PODER JUDICIAL DEL ESTADO SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA CUARTA SALA SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA 187-2015 20 veinte de mayo de 2015 dos mil quince San Luis Potosí, San Luis Potosí, 20 veinte de mayo de 2015 dos mil quince. V I S T O para resolver el toca número 187-15, relativo al recurso de apelación interpuesto por el demandado, en contra de la sentencia definitiva de fecha 16 dieciséis de febrero de 2015 dos mil quince, dictada por el Juez Segundo del Ramo Civil de esta capital, dentro del expediente 799/2014, referente al juicio ordinario civil, promovido por ELIMINADO, por conducto de su Director General ELIMINADO, en contra de ELIMINADO; y, R E S U L T A N D O: PRIMERO. La sentencia apelada, en sus puntos resolutivos, al tenor dice: “...PRIMERO: Este Juzgado fue competente para conocer del presente juicio. SEGUNDO: La Vía Ordinaria Civil seguida por la parte actora resultó procedente. TERCERO: La parte actora Licenciadas ELIMINADO y ELIMINADO, en su carácter de Apoderadas Generales para Pleitos y Cobranzas de ELIMINADO, acreditó los elementos constitutivos de su acción, y el demandado C. ELIMINADO, no probó sus excepciones y defensas. CUARTO: Se declara el vencimiento anticipado del contrato de mutuo con interés y garantía hipotecaria celebrado el veintinueve de noviembre del dos mil siete, entre ELIMINADO, y el C. ELIMINADO. QUINTO: Se condena al demandado a pagar a la parte actora la cantidad de $255,080.79 (DOSCIENTOS CINCUENTA Y CINCO MIL OCHENTA PESOS 79/100 M.N.), como suerte principal y/o capital que se deriva del Contrato de Mutuo con Interés y Garantía Hipotecaria, celebrado entre ELIMINADO y el C. ELIMINADO. SEXTO: Se condena al demandado a pagar a la parte actora la cantidad de $130,340.55 (CIENTO TREINTA MIL TRESCIENTOS CUARENTA PESOS 55/100 M.N.), por concepto de intereses ordinarios que se han causado sobre la suerte principal, a razón del 12% doce por ciento anual, que se han generado hasta el 15 quince de abril del 2014 dos mil catorce, así como los que se sigan generando desde el día 16 dieciséis de Abril de 2014 dos mil catorce, hasta la total solución del adeudo a razón del 12% doce por ciento anual, previa su regulación conforme a derecho. SEPTIMO: Se condena al demandado a pagar a la parte actora la cantidad de $51,358.32 (CINCUENTA Y UN MIL TRESCIENTOS CINCUENTA Y OCHO PESOS 32/100 M.N.), por concepto de intereses moratorios que se han causado sobre la suerte principal a razón del 2% dos por ciento mensual, que se han generado hasta el 15 quince de abril del 2014 dos mil catorce, así como a los que se sigan generando desde el 16 dieciséis de abril del 2014 dos mil catorce, hasta la total solución del adeudo, a razón del 2% dos por ciento mensual, previa su regulación conforme a derecho. OCTAVO: Se condena al demandado a pagar a la parte actora los seguros de vida y de incendio o de daños contratado por ELIMINADO a favor del demandado, en cumplimiento a lo estipulado en las cláusulas quinta y octava del contrato en mérito. Cantidad que será cuantificada en el momento procesal oportuno, previa su regulación conforme a derecho. NOVENO: Se condena al demandado al pago de las costas del presente juicio, previa su regulación conforme a derecho. DÉCIMO: Para hacer los pagos a que es condenado el demandado, se le concede el improrrogable término de tres días, contados a partir de que esta sentencia cause ejecutoria, apercibido que de no hacerlo, se procederá a la ejecución de la garantía hipotecaria en los términos del contrato base de la acción. DÉCIMO PRIMERO: Notifíquese personalmente...”. SEGUNDO. Al no estar conforme con la sentencia definitiva, el demandado ELIMINADO interpuso recurso de apelación, el que admitió el Juez Instructor en ambos efectos y que por razón de turno tocó conocer a esta Cuarta Sala. Por acuerdo de fecha 24 veinticuatro de marzo de 2015 dos mil quince, se confirmó la calificación de grado que hizo el Natural; consta en el toca que el apelante formuló agravios en tiempo, y que la parte apelada dio contestación a los mismos. Por proveído de 22 veintidós de abril del actual, se pusieron los autos a la vista del apelante y del apelado para la formulación de los alegatos correspondientes, los que no fueron expresados por ninguna de las partes; en fecha 4 cuatro de mayo del año en curso, se citó para resolver el presente asunto y posteriormente se turnaron los autos a la Magistrada Ponente para la elaboración del proyecto de resolución; y, C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Los agravios formulados por el apelante ELIMINADO, dicen: “...La sentencia de fondo dictada por el C. Juez Segundo del Ramo civil, me causa agravio debido a una incorrecta valoración de pruebas y un inadecuado y deficiente estudio de las excepciones interpuestas en juicio, violando con ello el artículo 81 que contiene la obligación del juzgador de emitir una sentencia pronunciándose y estudiando cada una de los puntos que formaron la Litis, de hacer el estudio en forma congruente y valorar las pruebas no solo concediendo el valor tasado que confiere el propio código adjetivo civil aplicable, sino destacando y ponderando que parte del contenido de cada probanza acredita la acción y destruye la excepción y particularmente debe precisar porque no son procedentes las excepciones interpuestas, mediante un estudio pormenorizado de las cláusulas del contrato frente a las excepciones interpuestas, situación que no se da. El A quo sólo las menciona en forma general sin precisar ni siquiera en forma enunciativa en qué consiste cada excepción y en qué argumentos y pruebas fueron sustentadas según el escrito de contestación de demanda y razonar en forma lógica y jurídica porque son o no oponibles las excepciones, no sólo declarar que no son procedentes las excepciones porque se dejó de pagar las amortizaciones en forma quincenal, según se pactó en la cláusula segunda y que como se previó el vencimiento anticipado ante la falta de pago de las amortizaciones quincenales se actualizó la causal de vencimiento anticipado prevista y finca una condena sobre prestaciones que no son parte de los hechos y que aunque son reclamadas como prestaciones no expone el accionante circunstancias de tiempo, modo, lugar, monto ni ninguna otra circunstancia en los hechos, para que pudieran ser rebatidas y excepcionadas. Los agravios se concretizan en principio porque el A quo dice que las excepciones de falta de derecho y/o exigibilidad del contrato son improcedentes en virtud que al haber omitido el demandado el pago puntual de los abonos quincenales convenidos actualizó la facultad de la parte acreedora para dar por vencido anticipadamente el plazo para el pago del adeudo. Dicho argumento es incongruente puesto que la primera excepción interpuesta no es la falta de derecho y/o exigibilidad del contrato, sino la carencia de acción para pedir vencimiento anticipado porque no se actualizó la causal hecha valer por la parte acreedora como lo es la prevista en la cláusula sexta inciso b) del contrato base, puesto que no atendió al sentido, alcance y aplicación de las causales de vencimiento anticipado que fueron pactadas en la cláusula sexta, y que fueron expuestas en vía de excepciones. En principio, no estudió ni valoró que al contestar la demanda se expuso que no es procedente el vencimiento anticipado porque se interpuso la falta de acción para reclamar el vencimiento anticipado, ya que el Juez estudia en forma aislada la cláusula sexta inciso b), pero no como se planteó en la excepción y contestación al hecho ocho, es decir, que si bien está prevista la causa de vencimiento consistente en la falta de pago de las amortizaciones quincenales, también debió estudiar que esa causal de vencimiento estaba sujeta a que continuara trabajando para ELIMINADO y no pagará las amortizaciones, puesto que si dejaba de trabajar, entonces operaba lo pactado en la cláusula octava, hipótesis que la propia actora reconoce y prueba con documental pública que fui cesado el 13 de diciembre de 2009, de ahí que después del cese ya no opera la causal de vencimiento ejercitada, sino que opera la cláusula octava, que prevé precisamente lo que debe suceder en caso de que el trabajador deje de prestar sus servicios ELIMINADO y debió estudiar la cláusula octava concatenada con la cláusula segunda del contrato de mutuo con interés y garantía hipotecaria, donde las partes signantes nos obligamos, la acreedora a entregar la cantidad por concepto de mutuo y el deudor al pago mediante amortizaciones que se descontarían vía nómina, que estuviera percibiendo como jefe de grupo en ELIMINADO, estableciéndose como mecanismo que se descontarían de la nómina quincenal la cantidad de $2,000.00 (dos mil pesos 00/100 M.N.) y una cantidad con cargo al aguinaldo, y en caso de ser dado de baja definitivo como trabajador de ELIMINADO, las partes nos comprometimos que para ese caso la acreedora otorga un plazo de seis meses de espera, plazo durante el que el deudor tiene para ponerse al corriente en el pago y si pasan los seis meses, a los treinta días siguientes a que venció el plazo de espera ELIMINADO, procederá a retirar el importe del fondo que por concepto de devolución de los descuentos que se hubieran hecho y correspondan al deudor, es decir, la facultad o derecho que le asiste a ELIMINADO, ante la eventualidad prevista en la cláusula octava, únicamente lo faculta al acreedor para esperar los seis meses y posteriormente hacer el retiro de los fondos del deudor, más no para solicitar el vencimiento anticipado con base en la cláusula sexta inciso b), puesto que las condiciones cambiaron, y en la cláusula octava se previó que podría retirar los fondos por concepto de devolución de descuentos, más no se previó el vencimiento anticipado después de esta segundo supuesto, pero además, si bien se pactó en la cláusula segunda que el deudor se obligaba a devolver el importe del monto prestado, como lo afirma el Juez, cierto es que no existe acuerdo alguno para la forma plazos y montos de devolución del saldo insoluto cuando haya ocurrido el cese del trabajador, el plazo de prorroga y el retiro del fondo de descuento previstos en la cláusula octava; de ahí que al haber ocurrido tal eventualidad, las partes no se comprometieron a un vencimiento anticipado en tales circunstancias, ni a la devolución o al derecho de la actora a reclamar montos adicionales a dicho fondo de los descuentos, puesto que no existe pactada la obligación ni el derecho recíprocos de continuar pagando el crédito, en una forma distinta a la prevista en la cláusula octava una vez que se diera tal supuesto, es decir, mediante los descuentos de nómina en un plazo de diez años o mediante la aplicación de la cláusula octava del contrato, pero en principio no se previó mayor prerrogativa para el acreedor en caso de que dejase de trabajar el deudor para ELIMINADO, que sea adicional a la espera y el retiro de los fondos, no se previó que ante esta eventualidad subsistiera la obligación a cargo del deudor de continuar pagando en forma directa o indirecta el saldo insoluto (como lo afirmó falsamente la actora en el hecho ocho de la demanda), tampoco se previó como causa de vencimiento anticipado según se lee de los supuestos enumerados taxativamente en la cláusula sexta del contrato, por lo tanto, no existe obligación de pago pendiente a mi cargo, pues en términos del propio contrato ELIMINADO, sólo podrá hacer el retiro del fondo ya mencionado, y en el propio contrato no se reserva derecho o acción alguna para reclamar los saldos insolutos, lo que implica que después del retiro de los fondos de descuentos, no existe obligación de pago a mi cargo. El A quo tampoco estudió que Dentro de la cláusula sexta, no existe facultad a favor de la acreedora para solicitar o dar de mutuo propio vencido anticipadamente el contrato, pues si bien el inciso b) de la citada cláusula prevé como vencimiento anticipado cuando el deudor deje de pagar puntualmente los abonos quincenales convenidos, lo cierto es que los abonos quincenales convenidos, y pagos anuales mediante el aguinaldo fueron sujetos a ser descontados vía nómina, en tanto el deudor continuara trabajando para ELIMINADO, concretamente en el área de ELIMINADO, donde el propio ELIMINADO, realizaría los descuentos directamente de la nómina y los aplicaría al pago de las amortizaciones en un plazo de diez años, de ahí entonces que la cláusula sexta inciso b) es aplicable únicamente cuando se encuentren vigentes las condiciones de la cláusula segunda, como lo es que sea trabajador de ELIMINADO y perciba nómina quincenal, de donde se apliquen los descuentos que irán a los pagos quincenales previstos en el contrato, pero la cláusula sexta no puede ser aplicada en forma extensiva al supuesto previsto en la cláusula octava, pues ante el cese definitivo del trabajador para ELIMINADO, las partes convinieron únicamente el reiterado plazo de espera y el retiro de los fondos de descuento del deudor, circunstancias estás últimas que ya realizó la parte actora según lo confiesa en los hechos de la demanda. El juez no atendió a la excepción de falta de acción y a la falsedad contenida en los hechos de la demanda, puesto que no se previó ni convido en forma alguna, la obligación del deudor de seguir haciendo sus pagos por caja, pues esta circunstancia no fue prevista en el contrato, por ende, la cláusula octava no obliga al deudor en tal sentido, y no puede la parte actora afirmar un hecho o supuesto jurídico que no fue pactado; en tal sentido, el Juez no analizó el contenido del artículo 1668 del Código Civil vigente en el Estado, que establece con precisión que las partes se obligan en términos de lo que parece que quisieron hacerlo, por lo tanto, el contrato fundatorio de la acción no está sujeto a interpretaciones extensivas o a considerar obligaciones no previstas y menos aún a suposiciones como lo pretende hacer valer la parte actora, y debió el A quo al momento de resolver, aplicar el contrato en los términos que expresamente se pactaron, donde en principio no existe obligación de pago pendiente a mi cargo después de un cese como burócrata estatal, y tampoco puede la parte actora reclamar el vencimiento anticipado. En este segundo supuesto y en un supuesto sin conceder, la parte actora únicamente le asiste el derecho para reclamar el pago de las supuestas amortizaciones o pagos quincenales vencidos, más no reclamar la totalidad del crédito y sus accesorios, pues la cláusula sexta como se expuso, no faculta a la acreedora para dar por vencido anticipadamente el crédito ante el cese del trabajador y la aplicación de la cláusula octava; y entonces, es claro en este segundo supuesto que el crédito continúa vigente hasta vencidos los diez años que se estipularon como plazo máximo para cubrir el adeudo según la cláusula segunda. Pero en razón a la falta de estudio exhaustivo de las excepciones y a la falta de congruencia en la forma en que se planteó la excepción y la forma en que abordó una excepción de falta de derecho y/o exigibilidad del contrato por parte del Juez de Primera Instancia, causan el agravio que se ha expuesto. Causa agravio que para estudiar la excepción de falta de exigibilidad del contrato en su totalidad, es decir, a reclamar el pago total insoluto, el Juez fundó la condena en el artículo 1675 del Código Civil del Estado, argumentando que las cláusulas esenciales en los contratos o que sean consecuencia de su naturaleza ordinaria se tendrán por puestas aunque no se expresen a no ser que sean renunciadas en los casos y términos permitidos por la Ley, y que en el presente caso, ELIMINADO no renunció al pago del adeudo, una vez que fuera retirada el fondo que tuviera el demandado, sino que por el contrario se previó el vencimiento anticipado en caso de falta de pago de los abonos quincenales, por lo que es improcedente la excepción de falta de exigibilidad del contrato. Al respecto, si bien es cierto el contenido y aplicación del precepto en que se funda el juzgador, cierto es también, que el contrato fundatorio no puede valorarse y aplicarse únicamente en cuanto a la cláusula que aparentemente favorece a la actora, sino debe estudiarse y aplicarse en su integridad, máxime si existen excepciones que así lo hacen valer. Como se expuso en el agravio anterior, lo cierto es que las partes convinieron en la cláusula segunda la forma de devolución del préstamo, y, el Juez no debió pasar por alto que esas amortizaciones quincenales fueron sujetas a una condición, como lo era que dichos descuentos serían vía nómina y aguinaldo, como trabajador de ELIMINADO, pero en caso de un cese, como el ocurrido y aceptado por ambas partes a partir del 13 de abril de 2009, las partes previeron la aplicación de la cláusula octava, es decir, retirar los fondos por concepto de devolución de descuentos, más no se previó el vencimiento anticipado después de esta segundo supuesto, pero además si bien se pactó en la cláusula segunda que el deudor se obligaba a devolver el importe del monto prestado, como lo afirma el Juez, cierto es que no existe acuerdo alguno para la forma plazos y montos de devolución del saldo insoluto cuando haya ocurrido el cese del trabajador más el plazo de prorroga y el retiro del fondo de descuento previstos en la cláusula octava, de ahí que al haber ocurrido tal eventualidad, las partes no se comprometieron a un vencimiento anticipado en tales circunstancias, ni pactaron la forma, montos, plazos o términos para la devolución del saldo insoluto, ni siquiera se previó que después de aplicada la cláusula octava subsistiría aún la obligación de pagar el saldo insoluto, reitero solo se previó en caso de cese la aplicación del plazo de prórroga y el retiro del fondo, pero no que después de retirar y aplicar el fondo previsto en la cláusula octava, subsistiera obligación para el pago de saldos insolutos, y si bien el juez entonces debió aplicar el artículo 1668 del Código Civil vigente en el Estado establece con precisión que las partes se obligan en términos de lo que parece que quisieron hacerlo, por lo tanto, el contrato fundatorio de la acción no está sujeto a interpretaciones extensivas o considerar obligaciones no previstas y menos aún a suposiciones como lo pretende hacer valer la parte actora y lo aprueba y sanciona el Juez en los considerandos de la sentencia impugnada, aplicando el artículo 1675 del Código Civil del Estado, pero aun si este Tribunal de Alzada, mantiene el criterio de la aplicación del contenido del precepto citado y en que funda la condena el A quo, pido estudie el contrato en sus cláusulas segunda y octava, y determine que no procedente solicitar como acción principal el vencimiento anticipado del contrato, argumentando la falta de pago de las amortizaciones quincenales, porque ese cumplimiento se condicionó a mi permanencia como trabajador ELIMINADO, y que al haber celebrado en la cláusula octava como se aplicaría el contrato en caso de cese definitivo del trabajador y ya no se continuaran haciendo en consecuencia los descuentos vía nómina y de manera quincenal por dos mil pesos, las partes entonces convinieron la cláusula octava, en cuyo supuesto de aplicación o incumplimiento no se pactó el vencimiento anticipado y la exigibilidad total del contrato como lo es la devolución total del saldo insoluto y las demás prestaciones accesorias, por el contrario, la cláusula octava se aplicó en tiempo y forma previstas en el propio contrato, de ahí que entonces, al no estar pactada la forma, montos, plazos y condiciones para la devolución del saldo insoluto y sus accesorios, es evidente que la actora carece de acción para reclamar el cumplimiento total del contrato en forma anticipada, para reclamar un vencimiento anticipado, bajo un supuesto que no fue previsto bajo esas condiciones (eventualidad y aplicación de la cláusula octava, según se lee de los supuestos enumerados taxativamente en la cláusula sexta del contrato, por lo tanto, insisto nuevamente que no existe obligación de pago pendiente a mi cargo, pues en términos del propio contrato ELIMINADO solo podrá hacer el retiro del fondo ya mencionado, y en el propio contrato no se reserva derecho o acción alguna para reclamar los saldos insolutos, lo que implica que después del retiro de los fondos de descuentos, no existe obligación de pago a mi cargo, no obstante, retomando el argumento original de esta parte del agravio, si este Tribunal aplica el contenido del artículo 1675 del Código Civil del Estado, donde se presume o supone que la actora tiene derecho a reclamar el saldo insoluto al no existir renuncia expresa, lo cierto es también que no es reclamando como acción principal el vencimiento anticipado, puesto que la cláusula segunda del contrato fundatorio establece un plazo para el pago de la cantidad entregada por concepto de mutuo en un plazo de diez años contados a partir de la suscripción del contrato, es decir, contados a partir del 29 de noviembre de 2007, y tomando en cuenta que no existe acción ni derecho alguno previsto en el contrato para que el actor pueda dar por vencida anticipadamente la obligación, bajo los supuestos previstos y aplicados en la cláusula octava, como lo es el cese definitivo y el retiro del fondo según se expuso en la contestación al hecho ocho, y dado que ante tal supuesto no se estipula la forma, plazos, montos en que en un supuesto sin conceder se tendría que conceder el adeudo pendiente después del cese y la aplicación del fondo de pensiones, es lógico que no es exigible la totalidad del crédito, sino que su vigencia es a los diez años y es hasta cuando se venza dicho plazo cuando los saldos insolutos pendientes al vencimiento sea por capital o sus accesorios son exigibles en su totalidad, y en todo caso, tendría derecho a reclamar previa interpelación el pago del capital y accesorios vencidos al momento en que presente la demanda, no el vencimiento anticipado ni la totalidad del crédito insoluto y sus accesorios, por lo tanto, solicito la revocación de la sentencia declarando improcedente la acción principal de vencimiento anticipado del contrato y sus prestaciones accesorias, al ser improcedente la acción y ante la falta de exigibilidad del cumplimiento total de las obligaciones contractuales que reclama la parte actora, al tener en este supuesto sin conceder el derecho al cobro de los saldos vencidos más no la totalidad al no cumplirse el plazo de diez años estipulado para el pago de las prestaciones a mi cargo. Finalmente existe agravio ante la incorrecta valoración de la prueba instrumental de actuaciones y presuncional legal y humana que fue ofrecida y admitida a juicio tendiente a probar la excepción de oscuridad en la demanda (inepto libelo), pues al respecto el Juez de Primer Grado, expone que es improcedente porque para ello era necesario que la demanda se redactara en tal forma que se imposibilite entender ante quien se demanda, por qué se demanda y sus fundamentos legales, pero que de la demanda se desprenden datos y elementos suficientes para que la demandada pudiese controvertir y que de la contestación advirtió que entendí el contenido y alcance de la demanda y ofrecí los medios para impugnarla. Tales argumentos son falaces, puesto que la excepción consistente en la deficiencia en el planteamiento de la demanda, no solo se limitan en los supuestos enunciados por el A quo, sino además en la deficiencia al no plantear correctamente los hechos, y dentro de ellos exponer en forme precisa y clara y en forma cronológica, como es que determinó, como obtuvo montos plazos de las prestaciones reclamadas como lo es el capital insoluto reclamado, los intereses, los seguros de vida, incendios y daños, pues no expone en los hechos como obtuvo y que operaciones realizó para reclamar el saldo insoluto, ni de qué periodo a que periodo efectuó el cálculo de los intereses moratorios, como los liquidó ni como obtuvo con que compañía, a qué costos, durante que vigencias, con que pólizas de seguros, que eventos fueron amparados, qué primas pagó, durante cuánto tiempo, para poder reclamar las prestaciones accesorias, pues no basta con mencionarlas como prestaciones en la demanda, sino que deben estar contenidas en los hechos de la demanda y señalar los medios de prueba que los sustentan, circunstancias que no cubrió la demanda, pues en los doce hachos que componen la demanda no menciona como justifica el derecho, las circunstancias de tiempo, lugar y modo en que se produjeron a cargo del demandada cada una de las prestaciones reclamada; la accionante se limita a señalar en el hecho nueve que adjunta informe de saldos de préstamo hipotecario al 15 de abril de 2014 debidamente certificado, cuando lo cierto es que no estamos ante la presencia de una entidad mercantil ELIMINADO, que se rija por las reglas del derecho comercial y que en tal sentido un contador este facultado para certificar estados de cuenta y constituyan prueba preconstituida en términos del artículo 68 de la Ley de Instituciones de Crédito, de ahí que el supuesto certificado, no puede ser considerado como prueba plena como lo valora el juzgador diciendo que le da dicho valor al no estar objetado por las partes, cuando lo cierto es que, no es idóneo ni suficiente para subsistir y completar la deficiencia en la demanda, puesto que el asunto es de naturaleza civil y no mercantil, y no le son aplicables leyes mercantiles al presente asunto, de ahí entonces que el certificado no suple la deficiencia ni lo exime de cumplir lo estipulado en el artículo del artículo 253 fracción V del Código de Procedimientos Civiles vigente que establece la carga procesal para el accionante de narrar los hechos con claridad y precisión de tal manera que el demandado pueda preparar su contestación y defensa. Ahora bien, el Juez no valoró que contrario a su argumento, lo cierto es que dichas prestaciones no pudieron ser contestadas debatidas ni probas excepciones por mi parte, precisamente porque no aporta los elementos de tiempo modo y lugar en que se generaron, y contrario a ello se expuso en la contestación de los hechos como en las excepciones que no se podía dar contestación a esas prestaciones pecuniarias porque no aportó los elementos mínimos para preparar la defensa, para controvertirlos y ofrecer pruebas al respecto, y en vía de agravio pido a este Tribunal de alzada valore y advierta que del hecho número nueve y en general los hechos de la demanda podrá constatar que no expone de manera clara ni precisa de dónde surgen las cantidades que reclama la parte actora en los incisos b), c), d), e) y f) del capítulo de prestaciones, menos aún expone el procedimiento que aplicó para determinar las cantidades ni los plazos; pido advierte que efectivamente ante la deficiencia en el planteamiento de los hechos, no se pudo dar contestación ni controvertir ni probar respecto de las prestaciones antes enunciadas, por lo tanto, al ser materia de estricto derecho, pido se declare procedente la excepción de oscuridad o inepto libelo...”. SEGUNDO. Son infundados e inoperantes los agravios transcritos, conforme a los motivos y consideraciones legales que se pasan a expresar. Previo al análisis de los motivos de disenso hechos valer por el apelante, es menester decir que de la lectura de la sentencia impugnada, del considerando tercero se advierte que el juzgador además de precisar la causa de pedir, señaló las prestaciones deducidas en juicio, e invocando el artículo 273 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, estableció los elementos de la acción a probar, los cuales hizo consistir en: a) La existencia de la relación contractual y b) La causa de vencimiento que invoca; y después, una vez que valoró el documento base de la acción, consideró acreditado el primer elemento de la acción; en seguida analizó el documento presentado por la actora que contiene la tabla de amortización e informe de saldos del crédito otorgado al demandado, deduciendo la falta de pago y en consecuencia de ello, estimó demostrado el segundo elemento de la acción; concluyendo que la acción deducida en juicio por la acreedora ELIMINADO se encontraba acreditada. En todo ello el juez resolutor, precisó las razones y causas que tuvo para estimar improcedentes las excepciones, considerando: “…Por su parte el demandado opuso la excepción de falta de derecho y/o falta de exigibilidad del contrato, lo que debe decirse que es improcedente, en virtud de que al haber omitido el demandado el pago puntual de uno de los abonos quincenales convenidos, así como de los demás abonos a que se refiere el informe de saldos valorado en líneas precedentes, se actualizó la facultad de la acreedora para dar por vencido anticipadamente el plazo para el pago del adeudo, como se pactó en la cláusula sexta inciso B) del contrato fundatorio. Por lo que hace al argumento de que la actora solo tenía derecho al retiro del fondo de descuentos y no a reclamar cantidad adicional, interponiendo falta de acción, debe decirse que es improcedente, en virtud de que en la cláusula segunda del contrato de mutuo con interés y garantía hipotecaria, el demandado se obligó a devolver la cantidad de $400,000.00 (CUATROCIENTOS MIL PESOS 00/100 M.N.) que recibió en Mutuo, así como los intereses que genera en las doscientas cuarenta quincenas que se indican, pactándose en la cláusula tercera el pago del dos por ciento mensual en caso de mora, y al haberse convenido el vencimiento anticipado en la cláusula sexta, al dejar de pagar puntualmente uno de los abonos quincenales convenidos, ante la actualización de tal hipótesis el actor tiene derecho a demandar el vencimiento anticipado del plazo para el pago del adeudo y por consiguiente el total del crédito otorgado y adeudado, independientemente del derecho del acreedor a retirar el importe del fondo a que se refiere la cláusula octava del contrato de merito, y que se detalla en el Informe de Saldos por la suma de $64,483.54 (SESENTA Y CUATRO MIL CUATROCIENTOS OCHENTA Y TRES PESOS 54/100 M.N.) que se abonó a la suerte principal, visible a fojas 31, valorado en líneas que anteceden; aunado a que el articulo 1782 del Código Civil establece que la facultad de resolver las obligaciones se entiende implicita en las reciprocas, para el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe, por lo que el perjudicado podrá escoger entre el cumplimiento o la resolución de la obligación; y en el caso la actora exige el vencimiento anticipado con el consiguiente pago de lo adeudado, esto es, el cumplimiento del contrato fundatorio; y cabe evidenciar que el artículo 1675 del Código en consulta establece que las cláusulas que se refieren a requisitos esenciales del contrato o sean consecuencia de su naturaza ordinaria, se tendran por puestas aunque no se expresen a no ser que sean renunciadas en los casos y términos permitidos por la Ley, y en la especie ELIMINADO, en el contrato fundatorio no renunció al pago del adeudo, una vez que fuera retirado el fondo que tuviera el demandado, sino por el contrario, se estableció el vencimiento anticipado en caso de falta de pago de uno de los abonos quincenales a que se obligó el mismo, por lo que es improcedente además la excepción de falta de exigibilidad en el contrato. Por lo que hace a la excepción de obscuridad de la demanda e inepto libelo, debe decirse que para la procedencia de esta excepción, se hace necesario que la demanda se redacte de tal forma, que se imposibilite entender ante quien se demanda, porqué se demanda y sus fundamentos legales, sin embargo, del escrito inicial se desprenden datos y elementos suficientes para que la demandada pudiese controvertir la demanda, tanto más cuando de su contestación se advierte que entendió el contenido y alcance de la demanda entablada en su contra y ofreció los medios de prueba para impugnarla, por lo que son de desestimarse los argumentos del demandado vertidos sobre el particular…”. De lo anterior se deriva que el juez de origen se pronunció respecto de las excepciones que opuso el demandado al contestar la demanda, consideró improcedentes la de falta de derecho; falta de exigibilidad del contrato; falta de acción; de obscuridad de demanda; de inepto libelo; y de la excepción de que la acreedora sólo tenía derecho al retiro del fondo de descuentos. Entonces luego, todo lo anterior autoriza a decir que lo resuelto en la sentencia, satisface lo previsto por los artículos 81 y 83 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, porque, ya desprendida la litis de la demanda y contestación, el juez de origen se pronunció respecto de cada uno de los puntos controvertidos e hizo una correcta adecuación en forma lógica y jurídica entre las normas aplicables y los motivos aducidos, además de configurar como fundamentación las hipótesis normativas de los artículos invocados e hizo evidente la relación existente entre uno y otro. Así es, deviene inexacto lo argumentado por el apelante, de que se haya vulnerado el artículo 81 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, de que el Juez haya soslayado precisar en forma enunciativa sobre las excepciones opuestas y en qué consistía cada una; y que no haya señalado en qué pruebas se apoyó para sustentar lo resuelto; por el contrario, el instructor de manera pormenorizada precisó las causas y razones que tuvo en consideración para determinar lo improcedente de las excepciones y defensas opuestas en juicio por el demandado ELIMINADO ahora apelante; por tanto, devienen infundadas las aseveraciones del apelante en cuanto a que el caso no se haya resuelto adecuadamente. En cuanto a lo argumentado por el recurrente en el sentido de que en la Sentencia se hace una incorrecta valoración de las pruebas; es menester señalar que la actora, al ejercitar la acción de vencimiento anticipado, anexó a su demanda, de entre otros documentos, el Instrumento Notarial que contiene el Contrato de Mutuo con Interés y Garantía Hipotecaria celebrado el 29 veintinueve de noviembre del 2007 dos mil siete, ante la fe del Notario Público Número 28 de esta ciudad, entre ELIMINADO (acreedor) y el demandado ELIMINADO (deudor); documento que por su propia naturaleza, se le da valor pleno, conforme a lo estatuido por los artículos 280 fracción II, 323 fracción I y 388 del Código de Procedimientos Civiles del Estado. En el Instrumento Notarial señalado, se encuentra el concierto de voluntades celebrado por los contratantes, en la forma y términos que quisieron hacerlo, lo cual es acorde a lo estatuido por los artículos 1628, 1629, 1630, 1633-1 y 1668, del Código Civil del Estado; cuyo tenor dicen: “ART. 1628.- Convenio es el acuerdo de dos o más personas para crear, transferir, modificar o extinguir obligaciones. ART. 1629.- Los convenios que producen o transfieren las obligaciones y derechos toman el nombre de contratos. ART. 1630.- Para la existencia del contrato se requiere: I.- Consentimiento; II.- Objeto que pueda ser materia del contrato. ART. 1633.1.- En los contratos unilaterales o bilaterales con prestaciones periódicas o continuas, el consentimiento y la voluntad de las partes se entienden otorgados en los términos, condiciones y circunstancias existentes en el momento de su celebración. ART. 1668.- En los contratos civiles cada uno se obliga en la manera y términos que aparezca que quiso obligarse sin que para la validez del contrato se requieran formalidades determinadas, fuera de los casos expresamente designados por la Ley.”. Por ende, siguiendo las reglas que sobre interpretación de los contratos establecen los artículos 1687 al 1693 del Código Civil del Estado de San Luis Potosí, debe decirse que la voluntad expresada en tal documento, se entiende otorgada en los términos, condiciones y circunstancias existentes en el momento de la celebración; que la intención declarada por ambas partes lo fue la celebración del Contrato de Crédito de Mutuo con Interés y Garantía Hipotecaria, sujetándose a su clausulado, que el objeto del mismo consistió en que la acreedora otorgó un préstamo a ELIMINADO para que lo invirtiera en el pago del crédito hipotecario en la adquisición de vivienda; que el deudor le autorizó a la acreedora para que el monto del crédito se le descontara quincenalmente por nómina directamente del salario que percibía como trabajador de ELIMINADO; que el monto del crédito otorgado al deudor fue acordado por la cantidad de $400,000.00 (Cuatrocientos mil pesos 00/100 m.n.); por ser éste el valor asignado al inmueble adquirido a través del crédito; conviniendo ambos que la cantidad señalada se otorgaba en calidad de mutuo con interés y el deudor se obligó a devolver la cantidad, así como también los intereses que se generaran en doscientas cuarenta quincenas, comprendidas en un plazo de diez años, en abonos quincenales por la cantidad de $2,000.00 (Dos mil pesos 00/100 m.n.), descontados directamente de la nómina de sueldo del trabajador, también convinieron que el deudor pagaría la cantidad de $21,798.53 (Veintiún mil setecientos noventa y ocho pesos 53/100 m.n.), descontados por nómina con cargo al aguinaldo; además pactaron que el deudor pagaría un interés del 12% doce por ciento anual, sobre saldos insolutos del capital mutuado, de acuerdo con la tabla de amortizaciones o pagos quincenales que se refiere a la cláusula segunda; y en caso de mora, el deudor se obligaba a pagar a la acreedora una pena del 2% dos por ciento mensual sobre el total del pago o abono que dejara de cubrir en la fecha convenida; además se pactó que el deudor podía pagar anticipadamente el total o parcialmente el saldo del capital en la forma señalada en la cláusula cuarta contractual; convinieron las partes que el deudor daba la autorización e instruía a la acreedora para que se contratara, a nombre del deudor y a favor de la acreedora durante el tiempo que permanezca vigente el crédito, un seguro contra incendio o contra cualquier otro daño que pudiera afectar el inmueble así como lo contenido en el mismo; y también para que a nombre del deudor y a favor de la acreedora, se tomara un seguro de vida por el importe del préstamo concedido; en la cláusula sexta contractual, que en su parte relativa dice: “…SEXTA: “LA ACREEEDORA” podrá dar por vencido anticipadamente el plazo para el pago del adeudo, sin necesidad de declaración judicial previa, cuando se presente alguno de los siguientes casos:… B).- Si “EL DEUDOR” deja de cubrir puntualmente, uno de los abonos quincenales convenidos;…”; en ésta es evidente que se otorgó la facultad a la acreedora ELIMINADO para que pudiera dar por vencido anticipadamente el plazo para el pago del adeudo, de entre otras circunstancias, si el deudor dejara de cubrir puntualmente uno de los abonos quincenalmente convenidos; asimismo, para garantizar el pago del capital mutuado así como de los intereses vencidos y no cobrados se acordó constituir hipoteca sobre el bien inmueble descrito en el Instrumento Notarial; en la cláusula octava contractual convinieron las partes, de que si el deudor dejara de prestar los servicios en la dependencia que se desempeñaba al momento de la celebración del contrato, debía de contratar directamente el seguro de vida aludido en la cláusula quinta del contrato en la forma que se señalaba; la acreedora, en caso de que ya no laborara, le confería un plazo de seis meses de espera, pero posteriormente a ese plazo de espera, si el deudor no se ponía al corriente en sus pagos dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que venció ese plazo de espera, la acreedora podía retirar su importe del fondo que corresponde al deudor, por concepto de devolución de descuentos que se le hubieran hecho como empleado al servicio de ELIMINADO. En base a lo anteriormente descrito, es dable llegar a la conclusión que en el contrato base analizado, el sentido literal y la intención de las partes contenida en la cláusula sexta, es claro el sentido respecto del vencimiento anticipado, esto es, de que el hecho constitutivo de la acción o extremo a acreditar, es precisamente que el demandado haya incumplido con su obligación de pago; de la cláusula sexta contractual, la interpretación hecha en la sentencia, de lo que es motivo de controversia en la Alzada, no cabe duda que la finalidad establecida de esa estipulación, la manifestación de voluntad de las partes ahí contenida, tuvo por objeto la adquisición de la facultad potestativa de ELIMINADO para solicitarle al deudor, el vencimiento anticipado del Contrato de Mutuo con Interés y Garantía Hipotecaria, en caso de que incumpliera con la obligación de pago consignada en el contrato; lo cual es acorde a lo previsto por el artículo 1782 del Código Civil del Estado, el cual previene que. “...La facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita en las reciprocas para el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que se le incumbe. El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños y perjuicios en ambos casos. También podrá pedir la resolución aún después de haber optado por el cumplimiento, cuando este resultare imposible...”; por ende, tal condición contractual es base suficiente para determinar que ELIMINADO está facultada de exigir el cumplimiento del contrato en forma anticipada, sin restricción alguna, pues la circunstancia del incumplimiento, origina el derecho de la acreedora de exigir el pago total del crédito, de todo lo adeudado con sus accesorios, pues así se deriva del pacto contractual. Y del sentido literal de la cláusula octava contractual estipulada en el contrato base de la acción, se obtiene que la intención de los contratantes, la voluntad ahí expresada, no deja duda que al convenir fijaron que: “...Si “EL DEUDOR” llegase a dejar de prestar sus servicios en la dependencia que actualmente los presta y por lo mismo deja de ser de los trabajadores a que se refiere el artículo primero de la Ley de Pensiones del Estado de San Luis Potosí; a) Deberá contratar directamente el seguro de vida a que se refiere la cláusula quinta en el entendido de que la prima del seguro será pagada al cien por ciento por “EL DEUDOR”. b) Gozará de un plazo de seis meses de espera, en los términos del artículo cuarenta y ocho de dicha Ley, en el entendido de que si “EL DEUDOR” no se pone al corriente en sus pagos dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que venza el plazo de espera “LA ACREEDORA” retirará su importe del fondo que, por concepto de devolución de los descuentos que se le hubieran hecho, corresponda al “DEUDOR”...”. De la cláusula transcrita se advierte claramente que ambas partes pactaron la condición futura, para el caso de que el deudor dejara de prestar sus servicios como empleado de la dependencia donde laboraba al momento de la celebración del contrato de crédito. Ahora bien, a la documental pública glosada a fojas 27 de los autos del expediente de mérito, consistente en hoja de movimiento de personal de ELIMINADO que hace constar “la baja por cese”, a este documento, se le confiere el justo y valor legal que le corresponde en términos de los artículos 280 Fracción II, 323 Fracción II y 388 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, con la cual se acredita cabalmente que el deudor ELIMINADO, dejó de laborar para la dependencia donde laboraba al momento en que celebró el contrato. Cabe decir que del enlace lógico y jurídico de las constancias que obran en el sumario, existe el reconocimiento expreso de ambas partes de que operó la Cláusula Octava, por lo tanto, es evidente que el deudor disfrutó del tiempo de espera de seis meses pactado en el inciso b) de la misma cláusula; sin que hubiese acreditado el pago transcurrido ese término y los treinta días. Asimismo, consta en el expediente de mérito que la acreedora ELIMINADO, tomó del fondo de pensiones del deudor ELIMINADO, la cantidad de $64,483.54 (Sesenta y cuatro mil cuatrocientos ochenta y tres pesos 54/100 m.n.), tal y como se corrobora con la constancia glosada a fojas 28 de los autos, consistente en el recibo finiquito expedido por la acreedora mencionada por concepto de los descuentos practicados al deudor como aportación al ELIMINADO sobre el sueldo; al cual se le confiere valor de prueba plena conforme a lo previsto por los artículos 280 Fracción II, 323 Fracción V, 399 y 389 del Código de Procedimientos Civiles del Estado. Derivado de todo ello, conforme a lo exigido por el artículo 273 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, se demuestra cabalmente que conforme a lo pactado, la acreedora dispuso del fondo de descuento, debido a que el deudor no cubrió los pagos dentro de los treinta días siguientes al plazo de espera. Consta además a fojas 30 y 31 de los autos del expediente que nos ocupa, el informe de saldos del préstamo, expedido por la acreedora, a cuyo documento se le da valor pleno conforme a lo previsto por los artículos 280 Fracción II, 323 Fracción V, 399 y 389 del Código de Procedimientos Civiles del Estado; por haber sido expedido por ELIMINADO, como organismo público descentralizado encargado de la administración de los fondos que otorga beneficios y prestaciones sociales a los trabajadores al servicio del Estado, tales como créditos hipotecarios. De esta prueba documental, se obtiene que el último pago o abono efectuado por el deudor, se hizo por medio del descuento del fondo de pensiones que la acreedora tomó, conforme lo pactado en el inciso b) de la cláusula octava contractual. Debe destacarse que de tal documento, se obtienen los datos suficientes sobre el monto del crédito otorgado al deudor ELIMINADO por la cantidad de $400,000.00 (Cuatrocientos mil pesos 00/100 m.n.), también contiene los datos de identificación del crédito o clave del hipotecario, nombre del deudor, el registro federal de causantes de éste, el capital, el interés del 12%; el plazo de 240 quincenas (diez años), el descuento quincenal de $2,000.00 (Dos mil pesos 00/100 m.n.) directo del salario; el monto del descuento anual de $21,798.53 (Veintiún mil setecientos noventa y ocho pesos 53/100 m.n.); las fechas del primero y el último descuento; tipo de cargo, el número de pagos efectuados, la fecha en que realizaron los pagos, monto de capital adeudado, monto de los abonos, interés cubierto, abono a capital, capital vencido y el saldo; y en el recuadro final se precisan con claridad el total del interés devengado, capital vencido, intereses moratorios devengados, el total por pagar, capital vencido y el acumulado; el total del saldo vencido y el total del saldo por vencer. En resumidas cuentas, del enlace lógico y jurídico de las pruebas analizadas por esta Sala Colegiada, se llega a la plena convicción de que el valor de las pruebas analizadas, en su justa dimensión exhaustiva, conducen a estimar que en la sentencia se hizo una adecuada interpretación del contrato, porque lo pactado en la cláusula octava contractual no se contrapone a lo estipulado en la cláusula sexta, ya que en una se convino el vencimiento anticipado por la falta de pago del crédito, mientras que en la otra, convinieron una previsión futura para en caso de que dejara de trabajar como empleado de ELIMINADO. Por ende, el hecho de que hayan operado ambas cláusulas, de ninguna manera deja sin efecto el contrato en toda su extensión, pues aún subsiste la obligación unilateral del deudor de liquidar el crédito y aún vigente la facultad de la acreedora de exigir el pago con todos sus accesorios. De consiguiente, es de concluirse que los argumentos de disenso del apelante devienen inoperantes, pues de acuerdo a las reglas de interpretación dichas con antelación, no se extingue ni modifica la obligación, ni faculta al deudor, como lo arguye el apelante, de que se haya modificado para que en el plazo de diez años pueda cubrir el monto del crédito, puesto que lo pactado por las partes es de que el crédito se pagaría en 240 doscientas cuarenta quincenas por un monto de $2,000.00 (Dos mil pesos 00/100 m.n.), de manera sucesiva y dentro del plazo de diez años, siendo evidente que en ese lapso de tiempo se distribuyeron las amortizaciones quincenales para liquidar el monto del crédito; sin embargo, el plazo convenido de doscientas cuarenta quincenas, o diez años, no limita a la acreedora que deba transcurrir ese plazo para que pueda hacer exigible el crédito, toda vez que tal condición no se pactó en ninguna forma, por el contrario, sólo basta que el deudor deje de cubrir puntualmente uno de los abonos quincenales convenidos para que pueda hacerse exigible la totalidad del adeudo de manera anticipada, pues así se pactó contractualmente. Cabe señalar, en nada afecta la validez y existencia del contrato base de la acción, el que no se haya establecido en el mismo, la forma en que deberían hacerse los pagos o abonos quincenales para el caso de que el deudor ELIMINADO dejara de laborar como empleado al servicio del Estado, ello en nada afecta, toda vez que se está en una obligación unilateral, esto es, el mencionado deudor ELIMINADO se obligó a pagar el crédito de manera quincenal, en doscientas cuarenta quincenas, pues así lo pactó en la Cláusula Segunda del contrato basal; por ello, en nada trastoca la obligación porque los pagos pudo haberlos hecho en forma directa en caja en el domicilio de la acreedora señalado en el propio contrato. De consiguiente, el hecho de que haya dejado de laborar como empleado de gobierno y no sea posible hacer los descuentos directos a un salario, como se pactó, evidentemente que no se extingue la obligación del deudor de pagar el crédito, ni mucho menos es causa suficiente para considerar justificado el incumplimiento del deudor, porque se trata de una obligación unilateral. Es inoperante el argumento del apelante en cuanto a que la demanda es obscura e irregular, por el contrario, de la misma se advierte que satisface lo previsto por el artículo 253 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, ya que en tal documento está señalado el tribunal ante quien se promueve, el nombre del actor, designación de domicilio para oír notificaciones, contiene el nombre del demandado y domicilio de éste, se mencionan las prestaciones reclamadas con sus accesorios, se precisan los hechos en que se funda la petición, los que numeró y narró con claridad y precisión, tan así que el demandado estuvo en condiciones de contestar la demanda y oponer excepciones y defensas, incluso citó los preceptos legales aplicables y el valor de lo demandado. Y al revisar lo relativo a la exigencia de las prestaciones formuladas por la parte actora en juicio, evidentemente que derivan del contenido del contrato base de la acción, pues la intención de las partes es clara en cuanto a que el deudor facultó e instruyó a la acreedora para que en caso de la falta de pago pudiera solicitar el vencimiento anticipado, para que a nombre del deudor contratara un seguro contra daños y para que contratara un seguro de vida por el importe del préstamo, pero a favor de la acreedora; que en caso de que dejara de laborar se le confería un tiempo de espera por seis meses y transcurridos treinta días posterior a ese plazo la acreedora podía hacer el retiro del fondo de pensión perteneciente al deudor como trabajador del gobierno. De ahí, se considera que la demanda se formuló con claridad y precisión y por ende, satisfaciendo los requisitos exigidos por el artículo 253 del Código de Procedimientos Civiles del Estado. De conformidad con lo estipulado en el artículo 1782 del Código Civil, que a la letra dice: “ART. 1782.- La facultad de resolver las obligaciones se entiende implícita en las recíprocas, para el caso de que uno de los obligados no cumpliere lo que le incumbe. El perjudicado podrá escoger entre exigir el cumplimiento o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños y perjuicios en ambos casos. También podrá pedir la resolución aún después de haber optado por el cumplimiento, cuando éste resultare imposible.”; de lo transcrito es inconcuso que la acreedora está facultada para elegir el cumplimiento de la obligación o la resolución de la obligación; de las cuales eligió lo primero, por ello es infundado el argumento del apelante de que a la acreedora ELIMINADO sólo tiene derecho de reclamar el pago de las amortizaciones vencidas, pues no por el hecho de que haya dejado de laborar como empleado de gobierno implique un cambio que trastoque la obligación contraída, como de que lo exima del pago del crédito; pues, como ya se dijo, en la cláusula octava sólo se previó una condición futura, de que podrían retirarse los fondos por concepto de devolución de descuentos por el no pago, pero ello no cambia ni modifica la obligación estipulada en el contrato de crédito, en cuanto a que la acreedora tiene derecho de pedir el vencimiento anticipado del crédito, porque el deudor no haya cubierto uno de los abonos quincenales convenidos, esto es, de exigir la totalidad del crédito de manera anticipada con todas sus consecuencias que del propio contrato emanan. En el contexto anterior, no tiene cabida el argumento del deudor en el sentido de que el acreedor sólo podía exigirle el pago de las amortizaciones periódicas, mensualidades, abonos o pagos parciales posteriores a la fecha del incumplimiento, ya que esa forma de cumplir la obligación quedó sin efectos en virtud del vencimiento anticipado propuesto por la actora. Es inoperante lo aducido porque en el pacto contractual no se está frente a una obligación alternativa, tampoco se confiere a la actora mayor prerrogativa, pues no debe perderse de vista que se trata de una obligación unilateral a cargo del deudor ELIMINADO, derivada del beneficio por el otorgamiento del crédito, tomando en consideración que en la cláusula segunda del contrato base de la acción, el deudor se obligó a devolver el importe del crédito; y por tanto, la obligación solamente se extingue con el pago; pero en el caso en concreto, no consta prueba alguna del deudor de que hubiere liquidado el crédito, ni que al momento de la presentación de la demanda se encontrara al corriente en los pagos, obvio que la obligación unilateral de pago a cargo del deudor subsiste con todas sus consecuencias. En suma, el hecho de que haya operado la cláusula octava contractual, en cuanto a que el deudor dejó de prestar sus servicios como empleado de ELIMINADO, no constituye un derecho a favor del obligado para que no siga pagando el crédito que le otorgó la acreedora ELIMINADO, sólo es un beneficio a favor de éste de que se le haya conferido el plazo de espera de seis meses, pero ello no lo exime de la obligación unilateral de pago del crédito que convino contractualmente. Todo ello apunta hacia la conclusión de que para generar el derecho de la acreedora ELIMINADO, para deducir la acción por vencimiento anticipado, sólo basta que el deudor ELIMINADO no haya pagado uno de los abonos a que se obligó en el contrato base de la acción; sin que sea necesario requerir previamente al deudor para exigir el pago. Por consiguiente, convenientemente con el juzgador, devienen improcedentes las excepciones y defensas opuestas por el demandado aquí apelante, pues además de que éste no aportó medio de prueba para acreditarlas, la base legal en que descansa el ejercicio de la acción tiene eficacia legal, toda vez que al demandado le corresponde la carga procesal de probar encontrarse al corriente con el pago del crédito; y consecuentemente la carencia de acción para ser demandado por la acreedora ELIMINADO; pues el hecho de que haya dejado de laborar como empleado de gobierno, no puede traducirse en una limitación de la acreedora, ya que la causa origen por el que se pide el vencimiento anticipado es por falta de pago, y ello no es una extensión que le favorezca de manera extraordinaria, sino a una cuestión pactada en el contrato. Así las cosas, lo legalmente correcto es confirmar la sentencia definitiva de fecha 16 dieciséis de febrero de 2015 dos mil quince, dictada por el Juez Segundo del Ramo Civil de esta capital, dentro del expediente 799/2014, relativo al juicio ordinario civil, promovido por ELIMINADO por conducto de su Director General ELIMINADO, en contra de ELIMINADO. TERCERO. Son a cargo del apelante el pago de las costas y gastos en ambas instancias, con sustento en el artículo 135 del Código de Procedimientos Civiles del Estado. Por lo expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO. Los agravios expresados por el apelante ELIMINADO, resultaron infundados e inoperantes, por las causas y razones legales expresadas. SEGUNDO. Se confirma la sentencia definitiva de fecha 16 dieciséis de febrero de 2015 dos mil quince, dictada por el Juez Segundo del Ramo Civil de esta capital, dentro del expediente 799/2014, relativo al juicio ordinario civil, promovido por ELIMINADO, por conducto de su Director General ELIMINADO, en contra de ELIMINADO. TERCERO. Se condena al apelante al pago de las costas y gastos de ambas instancias. CUARTO. Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al juzgado de su procedencia para los fines legales consiguientes, y en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido. QUINTO. Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase. A S Í, por unanimidad de votos, lo resolvieron y firman los magistrados que integran la Cuarta Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, licenciados ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, siendo ponente la primera de los nombrados, quienes actúan con secretaria de acuerdos licenciada ELIMINADO, quien autoriza y da fe.