67 LATERCERA Domingo 14 de agosto de 2016 RR Mario Hamuy, en el observatorio del Cerro Calán. FOTO: ARCHIVO POR SIEMPRE “El investigador lo es siempre, pero por mis nuevos compromisos tengo que dedicarle tiempo en la noche o el fin de semana”. CAMBIO DE AMBITO “Dedico todo mi tiempo a la ciencia, pero hoy desde el ámbito de las políticas públicas, planificación y gestión de prioridades a nivel país”. Uno más bien va coordinando a los jóvenes que son, además, los que tienen todas las ideas frescas. Ese ha sido mi rol en los últimos años. ¿Hace mucho tiempo que no está haciendo todo el proceso? Ha sido un proceso gradual. Cuando llegué a Chile presenté muchas propuestas de observación, tomé muchos datos, además venía trabajando en un trabajo colaborativo previo que se llama el Carnegie Supernova Program, que se realizó a partir del 2004 desde el observatorio Las Campanas, proyecto que lideré cuando todavía era investigador postdoctoral, y junto con Mark Phillips y Nick Suntzeff (homena- jeados en esta reunión) y otras personas nos ganamos un proyecto de la NSF para el estudio de supernovas desde Las Campanas. Era como una nueva versión del Calán/Tololo y ese proyecto arrojó una cantidad enorme de datos y, por lo tanto, yo no necesitaba tanto solicitar tiempo chileno, porque ya teníamos este proyecto andando. Eso generó tal cantidad de datos y de tan buena calidad que ha permitido guiar tesis con mis estudiantes en todos estos años. Su nuevo cargo no le deja casi nada de tiempo para investigar... En mi tiempo libre. Bueno el investigador es investigador siempre, pero por mis nuevos compromisos tengo que dedicarle tiempo en la noche o el fin de semana para atender a mis alumnos. En realidad, dedico todo mi tiempo a la ciencia, pero hoy desde el ámbito de las políticas públicas, planificación y gestión de prioridades a nivel país. ¿Tiene pensado volver a ser un investigador más activo cuando termine el cargo? Yo espero que sí, creo que sería lo natural. Mi puesto en la Universidad de Chile quedó congelado, mientras cumplo las nuevas responsabilidades que tengo, así que cuando eso llegue a su fin tengo mi cupo en la universidad esperando.b Las nuevas supernovas que tienen su atención Las supernovas son grandes explosiones de estrellas, donde se libera una energía similar a la de una galaxia completa, unos 100 mil millones de estrellas. En su núcleo se fabrican los elementos químicos (como oxígeno o calcio) que hacen posible el nacimiento de planetas y sirven como “faros cósmicos”, pues si sus luminosidades son calibradas, ayudan a indicar distancias cosmológicas. El trabajo de Hamuy con supernovas Ia en los 90 permitió a dos grupos de astrónomos determinar, en 1998, que el Universo se estaba expandiendo aceleradamente, valiéndoles ganar el Premio Nobel de Física 2011. Pero desde su tesis doctoral que Hamuy escogió un nuevo tipo de supernova, las de tipo II, menos luminosas, pero más abundantes, que sólo sirven como “faros cósmicos” si son calibradas. En eso trabaja desde 1998. Ayer en Isla de Pascua presentó un resumen de sus avances para calibrarlas. “Estamos demostrando que las tipo II, si bien no son tan precisas para medir distancias, ya arrojan evidencia independiente de la aceleración del Universo, algo importante porque uno de los misterios que se planteó cuando se hizo el descubrimiento (de la expansión acelerada del Universo) es qué está detrás, la llamada energía oscura y no sabemos qué es”, explica. Hoy, gracias a las supernovas Ia, se puede comenzar a caracterizar la energía oscura, pero Hamuy dice que es importante tener métodos independientes para hacerlo, algo que las supernovas II tienen. “Cuando llegue a Chile el telescopio LSST se van a descubrir miles o millones, por lo tanto, el valor estadístico de esa enorme muestra va a ser fabuloso y un método competitivo para caracterizar la energía oscura”, concluye el presidente de Conicyt.b