Índice Presentación Reseña biográfica La pintura para Rafael Coronel De lo mexicano sin atributos al realismo Ejes temáticos Anexos 3 4 5 9 16 22 2 Presentación El Museo de Arte Contemporáneo presenta “Retrofutura. Rafael Coronel”, exposición que brinda un recorrido por los 60 años de producción plástica del prolífico artista zacatecano Rafael Coronel. A través de las cinco salas se exponen obras que van desde la pintura mexicanista de mediados del siglo XX hasta su actual realismo inspirado en el barroco. La presente muestra conforma una visión de la vigorosa producción de Rafael Coronel, desde su más temprana producción hasta la más reciente en donde apunta hacia nuevos horizontes que el artista empieza a recorrer en su desarrollo creativo que se encuentra lejos de concluir. La exposición organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo del Palacio de Bellas Artes ha sido presentada anteriormente en el Ex Templo de San Agustín, Zacatecas y el Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí. Ofrece una mirada sobre los temas recurrentes de su obra, los personajes urbanos, el lado decadente de la sociedad, el retrato matizado por los claroscuros, reflejando una visión del México de los últimos años así como de la psicología profunda de los personajes representados. Nombre de la exposición: Retrofutura. Rafael Coronel. Organizadores: Instituto Nacional de Bellas Artes y Museo del Palacio de Bellas Artes. Localización: Salas 6 a 11 | Planta alta. Duración: Del 20 de septiembre de 2012 al 13 de enero de 2013. Curaduría: Juan Rafael Coronel Rivera. Cantidad de obras: 94 Perro. 1973 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Tipo de obra: Pintura, dibujo y escultura. Colección particular 3 Reseña biográfica Rafael Coronel Arroyo Nace en 1931 en la ciudad de Zacatecas. En 1951, se muda a la ciudad de México en donde gana el Concurso de Artes Plásticas del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana con su obra Mujer de Jerez, 1952. El premio consistió en un diploma y una beca mensual con la condición de entrar a estudiar en la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda, la cual abandonó a los pocos meses para continuar su formación de manera autodidacta. En 1953, pasó a formar parte de la Galería de Arte Mexicano dirigida por Inés Amor y en 1959, a los 28 años de edad, realizó su primera exposición en el Palacio Nacional de Bellas Artes. En 1975, fue ganador de primer lugar en la Bienal de Tokio. A lo largo de su trayectoria ha participado en más de 100 exposiciones colectivas y 50 exposiciones individuales tanto a nivel nacional como internacional. Algunos de los espacios más importantes en los que ha expuesto son la Bienal de San Paulo, Brasil; el Castello Sforsesco en Milán, Italia; el Museo Real de Arte de Bruselas, Bélgica; el Museo de Arte Moderno de Nueva York en Estados Unidos, y en el Palacio Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Moderno en México. Ha recibido diversas condecoraciones y reconocimientos entre ellas la de Hijo predilecto del estado de Zacatecas “por la importancia pictórica que su obra implica para la cultura nacional y universal.” Desde 1994, es miembro de la Academia de Artes y, desde 1995, es Creador Emérito por parte del Sistema Nacional de Creadores del FONCA. Empedernido coleccionista de máscaras, en 1990 se creó el Museo Rafael Coronel en el Ex Convento de San Francisco en su ciudad natal, la cual alberga las más de 10 mil máscaras coleccionadas por el artista. Actualmente vive y trabaja en la ciudad de Cuernavaca en la que radica desde 1981. Juan Rafael Coronel Rivera (Curador) Nacido en 1961, hijo de Rafael Coronel y Ruth Rivera, ha trabajado como editor para las revistas Punto Cero en Literatura, El Faro y M’hija. En 1987, fundó Kahlo-Coronel Fotogalería, la primera galería fotográfica en México. Cuenta con una colección de cerámica popular mexicana de más de 15,000 piezas. Ha escrito en 71 publicaciones y curado más de 100 exhibiciones en diversos espacios. 4 La pintura para Rafael Coronel “Las cosas no pueden ser de otra manera. Uno es como es y ama lo que ama. Me gustan los mercados, los salones de baile, las plazas públicas De vuelta de esos sitios puedo instalarme otra vez en este espacio donde trabajo y deseo: contar con el tiempo necesario para seguir pintando. Este impulso, esta avidez, me da conciencia de que soy simple, inevitablemente, pintor.” -Rafael Coronel-1 Si bien la carrera de Rafael Coronel lleva poco más de 60 años en un Pedro Coronel inicio el pintor zacatecano fue escéptico respecto a la posibilidad de vivir a partir de la pintura. Hermano menor de Pedro Coronel, Nació en Zacatecas en Rafael fue testigo de un periodo económico difícil por el que pasó su 1923 y murió en 1985. Fue hermano al momento de entrar a estudiar pintura en la ciudad de pintor, escultor y México. Menciona Rafael Coronel que “…en aquel tiempo los dibujante dentro de la pintores jóvenes no comían de la pintura; ni los viejos, que además corriente abstracta. Se le de pintar tenían que dar clases en las academias.” En vez de eso, y relaciona con la como muchos otros jóvenes deseaba ser futbolista ya que “… creía generación de La Ruptura que el arte no daba para comer, pensaba que la pintura se hacía al igual que a su hermano. como complemento de cualquier profesión, no tenía idea de que existían pintores profesionales.”2 Cuando Rafael Coronel llegó a la ciudad de México lo había hecho con la intención de convertirse en arquitecto, lo cual había prometido a su padre. Sus planes cambiaron radicalmente con el premio que ganó con la obra Mujer de Jerez, 1952, el cual lo llevó a entrar a la Escuela de Pintura y Escultura La Esmeralda, condición para recibir la beca mensual a la que se hizo acreedor. Esto también significó su entrada al mundo del arte mexicano. A menos de un año de haber entrado a La Esmeralda dejó las clases por desavenencias con su maestro Orozco Romero, quien fue maestro de otros artistas como Lilia Carrillo y Rodolfo Nieto,3 por lo que perdió la beca con la que se mantenía. Esta situación lo llevó a desarrollarse como pintor autodidacta. Una vez fuera de La Esmeralda tuvo la ayuda y el apoyo de la galerista Inés Amor: 1 Cristina Pacheco. “Mis manos son mis alas” en La luz de México. (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2005), 162 en http://books.google.com.mx/books?id=ADPlxY0DFDgC&pg=PA149&lpg=PA149&dq=rafael+coronel&source=bl&ots=2feCcSeTu&sig=eka58Dv6VDZtyG_qn5Zlh5P8hlM&hl=es&redir_esc=y#v=onepage&q=rafael%20coronel&f=false 2 Mónica Mateos. Babab, "Rafael Coronel, un géiser en plena actividad." Última modificación 2000. Revisado septiembre 3 de 2012 en http://www.babab.com/no02/rafael_coronel.htm. 3 Rafael Vargas. “Los años de formación” en Rafael Coronel Retrofutura (Ciudad de México: Instituto Nacional de Bellas Artes, Talamonte editores, 2010), 53. 5 “Recuerdo los brincos de cuatro en cuatro escalones con que subió Rafael Coronel a mi despacho, sin detenerse a tomar aliento, sin anunciarse, sin siquiera decir soy fulano de tal. Entrando me espetó está frase: ‘Doña Inés, usted tiene que ayudarme’. Cuando le pregunté qué pensión tenía para vivir mensualmente, ‘Cuatrocientos pesos’ fue la respuesta. ‘¿Su nombre?’, Rafael Coronel. Unas semanas antes yo había visto su obra en La Esmeralda, invitada precisamente por Carlos Orozco Romero.”4 El apoyo de Inés Amor le permitió rentar un cuarto, dejar de Inés Amor preocuparse por su sustento y dedicarse exclusivamente a pintar lo que a la larga le permitió consolidarse y madurar como pintor. Fundadora de la Galería de Arte Probablemente, debido a su corta estadía en La Esmeralda y su posterior Mexicano en la Ciudad autoformación es que Coronel realiza su pintura a partir del instinto y el de México, junto con primer impulso, por encima de lo que se puede aprender en la su hermana, en 1935. 5 academia. Para Coronel, las experiencias pasadas tienen un valor menor Fue una figura clave que el instinto del momento al realizar una pintura. Una consecuencia de en la consolidación esta postura es que su pintura se nutre de las decisiones que se hacen en del arte mexicano en el momento, en la ejecución de cada cuadro, más allá de las experiencias el siglo XX al exponer previas que haya tenido. Con ello, la creación de cada pintura se a importantes artistas convierte en una experiencia nueva que se ancla a las circunstancias de mexicanos como cada caso y no a un modelo inmutable a partir del cual se realizarían Diego Rivera y Rufino todas las obras. Tamayo entre otros. Como parte de su maduración pictórica, fue adquiriendo un manejo y conocimiento mayor de diversas técnicas. En un principio comenzó con encáusticas sobre papel que seguramente aprendió a realizar en La Esmeralda y posteriormente hizo una gran cantidad de dibujos con tinta de imprenta sobre papel marquilla, con los cuales se montó su primera exposición en la Galería de Arte 6 Mexicano, para después usar otros materiales como lápiz, acuarela o acrílicos. Una muestra de los dibujos de Coronel se encuentra en la Sala 11 de esta exposición. Posteriormente comenzó a pintar al óleo, lo cual, según Inés Amor, le costó trabajo al no estar acostumbrado a pintar sobre tela. Su pasó al óleo se hizo más fácil con el masonite, una clase de conglomerado de madera, después del cual comenzó a pintar sobre tela. En el uso de este soporte 4 Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 149. Arturo Jímenez. "Volver al realismo marca la nueva época de la pintura mundial." La Jornada, sec. Cultura, Septiembre 15, 2011. http://www.jornada.unam.mx/2011/09/15/cultura/a04n1cul (revisado en agosto 20, 2012). 6 Inés Amor. Una mujer en el arte mexicano. Memorias de Inés Amor. (Ciudad de México: Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México: 2005), 206 en http://books.google.com.mx/books?id=ADPlxY0DFDgC&pg=PA149&lpg=PA149&dq=rafael+coronel&source=bl&ots=2feCcSeTu&sig=eka58Dv6VDZtyG_qn5Zlh5P8hlM&hl=es&redir_esc=y#v=onepage&q=rafael%20coronel&f=false 5 6 7 predominaban los fondos de tonos oscuros, con personajes que vestían en las mismas tonalidades. Con el tiempo se acostumbró a la tela grande y fue surgiendo una paleta de colores brillantes que se volverían característicos de una buena parte de su pintura. Pintor prolífico desde sus primeros años, realizaba grandes cantidades de pinturas por rachas de dos a seis meses, según el testimonio de Inés Amor, mismas en las que pintaba a lo largo de todo el día apenas haciendo pausas para comer y dormir. Esta abundante producción se vio reflejada en sus exposiciones. Inés Amor y otros personajes de la época llegaron a ver esta capacidad productiva de Coronel como una virtud y un defecto: “Durante estas etapas, dibuja mucho a la vez. Yo creo que lleva hechos miles de dibujos, en lápiz, acuarelados o coloreados con acrílicos… Pero allí está su peligro: en esa enorme facilidad que tiene para dibujar.” 8 A pesar de la gran cantidad de obras que ha realizado Coronel, el número es menor a la cantidad de pinturas que ha imaginado y llegado a albergar en su mente. El mismo reconoce los límites de su capacidad para pintar en dos formas. La primera respecto al tiempo limitado que tiene el artista para llevar a cabo todas las obras que proyecta. En segundo lugar, debido a los alcances de su técnica, el movimiento de sus manos realiza una obra distinta de la que había planeado originalmente. “En realidad –dice Coronel- uno jamás pinta lo que quiere, sino lo que puede.” 9 Retrato del cristiano, 1968 / Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Acervo del Museo de Arte Moderno, Conaculta/INBA 7 Amor, “Una mujer en el arte mexicano”, 207. Amor, “Una mujer en el arte mexicano”, 206. 9 Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 153. 8 7 El interés que ha manifestado Coronel por la pintura a lo largo toda su vida radica en lo que esta puede expresar mediante las capacidades estéticas, imposible de manifestar mediante otros medios de origen contemporáneo como el performance o la instalación. La postura del pintor zacatecano puede calificarse como tradicional, debido también a su confianza y la preponderancia que le da al aspecto plástico y estético de la obra por encima, por ejemplo, del concepto como sucede comúnmente en el mundo del arte contemporáneo. Coronel pinta personajes y es justamente el retrato, la expresión que ha tenido mayor importancia en su carrera, “…por lo que expresa estéticamente, por su posición (del personaje), por el claroscuro, por la diferencia que hay entre ella y usted. Uno siempre toma personajes que tienen un modo de moverse diferente y eso es lo importante.”10 La vida de Coronel gira en torno a la pintura, a la que le puede dedicar hasta 15 o 20 horas en su casa en Cuernavaca, tal como lo hacía cuando era joven. Irónicamente para alguien quien en su juventud no creía que se pudiera vivir realizando obras de arte, es esta la actividad que le da vitalidad: “Lo importante de Coronel –dice sobre él mismo- es el hecho de estar pintando. Ese es el meollo de mi vida, la pintura, no existe nada más. Claro, uno tiene necesidades, como comer. Pero lo vital para que para que pueda circular la sangre, es ponerse a pintar.” 11 10 11 Jiménez, “Volver al realismo” Jiménez, “Volver al realismo” 8 De lo mexicano sin atributos al realismo “Ya volví a los personajes populares, a seguir no la tradición mexicana sino la tradición figurativa universal. ¡Ahora todos los pintores nuevos, la nueva época de la pintura en el mundo, es una vuelta al realismo! La pintura abstracta, el arte contemporáneo, las instalaciones, eso ya está desapareciendo. Fue un fiasco, hubo algunos artistas que no lo eran, pero decían que eran.” -Rafael Coronel-12 A nivel nacional e internacional los últimos 60 años han traído consigo diversos cambios en la pintura. Coronel ha sido tanto partícipe como receptor de los mismos, su obra atestigua el movimiento que se ha dado a nivel nacional desde los últimos años de la pintura nacionalista hasta la actualidad pictórica que abreva de múltiples estilos y momentos de la historia del arte. La obra de Coronel presenta diversas facetas en las cuales se pueden detectar temas recurrentes que han sido tratados desde múltiples perspectivas pictóricas. Escuela Mexicana de Pintura En el inicio de la carrera de Coronel en la década de 1950 la Escuela Mexicana de Pintura continuaba teniendo un gran peso en el ámbito de las artes mexicanas. Las pinturas realizadas bajo los ideales de este Conjunto de artistas “movimiento” tenían un carácter nacionalista, en donde consciente o que liderados por inconscientemente se estaba creando una imagen de la identidad del Rivera, Siqueiros y mexicano posterior a la Revolución mexicana. Orozco cuya pintura tenían un carácter didáctico, nacionalista y social. Su principal formato fue el mural que podía ser visto por una gran cantidad de personas. Si bien el arte de carácter nacionalista había comenzado a gestarse desde finales del siglo XIX durante el Porfiriato, siendo un ejemplo el monumento a Cuauhtémoc en el Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, el arte nacionalista alcanzó su máxima expresión gracias al proyecto de construcción cultural de José Vasconcelos que impulsó desde la Secretaria de Educación a inicios de la década de 1920. Vasconcelos retomó el proyecto de una pintura nacionalista dando la oportunidad a varios artistas de realizar murales en edificios públicos. Las obras más representativas fueron los murales realizados por Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco que presentaban un estilo que rompía con la tradición formada en la Academia de San Carlos en el siglo XIX y se alimentaba de las tendencias vanguardistas del arte moderno al mismo tiempo que realizaba una representación de lo mexicano centrándose en las clases populares, la historia mexicana y sus rasgos indígenas. Los murales eran realizados como un medio educativo, de concientización, para realizar un cambio político y social. 12 Jiménez, “Volver al realismo” 9 El muralismo de la Escuela Mexicana de Pintura creó una imagen del país y sus habitantes, lo que implicó su conversión en el principal referente a nivel internacional de un arte mexicano así como de la percepción que se tenía del país en aquel entonces. Este movimiento artístico se vio acompañado de un apoyo oficial por parte del Estado mexicano pos-revolucionario lo cual eclipsó en muchas ocasiones las diferencias internas hacia el interior del “movimiento”, así como la existencia de artistas que realizaban su producción artística con lenguajes que resaltan lo poético por encima del 13 comentario social aunque no por ello dejaban de tener implicaciones sociopolíticas. Algunos de los artistas que realizaron obras con una temática distinta a la nacionalista fueron María Izquierdo, Orozco Romero, Rufino Tamayo, así como las surrealistas Leonora Carrington y Remedios Varo, entre otros. La Ruptura Rafael Coronel, en conjunto con otros artistas, fue parte de La Ruptura, una generación de artistas que nunca se articuló como un movimiento Término acuñado por definido ni con un proyecto pero que implicaron un cambio respecto al Octavio Paz para arte que venía haciéndose bajo los postulados de la Escuela Mexicana de referirse a Rufino Pintura. Algunos de los artistas que se pueden nombrar como parte de Tamayo y Carlos esta generación son José Luis Cuevas, Pedro y Rafael Coronel, Ricardo Mérida por sus Martínez, Vicente Rojo, Francisco Toledo, Lilia Carrillo, Mathías Goeritz y diferencias con la Gunther Gerzo. El paso de aquel primer momento del arte mexicano del pintura nacionalista. siglo XX a este segundo no fue un quiebre radical sino, más bien, una Desde 1988 con la transición a partir de cambios y transformaciones de diversos alcances.14 exposición: La Ruptura 1952-1965 se comenzó a aplicar a toda una generación de artistas nacidos alrededor de la década de 1930. La misma pintura de Coronel ejemplifica este paso de una pintura nacionalista a una preocupada por cuestiones expresivas. Las primeras obras de Coronel se encuentran dentro de ciertos parámetros de la Escuela Mexicana de Pintura. Las pinturas de esta época, entre las que podemos encontrar su obra Mujer de Jerez, 1952, y Fuego, ca. 1955, muestran un paisaje mexicano seco y terroso, con tonos cafés con figuras que carecen de rasgos propios. Coronel plantea este periodo de su obra como una búsqueda de representar al mexicano, o al latinoamericano en su ser pero sin ningún adorno: “…mostrar al ser humano latinoamericano sin ponerle adornos como Diego Rivera, que le ponía alcatraces, o David Alfaro Siqueiros banderas, y José Clemente Orozco llamas. Cuando dejas la pintura sola es cuando llegas al énfasis humano más alto, a la representación más 13 Ana María Torres, "¿Ruptura?," Discurso Visual (2004), en http://discursovisual.cenart.gob.mx/anteriores/dvwebne01/agora/agotorres.htm (revisado en septiembre 3 de 2012). 14 Torres, “¿Ruptura?” 10 pura del hombre, como los retratos de Rembrandt, que no tienen más que luz y un poco de sombra…”15 La representación del mexicano sin ningún adorno, como ser humano más allá de sus determinaciones espaciales y temporales es una de las características de La Ruptura, una búsqueda de valores estéticos que sobrepasen los límites nacionales. El camino que muestra la obra de Coronel en esta etapa es la de una búsqueda del ser humano más allá de sus accidentes, en una tendencia que se dirige hacia el universalismo de las representaciones y del estilo pictórico. Fuego, ca. 1955 /Rafael Coronel / Óleo sobre masonite. Colección Juan Álvarez Una segunda etapa en la pintura de Coronel comenzó con su pintura de corte totalmente abstracto, en la cual mantuvo una tendencia a realizar retratos, misma que nunca se ha perdido a lo largo de toda su carrera. Esta etapa coincide con la presencia cada vez más evidente de artistas mexicanos y extranjeros que dejan de reproducir totalmente los cánones de la pintura nacionalista de la Escuela Mexicana de Pintura y se alimentan de las corrientes internacionales de arte. La pintura abstracta de Coronel entra en dialogo con diversas corrientes pictóricas que se habían generado desde antes de la II Guerra Mundial y especialmente después de esta, cuando el nuevo centro del arte mundial pasa a ser Nueva York en sustitución de París. Dentro de la abstracción las 15 Mateos, “Rafael Coronel, un géiser”. 11 se pueden apreciar diversas tendencias en las que se lleva la pintura a sus elementos más simples: el color o la forma pura, línea y figuras geométricas. A través de estos elementos y su estructuración Coronel pasa a representar la realidad. A diferencia del formalismo de varios artistas abstractos clásicos, en donde solo se aprecian colores básicos o líneas horizontales y rectas verticales, el abstraccionismo de Coronel tiene algo también del expresionismo; la propuesta de convertir la obra pictórica en una expresión de la vida interior del artista. Al combinar ambos elementos las obras de Coronel ofrecen retratos y autorretratos que se componen de los elementos más sencillos de la producción pictórica pero que en vez de elementos mostrarse aislados como permiten expresar sensaciones. Los cuadros abstractos de Coronel tienen la característica de mantener la textura que se hacía Luis Cardoza y Aragón, 1959 /Rafael Coronel/ Mixta sobre cartulina Fondo Patrimonial en Beneficio de El Colegio de México, A.C. presente en sus primeras obras, una textura terrosa que fue dejando a un lado conforme se fue naturalizando con otros soportes y técnicas hasta llegar a los cuadros actuales donde predominan fondos casi homogéneos y “los lienzos son suaves.” 16 La pintura de Coronel fue dejando la abstracción y reencontrando la figura humana en una posición más figurativa, en una representación más cercana a nuestra percepción de la realidad, después de un viaje por el mundo: “Vi infinidad de salones, museos, galerías. Descubrí que sus bodegas estaban repletas de pinturas abstractas que ya a nadie le interesaban en Europa. Llegué a la conclusión de que en América estábamos retrasados y equivocados al insistir en el abstraccionismo.”17 16 Mateos, “Rafael Coronel, un géiser”. 12 Nueva Presencia El reencuentro de Coronel con la con la figura humana después de la abstracción lo llevó a una tercera etapa dentro de su producción Movimiento de arte en artística en la que la representación figurativa de la misma volvió a México que surgió por la tomar un papel predominante. Durante un periodo, sin embargo, iniciativa de Arnold Belkin y sus personajes no eran una representación fiel de la realidad, Francisco Icaza de 1961 a algunos rasgos rompen con el continuo de nuestras percepciones y 1963. Su objetivo era presentan deformaciones y quiebres. A inicios de la década de promover la figuración en la 1960, Coronel también participó en una exposición del movimiento pintura frente a la Nueva Presencia, al cual, sin embargo, no perteneció abstracción. formalmente. Durante este 18 período de producción pictórica la pintura de Coronel tiene una serie de características muy particulares sobre las cuales habló el escritor Sergio Pitol: “Los rostros, los cuerpos, saltaban al espectador para increparlo con los visajes de la locura o la desesperación, para echarle en cara su orfandad, su condición de gente puesta al margen por la máquina y por quienes 19 manejan la maquina.” Los rostros remiten a nuestra percepción de la realidad pero no de manera Retrato, 1972 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Colección particular 17 Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 157 Luis Carlos Emerich. “Al paso de los años” en Rafael Coronel Retrofutura (Ciudad de México: Instituto Nacional de Bellas Artes, Talamontes editores: 2010), 25. 19 Sergio Pitol. , “Los sueños antiguos de Rafael Coronel” en Rafael Coronel Retrofutura (Ciudad de México: Instituto Nacional de Bellas Artes, Talamontes editores: 2010), 249. 18 13 cabal, con lo que resalta el trasfondo social de los personajes retratados, procedentes cada uno de distintos estratos sociales. La etapa más reciente de Coronel se traduce en una figuración de corte realista inspirada en el barroco que se alimenta de la admiración e influencia de grandes pintores como Rembrandt, Vermeer, Ucello y Caravaggio.20 La pintura de Rafael Coronel sigue mostrando los grandes fondos monocromáticos pero con una textura totalmente distinta a la que habían ostentado en un primer momento. Coronel a inicios del siglo XXI decía sobre sí mismo: “Es que soy un pintor del siglo XIX. Siento como si tuviera miles de años, ¿no te parece que soy bastante viejo? Con esa idea pinto. Ahora estoy trabajando en una serie acerca de los danzantes zacatecanos, que se visten de "tastoanes" -que significa cuidadores del tiempo-; pero quiero pintar al danzante cuando no está bailando, sino cuando está sentado y tiene su máscara tumbada en el suelo, aguardando.”21 La troupe de Anton, s/f / Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Colección particular 20 21 Emerich, “Al paso de los años”, 26. Mateos, “Rafael Coronel, un géiser”. 14 Este “regreso” a fuentes clásicas de la pintura plantea una pintura de corte clásico en la que el personaje sigue ocupando un lugar central manteniendo así una de las constantes de su obra. La figuración de esta época es también un rompimiento con la idea de un desarrollo progresivo del arte, y una nueva puesta en perspectiva de todos los estilos anteriores, ostenta un uso profundo e importante del manejo de la luz que se traduce en una mayor tensión en sus obras. La perspectiva que ofrece Coronel a través de su producción artística permite observar un desarrollo de la pintura mexicana e internacional en donde actualmente no impera ningún estilo, al contrario, se conjunta la más amplia diversidad de los mismos, provenientes de diversos contextos y tiempos históricos. Para Coronel, la pintura sigue siendo el medio por excelencia para expresarse. Respecto al panorama del arte mexicano el pintor mostraba hace cerca de 30 años una perspectiva positiva del arte mexicano en una de sus características principales, una diversidad estilística que brinda múltiples posibilidades como su misma producción muestra: “Es cierto que no somos el país más avanzado tecnológicamente; sin embargo, hoy la pintura mexicana sigue siendo una de las más importantes del mundo. Lo que hacen nuestros jóvenes artistas es tan bueno como lo que dejaron los muralistas, pero además tenemos una ventaja: la diversidad de estilos. Así que en este país, si por algo hay que lamentarse, no es por el destino del arte.”22 22 Pacheco, “Mis manos son mis alas”,153-154. 15 Ejes temáticos “Cuando un cuadro tiene un buen tema, lo conmueve a uno. Cuando son temas superficiales y ridículos, como un discurso, tomamos medidas precautorias.” 23 -Rafael Coronel- Lo femenino: belleza, luz, colores y formas La presencia de figuras femeninas no es fortuita en la obra de Rafael Coronel. Fue esta la que le sirvió de entrada al mundo de la pintura, la forma, el color y la luz, elementos fundamentales para la producción pictórica y mediante ella, al arte y la belleza. “De todas las imágenes que he visto, de todos los recuerdos que conservo, hay uno central en mi vida: el cuerpo de una niña bañándose desnuda en el río. Yo era entonces un adolescente y nunca había sentido la emoción de otra desnudez que no fuese la mía. Cuando miré a la niña descubrí todo: la forma, el color, la luz, la ternura, las curvas suaves, la magia de la piel. En ese cuerpo descubrí mucho más: la belleza, el arte.”24 El tastoán y la niña de Jerez (Detalle), 1998 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Museo Rafael Coronel 23 24 Jiménez, “Volver al realismo” Pacheco, “Mis manos son mis alas”,160 16 El manejo de la forma, la luz y el color en la pintura ha sido en miras a lograr los efectos ópticos necesarios para producir la apariencia de volumen en una superficie plana, lo que nos acerca en mayor o menor medida a los ideales de belleza de cada momento histórico, o en su caso, a aquello que el artista busca transmitir. Color. El ojo humano puede percibir cierto espectro de luz dentro del cual los distintos grados nos van dando los colores. En la pintura los colores han sido obtenidos de diversos medios, pigmentos de origen animal, vegetal, mineral o más recientemente artificiales. El manejo de saturación de los colores permite la creación del efecto de mayor o menor luminosidad. Forma. A partir de las líneas, la cual se puede definir como un conjunto de puntos que se suceden unos a otros, se crean las diversas formas que se utilizan para crear las figuras dentro de las obras de arte. A partir del Renacimiento, la pintura de Occidente busca reproducir la realidad lo más fiel posible, para ello el espacio bidimensional del lienzo tenía que crear el efecto de un espacio tridimensional. A su vez, diversos elementos pictóricos permiten crear el efecto de dinamismo a partir de la posición que ocupan dentro del cuadro. Volumen. La apariencia de volumen se puede crear ya sea mediante el uso de diversos tonos de un mismo color, de uno más claro a otro más profundo, sobre una figura plana, como mediante la creación de contornos tridimensionales con líneas. Estos recursos pueden ser vistos en las obras de Coronel. En su periodo abstracto se puede ver el uso puro de las figuras geométricas mientras que, a lo largo de toda su carrera, se puede observar n el uso de un mismo color al fondo cuya tonalidad va cambiando, creando con ello diversas texturas. Estos elementos, los más básicos si se trata de analizar una pintura, abren una puerta hacia el mundo del arte, y en la postura de Coronel a la belleza que se puede encontrar en él. Los personajes urbanos Uno de los principales aspectos de la obra pictórica de Coronel es que está sirve como un espejo de la realidad social mexicana. Sus personajes provienen de las zonas marginales de la sociedad mexicano pero en ningún momento dejan de ser parte de ella. Menciona Juan Rafael Coronel en una entrevista: “Al inscribirlos en este marco logra presentarnos todo un panorama de la segunda mitad 17 del siglo XX y lo que va del XXI, de cómo se ha conformado la sociedad mexicana, de personajes que no se veían mucho dentro de la pintura, como las prostitutas, los teporochos.” 25 Este lado de la sociedad mexicana viene a ser representada por Coronel después de su observación de los mismos personajes en sus recorridos por diversos lugares como son los mercados y algunas calles de la Ciudad de México. Sin embargo, como menciona Sergio Pitol, no solo presenta los personajes olvidados en las partes oscuras de la ciudad, también seres decadentes que provienen de cualquier estrato social. 26 Sí bien las pinturas de Coronel pueden romper con los esquemas tradicionales de belleza, así como varios cánones modernos de la misma, él concibe su actividad pictórica encaminada a revelar la belleza. Menciona Coronel: “Descubrir la belleza me despertó una serie de apetitos. Quise poseerla, desentrañar su misterio, fijarla, recuperarla. No me resultó difícil porque un artista puede encontrar la belleza en todas partes, en el rostro descompuesto, en el paisaje más árido y desolado… Entonces la realidad que pinta sólo se parece pero no es la vida. ¿Qué es la vida? Un caos que el artista Loco, s/f /Rafael Coronel/ Mixta sobre cartulina Colección Ernesto Arnoux ordena.”27 De esta manera, Coronel invita a mirar en lugares inesperados, en donde su actividad creativa como artista lleva al espectador a tener una mirada distinta de aquello que nos rodea. Esta mirada amplia sobre el arte y la realidad invita a repensar también lo bello y lo feo tanto en nuestro entorno como en la pintura y el resto de las artes. 25 Jacquelin, Ramos. "Rafael Coronel es el pintor de una sociedad decadente." Siempre, Octubre 9, 2011 en http://www.siempre.com.mx/2011/10/rafael-coronel-es-el-pintor-de-una-sociedad-decadente/ (revisado en Septiembre 3, 2012). 26 Pitol, “Los sueños antiguos”, 249. 27 Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 160. 18 Las máscaras La fascinación de Coronel se remonta a la colección de máscaras que ha ido armando a lo largo de su vida. El Museo Rafael Coronel en la ciudad de Zacatecas, ubicado en el antiguo convento de San Agustín, alberga su colección de máscaras, considerada la más grande del mundo, la cual incluye numerosas máscaras usadas a lo largo de todo México para bailes y diversas representaciones teatrales tradicionales. Sus pinturas muestran el momento de descanso del danzante, lo cual resalta el papel que juega el personaje dentro de una puesta en escena. La máscara confiere su lugar a la persona y establece su relación con los otros personajes que se encuentran en el espacio del baile. La máscara dota de identidad al personaje tanto en su rostro como en su voz, que en tiempos antiguos era amplificada por esta. El tastoán y la niña de Jerez (Detalle), 1998 /Rafael Coronel/ Acrílico sobre tela Museo Rafael Coronel La incursión de Coronel en el uso de las máscaras tiene como principal marca su idea de lo que estas representan para los mexicanos: “…es el objeto más importante de nuestra cultura y siempre está relacionado con las festividades religiosas y los ritos. La máscara es un elemento vital para el mexicano. Protege su deseo, su ambición, su sueño de ser otro, de convertirse en personaje -¿su personaje?” 28 28 Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 157. 19 En una gran cantidad de pinturas de Rafael Coronel podemos encontrar a personajes usando una máscara que no es más que la expresión del mismo personaje, un rostro con una única expresión. Los personajes normalmente no usan su máscara sino que se encuentran descansando, fuera de su representación o de su baile, las cuales en la tradición mexicana normalmente recrean luchas entre el bien y el mal, entre moros y cristianos o entre españoles e indígenas.29 El uso de sus máscaras en los personajes dota de un gran dinamismo a la obra permitiendo observar la interacción entre ellos e invitándonos a imaginar la función que cada uno de ellos cumple dentro de la escena. El retorno al barroco: el claroscuro El interés de Coronel por la pintura clásica se puede ver en sus consideraciones sobre el arte, por ejemplo el arte colonial: “Lo que más me interesa del arte colonial es su monumentalidad y desde luego el proceso para alcanzarla. Por eso me interesa mucho ver el tránsito del arte pagano hacia el arte cristiano. La mezcla de esas expresiones dio como resultado obras formidables: los templos, las grandes construcciones religiosas, por ejemplo.” 30 El sentido del arte en este caso es otro, se desprende de cualquier consideración contemporánea y se acerca a lo clásico. Ya en su viaje por el mundo, en el que se desencantó de la pintura abstracta, había dicho que era necesario un regreso a los principios en la pintura, mismo punto al que él ha llegado en la actualidad con una pintura figurativa de corte realista que hace énfasis en la psicología de sus personajes. La figura humana, tal como se nos muestra a través de nuestros sentidos, es recobrada por Coronel haciendo énfasis en el ser humano y en cada una de sus partes a la manera de pintores clásicos que el mismo admira y que retrata en sus obras. Para Coronel su pintura se realiza actualmente bajo la siguiente lógica: “¿Cómo dejar constancia del arte del siglo XX prescindiendo de la figura humana? Imposible. Por eso volví a las raíces: la mano, los ojos, el hombro… Esta búsqueda y este reencuentro con la figura humana simbolizan también el intento de todos por rescatar a la naturaleza y devolverle, en lo posible, parte de lo mucho que le hemos quitado.”31 Las influencias que muestra Coronel provienen de Rembrandt y Caravaggio y quedan manifiestas en la creación de una atmósfera contrastante en donde solo se distingue la figura humana en un fondo totalmente oscuro lo cual dota a las obras de un gran dramatismo propio de la pintura barroca. “Es 29 Emerich, “Al paso de los años”, 30. Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 153. 31 Pacheco, “Mis manos son mis alas”, 157. 30 20 el claroscuro, es la profundidad de la oscuridad y la luminosidad del medio ambiente en que vivimos. Nosotros siempre estamos a la orden de la luz o de la oscuridad. El término medio como que disuelve mucho el tema. Por eso los expresionistas siempre se iban hacia lo oscuro y los impresionistas, hacia la luz” 32 La luna, 1958 /Rafael Coronel/ Mixta sobre cartulina Colección particular 32 Jiménez, “Volver al realismo”. 21 Anexos Fragmento de “Mis manos son mis alas” Entrevista de 33 Cristina Pacheco a Rafael Coronel Batman y los pájaros “Me gusta apropiarme de las máscaras que veo. Muchas son pavorosas y francamente feas. Hay otras que expresan el grado en que se van contaminando o desvirtuando nuestra cultura, nuestro pueblo. Acabo de encontrar unas máscaras indígenas donde se copia la figura de Batman: el hombre murciélago. No necesito explicar lo que esto significa en cuanto a los grados de penetración cultural que padecemos. “Si un día decidiera ponerme una máscara, creo que elegiría la de un pájaro. Con ella puesta iba a creerme ave y quizá mirar el mundo como lo ven los pájaros: desde arriba, desde la totalidad. Imagínate que si fuera pájaro podría tener una visión completa de la superficie donde vivo: un mar de hojas donde navego, donde me dejo arrastrar, donde me pierdo.” Vivir para pintar “Pero no soy un pájaro. Tengo que reconocerme nada más como un hombre que vive para pintar. Mis sueños son más grandes que mis realidades. Así, debo conformarme con lo que pueda pintar según la velocidad y las habilidades de mi mano. Hablo de mi mano derecha. Ella me hace pintor, ellas es la única defensa que tengo para vivir, ella me protege de la inercia. “¿Y mi mano izquierda? La descubrí, como tantas otras cosas, a través del dolor. Ocurrió lo siguiente: me accidenté y me lastimé la mano derecha. Al verme imposibilitado de tomar el pincel, me di cuenta de que también tenía mano izquierda –por desgracia, inútil para mí en cuanto a que no estaba ejercitada en el arte-. Sentí rabia contra ella; llegué a pensar que me sobraba. “Fue terrible aquella época en que mi mano quedó inmóvil. Me pareció que el mundo se silenciaba para mí pues no era capaz de captar sus mensajes. Entonces me vi obligado a reconsiderar a mi mano izquierda. De hecho la descubrí como un elemento de mi cuerpo, como una asistente silenciosa, como un testigo fiel, como una sombra de mi pintura, como un transmisor de maravillosas respuestas apenas murmuradas. 33 Pacheco, “Mis manos son mis alas” 158-160. 22 “El dolor y la limitación temporal de la mano derecha me dieron conciencia de la mano izquierda. Fui un ser completo. Entendí que mis manos son mis alas. Con ellas imagino y pinto, pero también golpeo y acaricio. Me gusta acariciar las obras de arte porque así las poseo. Jamás acaricio un cuadro pintado por mí. En cuanto lo termino empiezo a odiarlo. “Nunca había pensado en mis manos. Ahora me doy cuenta de que me sirven para muchas cosas importante: para tomar un libro, para escribir, para trabajar, para hacer dichosa una mujer.” Memoria y olvido “Las manos también me sirven para escapar momentáneamente del mundo. Cuando me pesa, cuando me vuelve intolerable a causa de tantas injusticias, me cubro los ojos con las manos. Momentáneamente consigo que desaparezca la realidad, pero no la olvido. En cambio, hay ciertas cosas que sí he olvidado –procuro hacerlo-: que pasan los días, que tengo un cuerpo, que hay límites de tiempo. También olvido que es un deber olvidar.” 23 Fragmento de “Una mujer en el arte mexicano. Memorias de Inés Amor” 34 Creo que Rafael Coronel debe tener cuarenta y dos o cuarenta y cuatro años. Está conmigo desde hace más de veinte. Cuando subió a zancadas la escalera de la galería y sin anunciarse irrumpió en mi oficina a la voz “Doña Inés, usted tiene que ayudarme”, me quedé asombrada, como es natural; pero le dije: “Está bien, pero siéntese usted, vamos a hablar.” Al saber su nombre recordé que Orozco Romero me había señalado en una ocasión la obra de un joven pintor de mucho talento; se trataba de Rafael. Recordé este incidente de inmediato, pero sin asociarlo con su hermano, de quien apenas tenía noticias; sólo había visto su escultura en el patio de La Esmeralda. Naturalmente le pregunté por qué decía que yo debía ayudarlo. Me dijo: “Usted es la única que sabe de pintura en México y yo soy muy buen pintor, necesito salirme de mi casa y pintar, pero requiero de $400 al mes.” “Si no es más que eso, aquí tiene los $400 y dígame cómo los va a distribuir.” Yo no había visto más que aquel cuadro suyo, en La Esmeralda, que me había gustado. Me contó que por $200 le alquilaban un cuarto donde podía vivir y pintar, en la calle de Naranjo, con una familia que tenía casa de huéspedes. Con el resto del dinero compraría material para pintar. …Cuando regresamos a la galería encontré a Antonio Rodríguez Luna esperándome con dos pinturas de payasos. Rafael, al entrar a la oficina y ver esos cuadros me dijo: “Yo puedo hacer payasos mucho mejores”, sin darse cuenta de que el autor estaba allí. Pero aun después de que los presenté y le expliqué a Luna que se trataba de un pintor joven. Rafael no se amilanó y dijo: “Dentro de quince días le voy a traer otros quince cuadros de payasos.” Esa misma contestación es la que he recibido cada vez que le pido una pintura. “¿Cuántas dice que quiere Inesita?” y al contestarle yo: “Unas diez o doce”, siempre responde con otra pregunta: “¿Tan pocas? No; en dos meses le traigo cuarenta.” Curiosamente así lo hace. Desde esa primera etapa, tan joven, ha trabajado por rachas; algunas duran de dos a cuatro meses, a veces hasta medio año. Pinta como desaforado, desde las once de la mañana, casi sin darse tiempo para comer y cenar y quedándose en vela muchas noches, hasta las cuatro de la madrugada. 34 Amor, “Una mujer en el arte mexicano” 205-206. 24