El estatuto procesal de las víctimas de violencia de género

Anuncio
El estatuto procesal de las víctimas de violencia de género
LECrim, la acción civil puede interponerse conjuntamente
con la acción penal o plantearse por la víctima aisladamente como actor civil.
En cualquier caso, el cesionario del derecho a obtener
la indemnización (es decir, especialmente en los casos de
aseguradoras que hubieren abonado total o parcialmente la indemnización a la víctima en virtud de una obligación legal o contractual) podrá ejercitar únicamente la
acción civil en el proceso penal, al haberse subrogado en
el derecho frente al sujeto activo del delito. Esta previsión también se encuentra recogida en la actual Ley de
Enjuiciamiento Criminal en materia de procedimiento
abreviado (art. 764.3), si bien es cierto que el Borrador
lleva a cabo una mejora técnica en la redacción y despeja cualquier duda en cuanto al ejercicio de la
acción civil dentro del proceso penal por parte
del cesionario.
Por último, debemos dejar constancia que
en relación con las asociaciones de víctimas y
las personas jurídicas legitimadas por la Ley para la defensa de ciertos derechos, el Borrador
les reconoce legitimación para ejercer la acción
penal y la acción civil como acusación particular o interponer la acción civil como actor civil
(art. 67).
V. Conclusiones
No cabe duda de que la tan ansiada y deseada reforma procesal en orden a dar cumplimiento a la Directiva
europea 2012/29/UE para el establecimiento de un verdadero estatuto de las víctimas, no ha cumplido fielmente las previsiones de la norma europea, ni tampoco ha
dado respuesta a algunas de las cuestiones prácticas que
se planteaban en muchos procedimientos con la intervención de la víctima en el mismo. En efecto, ese papel
relevante que debe jugar la víctima en el proceso penal,
más allá de su simple consideración como testigo, debe ir
acompañado de un adecuado estatuto integral, donde no
sólo se mencionen los derechos que le corresponden como tal, sino que se articulen los mecanismos adecuados
para hacer efectivos los mismos, mediante el ejercicio de
la acción penal o civil.
En el ámbito de la postulación procesal ninguna modificación se ha producido de los arts. 109 (ofrecimiento de acciones), 761 (procedimiento abreviado), 797.1.5
(juicios rápidos), 771 (información por la policía judicial)
y 776 (diligencias previas) que permitan una solución a la
personación en forma de las víctimas, sin producir dilaciones innecesaria en el curso del procedimiento.
Los principios de nuestro Derecho procesal penal nos
llevan a una primera conclusión evidente y no es otra que
| Número 1 | abril-junio 2013
la simple y llana formulación de denuncia no supone ni
el ejercicio de acción penal alguna ni el que la víctima se
constituya como parte en el proceso. Para la correcta personación en la causa por parte de una acusación, por más
que no sea preciso el ejercicio de la querella, es necesaria la
postulación procesal, es decir, la representación del procurador, y así se deduce, entre otros, de los arts. 121, 221 y 241
LECrim, estando exento de dicho nombramiento exclusivamente el imputado o acusado, que si no nombra al letrado
de su confianza tiene derecho a que el estado le provea de
uno de oficio, el cual, conforme al art. 768 de la misma Ley
tendrá también, como excepción, la habilitación legal para
la representación de su defendido, no siendo necesaria la
intervención de procurador hasta el trámite de apertura del
juicio oral (SAP Girona 12 de mayo de 2009).
En relación con las asociaciones de víctimas y las
personas jurídicas legitimadas por la Ley para la
defensa de ciertos derechos, el Borrador les reconoce
legitimación para ejercer la acción penal y la acción
civil como acusación particular o interponer la acción
civil como actor civil (art. 67)
En definitiva, resulta necesario concluir el presente
análisis científico instando la urgente modificación de los
arts. 65 a 67 del Borrador, para otorgar un estatuto integral desde el punto de vista de la postulación procesal
de las víctimas de violencia de género, que impidan que
la adecuada coordinación entre las diversas instituciones
(Colegios de Abogados y Procuradores, en relación con el
órgano judicial) puedan dejar a ésta indefensa ante resoluciones judiciales que no le resultan favorables, haciendo
efectiva la protección integral que le dispensa la nueva
Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de
protección integral contra la Violencia de Género y que
en este aspecto procesal no ha solucionado adecuadamente las deficiencias o lagunas que son predicables de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal en este sentido.
Por tanto, si bien la elaboración de una futura legislación procesal penal donde se recoja un estatuto específico de las víctimas merece un reproche positivo, no es
plausible que, pese a la experiencia actual de la práctica
forense, se desconozcan los problemas que genera la falta de personación de las víctimas de violencia de género
para el adecuado ejercicio de la acción penal, sin que el
Borrador del futuro Código Procesal Penal prevea una
solución concreta, más allá de principios generales en orden al momento de constituirse en acusación particular
y la forma de realizar la misma, obviando las carencias
actuales del sistema de justicia gratuita, tanto a nivel de
asistencia letrada, como de representación procesal.
59
Descargar