PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 1,40-41 O.J.D.: 141874 TARIFA: 45892 € E.G.M.: 677000 ÁREA: 1746 CM² - 154% SECCIÓN: CULTURA 20 Marzo, 2015 día d El de se pe Dalí y Picasso, cara a cara en una exposición CULTURA 40 Y 41 MARC ARIAS ihadistas amenazan más atentados en Túnez lámico erse e Libia FÉLIX FLORES TÚNEZ. ENVIADO ESPECIAL Frente al terrorismo global MICHEL WIEVIORKA œLos dos terroristas eran tunecinos y uno estaba bajo vigilancia VIVI E d d e a c o e e U tr di no ri op d’ L d d s i 40 LA VANGUARDIA 20 Marzo, 2015 PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 1,40-41 O.J.D.: 141874 TARIFA: 45892 € E.G.M.: 677000 ÁREA: 1746 CM² - 154% SECCIÓN: CULTURA Cultura VIERNES, 20 MARZO 2015 Exposición en el Museu Picasso de Barcelona JOSEP PLAYÀ MASET Barcelona S alvador Dalí y Pablo Picasso son los dos grandes genios pictó­ ricos del siglo XX es­ pañol –con permiso de Joan Miró–, pero hasta ahora no se había realizado ninguna exposición de ambos (ni ningún estudio comparado en profundidad). Picasso/Dalí. Dalí/ Picasso, que hoy se abre en el Museu Picasso de Barcelona, no es una doble retrospectiva sino una muestra que explora sus in­ fluencias mutuas y prioriza sus coincidencias temáticas. Una ex­ posición de tesis, ambos se admi­ raban pese a sus divergencias, con importantes obras, algunas muy poco vistas, aunque también con elocuentes ausencias. El museo de la calle Montcada de Barcelona expone hasta el 28 de junio un total de 78 obras, de las cuales 39 son pinturas, y el res­ to dibujos, collages, esculturas y grabados de los dos artistas, ade­ más de 33 documentos, incluidas cinco cartas de Dalí a Picasso. En conjunto hay préstamos de 25 instituciones diferentes. Antes se ha podido ver, con pequeñas variaciones, en The Dali Museum de San Petersburgo (Florida, Es­ tados Unidos, desde el 8 de no­ viembre pasado al 16 de febrero). Entre las piezas estrella y más no­ vedosas conviene citar, del lado daliniano, La profanación de la hostia (1929­30), Desnudo feme­ nino (1928), Bañistas (1928) y Aparato y mano, (1927), propie­ dad del museo de Florida, que se podrán contemplar en Europa por primera vez desde los años 30; y Venus y cupidos (1925), una miniatura preciosista (sólo mide 20,5 x 21,5 cm) que había perma­ necido oculta en colecciones pri­ vadas. De Picasso, lo más rele­ vante son Grupos de desnudos fe­ meninos (1921, procedente de la Staatsgalerie de Stuttgart), Natu­ raleza muerta con busto antiguo (1925, Centro Pompidou de Pa­ ris), Naturaleza muerta delante de una ventana (1919, Museo Berg­ gruen de Berlín), Mujer sentada (1927, Art Gallery, de Ontario), y la escultura Copa de absenta (1914, colección privada). Desta­ ca la ausencia de obras proceden­ tes del Museu Picasso de París, institución que solo ha cedido un grabado, la única pieza conocida en la que intervinieron los dos ar­ tistas. Al parecer, fue Paul Eluard quien llevó un grabado original de Picasso a Dalí para que lo ree­ laborase y quien lo devolvió con añadidos. Picasso lo retuvo en su colección pero nunca lo mostró hasta que apareció entre su lega­ do al museo parisino. De Dalí, a parte de otros vacíos, no ha veni­ do la Academia neocubista (1926), un óleo que pertenece al Museu de Montserrat por donación, que sí fue prestado a Saint Petersburg, y que nunca se ha podido ver en Barcelona, desde su primera ex­ hibición en la galería Dalmau en 1926. La idea de esta exposición par­ te de Hank Hine, director de The Dali Museum, quien empieza a DALÍ­PICASSO Influencias recíprocas El respeto mutuo superó siempre la distancia ideológica plantearla en el año 2003. No fue hasta la primavera del 2012 cuan­ do empezaron a trabajar en el proyecto los comisarios William Jeffet y Juan José Lahuerta (quien posteriormente se desvin­ culó al entrar a trabajar en el MNAC). La muestra ha sido orga­ nizada conjuntamente por el Mu­ seu Picasso de Barcelona (su di­ rector Bernardo Laniado­Rome­ ro habló ayer de un presupuesto de un millón de euros) y The Dali Museum, en colaboración con la Fundación Gala­Salvador Dalí de Figueres. Dalí era 23 años más joven que Picasso y desarrolló una admira­ ción hacia él mucho antes de co­ nocerlo. Una percepción que na­ ce de amistades comunes y de la presencia de Picasso en Barcelo­ na en exposiciones y publicacio­ nes. La muestra recoge algunos de esos trabajos primerizos de Pi­ casso en Barcelona e incluso en Cadaqués, donde estuvo en el ve­ rano de 1910 (allí pudo coincidir casualmente con el niño Dalí, de apenas seis años). También se ex­ pone un óleo del Dalí adolescen­ te, de los muchos que pintó en Ca­ daqués (donde su familia pasaba las vacaciones) y una fotografía de su estudio en el que se ve un cartel donde él mismo ha dibuja­ do las palabras “¡Viva Picaso!” (sic). El primer encuentro de Dalí con Picasso sucede en mayo de 1926. El joven catalán ha acudido en tren a París acompañado de su tía y su hermana. Gracias a un amigo de Federico García Lorca, logra visitar a Picasso en su taller. Dalí le muestra una de sus últimas creaciones, el óleo Noia de Figue­ res (ausente de la exposición, pe­ PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 1,40-41 VIERNES, 20 MARZO 2015 O.J.D.: 141874 TARIFA: 45892 € ÁREA: 1746 CM² - 20 Marzo, 2015 CULTURA El disparate del Macba. Censura677000 Bon dia. Ara estaríem obrint portes E.G.M.: cortesana consigue que todos de “La bèstia i el sobirà”. http:// veamos una obra que pasaría www.macba.cat/ca/sobre­expo­bes­ 154% SECCIÓN: CULTURA desapercibida. tia­sobira … #tuitsdecultura @_isaacrosa Isaac Rosa Escritor @MACBA_Barcelona MACBABarcelona Cuentaoficialdelmuseo Soy hijo y soy padre. Jam agradecer lo mucho que ser lo primero y lo much ahora aprendo con lo seg @ristomejide Risto Mejide Publicista La historia de un proyecto co (aunque en este caso y por razo­ nes lógicas la exposición sólo ha podido contar con dibujos prepa­ ratorios de ambas piezas). El distanciamiento entre los dos genios se inicia a partir de 1940 (de finales de 1938 son aún dos postales de Dalí a Picasso que demuestran una fuerte relación). Dalí huye de los nazis y se instala en Estados Unidos, mientras que Picasso se queda en el París ocu­ pado. En 1948 Dalí regresa a Es­ paña, en una operación muy ren­ tabilizada por el franquismo. Y la frase “Picasso es comunista, yo tampoco” se convierte casi en un eslogan del régimen. Picasso de­ cide que no volverá a España mientras viva el dictador y tam­ poco querrá ir nunca a Estados Descub los huevos COINCIDENCIAS Los grabados de la época surrealista, la guerra y Velázquez son temas comunes SEPARACIÓN A partir de 1940, la distancia ideológica creció y nunca más volvieron a verse Retratos afines. Retrato de Olga (P.) dialoga con Retrato de mi hermana (D.) MARC ARIAS se a que se halla en el museo de Fi­ gueres). Y Picasso durante dos horas le enseña sus producción más reciente, en la línea del “cu­ bismo poético”. La exposición pone cara a cara piezas como Na­ turaleza muerta con busto antiguo (Picasso) y Cabeza (Dalí) o Natu­ raleza muerta ante una ventana (Picasso) y Mesa ante el mar. Ho­ menaje a Erik Satie (Dalí) donde se puede ver hasta que punto el joven artista de Figueres reinter­ preta de inmediato a su maestro tras esta visita. Ambos artistas re­ cibirán el impacto del movimien­ to surrealista y aunque los dos to­ marán sus distancias es cuando su relación llega a ser más estrecha. El malagueño ilustra Les Méta­ morphoses de Ovidio y tres años más tarde el de Figueres Les Chants de Maldoror del conde de Lautréamont, los dos para la edi­ torial Skira. Dalí dice que Picasso le pagó el primer viaje a EE.UU. en 1934, aunque nunca se ha ha­ llado documento que lo acredite. La forma en la que inicialmente ambos abordan la guerra civil es­ pañola guarda también similitu­ des: Dalí con su Premonición de la guerra civil y Picasso con Gernika Unidos. Aun así, ambos volverán a retomar el diálogo artístico en­ torno a Velázquez y Las meninas. Amigos comunes como el torero Luis Miguel Dominguín y el pe­ riodista Antonio D. Olano inten­ tarán en vano una reconciliación o un encuentro que no parece que llegase a producirse. Dalí conti­ nuó enviándole postales a Picas­ so, que este nunca respondía, pe­ ro ante su círculo más próximo nunca dejó de expresar cierto res­ peto por la obra de su oponente. El catálogo sigue el esquema de la exposición con tres interesan­ tes análisis de Juan José Lahuerta (Las plantufas de Picasso y las pa­ ráfrasis de Dalí), Charlie F.B. Mi­ ller (Vectores del surrealismo) y William Jeffett (Picasso y Dalí. De la vanguardia a Velázquez). Sor­ prende sin embargo que no se in­ cluya una biografía comparada de los dos artistas para poder seguir mejor sus trayectorias o que no se mencionen estudios precedentes de Reynolds Morse (Picasso­Dali. Similarities and contrasts, 1973) o el debate que mantuvieron los críticos Rafael Santos Torroella y Félix Fanés a propósito de los desdoblamientos de cabezas y sus sombras, tanto en su origen picas­ siano como en la posterior inter­ pretación daliniana. En la última vitrina de la expo­ sición se muestra una portada de La Vanguardia con un artículo de Dalí titulado “¿Qué hay de nuevo? Velázquez” en el que reconoce que los dos cuadros más impor­ tantes son La rendición de Breda y el Gernika y concluye diciendo: “Que todos vayan a ver el Museo Picasso de Barcelona, si es que les queda alguna duda”.c TIENE UN VÍDEO SOBRE ESTA EXPOSICIÓN EN EL ENLACE http://bit.ly/1akcd27 LLUÍS PERMANYER Barcelona I mporta evocar los dos primeros encuentros Dalí/Picasso, al consti­ tuir el origen de una rela­ ción analizada en la exposición inaugurada en el museo de la calle Montcada pero que, en cambio, no viene minuciosa­ mente documentada en los tex­ tos del catálogo. Me baso en una larga entre­ vista que hice a Dalí y que pu­ bliqué a lo largo de cinco pági­ nas enteras de La Vanguardia en 1972, transcrita también en las dos ediciones de mi libro Dalí parlat (Caixa de Girona 2003 y Quaderns Crema 2004). Contiene información relevan­ te que ha sido ignorada. Dalí, acompañado por su tía y su hermana, rindió visita a Pi­ casso en la rue de la Boétie. Co­ rría 1926. García Lorca había conseguido que Manolo Sán­ chez Ortiz accediera a reco­ mendarle. Y Dalí me contó: “Llevaba un regalo para Pi­ casso; era una tela acerca la que Alexandre Plana había escrito los pertinentes elogios. Por cierto: no he vuelto a saber na­ da más de este cuadro. Lo voy a describir, por si alguien sabe de su paradero. (Hoy lo atesora el museo de Figueres) Medía un palmo cuadrado y se titulaba La noia de Figueres. Lo pinté según el estilo de la escuela holande­ sa. La noia aparecía con un ves­ tido de encaje y está sentada en el comedor; a través de la ven­ tana se veía las letras Ford en lo alto de una casa vecina. Eran calcadas de las que aparecían en la agencia Ford Figueres. Las pinté color azul. Este mento que ahora s calificado de pop de caba en aquel con netamente clásico mo es lógico, causó menal escándalo e Pues bien, cuando de Picasso yo lleva cuidadosamente e el brazo”. Dalí prepara el halaga, al confesar decidido visitarle antes que al Louvr usted muy bien” Picasso. Y Dalí me sigu “Llévese esta y añada lo qu le plazca”, ex Dalí que le ha indicado Pica “Le entregué el cua minó casi durante hora sin decir esta Luego, me condu me mostró las tela nía. Así durante do tampoco hizo el m tario. Esta fue mi trevista con Picass más tarde seguí re me con él, y puede soy el único pintor presente ha cola Picasso”. El segundo encu cambio, netamen