Intervencion Ginebra gazte

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BANGLADESH
Y LA SEGURIDAD Y SALUD
LABORAL A NIVEL MUNDIAL
Ibon Zubiela Martín
Miembro del Comité Nacional de la central sindical LAB,
País Vasco
Conferencia Internacional del Trabajo
Ginebra
12-06-2013
ÍNDICE
1. Bangladesh ejemplo de las desigualdades en salud…………………………………………………5
1.1 La situación actual en Bangladesh …………………………………………………………..5
1.1.1 Persecución sindical ………………………………………………………………..5
1.1.2 El papel de las transnacionales……………………………………………………6
1.2 El accidente de Rana Plaza…………………………………………………………………...7
1.3 La historia se repite …………………………………………………………………………….8
1.4 Las causas del accidente………………………………………………………………………8
1.5 Cambiarlo todo para no cambiar nada. Promesas y acuerdos ……………………………9
1.5.1 Promesas …………………………………………………………………………...10
1.5.2 Acuerdos ……………………………………………………………………………10
1.5.2.1 Un breve análisis del acuerdo …………………………………………11
2. La seguridad y la salud laboral en el mundo ………………………………………………………..14
2.1 La punta del iceberg …………………………………………………………………………14
2.2 Por sectores …………………………………………………………………………………..14
2.2.1 Sector primario …………………………………………………………………….15
2.2.1.1. Sector agrario …………………………………………………………..15
2.2.1.2. Minería ………………………………………………………………….16
2.2.2 Sector industrial ……………………………………………………………………16
2.2.3 Construcción ……………………………………………………………………….17
2.2.4 Sector servicios …………………………………………………………………….18
2.3 Riesgos emergente, crisis y salud laboral ………………………………………………….19
2.4 Diferencias …………………………………………………………………………………….20
2.5 Los colectivos más desprotegidos ………………………………………………………….20
2.5.1 Consideraciones relacionadas con el género……………………………………20
2.5.2 Las condiciones de trabajo de las trabajadoras y trabajadores más jovenes..21
2.5.3 Las trabajadoras y trabajadores migrantes ……………………………………..21
3. Conclusiones finales ……………………………………………………………………………………22
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1. BANGLADESH EJEMPLO DE LAS DESIGUALDADES EN
SALUD
1.1. LA SITUACIÓN ACTUAL EN BANGLADESH
Bangladesh es un país de 150 millones de habitantes. Es un país sumamente rico. Su tierra,
extremadamente fértil, puede producir suficiente alimento para poder satisfacer las necesidades
nutritivas de una población veinte veces superior a la actual. Y a pesar de ello, la mayoría de la
población, está malnutrida, con amplios sectores experimentando hambre. En realidad,
Bangladesh es considerado, junto con Haití, el país más pobre del mundo, lo cual quiere decir que
es el país que tiene un mayor porcentaje de población pobre, a pesar de que los datos muestran
que Bangladesh (así como Haití) tiene los recursos para salir de la pobreza.
No es, pues, la falta de recursos la causa de su pobreza, sino el control de estos recursos. El 16%
de los propietarios de tierra controlan el 60% de toda la tierra, la cual cultivan para producir
alimento que se exporta a los países llamados “desarrollados” o países “enriquecidos”. Esta casta
de terratenientes se alía y está al servicio de compañías extranjeras que dirigen la explotación de
la tierra (es decir, lo que se produce, cómo se produce y cómo se distribuye).
Esta estructura productiva es la que se reproduce por un sistema político que teóricamente se
define como democrático y representativo: tiene incluso pluralidad de partidos políticos y
elecciones parlamentarias. Este sistema, sin embargo, está influenciado enormemente por el
bloque de poder financiero-económico-político constituido por los grandes terratenientes del sector
agrícola, que son los que en realidad gobiernan aquel país. Esta enorme concentración de la
propiedad de la tierra crea una enorme pobreza. Y la gran mayoría del alimento que se produce se
consume fuera del país.
El Gobierno de Bangladesh decidió incorporarse en los años 80 a la cadena global de mercancías
de mano factura de ropa, dando todas las facilidades como son subvencionar la adquisición de
tierras; otorgar importantes exenciones fiscales y los materiales importados no pagan arancel
alguno, etc. Además creó las Zonas de Procesamiento de Exportaciones (EPZ, en sus siglas en
inglés), pequeños “reinos de taifas”, donde la persecución del estado al movimiento sindical y la
frágil legislación nacional, se repliega ante el chantaje de firmas transnacionales.
Este sector está controlado por las grandes compañías textiles que hoy dominan el mercado
internacional, que están todas ellas en Bangladesh por el bajísimo coste de los salarios de los
trabajadores la mayoría cobra el salario mínimo más bajo del planeta: 3.000 takas al mes (unos 38
dolares o 29 euros) trabajando en unas condiciones miserables, en fábricas carentes de los más
mínimos requisitos de seguridad, en condiciones de semi-esclavitud. A las cadenas de producción
(proveedores y subcontratistas) se suman condiciones laborales de explotación que nos acercan
mas al siglo XIX que al siglo XXI. Se niega el derecho a sindicarse; se cobra el salario mínimo; las
jornadas son interminables; no se respetan las bajas por maternidad, ni las horas extras; las
ausencias se castigan con reducciones salariales; las medidas de protección y prevención no
existen.
1.1.1. PERSECUCIÓN SINDICAL
El panorama sindical es casi inexistente, menos de 1% de afiliación. Y esto se debe
principalmente a una legislación neoliberal proclive a la empresas y a la persecución constante y
sistemática que sufren los sindicatos y las y los dirigentes sindicales en Bangladesh.
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Dentro de esta persecución sistémica y estructural cabe destacar a modo de ejemplo ilustrativo,
los siguientes hechos. En Julio de 2010 el Gobierno de Bangladesh lanzó un ataque en contra de
una organización de trabajadores y trabajadoras, en un intento de silenciar las protestas masivas
por un aumento de los salarios de pobreza que se paga a los trabajadores y trabajadoras de la
confección. En agosto de ese mismo año se arrestaron a 21 personas, tres lideres laborales de la
industria de la confección y a otras 18 personas, acusándolas de organizar y participar en las
protestas violentas del mes de julio, permaneciendo en prisión mas de un mes y puestos en
libertad bajo fianza. Uno de esos lideres encarcelados era Aminul Islam, que el 5 de abril de 2012
fue encontrado muerto, y fotos policiales de su cuerpo sugieren que fue torturado antes de ser
asesinado.
Jyrki Raina, Secretario general de Industriall Global en el sitio de dicho organismo, 19 de marzo de
2013 declaró “Cuando visité Bangladesh en febrero me percaté de que de 5.000 fábricas sólo en
un par de docenas existe un sindicato local registrado y que funcione. Como resultado de la
intimidación y de los problemas de registro, menos del 1 por ciento de la fuerza de trabajo está
sindicada”.
1.1.2. EL PAPEL DE LAS TRANSNACIONALES
La transnacionales ajustan su responsabilidad legal a cumplir la ley del estado receptor
(Bangladesh) y en ningún caso aceptan cumplir directamente con el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos y el Derecho Internacional del Trabajo. Pero aceptan la legislación bengalí,
porque juegan con cartas marcadas, ya que presionan, chantajean y corrompen todo lo que haga
falta para que la legislación les resulte favorable. Como ejemplo, dos días antes del
derrumbamiento, el 22 de abril, el Gobierno de Bangladesh bloqueó una ley que mejoraba las
condiciones laborales por presión de las multinacionales.
Las empresas transnacionales se oponen a discutir (y mas a aprobar) cualquier tratado
internacional que regule sus practicas de manera vinculante en el seno de las Naciones Unidas,
no aceptan constituir un tribunal internacional que tutele los derechos de las mayorías sociales
frente al poder transnacional, ni tan siquiera (sin ser nada revolucionario) aceptan crear un Centro
de Empresas transnacionales que fiscalice sus practicas, inspeccione sus incumplimientos y
articule las denuncias de las víctimas. Resulta evidente que prefieren definir las fronteras de su
responsabilidad, al margen de cualquier injerencia de control.
Además, se niegan a extender la responsabilidad de la empresa matriz a lo largo de la cadena de
producción con las filiales, proveedoras, contratistas y subcontratistas. Es mas, la representación
internacional empresarial en la propia OIT se opuso frontalmente a cualquier norma internacional
que regulara su responsabilidad a lo largo de la cadena de producción.
Como ejemplo, este hecho ha quedado reflejado en el contenido de los Principios Rectores de la
ONU sobre Empresas y Derechos Humanos y aprobados por el Consejo de Derechos Humanos
de la ONU en junio de 2011. En septiembre de 2012 se presentó al Consejo de Derechos
Humanos un Informe de la Secretaría General de la ONU referido a dichos Principios Rectores, en
cuyo párrafo 11 se dice que de ellos “no se deriva ninguna nueva obligación jurídica”.
A la exigencia de un control externo realmente independiente, las sociedades transnacionales
siempre han respondido contratando auditorías de grandes consultoras transnacionales o
aceptando seudo-controles de conocidas ONGs más o menos complacientes, cuya función oscila
entre el control y el asesoramiento de dichas sociedades.
En definitiva, quieren que sus obligaciones se ajusten a legislaciones profundamente neoliberales
como la de Bangladesh y a la mera Responsabilidad Social Corporativa, que bascula sobre la
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voluntariedad, la unilateralidad, la autorregulación y la no exigibilidad. Pretendiendo que esta sea
una nueva forma en que se configuren las relaciones entre las empresas y el modelo capitalista.
Un marco sin obligaciones, que se mueve en los contornos de la impunidad total y absoluta.
Las modificaciones en la división internacional del trabajo ponen de manifiesto la presión en las
cadenas de producción; la externalización de costes permite obtener beneficios
desproporcionados mediante el pago de bajos precios a proveedores, contratistas y
subcontratistas por sus productos o servicios, al margen de las condiciones que tengan los
trabajadores y trabajadoras. Las empresas transnacionales constituyen el eje sobre el que
basculan las cadenas de subcontratación y han sido el camino por el que se ha ido reduciendo los
derechos laborales.
Los asesinatos de Bangladesh se producen en este contexto.
1.2. EL ACCIDENTE DE RANA PLAZA
El 24 de abril de este año 2013, se produjo el derrumbamiento del edificio Rana Plaza, a 29
kilómetros de la capital Daca, en Bangladesh. En el que al menos 1.127 trabajadores y
trabajadoras murieron y deberá pasar un tiempo para confirmar que los 98 catalogados ahora
como desaparecidos engrosan la lista de víctimas mortales, y otras 2437 resultaron heridas.
El inmueble de ocho plantas (algunas construidas de manera ilegal) albergaba varios talleres
textiles que producían ropa y accesorios para destacadas marcas extranjeras.
El 23 de abril aparecieron muchas y amplias grietas en las paredes y en los tejados del edificio,
aperturas que habían aparecido paulatinamente hasta entonces y que habían sido denunciadas
por los propios trabajadores, siendo sus avisos ignorados por el propietario del edificio, el Sr.
Sohel Rana, que es, por cierto, uno de los dirigentes del partido gobernante Awami League. La
policía fue avisada, y muchos trabajadores y trabajadoras pidieron dejar el edificio. Las grietas
eran tan considerables que se corrió la voz, y la aparición de las mismas fue noticia en varios
canales de noticias locales, incluso se presento allí un equipo de televisión al que impidieron filmar
unos guardas, según el relato del The New york Times.
Y el 24 de abril, a primera hora de la mañana, los trabajadores y trabajadoras no querían entrar y
se congregaron frente al edificio. Su dueño, el Sr. Sohel Rana no hacía más que recordarles que
no era nada serio, que el edificio aguantaría "100 años más". Con megáfonos, los capataces les
ordenaron que entraran y les recordaron, que los que se quedaran fuera se quedarían sin paga.
En torno a las 9 de la mañana el edificio se vino abajo con todos sus trabajadores y trabajadoras
dentro (según distintas fuentes se habla que había en torno a 3.500 trabajadoras y trabajadores)
"Ninguno de nosotros quería entrar. Los jefes llegaron con palos. Al final, nos obligaron a entrar",
dijo después un superviviente.
Un hecho que hay que tomar en consideración es que los talleres tienen que cumplir sus contratos
con las empresas extranjeras, que les obligan a entregar un número determinado de prendas cada
día. No cumplirlo supone no ya perder dinero, sino arriesgarse a quedarse sin el contrato.
Desde entonces, esta noticia ha ido ganando peso en los medios de comunicación
internacionales, a medida que iba aumentado el numero de muertos.
Pero esta noticia no puede reducirse a una crónica de sucesos, sino que debemos de situarla
dentro de una concatenación de verdaderos asesinatos de trabajadoras y trabajadores de la
industria textil.
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1.3. LA HISTORIA SE REPITE
Muestra de ello es como en la historia reciente de la industrialización bengalí ya se acumulan
numerosos desastres.
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12 personas muertas en agosto de 2000 en el incendio de Globe Knitting.
El 27 de noviembre de 2000 se produjo un incendio en una fabrica textil en Shibpur a unos
40 kilómetros al este de Dhaka. Al menos 48 personas murieron, la mayoría mujeres y
niños y hubo mas de 100 heridos. En la fabrica, en el momento de estallar el fuego en la
cuarta planta había unas 900 personas trabajando en el turno de sábado por la noche.
Según testigos, la única puerta de salida estaba cerrada por razones de seguridad y las
trabajadoras y trabajadores se quedaron atrapados hasta que los bomberos derribaron la
puerta.
24 personas muertas y mas de 100 heridas en agosto de 2001 en Macro Sweater.
9 personas muertas y mas de 50 heridas en mato de 2004 en Misc Complex.
El 11 de abril de 2005 a la una de la madrugada una fabrica textil de la empresa Spectrum
Sweaters Ltd. En Savar, a unos 32 kilómetros de Dhaka, El propietario de la fabrica decidió
añadir un piso al edificio de 4 plantas. Unos días antes del derrumbe las trabajadoras
advirtieron una grietas en la quinta planta del edificio y el 11 de abril a la una de la
madrugada, todo el edificio se cayó. El accidente causo la muerte a 64 personas y heridas
de diversa consideración a 70, aunque la inmensa mayoría de ellas acaban su jornada
“oficial” a las seis de la tarde. Como causas del derrumbe se barajaron dos hipótesis: la
explosión de una caldera o la construcción del edificio sobre suelo cenagoso y en
condiciones de muy baja seguridad.
En 2006, un incendio en la fabrica de Chittagong mato 50 trabajadores y trabajadoras e
hirió 100 mas.
En 2006, se produjo el hundimiento del Phoenix Building, que termino con la vida de 19
trabajadores y trabajadoras y con más de 50 heridas.
En febrero de 2010, en el derrumbamiento de Garib & Garib, factoría que tenia como gran
cliente la empresa sueca H&M, murieron 21 personas.
En diciembre de 2010 murieron 29 persona en el accidente de That's It Sportwear, una
fabrica que trabajaba para firmas norteamericanas como The Gap. VF Corporation, JC
Penney, Philips Van Heusen (propietaria de Tommy Hilfiger) etc.
En diciembre de 2011, 2 trabajadores mas murieron y mas de 50 resultaron heridos en una
estampida producida por el pánico, después de la explosión de una caldera en la fabrica
Eurotex de Bangladesh.
En noviembre de 2012 en las afueras de Daca, un incendio en un taller de confección,
Tazreen Fashion, ardió por completo en pocos minutos, causando 112 muertos.
Según la “Campaña Ropa Limpia” desde el derrumbe de la fabrica Spectrum en Abril de 2005 han
muerto mas de 1700 trabajadores y trabajadoras en sucesivas catástrofes, todas ellas
relacionadas con la falta de seguridad en las fabricas de ropa de Bangladesh. E incluso, unos días
después un incendio en otro taller textil, causó 8 muertes.
1.4. LAS CAUSAS DEL ACCIDENTE
Se podría desde una visión de salud laboral, hacer un análisis puramente “técnico” mediante el
árbol de causas, que pretende investigar siniestros para poner las medidas necesarias para que
no se vuelva a repetir, y seguramente las algunas de las conclusiones serian similares a las
siguientes: la seguridad estructural de los edificios, normas de seguridad inexistentes,
instalaciones eléctricas muy deficientes, salidas de evacuación estrechas e inadecuadas,
8
materiales que arden con facilidad sin ninguna protección, hacinamiento de trabajadoras y
trabajadores, el hecho de depender de peligrosos y pesados generadores para hacer frente a los
cortes de luz que padecen por la crisis energética, etc.
Y en parte, ya esta sucediendo, según las declaraciones realizadas después del accidente nos
encontramos:
Uddin Khandaker funcionario del Ministerio del Interior que dirige la investigación atribuye la
tragedia a la mala construcción del inmueble y a la pobre calidad de los materiales utilizados.
El edificio tenia licencia para seis plantas, pero el propietario del mismo levantó ocho y estaba
construyendo una novena.
Ese edificio, fue diseñado para albergar un centro comercial, ya que según ha declarado el
arquitecto del edificio, nunca diseño la estructura para que alojara fabricas. Pero se destinó a uso
industrial con maquinaria textil y generadores eléctricos con varias toneladas de peso, cuyas
vibraciones debilitaron la estructura del inmueble.
Pero todas estas causas que hemos señalado, y otras que están saliendo a la luz, no son mas
que las causas inmediatas que desencadenaron el derrumbe, las causas mas cercanas al mismo,
por lo que nos dan únicamente una visión parcial de lo ocurrido. Cuando lo que realmente
tenemos que hacer es ir a las causas básicas, las que están asociadas con la gestión, y por lo
tanto en este caso, con el modelo productivo, las condiciones de empleo y trabajo, la falta de
control de las autoridades, etc. en definitiva, los determinantes sociales en salud.
Estas causas no son mas que la excusa del capital, para intentar explicar de un modo
comprensible a la opinión publica internacional lo ocurrido. Intentan diseñar un escenario en donde
se recoja una parte de la realidad, esas causas inmediatas, para señalar únicamente al malo de la
película. Tan solo buscan la cabeza de turco a quien culpabilizar de los ocurrido, para intentar
apaciguar los ánimos y que parezca que el sistema funciona, para que todo siga igual.
Pocos días después del accidente, la primera ministra Sheikh Hasina declaraba ante los medios
que “Aquellos que estén implicados, en particular la persona que ha obligado a los obreros a
trabajar ahí, deben ser castigados” Estas declaraciones se recogían en la prensa internacional el
28 de abril, tan solo cuatro días después del siniestro. Desde ese momento ya estaban
apuntalando su estrategia, buscar un cabeza de turco. Es por ello, que las investigaciones
apuntan al propietario del edificio, al que podrían acusarle de homicidio culpable, que lo es. Pero
donde queda la responsabilidad de las empresas multinacionales, o la de la propia administración
de Bangladesh, que pasa con la semi esclavitud, con los ínfimos salarios, con el exceso de
jornada, con el trabajo infantil, etc. De eso no saben, no contestan.
1.5. CAMBIARLO TODO PARA NO CAMBIAR NADA. PROMESAS Y
ACUERDOS
Cada vez que ocurre un desastre espectacular como el reciente en Bangladesh, los medios se
ocupan del tema durante algunos días, hay gente que protesta y es reprimida duramente, las
autoridades anuncian “medidas”, algunas transnacionales emiten declaraciones grandilocuentes
de condolencia y hasta dicen que van a firmar acuerdos de seguridad.
Después, todo vuelve a la “normalidad”. Es decir, todo sigue igual que antes.
Veamos algunos ejemplos.
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1.5.1. PROMESAS
El Gobierno de Bangladesh ha anunciado que aumentará el salario mínimo y permitirá la creación
de sindicatos en el sector sin el permiso de los dueños de las fabricas, tal y como esta tipificado
en la ley laboral. Pero el Gobierno no es neutral, el Gobierno y las clases dominantes de
Bangladesh también se benefician de las inversiones de las multinacionales y las condiciones de
explotación. El chantaje de las multinacionales (si cambian las condiciones y aumentan los costes,
nos vamos a otro país) y la complicidad del gobierno han servido para modificar de manera
restrictiva los derechos sociales y generalizar la represión y la explotación.
Todas las reformas de la legislación laboral se han aprobado por la lucha de los trabajadores y
trabajadoras. Lucha que ha sido y es duramente reprimida por parte del estado como hemos visto.
Pocos días después del colapso de la fábrica de Rana Plaza, 20.000 trabajadores y trabajadoras
de fábricas cercanas se manifestaron en protesta. Y la policía inmediatamente se movilizó para
frenar y cortar dichas movilizaciones. Pero en los medios de comunicación “informaron” pocos
días después de la catástrofe de Bangladesh que las autoridades cerraron fabricas, unos 300
talleres habían cesado sus actividades por “razones de seguridad” y se comprometieron a trabajar
para cumplir con las normas de seguridad. Pero lo cierto es que cerraron a raíz de las protestas de
los trabajadores y reabrieron tres días después.
1.5.2. ACUERDOS
Las transnacionales también salieron rápidamente a lavarse las manos de la sangre de los miles
de obreros y obreras muertas y accidentadas en el derrumbe. El Corte Inglés confirmó en una nota
que se habían producido “un numero reducido de prendas” en una de las fabricas del edificio. Y
añadía que “la fabrica había pasado una auditoría social en el marco de BSCI (una iniciativa
internacional para mejorar las condiciones laborales en empresas suministradoras)” y sostiene
que las inspecciones técnicas de los edificios son responsabilidad de las autoridades locales.
Según Mango no tenía producción en esas fabricas sino que las etiquetas que aparecieron,
obedecen a que la compañía estaba en conversaciones con uno de los talleres para “un pedido de
prueba a futuro.”
La compañía Primark emitió una nota de prensa en la que explica que “trabaja desde hace años
con ONG y minoristas para revisar los estándares de las fabricas en Bangladesh. Primark
promoverá que esas inspecciones también incluyan la integridad de los edificios”
Esto es como veíamos, un nuevo intento de limitar su responsabilidad. Ya que las empresas
transnacionales se han negado radicalmente a transformar sus llamamientos retóricos y vacíos de
responsabilidad en la cadena de externalización en exigibilidad jurídica. En otras palabras,
mientras la tasa de beneficio sea suculenta, que el trabajo sucio lo hagan los proveedores de
Bangladesh, esa ha sido su política de Responsabilidad Social Corporativa.
Pero en este caso, el “problema” para las transnacionales ha sido que a medida que iban
aumentando los muertos, y la noticia ganaba eco en los medios de difusión, ha aumentado la
repercusión en la opinión pública mundial y el consiguiente riesgo de una caída de las ventas y de
los beneficios, requería un urgente lavado de imagen por parte de las transnacionales del negocio
textil. Es lo que ha llevado a las firmas internacionales en teoría a suscribir un acuerdo
denominado “Acuerdo de seguridad de edificios y contra incendios de Bangladesh” (AISEB Accord
on Fire and Building Safety in Bangladesh). Acuerdo entre IndustriALL Global Union, la UNI
Global Union por una parte y por la otra parte hasta el 15 de mayo habían asumido el compromiso
de firmarlo 39 transnacionales entre las más importantes de la industria de la moda y de la
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distribución: Inditex, H&M, C&A, Carrefour, Primark/Penny, Tesco, PVH (Calvin Klein), Tchibo,
Benetton, El Corte Inglés, Mango, Mark & Spencer, Next, Stockmann, N Brown Group, GStar, KIK,
Aldi South, Aldi Noth, Helly Hansen, New Look, Mothercare, Loblaws, Sainsburyʼs, JBC, WE
Europe, Esprit, Rewe, Lidl, Hess Natur, Switcher , A&F y algunas más.
Así es como IndustriALL Global Union, la UNI Global Union y algunas organizaciones sindicales
nacionales anunciaron a “bombo y platillo” este acuerdo lo titularon ¡Lo logramos!
Según el Acuerdo las empresas se comprometen al establecimiento por cinco años de un
programa de prevención y control de incendios y seguridad de los edificios en los talleres de
confección de Bangladesh, que será formalizado dentro de los 45 días desde la firma del acuerdo
y financiado por las empresas que lo suscriban. También se prevé la designación de un inspector
de seguridad independiente, encargado de verificar el estado de las instalaciones de las fábricas.
Será responsable de asegurar que una inspección inicial de todas las plantas tenga lugar en los
primeros dos años desde la firma del acuerdo. En un máximo de seis semanas de detectado un
problema, difundirá la información a la opinión pública, junto con los planes para resolverlo.
Mientras un problema es resuelto, aun si la producción se detiene, las fábricas deberán mantener
los empleos y salarios de sus trabajadores y trabajadoras, de no hacerlo, podría perder los
contratos con las transnacionales compradoras.
Del mismo modo, las partes en el Acuerdo se comprometerán a establecer mecanismos para la
participación de los trabajadores y trabajadoras y de sus sindicatos en los procedimientos
establecidos en el Acuerdo.
Cualquier controversia pasará primero por un esquema de resolución interna, luego por arbitraje y
finalmente podría derivar en la Justicia.
En realidad, el Acuerdo sólo compromete a las grandes transnacionales a participar con cifras
irrisorias para ellos (500.000 dólares anuales durante los 5 años de vigencia del Acuerdo) en la
puesta en condiciones de seguridad para evitar incendios y derrumbes de los edificios donde
funcionan los talleres de confección de ropa de sus proveedores.
1.5.2.1. UN BREVE ANÁLISIS DEL ACUERDO
En general se puede decir que no deja de ser un acuerdo entre partes, una mera declaraciones
sin exigibilidad jurídica alguna, que son una mezcla de lavado de cara, burocracia de las
organizaciones internacionales y, sobre todo, intentan aparentar que se hace algo, sin hacer nada.
1) El Acuerdo ni siquiera prevé la indemnización de las víctimas del derrumbe del 24 de abril en
Rana Plaza. Que sepamos, sólo una empresa (Loblaws de Canadá) ha hablado de indemnizar a
las víctimas.
2) Tampoco figura en el Acuerdo que las empresas compradoras se comprometan a mejorar los
precios pagados a los proveedores, como un medio para aumentar los salarios de los trabajadores
y trabajadoras.
Tengamos en cuanta que:
Artículo 23, 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: “Toda persona que trabaja tiene
derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una
existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por
cualesquiera otros medios de protección social”.
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Articulo 3 del Convenio 131 de la OIT: Entre los elementos que deben tenerse en cuenta para
determinar el nivel de los salarios mínimos deberían incluirse, en la medida en que sea posible y
apropiado, de acuerdo con la práctica y las condiciones nacionales, los siguientes: (a) las
necesidades de los trabajadores y de sus familias habida cuenta del nivel general de salarios en el
país, del costo de vida, de las prestaciones de seguridad social y del nivel de vida relativo de otros
grupos sociales;(b) los factores económicos, incluidos los requerimientos del desarrollo
económico, los niveles de productividad y la conveniencia de alcanzar y mantener un alto nivel de
empleo.
Recordemos que estamos hablando de los sueldos mas bajos del planeta 3.000 takas (unos 38
dolares o 29 euros), cuando se estima que, en Bangladesh el salario mínimo vital para un
trabajador sin familia debería ser de unos 80 dólares mensuales y de 160 para un trabajador con
familia a cargo. Pero de esto tampoco dice nada el acuerdo.
Y si miramos los números:
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Las transnacionales pagan al proveedor por una camiseta entre 1 y 2,80 dólares. Es decir
un precio medio de 1,9 dolares (1,5 euros)
Lo venden al consumidor final a unos 12 dólares (10 euros). El beneficio neto, por ejemplo
en el caso de Inditex, una vez descontados todos los gastos (materia prima, mano de obra,
transporte, publicidad, etc) es del 15%. En el precio final al consumidor la incidencia del
costo de la mano de obra de Bangladesh es aproximadamente del uno por ciento, es decir
unos 12 centavos de dólar (10 centavos de euro) por prenda.
Un simple cálculo permite establecer que si, por ejemplo, Inditex consintiera en reducir su
beneficio neto del 15 al 13 por ciento y esa reducción se empleara para aumentar el salario
de los trabajadores y trabajadoras, dicho salario se duplicaría.
Lo único que importa son el precio, la calidad y las fechas de entrega. No cómo se produzca. Por
ello las transnacionales presionan por distintos medios a los proveedores para que bajen los
precios y éstos, para tratar de mantener su margen de ganancias, mantienen los salarios
extremadamente bajos y no gastan en el mantenimiento de los edificios donde funcionan los
talleres.
3) En el Acuerdo no se menciona en absoluto alguna forma de promover y/o garantizar los
derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras a constituir sindicatos, a ejercer
libremente sus derechos y a la negociación colectiva.
4) El acuerdo establece obligaciones sobre todo para los proveedores. Por ejemplo si el edificio no
responde a las condiciones de seguridad y mientras se procede a las reparaciones necesarias el
personal debe suspender su trabajo, el dueño del taller debe conservarles el puesto y pagarle los
salarios. El Acuerdo no establece contribución alguna de las transnacionales para el cumplimiento
de esta obligación, contrariamente a algunas interpretaciones falsas de dirigentes sindicales
triunfalistas.
5) Tampoco aparece el nivel de compromiso de la transnacionales con respecto a los plazos de
ejecución de los pedidos.
6) En cuanto a la obligatoriedad del Acuerdo y la posibilidad de exigir su cumplimiento ante un
Tribunal con capacidad para imponer sus decisiones a las partes, es válido sólo para los
proveedores.
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Es falso sostener que el Acuerdo es obligatorio o vinculante, pues sólo prevé, en caso de conflicto
entre las partes, la eventual formación de un tribunal arbitral, sin establecer con precisión la forma
de constituirlo.
La única obligación estipulada en el Acuerdo del 15 de mayo para las empresas transnacionales
(financiar los trabajos necesarios para la seguridad de los edificios con aportaciones de cada
empresa firmante proporcionales a su volumen de compra en el país, estableciéndose un máximo
de 500.000 dólares anuales durante cinco años) es pura ganancia para dichas empresas.
Por un lado, a un costo mínimo y en cómodas cuotas proceden a un lavado de su imagen ante la
opinión pública, convenientemente difundido por sindicalistas complacientes con el poder
económico transnacional, algunas ONGs y por los grandes medios de comunicación. Lavado de
imagen preventivo de un eventual boicot de los consumidores. Y por otro lado, previniendo los
accidentes, las empresas transnacionales se aseguran la continuidad de la producción en los
talleres y la supervivencia de la mano de obra más barata del mundo.
En efecto, en enero de este año, 24 directores ejecutivos de transnacionales del comercio textil
escribieron a la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, expresándole su preocupación
por el porvenir del sector en Bangladesh si no se abordaba la cuestión de la seguridad contra
incendios y las causas subyacentes. “Estos problemas pueden causar más daños al sector”,
dijeron.
Las grandes empresas, en el cálculo costo-beneficio, han estimado en principio más ventajoso
hacer una pequeña inversión en la seguridad de los edificios, que seguir mirando para otro lado
cuando los edificios se derrumban o se incendian y mueren centenares de trabajadores.
7) Por último, pese a que muchas veces la empresa local que recibe el pedido subcontrata su
ejecución a talleres donde las condiciones de trabajo son todavía peores, el Acuerdo no incluye a
dichos subcontratistas, pues cuando se refiere al alcance del Acuerdo, establece que el mismo
cubre a todos los proveedores que producen para las empresas (transnacionales) signatarias del
Acuerdo. Y los subcontratistas producen para la empresa local, no para la empresa transnacional
que hace el pedido al proveedor. Por lo que en ningún caso se limita la cadena de subcontratación
ni se responde por ella.
Para tratar de evitar que la opinión pública tenga claro todo esto y saque las conclusiones
pertinentes, en el caso particular de Bangladesh, como es habitual en situaciones similares, los
grandes medios de comunicación, los sindicalistas complacientes con el gran capital, algunas
ONGs que venden el cuento de la Responsabilidad Social Corporativa y “especialistas” en
distintas materias confunden a la gente haciéndole creer que el Acuerdo ya ha sido firmado por las
empresas y deforman la realidad del verdadero contenido del Acuerdo del 15 de mayo,
atribuyéndole cláusulas sobre distintos temas inexistentes en el mismo. Como ser mejoras
laborales, derechos sindicales, precios equitativos a pagar al proveedor, etc.
Dicho de otro modo lo fundamental del Acuerdo del 15 de mayo responde a una preocupación y al
interés expresados por las empresas transnacionales. Son ellos que deben exclamar ¡LO
LOGRAMOS! y no a las organizaciones sindicales y las ONGs defensoras (o supuestas
defensoras) de los derechos laborales. Estos Acuerdos son claramente insuficientes, pues la raíz
del problema es la enorme mala distribución de poder que existe en estos países, donde hay unas
minorías enormemente poderosas, en alianza con grandes corporaciones transnacionales.
13
2. LA SEGURIDAD Y LA SALUD LABORAL EN EL MUNDO
Actualmente la salud laboral sigue siendo un problema de primer orden mundial en todos los
países. Si bien existen diferencias entre ellos, el margen de mejora en referencia a la salud y la
vida de la clase trabajadora, sigue siendo a día de hoy importante.
2.1. LA PUNTA DEL ICEBERG
Sabemos que las estadísticas oficiales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) son
solo la punta del iceberg de los verdaderos daños a la salud que sufre la clase trabajadora. Para
empezar hablan de datos globales sin tener en cuenta otros aspectos como son las condiciones
de trabajo y empleo en donde se producen, las diferencias de genero, etc. En definitiva podemos
decir que son todas las que están pero no están todas las que son.
A pesar de ello, hay que decir que en Europa se están reduciendo los accidentes mortales y suben
las enfermedades, pero en el mundo todavía los accidentes mortales siguen creciendo. Y en los
países empobrecidos hay más accidentes que en países enriquecidos, y la esperanza de vida es
más baja. Se producen 2,3 millones de muertes al año, el 90% se debe a enfermedades (a pesar
de que muchas no son detectadas) mientras que los accidentes mortales en algunos países, sí se
controlan y/o contabilizan. Son alrededor de 350.000 accidentes mortales a causa de las malas
condiciones de trabajo.
2.2. POR SECTORES
Existe una distribución de la producción dependiendo tanto de la propiedad de los medios de
producción y en base a los sectores de ocupación e incluso sectores parciales por actividad,
pudiendo ser:
Los 3 sectores que atienden a la propiedad de los medios de producción:
• Sector privado (propiedad privada)
• Sector público (propiedad pública)
• Tercer sector . Conocido también como economía social y sector cooperativista se añade a
veces a los dos anteriores, como una de las formas de propiedad colectiva.
Y los cuatro sectores de la producción también llamados sectores de ocupación que a su vez
pueden subdividirse en sectores parciales por actividad:
Sector primario: el que obtiene sobre todo materias primas directamente de la naturaleza.
sector agrícola
•
•
•
•
sector ganadero
sector pesquero
sector minero
sector forestal
Sector secundario: el que transforma materias primas en productos terminados o semi-elaborados
•
•
•
14
sector industrial
sector energético
sector de la construcción
Sector terciario o sector servicios el que no produce bienes, sino servicios
•
•
•
•
•
•
•
•
sector transportes
sector comunicaciones
sector comercial
sector turístico
sector sanitario
sector educativo
sector financiero
sector de la administración
Sector cuaternario, produce servicios altamente intelectuales tales como investigación, desarrollo,
innovación e información
La siguiente enumeración no pretende ser un listado exhaustivo, no se pretende hacer un listado
pormenorizado de sectores y riesgos atendiendo a la propiedad de los medios de producción, sino
que únicamente vamos a poner de relieve algunos de los riesgos mas comunes en algunos de los
sectores que por dimensión o peligrosidad lo consideramos destacable, como son:
2.2.1. SECTOR PRIMARIO
Dentro del sector primario vamos a fijarnos en el sector agrario y minero.
2.2.1.1. SECTOR AGRARIO
El sector agrario o agropecuario, entendido como el conjunto de actividades económicas que
engloba la agricultura, la ganadería y la silvicultura y demás actividades relacionadas, es un sector
muy peculiar, con unas características donde predomina la estacionalidad y es muy frecuente la
prestación de trabajos de tipo familiar y de vecindad, la diversidad de tareas, etc.
Además se da una gran diversidad de tipos de trabajos y se emplean técnicas y equipos desde los
más rudimentarios hasta los más avanzados. Desde las explotaciones pequeñas hasta las
grandes extensiones. Con mano de obra de las más diversas procedencias, muchas veces con
desplazamientos largos y desde grandes distancias.
Los riesgos en este sector son elevados, con una alta mortalidad y gravedad, tanto por accidentes
como por enfermedades contraídas por la exposición a: la utilización de herramientas y equipos,
maquinaria y vehículos, particularmente los tractores, exposición a productos químicos peligrosos,
exposición agravada por las condiciones de trabajo tanto climáticas como de sobre-esfuerzos y
posturas forzadas y repetidas, con el caso particular cada vez más extendido de los cultivos tipo
"invernadero", la exposición a la radiación solar, los debidos al manejo del ganado, exposición a
agentes biológicos, las picaduras y mordeduras de alimañas y otros animales, alergias, caídas,
golpes, atrapamientos y caídas de objetos (trabajos forestales) ritmos intensos de trabajo, horarios
especiales, etc.
Además, hay que tener en cuenta a la hora de clasificar los riesgos, las circunstancias y las
diferencias entre países, la irregular distribución de la tierra, los precios de mercado, la falta de
sistemas de seguridad o protección social, las subvenciones de los estados o áreas geográficas y
económicas a la producción, etc.
15
2.2.1.2. MINERÍA
La actividad minera tiene como misión fundamental poner al servicio de la sociedad, las materias
primas accesibles en la corteza terrestre.
Dependiendo del enclave geológico en el que se encuentren estas materias primas, se utilizaran
unas técnicas de explotación u otras. Básicamente se pueden distinguir dos grandes tipos de
técnicas de explotación.
◦
◦
Minería interior o subterránea. En la cual existen unos pozos galerías de acceso al
yacimiento. Suele ser una técnica empleada para la explotación de minerales
energéticos y metálicos.
Minería exterior o a cielo abierto, en la cual no existen labores subterráneas. Sus
ámbitos de aplicación fundamentales se centran en la minería metálica, la piedra
natural y los áridos, arenas y arcillas.
La exacta naturaleza de los riesgos mineros depende de si la mina es de explotación a cielo
abierto o subterránea, y de si se trata de una mina grande o de pequeña escala. Sin embargo, en
general los riesgos a que se ven expuestos las trabajadoras y trabajadores de las minas pueden
resumirse en los siguientes términos:
 Riesgos ambientales: dificultades subterráneas ocasionadas por la oscuridad, calor,
humedad, calambres, radiaciones, exposición a gases tales como metano, y presión
atmosférica.
 Riesgos específicos del trabajo: explosivos; trabajo físico; ruido; vibraciones; polvo.
 Envenenamiento debido a: vapores provenientes de explosivos; motores diésel;
resinas; cintas transportadoras de PV; adhesivos y líquidos no inflamables con base de
bifenilos policlorados; ésteres fosfatos y glicoles.
 Riesgos Biológicos con puntales de madera o aquellas donde se utilizan animales de
tiro. En ciertos casos, los lugares de trabajo pueden estar plagados de ratas.
 Riesgos ergonómicos como manejo manual de cargas, posturas forzadas y tareas
repetitivas.
 Riesgos psicosociales, derivados de la organización del trabajo como son trabajo a
turnos y nocturno, trabajo monótono y repetitivo,conflicto y ambigüedad de rol, control
sobre la tarea, ritmos de trabajo, etc.
 Si bien los accidentes físicos ocasionados por explosivos y fallas en chimeneas son
graves, según la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de
la Salud, el polvo es el elemento que en el presente más afecta la salud del trabajador
en todo el mundo.
2.2.2. SECTOR INDUSTRIAL
Las trabajadoras y trabajadores del sector industrial (predominantemente el sector de la
siderurgia) pueden estar expuestos a muy diversos peligros, actividades o condiciones en su lugar
de trabajo que pueden causar incidentes, lesiones y muerte, dolencias o enfermedades
Se enumeran a continuación algunas de las causas más comunes de lesión o enfermedad en el
sector industrial, como son entre otros:
◦
16
caídas de altura; choques, golpes y caída de objetos; contacto con metal caliente y/o
fundido; electrocución; exposición a agentes biológicos; exposición al asbesto y a otras
fibras minerales; exposición a fuentes de energía controladas e incontroladas; fallos
debidos a la automatización; incendios y explosiones; radiaciones (ionizantes y no
ionizantes); ingestiones de sustancias nocivas durante los diferentes procesos de
trabajo; inhalaciones tóxicas (gases, vapores, polvos y humos); manejo manual de
cargas, posturas forzadas y tareas repetitivas; resbalones, tropezones y caídas a nivel;
ruido y vibraciones; sepultamiento/inmersión; maquinaria en movimiento, transporte en
el lugar de trabajo y carretillas de horquilla y grúas; orden y limpieza insuficientes;
organización del trabajo deficiente; trabajo a turnos y nocturno; trabajo en espacios
confinados; trabajo monótono y repetitivo; temperaturas extremas; conflicto y
ambigüedad de rol, control sobre la tarea, ritmos de trabajo, etc.
El accidente tipo es aquel producido fundamentalmente por golpes con objetos y herramientas,
sobre-esfuerzos, cortes y proyecciones de fragmentos o partículas que llegan a representar mas
del 60% del total de accidentes.
Uno de cada cinco accidentes, por término medio, esta originado por maquinas, motores y
mecanismos de accionamiento. Los principales riesgos que presentan las maquinas en general
son los siguientes:
◦
◦
◦
Riesgos de lesión debidos a proyecciones de fragmentos de los materiales que se
trabajan (virutas o trozos de los mismos)
Riesgos de corte, atrapamiento, amputación, pellizco, etc. en los puntos de operación,
corte, prensado, taladrado, etc. en tornos, taladros, esmeriladoras, fresadoras, prensas,
sierras, cepillos, etc.
Riesgo de atrapamiento por las trasmisiones, ejes, volantes, correas, poleas,
acoplamientos, engranajes, cabezales y otros elementos de las maquinas en
movimiento.
2.2.3. CONSTRUCCIÓN
Cuando se habla de sector de la construcción se incluyen muy diversas actividades y distintos
tipos de empresas y tamaños. Incluye la edificación y las obras publicas y privadas, así como
demoliciones, rehabilitación, andamios, etc. Por lo que la construcción se caracteriza por la
diversidad de los riesgos, los ligados a la seguridad en las obras, así como a las malas
condiciones de contratación, la gran rotación de trabajadores y trabajadoras, la organización de la
actividad estructurada en interminables cadenas de subcontrataciones, etc.
Los riesgos mas comunes tienen que ver con la seguridad, especialmente los riesgos de caídas
de altura, caída de objetos, sepultamiento en zanjas, en movimientos de tierra, etc., que se deben
a la falta absoluta de medidas de seguridad o bien a sistemas de seguridad inadecuados
(andamios inseguros, problemas de seguridad estructural en remodelación de edificios).
Es importante también reseñar la existencia de riesgos derivados del mal mantenimiento o
condiciones de equipos y máquinas, en especial las grúas (incluidas los puentes-grúas), que
ocasionan graves accidentes. Asimismo, todavía es frecuente encontrar máquinas
deficientemente protegidas. Las vibraciones de las máquinas, como los martillos neumáticos
también representan una fuente de riesgo para la salud.
Es frecuente también la exposición a productos químicos (pegamentos, disolventes y pinturas y
otros productos que contienen tóxicos), tanto por formar parte de la actividad principal, como por
exposiciones durante el desarrollo de trabajos en industrias con este riesgo. La exposición a
polvo, especial grave pero no sólo en actividades de cantería y extracción de materia prima, y
amianto son así mismo reseñables. Los trabajadores se encuentran también expuestos a humos
de motores, etc.
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Resumiendo, las cuestiones principales en la construcción son entre otros:
• Riesgos de seguridad en trabajos en altura, máquinas, excavaciones, etc.
• Ambiente pulvígeno
• Inhalación de polvos, humos, gases, nieblas o vapores nocivos o tóxicos (disolventes,
pinturas, colas)
• Inhalación de nieblas, vapores y atmósferas pobres en oxígeno (atmósferas nocivas y
asfixiantes en espacios confinados)
• Contactos en piel con productos químicos (barnices, pinturas, cementos, aglomerantes,
cal, sustancias cáusticas, etc.)
• Exposición a ruido
• Exposición a vibraciones, especialmente mano-brazo o cuerpo entero.
• Condiciones de temperatura y humedad extremas, o molestas.
• Estrés térmico (golpe de calor, insolación, deshidratación, enfriamiento)
• Inhalación de humos metálicos y gases (soldadura eléctrica, oxicorte)
• Radiaciones no ionizantes (arco voltaico, oxicorte, lanza térmica)
• Riesgos biológicos (aguas residuales, parásitos, roedores)
• Mal diseño de los puestos de trabajo y riesgos de tipo ergonómico: posturas forzadas de
trabajo, manipulación manual de cargas y realización de movimientos repetidos,
• Ritmos de trabajo intensos, presión de tiempo, y extensión del horario normal.
• Mala contratación o contrataciones irregulares
• Problemas de comunicación, agravados por la presencia de trabajadores inmigrantes.
• Deficiente organización preventiva, descoordinación empresarial, etc.
2.2.4. SECTOR SERVICIOS
El sector servicios es un sector muy variado que va desde el sector transportes (viajeros y
mercancías) pasando por comunicaciones, el sector comercial y turístico, el sector de la
administración, financiero y oficinas y despachos acabando con los sectores sanitario y educativo
Seria imposible en un trabajo genérico de estas dimensiones hacer una estimación mas o menos
pormenorizada de cada uno de los sectores aquí descritos, ya que cada uno de ellos contiene una
serie de especificidades que requerirían un trabajo mucho mas ambicioso y extenso, teniendo en
cuenta además los factores determinantes de si estamos hablando del sector publico o privado.
Con todo, los diversos colectivos tienen riesgos en común, como son entre otros:
Pinchazos y cortes; choques, golpes y caída de objetos; electrocución; resbalones, tropezones y
caídas a nivel; exposición a agentes químicos y biológicos; manejo manual de cargas, posturas
estáticas y/o forzadas y tareas repetitivas; ruido y vibraciones; temperatura y corrientes de aire;
calidad del aire interior; orden y limpieza insuficientes; organización del trabajo deficiente; trabajo a
turnos y nocturno; trabajo monótono y repetitivo; conflicto y ambigüedad de rol, control sobre la
tarea, ritmos de trabajo, etc.
2.3. RIESGOS EMERGENTES, CRISIS Y SALUD LABORAL
En los últimos, desde algunos sectores públicos y privados han llamado la atención sobre los
denominados nuevos riesgos emergentes, que unidos a las tendencias de empleo y a la influencia
de la crisis capitalista da como resultado una situación preocupante para la salud y la vida de la
clase trabajadora.
18
Por un lado, en los últimos años se ha producido un nuevo patrón tecnológico basado en la
informática con la automatización de la vida, la robotización de la actividad productiva, nuevos
materiales como la nanotecnología y la biotecnología e ingeniería genética.
Este nuevo patrón tecnológico ha coexistido de forma desigual con los viejos modelos tayloristas y
fordistas, la sobre explotación del trabajo humano (deslocalizaciones-maquila, flexibilidad laboral,
tercerización, trabajo infantil, nuevas formas de esclavitud, etc.) la extracción acelerada de
materias primas y recursos naturales y el predominio del capital financiero y especulativo, todo ello
buscando siempre la máxima explotación del trabajo al servicio de la acumulación y la ganancia.
Y por otro, se están produciendo unas tendencias de empleo, que suponen un retroceso de las
condiciones de empleo y trabajo, una precarización que ha ido avanzando en los últimos años y
que se está viendo velozmente agravada en este contexto de crisis (reestructuración de la
organización del trabajo, intensificación del trabajo a raíz de recortes de plantilla, mayores cargas
de trabajo, subcontratación y la contratación externa, trabajos en la economía informal o
sumergida, impago de los salarios, horas extraordinarias obligatorias, despidos sin preaviso ni
indemnización, condiciones de trabajo peligrosas e insalubres, la falta de prestaciones sociales
como las pensiones de jubilación y el seguro de salud. etc.)
Por lo que, seguimos enfrentando los viejos riesgos físicos, químicos, biológicos con su carga de
accidentes y enfermedades, con los nuevos riesgos del nuevo patrón tecnológico y su impacto
sobre la organización del trabajo. Estos patrones combinados de desgaste, riesgos y daños traen
consigo multitud de viejos y nuevos problemas como son ruido, neumoconiosis (silicosis,
asbestosis) intoxicaciones, disolventes, trastornos musculo esqueléticos, cáncer, malformaciones,
abortos, salud mental, Karoshi, suicidios, envejecimiento y muerte prematura.
Todo ello para favorecer al capital, para salvar la economía de lo menos, que conlleva un deterioro
de las condiciones de vida y trabajo, un aumento de la pobreza, desnutrición, aumento de la
delincuencia, precariedad, desigualdad, sufrimiento y muerte de los más.
Junto con otros factores, dichos cambios han conducido al aumento del estrés relacionado con el
trabajo y a otros trastornos de la salud mental, tendencias que se intensifican durante una crisis
económica mundial.
Como ejemplo, citaremos como en algunos de los países de Europa que están sufriendo mas
directamente las consecuencias de las crisis y las políticas la troika europea, desde finales de
2008 las consultas por problemas de ansiedad o depresión relacionadas con la mala situación
económica han aumentado en torno a un 12%. La prescripción de psicofármacos ha crecido un
15%. Cada vez más personas acuden a las consultas con estos síntomas, derivados del estrés y
de la inseguridad personal que produce la pérdida del empleo o la dificultad para pagar la
hipoteca. El cuadro ansioso depresivo, los trastornos adaptativos y el estrés son las tres
patologías que últimamente más encuentran los médicos en gente que no tenía ningún
antecedente. Han aumentado el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias derivadas de esa
situación de ansiedad.
En un estudio que analiza datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestra que cada aumento
del 1% en la tasa de desempleo se asocia con incrementos del 0,8% en las tasas de mortalidad
por suicidio. Por poner un ejemplo clarificador, Grecia ha pasado de las tasa más baja de suicidios
en Europa a la más alta en tres años. Según datos del Ministerio de Sanidad griego, entre enero y
mayo de 2011, la tasa de suicidios subió un 40% en comparación con el mismo periodo del 2010.
19
Estamos ante lo que se ha denominado «síndrome de la crisis» al aumento de los casos de
depresión, suicidio e infartos agudos de miocardio
2.4. DIFERENCIAS
Esta claro es que a pesar de que estos hechos se dan a nivel mundial, existen desigualdades
entre los países y dentro de los países.
Hay una especie de escala o “ranking” mundial de la explotación de los trabajadores y
trabajadoras. Entre los más explotados están, como hemos visto, los de Bangladesh y de otros
países asiáticos, africanos y en las maquilas de América Latina y el Caribe. Y entre los
“relativamente” menos explotados están los de algunos países europeos y de Estados Unidos.
Con estas cinco variables, por lo menos, respecto de estos últimos países hay que tener en
cuenta las diferencias dentro de los propios países: 1) el grado de explotación varía según los
sectores de producción; 2) la explotación es mayor cuando se trata de trabajadoras y trabajadores
extranjeros (en Alemania, por ejemplo, no existe el salario mínimo y las trabajadoras y
trabajadores extranjeros suelen tener un salario inferior a los trabajadores alemanes); 3) la
explotación se intensifica con las trabajadoras y trabajadores de la economía sumergida o “en
negro”; 4) es también mayor cuando las empresas subcontratan la realización de determinados
trabajos: ejecución de obras contratadas donde los riesgos para la salud son muy elevados y 5) la
explotación parece menor porque el aumento del costo de la vida se modera en razón de que los
trabajadores y trabajadoras compran productos baratos (ropa y otros) provenientes de los países
donde la explotación es máxima.
2.5. LOS COLECTIVOS MÁS DESPROTEGIDOS
Los colectivos mas desprotegidos o expuestos a las inclemencias de un sistema explotador son
mujeres, las y los jóvenes y trabajadores y trabajadoras migrantes.
2.5.1. CONSIDERACIONES RELACIONADAS CON EL GÉNERO
Especial mención hay que realizar en torno a la situación de las mujeres, las cuales soportan
especialmente la precariedad y la actual división del trabajo productivo y reproductivo.
La concentración de mujeres trabajadoras en ocupaciones particulares conduce a características
específicas de lesiones y enfermedades. Además hay que tener en cuenta que la nulidad que
presentan los datos oficiales a la hora de realizar un análisis desde una perspectiva de género. No
hay que olvidar que en la mayoría de los casos los accidentes de trabajo y las patologías
derivadas del trabajo, bajo la apariencia de neutralidad en cuanto al género, mantiene un referente
implícito de trabajador masculino o niega que el género constituya una variable a tomar en
consideración. Lo que sí es cierto es que una práctica preventiva eficaz necesita valorar y tener en
cuenta la variable de género en el ámbito de la salud laboral, lo que lleva a considerar no solo la
especificad biológica de la mujer sino también la distribución actual del trabajo productivo y
reproductivo y las consecuencias de la doble jornada.
2.5.2. LAS CONDICIONES DE
TRABAJADORES MÁS JOVENES
TRABAJO
DE
LAS
TRABAJADORAS
Y
Con frecuencia, los trabajadores jóvenes realizan un trabajo peligroso, precario y/o en la economía
informal. O su acceso al empleo suele ser bastante complicado, y son quienes soportan los
contratos temporales más cortos. Todas ellas situaciones que tendrán consecuencias a largo
plazo en la salud y la calidad de vida de la fuerza de trabajo mundial.
20
2.5.3 LAS TRABAJADORAS Y TRABAJADORES MIGRANTES
En un primer momento sufren la explotación en sus países empobrecidos por las transnacionales
de los países enriquecidos. Y cuando dejan sus países, sus hogares, sus familias llegan a unas
sociedades insolidarias que en el mejor de los casos les tienen reservados los peores empleos, en
las peores condiciones, sin prácticamente derechos y con condiciones de semi esclavitud.
Suelen estar expuestos a un mayor riesgo de explotación, puede que no tengan acceso a la
atención de salud o a la seguridad social y con frecuencia no están protegidos por la legislación
sobre seguridad y salud en el trabajo. Tienden a realizar trabajos de alto riesgo y a trabajar en la
economía informal. Muchos también se ven obligados a trabajar largas jornadas para obtener
unos ingresos adecuados, y pueden sufrir de mala salud en general.
21
3. CONCLUSIONES FINALES
Las dos partes planteadas en este trabajo, lo que ocurre en Bangladesh y la Salud Laboral a Nivel
Mundial, no podemos analizarlas de forma separada, sin conexión entre si ya que forman parte de
un mismo problema común. Por lo que debemos realizar este análisis de manera holística, es
decir, deben ser analizados en su conjunto y no a través de las partes que los componen,
consideradas estas separadamente. Es el sistema, como un todo integrado y global el que en
definitiva determina cómo se comportan las partes; mientras que un mero análisis de estas no
puede explicar por completo el funcionamiento del todo. Ya que el todo, es más que la suma de
las partes.
Hablar de prevención de riesgos laborales, de Salud Laboral, es hablar de las desigualdades de
la sociedad, de las injusticias del sistema.
Si en torno a los problemas que nos encontramos, en la mayoría de los casos, resultaría muy
sencillo poner las soluciones organizativas, técnicas o preventivas. Tenemos claro que los
accidentes de trabajo, las enfermedades profesionales, las enfermedades relacionadas con el
trabajo, el desgaste físico y psíquico no se deben a una falta de conocimientos técnicos o
médicos. El conocimiento existe, como hemos visto en el apartado de los riesgos por sectores
conocemos los riesgos y conocemos las soluciones preventivas para eliminar o reducir esos
riesgos, y a pesar de ello sigue habiendo enfermedad y muerte. ¿Por qué?
La respuesta a toda esta situación la encontramos en el propio sistema Capitalista (sin distinguir
entre capitalismo bueno o malo, financiero o productivo, no existe el capitalismo con rostro
humano) Vivimos un contexto de imposición por parte del capitalismo, por parte del neoliberalismo
económico y político de un modelo al servicio de las grandes corporaciones transnacionales, es
decir, al servicio del capital. Los efectos de estas políticas neoliberales se sufren a escala mundial
y acarrean problemáticas muy importantes y en referencia a la salud laboral desigualdades
sociales y de género, restricciones de la capacidad de decidir de las personas, precariedad,
mayores tasas de accidentes y enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas con el
trabajo.
Esta situación no es casual y responde a una de las expresiones más claras que explica la
división social en clases y la lucha de clases, es decir, su reflejo en la mortalidad de las
poblaciones. La desigualdad social es el rasgo definitorio de la vida en el capitalismo, pero más
aun la muerte prematura en la clase obrera. Sabemos desde muy antiguo que, la pobreza afecta a
la salud y que las personas pobres enferman mas y mueren antes que las personas ricas, es
decir, los pobres vivimos peor y menos tiempo, enfermamos antes que las clases dominantes.
En demasiadas ocasiones, intentan que un árbol no nos deje ver el bosque, y cuando se habla de
salud y de sus causas, se suele insistir en la gran importancia de los factores individuales, los
estilos de vida, etc. Se trata de un discurso interesado, ideología de las clases dominantes
capitalistas que utilizan a su servicio parte de la investigación académica, la divulgación científica
así como de los medios de ʻdesinformaciónʼ dominantes para reproducir la creencia que el origen
de las enfermedades tiene que ver fundamentalmente con factores biológicos, genéticos, estilos
de vida dañinos, así como con la falta de tecnología médica, etc. Todos esos factores son
importantes sin duda, pero hay otras causas aparentemente más ʻlejanasʼ que, aunque más
difíciles de ver, son las más importantes para la salud pública, es decir, la salud colectiva. A esas
causas, se las califica como las ʻcausas de las causasʼ o también los ʻdeterminantes socialesʼ de
la salud y la desigualdad. La salud de las personas se genera especialmente en contextos
sociales, es decir económicos y laborales, políticos y culturales.
22
A este respecto, conserva toda su vigencia, el informe escrito en 1848 por el patólogo Rudolf
Virchow, que a petición del Gobierno prusiano sobre una epidemia de tifus que diezmaba la
población minera de la Silesia ocupada. Pues sus recomendaciones fueron por este orden: que el
medio millón de pobres tuviera completa e ilimitada democracia, educación, libertad y prosperidad,
que los oprimidos de Silesia tuvieran derecho a comunicarse en su propia lengua polaca y a tener
un gobierno elegido por ellos mismos, que se separara la iglesia del estado, que mejoraran la
agricultura y las comunicaciones y que se crearan organizaciones económicas basadas en la
cooperación. Cuando el gobierno le reprochó haber realizado un informe político y no medico,
respondió con su famosa frase “La medicina es una ciencia social y la política no es mas que
medicina a gran escala”
No se puede ocultar la esencia social de la causalidad vinculada a la explotación laboral, la
miseria y la angustia de las clases populares, y a lo largo de la historia solo transformando la
estructura social ha sido posible intervenir eficazmente sobre los orígenes de la enfermedad y la
muerte.
Los ʻdeterminantes socialesʼ conforman un amplio conjunto de factores sociales (el sistema de
producción económico, las condiciones de empleo y trabajo, entorno ambiental, familiar, cultural,
el acceso a la educación y a la vivienda, la calidad de la misma o los factores medio ambientales,
acceso al tiempo libre y ocio, etc.) y de políticas (la desigual distribución de poder, la ausencia y/o
limitación de políticas sociales públicas o la implantación de políticas económicas y laborales
neoliberales, etc.) que afectan decisivamente a la salud de la población. Son causas de gran
importancia porque aumentan la probabilidad colectiva de enfermar y morir según la desigual
forma en que vivimos, trabajamos, nos alimentamos, somos más o menos explotados, sufrimos o
no discriminación, si existen o no políticas sociales que nos protegen o ayudan, o si tenemos el
conocimiento y poder político y personal necesarios para participar en las decisiones más
importantes que afectan a nuestras vidas.
Esas causas sociales (y las relaciones de poder políticas que las producen y condicionan)
determinan qué clases y grupos sociales tendrán más o menos probabilidades, recursos y
oportunidades de vivir con dignidad, así como de poder elegir un ʻestilo de vida saludableʼ. Y es
que hay que entender que no todas las personas y colectivos (según cual sea su clase, género,
etnia, situación migratoria, o edad) tienen las mismas posibilidades de escoger conductas sanas.
En realidad, podemos decir que ʻno elige quien quiere sino quien puedeʼ. Por ejemplo, una mujer
sola, con hijos pequeños y con escasa o ninguna protección social y ayuda familiar, es casi seguro
que no pueda elegir un estilo de vida sano ya que habitualmente esa no es una prioridad
importante en su vida diaria.
El trabajo es un elemento estructural que determina las desigualdades sociales y de genero en la
salud. El trabajo, su ausencia, naturaleza y condiciones son elementos determinantes para las
condiciones sociales, derechos y estado de salud de la población. El trabajo nunca es neutral en
salud, genera salud o genera enfermedad. Y una de las consecuencias que mas nos interesa
desde el punto de vista de la salud es la precarización del trabajo, precariedad laboral es la base
de la precariedad social. Precariedad y salud son elementos contradictorios.
Precariedad, definida en función de cuatro grandes dimensiones: la inestabilidad en el empleo, la
vulnerabilidad (mayor dificultad para defender derechos laborales), los ingresos salariales más
bajos, y el menor acceso de la población afectada a prestaciones y beneficios sociales.
Las tasas de paro elevadas que sufren algunos colectivos en particular, y la aparición de nuevas
formas de organización del trabajo y de la producción (descentralización productiva, producción
flexible flexibilidad contractual, funcional, geográfica, salarial, en la ordenación del tiempo de
trabajo…), la temporalidad de la contratación, la movilidad funcional y geográfica y flexibilidad en
23
la ordenación de la jornada de jornada, la aparición de formas de trabajo atípicas (trabajo a
domicilio, tele trabajo…) son formas de lo que llamamos precarización de las relaciones de
trabajo.
La economía no es neutral, no es simple matemática, sino que depende de las voluntades
políticas, existe una clara diferencia de la salud y la vida dependiendo de la escala social a la que
se pertenezca.
Por todo ello como hemos visto la clase social es uno de los más poderosos determinantes de la
salud: se ha señalado en diversos estudios que las personas de las clases sociales más bajas
enferman más, viven menos años y, viven más años con incapacidad que las personas de clases
sociales altas. También las tasas de morbilidad (la cantidad de personas que enferman en un
espacio y tiempo determinado) y mortalidad (número de defunciones de una población por cada
1.000 habitantes durante un periodo determinado) son mayores para quienes tienen las
posiciones laborales más bajas o están desempleados.
El control del propio proceso de trabajo, por ejemplo, se relaciona con la clase social y el género,
de forma que los trabajadores que realizan tareas de ejecución tienen un nivel de control inferior al
de los trabajadores que realizan tareas de diseño, y las mujeres suelen tener niveles de control
inferiores a los de los hombres de la misma clase social, ocupación y categoría.
A día de hoy más de diez millones de trabajadores y trabajadoras de la unión europea trabajan en
empleos atípicos, en teoría tienen los mismos derechos legales, pero en la práctica carecen con
frecuencia “de las garantías” que disfrutan las y los trabajadores fijos con contratos a jornada
completa.
Se sabe que el 65% de las personas fallecidas trabaja para empresas subcontratadas y esta cifra
asciende al 85% en el caso de la construcción. Esta estudiado y comprobado por el número de
accidentes de trabajo, que una o un trabajador eventual o subcontratado tiene 2,47 veces más de
probabilidades de sufrir un siniestro laboral y casi el doble la tasa de incidencia de la mortalidad
debida a este tipo de contratación que se realiza con el único fin de reducir los costos laborales, lo
que permite un aumento de los beneficios empresariales.
Se ha descrito que las personas sin empleo tienen mayores tasas de mortalidad, hipertensión,
alcoholismo, tabaquismo, adicciones a fármacos, depresión, suicidio, y ansiedad. Estos efectos
también se han observado en relación a la vivencia de la amenaza de despido, reflejando el efecto
negativo de la inseguridad en el empleo y en las condiciones de trabajo. La fundación Dublín
concluye en un estudio sobre esta cuestión que “la inseguridad en el trabajo empeora la
percepción de las y los trabajadores sobre la propia salud”.
El trabajo temporal es presentado a menudo como un remedio milagroso contra el paro. Pero para
muchas trabajadoras y trabajadores no ofrece un acceso duradero al mercado de trabajo. A
algunos y algunas les puede incluso colocar en una espiral descendente que desemboca en la
exclusión social y en una vida cada vez más próxima del umbral de pobreza. La contratación
eventual y por pocos días es uno de los factores principales que hacen aumentar el número de
trabajadores y trabajadoras pobres europeos, es decir, de las personas que viven por debajo del
límite de la pobreza a pesar de tener un empleo.
Además, las trabajadoras y trabajadores temporales sufren con más frecuencia que las y los fijos
la fatiga, el dolor de espalda y los dolores musculares, además de realizar las tareas en las que
soportan un ruido más intenso, movimientos repetidos y ser a quienes menos o nada se les
consulta sobre el trabajo.
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Por lo que como hemos visto, trabajar en precario supone un mayor riesgo para la salud. Está
documentada la relación entre temporalidad, peores condiciones de trabajo y riesgo de
accidentes. El despido, la amenaza de paro, los cambios no deseados de condiciones de trabajo,
la falta de expectativas de promoción, desarrollar tareas de inferior cualificación a las propias
habilidades, son ejemplos de situaciones de trabajo que suponen la pérdida de control sobre el
propio futuro y comportan efectos negativos en salud.
Algunos trabajos matan y otros no nos dejan vivir. A día de hoy a escala mundial, en los centros
de trabajo es el único lugar en el que todavía se puede matar impunemente sin que nadie pague
por ello, sin que se depuren responsabilidades y se pongan soluciones.
Lo hemos visto en Bangladesh (mediante la repetición de accidentes totalmente evitables) y cada
día lo vemos en diferentes partes del mundo, es por ello que debemos plantearnos retos y
alternativas basadas en:
Mejorar las condiciones de vida. Las circunstancias en que la población nace, crece, vive,
trabaja y envejece.
• Redistribución social de la riqueza, del poder, el dinero y los recursos. Factores
estructurales que determinan las condiciones de vida.
• Investigar mas y mejor, para producir conocimientos que permitan comprender la realidad
para transformarla.
• La defensa del derecho a la salud, universal, integral y participativo, mediante la defensa
de los publico y confrontada frente a la concepción de la salud como mercancía y políticas
privatizadoras.
• Promover políticas de salud que actúen sobre los determinantes sociales de la salud.
• Fortalecer – renovar las organizaciones sindicales con sentido clasista.
• Promover alianzas con los nuevos actores sociales del movimiento popular: organizaciones
feministas, ecologistas e indígenas.
Establecer normas en el comercio internacional, para que la existencia de derechos humanos,
como el de sindicalizarse, etc. sean considerados como condiciones indispensables para permitir
el comercio.
•
Cada día que pasa es mas evidente que la única salida a la crisis que la burguesía y sus
gobiernos han diseñado, es una guerra social en todos los frentes contra la clase obrera y los
pueblos del mundo. Y que esa guerra ocultada, sumada a miles de guerras militares y
medioambientales en curso implica destrucción, enfermedad y muerte .Es preciso que este bien
grabado en la conciencia de clase que cada muerto, cada enferma o invalido son víctimas del
crimen organizado del capital, frente al que solo cabe la lucha y la fuerza obrera.
Por eso, desde un concepto de clase obrera, debemos avanzar y ver mas allá de lo inmediato, no
quedarnos en la negociación de las condiciones de nuestra explotación y estrategias sindicales
conformistas que crean ilusiones y tratan de identificar los intereses de la patronal con los
intereses de la clase trabajadora, porque no es verdad. Porque mientras continúen las causas
básicas como la explotación del ser humano por el ser humano, la preconización de las
condiciones de empleo y trabajo seguirá habiendo accidentes, enfermedades y muertes laborales.
Tenemos que seguir luchando, mediante la resistencia y la conciencia organizada, para construir
una alternativa real, para cambiar el rumbo y construir un modelo diferente en defensa de otro
mundo posible. Un modelo en donde la salud y la vida de la clase trabajadora sea el eje
vertebrador de las políticas y el modelo de relaciones sociales y laborales. Y esto solo pasará si
hay una mayoría social capaz de condicionar, capaz de ser determinante, para que se produzca
un cambio real en favor de la perspectiva socialista de nuestros pueblos. Ése es el camino. No
hay alternativa: o ellos o nosotras.
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