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Índice
Presentación
Reseña biográfica
La pintura para Rafael Coronel
De lo mexicano sin atributos al
realismo
Ejes temáticos
Anexos
3
4
5
9
16
22
2
Presentación
El Museo de Arte Contemporáneo presenta “Retrofutura. Rafael Coronel”, exposición que brinda un
recorrido por los 60 años de producción plástica del prolífico artista zacatecano Rafael Coronel. A
través de las cinco salas se exponen obras que van desde la pintura mexicanista de mediados del
siglo XX hasta su actual realismo inspirado en el barroco. La presente muestra conforma una visión
de la vigorosa producción de Rafael Coronel, desde su más temprana producción hasta la más
reciente en donde apunta hacia nuevos horizontes que el artista empieza a recorrer en su desarrollo
creativo que se encuentra lejos de concluir.
La exposición organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo del Palacio de Bellas
Artes ha sido presentada anteriormente en el Ex Templo de San Agustín, Zacatecas y el Museo de
Arte Contemporáneo de San Luis Potosí. Ofrece una mirada sobre los temas recurrentes de su obra,
los personajes urbanos, el lado decadente de la sociedad, el retrato matizado por los claroscuros,
reflejando una visión del México de los últimos años así como de la psicología profunda de los
personajes representados.
Nombre
de
la
exposición:
Retrofutura. Rafael Coronel.
Organizadores: Instituto Nacional de
Bellas Artes y Museo del Palacio de
Bellas Artes.
Localización: Salas 6 a 11 | Planta alta.
Duración: Del 20 de septiembre de
2012 al 13 de enero de 2013.
Curaduría: Juan Rafael Coronel Rivera.
Cantidad de obras: 94
Perro. 1973 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela
Tipo de obra: Pintura, dibujo y
escultura.
Colección particular
3
Reseña biográfica
Rafael Coronel Arroyo
Nace en 1931 en la ciudad de Zacatecas. En 1951, se muda a la ciudad de México en donde gana el
Concurso de Artes Plásticas del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana con su obra Mujer de
Jerez, 1952. El premio consistió en un diploma y una beca mensual con la condición de entrar a
estudiar en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda, la cual abandonó a los pocos meses para
continuar su formación de manera autodidacta. En 1953, pasó a formar parte de la Galería de Arte
Mexicano dirigida por Inés Amor y en 1959, a los 28 años de edad, realizó su primera exposición en
el Palacio Nacional de Bellas Artes. En 1975, fue ganador de primer lugar en la Bienal de Tokio.
A lo largo de su trayectoria ha participado en más de 100 exposiciones colectivas y 50 exposiciones
individuales tanto a nivel nacional como internacional. Algunos de los espacios más importantes en
los que ha expuesto son la Bienal de San Paulo, Brasil; el Castello Sforsesco en Milán, Italia; el Museo
Real de Arte de Bruselas, Bélgica; el Museo de Arte Moderno de Nueva York en Estados Unidos, y en
el Palacio Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Moderno en México.
Ha recibido diversas condecoraciones y reconocimientos entre ellas la de Hijo predilecto del estado
de Zacatecas “por la importancia pictórica que su obra implica para la cultura nacional y universal.”
Desde 1994, es miembro de la Academia de Artes y, desde 1995, es Creador Emérito por parte del
Sistema Nacional de Creadores del FONCA. Empedernido coleccionista de máscaras, en 1990 se creó
el Museo Rafael Coronel en el Ex Convento de San Francisco en su ciudad natal, la cual alberga las
más de 10 mil máscaras coleccionadas por el artista.
Actualmente vive y trabaja en la ciudad de Cuernavaca en la que radica desde 1981.
Juan Rafael Coronel Rivera (Curador)
Nacido en 1961, hijo de Rafael Coronel y Ruth Rivera, ha trabajado como editor para las revistas
Punto Cero en Literatura, El Faro y M’hija. En 1987, fundó Kahlo-Coronel Fotogalería, la primera
galería fotográfica en México. Cuenta con una colección de cerámica popular mexicana de más de
15,000 piezas. Ha escrito en 71 publicaciones y curado más de 100 exhibiciones en diversos
espacios.
4
La pintura para Rafael Coronel
“Las cosas no pueden ser de otra manera. Uno es como es y ama lo que ama.
Me gustan los mercados, los salones de baile, las plazas públicas
De vuelta de esos sitios puedo instalarme otra vez en este espacio donde trabajo y deseo:
contar con el tiempo necesario para seguir pintando.
Este impulso, esta avidez, me da conciencia
de que soy simple, inevitablemente, pintor.”
-Rafael Coronel-1
Si bien la carrera de Rafael Coronel lleva poco más de 60 años en un
Pedro Coronel
inicio el pintor zacatecano fue escéptico respecto a la posibilidad de
vivir a partir de la pintura. Hermano menor de Pedro Coronel,
Nació en Zacatecas en
Rafael fue testigo de un periodo económico difícil por el que pasó su
1923 y murió en 1985. Fue
hermano al momento de entrar a estudiar pintura en la ciudad de
pintor, escultor y
México. Menciona Rafael Coronel que “…en aquel tiempo los
dibujante dentro de la
pintores jóvenes no comían de la pintura; ni los viejos, que además
corriente abstracta. Se le
de pintar tenían que dar clases en las academias.” En vez de eso, y
relaciona con la
como muchos otros jóvenes deseaba ser futbolista ya que “… creía
generación de La Ruptura
que el arte no daba para comer, pensaba que la pintura se hacía
al igual que a su hermano.
como complemento de cualquier profesión, no tenía idea de que
existían pintores profesionales.”2
Cuando Rafael Coronel llegó a la ciudad de México lo había hecho con la intención de convertirse en
arquitecto, lo cual había prometido a su padre. Sus planes cambiaron radicalmente con el premio
que ganó con la obra Mujer de Jerez, 1952, el cual lo llevó a entrar a la Escuela de Pintura y
Escultura La Esmeralda, condición para recibir la beca mensual a la que se hizo acreedor. Esto
también significó su entrada al mundo del arte mexicano.
A menos de un año de haber entrado a La Esmeralda dejó las clases por desavenencias con su
maestro Orozco Romero, quien fue maestro de otros artistas como Lilia Carrillo y Rodolfo Nieto,3 por
lo que perdió la beca con la que se mantenía. Esta situación lo llevó a desarrollarse como pintor
autodidacta. Una vez fuera de La Esmeralda tuvo la ayuda y el apoyo de la galerista Inés Amor:
1
Cristina Pacheco. “Mis manos son mis alas” en La luz de México. (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2005), 162
en http://books.google.com.mx/books?id=ADPlxY0DFDgC&pg=PA149&lpg=PA149&dq=rafael+coronel&source=bl&ots=2feCcSeTu&sig=eka58Dv6VDZtyG_qn5Zlh5P8hlM&hl=es&redir_esc=y#v=onepage&q=rafael%20coronel&f=false
2
Mónica Mateos. Babab, "Rafael Coronel, un géiser en plena actividad." Última modificación 2000. Revisado septiembre 3 de
2012 en http://www.babab.com/no02/rafael_coronel.htm.
3
Rafael Vargas. “Los años de formación” en Rafael Coronel Retrofutura (Ciudad de México: Instituto Nacional de Bellas Artes,
Talamonte editores, 2010), 53.
5
“Recuerdo los brincos de cuatro en cuatro escalones con que subió Rafael Coronel a mi
despacho, sin detenerse a tomar aliento, sin anunciarse, sin siquiera decir soy fulano de tal.
Entrando me espetó está frase: ‘Doña Inés, usted tiene que ayudarme’. Cuando le pregunté
qué pensión tenía para vivir mensualmente, ‘Cuatrocientos pesos’ fue la respuesta. ‘¿Su
nombre?’, Rafael Coronel. Unas semanas antes yo había visto su obra en La Esmeralda,
invitada precisamente por Carlos Orozco Romero.”4
El apoyo de Inés Amor le permitió rentar un cuarto, dejar de
Inés Amor
preocuparse por su sustento y dedicarse exclusivamente a pintar lo que
a la larga le permitió consolidarse y madurar como pintor.
Fundadora de la
Galería de Arte
Probablemente, debido a su corta estadía en La Esmeralda y su posterior
Mexicano en la Ciudad
autoformación es que Coronel realiza su pintura a partir del instinto y el
de México, junto con
primer impulso, por encima de lo que se puede aprender en la
su hermana, en 1935.
5
academia. Para Coronel, las experiencias pasadas tienen un valor menor
Fue una figura clave
que el instinto del momento al realizar una pintura. Una consecuencia de
en la consolidación
esta postura es que su pintura se nutre de las decisiones que se hacen en
del arte mexicano en
el momento, en la ejecución de cada cuadro, más allá de las experiencias
el siglo XX al exponer
previas que haya tenido. Con ello, la creación de cada pintura se
a importantes artistas
convierte en una experiencia nueva que se ancla a las circunstancias de
mexicanos como
cada caso y no a un modelo inmutable a partir del cual se realizarían
Diego Rivera y Rufino
todas las obras.
Tamayo entre otros.
Como parte de su maduración pictórica, fue adquiriendo un manejo y conocimiento mayor de
diversas técnicas. En un principio comenzó con encáusticas sobre papel que seguramente aprendió
a realizar en La Esmeralda y posteriormente hizo una gran cantidad de dibujos con tinta de imprenta
sobre papel marquilla, con los cuales se montó su primera exposición en la Galería de Arte
6
Mexicano, para después usar otros materiales como lápiz, acuarela o acrílicos. Una muestra de los
dibujos de Coronel se encuentra en la Sala 11 de esta exposición.
Posteriormente comenzó a pintar al óleo, lo cual, según Inés Amor, le costó trabajo al no estar
acostumbrado a pintar sobre tela. Su pasó al óleo se hizo más fácil con el masonite, una clase de
conglomerado de madera, después del cual comenzó a pintar sobre tela. En el uso de este soporte
4
Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 149.
Arturo Jímenez. "Volver al realismo marca la nueva época de la pintura mundial." La Jornada, sec. Cultura, Septiembre 15,
2011. http://www.jornada.unam.mx/2011/09/15/cultura/a04n1cul (revisado en agosto 20, 2012).
6
Inés Amor. Una mujer en el arte mexicano. Memorias de Inés Amor. (Ciudad de México: Instituto de Investigaciones
Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México: 2005), 206 en
http://books.google.com.mx/books?id=ADPlxY0DFDgC&pg=PA149&lpg=PA149&dq=rafael+coronel&source=bl&ots=2feCcSeTu&sig=eka58Dv6VDZtyG_qn5Zlh5P8hlM&hl=es&redir_esc=y#v=onepage&q=rafael%20coronel&f=false
5
6
7
predominaban los fondos de tonos oscuros, con personajes que vestían en las mismas tonalidades.
Con el tiempo se acostumbró a la tela grande y fue surgiendo una paleta de colores brillantes que se
volverían característicos de una buena parte de su pintura.
Pintor prolífico desde sus primeros años, realizaba grandes cantidades de pinturas por rachas de
dos a seis meses, según el testimonio de Inés Amor, mismas en las que pintaba a lo largo de todo el
día apenas haciendo pausas para comer y dormir. Esta abundante producción se vio reflejada en sus
exposiciones. Inés Amor y otros personajes de la época llegaron a ver esta capacidad productiva de
Coronel como una virtud y un defecto: “Durante estas etapas, dibuja mucho a la vez. Yo creo que
lleva hechos miles de dibujos, en lápiz, acuarelados o coloreados con acrílicos… Pero allí está su
peligro: en esa enorme facilidad que tiene para dibujar.”
8
A pesar de la gran cantidad de obras que ha realizado Coronel, el número es menor a la cantidad de
pinturas que ha imaginado y llegado a albergar en su mente. El mismo reconoce los límites de su
capacidad para pintar en dos formas. La primera respecto al tiempo limitado que tiene el artista
para llevar a cabo todas las obras que proyecta. En segundo lugar, debido a los alcances de su
técnica, el movimiento de sus manos realiza una obra distinta de la que había planeado
originalmente. “En realidad –dice Coronel- uno jamás pinta lo que quiere, sino lo que puede.”
9
Retrato del cristiano, 1968 / Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela
Acervo del Museo de Arte Moderno, Conaculta/INBA
7
Amor, “Una mujer en el arte mexicano”, 207.
Amor, “Una mujer en el arte mexicano”, 206.
9
Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 153.
8
7
El interés que ha manifestado Coronel por la pintura a lo largo toda su vida radica en lo que esta
puede expresar mediante las capacidades estéticas, imposible de manifestar mediante otros medios
de origen contemporáneo como el performance o la instalación. La postura del pintor zacatecano
puede calificarse como tradicional, debido también a su confianza y la preponderancia que le da al
aspecto plástico y estético de la obra por encima, por ejemplo, del concepto como sucede
comúnmente en el mundo del arte contemporáneo. Coronel pinta personajes y es justamente el
retrato, la expresión que ha tenido mayor importancia en su carrera, “…por lo que expresa
estéticamente, por su posición (del personaje), por el claroscuro, por la diferencia que hay entre ella
y usted. Uno siempre toma personajes que tienen un modo de moverse diferente y eso es lo
importante.”10
La vida de Coronel gira en torno a la pintura, a la que le puede dedicar hasta 15 o 20 horas en su
casa en Cuernavaca, tal como lo hacía cuando era joven. Irónicamente para alguien quien en su
juventud no creía que se pudiera vivir realizando obras de arte, es esta la actividad que le da
vitalidad: “Lo importante de Coronel –dice sobre él mismo- es el hecho de estar pintando. Ese es el
meollo de mi vida, la pintura, no existe nada más. Claro, uno tiene necesidades, como comer. Pero lo
vital para que para que pueda circular la sangre, es ponerse a pintar.” 11
10
11
Jiménez, “Volver al realismo”
Jiménez, “Volver al realismo”
8
De lo mexicano sin atributos al realismo
“Ya volví a los personajes populares, a seguir no la tradición mexicana
sino la tradición figurativa universal. ¡Ahora todos los pintores nuevos,
la nueva época de la pintura en el mundo, es una vuelta al realismo!
La pintura abstracta, el arte contemporáneo, las instalaciones,
eso ya está desapareciendo. Fue un fiasco,
hubo algunos artistas que no lo eran, pero decían que eran.”
-Rafael Coronel-12
A nivel nacional e internacional los últimos 60 años han traído consigo diversos cambios en la
pintura. Coronel ha sido tanto partícipe como receptor de los mismos, su obra atestigua el
movimiento que se ha dado a nivel nacional desde los últimos años de la pintura nacionalista hasta
la actualidad pictórica que abreva de múltiples estilos y momentos de la historia del arte. La obra de
Coronel presenta diversas facetas en las cuales se pueden detectar temas recurrentes que han sido
tratados desde múltiples perspectivas pictóricas.
Escuela Mexicana de
Pintura
En el inicio de la carrera de Coronel en la década de 1950 la Escuela
Mexicana de Pintura continuaba teniendo un gran peso en el ámbito
de las artes mexicanas. Las pinturas realizadas bajo los ideales de este
Conjunto de artistas
“movimiento” tenían un carácter nacionalista, en donde consciente o
que liderados por
inconscientemente se estaba creando una imagen de la identidad del
Rivera, Siqueiros y
mexicano posterior a la Revolución mexicana.
Orozco cuya pintura
tenían un carácter
didáctico, nacionalista y
social. Su principal
formato fue el mural
que podía ser visto por
una gran cantidad de
personas.
Si bien el arte de carácter nacionalista había comenzado a gestarse
desde finales del siglo XIX durante el Porfiriato, siendo un ejemplo el
monumento a Cuauhtémoc en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de
México, el arte nacionalista alcanzó su máxima expresión gracias al
proyecto de construcción cultural de José Vasconcelos que impulsó
desde la Secretaria de Educación a inicios de la década de 1920.
Vasconcelos retomó el proyecto de una pintura nacionalista dando la
oportunidad a varios artistas de realizar murales en edificios públicos. Las obras más
representativas fueron los murales realizados por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José
Clemente Orozco que presentaban un estilo que rompía con la tradición formada en la Academia de
San Carlos en el siglo XIX y se alimentaba de las tendencias vanguardistas del arte moderno al
mismo tiempo que realizaba una representación de lo mexicano centrándose en las clases
populares, la historia mexicana y sus rasgos indígenas. Los murales eran realizados como un medio
educativo, de concientización, para realizar un cambio político y social.
12
Jiménez, “Volver al realismo”
9
El muralismo de la Escuela Mexicana de Pintura creó una imagen del país y sus habitantes, lo que
implicó su conversión en el principal referente a nivel internacional de un arte mexicano así como de
la percepción que se tenía del país en aquel entonces. Este movimiento artístico se vio acompañado
de un apoyo oficial por parte del Estado mexicano pos-revolucionario lo cual eclipsó en muchas
ocasiones las diferencias internas hacia el interior del “movimiento”, así como la existencia de
artistas que realizaban su producción artística con lenguajes que resaltan lo poético por encima del
13
comentario social aunque no por ello dejaban de tener implicaciones sociopolíticas. Algunos de los
artistas que realizaron obras con una temática distinta a la nacionalista fueron María Izquierdo,
Orozco Romero, Rufino Tamayo, así como las surrealistas Leonora Carrington y Remedios Varo,
entre otros.
La Ruptura
Rafael Coronel, en conjunto con otros artistas, fue parte de La Ruptura,
una generación de artistas que nunca se articuló como un movimiento
Término acuñado por
definido ni con un proyecto pero que implicaron un cambio respecto al
Octavio Paz para
arte que venía haciéndose bajo los postulados de la Escuela Mexicana de
referirse a Rufino
Pintura. Algunos de los artistas que se pueden nombrar como parte de
Tamayo y Carlos
esta generación son José Luis Cuevas, Pedro y Rafael Coronel, Ricardo
Mérida por sus
Martínez, Vicente Rojo, Francisco Toledo, Lilia Carrillo, Mathías Goeritz y
diferencias con la
Gunther Gerzo. El paso de aquel primer momento del arte mexicano del
pintura nacionalista.
siglo XX a este segundo no fue un quiebre radical sino, más bien, una
Desde 1988 con la
transición a partir de cambios y transformaciones de diversos alcances.14
exposición: La
Ruptura 1952-1965 se
comenzó a aplicar a
toda una generación
de artistas nacidos
alrededor de la
década de 1930.
La misma pintura de Coronel ejemplifica este paso de una pintura
nacionalista a una preocupada por cuestiones expresivas. Las primeras
obras de Coronel se encuentran dentro de ciertos parámetros de la
Escuela Mexicana de Pintura. Las pinturas de esta época, entre las que
podemos encontrar su obra Mujer de Jerez, 1952, y Fuego, ca. 1955,
muestran un paisaje mexicano seco y terroso, con tonos cafés con
figuras que carecen de rasgos propios. Coronel plantea este periodo de
su obra como una búsqueda de representar al mexicano, o al
latinoamericano en su ser pero sin ningún adorno:
“…mostrar al ser humano latinoamericano sin ponerle adornos como Diego Rivera, que le
ponía alcatraces, o David Alfaro Siqueiros banderas, y José Clemente Orozco llamas. Cuando
dejas la pintura sola es cuando llegas al énfasis humano más alto, a la representación más
13
Ana María Torres, "¿Ruptura?," Discurso Visual (2004), en
http://discursovisual.cenart.gob.mx/anteriores/dvwebne01/agora/agotorres.htm (revisado en septiembre 3 de 2012).
14
Torres, “¿Ruptura?”
10
pura del hombre, como los retratos de Rembrandt, que no tienen más que luz y un poco de
sombra…”15
La representación del mexicano sin ningún adorno, como ser humano más allá de sus
determinaciones espaciales y temporales es una de las características de La Ruptura, una búsqueda
de valores estéticos que sobrepasen los límites nacionales. El camino que muestra la obra de
Coronel en esta etapa es la de una búsqueda del ser humano más allá de sus accidentes, en una
tendencia que se dirige hacia el universalismo de las representaciones y del estilo pictórico.
Fuego, ca. 1955 /Rafael Coronel / Óleo sobre masonite. Colección Juan Álvarez
Una segunda etapa en la pintura de Coronel comenzó con su pintura de corte totalmente abstracto,
en la cual mantuvo una tendencia a realizar retratos, misma que nunca se ha perdido a lo largo de
toda su carrera. Esta etapa coincide con la presencia cada vez más evidente de artistas mexicanos y
extranjeros que dejan de reproducir totalmente los cánones de la pintura nacionalista de la Escuela
Mexicana de Pintura y se alimentan de las corrientes internacionales de arte.
La pintura abstracta de Coronel entra en dialogo con diversas corrientes pictóricas que se habían
generado desde antes de la II Guerra Mundial y especialmente después de esta, cuando el nuevo
centro del arte mundial pasa a ser Nueva York en sustitución de París. Dentro de la abstracción las
15
Mateos, “Rafael Coronel, un géiser”.
11
se pueden apreciar diversas tendencias en las que se lleva la pintura a sus elementos más simples:
el color o la forma pura, línea y figuras geométricas. A través de estos elementos y su estructuración
Coronel pasa a representar la realidad.
A diferencia del formalismo de
varios artistas abstractos clásicos,
en donde solo se aprecian colores
básicos
o
líneas
horizontales
y
rectas
verticales,
el
abstraccionismo de Coronel tiene
algo también del expresionismo;
la propuesta de convertir la obra
pictórica en una expresión de la
vida
interior
del
artista.
Al
combinar ambos elementos las
obras de Coronel ofrecen retratos
y autorretratos que se componen
de los elementos más sencillos de
la producción pictórica pero que
en
vez
de
elementos
mostrarse
aislados
como
permiten
expresar sensaciones.
Los cuadros abstractos de Coronel
tienen
la
característica
de
mantener la textura que se hacía
Luis Cardoza y Aragón, 1959 /Rafael Coronel/ Mixta sobre cartulina Fondo
Patrimonial en Beneficio de El Colegio de México, A.C.
presente en sus primeras obras,
una textura terrosa que fue dejando a un lado conforme se fue naturalizando con otros soportes y
técnicas hasta llegar a los cuadros actuales donde predominan fondos casi homogéneos y “los
lienzos son suaves.”
16
La pintura de Coronel fue dejando la abstracción y reencontrando la figura humana en una posición
más figurativa, en una representación más cercana a nuestra percepción de la realidad, después de
un viaje por el mundo:
“Vi infinidad de salones, museos, galerías. Descubrí que sus bodegas estaban repletas de
pinturas abstractas que ya a nadie le interesaban en Europa. Llegué a la conclusión de que
en América estábamos retrasados y equivocados al insistir en el abstraccionismo.”17
16
Mateos, “Rafael Coronel, un géiser”.
12
Nueva Presencia
El reencuentro de Coronel con la con la figura humana después de
la abstracción lo llevó a una tercera etapa dentro de su producción
Movimiento de arte en
artística en la que la representación figurativa de la misma volvió a
México que surgió por la
tomar un papel predominante. Durante un periodo, sin embargo,
iniciativa de Arnold Belkin y
sus personajes no eran una representación fiel de la realidad,
Francisco Icaza de 1961 a
algunos rasgos rompen con el continuo de nuestras percepciones y
1963. Su objetivo era
presentan deformaciones y quiebres. A inicios de la década de
promover la figuración en la
1960, Coronel también participó en una exposición del movimiento
pintura frente a la
Nueva Presencia, al cual, sin embargo, no perteneció
abstracción.
formalmente.
Durante este
18
período de producción pictórica la pintura de Coronel tiene una serie de
características muy particulares sobre las cuales habló el escritor Sergio Pitol: “Los rostros, los
cuerpos, saltaban al espectador para increparlo con los visajes de la locura o la desesperación, para
echarle en cara su orfandad, su condición de gente puesta al margen por la máquina y por quienes
19
manejan la maquina.” Los rostros remiten a nuestra percepción de la realidad pero no de manera
Retrato, 1972 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Colección particular
17
Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 157
Luis Carlos Emerich. “Al paso de los años” en Rafael Coronel Retrofutura (Ciudad de México: Instituto Nacional de Bellas
Artes, Talamontes editores: 2010), 25.
19
Sergio Pitol. , “Los sueños antiguos de Rafael Coronel” en Rafael Coronel Retrofutura (Ciudad de México: Instituto Nacional
de Bellas Artes, Talamontes editores: 2010), 249.
18
13
cabal, con lo que resalta el trasfondo social de los personajes retratados, procedentes cada uno de
distintos estratos sociales.
La etapa más reciente de Coronel se traduce en una figuración de corte realista inspirada en el
barroco que se alimenta de la admiración e influencia de grandes pintores como Rembrandt,
Vermeer, Ucello y Caravaggio.20 La pintura de Rafael Coronel sigue mostrando los grandes fondos
monocromáticos pero con una textura totalmente distinta a la que habían ostentado en un primer
momento. Coronel a inicios del siglo XXI decía sobre sí mismo:
“Es que soy un pintor del siglo XIX. Siento como si tuviera miles de años, ¿no te parece que
soy bastante viejo? Con esa idea pinto. Ahora estoy trabajando en una serie acerca de los
danzantes zacatecanos, que se visten de "tastoanes" -que significa cuidadores del tiempo-;
pero quiero pintar al danzante cuando no está bailando, sino cuando está sentado y tiene su
máscara tumbada en el suelo, aguardando.”21
La troupe de Anton, s/f / Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Colección particular
20
21
Emerich, “Al paso de los años”, 26.
Mateos, “Rafael Coronel, un géiser”.
14
Este “regreso” a fuentes clásicas de la pintura plantea una pintura de corte clásico en la que el
personaje sigue ocupando un lugar central manteniendo así una de las constantes de su obra. La
figuración de esta época es también un rompimiento con la idea de un desarrollo progresivo del
arte, y una nueva puesta en perspectiva de todos los estilos anteriores, ostenta un uso profundo e
importante del manejo de la luz que se traduce en una mayor tensión en sus obras.
La perspectiva que ofrece Coronel a través de su producción artística permite observar un desarrollo
de la pintura mexicana e internacional en donde actualmente no impera ningún estilo, al contrario,
se conjunta la más amplia diversidad de los mismos, provenientes de diversos contextos y tiempos
históricos. Para Coronel, la pintura sigue siendo el medio por excelencia para expresarse.
Respecto al panorama del arte mexicano el pintor mostraba hace cerca de 30 años una perspectiva
positiva del arte mexicano en una de sus características principales, una diversidad estilística que
brinda múltiples posibilidades como su misma producción muestra:
“Es cierto que no somos el país más avanzado tecnológicamente; sin embargo, hoy la
pintura mexicana sigue siendo una de las más importantes del mundo. Lo que hacen
nuestros jóvenes artistas es tan bueno como lo que dejaron los muralistas, pero además
tenemos una ventaja: la diversidad de estilos. Así que en este país, si por algo hay que
lamentarse, no es por el destino del arte.”22
22
Pacheco, “Mis manos son mis alas”,153-154.
15
Ejes temáticos
“Cuando un cuadro tiene un buen tema, lo conmueve a uno.
Cuando son temas superficiales y ridículos,
como un discurso, tomamos medidas precautorias.”
23
-Rafael Coronel-
Lo femenino: belleza, luz, colores y formas
La presencia de figuras femeninas no es fortuita en la obra de Rafael Coronel. Fue esta la que le
sirvió de entrada al mundo de la pintura, la forma, el color y la luz, elementos fundamentales para la
producción pictórica y mediante ella, al arte y la belleza.
“De todas las imágenes que he visto, de todos los recuerdos que conservo, hay uno central
en mi vida: el cuerpo de una niña bañándose desnuda en el río. Yo era entonces un
adolescente y nunca había sentido la emoción de otra desnudez que no fuese la mía.
Cuando miré a la niña descubrí todo: la forma, el color, la luz, la ternura, las curvas suaves,
la magia de la piel. En ese cuerpo descubrí mucho más: la belleza, el arte.”24
El tastoán y la niña de Jerez (Detalle), 1998 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Museo Rafael Coronel
23
24
Jiménez, “Volver al realismo”
Pacheco, “Mis manos son mis alas”,160
16
El manejo de la forma, la luz y el color en la pintura ha sido en miras a lograr los efectos ópticos
necesarios para producir la apariencia de volumen en una superficie plana, lo que nos acerca en
mayor o menor medida a los ideales de belleza de cada momento histórico, o en su caso, a aquello
que el artista busca transmitir.

Color. El ojo humano puede percibir cierto espectro de luz dentro del cual los distintos
grados nos van dando los colores. En la pintura los colores han sido obtenidos de diversos
medios, pigmentos de origen animal, vegetal, mineral o más recientemente artificiales. El
manejo de saturación de los colores permite la creación del efecto de mayor o menor
luminosidad.

Forma. A partir de las líneas, la cual se puede definir como un conjunto de puntos que se
suceden unos a otros, se crean las diversas formas que se utilizan para crear las figuras
dentro de las obras de arte. A partir del Renacimiento, la pintura de Occidente busca
reproducir la realidad lo más fiel posible, para ello el espacio bidimensional del lienzo tenía
que crear el efecto de un espacio tridimensional. A su vez, diversos elementos pictóricos
permiten crear el efecto de dinamismo a partir de la posición que ocupan dentro del
cuadro.

Volumen. La apariencia de volumen se puede crear ya sea mediante el uso de diversos
tonos de un mismo color, de uno más claro a otro más profundo, sobre una figura plana,
como mediante la creación de contornos tridimensionales con líneas.
Estos recursos pueden ser vistos en las obras de Coronel. En su periodo abstracto se puede ver el
uso puro de las figuras geométricas mientras que, a lo largo de toda su carrera, se puede observar n
el uso de un mismo color al fondo cuya tonalidad va cambiando, creando con ello diversas texturas.
Estos elementos, los más básicos si se trata de analizar una pintura, abren una puerta hacia el
mundo del arte, y en la postura de Coronel a la belleza que se puede encontrar en él.
Los personajes urbanos
Uno de los principales aspectos de la obra pictórica de Coronel es que está sirve como un espejo de
la realidad social mexicana. Sus personajes provienen de las zonas marginales de la sociedad
mexicano pero en ningún momento dejan de ser parte de ella. Menciona Juan Rafael Coronel en una
entrevista: “Al inscribirlos en este marco logra presentarnos todo un panorama de la segunda mitad
17
del siglo XX y lo que va del XXI, de cómo se ha conformado la sociedad mexicana, de personajes que
no se veían mucho dentro de la pintura, como las prostitutas, los teporochos.” 25
Este lado de la sociedad mexicana viene a ser representada por Coronel después de su observación
de los mismos personajes en sus recorridos por diversos lugares como son los mercados y algunas
calles de la Ciudad de México. Sin embargo, como menciona Sergio Pitol, no solo presenta los
personajes olvidados en las partes oscuras de la ciudad, también seres decadentes que provienen de
cualquier estrato social.
26
Sí bien las pinturas de Coronel
pueden romper con los esquemas
tradicionales de belleza, así como
varios cánones modernos de la
misma, él concibe su actividad
pictórica encaminada a revelar la
belleza. Menciona Coronel:
“Descubrir la belleza me despertó
una serie de apetitos. Quise
poseerla, desentrañar su misterio,
fijarla, recuperarla. No me resultó
difícil porque un artista puede
encontrar la belleza en todas partes,
en el rostro descompuesto, en el
paisaje más árido y desolado…
Entonces la realidad que pinta sólo
se parece pero no es la vida. ¿Qué es
la vida? Un caos que el artista
Loco, s/f /Rafael Coronel/ Mixta sobre cartulina
Colección Ernesto Arnoux
ordena.”27
De esta manera, Coronel invita a mirar en lugares inesperados, en donde su actividad creativa como
artista lleva al espectador a tener una mirada distinta de aquello que nos rodea. Esta mirada amplia
sobre el arte y la realidad invita a repensar también lo bello y lo feo tanto en nuestro entorno como
en la pintura y el resto de las artes.
25
Jacquelin, Ramos. "Rafael Coronel es el pintor de una sociedad decadente." Siempre, Octubre 9, 2011 en
http://www.siempre.com.mx/2011/10/rafael-coronel-es-el-pintor-de-una-sociedad-decadente/ (revisado en Septiembre 3,
2012).
26
Pitol, “Los sueños antiguos”, 249.
27
Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 160.
18
Las máscaras
La fascinación de Coronel se remonta a la colección de máscaras que ha ido armando a lo largo de
su vida. El Museo Rafael Coronel en la ciudad de Zacatecas, ubicado en el antiguo convento de San
Agustín, alberga su colección de máscaras, considerada la más grande del mundo, la cual incluye
numerosas máscaras usadas a lo largo de todo México para bailes y diversas representaciones
teatrales tradicionales.
Sus pinturas muestran el momento de descanso del danzante, lo cual resalta el papel que juega el
personaje dentro de una puesta en escena. La máscara confiere su lugar a la persona y establece su
relación con los otros personajes que se encuentran en el espacio del baile. La máscara dota de
identidad al personaje tanto en su rostro como en su voz, que en tiempos antiguos era amplificada
por esta.
El tastoán y la niña de Jerez (Detalle), 1998 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Museo Rafael Coronel
La incursión de Coronel en el uso de las máscaras tiene como principal marca su idea de lo que estas
representan para los mexicanos: “…es el objeto más importante de nuestra cultura y siempre está
relacionado con las festividades religiosas y los ritos. La máscara es un elemento vital para el
mexicano. Protege su deseo, su ambición, su sueño de ser otro, de convertirse en personaje -¿su
personaje?”
28
28
Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 157.
19
En una gran cantidad de pinturas de Rafael Coronel podemos encontrar a personajes usando una
máscara que no es más que la expresión del mismo personaje, un rostro con una única expresión.
Los personajes normalmente no usan su máscara sino que se encuentran descansando, fuera de su
representación o de su baile, las cuales en la tradición mexicana normalmente recrean luchas entre
el bien y el mal, entre moros y cristianos o entre españoles e indígenas.29
El uso de sus máscaras en los personajes dota de un gran dinamismo a la obra permitiendo observar
la interacción entre ellos e invitándonos a imaginar la función que cada uno de ellos cumple dentro
de la escena.
El retorno al barroco: el claroscuro
El interés de Coronel por la pintura clásica se puede ver en sus consideraciones sobre el arte, por
ejemplo el arte colonial: “Lo que más me interesa del arte colonial es su monumentalidad y desde
luego el proceso para alcanzarla. Por eso me interesa mucho ver el tránsito del arte pagano hacia el
arte cristiano. La mezcla de esas expresiones dio como resultado obras formidables: los templos, las
grandes construcciones religiosas, por ejemplo.”
30
El sentido del arte en este caso es otro, se desprende de cualquier consideración contemporánea y
se acerca a lo clásico. Ya en su viaje por el mundo, en el que se desencantó de la pintura abstracta,
había dicho que era necesario un regreso a los principios en la pintura, mismo punto al que él ha
llegado en la actualidad con una pintura figurativa de corte realista que hace énfasis en la psicología
de sus personajes.
La figura humana, tal como se nos muestra a través de nuestros sentidos, es recobrada por Coronel
haciendo énfasis en el ser humano y en cada una de sus partes a la manera de pintores clásicos que
el mismo admira y que retrata en sus obras. Para Coronel su pintura se realiza actualmente bajo la
siguiente lógica:
“¿Cómo dejar constancia del arte del siglo XX prescindiendo de la figura humana?
Imposible. Por eso volví a las raíces: la mano, los ojos, el hombro… Esta búsqueda y este
reencuentro con la figura humana simbolizan también el intento de todos por rescatar a la
naturaleza y devolverle, en lo posible, parte de lo mucho que le hemos quitado.”31
Las influencias que muestra Coronel provienen de Rembrandt y Caravaggio y quedan manifiestas en
la creación de una atmósfera contrastante en donde solo se distingue la figura humana en un fondo
totalmente oscuro lo cual dota a las obras de un gran dramatismo propio de la pintura barroca. “Es
29
Emerich, “Al paso de los años”, 30.
Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 153.
31
Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 157.
30
20
el claroscuro, es la profundidad de la oscuridad y la luminosidad del medio ambiente en que vivimos.
Nosotros siempre estamos a la orden de la luz o de la oscuridad. El término medio como que
disuelve mucho el tema. Por eso los expresionistas siempre se iban hacia lo oscuro y los
impresionistas, hacia la luz”
32
La luna, 1958 /Rafael Coronel/ Mixta sobre cartulina
Colección particular
32
Jiménez, “Volver al realismo”.
21
Anexos
Fragmento de “Mis manos son mis alas” Entrevista de
33
Cristina Pacheco a Rafael Coronel
Batman y los pájaros
“Me gusta apropiarme de las máscaras que veo. Muchas son pavorosas y francamente feas. Hay
otras que expresan el grado en que se van contaminando o desvirtuando nuestra cultura, nuestro
pueblo. Acabo de encontrar unas máscaras indígenas donde se copia la figura de Batman: el hombre
murciélago. No necesito explicar lo que esto significa en cuanto a los grados de penetración cultural
que padecemos.
“Si un día decidiera ponerme una máscara, creo que elegiría la de un pájaro. Con ella puesta iba a
creerme ave y quizá mirar el mundo como lo ven los pájaros: desde arriba, desde la totalidad.
Imagínate que si fuera pájaro podría tener una visión completa de la superficie donde vivo: un mar
de hojas donde navego, donde me dejo arrastrar, donde me pierdo.”
Vivir para pintar
“Pero no soy un pájaro. Tengo que reconocerme nada más como un hombre que vive para pintar.
Mis sueños son más grandes que mis realidades. Así, debo conformarme con lo que pueda pintar
según la velocidad y las habilidades de mi mano. Hablo de mi mano derecha. Ella me hace pintor,
ellas es la única defensa que tengo para vivir, ella me protege de la inercia.
“¿Y mi mano izquierda? La descubrí, como tantas otras cosas, a través del dolor. Ocurrió lo
siguiente: me accidenté y me lastimé la mano derecha. Al verme imposibilitado de tomar el pincel,
me di cuenta de que también tenía mano izquierda –por desgracia, inútil para mí en cuanto a que no
estaba ejercitada en el arte-. Sentí rabia contra ella; llegué a pensar que me sobraba.
“Fue terrible aquella época en que mi mano quedó inmóvil. Me pareció que el mundo se silenciaba
para mí pues no era capaz de captar sus mensajes. Entonces me vi obligado a reconsiderar a mi
mano izquierda. De hecho la descubrí como un elemento de mi cuerpo, como una asistente
silenciosa, como un testigo fiel, como una sombra de mi pintura, como un transmisor de
maravillosas respuestas apenas murmuradas.
33
Pacheco, “Mis manos son mis alas” 158-160.
22
“El dolor y la limitación temporal de la mano derecha me dieron conciencia de la mano izquierda.
Fui un ser completo. Entendí que mis manos son mis alas. Con ellas imagino y pinto, pero también
golpeo y acaricio. Me gusta acariciar las obras de arte porque así las poseo. Jamás acaricio un
cuadro pintado por mí. En cuanto lo termino empiezo a odiarlo.
“Nunca había pensado en mis manos. Ahora me doy cuenta de que me sirven para muchas cosas
importante: para tomar un libro, para escribir, para trabajar, para hacer dichosa una mujer.”
Memoria y olvido
“Las manos también me sirven para escapar momentáneamente del mundo. Cuando me pesa,
cuando me vuelve intolerable a causa de tantas injusticias, me cubro los ojos con las manos.
Momentáneamente consigo que desaparezca la realidad, pero no la olvido. En cambio, hay ciertas
cosas que sí he olvidado –procuro hacerlo-: que pasan los días, que tengo un cuerpo, que hay límites
de tiempo. También olvido que es un deber olvidar.”
23
Fragmento de “Una mujer en el arte mexicano.
Memorias de Inés Amor”
34
Creo que Rafael Coronel debe tener cuarenta y dos o cuarenta y cuatro años. Está conmigo desde
hace más de veinte. Cuando subió a zancadas la escalera de la galería y sin anunciarse irrumpió en
mi oficina a la voz “Doña Inés, usted tiene que ayudarme”, me quedé asombrada, como es natural;
pero le dije: “Está bien, pero siéntese usted, vamos a hablar.” Al saber su nombre recordé que
Orozco Romero me había señalado en una ocasión la obra de un joven pintor de mucho talento; se
trataba de Rafael. Recordé este incidente de inmediato, pero sin asociarlo con su hermano, de quien
apenas tenía noticias; sólo había visto su escultura en el patio de La Esmeralda.
Naturalmente le pregunté por qué decía que yo debía ayudarlo. Me dijo: “Usted es la única que sabe
de pintura en México y yo soy muy buen pintor, necesito salirme de mi casa y pintar, pero requiero
de $400 al mes.”
“Si no es más que eso, aquí tiene los $400 y dígame cómo los va a distribuir.” Yo no había visto más
que aquel cuadro suyo, en La Esmeralda, que me había gustado. Me contó que por $200 le
alquilaban un cuarto donde podía vivir y pintar, en la calle de Naranjo, con una familia que tenía
casa de huéspedes. Con el resto del dinero compraría material para pintar.
…Cuando regresamos a la galería encontré a Antonio Rodríguez Luna esperándome con dos pinturas
de payasos. Rafael, al entrar a la oficina y ver esos cuadros me dijo: “Yo puedo hacer payasos mucho
mejores”, sin darse cuenta de que el autor estaba allí. Pero aun después de que los presenté y le
expliqué a Luna que se trataba de un pintor joven. Rafael no se amilanó y dijo: “Dentro de quince
días le voy a traer otros quince cuadros de payasos.” Esa misma contestación es la que he recibido
cada vez que le pido una pintura. “¿Cuántas dice que quiere Inesita?” y al contestarle yo: “Unas diez
o doce”, siempre responde con otra pregunta: “¿Tan pocas? No; en dos meses le traigo cuarenta.”
Curiosamente así lo hace. Desde esa primera etapa, tan joven, ha trabajado por rachas; algunas
duran de dos a cuatro meses, a veces hasta medio año. Pinta como desaforado, desde las once de la
mañana, casi sin darse tiempo para comer y cenar y quedándose en vela muchas noches, hasta las
cuatro de la madrugada.
34
Amor, “Una mujer en el arte mexicano” 205-206.
24
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