COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS Bruselas, 26.9.2005 COM(2005) 455 final 2003/0300 (COD) COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO con arreglo al párrafo segundo del apartado 2 del artículo 251 del Tratado CE acerca de la Posición común adoptada por el Consejo con vistas a la adopción de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos ES ES 2003/0300 (COD) COMUNICACIÓN DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO con arreglo al párrafo segundo del apartado 2 del artículo 251 del Tratado CE acerca de la Posición común adoptada por el Consejo con vistas a la adopción de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo sobre la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos 1. ANTECECENTES Fecha de envío de la propuesta al PE y al Consejo (documento COM(2003) 739 final – C5-0642-03– 2003/0300(COD)): 11 de diciembre de 2003 Fecha del dictamen del Comité Económico y Social Europeo: 28 de octubre de 2004 Fecha del dictamen del Parlamento Europeo, primera lectura: 7 de junio de 2005 Fecha de adopción de la Posición común: 2. 23 de septiembre de 2005 OBJETIVODELAPROPUESTADELACOMISIÓN Esta propuesta tiene por objeto promover y fomentar un mercado de la eficiencia del uso final de la energía y los servicios energéticos, que contribuya a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y al proceso de Lisboa, a la vez que mejora la seguridad del suministro energético. Los elementos principales de la propuesta son los siguientes: • La propuesta presenta dos objetivos uniformes, anuales y obligatorios, relacionados con el ahorro energético, para un periodo de seis años. Se trata (1) de un objetivo acumulativo global del 1 % del volumen medio de energía distribuida y/o vendida a los consumidores finales durante un periodo previo (de cinco años) y (2) de un objetivo secundario semejante pero más ambicioso del 1,5 % anual para el sector público. • Asimismo, los Estados miembros obligarán a los minoristas y/o a los distribuidores de energía a ofrecer a sus clientes servicios energéticos o auditorías energéticas. • Con el fin de ayudar a los Estados miembros a evaluar los avances realizados en la consecución de los objetivos, la propuesta presenta un marco para la utilización de una metodología armonizada tendente a ese fin. • Además de los objetivos y las obligaciones enumeradas anteriormente, la propuesta recoge medidas tales como instrumentos financieros especiales destinados a lograr la eficiencia ES 2 ES energética, condiciones para mejorar la medida y facturación de la energía a fin de facilitar una mejor información a los consumidores y requisitos para la certificación de los proveedores de servicios energéticos. También se incluyen medidas encaminadas a mejorar las auditorías energéticas y animar a los reguladores a aplicar tarifas para la distribución de gas y electricidad que fomenten la eficiencia energética en lugar de estimular innecesariamente un mayor consumo de energía. La propuesta, cuyo ámbito de aplicación es amplio, abarca la distribución y venta de la mayor parte de los tipos de energía suministrada a los consumidores finales, como electricidad, gas, gasóleo para calefacción y combustibles para el transporte. Asimismo comprende a la mayoría de los consumidores finales de energía, excepto los del sector del comercio de derechos de emisiones. 3. OBSERVACIONESSOBRELA POSICIÓNCOMÚN 3.1. Comentarios generales sobre la Posición común La Comisión considera que la Posición común que se ha alcanzado es fiel en general al espíritu de la propuesta presentada por ella el 10 de diciembre de 2003, salvo (1) la naturaleza del objetivo global relativo al ahorro (indicativo en lugar de obligatorio) y (2) la supresión del objetivo sobre ahorro para el sector público. La Posición común, que supone un importante paso adelante en la consecución de un acuerdo global con el Parlamento Europeo sobre esta propuesta, es aceptable ya que presenta compromisos aceptables en prácticamente todos los demás sectores de la propuesta y, de esta manera, constituye una buena base para la segunda lectura. Evidentemente, quedan por resolver las cuestiones relacionadas con el objetivo y el sector público. La Comisión opina asimismo que la Posición común mejora la propuesta original en muchos aspectos, a la vez que aborda numerosas ideas y cuestiones planteadas por el Parlamento Europeo en sus enmiendas. La cohesión y la coherencia de la propuesta de la Comisión se han visto mejoradas gracias a la adición de nuevos considerandos, a la mejora de las definiciones existentes y a la inclusión de nuevas definiciones. La ampliación del ámbito de aplicación del artículo 6 (obligar a los proveedores de energía a ofrecer servicios energéticos a sus clientes), por ejemplo, supone una mejora de este artículo ya que se prevén varios medios alternativos complementarios para cumplir esa obligación: oferta de servicios energéticos, auditorías energéticas, medidas de mejora de la eficiencia energética o pagos a un fondo de eficiencia energética. La supresión de la opción de las auditorías libres asimismo permite a las empresas trabajar en las condiciones de mercado predominantes. Las condiciones que se establecen ahora en los artículos relativos a instrumentos financieros, facturación, medición y auditorías energéticas se han afinado y ajustado con mayor precisión a las condiciones de los Estados miembros. También se considera una mejora el comité que se ha creado para ayudar a la Comisión a elaborar un plan más armonizado para evaluar las mejoras de la eficiencia energética. ES 3 ES Muchas de las enmiendas presentadas por el Parlamento en primera lectura y aceptadas por la Comisión se reflejan ya en la Posición común, en su totalidad, en principio o en parte. Entre ellas cabe enumerar la mayoría de las definiciones, el establecimiento de un procedimiento sobre comitología y la mejora del artículo 6 en lo tocante a las obligaciones. Además, numerosos aspectos del sistema de evaluación de las mejoras de la eficiencia energética que figuran en las enmiendas del Parlamento se han integrado ya en la Posición común. Estos aspectos, que son aceptables también para la Comisión, recogen conceptos tales como medidas ascendentes, indicadores descendentes y evaluación comparativa, ésta última utilizada como indicador comparativo descendente. Por otro lado, la Posición común no aborda algunas cuestiones planteadas en las enmiendas del Parlamento, que se examinarán en otro momento, como el carácter obligatorio de los objetivos, un posible periodo objetivo más largo, la posibilidad de fijar metas más elevadas o la necesidad de un objetivo específico para el sector público. Aunque muchas de estas cuestiones se examinarán más adelante, la Comisión se ve en la obligación de subrayar que no puede aceptar la modificación efectuada en la Posición común, según la cual el objetivo de alcanzar un ahorro energético global del 1 % deja de tener carácter obligatorio y pasa a ser un objetivo indicativo1. Por ese mismo motivo, la Comisión no acepta el debilitamiento que supone convertir el objetivo obligatorio del 1,5 % fijado para el sector público en un simple requisito para que los Estados miembros garanticen que este sector adopta medidas sobre eficiencia energética2. Por último, hay un considerando (8 bis) en la Posición común que reitera que los objetivos indicativos no son jurídicamente vinculantes. Ello es asimismo inaceptable para la Comisión, ya que no hace sino anular y reducir aún más la importancia que tienen el cumplimiento y el respeto de los objetivos. Así pues, la Posición común aplaza para otra ocasión el examen de varias enmiendas del Parlamento Europeo. Algunas de ellas probablemente podrían haber sido aceptadas en parte o en principio por los Estados miembros y haberse incluido en la Posición común, si el tiempo hubiese permitido analizarlas detenidamente. En cambio, se ha dado prioridad a la necesidad de consolidar e incluir en la Posición común los compromisos alcanzados en todos los demás sectores de la propuesta. En opinión de la Comisión, algunas de las enmiendas que no se han incorporado en la Posición común podrían serlo. (Véase el punto 3.4.) 3.2. Enmiendas aceptadas por la Comisión e incorporadas en su totalidad o en parte en la Posición común En la enmienda 1(considerando 1) se señala que una mejora de la eficiencia energética facilita la implantación de energías renovables y que el empleo de este tipo de energías es también un objetivo energético comunitario importante. Se trata de una ventaja suplementaria significativa de la eficiencia energética mejorada, que con frecuencia se ignora. En la enmienda 3 —redactada de nuevo— se señalan convenientemente las numerosas ventajas derivadas de la mejora de la eficiencia energética. Se considera que la referencia a la 1 2 ES La postura del Parlamento Europeo sobre el mantenimiento de un objetivo obligatorio se ajusta a la postura de la Comisión, como lo demuestra la votación que se llevó a cabo en la sesión plenaria de 7 de junio. El resultado (458 votos a favor, 148 en contra y 27 abstenciones) pone de manifiesto la existencia de un decidido apoyo en favor de los objetivos obligatorios y proporciona un claro mandato para la segunda lectura. El Parlamento Europeo no sólo prefiere mantener un objetivo específico para el sector público, sino que ha aprobado una enmienda para incrementar la magnitud del objetivo. 4 ES estrategia de Lisboa tiene más aceptación que las referencias al grupo de alto nivel Kok, por el carácter más general de aquella. Las enmiendas 5 y 12 se incorporan en el considerando 9 (oferta y demanda de servicios energéticos), en el considerando 12 (la función del sector público en el aumento de la demanda de tecnologías eficientes energéticamente y servicios energéticos) y en el considerando 15 bis (comitología), todos ellos importantes. La enmienda 7 se incorpora satisfactoriamente salvo la parte relativa a la naturaleza del objetivo, que en la Posición común tiene carácter indicativo. La omisión de esta parte es inaceptable, por supuesto. La omisión de la referencia a las normas, sin embargo, es aceptable porque este aspecto, al menos en lo tocante a las mercancías comercializables, es actualmente competencia de la Comisión. La enmienda 8 es aceptable tal como se ha incorporado. En el artículo 6.3 (sobre la obligación de los proveedores de energía de ofrecer a sus clientes servicios energéticos y otras medidas para la mejora de la eficiencia energética), se indica claramente que los Estados miembros deben garantizar que se permita a todos los agentes del mercado pertinentes participar en este mercado y se les garanticen unas condiciones equitativas. El principio que se expresa en la enmienda 8 acerca de regular y prohibir la utilización de subvenciones cruzadas entre energía y tecnología es importante y se aborda parcialmente en el citado artículo. La enmienda 10, que suprime el considerando 12, es aceptable porque la sustituye satisfactoriamente la enmienda 5, tal como se ha incorporado. La enmienda 11, sobre el valor de los últimos avances de la tecnología de medición, se refleja en el considerando 13 bis de la Posición común. Lo mismo puede decirse de la enmienda 13 acerca de las Directivas sobre el mercado interior, que ya cuenta con una cobertura satisfactoria y se ha incorporado al considerando 4. La enmienda 12 sobre el procedimiento de comitología se refleja aceptablemente en el considerando 15 bis de la Posición común. La enmienda 14 se ha incorporado satisfactoriamente en parte, como queda reflejado en el artículo 2.2. La Comisión acepta la exclusión del sector del comercio de derechos de emisiones. Las instalaciones reguladas mediante la Directiva IPPC son prácticamente las mismas que las de la Directiva sobre el comercio de derechos de emisiones, y en la Directiva IPPC se excluyen los residuos biodegradables ya que ello daría lugar a una incoherencia en la Posición común. Por lo tanto, la Comisión acepta también la supresión de la exclusión IPPC. La cuestión de los edificios y su exclusión se aborda en el artículo 12.3, en el que las auditorías energéticas utilizadas en la certificación de edificios se aceptan como conformes, lo que implícitamente permite la exclusión a que se refiere esta enmienda. La enmienda 15, sobre los residuos provenientes de la conservación del paisaje, no se incorpora explícitamente en la Posición común, si bien sigue estando regulada implícitamente y, en opinión de la Comisión, satisfactoriamente en el artículo 3, letra a), en el que se aplica la definición de biomasa de la Directiva 2001/77/CE. Las enmiendas 16, 17, 21 y 22 sobre las definiciones (artículo 3) se han incorporado satisfactoriamente en las definiciones de la Posición común. (Las enmiendas 21 y 22 proponen una nueva redacción de las definiciones de «Contrato de financiación por terceros» ES 5 ES y «Contrato de rendimiento energético». A la Comisión le parecen aceptables.) La enmienda 23 se incorpora en la versión alemana. La enmienda 26 sobre los «contratos de rendimiento del ahorro energético» no se ha incorporado explícitamente en la Posición común porque esta definición se considera un subconjunto de los «contratos de rendimiento energético», de los que hay una definición en la Posición común. La Comisión considera que esta incorporación es ya aceptable. La enmienda 33 hace hincapié en que las medidas nacionales de eficiencia energética pueden existir ya. La Comisión está de acuerdo con la necesidad de comprobar los efectos de las medidas nacionales existentes, ya que pueden contribuir a la consecución del objetivo del ahorro energético. La enmienda 47 suprime las auditorías libres como forma de cumplir la obligación impuesta por el artículo 6. Ello es aceptable porque es necesario seguir desarrollando el naciente mercado comercial que dé cabida a estas auditorías. La enmienda 48 es aceptable tal como se ha incorporado porque la demanda es tan importante como la oferta en el mercado de los servicios energéticos y otras medidas de mejora de la eficiencia energética. Asimismo, corresponde a los Estados miembros adoptar las medidas necesarias para evitar los obstáculos al mercado. La enmienda 49 plantea la necesidad de proteger la intimidad y la integridad personal. Este aspecto importante se ha incorporado satisfactoriamente. La enmienda 50 dispone que los Estados miembros deben garantizar que todos los agentes del mercado puedan participar en el mercado de los servicios energéticos y las medidas de mejora de la eficiencia energética. Se trata de una consideración importante y se incorpora con precisión en la Posición común. La enmienda 57 es aceptable tal como se ha incorporado ya que es necesario exigir a los Estados miembros que se ocupen de los pequeños consumidores del sector doméstico, en el que los costes de las transacciones son más elevados. La enmienda 58 se incorpora satisfactoriamente ya que los fondos de eficiencia energética deben abrirse a todos los proveedores de servicios energéticos y medidas de mejora de la eficiencia energética. La enmienda 64 se incorpora aceptablemente y en ella se indica que los consumidores deben recibir información periódica y con la suficiente frecuencia como para permitirles regular su consumo. La enmienda 69 se incorpora satisfactoriamente. Debe facilitarse información a los consumidores finales y a otros organismos, como las agencias de energía. En la enmienda 74 se señala que debe elaborarse un informe de la Comisión como muy tarde cuatro años después de haberse realizado la transposición. Este aspecto se incorpora parcialmente. No obstante, también es apropiado incluir en el artículo 14.1 el requisito propuesto de compartir las mejores prácticas, como se sugiere en la enmienda. ES 6 ES La enmienda 76 se incorpora en el artículo 16. En ella se propone un procedimiento de comitología para ayudar a crear un sistema armonizado para evaluar las mejoras de la eficiencia energética. La enmienda 78 se incorpora de tal modo que permite aclarar el método de cálculo, como era la intención de la enmienda. La enmienda 79 se incorpora en el anexo I, si bien se utiliza una base de seis años. La aclaración sobre el cálculo del objetivo y el que se fije éste y no quede supeditado a las variaciones del PIB en años futuros, se incorporan asimismo de manera aceptable. Las enmiendas 82, 86, 88 y 90 proponen nuevos ejemplos de medidas admisibles de mejora de la eficiencia energética y se incorporan en el anexo III de manera aceptable porque con ello la lista es más general. Las enmiendas 83, 84, 92, 93, 95 y 96 las acepta la Comisión en parte o en principio. Estas enmiendas también han sido incorporadas aceptablemente en la Posición común: las enmiendas 83, 92 y 95 se incorporan en parte en el nuevo texto del anexo III, letras m) y n). La enmienda 93 se incorpora parcialmente en la letra f) (nuevos dispositivos eficientes y programadores para un uso óptimo de la energía) y la letra d) (sistemas de control digital). La enmienda 84 también se incorpora parcialmente en la letra f) (instrumentos de generación combinada de calor y electricidad). La enmienda 96 se incorpora parcialmente (de manera implícita) en la letra p) (etiquetado sobre el uso eficiente de la energía). En la enmienda 99 se esboza un sistema armonizado ascendente para la evaluación de las mejoras de la eficiencia energética. Este aspecto se ha incorporado parcialmente de un modo que a la Comisión le resulta satisfactorio. Ahora bien, los umbrales propuestos —un máximo del 2 % para los costes de evaluación y 40 millones de kWh para el uso de indicadores simplificados— deberían dejarse a los comités. 3.3. Enmiendas rechazadas por la Comisión pero que se han incorporado en la Posición común Las enmiendas 80, 87 y 98 han sido rechazadas por la Comisión pero se han incorporado en la Posición común. La enmienda 80 se incorpora en la Posición común en tanto en cuanto las medidas iniciales deben tener «un efecto duradero». La Comisión ha rechazado la enmienda 80 principalmente porque con ella se quiere acortar el periodo de aceptación de las «actuaciones iniciales» emprendidas por los Estados miembros haciendo que el año de puesta en marcha pase de 1995 (1991 en algunos casos) a 2000. Las enmiendas 87 y 98 (anexo III y anexo IV) fueron rechazadas por la Comisión porque ya se abordaban en otra parte y, por lo tanto, se consideraron innecesarias. (También es posible interpretar que ya se han incorporado satisfactoriamente y que, por lo tanto, se recogen en el punto 3.2.) 3.4. Enmiendas aceptadas por la Comisión y no incorporadas en la Posición común La enmienda 2 (nuevo considerando 2 bis) y la enmienda 4 son aceptables para la Comisión, aunque no se incorporan en la Posición común. No se ha considerado necesario reiterar en la Posición común que los objetivos propuestos no pueden impedir automáticamente el crecimiento del consumo total de energía. (No obstante, puede considerarse que el valor fijo y absoluto de la cantidad de energía que debe ahorrarse se ha incorporado satisfactoriamente en el punto 1 del anexo I de la Posición común.) ES 7 ES La enmienda 6, sobre el objetivo, que figura en la Resolución parlamentaria de 14 de marzo de 2001, de lograr mejorar un 2,5 % la intensidad de la energía, muestra la importancia que concede el Parlamento a mejorar la eficiencia energética lo antes posible y es, por lo tanto, aceptable, aunque no se incorpora en la Posición común. La enmienda 9 prevé claramente la posibilidad de emplear fondos para activar el mercado de la eficiencia energética y es, por lo tanto, aceptable, aunque no se incorpora. Hay otras varias enmiendas que son aceptables para la Comisión, pero que no se han incorporado a la Posición común. Merece la pena detenerse en las siguientes ya que tienen relación con los artículos 4 y 5, que se ocupan del objetivo general y del sector público, respectivamente: La enmienda 28 es aceptable en principio para la Comisión (a condición de que «medidas de mejora de la eficiencia energética» sustituya a «medidas de eficiencia energética», con el fin de ajustarse a las definiciones de la Posición común). Se trata de una enmienda importante que refleja el punto de vista del Parlamento sobre los objetivos obligatorios y un periodo objetivo más largo (nueve años) consistente en objetivos de tres trienios en lugar de un objetivo de seis años. La enmienda 29 también es aceptable para la Comisión, en parte porque la idea del objetivo de nueve años es aceptable. No obstante, aumentar progresivamente la duración de los tres objetivos plantea un problema porque durante este periodo se pondrá en marcha un sistema ascendente más preciso para la evaluación de los objetivos. Normalmente, un sistema ascendente más preciso tiene en cuenta objetivos menores que los que se tendrían en consideración con un sistema descendente. Ello es así porque el margen de error es inferior cuando las evaluaciones se efectúan con un sistema ascendente. La enmienda 32 exige que los Estados miembros apliquen nuevas medidas cuando notifiquen que no están cumpliendo los objetivos. Con la nueva redacción este aspecto resulta aceptable porque el requisito impulsará la actuación inmediata por parte de los Estados miembros. No obstante, encajaría mejor en el artículo que se refiere a los informes (artículo 14). En la enmienda 39 (sobre los objetivos para el sector público), se proponen tres objetivos obligatorios consecutivos de tres años. Este principio es aceptable aunque no se ha incorporado. No obstante, aumentar gradualmente el objetivo hasta el 2 % anual no es coherente con el desarrollo y la aplicación graduales de un sistema ascendente más preciso, que debería permitir un objetivo constante. Además, el nivel es superior al que probablemente se alcance en algunos Estados miembros. La enmienda 40 es aceptable por los mismos motivos, esto es, porque se refiere a los tres objetivos consecutivos de tres años. La enmienda 41 fija, además de objetivos obligatorios, directrices sobre las adquisiciones públicas obligatorias. Esas directrices son el mejor método para garantizar que el objetivo puede lograrse realmente. La enmienda 43 exige la publicación y notificación de las directrices nacionales sobre contratación pública de cada Estado miembro y su evaluación por la Comisión, lo que redundará en una mayor equidad y comparabilidad y, con el tiempo, en un cierto grado de de armonización, al menos respecto al nivel de ambición. Todos estos principios son aceptables para la Comisión. ES 8 ES La enmienda 45 sobre la utilización de acuerdos (voluntarios) para cumplir los requisitos ya se ha aceptado en otras Directivas (p. ej., la Directiva relativa a la eficiencia energética de los edificios), siempre que pueda demostrarse la equivalencia. Su mención en el artículo 5.1. también es aceptable. La enmienda 85 sobre el calentamiento y el enfriamiento pasivos es importante, pero no figura en el anexo III de la Posición común. Además de las enmiendas mencionadas arriba, la Comisión también acepta las siguientes enmiendas del Parlamento, en su totalidad, en parte o en principio: 30-31, 34, 38, 40, 44, 46, 51-52, 54, 60, 63, 65-66, 71-72, 75, 78, 95 y 107-109. Éstas no se han incluido en la Posición común por varios motivos. En muchos casos, para lograr la aceptación en el Consejo se habrían necesitado más tiempo y un mayor debate. Ejemplos de ello son las enmiendas 30, 46, 107 (excluida la parte sobre los objetivos diferenciados, que es inaceptable para la Comisión) y 108 (incluida la evaluación comparativa, que probablemente podría aceptarse como indicador descendente que sirviera de orientación a los Estados miembros para la selección de sectores rentables de medidas de eficiencia energética). La enmienda 31 se refiere a un objetivo de nueve años en lugar de uno de seis años y probablemente podría considerarse una forma de aumentar la flexibilidad. Las enmiendas 38, 40 y 44 no se han incorporado a la Posición común debido a que la función del sector público y el objetivo de este sector han perdido importancia en comparación con la propuesta original de la Comisión. Las enmiendas relacionadas con el artículo 7 en la Posición común (enmiendas 51, 52 y 54) también podrían tenerse en cuenta, aunque la naturaleza del artículo 7 se ha modificado en la Posición común. La enmienda 63, sobre la sustitución de contadores, podría aceptarse asimismo previo examen y ligera modificación. La enmienda 75, que se refiere a un informe de la Comisión sobre rentabilidad, posiblemente también podría resultar aceptable, pero con plazos y condiciones diferentes. Las enmiendas 78 y 95, que atañen a los anexos I y III, respectivamente, también es muy probable que pudieran ser aceptables tras estudiarlas con más detenimiento. (La Comisión ha rechazado las enmiendas siguientes del anexo III, que tampoco se han incorporado a la Posición común: 81, 89 y 91, sobre equipos, cambio de combustibles y biocombustibles, respectivamente. Todas ellas están fuera del ámbito de aplicación de la Directiva propuesta.) 3.5. Nuevos elementos introducidos por el Consejo Comparada con la propuesta presentada por la Comisión, la Posición común contiene diversas modificaciones, muchas de las cuales se ajustan a las enmiendas del Parlamento, tal como se ha apuntado arriba. Una excepción notable es el paso de un objetivo obligatorio a otro indicativo (art. 4.1 y considerando 8 bis). Y ya no hay un objetivo específico (superior) (1,5 %) para el sector público (art. 5.1). En cambio, los Estados miembros están obligados a adoptar medidas que contribuirán a alcanzar el objetivo global (art. 4.1). En el anexo V se añade en cambio una lista indicativa de medidas de mejora de la eficiencia energética para el sector público. Además, la Posición común recoge ahora un procedimiento de comitología que tiene como finalidad mejorar aún más la metodología de cálculo que se presenta en los anexos y adaptarla a los avances técnicos. Ello se ajusta a las enmiendas del Parlamento Europeo. Es más, se han establecido disposiciones que posibilitarán el empleo de acuerdos voluntarios y regímenes de certificados blancos como instrumentos que contribuirán al cumplimiento de la obligación que impone el artículo 6 y al logro de los objetivos. ES 9 ES 4. CONCLUSIÓN La Comisión considera que la Posición común adoptada por unanimidad el 19 de septiembre de 2005 aclara aún más numerosos aspectos, mejora las definiciones y establece un proceso de comitología satisfactorio y un marco para la evaluación de la mejora de la eficiencia energética. Asimismo, introduce mayor flexibilidad para la aplicación rentable de la Directiva en los Estados miembros. También se abordan en ella y se mejoran otros asuntos relacionados con el ámbito de aplicación del proceso de calificación de los proveedores de servicios energéticos y otras medidas de mejora de la eficiencia energética y asuntos relacionados con el fomento de los instrumentos financieros para inversiones de eficiencia energética. La Comisión ve aceptables en la Posición común el empleo de estructuras tarifarias innovadoras, la estructura de fondos eficientes y la disponibilidad y garantía de calidad de las auditorías energéticas. También se presentan de manera satisfactoria medidas para garantizar una mejor medición y facturación informativa con el fin de lograr un equilibrio que garantice una aplicación rentable. La Posición común consolida así los acuerdos alcanzados en el Consejo sobre numerosos asuntos importantes y lo hace de manera que se incorporan en los considerandos y artículos pertinentes muchas de las enmiendas adoptadas por el Parlamento Europeo. No obstante, la Comisión lamenta tener que señalar la falta de objetivos significativos globales en la Posición común, tanto para el objetivo global como para el referente al sector público. Tampoco puede aceptar el considerando 8 bis, en el que se reitera y subraya la naturaleza no obligatoria del objetivo propuesto sobre ahorro energético. La Comisión opina que la importancia de actuar en pro de la mejora de la eficiencia energética se ve socavada por la debilitada naturaleza del objetivo y del considerando 8 bis. Además, el debilitamiento de las condiciones aplicables a la contratación pública es lamentable. La Comisión observa la importancia que los Estados miembros han concedido y siguen concediendo a la mejora de la eficiencia energética. La Comisión es, pues, consciente del gran respaldo prestado por los Estados miembros al objetivo general de esta propuesta. La Comisión observa una cierta incoherencia en la preocupación mostrada por los Estados miembros en lo tocante a la perspectiva de los procedimientos de infracción por el incumplimiento del objetivo referente al ahorro (considerando 8 bis). Ello se hace en vista de que los Estados miembros únicamente necesitan adoptar las medidas que sean rentables. Asimismo, si bien influir en el «comportamiento relativo al consumo energético» de los ciudadanos particulares y las empresas puede ser a veces tan difícil como deseable es lograrlo, es posible influir de manera decisiva en la mejora de la eficiencia energética en el sector público. Este extremo no se aclara en la Posición común. En general, la Comisión considera que el incumplimiento del objetivo anual global referente al ahorro presentado en la propuesta significa que los Estados miembros y la UE en su conjunto tendrán dificultades par cumplir los compromisos de Kioto, porque al menos la mitad de éstos deben lograrse mediante un mayor ahorro energético. El incumplimiento de los objetivos también entorpecerá la marcha hacia el cumplimiento de los objetivos comunitarios sobre competitividad y empleo fijados en la estrategia de Lisboa. También supondrá la pérdida de la oportunidad de mejorar la seguridad del suministro energético en la Unión Europea. ES 10 ES La Comisión considera, pues, que la Posición común es un trampolín útil con el que seguir avanzando y desde el que se puede regresar y resolver en segunda lectura los pocos asuntos pendientes sobre la necesidad de objetivos significativos y de aceptar una función dirigente para el sector público. La Comisión recomienda esta Posición común al Parlamento Europeo. ES 11 ES