brisas del Mirador, frente a la casa número cincuenta, pasaje el Rosal, Colonia Dolores, San Salvador, cuando dos agentes de la policía lo capturaron que ellos siguieron a unos muchachos, pero después le mandaron alto al declarante, y al registrarlo le encontraron un arma de fuego que el andaba que era calibre 38 y no andaba permiso y le dijeron que lo iban a detener. A preguntas de la fiscalía responde: que el arma el la había comprado y pensaba venderla a un mejor precio para ganarle algo; que donde lo capturaron no es donde vive el dicente, que en esa colonia vive su abuela y el dicente iba a proponer la pistola. A preguntas del defensor contesta: que el declarante no se le corrió a los agentes, que lo registraron y le encontraron el arma, pero el declarante no tenía papales del arma, que a proponer el arma iba para venderla. Los puntos sometidos a deliberación y votación según lo dispuesto en el artículo 356 del Código Procesal Penal fueron: En cuanto al n° 1, en vista que no fue planteada ninguna cuestión incidental que se haya diferido para este momento no se tomó como tema de deliberación. Procediéndose al n° 2 de dicho precepto legal, en lo referente a la existencia del delito y la culpabilidad. Al redactar su voto el Juez Sánchez Escobar dijo: de la deliberación que ha precedido con mis distinguidos colegas, me permito fundar mi voto en el sentido siguiente: FUNDAMENTOS DE HECHO Según la prueba que se ha relacionado se tienen por acreditadas las circunstancias de hecho siguientes: 1) Que el día nueve de marzo del año dos mil seis, como a las diecisiete horas veinte minutos en el interior de la Urbanización Brisas del Mirador Pasaje el Rosal Colonia Dolores San Salvador los agentes de policía José Hernán López Mejía y Fredis Wilson Monge Recinos intervinieron a una persona. 2) Que esa persona fue identificada como Álvaro Salvador Rivera Peraza. 3) Que al proceder al registro de su persona le encontraron un arma de fuego calibre 38 de la cual no portaba ni licencia de portación de armas ni matricula para la misma. Hechos probados con la confesión rendida por el acusado Álvaro Salvador Rivera Peraza, la cual se encuentra complementada con el acta de captura del justiciable de fs. 4. 4) Que el arma de fuego tipo revólver, calibre treinta y ocho, marca RANGER, serie 00671 C, pavón negro deteriorado, cacha color negro de hule, se encuentra en perfecto estado de funcionamiento según dictamen pericial de fs. 72 a 73. 5) Que el acusado Álvaro Salvador Rivera Peraza , no tenia registrado permiso de posesión o de portación de armas. Hecho acreditado con el informe rendido por el Ministerio de la Defensa Nacional agregado a fs 69 e incorporado por lectura. FUNDAMENTOS JURÍDICOS Fundamento Jurídico Número 1. Respecto de la prueba que se ha colectado, que en este caso es testimonial, documental y pericial, el tribunal estima que la misma es categórica para establecer que el día nueve de marzo de los corrientes, el acusado portaba en su poder un arma de fuego, que era la calibre 38 especial, marca Ranger serie 00671C la cual le fue encontrada en su poder, por cuanto la portaba en la cintura, siendo que de la misma no presentó permiso para la posesión o tenencia de la misma. Todos estos hechos se han acreditado con la misma confesión del acusado, el cual declaró que ciertamente el nueve de marzo se encontraba en el interior de la Urbanización Brisas del Mirador, y en ese lugar lo registraron dos agentes de policía los cuales le encontraron un revolver calibre 38 que el andaba. Fundamento Jurídico Número 2. Lo anteriormente declarado por el acusado se adecua a los parámetros que la ley exige para que se tenga por rendida una confesión judicial, constituye una confesión de esa especie, la rendida por el imputado ante juez competente, en la cual de manera libre espontánea y consciente acepta haber cometido un hecho que constituye delito, reconociendo ser autor del mismo. La ley acepta como medio de prueba la propia confesión del acusado, siempre que ésta sea clara, espontánea y terminante respecto de auto incriminarse la comisión de u delito. En el caso que nos ocupa el acusada de manera comprensible ha relatado los hechos ocurridos, con lo cual se tiene que su relato es claro, el mismo ha sido de la propia liberalidad del justiciable con lo cual se tiene que su confesión es espontánea y la misma es categórica en el sentido que los agentes de policía al registrarlo le encontraron el arma de fuego calibre 38 que el tenía consigo y de la cual no tenía permiso para su portación, ello refleja un reconocimiento terminante de haber realizado ese hecho, que en su adecuación jurídica constituye una conducta criminal. A lo anterior debe de relacionarse de manera complementaria lo detallado por el acta de captura de fs 4, que en términos generales confirma el relato de confesión del acusado. Fundamento Jurídico Número 3. En tal sentido, para el tribunal, la vinculación del acusado con el arma de fuego ha quedado firmemente establecida, y por su confesión es creíble y fehaciente, coincidente con la restante prueba, por ello tal confesión es idónea para demostrar los hechos objeto del juicio, en suma, que el imputado Álvaro Salvador Rivera Peraza tenía consigo el arma de fuego tipo revólver calibre 38, y que respecto de la misma no tenía autorización para su portación, tal como lo afirmó el mismo acusado y se constató por la prueba documental, en el sentido que el imputado no tenía autorización para tener consigo, el arma de fuego que portaba. Fundamento jurídico Número 4. Que con la prueba anteriormente relacionada quedan establecidos los distintos elementos del tipo penal que conforman el delito del que se conoce y que en su texto señala: "El que tuviere, portare o condujere un arma de fuego sin licencia para su uso o matrícula correspondiente de la autoridad competente, será sancionado con prisión de tres a cinco años". La prueba de confesión y la restante prueba documental y pericial , aportó en lo medular: a) Que el acusado tenía el arma consigo, ello porque al registro personal que es legítimo, conforme al Art. 19 Cn. se le encuentra al imputado el arma de fuego, que llevaba oculta. De ahí que la estrecha relación corporal entre el arma y la persona, determinen la portación de la misma.(b) También debe reconocerse que el arma de fuego revolver calibre treinta y ocho, que le fue encontrada al acusado coincidió con la descripción del arma en el peritaje, por lo que la información de que se trata de un arma de fuego, en buen estado de funcionamiento, es fehaciente y con ello queda probado el objeto material del delito, en este caso que se trata de un arma de fuego convencional.(c) Se establece con la confesión del sindicado que no tenía permiso del arma, ello también lo acredita el informe rendido por el Ministerio de la Defensa Nacional, por lo que al establecerse la circunstancia que el acusado no tiene licencia registrada para el uso de arma, ni matricula para su porte, siendo este un elemento normativo del tipo penal. Fundamento Jurídico Número 5. Respecto del revolver calibre 38 marca Ranger, también se ha considerado que la misma tiene idoneidad para ser considerada un arma de fuego, por cuanto el perito Hugo Alexander Castaneda, ha declarado sobre la capacidad ofensiva del arma en el sentido que la misma, tiene la capacidad de disparar la munición correspondiente mediante la actividad de su mecanismo y con ello está satisfecha la tipicidad objetiva del tipo penal, por cuanto el arma de fuego en sí, es un objeto que tiene el poder ofensivo que se requiere para su utilización. En cuanto al aspecto subjetivo de la conducta, se ha demostrado que, el imputado llevaba consigo el arma y que la llevaba de manera oculta resguardada en su cintura, tal evento, indica a juicio del tribunal, el conocimiento actual para el imputado que lleva el arma de fuego y la voluntad de su portación; y resulta razonable para el tribunal, que la forma de ocultar el arma, implica que, el acusado sabe que lleva un arma y conoce de la misma, a tal efecto la lleva precisamente resguardada, de tal manera que esa voluntad de llevar el arma consigo y el conocimiento de que es un arma queda afirmado con su misma confesión, con lo cual concluir que el imputado no sabía que llevaba un arma en las condiciones en las que la tenía, que era oculta en su cintura sería un absurdo, es por ello que el dolo como conocimiento y voluntad de llevar el arma consigo está probado a partir de la confesión precitada, misma que nos permite inferir razonablemente esa situación, con lo que está afirmada la tipicidad subjetiva, en tanto el delito de tenencia ilegal de armas de fuego es un delito doloso. Fundamento Jurídico Número 6. ANTIJURIDICIDAD. Determinada que ha sido la tipicidad, tanto en su aspecto subjetivo como objetivo, debe examinarse si la misma es antijurídica, es decir, si se ha quebrantado en este caso una norma prohibitiva, sin que concurra causa justificante, y si además se ha injuriado, al menos a nivel de peligro, el objeto jurídico de protección. En el caso en que se trata, al llevar el imputado un arma de fuego consigo, sin contar con la licencia para ello, transgrede la norma que prescribe el Art. 346 CP y con ello genera una situación de riesgo al bien jurídico tutelado, que en este caso es la paz pública, por lo que al no actuar con alguna causa permisiva para tener el arma, la conducta es antijurídica. Sobre tal aspecto el Tribunal debe considerar que, en primer lugar la portación de armas de fuego en nuestro país, no constituye un derecho fundamental, como en otros naciones, por ejemplo en los Estado Unidos de Norte América en la cual se reconoce por la Cuarta Enmienda el derecho del pueblo a portar un arma de fuego. En tal sentido el mero hecho de portar el arma de fuego a sabiendas en los términos ya expresados, es una conducta típica y además antijurídica. Fundamento Jurídico Número 7. CULPABILIDAD. Conviene ahora examinar si el injusto puede atribuirse subjetivamente al imputado ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA; de ser así el mismo debe ser declarado culpable del hecho atribuido. El Tribunal entiende que la culpabilidad es un juicio de reproche personal, en el que primero debe determinarse que el acusado tenía capacidad de culpabilidad, ello significa que al momento de los hechos el justiciable debía comprender desde el plano psíquico la realidad que ocurría, sin que hayan concurrido causas que afectasen la capacidad de comprender o de querer de la persona. En el caso sub judice, la prueba que desfiló en el debate, en ningún momento demostró al tribunal que el acusado estuviese en una situación que afectara su capacidad de comprender, en consecuencia lo que se tiene demostrado es que el acusado ha actuado en plenitud de condiciones psíquicas al momento de suceder el hecho, por lo que debe afirmarse su imputabilidad, puesto que ninguna prueba ha demostrado que ocurriese lo contrario. Como segundo elemento de la culpabilidad el tribunal debe apreciar si al acusado le es exigible una conciencia de lo ilícito, es decir, si le era posible conocer que no está permitido tener armas de manera ilegal, es decir no matriculadas, nos parece que ese juicio de exigibilidad, es perfectamente deducible al acusado, por lo que no corresponde apreciar ninguna circunstancia de error que afecte la exigibilidad de la misma. Por último, debe el tribunal abordar la cuestión de si al imputado le era exigible, en el caso en concreto, haber adoptado una conducta diferente, se entiende que la culpabilidad puede ser disculpada cuando por una causa extraordinaria el acusado, por así decirlo: impelido a la comisión del delito, porque razonablemente no puede adoptar una acción u omisión disímil, pero ello no ha ocurrido –en opinión del tribunal– en el presente caso, las causas que se acontecieron, ni han justificado la conducta del justiciable, ni pueden hacerla disculpable, por ende, al imputado le era exigible actuar de otra manera, es decir no ejerciendo actos de tenencia de una forma que es prohibida llevarla, salvo que se tenga autorización. Así, el acusado ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA es culpable, de esa manera se declara y se procede a determinar la pena que debe corresponderle. Fundamento Jurídico Número 8. DETERMINACIÓN DE LA PENA. Este Tribunal de manera uniforme, en diferentes fallos, ha sostenido que la pena que se imponga al condenado debe ser una pena que efectivamente sirva para los fines esenciales de ésta, conforme con el Art. 27 Cn. que es primordialmente la readaptación del justiciable, las penas excesivas en su gravedad, fundadas exclusivamente en parámetros de prevención general positiva o negativa, incumplen este mandato, pues el límite de la sanción es la culpabilidad, en este sentido –según lo informa Roxin– el aspecto retributivo de la pena es importante, pues marca un límite irrebasable para graduar la culpabilidad y la misma sanción, por lo que ningún fin utilitario de la pena, puede exceder de este nivel. La pena, para el delito que se conoce, tiene en su dosimetría abstracta un límite de: entre tres a cinco años de prisión. La determinación en concreto de la pena, además de implicar los grandes principios rectores –intervención mínima, humanidad, necesidad, culpabilidad– responde a la valoración que se haga del desvalor del hecho y del grado de culpabilidad, ello se concretiza en los parámetros que signa el artículo 63 del CP y que a continuación se ponderan. Fundamento Jurídico Número 9. En lo relativo a la dosimetría de la pena en concreto se tiene que: (1) el delito de tenencia, portación o conducción ilegal de arma de fuego, importa una afección al bien jurídico paz pública, pero este es un bien jurídico de carácter difuso, porque representa un adelantamiento de las barreras punitivas, que será legítima siempre y cuando la penas se mantenga dentro de un grado de razonabilidad, porque –como se dijo– este delito significa un adelantamiento de las barreras de protección, por lo que la dosimetría de la sanción, de un bien jurídico que tiene un carácter difuminado, debe ser proporcionada con el derecho fundamental que se restringe, es por ello que el desvalor que representa la acción es mínimo y ello debe tenerse en cuenta para fijar la pena, en este caso tal desvalor se concreta en portar un arma de fuego calibre 38; (2) los motivos por los que ocurre el hecho delictivo no se han determinado, por tanto no abonan en nada a la dosimetría de la pena; (3) la conciencia de la ilicitud, en cuanto intensidad, se entiende que es la normal exigible a cualquier ciudadano; el acusado no presenta un parámetro de mayor reproche, por lo que la pena debe graduarse de acuerdo a este mínimo reproche;(4) las particulares condiciones en las que ocurre el hecho delictivo, no han tenido mayor relevancia, en cuanto a las condiciones personales del acusado, debe considerarse que se trata de una persona joven, de diecinueve años, por lo que la pena debe también responder a este marco persona, siendo una pena de no gravedad, tanto en la determinación de la extensión de la pena, como en la especie de la misma. Fundamento Jurídico Número 10. En cuanto a la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad penal, el tribunal entiende que concurre la atenuante prevista en el artículo 29 N° 4 del Código Penal que dice: "Atenuantes por interpretación analógica: "Cualquier otra circunstancia de igual entidad que a juicio del tribunal deba ser apreciada por su analogía con los anteriores o por peculiares condiciones personales del agente o de su ambiente". La estructura general de la atenuante enunciada, tiene tres modalidades, la primera de ellas resulta más restrictiva por cuanto requiere que la interpretación analógica se haga sobre la base de la similitud de las otras condiciones atenuantes. Pero las restantes si tienen una mayor extensión, por cuanto se fincan ya en las personales condiciones del sujeto o de su ambiente en relación al delito cometido. En este caso se trata de considerar por analogía la particular condición del acusado de ser una persona confesa, siendo tal confesión un hecho importante en cuanto al reconocimiento de haber cometido un delito; tal circunstancia ha sido relevante para determinar su culpabilidad, y en tal sentido la confesión como un hecho posterior al crimen, en el cual el acusado reconoce por el mismo haber cometido un delito, es una circunstancia que abona a la prevención especial, y por ende tal cuestión debe incidir en la pena impuesta. Fundamento Jurídico Número 11. En suma, la pena que decidimos imponer, de acuerdo con los fines preventivos especiales de la reinserción del condenado, es el mínimo de la pena que son TRES AÑOS DE PRISIÓN, puesto que además de los fines preventivos especiales positivos de la pena, debe valorarse la proporcionalidad, entre un bien jurídico de mínimo valor que es el que resultó afectado, que no corresponde a un bien jurídico de carácter personalizado y por otra parte, el derecho fundamental restringido por la pena, en este caso la libertad, que constituye un derecho fundamental, en atención a todo ello, además de imponer la pena mínima, se concede al acusado la SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA. Fundamento Jurídico Número 12. En tal sentido, como ya se dijo, la pena que decidimos imponer, de acuerdo con los fines de prevención general y especial, y conforme al desvalor del hecho, y a la culpabilidad del justiciable, es la pena mínima de tres años de prisión, y en cuanto a la forma de cumplimiento de la pena, se estima que el acusado deberá cumplir la pena de prisión impuesta, pero bajo el régimen de la suspensión condicional de la ejecución de la pena. La procedencia de la suspensión de la pena tiene los fundamentos siguientes: la pena que se le impone al imputado ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA no excede los tres años de prisión, y bajo las condiciones de la gravedad del injusto y de su culpabilidad, es factible suspenderle el cumplimiento de la misma, y las circunstancias del hecho y de la culpabilidad no han sido graves; además de que las penas cortas en vez de tener un fin rehabilitante son perjudiciales desde el punto de vista penitenciario, por lo que se considera pertinente conceder a favor del justiciable RIVERA PERAZA la SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA. Art. 77 del Código Penal. Dejando en suspenso su cumplimiento, por un período de prueba de TRES AÑOS, así como que el indiciado deberá someterse a las obligaciones siguientes: A) Residir en el lugar que ha determinado, siendo éste Colonia Aragón Dos, Final Calle Irazu, Pasaje Las Gemelas, casa cinco, San Salvador, si cambia de domicilio debe notificarlo al juez competente; B) Obligación de someterse a la vigilancia que determine la Jueza Primera de Vigilancia Penitenciaria; C) Prohibición de usar drogas y del abuso de alcohol; D) deberá someterse a cursos de capacitación de acuerdo a sus aptitudes, lo cual determinará la Jueza de Vigilancia Penitenciaria ; y E) Prohibición de tramitar licencia y matrícula para arma de fuego. El período de prueba será de tres años. Fundamento jurídico Número 13. PENA ACCESORIA. Una de las consecuencias del delito que tiene gran presencia, después de la pena principal, es la inhabilitación absoluta, en la modalidad de "pérdida de los derechos de ciudadano", que tiene una duración exactamente igual a la pena de prisión. Entendida esta pena accesoria, como la supresión temporal de los privilegios de que goza todo ciudadano, concretada en la imposibilidad de: elegir a sus gobernantes, participar en la integración de partidos políticos o participar en los ya constituidos, etc. Esta pena accesoria funciona pues, como un reproche más, por parte de la colectividad, en contra del justiciable, por la violación de algún bien jurídico determinado (artículo 75 n° 2 Cn. y 58 n° 1 CP) por lo que, la perdida de los derechos ciudadanos, se extenderán por el tiempo que dure el cumplimiento de la pena de trabajo de utilidad pública. Fundamento Jurídico Número 14. En lo relativo a la responsabilidad civil, se absuelve al acusado de la misma, por cuanto se trata de un delito que tiene como bien jurídico, uno de carácter difuso, con lo cual no se corresponde un daño civil a persona determinada y las costos proceso son correspondientes al Estado por ser la administración de justicia gratuita. En relación al arma de fuego tipo revólver, calibre treinta y ocho, marca RANGER, serie 00671 C, pavón negro deteriorado, cacha color negro de hule, con cuatro cartuchos para la misma se ordena la cancelación del secuestro de 16, constando del informe de fs 69 que el arma se encuentra registrada bajo el número 0152851 a nombre de la empresa Agencia de Servicios de Seguridad Privada S.A. de C.V. por lo cual la misma deberá devolverse a sus propietarios cuando ellos lo peticionen. Fundamento Jurídico Número 15. El Tribunal considera el acusado ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA, ha permanecido en detención provisional y al haber resultado del debate, que este tribunal los ha encontrado culpable, en esta instancia, en grado de certeza, pero siendo el caso que se le ha impuesto la pena mínima, ésta es de tres años de prisión por el delito cometido, y que el acusado ha sido además beneficiado con la suspensión condicional de la ejecución de la pena, resulta obvio que la situación de la medida cautelar ha variado, y en tal sentido la detención provisional en la que se encontraba se deja sin efecto, y se ordena la libertad del justiciable, salvo que estuviera a la orden de otro autoridad. HECHO ACREDITADO El Tribunal tiene por hechos acreditados los que fueron acusados en el presente proceso, que ya constan detallados al inicio de esta providencia en su parte introductoria, por lo que en honor a la brevedad, se evita la repetición de esos hechos, y se remite el tribunal a los mismos que ya constan como acusados en el auto de apertura a juicio y son los mismos que el tribunal declara como hechos probados y acreditados. Las decisiones fueron tomadas por UNANIMIDAD de votos, redactó el Juez Sánchez Escobar, adhiriéndose plenamente y en todas sus partes los jueces Rogel Zepeda y Gil Cruz. POR TANTO: de conformidad con las razones expuestas, disposiciones legales citadas y de conformidad con los artículos 11, 12, 27 y 72 de la Constitución de la República; 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; 1, 4, 45 n° 1, 46, 58 n° 1, 62, 63, 65, 77, 346-B, todos del Código Penal; 1, 15, 23, 77, 130, 162, 276, 330, 354, 356, 357, 359 inciso 1° y 361 del Código Procesal Penal, A NOMBRE DE LA REPÚBLICA FALLAMOS: (I) Declárase culpable como autor directo a ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA, por el delito de PORTACIÓN ILEGAL DE ARMAS DE FUEGO, en perjuicio de LA PAZ PÚBLICA y condénasele a la pena de TRES AÑOS DE PRISIÓN; (II) Condénase también a ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA, por el mismo período de la pena principal a la pena accesoria de pérdida de los derechos de ciudadano; (III) Absuélvase a ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA, de la responsabilidad civil por el delito por el que se declaró culpable; (IV) Concédase a ÁLVARO SALVADOR RIVERA PERAZA el beneficio de la SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE LA EJECUCIÓN DE LA PENA, cumpliendo con las condiciones impuestas, mismas que constan en el Fundamento Jurídico Número 12 de esta sentencia. (V) Cancelase secuestro sobre el arma tipo revólver calibre 38 marca Ranger, serie 00671, y estando la misma registrada bajo el número 0152851 a nombre de la empresa Agencia de Servicios de Seguridad Privada S.A. de C.V ordénase su devolución previa petición. (VI) Si las partes no impugnan esta sentencia, considérese firme y certifíquese oportunamente por la Secretaría del Tribunal al Juzgado Primero de Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la Pena de San Salvador y al Tribunal Supremo Electoral y al Ministerio de la Defensa Nacional. Notifíquese por su lectura. 143-06-2a