78 REVISTA JURIDICA U.I.P.R. [Vol. XXXN:l:l criticas al modelo soberano y 10 que tiene de romance con el EstadoNacion 305 son logicas y necesarias, ya que en muchas ocasiones un cambio de modelo favorecenlla consecucion de fines como una mayor igualdad, el pluralismo, la participacion, la justicia economica mundial, la reduccion de la opresion y de la crueldad, la proteccion del medio ambiente, el mantenimiento de la paz y la seguridad y tantos otros. Esa tarea demanda la adopcion de otras bases para enfocar el problema de los derechos ademas del Estado, que no necesariamente implica excluir al Estado ni hablar inmediatamente de un mundo sinJronteras. 306 Esta es, por ejemplo, la propuesta de autores como Rengger,3 quien sostiene que la teoria politica deberia tomar en serio la globalizacion y descubrir los modos de sostener y/o crear los tipos de comunidad moral que los nuevos contextos demandan y que no necesariamente estan en abierta contradiccion con el Estado. LASNORMASPUERTORroQUENASEN RELACION AL usa DE LAS LENGUAS EN EL AMBITO DE LA INSTITUCION REGISTRAL* Luis Muniz Argiielles·· I. INTRODUCCION En el 1898 Espana pierde la guerra, que en las Antillas llamamos Hispano-Americana, y, a consecuencia de ello, tambien pierde a Cuba, que se convierte en republica tutelada de los Estados Unidos, y cede las Filipinas, Puerto Rico, Guam el archipielago de las Marianas 0 de los Ladrones a los Estados Unidos. Regia entonces en las llamadas Provincias de Ultramar una Ley Hipotecaria casi identica a la espanola, de 14 de julio de 1893.2 El articulo 52 de la misma dispoma que "[l]os documentos otorga- ?' 305 David Luban, The Romance of the Nation-State, en INTERNATIONAL ETHICS 238243 (Beitz, Cohen, Scanlon y Simmons eds., 1985). 306 KENICHI OHMAE, THE BORDERLESS WORLD (1990). 307 Vease N. J. Rengger, Moral Communities and World Politics: Political Theory Beyond/Against the State, en MORALITY AND INTERNATIONAL RELATIONS. CONCEPTS AND ISSUES 100 (Moorhead Wright ed., 1996). • Luis Muiiiz Argiielles, 1999© .. Catednitico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Puerto Rico; Doctorado de la Universite de droit, d'economie, et de sciences sociales de Paris (Paris II), 1989; Juez Superior del Tribunal General de Justicia de Puerto Rico, 1989-1992; Visiting Scholar, Harvard Law School, 1986-1987; Juris Doctor de la Universidad de Puerto Rico, 1975; Master of Science, Columbia University, NY 1970; Bachelor of Arts, Cornell University, NY 1968. EI presente es el texto presentado en las Jornades d'estudi sobre la fe publica notarial i la institucio registral als paisos plurilingiies, celebradas en Barcelona el 7 y 8 de mayo de 1999. EI autor agradece a su estudiante catalana, Maria Jose Dabasto Anglade, que cursa estudios en la Universidad de Puerto Rico, su ayuda y orientacion, particularmente respecto a su estudio titulado Desarrollo Sociolingiiistico en Cataluna, preparado para el curso de Derecho Comparado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Puerto Rico, en abril de 1999. I Tratado de Paris, 30 de diciembre de 1898, Estados Unidos-Espaiia, arts. I-III. 2 I LUIS MuNoz MORALES, LECCIONES DE DERECHO HIPOTECARIO 24 (1946). 79 REVISTA JURiDICA U.I.P.R. 80 [Vol. XXXJV:1:79 dos en e1 extranjero solo podran inscribirse despues de ser oficia1mente traducidos pOT 1a oficina de 1a interpretacion de 1enguas 0 por cualquier otro funcionario que para ella este completamente autorizado". El 30 de diciembre de 1898, el mismo dia que en Paris se firmaba el tratado que ponia fin a las hostilidades belicas y que dotaba al joven imperio estadounidense de bases en el Caribe y en el Pacifico, en Washington se emite la Orden General numero 192. Esa orden, publicada en la Gaceta de Puerto Rico el 27 de enero de 1899, disponia que "todos los documentos ejecutados en ingles y presentados para su inscripcion en Cuba y Puerto Rico, cuando vengan acompanados de la correspondiente traduccion al castellano, tendr{m, inscritos que sean, la misma fuerza y va1idez que si fuesen extendidos en castellano.") Salvo por la referencia a quien estaba autorizado a hacer 1a traduccion, se respeto el mandato de la Ley Hipotecaria, que en Puerto Rico permanecio en vigor hasta su sustitucion por la Ley Hipotecaria de 1979,4 inspirada esta ultima en 1a ley espanola de 1944-1946. II. LA LEY DE IDlOMAS DE 1902 El 21 de febrero de 1902 la nueva Asamblea Legislativa ~uya camara alta era totalmente nombrada por funcionarios del gobierno estadounidense5 y la camara baja la controlaba un partido favorable a ese gobierno que habia acudido a elecciones sin oposicion,6 por la abstencion de otros partidos, y cuyas decisiones podian ser anuladas por el Congreso norteamericano,7- aprueba la "[1]ey con respecto a1 idioma que ha de emplearse en los departamentos, tribunales y oficinas del Gobierno Insular", conocida como 1a Ley del ldioma de 1902. Este estatuto dispone que el Ingles y el espanol se utilizaran "indistintamente" en toda oficina gubernamental, sea esta del poder ejecutivo, legislativo 0 judicial, con excepcion de las dependencias municipales 0 de los tribunales de mas baja jerarquia. Anade la ley que, de ser necesario, se recurrira a traductores, para de esa forma facilitar que las partes puedan comprender los procedimientos y comunicaciones que se R.C.A. Communications v. Registrador, 79 D.P.R. 77, 80 (1956). Ley NUm. 198 del 8 de agosto de 1979, 30 L.P .R.A. § 1 (1993). La ultima Ley Hipotecaria aprobada por Espana para Puerto Rico entro en vigor el primero de mayo de 1888 y se basaba en la Ley Hipotecaria espanola de 1861. 5 Foraker Act, Pub. L. No. 106-31, art. 18, 31 Stat. 77, cap. 191 (1900). Esta ley es la misma que, en su articulo 34, crea el Tribunal 0 Corte de Distrito de los Estados Unidos en territorio puertorriqueno. 6 FRANCISCO A. SCARANO, PUERTO RIco: CINCO SIGLOS DE HISTORIA 629 (1993); ARTURO MORALES CARRJON, PUERTO RIco: A POLITICAL AND CULTURAL HISTORY 158160 (1983). 7 Foraker Act art. 31. 3 4 1999] LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... 81 hagan en idiomas que desconocen. 8 Dos anos antes, la Carta Organica para cI nuevo territorio estadounidense de Puerto Rico anunciaba la intencion de IJacer del ingles uno de los idiomas oficiales, pues se requeria que todo le~~islador, nombrado 0 electo, pudiese leer y escribir "cualquiera de los dos Idiomas espanol 0 ingles.,,9 La Ley Notarial de 8 de marzo de 1906 tambien llutorizaba, en su articulo 17, la redaccion de escrituras en ambos idiomas. La legislacion era un reflejo del deseo de la nueva metropolis de transculturizar a Puerto Rico. Mientras en Espana se debatian las causas y las consecuencias politicas, militares, economicas y morales de la derrota, en Puerto Rico se debatia si siquiera valia la pena enfrentarse al nuevo imperio en expansion. Los representantes de la nueva metropolis anunciaron sus metas desde temprano. El consul norteamericano en Puerto Rico al conc1uir la guerra, Phillip C. Hanna, manifesto que la consecuencia natural de la conquista era la total transculturacion de los puertorriquenos. En una carta que enviara a Washington, fechada el 25 de noviembre de 1898, cuando ya las tropas estadounidenses habian tornado control de todo el territorio is1eflO, dijo: Lo mejor para esta isla es que todo 10 espanol sea totalmente cambiado, la forma de gobierno espanol, el Derecho espanol, los tribunales espanoles.. .las costumbres espano1as, el sistema de educacion espano!.. .las supersticiones espanolas y yo espero que tambien el idioma espanol sea cosa del pasado en esta isla. 1O Mientras unos flaqueaban, otros guardaron la fe en su capacidad de rey, pese al impacto de algunas transformaciones importantes, un huen numero de elias tambien experimentadas en otros paises latinoamericanos mas 0 menos proximos a los Estados Unidos, --que para enlonces ya era la primera potencia mundial- en Puerto Rico se conservo Illucho de 10 esencial. Mas de un siglo despues de haber sido entregados l'Omo botin de guerra a los norteamericanos, en 1a isla todavia hablamos un castellano que ha sido calificado por algunos en Espana y en America co1lI0 tanto 0 mas puro que e1 de muchos paises hispanos 0 regiones, inc1uso de la peninsula iberica. Y nuestras costumbres y tradiciones siguen distinfuiendonos como pueblo hispano. La suerte tambien vino en apoyo de los puertorriquenos amantes de la tradicion juridica espanola. El ministro de guerra norteamericano, Elihu ~istencia El texto completo aparece en la opinion de R.CA. Communications v. Registrador. Foraker Act art. 30. 10 Citado en Carmelo Delgado Cintron, Pensamiento Juridico e Jdioma en Puerto RiUn Problema Etico, Juridico y Lingiiistico, 10 REV. JUR. UJ.P.R. 200 (1975). 8 9 I (! REVISTA JURiDICA U.l.P.R. 82 Root, un pragmfltico conocedor de la historia colonial anglosajona del derecho continental europeo, se convierte en un inesperado aliado de aquellos puertorriquefios que se oponian a la transculturaci6n juridica. En su informe de 1899 sobre los sucesos relativos a su ministerio, Root aconseja al gobiemo federal que siga el ejemplo de los ingleses en Quebec a mediados del siglo XVIII y de la entonces naciente republica norteamericana en Louisiana a inicios del siglo XIX. En ambos territorios, indica Root, la nueva metr6polis logr6 el control politico imponiendo su derecho publico y procesal, sin alterar 10 esencial del derecho privado, 10 que evit6 un caos econ6mico mayor, no deseado por nadie, nativos 0 invasores. Despues de todo, el derecho privado espafiol vigente en Puerto Rico al momenta de su conquista por los Estados Unidos ---el C6digo Civil y la legislaci6n mercantil e hipotecaria, esencialmente ---era occidental y basado en una ideologia econ6mica liberal, por 10 que no se justificaba descartarlo, afirmaba Root.!! Aun cuando Puerto Rico ha sufrido tremendas transformaciones en el plano juridico, subsiste 10 esencial del legado juridico europeo: la tradici6n romano-germ{mica encamada en el C6digo Civil de 1889, hecho extensivo poco despues a Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, y versiones actualizadas de la Ley notarial y de la hipotecaria. III. Los FALLOS JUDICIALES INTERPRETATIVOS DE LA LEY DE IDIOMAS DE 1902 Poco mas de medio siglo mas tarde, el 28 de marzo de 1956, el Tribunal Supremo de Puerto Rico revoco una decisi6n del Registrador Interino de la secci6n de Bayamon, Jesus J. Vergne Castelo, denegando la inscripcion de un documento redactado en ingles y no acompafiado de una traduccion. 12 Adujo el Registrador Vergne Castelo, entre otros motivos, que su seccion del Registro no contaba con traductores y que, en todo caso, "los terceros que vienen al archivo del Registro a enterarse de los records de las fincas inscritas 0 anotadas, son todas personas de habla espafiola y muy pocos de ellos, saben leer y escribir el idioma ingles.,,13 Concluy6 el Tribunal Supremo, en opini6n escrita por el Juez Pedro Perez Pimentel, que la Ley del Idioma de 1902 y el hecho que la Ley Notarial autorizase la redaccion de documentos tanto en ingles como en castellano implicaba que la 11 ANNUAL REPORT OF THE WAR DEPARTMENT FOR THE YEAR ENDED JUNE Primera Parte, 31, 32 (1899). 12 R.C.A. Communications, 79 D.P.R. en la pag. 77. 13 Jd. en la pag. 78. (J [Vol. XXXIV: 1:79 30, 1899, l I LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... 83 npcion podia hacerse en cualquiera de los dos idiomas designados cot1ficiales. A las paginas 83 y 84 el juez ponente expresa ciertas dudas n: la sabiduria de la norma que valida. Dice este: No hemos olvidado que una de las bases esenciales de la institut'i6n de los registros es dar publicidad a los derechos civiles que cn ellos constan. Criado v. Battistini, 3 D.P.R. 195 (2da. ed.); 1 Morell, Legislacion Hipotecaria, pags. 80 y 124. Puede argOirse que en terminos generales esa publicidad seria menos efectiva en Puerto Rico si los asientos y operaciones del registro no se hicieren en el idioma espafiol ya que este es nuestro idioma vemaculo. Sin embargo, la propia ley que convirti6 en oficiales los idiomas mgles y espafiol dispuso que 'cuando sea necesario, se haran traducciones e interpretaciones orales de un idioma al otro, de modo que las partes interesadas puedan comprender cualquier procedil1Iiento 0 comunicaci6n en dichos idiomas'. Para hacer viable esta disposici6n la misma ley proveyo que los jefes de oficinas publieas emplearan cuando fuere necesario interpretes y traductores competentes. De suerte que la posibilidad de que el idioma ingles sea una limitaci6n de la efectividad del principio de la publicidad de los registros se desvanece ante la obligaci6n legal impuesta de cmplear traductores e interpretes competentes cuando fuere necesario. De todos modos corresponde a la rama legislativa y no a este Tribunal determinar el idioma 0 idiomas en que deban hacerse las operaciones del registro y conforme al estado de la legislacion actual, segun hemos indicado anteriormente, dichas operaciones pueden practicarse en ambos idiomas indistintamente. 14 En una opinion concurrente el Juez Lino Saldafia va mas lejos en justill(:ar la practica de autorizar la inscripcion de documentos en el idioma inFles. Dijo este: En la Ley Notarial (sec. 17), y en la Ley del Idioma que se aprobo el 21 de febrero de 1902, el poder legislativo estableci6 en forma clara y manifiesta las normas juridicas que determinan cual debe ser el contenido del fallo judicial en este caso: (l) en Puerto Rico una escritura publica puede hacerse en idioma ingles y es inscribible, y (2) el registrador de la propiedad esta obligado a calificarla y a inscribirla en igual forma que si estuviese redactada en castellano, y, cuando sea necesario, debe hacer la traducci6n de modo que las partes interesadas puedan enterarse de su contenido. 14/d. en las pags. 83-84. REVISTA JURiDICA U.I.P.R. 84 [Vol. XXXIV:I:79 IlJ99] El criterio de los jueces no tiene que coincidir con el de los legisladores para que una corte de justicia obedezca y aplique lealmente el unico sentido recto y ecuanime de la ley. Ademas, permitir a un registrador que deniegue la inscripci6n de una escritura por el unico fundamento de que esta redactada en Ingles equivaldria a dar a 10 insignificante una grotesca importancia y a perder todo discemimiento de la realidad. La coexistencia de dos idiomas en Puerto Rico, como medios para llevar a cabo transacciones comerciales e industriales, se debe a realidades econ6micas que son palpables. Cualquier regIa juridica que impida el uso libre y efectivo del idioma ingles en los negocios s610 podria entorpecer nuestro desarrollo econ6mico y ahogar las necesidades vitales de nuestro pueblo, sin beneficiar en nada a nuestra cultura. No hay que confundir la cuesti6n juridica que plantea este caso con el problema de indole cultural que consiste en agregar un idioma a otro sin que ambos queden destruidos. Aun menos puede confundirse con el problema de nuestro status politico. 15 como cuesti6n de realismo judicial, no podemos partir del supuesto bilingiiista, como pretende la recurrente en este caso. 16 Luego de citar la Ley de Idiomas de 1902, Belaval afiade: No puede haber duda que cualquier contrato puede ser redactado en espanol 0 en ingles. La comunicaci6n entre contratantes que escojan el idioma que deseen para su contrataci6n, no ofrece ningun problema de comunicaci6n que deba ser regulado por el Estado. EI problema surge cuando los contratantes interesan que el contrato llevado a cabo en un idioma libremente escogido por los contratantes, surta sus efectos contra terceras personas que desconocen dicho idioma, mediante su inscripci6n en un registro publico. Si fueramos a interpretar la sec. 1 de dicha ley at litteram, el sefior Registrador de la Propiedad de Bayam6n tambien tendria raz6n, puesto que, uno de los fundamentos aducidos por el para denegar la inscripci6n es que 'Ia escritura esta hecha en idioma ingles y no se acompafia con la misma la traducci6n al castellano, y este Registro no cuenta con traductor oficial', y el propio texto de la ley establece que 'cuando sea necesario, se haran traducciones e interpretaciones orales de un idioma al otro, de modo que las partes interesadas puedan comprender cualquier procedimiento 0 comunicaci6n en dichos idiomas.' Como cuesti6n de realidad, no existe ningun servicio organizado de traducci6n para los Registros de la Propiedad, y el sefior Registrador no tiene fondos asignados por presupuesto para tales servicios. Es obvio que, en tal caso, la unica alternativa que Ie queda al sefior Registrador, es exigirle al presentante que haga ella traducci6n y satisfaga los gastos correspondientes. Siendo la Ley Hipotecaria, como 10 es, una ley de terceros, no tenemos mas remedio que conc1uir, que en esta comunicaci6n, resulta 'parte interesada', todo el pueblo puertorriquefio. Su companero juez, Emilio S. Belaval, anticipando una decisi6n que tomaria casi una decada en emitirse, disinti6 de sus otros seis compafieros y expres6 10 siguiente: EI senor Registrador de la Propiedad de Bayam6n deneg6 la inscripci6n de un contrato de arrendamiento, del cual se solicit6 inscripci6n, porque dicho contrato estaba redactado en el idioma ingles y 'los terceros que vienen al archivo del Registro a enterarse de los records de las fin cas inscritas 0 anotadas, son todas personas de habla espafiola, y muy pocos de ellos, saben leer y escribir el idioma ingles'. Entiendo que el sefior Registrador de la Propiedad de Bayam6n tiene raz6n. El elemento de publicidad que inspira todo el instituto hipotecario, quedaria totalmente defraudado, si partieramos del supuesto que Puerto Rico es un pueblo bilingiie. Como cuesti6n de realidad, Puerto Rico no es un pueblo bilingiie. No 10 ha sido en el pasado, y despues de la reciente rectificaci6n de ciertas normas educativas, en el sentido que la educaci6n basica del puertorriquefio debe ser en su idioma vernaculo, menos probabilidad tiene de serlo en el futuro. Ademas, en este caso, esta envuelto, no s610 el conocimiento vulgar de un idioma que no resulta nuestra lengua materna, sino e1 conocimiento tecnico de una terminologia juridica, en su mayor parte, accesible solamente al grupo profesional de los peritos de la Ley. Si estamos conformes en que el Registro de la Propiedad es una instituci6n que debe permanecer 10 mas accesible posible al entendimiento popular, 15 [d. en las pags. 84-85. LAS NORMAS PUERTORRlQUENAS... Como se ve, aun cuando se trate de medios de comunicaci6n tan cerrados, como suelen ser los que crean el expediente interdepartamental 0 los propios procedimientos judiciales, basta que una sola persona interesada no entienda el otro idioma, para que la comunicaci6n 0 dec1araci6n sea traducida 0 interpretada. Sin embargo, la opinion de la mayoria es, que cuando se trate de darle conocimiento a toda una comunidad, sobre el estado de nuestra titulacion inmobiliaria 0 de nuestra contrataci6n sujeta a registro, se debe aplicar la norma permisiva del estatuto, en cuanto al uso .~. :~< l r 16 [d. en las pags. 86-87. 85 86 REVISTA JURIDICA U.i.P.R. [Vol. XXXIV: 1:79 indistinto de cualquier de los dos idiomas, pero no se debe aplicar la norma reparadora del propio estatuto, en cuanto a la traduccion del documento, que es la que crea la igualdad de condiciones en el entendimiento. Creo que esta es una cuestion litigiosa, donde la aplicacion de principios del metoda historico-evolutivo podria darnos algunas inducciones provechosas para una interpretacion judicial mas cabal. Vide: Antonio Hernandez Gil--Metodologia del Derecho 185 et seq. (Editorial Revista de Derecho Privado 1954.) En el 1902, cuando se aprueba la ley respecto al idioma oficial, vigente la Ley Foraker de 12 de abril de 1900, la relacion politica entre Estados Unidos y Puerto Rico era una de metropolis y posesion ultramarina, anexada a, pero que no formaba parte de, la nacion norteamericana. Casi todos los nombramientos importantes de los funcionarios del Gobierno Insular eran de la potestad presidencial, y recaian en norteamericanos que no poseian el idioma espanol. La informacion relacionada con el estado de la vida publica de Puerto Rico, tenia que ser remitida a distintos ministerios del ejecutivo nortearnericano, redactada en lengua inglesa. Mas los organismos oficiales no podian abstraerse a la realidad, que toda la informacion relacionada con el estado de la vida publica de Puerto Rico, estaba destinada tambien a servir los fines de una sociedad juridica, de origen hispanico, y que la literatura oficial debia estar escrita en lengua espanola. Tal cuadro historico impuso la norma que antes hemos enunciado: el uso indistinto de un solo idioma, cuando la comunicacion se realizaba entre organismos 0 personas pertenecientes a un mismo cuerpo idiomatico 0 poseedores del conocimiento del idioma oficial en que se realizara la comunicacion y el uso simultaneo de los dos idiomas, cuando la comunicacion se realizaba entre organismos 0 personas pertenecientes a los dos distintos cuerpos idiomaticos que no resultaban poseedores del conocimiento del idioma oficial envuelto. Con esto quedaba obviado el problema general de la comunicacion. En el 1954, cuando el senor Registrador de la Propiedad de Bayarnon denego la inscripcion de la escritura redactada en el idiorna ingles, esta vigente la Constitucion del Estado Libre Asociado de Puerto Rico del 25 de julio de 1952 y la relacion politica entre Estados Unidos y Puerto Rico es una de pueblos asociados, en virtud de un Estatuto de Relaciones Federales. No existe en el Estatuto de Relaciones Federales ninguna disposicion sobre cual debe ser el idioma oficial del nuevo Estado creado. Todos los ~ IJJ LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... fUlmbramientos de los funcionarios del Gobierno Insular son de la pOlcstad del Gobernador de Puerto Rico, y casi todos recaen en rllcrtorriquenos que conocen el idioma espanol. La informacion rdacionada con el estado de la vida publica en Puerto Rico, no Ilene que ser remitida a los ministerios correspondientes del ejeflltivo norteamericano, ni tiene que estar redactado en lengua inflcsa, con excepcion de las agencias federales que funcionan en l'uerto Rico para cumplir con los fines federales de la asociacion. Hoy, menos que ayer, los organismos oficiales del Gobierno Insular no pueden abstraerse de la realidad, que toda la informacion rclacionada con el estado de la vida publica de Puerto Rico, esta dcstinada a servir los fines de una sociedad politica de origen hispanico, y la literatura oficial debe estar escrita en lengua espanola. Con las normas relacionadas con el idioma oficial hay que tener cuidado. Casi siempre la discusion de las mismas trascienden del Ilormativismo sin estimativas a los mas serios problemas culturales y politicos de un pueblo. Los idiomas pertenecen mas a una jurisprudencia estricta de valores que a una jurisprudencia de intereses, ya que en esta ultima, independientemente de su conveniencia en la consideracion sociologica del Derecho, las estimativas obedecen mas a la utilidad que al valor. Los idiomas estan tan profundamente entrenados con los valores de la soberania moral en el fondo del sujeto de derecho, que cualquiera imposicion de un idioma oficial distinto al idioma natural del individuo, puede convertirse en una fuente inagotable de resentimiento, cosa que no resultaria saludable a los verdaderos fines de una asociacion politica entre pueblos. Por el momento, mientras otra cosa no diga la evolucion politica del pueblo puertorriqueno, u otra cosa no se desprenda claramente de un nuevo pronunciamiento legislativo, debemos dejar toda declaracion de indistinto usa idiomatico en perjuicio del entendimiento popular, remitida al porvenir inmediato, y todo problema de dual transito lingiiistico a su irremediable funcion en el terreno de la cultura, donde la penetraci6n se realiza a traves de estructuras de una mas cabal comprension del complejo humano. Cfr: Self- Discovery in Puerto Rico--Daniel J. Boorstein--The Yale Review--diciembre 1954. 17 17 [d. en las pags. 88-92. 87 REVISTA JUJUDICA U.I.P.R. 88 [Vol. XXXIV: 1:79 EI 30 de junio de 1965, en una opinion unanime, el Tribunal Supremo adopta el criterio del antes disidente juez Belaval. Este, el juez ponente de la decision previa, Perez Pimentel, y el Juez Presidente, en ese momento, Luis Negron Fernandez, eran los linicos miembros del Alto Foro en 1965 que tambien integraban aquel tribunal de 1956 que valido las inscripciones en ingles. En una inusual adopcion de las norrnas del Derecho natural, ma.. 18 m'filesta I0 slgulente: Es un hecho no sujeto a rectificaciones historicas que el vehiculo de expresion, el idioma del pueblo puertorriqueno --parte integral de nuestro origen y nuestra cultura hispanica-- ha sido y sigue siendo el idioma espanol. En 10 que lIevamos del siglo XX el reclamo continuo ejercido por esta raiz y realidad de nuestra forrnacion cultural y etnica ha hecho prevalecer el espanol, sin merrna ostensible, en las manifestaciones mas intimas y representativas de nuestra vida diaria: el hogar, la escuela, la religion, la literatura, la politica, las relaciones obreras y las actividades generales de gobierno. De un lado, la necesidad resultante de nuestra ciudadania de una mayor capacidad para la transmision y recepcion de ideas en el idioma ingles para el mejor entendimiento con nuestros conciudadanos de los Estados Unidos, aqui y alia, y las exigencias de una economia en rapido crecimiento por el impacto de programas activos de industrializacion, caserios, turismo y otros de diversa indole, incluyendo proyectos pareados con fondos federales, han requerido un continuo esfuerzo de superacion en los procesos de ajuste que esa nueva realidad social y economica engendra en cuanto a los medios de expresion para comunicarse y entenderse gentes de una misma ciudadania, que en mayor 0 menor grado no son siempre bilingiies. EI factor deterrninante en cuanto al idioma a emplearse en los procedimientos judiciales seguidos en los tribunales del Estado Libre Asociado de Puerto Rico no surge de la ley de 21 de febrero de 1902 que invoco el letrado Rout en apoyo de su peticion de que el proceso se ventilara en ingles porque el no dominaba bien el espanol. Surge del hecho de que el medio de expresion de nuestro pueblo es el espanol y esa es una realidad que no puede ser cambiada por ninguna ley. Luego de citar estadisticas del mimero de casos, civiles y criminales, que se ventilan ante los tribunales del pais y de advertir que los acusados que desconozcan el castellano tienen derecho a gozar de los servicios de traduccion, el Tribunal concluye que la Ley de Idiomas de 1902 solo pue18 Pueblo v. Tribunal Superior, 92 D.P.R. 596, 604-605 (1965). .)] LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... 89 I"ncr un alcance directivo. Sin embargo, el Tribunal deja vigente el caso RCA Communications v. Registrador, por 10 que en el Registro de la .>riedad siguen inscribiendose documentos en idioma ingles. IV. LAS NUEVAS LEYES DE lDIOMAS YLAS CONTRADICCIONES DE LA SOCIEDAD PUERTORRIQUENA £1 gobiemo autonomista del Partido Popular DemocrAtico, luego de reeuperar, por segunda vez, el poder perdido, que ejercieron durante casi tres d~cudas a mediados de siglo, se dio a la tarea de reafirrnar las bases cultu'ales, que, se Ie acusaba, habian desatendido. 19 Los intentos de legisladores puertorriquenos, entre ellos, Jose de Diego y Rafael Arjona Siaca, a inicios y mediados de siglo, de hacer que el espanol fuera el linico idioma oficial 19 Para un analisis social y juridico del uso de los idiomas en Puerto Rico, w!anse en tr/leral Jose Julian Alvarez Gonzalez, Law, Language and Statehood: The Role of En,"sh in the Great State of Puerto Rico, 17 LAW & INEQ. J. 101 (1999), nuestras referen"as son al texto mimeografiado; Ennio Colon Garcia et aI., Puerto Rico: A Mixed Legal ~ystem: The Linguistic Factor, 32 REv. JUR. U.I.P.R 310 (1998); Carmelo Delgado CinIron, La Historia de un Desproposito, 36 REv. COL. ABOG. 891 (1975); CARMELO DELGADO CINTRON, LA CUESTION DEL IDIOMA OFIClAL EN PUERTO RIco (1993); Alfonso (Iurcia Martinez, El Tribunal Federal como Factor de Transculturacion en Puerto Rico, )4 REv. COL. ABOG. 5 (1973); Carmelo Delgado Cintron y Alfonso Garcia Martinez, El Moma Espanol y el Tribunal de los Estados Unidos en Puerto Rico, 50 (3) REv. COL. AIlOG. 1(1989); ALFONSO GARCiA MARTiNEZ, IDIOMA YPOLiTlCA (1976); Luis Muftiz Arguelles, Las Incidencias Registrales del TriIfico de Garantias Inmobiliarias: El Caso }'uertorriqueno y el Mercado Norteamericano, I ANALES DEL CENTRO PARA LA INVESTIGACION YDESARROLLO DEL DERECHO REGISTRAL INMOBILlARJO Y MERCANTIL (C.I.D.D.R.I.M.) 67 (1998); Luis Muftiz Arguelles, The Status of Languages in Puerto J<ICO en LANGUE ET DROIT 457-472 (1998); JUAN JOSE OSUNA, A HISTORY OF 1,DUCATION IN PUERTO RIco (1949); AIDA NEGRON DE MONTILLA, LA AMERJCANIZACION 01: PUERTO RICO YEL SISTEMA DE EDUCACION PUBLICA: 1900-1930 (1977); Raul Serrano (jeyls et aI., Puerto Rico y la Estadidad: Problemas Constitucionales, 42 REv. COL. AROG. 1,43-46 (1981) (donde aparece un listado de los lugares y de instancias en que, a lu fecha de publicacion, en Puerto Rico puede utilizarse sea el ingles, sea ambos idiomas, en gestiones ante las autoridades publicas). Deben tambien consultarse los numeros especiales de la Revista del Colegio de Abogados de Puerto Rico, preparados bajo la direccion del Prof. Carmelo Delgado Cintron, que compilan numerosos arriculos, informes, comentarios, proyectos de ley, informes legislativos y otro material sobre el tema. Esos numeros corresponden a los vollimenes 50 y 51 REv. COL. ABOG. I (1989-1990) Y 54-55 REV. COL. ABOG. 1 (1993-1994). EI Unico escrito que sefiala que el uso del ingles no es un problema juridico es el de Ennio Colon Garcia en la pag. 317, citado a principios de esta nota. Su conclusion se basa en una cita de nuestro articulo titulado The Status ofLanguages in Puerto Rico, tambien citado a comienzos de esta cita. En el conc1uimos 10 con!Tario, por 10 que tenemos que discrepar de este colega, sin por ello restarle meritos a la excelente exposicion del tema que hace en su escrito. 90 REVISTA JURiDICA U.I.P.R. [Vol. XXXIV: 1:79 para asuntos puertorriquefios,20 aunque infructuosos, ---en ocasiones por interferencia directa de las autoridades estadounidenses 0 del propio presidente de los Estados Unidos,21- sirvieron de inspiraci6n 0 modelo para otras iniciativas amilogas. En el 1987 el Secretario de Justicia emite una opini6n ministerial en la que expresa que no hay norma constitucional alguna que obligue a utilizar dos idiomas en Puerto Rico y que la Ley de Idiomas de 1902 es un anacronismo.22 En Estados Unidos, sin embargo, el movimiento a favor de la 23 adopci6n del ingles como idioma oficial cobraba ya fuerza y en Puerto Rico el partido que abogaba por la total incorporaci6n de la isla a los Estados Unidos habia ganado dos elecciones. Ademas, varios fallos judiciales federales y estatales indicaban el fortalecimiento del nacionalismo cultural norteamerican0 24 y el deseo de reafirmar el uso del ingIes como idioma unico en el tribunal federal en Puerto Rico. 25 Asimismo, para la admisi6n de Arizona y de Nuevo Mejico como estados federados se les requeria la ensefianza del ingles en las escuelas y, en este ultimo estado, donde la po20 Carmelo Delgado Cintron, Historia de las Luchas por el Idioma Espafiol en Puerto Rico, 54 & 55 REv. COL. ABOG. 7 (1993-1994). 21 Raul Serrano Geyls, EI Caso del Idioma: Un Comentario, 17 REV. JUR. U.P.R. 301 (1948). 22 Op. Sec. Just. NUm. 34 (1987). Las Unicas referencias al idiorna en los textos constitucionales puertorriquenos son las que obligan a los legisladores a conocer uno de los dos idiornas oficiales y las que requieren que los recursos que se lleven al Tribunal Supremo de los Estados Unidos se presenten en ingles. El gobiemo federal tampoco tiene disposicion constitucional alguna que obligue al uso exclusivo del ingles en los asuntos gubemamentales. Vease Meyers v. Nebraska, 262 U.S. 390, 402-03 (1923); Bartels v. Iowa, 262 U.S. 404, 409 (1923). 23 Vease Muiiiz Arguelles, The Status of Languages in Puerto Rico, supra nota 15, en las pags. 457-472 y las fuentes alli citadas. 24 Municipal Court v. Gutierrez, 490 U.S. 1016 (1989) (se revoca un fallo del tribunal del noveno circuito federal de apelaciones, 838 F.2d 1031 (1988) que establecia que aunque era valido requerirle a los empleados que hablasen exclusivamente en ingles, incluso en asuntos que nada tenian que ver con su actividad economica, el hacerlo podia tener como meta discrirninar contra aquellos empleados no anglosajones, por 10 cual la norma del lugar del trabajo debia ser vista con recelo. En este caso el empleado era del juzgado del distrito sur-este del condado de la ciudad de Los Angeles, en el estado de California). 25 U.S. v. Valentine, 288 F. Supp. 957,962 (D.P.R. 1968). Vease el comentario que sobre este caso hace quien fuera Juez Presidente del Tribunal Supremo de Puerto Rico, Jose Trias Monge, en EI Estado Libre Asociado ante los Tribunales: 1952-1994,64 REv. JUR. U.P.R. 1 (1995). Unos anos mas tarde se resuelve U.S. v. Nickers, 955 F.2d 112 (1992), en el que el tribunal de apelaciones federal concluye que el hecho de que dos jurados no conozcan el ingles, idiorna en el que se ventilo el juicio, no constituye un error que justifique revocar una sentencia, mas aun cuando ese hecho no se levanto en momento oportuno durante el juicio. t 999] LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... 91 hillci6n hispana era mas numerosa, se incluia el ingles como idioma oficial c{)n rango constitucional.26 Es dentro de este contexto que se da el algo inusual despliegue de na(Ionalismo cultural del Partido Popular Democratico, que aprueba una ley que deroga la de idiomas de 1902 y declara el espafiol la unica lengua ofi27 En sus informes a la Camara de Representantes, las l'lUl de Puerto RicO. Comisiones de Gobierno y de Instrucci6n y Cultura que estudiaron y recomcndaron la adopci6n de esta medida, recordaron el historial de la lucha de los puertorriquefios por preservar el espafiol contra los intentos externos e mlemos, durante casi medio siglo, de suplantarlo por el ingles. 28 Este acto Icgislativo Ie gan6 al pueblo de Puerto Rico, representado por el entonces Gobernador Rafael Hernandez Col6n, el premio Principe de Asturias. En el ambito registral y notarial, sin embargo, nada habia cambiado. El IIrt. 47 de la Ley Hipotecaria de 1979, que disponia que la inscripci6n se hilda en espafiol, habia sido enmendado, previo a su entrada en vigor en el 1980. La enmienda autorizaba la inscripci6n en ambos idiomas, ingles y c.spafiot29 La norma enmendada y el caso de R. CA. Communications se£uian vigentes, conforme a los informes legislativos que informaron de la I1lcdida y a la Carta Circular num 01-91 del 10 de abril de 1991, que informa a las diversas dependencias gubernamentales sobre sus deberes bajo III nueva ley, pero no establece cambio alguno en las pnlcticas ante el Rel(ISlro de la Propiedad. 30 Veanse, 36 Stat. 557-579 (1910); N.M. CONST. art. XX, § 12. Ley NUm. 4 del 5 de abril de 1991, 1 L.P.R.A. §§ 56-58 (1998). 28 Informe Conjunto de la Camara de Representantes Comisiones de Gobierno e Insrruccion y Cultura, 54-55 REv. COL. ABOG. 417 (1993-1994). Un informe similar se fuule en el Senado. Texto de la Ley Num 4 del 5 de abril de 1991, conocida como la "Ley 1/1'(' Dec/ara el Espafiol Unico Idioma Ojicia/", 54-55 REv. COL. ABOG. 441 (1993-1994). 29 30 L.P.R.A. § 2210 (1993). Esta seccion dispone 10 siguiente: 26 27 Los documentos no redactados en los idiomas eseanol 0 ingles se inscribiran en el Registro despues de ser traducidos al espanol por un notario residente en Puerto Rico 0 un funcionario competente del Gobiemo, quienes certificaran la traduccion, 0 por un traductor que jure la exactitud de esta. Para todos los efectos del Registro, la traduceion sera considerada como texto prevaleciente. Si se otorgare un documento simultaneamente en espanol y en otro idioma, prevalecera la version espanola para todos los efectos del Registro. En cuanto a los documentos redactados en ingles se inscribiran en este idioma, salvo que las partes otorgantes dispongan su traduccion 0 inscripcion en espano!. La Ley Hipotecaria, Ley num. 198 del 8 de agosto de 1979, con fecha de vigencia de un ano mas tarde, fue enmendada por la ley num. 143 de 14 de JUDIO de 1979, que sustituyo la frase "[l]os documentos no redactados en el Idioma espanol se inscriblfan al Registro" Eor "[l]os documentos no redactados en los idiomas espanol 0 ingles se inscnbiran en el Registro". 30 Hector Rivera Cruz, Carta Circular Num. 01-91 de /0 de abril de 1991 sobre el /lIlOma Espafiol, 54-55 REv. COL. ABOG. 445 0993-1994). REVISTA JURiDICA U.I.P.R. 92 [Vol. XXXIV:l:79 Igual sucedia con las norrnas de la antigua Ley Notarial que perrnitian otorgar documentos en cualquiera de los dos idiomas. Cuando en el 1987 se aprueba una nueva Ley Notarial, nada se dice sobre el idioma en que debian redactarse los documentos. Cuando en 1995 se adopta el nuevo Reglamento Notarial por el Tribunal Supremo, que es el organismo autorizado por ley para hacerlo, especificamente se rechaza una propuesta para que, en ausencia de pedido en contrario, las escrituras se redacten en espafiol.31 Todos los jueces de ese tribunal, salvo uno, habian sido nombrados por el gobernador del Partido Popular, Rafael Hernandez Col6n. La defensa del idioma, pues, no se extendia a los Registros de la Propiedad. Menos de dos afios despues de haberse aprobado la nueva ley del espanol como unico idioma oficial, luego de la derrota del Partido Popular Democratico a manos del Partido Nuevo Progresista, que favorece la anexi6n de Puerto Rico como estado a los Estados Unidos, se restablece una ley Reglamento Notarial, Regia 23 dellero de agosto de 1995, referente a la Ley Notarial, Ley NUm. 75 del 2 de julio de 1987,4 L.P.R.A. §§ 2001-2141 (1998). Esta Regia establece que: 31 [I]os instrumentos publicos debellin ser redactados en el idioma espaiiol, en mgles, 0 en ambos idiomas. Si el notario y los comparecientes conocieren otro idioma ademas del espaiiol 0 el ingles, debera entonces el notario redactar el instrumento en espanol 0 ingles y podra tambien hacerlo en el otro idioma. Cuando uno 0 mas de los compareclentes desconocieren el espaiiol y el ingles, y el notario conociere el idioma de este, debera entonces el notario redactar el instrumento en espanol 0 ingles. En estos casos el notario debera, a su discrecion, redactar el mstrumento en el otro idioma 0 utilizar el traductor a que se refiere el parrafo siguiente. Cuando el notario desconozca el idioma de uno 0 mas de los comparecientes, y estos a su vez desconozcan el espaiiol y el ingles, debera entonces el notario redactar el instrumento en espaiiol 0 mgles. En estos casos el notario debera hacer uso de una persona que haga las funciones de interprete y traductor. Este comparecera como teshgo instrumental en la autorizacion del instrumento publico para hacer las traducciones verbales y por escrito que fueren necesarias, y declarara bajo su responsabilidad la fidelidad de la traduccion en el instrumento publico. EI comentario editorial que acompaiia esta RegIa justifica su texto y alcance porque la Ley Hipotecaria antes citada autoriza la inscripcion en ambos idiomas. EI Juez Luis Mojica Sandoz, quien por aiios se desempeiio y distinguio como Registrador de Derechos Inmobiliarios, se opuso a la adopcion de esta regIa, la que calitico de radicalmente inconveniente y antijuridica. Vease Luis Mojica Sandoz, Voto Disidente respecto a la Regia 24, Sobre elldioma a ser Utilizado en los lnstrumentos Publicos, 54-55 REv. COL. ABOG. 99 (1993-1994). Subrayo 10 que habia dicho el Registrador Vergne Castelo, revocado en el caso de R.C.A. Communications, a saber, que la mayor parte de quienes acuden, e incluso, de los que trabajan en el Registro no entiende el ingles, en especial la jerga tecnica legal. Casi inmediatamente aiiade: "Jamas hemos tenido noticia de alguna queja en el sentido que el historial registral de una tinca no este redactado en ingles, la queja contraria es frecuente .... " Mojica Sandoz, en la pag. 99. 1999] LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... 93 muy similar a la Ley de 1902. 32 El clima politico era propicio, pues, en el oltimo afio del gobierno autonomista, el electorado rechaz6 una propuesta enmienda a la Constituci6n del Estado Libre Asociado de Puerto Rico para darle rango constitucional a la protecci6n del idioma espafiol. La nueva legislatura, controlada por el partido asimilista, estaba muy consciente del rrop6sito que perseguia la, ahora, oposici6n y quiso dar a los Estados Unidos un mensaje claro: Puerto Rico no rechaza el ingles como idioma oficial. Un estado exclusivamente hispano-parlante jamas lograria la admisi6n ,I seno de la uni6n estadounidense, pues abriria las puertas a que una tventual mayoria 0 casi mayoria hispana obligue a la adopci6n oficial del bilingiiismo en lugares tales como California, Arizona, Nuevo Mejico 0 lejas 0 en numerosas comunidades de esos y otros estados de ese pais. El Partido Nuevo Progresista no os6, sin embargo, adoptar esa lengua como la (mica, ni siquiera como una de igual peso que el castellano. En la exposiei6n de motivos de la ley se senala que: A traves de esta medida, la Asamblea Legislativa no pretende establecer, por fiat legislativo, una condici6n de bilingiiismo extrafia a la realidad cotidiana del pueblo puertorriqueno. Nos limitamos a reconocer otra realidad: que la relaci6n de Puerto Rico con Estados Unidos, cada vez mas estrecha en 10 politico y 10 econ6mico, 10 mismo que la aspiraci6n a perpetuar esa relaci6n expresada en las urnas por los votantes de los dos partidos principales -que congregan mas del 90 por ciento del electorado-- multiplicara las instancias en que es preciso que nuestro gobierno reciba y conteste comunicaciones en ingles y tramite asuntos oficiales en ese mismo idioma.... A decir verdad, hubiese sido un suicidio politico hacer otra cosa. Todos los estudios realizados indican que el puertorriqueno, como grupo, es principal 0 tal vez exclusivamente hispano-parlante. Conforrne a los datos del Ccnso de los Estados Unidos de 1990, el 98.2% de la poblaci6n es hispanopurlante, el 52.6% no habla nada de ingles, eI23.8% conoce muy poco ese Idioma y s610 eI23.6% es bilingiie. Obviamente, el sector donde se eviden"ill un mayor grado de dominio de ambas lenguas es el de mayor escolaridud y nivel socioecon6mico, que se concentra en las areas urbanas. 33 Valga Ley Num. I del 28 de enero de 1993, I L.P.R.A. § 59 (1999). U.S. Department of Commerce, Bureau of the Census, 1990 CENSUS OF VOI'ULATION-SOCIAL, ECONOMIC AND HOUSING CHARACTERISTICS PUERTO RICO 70 (1993). Vease ademas Alvarez Gonzalez, supra nota 15, en la pag. II, DD. 35-39. Veanse O"'tMAN DE GRANDA, TRANSCULTURACION E INTERFERENCIA LINGOisTiCA EN EL PUERTO klCO CONTEMPoRANEO (1898-1968) 119-181 (1980); MARIANNE MEYN, LENGUAJE E 32 33 REVISTA JUJUDICA U.I.P.R. 94 [Vol. XXXIV: I :79 aclarar que muchas personas en Puerto Rico pueden leer letreros e instrucciones sencillas en ingles, por 10 que se les considera bilingiies, pero, de eso a poder desenvolverse bien en ese idioma, va un gran trecho, y de ahi a entender y manejar con soltura la terminologia juridica de los Derechos reales anglosajones ----<:on sus estates in fee simple absolute, estates conditional, remainder estates, estates for years or from time to time, freehold estates, easements y covenants running with the land, por mencionar algunos de los mas conocidos, ninguno de los cuales se estudia en las facultades de derecho de Puerto Rico-- va todo un continente. Otro estudio reciente, este realizado por el Ateneo Puertorriquefio, concluye que el 95% de la poblacion prefiere utilizar el espafiol como su idiorna oficial, que el 97% prefiere comunicarse con funcionarios del gobiemo en ese idioma, que el 96% prefiere que la legislacion este en ese idioma, que el 95% prefiere que los letreros gubemamentales y la rotulacion en las carreteras este en espafiol, que el 95% prefiere que los formularios gubernamentales este en espafiol y que el 93% dice que nunca renunciara al espafiol como idioma, aunque se establezca el ingles como unico idioma oficial. 34 La situacion se toma mas confusa cuando se examinan los demas registros publicos. En el de Corporaciones, adscrito al Departamento de Estado,35 que para todos los fines practicos sustituye al Registro Mercantil, tambien pueden presentarse documentos indistintamente en ingles 0 en espafiol. Igual sucede en el Registro de Propiedad Intelectual, adscrito tambien al Departamento de Estado. 36 No existe norma juridica alguna que reglamente especificamente aspectos del idioma en cuanto a estas instituciones. Conforme a la Ley nUm. 107 del 28 de agosto de 1997, 37 las certificaciones del Registro Demografico y las licencias de los diversos profeIDENTIDAD CULTURAL (1983) (otros estudios sobre el bilingiiismo en Puerto Rico). El Juez Presidente del Tribunal del Primer Circuito federal, con sede en Boston y jurisdiccion sobre Puerto Rico, Juan R. Torruella, de conocida simpatia por la total incorporacion de la isla a los Estados Unidos, concluye, junto a los demas observadores serios, que Puerto Rico es hispano-parlante. "No existe area geografica alguna en Puerto Rico, fuera de las bases militares [norteamericanas], donde parte substancial alguna de la poblacion hable otra cosa que el espanol como primer idioma ....". dice en su libro THE SUPREME COURT AND PUERTO Rlco: THE DOCTRINE OF SEPARATE AND UNEQUAL 262 (1985) (traduccion nuestra). 34 Vease Alvarez Gonzalez, supra nota 15, en las pags. 18-19. n. 70. En Puerto Rico se ha adoptado la practica estadounidense de crear registros bajo la supervision del Departamento 0 Ministerio de Estado y no bajo un organismo independiente 0 adscrito al Departamento de Justicia 0 al Sistema de Tribunales. Vease Ley Num. 41 del 5 de agosto de 1991.20 L.P.R.A. § 10 (1998). 36 Ley Num. 96 deliS de julio de 1995, art. 4, 31 L.P.R.A. § 1402 (1998). 37 1 L.P.R.A. § 60 (1999). 3' 1999] LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... 95 .ionales deberan, a partir de esa fecha, redactarse en ambos idiomas. Las certificaciones del Registro de Corporaciones se emiten en cualquiera de los dos, a peticion del interesado. Esa confusion, si bien no es positiva, es mucho menos peligrosa que la que se crea en el Registro de la Propiedad, pues a excepcion de los registros de las personas juridicas, la calificacion de documentos es inexistente () casi inexistente en esos otros organismos. Es muy poca la confusion que ruede darse respecto a si una persona es 0 no un perito plomero 0 esta 0 no casada. Incluso, en los registros de personas juridicas, visto que la calificati6n es poca y que las normas estatutarias puertorriquefias son similares, '100 copiadas, de los Estados Unidos, el peligro que presenta la presentaci6n de documentos en ingles es mucho menor que el que surge del Registro inmobiliario, donde los derechos sujetos a inscripcion son producto de una tradicion juridica continental europea y no del Derecho angloamericabOo V. LAs CONSECUENCIAS REGISTRALES DEL USO DE V ARIOS IDIOMAS COMO OFIClALES EI problema rebasa 10 puramente cultural 0 teorico. En Puerto Rico, los funcionarios gubemamentales, los abogados, notarios y otros profesionales que intervienen en negocios y transacciones privadas y publicas utilizan modelos 0 formularios de escrituras redactados tanto en ingles como en castellano. EI problema, que se ha visto, incluso, en el ambito legislativo, cs la pobre calidad de algunas traducciones y la inclusion de conceptos que, (l no existen en nuestro lexico usual ni juridico, 0 son de dificil comprenai6n para un hispano- parlante. Ademas, muchos de esos formularios dejan en blanco los espacios referentes a las partes comparecientes, a la descripci6n de los inmuebles y, 10 que es mucho mas importante, a los derechos, obligaciones y condiciones que son objeto de los acuerdos. Algunas de dichas descripciones pueden ser complejas. Pensemos, por ejemplo, en un Ipartamento sujeto a normas de tiempo aparcelado 0 compartido, dentro de lin sistema de propiedad horizontal que opera como parte de un desarroIlo luristico en el que imperan normas de urbanismo privado, tales como las lIamadas servidumbres del propietario, validas en Puerto Rico, donde se c;onocen bajo el nombre de servidumbres en equidad. La descripcion del mmueble que aparece en la escritura puede ser compleja, aun sin tomar en Cllenta las remisiones que en documento se hagan de inscripciones registrules que complementan 10 que se vierte al escrito. En este casu el desarroIlador puede que haya copiado un complejo esquema juridico, como el de control de decisiones de parte de ciertos grupos II categorias de accionistas, acuerdo comun y valida en algunos estados 96 REVISTA JURiDICA U.I.P.R. LAS NORMAS PUERTORRIQUENAS... [Vol. XXXN:l:79 norteamericanos y en algunas provincias canadienses donde opera un sistema corporativo de desarrollo de terrenos. A ese desarrollador Ie es logico pensar que el mismo esquema es trasladable a Puerto Rico, territorio bajo el control norteamericano desde hace poco mas de un siglo. Pero, puede ser que no 10 sea, maxime cuando en esos lugares existe mucha mas libertad contractual en materia de Derechos reales y de propiedad horizontal que en Puerto Rico, donde la Ley de Propiedad Horizontal es la unica a la cual pueden acogerse aquellos que deseen someter inmuebles a un sistema de multipropiedad; donde se deja muy poco margen para fijar mayorias; y donde los actos de alteracion al inmueble requieren el consentimiento unanime de todos los titulares.38 En otro escrito, publicado aqui en Barcelona, dimos otro ejemplo, tornado de un caso en el que participamos como abogado hace poco menos de quince anos, uno que Ie costo a una parte una garantia de unos US$14 millones, unas dos billones de pesetas, seglin la tasa de cambio actual, sin tomar en cuenta los efectos inflacionarios. Por 10 ilustrativo, nos tomamos la libertad de resumirlo. Un grupo de inversionistas, deseosos de desarrollar un moderno edificio multipisos en la zona centrica de San Juan, tomo prestado US$15 miHones de una empresa estadounidense. EI contrato de prestamo, que, como era de esperarse, contema unas clausulas de garantia relativas al edificio que se queria edificar, se negoci6 y suscribio en ingles, conforme a las normas del estado de Nueva York, domicilio del acreedor y de algunos de los socios de la empresa deudora. Al negociarse el prestamo, ya existia una hipoteca de poco mas de un mill6n de d61ares sobre el terreno donde se haria la obra, hipoteca que no se extendia a las accesiones. En lugar de modificar esa hipoteca, pues los acreedores eran los mismos, 0 de saldar esa deuda y constituir una hipoteca sobre el terreno y sus accesiones presentes y futuras, los acreedores solicitaron que se les concediera una garantia sobre todo aquello que se edificase sobre el inmueble, es decir, sobre la propiedad superficiaria. Conforme al 38 Ley Num. 104 del 25 de junio de 1958, seglin enmendada, 31 L.P.R.A. § 1291 (1998). Hay otra ley especial, llamada Ley de Derechos de Multipropiedad y Clubes Vacacionales, Ley NUm. 252 de126 de diciembre de 1995,31 L.P.R.A. § 1251 (1998), que, en teoria, da cierta flexibilidad a los desarrolladores, pero, por haberse copiado mal de un estatuto estadounidense, resulta casi incomprensible. Esta prictica de copiar estatutos sin adaptarlos al esquema vigente en Puerto Rico, que se ha popularizado recientemente, es la causa de que varios estatutos daves, como el de garantias mobiliarias, que se conoce como la Ley de Transacciones Comerciales, Ley Num. 241 del 19 de septiembre de 1996, codificada en varias partes de las Leyes de Puerto Rico Anotadas (L.P.R.A.), haya sido calificado como poco menos que desastroso. Vease Michel Godreau, Sobre una Posible Revision del Codigo Civil de Puerto Rico, 32 REv. JUR. UJ.P.R. 323 (1998). 97 ido, se otorgo una escritura, en ingles, donde los deudores autorizaron hipoteca sobre los air rights del inmueble. Al\os mas tarde, la deudora, que habia construido sobre el terreno un ificio de oficinas de mas de veinte pisos, presenta una peticion de reornizacion -para todos los efectos, una solicitud de quita y espera- bajo ley de quiebras estadounidense. La ley de quiebras norteamericana perite que, si al deudor garantizado se Ie ofrece una garantia suficiente a su :dito presente y futuro, puede obligarsele a renunciar a la ejecucion de ti mismas. EI procedimiento se Ie llama cram-down, 0 atragantamiento. ... clave esta en verificar el monto de la garantia y la capacidad de pago del \udor que desea rehabilitarse. En el caso que nos ocupa era obvio que la empresa deudora, nuestro hente, no podia levantar los US$15 millones que debia, por 10 que tampo"eo podia ofrecer fa garantia suficiente para obligar a su acreedora a accetler a su reorganizaci6n y obligarle asi a suspender toda ejecuci6n por falta de pago. La deudora, sin embargo, alego con exito y con razon, que solo tcnlan que ofrecer la garantia respecto al primer millon de dolares prestadOli, pues, la garantia sobre los llamados air rights ---que califico como dc:rccho de superficie- dependia de la inscripcion de estos, siendo el dere. tho de superficie uno que solo podia constituirse mediante inscripcion. Como nunca se inscribieron los derechos aereos 0 air rights, la segunda tupoteca era nula. EI tribunal dio la razon a la deudora y declaro no garant17.ada la segunda deuda. EI desenlace final fue que la acreedora adquirio el edificio, pero condonando la deuda y pagando unos dos millones de dolares • los socios de la empresa quebrada. En su critica a la negativa de requerir el uso del espanol en las escritufll!>, normalmente otorgadas para que se presenten al registro, el entonces Juez y antes registrador, Luis Mojica Sandoz, dijo que cuando se presentan e.crituras en ingles: existe la tendencia casi irreprimible en el Registro, contrario a 10 dispuesto en el Art. 35 de la Ley Hipotecaria, a trasladar integro, es decir, a copiar aquellos pocos contratos redactados unicamente en ingles...violent[andose los articulos] que prohiben las constancias sin efecto real. En fin, quien quiera colar 10 ininscribible, que 10 redacte en ingles. 39 En el caso que acabamos de relatar el beneficiado no fue el presentante, .ino el desesperado deudor que argfiia que en efecto, nada se habia presentado. EI resultado es el mismo. EI Registro de nada dio fe. 39 Mojica Sandoz, supra nota 31, en la pag. 99. 98 REVISTA JURiDICA U.I.P.R. [Vol. XXXIV:l:79 EI garantizar que quien, sin ser hispano-parlante, entienda 10 que contiene una escritura se logra, dijo Mojica Sand6z, con la escritura bilinglle. No puede cuestionarse que un contrato elevado a escritura publica, en el que un contratante consienta a 10 expresado en un idioma que no entiende, debe ser declarado nulo. Asi se ha resuelto en Nueva York, respecto a contratos redactados exclusivamente en ingles, cuando una de las partes es un hispano-parlante que desconoce ese idioma.40 Por ello, la escritura bilinglle, correctamente traducida e inscrita en el idioma 0 los idiomas que las partes y los terceros entiendan, evita el problema descrito. LA RESPONSABILIDAD DE LOS DlRECTORES Y OFICIALES DE LAS CORPORACIONES SIN FINES DE LUCRO EN PUERTO RICO· JUAN CARLOS CONSUEGRA BARQUiN •• & JOSE RAFAEL NADAL POWER ••• I. INTRODUCCI0N Las corporaciones sin fines de lucro juegan un papel muy importante en tluestra sociedad mediante la prestaci6n de servicios a la ciudadania que complementan los servicios que presta el gobiemo con sus limitados recurlOS. EI termino sin fines de lucro puede ser confuso debido a que muchas organizaciones sin fines pecuniarios tienen actividades lucrativas con el prop6sito de generar ingresos suficientes para financiar sus actividades. Se dctermina si una organizaci6n es una sin 0 con fines lucrativos de acuerdo II si esta distribuye sus ganancias 0 ingresos entre sus miembros, directores 1 1I oficiales. 40 Veanse Frostifresh Corp. v. Reynoso, 281 N.Y.S. 2d 964 (1967); Jefferson Credit Corp. v. Marcano, 302 N.Y.S. 2d 390 (1969); Nu Dimensions Figure Salons v. Becerra, 340 N.Y.S. 2d 268 (1973); Albert Merrill School v. Godoy, 357 N.Y.S. 2d 378 (1974). • Los autores desean dedicar este articulo a un letrado puertomqueiio que dedico su vida al mejorarniento del ordenarniento juridico puertomqueiio, ya fuera en la catedra, por medio de publicaciones 0 en la litigacion. Dedicamos este articulo al etemo descanso de nuestro rio, David Rive Rivera. •• LL.M., Georgetown University Law Center (Derecho Internacional y Comparado),1993; J.D., Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana, 1992; B.A., Universidad de Puerto Rico, 1989. ••• J.D., Universidad de Puerto Rico, 1999; B.A., Universidad de Puerto Rico, 1996. I Vease 1 WILLIAM E. KNEPPER & DAN A. BAILEY, LIABILITY OF CORPORATE OFFICERS 461 (1993). 99