UNIVERSIDAD VERACRUZANA FACULTAD DE BIOLOGÍA ABANDONO DE TIERRAS Y EL DESARROLLO DE LA VEGETACIÓN SECUNDARIA EN DOS EJIDOS DE LA SIERRA DE SANTA MARTA, VER. TESIS TRABAJO DE EXPERIENCIA RECEPCIONAL QUE PRESENTA: ODALIS MORTEO MONTIEL DIRECTOR: M. en C. PAULO CÉSAR QUINTANA MORALES XALAPA, VER. 2011 El presente trabajo de investigación fue realizado con el apoyo económico de CONACYT mediante la beca no. 109344-01. Y forma parte del proyecto: “Influencia de variables socioeconómicas sobre el uso de suelo en áreas de vegetación primaria en la Sierra de Santa Marta, Veracruz, y su impacto en las poblaciones de primates y mamíferos medianos” que está a cargo del M. en C. Paulo César Quintana Morales del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana, con financiamiento de Fondos Mixtos del Gobierno del Estado-CONACYT (Clave 109344). AGRADECIMIENTOS A Dios, por darme la fortaleza y sabiduría para luchar por este sueño y concluir mis estudios de licenciatura. A mi madre Ofelia Montiel Grajales, por darme la vida, acompañarme en todo el camino de mi formación profesional, por escucharme, consolarme y apoyarme. A mi padre Mario Morteo Echavarría, por su apoyo incondicional para seguir con mis estudios, por sus sabios consejos. A mi hermana Swany Morteo Montiel, por compartir toda la carrera y ser mi compañera en las salidas de campo, por apoyarme en cada momento. A todos mis maestros de la licenciatura, por darme las herramientas necesarias para formarme profesionalmente. Al M. en C. Francisco García Orduña, por recibirme tan amablemente para trabajar en el Instituto de Neuroetología. A mi director de tesis el M. en C. Paulo C. Quintana Morales, por exhortarme a realizar este trabajo, por sus observaciones y comentarios que ayudaron a mejorar la tesis. A la comisión revisora: Dra. Ana I. Suárez Guerrero y M. en C. Tomás Carmona Valdovinos, por sus acertados comentarios que ayudaron a enriquecer este trabajo de investigación. Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca otorgada para la realización del presente estudio. A David Antonio Zúñiga, por acompañarme amablemente en la realización de algunas entrevistas preliminares. Así mismo agradezco a su familia, por la calurosa hospitalidad brindada. A Rubén Mateo Gutiérrez, por su valiosa ayuda en campo e identificación de especies. De la misma manera agradezco a su familia, por la hospitalidad y alimentación brindada. A todos los dueños de las parcelas de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza por permitirnos el acceso a sus terrenos y su participación en la realización de este estudio. A los guías de estos ejidos, por la ayuda brindada en el trabajo de campo durante los recorridos a las parcelas y por su cautela ante los peligros a los que estábamos expuestos. A la Sociedad de ecoturismo de la comunidad “El Marinero”, por proporcionarnos hospedaje y los ricos platillos que nos ofrecieron. Al Dr. José Luis Blanco Rosas, por la facilitación de la consulta de material generado en el PSSM. Al Ing. Silvestre Velasco Santiago (RAN), por la facilitación brindada para la consulta de planos ejidales. Al personal del Instituto de Neuroetología, especialmente a mis compañeros de trabajo del Parque de la Flora y Fauna, gracias por todo su apoyo. A todos mis amigos de la carrera de Biología, por compartir tan buenos momentos y por estar en las buenas y en las malas. Gracias por su valiosa amistad, sin ustedes no hubiera sido lo mismo. DEDICATORIAS A mi familia, a quienes les debo todo Mis padres: Ofelia Montiel Grajales y Mario Morteo Echavarría Por ser una motivación durante toda mi vida y enseñarme a ser una mejor persona Por todo el amor y cuidado que me han dado Por ser un ejemplo a seguir Mi hermana: Swany Morteo Montiel Con quien he compartido buenos momentos de mi vida Por tu comprensión y amistad ÍNDICE RESUMEN 1. INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………...... 1 2. ANTECEDENTES………..…….……………………….……………………………….. 2.1 Clasificación de la vegetación secundaria…..………..….…………………………..... 2.2 Estudios en acahuales…………………………………….……………….................... 2.3 Acahuales en la región de Los Tuxtlas………………….…………………………….. 2.4 Estudios sobre Ecología Humana y Talleres de Diagnóstico………….……………... 2.5 Manejo de acahuales………………………………………………………………….. 5 5 5 7 9 10 3. OBJETIVOS…………..………………………………………………….………………. 14 4. MÉTODO.…...………………………….…………………………....…………………... 4.1 Área de estudio……………….………………………………………………..……… 4.1.1 Ejido: Lic. Adolfo López Mateos……………………………….……………… 4.1.2 Ejido: Venustiano Carranza……………………………………………………. 4.2. Procedimiento………………………………………….…………………………….. A. Entrevistas estructuradas......................................................................................... B. Ubicación de acahuales en las parcelas de los ejidatarios y Caracterización de la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales.................................... 4.2.1 Análisis de la información.………………………….…………...……..…….... 15 15 15 16 19 19 5. RESULTADOS……………………………..…………………………...……………….. 5.1 Generalidades de cada ejido.………………….………………………………….…... A. Actividades productivas.…………………………………….……………..…...... B. Apoyos de gobierno……………………………………………………………… C. Conocimiento local de la flora y fauna……………………………………….….. 5.2 Vegetación secundaria (acahuales) de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza………….……............................................................................ A. Uso de Suelo en la muestra de parcelas………………..….………....………….. B. Uso previo del terreno…………………………………………………………… C. Razones de abandono de tierras…………………………………………………. D. Edad del acahual………………………………………………………………… E. Superficie de acahual……………………………………………………………. F. Conocimiento local de la flora y fauna en acahuales……………………………. G. Manejo actual de los acahuales………………………………………………….. H. Futuro del acahual……………………………………………………………….. 5.2.1 Síntesis de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza................... 5.3 Ubicación de acahuales y Caracterización de la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales................................................................................................. A. Riqueza…………………………………………………………………………… B. Índice de Valor de Importancia (IVI)…………………………………………….. C. Coeficientes de similitud (Jaccard y SØrensen)...................................................... 25 25 25 28 29 20 21 31 32 34 36 37 38 40 43 45 47 48 49 51 53 6. DISCUSIÓN………………………………………………………………….………...… 55 7. CONCLUSIONES……...…………………………………………………..…..………… 67 8. RECOMENDACIONES..................................................................................................... 70 9. LITERATURA CITADA…….......……..………………………..……………………… 72 10. ANEXOS…………….………...………………………………………………..……….. ANEXO 1...............…………………………………………………………………………... ANEXO 2...............………………………………………………………………................... ANEXO 3..........……………………………………………………………………………… ANEXO 4..................………………………………………………………….……………... ANEXO 5....................……………………………………………………………………….. ANEXO 6.................................................................................................................................. 79 79 81 84 87 90 93 ÍNDICE DE TABLAS Y FIGURAS Tablas Tabla 1. Tabla 2. Tabla 3. Tabla 4. Tabla 5. Tabla 6. Tabla 7. Tabla 8. Tabla 9. Tabla 10. Tabla 11. Tabla 12. Tabla 13. Tabla 14. Tabla 15. Tabla 16. Página Características generales de los ejidos de estudio……………………………….. Principales productos comercializados en el ejido Adolfo López Mateos............. Principales productos comercializados en el ejido Venustiano Carranza.............. Flora presente en la vegetación selvática de los ejidos.……………………........ Fauna presente en la vegetación selvática de los ejidos…………….…………… Edad de los acahuales (desde fecha de abandono) en ambos ejidos…………….. Etapa sucesional de los acahuales en ambos ejidos…...………………………… Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Adolfo López Mateos.................................................................................................................... Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Venustiano Carranza…………..…............................................................................................ Flora representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza………………….................................................................. Fauna representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza……..………….................................................................... Manejo de acahuales que realizan los ejidatarios en cada ejido….....…………… Cuadro comparativo entre las características de uso de suelo y de los acahuales de dos ejidos……………...……………………………………………………… Riqueza de Familias, Géneros y Especies correspondientes a los acahuales muestreados……………………………………………………………………… Riqueza de Familias, Géneros y Especies de cada uno de los acahuales muestreados………………………….………………….…………..………….... Comparación de los coeficientes de similitud de Jaccard y SØrensen en las diversas unidades de muestreo…………………………………..…...………….. 26 27 28 29 30 37 38 38 39 40 42 44 47 49 50 54 Figuras Figura 1. Figura 2. Figura 3. Figura 4. Figura 5. Figura 6. Figura 7. Figura 8. Figura 9. Figura 10. Figura 11. Figura 12. Figura 13. Figura 14. Figura 15. Figura 16. Figura 17. Figura 18. Figura 19. Página Área de estudio: dos comunidades de la Sierra de Santa Marta, Ver……….... Ejidos de estudio: Lic. Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza.............. Tipos de coberturas del suelo de la muestra de parcelas de Adolfo López Mateos…………................................................................................................ Tipos de coberturas del suelo de la muestra de parcelas de Venustiano Carranza...…..………........................................................................................ Uso previo del terreno en Adolfo López Mateos…………………………....... Uso previo del terreno en Venustiano Carranza................................................ Razón de abandono de la tierra en Adolfo López Mateos………………......... Razón de abandono de la tierra en Venustiano Carranza……...…..…............. Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Adolfo López Mateos……….................................................................................................... Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Venustiano Carranza…………............................................................................................. Plantaciones más comunes en acahuales de Adolfo López Mateos………...... Plantaciones más comunes en acahuales de Venustiano Carranza.................... Uso futuro del Acahual en Adolfo López Mateos…………..…...……............ Uso futuro del Acahual en Venustiano Carranza…………………………....... Localización de los acahuales de los ejidatarios entrevistados y las cuatro unidades de muestreo (dos etapas sucesionales por ejido)................................ Las primeras cinco especies del AJ-ALM con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...………… Las primeras cinco especies del AM-ALM con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...………… Las primeras cinco especies del AJ-VC con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...………… Las primeras cinco especies del AM-VC con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa…………..…...……………………...………… 17 18 33 34 35 35 36 37 39 40 44 45 46 46 48 51 52 52 53 RESUMEN En las regiones tropicales húmedas, algunas áreas originalmente cubiertas de selva pasaron de ser terrenos agrícolas o pecuarios a parcelas abandonadas o selvas secundarias (acahuales). En la región de Los Tuxtlas hay fragmentos de distintas etapas sucesionales y el manejo adecuado que los campesinos hacen de los mismos, está permitiendo la recuperación paulatina de la vegetación original al mismo tiempo que coadyuva a su estabilidad económica. Esto demuestra la importancia de la participación de los pobladores en la formación y mantenimiento de los acahuales; por tal motivo, el objetivo del presente estudio se centró en determinar la existencia de parcelas abandonadas, razones de abandono, manejo de acahuales y futuro de los mismos. Para ello, se realizaron entrevistas estructuradas a las autoridades ejidales de dos comunidades: Adolfo López Mateos (ALM) y Venustiano Carranza (VC). Posteriormente se hicieron entrevistas a una muestra de 20 ejidatarios (con alguna porción de acahual en su parcela). Asimismo, se hicieron recorridos a las parcelas de estos ejidatarios y se tomaron coordenadas de sus acahuales. Adicionalmente, se realizó un muestreo de la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales, acahual joven (AJ) y acahual maduro (AM) por ejido, de modo que se establecieron 4 unidades de muestreo (UM) en total (AJ-ALM, AM-ALM, AJ-VC y AM-VC). Dentro de cada um se localizaron 6 transectos de 30 X 2m, donde todos los individuos con dap ≥3 cm fueron registrados. En la muestra analizada la selva es la principal cobertura en ALM, mientras que en VC son el pastizal y el acahual. La proporción de acahual en ALM ocupa el segundo lugar. De acuerdo a los apoyos que reciben los ejidatarios por las actividades que realizan, es el PSAH (en ALM) del que más obtienen recurso económico; y en VC es del PROGAN. Del total de ejidatarios, en ALM alrededor del 85% poseen acahual, mientras que en VC aproximadamente el 72%. Los acahuales se encuentran principalmente junto a selvas, de manera que se forma un continuo de vegetación. El uso previo de los terrenos en ambos ejidos generalmente fue agrícola; sin embargo la pérdida gradual de la fertilidad de la tierra y la no rentabilidad de los cultivos indujeron el abandono. El 62.5% de los acahuales de la muestra son jóvenes (≤10 años). Algunas de las especies de flora y fauna de los acahuales mencionadas por los ejidatarios se encuentran en alguna categoría de riesgo. El manejo de los acahuales se basa en el enriquecimiento con especies forestales maderables y especies forestales no maderables, mediante la venta de estas plantaciones obtienen un ingreso económico. En ALM, principalmente, se planea manejar el acahual con plantaciones de palmas, por el contrario, en VC se considera no trabajar el acahual. En total se encontraron 68 especies pertenecientes a 36 familias. Las familias más representativas fueron Fabaceae (5) y Tiliaceae (4). El número total de especies registradas fue 45 en ALM y 46 en VC. De éstas corresponden a acahual joven el 35.56% y 41.30%, y a acahual maduro el 64.44% y 58.70% para ALM y VC respectivamente. Las especies de mayor importancia ecológica fueron: Myriocarpa longipes (21.7%) para el AJ-ALM, Ficus yoponensis (14.4%) en el AM-ALM, Psidium guajava (12.4%) en el AJ-VC y Terminalia amazonia (19.9%) en el AMVC. De acuerdo a los índices de Jaccard y SØrensen, las UM presentaron bajos valores de similitud, por lo que son comunidades diferentes; sólo son más las especies compartidas entre los acahuales del mismo ejido que los acahuales de la misma etapa. Es preciso el manejo adecuado de los acahuales, mediante el enriquecimiento, ya que representa una alternativa económica para los pobladores, además de que se procura el mantenimiento de esta vegetación secundaria que está funcionando como reservorio de especies nativas y especies en alguna categoría de riesgo. Finalmente, tomando en cuenta los resultados obtenidos, se proponen recomendaciones sobre el manejo de acahuales para que el enriquecimiento sea el más conveniente. 1. INTRODUCCIÓN El paisaje actual de la Sierra de Los Tuxtlas es muy heterogéneo en el grado de conservación de sus bosques, esto se debe a la intensa deforestación por la que ha pasado, teniendo una tasa anual de deforestación de 4.3% entre 1976 y 1986 en la porción norteña de la sierra (Dirzo y García, 1992). En esta región podemos encontrar variedad de tamaños en los fragmentos con una conectividad (distancia) diferente entre cada uno. Los fragmentos se localizan entre áreas con distinto uso de suelo y remanentes de vegetación de tamaños desiguales. Esta situación de la región es un espacio ideal para comprender los efectos biológicos de la fragmentación antropogénica y la dinámica ecológica de los paisajes fragmentados (Guevara et al., 2000). Como parte de la dinámica del ecosistema se encuentra la sucesión ecológica, la cual se entiende como una serie de fases del ecosistema donde se regenera la vegetación, pudiendo ser en un ambiente desprovisto de vegetación o después de haber sufrido una alteración. A esta última se le conoce como sucesión secundaria (Granados y López, 2000). En la sucesión, el ecosistema responde a las alteraciones y regenera la vegetación, y a esta capacidad de regenerarse después de una perturbación se le conoce como resiliencia (Pérez-Salicrup, 2005), la misma estará condicionada por la disponibilidad de propágulos y de dispersores. Precisamente los dispersores, tanto medianos como grandes, desempeñan un papel relevante en la estructura y diversidad del sotobosque; sin embargo, la situación que se presenta en Los Tuxtlas es preocupante. De acuerdo a un estudio realizado por Dirzo y Miranda (1990), estamos frente a una defaunación general (depredadores superiores además de los herbívoros han desaparecido o su abundancia es demasiado baja). Esta situación es provocada evidentemente por el impacto humano (caza, deforestación, fragmentación) y si se sigue manifestando el potencial de regeneración de la vegetación sería afectado (Dirzo et al., 2007). La sucesión ecológica lleva a la recuperación de las selvas, y este proceso se realiza mediante reemplazos de diversos tipos de vegetación (con distintas especies), los cuales constituyen las llamadas etapas sucesionales (Del Amo, 1999). En etapas tempranas de ese proceso surgen las especies que empiezan a colonizar el área alterada (pioneras), posteriormente 1 son sustituidas por otras (vegetación original), por lo que se dice que el área recuperada sufre cambios en la composición de especies en el tiempo ecológico (Granados y López, 2000). Sin embargo no todas las especies pioneras son reemplazadas, incluso, estas pueden permanecer en etapas más avanzadas de la sucesión. Se puede afirmar que la sucesión es un proceso de auto organización o maduración gradual y continua en el cual el ecosistema llega a una fase final o madura, a la que se le conoce como “clímax” (Clements, 1916); en esta etapa puede decirse que el ecosistema se encuentra estable. Esta regeneración de la vegetación no solo ocurre de manera natural en las selvas, puesto que las áreas de vegetación que han sido manejadas por el hombre (actividades productivas) también forman parte de la sucesión secundaria, éstas comprenden los terrenos abandonados, los cuales ocupan un gran porcentaje de las áreas con vegetación en el mundo. Con el descanso del terreno, el suelo tiene la capacidad de recuperarse después de un periodo largo de tiempo, de ésta manera permite el crecimiento o regeneración de vegetación secundaria o acahual (Paré et al., 1997). Claro que el abandono estará condicionado por la percepción o necesidades de cada persona. El campo abandonado, será reemplazado por varias comunidades que, con el paso del tiempo, se volverán cada vez más complejas, pues existirán más interrelaciones entre sus miembros, además de haber más individuos por unidad de área. Los cambios sucesionales que se pueden producir en este tipo de terrenos están dados por dos factores principales, tal como lo manifiestan Granados y López (2000). Estos factores son: el historial del uso de vegetación y la manera en que la vegetación original es eliminada, ya sea dejando tocones cuyas raíces se vuelvan a desarrollar en el periodo de descanso o, a través de la eliminación total de los individuos. Así mismo, los autores mencionan que el proceso de sucesión dependerá en gran medida de la composición vegetal original, es decir, de la proporción de especies existentes en el momento del abandono (las que hayan resistido a la perturbación o establecido en el sitio en el periodo de cultivo), además de otros factores como la proximidad a zonas conservadas, entre otros. 2 La capacidad de regeneración del ecosistema es de importancia y la manera en que se puede mantener la productividad de los suelos es permitiendo la regeneración ecológica del área que ha sido utilizada para la agricultura. Debido a la intensidad de uso del terreno en relación a las actividades productivas practicadas, el ciclo de nutrientes del suelo se puede ver afectado; de manera que si el uso de los terrenos fue intensivo, habrá un deterioro en las condiciones del suelo (Plana, 2000). Esta infertilidad de la tierra ha llevado al abandono de los terrenos por parte de los campesinos debido a que no es posible volver a la agricultura; una vez que se da el abandono, el campesino selecciona otro sitio (De las Salas, 2002). Desgraciadamente mientras la fertilidad sea menor, existe más probabilidad de que la degradación sea permanente. Con este mismo fundamento concuerda Toledo (1976), además agrega que existe una gran probabilidad de que la regeneración ecológica desaparezca. En la Sierra de Santa Marta la calidad de los acahuales, debido al escaso tiempo de regeneración, ha ido en declive y en éstos ahora dominan principalmente zacates, en lugar de especies arbóreas (Paré y Velázquez, 1997). En la región de los Tuxtlas, la regeneración puede reducirse o incluso los remanentes que aun existen no se podrán mantener a largo plazo (Guevara y Laborde, 1998). Por tanto, es de interés la sucesión ecológica, además de que los espacios recuperados influyen en la configuración del paisaje permitiendo la continuidad de la selva y, por ende, proveen de hábitats necesarios para las diversas especies de fauna y de puntos de conexión para su desplazamiento (Guevara et al., 2004). Debido a la situación actual que se presenta en dicha zona (sobreexplotación de recursos vs recuperación de ecosistemas perturbados) y con el interés de establecer conexiones entre el abandono de tierras y el desarrollo de la vegetación secundaria, es necesario avanzar en la generación de información sobre el patrón espacial, de tal manera que se reconozcan las áreas donde se encuentra la vegetación secundaria dentro de los ejidos. Por tal razón resulta importante conocer si ¿Existe algún patrón que nos indique en donde se localizan los acahuales de un ejido? También es necesario conocer la participación de los ejidatarios, pues ellos han sido factores determinantes para que la recuperación se haya dado justo en esos terrenos, por lo que es relevante saber ¿Cuál era el uso que le daban a sus tierras? y ¿Cuáles fueron las razones que llevaron a los ejidatarios a dejar en descanso esas tierras?. 3 Con trabajos como este se espera conocer si los ejidatarios están llevando a cabo un manejo en los acahuales y en su caso determinar ¿Qué tipo de manejo se hace en ellos?. Por otro lado, dado que se carecen de datos que indiquen si el uso de suelo cambiará con base en la decisión de los ejidatarios, es necesario cuestionar ¿Qué ocurrirá con los acahuales en un futuro?. Es primordial resaltar que se seleccionó el acahual como unidad de estudio pues desempeña un papel relevante dentro del paisaje, ya que funciona como elemento conector que reduce la distancia-esfuerzo que los animales (principalmente aves y murciélagos) necesitan para cruzar las zonas abiertas (Guevara et al., 2005). A su vez, estos animales cumplen un rol de gran importancia al servir como polinizadores y dispersores de semillas, lo que desencadena el mecanismo de regeneración de la selva. Además hay diversas funciones o beneficios que proporcionan los acahuales como: recarga de acuíferos, receptáculo de agua, retención de suelos, captura de CO2, corredor biológico, reservorio de semillas, madera, leña, carne de monte, plantas comestibles, plantas con propiedades medicinales (García et al., 2002). La importancia de este estudio radica en primer lugar, en evaluar información descriptiva (localización geográfica, superficie, edad, manejo) de una muestra de acahuales de dos ejidos y cuyos dueños son veinte ejidatarios. En segundo lugar, se analiza la dinámica social y económica alrededor del abandono de áreas agropecuarias de parte de los seres humanos. Y en tercer lugar, se estudia la vegetación arbórea y arbustiva de cuatro acahuales (dos por ejido, un joven y un maduro). También se pretende contribuir al análisis de Ecología del Paisaje para la región de Los Tuxtlas, además de servir como base para investigaciones posteriores en el área de Ecología Humana. 4 2. ANTECEDENTES 2.1 Clasificación de la vegetación secundaria De acuerdo a Guevara et al. (2000), el establecimiento de la vegetación secundaria, se puede diferenciar en dos etapas: la primera caracterizada por el acahual joven o “monte bajo”, en el que las especies secundarias alcanzan una altura menor a cinco metros y la segunda, correspondiente al acahual viejo o “monte alto”, en el cual el dosel arbóreo cerrado alcanza una altura mayor a diez metros. Asimismo, los podemos diferenciar de acuerdo al tiempo de abandono (Castillo-Campos y Laborde, 2004) de esta manera distinguimos: el acahual joven, con edad menor o igual a 5 años y el acahual viejo, con edad mayor a 5 años. También Del Amo (1999) toma como base la edad del acahual y de esta manera se clasifican en: terreno recién abandonado (1 a 3 años), etapa sucesional temprana (5 a 15 años) y en etapa sucesional tardía (20 a 50 años). Se calcula que para que la vegetación secundaria alcance una estructura semejante a la de la selva madura tienen que transcurrir alrededor de 70 años, esto pasa en terrenos abandonados con distintos usos agropecuarios (Purata, 1986). Del Amo (1999) manifiesta que para que la vegetación se transforme en selva deberán transcurrir más de 100 años. En estudios realizados en diferentes selvas de México, se calculó que para que el dosel se cierre deberán transcurrir entre 80 a 140 años (Estrada y Coates-Estrada, 2005). 2.2 Estudios en acahuales López-Cano y Castillo-Campos (2009) mencionan que la edad de abandono es clave, de manera que existen diferencias entre acahuales jóvenes y viejos. De la misma forma, GómezPompa y Castillo-Campos (2010) hacen referencia a que la edad de descanso es un factor determinante en la estructura y composición florística de los acahuales. En su estudio llevado a cabo en tres comunidades de Los Tuxtlas (Adolfo López Mateos, San Fernando y Venustiano Carranza) manifiestan que los acahuales mayores de 5 años de edad 5 presentaron una alta riqueza, justo después de las selvas. La riqueza promedio representó 31 especies por cada 100 m2 y comparando la riqueza entre los ejidos estudiados, Adolfo López Mateos tuvo el valor más alto de riqueza, después San Fernando y por último Venustiano Carranza. Finalmente fundamentan que la cercanía de los acahuales a las áreas de vegetación primaria, además de factores ambientales, permiten la incidencia de semillas de la vegetación original (López-Cano y Castillo-Campos, 2009). Por otra parte, en la Reserva Forestal Monte Alto, Hojancha, Guanacaste, Costa Rica, se encontró un patrón que indica que la diversidad de especies irá en aumento a medida que avanza la sucesión (Fonseca y Vásquez, 1999). Ello implica que aquellas áreas en etapas sucesionales más jóvenes son más homogéneas, a diferencia de sus contrapartes maduras, que son más heterogéneas. Si comparamos el impacto que las actividades productivas causan en el establecimiento de la vegetación secundaria en terrenos abandonados, existe una diferencia entre la agricultura y la ganadería, pues cada una afecta de manera distinta la fertilidad del suelo, la cual está relacionada con el desarrollo de la vegetación (Méndez-Bahena, 1999). Schmook (2005) encontró que, existen diferencias en la vegetación de las tierras con uso previo agrícola y las de uso previo ganadero, esto lo observó en tierras con un periodo de abandono de 2 años. Las dedicadas a la agricultura presentaron mayor abundancia y área basal de arbustos y árboles secundarios que las dedicadas a la ganadería. Sin embargo, la riqueza en pastizales abandonados (47 especies) fue superior que la encontrada en las milpas (36 especies). Además, aún siendo del mismo tipo de uso, por ejemplo agrícola, índices de diversidad muestran que la composición y abundancia de la vegetación nueva será distinta, estará determinada por la edad del acahual y por la medida en la que se trabajó la tierra, así los acahuales que fueron más trabajados serán menos diversos. 6 2.3 Acahuales en la región de Los Tuxtlas De acuerdo a Guevara et al. (1997) en la región de Los Tuxtlas se pueden clasificar en cinco categorías los diversos elementos arbóreos que se están presentes, así tenemos: fragmentos de selvas, acahuales, corredores de vegetación ribereña, cercas vivas y árboles aislados. Los acahuales se encuentran abandonados o en periodo de descanso (con diferentes etapas sucesionales). Así mismo, los acahuales pertenecen al tipo de vegetación de zonas perturbadas, el cual también está conformado por la vegetación ruderal y los pastizales (Ibarra-Manríquez, 1997a). En la zona de Los Tuxtlas se puede señalar el grado de fragmentación de las comunidades vegetales, ya que se pueden encontrar tres tipos de acahuales, principalmente acahuales de selva, seguidos por los de bosque mesófilo y el encinar (Castillo-Campos y Laborde, 2004). Para el año 2000, los acahuales derivados de selva ocuparon una extensión de 17,071 ha, esta superficie se encontraba distribuida en 483 fragmentos (Castillo-Campos y Laborde, 2004). En los tres tipos de acahuales (de selva, de bosque mesófilo de montaña y de pino y encino) pueden existir 249 especies y entre ellos mismos hay especies compartidas pero también la vegetación puede ser diferente de acuerdo a la etapa del acahual (joven o viejo). Los mismos autores hacen referencia a las especies que pueden encontrarse en cada uno de los acahuales: ~ Para el monte bajo, las especies más representativas son: Myriocarpa longipes Liebm., Urera caracasana (Jacq.) Gaudich. ex Griseb., Cecropia obtusifolia Bertol., Lonchocarpus guatemalensis Benth., Eupatorium galeotti B.L. Rob., diversas especies de Solanum L. y Piper L. Además, aparecen especies pioneras como Acalypha diversifolia Jacq., Carica papaya L., diferentes especies de Heliconia L. y demás especies ruderales como: Acacia cornígera (L.) Willd., Conostegia xalapensis (Bonpl.) D. Don ex DC., Cordia spinescens L., Pavonia schiedeana Steud., Solanum rudepanum Dunal. También hay herbáceas como Olyra latifolia L., Costus dirzoi García-Mend. & G. Ibarra Manriquez, Siparuna andina (Tul.) A. DC., Phytolacca rivinoides Kunth & C.D. Bouché, Thelypteris meniscioides (Liebm.) C.F. Reed, Melampodium 7 divaricatum (Rich.) DC., Bidens pilosa L., Lippia microcephala Cham. y diversas especies de pastos y ciperáceas. ~ Ya en el monte alto se encuentran especies arbóreas como: Trema micrantha (L.) Blume, Rheedia edulis (Seem.) Planch. & Triana, Manilkara sapota (L.) Van Royen, la especie Didymopanax Decne. & Planch., Ochroma pyramidale (Cav. ex Lam.) Urb., Robinsonella mirandae Gómez Pompa, Pseudolmedia oxyphyllaria Donn. Sm., Ficus yoponensis Desv., Calophyllum brasiliense Cambess., Trophis mexicana (Liebm.) Bureau y Ocotea dendrodaphne Mez. En el sotobosque hay palmas de Astrocaryum mexicanum Liebm. ex Mart., Bactris mexicana Mart. y distintas especies de Chamaedorea, y especies leñosas como Psychotria veracruzensis Lorence & Dwyer, Cephaelis tomentosa (Aubl.) Vahl y Eugenia capulí (Schltdl. & Cham.) Hook. & Arn. En un estudio (Dirzo et al., 2009) se analizó la riqueza de especies en cada uno de los elementos que conforman el paisaje de la región de Los Tuxtlas, tomando como muestra parcelas de 0.1 ha y se encontró que la riqueza de especies en acahuales viejos (con 50 años de abandono) corresponde aproximadamente al 85% de la riqueza de la selva continua (áreas de reserva), sin embargo se mantiene que la composición de especies entre cada tipo es distinta. Así mismo se menciona que tanto la vegetación de galería como los acahuales son de vital importancia pues constituyen elementos de conservación en el paisaje. En la Sierra de Los Tuxtlas, la vegetación original remanente (incluyendo los diversos tipos de vegetación) ocupa el 17.2%; los acahuales y cultivos con una estructura semejante a la de la vegetación original representan el 8.7% y, por otro lado, la mayor proporción (74%) es caracterizada por potreros o asentamientos urbanos (Castillo-Campos y Laborde, 2004). Debido a esta situación en donde la vegetación original no ocupa la mayor proporción en la región, es evidente la necesidad de conocer si hay posibilidades de recuperación del ecosistema mediante el abandono de las tierras agropecuarias. 8 2.4 Estudios sobre Ecología Humana y Talleres de Diagnóstico En el ejido Mario Souza se llevó a cabo un trabajo sobre la dinámica de la relación entre la selva tropical y el ejido mediante un modelo formado por 4 sistemas: el medio ambiente natural, el medio ambiente transformado, el medio ambiente artificial y el ejido (Toledo, 1976). Se determinó el conocimiento que tienen los ejidatarios sobre su ecosistema; para ello se aplicaron entrevistas a 70 ejidatarios, mediante catálogos con fotografías que incluían las especies de la selva: 32 especies de plantas, 38 especies de mariposas, 30 especies de aves y 32 especies de mamíferos (sin incluir quirópteros). Algunos de los datos obtenidos fueron nombre común de la especie, usos, perjuicios, alimentación, predadores, comportamiento y abundancia. Sus resultados demostraban que un muy alto porcentaje (superior al 90% en la mayoría de los casos) de especies eran conocidas, además tuvieron un amplio conocimiento sobre las relaciones entre las especies. Discute la importancia de variables: cantidad de recurso, productividad agrícola, el crecimiento demográfico, el nivel tecnológico y la capacidad de regeneración del ecosistema. Llega a la conclusión de que, a pesar del gran conocimiento de su ambiente por parte de los ejidatarios, debido a las relaciones económicas que hay en el ejido, se ven obligados a destruir los mecanismos de regeneración del ecosistema. Por lo cual es lógico pensar o decir que la aparición del acahual y el desarrollo de la sucesión ecológica, dependen en gran medida de las decisiones de las poblaciones humanas. En el 2003 se llevaron a cabo talleres de diagnóstico rural participativo como parte del proyecto de Conservación y Manejo de la biodiversidad bajo del suelo (CM-BDBS) dirigidos por investigadores del INECOL; entre ellos participaron Isabelle Barois, Dan Bennak, José A. García, Arturo Pizano, Martín de los Santos, Georgina Vidriales, Leticia Coria, Luz Ma. Camarena y Daniel Palacios; así mismo contaron con el apoyo de la RED (Red de estudios para el desarrollo rural, A.C.) (Barois, 2003a, 2003b). Estos talleres se llevaron a cabo en tres ejidos: Adolfo López Mateos, Catemaco; Venustiano Carranza, Tatahuicapan de Juárez y en San Fernando, Soteapan. Entre los propósitos de éstos talleres se encontraron, determinar los tipos de suelo en las comunidades, así como conocer la historia de manejo de los sistemas productivos de cada ejido. 9 Entre los productos de estos talleres, se elaboraron mapas temáticos por ejido (sobre el relieve, uso de suelo, tipos de suelo, caminos y ríos), también se describió el perfil de los productores, además se plasmaron calendarios (estacionales, festividades y actividades productivas-cultivo) y describieron itinerarios técnicos de los sistemas de producción, relacionados a las actividades que se realizan para la producción de algún cultivo. Primero se llevó a cabo el taller en Adolfo López Mateos, posteriormente se realizaron los demás talleres, para lo cual se contó con la participación de algunos ejidatarios de López Mateos. Esto permitió que existiera un intercambio de conocimiento entre campesinos de diferentes comunidades. 2.5 Manejo de acahuales Los acahuales son muy productivos y pueden ser manejados de manera integral, es decir, completa. Además, en el 50% de los acahuales de entre 15 y 20 años de edad hay especies de rápido crecimiento y aprovechamiento maderable, entre ellas se encuentran la madera balsa, el jonote, solerillo, caoba y ceiba. La utilización de los acahuales es conveniente debido a las características que presentan, entre ellas destacan: son tierras de 2ª y 3ª clase y no compiten con sistemas productivos (agricultura, ganadería y plantaciones), están produciendo gran cantidad de materia orgánica, los productos que se obtienen son variados y la mayor parte con mercado regional, las maderas que existen se pueden utilizar para diversos fines; además de que su manejo es más fácil que el de las selvas naturales, pues la diversidad de especies es menor (Del Amo, 1999). De acuerdo a Del Amo (1999) “El manejo en acahuales significa dirigir y acelerar el proceso de sucesión hacia etapas más productivas que contengan un mayor número de plantas útiles. Esto puede hacerse mediante la selección, el aclareo y el enriquecimiento”. La clave del manejo reside en la etapa sucesional del acahual, pues dependiendo de ella, se sabrá que plantas se podrán sembrar. “De tal manera que en los primeros años del acahual se deben introducir herbáceas anuales, hortalizas y leguminosas; conforme pasan los años, los cultivos se reemplazan por arbustos y éstos a su vez por cultivos perennes hasta llegar a los árboles. Ya cuando el 10 acahual se cierra, se podrán introducir plantaciones de sombra”. Cabe destacar que la misma autora propone que antes de empezar con el enriquecimiento, se deben crear parcelas demostrativas para poder seleccionar las especies mejor adaptadas. De acuerdo al glosario de suelos de la Dirección General de Estadística e Información Ambiental (DGEIA) de la SEMARNAT, se define al enriquecimiento de acahuales como "El establecimiento de especies forestales maderables y no maderables de importancia económica en los acahuales. El enriquecimiento del acahual minimiza el riesgo de su desmonte, garantiza la protección del suelo, además de ofrecer una fuente complementaria de ingresos. Las especies maderables utilizadas son el cedro rojo, la caoba y la primavera; y las no maderables son la palma camedor, la vainilla y la palma pita. Todas las plantaciones se establecen siguiendo un arreglo que permita el desarrollo de las demás especies del acahual". Asimismo, de acuerdo a lo reportado por Morales et al. (2006), las especies maderables usadas en acahuales pueden ser: cedro rojo, ceiba, cópite o trompillo, hormiguillo, melina, teca, palo de rosa y caoba. En caso de que se pretenda producir leña, se recomienda usar: uña de gato, guaje, tepehuaje, jobo y almendro. El beneficio del manejo de acahuales deriva en que se pueden aprovechar los diferentes usos de gran cantidad de plantas cultivadas y silvestres. Los usos pueden ser: maderable, postes, leña, forraje, medicinal, frutal, chicle, horcones, fabricación de mecapales y como condimento (Del Amo, 1999). El papel de los acahuales es reconocido debido a su utilidad, se puede mencionar que incluso la vegetación secundaria aporta el doble de los productos obtenidos de las selvas (Toledo et al., 1995). Además, el número de especies útiles dependen de la etapa sucesional en la que se encuentra el acahual, ya que existe un aumento de éstas especies conforme progresa la sucesión (Levy-Tacher, 2002). Algunos árboles maderables para construcción, considerados como buenas maderas por pobladores del municipio de Tatahuicapan de Juárez y que se encuentran en los acahuales son: capulín, cocuite, encinos (amarillo, blanco y negro), escobilla, mango, palo mulato y solerillo. También hay especies comestibles que se pueden extraer de los acahuales como: acotope, 11 axiquillo, café, coyole, chipile, granada, hoja blanca, jobo, quelite y uvillas. Todos estos resultados se obtuvieron a partir de entrevistas a los pobladores de aquel municipio (LazosChavero y Paré, 2000). De acuerdo a lo reportado por Paré (1997), en la región de Los Tuxtlas se ha trabajado con proyectos encaminados al manejo de los acahuales con plantas nativas como la vainilla (Vanilla planifolia), el mamey (Pouteria sapota) y la pimienta gorda (Pimenta dioica), todos ellos apoyados por el Proyecto Sierra de Santa Marta (PSSM). Una opción para aprovechar los acahuales puede ser el cultivo de la vainilla pues tiene alto valor comercial, además de ser un ingreso extra para los campesinos. En estos sistemas se han introducido leguminosas como cocuite (Gliricidia sepium) y pichoco (Erythrina sp.), esto para que funcionen como soporte de los tallos trepadores de la orquídea; también se han introducido especies maderables. El PSSM realizó en los años 90 un papel importante al apoyar con capacitaciones, compra de insumos y tierra y organización del trabajo. En un principio el cultivo de la vainilla se inició de manera colectiva, posteriormente fueron creciendo el número de grupos y las comunidades; además se ampliaron las hectáreas destinadas al cultivo de la vainilla lo que garantizó una mayor producción y compradores interesados. La introducción del cultivo de la vainilla en los acahuales fue muy importante pues proporcionó una valorización a éstos y también se empezó a prohibir el paso a estos espacios que antes se ocupaban para la recolección de leña. Además del cultivo de la vainilla, se pueden aprovechar las plantas silvestres que crecen en los acahuales como lo menciona Paré (1997). Este programa consistió en la recolección de plantas silvestres de acahuales y zonas arboladas, de esta manera se permitió la conservación de ambas áreas y a la vez mejorar las condiciones económicas de dos comunidades: Miguel Hidalgo y Zapoapan de Cabañas. Una de las plantas silvestres es la hoja santa o acuyo (Piper auritum) y la otra es cultivada, la pimienta gorda. La parte que se aprovechó de ambas plantas fue la hoja y la industrialización se basó en el secado de las hojas para disminuir su peso. Estas dos plantas, junto con otras ocho, fueron los ingredientes de un té, el cual fue exportado a los Estados Unidos. 12 En 1994 el ingreso por día fue de 50 nuevos pesos, que en aquel entonces equivalían a 3 días de trabajo a precios regionales. Otra opción para el aprovechamiento de acahuales es el cultivo y manejo de palmas del género Chamaedorea. Esta palma tiene varios usos, puede ser utilizada como follaje, plantas vivas de ornato, artesanías, horticultura y alimento (Ramírez, 1997). Estas plantaciones se han establecido en acahuales de diferentes edades en varios ejidos de la Sierra de Santa Marta; por ejemplo en acahuales jóvenes y maduros del ejido Santa Marta del municipio de Soteapan, donde las palmas se cultivaron en su mayoría en acahuales de entre 8 y 15 años de edad. Además dentro del mismo municipio, en el ejido San Fernando las plantaciones estuvieron en acahuales jóvenes o en maduros como en el ejido Plan Agrario perteneciente al municipio de Mecayapan (Ramírez, 2005). También en la región de Pajapan, Veracruz se ha hecho un manejo de los acahuales con el cultivo de palma camedor (Aguilar, 2005), con la cosecha se obtienen ganancias anuales de aproximadamente $25,600; se producen alrededor de 1,600 gruesas por hectárea cada año, y llegan a valer entre $16.00 y $17.00. Se comercializa con la empresa Flor de Catemaco S. de R.L. de C.V., la cual se encarga de la exportación, siendo prácticamente el único medio que realiza esto. Por lo tanto el cultivo y la extracción de la palma camedor, puede constituir una alternativa económica para los campesinos de la zona y la vez se estaría conservando la biodiversidad y evitando la deforestación (Ramírez, 1997), ya que para su crecimiento apropiado requieren de la sombra de acahuales y selvas. Incluso se ha reportado que las plantaciones de Chamaedorea hooperiana, se desarrollan mejor en acahuales, obteniéndose mayor producción de hojas que en las selvas (Ramírez, 2005). Complementariamente, en un sistema agroforestal, la palma se puede combinar con varios cultivos como café, cítricos, hule, macadamia, maderables, vainilla, entre otras especies (Rodríguez, 1994). De acuerdo a un estudio realizado en comunidades de la Sierra de Santa Marta (López-Cano y Castillo-Campos, 2009) se observó que la mayoría de los acahuales fueron manejados por los ejidatarios, donde introdujeron cultivos como café, cedro, caoba, pimienta, cítricos, guayaba, y palma camedor. 13 3. OBJETIVOS GENERAL: Evaluar la importancia económica y ecológica de la vegetación secundaria, derivada del abandono de tierras, para dos comunidades con actividades productivas diferentes: Adolfo López Mateos, actividades sustentables y Venustiano Carranza, ganaderas. ESPECÍFICOS: Definir las coberturas de uso de suelo presentes en las parcelas, mediante el análisis de las actividades productivas llevadas a cabo en cada ejido. Determinar la proporción de ejidatarios que cuentan con alguna porción de vegetación secundaria. Señalar el patrón espacial de la vegetación secundaria. Identificar el uso de los terrenos antes del establecimiento de la vegetación secundaria. Reconocer las principales causas del abandono de tierras por parte de los ejidatarios. Reportar el conocimiento de los ejidatarios con relación a las especies de flora y fauna presentes en los acahuales de sus parcelas. Conocer el manejo de los acahuales (presente y futuro posible). Describir la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales (acahual joven y maduro) en cada ejido. 14 4. MÉTODO 4.1 Área de Estudio El presente trabajo de investigación se llevó a cabo en dos comunidades localizadas alrededor de la Sierra de Santa Marta (SSM), en la región de Los Tuxtlas, específicamente en el área de amortiguamiento de dicha zona. La selección de esta área se hizo precisamente por el acelerado impacto de las actividades humanas cerca de la zona núcleo. El estudio se realizó en los municipios de Catemaco y Tatahuicapan de Juárez (Figura 1). Se seleccionaron diferentes municipios por las características que presenta cada uno, principalmente por las desigualdades socioeconómicas, además de que constituyen un mosaico cultural entre mestizos y popolucas. Dichos municipios y sus comunidades se ubican alrededor de la zona núcleo de la Sierra de Santa Marta de la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas (RBLT), la sierra localizada entre los paralelos 18º08’ y 18º35’ y los meridianos 94º35’ y 95º02’ (Paré et al., 1997). De acuerdo con la clasificación de Miranda y Hernández X. (1963), la vegetación del área de estudio corresponde a la selva alta perennifolia. Conforme a la clasificación climática de Köppen (modificada por García) el clima corresponde al cálido-húmedo Af (m), con lluvias la mayor parte del año (Soto, 2004). En esta región la fragmentación es muy elevada, principalmente debido a las actividades agropecuarias. Además se pueden encontrar parches de vegetación secundaria de distintas etapas sucesionales (Arriaga et al., 2000). Los ejidos estudiados (Figura 2) fueron: Adolfo López Mateos, perteneciente al municipio de Catemaco (ALM) y Venustiano Carranza, del municipio de Tatahuicapan de Juárez (VC) 4.1.1 Ejido: Lic. Adolfo López Mateos Comunidad: Adolfo López Mateos (El Marinero) Se ubica en la región noroeste de la Sierra de Santa Marta, a lo largo del río Coxcoapan; sus coordenadas son 94° 57' 46'' longitud oeste y 18° 26' 17'' latitud norte. El ejido se encuentra entre los 200 y 700 m de elevación. En relación a la zonificación económico-ecológica de la 15 Sierra de Santa Marta elaborada por el PSSM (Paré et al., 1997), esta comunidad pertenece a la zona de monte, por ende lo más representativo es la superficie forestal. Se localiza dentro de la subzona de Aprovechamiento Sustentable de los Recursos Naturales de la zona de amortiguamiento (CONANP-SEMARNAT, 2006). En esta zona todavía hay áreas de vegetación conservada y acahuales en recuperación. Las tierras se encuentran muy cercanas a la zona núcleo. Los tipos de suelos presentes en el ejido son: arcilloso, barriales, barrial-arcilloso, cascajo, negro y rocoso. De acuerdo al relieve, los terrenos se encuentran en pendientes de 45°. El ejido comprende 358 ha y tiene 39 ejidatarios. Los usos de suelo reportados en esta comunidad incluyen: Selva alta (65%), acahual (17%), pastizal (7%), agroforestería (6%), zona urbana (4%) y maíz (1%). Son más de 120 ha del ejido, las que conforman la selva. El área dedicada a la siembra es my poca. El mapa elaborado por los ejidatarios muestra diferentes usos de suelo: pastizal, ixtle, maíz, palma camedor, acahual, café, naranja, selva alta, reforestación de maderables. La siembra de palma camedor, café y naranja, es un sistema agroforestal que bien se da en el acahual y/o selva (Barois, 2003a). 4.1.2 Ejido: Venustiano Carranza Comunidad: Venustiano Carranza Se ubica en la región sureste de la Sierra de Santa Marta, sus coordenadas son 94° 45' 42'' longitud oeste y 18° 20' 36'' latitud norte. En cuanto a la elevación, se encuentra entre los 200 y 700 m. En relación a la zonificación económico-ecológica de la Sierra de Santa Marta elaborada por el PSSM (Paré at al. 1997), esta comunidad pertenece a la zona ganadero-milpera, siendo lo más representativo la superficie de pastizal. Se localiza entre las subzonas Aprovechamiento Sustentable de los Recursos Naturales y Aprovechamiento Sustentable de los Ecosistemas de la zona de amortiguamiento (CONANP-SEMARNAT, 2006). Mientras que en la primera subzona todavía hay áreas de vegetación conservada y acahuales en recuperación, en la segunda hay superficies poco significativas de fragmentos y acahuales de selva, dominando los arboles aislados. 16 De acuerdo al taller de diagnóstico de Barois (2003b), los tipos de suelos en el ejido son: tierra colorada granulosa, tierra negra con hojas, tierra blanda, poco arenosa y negra en los bordes de los ríos. Y de acuerdo al mapa de uso de suelo que elaboraron los ejidatarios, se tiene que en el ejido hay pastizal, ixtle, palma camedor, acahual, frutales, cultivo de azucena, selva, reforestación (árboles nativos, maderables e introducidos). Fuente: INEGI (2005), RAN (2006). Figura 1. Área de estudio: dos comunidades de la Sierra de Santa Marta, Ver 17 Fuente: INEGI (2005), RAN (2006). Figura 2. Ejidos de estudio: Lic. Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza 18 4.2 Procedimiento El levantamiento de datos en campo consistió en dos etapas: A) Entrevistas estructuradas, B) Ubicación de acahuales en las parcelas de los ejidatarios y caracterización de la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales. A) Entrevistas estructuradas Para la realización de entrevistas, se eligieron como informantes clave a las autoridades ejidales (Comisariados Ejidales). En el diseño de este cuestionario se consideraron indicadores socioeconómicos y ecológicos con los siguientes elementos: constitución ejidal (número de ha y ejidatarios), habla de lengua indígena, actividades productivas llevadas a cabo en el ejido y productos comercializados, apoyos de gobierno que reciben y conocimiento local sobre la flora y fauna de cada ejido. Las preguntas de las entrevistas se recogen en un cuestionario formado de 19 preguntas (Anexo 1: Características generales del ejido). Además, el Comisariado Ejidal nos proporcionó un listado de ejidatarios que pudieran tener alguna porción de acahual en sus parcelas (población objetivo) y después se seleccionó una muestra de 10 ejidatarios (por ejido) para entrevistarlos. Para su selección fue importante abarcar distintas características con el fin de obtener una representación del ejido, al incluir distintos puntos de vista de la población. Se tomó en cuenta el uso del terreno, se seleccionó tanto a ganaderos como agricultores; así mismo no se hizo distinción en el género (se entrevistaron tanto a hombres como a mujeres); además se prefirieron las personas de edad mayor, pues podrían tener más conocimientos acerca de la historia del ejido o su terreno; sin embargo se consideraron varias edades (adultos jóvenes hasta adultos mayores). Este segundo cuestionario se dirigió al conocimiento de la parcela de cada ejidatario, en el cual se reunió información sobre: la calidad del suelo y las actividades productivas llevadas a cabo por cada ejidatario. En la sección de acahuales: la localización del acahual, el uso previo del terreno, la razón de abandono, el tiempo de descanso del terreno (edad), la superficie del acahual 19 (ha), el conocimiento local de la flora y fauna de los acahuales y el manejo actual y futuro de la vegetación secundaria por cada ejidatario (Anexo 2: Parcelas con vegetación secundaria). Las entrevistas se llevaron a cabo durante los meses de julio y agosto de 2010 y se realizaron con la ayuda de una grabadora de audio y duraron aproximadamente de 30 a 45 minutos cada una. B) Ubicación de acahuales en las parcelas de los ejidatarios y Caracterización de la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales Para determinar la localización de los acahuales (de los ejidatarios entrevistadas), se hicieron visitas guiadas (con apoyo de los pobladores) a las parcelas durante los meses de agosto y noviembre de 2010. Se tomaron coordenadas del sitio que estaba representado por vegetación secundaria, para lo cual se utilizó un GPS (siglas en inglés de Sistema de posicionamiento global) modelo 60CSx GARMIN. Por otro lado y con la finalidad de identificar la vegetación arbórea y arbustiva (incluyendo palmas) de cada etapa sucesional (acahual joven y maduro) se llevaron a cabo muestreos de la vegetación. Para esto, se realizaron visitas a dos parcelas (de diferentes edades y siendo una de mayor edad que la otra) por ejido con alguna porción de selva secundaria. Las visitas se hicieron durante los meses de agosto y noviembre de 2010. En total se trabajó en 4 acahuales diferentes, los cuales constituyeron las unidades de muestreo (UM), éstas se definieron como: Acahual joven de Adolfo López Mateos (AJ-ALM), Acahual maduro de Adolfo López Mateos (AM-ALM), Acahual joven de Venustiano Carranza (AJ-VC) y Acahual maduro de Venustiano Carranza (AM-VC). En cada unidad de muestreo se realizó una descripción general de la composición arbórea y arbustiva para tener una estimación de la vegetación que caracteriza cada etapa sucesional. Las especies registradas fueron identificadas con la ayuda de un técnico de campo de la Universidad Veracruzana. 20 Primero se realizó una inspección para conocer el acahual, esta consistió en hacer un recorrido a la parcelas del ejidatario (para conocer la ubicación exacta). Después el muestreo se llevó a cabo de la siguiente manera: 1. Se utilizó una cinta métrica de fibra de vidrio para trazar seis transectos, estos se ubicaron y delimitaron de manera aleatoria. 2. Se midieron sólo los individuos del estrato arbóreo o arbustivo que quedaran dentro de un área de un metro a cada lado del transecto, lo que se conoce como transecto de banda (Ramírez, 2006). Para el tamaño de los transectos se modificó la metodología de Gentry (1995). De esta manera se obtuvieron transectos de 30 X 2 m (sumando un área total de 360 m2 en cada acahual). 3. Sólo se analizaron las especies cuyo PAP (Perímetro a la altura de pecho) fue igual o mayor a 10 cm, para que el DAP (Diámetro a la altura de pecho) fuera igual o mayor a 3 cm. Para esto se midió el PAP con cinta métrica y posteriormente se calculó el DAP, con la fórmula Dap = Pap/Π. 4. Para cada planta se registró: el número de individuo, la especie y el DAP. 5. Adicionalmente se tomaron fotografías del área de muestreo (Anexo 6). 4.2.1 Análisis de la información Se capturó la información de las entrevistas en una base de datos de Excel. A continuación, se hizo un análisis estadístico descriptivo de las variables registradas en las entrevistas. Por otro lado, se generó una base de datos con las coordenas de los acahuales en el programa MapSource Versión 6.13.7 (GARMIN) con el fin de localizarlas en una imagen satélite LANDSAT-ETM (Enhanced Thematic Mapper) y elaborar un mapa en un Sistema de Información Geográfica (SIG) mediante el programa ArcMap 9.3 (ESRI). Para esto las coordenadas fueron transformadas previamente a UTM (siglas en inglés del sistema de coordenadas Universal Transversal de Mercator) Zona 15 mediante DNRGarmin (Versión 5.4.01) y almacenadas en formato shape file (.shp). 21 La información cartográfica ocupada para la elaboración de mapas, fue imagen satelital LANDSAT-ETM de 30 m/pix del año 2000 (USGS), conjunto de datos vectoriales del marco geoestadístico municipal INEGI (2005), así como límite ejidal RAN (2006). Asimismo, se integraron los datos recabados a partir de los muestreos de la vegetación, generando listados y tablas de las familias y especies presentes en distintos acahuales de selva, denotando la riqueza de cada UM. Cabe mencionar que para la determinación de las familias, nombres científicos (en entrevistas) o comunes (en muestreo) de las especies de plantas de la vegetación secundaria, se consultaron listados de varios autores que habían trabajado en la región de Los Tuxtlas: Arroyo-Rodríguez et al., 2009; Avendaño y Acosta, 2000; González-Soriano et al., 1997; Gutiérrez y Dorantes, 2005; Ibarra-Manríquez et al., 1997a; Ibarra-Manríquez et al., 1997b; Ibarra-Manríquez, 2007; Pennington y Sarukhán, 1968; Ramírez, 1999; Ricker y Daly, 1998; Rodríguez-Velázquez et al., 2009. También se consultaron listados de fauna para añadir los nombres científicos, así como los autores de cada una de las especies (Coates y Estrada, 1986; González-Christen, 2010; González-Soriano et al., 1997; Pérez-Higareda et al., 2007). Posteriormente se determinó el Índice de Valor de Importancia (IVI) (Lamprecht, 1990; Stiling, 1999) con el fin de analizar estructuralmente la vegetación, este valor se analiza con base en los valores de densidad, frecuencia y dominancia. Además permite reconocer la relevancia ecológica relativa de cada especie en una comunidad vegetal (Mostacedo y Fredericksen, 2000). La suma total de los valores relativos de cada parámetro debe ser igual a 100 y los valores de importancia de todas las especies sumados serán de 300. Los distintos calculados efectuados fueron: La densidad = Número de individuos de una especie por unidad de área La densidad relativa = Densidad de la especie Número total de individuos encontrados 22 X 100 La frecuencia = Número de transectos en los que aparece la especie La frecuencia relativa = Frecuencia de la especie X 100 Número total de transectos de todas las especies La dominancia = Área Basal total de cada especie El área basal de cada especie se calculó partir del DAP. Para esto se utilizó la fórmula: AB (Área Basal) = Π /4 X (DAP)2 La dominancia relativa = Dominancia de la especie X 100 Área basal total de todas las especies IVI = Densidad relativa + Frecuencia relativa + Dominancia relativa De igual manera fue calculada la diversidad beta (β) con el propósito de evaluar las diferencias (recambio) entre las especies de dos comunidades. De acuerdo a Halffter et al. (2001), la diversidad beta puede calcularse entre fragmentos lejanos del mismo tipo de vegetación, en este caso para establecer las diferencias entre acahual joven y maduro y entre acahuales de dos ejidos. Esta diversidad fue evaluada con base en índices o coeficientes de similitud de Jaccard y SØrensen (Moreno, 2001) a partir de datos cualitativos basados en la presencia o ausencia de especies. Para calcular los índices de SØrensen y Jaccard, se requiere el número de especies compartidas entre dos comunidades y el número de especies propias de cada comunidad. La diversidad beta calculada a partir de estas medidas deberá presentar valores mínimos de 0 y máximos de 1, el 0 se refiere a disimilitud y 1 a similitud. Si los valores de éstos índices son altos, se interpretan como baja diversidad beta (similitud elevada), mientras que sin son bajos reflejan alta diversidad beta (alta disimilitud). 23 Para el cálculo de dichos índices se siguieron las siguientes fórmulas: Coeficiente de similitud de Jaccard Ij = Coeficiente de similitud de SØrensen Is = 2c l a+b donde a = número de especies presentes en el sitio A b = número de especies presentes en el sitio B c= número de especies compartidas en ambos sitios 24 c o a+b-c 5. RESULTADOS Mediante la realización de las entrevistas se obtuvieron dos tipos de información, por un lado datos que nos muestran el panorama general de los ejidos, y por otro lado, datos referentes específicamente a los acahuales. Adicionalmente se generó información relacionada al muestreo de la vegetación. 5.1 Generalidades de cada ejido Los ejidatarios de Adolfo López Mateos (ALM) han decidido conservar voluntariamente los remanentes de vegetación que se encuentran en sus parcelas, de manera que la vegetación conservada ocupa alrededor del 80% de la superficie total del ejido, incluyendo la reserva ejidal (Tabla 1). Actualmente el ejido se encuentra dentro del programa de pago por servicios ambientales hidrológicos (PSAH) impulsado por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). Desde 1997, la comunidad emprendió el ecoturismo campesino y forma parte de la Red de Ecoturismo Comunitario de Los Tuxtlas (RECT), además el ejido tiene la certificación de la Norma Nacional de Sustentabilidad del Ecoturismo (NMX-AA-133-SCFI-2006). En el ejido Venustiano Carranza (VC), la mayoría de los ejidatarios cuentan con vegetación conservada dentro de las parcelas, aproximadamente 15 personas no tienen. Una porción del ejido se decidió conservar debido al tipo de terreno que presenta (Tabla 1) y constituye la reserva ejidal. A pesar de tener más de 40 años con esta reserva, los ejidatarios no han recibido algún apoyo por estar conservándola. Ya han intentado obtener el apoyo del PSAH, pero no se les ha otorgado, además los ejidatarios no se encontraban muy seguros para incorporarse al programa, puesto que el dinero que les ofrecían era $300.00 por ha al año. A. Actividades productivas De acuerdo a los datos proporcionados por el Comisariado Ejidal de ALM, la superficie destinada para la siembra es de 35 ha; sólo algunos ejidatarios se dedican a la agricultura 25 tradicional, cultivándose maíz en la modalidad de autoconsumo. Alrededor de cuatro ejidatarios se dedican a la ganadería y venden sus productos en Catemaco. Tabla 1. Características generales de los ejidos de estudio Características / Ejidos Adolfo López Mateos Venustiano Carranza Lengua Indígena Superficie del Ejido (ha) Número de ejidatarios Hectáreas por Ejidatario Actividad productiva más practicada Apoyos de gobierno actuales Superficie de la Reserva ejidal (ha) Tipo de terreno de la reserva Aprovechamiento de la reserva No 395 38 3-6* Ecoturismo No 971 56 18-22 Ganadería PROCAMPO1, OPORTUNIDADES 100 OPORTUNIDADES. 70 y más, PROCAMPO, PROGAN2 280-300** Quebrado Coberturas del terreno (Asociaciones vegetales) Selva, sistemas agroforestales (café, pimienta, palmas camedor), acahuales Poseen gran conocimiento sobre lo que pasa en la naturaleza. Han sido beneficiados al recibir gran cantidad de talleres enfocados a resolver la problemática ambiental y sobre el ecoturismo. Quebrado, no apto para ganadería y lejano del poblado Siembra de palma camedor, madera para uso doméstico (legal). Selva, acahuales, pastizales y diversas plantaciones (maderables y no maderables) Conocen los servicios que nos ofrecen los ecosistemas y procuran proteger principalmente la vegetación que se encuentra en las orillas de los ríos (vegetación riparia). Conciencia ecológica de la población Ecoturístico *Adicionalmente cada ejidatario es dueño de 4 ha en la zona de uso común, ubicadas en la zona de reserva (porción de vegetación conservada). **Se encuentra repartida entre los ejidatarios. 1 Programa de Apoyos Directos al Campo. 2 Programa de Producción Pecuaria Sustentable y Ordenamiento Ganadero y Apícola La mayoría de los ejidatarios se dedican a la siembra de algún cultivo y a la venta del mismo. El manejo de los recursos naturales se realiza mediante la siembra de cultivos bajo sombra, ya sea de la selva o de los acahuales. La palma camedor forma parte de los principales cultivos y se vende por gruesa (formada de 144 hojas) a la empresa Flor de Catemaco (Tabla 2). 26 A través de las entrevistas, se observó que generalmente la mayoría de los ejidatarios se dedican a más de una actividad además del campo. Entonces, además del campo, la gente realiza diferentes oficios. Tabla 2. Principales productos comercializados en el ejido Adolfo López Mateos Cultivo Café Pimienta Palma cola de pescado Palma camedor o negrita Palma mayan Precio $10.50 kg seco, $4.00 kg maduro $7.00 kg $35.00 $21.00 gruesa $23.00 gruesa Una de las actividades de la que se benefician los pobladores es la piscicultura, se dedican al cultivo de tilapia y el agua que utilizan para mantener los estanques la obtienen del río que bordea el ejido. También hay ejidatarios que encuentran en la artesanía otro ingreso. Otros que desempeñan algún oficio como carpintería y albañilería. Últimamente, es el ecoturismo la actividad que ha tenido más impacto económico. En el ejido existe una sociedad ecoturística conformada de 38 miembros, de los cuales, aproximadamente la mitad son hombres y la otra mitad mujeres. Los socios están organizados en cinco comisiones, la comisión de administración, de hospedaje, de guías, de comidas y de vigilancia. Los turistas eligen el paquete (incluye alimentos, hospedaje, recorrido) de cuatro días con un costo de $2,200.00. De acuerdo a los datos proporcionados por el Comisariado Ejidal de VC, no hay una superficie destinada para la siembra, pues no se dan los cultivos, por lo que no hay ejidatarios que se dediquen a la agricultura. La actividad más practicada es la ganadería cubriendo alrededor del 60% del ejido; algunos de los ganaderos la realizan bajo un manejo silvopastoril. Lo que se produce se vende ahí mismo, o lo comercializan en Tatahuicapan o Minatitlán. Además de estos productos existen otros que se comercializan (Tabla 3). 27 Otra planta, que la mayoría de los ejidatarios tiene, es el ixtle (Aechmea magdalenae), actualmente hay como 26 ha. Estas plantaciones resultaron de un proyecto y cuando se empezó la producción se vendía a $200 el kg, venían compradores de Oaxaca. Incluso hubo talleres y asistieron algunos pobladores para aprender a raspar, lavar, secar el ixtle; también les enseñaron a bordar. Sin embargo, el proyecto no funcionó, pues “era mucho trabajo y pagaban muy poco”, además de que la máquina que tienen en el ejido dejó de funcionar. En la actualidad el ixtle ha dejado de ser aprovechado debido a la falta de compradores. Tabla 3. Principales productos comercializados en el ejido Venustiano Carranza Cultivo Leche Carne Palma camedor o negrita Flor de chocho Precio $3.50 lt $11.00 kg. $13.00 kg novillo, $17.50 becerro de engorda $20.00 gruesa $10.00-$15.00 mano (5 chochos) Así mismo, algunos ejidatarios contaban con vainilla (Vanilla sp.), la cual también resultó de un proyecto, pero al igual que el ixtle, ésta ya no se aprovecha más pues la continuidad del proyecto no siguió. Otro cultivo que dejó de practicarse fue el de la flor de azucena (Lillium candidum), este era comercializado hasta que fue infectado por una plaga. Desde entonces ya no se continúa con la venta. El precio oscilaba entre $15.00 la docena. B. Apoyos de gobierno Los ejidatarios que se dedican a la ganadería en ALM, no reciben apoyo del PROGAN. Por otro lado, de parte del PROCAMPO reciben entre $1,000.00 a $1,360.00. El monto otorgado por el PSAH asciende a $57,000.00 pesos anuales para todo el ejido, esta cantidad se divide de manera que a cada ejidatario le corresponde entre $1,200.00 y $2,400.00 (de acuerdo a la superficie conservada). En VC, el PROCAMPO apoya los ejidatarios por el pasto y les pagan en cada ciclo. A los que tienen cinco hectáreas, o menos, les pagan $1,300.00 por ha, mientras que los que cuentan 28 con más de cinco reciben $967.00 por ha. En el caso de PROGAN, los apoyan por cada ciclo o anualmente, al año les dan $6,000.00 o $375.00 por cabeza. Anteriormente, los ejidatarios de Venustiano Carranza tuvieron el apoyo de PRODEPLAN (Programa para el Desarrollo de Plantaciones Forestales Comerciales) y del Programa ProÁrbol para reforestación; reforestaron en los potreros, acahuales y selvas con pino, roble, cedro, caoba, primavera. Los ejidatarios estuvieron interesados en reforestar para que en un futuro le pudieran dar un aprovechamiento a esas plantaciones forestales (vender la madera). Aproximadamente en el ejido hay 280 ha con reforestación. También la dirección de La Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas (CONANP) los apoyó con materiales y cerco eléctrico para el módulo silvopastoril. C. Conocimiento local de la flora y fauna En ambos ejidos existe gran variedad de especies de plantas y animales, se hace mención de las especies que se encuentran en la zona conservada principalmente, aunque también pueden hallarse en otras zonas del ejido (Tabla 4 y 5). Tabla 4. Flora presente en la vegetación selvática de los ejidos Nombre común Laurel Palo blanco Súchil negro Súchil amarillo Tomatillo Sabino Chancarro Cedrillo Cocuite Ceibillo Limoncillo Amate Zapotillo Palo colorado Chicozapote Caoba Ojoche Rosa morada Nombre científico Nectandra ambigens Tabebuia guayacan Cordia megalantha Cordia alliodora Pseudolmedia oxyphyllaria Guarea grandifolia Cecropia obtusifolia Virola guatemalensis Gliricidia sepium Maytenus schippii Siparuna andina Ficus yoponensis Cynometra retusa Cupania macrophylla Manilkara zapota Swietenia macrophylla Brosimum alicastrum Lonchocarpus cruentus 29 Ejido ALM Ejido VC Tabla 4. (Continuación) Nombre común Nombre científico Zapote Barí Palo verde Cañamaso Apipí Paque Corpo Tepesuchil Guasimo Palo amargo Tamani Palo mulato Colorín Chocho Cola de pescado Mayan Tepejilote Brillosa Negrita Carrete Caobilla Palo de asta Higuera Gaga Pouteria sapota Callophylum brasiliense Ilex belizensis Cojoba arbórea Diphysa robinoides Dialium guianense Vochysia guatemalensis Terminalia amazonia Guazuma ulmifolia Vatairea lundellii Inga vera Bursera simaruba Erythrina folkersii Astrocaryum mexicanum Chamaedorea. ernesti-augusti Chamaedorea hooperiana Chamaedorea tepejilote Chamaedorea oblongata Chamaedorea elegans Ejido ALM Ejido VC Cuatro variedades Tabla 5. Fauna presente en la vegetación selvática de los ejidos Nombre común Mono araña Mono aullador Ocelote Tigrillo Jaguarundi Tepezcuintle Temazate Armadillo Martucha Cacomixtle Mapache Serete Venado Pecarí de collar Nombre científico Ateles geoffroyi Alouatta palliata Leopardus pardalis Leopardus wiedii Herpailurus yagouaroundi Cuniculus paca Mazama americana Dasypus novemcinctus Potos flavus Bassariscus sumichrasti Procyon lotor Dasyprocta mexicana Odocoileus virginianus Pecari tajacu 30 Ejido ALM Ejido VC Tabla 5. (Continuación) Nombre común Tejón Oso hormiguero o brazo fuerte Conejos Ardillas Iguana Víboras Hocofaisan Tucán Cotorros Perdiz Faisán Pepe Gavilán Chachalaca Paloma Nombre científico Ejido ALM Nasua narica Tamandua mexicana Sylvilagus brasiliensis Sylvilagus floridanus Sciurus deppei, Sciurus aureogaster Iguana iguana Atropoides olmec, Bothrops asper Crax rubra Ramphastos sulfuratus Amazona spp. Geotrygon carrikeri Penelope purpurascens Cyanocorax morio Accipiter bicolor Ortalis vetula Patagioenas nigrirostris Ejido VC 5.2 Vegetación secundaria (acahuales) de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza Del total de ejidatarios de Adolfo López Mateos, la mayoría de ellos (aproximadamente 85%) tiene acahual. Como producto de las entrevistas a ejidatarios se construyó una base de datos con la información de 13 acahuales. Del total de ejidatarios de Venustiano Carranza, una gran parte de ellos (alrededor del 72%) tiene acahual. Se construyó una base de datos con la información de 11 acahuales (uno de ellos ubicado en la parcela escolar) como producto de las entrevistas. Los ejidatarios argumentaban que dentro de su parcela, los acahuales se localizan junto a pastizales, milpas, plantaciones maderables y selvas, sin embargo hay que destacar que mayormente se encuentran junto a las selvas en el ejido ALM y junto a pastizales en el ejido VC. 31 A. Uso de Suelo en la muestra de parcelas El 50% de los informantes de ALM aseguró que actualmente la calidad del suelo para la siembra de algún cultivo es buena y que hace 20 años o desde el tiempo en que llegaron, la calidad era mejor (40% de los informantes), aunque el 30% dice que era peor, pues había muchas lluvias. En VC, hubo diferentes opiniones sobre la calidad del suelo para la siembra, el 50% de los ejidatarios afirma que es mala (no se dan los cultivos) y hace 20 años era igual (de acuerdo al 60% de los informantes). El 40% menciona que por ahora es buena pero tiempo atrás era peor (infértil, con muchas lluvias y deslaves). De acuerdo a las actividades productivas practicadas por la muestra de ejidatarios, se establecen las coberturas del suelo de cada ejido; por esta razón se obtuvieron diferentes categorías entre cada ejido. En la parte de cultivos sólo se hace referencia a las áreas destinadas a este fin dentro de sus parcelas; sin embargo no se tomaron en cuenta los otros cultivos que se encuentran dentro de la selva o el acahual. Si nos enfocamos en los cultivos bajo sombra de selva y acahual de ALM, tenemos que en la selva es donde hay más cultivos (palma camedor y mayan) el 70%. Y en el acahual (30%) encontramos, además de las palmas, especies maderables y frutales. En VC, las plantaciones de ixtle se encuentran bajo sombra de selva, selva-acahual y acahual. En el ejido ALM se diferenciaron 4 coberturas de suelo (Figura 3). De acuerdo a la proporción de las coberturas, podemos decir que la principal es la selva, lo que significa que los campesinos están conscientes del significado de conservación. En segundo lugar le sigue el área de acahual, que sería lo más cercano a la selva. Después están los pastizales, en los cuales no hay mucho ganado vacuno, además es importante destacar que los pastizales tienen árboles aislados y cultivos dentro de ellos, como: laurel (Nectandra ambigens), súchil (Cordia megalantha), limón dulce (Citrus aurantifolia), mandarina (Citrus reticulata), plátano macho (Musa balbisiana), plátano roatán (Musa sapientum), por mencionar algunos. Y en última proporción se encuentran los cultivos. 32 Figura 3. Tipos de coberturas del suelo de la muestra de parcelas de Adolfo López Mateos En el ejido VC hay 8 diferentes coberturas de suelo (Figura 4). De acuerdo a la superficie que ocupan, la principal cobertura es de pastizal. Aquí, al igual que ALM, hay árboles aislados tales como: nanche (Byrsonima crassifolia), aguacate (Persea americana), naranjo (Citrus sinensis), guayabo (Psidium guajava), palo de uvero (Coccoloba hondurensis), mango (Mangifera indica), amate (Ficus sp.) y corpo (Vochysia guatemalensis). Después sigue el área de acahual, representado por una gran proporción. El siguiente uso resulta de la combinación entre plantaciones forestales y pastizal, con el que se obtiene una producción forestal y pecuaria. El próximo uso sería la selva, seguido de la combinación entre selva y acahual. A continuación esta la zona de cultivos (representan una mínima proporción pues la gente ya no siembra) y luego las plantaciones forestales. Finalmente esta una pequeña proporción de azucena, es muy poco pues solo la esta cultivando un ejidatario. 33 Figura 4. Tipos de cobertuas del suelo de la muestra de parcelas de Venustiano Carranza Con base en estas categorías podemos comparar la proporción con vegetación menos perturbada de algunas parcelas de ALM y la más perturbada (pastizal, cultivos). Así el 74.74% de la superficie analizada representa lo menos perturbado y el 25.26% corresponde a lo más perturbado. En VC prácticamente sucede lo mismo, el 68% es vegetación con menor perturbación y la superficie con mayor perturbación ocupa el 32% del ejido. B. Uso Previo del terreno En ALM, cuando se trabajó la tierra, el principal uso fue el agrícola (53.85%) y el maíz era el cultivo mayormente sembrado, aunque también sembraban café, cacahuate, plátano y yuca. También se practicaban actividades pecuarias (15.38%). Adicionalmente se reportaron otras categorías que no se consideran un uso como tal, sin embargo es importante mencionarlas. En una de estas categorías, los campesinos desconocen cuál fue el uso, puesto que el acahual ya existía desde que compraron el terreno (23.08%). La otra (7.69%) se refiere a que la parcela tenía cobertura forestal y ésta fue deforestada (Figura 5). 34 Figura 5. Uso previo del terreno en Adolfo López Mateos En VC, había 2 usos (Figura 6) cuando se trabajó la tierra, el principal fue el agrícola (45.46%), mayormente se sembraba maíz aunque también sembraban frijol, arroz, piña y plátano. El otro uso fue el pecuario (18.18%). También en este ejido, alguno campesinos desconocen cuál fue el uso, pues desde que adquirieron el terreno, la vegetación ya empezaba a regenerarse (36.36%). Figura 6. Uso previo del terreno en Venustiano Carranza 35 C. Razones de abandono de tierras En ALM, se concentraron cuatro razones de abandono de sus tierras (Figura 7). Principalmente la tierra se dejo de trabajar por dos razones, la primera por el terreno inadecuado (38.46%), el cual era pobre en nutrientes, muy quebrado con una pendiente considerable o muy pedregoso; la segunda fue porque los precios de lo que se sembró no eran redituables (38.46%). Las demás razones estuvieron en menor proporción, como la localización del terreno, por encontrarse muy lejos del poblado (15.39%) y sólo un acahual se dejó por motivos económicos (7.69%). En VC, se concentraron cuatro razones de abandono de las tierras (Figura 8). Hay una razón principal con la que la mayoría de los ejidatarios concuerdan (63.64%), el abandono de tierras se debió a que el terreno era inadecuado para los cultivos. El resto tuvo diferentes razones ya sea por decisión de mantener una parte de vegetación (18.18%), por la edad avanzada del ejidatario que ya no le permitía trabajar (9.09%) o por la ubicación de su parcela, por encontrarse cerca del río y la consiguiente imposibilidad de acceso en época de lluvias (9.09%). Figura 7. Razón de abandono de la tierra en Adolfo López Mateos 36 Figura 8. Razón de abandono de la tierra en Venustiano Carranza D. Edad del Acahual En ambos ejidos los acahuales tuvieron un amplio rango de edades (desde fecha de abandono), a partir de 6 hasta 35 años en ALM y desde 4 hasta 20 años en VC, aunque los más abundantes en ambos ejidos son los de 10 años de edad. Las edades de los acahuales se agruparon en clases (Tabla 6) y también se clasificaron los acahuales de acuerdo a la etapa a la que pertenecen (acahual joven o maduro) tomando en cuenta la edad (Tabla 7). Se agruparon como acahuales jóvenes a todos aquellos de 1 a 10 años de edad y como acahuales maduros los mayores de 10 años. Tabla 6. Edad de los acahuales (desde fecha de abandono) en ambos ejidos Ejidos ALM VC 1-5 0 2 Edades (años) 6-10 11-15 8 3 5 2 37 + de 15 2 2 Tabla 7. Etapa sucesional de los acahuales en ambos ejidos Ejidos ALM VC Etapa sucesional Joven Maduro 61.54% 38.46% 63.64% 36.36% E. Superficie de Acahual En ALM, el acahual generalmente ocupa menos del 50% del total de la parcela (Tabla 8). Sólo dos parcelas están cubiertas de acahual en su totalidad (Figura 9). Además, existe una parcela con dos tipos de acahuales, de manera conjunta representan el 50% del total de la superficie de la parcela. Tabla 8. Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Adolfo López Mateos Acahuales Superficie (ha) A 0.5 B 1 C 2 0.75 D E 0.5 F 0.5 G 1.5 H 2.5 I 0.0625 J 0.75 K 0.75 1 L M 2.5 Total parcela (ha) 3.75 5 5.5 0.75 6 3 4 2.5 1.5 3 3 6 6 38 Porcentaje de acahual 13.33 20.00 36.36 100.00 8.33 16.67 37.50 100.00 4.17 25.00 25.00 16.67 41.67 Figura 9. Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Adolfo López Mateos En VC, hay que recalcar que en 4 parcelas, los ejidatarios no definieron la superficie exacta del acahual, por lo que se tomo en cuenta un área conformada por acahual con selva o acahual con plantaciones y pastizal (Tabla 9). Sólo hay un caso en el que la superficie del acahual representa el total de la parcela, el resto ocupa una superficie menor al 50% (Figura 10). Tabla 9. Superficie de acahual respecto al tamaño total de la parcela en Venustiano Carranza Acahuales A B C D E F G H I J K Superficie (ha) 4 5* 1.5 8 7 ** 5 5* 1.5* 4 2 23 Total parcela (ha) 20 17 10.5 17.8 17 20 20 4.5 18 19 23 Porcentaje de acahual 20.00 29.41 14.29 44.94 41.18 25.00 25.00 33.33 22.22 10.53 100.00 * En conjunto con la selva ** En conjunto con plantaciones y pastizal 39 Figura 10. Relación de la superficie de acahual y el total de la parcela en Venustiano Carranza F. Conocimiento local de la flora y fauna en acahuales Los resultados de las entrevistas arrojaron una variedad de especies vegetales que se localizan en los acahuales de cada ejido (Tabla 10). Algunas especies son exclusivas de cada ejido. Tabla 10. Flora representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza Nombre común Abasbabi Aguacate Amate Apipi Barí Café Canela Caoba Capulín Nombre científico Familia Poulsenia armata (Miq.) Standl. Persea americana Mill. Ficus yoponensis Desv. Diphysa robinioides Benth. Calophyllum brasiliense Cambess. Coffea arabica L. Quararibea funebris (La Llave) Vischer Swietenia macrophylla King Conostegia xalapensis (Bonpl.) D. Don ex DC. Moraceae Lauraceae Moraceae Fabaceae Guttiferaceae Rubiaceae Bombacaceae Meliaceae Melastomataceae 40 Ejido ALM Ejido VC Tabla 10. (Continuación) Nombre común Cedrillo Cedro Ceiba Chagane Chalahuite Chancarro Chicozapote Chocho Corpo Cuapetate o Guapetate Corcho Cordoncillo Frijolillo, cañamazo, palo de chango Guanábana Guasimo Guayabo Gusano Ixtle Jonote Laurel Limoncillo Majagua Nombre científico Familia Virola guatemalensis (Hemsl.) Warb. Cedrela odorata L.*Pr Ceiba pentandra (L.) Gaertn. Platymiscium pinnatum (Jacq.) Dugand Inga vera Willd. Cecropia obtusifolia Bertol. Manilkara zapota (L.) P. Royen Astrocaryum mexicanum Liebm. ex Mart. Vochysia guatemalensis Donn. Sm. Trichospermum galeottii (Turcz.) Kosterm. Myristicaceae Bombacaceae Bombacaceae Fabaceae Fabaceae Cecropiaceae Sapotaceae Arecaceae Vochysiaceae Tiliaceae Omphalea oleifera Hemsl. Piper sp. L. Cojoba arbórea (L.) Britton & Rose Euphorbiaceae Piperaceae Fabaceae Annona muricata L. Guazuma ulmifolia Lam. Psidium guajava L. Lonchocarpus pallid Killip Aechmea magdalenae (André) André ex Baker Heliocarpus appendiculatus Turcz. Nectandra ambigens (S. F. Blake) C. K. Allen Siparuna andina (Tul.) A. DC. Hibiscus tiliaceus L. Belotia mexicana (DC.) K. Schum. Trema micrantha (L.) Blume Annonaceae Sterculiaceae Myrtaceae Papilionaceae Bromeliaceae Tiliaceae Lauraceae Siparunaceae Malvaceae Tiliaceae Ulmaceae Citrus reticulata Blanco Rutaceae Brosimum alicastrum Sw. Moraceae Vatairea lundellii (Standl.) Killip ex Record *P Bursera simaruba (L.) Sarg. Dendropanax arboreus (L.) Decne. & Planch. Fabaceae Burseraceae Araliaceae Guarea glabra Vahl Meliaceae Ilex belizensis Lundell Dialium guianense (Aubl.) Sandwith Pimenta dioica (L.) Merr. Cochlospermum vitifolium (Willd.) Spreng. Tabebuia guayacan (Seem.) Hemsl. Arquifoliaceae Fabaceae Myrtaceae Cochlospermaceae Bignoniaceae Mata caballo Naranja mandarina Ojoche, ojochi o ramón Palo amargo Palo mulato Palo de agua Palo de asta Palo de bejuco Palo verde Paque Pimienta Pongolote Primavera, palo blanco 41 Ejido ALM Ejido VC Tabla 10. (Continuación) Nombre común Sabino Solerillo Suchil o súchil negro Súchil blanco Tepejilote Tepesuchil Tepexin Tomatillo Totogapolin Urera Zapote mamey Zapotillo Nombre científico Familia Guarea grandifolia DC. Cordia alliodora (Ruiz & Pav.) Oken Cordia megalantha S.F. Blake Meliaceae Boraginaceae Boraginaceae Cordia sp. L. Boraginaceae Chamaedorea tepejilote Liebm. ex Mart. Terminalia amazonia (J. F. Gmel) Exell Cupania glabra Sw. Pseudolmedia oxyphyllaria Donn. Sm. Tournefortia glabra L. Urera caracasana (Jacq.) Gaudich. ex Griseb. Pouteria sapota (Jacq.) H.E. Moore & Stearn Arecaceae Combretaceae Sapindaceae Moraceae Boraginaceae Urticaceae Sapotaceae Cynometra retusa Britton & Rose Fabaceae Ejido ALM Ejido VC * Se encuentran en alguna categoría de riesgo según la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010). Pr=Sujeta a protección especial y P=En peligro de extinción. En total se mencionaron 56 especies, de las cuales 31 son exclusivas de ALM y 19 de VC, mientras que las especies compartidas son sólo 6 especies. De acuerdo a la información proporcionada por los ejidatarios, las mismas especies observadas en los acahuales (Tabla 11) se encuentran en las selvas. Fueron 27 especies mencionadas. Tabla 11. Fauna representativa de los acahuales en los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza Nombre común Iguana Culebras Víboras: Nauyaca Chachalaca Cotorro Faisán Nombre científico Familia Ejido ALM Ejido VC Iguana iguana Linnaeus, 1758 *Pr Iguanidae Atropoides olmec Pérez-Higareda, H.M. Smith & Juliá-Zertuche, 1985 *End A Bothrops asper Garman, 1884 Ortalis vetula Wagler, 1830 Amazona spp. Lesson, 1830 *P Penelope purpurascens Wagler, 1830 *A Viperidae Cracidae Psittacidae Cracidae 42 Tabla 11. Nombre común Chachalaca Cotorro Faisán Hocofaisán Gavilán Perdiz Tucán Ardillas Armadillo Cacomixtle Conejos Pecarí de collar Mapache Martucha Serete Tejón Temazate Tepezcuintle Tlacuache Tuza Venado (Continuación) Nombre científico Ortalis vetula Wagler, 1830 Amazona spp. Lesson, 1830 *P Penelope purpurascens Wagler, 1830 *A Crax rubra Linnaeus, 1758 *A Accipiter bicolor Vieillot, 1817 *A Geotrygon carrikeri Wetmore, 1941 *End P Ramphastos sulfuratus Lesson, 1830 *A Sciurus deppei Peters, 1863 Sciurus aureogaster F. Cuvier, 1829 Dasypus novemcinctus Linnaeus 1758 Bassariscus sumichrasti de Saussure, 1860 *Pr Sylvilagus brasiliensis Linnaeus, 1758 Sylvilagus floridanus J. A. Allen, 1890 Pecari tajacu Linnaeus, 1758 Procyon lotor Linnaeus, 1758 Potos flavus Schreber, 1774 *Pr Dasyprocta mexicana de Saussure, 1860 Nasua narica Linnaeus, 1766 * End A Mazama americana Erxleben, 1777 Cuniculus paca Linnaeus, 1766 Didelphis marsupialis Linnaeus, 1758 Orthogeomys hispidus Le Conte, 1852 Odocoileus virginianus Zimmermannn, 1780 Familia Cracidae Psittacidae Cracidae Cracidae Accipitridae Columbidae Ramphastidae Sciuridae Ejido ALM Ejido VC Dasypodidae Procyonidae Leporidae Tayassuidae Procyonidae Procyonidae Dasyproctidae Procyonidae Cervidae Cuniculidae Didelphidae Geomyidae Cervidae * Se encuentran en alguna categoría de riesgo según la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010). End= Endémica, Pr=Sujeta a protección especial, A= Amenazada y P=En peligro de extinción. G. Manejo actual de los acahuales La proporción de ejidatarios que manejan sus acahuales es muy similar entre los ejidos, puesto que alrededor del 70% de los ejidatarios de ALM lo hace y en VC aproximadamente es el 72%. Prácticamente, el manejo en estos ejidos consiste en el enriquecimiento de acahuales con especies forestales maderables y no maderables. Se diferenciaron 4 tipos de manejo: Plantaciones forestales maderables, Plantaciones forestales no maderables, Plantaciones forestales maderables y no maderables o Ninguno (Tabla 12). Las Plantaciones forestales maderables, son aquellas que derivaron de trabajos de reforestación y las Plantaciones forestales no maderables tienen alto valor comercial o alimenticio. 43 Tabla 12. Manejo de acahuales que realizan los ejidatarios en cada ejido Plantaciones Forestales maderables Forestales maderables y no maderables Forestales no maderables Ninguno ALM VC No. de acahuales 2 2 4 2 3 4 4 3 Son diversas las plantaciones que hay en acahuales de ALM (Figura 11). Se encontró que en 9 de los 13 acahuales hay diferentes plantaciones y además cuatro acahuales tienen más de un tipo de plantaciones. Las plantaciones de especies maderables como cedro, caoba y súchil, son las más representativas (42.86%). Después las palmas camedor como mayan y negrita (28.57%) y a continuación los frutales (21.43%). Además hay que destacar que no se considera como parte del manejo de un acahual, pero en una porción de uno se cultiva maíz (7.14%). Figura 11. Plantaciones más comunes en acahuales de Adolfo López Mateos En VC sólo hay dos tipos de plantaciones en los acahuales (Figura 12). Se encontró que en 8 de los 11 acahuales hay plantaciones y además dos acahuales tienen más de un tipo de plantaciones. En la mayoría de los acahuales (60%) hay ixtle y después las plantaciones de especies maderables (40%). Entre estas últimas se encuentran el Cedro (Cedrela odorata), Caoba (Swietenia macrophylla), Roble (Tabebuia rosea), Primavera (Tabebuia guayacan), Frijolillo 44 (Cojoba arborea), Teca (Tectona grandis), Apompo (Pachira aquatica) y Cocuite (Gliricidia sepium). Figura 12. Plantaciones más comunes en acahuales de Venustiano Carranza H. Futuro del Acahual En ALM, hay diversas opiniones sobre el futuro de cada acahual. Principalmente se pueden agrupar en enriquecimiento con plantaciones forestales, pecuario y mantenerlo igual, es decir seguir con el mismo manejo y no cambiar de cobertura o deforestar. Las plantaciones forestales serían las predominantes (71.43%). Sólo en un acahual se pretende dar más de un uso. En la mayoría de los acahuales (9) se pretende sembrar, el resto (3) dejarlo igual (21.43%) y en uno se pretende el uso pecuario, para mantener ganado ovino (7.14%). Lo que más se sembraría serían las palmas mayan y negrita (35.71%), seguidas del chocho (21.43%) y en menor proporción (14.29%) Ficus o malanga (Figura 13). En VC hubo opiniones divididas entre los ejidatarios, éstas se refieren al uso pecuario, dejarlo igual, entre otras. La principal decisión (54.55%) es mantenerlo igual, para seguir protegiendo ríos o manantiales. La segunda opción fue aumentar el potrero (27.27%), ya que actualmente la ganadería es la actividad de la que obtienen más ganancias. El resto (9.09%) 45 prefiere dedicar esa parte a la agricultura, de manera que tiraría el acahual y sembraría algo que se pueda aprovechar o (9.09%) ceder el trabajo a los hijos o en su caso vender (Figura 14). Figura 13. Uso futuro del Acahual en Adolfo López Mateos Figura 14. Uso futuro del Acahual en Venustiano Carranza 46 5.2.1 Síntesis de los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza Con el propósito de realizar una comparación entre ejidos debido a las características que definen a cada uno se elaboró el siguiente cuadro (Tabla 13). Tabla 13. Cuadro comparativo entre las características de uso de suelo y de los acahuales de dos ejidos Variables Uso de suelo – coberturas Adolfo López Mateos Selva: 45% Acahual: 29% Cultivos: 11% Pastizal: 15% Venustiano Carranza Selva: 9% Selva y acahual: 6% Acahual: 29% Plantaciones forestales: 1% Plantaciones forestales y pastizal: 23% Cultivos: 2% Pastizal: 30% Azucena: 0% Uso anterior principal Agrícola (53.85%) Agrícola (45.46%) Razón principal de abandono de tierras (2 razones-38.46% c/u) Terreno inadecuado y Precios no redituables Terreno inadecuado (63.64%) Edad del acahual más frecuente 10 años (46.15%) 10 años (27.28%) 34.21% 33.26% Manejo más frecuente (2 tipos - 30.77% c/u) Plantaciones forestales maderables y no maderables y Ninguno Plantaciones forestales no maderables (36.36%) Plantación más común Especies maderables (42.86%) Ixtle (60%) Futuro del acahual más frecuente Sembrar palma (35.71%) Mantenerlo igual (54.55%) Porcentaje promedio de superficie de acahual con respecto al total de la parcela 47 5.3 Ubicación de acahuales y Caracterización de la vegetación arbórea y arbustiva de dos etapas sucesionales Se consiguió localizar la mayoría de los acahuales de los ejidatarios entrevistados (Figura 15). Al hacer la inspección de campo pudimos notar que en efecto los acahuales se encuentran en su mayoría junto a selvas (vegetación primaria) en Adolfo López Mateos y cerca de pastizales (con o sin plantaciones forestales maderables) en Venustiano Carranza. Fuente: RAN (2006). Figura 15. Localización de los acahuales de los ejidatarios entrevistados y las cuatro unidades de muestreo (dos etapas sucesionales por ejido) 48 La selección de los acahuales muestreados se baso en la información obtenida a partir de las entrevistas a ejidatarios, mediante la variable edad del acahual. En el Ejido Adolfo López Mateos, el acahual joven estuvo representado por una parcela con tiempo de descanso de 10 años, mientras que la parcela elegida para identificar el acahual maduro tuvo alrededor de 26 años de edad. Se eligieron estas parcelas, ya que de la muestra estudiada, las de diez años fueron las más representativas y por otro parte, la de veintiséis años fue la de mayor edad. Por otra parte, para la selección del acahual joven en el Ejido Venustiano Carranza también se consideró la superficie que este ocupaba; siendo el de mayor superficie (69 ha) en todo el ejido y teniendo una edad de 8 años. Cabe destacar que dicha superficie corresponde a 3 parcelas, cuyos dueños ya no se encuentran viviendo en ese ejido. Para el acahual maduro se tomo en consideración que fuera uno de los de mayor edad en la muestra, de esta forma se seleccionó un acahual de 14 años (desde que se adquirió el terreno), sin embargo la edad real es incierta, pues el terreno ya se encontraba en proceso de regeneración. A. Riqueza En total se trazaron 24 transectos (seis por cada unidad de muestreo). De acuerdo a la composición de acahuales de los dos ejidos, se registraron 68 especies, pertenecientes a 56 géneros y 36 familias (Anexo 3). Las familias más representativas fueron Fabaceae (5) y Tiliaceae (4). Distinguiendo las dos etapas de acahual, en el joven se encontraron 33 especies mientras que en el maduro 52 especies (Tabla 14). Tabla 14. Riqueza de Familias, Géneros y Especies correspondientes a los acahuales muestreados Etapa JOVEN MADURO TOTAL Familias 25 33 36 Géneros 30 47 56 49 Especies 33 52 68 El número total de especies registradas fue de 45 en ALM y 46 en VC. De éstas corresponden en ALM a acahual joven el 35.56% y a acahual maduro el 64.44%. Para VC, el 41.30% constituyen el acahual joven y el 58.70% el acahual maduro. Sin embargo, la riqueza de especies de los acahuales por ejido es de 38 para ALM y 36 para VC, esto analizando el número total de especies de las dos etapas. Si agrupamos los resultados con sus respectivas unidades de muestreo (Tabla 15), encontramos que en el ejido ALM, el acahual joven se encuentra representado por 16 especies y el acahual maduro por 29 especies. En el otro ejido (VC), el acahual joven está representado por 19 especies y el acahual maduro por 27 especies. Las familias más representativas para el AJALM fueron Asteraceae y Piperaceae, cada una con dos especies; para el AM-ALM fueron Fabaceae y Moraceae, cada una con tres especies; en el AJ-VC destacaron Euphorbiaceae, Melastomataceae, Meliaceae y Polygonaceae, todas ellas con dos especies y en el AM-VC destacaron Myrtaceae y Tiliaceae, con tres especies cada una. Tabla 15. Riqueza de Familias, Géneros y Especies de cada uno de los acahuales muestreados UM AJ-ALM AM-ALM AJ-VC AM-VC Familias 14 19 15 21 Géneros 15 26 18 27 Especies 16 29 19 27 Tres de las especies muestreadas (4.41%) se encuentran clasificadas en alguna categoría de riesgo por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010), estas son Calophyllum brasiliense, Tetrorchidium rotundatum y Cedrela Odorata. Las primeras dos se encuentran amenazadas y la otra sujeta a protección especial. 50 B. Índice de Valor de Importancia (IVI) Solo se hace referencia a las primeras cinco especies con mayor índice de valor de importancia para cada una de las unidades de muestreo (UM). El listado completo de especies para cada UM y sus respectivos valores se encuentran en el Anexo 4. Podemos observar que para cada unidad de muestreo la principal especie de mayor valor es muy diferente. Para el AJ-ALM (Figura 16) la especie con mayor valor fue Myriocarpa longipes (21.7%), en el AM-ALM (Figura 17) fue Ficus yoponensis (14.4%), en el AJ-VC (Figura 18) fue Psidium guajava (12.4%) y en el AM-VC (Figura 19) fue Terminalia amazonia (19.9%). Figura 16. Las primeras cinco especies del AJ-ALM con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa 51 Figura 17. Las primeras cinco especies del AM-ALM con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa Figura 18. Las primeras cinco especies del AJ-VC con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa 52 Figura 19. Las primeras cinco especies del AM-VC con los Índices de Valor de Importancia (IVI) más altos y sus respectivos aportes de dominancia, frecuencia y densidad relativa C. Coeficientes de similitud (Jaccard y SØrensen) Se realizó una comparación de la composición de especies en cada acahual (Anexo 5). De tal manera que se compararon primero, los acahuales (joven y maduro) de un mismo ejido, después lo mismo pero con el otro ejido; para determinar si existe algún grado de similitud en las especies a pesar de que los acahuales son de diferentes edades. En segundo lugar se hizo una comparación entre acahuales de la misma etapa (joven con joven o maduro con maduro), pero de diferentes ejidos; para comprobar la similitud o disimilitud de estos acahuales en relación a la ubicación geográfica. Los coeficientes de similitud se expresan en la Tabla 16. Las especies compartidas entre cada acahual se distribuyeron de la siguiente forma: 1. AJ-ALM VS AM-ALM: 7 especies - Saurauia yasicae, Dendropanax arboreus, Cecropia obtusifolia, Sapium lateriflorum, Piper aduncum, Heliocarpus appendiculatus y Myriocarpa longipes. 53 2. AJ-ALM VS AJ-VC: 2 especies - Cordia alliodora y Siparuna andina. 3. AJ-VC VS AM-VC: 10 especies - Rollinia jimenezii, Bursera simaruba, Alchornea latifolia, Nectandra ambigens, Conostegia xalapensis, Miconia fulvostellata, Melia azedarach, Psidium guajava, Coccoloba matudae y Vochysia guatemalensis. 4. AM-VC VS AM-ALM: 4 especies - Cecropia obtusifolia, Alchornea latifolia, Conostegia xalapensis y Trichospermum galeottii. Tabla 16. Comparación de los coeficientes de similitud de Jaccard y SØrensen en las diversas unidades de muestreo UM VS UM AJ-ALM VS AM-ALM AJ-VC VS AM-VC AJ-ALM VS AJ-VC AM-ALM VS AM-VC Jaccard 0.1842 0.2777 0.0606 0.0769 SØrensen 0.3111 0.4348 0.1143 0.1429 La similitud florística entre sitios, calculada con el coeficiente de Jaccard refleja baja similitud, la composición de especies no es similar y al encontrarse los valores muy alejados del 1, nos indica que son comunidades bien diferenciadas. La mayor proporción de similitud se da con el coeficiente de SØrensen, donde los valores son relativamente bajos y aumentan un poco. Solo se encuentran más relacionados los acahuales que son del mismo ejido (joven y maduro), pues comparten más especies entre ellos y de estos son los acahuales del ejido Venustiano Carranza los más parecidos. 54 6. DISCUSIÓN Actividades productivas y apoyos de gobierno derivados de estas Al principio, desde que se tumbo la selva, la calidad del suelo era buena para la siembra de cualquier cultivo. No obstante, con el uso del terreno, el exceso de lluvias y el paso del tiempo, ésta fue empeorando y los cultivos no tuvieron un buen desarrollo. En la actualidad la calidad para la siembra sigue siendo mala en algunas zonas y la mayoría de los campesinos deciden no dedicarse más a la agricultura. La intensidad de uso de las parcelas puede ser determinante de la calidad, tal y como lo argumenta Plana (2000); esto principalmente en los terrenos que han sido trabajados con fines pecuarios. Acorde con lo observado en este estudio, mientras más diversificadas sean las actividades que realiza cada ejidatario, más serán las fuentes de ingresos, y por lo tanto menor el impacto sobre el ambiente. En realidad hay diversas actividades a las que se dedican los ejidatarios, más en Adolfo López Mateos. En este ejido, además del campo, los ejidatarios entrevistados se dedican a actividades de ecoturismo, algunos a la producción y venta de artesanías, otros a la piscicultura con tilapias y otros trabajan en la albañilería o carpintería. No sucede lo mismo en Venustiano Carranza, puesto que los ejidatarios sólo se dedican al campo y principalmente en actividades ganaderas, algunas bajo un sistema silvopastoril. La venta de palmas camedor es una actividad practicada en mayor magnitud en el ejido Adolfo López Mateos y de la cual obtienen mayores ingresos. Por otro lado la ganadería, ya sea por la venta de productos o por la renta de potreros, provee de mayores ingresos a los ejidatarios de Venustiano Carranza. Aunque hay que resaltar que el ecoturismo en Adolfo López Mateos también aporta un importante ingreso para la economía de las familias. Refiriéndonos a los apoyos que reciben los ejidatarios por las actividades que realizan, es el PSAH (en el caso de Adolfo López Mateos) del que más obtienen recurso económico; y en Venustiano Carranza es del PROGAN. 55 Uso de suelo El uso de suelo está influenciado por las actividades productivas llevadas a cabo en las comunidades. Al practicarse en diferente magnitud estas actividades, se observa una proporción distinta en las coberturas de suelo entre los ejidos Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza. De acuerdo a la muestra de ejidatarios, la selva es la principal cobertura en Adolfo López Mateos, mientras que en Venustiano Carranza las más representativas son las zonas de vegetación perturbada (Ibarra-Manríquez, 1997a) como el pastizal y el acahual. Por lo que el ecoturismo es la actividad más practicada en Adolfo López Mateos, de esta manera los ejidatarios mantienen un acercamiento con la naturaleza y un compromiso por salvaguardar las reservas y las zonas con potencial turístico. Por el contrario, la ganadería es la actividad más practicada en Venustiano Carranza y por tanto mayores las superficies cubiertas de pastos. El hecho de que existan más superficies de pastizal en este último ejido es similar a lo que ocurre a escala regional, como lo comentan Castillo-Campos y Laborde (2004), ya que el pastizal ocupa un gran porcentaje como cobertura de suelo en Los Tuxtlas. Respecto a los acahuales, éstos presentan una proporción considerable en la muestra de parcelas, ocupan el segundo lugar en ambos ejidos. Esto significa que existen varias zonas que se encuentran en proceso de recuperación y por consiguiente, un aspecto positivo para los ejidos. Si se analizan las coberturas del suelo obtenidas en la muestra de parcelas de Adolfo López Mateos, se presenta el mismo patrón que en un estudio llevado a cabo por Barois (2003a) en el mismo ejido. La tendencia es que la selva ocupa la mayor proporción, a continuación le sigue la vegetación secundaria, después las áreas de pastizal y al final las actividades agrícolas. Así mismo, para el ejido Venustiano Carranza, se encontró lo mismo que en el estudio de Barois (2003b), donde el pastizal cubre la mayor superficie del ejido, seguido de acahual y selva, esta última en menor proporción. Si bien el cultivo de azucena se representaba como una categoría de uso de suelo en Venustiano Carranza, ahora prácticamente ha dejado de formar parte de las coberturas del ejido, pues su representación es mínima, en la muestra sólo una persona sigue con el cultivo. Además no se descarta que dentro del ejido, pocas sean las personas que aún cultiven azucena. 56 Formación de Acahuales Los acahuales son un tipo de elemento arbóreo que se encuentran en la región de Los Tuxtlas (Guevara et al., 1997). De los tipos de acahuales reportados en esta región (CastilloCampos y Laborde, 2004), sólo se analizó el acahual derivado de selva, pues es el que ocupa mayor extensión en comparación con los demás. El número de ejidatarios que cuentan con acahual dentro de su parcela es muy significativo, por lo que existen varias zonas cubiertas de vegetación secundaria. Del total de ejidatarios, alrededor del 85% tiene acahual en Adolfo López Mateos y aproximadamente el 72% en Venustiano Carranza. Los acahuales suelen encontrarse junto a pastizales, milpas, plantaciones maderables y selvas. En Adolfo López Mateos, se localizan junto a selvas principalmente, debido a esta cercanía no es de extrañarse que las especies vegetales del acahual sean muy similares a las de la vegetación primaria. Este patrón de ubicación de los acahuales es de gran importancia, puesto que forma un continuo de vegetación con las selvas, permitiendo el tránsito de fauna e incrementando el tamaño de hábitat de algunos animales. Esto se ve más favorecido una vez que el acahual se encuentra en etapas sucesionales más avanzadas, de manera que los acahuales pueden llegar a constituir macizos de vegetación casi idénticos a la selva original. Justo esta característica se observa más en Venustiano Carranza, en donde los ejidatarios consideran a los acahuales maduros como selvas; hay que destacar que a diferencia de Adolfo López Mateos, los acahuales de este ejido se localizan principalmente junto a pastizales, aunque no es mucha diferencia con los que se encuentran cerca de selvas. Antes del establecimiento del acahual, el principal uso del terreno fue el agrícola para ambos ejidos, esto indica que los ejidatarios no han recurrido a varios cambios de uso de suelo, pues directamente del agrícola se paso al acahual. Otro uso previo fue el pecuario, presentandose este en menor medida. Un dato interesante es que varios ejidatarios desconocen el uso previo exacto del terreno y esto se debe a que este fue adquirido cuando ya se había establecido el acahual. Por esta razon, las edades de abandono deben ser mayores a lo que proporcionaban los ejidatarios. 57 Los resultados indican que la decisión de los ejidatarios de abandonar sus tierras se debió a varias razones, la principal en ambos ejidos fue la disminución de la calidad del suelo con el paso del tiempo (De las Salas, 2002) y por el trabajo realizado en las parcelas, por lo que los terrenos se volvieron más degradados e inadecuados para la siembra de cualquier cultivo (infértiles); lo cual coincide con lo denotado por Plana, 2000. Asimismo, otra razón principal (para Adolfo López Mateos) fue que los precios de los cultivos no eran redituables porque la calidad de los productos era baja y no podían alcanzar el precio normal. Cabe resaltar que a pesar de que las parcelas presentaron baja calidad del suelo, la regeneración de la vegetación fue posible y por fortuna no desapareció este proceso de recuperación. El abandono de las actividades pecuarias o agrícolas sucedió en diferentes momentos en el caso de cada ejidatario, por lo que existe una variedad de estados sucesionales en ambos ejidos, esto es común en la región de Los Tuxtlas (Guevara et al., 1997; Arriaga et al., 2000). Pero a pesar de esta variedad, se observa una tendencia tanto en Adolfo López Mateos como en Venustiano Carranza de existir acahuales de 10 años de edad como los más abundantes. De acuerdo a la clasificación de las etapas sucesionales hecha para este estudio, la mayor proporción de acahuales en ambos ejidos son jóvenes. Cabe mencionar que la segunda etapa sucesional se denominó acahual maduro y no acahual viejo, como lo han denotado anteriormente (Guevara et al., 2000; Castillo-Campos y Laborde, 2004), ya que se considera acahual viejo a comunidades mucho más desarrolladas. De la misma forma, tomando en cuenta las categorías de etapas sucesionales propuestas por Del Amo (1999), los acahuales de ambos ejidos se encontrarían en su mayoría (83.33%) en etapa sucesional temprana (5-15 años). De la muestra analizada en los ejidos, los acahuales de mayor edad tienen entre 20 y 30 años, sin embargo ninguno de los acahuales analizados se encuentra cerca de constituir una selva madura, pues para eso aún faltan muchas décadas (Purata, 1986; Del Amo, 1999; Estrada y Coates-Estrada, 2005). En cuanto a las superficies ocupadas por acahuales en relación a la parcela, éstas se encuentran por debajo del 50% y son muy pocos los que constituyen la totalidad de la parcela (2 en López y 1 en Carranza). 58 Conocimiento sobre la flora y fauna de acahuales Ya se han elaborado varios trabajos en relación al conocimiento que tienen los pobladores con respecto a su ambiente. Existe un trabajo en el cual también se realizaron entrevistas a ejidatarios (Toledo, 1976), la diferencia de ese trabajo y el presente radica en que en aquél estudio se utilizaron fotografías para la identificación de especies de plantas y animales. En este estudio no se utilizaron imágenes, pues el objetivo fue conocer de primera información (ejidatarios) las especies presentes en los acahuales y no evaluar el porcentaje de conocimiento de acuerdo a un listado de especies (como sucede en el estudio anterior). La flora mencionada (por ejidatarios) que se encuentra en los acahuales son tanto de crecimiento natural, como especies sembradas por los propios ejidatarios. La composición de esta flora es diferente entre los ejidos, ya que sólo comparten el 10.7% de las especies y las demás son propias de cada ejido. No obstante, este porcentaje puede variar, pues algunas especies pudieran estar en los acahuales sin embargo no fueron mencionadas. Si se compara la vegetación secundaria con la vegetación primaria de los ejidos (información de comisariados), existen semejanzas en la composición. Respecto a la fauna, prácticamente se pueden encontrar las mismas especies de la selva en los acahuales, salvo los primates y los felinos, esto se debe a que estos mamíferos necesitan requerimientos que sólo en la selva pueden encontrar, por ejemplo árboles de mayor dap y altura. Se puede decir que debido a la cercanía de los acahuales con las selvas, los animales comen, transitan o incluso viven en la vegetación secundaria. Cabe destacar que de acuerdo a la percepción de los campesinos sobre la presencia de fauna en el ejido Adolfo López Mateos, la fauna se ha recuperado con el tiempo, debido a los esfuerzos de conservación. Animales que ya no eran muy frecuentes en el ejido (perdiz), actualmente han sido vistos, incluso otros como el armadillo, se acercan demasiado al asentamiento humano. También casos como el de los primates, cuyas poblaciones se han mantenido. De modo que si esta tendencia continua o al menos se mantiene, no se esperaría que la capacidad de la regeneración de la selva se vea perturbada, como lo manifiestan Dirzo et al. (2007). Sin embargo no se puede afirmar si sucederá lo mismo en Venustiano Carranza, puesto que las presiones que pueden causar una disminución 59 en las poblaciones de fauna silvestre aún persisten, no obstante se reporta (opinión de ejidatarios) la presencia de fauna en las áreas donde crecen los acahuales, lo que indica el repoblamiento de fauna en lugares donde anteriormente ya no había. Manejo de acahuales y futuro Se observan diferencias entre los acahuales estudiados de la muestra de ejidatarios de ambos ejidos. Pues mientras en Adolfo López Mateos se presenta en igual proporción las categorías “no darle algún manejo” o “tener plantaciones forestales maderables y no maderables”, en Venustiano Carranza si existe una preferencia hacia un manejo y que consiste en “tener plantaciones forestales no maderables”. El tipo de manejo que se practica en estos dos ejidos es el enriquecimiento de acahuales, de manera que estos se vuelven más productivos por contar con especies útiles para las necesidades de los seres humanos, como lo describe Del Amo (1999). Las plantaciones mayormente localizadas en Adolfo López Mateos, son las especies maderables, seguidas de las palmas. El ejido Venustiano Carranza también coincide con López al tener plantaciones maderables, aunque no sean las más abundantes, pues estas serían las plantaciones de ixtle, las cuales no existen en López. El manejo de las plantaciones de ixtle en Carranza se ve rezagado actualmente, debido a la falta de impulso para el comercio y por caracer de asesoría técnica. Algunas de las especies maderables utlizadas por los ejidatarios (caoba, cedro y primavera); así como las no maderables (palma camedor) son las mismas que se recomiendan para el enriquecimiento (SEMARNAT). Asimismo la mayoría de las especies maderables (cedro, suchil, teca y caoba) con las que los campesinos hicieron el enriquecimiento, también son utilizadas en acahuales de acuerdo a Morales et al. (2006). Los acahuales tienen muchos usos (Paré y Velázquez, 1997), pero los ejidatarios no hacen uso de ellos, de tal manera que no obtienen todos los beneficios que los acahuales les pudieran brindar. Una opción de manejo de acahuales en la región de Los Tuxtlas, ha sido el aprovechamiento de la vainilla (Paré, 1997); justamente en el ejido Venustiano Carranza, los campesinos han aprovechado la vainilla en acahuales, sin embargo esto fue temporal y 60 actualmente no se realiza más. Por otra parte, la obtención de leña en acahuales no es muy practicada por los campesinos. Cabe mencionar que los pobladores de Adolfo López Mateos han aprovechado los árboles frutales de los acahuales de manera que los utilizan para autoconsumo. Un aspecto de importancia, es el aprovechamiento que los campesinos realizan de la palma camedor en los acahuales; lo cual ya se había reportado con anterioridad para otros ejidos de la misma región (Ramírez, 2005; Aguilar, 2005) y esto se debe a la amplia utilidad de estas palmas (Ramírez, 1997) y en parte al buen desarrollo de las mismas bajo las condiciones que la vegetación secundaria les proporcionan (Ramírez, 2005). Según los resultados de las entrevistas, para el año 2010 cada gruesa (144 hojas) tiene un valor de $20.00 aproximadamente, por lo que su valor ha aumentado a comparación con años anteriores (Aguilar, 2005). Además su comercialización continúa siendo, desde hace algunos años con la empresa La Flor de Catemaco. En el ejido López Mateos la palma también se cultiva en conjunto con especies maderables y frutales, manteniéndose un sistema agroforestal (Rodríguez, 1994); además, los campesinos de este ejido han manejado el acahual con otros cultivos, tales como cítricos o pimienta, lo cual coincide con lo reportado por López-Cano y Castillo-Campos (2009). Centrándonos en el futuro de los acahuales, existen varias posibilidades de uso. En Adolfo López Mateos, principalmente, se planea seguir con el mismo manejo y seguir enriqueciendo el acahual a través de plantaciones de palmas. En Venustiano Carranza, principalmente se piensa mantener el acahual igual (con el mismo manejo) y algunas personas no descartan tumbar el acahual para cambiar a uso pecuario. Es sumamente importante que se fomente el manejo de la vegetación secundaria, pues al tiempo que se realiza este, se promueve también la restauración ecológica del ecosistema. Al mismo tiempo el ingreso económico generado de la venta de productos procedentes del acahual seguiría siendo un importante aporte a la economía familiar. En sí, se espera que el manejo de acahuales siga funcionando como una alternativa y de esta manera evitar que los campesinos transformen sus acahuales a potreros o algún otro uso, ya que en este caso impedirían la restauración del ecosistema como sucedió en el ejido Mario Souza (Toledo, 1976). 61 Descripción de la vegetación arbórea y arbustiva en 4 acahuales La riqueza de especies del muestreo de la vegetación fue ligeramente mayor en López Mateos, lo que coincide con el estudio de López-Cano y Castillo-Campos (2009), donde Carranza presentó menor riqueza. Se consideraba que algunas especies encontradas en los ejidos fueran distintas debido a que algunos acahuales se desarrollaron en tierras con distintos usos previos. De tal manera que en Adolfo López Mateos, la tierra fue menos trabajada (agricultura) que en Venustiano Carranza (ganadería); esto pudo haber influido en la composición de especies presentes, tal y como lo mencionan Méndez-Bahena (1999); Schmook (2005). Analizando los resultados obtenidos, se observa que generalmente los terrenos pecuarios abandonados presentaron mayor abundancia y área basal de arbustos y árboles que los dedicados a la agricultura. Lo cual fue lo opuesto a lo observado por Schmook (2005), sólo en un caso se presentó de la misma forma, donde los terrenos agrícolas abandonados (de mayor edad) tuvieron mayor área basal que los pecuarios. No obstante, sucedió la misma tendencia, en cuanto a la riqueza, en el presente estudio y en el de Schmook (2005), ya que se presentó mayor riqueza en los pastizales abandonados de Carranza (jóvenes) que en los agrícolas de López (19 especies vs 16 especies), sin embargo sucedió lo contrario en las etapas más avanzadas, pues fue mayor la riqueza en terrenos agrícolas abandonados que en pecuarios (29 especies vs 27 especies). También se observó que los acahuales o las parcelas con vegetación en etapas sucesionales más jóvenes, fueron más homogéneas al presentar una riqueza menor que aquellas con vegetación en etapas maduras, éstas últimas fueron más heterogéneas. Este trabajo coincide con el estudio de Fonseca y Vásquez (1999). Las diferencias observadas en la riqueza de especies entre cada etapa sucesional, demuestran que la edad de descanso es decisiva para el establecimiento de ciertas especies vegetales (López-Cano y Castillo-Campos, 2009; GómezPompa y Castillo-Campos, 2010). 62 Algunas de las especies de cada etapa sucesional registradas en este estudio, ya habían sido reportadas para esas etapas (Castillo-Campos y Laborde, 2004). De esta manera, las especies en común en acahuales jóvenes son: Myriocarpa longipes, Cecropia obtusifolia, Eupatorium galeotti, Piper spp., Conostegia xalapensis y Siparuna andina. Y para los acahuales de mayor edad son: Robinsonella mirandae, Ficus yoponensis, Calophyllum brasiliense, Astrocaryum mexicanum y Chamaedorea spp. A pesar de que estas especies son características de cada etapa sucesional, algunas especies que aparecen en acahuales jóvenes suelen encontrarse también en acahuales de mayor edad. Recientemente, se realizó un estudio en los mismos ejidos de este trabajo, en el cual se analizó la diversidad de la vegetación de selva que los ejidatarios conservan como reserva ejidal y celular. La riqueza registrada para la vegetación primaria fue de 76 especies (Morteo, S. 2011) por los dos ejidos. Con los resultados obtenidos y comparándolos con ese estudio, se determinó que la riqueza de especies en acahuales corresponde al 25% de la riqueza de la selva, puesto que comparten 19 especies estos dos tipos de vegetación. Las especies compartidas son: Saurauia yasicae, Mosquitoxylum jamaicense, Cordia stellifera, Cecropia obtusifolia, Calophyllum brasiliense, Terminalia amazonia, Alchornea latifolia, Tetrorchidium rotundatum, Inga nobilis, Ormosia schippii, Miconia fulvostellata, Guarea grandifolia, Ficus yoponensis, Parathesis lenticellata, Turpinia occidentalis, Heliocarpus appendiculatus, Ulmus mexicana, Rinorea guatemalensis y Vochysia guatemalensis. Si se hace una comparación por ejido, tenemos que la selva de Adolfo López Mateos comparte 10 especies con la vegetación secundaria, lo que representa el 27.03% y la selva de Venustiano Carranza comparte 11 especies con la vegetación secundaria, lo que representa el 23.40%. Hay que destacar que la riqueza de la selva en López fue de 37 especies, mientras que en Carranza de 47 especies. Si analizamos estos porcentajes nos damos cuenta de que no son muy representativos, e indican que la composición de los acahuales no es muy similar a la de la selva. Lo más seguro es que esta discrepancia en la composición de especies se deba a que los acahuales analizados no se encontraban en etapas sucesionales demasiado avanzadas. Pues si hubieran sido acahuales con 50 años de abandono o más el porcentaje sería mucho mayor, tal y como sucedió en estudios con 63 acahuales de mayor edad (Dirzo et al., 2009), donde estos compartieron el 85% de especies con la selva. Las especies con los más altos IVI fueron muy distintas entre cada unidad de muestreo (UM), son pocas las especies que se repiten en otra UM y en su caso son más similares las especies dentro del mismo ejido. Así la especie Cecropia obtusifolia, se encuentra en los dos tipos de acahuales de Adolfo López Mateos y entre las 5 más importantes. Por otro lado, es Psidium guajava la que presenta estas características en Venustiano Carranza. En los acahuales jóvenes de ambos ejidos no se encuentran especies similares dentro de las 5 con valores más altos y en contraste, los acahuales maduros si presentan al menos una especie en común dentro de aquellas con los IVI más altos, esta es Trichospermum galeottii. Estas diferencias entre las especies con los valores más altos de IVI, enfatizan la falta de similitud estructural entre cada UM. Se esperaba que la composición de especies fuera similar entre ambos ejidos, debido a que son acahuales derivados del mismo tipo de vegetación (selva alta perennifolia). Sin embargo, no se encontraron muchas semejanzas en la composición de especies de los acahuales entre ambos ejidos, incluso se registraron especies exclusivas para cada ejido. Por ejemplo en López se encontraron 32 spp que no aparecieron en Carranza, por el contrario, fueron 30 spp en Carranza que no se registraron en López. En general se presenta la tendencia de bajos valores de los dos coeficientes (Jaccard y SØrensen), esto indica la amplia disimilitud entre las UM (Moreno, 2001) y la consecuente necesidad de protección de las comunidades de ambos ejidos. Si se analiza qué unidades de muestreo compartieron más especies entre sí, se observa que los acahuales del mismo ejido son más semejantes entre sí que los acahuales de la misma etapa sucesional. Importancia de la vegetación secundaria Dentro de un escenario de conservación y preservación de los recursos, ambos ejidos se verían beneficiados si deciden seguir manteniendo las áreas de acahuales. Al permitir la 64 regeneración de las selvas, los ejidatarios tendrían más superficie de selva dentro de su ejido que la que actualmente tienen. Puesto que, en ambos ejidos los acahuales se convertirán en selvas y en Adolfo López Mateos conformarían la mayor parte del ejido; en Venustiano Carranza esto podría ser beneficioso al incorporarse hectáreas a los apoyos de gobierno como el Pago por servicios ambientales (PSA). Aunque en este último ejido, la aparición de fragmentos de vegetación nueva será de mayor importancia si se pretende aumentar la superficie del ejido con vegetación conservada. Además el mantenimiento de los acahuales será difícil, ya que algunos ejidatarios de Carranza no muestran interés en la vegetación secundaria, pues consideran que del acahual no pueden obtener recursos útiles. Por ejemplo no pueden adquirir materiales que sirvan para la construcción de casas, ya que reconocen que los árboles que ahí se desarrollan son de baja calidad; por lo tanto la madera no se puede aprovechar y además los árboles no sirven para leña. Pero esto difiere con varios estudios (Toledo et al., 1995; Del Amo, 1999; Lazos-Chavero y Paré, 2000; Levy-Tacher, 2002) que han demostrado la utilidad de los acahuales al documentar que proporcionan grandes beneficios e incluso se pueden obtener más recursos para la subsistencia, que de la propia selva. Quizás son los acahuales demasiado jóvenes o recién formados a los que les atribuyen esta improductividad, sin embargo se sabe que cambiará con el paso del tiempo al incrementar su utilidad (Levy-Tacher, 2002). Hay que mencionar que, incluso algunas de las especies, tanto mencionadas en las entrevistas como encontradas en el muestreo (palo mulato y solerillo), se consideran como buenas maderas de acuerdo a lo reportado por Lazos-Chavero y Paré (2000). Cabe resaltar el papel de los acahuales como elementos conectores del paisaje (Guevara et al., 2004), pues la fauna (venados o pecaríes observados por ejidatarios en Carranza) transita de la selva a los acahuales para alimentarse. Además de constituir elementos de conservación del paisaje (Dirzo et al., 2009) al contener especies útiles para la fauna y funcionar como reservorios de especies nativas. Además de la selva primaria, en la vegetación secundaria también se pueden encontrar especies en alguna categoría de riesgo. Tal es el caso de tres especies de plantas registradas en el 65 muestreo: Calophyllum brasiliense, Tetrorchidium rotundatum y Cedrela Odorata; y de otra más registrada como parte del conocimiento de la flora en acahuales: Vatairea lundellii. Estas especies aparecen en la NOM-059-SEMARNAT-2010 (SEMARNAT, 2010), y muy probablemente todavía existan más especies de este tipo en fragmentos de vegetación secundaria en etapas más avanzadas de la sucesión. Asimismo, algunas de las especies animales presentes en los acahuales (mencionadas por los ejidatarios) se encuentran bajo alguna categoría de la norma, ya sea sujetas a protección especial, amenazadas o en peligro de extinción. Éstas son principalmente aves; incluso algunos animales son endémicos de la región (Atropoides olmec y Geotrygon carrikeri). Lo que implica que estos remanentes de vegetación deben ser igualmente protegidos para seguir manteniendo la viabilidad de las poblaciones. 66 7. CONCLUSIONES Las actividades productivas que cada ejido lleve a cabo determinan las coberturas de uso de suelo. De tal manera que al practicar actividades más sustentables (como en el ejido Adolfo López Mateos), la cobertura más significativa ha sido la selva. En cambio en Venustiano Carranza al dominar las actividades pecuarias, la principal cobertura es el pastizal. Cabe destacar que en ambos ejidos, los acahuales representan la segunda cobertura en importancia, ocupando el 29% del total de las superficies de todas las parcelas. Del total de ejidatarios, en Adolfo López Mateos alrededor del 85% poseen acahual, mientras que en Venustiano Carranza aproximadamente el 72%. El patrón espacial de los acahuales de Adolfo López, indica que se encuentran principalmente junto a fragmentos de vegetación primaria, lo cual permite la formación de un continuo de vegetación de selva alta perennifolia. Por el contrario, los acahuales de Venustiano Carranza se encuentran principalmente junto a pastizales. La mayoría de los ejidatarios usaban su terreno para fines agrícolas, en menor proporción el pecuario. Sin embargo, es destacable la falta de conocimiento sobre el uso previo del terreno en algunos acahuales, puesto que éstos ya habían comenzado a desarrollarse desde el momento de adquisición del terreno. La razón principal de abandono de tierras en ambos ejidos se debió a la pérdida gradual de la fertilidad de la tierra, lo que condicionó que los terrenos se volvieran inadecuados para la siembra. Asimismo, la no rentabilidad de los cultivos en Adolfo López Mateos figuró entre las principales causas para su abandono y su “transformación natural”. La edad de los acahuales más frecuente es la de 10 años. La etapa sucesional más recurrente entre los acahuales de los ejidos es la de acahual joven (62.5%). Hay que resaltar que algunos de los acahuales que se encuentran en una etapa más avanzada de sucesión (maduros), ya podrían asemejarse a las selvas, puesto que así los consideran algunos ejidatarios. La superficie que representa el acahual en relación a la totalidad de la parcela no es muy relevante, puesto que generalmente ocupa menos del 50% de ella; las proporciones de las superficies de los acahuales 67 van del 4.17% al 44.94%. El promedio oscila entre 34.21% en Adolfo López y 33.26% en Venustiano Carranza. El conocimiento que tienen los campesinos respecto a la flora y fauna de acahuales es amplio, saben de la vegetación que caracteriza a los acahuales, y conocen que dentro de ellos también existen especies primarias. Además, se presenta una marcada diferencia entre las especies vegetales mencionadas para Adolfo López Mateos y las de Venustiano Carranza, a pesar de derivar del mismo tipo de vegetación (selva alta perennifolia). De la misma forma, se reconoce que los animales pueden interactuar entre selva y acahual. El enriquecimiento de acahuales mediante plantaciones forestales maderables y no maderables, es el manejo que se practica en ambos ejidos. Mientras los campesinos de Adolfo López Mateos prefieren combinar las plantaciones maderables y no maderables, en Venustiano Carranza optan por tener sólo las plantaciones no maderables. Cabe mencionar que en el mismo número de acahuales de Adolfo López no se da algún manejo. El tipo de plantaciones que predominan más dentro de los acahuales de López son las maderables (cedro, caoba, súchil), por el contrario en Carranza son las de ixtle. Como acciones futuras, sólo en Adolfo López Mateos se tiene contemplado enriquecer el acahual con algún cultivo de sombra (palmas), mientras que en Venustiano Carranza, la mayoría de los ejidatarios coincidieron en no cambiar el acahual por otra cobertura de suelo como pastizal o áreas agrícolas. De acuerdo al listado florístico elaborado, se registraron en total 68 especies pertenecientes a 56 géneros y 36 familias en una superficie de 1440 m2. Siendo Fabaceae (5) y Tiliaceae (4) las familias mejor representadas. Los acahuales maduros presentaron la mayor riqueza al registrar 52 especies pertenecientes a 47 géneros y 33 familias. Mientras que en los acahuales jóvenes se registraron 33 especies pertenecientes a 30 géneros y 25 familias. Cabe destacar que se identificaron al menos 3 especies (registradas en el muestreo de la vegetación) en alguna categoría de riesgo de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010: Calophyllum brasiliense, Tetrorchidium rotundatum y Cedrela Odorata. 68 La especie con el más alto valor de importancia es diferente entre cada UM. Las especies Myriocarpa longipes (21.7%) en el acahual joven de Adolfo López Mateos, Ficus yoponensis (14.4%) en el acahual maduro del mismo ejido, Psidium guajava (12.4%) en el acahual joven de Venustiano Carranza y Terminalia amazonia (19.9%) en el acahual maduro de ese ejido. Los coeficientes de similitud de Jaccard y SØrensen confirman la baja similitud existente entre cada UM y la consiguiente diversidad β elevada de las mismas. La mayor similitud se presenta entre acahuales del mismo ejido (dos etapas sucesionales), Adolfo López Mateos (31%) y Venustiano Carranza (43%) a partir de los valores correspondientes a SØrensen. 69 8. RECOMENDACIONES Los acahuales presentes en los ejidos de Adolfo López Mateos y Venustiano Carranza deben ser manejados para no ser transformados y de esta manera evitar la disminución o desaparición de estas zonas en recuperación. Por tal motivo, es necesario dar a conocer las prácticas de manejo de la vegetación secundaria y ampliar el conocimiento de los campesinos sobre el uso potencial de las especies vegetales de los acahuales. Mediante el fomento del manejo, la vegetación secundaria adquirirá mayor valor. De esta manera, se pretende que la población de los ejidos considere a la vegetación secundaria como pieza integral del sistema productivo y por lo tanto como una alternativa económica más. Además de que al transcurrir de los años, este tipo de vegetación puede llegar a constituir áreas de reserva. Se debe promover el manejo de la vegetación secundaria en donde no lo hay y dar seguimiento en donde ya se realiza (a través del enriquecimiento). Este enriquecimiento debe continuarse mediante las plantaciones, tanto maderables (principalmente especies nativas y de valor comercial) como no maderables (palmas camedor y chocho). También se sugiere retomar el aprovechamiento del ixtle en el ejido Venustiano Carranza y se recomienda la incorporación de productos comerciales como la vainilla en los acahuales. Para el manejo de la sucesión, se sugiere elaborar un listado de especies útiles (aprovechamiento múltiple) de rápido crecimiento, para lo cual se debe tomar como base el conocimiento de los campesinos. Además las técnicas de manejo de la vegetación secundaria se deberán aplicar de manera adecuada, de modo que se asegure la biodiversidad de esas zonas. De manera complementaria, sería conveniente realizar un estudio técnico del mercado de los productos obtenidos a partir de los acahuales, para determinar la viabilidad comercial. 70 Es primordial conocer lo que sucede en los demás ejidos del área de amortiguamiento de la reserva, por lo que la realización de trabajos posteriores similares, serían fuentes relevantes para el entendimiento de las acciones de las poblaciones humanas en torno a la vegetación secundaria remanente. Pues el aporte que se está realizando, sólo constituye una muestra de lo que se puede generar a gran escala y de esta manera establecer bases para el ordenamiento territorial incorporando la valoración de los acahuales (por su importancia económica y ecológica); así como el impulso de algún apoyo económico para asegurar la conservación de la vegetación secundaria. 71 LITERATURA CITADA Aguilar, A. 2005. 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ANEXOS ANEXO 1 CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL EJIDO INFORMANTES: AUTORIDADES EJIDALES* Universidad Veracruzana Instituto de Neuroetología Fecha___/____/ 2010 Ejido_________________________ Municipio___________________ Autoridad que colabora con la encuesta______________________________________________ Nombre_______________________________________________________________________ Ocupación_________________ Actividad complementaria______________________________ 1.- ¿Con qué superficie cuenta el ejido?_____________________________________________ 2.- ¿Cuántos ejidatarios están registrados?____________________________________________ 3.- ¿Cuántas hectáreas le corresponden a cada ejidatario?________________________________ 4.- ¿Hay parcelas abandonadas en donde haya acahual? Si ( ) No ( ) 5.- ¿Habla alguna lengua indígena? Si ( ) No ( ) ¿Cuál?________________________________________________ 6.- ¿Qué programas de gobierno reciben actualmente los habitantes del ejido? PROGRAM, OPORTUNIDADES, 70 y mas, PROARBOL, PROCAMPO, PROCYMAF, PROCODES, PET, Otros _________________________________________________________ 7.- ¿Cuál es la actividad productiva que más se practica? _____________________________________________________________________________ 8.- ¿Qué productos se cultivan en el ejido? _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ 9.- ¿Cuál es el precio de los productos que se venden? _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ 10.- ¿En dónde y a quienes se vende el producto? _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ _____________________________________________________________________________ 79 11.- ¿Qué programas de apoyo existen en el ejido encaminados a las actividades de agricultura? Nombre del Programa ¿En qué consiste la ayuda? ______________________ ______________________________ ______________________ ______________________________ Ninguno ( ) 12.- ¿Cuál es el precio del ganado y de los productos derivados que se venden? ______________________________________________________________________________ 13.- ¿En dónde y a quienes se vende el producto?______________________________________ 14.- ¿Qué programas de apoyo existen en el ejido encaminados a las actividades de ganadería? Nombre del Programa ¿En qué consiste la ayuda? ______________________ ______________________________ ______________________ ______________________________ Ninguno ( ) 15.- ¿Hay monos en su ejido? Marque con una X Monos aulladores ( ) Monos araña ( ) Ninguno ( ) 16.- ¿Qué otros animales de monte se pueden observar cerca de la comunidad? ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ 17.- ¿Qué árboles se pueden observar en la montaña? ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ 18.- ¿Qué programas existen como apoyo a las actividades de reforestación y conservación? Nombre del Programa ¿En qué consiste la ayuda? ______________________ ________________________________________________ ______________________ ________________________________________________ Ninguno ( ) 19.- ¿Porqué considera usted que les interesa reforestar o conservar? ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ ______________________________________________________________________________ * El presente cuestionario comprende algunas preguntas correspondientes al proyecto “Influencia de las variables socioeconómicas sobre el uso de suelo en áreas de vegetación primaria en la Sierra de Santa Marta, Veracruz, y su impacto en las poblaciones de primates y mamíferos medianos”. 80 ANEXO 2 PARCELAS CON VEGETACIÓN SECUNDARIA (ACAHUAL) INFORMANTES: EJIDATARIOS Instituto de Neuroetología Facultad de Biología Universidad Veracruzana Fecha: __________________________ Nombre: ________________________________________________ Hombre ( ) Mujer ( ) Edad: __________________ Comunidad: ___________________________________________ Ocupación_________________ Actividad complementaria______________________________ ACTIVIDADES PRODUCTIVAS 1.- ¿Cómo considera que es la calidad del suelo de su parcela para la siembra de maíz, frijol, pasto, o cualquier otro cultivo? Buena ( ) Regular ( ) Mala ( ) 2.- ¿Cómo era hace 20 años? ¿Mejor o peor? ___________________________________________________________________________ Agricultura 3.- Número de ha dedicadas a la agricultura. 1-5 ( ) 6-10 ( ) 11- + ( ) 4.- ¿Cuáles son los principales cultivos que trabaja en su parcela? Cultivo Superficie ______________________________ _______________________ ______________________________ _______________________ ______________________________ _______________________ 5.- ¿Cuál es el rendimiento (kg/ha)? ________________________________________________ 6.- ¿Cuál es el precio de la producción? _____________________________________________ 81 Ganadería 7.- No. ha dedicadas a la ganadería 1-5 ( ) 6-10 ( ) 11- + ( ) 8.- ¿Cuántas cabezas de ganado tiene? _____________________________________________ 9.- ¿Cuál es el precio del litro de leche y derivados (en el caso de producirlos)? __________________________________________________________________________ 10.- ¿Cuál es el precio del ganado? _________________________________________________ 11.- ¿Renta su potrero? Si ( ) No ( ) 12.- ¿En cuánto lo renta? ________________________________________________________ ACAHUALES 13.- Aproximadamente ¿Cuánta superficie de su parcela tiene monte nuevo? y ¿Junto a que se localiza? __________________________________________________________________________ 14.- ¿Por qué ha crecido la vegetación ahí? __________________________________________________________________________ 15.- ¿Qué sembraba en esa parte? __________________________________________________________________________ 16.- ¿Hace cuanto tiempo que no se siembra o se mete ganado? __________________________________________________________________________ 17.- ¿Conoce qué plantas puede encontrar ahí? __________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________ 18.- ¿Ha visto algún animal o animales en esa zona? Si ( ) No ( ) 19.- ¿Cuáles? __________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________ 82 20.- ¿Cuál es el manejo que le da a su acahual? a) Plantaciones forestales maderables b) Plantaciones forestales no maderables: Para fines alimenticios (frutales u otros cultivos) o para fines comerciales (palmas u otros) c) Ninguno 21.- En el caso de las plantaciones maderables, ¿Con que árboles reforestó? __________________________________________________________________________ 22.- En el caso de las plantaciones no maderables, ¿Qué es lo que cultiva? __________________________________________________________________________ 23.- ¿Cuánto produce aproximadamente? ____________________________________________ 24.- ¿Cuál es el destino de la producción? a) Autoconsumo ( ) c) Comercialización ( ) b) Autoconsumo y comercialización ( ) d) Otro ( ) ________________________________________ 25.- ¿Y en cuánto lo llega a vender? ________________________________________________ 26.- ¿En dónde lo vende? _____________________________________________________________________________ 27.- ¿A quiénes los vende? _______________________________________________________ 28.- En un futuro ¿Qué uso o manejo le pretende dar a su acahual? __________________________________________________________________________ __________________________________________________________________________ 83 ANEXO 3 LISTADO DE ESPECIES EN ACAHUALES DERIVADOS DE SELVA DE DOS COMUNIDADES (ALM Y VC) ALEDAÑAS A LA SIERRA DE SANTA MARTA, VER. Familia ACTINIDIACEAE ANACARDIACEAE ANNONACEAE APOCYNACEAE ARALIACEAE ARECACEAE ASTERACEAE BIGNONIACEAE BORAGINACEAE BURSERACEAE CECROPIACEAE CLUSIACEAE Especie ** Saurauia scabrida Hemsl. Saurauia yasicae Loes. Mosquitoxylum jamaicense Krug & Urb. Rollinia jimenezii Saff. Rollinia membranacea Triana & Planch. Tabernaemontana alba Mill. Tabernaemontana arborea Rose Dendropanax arboreus (L.) Decne. & Planch. * Astrocaryum mexicanum Liebm. ex Mart. * Chamaedorea tepejilote Liebm. ex Mart. * Geonoma interrupta (Ruiz & Pav.) Mart. Eupatorium daleoides (DC.) Hemsl. Eupatorium galeotti B. L. Rob * Vernonia sp. Schreb. Tabebuia rosea (Bertol.) A. DC. * Cordia alliodora (Ruiz and Pav.) Oken * Cordia stellifera I. M. Johnst. * Bursera simaruba (L.) Sarg. * Cecropia obtusifolia Bertol. * Calophyllum brasiliense Cambess. Vismia camparaguey Sprague & L. Riley Vismia sp. Vand. 84 Nombre Común U Marangola A Palo melaza Jobillo, carbonero, cedrillo Chirimoya, anonilla A Huevos de gato, cojón de gato, lecherillo, palo de San Diego, cola de venado Me Huevo de toro Olivo, palo de agua Chocho A, C Tepejilote A Kopale Mr Leñador, nopo Me Me, Mr Primavera, roble Ma, O, C Hormiguillo, súchil acahualero, tepesuchi, solerillo, súchil amarillo Ma, C, H, Me Nopo, tepeistesúchil Ma, L Palo mulato Cv, C, Ma, Me Chancarro, guarumbo A, Me Ocú, barí Camparaguey, achiotillo Anexo 3 (Continuación) Familia COMBRETACEAE ERYTHROXYLACEAE EUPHORBIACEAE FABACEAE LAURACEAE MALPIGHIACEAE MALVACEAE MELASTOMATACEAE MELIACEAE MONIMIACEAE MORACEAE MYRSINACEAE MYRTACEAE Especie ** Terminalia amazonia (J. F. Gmel) Exell Erythroxylum sp. P. Browne Alchornea latifolia Sw. * Sapium lateriflorum Hemsl. Tetrorchidium rotundatum Standl. * Inga nobilis Willd. Inga pavoniana G. Don Ormosia schippii Pierce ex Standl. & Steyerm. Senna multijuga (Rich.) H. S. Irwin and Barneby * Nectandra ambigens (S. F. Blake) C. K. Allen * Nectandra cuspidata Nees Bunchosia lindeniana A. Juss. Robinsonella mirandae Gómez Pompa Conostegia xalapensis (Bonpl.) D. Don ex DC. Miconia fulvostellata L. O. Williams Cedrela odorata L. * Guarea grandifolia DC. * Melia azedarach L. Siparuna andina (Tul.) A. DC. * Clarisia biflora Ruiz & Pav. Ficus yoponensis Desv. * Poulsenia armata (Miq.) Standl. * Parathesis lenticellata Lundell Eugenia mexicana Steud. * Myrciaria floribunda (H. West ex Willd.) O. Berg Psidium guajava L. 85 Nombre Común U Cachán, amarillo, peinecillo, tepesuchil Ma, C Cachos de toro Me Hoja ancha, carne de caballo, palo de mujer Ma Amantillo, amatillo Amate cajonero, amate blanco C, L Vaina o guatope A Cachimba (o), guajillo, dormilón blanco Laurel chilpatillo, laurel de montaña Ma Laurelillo Me Manzanillo, algodoncillo, majagua blanca C, L Capulincillo, choquepe A Cedro Ma, Me Sabino, palo de bejuco, bejuquillo Ma, C Paraíso, maravilla, pionche, cresmo Me, Cv Limoncillo, mano de tigre, supicho Lecherillo amargoso Higuerón Abasbabi, aguatoso, cartagena, carta A Escobilla Escobillo, guayabillo Guayabo A, C, Me Anexo 3 (Continuación) Familia PIPERACEAE POLYGONACEAE RUBIACEAE RUTACEAE SAPINDACEAE STAPHYLEACEAE TILIACEAE ULMACEAE URTICACEAE VIOLACEAE VOCHYSIACEAE Especie ** Piper aduncum L. Piper aequale Vahl Piper peltatum L. Coccoloba hondurensis Lundell Coccoloba matudae Lundell * Chione mexicana Standl. * Posoqueria latifolia (Rudge) Roem. and Schult. Rondeletia buddleioides Benth. Citrus sinensis (L.) Osbeck Cupania glabra Sw. * Turpinia occidentalis (Sw.) G. Don Heliocarpus appendiculatus Turcz. * Heliocarpus donnell-smithii Rose * Luehea seemannii Triana & Planch. Trichospermum galeottii (Turcz.) Kosterm. * Ulmus mexicana (Liebm.) Planch. Myriocarpa longipes Liebm. * Urera rzedowskii V.W.Steinm. Rinorea guatemalensis (S. Watson) Bartlett Vochysia guatemalensis Donn. Sm. Nombre Común U Cordoncillo, higuillo Cordoncillo Uvero Me, Ma Palo blanco Palo de peine Dagame de monte Mr Naranjo A, Me Tepesi, tepechi, cosalcahuite, guacamayo, palo de piedra, tres lomos, quiebra hacha C, L Zarzafrán Jonote colorado F Jonote blanco, corcho Guapetate Cuerillo, cuero, olmo Palo de fideo, chalagogue Vara negra Botoncillo Corpo Ma, C Las especies marcas con un asterisco (*) son especies nativas reportadas por Ibarra-Manríquez et al. (1997b) como plantas útiles para el comercio (madera, leña, ornamental, etc). Los nombres de los autores (**) fueron obtenidos a partir de la base de datos del Missouri Botanical Garden (Anónimo, 2010). U= plantas útiles de acuerdo a Ramírez (1999); A= alimento, Me= medicinal, Mr= mágico-religioso, C = construcción de casas, Ma = maderable, O = ornamental, H = herramienta (cultivo), L = leña, Cv = cerco vivo y F = fibra. 86 ANEXO 4 ATRIBUTOS ESTRUCTURALES DE LA VEGETACIÓN EN LAS UNIDADES DE MUESTREO UM Especie AJ-ALM Myriocarpa longipes Saurauia yasicae Siparuna thecaphora Eupatorium galeotti Cecropia obtusifolia Ulmus mexicana Heliocarpus appendiculatus Piper aequale Sapium lateriflorum Vernonia sp. Rollinia membranacea Cordia alliodora Geonoma interrupta Piper aduncum Dendropanax arboreus Rondeletia buddleioides Total Den rel 35.5 17.1 17.1 7.9 2.6 1.3 1.3 5.3 1.3 2.6 1.3 1.3 1.3 1.3 1.3 1.3 100 18.2 9.1 15.2 12.1 6.1 3.0 3.0 6.1 3.0 6.1 3.0 3.0 3.0 3.0 3.0 3.0 100 AM-ALM Ficus yoponensis Heliocarpus appendiculatus Cecropia obtusifolia Trichospermum galeottii Cordia stellifera Saurauia yasicae Piper peltatum Robinsonella mirandae Senna multijuga Urera rzedowskii Saurauia scabrida Turpinia occidentalis Astrocaryum mexicanum Dendropanax arboreus Alchornea latifolia 4.1 6.8 9.6 2.7 4.1 5.5 9.6 4.1 2.7 8.2 2.7 4.1 4.1 2.7 2.7 6.1 6.1 8.2 4.1 6.1 6.1 2.0 6.1 4.1 2.0 4.1 2.0 4.1 4.1 4.1 87 Frec rel Dom rel IVI % 11.3 28.3 5.5 3.7 14.2 11.6 8.9 1.0 7.0 1.3 5.3 0.7 0.4 0.4 0.3 0.2 100 65.0 54.6 37.8 23.7 22.9 15.9 13.2 12.3 11.3 10.0 9.6 5.1 4.8 4.7 4.6 4.5 300 21.7 18.2 12.6 7.9 7.6 5.3 4.4 4.1 3.8 3.3 3.2 1.7 1.6 1.6 1.5 1.5 100 33.0 17.4 12.5 11.6 3.1 1.1 0.9 2.0 4.7 0.7 2.2 2.7 0.4 1.3 1.2 43.2 30.3 30.2 18.5 13.4 12.7 12.5 12.2 11.5 11.0 9.0 8.8 8.6 8.1 8.0 14.4 10.1 10.0 6.2 4.5 4.2 4.2 4.1 3.8 3.7 3.0 2.9 2.9 2.7 2.7 Anexo 4 UM AJ-VC (Continuación) Especie Piper aduncum Sapium lateriflorum Posoqueria latifolia Conostegia xalapensis Inga nobilis Clarisia biflora Inga pavoniana Nectandra cuspidata Bunchosia lindeniana Guarea grandifolia Myriocarpa longipes Chamaedorea tepejilote Tabebuia rosea Poulsenia armata Total Den rel 5.5 1.4 2.7 2.7 1.4 1.4 1.4 1.4 1.4 1.4 1.4 1.4 1.4 1.4 100 Psidium guajava Coccoloba matudae Tabernaemontana arborea Melia azedarach Alchornea latifolia Parathesis lenticellata Vochysia guatemalensis Rollinia jimenezii Conostegia xalapensis Siparuna andina Miconia fulvostellata Cedrela odorata Tetrorchidium rotundatum Nectandra ambigens Coccoloba hondurensis Citrus sinensis Cordia alliodora Vismia camparaguey Bursera simaruba Total 14.4 7.2 14.4 9.3 6.2 12.4 3.1 2.1 6.2 8.2 6.2 1.0 2.1 1.0 1.0 2.1 1.0 1.0 1.0 100 88 Frec rel Dom rel 2.0 0.2 2.0 3.8 4.1 0.1 2.0 0.2 2.0 0.3 2.0 0.2 2.0 0.1 2.0 0.1 2.0 0.1 2.0 0.1 2.0 0.1 2.0 0.1 2.0 0.0 2.0 0.0 100 100 13.9 5.6 8.3 8.3 11.1 5.6 8.3 2.8 8.3 2.8 2.8 2.8 2.8 2.8 2.8 2.8 2.8 2.8 2.8 100 8.8 20.3 7.3 8.1 7.2 6.3 7.9 13.9 2.4 2.2 1.9 4.4 3.3 2.8 1.8 0.5 0.6 0.3 0.2 100 IVI 7.8 7.1 7.0 4.9 3.7 3.6 3.5 3.5 3.5 3.5 3.5 3.5 3.5 3.4 300 % 2.6 2.4 2.3 1.6 1.2 1.2 1.2 1.2 1.2 1.2 1.2 1.1 1.1 1.1 100 37.1 33.1 30.1 25.7 24.5 24.2 19.3 18.7 16.9 13.2 10.9 8.2 8.1 6.6 5.6 5.3 4.4 4.1 4.0 300 12.4 11.0 10.0 8.6 8.2 8.1 6.4 6.2 5.6 4.4 3.6 2.7 2.7 2.2 1.9 1.8 1.5 1.4 1.3 100 Anexo 4 (Continuación) UM AM-VC Especie Terminalia amazonia Vochysia guatemalensis Psidium guajava Eupatorium daleoides Trichospermum galeottii Conostegia xalapensis Erythroxylum sp. Myrciaria floribunda Luehea seemannii Eugenia mexicana Ormosia schippii Calophyllum brasiliense Mosquitoxylum jamaicense Rinorea guatemalensis Chione mexicana Tabernaemontana alba Rollinia jimenezii Vismia sp. Melia azedarach Coccoloba matudae Alchornea latifolia Bursera simaruba Cecropia obtusifolia Miconia fulvostellata Cupania glabra Nectandra ambigens Heliocarpus donnell-smithii Total Den rel 11.1 12.2 13.3 6.7 2.2 6.7 4.4 5.6 2.2 5.6 1.1 4.4 2.2 2.2 3.3 2.2 1.1 2.2 2.2 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 1.1 100 Frec rel Dom rel 8.5 40.0 10.6 12.0 6.4 7.4 8.5 1.2 2.1 10.7 6.4 1.0 4.3 3.2 4.3 1.0 4.3 3.2 2.1 1.6 2.1 5.2 2.1 1.1 4.3 0.8 4.3 0.4 2.1 1.4 4.3 0.2 2.1 2.4 2.1 1.2 2.1 0.8 2.1 1.3 2.1 0.9 2.1 0.9 2.1 0.8 2.1 0.7 2.1 0.4 2.1 0.2 2.1 0.1 100 100 IVI 59.6 34.9 27.1 16.3 15.0 14.1 11.9 10.8 9.7 9.3 8.4 7.7 7.3 6.8 6.8 6.7 5.7 5.6 5.2 4.6 4.2 4.1 4.0 3.9 3.6 3.4 3.3 300 % 19.9 11.6 9.0 5.4 5.0 4.7 4.0 3.6 3.2 3.1 2.8 2.6 2.4 2.3 2.3 2.2 1.9 1.9 1.7 1.5 1.4 1.4 1.3 1.3 1.2 1.2 1.1 100 Densidad relativa (Den rel), Frecuencia relativa (Frec rel), Dominancia relativa (Dom rel). Índice de Valor de Importancia (IVI), el cual también se representa en porcentaje (%). 89 ANEXO 5 PRESENCIA O AUSENCIA DE ESPECIES EN LAS CUATRO UNIDADES DE MUESTREO FAMILIA Especie ACTINIDIACEAE Saurauia scabrida Saurauia yasicae ANACARDIACEAE Mosquitoxylum jamaicense ANNONACEAE Rollinia jimenezii Rollinia membranacea APOCYNACEAE Tabernaemontana alba Tabernaemontana arborea ARALIACEAE Dendropanax arboreus ARECACEAE Astrocaryum mexicanum Chamaedorea tepejilote Geonoma interrupta ASTERACEAE Eupatorium daleoides Eupatorium galeotti Vernonia sp. BIGNONIACEAE Tabebuia rosea BORAGINACEAE Cordia alliodora Cordia stellifera BURSERACEAE Bursera simaruba CECROPIACEAE Cecropia obtusifolia CLUSIACEAE Calophyllum brasiliense Vismia camparaguey Adolfo López Mateos Joven Maduro Venustiano Carranza Joven Maduro 90 Anexo 5 (Continuación) FAMILIA Especie Vismia sp. COMBRETACEAE Terminalia amazonia ERYTHROXYLACEAE Erythroxylum sp. EUPHORBIACEAE Alchornea latifolia Sapium lateriflorum Tetrorchidium rotundatum FABACEAE Inga nobilis Inga pavoniana Ormosia schippii Senna multijuga LAURACEAE Nectandra ambigens Nectandra cuspidata MALPIGHIACEAE Bunchosia lindeniana MALVACEAE Robinsonella mirandae MELASTOMATACEAE Conostegia xalapensis Miconia fulvostellata MELIACEAE Cedrela odorata Guarea grandifolia Melia azedarach MONIMIACEAE Siparuna andina MORACEAE Clarisia biflora Ficus yoponensis Poulsenia armata MYRSINACEAE Parathesis lenticellata MYRTACEAE Adolfo López Mateos Joven Maduro Venustiano Carranza Joven Maduro 91 Anexo 5 (Continuación) FAMILIA Especie Eugenia mexicana Myrciaria floribunda Psidium guajava PIPERACEAE Piper aduncum Piper aequale Piper peltatum POLYGONACEAE Coccoloba hondurensis Coccoloba matudae RUBIACEAE Chione mexicana Posoqueria latifolia Rondeletia buddleioides RUTACEAE Citrus sinensis SAPINDACEAE Cupania glabra STAPHYLEACEAE Turpinia occidentalis TILIACEAE Heliocarpus appendiculatus Heliocarpus donnell-smithii Luehea seemannii Trichospermum galeottii ULMACEAE Ulmus mexicana URTICACEAE Myriocarpa longipes Urera rzedowskii VIOLACEAE Rinorea guatemalensis VOCHYSIACEAE Vochysia guatemalensis 36 Familias, 56 Géneros, 68 Especies Adolfo López Mateos Joven Maduro Venustiano Carranza Joven Maduro 16 Especies 92 29 Especies 19 Especies 27 Especies ANEXO 6 FOTOGRAFÍAS DE LAS UNIDADES DE MUESTREO a b c d Figura 1. Vista general de las dos unidades de muestreo (etapas sucesionales) en el ejido Adolfo López Mateos: (a) y (b) Acahual joven de Adolfo López Mateos (AJ-ALM); (c) y (d) Acahual maduro de Adolfo López Mateos (AM-ALM). 93 a b c d Figura 2. Vista general de las dos unidades de muestreo (etapas sucesionales) en el ejido Venustiano Carranza: (a) y (b) Acahual joven de Venustiano Carranza (AJ-VC); (c) y (d) Acahual maduro de Venustiano Carranza (AM-VC). 94