Módulo 1. Papel de la empresa en el desarrollo y en el

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Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación
Módulo 1. Papel de la empresa en el desarrollo y en el sistema internacional de cooperación
Preparado por: Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 ÍNDICE 1.
LA EMPRESA COMO ACTOR DE DESARROLLO Y COOPERACIÓN...................................3
1.1.
1.2.
1.3.
2.
LOS TERRITORIOS DE LA EMPRESA Y EL DESARROLLO.................................................18
2.1.
2.2.
2.3.
3.
INTRODUCCIÓN ...............................................................................................................................3
DESARROLLO HUMANO, DESARROLLO ECONÓMICO Y EMPRESA .....................................................5
POSICIÓN DEL SISTEMA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL RESPECTO AL SECTOR EMPRESARIAL 10
EL TERRITORIO DE LA RESPONSABILIDAD .....................................................................................19
EL TERRITORIO DEL CONTEXTO INSTITUCIONAL ...........................................................................23
EL TERRITORIO DE LA OPERACIÓN ................................................................................................25
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................28
2
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 1.
La empresa como actor de desarrollo y cooperación 1.1. Introducción Todos somos conscientes de los profundos cambios políticos, económicos y sociales de nuestro tiempo, que están modificando rápida y profundamente el escenario de las relaciones internacionales. Sin duda, dichos cambios tienen una influencia determinante en el sistema de cooperación, introduciendo nuevos condicionantes y posibilitando, al mismo tiempo, nuevas respuestas a los problemas de pobreza y exclusión. Aunque en este curso no se pretende realizar una revisión minuciosa de estas cuestiones, sí se considera adecuado empezar por enumerar algunos factores que ayudan a contextualizar el papel de la empresa en el desarrollo. Por una parte, el mundo en desarrollo es mucho más heterogéneo que hace sólo unos años. Entre los países menos adelantados ‐como lo son muchos de África subsahariana‐, y los países que ya han alcanzado los niveles de renta comparables con los de los países desarrollados ‐como algunos del sudeste asiático‐ existe una amplia variedad de países de renta media y media‐baja con necesidades e intereses dispares. A su vez, dentro de los países, incluso de aquellos cuyas economías crecen a unas tasas apreciables, la distribución de ingresos entre grupos sociales es cada vez más dispar, emergiendo la “desigualdad” como uno de los grandes temas a debate (PNUD, 2013; Stiglitz, 2012). Mientras una parte de la población empieza a disfrutar de un nivel de renta similar al de los países más avanzados econonómicamente, otra parte sigue condenada a vivir con inaceptables cotas de privación y vulnerabilidad. En definitiva, se está configurando una nueva geografía de la pobreza, tanto en lo que respecta a su distribución relativa entre países, como a su composición dentro de cada uno de ellos. Por otra parte, algunos países en desarrollo se han convertido en potencias regionales o globales, lo que provoca que el sistema internacional sea cada vez más multipolar y que los procesos de toma de decisiones para resolver los problemas globales, aquellos que traspasan las fronteras nacionales, sean más complejos y laboriosos. Así, China se convertirá a finales de 2014 en la primera potencia mundial en términos de producto interior bruto en paridad de poder adquisitivo, superando por primera vez a EEUU, y algunas potencias emergentes se están convirtiendo en polos dinamizadores del desarrollo de amplias regiones, con una influencia económica, política y comercial que explica, en buena medida, el crecimiento que en términos macroeconómicos están experimentando muchos países tradicionalmente receptores de ayuda (Alonso, 2012). La forma en que se financia el desarrollo también está cambiando. En las últimas dos décadas, los recursos destinados a los países en desarrollo a través de la inversión extranjera directa, la financiación privada o las remesas han sido mayores, y han crecido más rápido, que los flujos de AOD (ver Figura 1). Esto hace que se fije más la atención sobre estos flujos privados y se discuta sobre cómo aumentar el impacto de estos flujos en la reducción de la pobreza. 3
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 4
Desde que se celebró la cumbre mundial de financiación del desarrollo de Monterrey en 2002, la comunidad internacional ha sido muy activa en la búsqueda de fuentes de financiación innovadoras. Esta búsqueda se hace ahora más acuciante por la creciente necesidad de recursos que demanda la solución de problemas globales como, por ejemplo, el cambio climático; y también por las restricciones presupuestarias, dado que la fuerte crisis económica y financiera que desde 2008 sufren muchos países donantes está provocando una notable reducción de los presupuestos de Ayuda Oficial al Desarrollo. Según datos del Comité de Ayuda al Desarrollo (OCDE, 2014), aunque la ayuda oficial al desarrollo se ha estabilizado en 2013 en torno al 0,30% del PIB de los países donantes, frenando el descenso de los últimos años, dista mucho de las cantidades aportadas antes de la crisis. El caso español es paradigmático, ya que en 2013 dedicó el 0,16% del PIB, cuando en 2009 el porcentaje era del 0,47%. Figura 1. Flujos financieros hacia países en desarrollo, 1990 ‐ 2010 (millones de US$ corrientes) Fuente: Banco Mundial, Indicadores del desarrollo mundial. Citado por Alonso, 2012 En paralelo al debate sobre las fuentes de financiación, se ha ido produciendo otro sobre la eficacia de la ayuda, especialmente impulsado por la celebración de las cumbres de alto nivel sobre el tema (Roma 2002, París 2005, Accra 2008, Busán 2011, México 2014). Es interesante destacar algunos cambios ocurridos en la conferencia de Busán, ya que ha supuesto un punto de inflexión en algunas dinámicas. Por una parte, en Busán se reafirmaron los cinco principios de eficacia acordados en la Declaración de Paris, pero hubo que reconocer los pocos avances que se habían producido en los seis años transcurridos desde su aprobación. Por otra parte, el mayor peso que han adquirido los países donantes que están fuera del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, y el mayor peso de los países receptores de ayuda en las deliberaciones, ha provocado que la doctrina que ha ido elaborando el CAD en sus más Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 de cincuenta años de existencia tenga cada vez menos influencia. Por último, la mayor presencia de la sociedad civil y el sector empresarial ha forzado que se abra la agenda de la eficacia y que se haga un llamamiento al trabajo conjunto (alianza) entre actores. Busán terminó con una declaración de “Alianza Global” (Global Partnership), a la que se han adherido ya 160 países y 45 instituciones internacionales, que plantea una nueva dinámica para mejorar la eficacia del desarrollo. En abril de 2014, en la Cumbre de México, ha tenido lugar la primera reunión de alto nivel de la Alianza Global, y entre los cinco temas que se han abordado destaca el de la mejora del papel de la empresa en el desarrollo. (The Partnering Initiative, 2014). En este contexto de múltiples cambios en los países en desarrollo y de crisis en los desarrollados, de reconfiguración del mapa de la pobreza, de replanteamiento de la financiación y los mecanismos de actuación en cooperación internacional, adquiere más sentido que antes revisar el papel de los diferentes actores que participan en el sistema internacional de cooperación. Las crisis son momentos desafortunados de la historia donde habitualmente se producen retrocesos sociales y sufrimiento, pero también suponen una oportunidad de cambio y pueden funcionar como palanca para un replanteamiento profundo de los sistemas tradicionales, propiciando la introducción de innovaciones inconcebibles o inviables en momentos de estabilidad. La creatividad y la innovación deben convertirse en complementos inseparables de las políticas de desarrollo, a fin de mejorar la eficacia en la lucha contra la pobreza y la eficiencia en la utilización de los recursos. La transferencia de recursos económicos puede complementarse con la transferencia de conocimiento y la movilización de recursos de otros agentes. En este curso el centro de atención será la empresa y el sector empresarial, cuyo potencial de contribución al desarrollo está en el centro de muchos debates. 1.2. Desarrollo humano, desarrollo económico y empresa Las bases teóricas del paradigma del desarrollo humano se atribuyen a Amartya Sen, Premio Nobel de Economía en 1998, por su contribución a la comprensión del desarrollo como un proceso de ampliación de capacidades y de libertades. La confluencia del propio Amartya Sen con otros dos extraordinarios pensadores del desarrollo, Dudley Seers y Mahbub ul Haq, en el propósito compartido de centrar el objetivo del desarrollo en las personas, en vez de en el crecimiento del PIB, fue decisiva en el proceso que llevó a la publicación en 1990 del primer Informe sobre Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y su Índice de Desarrollo Humano, que a partir de ese momento se ha convertido en una referencia. Como bien explica Mahbub ul Haq “la diferencia definitoria entre las escuelas del crecimiento económico y del desarrollo humano es que la primera se centra sólo en la expansión de una única elección –el ingreso‐, mientras que la segunda abarca la ampliación de todas las elecciones humanas –sean económicas, sociales, culturales o políticas” (MHaq, op cit en Domínguez et al., 2011). En definitiva, el Desarrollo Humano 5
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 trata de poner los intereses de las personas (y no los de los mercados, como sucede en la opción economicista) en el centro de las dinámicas del desarrollo y, por tanto, entiende el proceso de desarrollo como el aumento de las capacidades y de las opciones de la gente, lo cual lleva a la necesidad de disponer de nuevas herramientas para su medición. El paradigma de desarrollo humano se ha ido complementando en los últimos años con una aproximación al desarrollo basada en los derechos humanos, que parte de la premisa de que todos los seres humanos tienen derechos inalienables que no pueden ser violados, y se guía por los valores, las normas y los principios de lo que universalmente se ha reconocido y codificado como derechos humanos. Los derechos humanos suponen la obligación por parte de los agentes responsables de respetar, proteger y cumplir con ellos. Generalmente, se reconoce que existe una estrecha relación entre desarrollo humano y desarrollo económico. De hecho, una de las más serias críticas a la construcción del Índice de Desarrollo Humanos es la fuerte correlación entre sus tres variables, producto interno, esperanza de vida y nivel educativo, ya que, considerando las tres por separado, la clasificación de los países no presenta excesivos cambios, lo cual sugeriría una fuerte dependencia de una de ellas, véase el PNB, o de una cuarta variable ausente. La relación entre desarrollo económico y desarrollo humano no es sencilla. El modelo económico de libre mercado ha contribuido a incrementar los niveles de renta y de riqueza material en casi todo el mundo, pero su reparto ha sido muy desigual entre los diferentes países, y también dentro de ellos. Como señala el Informe del PNUD de 2010: “En las dos últimas décadas, el desarrollo humano ha avanzado considerablemente en muchos aspectos. La mayoría de las personas disfruta hoy de una vida más prolongada y más saludable y puede acceder a más años de educación, así como a una amplia gama de bienes y servicios. (…). Sin embargo, no todas las aristas de esta historia son positivas. Estos años también han sido testigos del aumento de la desigualdad, tanto entre países como al interior de ellos, y se ha comprobado que los actuales modelos de producción y consumo no son sostenibles en el tiempo”. La reconciliación del desarrollo económico con el humano, pasa por que éste sea “inclusivo”, que llegue a todos los colectivos y especialmente al de los más vulnerables, y “sostenible”, que se pueda mantener en el tiempo sin degradar el entorno físico en el que opera. En la promoción del desarrollo humano el Estado juega un papel fundamental. El Informe sobre Desarrollo Humano 2013 “El ascenso del Sur: Progreso humano en un mundo diverso”, ha analizado las políticas de los países que han conseguido avances más rápidos, y señala como uno de los tres impulsores de una transformación al Estado desarrollista proactivo (los otros dos impulsores serían el aprovechamiento de los mercados mundiales y la fuerte innovación en políticas sociales). Sin embargo, el papel del Estado, siendo necesario, no es suficiente. Por una parte, si el desarrollo humano significa el aumento de capacidades y libertades, la sociedad civil organizada tiene un papel importante en su defensa y promoción. En algunos países, los 6
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 7
avances en esperanza de vida, salud, educación o ingresos, se han visto ensombrecidos por la falta de libertad, y el mismo informe del PNUD, a pesar de no ser excesivamente crítico con este aspecto, marca como un reto para el futuro “la dotación de voz y participación a los ciudadanos”. Por otro lado, gran parte del dinamismo económico del que han disfrutado los países que más rápidamente han avanzado en parámetros de desarrollo humano se debe al empuje de su sector empresarial. De esta manera, los tres pilares sobre los que se asientan las relaciones de una sociedad y de su economía son las Administraciones Públicas (sector público), las empresas (sector privado), y el tercer sector (el llamado sector sin ánimo de lucro). Cada cual tiene su propia función, y debe desarrollarla por sí mismo, sin pretender que otros sectores la sustituyan. En el esquema de la figura 2 se representa gráficamente el modelo de transacción de cada uno de estos sectores. Al analizar las transacciones que se realizan entre las distintas organizaciones y la población se observa cómo las decisiones tomadas por las empresas, las administraciones públicas y el tercer sector tienen una gran repercusión sobre la vida de la población. Por otro lado, parece producirse entre las organizaciones un creciente conocimiento y un reconocimiento mutuo, lo que supone que cada una de ellas es capaz de identificar su papel diferenciado y complementario, articulando su aportación en procesos más amplios en coordinación con otros actores (Mataix et al., 2008). Figura 2. Modelos de transacción por perfil de organización Fuente: Hudson, 1995. Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 En realidad, existen muchas organizaciones que no encajan exactamente en uno de los tres los sectores tradicionales. Por ejemplo, en la frontera entre la empresa y las entidades sociales podemos encontrar empresas sociales, ONG que tienen actividad económica, fundaciones empresariales o las fundaciones privadas de patronato público. En este sentido, y para la reflexión sobre el desarrollo, se puede ir empezando a pensar en un esquema de actores menos triangular y más poliédrico, como el que propone la asociación Building Partnerships for Development in Water and Sanitation (BPD) (ver Figura 3. Figura 3. Actores del desarrollo Fuente: Building Partnerships for Development in Water and Sanitation (BPD) Para empezar a profundizar en el papel de la empresa en el desarrollo y en la cooperación, puede que sea necesario aclarar que la denominación de “empresa” 1 es aplicable a una gama variadísima de organizaciones, que abarca desde la gran multinacional que gestiona presupuestos mayores que la suma de muchos gobiernos, hasta la microempresa informal que sirve de sustento precario a una mujer pobre; y aunque cada una tiene un papel que representar en la escena del desarrollo, su potencial y sus responsabilidades no son comparables. Por eso, cuando se habla de “empresa y desarrollo” suele ser necesario comenzar aclarando a qué tipo de empresas 1
En este curso se utilizará la denominación de “empresa” o “sector empresarial”, y no la de “sector privado” que utilizan otros autores y que es la traducción literal del “private sector” con que se refieren en el mundo anglosajón a las empresas. 8
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 9
nos estamos refiriendo para poder analizar cuáles son sus capacidades y sus motivaciones, como se muestra en la Tabla 1. De los tipos de empresas expuestas en dicha tabla, son las empresas internacionalizadas o que tienen capacidad de hacerlo las que plantean mayor controversia cuando en la cooperación se habla del papel de la empresa en el desarrollo. Tabla 1. Capacidades y motivaciones para realizar actividades empresariales para lograr los ODM, en función del tipo de entidad Tipo de empresa Capacidades características ‐Cuentan con una alta visibilidad global Compañías ‐Usan cadenas de suministro globales multinacionales ‐Tienen operaciones en varios países Motivaciones características ‐Buscan relaciones de suministros seguras y de alta calidad ‐Buscan nuevos mercados en expansión en comunidades con bajos ingresos ‐Están sujetas a un aumento de presión y al escrutinio por parte de ciertas organizaciones Grandes compañías nacionales ‐Cuentan con una gran cantidad de mano de obra local ‐Están profundamente integradas en las comunidades locales ‐Tiene relaciones consolidadas con las autoridades públicas ‐Tienen fuertes lazos con la comunidad y poseen responsabilidades con sus empleados, sus familias y comunidades ‐Se basan en ambientes de estabilidad política nacional ‐Valoran a las comunidades locales de bajos ingresos como una posibilidad de desarrollo de sus negocios Pequeñas y Medianas empresas ‐Tienen lazos cercanos con empleados, clientes y socios ‐A menudo son los que abastecen o surten a las comunidades con bajos ingresos ‐Dependen de las relaciones establecidas debido a sus lazos con los empleados, consumidores y socios ‐Necesitan un nicho de mercado competitivo Organizaciones ‐Son flexibles para inventar y probar sin ánimo de nuevos modelos de negocio lucro y ‐Su misión no se orienta a la obtención Empresas de beneficios Sociales ‐Buscan financiación sostenible y modelos a escala para apoyar su misión, lo que incluye ayudar a otros a ciertos enfoques ‐Su objetivo es crear ingresos y oportunidades de empleo para las personas de comunidades de bajos ingresos Fuente: PNUD, 2010 Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 1.3. Posición del sistema de cooperación internacional respecto al sector empresarial El sistema internacional de cooperación para el desarrollo ha evolucionado considerablemente a lo largo de los últimos años, tanto en la teoría como en la práctica. Uno de los motores de este cambio es la necesidad de adaptarse a una nueva situación internacional, encontrar vías más efectivas para la promoción del desarrollo humano y favorecer un uso más eficiente de los recursos destinados a este fin. Otro factor importante, es el propio interés de las empresas en influir en la agenda de la Cooperación al Desarrollo. Las empresas han tenido tradicionalmente una participación importante al canalizar una gran parte de los fondos públicos destinados a la cooperación al desarrollo. Más allá de esta participación, en los últimos años se está produciendo un nuevo marco de aproximación hacia las empresas, dentro de una reconfiguración de la cooperación que persigue la incorporación de una cultura más estratégica y el acercamiento entre organizaciones de distintos sectores. En este cambio las NNUU están jugando un papel importante. En 1999, el entonces secretario de las NN.UU., Kofi Annan, propuso la creación de una alianza entre las Naciones Unidas y el sector privado, un “pacto global de valores y principios compartidos” (Discurso de Kofi Annan en el World Economic Forum de 1999, Davos). Esta propuesta derivó en la constitución del Global Compact 2 , que solicita a las empresas que hagan suyos, apoyen y lleven a la práctica ciertos valores sobre derechos humanos, normas laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción. En el año 2000, este pacto se integró de forma transversal en la agenda de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a través del ODM8, “la creación de una asociación global para el desarrollo”, la cual constituye el instrumento fundamental para lograr el resto de los objetivos. Se abría así una puerta a la colaboración estratégica con el sector empresarial en la lucha contra la pobreza. Además del llamamiento explícito al sector empresarial para involucrarse en alguna meta concreta (“En cooperación con el sector privado, hacer más accesible los beneficios de las nuevas tecnologías, especialmente las de información y comunicaciones”), se planteó el debate sobre la imposibilidad de avanzar en los ODM sin la participación empresarial, dadas las estrechas vinculaciones que existen y que se reflejan en la Figura 4. La inclusión del sector privado como socio estratégico en el sistema de cooperación siguió siendo decididamente impulsada por Kofi Annan, quien en julio de 2003 anunció la creación de la Comisión para el Sector Privado y el Desarrollo en el seno de las NNUU. El objetivo de esta comisión era identificar y estudiar cómo abordar los obstáculos que limitan la expansión del sector privado entre las comunidades de menores ingresos de países en vías de desarrollo, además de analizar de qué forma el mercado puede 2
En el Módulo 2 de Responsabilidad Social Corporativa se abordará con más detalles el Global Compact o Pacto Mundial. 10
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 11
generar desarrollo y riqueza en los ámbitos local y nacional. Según palabras de Kofi Annan: “nuestra experiencia ha demostrado que una gran parte del trabajo para lograr el desarrollo es preparar el terreno para que las actividades del sector privado puedan brindar puestos de trabajo y generar los ingresos necesarios para crear una sociedad más equitativa y próspera. Sin embargo la ONU no ha explotado sino de manera esporádica los recursos que se pueden obtener al involucrar al sector privado en el desarrollo del empleo”. Varios años más tarde, en 2008, el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicaba su libro “Las empresas frente al desafío de la pobreza: estrategias exitosas”, apuntando a los negocios inclusivos como herramienta de lucha contra la pobreza utilizando las propias leyes del mercado. Figura 4. Formas en las que la empresa influye sobre el Desarrollo Humano Fuente: Elaboración propia Por su parte, la Comisión Europea en su libro verde “Política de desarrollo de la UE en apoyo del crecimiento integrador y el desarrollo sostenible. Mejorar el impacto de la política de desarrollo de la UE” (Comisión Europea, 2010) señala la necesidad de mantener un dialogo continuado con el sector privado para definir la estrategia de la cooperación: “Los actores del sector privado son una fuerza y un componente del desarrollo con múltiples funciones de intermediarios en conflictos, proveedores de Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 servicios y donantes o prestatarios por derecho propio, con las que aportan perspectiva y valor añadido. Debe mantenerse un diálogo regular con ellos como el que lanzó la Comisión para alcanzar un consenso sobre los retos venideros y las áreas más necesitadas de cambio”. La participación del sector empresarial en la promoción del desarrollo también estuvo presente en el IV Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda de 2011 en Busán. Así, en su declaración final “Asociación para una eficaz cooperación para el desarrollo” se reconoció que la cooperación al desarrollo está en estos momentos constituida por una gran diversidad de actores, entre los cuales el sector empresarial está llamado a ocupar un papel importante. Dentro de las acciones propuestas para alcanzar los objetivos comunes acordados en la cumbre, se plantea la inclusión del sector privado en un partenariado basado en unos principios compartidos y unos compromisos diferenciados. Además, en la parte titulada “De una ayuda eficaz a una cooperación para un desarrollo eficaz” se destaca el papel del sector privado en la promoción de la innovación, la movilización de recursos a nivel doméstico y la creación de riqueza y empleo. En la Cumbre de México de la Alianza Globlal para la eficacia de la cooperación al desarrollo de 2014 se ha continuado con el debate de cómo escalar el compromiso de la empresa como socio del desarrollo a partir de un documento base elaborado por la Global Partnership for Effective Development Cooperation (GPEDC). (The Partnering Initiative, 2014). En la Cumbre de Río+20 del año 2012, uno de los principales ejes de discusión fue la “Economía verde”, que se centraba en el desarrollo de los sectores económicos más respetuosos con el entorno y que con el tiempo puedan ir sustituyendo a los de mayor impacto. Por otra parte, en Río se introdujo el concepto de Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), y se intensificó el debate sobre la integración de la sostenibilidad en los objetivos que sustituyan a los ODM. En el debate Post 2015, la temática empresarial vuelve a aparecer, y el sector empresarial hace sus propias aportaciones al debate, como por ejemplo, a través del Business and Industry Advisory Committee de la OCDE (BIAC, 2013). En el ámbito español, aunque no se dispone de estudios que permitan una cuantificación precisa de la participación de la empresa en la ayuda al desarrollo, sí se han realizado estimaciones que señalan que, a través de la financiación del extinto Fondo de Ayuda al Desarrollo, la compra de bienes (equipamientos para ayuda humanitaria, por ejemplo), así como la retribución de servicios (consultoría, por ejemplo), se ha canalizado, en algunos años, más de la mitad del total de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) española, cuota que pudiera ser muy similar en otros sistemas nacionales de ayuda (Alonso et al., 1999). A pesar de esta importancia cuantitativa, la participación de la empresa “no se ha caracterizado por un verdadero compromiso estratégico con los objetivos genuinos de la 12
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 cooperación” (Mataix et al.,2008). Sin embargo, esta situación ha empezado a cambiar en los últimos años. El III Plan Director 2009‐2012 (MAEC, 2009) señalaba que “Uno de los actores cuya integración en el sistema de cooperación para el desarrollo es fundamental y supone un reto por su potencial como actor de desarrollo es el sector privado empresarial”. Para esta integración, en el apartado de instrumentos y modalidades de cooperación bilateral se preveía la promoción de acuerdos de asociación para el desarrollo, que denominaba alianzas público privadas, para lo que preveía un plan de fomento de las mismas. Finalizado el período de vigencia del Plan, se puede señalar que las alianzas no han llegado a suponer un elemento significativo de la cooperación española. Sin embargo, y a pesar de que el propio Plan indicaba que “la alianza público privada para el desarrollo (APPD) es una de las formas de participación de la empresa en la cooperación y es la que implica un mayor grado de colaboración entre la misma y el sistema público”, y que por tanto existen otras formas de colaboración, que pueden ser menos exigentes, se ha creado cierta confusión y muchos profesionales de la cooperación llegaron a asimilar erróneamente la idea de “participación de la empresa en la cooperación” con la de “alianza público privada para el desarrollo” 3 . También en la legislatura pasada, y tras un proceso arduo de negociación entre todos los actores del sistema de cooperación que duró varios años, se aprobó la estrategia de crecimiento económico y promoción del tejido empresarial que está vigente en la actualidad (MAEC, 2011), y que aporta “las bases doctrinales, instrumentales y operativas para el apoyo a los esfuerzos que los países en desarrollo hacen por ampliar y mejorar su tejido económico y empresarial”. En el IV Plan Director de la Cooperación Española 2013‐2016 (MAEC, 2012) se da un paso adelante en la integración estratégica de la empresa ya que “se compromete a avanzar hacia una cooperación más flexible en su estructura, y más ágil en su capacidad de adaptación, que propicie la acción colaborativa entre el sector empresarial y el resto de actores del sistema. En este nuevo período la cooperación española debe sumarse definitivamente a la comunidad de donantes que tienen más tradición en esta materia, participando activamente en iniciativas conjuntas, inspirándose en la experiencia práctica de otras cooperaciones, y aportando valor diferencial en los sectores en los que nuestro país es una potencia reconocida internacionalmente”. El Plan integra elementos novedosos como la incidencia en la internacionalización de la empresa a través de la responsabilidad social: “La CE, se compromete también, desde un enfoque de coherencia de políticas para el desarrollo, a incidir en los procesos de internacionalización de las empresas españolas en nuestros países socios, para que éstas encuentren los incentivos y los apoyos necesarios para actuar responsablemente y contribuir a los ODM y, en definitiva, a la defensa y protección de los derechos humanos de las comunidades”. 3
En el módulo III se profundizará en los mecanismos de participación y en el concepto de alianza 13
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 Las principales líneas de promoción de oportunidades económicas para los más pobres y los cuatro ejes para avanzar en la incorporación del sector empresarial del Plan se recogen en el siguiente cuadro. Cuadro 1. El crecimiento económico y la empresa en el IV Plan Director de la Cooperación Española El Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016 contempla entre sus orientaciones estratégicas para contribuir
al desarrollo humano, la erradicación de la pobreza y el pleno ejercicio de los derechos, la promoción de oportunidades
económicas
para los más pobres. Este marco orientador asume como premisa básica la necesidad de impulsar un
crecimiento económico inclusivo y sostenible que alcance a toda la población, especialmente a las personas que viven en
la pobreza.
Para desarrollar esta orientación estratégica se parte de los objetivos y áreas de trabajo de la Estrategia sectorial de
crecimiento
económico y promoción de tejido empresarial, integrando también de forma complementaria el PAS de
Desarrollo Rural, y el Enfoque Territorial en el marco de la Cooperación Española. Esta orientación estratégica se
concretará
a través de las siguientes líneas de acción:
I. Desarrollo rural y territorial, y la agricultura como sector clave, teniendo presente el papel básico del sector
primario (agricultura, pesca, ganadería, pastoreo, silvicultura) en la economía de las zonas rurales. Entre las
acciones:
- inversiones en la agricultura para la seguridad alimentaria,
- diversificación de los medios de vida en las áreas rurales y al apoyo al establecimiento y fortalecimiento de
redes entre actores y sectores,
- apoyo al sector público como impulsor clave en la mejora del rendimiento agrario con un enfoque de
desarrollo sostenible (investigación y el acceso a tecnología, extensión y divulgación agraria, crédito y
financiación,…
- inclusión del sector privado local para que la agricultura pueda desempeñar un papel de transformación,
- incremento de la productividad agraria basadas en sistemas agrarios sostenibles, inclusivos y competitivos,
- promoción de sistemas sostenibles, equitativos y resilientes de producción a pequeña escala, dando prioridad
a las mujeres
II. Crecimiento económico inclusivo y sostenible, promoviendo la formalización de las economías de los países
socios desde una agenda de trabajo decente y la inclusión financiera. Entre las acciones:
- impulso de la integración de los países socios en la economía internacional,
- apoyo del tejido económico empresarial local
- promoción de sectores estratégicos o con gran potencial de desarrollo,
- facilitación de acceso a crédito, ahorro y seguro a la ciudadanía (desarrollo y consolidación de mercados
financieros inclusivos)
Para
llevar
a
cabo estas líneas de acción, el Plan Director reconoce el relevante papel que juega el sector privado
empresarial, a través de la generación de riqueza y empleo, y del desarrollo y comercialización de productos y servicios
esenciales para la vida de muchas personas.
Con el ánimo de incrementar el impacto de la cooperación española, el Plan Director apuesta por construir relaciones más
estratégicas con los actores de la cooperación, impulsando, entre otras acciones, la incorporación del sector privado
empresarial como aliado en la promoción del desarrollo humano. Para ello, se proponen cuatro ejes de actuación, desde
una perspectiva de colaboración y alianza con el resto de actores del sistema:
· Comunicación, formación y generación de capacidades de representantes del sector empresarial sobre su
potencial de contribución al desarrollo humano, así como promoción del diálogo y la acción conjunta de otros
actores con el sector empresarial.
· Generación de incentivos y de un entorno propicio para la acción que estimulen a las empresas a desarrollar
iniciativas que contribuyan, de un modo significativo y diferencial, a los objetivos del desarrollo y la cooperación.
· Diseño y puesta en marcha de programas piloto que ayuden a acumular experiencia práctica en algunos
sectores empresariales de fuerte proyección internacional en países socios.
· Creación de una unidad organizativa impulsora y de referencia en el sistema que formará parte de la
estructura del MAEC y tendrá una vocación de propiciar el trabajo en redes con otros actores
Además, la cooperación española se compromete, desde un enfoque de coherencia de políticas para el desarrollo, a
incidir en los procesos de internacionalización de las empresas españolas los países socios, para fomentar una actuación
responsable y su contribución a los ODM y a la protección de los derechos humanos.
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Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 Durante 2013 la AECID ha empezado a poner en marcha lo establecido en el IV Plan Director creando una unidad de empresas, un protocolo para la creación de Alianzas Público Privadas para el Desarrollo (APPD), iniciando la identificación de actores empresariales para potenciales alianzas, o promoviendo cursos para personal de la AECID sobre Empresa y Desarrollo. Frente a estos posicionamientos oficiales favorables a la integración del sector empresarial, otros actores tradicionales de la cooperación, especialmente representantes de la sociedad civil, han manifestado dudas y reticencias de toda índole. La Coordinadora de ONG de Desarrollo de España (Coordinadora, 2011) elaboró un posicionamiento respecto a los objetivos y compromisos del sector empresarial en el IV Plan Director, que alerta del riesgo que supone priorizar las estrategias de crecimiento económico y de promoción del sector privado lucrativo dado que implícitamente, y en un contexto de recursos menguantes, puede suponer la desatención de otros sectores prioritarios como los servicios sociales básicos, o los programas fortalecimiento de la sociedad civil en los países del Sur. La Coordinadora plantea que se debería evitar el abordaje del sector empresarial como algo homogéneo, por lo que se tendría que diferenciar entre grandes multinacionales, pequeñas y medianas empresas, o entre cooperativas de crédito locales y bancos de desarrollo, clarificando la apuesta de la Cooperación Española y los instrumentos para su puesta en práctica. Adicionalmente plantea siete recomendaciones que se recogen en el Cuadro 2. En el ámbito europeo, CONCORD decidió crear un grupo de trabajo para analizar el sector privado, con el objetivo de analizar la temática, identificar el trabajo realizado por sus miembros, estimular el debate y capacitar a sus socios. CONCORD organizó un evento especial el 10 de diciembre de 2012 para identificar y compartir los mensajes comunes. La Coordinadora europea de ONGD (Concord, 2012) advierte del proceso por el que la UE y sus Estados miembro están ampliando las alianzas público‐privadas, aumentando las inversiones financieras mediante medidas combinadas de subvenciones y préstamos (blending por su denominación en inglés) y ampliando el mandato del Banco Europeo de Inversiones para los préstamos externos. Asimismo, señala que cualquier compromiso que se alcance ente la UE y el sector empresarial requiere cautela. Para CONCORD, la perspectiva desde la que se debe analizar la incorporación de las empresas en el desarrollo es la de los Derechos Humanos. La labor del Representante Especial del Secretario General de la ONU sobre los Derechos Humanos y las Corporaciones Transnacionales y Otras Empresas Comerciales, ha demostrado claramente que "todos los derechos humanos tienen el potencial de ser relevantes para todas las empresas, independientemente del sector o país de la operación ", como por ejemplo el 15
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 derecho a la educación, a un trabajo adecuado o a la asistencia sanitaria. Es en interés de todos, y debe considerarse como una responsabilidad compartida, que hay que respetar, promover y hacer efectivos los derechos humanos y corregir las violaciones de estos derechos. Para otras organizaciones internacionales como EURODAD, la red europea sobre deuda y desarrollo, existe el riesgo de que la incorporación más activa y estratégica de la empresa desvíe las prioridades actuales y la financiación de la cooperación desde el enfoque de la lucha contra la pobreza y la defensa de los derechos humanos actual, a unas actividades más productivas y rentables. Cuadro 2. Recomendaciones de la Coordinadora de ONG de Desarrollo a la Cooperación Española sobre la participación del sector empresarial - Priorizar el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas o aquellas de la economía social de los países socios, buscando generar un tejido productivo que cree trabajo decente y contribuya así a la lucha contra la pobreza. - Asegurar que su participación en la política de cooperación, vía alianzas publico‐privadas (APP) u otras modalidades, no menoscaba la obligación legal de los Estados de proveer servicios básicos a su ciudadanía. De ninguna manera, un mayor rol de las empresas debe suponer la privatización de servicios como la educación o la salud. - Centrar los esfuerzos en crear un entorno que favorezca el impacto positivo de las empresas en el desarrollo humano, lo que no debe confundirse con la creación de un entorno favorable para la actividad de las empresas. Para ello, será imprescindible: ·
Fortalecer las instituciones públicas del país socio, lo que permitirá que éstas ejerzan control sobre sus actuaciones a través de, entre otros, marcos normativos para el cumplimiento de derechos sociales que incluyan aspectos fiscales, laborales y medioambientales. ·
Establecer para las empresas y cooperativas partícipes en acciones de cooperación mecanismos de rendición de cuentas equivalentes a los de las ONGD, y exigir su cumplimiento estricto de las obligaciones fiscales, laborales y ambientales y de derechos humanos, estudiando la imposición de sanciones en casos de incumplimiento. ·
Apoyar a las organizaciones de la sociedad civil con líneas específicas de financiación para que puedan ejercer un papel clave en la vigilancia social y la transparencia, y promover mecanismos efectivos de promoción de la transparencia. - Garantizar que los recursos de la AOD a ser ejecutados por agentes del sector empresarial llegan tan solo a sectores sin acceso a la amplia gama de recursos de apoyo públicos existentes más allá de la AOD que de otra forma no podrían obtener recursos (créditos a la exportación, garantías para préstamos, seguros de riesgo, subsidios directos o indirectos o desgravaciones fiscales), excluyendo de facto a las empresas transnacionales. - En cualquier caso, la ayuda sólo debe destinarse a promover un desarrollo equitativo que cree oportunidades de empleo sostenibles en el país socio beneficiando a aquellos sectores que de otra manera no tendrían acceso al crédito. - Mejorar los mecanismos del seguimiento y evaluación de la actuación del sector empresarial, evitando que estos se restrinjan a indicadores de impacto a corto plazo de manera que también se midan aquellos de largo plazo (trabajo decente, seguridad laboral o equidad salarial). - En todo caso, promover una reflexión profunda que tome en cuenta la mayor diversidad posible de investigaciones y análisis del impacto actual y potencial del sector empresarial sobre el desarrollo humano de nuestros países socios. Fuente: Posicionamiento de la Coordinadora respecto a los objetivos y compromisos del sector empresarial en el IV Plan Director de la Cooperación Internacional para el Desarrollo (Coordinadora 2011) 16
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 En el mismo sentido, la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al desarrollo de América Latina (ALOP), ha manifestado sus reservas sobre los ‘mecanismos mixtos de asociación público‐privada’ (LGBF, por sus siglas en inglés), que mezclan donaciones y préstamos, tales como la Facilidad de Inversión en América Latina (LAIF, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, y que son una continuación de la estrategia para canalizar fondos de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) hacia el sector privado con la finalidad declarada de movilizar financiamiento adicional (Hernández y Sandell, 2013). ALOP, en base a la experiencia con los proyectos LAIF llevados a cabo hasta el momento, indica que los objetivos de desarrollo sustentable y reducción de la pobreza se vean eclipsados por los intereses geopolíticos y empresariales de la UE. Desde una perspectiva más ideológica, hay quienes ven en esta tendencia el inicio de un proceso de “privatización” de la cooperación, similar al que se está dando en otros sectores antes enteramente públicos y sin ánimo de lucro como el de la salud. Desde estas posiciones, la cooperación sería uno de los pocos sectores que quedaban al margen de las dinámicas de mercado, al considerarse que el trabajo con los sectores más vulnerables y pobres no era rentable, y que la incorporación de la empresa acabará con esta situación (Romero y Ramiro, 2012): “Convertir a las personas pobres en consumidoras y a la pobreza en un negocio rentable para las grandes corporaciones; construir un relato en el que las privatizaciones se presentan como "alianzas público privadas" y que, con la justificación de luchar contra la pobreza, consolide los pilares del mercado; alinear las estrategias de cooperación con los intereses comerciales de las compañías multinacionales; y lograr que las ONGD consideren a las empresas transnacionales como sus aliadas, pasando de la crítica a la colaboración subalterna. Estos son los principales objetivos de las estrategias empresariales que, contando con el apoyo de los gobiernos de los países centrales y los organismos públicos internacionales, están modificando todo el panorama de la cooperación para el desarrollo”. También hay reticencias por parte de las empresas. Algunas no conocen o comparten las lógicas de intervención y el peso que se da a elementos característicos de la cooperación con los que no están familiarizados, como el enfoque de derechos humanos, el género, la participación o el empoderamiento. En el ámbito operativo, a veces consideran que el sistema de cooperación es burocrático, lento, poco eficiente, y no encaja con su forma de actuar. Por último, hay una parte del sector empresarial que es claramente hostil a la cooperación al desarrollo. Considera equivocadas las prioridades establecidas, cree que “la cadena de la ayuda” a través de la que se canaliza mayoritariamente la AOD es más cara e ineficiente que la intervención directa de la empresa, cuestiona el tamaño y economía de escala de las intervenciones, pone en duda los logros alcanzados en las últimos décadas y justifica la reducción de los presupuestos dedicados a estos temas, más aun en momentos de dificultades económicas. Aunque parte de estos recelos son fundados, y parece claro que no todas las empresas, ONG y administraciones están llamadas a trabajar de forma coordinada, algunas reservas vienen motivadas por generalizaciones sectoriales, falta de referencias comunes, lenguajes muy distintos e incomprensión de los objetivos y motivaciones legítimas de cada parte. La experiencia demuestra que, cuando se supera la 17
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 desconfianza inicial, con frecuencia se produce entre las organizaciones un creciente reconocimiento mutuo que permite valorar positivamente las diferencias en lugar de temerlas, apreciando las capacidades diferenciales y, al mismo tiempo, complementarias que enriquecen el proceso hacia la consecución de objetivos de desarrollo. Resulta, por tanto, preciso, promover la comprensión mutua entre actores de diferentes sectores, tratando de evitar generalizaciones y prejuicios que impidan valorar el potencial de la colaboración. La potencial aportación de las empresas a la cooperación al desarrollo es claramente complementaria con otras competencias existentes. Las capacidades diferenciales del sector empresarial son ampliamente reconocidas: capacidad de innovación, eficiencia y efectividad, capacidad productiva y organizativa… Estas competencias pueden ser aprovechadas por el sistema de cooperación para el desarrollo, pero para ello es necesario que éste se vuelva más flexible y sea capaz de adoptar nuevos enfoques e ideas que, como cualquier innovación, entran en conflicto con la forma clásica de gestionar la actividad. Por ello se están promoviendo las Alianzas para el Desarrollo como herramientas que pueden ayudar a conjugar las capacidades de actores de diferentes sectores y enfocarlas hacia un objetivo común de desarrollo humano. La labor de sensibilización y mediación para facilitar el acercamiento entre sectores es fundamental (Tennyson, 2003). A este asunto y, en particular, a su aplicación práctica, se dedicará una parte importante del tercer módulo de este curso. En la actualidad, se dan diversos factores propicios para avanzar, como son la necesidad de cambios en el sistema de cooperación, y la evolución, como se verá en el segundo módulo, de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), avanzando desde la acción social hacia un enfoque más integrador y alineado con las propias políticas y estrategias de cada empresa. 2.
Los territorios de la empresa y el desarrollo Cómo ya se ha señalado, la empresa ha venido teniendo un importante peso en la canalización de la AOD a través de la realización de proyectos empresariales, la compra de bienes o la retribución de servicios, y es previsible que en los próximos años esta situación se mantenga o aumente estableciéndose nuevas relaciones con los otros actores (agencias, bancos de desarrollo, ONGD…) centradas en la contratación de servicios, la venta de productos y en otras modalidades de colaboración dentro del marco de la AOD. Pero existen otros ámbitos de creciente confluencia de la empresa y la cooperación que, aunque no siempre representan grandes flujos de AOD, tienen una significativa importancia cualitativa en la configuración del sistema y, sobre todo, en su actual reconfiguración. Se presentan, en los epígrafes siguientes, tres “territorios” figurados que resultan de abordar la cuestión de la empresa y el desarrollo con diferentes perspectivas: la 18
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 19
responsabilidad empresarial, el contexto institucional y, por último, la operación (Mataix y Sanchez, 2011). Como puede observarse en la figura siguiente, y será desarrollado en los siguientes epígrafes, los tres territorios están conectados entre sí. Figura 5. Mapa de la empresa y el desarrollo RESPONSABILIDAD
RSE
OPERACIÓN
Negocios inclusivos
CONTEXTO Institucional
Fuente: Elaboración propia. Reconocer el territorio desde el cual se está observando o impulsando una determinada iniciativa, contribuirá a centrar mejor los numerosos debates sobre el papel de la empresa en el desarrollo y la cooperación internacional que están teniendo lugar en la actualidad, no sólo en España, sino también en algunos de los países en los que actúa la cooperación española. En este módulo se realiza una aproximación a los 3 territorios de actuación de la empresa en relación con el desarrollo. Posteriormente, en los módulos 2 y 3 se desarrollan con mayor detalle las actuaciones en el territorio de la responsabilidad social y de la operación. 2.1. El territorio de la responsabilidad 4 A muchas organizaciones y movimientos sociales la cuestión de la empresa y de su relación con el desarrollo les traslada inmediatamente a un escenario de conflicto, en el que se reproducen malas prácticas de grandes empresas y de directivos irresponsables, que causan graves daños medioambientales y sociales, y vulneran derechos esenciales de las poblaciones más desprotegidas. Hablar de empresa y desarrollo significa entonces hablar de redes de presión, cabildeo y vigilancia, con las que se trata de hacer contrapeso a la falta de capacidad de los gobiernos para, en una economía globalizada e interdependiente, regular y garantizar la provisión de bienes públicos. Este ámbito es quizá el que más se refleja en los medios de comunicación y el más conocido por el público. Por otro lado, es un mecanismo eficaz para conseguir cambios significativos cuando se sabe gestionar bien. En la 4
En el módulo 2 del curso se profundizará más en este territorio Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 siguiente tabla se muestran algunos ejemplos de acciones que han conseguido resultados importantes: Tabla 2. Resultados de acciones de incidencia sobre actividades empresariales Acción ONG Resultado Campaña conservación de bosques en Indonesia Greenpeace La empresa papelera Asia Pulp & Paper elabora una nueva "Política de Conservación de los Bosques", destinada a poner fin a su implicación en la deforestación de las selvas tropicales de Indonesia Campaña Ropa Limpia en Bangladesh ONGs, sindicatos y organizaciones de consumidores Firmas textiles se adhieren al Programa para la mejora de la Seguridad de las fábricas en Bangladesh, aunque un año después de la tragedia de Rana Plaza mucha de las empresas involucradas no han desembolsado los fondos comprometidos para compensar a las víctimas. Kimberley Process Gobiernos, empresas y sociedad civil Creación de un proceso de certificación para luchar contra la producción y comercialización de diamantes que financian guerras y se generan en situaciones de violencia y otros conflictos Campaña “Tras la marca” Oxfam Evaluación del impacto social y medioambiental de las 10 grandes empresas de alimentación y bebidas en el sistema alimentario mundial Campaña Detox Greenpeace Algunas de las marcas textiles más famosas se han comprometido a eliminar todas las sustancias químicas peligrosas en 2020 Fuente: Elaboración propia El auge del movimiento de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y de su “industria” paralela de consultoría y servicios especializados (Bernstein, 2011) tiene que ver con la reacción a este descontento social que ha provocado una crisis de confianza sin precedentes. Pero a pesar de los fuegos de artificio que a menudo la acompañan y de su frecuente componente “(cosm)ético”, la RSE tiene vocación de permanencia. Y cuando se plantea desde una verdadera dimensión estratégica, mucho más allá de la acción social, de la mera filantropía o del cuidado reactivo del “riesgo reputacional”, la RSE aporta dos elementos fundamentales para la incorporación de la empresa en la agenda del desarrollo: la necesidad de un verdadero diálogo con sus grupos de interés, y un cuestionamiento de la noción de valor y de su reparto (Moreno et al., 2009). De entre las múltiples definiciones de RSE, una de las más recientes es la de la Comisión Europea (2011), que en su política renovada sobre Responsabilidad Social Empresarial la define como “la responsabilidad de las empresas por su impacto en la sociedad”. Para el Observatorio de la RSC es “la forma de conducir los negocios de las empresas que se caracteriza por tener en cuenta los impactos que todos los aspectos de sus actividades 20
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 generan sobre sus clientes, empleados, accionistas, comunidades locales, medioambiente y sobre la sociedad en general. Ello implica el cumplimiento obligatorio de la legislación nacional e internacional en el ámbito social, laboral, medioambiental y de Derechos Humanos, así como cualquier otra acción voluntaria que la empresa quiera emprender para mejorar la calidad de vida de sus empleados, las comunidades en las que opera y de la sociedad en su conjunto”. En la comunicación de la Comisión Europea “Estrategia renovada de la UE para 2011‐
2014 sobre la responsabilidad social de las empresas” (Comisión Europea, 2011), se reconoce el carácter multidimensional de la RSE, que abarca, al menos, los derechos humanos, el empleo y las prácticas laborales, el medioambiente, el combate de la corrupción, el desarrollo y la implicación de las comunidades, la integración de colectivos discapacitados y los intereses de los consumidores. Asimismo se identifican, como asuntos transversales la transparencia y el impacto social y ambiental en la cadena de suministro. Se trata, por tanto, de una agenda que tiene un amplio margen de coincidencia con la agenda del desarrollo humano y el combate de la pobreza. La RSE se basa, por tanto, en la interacción responsable de la empresa con sus grupos de interés, incluido el medio ambiente. En países en desarrollo, las empresas con actividad internacional se pueden encontrar con contextos de operación muy distintos a los de sus países de origen en lo relativo a la pobreza, la protección de los Derechos Humanos, la existencia de pueblos indígenas o la legislación, entre otros. Es en estos casos cuando la RSE cobra una especial relevancia desde la óptica del impacto empresarial sobre el desarrollo humano. Es fundamental destacar, frente a lo considerado por algunas entidades, que la RSE no puede ser interpretada como una vía que viene a sustituir a la regulación, sino como un instrumento que va más allá de la misma, y que obviamente incluye el cumplimiento de la legislación nacional e internacional (Responsabilidad Legal Empresarial). En esta primera región del mapa de la empresa y el desarrollo ‐a la que hemos caracterizado como la región de la responsabilidad empresarial‐, en la que tradicionalmente ha prevalecido el conflicto desigual entre grandes empresas y comunidades afectadas por su actividad, se comienzan a observar nuevas y cada vez más amplias zonas reservadas para la negociación e, incluso, para el aprendizaje compartido entre las empresas y sus grupos de interés. Surgen, por ejemplo, iniciativas en las que participan diversos actores que actúan conjuntamente en la definición, aplicación y verificación de estándares sociales y ambientales de autorregulación (“softlaw”). Unas se sitúan en el ámbito sectorial como, por ejemplo, la “Extractive Industries Transparency Initiative” (EITI) ‐que cuenta con la participación de la cooperación española‐ , mediante la que se fiscalizan los pagos realizados por las empresas que explotan yacimientos de petróleo, gas o minerales, y los ingresos declarados por los gobiernos donde éstas operan. Así se consigue aumentar la transparencia del sector, y gobiernos, sociedad civil y empresas salen beneficiados. 21
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 Es ya una realidad que algunas organizaciones sociales pueden compaginar la labor de vigilancia y denuncia con un diálogo abierto con algunas empresas responsables que reconocen la necesidad de adaptar sus estrategias a contextos sociales y ambientales que desconocen. Como señalaba Gonzalo Fanjul en su blog “3500 millones”: “[…] la mayor parte de las compañías son menos siniestras de lo que les gustaría pensar a los escépticos, pero a menudo desconocen lo que no saben. Buenos gerentes con valores sólidos toman decisiones equivocadas porque no ven la oportunidad de hacer cosas con verdadero impacto social. Desde fuera dan la sensación de actuar irresponsablemente, pero es muy habitual que lo que estemos viendo sea una fila de ejecutivos incapaces de intuir las intersecciones entre sus negocios y la sociedad.” Algo similar, puede leerse en un informe de investigación del MITSloan en colaboración con el Boston Consulting Group, que analiza las estrategias de sostenibilidad de grandes empresas multinacionales, y la relación con sus grupos de interés: "[…] las relaciones entre el sector lucrativo y el no lucrativo han sido un proceso de dos vías. Los antiguos grupos de presión contra las empresas se han dado cuenta de que a menudo el progreso se puede lograr más fácilmente a través del compromiso con el sector privado que a través del activismo (…) Al mismo tiempo, las empresas comprenden que no siempre están bien preparadas para actuar en la conservación del agua o en la protección de los derechos humanos, por lo que se han dirigido a estos grupos que sí tienen experiencia en dichas áreas"(MITSloan, 2011). Por otra parte, durante estos últimos años las empresas han ido aumentando la preocupación por el impacto social y ambiental de sus actividades debido, por un lado, a la presión social, y por otro, a la comprensión de que una integración más estratégica de la RSE en el corazón de su negocio puede traducirse en una mejora sustancial del desempeño de la propia empresa (Porter y Kramer, 2011). Dentro de la gran diversidad que existe en el sector empresarial, hay organizaciones que están evolucionando desde las ideas del liberalismo económico y la filantropía clásica hacia un enfoque más integrador de los beneficios sociales y medioambientales en su propio negocio. Conceptos como la triple cuenta de resultados, los mercados en la base de la pirámide o los negocios inclusivos demuestran cómo las empresas comienzan a incluir los objetivos sociales entre sus prioridades. Dado el potencial que tiene la RSE para mejorar las condiciones de vida de las personas, las distintas administraciones públicas están impulsando iniciativas de promoción internacionales (Pacto Global, GRI, ISO 26000 o Informe Ruggie) y nacionales. En España, destacan la elaboración de la Estrategia Española de RSE por parte de la Dirección General de RSE del Ministerio de Empleo y Seguridad, y la del Plan Nacional de Empresas y Derechos Humanos por parte de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, que previsiblemente aprobará el Gobierno próximamente. En la Unión Europea, destaca la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo que obligaría a ciertas empresas a divulgar información no financiera y sobre diversidad, y que igualmente, está previsto que apruebe la Comisión Europea en los próximos meses. 22
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 El territorio de la responsabilidad confiere también a las organizaciones sociales un espacio de relación con las empresas que integra desde la incidencia (información, diálogo, presión‐denuncia) hasta la colaboración (filantropía, voluntariado corporativo, comercio justo, consumo responsable…). En el Módulo 2 de este curso se profundizará en estos y otros aspectos relacionados con la responsabilidad social empresarial. 2.2. El territorio del contexto institucional Existe una segunda región en la que empresa y el desarrollo vuelven a encontrarse. Se trata de un territorio en el cual las agencias de los países donantes trabajan, a través de cooperación bilateral, con los gobiernos de los países socios, tratando de mejorar el entorno institucional en el que operan los agentes económicos, reduciendo los fallos y las imperfecciones de los mercados, y generando condiciones para un desarrollo económico de amplia base social. En la cooperación española, la “Estrategia de crecimiento económico y promoción del tejido empresarial” (MAEC, 2011) se sitúa en esta región, desplegando un gran número de posibilidades, que el IV Plan Director tiene previsto concretar en el Plan de Actuación Sectorial de Crecimiento Económico, y que incluyen la promoción de la estabilidad económica, la mejora de los servicios financieros, la creación de un marco regulatorio favorable a la creación de empresas, o la promoción y concertación del diálogo social. En la Tabla 3 se presentan las áreas de intervención, directrices y líneas de trabajo. La mayoría de los donantes impulsan iniciativas de este tipo. Por ejemplo, SIDA, la agencia de la cooperación sueca, la denomina “Private Sector Development” (PSD) y la define del siguiente modo: “Trabajando con gobiernos de países en desarrollo y otros organismos bilaterales y multilaterales, así como con instituciones financieras de desarrollo, SIDA intenta contribuir a hacer eficientes las fuerzas del mercado, y a crear un entorno facilitador para la inversión privada, donde las actividades empresariales puedan florecer” (SIDA, 2004). En definitiva, en el “territorio institucional” el propósito principal es el desarrollo del sector empresarial de las regiones pobres y, por tanto, suelen estar dirigidas a crear condiciones para la mejora de la micro y pequeña empresa local, que es la principal fuente de empleo y oportunidades económicas para la población más vulnerable. No obstante, las empresas de los países donantes pueden actuar en este territorio, sobre todo, como proveedoras de servicios (infraestructura, crédito, formación…) y, en menor medida, como ocurre en la promoción del diálogo social, aportando su experiencia junto a las organizaciones sindicales. También las empresas de economía social (especialmente el movimiento cooperativo) y los sindicatos tienen un papel relevante en este ámbito. 23
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 Tabla 3. Directrices y líneas de trabajo de la Estrategia de Crecimiento Económico y Promoción del Tejido Empresarial Áreas de intervención Directrices Líneas de trabajo 1.‐ Tejido económico y empresarial 1.1. Apoyar la estabilidad económica y social a) Promoción de la estabilidad económica 1.2. Promover las infraestructura necesarias para la actividad económica a) Dotación y eficiencia de las infraestructuras 1.3. Mejorar la coordinación y el fomento de los mercados: políticas para la promoción del crecimiento a) Promoción de la inversión productiva b) Promoción de la estabilidad política y social b) Implicación del sector privado en la provisión y gestión de las infraestructuras b) Mejora de los servicios financieros a las empresas c) Apoyo a la mejora tecnológica y el esfuerzo innovador d) Apoyo a los procesos de apertura y proyección internacional e) Promoción de la sostenibilidad 2.‐ Marco institucional para el desarrollo de los mercados 2.1. Definir y proteger los derechos económicos básicos a) Definición y defensa de los derechos de propiedad b) Seguridad jurídica de los contratos c) Promoción y defensa de los derechos laborales 2.2. Promover la competencia y la iniciativa emprendedora a) Marco regulatorio favorable a la creación de empresas b) Promoción del clima de competencia en los mercados c) Información fiable de los mercados y defensa de los consumidores 3.‐ Participación de los sectores más pobres 3.1. Fomentar la cohesión social a) Apoyo a las políticas promotoras de la equidad social y de la cohesión social b) Apoyo a una política regional equitativa 3.2. Favorecer la capacidad de emprendimiento de la sociedad, en especial de los más pobres a) Servicios de apoyo a la actividad empresarial b) Acceso a las TIC c) Apoyo a las microfinanzas 3.3. Apoyar las políticas públicas para la promoción de trabajo decente a) Apoyo a la formación para el empleo b) Desarrollo de una regulación adecuada del mercado laboral c) Apoyo a la inserción laboral de las mujeres 4.‐ Espacios para el diálogo, la coordinación y la acción compartida 3.4. Corregir la informalidad a) Marco institucional que favorezca la formalización 4.1. Generar capacidades para la acción concertada y el diálogo social a) Promoción de la concertación y del diálogo social 4.2. Apoyar las Alianzas Público‐
Privadas en favor del desarrollo a) Promoción y respaldo a iniciativas con presencia de actores privados Fuente: Estrategia de Crecimiento Económico y Promoción del Tejido Empresarial de la Cooperación Española 24
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 Algunas de estas líneas de trabajo tienen una larga trayectoria, a la vez que se van adaptando continuamente a las nuevas demandas y oportunidades. Así, el apoyo a las microfinanzas, que se inició con programas de microcrédito, se ha ido ampliando a otros servicios financieros como los microseguros o los medios de pago, especialmente los electrónicos. En las líneas de apoyo a la actividad empresarial de los grupos vulnerables cada vez son más frecuentes las estrategias de agregación de valor a través de sellos y certificaciones de comercio justo y producción sostenible, así como la orientación a mercados internacionales que están dispuestos a pagar un alto precio por “productos con valores”. Igualmente, son cada vez más frecuentes las iniciativas de apoyo a “emprendedores sociales” o al desarrollo de productos y servicios con elementos innovadores. En el ámbito de la financiación y ayuda reembolsable desde la cooperación española, la aprobación del Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE) en el año 2010 abrió nuevas opciones de actuación como la concesión de créditos, préstamos y líneas de financiación a administraciones públicas regionales, provinciales, locales, y entidades del sector público, o las adquisiciones de capital o cuasi‐capital en instituciones financieras y vehículos de inversión, a través de fondos de capital riesgo, fondos de capital privado o fondos de capital semilla. Sin embargo, la disminución del presupuesto de cooperación en los últimos años no ha permitido explorar en profundidad estas nuevas opciones. Por otra parte, la modificación del FONPRODE que se plantea en el Proyecto de Ley sobre cobertura por cuenta del Estado de los riesgos de la internacionalización de la economía española, y que da un papel relevante en su gestión a la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (COFIDES. S.A), previsiblemente hará que este fondo se vincule más estrechamente a la internacionalización de la empresa española. En cualquier caso, la mayor parte de las iniciativas que podrían enmarcarse en el “territorio institucional” tienen ya una cierta tradición en los sistemas de cooperación. Por lo general, la sostenibilidad de estas iniciativas depende de la inyección de recursos públicos, ya que, muchas veces, su sostenibilidad no puede garantizarse en el mercado, algo a lo que sí aspiran las iniciativas que tienen lugar en la tercera región que exploraremos a continuación. 2.3. El territorio de la operación 5 Se trata de un ámbito en el que hay empresas que, en colaboración con los donantes y, en ocasiones, también con ONGD, desarrollan modelos organizativos y de negocio que les permiten conciliar sus objetivos de expansión y sostenibilidad económica, con objetivos de desarrollo, atendiendo, muy especialmente, a la creación de empleo decente y a la mejora del ingreso entre los colectivos más desfavorecidos. 5
En el Módulo 3 del curso se profundizará más este territorio 25
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 En esta especie de jungla de nuevas etiquetas y de sus respectivos acrónimos, las agencias internacionales con más tradición en este campo, han comenzado a utilizar la denominación “Business for Development” (B4D). De nuevo, SIDA define B4D como la “Cooperación con los actores del sector privado para apalancar los impactos positivos de su núcleo de negocio sobre el desarrollo (…) Es simultáneamente un método y un enfoque para construir una alianza sistemática con el sector empresarial. El propósito de comprometerse con el sector privado es movilizar recursos y animar a las empresas a desarrollar nuevos enfoques que extiendan su núcleo de negocio para contribuir todavía más a mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en la pobreza. El método y el enfoque B4D puede ser de utilidad en muchos sectores diferentes, como la salud, educación, agricultura, silvicultura, energía, empleo y medio ambiente”. A diferencia del territorio anterior, en el que el foco de atención preferente era la micro y la pequeña empresa local, aquí se trata de incorporar a todo tipo de empresas y, en particular, a la empresa con capacidades para la innovación y la internacionalización, como actor de desarrollo. Se trata del territorio más recientemente “descubierto”, que se está poblando con un número creciente de iniciativas, que empiezan a mostrar el potencial que puede activarse si se hacen crecer, por ejemplo, negocios “inclusivos”, que son aquellas iniciativas empresariales económicamente sostenibles, que utilizan los mecanismos del mercado para aumentar el nivel de desarrollo humano de colectivos desfavorecidos, a través de su inclusión en la cadena de valor, y/o a través del acceso a servicios o bienes básicos esenciales. Es también el territorio que plantea más dudas, en parte debido a su desconocimiento, y también por las dificultades y los riesgos que entraña el trabajo colaborativo entre los actores tradicionales de la cooperación y el sector empresarial. La llamada a las Alianzas Público Privadas para el Desarrollo (APPD), a la que ya hacía referencia el III Plan Director de la Cooperación Española, podía interpretarse como un signo de voluntad de penetrar en este territorio. Otros donantes ya lo han hecho tiempo atrás y, aunque reconocen estar todavía en un proceso de aprendizaje, en las estrategias más recientes de algunos de ellos se hace explícito un compromiso de profundizar en esta línea. En el territorio de la operación existen diversas vías o instrumentos que pueden facilitar a las empresas su contribución al desarrollo humano, entre las que cabe citar, por su especial interés, los negocios inclusivos y negocios en la base de la pirámide, las empresas de economía social, el comercio justo, las inversiones socialmente responsables, las microfinanzas, o las Alianzas Público Privadas para el Desarrollo. En este territorio se incluyen todas aquellas actividades que realizan las empresas dentro de su núcleo de negocio y que, realizadas con criterios y enfoques adecuados, pueden contribuir a la erradicación de la pobreza. Tal es el caso, por ejemplo, de proyectos de ingeniería y consultoría que integran criterios sociales y ambientales que en el diseño de las infraestructuras y servicios, o industrias extractivas que consideran 26
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 elementos de empleo decente y prevención de impactos ambientales (entre otros) en su forma de conducir su actividad. En el módulo 3 se presentarán de forma más completa algunas de las vías de promoción del desarrollo humano desde el territorio de la operación de las empresas. 27
Curso on line Empresa, desarrollo humano y cooperación. Módulo 1 3.
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