Tribunal Superior de Justicia de Aragón de Zaragoza, Sala

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Tribunal Superior de Justicia de Aragón de Zaragoza, Sala de lo Social, Sentencia de 6 Oct. 2008,
rec. 706/2008
PENSIÓN DE JUBILACIÓN. Vendedores del cupón de la ONCE. Demanda de revisión del importe de
la pensión. No existe cosa juzgada a pesar de que en litigio anterior se fijara una base reguladora
para que, ante un cambio en la doctrina jurisprudencial, pueda ser debatida esa cuestión en otro
litigio.
El TSJ Aragón estima parcialmente el recurso de suplicación interpuesto por el pensionista contra la
sentencia de instancia que declaró su derecho a percibir pensión de jubilación reconocida con una base
reguladora del 100% de 1634 euros.
En Zaragoza, seis de octubre de dos mil ocho
Rollo número 706 / 2008
MAGISTRADOS ILMOS. SRES.:
D. CARLOS BERMÚDEZ RODRÍGUEZ
D. JOSÉ-ENRIQUE MORA MATEO
D. RAFAEL-MARÍA MEDINA Y ALAPONT
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, compuesta por los Sres. indicados al
margen y presidida por el primero de ellos, pronuncia en nombre del REY esta
SENTENCIA número 732 / 2008
En el recurso de suplicación núm. 706 de 2008 (autos núm. 184/2008), interpuesto por la parte
demandada, INSTITUTO NACIONAL DE LA SEGURIAD SOCIAL, siendo demandante D. RODOLFO,
contra la sentencia dictada por el Juzgado de lo Social núm. 4 de Zaragoza, de fecha 6 de mayo de 2008,
sobre base reguladora de pensión de jubilación.
Ha sido ponente el Ilmo. Sr. D. Carlos Bermúdez Rodríguez.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Según consta en autos, se presentó demanda por D. Rodolfo contra el Instituto Nacional de
la Seguridad Social sobre base reguladora de pensión de jubilación, y en su día se celebró el acto de la
vista, habiéndose dictado sentencia por el Juzgado de lo Social número 4 de Zaragoza, de fecha 6 de
mayo de 2008, cuyo fallo es del tenor literal siguiente:
"Que estimo la demanda formulada por D. Rodolfo, contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social,
en su virtud declaro el derecho del actor a percibir la pensión de jubilación reconocida con una base
reguladora del 100% de 1.634 euros con efectos económicos de 25-10-02, condenando a las partes a
estar y pasar por esta declaración y al INSS a abonarle las diferencias entre lo percibido y lo que le
corresponde percibir desde el 25-10-02".
SEGUNDO.- En la citada sentencia y como hechos probados se declararon los del siguiente tenor literal:
"1º: El actor, D. Rodolfo, afiliado a la Seguridad Social en el Régimen General con n° (...), prestó servicios
por cuenta ajena para la ONCE con la categoría de vendedor del cupón desde el 29-5-1968 al 24-82002, solicitó pensión de jubilación en fecha 4-9-02, resuelta en fecha 19-9-02 reconociéndosele dicha
pensión por importe del 100% de una base reguladora de 1.245,68 euros y con efectos desde el 25-8-02.
2º: El actor interpuso reclamación previa contra la anterior resolución en fecha 25-10-02 interesando
una base reguladora de 1.634 euros la cual fue desestimada por Resolución de la entidad gestora de 611-02.
Interpuesta demanda judicial, en sentencia del Juzgado de lo Social n° 1 de Zaragoza de 22-5-03 se
desestimó la demanda interpuesta por el actor y dicha sentencia fue confirmada por la de la Sala de lo
Social del TSJ de Aragón de 15-11-03.
3º: La Delegación Provincial del INSS de Zaragoza viene aplicando a las solicitudes de revisión de
prestaciones reconocidas a los vendedores del cupón de la ONCE en vía administrativa el criterio
jurisprudencial del Tribunal Supremo que partiendo del carácter común de la relación laboral de los
vendedores del cupón, toma en consideración a los efectos del cálculo de la base reguladora de la
pensión de jubilación las cotizaciones correspondientes a la verdadera naturaleza del vínculo y no a
aquellas por las que se cotizó en su día como representantes de comercio.
4º: El actor en fecha 25-10-07 solicitó la revisión de la base reguladora de su pensión de jubilación
atendiendo a la doctrina contenida en la STS de 8 Octubre de 2004. En Resolución del INSS de 21-1207 el INSS desestimó la petición de revisión solicitada alegando la excepción de cosa juzgada e
interpuesta reclamación previa en fecha 25-1-08, fue desestimada el 15-4-08.
5º: De estimarse la demanda correspondería al actor una pensión de jubilación con cuantía inicial del
100% de una base reguladora de 1.634 euros, sobre la que no se plantea controversia".
TERCERO.- Contra dicha sentencia se interpuso recurso de suplicación por la parte demandada,
siendo impugnado dicho escrito por la parte demandante.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Denuncia el recurso, con base en el artículo 191 c) del Texto Refundido de la Ley de
Procedimiento Laboral, la infracción por parte de la sentencia del Juzgado de los artículos 222 y 241 de
la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, como precepto atinentes a la cuestión planteada.
Considera la Gestora que puesto que la cuantía de la base reguladora de la prestación de jubilación del
actor ya fue debatida en el anterior proceso judicial que se menciona en el ordinal 3º del relato fáctico de
la sentencia aquí recurrida, debió estimarse en el presente la excepción de cosa juzgada porque de otra
forma se estaría alterando el principio constitucional de seguridad jurídica (art. 9.3 de la Constitución
Española). Añade el recurso que, además, no ha quedado acreditado que por la Dirección provincial del
INSS de Zaragoza se haya procedido a revisar las pensiones causadas por los agentes vendedores de la
ONCE, lo que constituye presupuesto necesario para la aplicación de la doctrina del Tribunal
Constitucional mencionada en la sentencia.
SEGUNDO.- La misma cuestión que aquí se suscita, fue abordada y resuelta por la Sala en su
sentencia de 11.6.2008 (r. 435/2008), que decidió en el mismo sentido que la aquí recurrida. Para
desestimar el recurso, en consecuencia, basta con reproducir, en lo sustancial, los argumentos de dicha
resolución. En ella se dice:
«Con carácter general es menester partir de que la cosa juzgada y la Jurisdicción son inseparables
porque el poder judicial es el único que realmente precisa una estricta estabilidad en su labor: sería
contraproducente que los actos administrativos gozaran de una virtualidad semejante a la de la cosa
juzgada. Es cierto que en el orden jurisdiccional contencioso-administrativo, el art. 28 de la Ley
Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa considera inadmisible el recurso contenciosoadministrativo respecto de los actos que sean reproducción de otros anteriores definitivos y firmes y los
confirmatorios de actos consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y forma. Sin embargo, en el
orden jurisdiccional social, la LPL no contiene ningún precepto análogo. Y la jurisprudencia social ha
admitido reiteradamente las pretensiones de revisión de la cuantía de pensiones de la Seguridad Social,
basadas en la existencia de una determinación inicial errónea de su importe por parte de la Entidad
gestora, pues ésta, en palabras del TS, "está en condiciones más favorables que el propio beneficiario
para su adecuada determinación" (sentencia del TS de 7-7-1993, recurso 1193/1992), lo que conlleva la
impugnación de un acto administrativo a pesar de que la cuestión sometida a la Administración pública
sea idéntica a la suscitada con anterioridad, habiéndose consentido el acto administrativo precedente.
Por tanto, la firmeza del acto administrativo de reconocimiento de una prestación de la Seguridad Social
no impide que posteriormente se pueda solicitar la revisión de su cuantía. El art. 43.1 de la Ley General
de la Seguridad Social regula los efectos económicos de la nueva cuantía de las prestaciones ya
reconocidas que han sido revisadas.
En cambio, cuando la pensión la ha reconocido un tribunal, entra en juego la cosa juzgada. El principio
básico de la cosa juzgada se podría formular así: los juicios solo deben celebrarse una única vez. La
seguridad jurídica, reconocida por el art. 9.3 de la Constitución, requiere que sobre cada asunto
solamente pueda decidirse una vez. El art. 222 de la LEC excluye un proceso ulterior cuyo objeto sea
idéntico a otro anterior. De ello se deduce que, cuando se produce un cambio de circunstancias, en tal
caso se tratará de pretensiones distintas de la suscitada en el proceso anterior, que exigen un
pronunciamiento jurisdiccional para su resolución, sin que opere la cosa juzgada negativa. En este
supuesto, el objeto de este proceso será distinto de aquél.
En el citado recurso de amparo, las únicas diferencias entre el primer proceso y el segundo radican en
que 1) el TS dictó la sentencia de 8-2-2000, asumiendo el criterio que con anterioridad había sostenido
el TSJ de Cataluña (y otros tribunales) y aplicando la doctrina del "paréntesis" al cálculo de la base
reguladora de la pensión de incapacidad permanente. Y 2) en cumplimiento de esta doctrina del TS, el
INSS revalorizó las pensiones reconocidas por él.
A juicio de esta Sala, el dictado de la citada sentencia del TS no supone un cambio de circunstancias
que conlleve una mutación del objeto del proceso, so pena de considerar que cualquier cambio
jurisprudencial deja sin efecto la cosa juzgada de las sentencias firmes anteriores sobre la misma
materia. Posteriormente, de conformidad con esta doctrina jurisprudencial, el INSS revalorizó las
pensiones reconocidas por la propia Entidad gestora. Y el recurrente en amparo solicitó la revisión de su
prestación.
Ello obliga a plantearse si el término de comparación es adecuado porque entre el recurrente en amparo
y los restantes pensionistas que sí que habían visto revalorizada su pensión existía la misma diferencia
que entre una persona que sí que ha ejercitado una acción judicial en reclamación de su derecho, que
ha finalizado por sentencia firme resolutoria de la misma, y otra que no lo ha hecho. Aquélla ya ha
obtenido una sentencia que resuelve definitivamente su pretensión, mientras que esta última no. Desde
esta perspectiva, la sentencia del TC supone admitir excepciones a la regla de que los juicios solo se
deben celebrar una vez.
Hay una diferencia entre los supuestos en que la pensión la ha reconocido el INSS y aquellos otros en
que la ha reconocido un tribunal. En el primer caso, no existe ninguna norma que impida impugnar
jurisdiccionalmente la ulterior resolución denegatoria del INSS. En el segundo sí que hay una norma
legal que impide el segundo juicio: el art. 222 de la LEC. Existe una razón para esta diferencia de trato.
Las pensiones de la Seguridad Social se prolongan en el tiempo. Incluso hay pensiones imprescriptibles,
como las de jubilación y por muerte y supervivencia (salvo el subsidio por defunción). Y se trata de
prestaciones esenciales del Estado social y democrático de derecho. Por ello, si el INSS reconoció una
pensión pero erró en su cuantificación, en perjuicio del beneficiario, cuando se constata el error de la
Entidad gestora es razonable que el beneficiario pueda solicitar su revisión conforme a derecho. Es
cierto que el pensionista no recurrió en su momento la resolución del INSS errónea que minusvaloró su
pensión pero, en defecto de un precepto expreso que lo prohíba, ello no debe excluir de plano la
posibilidad de que se corrija el error en que incurrió la Entidad gestora.
Lo mismo sucede cuando el INSS reconoce una pensión de incapacidad permanente (por ejemplo, la de
incapacidad permanente total) y el interesado interpone demanda impugnando la resolución de la
Entidad gestora con el único objeto de que se le reconozca un grado superior (por ejemplo, una pensión
de incapacidad permanente absoluta), lo que es desestimado por el tribunal. En tal caso, la pensión del
beneficiario ha sido reconocida por el INSS, sin que la sentencia desestimatoria produzca el efecto de
cosa juzgada respecto de la prestación de incapacidad permanente total porque el litigio tuvo como
objeto una pensión diferente (de incapacidad permanente absoluta).
En cambio, cuando se trata de una pensión reconocida por sentencia firme, en la que se determinó el
importe de la prestación, el art. 222 de la LEC contiene un mandato legal impeditivo de un nuevo pleito
con el mismo objeto, lo que incluye tanto lo deducido como lo deducible: tanto los hechos y los
fundamentos jurídicos deducidos como los que podían haberlo sido. Solo cuando el objeto del nuevo
pleito sea distinto, porque haya habido un cambio en las circunstancias, será posible un nuevo
pronunciamiento judicial. Pero admitir que un cambio jurisprudencial supone un cambio en el objeto,
conllevaría que cada cambio en la doctrina del TS reabra todas las controversias judiciales ya resueltas
sobre la misma materia.
En el supuesto enjuiciado por el TC, el INSS no llevó a cabo un reconocimiento gracioso cuando revisó
esta prestación a los pensionistas que la habían obtenido por resolución administrativa, sino que evitó
un gran número de pleitos aplicando la doctrina del TS que obliga a revisar las prestaciones en estos
supuestos, salvo que opere la excepción de cosa juzgada. Si el INSS no hubiera revisado esas
prestaciones, lo hubieran hecho los tribunales del orden social.
Es incuestionable que los derechos fundamentales gozan de la máxima jerarquía en nuestro
ordenamiento, pero ello no excluye que su ejercicio esté sujeto a las normas procesales esenciales, que,
a juicio de esta Sala, incluyen el respeto a la cosa juzgada, ineluctablemente vinculada a la seguridad
jurídica recogida en el art. 9.3 de la Constitución. A juicio de este Tribunal, no puede hablarse
propiamente de la existencia de un conflicto entre la cosa juzgada y el derecho a la igualdad porque la
primera es una institución procesal y el segundo un derecho sustantivo. No existe un conflicto entre dos
derechos de distinto rango sino que una institución (la cosa juzgada) opera en un plano (el procesal, que
hace referencia a cómo se ejercitan los derechos) mientras que la otra (el derecho a la igualdad) opera en
otro plano distinto (el de los derechos sustantivos). Este derecho fundamental, como todos, debe
ejercitarse ante los tribunales con sujeción a las normas procesales. Por ello, esta sentencia del TC
307/2006, que responde a una plausible finalidad de búsqueda de la justicia material, evitando una
relevante diferencia prestacional entre unos beneficiarios y otros, plantea el problema de los límites de la
cosa juzgada.
[...] Sentado lo anterior, en la presente litis la demanda la interpone una jubilada que había prestado
servicios para la ONCE como vendedora de cupón, habiéndose fijado el importe de su pensión de
jubilación por sentencia del Juzgado de lo Social n° 4 de Zaragoza de 18-3-2002, que adquirió firmeza.
La actora pretende que se revise el importe de su pensión a raíz de la doctrina jurisprudencial
establecida en la sentencia del TS de 7-10-2004, que excluye los topes correspondientes a los
representantes de comercio.
Es cierto que la sentencia de esta Sala n° 870/2007, de 2-10 desestimó una demanda semejante de
revalorización de la pensión de la Seguridad Social, argumentando que "en el presente caso, no ha sido
alegado, ni intentado siquiera, que por el Instituto Nacional de la Seguridad Social se haya procedido a
revisar "ex officio" la cuantía de las bases reguladoras de las prestaciones reconocidas a los antiguos
trabajadores de la ONCE, declarados en situación de incapacidad permanente —en cualquiera de sus
grados— al aplicar la doctrina derivada de las citadas sentencias de la Sala 4ª del Tribunal Supremo, ni,
menos, que tal —inexistente— conducta de la Administración demandada haya quebrado el principio
constitucional de igualdad".
A diferencia del supuesto enjuiciado en la citada sentencia de esta Sala n° 870/2007, en la presente litis
se afirma que la Entidad Gestora ha venido admitiendo la revisión de oficio de las pensiones de
jubilación de los antiguos vendedores de cupones de la ONCE, como consecuencia de la citada doctrina
jurisprudencial, en aquellos casos en los que el reconocimiento de la prestación se produjo por
resolución administrativa.
A la vista de los citados extremos, en orden a la resolución del presente recurso de suplicación, esta
Sala debe partir de que el intérprete supremo de la Constitución (art. 1.1 de la Ley Orgánica del
Tribunal Constitucional), al concretar el alcance del art. 14 de la Carta Magna, permite la revisión de las
pensiones de la Seguridad Social en supuestos como el enjuiciado, estableciendo un criterio pro
beneficiario que autoriza una revisión "in meius" de pensiones cuya inicial cuantificación se ha revelado
errónea, lo que permite corregir una grave injusticia que perjudica a la actora [...], debiendo este
Tribunal Superior de Justicia de Aragón aplicar la citada doctrina constitucional al presente supuesto,
desestimando este motivo del recurso».
TERCERO.- El otro motivo del recurso denuncia la infracción del artículo 43.1 del Texto Refundido de
la Ley General de la Seguridad Social (Real Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio), al considerar
que los efectos del reconocimiento de la nueva pensión del demandante deben retrotraerse a los tres
meses anteriores a su solicitud.
Con relación a este punto se decía también en el precedente de esta Sala antes nombrado:
«La sentencia recurrida fija un plazo de revisión de cinco años aplicando la doctrina jurisprudencial
anterior a la reforma del art. 43.1 de la Ley General de la Seguridad Social llevada a cabo por la Ley
42/2006, de 28-12, de Presupuestos Generales del Estado para 2007, que estableció un plazo
trimestral.
La sentencia del TS de 22-1-2008, recurso 3444/2006 y los autos de 25-10-2007, recurso 1428/2007 y
13-11-2007, recurso 970/2007, entre otros, aplican a supuestos de revisión del importe de prestaciones
de Seguridad Social, el plazo de prescripción quinquenal, argumentando que "por razones cronológicas,
no resulta de aplicación al presente litigio la disposición final tercera de la Ley 42/2006, de
Presupuestos Generales del Estado para 2007, que en un segundo párrafo al apartado 1 del artículo 43
de la LGSS, fija los efectos económicos de la nueva cuantía de la pensión revisada, como máximo, en los
tres meses anteriores a la fecha de presentación de la solicitud de revisión"».
En el presente caso, en el que la petición de revisión de la pensión se presentó el 25.10.2007 (ordinal 4º)
y la demanda rectora se interpuso el 7.3.2008 -esto es, después del 1.1.2007, fecha de efectos del
artículo 43 reformado, según la comentada disposición final tercera— es obligado estimar el recurso,
revocando en este particular la sentencia de instancia.
En atención a lo expuesto,
FALLO
Estimamos en parte el recurso de suplicación núm. 706 de 2008, ya identificado antes, y, en
consecuencia, revocando parcialmente la sentencia recurrida, fijamos en el 25.7.2007 la fecha de efectos
de la nueva cuantía de la pensión de jubilación del actor D. RODOLFO, confirmando en lo demás dicha
sentencia.
Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
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