1iHa/UJ [OO~ .C" BOLETIN OFICIAL DEL OBISPADO DE VITORIA Afie LXXXIII 1 d. enero (, # ~==================== • 17 NIla.1 ================ SECCION OFICIAL DIOCESANA EXCMO. Y RVDMO: SR. OBISPO EDICTO NOS EL SE~OR DON CARMELO POR LA GRACIA DE PIOS y BALLESTER NIETO, DE LA SANTA SEDE APOSTOLICA, OBISPO DE VITORIA, ETC., ETC. Que por defunción del M. 1. Sr. D. Filadelfo Mata y Argueso (q. s. g. h.), Se "halla vacante en nuestra Santa 'Iglesia Catedral una Canonjía, cuya institución, según d artículo V del Convenio entr'e la Santa Sede y ,el Gobierno Español para la provisión de beneficios no consistoriales y disposiciones complementarias Nos corresponde, previa intervención de S. E.el Jefe del Estado, que presentará al candidato escogido de una lista de tres eclesiásticos dignos que N OS formar,e mos a base de los resultados de la oposición, que se celebrará. HACEMOS SABER: Por ta:nto los que siendo pr1e sbíteros o 'e stando en condiciones de serlo infra anna:m a die adeptae possessiom1s, quieran tomar parte en la citada oposición, compar1e cerán por sí o por persona competentemente autorizida en la 'Secr,etarí~.de nuestra Curia Diocesana, ' en d término de ,cuar,e nta días, prorrogables a Nuestra voluntad y contados desde la :techa de este Edicto, acompañando a la solicitud if;!~Uf/), ;"l~ \/ :5:'(:, ( '¡,,:< c:':, T ,2 ' ,,'J , "" . "oH t eS tImOI1lO " .6ehaóente de "bautisino, . y ' del título 'dél' 'Orden' últirha~ ':~~Rt' ~, '~;éabid~, at~st~d~Ca~', ~stiIél{ós':' y 'd;e~'los gradós a¿~d~r~¡icQs;ji o,' los ' tüvj;ene;c o~~" ~n " sucais ó; el testÚrtohio de haber 'ejer~id0 'c~rg~; de los mencionados en el artículo IV del citado Convenio entre la Santa Sede y d ,Gobierno Español;;, )'; L'ctra13 t,estilllon.i;lies, r ,lice~:lI;i~ de sus r,espectivos Ordinarios, - ~i ios ' op-~sito~es '~o ' ~ert~n~~ieren ' él esta Di60esis o la competente habilitaci6n can6nica, según lo dispone ,el CanoIl 642, párrafo 1. º. Después de oído el parecer de Nuestro !ltmo. Cabildo Catedral y en uso de las facultades que Nos confiere el artículo V, número /2 del ya mentado Convenio, hemos tenido a bien imponer al agraciado, adémás de las 'obligaciones comunes a todos los Can6nigos, conforme a las disposiciones del Derecho Canónico, leyes concordadas y Estatutos de la Santa Ig1esia Catle dral, la especial de predicar cada año seis sermones de lQs de Tabla, en el Templo Catedralicio. mino.:; del mismo, el mérito, los servicios, virtud y demás cualidades morales de los opositores, 'formaremos Nos la terna que elevaremos . a S. E. el Jefe del Estado para· que se sirva presentar al que juzgue más conv,e nlente para la mayor gloria de Dios y servicio de nuestra Santa Iglesia y DI6cesis de VitorÍa. En testimonio de lo cual mandamos librar el presente, firmado por Nos, sellado con el mayor de Nuestras Armas Episcopales y refrendado por nuestro infrascrito , Secretario de Cámara en Vitoría a cuatro de 'enerO de mil novecientos cuarenta y siete. t CARMELO, OBISPO DE VITORIA. -- Por mandato de S. E. Rvdma. FRANCISCO J. CORRALES, Canciller~Secretario. Los admitidos a la ,oposici6n practicarán len los días y hora5 que oportunament,e se designarán, los ejercicios literarios 5iguientes, 1 º Disertar 'en latín, por ,espacio de una hora, con puntos de v,e inticuatro, sobre' la Distinci6n, que 1C1igiese' el opositor de entre las tr'es sacadas por suerte del Maestro de las Sentencias, y r,esponder, acto seguido, a dos de :sus ' coopositores, que argüirán por le spacio de media hora cada uno ~obre la materia elegida. 2.,º Argüir dos veoes, en forma silogística y en idioma latino, por espacio de media hora cada uno, sobre la materia de disertaci6n de sus coopositor,es. 3· º Predicar por 'e spacio de una hora con puntos de veinticuatro sobre :el Capítulo que libremente eligiere ' de tres piques que se darán en los Santos Evangelios. • Concluídos los ej'crcicios deoposid6n,el Tribtmal legítimament,e designado emitirá su dictamen y teniendo en cuenta los tér- EDICTO PARA LA PROVISION DE UNA CANON]IA DE LA SANTA IGLESIA CATEDRAL DE VITORIA, CON TERMINO DE CUARENTA DIAS QUE SE CUMPLIRAN EL CATORCE DE FEBRERO DE MIL NOVECIENTOS CUARENTA Y SIETE. -4- -5de Beneficios, testim.o niales recientes de sus respectivos Prelados, y iÓ3 que hubieren sido religioso., la dispensa de la Santa Sede exigida por el Canon 642 del Código de Derecho Canónico. EDICTO NOS EL SElSJOR DON CARMELO Los opositores deberán tener voz de bajo, clara, afinada y de buen timbre, en una extensión de SOL grave a RE agudo, poseer BALLESTER NIETO, POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SANTA SEDE APOSTOLICA, mente vigentes en orden OBISPO DE VITORIA, ETC., ETC . HACEMOS SABER: Que por traslado del Rvdo. D. Miguel Ochoa y Ocho,a a un Beneficio de gracia, se halla . vacante en ,esta Nuestra Santa Ig1esia Catedral un Beneficio Menor cuya institución, según el Conv,e nio concordado entre la Santa Sede y el Gobierno Español, Nos corr,e sponde, previa presentación de S. E. el Jefe del Estado, qu.e 'e scogerá el candidato que ha de presentar de la terna formada a base de los r'e sultados de la oposición que tendrá lugar. Conforme a los deseos de Nuestro muy amado Cabildo Catedral, y según las disposiciones concordadas vigentes, hemos acordado imponer.a ,e ste Beneficio el cargo de SALMISTA. é Por tanto, llamamos a todos los que siendo presbíteros o hallándose en "aptitud de serlo intra annu:m adeptae posse9sionis y no pasando de los ,35 años de 'e dad quisier,e n oponerse a la obtención del citado Beneficio, para que en el término de treinta díast, contados desde la fecha de este Edicto y pror~ogables a Nuestro arbitrio, compar'ezcan por sí o por medio de Procurador legítimo en Nuestra Cancillería Diocesana, acompañando sus solicitudes de 13. partida de Bautismo, .competentemente legalizada certificación , . l la la instrucción musical suficiente, tanto por lo que hace al- canto gregoriano como al figurado, y conocer las disposiciones actual- ' fac~ltativa poi' que const,e que no padecen afección física que les impida ,el ejercicio del <;argo, título del Orden últimamente recibido, lioencia a tenor del número l. Q del Artículo 'VII del Convenio ,entre la Santa Sede y 'el Gobierno Español ' para la provisión i1 la música sagrada. Los 'e jercicios de <JIPosición serán: l. º Cantar , la escala diatónica, de SOL grave a RE agudo. 2. º Ejecutar una obra de libre elección con acompañamiento de órgano. .3. º Cantar una obra que le presente el Tribunal, con diez minutos de preparación, a solo o con la Capilla, según pareciere. 4. º Cantar un juego de Vísperas, Himno, Gradual, en canto Gregoriano. Las obligaciones del agraciado serán: l. º Las generales de todo Beneficiado en cuanto a la residencia coral. 2. Q Cantar desde su asiento y facistol en el servicio de Coro y cualesqu~era funciones a que acuda el Iltmo . Cabildo Catedral, con .el lleno de su ,voz la parte que a s~ ,Coro corresponda. .3. º Suplir ,a los Sochantres 'en sus ausencias o enfermedades o vacantes, cantando en el Facistol 10 que a éstos correspondiere. . 4. º Cantar en la Capilla de Música cuando se lo ordene el Iltmo. Cabildo. 5. º L'e vantar las cargas del servicio de Altar, tonforme a los Estatutos y legítimas costumbres de la S. I. Catedral. En caso ,d e in{¡tilidad física, tendrán que someterse al juicio de la Superi?ridad para lo que se dispusiere. -6El agraciado r,e cibirá la dotaci6n asignada a los Beneficiados de sufragáneas en el mismo modo y forma que el Estado la satisface. Practicado -el examen de los aspirantes conforme a las Instrucciones dadas a los Peritos examinadores y delante del Tribunal legítimame?te designado, en vista de los ejercicios, de los documentos presentados, del dictamen del Tribunal y los méritos y servicios de cada opositor, formaremos la terna que elevaremos a S. E. el }efe del Estado para que se sirva presentar ·al que juzgue más con. veniente para la mayor gloria de Dios y servicio de Nuestra Santa Iglesia y Di6cesis de Vitoria. En testimonio de lo .c ual mandamos expedir el presente Edicto, firmado por Nos, sellado .con d mayor de Nuestras Armas Episcopales y refrend-ado por Nuestro Secretario Canciller, en nuestro Palacio Episcopal de Vitoria a cuatro de enero de mil novecientos cuarenta y siete. t CARMELO, OBISPO DE VITORIA. Por mandato de' S. E R vdma . FRANCISCO J. CORRALES, Canci Iler-Secretario EDICTO PARA LA PROVISION DE UN BENEFICIO CON CARGO DE SALMISTA DE LA SANTA ¡GLESIA CATEDRAL DE VITORIA, CON TERMINO DE TREINTA DIAS QUE SE CUMPLIRAN EL CUATRO DE FEBRERO DE MIL NOVECIENTOS CUARÉNTA y SIETE. -7' - SECRET~íA DE cAMARA NOMBRES DE LOS PROMOVIDOS A LAs ORDENES EN LAS TEMPORAS DE ADVIENTO DE 1946 Día 20 diciembre A LA PRIMA CLERICAL TONSURA Don J osé Angel Aguirre Arámburu , » Manuel Aizpuru Urquizu. » Carlos Bengoechea Goitia . » Pedro Celaya Olavarri. » Máximo Egaña Guisasola. » Eustaquio Eizmendi Uzcudun. » Antonio José Garda Lápeña. » Antonio Garmendia Escazuri. » Ignacio Jiménez Urresti. » Vicente Latiegui Eraso. » Jesús María Ma~caida Asolo. » Rafael Martínez Taubmann. . » J osé Ignacio Martínez de Mendívil Madinaveitia. » Gabriel Milicua Amunategui. » Jesús Monje Hernáez. » Valentín Murguía Iturrate. » Manuel Olabarri Zurinaga. » Francisco. Mé1.ría alano Irazustabarrena. » Félix Ortíz de Urtaran Díaz. » Miguel Valentín Pére,z de Heredia Andrés. » Jesús José Rodríguez Rodríguez. » Joaquín Ruiz de Lezana 'S ubijana. » Antonio Sampedro Arocena. » Eusebio Sendino Terradillos. » Jesús Totorica ,Ogara. ...... 8Don )} )} » Fray 1> ,)} )} » )} » Marcos Ussia Urruticoechea. Justo Fernández, Luis >Fernández, y Miguel F,ernández, de la Pía Sociedad . de San Pablo. Alberto Navaridas Aguinaco. • Antonio Iraeta Elgarresta. Gregorio Iñurritegui Urcelay. Celestino Solaguren Basabe. je José J oaqufn Gallastegui Garro. José María Biain Urrutia. José Goitia Albizu, O. F. M. Don » » » » » » » » Fray » ... ,..: Día 21 . » » < » » » OSTIARIADO y LECTORADO Don J osé Angel Aguirr'e Arámburu . » Manuel Aizpuru Urquizu. » Carlos Bengoechea Goitia. » Pedro Celaya Olavarri. » Máximo Egaña Guisasola. » Eustaquio Eizmendi Uzcudun. » Antonio José García Lapeña. » Antonio Garmendia Escazuri. » Ignacio Jiménez Urresti. » Vicente Latiegui Eraso. » Jesús María Marcaida . .l).soI0. » Rafael Martínez Taubmann. » J osé Ignacio Martinez de Mendívil Madinaveitia. » GaBriel Milicua Amunategui. » Jesús Monje Hernáez. » Valentín Murguía Iturrate . Manuel Olabarri Zurinaga. » Francisco María Olano Irazustabarrena. » Félix Ortíz de Urtaran Diaz. Miguel Valentín Pérez de lIeredia Andrés. AL JesÓs José Rodríguez Rodríguez. >> Joaquín Ruiz de Lezana Subijana. Antonio Sampedro AroceTlfl. Eusebio Sendino Terrarlillos'. Jesús Totorica Ogara. Marcos Ussia Urruticoechea . Justo Fernández, Luis Fernández, y Miguel F'e rnández, de la Pía Sociedad de San 'Pab10. ' Alberto Navaridas Aguinaco. Antonio Iraeta Elganesta. Gr,e gorio Iñurritegui Urcelay . Celestino Solaguren >Basabe. José Joaquín Gallastegui Garro ... José María Biain Urrutia. José Goitia Albizu, O. F. M. SAGRADO SUBDIACONADO Don Ambrosio Echevarría Arroita, » Marcelo Gaztañaga Arana, » J osé Luis Moraza Montoya, y J osé Martín Zabala Salegui, a título del servicio delaDiócesis. » » Ricardo Romero GOdoy, a título del servicio de .la Diócesis de Canarias, con dimisorias. Fray Vicente Tercero Borrás, » Julio Ollacarizqueta Poza, » Francisco Gisbert Cots, a título de pobreza, C. T. C: de la., B. M. V. de los Dolores. » Tomás UrruchLdeSan José, y » Dárnaso Ciordia de San José, a tituló de pobreza, Congregación Escuelas Pías. AL SAGRADO DIACONADO Don Antonio Aguirre Zubizarr,eta. » Laurencio Aguirr,e Irigoyen .. , ~ -11- id- Don .Saturnino Aguirre Í'érez de Onraita. » Fermín Aguirre Urigoitialdecoa. » Francisco Aldasoro Iparraguirre. » Ignacio María Alonso LopeteguL » Víctor Arizmendi OlaI1ó. » Gregorio Arraytunandía Landa. » Justino Arteaga Izaguirre. » Antonio Artola Zubeldia. » Benjamín Aurteneche Goitia. » J osé Miguel Balenciaga Bengoechea . » Mateo Barañano Zarandona. », Pablo Bilbao ArísteguL » Jesús ' Bilbao Uríbarri. » Jesús José Dorronsoro Esnaola. » Juan Manuel Echeverría Suquía. » Feliciano Ganuza F,e rnández de 'Caceo. »: Ignacio Angel Garmendia Fano. » Pedro María Garmendia Olano. », Santiago Goiri Guerrero. » Mario Hoyos González. »! Emíliano Ibarguchi Barrando. » José Antonio Igártua Arana,. » Pablo Igártua Mendía. ,»: Emiliano Iturrarán Basabe. » Luis Larrañaga JuaristL », José Lasuen Ajuria. » José Luis Malillas González. » Félix Obieta Inchausti. » Pedro Jesús Saizar Ugartemendía. » Juan San Ildefonso Apalategui. » Antonio U gartemendía Albisu. » Julián Uriarte Onaindía. » Esteban Uriarte Sáez de Castillo . », José María Yeregui Arrieta. » Raimundo Zaldúa Arbiza. » Francisco Garmendia Ayestarán, y » Juan Arregui Liciaga, Canónigos Regulares de San Agustín. Fray J osé Goyena de la Virgen de Uxuá. » Víctor Pinillos del Niño J esús. » Angel González del Sagra do Corazón de Jesús. » Fermín Maestu del , Sagrado Corazón de Jesús . » Lino de las Cinco Llagas . » Agustín de la Inmaculada. » Ildefonso del Corazón de María, Congregaci6n Pasionista. » Galo Gutiérrez de la Cruz, y » Angel Pérez del P.alomar Ul1íbarri, O. F. M. » Atanasio del Niño Jesús, y » Fidel de la Inmaculada Concepción, O. C. D. AL SAGRADO PRESBITERADO Don » Fray Don Carlos Fernández de Gorostiza Foronda. Mateo Aguerre, de la Orden de San Benito. Simeón de San José, O. C. D. Marcos Mendizábal Aldanondo, de la Orden de Can6nigos Regulares de San Agustín. . , ' -13- -12- DE LA SEDE APOSTOLICA ," FALLECIMIENTOS "T MENSAJE DE SU SANTiDAD EL PAPA PIO XII AL MUNDO EN LA VISPERA DE LA NAVIDAD DE 194 6 PRESBITEROS El día 30 de octubre, D. 'Enrique'Olavezar y 'Onagoitia, CapelJ.án de las A\éemarianas,en BilbilO, 'a Jós ' 77 años. ElIde diciembre', D. Segun'do Urquiz,~ ' e 'learan, Coadj. de Ondárroa, a los 60 años. . " "El día 15 de diciembre, Mons . D. Hilario Soloeta Amorrortu, Ecónomo de Yurr.e (Vizcaya) a ros 88 años. ' El día , 20 de diciembr,~, D. Litio Lafuente Larrecne/ adscrito -en Vitoriano, a los :82 años. ~:: El día 26 de diciembr'e, D. lsidoro L6pez de Ipifra y Carda de Cortázar, Capellán de Iduya, en ,'Araya, a 10s " 83 años. )( RELIGIo.SAS El día 28 de noviembre, en el Convento de Santa Clara, de ::. ". ,,:\ ¡. Azcoida, Sor Ter,esa María 'Asunción Arteche, a los 8 S' años de ,e dad y 64 de :vida religiosa. " ,>l • El día 12 de diciembre, en el Convento de las ~1'tvr':6.M:.erceda­ rias de Marquina, Sor María Dolores Aréchaga . '""7'".~' REQUIEM AETERNAM DONA EIS DOMINE " ET LUX PERPETUA LUCEAT EIS He aquí el texto del radio mensaje que Su Santidad el Papa Pío XII dirigi6 al mundo con ocasión de las fie,stas de la Natividad 'del Señor. « ¿ Ha habido jamás en 1,'1- historia del género humáno, en la historia de la Iglesia, una Navidad y un año nuevo donde de una manera más viva que ;al presente ardiera en los corazones y se ma~ifestara el ansia de ver desaparecer el contraste entre el padfi~? 'm ensaj,e de Belén y las agitaciones interiores y exteriores de 'un mundo que con tanta frecuencia abandona el recto camino de la verdad y de la justicia? La Humanidad, apenas fuera de los horrores de una guerra cruel, _s,uY<l;s consecuencias tod<;tvía la tienen llena de congoja, contempla estupefacta el abismo ,abierto entre las esperanzas de '¡ayer y las realizaciones de hoy, abismo que aun 'los esfuerzos más t~naces difícilmente logran salvar, porque el hombre, que es capaz de destruir, no lo ¡es siempre <le restaurar por sí solo, Hace casi dos años que ha callado el cañÓn. El juego de las armas sobre el campo de batalla ha procurado a una de las partes beligerantes una victoria aplastante, y a la otra, una derrota sin precedentes. Pocas veces en la historia del mundo había trazado la espada una línea 'divisoria tan tajante entre los vencedores y los v,e ncidos. Ha pasado ya la embriaguez jubilosa y exuberante de fa victoria. Las inevitables üificultades se han manifestado con toda su crudeza, J y ~6mo se han manifestado J Por encima ., de todos los designios y de todas las disposiciones humanas está la palabra del Señor: «Ex fructibus eorum cognoscetis eos» , (por sus fruto~ los podréis conocer) (San Mateo, VII, 2 o) . Una cosa , queda -14 - fuera de duda: que los frutos de la victoria y sus repercusiones no sólo han sido hasta ahora indeciblemente amargos para los vencidos, sino' que se han hecho sentir como fuente de múltiples ansias y de peligroSas divisic;mes también entre los vencedores. Los reflejos d~ estas divisiones se fueron ~ucesivamente .acentuando en días pasados cada vez más, y .hasta el punto· que nadie que ame 'verdaderamente a la Humanidad, y menos aún la Iglesia de Cristo, solícita :s iempre en el ' cumplimiento de 'su misi6n, ha podido cerrar los ojos ante semejante espectáculo. La Iglesia, ,e nviada por :el divino Salvador a todos los pueblos para conducirlos a su !Salvaci6n eterna, no pretende intervenir y tomar partido en las ~ontroversias sobre materias puramente terrenales. Es Madre, y no pidáis a una madre que favorezca o que se ponga 'a l uno p al otro de sus hijos. Todos deben ' hallar ly experimentar ' igualmente en ·e lla flquel am¿r perspicaz y generoso, aquella íntima e inalterable ternura que da fuerza a ~us hijos fieles para marchar con paso ¡:nás firme por d ancho camino de la verdad y de la luz ~ inspira a los extraviados y errantes fel ansia de acogerse de nuevo a :su direcci6n maternal. Tal vez nunca la Iglesia de ' Cristo, sus ministros y sus fieI.es de toda clase y condici6n han tenido necesidad como entre las angustias de los tiempos presentes, junto a las que ¡as vicisÜudes del pasado parecen palidecer, de este perfecto amor, que ~stá siempre dispuesto al sacrificio y que no sabe de límites pe la tierra ni de prejuicios humanos. Solamente, pues, el espíritu .de caridad y el sagrado deber de nuestro apost6lico ministerio nos hacen ~esplegar los labios en esta víspera de Navidad. S610 tllos nos inducen a dirigirnos .al mundo entero y a confiar f1. ' las ondas etéreas para que las lleven hasta los confines de la tierra la expresión de nuestras solicitudes y de nuestros temores, de nuestras plegarias y de nuestras más ardientes esperanzas, en la seguridad ,d e que muchos corazones nobles y comprensivos, aun fuera de la comuni6n cat6lica," se harán eco de nuestro grito de angustia y no nos escatimarán su eficaz colaboración. No tenemos intenci6n de ¡::riticar, sino de estimular;. no de acusar, sino de socorrer. Mueven nuestros torazones, y quisiéramos reavivarlos en el alma. de quienes nos escuchan, designios de paz -15 y no de aflicci6n (Jeremías, XX IX, 1 1). N o ignoramos que nues- tras palabras y nuestras jntenciones corren el peligro de ser ma;] interpretadas o desfiguradas con ¡:niras a la propaganda política; pero d que exista Ja posibilidad de tales comentarios err6neos o malévolos no podría cerrar nuestros labios. Nos tendríamos por indignos de nuestro oficio y de la cruz que el Señor ha colocado sobre nuestros débiles hombros. Creeríamos hacer traición a las almas, que esperan de Nos la luz de la verdad y luna guía 's egura, . si por esquivar siniestras jnterpretaciones dudásemos de hacer en una hora tan crítica; todo lo que pudiéramos para despertar las conciencias adormiladas y llamarlas de nuevo al cumplimiento de los deberes de la santa milicia de Jesucristo. Ningún veto, venga de donde viniere, podría prevalecer contra el precepto de Jesucristo: «Id y enseñad». Con inquebrantable obediencia al divino Fundador de la Iglesia, nos esmeramos y nos seguiremos esmerando, mientras nos lleguen las' fuerzas, en el cumplimiento de nuestra misión de defensor de la verdad, de procurador del Derecho y pe propugnador de los eternos principio,; de la benignidad y del amor. Bien podría ser que en ¡el ejercicio de ,e ste deber topemos ~on resist~ncias e incomprensiones; pero nos conforta d recuerdo de lo que acaeci6 al mismo Redentor y a los que han s~guido sus pisadas y nos acordamos otra vez del humilde, pero confiado, dicho del apóstol San Pablo: «Muy poco se me da ~el ser juzgado en cúalquier juicio humano, ya que el que me juzga es el Señor» (I Corintios, IV 3-4). ' 1. UN ' LARGO Y CANSADO CAMINO Había sus buenas razones para temer que entre las ruinas y la confusi6n que .el gigantesco conflicto dejaba en el mundo, ef recorrido desde el final ,de la guerra hasta la firma de la paz, habría de ser largo y penoso. Pero este camino que actualmente estamos recorriendo, sin poder aún predecir, a pesar de algunos notables progresos ya conseguidos, ni cuándo ni c6mo llegará a su meta, le ste prolongarse indefinido de un estado anormal, de inestabilidad y de incertidumbre, es síntoma claro de un nial que constituye la triste característica de nuestro tiempo. -16 - -17 - La Humanidad, que ' ha sido testigo de una prodigiosa actividad e~ . todos los :ampos de la potencia militar formidable por su preCISIón y a~plitud en fa preparación y en la organización, fulmínea por su r~pIdez e jmproyisación en su contínua adaptaci6n a la's circ~nstanClas y a las neoesidades, ve ahora desarrollarse la elaboraCIón y. la ~rg.anización de la paz con una gran lentitud, y entre rooes. sm 'e lImmar todavía, por lo que se refiere a la determinaci6n del fm y de Jos métodos. Cuando se public6 por primera "ez la Carta atlántica, todos ~os pueblos prestaron cuidadosa atenci6n. P.or fin se podía respirar. ¿ Qué ha quedado ahora de aquel mensaje y de lo que disponía? A~n en al?,unos de aquellos Estados que, o por propia elección o baJO la. égIda de otras potencias mayores, quieren presentarse a la Humamdad de hoy como porta-estandartes de. un nuevo y verdadero prog~eso, las :uatro libertades, ,saludadas antes por muchos con e~tuslasmo caSI no pareoen ya más- que una sombra o una adulteracI6n de lo que eran en la idea y en las intencio'nes de ¡sus más J.ea1es promulgadores. N os con mucho gusto reconooemos los incesantes esfuerzos de los insignes hombres de Estado, que hace casi un año. en una serie apenas inint<errumpida de laboriosas ~onfer, encias, se 'han dedicado a la constitución de aquello que todos los hombres de buena voluntad dese~ban o la Jo que ardientemente aspiraban. DesgracIadamenve la qiversidad de opiniones, la desconfianza y La recíproca suspicacia ; el, discutir el valor de hecho y de derecho de no pocas decisiones adoptadas ya, o que se habrán de adoptar, han hecho muy frágil la consistencia y la vitalidad de aquellos compromisos y soluciones que se apoyan en la fuerza o 'en el pr,e stigio de la potencia militar, y que dejan en el fondo de muchos corazo:nes la desilusi6n y el descontento. Los pueblos, en vez de encammarse hacia una pacificación verdadera en vastos territorios del mundo, en ;:tmplias regiones, especialmente de Europa, se ,encuentran en ,un estado de constante agitaci6n, del que más o menos pronto podría saltar la chispa de nuevos conflictos. , 11. ' UNA TRIPLE INVITACION A LOS GOBERNANTES DE LOS PUEBLOS Quien \ne Y medita todo esto queda íntimamente convencido de la gravedad de la hora y experimenta la necesidad de invitar a quienes gobiernan a los pueblos, a los que tienen en sus manos los designios del mUndo, y de cuyas r,esoluciones depende el éxito de la prosperidad o la quiebra de la paz, una triple considet.ad6n: Primera. La primera condición paraconesponder a la expectación de los pueblos, para atenuar y gradualmente disipar las perturbaciones que padecen en el interior, para alejar las peligrosas tensiones internacionales, consiste en ,gue todas vuestras energías y toda vuestra voluntad se dirijan a que termine el intolerable estado actual de inoertidumbr,e, a aoelera! 10 más posible el advenimiento de una paz definitiva entre todos los Estados, a pesar de las dificultades que ninguna inteligencia serena puede dejar de ver, La naturaleza humana, durante los largos años de la guerra y de la postguerra, víctima de innumerables e indecibles sufrimientos, ha dado pruebas de una 'i ncreíble capacidad de resistencia:. Pero esta fuerza tiene ¡m fin, y para millones de seres humanos ha llegado. La cuerda está ya demasiado tirante, Una nonada bastaría para rqmperla, y la ruptura podría tener consecuencias irren:ediaMes. La Humaníidad quiere poder tener otra vez esperanza, Todos, cuantos saben que solamente una rápida vuelta ,a las normales relaciones económicas, jurídicas y espirituales 'e ntre lüs pueblos puede preservar al mundo de ¡Ucalculables agitaciones y de desórdenes, que aprov,e charían tan sólo a las oscuras fuerzas del mal, tienen Ui1' vivo interés, en que se llegue a la paz de una manera rápida y completa. Por tanto, haced ,que el año que toca ya a isu fin sea el último de la vana y no satisfecha expectación, y que el nuevO vea la r'ealización de la paz, Segunda, El año de la paz . Este pensamiento lleva a la segunda invocación, que' todo hombre recto dirige a quienes gobiernan a los pueblos. Vosotros justament,e anheláis-¿ y como podría ser de otra manera? -que vuestros nombr,es queden escritos con letras de oro en la historia y ren los dípticos de los bienhechores del gé~ -18- nero humano. La sola duda de que, por el contrario, puedan un día, aun sin culpa voluntaria vuestra, ser puestos en la picota, entre los causant'es de su ruina, os horroriza. Poned, pues, en juego todas las energías de vuestra voluntad y de vuestra capacidad para imprimir a vuestra labor en favor de ~ paz d sello de una verdadera justicia, de una previsora prudenCla, de un sincero 5'erVicio a los intereses solidarios de toda la familia humana. La profunda postración en que la horrible guerra ha sumido a l~ Humanidad exige imperiosamente ser superada y curada por me- dIO de una paz moralmente elevada e incensurable, que enseñe a las futuras generaciones a desterrar todo espíritu de · violencia ~r.utal y a dar de nuevo a la idea del Derecho ~a primacía ¡que llllcuamente le había sido arrebatada. . Pero apreciamos como es debido el ard~o, pero noble trabajo, de aquellos gobernantes que, sordos a las engañosas voces de la venganza y del odio, se han dedicado y se dedican todavía sin tregua a la consecución de tan alto ideal. Pero a pesar de suS! generosos ,esfuerzos, ¿ quién podría afirmar que de las discusiones y de las negociaciones el año que corre a su ocaso 11aya resultado de proyecto claro, lógicamente ordenado en sus líneas principales, capaz de despertar en ~odos los pueblos la confianza en un porvenir donde reinen la tranquilidad y la justicia? Sin duda una guerra tan "funesta, desencadenada por una injusta agresión y llev,\da addante hasta más allá de lo lícito, es decir, hasta cuando se veía ineparablemente perdida, no podría sencillamente terminar con una paz sin garantías que impidan la repetición de semejantes violencias. Per o todas las disposiciones represivas y. p~ev~ntivas tienen que ~onservar s~ carácter de medio y, por conslglllente, estar siempre subordinadas al último y elevado fin de una v,e rdadera paz, que consiste ~n asociar gradualmente, con todas las necesarias garantías, a los v,e ncedores y vencidos, en una labor de reconstrucción, para utilidad no ·menos de la entera "familia de las naciones que de cada uno de sus miembros. Todo observador ,e cuánime debe reconocer que estos indiscutibles principios han realizado verdaderos progresos entre muchos durante <el pasado año, también como consecuencia de las dolorosas -19 repercusiones padecidas por los intereses vitales de los mismos Estados vencedores. Sirve también de satisfacción el notar que algunas voces autorizadas y competentes se alzan cada vez más contra un aprovecharsa sin límites de las pr'e sentes condiciones por parte de alguno de 105 Estados vencedores, y contra una excesiva restricción en el tenor de vida y ,e n d resurgimiento económico de los vencido·s. En algunas zonas el contacto inmediato. con la indecible miseria de la postguerra ha despertado en muchos corazones la conciencia de una responsabi:idad mutua y solidaria en favor de una efectiva mitigación y de la definitiva superación de mal tan grande, sentimiento que, a la vez que honra a unos, sirve de aliento a los otros. Se ha presentado en ~stos últimos tiempos un factor nuevo para estimular el deseo de la paz y la decisión de procurarla' con más eficacia. La potencia .d e los nuevos instrumentos de destrucción, que la técnica moderna ha intensificado y sigue intensificando sin cesar, hasta presentarlos a los ojos de la Humanidad, horrori: zada, como· unos espectros del infierno, ha hecho que una de la~ discusiones internacionales, con aspectos totalmente nuevos y con ansias nunca sentidas hasta ahora, sea el problema del desarme, suscitándose la esperanza de que llegue a ser realidad lo que antes apenas fué un anhelo. A pesar de estos ¡:notivos de esperanza tan bien fundados, de los que nadie puede alegrarse más de lo que se alegra la Iglesia, parece que en el estado actual de las cosas se debe prever con gran probabiiidad que los futuros tratados de paz no sean más 'que «oPUS» imperfectos, en el que no pocos de sus mismos autores reccnocerán más bien el ;resultado de transacciones entre las tendencias o las pretensiones de las diversas fuerzas políticas que la expresión de sus ideas personales, fundadas en conceptos verdaderos y justos, del derecho y de la equidad, de la humanidad y de Ra cordura. Tercera. Esta consideración conduce por sí misma a la tercera invitación que .se dirige a los gobernantes de los pueblos. Si queréis dar estabilidad interna a vuestra labor en favor de la futura ordenación y de la ,seguridad de la paz y hacer que sea de [una! vez; si queréis impedir Rue más pronto o más tarde se quiebre por -20...-. sU propia dureza, por la: dificultad práctica de Uevarla aejecud6n, por sus inherre ntes defectos y faltas, por' sus omisiones e ins'ufideildas, hoy acaso ínevitabl'e s; por sus lejanos 'efectos reales y ffsicb~, que ahora no les posible calcular, procurad dejar prevista la p'osibilidad de corrrección a través de un procedimiento claramente determinado. En cuanro a la mayoría de los pueblos, y la vóz de ¡La raz6n y de la ¡e quidad, manifiestan que tales modificaciones son oportunas y deseables o ',quizá hasta necasarias. Una máquina puede parecer de pel'fección indiscutible por su pr,e ci:ión rigurosamentle matemática ,e n los proyectos, perb puede tambIén después de esto mostrarse gravemente defectuosa en la realidad de las pruebas, donde fácilment~ está expuesta a muchos" incident<es, técnicamente imprevistos . ¡ Cuánto más en el orden' moral, 'socüi.l y político un proyecto puede parecer excelente en el papel, fruto de laboriosas discusiones, pero puede sucumbir en la p~u.eba . del tiempo y ~e la experiencia, donde los factores psicológICOS ttenen un puesto de primera fila I En realidad no se puede prevrer todo. P,ero es prudente dejar una puerta abierta a lo¿ futuros l'etoques y a los posibLes reajustes. ?brando ~sí mostraréis vuestra fidelidad a las palabras" ptonunCladas le n CIrcunstancias memorables por íntirpretes autoriza.dos ~e. ~a opinión pública. Estaréis seguros de no acarrear ningún perJUICIO a vuestros intre r'eses, bien entendido que daréis a toda lafa~ milia humana un ejemplo luminoso para demostrar que no hay más " camino seguro hacia la desreadá paz que aquel que arranca de la Humanidad en 'el espíritu de la solidaridad fraterna , 1I1. LA LUZ DE 'BELEN Aun sabiendo que se va por el sendero seguro, ¡ qué hermoso ' es caminar en medio ,d e la luz I ¡ La luz I Miradla todos vosotros a quienes une la misma fe en el Salvador del mundo. Ved lales~ trella qile brilla s'o bre ,Belén l para iluminar el camino. ' " ,.. , Si se quiere volver a lós' grandes principios de la justici~ que'-' llevan a la paz, !es menester pasar por Belén; res né¿e~aiio record.á:r el ejemplo y la doctrina de aqtielque, desde la cuna a la ' cruz ngr.;"" conocía inisiónmás alta , ,que cumplir la "voluntad del Padi,ec~Ie~- :; tia!, sacar al mundo ~e la noche del error y del fango 'del pecad~, donde entonces yada miserablemente; despertar en él la conciencia de su sujección a la maj-estad de la ley divina, como norma de recto pensar, como impulso de ' enérgica voluntad, como regla de sana y concienzuda actividad. El mundo nunca ha tenido más necesidad que hoy de la gran vuelta a las máximas del mensaje de Belén. Y con todo, rara vez como hoy se ha ,manif,estado tan dolorosamente entre los hombres el contraste entre los preceptos de aquel mensaje divino y la. realidad de hoy. ¿ Queréis desanimaros tal vez, ¡amados hijos, aterrorizad'o s por este contraste? ¿ Queréis también vosotros - aumentar el número de los que, desconcertados por la inestabilidad del morp.ento, vacilan en esta guisa o 'poco menos que conscientemente se prestan al juego de los enemigos de Cristo?¿ Queréis 'llar prueba de pusilanimidad ante la creciente marea del orgullo y de la violencia anticristianos? Ningún cristiano tiene derecho a dar señales de estar cansado de la lucha contra la 01eada antirreligiosa de la hora presenre. Poco importa cuáles puedan ser' las formas, los métodos, las armas, las palabras ridículas o amenazadoras, ,e l disfraz con que se encubre el enemigo. A nadie se le podría perdonar que ante ella se quedase con los brazos cruzados, la cabeza baja y temblándole las' piernas. La táctica contra la Iglesia es siempre la misma. Hiere al pastor y serán dispersadas las ovejas (Zacarías, 13- 1 5); siempre la misma táctica, que no cambia; siempre tan inútil como poco gloriosa; se repite acá y allá y se aventura hasta los mismos pies i de la sede de Pedro. La Iglesia no teme ¡aunque su corazqn sangre. No teme por sí misma, ya que cuenta con las promesas divinas;, pero teme por la perdición de tantas almas. Ahí están sus «Anales» para recordarte cuántas veces los asaltos más furiosos se han .roto~n espuma contra la roca firme y tranquila, donde reposa, segura de su inmortalidad , Hoy como ayer, mañana como hoy, todos los esfuerzos para vencerla o qisgregarla han, de ceder y saltar en pedazos ante la fuerza vital del vínculo «caritatis» ,que une al Pastor con su grey, Si en el arduo pero firme cumplimiento de 'nuestro deber hay -~aigo que nos da ~erenidad y fuerza es, después de nuestra confianza en Aquel que nació en un portal para confundir la arrogancia de los fuertes, la convicción sólidamente cimentada de podú contar con la oración, la fidelidad, la vigila'ncia de un ejército en ordén de batalla (Cánticos, VI, ,3); cuya prontitud y ,e xperiencia ha sabido dar ,buena cuenta de las más duras pruebas. Recientemente hemos tenido el placer de elevar al honor de los altares a una heróica falange , de mártires que, sellando con su¡ sangre la profesión de su fe, han ilustrado los albores de nuestro siglo. Desde ,e ntonces otras falanges de sacerdotes y de fieles, soldados de Cristo todavía desconocidos, le han dado y le dan e! mismo testimonio. Estamos seguros de que vendrá un día que los sacará de la sombra y los hará -e scalar las cumbres de la gloria cuando se alce finalmente el pesadlJ telón que oculta y oscurece la historia de nuestros días. IOjalá que el ejemplo de su valor y de su fidelidad, que desprecia la muerte, inflame los corazones de' nuestros queridos hijos e infunda -e n ellos los mismos sentimientos de fortaleza y de confianza, que asegurarán a la bandera de Cristo su ¡:tadfica victoria para ¡el mayor bien de toda la Humanidad 1 IV. EL AZOTE DEL HAMBRE , No podemos terminar este mensaje nuestro de Navidad sin' aludir a los dolores y a las necesidades que se siguen de la grave situación alimenticia y sanitaria ,en las naciones castigadas por la guerra. Ya el 5 de abril de este mismo año lanzamos un lIama.miento a los gobernantes y a los pueblos de aquellos países que con sus reservas podían acudir ,en auxilio de las poblaciones famélicas. Realmente se ha hecho ~ucho. Ante las trágicas desventuras que afligían principalmente a los débiles, a los ancianos ya 'los niños, el mundo civilizado no ha permanecido insensible ni ha sido sordo, yes menester alabar el sentimiento humano y cristiano de aquellos hombres' y de aquellos pueblos que han hecho -lo necesario para crear diversas organizaciones de Socorro. Siguiendo las rutas ,e nsangrentadas de los ejércitos han llevado . auxilios de todas clases a las víctimas de la guerra ; han salvado el honor de la, Humanidad, tan malamente pisoteado por la violen- -23- da y por el odio. Quisiera 'nios que estos tesoros de energías y de socorros, caritativamente empleados en asistir a los más miserables y salvarlos de la última ruina, hubieran sido suficientes para remediar la necesidad. Desgraciadamente no es así. Y por eso nos vemos obligados a r-e novar la invocación de la primavera pasada. En vastoS territorios de Europa y del Extremo Oriente amenazan los esp ectros de la más espantosa carestía y de! hambre canina. Falta el pan, ,e n el sentido literal de la palabra, a enteras poblaciones, que por consiguiente, van languideciendo miserablemente, consumidas, debi:itadas, víctimas de las enfermedades y de la miseria, peligrosamentl~ agitadas por sordos estímulos de desesperados rencores y de profundas agitaciones sociales. Tal es el tremendo pe:igro que oscureceel amanecer del 'año nuevo, peligro tanto más grave ' cuanto que por algunos síntomas que dejan transparentar incertidumbre y ' cansancio, aquella magnánima labor de solidaridad humana parece pr6xima a su fin, sin haber llegado ,a remediar los males que h<l-bía venido a socorrer. Es ciertamente natural que los favorecidos por la fortuna sean propensos a echarse a !Un lado, olvidándose de los males ajenos. Cerrando los ojos y ¡el corazón a las desgracias de los pr6jimos desconocidos o lejanos cr,een que pueden justificar ante su conciencia el aislamiento y el desinterés para con las n'e cesidades de los demás . Las exigencias personales agotan loS productos que las artes de la caridad ahorraban y los medios de auxilio quedan sin ponerse al servicio de aquellas acciones de socorro a las que la fraternal caridad les habría destinado. Por eso repetimos a todos los que puedan alargar una mano , para ayudar que no seenfrfe vuestro celo, que vuestra ayuda 'sea pronta y generosa. Calle todo estrecho egoísmo, toda vaciiaci6n mezquina, toda amargura, toda indiferencia y todo error. Vuélva~e vuestra mirada solamente a la miseria y sobre todo al afán de millones de niños y de j6venesentre los que hace «ra~ia» el hambre. Así daréis y r-ecibiréis al mismo tiempo el inefable aginaldo «Faz en la tierra a los hombres de buena voluntad». Efectivamente, nada es tan , a propósito para crear las indispensables premisas espirituales de la paz ' como el socorro dispensado con 'g enerosidad entre Estado y Estado, entre pueblos y pueblos p~r . -' -24' - encinw' de'las fronteras nacÍonales, de tal manera que, aplacados por toqa:'i partes los sentimientos de rivalidad y de venganza, frenada,;; la~ ansias de domiúio, desterrada la idea de un privilegiado aisl a ¡mento, aprendan los pueblos por sus mismas desventuras a conocerse,',a tolerarse y ayudarse; y sobre las ruinas de una civilización olvidada de los prece ptos evangélicos, se reconstruya la ciudad cristiana, donde el amor 'eS la ley suprema, Con estos votos deseamos a todos los que nos escuchan en esta v'Íspéra ' ~e Navidad la paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento (PIIilipenses, 4-7), mientras con toda la efusión del cora~ón damos a todos nuestros amados hijos del mundo ,e ntero como prenda de las mejores gracias del Verbo de Dios hecho Hombre nuestra paternal bendición apostólica» . ' -_.~- -- CRONICA DIO CESAN A NUE VO CATEDRATICO DE UNIVERSIDAD. - -(20 de dicienzbnj). - El Boletín Oficial del Estado, de esa fecha, publica el nombrami ento, en virtud de oposición, de la cátedra universitaria de fundamentos de Filosofía e Historia de los Sistemas Filosóficos con su correspondiente encargo de .curso de Psicología Raci()nal y E xperimental de la Universidad de La Laguna, del sacerdote diocesano de Vitoria DI'. D. Ignacio Aleona EchevarrÍa. Previamente autorizado y alentado por el Excma', Prelado, ' y mediant'e brillantísimos ejercicios de ,oposición, el DI'. Alcoúa alcanza una meta en su carrera universitaria: confirmando la. ' Só¡ida reputación del ,que goza en los medios filosóficos españoles: y que la 'prensa nacional relata estos días: «De amplísima cult~ra, está le n posesión de tres carreras universitarias: la eclesiástica, la de Filosofía y Letras y la licenCiat)Jra de Pedagogía, obteniendo en la segunda de las mismas el premio extraordinario del doctorado», «En sus primeras oposiciones del año 1 942 obtuvo, tras brillantes oposiciones, la cátedra 'de Filosofía del Instituto de Ens~­ ñanza Media de Burgos, que ha venido regentando hasta el m()mento pr,e sente». «Su colaboración se extiende a las .más prestigiosas publicaciones. «Revista de Filosofía», «Revista Internacional de Sociología», «Arbor», r·e vista general del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, «Revista de Ideas Estéticas», «Ciencia Toniista Contoemporánea», 'e tc., habiendo ,sido agregado ~n premio a sus méritos a las tareas de Investigación y Seminario del Instituto Luis Viv,es del 'Consejo Superior de Investigaciones Científicas» . Felicitamos al nuevo catedrático, deseándole una fructífera Labor en la formación de la juv1entud universitaria española. ~ PROMULGACION DE LA NUEVA DIVISrON PARROQUIAL DE BARACALDO.-( 22 de diciembre )..-El Prelado de la di6cesis, Dr. Ba~ester, acudió el domingo a la anteiglesia de Baracaldo para asistlr al a<:to de la lectura del deéreto que dictó recientemente para la nueva división parroquial, y por el que se crean (aparte las existentes: la antigua de 'San Vicente, la de Alons6tegui y la de El Regato), las de San José; Sagrado Corazón de ] esús ; Buen Pastor; , Y Natividad de Nuestra Señora, en los barrios del DesiertO/, Retuerto, . Luchana y Burceña, respectivamente. El Prelado, que llegó a las once de la mañana a la parroquia de San Vicenteacompañado de su capellán y del N otario eclesiástico, D . Eduardo . Rham, fué recibido por ,e l Clero parroquial y todas las autoridades locales. Inmediatamente después se dijo una misa en la que ofició el cura párrQco D. Páblo Guezala. A continuación el Notario eclesiástico dió lectura al Clecreto del Sr. Obispo, ; éste dirigió la p~la~ra a los fieles que llenaban por completo la ig'lesia, para mamfestarles su , gozo al conceder la gracia que de él habían solic;itado el pueblo de :Baracaldo, y, muy particularmente, el cura párroco Sr. Guezala y d alcalde Sr. Llaneza. . Luego, el Prelado, acompañado 'de autoridades y representaClOnes, se traslad6 a las nuevas parroquias, donde se verificó idéntica ceremonia y dirigió la palabra a los fieles de aquellas barriadas. . ]UNTADEL SEMINARIO MENOR DE GUIPUZCOA.-( 28 de diclem~re):-En la Diputaci6n se reuni6, presidido por el Sr. Obispo de Vltona, el pleno 'de la Junta del Seminario Menor dioce'sa,llOj de GuipÚzcoa. ' El ~r. Obispo dirigió un cordial saludo a los concurr~ntes a la ¡reuni6n, agradeció a la Diputación provincial el donativo acordado pa~a la :onstrucción del Seminario en San Sebastián, y expresó su satisfaccl6n por el entusiasmo que había encontrado en todos los sec;tores de la provincia para la rápida realizaci6n de esta obra. Seguidamente, el arquitecto D. José María de la Vega, explic6 detalladamente el proyecto y expuso las razones en que se había. basa~o para la realizaci6n de las obras en la forma que se indica en dlcho proyecto, cuyos planos e:&minados detenidamente fueron aprúbados por unanimidad. ' 27- ... El Sr. ,Liza soain,presiden-te 'de la Comisi6n ejecutiva diócue+:J.ta de la labor r,ealizada. El 'Sr ;- 'Obispo reiter.6 las gracias, a toáos, " PROMU LGACION : DE ' LA ' NUEVA ', D'íVISION' rARROQUIAL DE BILBAO.- ( 29 . de dic:Úmbre) ,~E(d:orriingo ~ se celebraron, ' p'r esididos por ~1 Prelado 'de la Di6ce'sis', " Ef~rno: y Rvdmo. Dr. ' D. C armela BalLester, los actos de promulgación del deCreto sobre creación de' cuatro nuevas parroquias ele Bilbao . Son éstas las de Ntra. Sra. de la Medalla de la Milagrosa, de Zo, rroza ; Santa Ana y San Nicolás, de Ólaveaga; Ntra. Sra. del Rosario, de R-ecaldeberri; y 'San Luis Beltrán, sita en Torre U rízar. ' Minutos antes de las diei llegó el Prelado a la Parroquia de San Vicente Mártir, de Abando, don,d e fué cumplimentadO' por las autoridades. Se ce~ebró una Misa, que fué oií ciada por el Arcipreste, don Domingo Abona, y en ella 10's c oros parroquiale s y el de tiples interpreta ron bellos motetes y un himno / dedicado al Dr. Ballester, El notario edesiástico, D, Eduardo Rham, dió lectura al decreto d e erección de las nuevas parroquias, y, seguidamente, el Prelado pronunóó una plática, ,en la que hizo notar la importancia de dicho decreto, en beneficio de los feligreses, que así podrán obtener mayores beneficios espirituales y elogió la labor ' de los párrocos de San Vic ~nte y de San Francisco de Asís, en relaci,ón con esta gran obra. . Seguidamente, el Prelado y aC0!llpañantes se dirigieron a Zorroza , donde, en la igle,s ia de Ntra. Sra. de la Medalla de la Milagrosa, se proc:edió a la misma ceremonia de lectura del decreto. El templo, a l igual que los demás, en que tuvieron lugar las promulgaciones, ·,e staba nena de fieles, que aplaudieron cariñosamente al Sr. Obispo a la llegada y salida de la iglesia. E l mismo acto se ce1ebr6 en las Parroquias d~ Santa Ana y San Nicolás, de Olav,e aga, y Ntra. Sra. del Rosario, de Recaldeberri. En este último, el Dr. Ballester hizo notar en su plática la bel1eza interior de dicho templo, y, como en las restantes plá. ticas, dijo a los fieLes han de corresponder a los beneficios que para ellos supone ,e sta promulgación de parroquias, que dará ma- Co?-'t] -28.,;yor brillant,ez a los .cultos y permitirá una atención más acentuada de los nuevos párrocos hacia sus feligreses. Poco después del mediodía negó la comitiva a la Parroquia de San Francisco de Asís, en la que se procedió la lectura del decr,e to y 'el Prelado pronunció otra plática, en la que elogió la labor realizada por su párroco, D. Bernardino Garáizar ,en orden a erigir la Parroquia de San Luis Beltrán, de Torre Urízar. Fina1men t,e, en la ermita de este barrio fué leído el decreto de promulgación. a BOLETIN OFICIAL DEL OBISPADO DE VITORIA' SECCION OFICIAL DIOCESANA Después, el Prelado reaIizóuna visita ' muy detenida a las obras de la futura 'Parroquia de San Luis Beltrán, en aquel lugar, y se intN,esó vivamente por la marcha de las mismas. EL GOBIERNO CUBANO CONDECORA Í\ MONS. ZUBIZARRETA.El Gobierno cubano acaba 'de otorgar' la gran cruz 'de Carlo!S Manuel de Céspedes al 'E~cmo. Monseñor Valenfín Zubizarreta, Arz obispo de Santiago de Cuba y asistente al Solio pontificio. Mons. :Zubizarreta, español y vascongado de origen, fué designado Obispo de la 'diócesis de Camagüey, de hueva erección, en el año 19 1 4; ocho ¡lños después fué trasladado a la de Cienfuegos; ,e n 19 2 5, a la Sede Metropolitana de Santiago de Cuba. Su labor misioqera, su ,empeño en fomentar las vocaciones sacerdotales y en incr'e mentar la devoción a la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba, le han ganado '.el cariño del pueblo. Teólogo notable, es, autor de varias obras, :entre ellas un texto usado en la mayor parte de los seminarios de 'España y América. NIÍa.2 Año LXXXIII EXCMO, y RVDMO. SR. OBISPO DECRETO EN RELACION CON LA CONSTRUCCION DEL SEMINAB-IO MENOR DIOCESANO DE GUIPUZCOA Ten~endo en cuenta lo expuesto en nuestra Pastoral del día 16 de diciembr,e de 1946 sobre el Seminario Menor Diocesano de Guipúzcoa: en la que tratábamos de la necesidad de emprender con urgencia su construcción, ( previas las consultas pertinentes, venimos , 'en decretar y DECRETAMOS: l. º Todos los primeros domingos de mes, exceptuando el mes de diciembre en d que en la Diócesis entera se verifica la Colecta, General pro Semin.ario, en todas las Misas se hará una Colecta especial para la precitadaconstrucción del mencionado Seminario Menor 'Diooesano, ·entrando en y-igor esta disposición a partir del primer domingo del próximo mes de marzo. 2. Q En todos los documentos que de nuestra Curia se expidan' para la provincia de Guipúzcoa y 'vioeversa, más en todos los otros parroquiaLes ,expedidos con cualquier . motivo en dicha provincia, mientras dure la construcción del Seminario, se añadirá a los aranceles ordinarios un sello de sobretasa, que se editará con arreglo a las cantidades expresadas en el p.ocumento anejo a este .. - 30- -31- l1l!estro Decreto. Esta disposición entrará en vigor solamente después del día primero del próximo mes de abril. 3·º Quedan 'e xentos de dicha sobretasa los documentos que se expidan para los pobrle s y ,aquellos en qu ~ no se cobren derechos . 4· º El producto de 'las'C01ectas y los donatlvos serán ingresados en la Caja de Ahorros Provincial, en la ciudad de San Sebastián o 'en las Sucursa1es de la misma en la cuenta Seminario Menor Diooesano de GuipÚzcoa. 5· º Con fr'ecuenci.a prudencial en todas las viucia de Guipúzcoa sobre todo en. los días en para el Seminario, los saoerdotes recomendarán los fieles la neoesidad de cOlltribuir a esta gran plazable necesidad como grata a Dios. Iglesia:3 de la pro- o_ que haya Colecta en sus pláticas a obra, de tan ina- 6. º La Comisión Ejecutiva de ia Junta encargada de don impulso a las oqras del nuevo Seminario Menor Diocesano de Guipúzco.a organizará en nombre Nuestro la Colecta ordenad·a . I Dado en nuestro Palacio de Vitoria, a l 6 de énero ae 1947, sellado con el mayor de nuestras armas y refrendado por nuestro Canciller Secr,etario de Cámara. t DOCUMENTO ANEJO AL DECRETO DEL 16 DE ENERO ' DE 1947 EN RELACION CON LA CONSTRUCCION DEL SEMIN~RIO MENOR DIOCESANO DE Gt}IPUZCOA Sello que deben nevar los documentos eclesiásticos referentes . a los fieles de la provincia de GuipÚzcoa. En los certificados. de bautismo, confirmación, matrimonio . Volantes -de bautismo y confirmación En los certificados no compre1J.didos anteriormente Toda factura o recibo .. Los denominados medios expedieMes matrimoniales. Lós 'e xpedientes matrimoniales completos ( oelebrar fuera) Los documentos no compr'e ndidos entre los anteriores La 2. a Por mandato de S. E. FRANCISCO J. Rvdma. BODAS: Primerísima, ' (como mínim<;> ) La 2. a 3· a BAUTIZOS: Mínimo » » 5% 5% 2 0/O ex,entos. CORRALES, Cillnciller Secretario. 10,00 1,00 20 % 15 % 10% ENTIERROS: Extra . Primerísima . CARMELO, OBISPO DE VITORIA. 1,00 Ptas. 0,25 » 1,00 » 0,25 » 2,5° » I pta. cuando se cobr'e. 15°,00 Ptas. 100,00 » 10,00 . » 2,00 » - 32- JUNTA PAI}A DAR IMPULSO :A LAS OBRAS DEL NUEVO SEMINARIO MENOR DIOCESANO DE GUIPUZCOA Excmo. y M. 1. Sr. M. 1. Sr. M. I. Sr. Rvdo. Sr. Rvdo. Sr. Rvdo. Sr. Rvdo. Sr. Rvdo. Sr. Rvdo. Sr. R vdo. Sr. Rvdo. Sr. Rvdo. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Sr. Rvdmo. Sr. Obispo de la Dióoesis. D. Antonio María Pérez Ormazábal. D. Luis Miner. D. Felipe Ugalde. D. Ignacio Lasquíbar, Arciprest'e de SAN SEBASTIAN. D. Casiano Garayalde, Arcipreste de AZPEITIA. D. Ceferino Oñativia, Arcipr,e ste de VERGARA. D. Wenoeslao Mayora, Arcipreste de TOLOSA. D. Francisco Urrestarazu, Arcipreste de VILLAFRANCA. D. Teodoro Ondarra, "Arcipreste de -SEGURA . D. José Luis Iñarra, Arcipreste de l.\10NDRAGON. D. Agustín Aguinaga, Arcipreste de EIBAR . D. Marcelino Cortabarria, Párroco de «El Antiguo». D. Luciano Abrisqueta. D. Antonio Aguirre. D. J osé María Aguirre. D. Laur,e ano Azpiazu. D. Eugenio Aseguinolaza. D. Luis Barrueta D. Camilo Bastarrechea. D. José Beñarán. D. Agustín Brunet. D. José María Caballero. D. José de Egaña. . D. Patricio Echeverría. D. Enrique Eizaguine. D. J ulián Itlorza. D. Luis Gaytán de Ayala. D. José Luis Guridi. , D. P,edro José Irastorza. -MSr. D. J ulián Lasa. Sr. D . 'José Angel Lizasoain. Sr . D. J ulián Lojendio. Sr. D. Ramón Machimbarrena. Sr. D. José Mancisidor.· Sr. D. José María Muguruza. Sr. D. P,e dro Otazua. Sr. D. Benigno Or,e ja. Sr. D. Justo Oria. &ro D. Ignacio Pér,ez Arregui. Sr. D. Javier Pitarque. Sr. D. Francisco Rezusta. Sr. D. Manuel R,ezola. Sr. D. Carlos Rivilla. Sr. D. Antonio Tamés. Sr. D. Pedro Zaragueta. Sr. D. Vicente Zulaica. Sr. D. Joaquín Labayen. Sr. D. Manuel Laborde, COMISION EJE CUTIVA Sr. Sr. Sr. Sr . Sr. Sr. D. D. D. D. D. D. José Angel Lizasoain, Presidente. Agustín Brunet. José Beñarán. José María Aguirre. Pedro José Irastorza. Antonio Tamés, Secr,etario. -34- , r -35- SECRETARIA DE CAMARA SEMINARIO DIOCESANO FALLECIMIENTOS PRESBITEROS El día 30 de diciembr,e, D. Nicasio Cortabarría Idiazábal, adscrito a la parroquia 'd e Santa María, . de San Sebastián, a los 80 años. El día 11 de 'e nero, D. Lorenzo Unamuno e Irigoyen, Cap. en Durango, a los 7'7 años. RELIGIOSAS El día 22 de diciembr'e, en la Casa de Santos Ejercicios de las Esclavas de Cristo Rey, de Loyola, la Rvda. Madre Gregoria Mocoma, a los 78 años de 'edad y 13 de profesión religiosa. El día 27 ·de diciembre, en el Convento de las Carmelitas Descalzas de San lósé, de Begoña, Sor María Carmen de San José, a los 78 años de 'edad y 5 o de profesión religiosa. El día 28 de diciembr,e, en el Convento de las Concepcionistas Franciscanas, de Azpeitia, Sor Ascensión de la Ssma. Trinidad Santa María, a los 42 años de redad y 22 de vida religiosa. El día 29 de diciembre, en el Asilo de Bermeo, Sor María Concepción Ulacia Osoro, Hija de la Caridad, a los 30 años de edad y 1 1 de vida r,e ligiosa. El día t de 'enero, en el Convento de las Dominicas de Bilbao, Sor María de los Angeles Asua. a los 68 años de ¡edad y 4 8 ' de profesión religiosa. REQUIEM AETERNAM nONA EIS DOMINE ET LUX PERPETUA LUCEAT EIS A LOS RVDOS. SRES. ARCIPRESTES, PARROCOS y ENCARGADOS DE IGLESIAS Estimados hermanos ,e n el Sacerdocio: Como seos prometi6 en la carta de notificación de entrega del material de propaganda del 26 de nov1embre próximo pasado, el domingo 2 de febrero de 1947 tendrá lugar en el Seminario Diocesano el DIA DE ACCION DE GRACIAS. En él todos los Superiores y todos los seminaristas diocesanos elevarán al Trono del Altísimo sus súplicas fervientes en favor de todos sus bienhechores .. Es en justa correspondencia: ,a ) a los desvelos de los sacerdotes, que tanto se han interesado y se interesan por el Seminario y los seminaristas; b) a l cariño con que los Religiosos y Religiosas de todas las Ordenes y Congregaciones R.eligiosas de la Diócesis reciben cuantas indicaciones de ayuda al SerlJinario se les presentan y el celo con que ruegan al Dueño de la Miés envíe 'a sus campos operarios evangéli~os llenos de piedad y ae ciencia; . c) a la labor realizada por las, Juptas Territoriales y miembros de A. C. para secundar con entusiasmo creciente las consignas ¡emanadas de la Delegación Diocesana de A. C. en su Circular número 22; d) lal amor con que los fieles diocesa~Qs han recibido en todas partes a nuestros s'eminaristas, que se han percatado de los inmensos sacrificios que se imponen sus compaisanos para atender la llamada del Rvdmo. Prelado, que ante la' difícil situación económiéa del - 36- - 37- primer Centro Docente Eclesiástico no .duda en extender su mano suplicante para recabar de todos una oración y una limosna. Crapitales. Meroed a sus servicios de propaganda y a la fidelidad No podemos menos de dest.acar la ~eritísima labor de los abnegados miembros de las Escuelas Nacionales, municipales y particulares, de los Directores y Profesores de nuestros Centros de 2. a Enseñanza, que han dedicado todo un Octavario (1 al 8 de diciembre) a influir ,en el coraz6n ,de sus discípuios con l~cturasl 'escolares, ejercicios de redacción, '.etc., para que suplicaran al Señor con todo <el fervor de sus almas infantiles: «D.adnos, Señor, Sacerdotes santos». No olvidamos tampoco en ,e sta ,enumeración a esa muchedumbre 'de Cruzados de la Oración y Sufrimiento que desde su lecho de dolor, len su ca'sa, '.en <el 'hospital, o clí~ica, unían sus, dolores .y penas a sus oraciones con la 'única mira de obtener del Señor Santos y Sabios sacerdot'es para su Iglesia. Esperamos que desde primero de marzo podre~os presentar en '. el ,«BOLETINDEL OBISPADO», el detalle de todo el resultado por Provincias .y Arcipr'estazgos en la forma que se hizo el pasado año. Para que ,e.l Balanoe . .resulte completo, 'os ro&,amos, amados hermanos saoerdotes, que nos 'e nviéis, por medio de los Rvdos Señores Arciprestes, conforme ,está ordenado por el Rvdmo. Prelado, Inota diB la recaudación, antes del l. º de febrero. Para esto o~ ayudan los encasillados de los impr,esos facilitados. Por último os rogamos hagáis 'Presente a vuestros feligreseS este nuéstro agradecimiento .Y la celebración del «Día de Acción de Cr,acias» . (2 de febrero). En los actos eucarísticos de esa solemnidad: Misa Conventual .y Hora Santa se suplicarán bendiciones abundantes para todos los 'B ienhechores y amigos del Seminario. Más tarde <el lunes y martes de Pentecostés se ofrendarán, sufragios, según costumbr,e, por lo~s bienhechor·es difu~tos. Por nuestra p.art,e, hemos agradecido ya a todos los que con v;erdadero oelo y espíritu cristiano han colaborado en las tareao; de propaganda: Dir,ector,es de las tres Emisoras de ~adio de la Diócesis, Dir'ector,es de Prensa y Empresas de Cine de las tr'e s con que han secundado las consignas de las Delegaciones Proyjnciales de Pr,e nsa y Propaganda de la Vice-Secretaría de Educaciór. Popular ha sido posible d que todos los fieles de la Diócesis se lenteraran de la importancia y urgencia de la llamada del Sr. Obispo de Vitoria . Os saludamos muy atentamente. Vitoria, 12 de enero de 1947, festividad de la Sagrada Familia. LA COMISION DEL «DIA DEL SEMINARIO». -38- -39 - 1 DE LA SEDE APOSTOLICA DISCURSO DE SU SANTIDAD EL PAPA PIO XII EN LA INAUGURACION DEL NUEVO . AlSíO ' JURIDICODEL TRIBUNAL DE LA SAGRADA. ROTA ROMANA Ha pasado ya un año, amados hijos, desde qu~ os vimos por última vez en torno a' N ós; un año que ha sido para vosotros .d el más intenso trabajo, 'ésp'ecia~mente en el campo de las causas matrimoniales. Continuando <el ,estudio 'iniciado 'eh nuestro precedente discurso, aprov'e chamos hoy la ocasión que se nos ofrece para volver lUna vez más sobr,e ,esta materia, que constituye la ,parte principal de vuestra actividad y ·de la cual ha tratado en su acostumbrada relación también vuestro v,e nerable decailO. Comenzamos daño pasado a hablar de las diferencias entre el ordenamiento judicial ,e clesiástico y -el civil. Habiendo, en efecto, examinado la distinción fundamental 'e n su_origen y en su naturaleza de los dos supremos poderes, de los cuales la potestad judiciaria es una importante y neüesaria función, de ahí dedujimos una semeja!nte div·e rsidad ¡es,encial entre los dos ordenamientos judiciales, no obstant,e las múltiples s-emejanzas que entre uno y otro se observan. A la misma conclusión se Hega si s-e confronta el objeto propio de cada uno. También aquí encontramos elementos y rasgosl 1C0mun~s. Ell ambas sociedades perf·e tas, la tutela del bien común ¡exige que los derechos y lqs bienes de sus miembros puedan ser: actuados por vía judicial y por ella garantizados y r,e integrados. Además, esos derechos y bienes lSon :'en parte los mismos en la Iglesia y en el Estado, y;a que también la Iglesia es una sociedad visible, cuya vida ,e stá ligada por fuerza al modo de ser físico ' y ~ las condiciones del lugar y tiempo en que viVe eL hombre. Si,n lembargo, por otra parte hay dere~hos y bienes tan peculiares .y , propios de la jurisdicción 'ec1esiástica, que por su naturaleza no son ni pueden ser objeto del poder judicial del Estado. Entre los bienes por cuya defensa han intervenido en el curso de la Historia , :a v'eces severamente, . los tribunales eclesiásticos, tanto de los ordinarios del lugar como los de la Sede Aposttólica,: hay que mencionar la misma f,e, base de toda la vida. sobrenatural. El tribunal para la tut'e la de la fe es, pues, un organismo legítimo 'de la potestad judicial 'e n la Iglesia, . por ser ella una sociedad re· ¡'osa pedecta. Su oficio 'es el de reaccionar jurídica.mente contra . . l~ todos los ataques encaminados a legislar uno 'de sus más importantas y vitales bienes. Los delitos de la apostasía y la herejía no podían . ni pu~den dejar indiferente o inerte a la Iglesia. Sin duda¡ que 'en el correr de los siglos el tribunal para la defensa de la fe ha podido tomar formas y métodos no regulados por la naturaleza irnisma de las cosas, piero que encuentran su ' explicación a la lu:Z de las \especiales circunstancia,> históricas. Con todo, sería falso querer deducir de ahí un argumento contra la legitimidad del tribunal mismo. Nós no ignoramos que el solo nombre de este tribunal mueve la sensibilidad de no pocos homb::es de nuestro tiempo. ' Son aquellos cuya inteligencia e íntimos sentimientos 'están fascinados por la doctrina que, ¡e xcluyendo toda noción de sobrenatural y de revelación, atribuyen a la :raión humana la fuerza de comprender a fondo el mun'do, la pr,errogativa de dominar toda la vida y, por cons[>" gu"iente, exige con eso la plena independencia del hombre de todo vínculo de autoridad. De esta do ctrina Nós conocemos las fuentes~ los fa:utor,es y los progr,esos. Sabemos su influjo en la vida int~­ lectual, moral y social, así como len la economía y en la política; pero sabemos también las peripecia'> :e n el curso de la h1storia de estos últimos siglos, 's obre todo de los últimos cien años . Sus refpresent.antes apelan al principio de la libertad, de conciencia, al principio de la tolerancia.en las materias concernientes a la vida ¡espiritual y, sobre todo, religiosa. Muchas vcc"es, sin embargo, esos mismos apenas apoderados del mando, no han parado hasta violentar las conciencias le imponer a la parte católica del pueblo u~ yugo opresor, sobre todo por lo que se refiere al derecho de los¡ padr,es a la ¡e ducación de sus hijos. - - 40- Si a la , conciencia moderna pudo par,ecer que la reacción contra los delito~ en perjuicio de la fe había tal vez sobrepasfldoen los pasados siglos los justos límites, en cambio, en nuestros tiempos, la sociedad humana muestra generalmente a este respecto una exoesiva insensibilidad en diferencia. Los contactos cada vez má6 frecuentes y la promiscuidad de las diversas confesiones religiosas dentro ,d ·e los confines de un mismo pueblo han conducido a los. tribunales civiLes a seguir el principio de la tolerancia y de la libertad de conciencia. Existe también una tolerancia política, civil y social hacia Jos seguidores de las demás confesiones, que en tales circunstancias es incluso para los católicos un deber moral. La misma Iglesia, 'en el canon T. 3 5 1 del Código del Derecho Canónico, ha dado fuerza de ley a la máxima ' « Nadie S~a obligado a ,la fuerza a ,abrazar la fe católica». Este oanon, que reproduce las palabras mismas de nuestro predeoesor León XIII, 'e n .la encíclica «Inmortal e Dei», del 1 de ¡noviembre de 188 5,es el eco fiel de la doctrina enseñada por la Iglesia desde los primeros siglos del cristianismo. Bástenos ahora citar el t'estímonio de Lactancio escrito hacia los años 3 o 5- 3 10 : ¡«No les menester de 1.a fuerza y la injuria porque a la religión :Uo se fuerza. Hay que proceder con palabras, no con azotes, para ganar la voluntad. Por eso, a niriguno se le retiene contra su querer entre nosotros, ya que es inútil Pitra Dios el que carece de devoción y de freo Nada tan voluntario' como la r·e ligión, porque si el ánimo del que sacrifica les contrario, la religión ha desaparecido y esnula». (<<DivinélJe institutiones», 1, ,5, capitulo 19. C. S. E. L., vol. 19, págs. 463-465). Si, pues" hace pocos üías, según las noticias referidas por la prensa, ·en un tristísimo prooeso ha afirmado el ministro fiscal que también el Papa ha aprobado las llamadas conversiones forzadas e incluso, lo que sería más grave, para · fines de imperialismo na~ cional, nosotros tenemos oel üerecho yel deber de recusar una .acusación tan falsa. Y para que nuestra afirmación no deje ae ser debidament'e documentada, creemos oportuno leeros un memorial de nuestra Secrretaría de Estado, de 25 de enero de 1942, respondiendo a una pregunta de la Legación de Yugoeslavia cerca de la Santa 'Sede. <lcerca del movimiento de conversiones, .e n el que, por otra - 41- expresamente par te , la misma Legación reconoda . . _ . , que ni la Santa Sede ni -el Episcopado catóhco en Croacla hablan tomado parte alguna. He aquí oel ~·exto de la memoria: «Por 10 que se refiere a la nota de la Real L'egación de Yugoeslavia cerca de la Sa;nta Sede, número I/4 2 del .9 de enero corriente, la Secretaría de Es- , tado de Su Santidad tiene el honor de hacer saber a la misma .L ·egación cuanto' sigue: Según los principios de la ~~ctrina cató1i.ca, la conversión debe ser el resultado no de la coaCClOn externa, S1l10 de la adhesión del alma a las verdades enseñadas por la Iglesia! católica. Esta es la razón de que la Iglesia católica no admita 'en su seno .a los adultos que pidan entrar en ella o volver a dla, :si'n o con la condición de que s·e den perfecta cuenta de la importanc~a y de las consecuencias del acto que van a realizar. Por consigui.e nre, el h1:cho de que de repente gr.an número de disidentes croatas pidiera ser :recibido en la Iglesia católica, no· poMa dejar. de pr-eocupar vivamente al Episcopado croata, a quien, naturalmente, pertenece la d~fensa y protección de los intereses' católicos en Croacia. Este Episcopado, lejos de levantar acta oficialmente de semejante estado de cosas, tanto explícita como implícitamente, se creyó en el deber de recordar a quien competía la necesidad de que la vuelta de los disid~ntes se verificase con plena, libertad, reivindicando al mismo tiempo a la autoridad eclesiástica la competencia exclusiva de dar órdenes ~ directivas en materia de conversiones. Se formó en seguida una Junta episcopal con el cn~cargo de tratar y decidir todas las cuestiones relativas a este asunto, y ello con re! fin de conseguir que las conversiones, COá1¡' forme a los principios de la doctrina católica, fueran fruto de persuasión y no de coacción. Por :su parte, la Santa' Sede no dejó de recomendar e inculcar la observancia ·e xacta de las prescripcione51 canónicas y de_ las directiva'S dadas a ese propÓsito» . (Hasta aquí el memorial de la Secret;ría de Estado, leído en francés por Sll Santidad). I Volviendo ahora a reanudar ~l hilo de nuestro razonamiento, debemos añadir que el tribunal eclesiástico en el ejercicio de sJu jurisdicción no puede hacer propia la norma seguida por los tribunales civiles. La Iglesia católica, como ya hemos dicho, es unf!; -42- 's ociedad perfecta, y tiene .como base la verdad de la fe revelada infaliblemente por Dios. Lo que se opone a esta verdad es, por fuer~a~ un error, y al ¡error ho s~ le pueden reconocer objetivamente los mIsmos derechos que a la verdad. De esta 'Suerte, la liberta,d de pensamIento y la libertad de conciencia tienen sus límites esen.ciales 'en la v,erdad de Dios revelante. . Hemos dicho sus límites esenciales toda vez que la verdad no es Igual al 'error, y la conciencia sana es en el hombre la: voz de Dios. De ahí se sigue que Un miembro de la Iglesia no puede, ¡sin, comet'e r una culpa, negar o repudiar la verdad católica una vez conocida y admitida, y si La Iglesia, después de haber puesto en! claro .·el hecho de la herejía y la apostasía, 10 castiga, excluyéndolo, por 'e jemplo, de la comunión de lo,s fieles, no 'Se sale para nada de su competencia, y obra en defensa, por decirlo así, de su derec'lOi. doméstico. I II Otro objeto que hace resaltar claran~ente la diferencia entre el 'Or4enamiento judicial ¡eclesiástico y ,el civil es el matrimonio. Conforme a 'la voluntad del Creador, es éste una «res sacra». Por eso, cuando se trata de la unión entre bautizados, queda por su naturaleza fuera de la .competencia de la autoridad civil. Pero también entre los no bautizados. los matrimonios legítimamente contr~ídos son, en el .o rdeñ natural, una cosa sagrada, de mO,d o que los trIbu.nales civiles 110 .tienen la facultad de disolverlos ni la Iglesia en semejantes casos ha reconocido 'n unca la validez de las sentencias de divorcio. Esto no quita que las Simples ' declaraciones de nulidad de los ~,~t~imonios mismos- r,elativamente raras en comparación con los JUICIOS de divorcio-no puedan ser, en determinadas circunstanci~s, . justamente pronunciadas por los tribunales civiles y, por conSIgUIente, reconocidas por la Iglesia. Sin dúda que acerca de. los ¡efectos puramente civiles del matrimonio, aun entre bautizados, es juez competente, como todos saben, la autoridad civil (Canon l. o 1 6). P,e ro lacompet,encia de la Igle$ia en causas matrin:o~iales ,es mucho más :extensa y honda, ya que, por voluntad divma, de .ella depende, sobre· todo, lo que se refiere a la tutelai -43~ del vInculo conyugal y de la santidad del matrimonio. También vosotros, amados .hijos, compartís -esta competencia, llamados como estáis a pronunciar vuestra :senten<;:ia en las causas matrimoniales. Si al principio de . nuestro discurso os hemos ,expresado nuestra paternal gratitud por vuestra aSIdua labor, sobl'e todo en este campo, no podemos ahora lesconderos nuestra preocupación por el ' creciente número .de tales procesos, preocupación que sabemos es también vuestra, como nos lo han manifestado ab~ertamente las consideraciones le xpuestas por vuestro digno intérprete. Porque las; causas matrimoniales que e3tán pendiente ante vuestro tribunal, . no son acaso un indicio y no dan tal vez la medida de .la progre¿ . siva. disolución 'conyugal, disolución, ,que amenazó envenenar Y corromper también las costumbres de las poblaciones católicas? Al desarrollo de tan funesto estado han contribuído mucho las dos guerras mundiales, la segUIJ.da incomparablemente más que la primera. Nadie puede quedar fríamente insensible ante la tragedia que arrastra tras de sí sus lamenta~les consecuencias, al pensar en los millones de jóvenes :esposos que' una forzada separación ha tenido lejos unos de otros muchos meses y años. j Qué caudal de valor, de abnegadón, de paciencia; qué tesón de amorosa confianza mutua y qué lespíritu de f.e cristiana no han sido neces¡arios para mantener intacta la fidelidad jurada y saber resistir. Muchos, sin duda, con la ayuda de la gracia implorada le n la oración, han sabido mantenerse firmes; pero junto a ellos, ¡ cuántos otros han sido menos fuertes! ¡ Cuántas ruinas de hogares destruídos, cuántas ruinas de almas violadas en su dignidad humap,a y le n su delicadeza conyugal, cuántas c~ídas ~ortales para la felicidad familiar I Ahora se trata de reparar ·e stas ruinas, de sanar estas llagas, de curar le stos males. El corazón maternal de la Iglesia sangra a la vista de las jndecibles congojas de tantos hijos suyos. No re-' gatea ningún 'esfuerzo para prestarles su ayuda y lleva hasta el extremo su condescendencia. Este límite extremo se halla solemnemente formula:do ~n el.canon I. 1(8 del Código de Derecho canónico: «El matrimonio válido, ratificado y consumado no lo puede disolver ningún poder humano, ni ningún otro motivo, sino sólo la muerte». Nadie pone en duda que hoy día uno de los cuidados pririCi- - 44- - 45- pales de la 19lesia depe ser el poner un freno con todos los mediosl ~a credeme decadencia del matrimonio y de la familia. y ella tiene pl'e na conciencia de esto, aunque se da perfecta cuenta de que sus diligencias no podrán conseguir resultados efectivos sino en la medida en que las condiciones generales, ~conómic~s, sociales y, so):>r,(: todo, morales, hagan prácticamente menos gravosa la conducta , d.e una vida conyugal aceptable al Se~or. A ese respecto, son gr,andIsImas las responsabilidades qúe pesan sobre los Poderes públicos. Entre tanto, y ten ¡e spera de que se obtenga esta mejora de [a rú,o~ali~ad pública, ,vosotros, amados hijos, debéis, con fatiga y p:acIenCIa, soportar . y dominar ',el aflujo incesante de los proces:os matrimonial'e.s. Porque una cpsa es la acción para sanear la vida conyugal y familiar, y otra el prooedimiento judicial relativo á los matrimonios. Esta tiene ,e l oficio de juzgar y fallar objetivamente según el ,estado del hecho y las normas del Derecho canónico ' en' los casos que se le vayan presentando. Seguid aportando al ejércicio de vuestro cargo, además de l!l inalterable imparcialidad del juez , recto, la conciencia de que con 'eso contribuís notablemente a la edificación de la Iglesia. ' <a La prudent'e 'equidad con ,que vuestro Tribunal considera. también el aspecto financiero de las causas mismas, en las difícileii condiciones 'e conómicas actuales-equi~ad a la que corres~onde la generosa cooperación de los abogados de la Rota- mues,tra ya á las claras que concebís vuestra obra como rea1~ente ' e~: como un servicio prestado al verdadero bien de los fieles y n la salvación de las almas. 111 Entre los obj<etos del Poder judicial eclesiástico, debemos enun;erar también las materias que, además de la tutela de la fe, son de incumbencia del Tribunal de la Suprema. Sagrada Congre,gaClón del Santo Oficio. La severidad de sus procedimientos la está pidiendo la santidad de sus bi,e nes que tiene la misión de defender y la grav'edad de los delitos que debe juzgar. No habría iazon de ~oer una mención ,e special si su modo de proceder no fuese puesto! en antítesis con el principio, hoy generalmente admitido, de la; :a .' publicidad de los juicios, considerada como una g~rantía necesaria contra a rbitrariedades a costa de la Justicia. De hecho, la act:i\'d d de aquel Supremo Tribunal se desarrolla, aun en las causas VI a ~ . 'nales con la obligación del secreto. Pero, ante todo, hay..que cnm.J, ' recordar que también .el procedimiento penal de los estadQs CIvIles prevé en algunos casos que el debate tenga 1uga~' del to~o o en par t e 'a pu'e rta oerrada, a, saber: cuando el' bIen comun pid~ semejante medida. Pues bien, este mismo prinCIpIO es el que la Iglesia aplica en los procesos penal,es ' del Santo Oficio. Por otra parte, sin embargo, es indispensable en tales ,casos que queden aseguradas todas, laS! O"arantías esencial,es de un juicio justo y equitativo: in&trucción d e ~os cargos hechos contra <el imputado, con facultad de impugnarlos o ,e xigir cuanto parezca útil ,e n disculpa suya; libre defensa, tanto ersonal como con .el minist'e rio de un abogado de oficio o escogido :or d acusádo; plenaobj,e tividad y probidad de jueces. Ahora bien, t.odos ,estos r'e quisitos ~e cumplen en el Tnbunal del Sant)o ~os Oficio. • Vuestro oficio, amados hijos,es muy ?,rave, no sólo por su amplitud, sino también por la responsabilidad que entrañ~ y po.r .la intensidad del austero trabajo que impone. Santo y benéfICO ofICIO, que ,es, ISin embargo, ignorado todavía por muchos y tergiversado por otros . Pero <el Señor lo mira con complacencia, y viendo con qué ánimo trabajáis por 'su honor, por <el servicio de su ~glesi,a, por 'e l interés ' de las almas, por la salvación de la sociedad, haga descender sobre vosotros la abundancia de sus gracias, en prenda' de las cua1es os impartimos de torazón a todos los aquí presentes nuestra paternal bendición apostólica. '. -46- CONCESIONES HECHAS A LOS SRES. SOCIOS DE LA VENERABLE CONGREGACION DE SACERDOTES DE SAN PEDRO APOSTOL, DE BILBAO - 47- CRONICA DIOCESANA LA «ALIANZA EN ]ESUS POR MARIA» .'- Después de más de Por rescripto número 6.802/.46 de la S. ' C. de ~acramentos, fechado el 25 de IJ.oviembre de 1946 y ' ejecutado el 11 de enero (de 1 947, se conoede a los asociados a la Venerable Congregación de Saoerdot,es. de San Pedro Apóstol, de Bilbao, indulto de altar portátil cuando, por hallarse convalecientes de grave enfermedad, no pudier.e n salir de casa _y otro indulto por el' que, cuando un sodo estuviese postrado en cama a causa de grave eñfermedad, pued , 4 para consuelo 'espiritual del ¡e nfermo, celebrar Misa en altar portátil otro saoerdote consocio, facultándos,e en ambos casos a los familiar,e s del enfermo para que cumplan en casa el precepto festivo de la Iglesia, privi1egio del que no gozarán si la Misa se celeb-ra len la habitación ocupada por ',el entermo. El lugar de celebración de la Misa deberá ser decoroso y honésto, se evitará todo peligro de irreverencia y :se cumplirá todo lo en derecho necesario. El Excmo. y Rvdmo. Señor Obispo ha condicionado las anteriores conoesiones .a que, :en cada 91so, se dé oportuna cuenta del uso de los Indultos. "1 ~'t años de existencia ,en nuestra diócesis, el «ALIANZA EN ]ESUS PO~ Con~ejo General de MARIA», Obra fundada en lá Parroquia de Santa María, de San Sebastián, el día 1 de febrero de 1925, traslada su sede .a Madrid, por 'e xigirlo así las necesidades de la misma . Ello, sin embargo, no quiere decir que la Obra vaya a sufrir ninguna modificación sustancial. Siempre será San Sebastián' la CUNA de la Alianza, de euyo Centro-q ue por algo ostenta el títuló de ' primario - han r·edbido su influencia y su espíritu todos los demás y a donde siempre dirigir~ la 'Alianza su mirada, pcirq ue allí sembró «la s'e milla del casto consejo», durante más de cuatro lustros, el r.espetado Fundador 'de aquélla y celoso Sacerdote, don Antonio Amundarain. Y siempre será Nuestra Señora del Coro la Virgen especialmente querida de todas las aliadas y su devotísimo Camarín el rinc6n amado donde brotó la' primera planta que ha espa rcido después por España entera sús aromas virginales. Por eso, ·e n San 'Sebastián seguirá funcionaf!do, como hasta ahora, la primera Casa de Formación de la Obra, mientras Madrid alberga al nuevo Consejo General que dirija en adelante todas las acti,'idades de la Alianza, Y la diócesis de Vitoria seguirá guardando el dulce recuerdo de haber amparado, por medio de , sus Rvdmos. Sres. Obispos, el nacimiento providen~ial y el creciente desarrollo de la «ALIANZA EN ]ESUS POR MARIA» y la consoladora realidad de. que má? de 800 asociadas, de ·e ntre las 3. 000 que 'en la actualidad pertenecen a aquélla, radiquen tn los 17 Centros y 58 Grupos de las tr·es Provincias Vascongadas. / / -48- Huelga añadir que el traslado de la sede del Consejo General de la Obra a Madrid cuenta con el. beneplácito y bendición de nuestro amadísimo Sr. Obispo, le l cual ha t,e nido la delicadeza de aprobar y presidir últimamente en San Sebastián una reunión Sacerdotal en la que ;el Rvdo. Fundador de la Alianza habló a sus hermanos sobr,e la misma y a la que el Rvdmo. Prelado dió fin con oportunísimas palabras que pusieron u~a vez más de relieve toda la atención, interés ~ protección ,que ha prestado siempre a la Obra. B OLETIN OFICIAL DEL OBISPADO DE VITORIA Ano LXXXIII I de febrero de 1947 Núm.3 SECCION C!FICIAL DIO CESAN A EXCMO. Y RVDMO. SR. OBISPO CIRCULAR NUM. 26 DIRIGIDA AL ILTMO. CABILDO DE LA S. 1. CATEDRAL, A LOS RVDOS. SACERDOTES DE AMBOS CLEROS Y FIELES, SOBRE LA CONTRIBUCION DEL CLERO DIOCESANO DE VITORIA A OTRAS !DIOCESIS DE ESPAÑA MIS VENERADOS Y MUY QUERIDOS SACERD OTES: AMADISIMOS FIELES: El problema del numeroso c'ero de la Dió cesis de Vitoria en relación con la escas·ez de sacerdotes en otras Diócesis, ha si,do últimamente objeto de comentarios 'diversos. Con el fin de ilustrar debidamente a los que desean conocerlo, damos muy gustosos en :esta Circular los datos que siguen: Cuando en algunas circunstancias se dice que la Diócesis. de Vitoria tiene 2 . 000 sacerdotes seculares, en los s::!mblantcs d e muchos se dibuja un gesto de ,a dmiración, seguido con freCllencia de consideraciones variadas. l. 2. No piensan, sin 'e mbargo, los que as í se extrañan en el elevado porcentaje de sacerdotes a ncianos, enfermos o inutiliza dos que tene~os en n uestra D iócesis: Son 600 los que r ebasan los 6 0 años .