Plan de Vigilancia y Control de la Infección Asociada a Asistencia Sanitaria Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública RECOMENDACIONES PARA LA PREVENCIÓN DE LA NEUMONIA NOSOCOMIAL Los CDC y la HIPAC han desarrollado una serie de recomendaciones a fin de reducir la incidencia de neumonía y otras infecciones severas del tracto respiratorio inferior en los cuidados hospitalarios y otros servicios sanitarios, actualizando así las recomendaciones de la Guía de prevención de la neumonía nosocomial de 1994. Las infecciones sobre las que se aplican estas recomendaciones son: Neumonía bacteriana, enfermedad del legionario, pertussis, aspergilosis pulmonar invasiva, infecciones del tracto respiratorio inferior causadas por el VRS, parainfluenza, adenovirus y gripe. Las recomendaciones desarrolladas son aquellas en las que ha existido alguna modificación respecto a la guía antes referida. Se basan en la educación del personal sanitario para la prevención y control de estas afecciones, en la vigilancia y comunicación de los casos de infección, y en la reducción del riesgo de contagio. Prevención de los cuidados sanitarios asociados a la neumonía bacteriana. EDUCACIÓN Y COLABORACIÓN DEL PERSONAL SANITARIO Se recomienda la formación del personal en los procedimientos de epidemiología y control de la neumonía nosocomial de acuerdo con el nivel de responsabilidad a la hora de los cuidados sanitarios. Los trabajadores tienen que tomar un papel activo en el desarrollo de las intervenciones destinadas a la disminución de la incidencia de las mismas. INFECCIÓN Y VIGILANCIA MICROBIOLÓGICA Debe realizarse una vigilancia activa de la neumonía bacteriana en la UCI en los pacientes con factores de riesgo alto (p.e pacientes con ventilación mecánica), de tal manera que podamos identificar brotes y otros potenciales problemas relacionados con el control de la infección nosocomial. Se recomienda la definición de neumonía del sistema nacional de vigilancia de la infección nosocomial de los EEUU. La monitorización de las tasas (p.e número de pacientes infectados) debe ir siempre unido a los esfuerzos por disminuirlas, y los dato obtenidos han de ser puestos en conocimiento del personal directamente implicado en ello (…). PREVENCIÓN DE TRANSMISIÓN DE MICROORGANISMOS Esterilización o desinfección y mantenimiento de equipamiento y aparataje: • • • Limpieza minuciosa de todo el equipamiento que va a ser esterilizado o desinfectado. Para la reutilización de material semicrítico (p.e aquel en contacto directo con las membranas del tracto respiratorio inferior) siempre que sea posible, se empleará la esterilización por vapor (autoclave) o la desinfección de altonivel por calor seco a más de 70ºC durante 30 minutos. Cuando se trate de material sensible a la humedad o al calor, deben emplearse los métodos de esterilización a través de baja temperatura. Una vez se haya llevado a cabo la esterilización, los procesos previos al empaquetamiento del producto esterilizado deben extremar las precauciones para no contaminar el material. Cuando el material semicrítico deba ser aclarado tras el proceso de esterilización, es conveniente hacerlo con agua esterilizada. De no ser esto posible, se empleará en el Plan de Vigilancia y Control de la Infección Asociada a Asistencia Sanitaria Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública • • • • • • • • • • • • • • • aclarado agua potable, tras lo cual se enjuagará con alcohol isopropílico y se secará con aire caliente.(…) No debe realizarse una esterilización o desinfección de la maquinaria interna de los ventiladores mecánicos de forma rutinaria. Tampoco debe cambiarse por rutina el circuito ventilatorio (p.e tubo de ventilación, válvula de escape y humidificador) que está usando un único paciente. Debe cambiarse tan sólo cuando esté visiblemente sucio o su funcionamiento mecánico no sea bueno. De manera periódica deben purgarse o desaguarse los colectores de la ventilación mecánica, tomando las precauciones necesarias que impidan que esto se derrame sobre el paciente. Los guantes deben usarse en este procedimiento. Se recomienda a la persona responsable del mismo que se lave las manos con agua y jabón o con una solución alcohólica tras el mismo. El agua empleada para el humidificador debe estar esterilizada. El intercambiador de humedad caliente debe cambiarse cuando esté visiblemente sucio o su funcionamiento mecánico no sea bueno. Además, sin un cambio de paciente, no debe cambiarse de manera rutinaria con una frecuencia mayor de una vez cada 24 horas. El circuito de ventilación conectado al intercambiador de humedad caliente tampoco debe cambiarse de manera rutinaria sin un cambio de paciente, en ausencia de una evidente contaminación o mal funcionamiento. El tubo humidificador (incluyendo su prolongación como gafas nasales o máscara) cuando sea evidente contaminación o mal funcionamiento. Entre los tratamientos dentro de un mismo paciente, los nebulizadores de poco volumen deben ser limpiados, desinfectados, aclarados con agua esterilizada (de ser necesario) y secados. Debe usarse solo fluido estelizado y en un nebulizados aséptico. Cuando sea posible, se emplearán aerosoles de una dosis. Entre los usos de diferentes pacientes, debe reemplazarse las mascarillas (mist-tent), los nebulizadores y los tubos. Este material deberá esterilizarse. Cuando este material se emplee en un mismo paciente, debe realizarse una desinfección de bajo nivel diaria (p.e 2 % ácido acético) o pasteurización mediante aire seco. Entre sus usos en diferentes pacientes, los respiradores portátiles, las palas de desfibrilación, y los termómetros respiratorios deben esterilizarse o al menos recibir una desinfección de alto nivel. No se esterilizará de manera rutinaria la maquinaria interna del equipo de anestesia ni la del medidor de la función pulmonar. Entre sus usos en diferentes pacientes los componentes reutilizables del sistema de ventilación o tubos del circuito de inspiración espiración, piezas-y, bolsas, y humidificadores serán esterilizados o desinfectados químicamente o según las instrucciones del fabricante. (…) La boquilla del espirómetro debe cambiarse entre pacientes No deben emplearse humidificadores de habitación que creen aerosoles innecesarios. De ser imprescindible su uso deben esterilizarse o desinfectarse (alto nivel) cada día, empleando en ellos tan solo agua destilada. De detectarse legionella spp. en el agua de una unidad de transplantes, salvo que se trate de un hecho usual en la institución, han de reemplazarse las válvulas de aire de la unidad. Consejos para la prevención de la transmisión entre personas: • Si las manos se encuentran visiblemente sucias o contaminadas con material propináceo o están mancahdas con fluidos corporales o sangre, deben lavarse con agua y jabón (preferiblemente antibacteriano). Si no se dan estas condiciones, tras cada contacto con Plan de Vigilancia y Control de la Infección Asociada a Asistencia Sanitaria Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública • • • • • • • • mucosa respiratoria u objetos que pudieran estar contaminados por secreciones, se recomienda el empleo de soluciones alcohólicas, con independencia del empleo de guantes en el proceso. Deben descontaminarse las manos como se ha dicho con anterioridad antes y después de entrar en contacto con un paciente con un tobo endotraqueal o una traqueotomía, y antes y después de entrar en contacto con cualquier aparato respiratorio usado por el paciente, con independencia del empleo de guantes en el proceso. Deben emplearse guantes en el proceso de recogida de secreciones respiratorias o contacto con material en contacto con las mismas. Deben cambiarse los guantes y desinfectarse las manos como ha quedado descrito previamente entre contactos con diferentes pacientes, tras la recogida de secreciones respiratorias o contacto con material en contacto con las mismas, y entre contactos de diferentes partes contaminadas de un mismo paciente. Cuando el paciente expectore, debe llevarse mascarilla (worn) , debiendo cambiarse si se ensucia o si se va a cambiar de paciente. Las traqueotomías se realizarán en condiciones de asepsia. Cuando se reemplace el tubo de traqueotomía, debe llevarse mascarilla y mantenerse las condiciones de asepsia. El tubo que reemplace al puesto debe estar en condiciones de esterilización o desinfección de alto nivel. De emplearse el sistema de vacío, emplearemos un catéter esterilizado y de un solo uso. Para eliminar las secreciones del catéter, ha de emplearse tan sólo agua esterilizada si existe la posibilidad de reentrada en el tracto respiratorio inferior. MODIFICACIÓN DE LOS RIESGOS DE INFECCIÓN DEL HUESPED Incrementando las defensas del huésped contra la infección: Administración de moduladores de la inmunidad. • • • Pacientes con alto riesgo de sufrir infecciones neumocócicas deben ser vacunados. Deben recibir la vacuna 23-valente del neumococo: Mayores de 65 años, menores de 65 años, pero mayores de 5 con enfermedad cardivascular crónica, EPOC, DM, alcoholismo, hepatopatía crónica o pérdidas del líquido cerebroespinal, con asplenia funcional o anatómica, en condiciones sociales especiales, VIH+, con leucemia, linfoma, enfermedad de hodking, mieloma múltiple, fallo renal crónico, síndrome nefrótico, malignidad generalizada, personas largamente tratados y aquellos en condiciones específicas que determinan inmunosupresión. En lugares de ingresos crónicos, deben establecerse programas de vacunación destinados a aquellos pacientes más susceptibles a las infecciones neumocócicas, en especial la neumonía neumocócica. La vacuna 7-valente polisacárida del neumococo se administrará a menores de 2 años y a niños de entre 24 y 59 meses que tienen incrementado el riesgo de neumonía. En este último grupo son prioritarios los de entre 24 y 35 meses (…) Precauciones para la prevención de la aspiración • • Dispositivos tales como tubos de traqueotomía, endotraqueales o enterales, deben ser retirados del paciente tan pronto como la patología que indicó su uso se resuelva. Cuando sea factible y no esté médicamente contraindicado, debe emplearse ventilación con presión positiva no invasiva a través de máscara o gafas nasales, en vez de relizar intubación endotraquela en pacientes en fallo respiratorio que no requieran una intubación inmediata. Plan de Vigilancia y Control de la Infección Asociada a Asistencia Sanitaria Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública • • • • • • • • • • • Cuando sea factible y no esté médicamente contraindicado, use la ventilación no invasiva como la parte del proceso de ventilación mecánicamente ayudada para acortar el período de intubación endotraqueal. En lo posible, evite la reintubación endotraqueal en los pacientes que han recibido la ventilación mecánicamente. Mientras no esté contraindicado, es preferible la intubación orotraqueal a endotraqueal realice orotracheal más bien que nasotracheal intubation. De ser factible, se empleará un tubo endotraqueal con un lumen dorsal encima del puño endotracheal para permitir el drenaje (por continuo o frecuenta suctioning intermitente) de las secreciones traqueales que se acumulan en el área subglótica del paciente. Si es posible, se ha de emplear un tubo endotraqueal con una luz sobre el manguito que permita el drenaje de las secrecciones subglóticas acumuladas por el paciente en la zona subglótica. Antes del desinflar el puño de un tubo endotracheal en la preparación para el retiro de tubo, o antes del movimiento del tubo, aseguran que las secreciones son limpiadas desde arriba el puño de tubo. Antes de desinflar el manguito del tubo endotraqueal para la retirada del mismo, hay que estar seguro de haber limpiado correctamente las secreciones. Cuando no exista contraindicación, el ángulo del cabecero de la cama debe ponerse entre 30 y 45º para evitar la aspiración (p.e., personas que están recibiendo ventilación mecánica y/o con tubo enteral). Deben realizarse comprobaciones rutinarias de la colocación de la sonda nasogástrica. Deben protocolizarse la limpieza y desinfección con agentes antisépticos del tracto orofaríngeo en pacientes con procesos agudos y aquellos con estancias prolongadas con patologías susceptibles de neumonía. Se recomienda el uso de gluconato de clorhexidina durante el periodo perioperatorio en pacientes adultos sometidos a intervenciones cardiacas. Prevención de la neumonía postoperatoria: • Los pacientes, en especial aquellos con alto riesgo de contraer neumonía, deben ser instruidos en la respiración profunda y la deambulación, de tal modo que puedan ponerlo en práctica tan pronto como sea posible en el periodo postoperatorio. También debe incentivarse al paciente a que realice una espirometría postoperatoria. Ante cualquier duda consulte con el Servicio de Medicina Preventiva, teléfono 120123 29 octubre 2008