Número de registro: 17719 Novena Época Instancia: Segunda Sala

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
Número de registro: 17719
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XVIII, Agosto de 2003
Página: 238
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR LOS
TRIBUNALES COLEGIADOS SEGUNDO EN MATERIA DE TRABAJO DEL CUARTO
CIRCUITO Y TERCERO DEL OCTAVO CIRCUITO.
CONSIDERANDO:
TERCERO. Las consideraciones que sirvieron de sustento a las ejecutorias pronunciadas por
el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito son los siguientes:
Amparo directo 555/2002.
"SÉPTIMO. En cambio, es fundado el primer concepto de violación que hace valer el
quejoso y suficiente para conceder la protección de la Justicia Federal. Así lo es, por cuanto
que el justiciable alega que es ilegal la consideración por la que la responsable estimó que,
aun cuando de la orden de visita domiciliaria -que se contiene en el oficio 324-SAT-R3-L23P13245, de fojas 177 a 179- no se advierte que la autoridad demandada haya señalado lugar
para efectuar dicha visita, como tal debía considerarse el domicilio indicado al inicio de esa
orden de visita domiciliaria, máxime que se trataba del domicilio del actor y éste no acreditó
que se hubiera realizado en un lugar diferente; ilegalidad que se aduce con base en que el
artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, dispone que en las órdenes de
visita se debe establecer el lugar o lugares en que habrá de efectuarse, pero en la orden de
visita no se establece claramente que debía llevarse a cabo en el domicilio sito en Guerrero
número un mil trescientos quince, colonia Del Prado, en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas,
pues dicha expresión no se encuentra plasmada en el cuerpo de la orden de visita, y si bien es
cierto que al inicio del documento se señala el nombre del quejoso y un domicilio, esto
constituye un simple dato o referencia del contribuyente, mas no señala específicamente que
en ese lugar se realizaría la visita, cuando debió precisarse en la orden de visita que se
llevaría a cabo en determinado domicilio, lo cual no se hizo en el caso. Argumentación la
anterior que tiene validez jurídica, atento que el artículo 14 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en lo conducente, establece: ‘Artículo 14. ... En los juicios del
orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o a la interpretación jurídica
de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios generales del derecho.’. En tanto que
los artículos 38 y 43 del Código Fiscal de la Federación disponen: ‘Artículo 38. Los actos
administrativos que se deban notificar deberán tener por lo menos los siguientes requisitos: I.
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Constar por escrito. II. Señalar la autoridad que lo emite. III. Estar fundado y motivado y
expresar la resolución, objeto o propósito de que se trate. IV. Ostentar la firma del
funcionario competente y, en su caso, el nombre o nombres de las personas a las que vaya
dirigido. Cuando se ignore el nombre de la persona a la que va dirigido, se señalarán los datos
suficientes que permitan su identificación. Si se trata de resoluciones administrativas que
determinen la responsabilidad solidaria se señalará, además, la causa legal de la
responsabilidad.’. ‘Artículo 43. En la orden de visita, además de los requisitos a que se refiere
el artículo 38 de este código, se deberá indicar: I. El lugar o lugares donde debe efectuarse la
visita. El aumento de lugares a visitar deberá notificarse al visitado. ...’. De lo anterior se
desprende que, si bien las autoridades fiscales se encuentran autorizadas constitucionalmente
para practicar visitas domiciliarias con la finalidad de que den cumplimiento a las
disposiciones fiscales, exigiendo la exhibición de los papeles o documentos necesarios para la
debida sustanciación de la visita, también lo es que para ejercer dicha facultad debe estarse a
las formalidades establecidas en el artículo 16 de la Carta Magna, que consagra la garantía de
seguridad jurídica, pues como es un acto de autoridad que causa molestia al gobernado, éste
debe ser emitido por autoridad competente, por escrito, debidamente fundado y motivado,
señalando el objeto o propósito de la visita, contribuciones a que está sujeto el visitado, así
como el nombre y domicilio del mismo para darle certidumbre jurídica. Bajo la luz de esas
ideas, se advierte que en el caso se incumplió con las formalidades establecidas en el artículo
43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, pues la autoridad administrativa al emitir
el acto de molestia, consistente en la orden de visita número 324-SAT-R3-l23-P-13245, en el
texto de la referida orden omitió señalar el lugar en donde se practicaría la visita, vulnerando
de esa manera lo establecido en el precepto mencionado. En efecto, la orden de visita
contenida en el oficio número 324-SAT-R3-l23-P-13245, señala:
"‘Dependencia: Servicio de Administración Tributaria, Administración Local de Auditoría
Fiscal Número 23 de Reynosa.
"‘Núm. 324-SAT-R3-L23-P-13245.
"‘Exp. (sic).
"‘R.F.C.: MAAP540102JRA.
"‘RIF 320085/99.
"‘Asunto: Se ordena la práctica de una visita domiciliaria.
"‘Cd. Reynosa, Tamps., a 13 de Oct.
1999.
"‘...
"‘Guerrero No. 1315 entre Plutarco Elías Calles y Ortíz Rubio. Col. del Prado. 88560.
"‘Cd. Reynosa, Tamaulipas.
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"‘Esta Administración Local de Auditoría Fiscal Número 23 del Servicio de Administración
Tributaria, en el ejercicio de sus facultades, le ordena la presente visita domiciliaria, con el
objeto o propósito de comprobar el cumplimiento de las disposiciones fiscales a que está
afecta (o) como sujeto directo y como responsable solidario en materia de las siguientes
contribuciones federales: impuesto sobre la renta e impuesto al valor agregado.
"‘De acuerdo con lo anterior, y a efecto de ejercer las facultades de comprobación previstas
en el artículo 42, fracción III, del Código Fiscal de la Federación; expide la presente orden de
visita domiciliaria con fundamento en los artículos 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; 7o., fracciones VII y XIII y tercero transitorio, de la Ley del
Servicio de Administración Tributaria; 2o., último párrafo; 41, primer y segundo párrafos;
apartado B, fracciones IV, XXIV y XXV, y último párrafo; y apartado F, número 23, del
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria, publicado en el Diario Oficial
de la Federación de fecha 30 de junio de 1997, reformado por decreto publicado en el propio
Diario Oficial de la Federación del 10 de junio de 1998; y artículo quinto transitorio del
citado decreto; y artículo primero, fracción III, inciso 4), del acuerdo por el que se señala el
nombre, sede y circunscripción territorial de las unidades administrativas de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, publicado en el Diario Oficial de la Federación de fecha 18 de
diciembre de 1996; así como en el artículo 33, último párrafo, del Código Fiscal de la
Federación, autorizando para que la lleven a cabo los CC. ... visitadores adscritos a esta
administración, quienes podrán actuar en el desarrollo de la diligencia, en forma conjunta o
separadamente.
"‘Se deberán mantener a disposición del personal autorizado en la presente orden todos los
elementos que integran la contabilidad como son, entre otros: los libros principales y
auxiliares; los registros y cuentas especiales, papeles, discos y cintas, así como otros medios
procesables de almacenamiento de datos; los libros y registros sociales, la documentación
comprobatoria de las operaciones de la empresa; así como proporcionarles todos los datos e
informes que el mencionado personal requiera durante la diligencia y que tengan relación con
el cumplimiento de las obligaciones fiscales objeto de la revisión. Asimismo, se les deberá
permitir el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores.
"‘En relación con las contribuciones señaladas en el primer párrafo de esta orden, la revisión
abarcará los ejercicios comprendidos del 1o. de enero al 31 de diciembre de 1997 y del 1o. de
enero al 31 de diciembre de 1998. De conformidad con lo que establece el artículo 45 del
Código Fiscal de la Federación, se le solicita dar a los visitadores las facilidades necesarias
para el cumplimiento de la presente orden, en virtud de que el oponerse a la práctica de la
visita o a su desarrollo, y no poner a su disposición todos los elementos que integran su
contabilidad, no proporcionar al personal autorizado en forma completa, correcta y oportuna,
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los informes, datos y documentos que soliciten para el ejercicio de las facultades de
comprobación, constituye una infracción en términos del artículo 85, fracción I, del Código
Fiscal de la Federación, la cual se sanciona de conformidad con lo señalado en el artículo 86,
fracción I, del propio Código Fiscal de la Federación, en cuyo caso, la autoridad podrá
proceder en términos de lo dispuesto en el artículo 40 del referido código.
"‘Atentamente.
"‘Sufragio efectivo. No reelección. Administrador local de Auditoría Fiscal de Reynosa.
(Rúbrica).
L.C. ...’
"Como puede advertirse, de la referida orden de visita domiciliaria no se desprende de
manera clara y precisa el domicilio en el que se llevaría a cabo tal visita al contribuyente
visitado, como expresamente lo establece el artículo 43, fracción I, de la ley de la materia,
pues si se tiene en cuenta que la orden de visita debe contener ciertos requisitos como, entre
otros, lo son el lugar o lugares a visitar, así como el nombre del contribuyente visitado, para
así crear certidumbre jurídica al visitado, es inconcuso que el señalamiento del lugar o
lugares en que habrá de realizarse constituye un requisito de validez, sobre todo porque en la
orden de visita se establece en el tercer párrafo ‘asimismo, se les deberá permitir el acceso al
establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de
valores’, en virtud de que dicha aseveración permite a los visitadores de manera discrecional
que puedan penetrar a los lugares que a su criterio sean susceptibles de revisar, pero al no
señalarse con precisión el lugar a inspeccionar, ello quebranta uno de los requisitos que prevé
la ley fiscal en el particular; de ahí que al no haberlo considerarlo de esa manera la
responsable, infrinja con su determinación el principio de legalidad que rige en materia civil
para el dictado de las sentencias, comprendiéndose en esa materia la fiscal, pues el fallo
reclamado se apartó de la letra o texto de la ley. Desde luego que no obsta a lo anterior, la
circunstancia de que al inicio de la orden de visita domiciliaria se haya indicado el nombre y
domicilio a donde se dirigió la notificación de la misma, toda vez que la función del
señalamiento de ese domicilio debe entenderse que es para allí llevar a cabo tal notificación,
empero no satisface el requisito relativo al señalamiento del lugar o lugares en donde habría
de realizarse la visita, precisamente porque ese requisito -que debe ser expreso y no inferirseha de contenerse en el cuerpo de la propia orden de visita, pues puede acontecer que el
domicilio de la notificación de la misma no corresponda al del lugar a visitar; y si bien en el
caso aquel domicilio de la notificación de la orden es el fiscal del contribuyente, ello tampoco
colma el requisito de referencia, por cuanto que la norma jurídica es determinante en el
sentido de que en la orden de visita se deberá indicar el lugar o lugares donde debe
efectuarse, sin que se permita que -ese requisito de validez- pueda inferirse como el domicilio
en que se notifica dicha orden, pues la finalidad de que se señale expresamente aquel lugar en
que habrá de efectuarse es para que no sólo haya certeza jurídica de esa circunstancia sino,
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además, para que los visitadores la practiquen únicamente en el lugar señalado en la orden de
visita. A mayor abundamiento, el artículo 5o. del Código Fiscal dispone: ‘Artículo 5o. Las
disposiciones fiscales que establezcan cargas a los particulares y las que señalan excepciones
a las mismas, así como las que fijan las infracciones y sanciones, son de aplicación estricta.
Se considera que establecen cargas a los particulares las normas que se refieren al sujeto,
objeto, base, tasa o tarifa. Las otras disposiciones fiscales se interpretarán aplicando cualquier
método de interpretación jurídica. A falta de norma fiscal expresa, se aplicarán
supletoriamente las disposiciones del derecho federal común cuando su aplicación no sea
contraria a la naturaleza propia del derecho fiscal.’. Luego, se tiene que la autoridad
administrativa debe ceñirse estrictamente a lo establecido en la norma que rige su proceder,
esto es, en principio se debe interpretar la norma de manera literal, cuando se trate de normas
que prevén cargas o fijan infracciones y sanciones; pero cuando no sea alguno de esos casos,
entonces las disposiciones fiscales pueden interpretarse bajo cualquier método de
interpretación jurídica; y si en el particular los artículos 38 y 43 del Código Fiscal de la
Federación no contemplan cargas ni fijan infracciones o sanciones, es inconcuso que es
válido interpretarlos bajo cualquier método de interpretación jurídica, mas como son claros y
precisos, no dan causa justificada para su interpretación que no sea la estrictamente literal;
según razones que sustentan a la tesis aislada 2a. CXLII/99, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, diciembre de 1999, página
406, cuyo contenido es el siguiente: ‘LEYES TRIBUTARIAS. SU INTERPRETACIÓN AL
TENOR DE LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 5o. DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN. Conforme a lo establecido en el citado numeral, para desentrañar el alcance
de lo dispuesto en las normas que establecen el sujeto, objeto, base, tasa o tarifa de una
contribución y las excepciones a ésta, las respectivas disposiciones deben aplicarse en forma
estricta, mientras que la interpretación del resto de las disposiciones tributarias podrá
realizarse aplicando cualquier otro método de interpretación jurídica. Ante tal disposición, la
Suprema Corte de Justicia considera que la circunstancia de que sean de aplicación estricta
determinadas disposiciones de carácter tributario, no impide al intérprete acudir a los diversos
métodos que permiten conocer la verdadera intención del creador de las normas, cuando de
su análisis literal en virtud de las palabras utilizadas, sean técnicas o de uso común, se genere
incertidumbre sobre su significado, ya que el efecto de la disposición en comento es
constreñir a aquél a realizar la aplicación de la respectiva hipótesis jurídica única y
exclusivamente a las situaciones de hecho que coincidan con lo previsto en ella, una vez
desentrañado su alcance.’. En el caso, no se inadvierte la tesis de jurisprudencia 2a./J.
133/2002 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, diciembre de 2002, página 238 y
siguiente, que establece: ‘CONTRIBUCIONES. LAS DISPOSICIONES REFERENTES A
SUS ELEMENTOS ESENCIALES, AUNQUE SON DE APLICACIÓN ESTRICTA,
ADMITEN DIVERSOS MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN PARA DESENTRAÑAR SU
SENTIDO. El hecho de que el legislador haya establecido que las disposiciones fiscales que
prevén elementos esenciales, como son sujeto, objeto, base, tasa o tarifa de una contribución
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y las excepciones a ésta, son de aplicación estricta, no significa que el intérprete no pueda
acudir a los diversos métodos que permiten conocer la verdadera intención del creador de
aquellas disposiciones, cuando de su análisis literal en virtud de las palabras utilizadas, sean
técnicas o de uso común, se genere incertidumbre sobre su significado, ya que el efecto de lo
ordenado por el legislador es obligar a aquél a que realice la aplicación estricta de la
respectiva hipótesis jurídica única y exclusivamente a las situaciones de hecho que coincidan
con lo previsto en ella, una vez desentrañado su alcance.’. Lo anterior es de ese modo, por
cuanto que el texto jurídico que se interpreta no genera incertidumbre sobre el significado,
alcance o sentido gramatical de las palabras empleadas en el mismo; de ahí que persista la
interpretación estricta y literal; habida cuenta que es determinante el artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, al disponer que en la orden de visita se deberá indicar el
lugar o lugares donde deba efectuarse la visita, y ese texto jurídico no permite que tal
requisito pueda inferirse o presuponerse del domicilio a donde se dirige la notificación de
dicha orden de visita. Luego, si en la parte superior de la mencionada orden de visita se
señala tanto el nombre como el domicilio del visitado, dicha circunstancia no quiere decir que
se cumplió con lo preceptuado en el mencionado artículo 43 de la ley fiscal, puesto que si en
el mismo cuerpo de la orden referida aparece que a los visitadores se les deberá permitir el
acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas
de valores, es inconcuso que era y es indispensable el señalamiento del lugar a visitar, pues
aquella expresión resulta por demás ambigua e imprecisa, atinente al requisito de cuenta, ya
que no determina la ubicación del lugar o lugares en que se va a desarrollar la visita y a los
cuales se deben constreñir los visitadores, además de que el contribuyente no está obligado a
señalar o dar a conocer a las autoridades fiscales el lugar o lugares donde se encuentren las
oficinas, locales, talleres y demás señalados; suponiendo, sin conceder, que los lugares
descritos se encontraran en el mismo lugar señalado en la parte superior de la orden de visita,
ésta resultaría genérica y no específica, lo que contraviene a las disposiciones establecidas,
por cuanto que es la base de lo que el contribuyente visitado va a tener conocimiento sobre la
materia de lo que va a ser sujeto, o aún más, resulta necesario cuando se trate de diversos
lugares en distintos domicilios, por lo que debe señalarse en forma clara y precisa el
domicilio en que se ubica el lugar o lugares en que se deberá practicar la visita, sin dar lugar
a inferencias establecidas por los visitadores, esto es, que la simple referencia en la parte
superior derecha del escrito de la orden no conduce a establecer que se cumpla con dicho
requisito, pues el precepto señala que en la orden de visita debe constar el domicilio del
visitado, o sea, en el cuerpo mismo de la orden y no el preámbulo del oficio que ordena se
visite al contribuyente, como sucedió en el presente caso y contra lo que resolvió la Sala
responsable. Tiene aplicación, en lo conducente, la tesis de jurisprudencia número 70,
emitida por la entonces Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada
en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, Tomo III, Materia
Administrativa, jurisprudencia, páginas 81-82, que establece: ‘ORDEN DE VISITA
DOMICILIARIA, SU OBJETO. Acorde con lo previsto en el artículo 16 constitucional, así
como con su interpretación realizada por esta Suprema Corte en las tesis jurisprudenciales
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cuyos rubros son: «VISITA DOMICILIARIA, ORDEN DE. REQUISITOS QUE DEBE
SATISFACER.» (tesis 183, página 126, Tomo III, Segunda Sala, compilación de 1995) y
«ÓRDENES DE VISITA DOMICILIARIA, REQUISITOS QUE DEBEN CONTENER
LAS.» (tesis 509, página 367, Tomo III, Segunda Sala, compilación de 1995), que toman en
consideración la tutela de la inviolabilidad del domicilio y la similitud establecida por el
Constituyente, entre una orden de cateo y una de visita domiciliaria, cabe concluir que el
objeto no sólo debe concebirse como propósito, intención, fin o designio, que dé lugar a la
facultad comprobatoria que tienen las autoridades correspondientes, sino también debe
entenderse como cosa, elemento, tema o materia, esto es, lo que produce certidumbre en lo
que se revisa; con base en esto último, el objeto de la orden de que se trata no debe ser
general, sino determinado, para así dar seguridad al gobernado y, por ende, no dejarlo en
estado de indefensión. Por tanto, la orden que realiza un listado de contribuciones o cualquier
otro tipo de deberes fiscales que nada tenga que ver con la situación del contribuyente a quien
va dirigida, la torna genérica, puesto que deja al arbitrio de los visitadores las facultades de
comprobación, situación que puede dar pauta a abusos de autoridad, sin que obste a lo
anterior la circunstancia de que el visitador únicamente revise las contribuciones a cargo del
contribuyente como obligado tributario directo, porque en ese momento ya no se trata del
contenido de la orden, sino del desarrollo de la visita, en la inteligencia de que la práctica de
ésta debe sujetarse únicamente a lo señalado en la orden y no a la inversa. Esta conclusión,
sin embargo, no debe llevarse al extremo de exigir a la autoridad que pormenorice o detalle el
capitulado o las disposiciones de las leyes tributarias correspondientes, porque tal
exageración provocaría que con una sola circunstancia que faltara, el objeto de la visita se
considerara impreciso, lo cual restringiría ilegalmente el uso de la facultad comprobatoria,
situación que tampoco es la pretendida por esta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. Es necesario precisar que las anteriores consideraciones únicamente son válidas
tratándose de órdenes de visita para contribuyentes registrados, pues sólo de ellos la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de acuerdo con su registro de alta, sabe qué
contribuciones están a su cargo, situación que es distinta de los casos de contribuyentes
clandestinos, es decir, aquellos que no están inscritos en el Registro Federal de
Contribuyentes porque, en estos casos, la orden necesariamente debe ser general, pues no se
sabe qué contribuciones están a cargo del destinatario de la orden. También debe señalarse
que las contribuciones a cargo del sujeto pasivo, no sólo conciernen a las materiales o de
pago, sino igualmente a las formales o cualquier otro tipo de deber tributario y, por tanto,
debe entenderse por obligado tributario, no solamente al causante o contribuyente
propiamente dicho, sino también a los retenedores, responsables solidarios y cualquier otro
sujeto que a virtud de las normas tributarias tenga que rendir cuentas al fisco.’. Sin que obste
que en el caso la visita domiciliaria se haya practicado en el domicilio que se señaló en la
parte superior del oficio y que corresponde al -domicilio- fiscal del contribuyente, oficio que
fue por el que se comunicó la orden de visita; pues se ha visto que el artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, establece terminantemente que en la orden de visita se
indique el lugar o lugares donde debe efectuarse la visita, ello con el fin de cumplir con el
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requisito de seguridad jurídica. Tampoco es óbice la circunstancia de que el artículo 10,
párrafo final, del Código Fiscal de la Federación, establezca que: ‘Las autoridades fiscales
podrán practicar diligencias en el lugar que conforme a este artículo se considere domicilio
fiscal de los contribuyentes, en aquellos casos en que éstos hubieran designado como
domicilio fiscal un lugar distinto al que les corresponda de acuerdo con lo dispuesto en este
mismo precepto. ...’, habida cuenta que prevé una regla general que cede ante la específica
que contiene el artículo 43, fracción I, del mismo ordenamiento legal, precisamente en
acatamiento al principio general de derecho de que la norma especial se prefiere sobre la
general; y cuya justificación de aquélla obedece a que el contribuyente -sobre todo, cuando se
trata de una persona moral- puede tener matriz y sucursales o extensiones, así como bodegas
establecidas en lugares distintos al en que se ubiquen aquellas matriz y sucursales, lo cual
hace que el domicilio fiscal pueda coincidir con éstos y no con aquélla, o que la orden de
visita sea para realizarse no en la matriz sino en alguna de sus sucursales o bodegas, o de
manera simultánea; de ahí que la circunstancia de que la orden de visita se dirija al domicilio
fiscal del contribuyente, no pueda llenar el requisito de validez de que se trata porque, de
aceptarlo, se estaría permitiendo que en un caso en que la contribuyente tenga matriz y
sucursales, pero sólo se dirija al domicilio fiscal, se ejecute tanto en una como en otras,
cuando no se especificaron todos esos lugares como explícitamente lo señala el precepto legal
de que se trata. Sirve de apoyo a lo antes considerado, el criterio que sustenta la tesis del
Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, publicada en
Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, tomo 88, Sexta Parte, página 94, mismo
que se comparte y que establece: ‘VISITAS DOMICILIARIAS. DEBEN LIMITARSE AL
LUGAR SEÑALADO EN LA ORDEN. El artículo 16 constitucional establece que podrán
practicarse visitas domiciliarias por las autoridades administrativas, y que en esas visitas
podrá exigirse la exhibición de los libros y papeles indispensables para comprobar que se han
acatado las disposiciones fiscales. Pero también establece que en dicha orden deberá
indicarse (entre otras cosas), por escrito, con toda precisión y sin ambigüedades, el lugar que
ha de inspeccionarse, y a ese lugar debe limitarse la diligencia, sin que sea legalmente posible
derogar parcialmente la garantía constitucional en las órdenes de visita, señalando en ellas un
lugar y dejando abierta la puerta, mediante expresiones ambiguas o imprecisas, para que la
diligencia pueda practicarse, mediante esa orden, en cualquier otro lugar, independientemente
de que ese otro lugar sea, o no, domicilio del visitado, o de que éste tenga ahí bodegas,
oficinas, o cualquiera otra clase de instalaciones.’. Por tanto, la resolución de la Segunda Sala
Regional del Noreste del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa resulta ilegal y,
en tal virtud, procede concederse el amparo y protección de la Justicia Federal al quejoso. En
consecuencia, al haber resultado fundado el concepto de violación analizado y suficiente para
conceder la protección constitucional, se hace innecesario el estudio del resto de los
conceptos, atento que el vicio que presenta la orden de visita domiciliaria ve a la nulidad; lo
anterior conforme a la tesis jurisprudencial número 107 de la entonces Tercera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917-2000, Tomo VI, Materia Común, jurisprudencia, página 85, así como la
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diversa que se comparte, número I.13o.A. J/1, sustentada por el Décimo Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, mayo de 2001, página 972, que
establecen, respectivamente: ‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, ESTUDIO INNECESARIO
DE LOS. Si al examinar los conceptos de violación invocados en la demanda de amparo
resulta fundado uno de éstos y el mismo es suficiente para otorgar al peticionario de garantías
la protección y el amparo de la Justicia Federal, resulta innecesario el estudio de los demás
motivos de queja.’. ‘NULIDAD LISA Y LLANA Y NULIDAD PARA EFECTOS
RESPECTO DE ACTOS EMANADOS DE FACULTADES DISCRECIONALES.
EXACTA APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 89/99, DE LA SEGUNDA
SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. De las consideraciones
que informan la ejecutoria de la contradicción de tesis 6/98, fallada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, de la cual emanó la jurisprudencia 2a./J. 89/99, de
rubro: «ÓRDENES DE VISITA DOMICILIARIA. LA NULIDAD DECRETADA POR
VICIOS FORMALES EN SU EMISIÓN, DEBE SER DECLARADA CON
FUNDAMENTO EN LA PARTE FINAL DE LA FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO 239
DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN.», se advierte que cuando el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa declare la nulidad de actos que deriven de
facultades discrecionales, respecto de los cuales se haya actualizado la causal de nulidad
contenida en la fracción II del artículo 238 del Código Fiscal de la Federación, la nulidad que
se declare no debe ser lisa y llana, pues con ello se atentaría contra la facultad discrecional
con que cuentan las autoridades hacendarias, pero tampoco puede ser para efectos, pues se
estaría obligando a la autoridad a emitir un acto en perjuicio del particular. Por tanto, la
nulidad deberá ser decretada en términos del artículo 239, fracción III, in fine, para el único
efecto de dejar insubsistente la resolución combatida, sin perjuicio de que la autoridad pueda,
si procede, ejercer de nueva cuenta sus facultades de comprobación, pero sin que se
encuentre obligada a ello por virtud de la sentencia de nulidad.’. No obsta a lo considerado, el
criterio sustentado por el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, en la tesis
VIII.3o.16 A, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XIV, octubre de 2001, página 1214, cuyo rubro y contenido es el siguiente:
‘VISITA DOMICILIARIA. ES LEGAL LA REALIZADA EN DIVERSOS LUGARES
UBICADOS DENTRO DEL SEÑALADO EN LA ORDEN COMO DOMICILIO FISCAL
DEL CONTRIBUYENTE. El artículo 16 constitucional establece la obligación de la
autoridad administrativa de precisar en toda orden de visita el lugar o lugares donde debe
efectuarse. Por su parte, el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación indica
que el aumento de lugares a visitar se debe notificar previamente al visitado. En tales
condiciones, cuando en el oficio en que se contiene dicha orden se precisa el domicilio en que
debe notificarse y verificarse, con el señalamiento, además, en el sentido de que se deberá
permitir el acceso a «establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores», debe considerarse que se cumplen las exigencias
constitucionales y de la ley reglamentaria respectiva, pues si la visita se practica en el
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domicilio fiscal del contribuyente visitado, se respeta la garantía de inviolabilidad del
domicilio del gobernado y la autoridad actúa bajo el marco legal que la ley tributaria le
impone para ese tipo de prácticas de verificación de disposiciones fiscales, ya que el referido
señalamiento no constituye una ambigüedad e imprecisión del lugar en que debe practicarse
la visita, pues la referencia debe entenderse como los lugares y las edificaciones que se
encuentran en el propio domicilio precisado en la orden; de manera que resulta legal su
práctica en cualquiera de dichos lugares, y sólo en el caso de que alguno de ellos se
encontrara en domicilio diverso se estaría ante un acto irregular susceptible de nulificarse,
dado que se requeriría de la orden de ampliación de la visita.’. Toda vez que se ha visto que
para este Tribunal Colegiado se hace indispensable, como requisito de validez de la orden de
visita domiciliaria, que se señale expresamente el lugar en que habrá de efectuarse y no
inferirse del domicilio a donde se dirige la notificación de dicha orden, por más que ese
domicilio corresponda al fiscal del contribuyente a visitar." (fojas 281 a 292 vuelta de la
contradicción de tesis 35/2003-SS).
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"OCTAVO. En cambio, resulta fundado el tercer concepto de violación que hace valer la
quejosa y suficiente para conceder la protección de la Justicia Federal. Previamente conviene
establecer que la accionante del juicio de nulidad, aquí quejosa, en su tercer concepto de
impugnación vertido en su libelo inicial (fojas 11 y 12), esgrimió que era procedente declarar
la nulidad de la resolución combatida, en razón de que se sustentaba en un procedimiento
efectuado con motivo de una orden de visita, en la cual no se había satisfecho lo dispuesto
por los artículos 38, fracción III y 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación; que ello
era así, toda vez que, en su concepto, la orden de visita no expresó el domicilio en el cual
habría de realizarse la misma, pues si bien se contenían los datos relativos a quien se dirigía,
así como el domicilio, no podía considerarse que en ese debería efectuarse la visita
respectiva. En relación con ese punto de impugnación, en el considerando cuarto de la
sentencia reclamada fue que la Sala Fiscal estimó que devenía infundado, toda vez que de la
lectura de la orden de visita número R.E.101/97 contenida en el oficio 101-10(01)/97, de
veinticuatro de junio de mil novecientos noventa y siete, se advertía que se dirigió al
domicilio ubicado en 15 de Mayo poniente número mil doscientos treinta, de esta ciudad de
Monterrey, Nuevo León, lugar donde se llevó a cabo, por lo que la autoridad hacendaria
cumplió con la obligación de señalar en la orden el lugar en donde debía practicarse la visita.
Ahora, la aquí quejosa, en su tercer concepto de violación, expresa que la consideración de la
responsable es ilegal, habida cuenta que para que la autoridad demandada cumpla con lo
dispuesto por el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, era menester
precisar en el texto de dicha orden el lugar en el que se llevaría a cabo, pues si bien al inicio
se contenía el nombre de la empresa contribuyente así como un domicilio, no menos lo es que
en ninguna parte se establecía de manera clara que la visita tendría verificativo, precisamente,
en el domicilio de 15 de Mayo poniente número mil doscientos treinta en el centro de esta
-10-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
ciudad; y, siendo de esa forma, procedía declarar la nulidad lisa y llana. En mérito de lo
expuesto, asiste razón a la peticionaria de garantías, como enseguida se verá: El artículo 14
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en lo conducente, establece: (se
transcribe). En tanto que los artículos 38 y 43 del Código Fiscal de la Federación disponen:
(se transcriben). De lo anterior se desprende que si bien las autoridades fiscales se encuentran
autorizadas constitucionalmente para practicar visitas domiciliarias con la finalidad de que
den cumplimiento a las disposiciones fiscales, exigiendo la exhibición de los papeles o
documentos necesarios para la debida sustanciación de la visita, también lo es que para
ejercer dicha facultad debe estarse a las formalidades establecidas en el artículo 16 de la
Carta Magna, que consagra la garantía de seguridad jurídica, pues como es un acto de
autoridad que causa molestia al gobernado, dicho acto debe ser emitido por autoridad
competente, por escrito, debidamente fundado y motivado, señalando el objeto o propósito de
la visita, contribuciones a que está sujeto el visitado, así como el nombre y domicilio del
mismo para darle certidumbre jurídica. Bajo la luz de esas ideas, se advierte que en el caso se
incumplió con las formalidades establecidas en el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de
la Federación, pues la autoridad administrativa al emitir el acto de molestia, consistente en la
orden de visita número R.E.101/97, oficio 101-10(01)/97, en el texto de la referida orden
omitió señalar el lugar en donde se practicaría la visita, vulnerando de esa manera lo
establecido en el precepto mencionado. En efecto, la orden de visita R.E.101/97, contenida en
el oficio 101-10(01)/97, señala:
"‘Dependencia: Secretaría de Finanzas y Tesorería General del "‘Estado de Nuevo León
"‘Dirección: De Fiscalización
"‘departamento: a.r.e.
"‘R.F.C. DCN-890112-M11
"‘Cuenta estatal:
"‘Número de oficio: 101-10(01)/97
"‘Número de orden: R.E.101/97
"‘Asunto: Se ordena la práctica de visita domiciliaria.
"‘Diseño y Constructores de Nuevo León, S.A. de C.V.
"‘15 de mayo Pte. No. 1230
"‘Centro de la ciudad
"‘Monterrey, N.L.
"‘Esta Secretaría de Finanzas y Tesorería General del Estado de Nuevo León, por conducto
de la dirección de Fiscalización en el ejercicio de sus facultades, le ordena la presente visita
domiciliaria con el objeto o propósito de comprobar el cumplimiento de las disposiciones
fiscales a que está afecta(o) como sujeto directo y como responsable solidario, en materia de
las siguientes contribuciones federales: «... impuesto al valor agregado, impuesto sobre la
renta, retenciones del impuesto sobre la renta a que está obligado a realizar e impuesto al
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
activo ...».
"‘Con fundamento en el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; y a efecto de ejercer las facultades de comprobación previstas en el artículo 42,
fracción III, del Código Fiscal de la Federación, se expide la presente orden de visita
domiciliaria, fundando la competencia del servidor público del Estado de Nuevo León que
firma esta orden, en las cláusulas segunda, fracciones I y II; tercera, cuarta y séptima, primer
párrafo, y octava, fracción III, del Convenio de Colaboración Administrativa en Materia
Fiscal Federal, celebrado por el Gobierno Federal por conducto de la Secretaría de Hacienda
y Crédito Público, y el Gobierno del Estado de Nuevo León, con fecha 25 de octubre de
1996, publicado en el Diario Oficial de la Federación de 28 de diciembre de 1996 y en el
Periódico Oficial del Estado del día 20 de enero de 1997, con fundamento en lo dispuesto por
el artículo 16, primer párrafo, fracción II y 18, fracciones VII y XXXIV, de la Ley Orgánica
de la Administración Pública para el Estado de Nuevo León; artículos 1o., 2o., 3o., 4o. y 21,
fracciones I y XIII, del Reglamento Interior de la Secretaría de Finanzas y Tesorería General
del Estado, publicado en el Periódico Oficial del Estado el día 3 de julio de 1996, autorizando
para que la lleven a cabo los CC. ... visitadores adscritos a esta dependencia, quienes podrán
actuar en el desarrollo de la diligencia en forma conjunta o separadamente.
"‘Se deberán mantener a disposición del personal autorizado en la presente orden, todos los
elementos que integran la contabilidad como son, entre otros: los libros principales y
auxiliares; los registros y cuentas especiales; papeles, discos y cintas, así como otros medios
procesales de almacenamiento de datos; los libros y registros sociales, la documentación
comprobatoria de las operaciones de la empresa; así como proporcionarles todos los datos e
informes que el mencionado personal requiera durante la diligencia y que tenga relación con
el cumplimiento de las obligaciones fiscales objeto de la revisión.
"‘Asimismo, se les deberá permitir el acceso al establecimiento, oficinas, locales,
instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores.
"‘La revisión abarcará los ejercicios fiscales comprendidos del 01 de enero al 31 de
diciembre de 1994.
"‘La visita se llevará a cabo en el lugar o lugares señalados.
"‘Queda apercibida (o) que de no dar a los visitadores las facilidades necesarias para el
cumplimiento de la presente orden, oponerse a la práctica de la vista o a su desarrollo, y no
poner a su disposición todos los elementos que integran su contabilidad, o no proporcionar al
personal autorizado en forma completa, correcta y oportuna, los informes, datos y
documentos que soliciten para el ejercicio de sus facultades de comprobación, se procederá
de conformidad con lo dispuesto en el Código Fiscal de la Federación.
-12-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
"‘Atentamente.
"‘Sufragio efectivo. No reelección
"‘Monterrey, N.L., a 24 de junio de 1997
"‘EL C. Director de Fiscalización
"‘(Rúbrica) ...’
"Como puede advertirse, de la referida orden de visita domiciliaria no se desprende de
manera clara y precisa el domicilio en el que se llevaría a cabo tal visita al contribuyente
visitado, como expresamente lo establece el artículo 43, fracción I, de la ley de la materia,
pues si se tiene en cuenta que la orden de visita debe contener ciertos requisitos como, entre
otros, lo son el lugar o lugares a visitar, así como el nombre del contribuyente visitado, para
así crear certidumbre jurídica al visitado, es inconcuso que el señalamiento del lugar o
lugares en que habrá de realizarse constituye un requisito de validez, sobre todo porque en la
orden de visita se establece en el cuarto párrafo ‘asimismo, se les deberá permitir el acceso al
establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de
valores’, en virtud de que dicha aseveración permite a los visitadores de manera discrecional
que puedan penetrar a los lugares que a su criterio sean susceptibles de revisar, pero al no
señalarse con precisión el lugar a inspeccionar, ello quebranta uno de los requisitos que prevé
la ley fiscal en el particular; de ahí que al no haberlo considerado de esa manera la
responsable, infrinja con su determinación el principio de legalidad que rige en materia civil
para el dictado de las sentencias, comprendiéndose en esa materia la fiscal, pues el fallo
reclamado se apartó de la letra o texto de la ley. Desde luego que no obsta a lo anterior, la
circunstancia de que al inicio de la orden de visita domiciliaria se haya indicado el nombre y
domicilio a donde se dirigió la notificación de la misma, toda vez que la función del
señalamiento de ese domicilio debe entenderse que es para llevar a cabo allí tal notificación,
empero no satisface el requisito relativo al señalamiento del lugar o lugares en donde habría
de realizarse la visita, precisamente porque ese requisito -que debe ser expreso y no inferirseha de contenerse en el cuerpo de la propia orden de visita, pues puede acontecer que el
domicilio de la notificación de la misma no corresponda al del lugar a visitar; y si bien en el
caso aquel domicilio de la notificación de la orden es el fiscal del contribuyente, ello tampoco
colma el requisito de referencia, por cuanto que la norma jurídica es determinante en el
sentido de que en la orden de visita se deberá indicar el lugar o lugares donde debe
efectuarse, sin que se permita que -ese requisito de validez- pueda inferirse como el domicilio
en que se notifica dicha orden, pues la finalidad de que se señale expresamente aquel lugar en
que habrá de efectuarse es para que no sólo haya certeza jurídica de esa circunstancia sino,
además, para que los visitadores la practiquen únicamente en el lugar señalado en la orden de
visita. A mayor abundamiento, el artículo 5o. del Código Fiscal dispone: (se transcribe).
Luego, se tiene que la autoridad administrativa debe ceñirse estrictamente a lo establecido en
la norma que rige su proceder, esto es, en principio se debe interpretar la norma de manera
literal, cuando se trate de normas que prevén cargas o fijan infracciones y sanciones, pero
-13-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
cuando no sea alguno de esos casos, entonces las disposiciones fiscales pueden interpretarse
bajo cualquier método de interpretación jurídica; y si en el particular los artículos 38 y 43 del
Código Fiscal de la Federación no contemplan cargas ni fijan infracciones o sanciones, es
inconcuso que es válido interpretarlos bajo cualquier método de interpretación jurídica, mas
como son claros y precisos, no dan causa justificada para su interpretación que no sea la
estrictamente literal, según razones que sustentan a la tesis aislada 2a. CXLII/99, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo X, diciembre de
1999, página 406, cuyo contenido es el siguiente: ‘LEYES TRIBUTARIAS. SU
INTERPRETACIÓN AL TENOR DE LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 5o. DEL
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN.’ (se transcribe). En el caso, no se inadvierte la
tesis de jurisprudencia 2a./J. 133/2002 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI,
diciembre de 2002, página 238 y siguiente, que establece: ‘CONTRIBUCIONES. LAS
DISPOSICIONES REFERENTES A SUS ELEMENTOS ESENCIALES, AUNQUE SON
DE APLICACIÓN ESTRICTA, ADMITEN DIVERSOS MÉTODOS DE
INTERPRETACIÓN PARA DESENTRAÑAR SU SENTIDO.’ (se transcribe). Lo anterior
es de ese modo, por cuanto que el texto jurídico que se interpreta -artículo 43, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación- no genera incertidumbre sobre el significado, alcance o
sentido gramatical de las palabras empleadas en el mismo; de ahí que persista la
interpretación estricta y literal, habida cuenta que es determinante el artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, al disponer que en la orden de visita se deberá indicar el
lugar o lugares donde deba efectuarse la visita, y ese texto jurídico no permite que tal
requisito pueda inferirse o presuponerse del domicilio a donde se dirige la notificación de
dicha orden de visita. Luego, si en la parte superior de la mencionada orden de visita se
señala tanto el nombre como el domicilio del visitado, dicha circunstancia no quiere decir que
se cumplió con lo preceptuado en el mencionado artículo 43 de la ley fiscal, puesto que si en
el mismo cuerpo de la orden referida aparece que a los visitadores se les deberá permitir el
acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas
de valores, es inconcuso que era y es indispensable el señalamiento del lugar a visitar, pues
aquella expresión resulta por demás ambigua e imprecisa, atinente al requisito de cuenta, ya
que no determina la ubicación del lugar o lugares en que se va a desarrollar la visita y a los
cuales se deben constreñir los visitadores, además de que el contribuyente no está obligado a
señalar o dar a conocer a las autoridades fiscales el lugar o lugares donde se encuentren las
oficinas, locales, talleres y demás señalados; suponiendo, sin conceder, que los lugares
descritos se encontraran en el mismo lugar señalado en la parte superior de la orden de visita,
ésta resultaría genérica y no específica, lo que contraviene a las disposiciones establecidas,
por cuanto que es la base de lo que el contribuyente visitado va a tener conocimiento sobre la
materia de lo que va a ser sujeto, o aún más, resulta necesario cuando se trate de diversos
lugares en distintos domicilios, por lo que debe señalarse en forma clara y precisa el
domicilio en que se ubica el lugar o lugares en que se deberá practicar la visita, sin dar lugar
a inferencias establecidas por los visitadores, esto es, que la simple referencia en la parte
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
superior derecha del escrito de la orden no conduce a establecer que se cumpla con dicho
requisito, pues el precepto señala que en la orden de visita debe constar el domicilio del
visitado; o sea, en el cuerpo mismo de la orden y no el preámbulo del oficio que ordena se
visite al contribuyente, como sucedió en el presente caso y contra lo que resolvió la Sala
responsable. No es óbice a lo anterior, la circunstancia de que el artículo 10, párrafo final, del
Código Fiscal de la Federación establezca que: ‘Las autoridades fiscales podrán practicar
diligencias en el lugar que conforme a este artículo se considere domicilio fiscal de los
contribuyentes, en aquellos casos en que éstos hubieran designado como domicilio fiscal un
lugar distinto al que les corresponda de acuerdo con lo dispuesto en este mismo precepto. ...’,
habida cuenta que prevé una regla general que cede ante la específica que contiene el artículo
43, fracción I, del mismo ordenamiento legal, precisamente en acatamiento al principio
general de derecho de que la norma especial se prefiere sobre la general, y cuya justificación
de aquélla obedece a que el contribuyente -sobre todo, cuando se trata de una persona moralpuede tener matriz y sucursales o extensiones así como bodegas establecidas en lugares
distintos al en que se ubiquen aquellas matriz y sucursales, lo cual hace que el domicilio
fiscal pueda coincidir con éstos y no aquélla, o que la orden de visita sea para realizarse no en
la matriz sino en alguna de sus sucursales o bodegas, o de manera simultánea; de ahí que la
circunstancia de que la orden de visita se dirija al domicilio fiscal del contribuyente, no pueda
llevar el requisito de validez de que se trata porque, de aceptarlo, se estaría permitiendo que
en un caso en que la contribuyente tenga matriz y sucursales, pero sólo se dirija al domicilio
fiscal, se ejecute tanto en una como en otras, cuando no se especificaron todos esos lugares
como explícitamente lo señala el precepto legal de que se trata. En mérito de lo expuesto, este
Tribunal Colegiado comparte el criterio que sustenta la tesis del Primer Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa del Primer Circuito, publicada en Semanario Judicial de la
Federación, Séptima Época, tomo 88, Sexta Parte, página 94, cuyos rubro y texto son los
siguientes: ‘VISITAS DOMICILIARIAS. DEBEN LIMITARSE AL LUGAR SEÑALADO
EN LA ORDEN.’ (se transcribe). Este Tribunal Colegiado sostuvo el criterio que aquí aplica
al resolver el amparo directo administrativo número 555/2002, promovido por ... en sesión de
veintitrés de enero de dos mil tres. Por tanto, la resolución de la Segunda Sala Regional del
Noreste del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, resulta ilegal; y en tal
virtud, procede concederse el amparo y protección de la Justicia Federal a la quejosa. En
consecuencia, al haber resultado fundado el concepto de violación analizado y suficiente para
conceder la protección constitucional, se hace innecesario el estudio del resto de los
conceptos, atento que el vicio que presenta la orden de visita domiciliaria ve a la nulidad; lo
anterior conforme a la tesis jurisprudencial número 107, de la entonces Tercera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917-2000, Tomo VI, Materia Común, jurisprudencia, página 85, así como la
diversa que se comparte, número I.13o.A. J/1, sustentada por el Décimo Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, mayo de 2001, página 972, que
establecen, respectivamente: ‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, ESTUDIO INNECESARIO
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
DE LOS.’ (se transcribe). ‘NULIDAD LISA Y LLANA Y NULIDAD PARA EFECTOS
RESPECTO DE ACTOS EMANADOS DE FACULTADES DISCRECIONALES.
EXACTA APLICACIÓN DE LA JURISPRUDENCIA 2a./J. 89/99, DE LA SEGUNDA
SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN.’ (se transcribe). No
obsta a lo considerado, el criterio sustentado por el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito, en la tesis VIII.3o.16 A, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, octubre de 2001, página 1214, cuyo rubro y contenido es
el siguiente: ‘VISITA DOMICILIARIA. ES LEGAL LA REALIZADA EN DIVERSOS
LUGARES UBICADOS DENTRO DEL SEÑALADO EN LA ORDEN COMO
DOMICILIO FISCAL DEL CONTRIBUYENTE.’ (se transcribe). Toda vez que se ha visto
que para este Tribunal Colegiado se hace indispensable, como requisito de validez de la
orden de visita domiciliaria, que se señale expresamente el lugar en que habrá de efectuarse y
no inferirse del domicilio a donde se dirige la notificación de dicha orden, por más que ese
domicilio corresponda al fiscal del contribuyente a visitar." (fojas 534 a 543 vuelta de la
contradicción de tesis 35/2003-SS).
CUARTO. Las consideraciones que sirvieron de sustento al Tercer Tribunal Colegiado del
Octavo Circuito al resolver las revisiones fiscales números 429/2000, 136/2001, 179/2001,
195/2001 y 191/2001, son las siguientes:
Revisión fiscal 429/2000.
"QUINTO. Es fundado el agravio expresado por la recurrente. Para declarar la nulidad del
acto impugnado, la Sala Fiscal en el considerando cuarto de su sentencia estimó que: ‘las
órdenes de visita domiciliaria emitidas por autoridades administrativas, es necesario que en
las mismas se precise con toda precisión el domicilio en el cual se llevará a cabo la visita
domiciliaria, lo cual no se cumple en la especie, puesto que si bien es cierto en la parte
superior izquierda de la primer hoja se señala un domicilio, debe entenderse que tal
indicación tenía el propósito de precisar el lugar en el que se debía entregar la orden, pero no
se puede sostener que debía ser ahí donde debía llevarse a cabo la visita, en tanto que en el
documento no se hace ningún señalamiento en ese sentido, siendo más imprecisa la orden al
señalar que podría llevarse a cabo en «el establecimiento, oficinas, locales, instalaciones,
talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores», pues con ello evidentemente no hay certeza de
dónde habría de llevarse a cabo la visita ordenada.’. La administradora local jurídica de
Ingresos de Torreón, Coahuila, manifiesta que la sentencia recurrida le causa agravio, pues
‘no se esta en presencia de una orden genérica y mucho menos ambigua ya que la misma va
encaminada únicamente a revisar a la persona al (sic) quien va dirigida la orden, en el
entendido que se le debe conceder acceso a las bodegas, talleres, instalaciones, oficinas y
cajas de valores del domicilio de la visitada’. Agrega la recurrente que ‘no debe perderse de
vista que la orden de visita domiciliaria del caso, se contiene en todo el documento del oficio
No. 5738 y no sólo una parte del mismo por lo que si en la parte superior izquierda de la
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
primera hoja de dicho oficio se indica el domicilio del contribuyente destinatario del mismo,
debe estimarse que tal indicación es el lugar que indica la orden en donde se podría efectuar
la visita domiciliaria’. En efecto, le asiste la razón a la recurrente cuando señala que ‘la a quo
juzgadora, erróneamente interpreta el artículo 43, en su fracción I, del Código Fiscal de la
Federación, al sostener que la orden contenida en el oficio No. 324-SAT-R2-L17-1-5738 de
fecha 15 de abril de 1999, no se encuentra debidamente fundada y motivada, ya que señala en
forma genérica y ambigua el lugar o lugares donde se puede proceder a realizar la visita sin
especificar en concreto el lugar o lugares donde deba efectuarse dicha visita domiciliaria’.
Así es, en la orden de visita número 324-SAT-R2-L17-1-5738, la autoridad fiscal señaló el
domicilio en el cual se efectuaría la diligencia, es decir, el ubicado en Hidalgo número once,
localidad de Chupaderos, en Villa de Cos, Zacatecas, asimismo, del acta de inicio de quince
de abril de mil novecientos noventa y nueve, se advierte que la diligencia se llevó a cabo en
aquel domicilio, el cual corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, tal como éste lo
señaló en su demanda de nulidad. Como se ve, la visita domiciliaria se practicó en el
domicilio fiscal del contribuyente, tal como lo prevé la tesis emitida por el Segundo Tribunal
Colegiado del Sexto Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, en la
página 216, Tomo VIII, septiembre de 1991, Octava Época, que a la letra dice: ‘VISITA
DOMICILIARIA. DEBE PRACTICARSE EN EL DOMICILIO FISCAL DEL
CONTRIBUYENTE. Las autoridades administrativas al practicar visitas domiciliarias deben
observar fielmente las formalidades prescritas para los cateos, por constituir éstos y aquéllas
las únicas excepciones al principio de inviolabilidad del domicilio que tal precepto
constitucional consagra, resulta incuestionable que la visita domiciliaria debe cumplir
forzosamente con todos los requisitos que al respecto le imponga la ley, entre otros,
practicarse precisamente en el domicilio fiscal del contribuyente, como se desprende de lo
dispuesto, en lo conducente, por los artículos 44, 45 y 46 del Código Fiscal de la
Federación.’. En ese orden, debe inferirse que el domicilio que obra en la parte superior
izquierda del oficio que contiene la orden de visita domiciliaria, resultó ser el lugar idóneo en
que se efectuó la visita, amén que corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, el cual es
proporcionado por éste a la autoridad fiscal. Además, en atención a lo dispuesto por el
artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, en caso de aumento de lugares a
visitar, deberá notificarse al visitado, es decir, tendría que emitirse una ampliación de la
orden de visita, supuesto que no aconteció, pues se advierte que la visita domiciliaria se
efectuó exclusivamente en el domicilio precisado en la orden de visita 324-SAT-R2-L17-15738. No debe estimarse que el domicilio indicado en la parte superior izquierda de la orden
impugnada deba ser tan sólo el domicilio en que ha de entregarse la orden al contribuyente,
máxime cuando aquél corresponde al domicilio fiscal del visitado, por ende, satisface con
ello el requisito previsto por el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, el
que establece: ‘En la orden de visita, además de los requisitos a que se refiere el artículo 38
de este código, se deberá indicar: I. El lugar o lugares donde debe efectuarse la visita. El
aumento de lugares a visitar deberá notificarse al visitado.’. No obsta a lo anterior, que la
orden de visita establezca que ‘asimismo, se les deberá permitir el acceso al establecimiento,
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores’ pues, como se
precisó, la diligencia se efectuó en el domicilio fiscal que el contribuyente reconoció tener, la
que se entendió personalmente con el contribuyente a quien iba dirigida la orden de visita."
(fojas 24 a 26 vuelta de la contradicción de tesis 35/2003-SS).
Revisión fiscal 136/2001.
"QUINTO. Son fundados los agravios expresados por la recurrente. En primer lugar, para
declarar la nulidad del acto impugnado, la Sala Fiscal en el considerando segundo, inciso A),
de su sentencia estimó que la orden de visita en que se sustentó la resolución impugnada: ‘no
precisa el lugar o lugares en que debía llevarse la visita, pues esta Sala advierte que en su
texto en forma ambigua e imprecisa, únicamente señala «asimismo se les deberá permitir el
acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas
de valores», asimismo, en el primer párrafo de la segunda hoja, se indica «la visita se llevará
a cabo en el primer lugar o lugares señalados en esta orden y en (espacio en blanco)» por lo
que tal circunstancia viola lo dispuesto en el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la
Federación’. Agrega la Sala Fiscal, que no es óbice a su conclusión, la circunstancia de que
en la orden de visita ‘se señale el nombre del contribuyente y un domicilio, pues en el texto
de la misma no se precisa que será en dicho lugar donde se practicará la visita, sino que por el
contrario señala que se llevará a cabo (sic) en cualquier lugar, como el establecimiento,
oficinas, locales, instalaciones, talleres, etc.; sin embargo, tal expresión ambigua e imprecisa
no permite saber la ubicación del lugar o lugares en que se deberá desarrollar la visita y al
cual se deben sujetar los visitadores’. La administradora local jurídica de Ingresos de
Torreón, Coahuila, manifiesta que la sentencia recurrida le causa agravio, pues en la orden de
visita en comento ‘sí se precisó el domicilio donde se habría de ejecutar ... en dicho
documento en la parte superior izquierda se precisa el domicilio a visitar, por lo que se
concluye que es ilegal lo resuelto por la sentenciadora en este sentido’. Agrega la recurrente
que la orden de visita domiciliaria número 419 de tres de febrero de mil novecientos noventa
y nueve ‘sí señaló claramente el domicilio en donde se llevaría a cabo la visita y que, se
insiste, fue el que se señaló en la parte superior izquierda de dicho oficio, tan es así que el
demandante en ningún momento se ocupó en demostrar que el inicio del procedimiento de
fiscalización se llevó a cabo en un domicilio distinto al señalado en la orden, por lo que la
Sala sentenciadora debió haber desestimado dicho argumento’. Ahora bien, en la orden de
visita número 324-SAT-R2-L16-1-419, la autoridad fiscal señaló el domicilio en el cual se
efectuaría la diligencia, es decir, el ubicado en Aquiles Serdán, número cuatrocientos
veintiuno Oriente, Durango, Durango, asimismo, del acta de inicio de tres de febrero de mil
novecientos noventa y nueve se advierte que la diligencia se llevó a cabo en aquel domicilio,
el cual corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, tal como éste lo señaló en su
demanda de nulidad. En efecto, el contribuyente al presentar la demanda de nulidad ante la
Sala Fiscal, atento a cumplir la formalidad prevista por el artículo 208, fracción I, del Código
Fiscal de la Federación, relativo a indicar ‘El nombre y domicilio fiscal y en su caso
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
domicilio para recibir notificaciones del demandante’, manifestó promover ‘con domicilio en
Aquiles Serdán 421 Ote., en Durango, Dgo., C.P. 34000, con domicilio convencional para
recibir notificaciones en ...’, amén que en el desarrollo de la visita domiciliaria se le requirió
para que manifestara bajo protesta de decir verdad si tenía sucursales, bodegas u oficinas en
otro domicilio de la ciudad de Durango, o bien, fuera de esa ciudad, que le pertenecieran, a lo
que contestó que: ‘No, únicamente se cuenta con estas instalaciones y con este vehículo con
el fin de venderlo’. Como se ve, la visita domiciliaria se practicó en el domicilio fiscal del
contribuyente, tal como lo prevé la tesis emitida por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, en la página 216, Tomo VIII,
septiembre de 1991, Octava Época, que a la letra dice: ‘VISITA DOMICILIARIA. DEBE
PRACTICARSE EN EL DOMICILIO FISCAL DEL CONTRIBUYENTE.’ (se transcribe).
En ese orden, debe inferirse que el domicilio que obra en la parte superior izquierda del oficio
que contiene la orden de visita domiciliaria, resultó ser el lugar idóneo en que se efectuó la
visita, amén que corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, el cual es proporcionado
por éste a la autoridad fiscal. Además, en atención a lo dispuesto por el artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, en caso de aumento de lugares a visitar, deberá
notificarse al visitado, es decir, tendría que emitirse una ampliación de la orden de visita,
supuesto que no aconteció, pues se advierte que la visita domiciliaria se efectuó
exclusivamente en el domicilio precisado en la orden de visita 324-SAT-R2-L16-1-419. Así,
no debe estimarse que el domicilio indicado en la parte superior izquierda de la orden
impugnada deba ser tan sólo el domicilio en que ha de entregarse la orden al contribuyente,
máxime cuando aquél corresponde al domicilio fiscal del visitado, por ende, satisface con
ello el requisito previsto por el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, el
que establece: ‘En la orden de visita, además de los requisitos a que se refiere el artículo 38
de este código, se deberá indicar: I. El lugar o lugares donde debe efectuarse la visita. El
aumento de lugares a visitar deberá notificarse al visitado.’. No obsta a lo anterior que la
orden de visita establezca que ‘asimismo, se les deberá permitir el acceso al establecimiento,
oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores’ pues, como se
precisó, la diligencia se efectuó en el domicilio fiscal que el contribuyente reconoció tener, la
que se entendió personalmente con el contribuyente, a quien iba dirigida la orden de visita.
Además, contrario a lo determinado por la Sala Fiscal, no puede considerarse como ambiguo
e impreciso el domicilio en donde habría de llevarse a cabo la diligencia, pues el acceso a los
establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de
valores, debe entenderse como edificaciones que se encuentren en el propio domicilio
contenido en la orden de visita en que se practicó la diligencia, esto es, en ‘Aquiles Serdán
421 Ote., 34000, Durango, Durango’. No se desatiende que en la práctica de la diligencia, los
visitadores requirieron al contribuyente para que señalara ‘si tiene sucursales, bodegas u
oficinas en otro domicilio de esta ciudad o fuera de ella que le pertenezcan’, lo que viciaría la
actuación de la autoridad hacendaria, pues daría lugar a que la visita se desarrollara en lugar
diverso del señalado en la orden respectiva; sin embargo, esa circunstancia no fue resuelta
por la Sala Fiscal no obstante que el contribuyente en la segunda parte de su cuarto concepto
-19-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
de impugnación así lo argumentó. Lo anterior obedece a que la Sala, al determinar en primer
término la ilegalidad de la orden de visita, omitió realizar el estudio respecto de su ejecución.
Efectivamente, la resolución recurrida fue omisa en contestar el argumento del contribuyente
contenido en su ocurso inicial de nulidad a foja 6, donde se destacó que en la orden de visita
‘se aprecia en el folio No. 550010139903 que en el primer párrafo se aprecia que se requiere
de inmediato al visitado para que bajo protesta de decir verdad señale si tiene sucursales,
bodegas u oficinas en otro domicilio de esta ciudad o fuera de ella que le pertenezcan,
circunstancia con la que se materializa la autorización que con la expresión respecto del lugar
en que deba efectuarse la visita contenida en la mencionada orden se otorga a los visitadores,
con lo que en la citada orden de visita se dejan de observar los requisitos de validez de las
mismas contenidos en los artículos 38, fracción III y 43, primer párrafo, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación’. Empero, este Tribunal Colegiado se encuentra impedido
para abordar el estudio de ese argumento relativo a la ilegalidad de la ejecución de la orden
de visita por haber requerido al causante que indicara si tenía domicilios diversos al señalado
en la propia orden, ya que resulta inaplicable a las revisiones fiscales lo dispuesto por el
artículo 91, fracción I, de la Ley de Amparo. Esto es así, ya que el artículo 104
constitucional, en la fracción I-B, dispone con claridad que las revisiones fiscales que
conozcan los Tribunales Colegiados de Circuito ‘se sujetarán a los trámites que la Ley
Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de esta Constitución fije para la revisión en amparo
indirecto’, pero ello no significa que tales revisiones deban resolverse como aquellas en
amparo indirecto, sino tan sólo que se tramitarán conforme a estas últimas, como así lo
destacó la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la jurisprudencia por
contradicción de tesis 6/91, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, en la página
48, Tomo VIII, noviembre de 1991, Octava Época, que dice: ‘REVISIÓN FISCAL.
INAPLICABILIDAD DE LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 91 DE LA LEY DE
AMPARO. El amparo directo y la revisión de que conocen los Tribunales Colegiados de
Circuito, en razón de su jurisdicción especial, sólo constituye medios conferidos a los
particulares o a las autoridades para ocurrir ante la Justicia Federal en defensa de sus
intereses, en contra de sentencias pronunciadas por los tribunales de lo contencioso
administrativo. La similitud entre esos medios de defensa extraordinarios lleva a la
conclusión de que las resoluciones que en ambos casos se dicten, sólo pueden ocuparse de las
cuestiones analizadas por la potestad común, en términos del artículo 190 de la Ley de
Amparo, resultando por ello, inaplicable a las revisiones fiscales, lo dispuesto por el artículo
91, fracción I, del propio ordenamiento; de manera que si en éstas se concluye que son
fundados los agravios, de existir conceptos de anulación no estudiados por la Sala
responsable, deben devolverse los autos a la Sala de su origen para que se haga cargo de las
cuestiones omitidas, de la misma manera que ocurre en el amparo directo que no permite la
sustitución de facultades propias de la responsable. Ello es así porque si bien el artículo 104
constitucional, en su fracción I-B, dispone que las revisiones contra resoluciones de
tribunales contenciosos de las cuales conocerán los Tribunales Colegiados de Circuito, «se
sujetarán a los trámites que la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de esta
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
Constitución fije para la revisión en amparo indirecto ...», ello no significa que tales
revisiones deban resolverse con las mismas reglas del amparo indirecto en revisión, sino tan
sólo que su trámite debe ajustarse a dichas reglas.’." (fojas 93 vuelta a 97 vuelta de la
contradicción de tesis 35/2003-SS).
Revisión fiscal 179/2001.
"QUINTO. Son fundados los agravios expresados por la recurrente. En primer lugar, para
declarar la nulidad del acto impugnado, la Sala Fiscal en el considerando segundo de su
sentencia estimó que la orden de visita en que se sustentó la resolución impugnada: ‘resulta
genérica al no especificar que el domicilio en que el contribuyente soportará el mandato de
autoridad, lo sea el que se indica en el apartado de los datos del destinatario de dicha orden,
ya que en ninguno de sus renglones así se especifica’. Agrega la Sala Fiscal que si bien el
objeto de la visita era comprobar el cumplimiento de disposiciones fiscales ‘para que el
contribuyente quede en aptitud de mantener a disposición de los visitadores autorizados todos
lo elementos que integran su contabilidad ... y de permitirles el acceso al establecimiento,
oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, como se indica
al final de la hoja primera de la mencionada orden de visita, entonces debió la autoridad
ordenadora indicar claramente el domicilio específico donde se ubican éstos, o los lugares en
concreto donde el visitado debía dar cumplimiento al referido mandato autoritario’. La
administradora local jurídica de Ingresos de Torreón, Coahuila, manifiesta que la sentencia
recurrida le causa agravio, pues en la orden de visita ‘sí se señaló el domicilio donde la visita
se iba a efectuar, pues de la orden se desprende en la parte superior izquierda, el domicilio en
donde se llevaría a cabo la diligencia en mérito, por lo que resulta inexacto la pretendida
violación que supuestamente cometió la autoridad fiscal’. Destaca la recurrente que la orden
de visita domiciliaria contenida en el oficio 324-SAT-R2-L13-1-17663 de veintiocho de
septiembre de mil novecientos noventa y ocho ‘de manera clara y precisa señala que el
domicilio en el cual se llevaría la diligencia es el ubicado en domicilio conocido s/n Hércules,
Sierra Mojada, Coahuila ... documental pública de la cual se desprende claramente el
domicilio en donde se llevaría y llevó a cabo la diligencia’ y agrega la autoridad exactora que
la circunstancia de que en el texto de la orden de visita se señale que el contribuyente ‘deberá
permitir el acceso al personal autorizado, a la oficinas, locales, instalaciones, talleres, etc.,
ello no significa que la orden sea imprecisa o ambigua en cuanto al lugar de la visita, como lo
señala la a quo en la sentencia ilegal que nos ocupa, en virtud de que la autoridad fiscal
precisa de manera específica el domicilio en donde se llevaría a cabo la visita, tal como se
probó con la orden en comento, documental que la sentenciadora no tomó en consideración’.
Ahora bien, en la orden de visita número 324-SAT-R2-L13-1-17663, la autoridad fiscal
señaló el domicilio en el cual se efectuaría la diligencia, es decir, el ubicado en domicilio
conocido s/n, Hércules, Sierra Mojada, Coahuila; asimismo, del acta parcial de inicio de
veintiocho de septiembre de mil novecientos noventa y ocho se advierte que la diligencia se
llevó a cabo en aquel domicilio, el cual corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, tal
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
como éste lo señaló en su demanda de nulidad. En efecto, la empresa contribuyente al
presentar la demanda de nulidad ante la Sala Fiscal, atento a cumplir la formalidad prevista
por el artículo 208, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, relativo a indicar ‘el
nombre y domicilio fiscal y en su caso domicilio para recibir notificaciones del demandante’,
manifestó promover ‘Minera del Norte, S.A. de C.V., quien promueve por conducto de su
representante legal Lic. ... Domicilio fiscal: Domicilio conocido s/n, Hércules, Sierra Mojada,
Coahuila’. Como se ve, la visita domiciliaria se practicó en el domicilio fiscal del
contribuyente, tal como lo prevé la tesis emitida por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, en la página 216, Tomo VIII,
septiembre de 1991, Octava Época, que a la letra dice: ‘VISITA DOMICILIARIA. DEBE
PRACTICARSE EN EL DOMICILIO FISCAL DEL CONTRIBUYENTE.’ (se transcribe).
En ese orden, debe inferirse que el domicilio que obra en la parte superior izquierda del oficio
que contiene la orden de visita domiciliaria, resultó ser el lugar idóneo en que se efectuó la
visita, amén que corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, el cual es proporcionado
por éste a la autoridad fiscal. Además, en atención a lo dispuesto por el artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, en caso de aumento de lugares a visitar, deberá
notificarse al visitado, es decir, tendría que emitirse una ampliación de la orden de visita,
supuesto que no aconteció, pues se advierte que la visita domiciliaria se efectuó
exclusivamente en el domicilio precisado en la orden de visita 324-SAT-R2-L13-1-17663.
Así, no debe estimarse que el domicilio indicado en la parte superior izquierda de la orden
impugnada, deba ser tan sólo el domicilio en que ha de entregarse la orden al contribuyente,
máxime cuando aquél corresponde al domicilio fiscal del visitado, por ende, satisface con
ello el requisito previsto por el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, el
que establece: ‘En la orden de visita, además de los requisitos a que se refiere el artículo 38
de este código, se deberá indicar: I. El lugar o lugares donde debe efectuarse la visita. El
aumento de lugares a visitar deberá notificarse al visitado.’. No obsta a lo anterior que la
orden de visita establezca que ‘asimismo, se les deberá permitir el acceso al establecimiento,
oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores’ pues, como se
precisó, la diligencia se efectuó en el domicilio fiscal que el contribuyente reconoció tener, la
que se entendió con ... en su carácter de representante legal de Minera del Norte, S.A. de
C.V., empresa a la que iba dirigida la orden de visita; además, aquél acreditó su personalidad
con testimonio de la escritura pública noventa y nueve pasada ante la fe del notario público
número cuatro, en ejercicio en la ciudad de Monclova, Coahuila. Ahora bien, el artículo 16
constitucional establece la obligación de la autoridad administrativa de precisar en toda orden
de visita el lugar o lugares donde debe efectuarse. Por su parte, el artículo 43, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación, indica que el aumento de lugares a visitar se debe notificar
previamente al visitado. En tales condiciones, cuando en el oficio en que se contiene dicha
orden se precisa el domicilio en que debe notificarse y verificarse, con el señalamiento,
además en el sentido de que se deberá permitir ‘el acceso al establecimiento, oficinas, locales,
instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores’, debe considerarse que se
cumplen las exigencias constitucionales y de la ley reglamentaria respectiva, pues si la visita
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
se practica en el domicilio fiscal del contribuyente visitado, se respeta la garantía de
inviolabilidad del domicilio del gobernado y la autoridad actúa bajo el marco legal que la ley
tributaria le impone para ese tipo de prácticas de verificación de disposiciones fiscales. Lo
anterior, sin que el referido señalamiento constituya una ambigüedad e imprecisión del lugar
en que se debe practicar la diligencia, pues el acceso a los establecimientos, oficinas, locales,
instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, debe entenderse como
edificaciones que se encuentren en el propio domicilio contenido en la orden de visita en que
se practicó la diligencia, esto es, en ‘domicilio conocido s/n, Hércules, 25700, Sierra Mojada,
Coahuila’. En ese contexto, sólo en el caso de que alguno de esos lugares se encontrara en
domicilio diverso del precisado en la orden, se estaría ante un acto irregular susceptible de
nulificarse, dado que se requeriría de la orden de ampliación de visita. ..." (fojas 567 a 570
vuelta de la contradicción de tesis 35/2003-SS).
Revisión fiscal 195/2001.
"SÉPTIMO. Los agravios que expresa la autoridad recurrente son en una parte infundados, y
en otra fundados, a juicio de este Tribunal Colegiado. En primer término, cabe señalar que de
autos se advierte (fojas 63 a la 65), que con fecha treinta y uno de agosto de mil novecientos
noventa y ocho, el administrador local de Auditoría Fiscal de Piedras Negras, Coahuila,
ordenó la práctica de una visita domiciliaria a la contribuyente ... con el propósito de
comprobar el cumplimiento de las disposiciones fiscales a que está afecta como sujeta directa
y como responsable solidaria en materia de las siguientes contribuciones federales: impuesto
sobre la renta e impuesto al valor agregado, por el ejercicio comprendido del primero de
enero al treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete; apoyándose para ello
en las facultades de comprobación que le conceden los artículos 42, fracción III y 33, último
párrafo, del Código Fiscal de la Federación; autorizando, la autoridad administrativa para
llevar a cabo la visita domiciliaria, a personal adscrito a dicha dependencia, y señalando que
se debía permitir a dicho personal ‘el acceso al establecimiento, oficinas, locales,
instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores’; y por último, apercibió a la
contribuyente para que en caso de que no diera a los visitadores las facilidades necesarias
para el cumplimiento de la orden de visita domiciliaria, se opusiera a la práctica de la misma,
no pusiera a su disposición todos los elementos necesarios, o no proporcionara todos los
datos, informes y documentos que se le solicitaran para el ejercicio de las facultades de
comprobación, se procedería de conformidad con lo dispuesto en el Código Fiscal de la
Federación. Derivado de la referida visita domiciliaria, la autoridad administrativa, mediante
oficio número 324-SAT-R2-L14-2-060, de fecha veintinueve de enero de mil novecientos
noventa y nueve, determinó al contribuyente un crédito fiscal en cantidad de $369,167.53
(trescientos sesenta y nueve mil ciento sesenta y siete pesos 53/100 moneda nacional), por
concepto de impuesto sobre la renta, impuesto al valor agregado, actualizaciones, recargos y
multas. En contra de esta resolución, la referida contribuyente promovió el juicio de nulidad
1420/99-02-01-9, ante la Primera Sala Regional Norte Centro del Tribunal Fiscal de la
-23-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
Federación, y entre otros conceptos de anulación, hizo valer la indebida fundamentación y
motivación de la resolución determinante del crédito fiscal, porque en la orden de visita
domiciliaria no se hacía el señalamiento del lugar en donde se practicaría la diligencia, dado
que en la misma únicamente se mencionaba en forma vaga e imprecisa que: ‘asimismo, se les
debe permitir el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores’; lo que dijo resultaba contrario al artículo 43, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación, el cual obliga a la autoridad a precisar en la orden de visita,
el lugar o lugares en que se practicará la revisión. Así mismo, en sus conceptos de
impugnación, la citada actora se dolió de que la orden de visita domiciliaria contenía un
apercibimiento en el que no se le hizo saber el precepto legal que sería aplicable en caso de
desobediencia del mismo, por lo que se violaba en su perjuicio lo dispuesto por el artículo 16
constitucional. La Sala responsable, en su sentencia declaró la nulidad lisa y llana de la
resolución combatida pues, por una parte, consideró que la orden de visita domiciliaria que
culminó con la resolución determinante del crédito impugnado, no indicaba en forma clara y
precisa el lugar en donde se llevaría a cabo la revisión, lo que dijo que resultaba contrario a lo
dispuesto por el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación y 16
constitucional. Por otra parte, dicha juzgadora estimó que la resolución impugnada también
era ilegal, porque en la parte final de la orden de visita se imponía una obligación y se
contenía un apercibimiento que no se encontraba fundado en los preceptos que preveían
como infracción las conductas aludidas en ese documento y que, en consecuencia, dicha
orden era un acto viciado que como tal engendraba la nulidad de todo lo actuado desde su
origen. ... En otro tenor de ideas, en su segundo motivo de inconformidad, la recurrente
esencialmente se duele de que el fallo recurrido es contrario a lo dispuesto por los artículos
38, fracción III, 43, fracción I y 44, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, por
inobservancia, porque sostiene que al resolver en la forma en que lo hizo, la Sala juzgadora
omitió advertir que la orden de visita domiciliaria número RIF570101/98, de fecha treinta y
uno de agosto de mil novecientos noventa y ocho, sí cumplió con los requisitos establecidos
en los numerales 43, fracción I, del código invocado, y 16 constitucional, dado que en la
misma se precisó que el domicilio a visitar lo era el ubicado en ‘Ave. (sic) López Mateos
1000; colonia Nísperos; C.P. 16020, Piedras Negras, Coahuila’. Los argumentos que se
expresan son fundados, pues como lo aduce la recurrente, de la orden de visita domiciliaria
que obra integrada a fojas 63 a la 65 del sumario, se advierte que la autoridad revisora precisó
en su parte superior izquierda el domicilio en el cual se efectuaría la diligencia, es decir, el
ubicado en ‘Ave. (sic) López Mateos 1000; colonia Nísperos; C.P. 16020, Piedras Negras,
Coahuila’; y asimismo, del acta de inicio de fecha dos de septiembre de mil novecientos
noventa y ocho, aparece que la diligencia ordenada se llevó a cabo en el domicilio indicado,
el cual corresponde al domicilio fiscal del contribuyente visitado, tal como éste lo señaló en
su demanda de nulidad. De lo anterior se evidencia que la visita domiciliaria se practicó en el
domicilio fiscal del contribuyente, tal como lo prevé la tesis emitida por el Segundo Tribunal
Colegiado del Sexto Circuito, publicada en el Semanario Judicial de la Federación, en la
página 216, Tomo VIII, septiembre de 1991, Octava Época, que a la letra dice: ‘VISITA
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
DOMICILIARIA. DEBE PRACTICARSE EN EL DOMICILIO FISCAL DEL
CONTRIBUYENTE.’ (se transcribe). En ese orden de ideas y contra lo resuelto por la
juzgadora, es de estimarse que el domicilio que obra en la parte superior izquierda del oficio
que contiene la orden de visita domiciliaria, resultó ser el lugar idóneo en que se efectuó la
visita, amén que corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, el cual es proporcionado
por éste a la autoridad fiscal. Además, en atención a lo dispuesto por el artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, cualquier aumento de lugares a visitar deberá notificarse
al visitado, es decir, en el caso de que la autoridad revisora pretendiera efectuar la visita
domiciliaria en un lugar diverso al precisado en la orden respectiva, tendría que emitirse una
ampliación y hacérselo saber al contribuyente, circunstancia que no aconteció pues, como ya
se dijo, de las constancias que obran en el sumario se advierte que la visita se efectuó
exclusivamente en el domicilio precisado en la orden contenida en el oficio número 324SAT-R2-L14-1-6614, de fecha treinta y uno de agosto de mil novecientos noventa y ocho;
satisfaciéndose con ello el requisito previsto por el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal
de la Federación, que establece: ‘En la orden de visita, además de los requisitos a que se
refiere el artículo 38 de este código, se deberá indicar: I. El lugar o lugares donde debe
efectuarse la visita. El aumento de lugares a visitar deberá notificarse al visitado.’. No obsta a
lo anterior, que en la orden de visita se hubiere señalado que: ‘se les deberá permitir el acceso
al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de
valores’; ya que, como se precisó, la diligencia de que se trata se efectuó en el domicilio
fiscal que el contribuyente reconoció tener, la que se entendió con la persona a quien iba
dirigida la orden de visita, causando a la recurrente el agravio que hace valer, pues se respeta
la garantía de inviolabilidad del domicilio del gobernado y la autoridad actúa bajo el marco
legal que la ley tributaria le impone para ese tipo de prácticas de visitas. Lo anterior es así,
sin que el referido señalamiento constituya una ambigüedad e imprecisión del lugar en que se
debe practicar la diligencia, pues el acceso a los establecimientos, oficinas, locales,
instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, debe entenderse como
edificaciones que se encuentran en el propio domicilio contenido en la orden de visita en que
se practicó la diligencia, esto es, en ‘Ave. (sic) López Mateos 1000; colonia Nísperos; C.P.
16020, Piedras Negras, Coahuila’. En ese contexto, sólo en el caso de que alguno de esos
lugares se encontrara en domicilio diverso del precisado en la orden, se estaría ante un acto
irregular susceptible de nulificarse, dado que se requeriría de la orden de ampliación de
visita, como se dijo anteriormente." (fojas 130 vuelta a 132 vuelta y 140 a 142 de la
contradicción de tesis 35/2003-SS).
Revisión fiscal 191/2001.
"SEXTO. Los argumentos vertidos como primer agravio son inoperantes, en tanto que los
expuestos en el segundo son sustancialmente fundados. Por cuestión de método y orden
jurídico, procede analizar en primer lugar los argumentos vertidos en el segundo agravio,
dado que son tendentes a combatir las consideraciones de la Sala en que declaró la nulidad
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
lisa y llana de la resolución impugnada; en tanto que, de ser necesario, se procederá en
segundo lugar al análisis de aquellos argumentos del primer agravio que pretenden combatir
la nulidad para los efectos que se declaró. Como se destacó en los antecedentes precisados en
el considerando que antecede, al analizar el primer concepto de nulidad de la demanda, la
Sala Fiscal lo estimó fundado, pues dijo que en la orden de visita no se cumplió con lo
señalado por el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, dado que no se
precisó el lugar o lugares en que se practicaría, lo que no se colma con la precisión del
nombre del visitado y su domicilio, ya que no se precisó si sería en dicho lugar donde se
practicaría la visita. En tal sentido, la Sala estableció en el inciso E) del considerando
segundo de su sentencia que la orden de visita ‘no precisa el lugar o lugares en que debía
llevarse la visita, pues esta Sala advierte que en su texto, en forma ambigua e imprecisa,
únicamente se señala «asimismo, se les deberá permitir el acceso al establecimiento, oficinas,
locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores», por lo que tal
circunstancia viola lo dispuesto en el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la
Federación, el cual claramente obliga a la autoridad fiscal a precisar en la orden de visita el
lugar o lugares en que se practicará la visita’. Destacó también la Sala que ‘No obstaculiza la
conclusión anterior el que en la comentada orden, en su parte superior, se señale el nombre
del contribuyente y un domicilio, pues en el texto de la misma no se precisa que será en dicho
lugar donde se practicará la visita, sino que por el contrario se señala que se llevará acabo en
cualquier lugar, como el establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, etc., sin
embargo, tal expresión ambigua e imprecisa no permite saber la ubicación del lugar o lugares
en que se deberá desarrollar la visita y al cual se deben sujetar los visitadores, pues como
bien puede inferirse que se pueden tratar de locales ubicados en el mismo lugar en que se
señala en la parte superior de la orden, también puede inferirse que se trata de diversos
lugares ubicados en domicilios distintos’. En el segundo de los agravios, la autoridad
recurrente señala que se los causa la sentencia recurrida porque es inexacto que en la orden
de visita no se precise el lugar en donde se verificaría, pues dice ‘sí se cumplieron los
requisitos establecidos en los artículos 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación y 16
constitucional, dado que en la misma sí se preciso el domicilio donde se habría de ejecutar,
pues ... en la parte superior izquierda se precisa el domicilio a visitar’. Precisa también la
recurrente que el argumento del demandante de la nulidad era intrascendente porque la visita
se practicó exclusivamente en el domicilio señalado en la orden y no en otro distinto; refiere
que la práctica de la visita en lugar distinto al señalado en la orden requiere de ser notificado
previamente al visitado, en términos del artículo 43 del Código Fiscal de la Federación, pero
en el caso, en la orden de visita sí se señaló específicamente el domicilio en que se practicó la
visita, en tanto que el demandante no demostró en el procedimiento que la visita se hubiere
verificado en domicilio distinto al señalado en la orden. Ahora bien, le asiste la razón a la
recurrente cuando señala que la Sala Fiscal interpreta de manera incorrecta el artículo 43 del
Código Fiscal de la Federación. En la orden de visita número 324-SAT-R2-L14-1-1449, la
autoridad fiscal señaló el domicilio en el cual se efectuaría la diligencia, como lo fue el
ubicado en ‘Hidalgo Nte. 100. 26000, Piedras Negras, Coahuila’; asimismo, del acta de inicio
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
de veinticinco de marzo de mil novecientos noventa y nueve se advierte que la diligencia se
llevó a cabo en ese preciso domicilio, el cual corresponde al domicilio fiscal del
contribuyente, tal como éste lo señaló en su demanda de nulidad. En efecto, el apoderado
legal de la contribuyente al presentar la demanda de nulidad ante la Sala Fiscal, atento a
cumplir la formalidad prevista por el artículo 208, fracción I, del Código Fiscal de la
Federación, relativo a indicar ‘el nombre y domicilio fiscal y en su caso domicilio para
recibir notificaciones del demandante’, manifestó promover ‘Autos del Norte S.A. de C.V., la
cual tiene su domicilio fiscal en Hidalgo Norte 100 centro, Piedras Negras, Coahuila ... con
domicilio para oír y recibir notificaciones en la casa marcada con el número 284 de la calle
Argentina, colonia Vista Hermosa de la ciudad de Monterrey, Nuevo León’. Como se ve, la
visita domiciliaria se practicó en el domicilio fiscal del contribuyente, en los términos que lo
exigen los artículos 43, 44 y 46 del Código Fiscal de la Federación y respeta la garantía de la
inviolabilidad del domicilio que consagra el artículo 16 constitucional, tal como lo consideró
el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito en la tesis que se retoma por este órgano
que ahora resuelve, publicada en la página 216, Tomo VIII, septiembre de 1991, Octava
Época, Semanario Judicial de la Federación, que dice: ‘VISITA DOMICILIARIA. DEBE
PRACTICARSE EN EL DOMICILIO FISCAL DEL CONTRIBUYENTE.’ (se transcribe).
En esas consideraciones, es de inferirse que el domicilio que consta en la parte superior
izquierda del oficio que contiene la orden de visita domiciliaria, resultó ser el lugar idóneo en
que se practicó, amén que corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, el cual es
proporcionado por éste a la autoridad fiscal. Además, asiste también la razón a la recurrente,
en cuanto señala que en atención a lo dispuesto por el artículo 43, fracción I, del Código
Fiscal de la Federación, en caso de aumento de lugares a visitar, debe siempre notificarse al
visitado, es decir, tendría que emitirse una ampliación de la orden de visita, supuesto que no
aconteció, pues se advierte que la visita domiciliaria se efectuó exclusivamente en el
domicilio precisado en la orden de visita 324-SAT-R2-L14-1-1449, de veinticinco de marzo
de mil novecientos noventa y nueve. No debe estimarse que el domicilio indicado en la parte
superior izquierda de la orden impugnada deba ser tan sólo el domicilio en que ha de
entregarse la orden al contribuyente, máxime cuando aquél corresponde al domicilio fiscal
del visitado; por ende, satisface con ello el requisito previsto por el artículo 43, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación que establece: ‘En la orden de visita, además de los requisitos
a que se refiere el artículo 38 de este código, se deberá indicar: I. El lugar o lugares donde
debe efectuarse la visita. El aumento de lugares a visitar deberá notificarse al visitado.’. No
obsta a lo anterior, que la orden de visita establezca que ‘asimismo, se les deberá permitir el
acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas
de valores’ pues, como se precisó, la diligencia se efectuó en el domicilio fiscal que el
contribuyente reconoció tener, la que se entendió personalmente con el representante legal de
la persona moral contribuyente a quien iba dirigida la orden de visita. Además, contrario a lo
determinado por la Sala Fiscal, no puede considerarse como ambiguo e impreciso el
domicilio en donde habría de llevarse a cabo la diligencia, pues el acceso a los
establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
valores, debe entenderse como edificaciones que se encuentren en el propio domicilio
contenido en la orden de visita en que se practicó la diligencia, esto es, en ‘Hidalgo Nte. 100.
26000, Piedras Negras, Coahuila’. Desde otro aspecto, aun en el supuesto de que la visita se
hubiere practicado en alguno de estos lugares en específico, como serían establecimientos,
oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, no resultaría
ilegal cuando dichos lugares se encontraran en el propio domicilio fiscal señalado en la
orden; de esa forma sólo en el supuesto caso de que alguno de los referidos lugares se
encontrara en domicilio diverso al señalado en la orden de visita, sí se estaría ante un acto
irregular susceptible de nulificarse, pues en tal caso, sí sería necesario la emisión previa de
una orden de ampliación de la visita. Por consiguiente, se impone revocar la resolución que
se revisa en cuanto decretó la nulidad lisa y llana de la resolución impugnada, por la falta de
precisión en la orden de visita respecto del domicilio en que se practicó." (fojas 64 a 67 de la
contradicción de tesis 35/2003-SS).
Las anteriores consideraciones, aun cuando fueron reiteradas en las cinco ejecutorias a las
que se ha hecho referencia, no dieron lugar a la integración de jurisprudencia, en términos del
segundo párrafo del artículo 193 de la Ley de Amparo, en virtud de que tres de ellas fueron
resueltas por mayoría de votos, según se aclara en la parte final de la tesis número VIII.3o.16
A, derivada de esos asuntos, cuyo contenido y datos de publicación son los siguientes:
"Novena Época
"Instancia: Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito.
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIV, octubre de 2001
"Tesis: VIII.3o.16 A
"Página: 1214
"VISITA DOMICILIARIA. ES LEGAL LA REALIZADA EN DIVERSOS LUGARES
UBICADOS DENTRO DEL SEÑALADO EN LA ORDEN COMO DOMICILIO FISCAL
DEL CONTRIBUYENTE. El artículo 16 constitucional establece la obligación de la
autoridad administrativa de precisar en toda orden de visita el lugar o lugares donde debe
efectuarse. Por su parte, el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación indica
que el aumento de lugares a visitar se debe notificar previamente al visitado. En tales
condiciones, cuando en el oficio en que se contiene dicha orden se precisa el domicilio en que
debe notificarse y verificarse, con el señalamiento, además, en el sentido de que se deberá
permitir el acceso a ‘establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores’, debe considerarse que se cumplen las exigencias constitucionales
y de la ley reglamentaria respectiva, pues si la visita se practica en el domicilio fiscal del
contribuyente visitado, se respeta la garantía de inviolabilidad del domicilio del gobernado y
la autoridad actúa bajo el marco legal que la ley tributaria le impone para ese tipo de prácticas
de verificación de disposiciones fiscales, ya que el referido señalamiento no constituye una
-28-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
ambigüedad e imprecisión del lugar en que debe practicarse la visita, pues la referencia debe
entenderse como los lugares y las edificaciones que se encuentran en el propio domicilio
precisado en la orden; de manera que resulta legal su práctica en cualquiera de dichos
lugares, y sólo en el caso de que alguno de ellos se encontrara en domicilio diverso se estaría
ante un acto irregular susceptible de nulificarse, dado que se requeriría de la orden de
ampliación de la visita.
"TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO.
"Revisión fiscal 429/2000. Secretaría de Hacienda y Crédito Público y otros. 11 de enero de
2001. Unanimidad de votos. Ponente: Sergio Eduardo Alvarado Puente. Secretario: José Luis
Caballero Rodríguez.
"Revisión fiscal 136/2001. Secretaría de Hacienda y Crédito Público y otros. 2 de mayo de
2001. Unanimidad de votos. Ponente: Sergio Eduardo Alvarado Puente. Secretario: José Luis
Caballero Rodríguez.
"Revisión fiscal 179/2001. Secretaría de Hacienda y Crédito Público y otros. 15 de mayo de
2001. Mayoría de votos. Disidente y Ponente: Abraham Calderón Díaz. Encargado del
engrose: Sergio Eduardo Alvarado Puente. Secretario: José Luis Caballero Rodríguez.
"Revisión fiscal 195/2001. Secretaría de Hacienda y Crédito Público y otros. 15 de mayo de
2001. Mayoría de votos. Disidente y Ponente: Abraham Calderón Díaz. Encargado del
engrose: Marco Antonio Arroyo Montero. Secretaria: Lilian González Martínez.
"Revisión fiscal 191/2001. Secretaría de Hacienda y Crédito Público. 16 de mayo de 2001.
Mayoría de votos. Disidente: Abraham Calderón Díaz. Ponente: Sergio Eduardo Alvarado
Puente. Secretario: René Olvera Gamboa.
"Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIII, mayo
de 2001, página 1191, tesis VI.3o.A.23 A, de rubro: ‘ORDEN DE VISITA DOMICILIARIA
QUE SEÑALA EN FORMA PRECISA EL DOMICILIO A VISITAR. NO VIOLA EL
ARTÍCULO 16 DE LA CARTA MAGNA.’
"Nota: La presente tesis no constituye jurisprudencia de acuerdo con el segundo párrafo del
artículo 193 de la Ley de Amparo, en virtud de que tres de las ejecutorias fueron resueltas por
mayoría de votos."
QUINTO. Corresponde ahora verificar si existe o no la contradicción de criterios entre los
sustentados por ambos Tribunales Colegiados del Vigésimo Segundo Circuito, contenidos en
las ejecutorias acabadas de reproducir.
-29-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
Con ese propósito es necesario establecer que la contradicción de tesis se suscita cuando los
Tribunales Colegiados contendientes, al resolver los negocios jurídicos implicados en la
denuncia, examinan cuestiones jurídicamente iguales, ante las cuales adoptan posiciones o
criterios jurídicos discrepantes; esa diferencia de criterios se presenta en las consideraciones,
razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas, siempre que los
criterios provengan del examen de los mismos elementos.
Así se ha establecido en la jurisprudencia número P./J. 26/2001 del Tribunal Pleno, cuyo
contenido y datos de publicación son los siguientes:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
"Página: 76
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
que corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que
existen tesis contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en
las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas;
y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos."
Para efectuar el análisis comparativo entre las ejecutorias concernientes a la denuncia de
contradicción de criterios, éstas se sintetizarán y destacarán los aspectos relevantes en que
exista coincidencia respecto a las cuestiones jurídicas examinadas y aquellos en los que se
advierta la diferencia de opinión, pues ello permitirá conocer si en efecto incurren en la
divergencia acusada.
El Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito, al resolver por
unanimidad de votos los amparos directos números 555/2002 y 692/2002, respectivamente,
los días veintitrés y treinta de enero de dos mil tres, sostiene esencialmente lo siguiente:
Que en términos del artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, la orden para
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
la práctica de una visita domiciliaria debe precisar el lugar o lugares en los que ha de
efectuarse ésta.
Que la expresión contenida en una orden de visita en el sentido de que debe permitirse a los
visitadores el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores, implica imprecisión en cuanto al lugar a inspeccionar, ya que
permite a los visitadores de manera discrecional penetrar a los lugares que a su criterio sean
susceptibles de revisar.
Que no obsta a esta conclusión la circunstancia de que al inicio de la orden de visita
domiciliaria se haya precisado el domicilio al que se dirigió la notificación de la misma, pues
ese señalamiento es para efectuar ahí la notificación, pero no colma el requisito relativo al
señalamiento del lugar o lugares en los que habrá de realizarse la visita, porque ese requisito
debe ser expreso y no inferirse, ya que puede acontecer que el domicilio de la notificación no
corresponda al del lugar a visitar; que si bien en los casos a estudio, el domicilio de la
notificación de la orden es el fiscal de los contribuyentes respectivos, ello no satisface el
requisito al que se ha hecho referencia, en virtud de que la norma es determinante al
establecer que en la orden de visita se deberá indicar el lugar o lugares donde deba efectuarse,
sin que se permita que ese requisito de validez pueda inferirse como el domicilio en el que se
notifica la orden, pues la finalidad del señalamiento expreso del lugar en el que habrá de
efectuarse, no sólo consiste en que exista certeza jurídica de ese hecho, sino además, para que
los visitadores la practiquen únicamente en el lugar señalado en la orden de visita.
Que la interpretación estricta y literal del artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la
Federación, no permite que el requisito relativo al lugar o lugares en que deba efectuarse la
visita pueda inferirse o presuponerse del domicilio a donde se dirige la notificación de dicha
orden de visita.
Luego, la circunstancia de que en la parte posterior de la orden de visita se señale el
domicilio del visitado, esto no significa que se cumpla con el precepto legal en cita, pues si
en el mismo documento se precisa que a los visitadores se les deberá permitir el acceso al
establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores,
se hace indispensable el señalamiento del lugar a visitar, pues aquella expresión es ambigua e
imprecisa, en cuanto no determina la ubicación del lugar o lugares en que se va a desarrollar
la visita y a los cuales deben constreñirse los visitadores, además, el contribuyente no está
obligado a señalar o dar a conocer a las autoridades fiscales el lugar o lugares donde se
encuentren las oficinas, locales, talleres y demás señalados; que aun suponiendo sin conceder
que estos sitios se encontraran en el mismo lugar señalado en la parte superior de la orden de
visita, ésta resultaría genérica y no específica, lo que contraviene a las disposiciones
establecidas, por cuanto se trata del conocimiento del contribuyente visitado, sobre la materia
a la que va a quedar sujeto, lo que resulta todavía más necesario cuando se trata de diversos
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
lugares en distintos domicilios, de modo que debe señalarse en forma clara y precisa el
domicilio en que se ubica el lugar o lugares en que se deberá practicar la visita, sin dar lugar
a inferencias por parte de los visitadores, de manera que la simple referencia en la parte
superior derecha del escrito de la orden no conduce a establecer que se cumpla con dicho
requisito, pues el precepto señala que en la orden de visita debe constar el domicilio del
visitado; o sea, en el cuerpo mismo de la orden y no en el preámbulo del oficio que ordena se
visite al contribuyente.
Que no obsta a lo anterior la circunstancia de que la visita domiciliaria se haya practicado en
el domicilio que se señaló en la parte superior del oficio y que corresponde al domicilio fiscal
del contribuyente, pues a través de ese oficio se notificó al contribuyente la orden de visita y
el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación establece terminantemente que
en la orden de visita se indique el lugar o lugares donde debe efectuarse la visita, con el fin de
cumplir con la garantía de seguridad jurídica.
Que tampoco es óbice a la anterior determinación, la circunstancia de que el artículo 10,
párrafo final, del Código Fiscal de la Federación establezca que las autoridades fiscales
podrán practicar diligencias en el lugar que conforme a ese precepto se considere domicilio
fiscal de los contribuyentes, en aquellos casos en que éstos hubieran designado como
domicilio fiscal un lugar distinto al que les corresponda, de acuerdo con lo dispuesto en el
mismo numeral, pues ésta es una regla general que cede ante la específica que contiene el
artículo 43, fracción I, del mismo ordenamiento legal, precisamente en acatamiento al
principio general de derecho de que la norma especial se prefiere sobre la general; y la
justificación de aquélla obedece a que el contribuyente, sobre todo cuando se trata de una
persona moral, puede tener matriz y sucursales o extensiones así como bodegas establecidas
en lugares distintos al en que se ubiquen aquellas matriz y sucursales, lo cual hace que el
domicilio fiscal pueda coincidir con éstos y no con aquélla, o que la orden de visita sea para
realizarse no en la matriz, sino en alguna de sus sucursales o bodegas, o de manera
simultánea; de ahí que la circunstancia de que la orden de visita se dirija al domicilio fiscal
del contribuyente, no pueda llenar el requisito de validez de que se trata porque, de aceptarlo,
se estaría permitiendo que en un caso en el que el contribuyente tenga matriz y sucursales,
pero sólo se dirija al domicilio fiscal, se ejecute tanto en una como en otras, cuando no se
especificaron todos esos lugares como explícitamente lo señala el precepto legal de que se
trata.
Finalmente, que tampoco es obstáculo a la conclusión alcanzada el criterio sustentado por el
Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, en la tesis VIII.3o.16 A, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, octubre de
2001, página 1214, ya transcrita precedentemente, cuyo rubro es: "VISITA DOMICILIARIA.
ES LEGAL LA REALIZADA EN DIVERSOS LUGARES UBICADOS DENTRO DEL
SEÑALADO EN LA ORDEN COMO DOMICILIO FISCAL DEL CONTRIBUYENTE.",
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
ya que es un requisito indispensable de validez de la orden de visita domiciliaria, que se
señale expresamente el lugar en que habrá de efectuarse y no inferirse del domicilio a donde
se dirige la notificación de dicha orden, por más que ese domicilio corresponda al fiscal del
contribuyente a visitar.
De esta parte se advierte que el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Cuarto Circuito manifiesta expresamente que no comparte la tesis sustentada por el otro
Tribunal Colegiado implicado en esta denuncia de contradicción de criterios.
Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, al resolver las revisiones
fiscales números 429/2000, 136/2001, 179/2001, 195/2001 y 191/2001, sostiene los
siguientes razonamientos comunes a todas ellas:
Si una orden de visita señala el domicilio en el cual se efectuará la diligencia y ésta se efectúa
en ese lugar, que corresponde además al domicilio fiscal del contribuyente, proporcionado
por este mismo a la autoridad, entonces el domicilio que obra en la parte superior del oficio
que contiene la orden es idóneo para efectuarla.
Que en términos del artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, en caso de
aumento de lugares a visitar, deberá notificarse al visitado, es decir, tendrá que emitirse una
ampliación de la orden de visita, lo que no acontece cuando la visita se efectúa
exclusivamente en el domicilio precisado en el mandato respectivo.
Que no debe considerarse que el domicilio indicado en la parte superior izquierda de la orden
impugnada deba ser tan sólo el lugar en el que ha de entregarse la orden al contribuyente,
máxime cuando aquel corresponde al domicilio fiscal del visitado y en esa virtud se satisface
el requisito previsto en el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación.
Que no obsta a lo anterior la circunstancia de que en la orden de visita se establezca que
deberá permitirse a los visitadores el acceso al establecimiento, oficinas, locales,
instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, cuando la visita se efectúa en el
domicilio fiscal que el contribuyente reconoció tener y se entendió personalmente con él, a
quien iba dirigido ese mandato.
Precisados los argumentos comunes a las revisiones fiscales precisadas, a continuación se
detallan las particularidades de cada una de ellas.
Adicionalmente a los razonamientos ya precisados, el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito, en la revisión fiscal número 136/2001 dijo que no podía considerarse como
ambiguo e impreciso el domicilio en el que habría de efectuarse la diligencia, pues el acceso
a los establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de
-33-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
valores debe entenderse referido a edificaciones que se encuentran en el domicilio contenido
en la orden de visita en la que se practica la diligencia.
Que en la práctica de la visita, los visitadores requirieron al contribuyente para que señalara
si tiene sucursales, bodegas u oficinas en otro domicilio de la ciudad o fuera de ella que le
pertenezcan, lo que viciaría la actuación de la autoridad hacendaria, pues daría lugar a que la
visita se desarrollara en lugar diverso al señalado en la orden respectiva; sin embargo, que
esta circunstancia no fue resuelta por la Sala Fiscal a pesar de que la parte quejosa la planteó
en sus conceptos de impugnación, pues al determinar la ilegalidad de la orden de visita,
omitió analizar su ejecución y esta circunstancia no puede ser subsanada por el tribunal, por
resultar inaplicables en la revisión fiscal las prevenciones de la fracción I del artículo 91 de la
Ley de Amparo.
Asimismo, el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, en las revisiones fiscales
números 179/2001 y 195/2001 dijo que no podía considerarse como ambiguo e impreciso el
domicilio en el que habría de efectuarse la diligencia, pues el acceso a los establecimientos,
oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores debe entenderse
referido a edificaciones que se encuentran en el domicilio contenido en la orden de visita en
la que se practica la diligencia.
Que en este contexto sólo en el caso de que alguno de esos lugares se encontrara en domicilio
diverso al precisado en la orden, se estaría ante un acto irregular susceptible de nulificarse,
dado que se requeriría de una orden de ampliación de la visita.
Adicionalmente, en la revisión fiscal número 179/2001, el Tercer Tribunal Colegiado del
Octavo Circuito determinó, a manera de conclusión, que si el oficio que contiene la orden de
visita precisa el domicilio en el que debe notificarse y verificarse, y además señala que se
deberá permitir el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores, se cumplen las exigencias constitucionales y legales, ya que si la
visita se practica en el domicilio fiscal del contribuyente visitado, se respeta la garantía de
inviolabilidad del domicilio del gobernado y la autoridad actúa bajo el marco legal que la ley
tributaria le impone para ese tipo de prácticas de verificación de las disposiciones fiscales.
Finalmente, en la revisión fiscal 191/2001, el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito
precisó, además, que en el supuesto de que la visita domiciliaria se hubiera practicado en
alguno de los lugares en específica precisados, tales como establecimientos, oficinas, locales,
instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, no resultaría ilegal cuando dichos
lugares se encontraran en el propio domicilio fiscal señalado en la orden y sólo en el caso de
que alguno de ellos se encontrara en domicilio diverso al indicado en la orden, sí se estaría
ante un acto irregular susceptible de nulificarse, pues en tal caso sería necesaria la emisión
previa de una orden de ampliación de la visita.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
De los cinco precedentes reseñados derivó la tesis número VIII.3o.16 A, ya transcrita con
antelación, de rubro:
"VISITA DOMICILIARIA. ES LEGAL LA REALIZADA EN DIVERSOS LUGARES
UBICADOS DENTRO DEL SEÑALADO EN LA ORDEN COMO DOMICILIO FISCAL
DEL CONTRIBUYENTE."
Las anteriores consideraciones, razonamientos e interpretaciones jurídicas de las ejecutorias
respectivas, deben ser analizados bajo el tamiz de los elementos precisados en la
jurisprudencia número P./J. 26/2001 del Tribunal Pleno ya transcrita.
En el caso concreto, los Tribunales Colegiados implicados en la contradicción de tesis
estudiaron cuestiones esencialmente iguales, pues ambos analizaron el artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, el cual dispone que la orden para la práctica de una visita
domiciliaria debe precisar el lugar o lugares en los que ha de efectuarse ésta.
Ese requisito legal lo analizaron respecto de órdenes de visita domiciliaria, expedidas por las
respectivas administraciones locales de Auditoría Fiscal, las que además de precisar la
ubicación del domicilio del visitado, que en todos los casos se trató del recinto fiscal de los
contribuyentes a visitar, también establecen en su texto que se deberá permitir al visitador o
visitadores "el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores" y precisamente la interpretación de estas expresiones es la que da
origen a la discrepancia de criterios, advirtiéndose que, de entre todos los argumentos
esgrimidos por los Tribunales Colegiados en apoyo de sus respectivos criterios, la
confrontación se da en los términos siguientes.
En lo esencial, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito
considera que el domicilio al que se dirige la notificación de la orden de visita, aunque
corresponda al domicilio fiscal del contribuyente, no colma el requisito relativo a la precisión
del lugar o lugares en los cuales habrá de realizarse la visita al que se refiere la fracción I del
artículo 43 del Código Fiscal de la Federación, porque tal señalamiento debe ser expreso y no
inferirse o presuponerse de aquél; tanto más si la orden de visita indica que deberá permitirse
a los visitadores el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres,
fábricas, bodegas y cajas de valores, pues tales expresiones son ambiguas e imprecisas en
cuanto al lugar a inspeccionar, pues no determinan la ubicación del lugar o lugares en los que
habrá de desarrollarse la visita, permitiendo a los visitadores, de manera discrecional,
introducirse al lugar que a su criterio sea susceptible de revisar; que aun cuando esos sitios se
encontraran en el lugar precisado en la orden de visita, ésta resultaría genérica y, por tanto,
ilegal, sin que obste a esta circunstancia que el domicilio señalado en la visita, en el que ésta
se desarrolló, corresponda al domicilio fiscal del contribuyente, pues la orden de visita debe
-35-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
indicar el lugar o lugares en que aquélla deba realizarse.
En oposición a este criterio, el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito afirma que el
domicilio precisado en una orden de visita no es tan sólo el lugar en el que ha de entregarse la
orden al contribuyente, sino también el lugar para efectuarla, si se trata de su domicilio fiscal
y en esa virtud, cumple con lo dispuesto en la fracción I del artículo 43 del Código Fiscal de
la Federación y es idóneo para que tenga lugar la verificación, sin obstar a esta determinación
las prevenciones de la orden de visita en el sentido de que deberá permitirse a los visitadores
el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas
de valores, pues este señalamiento debe entenderse referido a las edificaciones que se
encuentren en el domicilio precisado en la orden de visita y no en un domicilio diverso, por
lo que no existe ambigüedad ni imprecisión alguna al respecto y sólo en el caso de que
alguno de ellos se encontrara en una ubicación diversa al domicilio contenido en la orden se
requeriría de un nuevo mandamiento que ampliara la visita, so pena que de no obtenerlo, la
visita domiciliaria podría ser nulificada.
La divergencia de criterios, así acusada, conduce a establecer que la litis en esta
contradicción de tesis consiste en determinar si una orden de visita domiciliaria expedida por
la autoridad administrativa para comprobar el cumplimiento de las disposiciones fiscales,
respecto de la cual, el lugar señalado para la entrega de dicho mandamiento corresponde al
domicilio fiscal del contribuyente, que además impone a éste el deber de permitir al personal
visitador autorizado el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres,
fábricas, bodegas y cajas de valores, cumple o no, con la exigencia del artículo 43, fracción I,
del Código Fiscal de la Federación, en cuanto al señalamiento del lugar o lugares donde debe
efectuarse la visita y, por tanto, si es o no genérica en relación con el cumplimiento de este
requisito legal y, en consecuencia, si crea o no incertidumbre respecto de los lugares en los
que aquélla deba realizarse.
Ésta es, pues, la materia a resolver en esta contradicción de tesis.
No obsta a la existencia de la contradicción de tesis, que las ejecutorias de los Tribunales
Colegiados involucrados derive de asuntos de diversa índole, en tanto que el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Cuarto Circuito resolvió juicios de amparo
directo, mientras que el Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito falló recursos de
revisión fiscal pues, al respecto, este Alto Tribunal ha establecido que los criterios opositores
pueden provenir de cualquier asunto de la competencia de los Tribunales Colegiados de
Circuito, aun cuando éstos sean de naturaleza diferente, tal como lo ilustran los criterios que a
continuación se citan:
"Octava Época
"Instancia: Pleno
-36-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: VII, mayo de 1991
"Tesis: P. XXIII/91
"Página: 10
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. LOS CRITERIOS CONTRADICTORIOS PUEDEN
PROVENIR DE JUICIOS DE DIFERENTE NATURALEZA. La circunstancia de que una
contradicción de tesis tenga su origen en criterios sustentados en sentencias dictadas por
Tribunales Colegiados de Circuito, habiéndose pronunciado una de ellas con motivo de un
juicio de amparo indirecto en revisión, en tanto que la otra se emitió con motivo de un juicio
de amparo directo, no es obstáculo para que el Pleno de la Suprema Corte de Justicia conozca
de la contradicción, aunque los juicios en los cuales los criterios hayan sido sustentados sean
de diferente naturaleza, ya que el artículo 11, fracción XV, de la Ley Orgánica del Poder
Judicial Federal, establece la competencia del Pleno de este Alto Tribunal para conocer de
todos los asuntos de la competencia de la Suprema Corte cuya competencia no corresponda a
las Salas de la misma, quedando comprendidos dentro de dichos asuntos las contradicciones
entre tesis que, en amparos que no versen exclusivamente sobre la misma materia, sustenten
dos o más Tribunales Colegiados de Circuito, para los efectos a que se refiere el párrafo final
del artículo 196 y 197-A de la Ley de Amparo."
"Novena Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIV, noviembre de 2001
"Tesis: 2a. CCXVII/2001
"Página: 42
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. ES PROCEDENTE QUE ESTA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE LA NACIÓN LA DIRIMA, RESPECTO DE CRITERIOS DIVERGENTES
SUSTENTADOS POR TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO AL RESOLVER
ASUNTOS DE CUALQUIER NATURALEZA QUE SEAN DE SU COMPETENCIA. El
artículo 177 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación previene que ‘la
jurisprudencia que deban establecer la Suprema Corte de Justicia de la Nación en Pleno, las
Salas de la misma y los Tribunales Colegiados de Circuito en las ejecutorias que pronuncien
en los asuntos de su competencia distintos del juicio de amparo, se regirán por las
disposiciones de la Ley de Amparo, salvo en los casos en que la ley de la materia contuviera
disposición expresa en otro sentido’, sin que esto último ocurra respecto de la hipótesis que
se examina. Del texto literal anterior se sigue que se refiere directamente sólo a la Suprema
Corte y a los Tribunales Colegiados de Circuito cuando son órganos competentes para
sustentar jurisprudencia lo que podrán hacer no sólo en juicios de amparo sino en cualquier
asunto del que deban conocer, aplicando en éstos la Ley de Amparo. Sin embargo, la regla
-37-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
debe extenderse, por analogía, a aquellos casos en que la situación se presenta, no respecto
del órgano que debe resolver el conflicto de criterios, definiéndolo jurisprudencialmente, sino
en cuanto a los Tribunales Colegiados de Circuito que sustentaron las tesis divergentes,
debiendo interpretarse, por consiguiente, que procederá resolver la contradicción no sólo
cuando los hayan establecido en juicios de amparo sino en todos los asuntos de su
competencia. Por otra parte, si bien es cierto que los artículos 107, fracción XIII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A de la Ley de Amparo, se
refieren a la contradicción de tesis sustentadas por los Tribunales Colegiados de Circuito al
resolver los juicios de amparo de su competencia, también lo es que no debe hacerse una
interpretación y una aplicación literal de esas normas para estimar improcedente cualquier
denuncia de criterios opuestos que no provenga de los mencionados juicios. Ello, porque si el
sistema de denuncia de contradicción de tesis tiene por objeto que la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, a través de la sustentación de un criterio jurisprudencial y, por tanto,
obligatorio, supere la inseguridad jurídica derivada de la aplicación de posturas divergentes
sobre un mismo problema o punto de derecho, máxime cuando respecto de él los
mencionados tribunales actúen como órganos terminales, debe estimarse procedente la que
derive de criterios opuestos que se hayan sustentado al resolverse cualquier tipo de asunto del
que deban conocer, entre ellos los conflictos competenciales y no sólo juicios de amparo, ya
que de lo contrario no se cumpliría con el propósito que inspiró tanto al Constituyente como
al legislador ordinario al establecer la denuncia de contradicción de tesis como un sistema de
integración de jurisprudencia. Lo anterior se robustece si se toma en consideración, además,
que desde la emisión del Acuerdo General Plenario 6/1999, publicado en el Diario Oficial de
la Federación, el veintitrés de junio de mil novecientos noventa y nueve, se determinó en el
punto tercero, fracción V, que de los asuntos iniciados con posterioridad a la publicación del
acuerdo, de la competencia originaria de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se
remitirían para su resolución a los Tribunales Colegiados de Circuito, los conflictos de
competencia, con excepción de los que se suscitaran entre los Tribunales Colegiados, los
cuales serían resueltos por las Salas de la Suprema Corte de Justicia, de suerte tal que
respecto de los conflictos competenciales que corresponde conocer a los Tribunales
Colegiados, éstos actúan como órganos terminales."
"Octava Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: 75, marzo de 1994
"Tesis: 2a./J. 12/93
"Página: 17
"CONTRADICCIÓN DE TESIS, EL PROCEDIMIENTO PARA DIRIMIRLA ES
APLICABLE CUANDO UNA DE ELLAS SE HA SUSTENTADO EN AMPARO Y LA
OTRA EN REVISIÓN FISCAL. El régimen que establecen los artículos 197 y 197 A de la
-38-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
Ley de Amparo, para decidir cuál es el criterio que en lo futuro ha de prevalecer, no sólo
debe aplicarse al caso de contradicción entre dos tesis sustentadas en juicios constitucionales,
sino también cuando una de las tesis se ha emitido al resolver uno de amparo, y la otra, al
fallar un recurso de revisión fiscal. En efecto, debe tomarse en cuenta la íntima conexión que
en ciertas hipótesis puede presentarse entre los temas que propone el recurso de revisión
fiscal y los problemas planteados en el juicio de garantías."
De la misma manera, tampoco es óbice para la existencia de la contradicción de tesis, la
circunstancia de que los criterios divergentes no constituyan jurisprudencias, pues ni la
Constitución General de la República ni la Ley de Amparo imponen que deban tener esa
categoría, como lo informa la tesis plenaria número P. L/94, de rubro y tenor:
"Octava Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: 83, noviembre de 1994
"Tesis: P. L/94
"Página: 35
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO ES NECESARIO QUE
SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS. Para la procedencia de una denuncia de contradicción
de tesis no es presupuesto el que los criterios contendientes tengan la naturaleza de
jurisprudencias, puesto que ni el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Federal ni el
artículo 197-A de la Ley de Amparo, lo establecen así."
Tampoco se opone a la existencia de la contradicción de criterios, el hecho de que las
revisiones fiscales números 179/2001, 195/2001 y 191/2001 del índice del Tercer Tribunal
Colegiado del Octavo Circuito, hubieran sido resueltas por mayoría de dos votos contra uno,
en virtud de que los artículos 184, fracción II, de la Ley de Amparo y 35, primer párrafo, de
la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, prevén la posibilidad de que las
sentencias de los Tribunales Colegiados de Circuito pueden emitirse de esa manera y no
necesariamente por unanimidad de votos, de modo que el criterio, aunque mayoritario, es el
que predomina y debe atribuirse al órgano jurisdiccional como cuerpo colegiado, en términos
de los preceptos aludidos, que son del tenor siguiente:
"Artículo 184. Para la resolución de los asuntos en revisión o en materia de amparo directo,
los Tribunales Colegiados de Circuito observarán las siguientes reglas:
"...
"II. El auto por virtud del cual se turne el expediente al Magistrado relator tendrá efectos de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
citación para sentencia, la que se pronunciará, sin discusión pública, dentro de los quince días
siguientes, por unanimidad o mayoría de votos."
"Artículo 35. Las resoluciones de los Tribunales Colegiados de Circuito se tomarán por
unanimidad o mayoría de votos de sus integrantes, quienes no podrán abstenerse de votar
sino cuando tengan excusa o impedimento legal."
Por tanto, si la Ley de Amparo y la Orgánica del Poder Judicial de la Federación permiten
que las resoluciones de los Tribunales Colegiados puedan emitirse válidamente por mayoría
de votos, las sentencias así emitidas, desde el punto de vista formal, contienen el criterio del
órgano jurisdiccional que las pronuncia y, por ende, son idóneas para la confrontación en esta
contradicción de tesis, por contener el criterio jurídico conforme al cual se resolvieron los
asuntos respectivos, con independencia de que esa votación no sea idónea para constituir
jurisprudencia.
SEXTO. Esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación considera que en
relación con el tema de contradicción, debe prevalecer el criterio que establecerá en el último
considerando de esta resolución, el cual coincide sustancialmente con el sostenido por el
Tercer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, al tenor de las siguientes consideraciones.
La orden de visita domiciliaria tiene su fundamento en el artículo 16 de la Constitución
General de la República que establece en la parte conducente:
"Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o
posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y
motive la causa legal del procedimiento.
"...
"En toda orden de cateo, que sólo la autoridad judicial podrá expedir, y que será escrita, se
expresará el lugar que ha de inspeccionarse, la persona o personas que hayan de aprehenderse
y los objetos que se buscan, a lo que únicamente debe limitarse la diligencia, levantándose al
concluirla, un acta circunstanciada, en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante
del lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la diligencia.
"...
"La autoridad administrativa podrá practicar visitas domiciliarias únicamente para cerciorarse
de que se han cumplido los reglamentos sanitarios y de policía; y exigir la exhibición de los
libros y papeles indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales,
sujetándose en estos casos a las leyes respectivas y a las formalidades prescritas para los
-40-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
cateos."
De esta transcripción se desprende que la inviolabilidad del domicilio constituye un derecho
subjetivo del gobernado elevado a rango de garantía individual y que sólo se autoriza la
introducción de la autoridad a aquél, mediante el cumplimiento de determinadas formalidades
y requisitos, entre ellos, que la orden de visita domiciliaria, a similitud de los cateos, como
acto de molestia, conste en mandamiento escrito de autoridad competente, en el que se
exprese el nombre del sujeto pasivo visitado, el domicilio en el que debe llevarse a cabo la
visita, los fundamentos y motivos de la orden respectiva, su objeto, que es a lo que debe
limitarse la diligencia respectiva y que al concluirla se levante acta debidamente
circunstanciada en presencia de dos testigos propuestos por el sujeto visitado y ante su
ausencia o negativa, por la autoridad que practique dicha diligencia.
Por tanto, la autoridad no puede, válidamente, entrar al domicilio de los gobernados sino sólo
en los casos previstos por el artículo 16 constitucional, esto es, por cateos o visitas de la
autoridad administrativa, como lo informa la tesis cuyo contenido y datos de publicación son
los siguientes:
"Quinta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: LXVII
"Página: 3297
"DOMICILIO, INVIOLABILIDAD DEL. La inviolabilidad del domicilio, como
prolongación de la libertad individual, no puede ser afectada sino en los casos previstos por el
artículo 16 constitucional, o sea, por cateo o visitas domiciliarias de autoridad
administrativa."
Acerca de los requisitos que deben satisfacer las órdenes de visita, es pertinente transcribir,
en lo conducente, las consideraciones que rigen el amparo en revisión número 140/99,
resuelto por el Tribunal Pleno el día cinco de junio del año dos mil, en el cual se estableció lo
siguiente:
"De lo antes transcrito, se advierte que tanto los cateos, como las visitas domiciliarias son una
excepción al principio de inviolabilidad del domicilio consignada en el propio artículo antes
transcrito, en estos casos de excepción la esfera de privacidad que representa el domicilio
debe ceder ante la presencia de un interés general aún más importante como lo es el correcto
cumplimiento de determinadas obligaciones en la que está interesada la sociedad
directamente, ya que afectan su existencia misma.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
"Así, existe la necesidad de que la autoridad como representante del Estado pueda comprobar
el cumplimiento de las obligaciones del destinatario de la norma tributaria, entre los medios
que tiene el fisco para llevar a cabo dicha fiscalización, se cuenta la práctica de visitas
domiciliarias a los contribuyentes, los responsables solidarios o terceros relacionados con
ellos, con el propósito de revisar su contabilidad, bienes y mercancías.
"Ahora, el acto autoritario regulado por la garantía de seguridad jurídica contenida en el
octavo párrafo del artículo 16 constitucional, estriba en el cateo, es decir, en el registro o
inspección de sitios o lugares con el fin de descubrir ciertos objetos para evidenciar
determinadas circunstancias, de aprehender algún sujeto o de tomar posesión de un bien, y
que para emitir una orden de tal naturaleza y para la práctica de la misma, se exigen los
siguientes requisitos mínimos:
"a) Que la orden de cateo emane de una autoridad judicial, es decir, de un órgano autoritario
constitutivo del Poder Judicial, bien sea local o federal.
"b) Que dicha orden debe constar por escrito, por lo que un cateo dictado en forma verbal, es
violatorio de dicho artículo.
"c) Que se señale el nombre de la persona o personas que en su caso hayan de aprehenderse,
así como los objetos que se busca, a lo que únicamente debe limitarse la diligencia, es decir,
que la orden no debe ser general, sino sobre cosas concretas o personas determinadas.
"d) Que se señale el lugar que deba inspeccionarse.
"e) Que al concluir la diligencia de que se trate, se levante un acta circunstanciada, es decir,
que dicha diligencia debe constar en un documento en que se asienten todas las
circunstancias o hechos pertinentes, de naturaleza objetiva o real, que supongan o indiquen la
inobservancia o el cumplimiento a la ley o el reglamento gubernativo correspondiente, por lo
que la falta de la referida acta da lugar a que las apreciaciones subjetivas de la autoridad que
practique la diligencia, carezca de validez.
"f) Que la actuación se verifique en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante del
lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la diligencia.
"Por otra parte, la facultad de las autoridades administrativas para practicar visitas
domiciliarias se encuentra prevista en el párrafo décimo primero del mismo precepto
constitucional, del que se aprecia claramente que las visitas domiciliarias tendrán el objeto de
vigilar que se acaten los reglamentos sanitarios y de policía, así como para exigir que se
cumplan las disposiciones fiscales, sujetándose, para tales efectos, a las leyes respectivas y a
las formalidades prescritas para los cateos.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
"Aun cuando la visita domiciliaria y el cateo tienen en común la introducción de un
funcionario o empleado en el ámbito espacial del particular, ambas figuras difieren en la
autoridad que las decreta, su finalidad y alcance, pues en tanto que el propósito que persigue
el cateo es el de localizar personas y objetos relacionados con la comisión de un delito, la
visita domiciliaria debe limitarse al examen de los libros y papeles mercantiles,
indispensables para comprobar que se han acatado las disposiciones fiscales.
"Estas diferencias justifican en la aplicación a las visitas domiciliarias de las formalidades
prescritas para los cateos, la inclusión de algunas matizaciones que permiten adaptar la
regulación constitucional de los cateos a las visitas domiciliarias.
"La primera formalidad de los cateos a que deben sujetarse las visitas domiciliarias, consiste
en que la orden exprese el lugar que ha de inspeccionarse, es decir, es un requisito esencial de
las visitas domiciliarias indicar con toda precisión el lugar en que ha de desarrollarse y en
cuyo ámbito debe circunscribirse la diligencia; así, lo que el artículo 16 constitucional
establece es que haya seguridad jurídica en cuanto al lugar, el objeto y el procedimiento
seguido en la práctica de las visitas domiciliarias.
"...
"En efecto, como se advierte de la lectura del artículo 16 constitucional, en la parte que
interesa, uno de los requisitos que deben cumplir los cateos y también las visitas
domiciliarias, es la de señalar el lugar que va a ser objeto del cateo o de la visita; así, dicho
precepto no admite la posibilidad de que la indicación del lugar objeto de la inspección se
haga en forma equívoca, o que deje a discrecionalidad de los ejecutores la determinación de
la localidad que se trata, lo que sí crearía inseguridad jurídica.
"Sin embargo, interpretar el requisito previsto en el artículo 16 constitucional consistente en
señalar el lugar en donde deba practicarse la visita domiciliaria, en forma gramatical o literal,
es decir, conforme al sentido estricto del texto, que implicaría interpretar que el legislador se
refirió a un solo lugar o sitio para la realización del cateo o visita domiciliaria, equivaldría a
cerrarle al fisco cualquier posibilidad real de vigilancia y verificación del cumplimiento de
las obligaciones que se persigue con la práctica de las visitas de inspección, toda vez que la
autoridad se vería limitada a practicarla en el principal asiento de los negocios del
contribuyente, por tanto, dicho requisito debe tenerse como satisfecho si se precisa el espacio
físico (ya sea un sitio o varios) que puede ser objeto de la inspección o visita a fin de que la
autoridad pueda cerciorarse del cumplimiento de determinadas obligaciones que, a su vez,
deberán estar claramente definidas en la orden relativa."
De la ejecutoria transcrita deriva que las visitas domiciliarias tendrán por objeto, entre otros,
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
verificar el cumplimiento de las disposiciones fiscales; su objeto consiste en el examen de los
libros y papeles mercantiles indispensables para comprobar que se han acatado las normas
impositivas y entre sus formalidades esenciales debe indicar el lugar o lugares en que ha de
desarrollarse y a cuyo ámbito debe circunscribirse la diligencia, pues lo que el artículo 16 de
la Norma Fundamental salvaguarda es que exista seguridad jurídica en cuanto al lugar de la
práctica verificadora, sin admitir la posibilidad de que el señalamiento de ese lugar se haga en
forma equívoca o imprecisa hasta el extremo de dar cabida a la discrecionalidad de los
ejecutores para determinar la localidad en que deba efectuarse, eventos que, de suceder, sí
generarían inseguridad jurídica en el gobernado.
En la ejecutoria acabada de reproducir parcialmente se recogió el criterio jurisprudencial de
la Segunda Sala de la anterior integración de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
el cual estableció que de conformidad con el artículo 16 constitucional las órdenes de visita
domiciliaria expedidas por autoridad administrativa, entre otros requisitos, deben expresar el
lugar que debe inspeccionarse. Los datos de publicación y el contenido de esa jurisprudencia
son los siguientes:
"Séptima Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volúmenes: 193-198, Tercera Parte
"Página: 126
"VISITAS DOMICILIARIAS, ÓRDENES DE. REQUISITOS QUE DEBEN SATISFACER.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 16 constitucional, las órdenes de visita
domiciliaria expedidas por autoridad administrativa deben satisfacer los siguientes requisitos:
1. Constar en mandamiento escrito; 2. Ser emitidas por autoridad competente; 3. Expresar el
nombre de la persona respecto de la cual se ordena la visita y el lugar que debe
inspeccionarse; 4. El objeto que persiga la visita; y 5. Llenar los demás requisitos que fijan
las leyes de la materia. No es óbice a lo anterior lo manifestado en el sentido de que las
formalidades que el precepto constitucional de mérito establece se refieren únicamente a las
órdenes de visita expedidas para verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales, pero
no para las emitidas por autoridad administrativa, ya que en la parte final del párrafo segundo
de dicho artículo se establece, en plural: ‘... sujetándose en estos casos a las leyes respectivas
y a las formalidades prescritas para los cateos’ y, evidentemente, se está refiriendo tanto a las
órdenes de visitas administrativas en lo general, como en las específicamente fiscales, pues,
de no ser así, la expresión se habría producido en singular."
Por tanto, uno de los requisitos esenciales de las órdenes de visita consiste en el señalamiento
concreto y específico del lugar o lugares que deben inspeccionarse.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
El artículo 16 constitucional, por su jerarquía de norma suprema, es el fundamento de las
órdenes de visita domiciliaria, establece las bases que corresponde desarrollar a la legislación
reglamentaria, en este caso, el Código Fiscal de la Federación, que la regula en los términos
siguientes:
"Artículo 38. Los actos administrativos que se deban notificar deberán tener por lo menos los
siguientes requisitos:
"I. Constar por escrito.
"II. Señalar la autoridad que lo emite.
"III. Estar fundado y motivado y expresar la resolución, objeto o propósito de que se trate.
"IV. Ostentar la firma del funcionario competente y, en su caso, el nombre o nombres de las
personas a las que vaya dirigido. Cuando se ignore el nombre de la persona a la que va
dirigido, se señalarán los datos suficientes que permitan su identificación.
"Si se trata de resoluciones administrativas que determinen la responsabilidad solidaria se
señalará, además, la causa legal de la responsabilidad."
"Artículo 42. Las autoridades fiscales a fin de comprobar que los contribuyentes, los
responsables solidarios o los terceros con ellos relacionados han cumplido con las
disposiciones fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones omitidas o los créditos
fiscales, así como para comprobar la comisión de delitos fiscales y para proporcionar
información a otras autoridades fiscales, estarán facultadas para:
"I. Rectificar los errores aritméticos, omisiones u otros que aparezcan en las declaraciones,
solicitudes o avisos, para lo cual las autoridades fiscales podrán requerir al contribuyente la
presentación de la documentación que proceda, para la rectificación del error u omisión de
que se trate.
"II. Requerir a los contribuyentes, responsables solidarios o terceros con ellos relacionados,
para que exhiban en su domicilio, establecimientos o en las oficinas de las propias
autoridades, a efecto de llevar a cabo su revisión, la contabilidad, así como que proporcionen
los datos, otros documentos o informes que se les requieran.
"III. Practicar visitas a los contribuyentes, los responsables solidarios o terceros relacionados
con ellos y revisar su contabilidad, bienes y mercancías.
"IV. Revisar los dictámenes formulados por contadores públicos sobre los estados financieros
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
de los contribuyentes y sobre las operaciones de enajenación de acciones que realicen, así
como la declaratoria por solicitudes de devolución de saldos a favor del impuesto al valor
agregado y cualquier otro dictamen que tenga repercusión para efectos fiscales formulado por
contador público y su relación con el cumplimiento de disposiciones fiscales.
"V. Practicar visitas domiciliarias a los contribuyentes, a fin de verificar el cumplimiento de
las obligaciones fiscales en materia de la expedición de comprobantes fiscales y de la
presentación de solicitudes o avisos en materia del Registro Federal de Contribuyentes, así
como para solicitar la exhibición de los comprobantes que amparen la legal propiedad o
posesión de las mercancías, y verificar que los envases o recipientes que contengan bebidas
alcohólicas cuenten con el marbete o precinto correspondiente, de conformidad con el
procedimiento previsto en el artículo 49 de este código.
"Las autoridades fiscales podrán solicitar a los contribuyentes la información necesaria para
su inscripción en el citado registro e inscribir a quienes de conformidad con las disposiciones
fiscales deban estarlo y no cumplan con este requisito.
"VI. Practicar u ordenar se practique avalúo o verificación física de toda clase de bienes,
incluso durante su transporte.
"VII. Recabar de los funcionarios y empleados públicos y de los fedatarios, los informes y
datos que posean con motivo de sus funciones.
"VIII. Allegarse las pruebas necesarias para formular la denuncia, querella o declaratoria al
Ministerio Público para que ejercite la acción penal por la posible comisión de delitos
fiscales. Las actuaciones que practiquen las autoridades fiscales tendrán el mismo valor
probatorio que la ley relativa concede a las actas de la Policía Judicial; y la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, a través de los abogados hacendarios que designe, será
coadyuvante del Ministerio Público Federal, en los términos del Código Federal de
Procedimientos Penales.
"Las autoridades fiscales podrán ejercer estas facultades conjunta, indistinta o sucesivamente,
entendiéndose que se inician con el primer acto que se notifique al contribuyente."
"Artículo 43. En la orden de visita, además de los requisitos a que se refiere el artículo 38 de
este código, se deberá indicar:
"I. El lugar o lugares donde debe efectuarse la visita. El aumento de lugares a visitar deberá
notificarse al visitado.
"II. El nombre de la persona o personas que deban efectuar la visita las cuales podrán ser
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
sustituidas, aumentadas o reducidas en su número, en cualquier tiempo por la autoridad
competente. La sustitución o aumento de las personas que deban efectuar la visita se
notificará al visitado.
"Las personas designadas para efectuar la visita la podrán hacer conjunta o separadamente."
"Artículo 44. En los casos de visita en el domicilio fiscal, las autoridades fiscales, los
visitados, responsables solidarios y los terceros estarán a lo siguiente:
"I. La visita se realizará en el lugar o lugares señalados en la orden de visita.
"II. Si al presentarse los visitadores al lugar en donde deba practicarse la diligencia, no
estuviere el visitado o su representante, dejarán citatorio con la persona que se encuentre en
dicho lugar para que el mencionado visitado o su representante los esperen a hora
determinada del día siguiente para recibir la orden de visita; si no lo hicieren, la visita se
iniciará con quien se encuentre en el lugar visitado.
"En este caso, los visitadores al citar al visitado o su representante, podrán hacer una relación
de los sistemas, libros, registros y demás documentación que integren la contabilidad. Si el
contribuyente presenta aviso de cambio de domicilio, después de recibido el citatorio, la
visita podrá llevarse a cabo en el nuevo domicilio y en el anterior, cuando el visitado
conserve el local de éste, sin que para ello se requiera nueva orden o ampliación de la orden
de visita, haciendo constar tales hechos en el acta que levanten.
"Cuando exista peligro de que el visitado se ausente o pueda realizar maniobras para impedir
el inicio o desarrollo de la diligencia, los visitadores podrán proceder al aseguramiento de la
contabilidad.
"En los casos en que al presentarse los visitadores al lugar en donde deba practicarse la
diligencia, descubran bienes o mercancías cuya importación, tenencia, producción,
explotación, captura o transporte deba ser manifestada a las autoridades fiscales o autorizada
por ellas, sin que se hubiera cumplido con la obligación respectiva, los visitadores procederán
al aseguramiento de dichos bienes o mercancías.
"III. Al iniciarse la visita en el domicilio fiscal, los visitadores que en ella intervengan se
deberán identificar ante la persona con quien se entienda la diligencia, requiriéndola para que
designe dos testigos; si éstos no son designados o los designados no aceptan servir como
tales, los visitadores los designarán, haciendo constar esta situación en el acta que levanten,
sin que esta circunstancia invalide los resultados de la visita.
"Los testigos pueden ser sustituidos en cualquier tiempo por no comparecer al lugar donde se
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
esté llevando a cabo la visita, por ausentarse de él antes de que concluya la diligencia o por
manifestar su voluntad de dejar de ser testigo, en tales circunstancias la persona con la que se
entienda la visita deberá designar de inmediato otros y ante su negativa o impedimento de los
designados, los visitadores podrán designar a quienes deban sustituirlos. La sustitución de los
testigos no invalida los resultados de la visita.
"IV. Las autoridades fiscales podrán solicitar el auxilio de otras autoridades fiscales que sean
competentes, para que continúen una visita iniciada por aquéllas notificando al visitado la
sustitución de autoridad y de visitadores. Podrán también solicitarles practiquen otras visitas
para comprobar hechos relacionados con la que estén practicando."
"Artículo 45. Los visitados, sus representantes, o la persona con quien se entienda la visita en
el domicilio fiscal, están obligados a permitir a los visitadores designados por las autoridades
fiscales el acceso al lugar o lugares objeto de la misma, así como mantener a su disposición la
contabilidad y demás papeles que acrediten el cumplimiento de las disposiciones fiscales de
los que los visitadores podrán sacar copias para que previo cotejo con sus originales se
certifiquen por éstos y sean anexados a las actas finales o parciales que levanten con motivo
de la visita. También deberán permitir la verificación de bienes y mercancías, así como de los
documentos, discos, cintas o cualquier otro medio procesable de almacenamiento de datos
que tenga el contribuyente en los lugares visitados.
"Cuando los visitados lleven su contabilidad o parte de ella con el sistema de registro
electrónico, o microfilmen o graben en discos ópticos o en cualquier otro medio que autorice
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mediante reglas de carácter general, deberán
poner a disposición de los visitadores el equipo de cómputo y sus operadores, para que los
auxilien en el desarrollo de la visita.
"Cuando se dé alguno de los supuestos que a continuación se enumeran, los visitadores
podrán obtener copias de la contabilidad y demás papeles relacionados con el cumplimiento
de las disposiciones fiscales, para que, previo cotejo con los originales, se certifiquen por los
visitadores:
"I. El visitado, su representante o quien se encuentre en el lugar de la visita se niegue a recibir
la orden.
"II. Existan sistemas de contabilidad, registros o libros sociales, que no estén sellados,
cuando deban estarlo conforme a las disposiciones fiscales.
"III. Existan dos o más sistemas de contabilidad con distinto contenido, sin que se puedan
conciliar con los datos que requieren los avisos o declaraciones presentados.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
"IV. Se lleven dos o más libros sociales similares con distinto contenido.
"V. No se hayan presentado todas las declaraciones periódicas a que obligan las disposiciones
fiscales, por el periodo al que se refiere la visita.
"VI. Los datos anotados en la contabilidad no coincidan o no se puedan conciliar con los
asentados en las declaraciones o avisos presentados o cuando los documentos que amparen
los actos o actividades del visitado no aparezcan asentados en dicha contabilidad, dentro del
plazo que señalen las disposiciones fiscales, o cuando sean falsos o amparen operaciones
inexistentes.
"VII. Se desprendan, alteren o destruyan parcial o totalmente, sin autorización legal, los
sellos o marcas oficiales colocados por los visitadores o se impida por medio de cualquier
maniobra que se logre el propósito para el que fueron colocados.
"VIII. Cuando el visitado sea emplazado a huelga o suspensión de labores, en cuyo caso la
contabilidad sólo podrá recogerse dentro de las cuarenta y ocho horas anteriores a la fecha
señalada para el inicio de la huelga o suspensión de labores.
"IX. Si el visitado, su representante o la persona con quien se entienda la visita se niega a
permitir a los visitadores el acceso a los lugares donde se realiza la visita; así como a
mantener a su disposición la contabilidad, correspondencia o contenido de cajas de valores.
"En los supuestos a que se refieren las fracciones anteriores, se entenderá que la contabilidad
incluye, entre otros, los papeles, discos y cintas, así como cualquier otro medio procesable de
almacenamiento de datos.
"En el caso de que los visitadores obtengan copias certificadas de la contabilidad por
encontrarse el visitado en cualquiera de los supuestos previstos por el tercer párrafo de este
artículo, deberán levantar acta parcial al respecto, la cual deberá reunir los requisitos que
establece el artículo 46 de este código, con la que podrá terminar la visita domiciliaria en el
domicilio o establecimientos del visitado, pudiéndose continuar el ejercicio de las facultades
de comprobación en el domicilio del visitado o en las oficinas de las autoridades fiscales,
donde se levantará el acta final, con las formalidades a que se refiere el citado artículo.
"Lo dispuesto en el párrafo anterior no es aplicable cuando los visitadores obtengan copias de
sólo parte de la contabilidad. En este caso, se levantará el acta parcial señalando los
documentos de los que se obtuvieron copias, pudiéndose continuar la visita en el domicilio o
establecimientos del visitado. En ningún caso las autoridades fiscales podrán recoger la
contabilidad del visitado."
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
"Artículo 46. La visita en el domicilio fiscal se desarrollará conforme a las siguientes reglas:
"I. De toda visita en el domicilio fiscal se levantará acta en la que se hará constar en forma
circunstanciada los hechos u omisiones que se hubieren conocido por los visitadores. Los
hechos u omisiones consignados por los visitadores en las actas hacen prueba de la existencia
de tales hechos o de las omisiones encontradas, para efectos de cualquiera de las
contribuciones a cargo del visitado en el periodo revisado.
"II. Si la visita se realiza simultáneamente en dos o más lugares, en cada uno de ellos se
deberán levantar actas parciales, mismas que se agregarán al acta final que de la visita se
haga, la cual puede ser levantada en cualquiera de dichos lugares. En los casos a que se
refiere esta fracción, se requerirá la presencia de dos testigos en cada establecimiento visitado
en donde se levante acta parcial, cumpliendo al respecto con lo previsto en la fracción II del
artículo 44 de este código.
"III. Durante el desarrollo de la visita los visitadores a fin de asegurar la contabilidad,
correspondencia o bienes que no estén registrados en la contabilidad, podrán, indistintamente,
sellar o colocar marcas en dichos documentos, bienes o en muebles, archiveros u oficinas
donde se encuentren, así como dejarlos en calidad de depósito al visitado o a la persona con
quien se entienda la diligencia, previo inventario que al efecto formulen, siempre que dicho
aseguramiento no impida la realización de las actividades del visitado. Para efectos de esta
fracción, se considera que no se impide la realización de actividades cuando se asegure
contabilidad o correspondencia no relacionada con las actividades del mes en curso y los dos
anteriores. En el caso de que algún documento que se encuentre en los muebles, archiveros u
oficinas que se sellen, sea necesario al visitado para realizar sus actividades, se le permitirá
extraerlo ante la presencia de los visitadores, quienes podrán sacar copia del mismo.
"IV. Con las mismas formalidades a que se refieren las fracciones anteriores, se podrán
levantar actas parciales o complementarias en las que se hagan constar hechos, omisiones o
circunstancias de carácter concreto, de los que se tenga conocimiento en el desarrollo de una
visita. Una vez levantada el acta final, no se podrán levantar actas complementarias sin que
exista una nueva orden de visita.
"Cuando en el desarrollo de una visita las autoridades fiscales conozcan hechos u omisiones
que puedan entrañar incumplimiento de las disposiciones fiscales, los consignarán en forma
circunstanciada en actas parciales. También se consignarán en dichas actas los hechos u
omisiones que se conozcan de terceros. En la última acta parcial que al efecto se levante se
hará mención expresa de tal circunstancia y entre ésta y el acta final, deberán transcurrir,
cuando menos veinte días, durante los cuales el contribuyente podrá presentar los
documentos, libros o registros que desvirtúen los hechos u omisiones, así como optar por
corregir su situación fiscal. Cuando se trate de más de un ejercicio revisado o fracción de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
éste, se ampliará el plazo por quince días más, siempre que el contribuyente presente aviso
dentro del plazo inicial de veinte días.
"Se tendrán por consentidos los hechos consignados en las actas a que se refiere el párrafo
anterior, si antes del cierre del acta final el contribuyente no presenta los documentos, libros o
registros de referencia o no señale el lugar en que se encuentren, siempre que éste sea el
domicilio fiscal o el lugar autorizado para llevar su contabilidad o no prueba que éstos se
encuentran en poder de una autoridad.
"Tratándose de visitas relacionadas con el ejercicio de las facultades a que se refieren los
artículos 64-A y 65 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, deberán transcurrir cuando menos
tres meses entre la fecha de la última acta parcial y el acta final. Este plazo podrá ampliarse
por una sola vez por un plazo de dos meses a solicitud del contribuyente.
"Dentro de un plazo no mayor de quince días hábiles contados a partir de la fecha de la
última acta parcial, exclusivamente en los casos a que se refiere el párrafo anterior, el
contribuyente podrá designar un máximo de dos representantes, con el fin de tener acceso a la
información confidencial proporcionada u obtenida de terceros independientes respecto de
operaciones comparables que afecte la posición competitiva de dichos terceros. La
designación de representantes deberá hacerse por escrito y presentarse ante la autoridad fiscal
competente. Se tendrá por consentida la información confidencial proporcionada u obtenida
de terceros independientes, si el contribuyente omite designar, dentro del plazo conferido, a
los citados representantes. Los contribuyentes personas físicas podrán tener acceso directo a
la información confidencial a que se refiere este párrafo.
"Presentada en tiempo y forma la designación de representantes por el contribuyente a que se
refiere esta fracción, los representantes autorizados tendrán acceso a la información
confidencial proporcionada por terceros desde ese momento y hasta los cuarenta y cinco días
hábiles posteriores a la fecha de notificación de la resolución en la que se determine la
situación fiscal del contribuyente que los designó. Los representantes autorizados podrán ser
sustituidos por única vez por el contribuyente, debiendo éste hacer del conocimiento de la
autoridad fiscal la revocación y sustitución respectivas, en la misma fecha en que se haga la
revocación y sustitución. La autoridad fiscal deberá levantar acta circunstanciada en la que
haga constar la naturaleza y características de la información y documentación consultadas
por él o por sus representantes designados, por cada ocasión en que esto ocurra. El
contribuyente o sus representantes no podrán sustraer o fotocopiar información alguna,
debiéndose limitar a la toma de notas y apuntes.
"El contribuyente y los representantes designados en los términos de esta fracción serán
responsables hasta por un plazo de cinco años contados a partir de la fecha en que se tuvo
acceso a la información confidencial o a partir de la fecha de presentación del escrito de
-51-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
designación, respectivamente, de la divulgación, uso personal o indebido, para cualquier
propósito, de la información confidencial a la que tuvieron acceso, por cualquier medio, con
motivo del ejercicio de las facultades de comprobación ejercidas por las autoridades fiscales.
El contribuyente será responsable solidario por los perjuicios que genere la divulgación, uso
personal o indebido de la información, que hagan los representantes a los que se refiere este
párrafo.
"La revocación de la designación de representante autorizado para acceder a información
confidencial proporcionada por terceros no libera al representante ni al contribuyente de la
responsabilidad solidaria en que puedan incurrir por la divulgación, uso personal o indebido,
que hagan de dicha información confidencial.
"V. Cuando resulte imposible continuar o concluir el ejercicio de las facultades de
comprobación en los establecimientos del visitado, las actas en las que se haga constar el
desarrollo de una visita en el domicilio fiscal podrán levantarse en las oficinas de las
autoridades fiscales. En este caso se deberá notificar previamente esta circunstancia a la
persona con quien se entiende la diligencia, excepto en el supuesto de que el visitado hubiere
desaparecido del domicilio fiscal durante el desarrollo de la visita.
"VI. Si en el cierre del acta final de la visita no estuviere presente el visitado o su
representante, se le dejará citatorio para que esté presente a una hora determinada del día
siguiente, si no se presentare, el acta final se levantará ante quien estuviere presente en el
lugar visitado; en ese momento cualquiera de los visitadores que haya intervenido en la visita,
el visitado o la persona con quien se entiende la diligencia y los testigos firmarán el acta de la
que se dejará copia al visitado. Si el visitado, la persona con quien se entendió la diligencia o
los testigos no comparecen a firmar el acta, se niegan a firmarla, o el visitado o la persona
con quien se entendió la diligencia se niegan a aceptar copia del acta, dicha circunstancia se
asentará en la propia acta sin que esto afecte la validez y valor probatorio de la misma.
"VII. Las actas parciales se entenderá que forman parte integrante del acta final de la visita
aunque no se señale así expresamente.
"Concluida la visita en el domicilio fiscal, para iniciar otra a la misma persona, se requerirá
nueva orden, inclusive cuando las facultades de comprobación sean para el mismo ejercicio y
por las mismas contribuciones."
La interpretación sistemática, adminiculada y armónica de los preceptos del Código Fiscal de
la Federación acabados de reproducir, en lo que a este estudio trasciende, permite establecer
los siguientes principios:
I. Las autoridades fiscales, con el propósito de verificar el cumplimiento de las disposiciones
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
fiscales y, en su caso, determinar las contribuciones omitidas o los créditos fiscales, estarán
facultadas para practicar visitas a los contribuyentes, responsables solidarios o terceros con
ellos relacionados y revisar su contabilidad, bienes y mercancías.
II. Las visitas domiciliarias, que son una especie del género de los actos administrativos a los
que se refiere el artículo 38 del Código Fiscal de la Federación, deben constar por escrito,
señalar la autoridad que la emite, fundarse, motivarse, expresar el objeto o propósito de que
se trate, ostentar la firma del funcionario competente, el nombre o nombres de las personas a
las que va dirigido y en caso de que se ignore éste, los datos suficientes que permitan su
identificación, así como indicar el lugar o lugares donde debe efectuarse la visita.
Sobre este último aspecto el Tribunal Pleno ha sostenido la posibilidad legal de que en la
orden de visita se señalen uno o más domicilios para la práctica de la visita de inspección,
como lo ilustra la tesis número P. CXXVI/2000 cuyo contenido y datos de publicación son
los siguientes:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XII, agosto de 2000
"Tesis: P. CXXVI/2000
"Página: 146
"ORDEN DE VISITA. EL ARTÍCULO 43, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN, NO TRANSGREDE LA GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA
CONSAGRADA EN EL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL, AL PREVER LA
POSIBILIDAD DE QUE EN AQUÉLLA SE SEÑALEN UNO O MÁS DOMICILIOS EN
LOS QUE PUEDE PRACTICARSE LA VISITA DE INSPECCIÓN. Como se advierte de la
lectura del artículo 16 constitucional, uno de los requisitos que se deben cumplir para
practicar los cateos y también las visitas domiciliarias, consiste en señalar en la orden
respectiva el lugar que va a ser objeto del cateo o de la visita; así, dicho precepto no admite la
posibilidad de que la indicación del lugar objeto de la inspección se haga en forma equívoca,
o que se deje a discrecionalidad de los ejecutores su determinación, lo que crearía inseguridad
jurídica. Sin embargo, interpretar el referido requisito en forma gramatical o literal, es decir,
conforme al sentido estricto del texto, que implicaría considerar que el legislador se refirió a
un solo lugar o sitio para la realización del cateo o visita domiciliaria, equivaldría a cerrarle al
fisco cualquier posibilidad real de vigilancia y verificación del cumplimiento de las
obligaciones que se persigue con la práctica de las visitas de inspección, toda vez que la
autoridad se vería limitada a efectuarla en el principal asiento de los negocios del
contribuyente; por tanto, dicho requisito debe tenerse como satisfecho si se precisa el espacio
físico (ya sea un sitio o varios), que puede ser objeto de la inspección o visita a fin de que la
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
autoridad pueda cerciorarse del cumplimiento de determinadas obligaciones que a su vez
deberán estar claramente definidas en la orden de visita relativa, tomando en cuenta, la
circunstancia de que no todos los efectos objeto de la visita deban encontrarse en el principal
asiento de los negocios del contribuyente, sino que es posible que se encuentren en lugares
secundarios del negocio. En consecuencia, el hecho de que el artículo 43, fracción I, del
Código Fiscal de la Federación prevea la posibilidad de que las visitas domiciliarias se
realicen en diversos domicilios, no contraviene lo dispuesto por el artículo 16 constitucional,
si en la respectiva orden se hace el señalamiento de los domicilios en los que deba
practicarse, porque es claro que el propósito de dicho precepto constitucional es referirse a la
obligación que tienen las autoridades de señalar con exactitud el sitio o sitios que podrán ser
inspeccionados a fin de cerciorarse de determinadas circunstancias, pues lo que se busca con
dicha disposición constitucional es salvaguardar la inviolabilidad del domicilio de los
gobernados, entendida en el sentido de que las autoridades no pueden irrumpir en el
domicilio de los particulares, si no existe una orden escrita, emitida por autoridad
competente, en la que expresamente se ordene que determinado sitio o lugares serán
inspeccionados a fin de cerciorarse de diversos hechos perfectamente especificados en la
propia orden."
III. En los casos de visita en el domicilio fiscal, los visitadores se presentarán en el lugar en el
cual deba practicarse la diligencia.
IV. Los visitados, sus representantes o la persona con quien se entienda la visita en el
domicilio fiscal, están obligados a permitir a los visitadores designados por las autoridades
fiscales el acceso al lugar o lugares objeto de la misma.
De lo relatado hasta este punto se advierte que existe coincidencia de los preceptos del
Código Fiscal relativos, con el artículo 16 de la Constitución General de la República, en
cuanto a que la orden de visita debe precisar el lugar en donde debe tener verificativo.
El señalamiento del domicilio debe ser preciso, es decir, que no deje lugar a dudas respecto
del lugar en el que debe efectuarse la diligencia, en oposición a lo genérico, que constituye la
negación de aquel atributo de precisión en el señalamiento del domicilio, por cuyo vicio éste
sería indeterminado, inexacto, incierto, lo cual prohíbe la ley.
En este sentido, es pertinente acotar que para dar cabal cumplimiento al artículo 16 de la
Norma Fundamental, en cuanto al señalamiento del lugar que ha de inspeccionarse, el
gobernado debe tener certidumbre del domicilio en el que debe verificarse la visita, lo cual
implica para él, la seguridad jurídica de conocer con precisión, el ámbito exacto de su
dominio al que se introducirá la autoridad administrativa para ejercer sus facultades de
comprobación y no dejarlo en estado de indefensión por la falta de conocimiento de ese
hecho.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
Este principio teleológico que inspira a la Norma Fundamental no se lograría si el
señalamiento del domicilio o lugar en el que debe efectuarse la diligencia respectiva fuera tan
general, vago e impreciso, que cayera en el ámbito de lo genérico, es decir, que no produjera
certeza respecto al domicilio preciso en el que deba tener verificativo la visita, a tal grado que
dejara al arbitrio de los visitadores la elección de éste y no de la autoridad ordenadora que
expidió el mandamiento correspondiente; este vicio es el que sanciona precisamente el
artículo 16 constitucional, de suerte que para ser acorde con este dispositivo de la Norma
Fundamental, el domicilio de la orden de visita en materia fiscal debe ser concreto, en razón
de que su práctica debe sujetarse necesaria y estrictamente a lo señalado en ella.
Ahora bien, el artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación establece que la
orden de visita deberá contener el lugar o lugares donde deba efectuarse; al reglamentar el
desarrollo de la orden de visita en sus artículos del 44 al 46, se refiere también al domicilio
fiscal y en su artículo 10 determina qué lugares deben considerarse como domicilios fiscales
de los contribuyentes, en los términos siguientes:
"Artículo 10. Se considera domicilio fiscal:
"I. Tratándose de personas físicas:
"a) Cuando realizan actividades empresariales, el local en que se encuentre el principal
asiento de sus negocios.
"b) Cuando no realicen las actividades señaladas en el inciso anterior y presten servicios
personales independientes, el local que utilicen como base fija para el desempeño de sus
actividades.
"c) En los demás casos, el lugar donde tengan el asiento principal de sus actividades.
"II. En el caso de personas morales:
"a) Cuando sean residentes en el país, el local en donde se encuentre la administración
principal del negocio.
"b) Si se trata de establecimientos de personas morales residentes en el extranjero, dicho
establecimiento; en el caso de varios establecimientos, el local en donde se encuentre la
administración principal del negocio en el país, o en su defecto el que designen.
"Las autoridades fiscales podrán practicar diligencias en el lugar que conforme a este artículo
se considere domicilio fiscal de los contribuyentes, en aquellos casos en que éstos hubieran
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
designado como domicilio fiscal un lugar distinto al que les corresponda de acuerdo con lo
dispuesto en este mismo precepto. Lo establecido en este párrafo no es aplicable a las
notificaciones que deban hacerse en el domicilio a que se refiere la fracción IV del artículo
18."
A diferencia del derecho común en el que además de establecerse un concepto del domicilio
se listan los lugares que deben considerarse como tales, el Código Fiscal sólo sigue este
último sistema, es decir, únicamente establece un catálogo de lugares que deben reputarse
como domicilios fiscales de los contribuyentes.
En efecto, el artículo 29 del Código Civil para el Distrito Federal define el domicilio de una
persona física como el lugar en el cual reside habitualmente. Al respecto, la doctrina
considera que en esta definición subyacen dos elementos: uno objetivo que se puede constatar
por la residencia de una persona en un lugar determinado y uno subjetivo que implica el
ánimo o propósito de la persona de radicarse en un lugar determinado.
A falta de un lugar que coincida con la definición del domicilio, el precepto en cita establece
un catálogo de sitios que en forma preferente y subsidiaria se considerarán como domicilio de
la persona física, a saber: a) el lugar del centro principal de sus negocios; b) el lugar en donde
simplemente residan; y, c) el lugar donde se encuentren.
Tratándose de las personas morales, el artículo 33 del Código Civil para el Distrito Federal
no proporciona una definición del domicilio, sino que sigue el último criterio de establecer
qué lugar se considerará como tal, optando en este caso por el lugar donde se encuentre
establecida su administración.
En el derecho común, el domicilio de las personas tiene el efecto general de ser la sede donde
se ejercitan los derechos y se cumplen las obligaciones, particularmente para recibir
citaciones, notificaciones o emplazamientos (artículo 117 del Código de Procedimientos
Civiles para el Distrito Federal); fijar la competencia de los tribunales (artículo 156,
fracciones V a XII, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal);
determinar el lugar en donde han de efectuarse algunos actos del derecho civil así como
servir de referente para concentrar los juicios universales tales como las sucesiones, quiebras
y concursos.
Pues bien, retomando la materia en estudio, debe hacerse énfasis que el artículo 10 del
Código Fiscal de la Federación no define al domicilio fiscal de los contribuyentes, sino que
se limita a establecer qué lugares se reputarán como tales, al respecto puede hacerse la
sinopsis siguiente:
Ver sinopsis
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
De lo anterior se advierte que el Código Fiscal de la Federación establece y diseña como
domicilio fiscal de los contribuyentes aquellas bases fijas relativas a los lugares en los que se
encuentre: el principal asiento de sus negocios; el local que utilicen como base fija para el
desempeño de sus actividades; el asiento principal de sus actividades; la administración
principal del negocio; o bien, su establecimiento, de donde se sigue que privilegia el lugar en
el que los contribuyentes lleven a cabo sus actividades de negocios y servicios.
Bajo estos criterios legales de establecimiento del domicilio fiscal, éste no necesariamente
puede coincidir con el habitual de las personas físicas o jurídicas para los efectos del derecho
civil, pues para el derecho tributario es un domicilio especial frente al general del derecho
común, ya que se trata de los lugares en los cuales los sujetos pasivos de la obligación fiscal
"están para la administración tributaria, constituyendo la referencia de lugar para toda la
actividad administrativa de comunicación ... El domicilio tributario sería el lugar donde se
deben cumplir las obligaciones y deberes tributarios y en el cual se desarrollan las relaciones
entre la administración y los obligados tributarios; esto es, la sede del desarrollo de la función
jurídico tributaria. El domicilio tributario tiene que ser especial porque determina un ámbito
competencial de los órganos de la administración tributaria, que en el desarrollo de sus
funciones -básicamente las de comprobación e investigación- necesita no sólo conocer quién
es el sujeto pasivo, sino dónde está ... la especialidad del derecho tributario queda plenamente
justificada, porque no se trata sólo de conocer el dato formal del domicilio con efectos
meramente censales, sino de poder realizar sobre ellos una actividad fiscalizadora y de
control" (Navarro Faure Amparo. El Domicilio Tributario. Madrid, España. Universidad de
Alicante, Secretariado de Publicaciones, Marcial Pons, Ediciones Jurídicas, S.A. 1994,
páginas 25, 26 y 27).
A propósito de la significación del domicilio en el ámbito tributario, se ha dicho lo siguiente:
"El domicilio afecta las condiciones de ejercicio de los derechos. La ley se limita, unas veces,
a determinar el domicilio o, lo que es igual, el lugar donde se supone que la persona actúa su
capacidad y derechos y otras, impone ciertos domicilios para la realización de determinados
actos. La distinción que acaba de establecerse es plenamente válida en el ámbito tributario.
Cabe, en efecto, que la ley fiscal se limite a determinar el domicilio a efectos tributarios, lo
que supone que, a falta de preceptos especiales que impongan un domicilio distinto, las
relaciones jurídicas tributarias habrán de entenderse referidas al domicilio fiscal que ... señale
la ley" (Sainz de Bujanda Fernando. Lecciones de Derecho Financiero. Madrid, España.
Universidad Complutense, Facultad de Derecho, Sección de Publicaciones. Décima edición.
1993, página 234).
Conforme a lo expuesto se obtiene que el Código Fiscal privilegia el domicilio fiscal de los
contribuyentes para la práctica de las visitas de inspección, pues circunscribe la práctica de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
éstas a ese ámbito espacial de los contribuyentes, con lo que coinciden de manera racional los
juristas que se han citado.
Sobre la conveniencia de acudir a la doctrina como elemento de apoyo para la resolución de
este asunto, resulta aplicable la tesis número 2a. LXIII/2001 de esta Segunda Sala, cuyo
contenido y datos de publicación son los siguientes:
"Novena Época
"Instancia: Segunda Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, mayo de 2001
"Tesis: 2a. LXIII/2001
"Página: 448
"DOCTRINA. PUEDE ACUDIRSE A ELLA COMO ELEMENTO DE ANÁLISIS Y
APOYO EN LA FORMULACIÓN DE SENTENCIAS, CON LA CONDICIÓN DE
ATENDER, OBJETIVA Y RACIONALMENTE, A SUS ARGUMENTACIONES
JURÍDICAS. En el sistema jurídico mexicano por regla general, no se reconoce formalmente
que la doctrina pueda servir de sustento de una sentencia, pues el artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece las reglas respectivas,
en su último párrafo, sólo ofrece un criterio orientador, al señalar que ‘En los juicios del
orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra o la interpretación jurídica
de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios generales del derecho.’; mientras que
en su párrafo tercero dispone que ‘En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer,
por simple analogía, y aun por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una
ley exactamente aplicable al delito de que se trata.’. Sin embargo, es práctica reiterada en la
formulación de sentencias, acudir a la doctrina como elemento de análisis y apoyo, así como
interpretar que la regla relativa a la materia penal de carácter restrictivo sólo debe
circunscribirse a ella, permitiendo que en todas las demás, con variaciones propias de cada
una, se atienda a la regla que el texto constitucional menciona con literalidad como propia de
los juicios del orden civil. Ahora bien, tomando en cuenta lo anterior y que la función
jurisdiccional, por naturaleza, exige un trabajo de lógica jurídica, que busca aplicar
correctamente las normas, interpretarlas con sustento y, aun, desentrañar de los textos legales
los principios generales del derecho para resolver las cuestiones controvertidas en el caso
concreto que se somete a su conocimiento, considerando que todo sistema jurídico responde a
la intención del legislador de que sea expresión de justicia, de acuerdo con la visión que de
ese valor se tenga en el sitio y época en que se emitan los preceptos que lo vayan integrando,
debe concluirse que cuando se acude a la doctrina mediante la referencia al pensamiento de
un tratadista e, incluso, a través de la transcripción del texto en el que lo expresa, el juzgador,
en lugar de hacerlo de manera dogmática, debe analizar, objetiva y racionalmente, las
argumentaciones jurídicas correspondientes, asumiendo personalmente las que le resulten
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
convincentes y expresando, a su vez, las consideraciones que lo justifiquen."
De lo expuesto se obtiene, como ya se afirmó, que el Código Fiscal de la Federación
establece que la orden de visita deberá contener el lugar o lugares donde deba efectuarse; al
reglamentarla se refiere al domicilio fiscal y proporciona un catálogo sobre los lugares que
deben considerarse como domicilios fiscales de los contribuyentes, pero no establece los
elementos que permitan señalar de manera cierta y determinada un domicilio, lo cual es
esencial para resolver el punto jurídico a estudio en esta contradicción de tesis.
Sobre el particular, en la doctrina se ha dicho lo siguiente:
"Forma de señalar el domicilio. Como el domicilio fiscal se ha establecido para ejercer el
mejor control sobre los contribuyentes habituales de tributos federales y para poder
localizarlos en la forma más fácil posible, el señalamiento del domicilio debe hacerse
indicando el número de la casa o edificio, tanto el exterior a la calle como el interior que
corresponda al despacho o departamento, el nombre de la calle, avenida o calzada, la
congregación o delegación del Municipio en que se encuentre el lugar del establecimiento o
residencia y la ciudad o municipalidad." (De la Garza, Sergio Francisco. Derecho Financiero
Mexicano. México, Editorial Porrúa, 1886, Decimocuarta edición. Página 529).
"Con respecto al domicilio, si bien en el lenguaje usual la comprensión del mismo, como
localización determinada de una persona en el espacio, no ofrece problemas, el tratamiento
que se le da en las distintas áreas jurídicas no es homogéneo." (Navarro Faure, Amparo. op.
cit. página 20).
"En general, puede afirmarse que el domicilio fiscal no es una circunscripción geográfica,
sino un lugar, una vivienda o local determinado, eso sí, dicho lugar puede ponerse en relación
con distintas demarcaciones territoriales ... ‘cuando haya de figurar en el censo el domicilio
de una persona o entidad, o el lugar donde se halle un establecimiento, se expresarán los
datos necesarios para su correcta localización, tales como la calle, número de identificación
del piso o local, el lugar de situación, la localidad y el Municipio. Si se encontrara fuera de
poblado, se indicará el término municipal y el nombre del lugar o cualquier otro dato que
permita su localización’. Es decir, el domicilio fiscal es el lugar donde el obligado tributario
realiza sus actividades principales (una vivienda en caso de personas físicas, un local en caso
de entidades) que ha de ser individualizado, a efectos administrativos, como una dirección
postal ... De lo hasta aquí expuesto se desprende claramente que el domicilio implica
radicación o asiento, esto es, que es un bien inmueble." (Baena Aguilar Ángel. El Domicilio
Tributario en Derecho Español. Pamplona, España. Editorial Arazandi, S.A., 1995, página
92).
De lo expuesto se advierte que el domicilio de un contribuyente, en donde ha de verificarse la
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
visita de inspección, es un inmueble cuya ubicación cierta y determinada se precisa, por regla
general, a través de diversos elementos que conforman una dirección, tales como el nombre
de una calle, un número oficial externo e interno, una colonia, delegación o Municipio y una
entidad federativa, a estos elementos, debe agregarse un país.
Estos elementos aplicados a la materia en estudio permiten sentar como premisa esencial que
si una orden de visita contiene estos componentes respecto del domicilio en el que debe
desarrollarse la diligencia, que permita ubicar concreta y específicamente el lugar señalado
para la práctica de inspección, entonces no podrá reputarse como genérica respecto al
señalamiento de dicho elemento esencial y cumple con los requisitos constitucional y legal de
precisar el lugar para la práctica de la verificación.
En este sentido, no puede considerarse que el domicilio señalado en la orden de visita tenga
sólo el efecto de que en ese lugar se entregue o notifique al contribuyente dicho mandato,
sino también para que ahí tenga verificativo la inspección, siempre y cuando se trate de su
recinto fiscal pues, como se ha venido exponiendo a lo largo de este asunto, los artículos del
Código Fiscal de la Federación aplicables, que han quedado reproducidos, regulan el
desarrollo de las visitas domiciliarias, precisamente, en el domicilio fiscal de los
contribuyentes y al respecto, el artículo 44, fracciones I y II, del mencionado código
tributario establece que tratándose de la visita en el domicilio fiscal, ésta se desarrollará en el
lugar o lugares indicados en la orden de visita y que los visitadores deberán presentarse en el
lugar en el que deba practicarse, lo cual conduce a establecer que cuando el lugar precisado
en el mandamiento respectivo corresponde al domicilio fiscal del contribuyente a visitar, sí es
idóneo para la práctica de la visita de inspección y en esa virtud, cumple con la exigencia del
artículo 43, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, sin que esto implique inferencia o
deducción alguna y, por tanto, imprecisión en cuanto al señalamiento del requisito al que se
refiere el precepto y fracción en cita, sino sólo la comprobación, por parte de los visitadores,
de que el domicilio precisado en forma expresa en el mandamiento respectivo corresponde al
fiscal del contribuyente y, por tanto, que en ese ámbito espacial al que se dirige la orden de
visita pueden ser ejercidas las facultades de comprobación de las autoridades administrativas,
sin mayores dilaciones.
Ahora bien, si la orden de visita respectiva señala, además, a propósito de las obligaciones de
los visitados, en relación con el personal autorizado para efectuar la visita, lo siguiente:
"asimismo, se les deberá permitir el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones,
talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores"; estas expresiones no deben considerarse de
manera aislada, porque conduciría a equívocos, ni tampoco fuera del contexto de la orden de
visita, sino inmersa en ella, en virtud de que forman parte de ésta.
En efecto, el señalamiento de los lugares indicados no constituye una imprecisión respecto
del sitio en el que debe desarrollarse la visita domiciliaria, pues éstos se rigen por la dirección
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
que ubica el lugar señalado para tal efecto, de modo que el señalamiento de esos recintos
debe entenderse referido a los que se encuentren precisamente en el domicilio indicado para
la verificación, ya que respecto de ellos no se señala una ubicación diversa a la indicada en la
orden, por lo que no podría decirse que existe imprecisión al respecto, ya que esos lugares se
rigen por la dirección señalada en el mandamiento correspondiente.
Esto es así, porque los datos, elementos o requisitos que contiene una orden de visita, tanto
desde la perspectiva del acto jurídico administrativo que es, como del documento público que
la contiene, no deben apreciarse aisladamente sino armónicamente y en su conjunto,
buscando su complementación, ya que de otra forma la visita no podría desarrollarse si se
atendiera exclusivamente a alguno de sus elementos como podría ser el visitado, el objeto, la
autoridad emisora, su objeto, etcétera, sino que debe atenderse a todos los elementos de su
contenido, pues sólo así podrá dársele unidad de cohesión y sentido para poder llevarse a
cabo.
Bajo esta tónica, si se consideraran aisladamente las expresiones establecimientos, oficinas,
locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, por sí solas, carecerían de
sentido de ubicación alguno, pues sólo sugerirían la existencia abstracta de esos recintos, mas
no concretamente en un espacio determinado. Tales expresiones adquieren sentido de
ubicación cierta y determinada cuando se asocian necesariamente a la dirección en forma
contenida en la orden de visita que señale el nombre de la calle, el número de la casa y el sitio
en el que se encuentre el domicilio.
Así, para ubicar esos recintos, necesariamente deben relacionarse con un domicilio en forma
con los requisitos ya reseñados, de modo que si la orden de visita contiene el señalamiento de
la dirección en la cual debe verificarse, con todos los elementos que permitan dar certidumbre
al gobernado respecto del lugar o lugares en los que va a desarrollarse, entonces dentro de esa
relación de complementación e interpretación conjunta y armónica es entendible que los
establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores
a los que el contribuyente debe permitir el acceso a los visitadores son aquellos que se
encuentren en el domicilio señalado para la visita, pues estos se encuentran regidos por la
dirección señalada por la autoridad ordenadora, por lo que no existe imprecisión al respecto.
Esta conclusión se apoya, además, en la circunstancia de que el artículo 10 del Código Fiscal
de la Federación, al establecer los lugares que deben considerarse como domicilios fiscales
de los contribuyentes, utiliza algunos de los términos controvertidos tales como "local" y
"establecimiento", lo cual permite establecer que si estos vocablos son los mismos que el
legislador acuñó en el precepto invocado, entonces son unívocos y equiparables al domicilio
del contribuyente, por lo que, desde esta perspectiva, no se trata de lugares diversos al
precisado en la orden de visita, para su recepción, sino que se refiere a aquellos que tengan su
sede precisamente en el domicilio visitado.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
Si bien el precepto del Código Fiscal en cita no hace referencia expresa a los demás sitios
tales como oficinas, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, éstos
constituyen los lugares en los cuales los contribuyentes llevan a cabo sus actividades
empresariales, de prestación de servicios o donde se encuentran las administraciones de sus
negocios, que son los sitios considerados como domicilio de los contribuyentes que se
privilegian para las visitas de inspección, por lo que, al igual que en el caso anterior, debe
considerarse que esas instalaciones son las que se encuentren en el lugar señalado para el
desahogo de la verificación y no aquellos que tengan ubicación diversa.
Corrobora lo anterior la circunstancia de que la indicación dirigida al visitado de permitir a
los verificadores el acceso a los recintos indicados, constituye uno de los deberes que el
contribuyente debe cumplir, por ser necesario para el desahogo de la visita, que se funda en el
artículo 45 del Código Fiscal de la Federación que, en lo conducente, impone:
"Artículo 45. Los visitados, sus representantes, o la persona con quien se entienda la visita en
el domicilio fiscal, están obligados a permitir a los visitadores designados por las autoridades
fiscales el acceso al lugar o lugares objeto de la misma ..."
De esta manera, la expresión contenida en la orden de visita, en el sentido de permitir a los
verificadores el acceso al establecimiento, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores, además de que no puede disociarse o separarse del domicilio
indicado para la recepción del mandamiento respectivo, más que implicar un señalamiento
genérico, es una instrucción que se dirige precisamente a los visitados, recordándoles la
obligación legal que les impone el artículo invocado del ordenamiento tributario, de dar
acceso al personal autorizado al domicilio designado para la diligencia y a las instalaciones
ahí enunciadas que se ubiquen en el mismo lugar.
Luego, si el artículo 45, primer párrafo, del ordenamiento fiscal en cita impone a los visitados
en el domicilio fiscal la obligación de permitir a los visitadores designados por las
autoridades fiscales ordenadoras el acceso al lugar o lugares objeto de la misma y al respecto
la orden señala los establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres, fábricas,
bodegas y cajas de valores, es entendible que se trata de esos recintos que se encuentren en el
domicilio señalado para la visita y no en lugar diverso, pues de ser este el caso, los
visitadores, motu proprio, no podrían efectuar la visita en un lugar distinto al señalado sin
recabar la orden correspondiente, so pena del derecho del contribuyente para solicitar la
nulidad de una actuación así practicada.
En abono de lo anterior, debe decirse que ni siquiera podría considerarse que la orden de
visita expedida en los términos apuntados diera margen a la discrecionalidad de los
verificadores en cuanto a la elección del lugar para efectuar la visita, ya que no los faculta
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
para constituirse en un domicilio diverso al señalado, es más, ni siquiera se trata de una
instrucción dirigida a ellos, sino a los visitados y en esa situación menos puede considerarse
que diera lugar a su criterio personal, a desdén de la potestad de la autoridad emisora de la
orden de visita correspondiente para designar el lugar preciso en el cual debe practicarse la
diligencia de verificación.
Por tanto, no queda al arbitrio de los visitadores la elección del lugar en el que han de
desarrollarse las facultades de comprobación de la autoridad fiscal pues, como lo señala el
artículo 44, fracciones I y II, del Código Fiscal de la Federación, la visita se realizará en el
lugar o lugares señalados en la orden de visita y este es precisamente en el que se presentarán
los visitadores para tal efecto.
De esta manera, al establecer la orden de visita que el contribuyente debe permitir a los
verificadores el acceso a sus establecimientos, oficinas, locales, instalaciones, talleres,
fábricas, bodegas y cajas de valores, se refiere a esos recintos pero que se encuentren en el
domicilio señalado para que tenga verificativo su recepción y no los que se encuentren en
lugar diverso, por lo que no es genérica en cuanto al señalamiento del lugar o lugares en el
que deben desarrollarse las facultades de comprobación de la autoridad fiscal.
SÉPTIMO.-En mérito de lo expuesto, debe prevalecer con carácter de jurisprudencia, la tesis
que sustenta esta Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que enseguida
se redacta:
ORDEN DE VISITA DOMICILIARIA. NO ES GENÉRICA SI EL LUGAR O LUGARES
QUE PRECISA PARA SU PRÁCTICA, CORRESPONDEN AL DOMICILIO FISCAL DEL
CONTRIBUYENTE, AUN CUANDO SEÑALE QUE EL VISITADO DEBE PERMITIR A
LOS VISITADORES EL ACCESO A LOS ESTABLECIMIENTOS, OFICINAS,
LOCALES, INSTALACIONES, TALLERES, FÁBRICAS, BODEGAS Y CAJAS DE
VALORES, PUES SE ENTIENDE QUE SE UBICAN EN EL LUGAR PRECISADO PARA
LA VISITA.-Si una orden de visita domiciliaria contiene los elementos que permitan al
visitador ubicar específicamente la dirección y, por ende, el lugar señalado para su práctica,
el cual corresponde al domicilio fiscal del contribuyente, cumple con los requisitos
establecidos en los artículos 16 constitucional y 43, fracción I, del Código Fiscal de la
Federación, en lo que se refiere a la precisión del lugar o lugares en los cuales habrá de
efectuarse. Por tanto, el domicilio señalado expresamente en la orden respectiva no tiene sólo
el efecto de que en ese lugar se notifique al contribuyente dicho mandato, sino también para
que ahí tenga verificativo la inspección, siempre y cuando se trate de su domicilio fiscal, pues
el Código Fiscal de la Federación regula el desarrollo de dichas visitas en el domicilio fiscal
de los contribuyentes y en este aspecto prevé en su artículo 44, fracciones I y II, que la visita
se desarrollará en el lugar o lugares indicados en la orden relativa y que los visitadores
deberán presentarse en el lugar en el que deba practicarse. Si además de lo anterior, la orden
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/2003-SS.
señala que el visitado debe permitir al verificador el acceso al establecimiento, oficinas,
locales, instalaciones, talleres, fábricas, bodegas y cajas de valores, ello no implica
imprecisión e incertidumbre respecto del señalamiento del lugar exacto en el que debe
desarrollarse la diligencia, ya que ésta se rige por la dirección que ubica al lugar señalado
para tal efecto, de manera que esos recintos no pueden ser otros sino los que se hallen
precisamente en el domicilio indicado para la verificación, en virtud de que los datos,
elementos o requisitos que contiene una orden de visita no deben apreciarse en forma
separada sino armónicamente y en su conjunto. Por tanto, las expresiones "establecimientos",
"oficinas", "locales", "instalaciones", "talleres", "fábricas", "bodegas" y "cajas de valores",
adquieren sentido de ubicación cierta y determinada cuando se asocian al domicilio precisado
en la orden de visita con el que deben complementarse. Esta conclusión se apoya, además, en
el artículo 10 del Código Fiscal de la Federación, que utiliza algunos de los términos
controvertidos tales como local y establecimiento, como vocablos unívocos del domicilio del
contribuyente. En consecuencia, la orden de visita requisitada en los términos expuestos no es
genérica, pues los visitadores sólo podrán constituirse y actuar legalmente en el lugar que
aquélla indica, de modo que si efectúan la visita en instalaciones o recintos que se ubiquen en
un sitio diverso al señalado, sin recabar una nueva orden, el contribuyente podrá solicitar la
anulación de las actuaciones así practicadas.
Por lo expuesto y fundado, con apoyo en los artículos 107, fracción XIII y 197-A de la Ley
de Amparo, se resuelve:
PRIMERO.-Sí existe la contradicción de tesis que ha sido denunciada en autos.
SEGUNDO.-Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, la tesis de esta Segunda Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los términos que ha quedado redactada en el
último considerando de esta resolución.
Notifíquese; remítase la tesis jurisprudencial aprobada por esta Segunda Sala al Pleno y a la
Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales Colegiados de
Circuito que no intervinieron en la contradicción y al Semanario Judicial de la Federación,
para su correspondiente publicación, envíese testimonio de la presente resolución a los
Tribunales Colegiados de Circuito que intervinieron en esta contradicción y, en su
oportunidad, archívese este expediente como asunto concluido.
Así lo resolvió la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora
Pimentel, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente
José Vicente Aguinaco Alemán. Fue ponente el señor Ministro Juan Díaz Romero.
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