28/3/12 10:35 Página 1 Retos medioambientales de la industria alimentaria Retos medioambientales de la industria alimentaria P390_PORTADA:Maquetación 1 P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 1 P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 2 © Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara INSTITUTO TOMÁS PASCUAL SANZ Dirección postal y correspondencia: Paseo de la Castellana, 178, 3.º Derecha. Madrid 28046 Domicilio fiscal: c/ Orense, 70. Madrid 28020 Tel.: 91 703 04 97. Fax: 91 350 92 18 www.institutotomaspascual.es • [email protected] © Universidad de Burgos Hospital del Rey s/n. 09001 Burgos Coordinación editorial: Alberto Alcocer, 13, 1.º D. 28036 Madrid Tel.: 91 353 33 70. Fax: 91 353 33 73 www.imc-sa.es • [email protected] Ni el propietario del copyright, ni los patrocinadores, ni las entidades que avalan esta obra, pueden ser considerados legalmente responsables de la aparición de información inexacta, errónea o difamatoria, siendo los autores los responsables de la misma. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, transmitida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo las fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de recuperación de almacenaje de información, sin permiso escrito del titular del copyright. ISBN: 978-84-7867-080-2 ISBN: 978-84-92681-52-5 Depósito Legal: M-12894-2012 P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 3 Retos medioambientales de la industria alimentaria Coordinadores D.ª Sagrario Beltrán Calvo Directora de la Cátedra Tomás Pascual Sanz-Universidad de Burgos. D.ª María Luisa González San José Coordinadora del ciclo de jornadas. Retos medioambientales de la Industria Alimentaria. D. Alfonso Perote Alejandre Director de Proyectos del Instituto Tomás Pascual Sanz. Autores Alba Bala Gala Observatorio Punto Verde de Ciclo de Vida del Envase-Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático. Escola Superior de Comerç Internacional (UPF). Barcelona. María Dolores Bermejo Roda Grupo de Ingeniería de Procesos a Presión. Universidad de Valladolid. Danilo Alberto Cantero Sposetti Grupo de Ingeniería de Procesos a Presión. Universidad de Valladolid. Andrés Cerdá Casanoves Consultor Senior. TAG Ingenieros Consultores, SL. Valencia. Rocío Clemente Barreiro Área de Tecnologías Ambientales. Fundación CTME. Miranda de Ebro, Burgos. María José Cocero Alonso Grupo de Ingeniería de Procesos a Presión. Universidad de Valladolid. Ana M.ª Diez Maté Área de Tecnología de los Alimentos. Departamento de Biotecnología y Ciencia de los Alimentos. Universidad de Burgos. Ángel Fernández Cuello AITIIP Centro Tecnológico. Parque Tecnológico Cogullada. Zaragoza. José María Fernández Ginés Director de Innofood by Neuron. Parque Tecnológico de la Salud. Armilla. Granada. María Fernández Polanco Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente. Universidad de Valladolid. Juan García Serna Grupo de Ingeniería de Procesos a Alta Presión, Universidad de Valladolid. Alberto Garrido Colmenero Observatorio del Agua-Fundación Botín. Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales de la Universidad Politécnica de Madrid. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 4 Cristina Gazulla Santos Observatorio Punto Verde de Ciclo de Vida del Envase-Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático. Escola Superior de Comerç Internacional (UPF). Barcelona. Jaime González Buesa AITIIP Centro Tecnológico. Parque Tecnológico Cogullada. Zaragoza. Isabel Jaime Moreno Área de Tecnología de los Alimentos. Departamento de Biotecnología y Ciencia de los Alimentos. Universidad de Burgos. Elena Madera Bravo Responsable de Vigilancia Tecnológica de Innofood by Neuron. Parque Tecnológico de la Salud. Armilla. Granada. Emilio Molina Grima Catedrático de Ingeniería Química de la Universidad de Almería. Javier Muñoz Giner Director General. TAG Ingenieros Consultores, SL. Valencia. Yolanda Núñez Pérez Área de Tecnologías Ambientales. Fundación CTME. Miranda de Ebro, Burgos. Susana María Oliveira Leão Observatorio Punto Verde de Ciclo de Vida del Envase-Cátedra Unesco de Ciclo de Vida y Cambio Climático. Escola Superior de Comerç Internacional (UPF). Barcelona. Perfecto Paseiro Losada Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia. Universidad de Santiago de Compostela. Víctor Peinado Canudo AITIIP Centro Tecnológico. Parque Tecnológico Cogullada. Zaragoza. Lorena Pereda Pereda Área de Tecnologías Ambientales. Fundación CTME. Miranda de Ebro, Burgos. Sara I. Pérez Elvira Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente. Universidad de Valladolid. Maribi Portal Diez Technical Support & Development Specialist. Innovia Films Commercial Ltd. Marín Pródanov Departamento de Caracterización y Producción de Nuevos Alimentos. Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL). Ciudad Universitaria de Cantoblanco. Madrid. Ana Rodríguez Bernaldo de Quirós Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia. Universidad de Santiago de Compostela. Yuresky Rojas Rincón R&D Project Manager. TAG Ingenieros Consultores, SL. Valencia. Raquel Sendón García Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología. Facultad de Farmacia. Universidad de Santiago de Compostela. Francisco Victoria Jumilla Responsable de Fomento del Medio Ambiente y Cambio Climático. Comunidad Autónoma de Murcia. Bárbara A. Willaarts Observatorio del Agua-Fundación Botín. Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Medioambientales de la Universidad Politécnica de Madrid. Maite Zazpe Cenoz Departamento de Biomasa. Centro Nacional de Energías Renovables (CENER). P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 Índice 7 20:12 Página 5 Prólogo Ricardo Martí Fluxá 9 Presentación María Luisa González San José y Sagrario Beltrán Calvo Sostenibilidad en la industria alimentaria 15 Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos industriales sostenibles Juan García Serna 27 La huella de carbono Francisco Victoria Jumilla 55 El papel de la huella hídrica en la seguridad alimentaria Bárbara A. Willaarts y Alberto Garrido Colmenero 65 Herramientas de sostenibilidad ambiental en productos alimentarios. Caso práctico: proyecto LIFE HAproWINE Yolanda Núñez Pérez, Lorena Pereda Pereda y Rocío Clemente Barreiro Aprovechamiento de residuos de producción en la industria alimentaria 79 Aprovechamiento de subproductos de la industria agroalimentaria para la obtención de compuestos bioactivos José María Fernández Ginés y Elena Madera Bravo 89 Nuevas tendencias en el diseño de procesos para aprovechamiento de residuos alimentarios dirigidas a conseguir una sociedad sostenible María José Cocero Alonso, Danilo Alberto Cantero Sposetti, María Dolores Bermejo Roda y Juan García Serna P390_PRIMERAS(Mary) 103 27/3/12 20:12 Página 6 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios Marín Pródanov 125 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal Maite Zazpe Cenoz 139 Aprovechamiento energético de residuos: biogás María Fernández-Polanco y Sara I. Pérez Elvira Nuevas tendencias en el envasado de alimentos y en la gestión de los envases 155 Situación actual del envasado de los alimentos Isabel Jaime Moreno y Ana M.ª Diez Maté 173 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos Jaime González Buesa, Víctor Peinado Canudo y Ángel Fernández Cuello 191 Aplicaciones de la tecnología RFID en el envasado de alimentos Javier Muñoz Giner, Andrés Cerdá Casanoves y Yuresky Rojas Rincón 199 La funcionalidad de los “plásticos convencionales”, utilizando films renovables y compostables Maribi Portal Diez 211 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos Raquel Sendón García, Ana Rodríguez Bernaldo de Quirós y Perfecto Paseiro Losada 227 Ecodiseño de envases Cristina Gazulla Santos, Susana María Oliveira Leão y Alba Bala Gala P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 7 Prólogo Querido lector: La preocupación de las sociedades de los países industrializados por el medio ambiente es cada vez más notable, aunque sea una paradoja, ya que el bienestar de estas es, en parte, el responsable del deterioro medioambiental. No obstante, es obvio que la preocupación existe y que se están tomando medidas para paliar los daños y para minimizar los efectos que la actividad industrial ejerce sobre los ecosistemas. Por ello, el respeto medioambiental se convierte en uno de los grandes pilares del desarrollo sostenible de cualquier tipo de industria. Las empresas alimentarias saben que también para ellas la gestión de los factores medioambientales son cada vez más relevantes, y probablemente en el futuro estarán entre aquellos que determinen la sostenibilidad y competitividad de la empresa. La industria alimentaria genera grandes cantidades de residuos de producción de naturaleza orgánica, constituidos principalmente por aquellas partes de la materia prima que no son útiles en el proceso de elaboración y que pueden llegar a representar hasta el 85% del peso de la materia prima recibida. Estos materiales pueden ser desechados como residuos, con el consiguiente coste económico, o pueden ser revalorizados como subproductos, con el consiguiente beneficio ambiental y económico. Por otro lado, los envases y embalajes han pasado a formar parte de nuestro modo de vida cotidiano, en muchos casos porque nos hacen la vida más cómoda, en otros porque son imprescindibles para aplicar determinadas técnicas de conservación y protección de alimentos; hasta el punto de que se hace difícil imaginar la comercialización de un producto alimenticio sin algún tipo de envasado. Todo esto supone una cierta paradoja, ya que, aunque el envasado constituye una herramienta muy importante para conseguir alimentos seguros, atractivos y cómodos, también puede tener un impacto negativo sobre el medio natural si los envases no se gestionan de manera adecuada. Los envases utilizados para los alimentos han ido cambiando a lo largo de los años como respuesta a diversos factores. Hoy se puede seleccionar el envase más adecuado para cada alimento y para cada situación, siendo parámetros muy importantes a considerar en este momento, para la elección del envase y de la tecnología de envasado: la sostenibilidad de los envases, la posibilidad de reutilización o reciclado de los materiales, la interacción con el medio ambiente durante todo el ciclo del envase, etc. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 8 Retos medioambientales de la industria alimentaria 8 Sobre estos tres grandes temas, sostenibilidad de la industria alimentaria, aprovechamiento de subproductos y gestión de los envases, se habló durante el pasado año 2011 en tres jornadas organizadas por la Cátedra Tomás Pascual Sanz-Universidad de Burgos. Quiero aprovechar para felicitar al Departamento de Biotecnología y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Burgos, y especialmente a las coordinadoras del curso, las Dras. María Luisa González San José y Sagrario Beltrán, el apoyo y el interés que mostraron para que estas jornadas fueran todo un éxito. La vocación de nuestro Instituto es dejar un legado que permita a cualquier interesado acceder a una fuente fiable de información, y este es precisamente el motivo por el que tú, lector, tienes este libro entre las manos. Que lo disfrutes. Ricardo Martí Fluxá Presidente Instituto Tomás Pascual Sanz P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 9 Presentación La preocupación de las sociedades de los países industrializados por el medio ambiente es cada vez más notable. Este hecho es un tanto paradójico, ya que el desarrollo del bienestar de estos países ha sido una de las causas principales del deterioro medioambiental del planeta en el último siglo. No obstante, es cada día más evidente que la preocupación medioambiental existe y, de hecho, desde hace algunas décadas se están implantando medidas correctoras tanto para paliar los daños ya causados como para eliminar, o al menos reducir significativamente, los efectos medioambientales negativos de las actividades industriales que los originen. Los problemas medioambientales afectan a los ecosistemas, pero también repercuten notoriamente en el desarrollo de las sociedades e impactan en la economía local y global. Por tanto, el respeto del medioambiente es uno de los grandes pilares del denominado desarrollo sostenible, modelo que se intenta potenciar social, política y legislativamente. Las industrias alimentarias, como parte del engranaje industrial del sector productivo, no pueden permanecer ajenas a su papel en el desarrollo sostenible de las regiones y las comarcas. Por ello, deben velar por implantar o adoptar formas de actuación que permitan cubrir las expectativas de todos sus clientes, entre los que destacan las administraciones, con sus requisitos legales, y los consumidores, que cada vez son más exigentes con aspectos vinculados al respeto medioambiental y social. Estas consideraciones llevaron a la Cátedra Tomás Pascual Sanz-Universidad de Burgos a organizar un ciclo de jornadas que abordaran los retos medioambientales más relevantes a los que se enfrenta la industria alimentaria. Las jornadas se centraron en tres de los aspectos que hemos considerado de mayor interés: sostenibilidad en la industria alimentaria, aprovechamiento de residuos de producción en la industria alimentaria y nuevas tendencias en el envasado de alimentos y en la gestión de los envases. Para su desarrollo, tuvimos la oportunidad de contar con un buen número de expertos de prestigio internacional, que compartieron su experiencia, sus conocimientos y los últimos resultados de sus investigaciones con la nutrida audiencia que tuvieron las tres sesiones. La culminación de cada jornada con una mesa redonda brindó asimismo la oportunidad del debate, tratando temas puntuales planteados por profesionales, investigadores y gestores de la industria alimentaria. Los ponentes han realizado un esfuerzo adicional recogiendo los contenidos de sus ponencias P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 10 Retos medioambientales de la industria alimentaria 10 en diferentes capítulos, que la Cátedra Tomás Pascual Sanz-Universidad de Burgos ha reunido en el libro que tienes en tus manos. Los temas tratados en la primera jornada se recogen en los cuatro primeros capítulos de este libro y abordan desde el propio concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible hasta el desarrollo de un caso práctico utilizando herramientas de sostenibilidad en productos alimentarios, todo ello sin olvidar conceptos novedosos, como la huella de carbono y la huella hídrica. Los capítulos 4 a 9 recogen los contenidos de la segunda jornada, que se centró en el aprovechamiento de subproductos de la industria alimentaria. La industria alimentaria genera grandes cantidades de residuos de producción constituidos principalmente por aquellas partes de la materia prima que no son útiles en el proceso de elaboración y que pueden llegar a representar hasta el 85% del peso de la materia prima procesada. Estos materiales pueden ser desechados como residuos, con el consiguiente coste económico, o pueden ser revalorizados como subproductos, con el consiguiente beneficio ambiental y económico. Tradicionalmente, los subproductos de la industria alimentaria se han destinado a la alimentación animal y a la valorización agronómica, sin embargo, en la actualidad surgen nuevas aplicaciones que conducen a productos de mayor valor añadido. Entre los que se están desarrollando con más fuerza, destacan la producción de energías renovables y la extracción de biomoléculas e ingredientes alimentarios. Además, el futuro del aprovechamiento de subproductos de la industria alimentaria está ligado al desarrollo de nuevos procesos, como procesos enzimáticos, extracción con fluidos supercríticos, tecnologías de membranas, etc. Los capítulos 4 a 9 abordan tanto la revalorización de varios tipos de subproductos de la industria alimentaria como algunas de las nuevas tecnologías que se utilizan para ello. La revalorización de subproductos constituye un reto medioambiental y una oportunidad económica que puede tener una repercusión favorable sobre la sostenibilidad y competitividad de la industria alimentaria. Los seis últimos capítulos de este libro recogen los contenidos de la tercera jornada celebrada bajo el título: “Nuevas tendencias en el envasado de alimentos y en la gestión de los envases”. En ella se trataron diversas alternativas que el envasado puede ofrecer a la industria alimentaria para mejorar la producción y comercialización de alimentos, así como las principales estrategias para evitar los problemas que han ido surgiendo en los últimos años a causa del gran aumento del uso de alimentos envasados. Los envases utilizados para los alimentos han ido cambiando a lo largo de los años como respuesta a diversos factores. Así, se ha pasado del uso de materiales “naturales”, como los primitivos envases a base de materiales vegetales (como las calabazas), animales (ya fueran tejidos o vísceras) y los recipientes de barro, hasta otros materiales P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 11 Prólogo 11 industriales, como vidrio, hojalata y plásticos, cada vez más sofisticados, llegándose a la amplia y variada oferta de materiales y diseños que caracteriza la situación actual. Ante esta gran disponibilidad, es totalmente factible seleccionar el envase más adecuado para cada alimento y cada situación. En la selección tiene cada vez más peso la sostenibilidad de los envases, considerándose su reutilización, las posibilidades de reciclado, la compatibilidad medioambiental, etc. Los últimos capítulos de este libro son una presentación de algunos de los criterios para dicha selección, así como de diversas alternativas. Queremos finalizar esta presentación expresando nuestro más sincero agradecimiento a todos los autores que participan en este libro. Entre ellos, además de los ponentes de las jornadas de las que surgió este libro, se encuentran otros investigadores y profesionales que han contribuido, con su experiencia y saber, a la información que se pone a disposición del lector de este libro. También queremos agradecer a Victorino Díez e Isabel Jaime su colaboración en la organización de las jornadas que lo han originado. Solo nos queda desear que la lectura sea provechosa para todos los interesados en los retos medioambientales actuales que la industria, en general, y la alimentaria, en particular, tienen planteados. D.ª María Luisa González San José Coordinadora del ciclo de jornadas “Retos medioambientales de la Industria Alimentaria” D.ª Sagrario Beltrán Calvo Directora de la Cátedra Tomás Pascual Sanz-Universidad de Burgos P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 12 P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 13 SOSTENIBILIDAD EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 14 P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 15 Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos industriales sostenibles Juan García Serna El principal objetivo de este capítulo es ayudar a comprender cómo un modo especial de entender y desarrollar la labor de ingeniería puede promover el desarrollo sostenible de nuestro mundo hacia un punto de sostenibilidad. Previo a comenzar con la definición de la disciplina, de sus principios y herramientas, es interesante ver una perspectiva de la situación actual del mundo, al ser la ingeniería sostenible una disciplina emergente en medio de un mundo cambiante. Desde que el ser humano existe y posee capacidad de raciocinio, ha buscado de manera intensa y continua el estado de bienestar. El estado de bienestar, desde mi punto de vista, se consigue a través de haber resuelto distintas necesidades básicas. Así pues, los problemas de salud se han resuelto con medicinas adecuadas y con higiene, los problemas de abastecimiento con un sistema de transporte y un acceso casi universal a los combustibles, la informática actual y las redes de comunicación han conectado el mundo casi al completo, los pesticidas y abonos han incrementado considerablemente el rendimiento de los cultivos, los explosivos han facilitado en tiempo y coste el acceso a materiales de construcción, los envases y embalajes la durabilidad y facilidad de transporte y conservación de alimentos y otros productos, y un largo etcétera, como se esquematiza en la figura 1. La ingeniería sirve a este propósito facilitando la creación, producción y uso de un gran rango de productos. En la actualidad la idea de “producto” es casi cualquier cosa que pueda ser comercializada, desde una materia prima a un servicio final. De ahora en adelante me referiré con el término genérico de “productos” a todos los recursos utilizados, sean materiales o energéticos, y también a los distintos servicios, ya que en definitiva también consumen materia, energía, fuerza de trabajo y… tiempo, y pueden ser comercializados. Los productos están en la base de las economías, aunque, en la época actual, la economía no está sólo basada en productos. Pero el estado de bienestar sí parece sostenerse claramente en ellos. La idea de sostenibilidad aflora en este punto, ¿es el estado de bienestar que co- NECESIDADES-PROBLEMAS SOLUCIONES - Medicamentos - Transporte y combustibles - Comunicaciones e informática - Pesticidas y abonos - Productos de limpieza y desinfección - Explosivos - Envases y embalajes… ESTADO DE BIENESTAR Figura 1. El estado de bienestar y su fundamento. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 16 Retos medioambientales de la industria alimentaria 16 nocemos, tal como lo conocemos, sostenible? (1). Sostenibilidad es un estado donde la sociedad es capaz de satisfacer sus necesidades presentes alcanzando el estado de bienestar, sin comprometer que las generaciones futuras sean capaces de satisfacer sus propias necesidades para alcanzar y/o mantener el estado de bienestar, tal como se puede extraer del informe de la Comisión Mundial del Medioambiente y el Desarrollo “Nuestro futuro común”, conocido como informe Brundtland en 1987 (2). El desarrollo sostenible son las acciones orientadas a alcanzar la sostenibilidad. Ampliando esta definición se deben tener en cuenta ciertas palabras clave: sostenible, desarrollo, presente y futuro, habilidad, ínter e intrageneracional y comprometer/satisfacer; de este modo podríamos reescribir la definición: “El desarrollo sostenible significa el aseguramiento continuo de unas condiciones de vida dignas en lo que se refiere a derechos humanos, creando, expandiendo, incrementando, refinando y manteniendo el mayor rango de opciones y posibilidades de vida en libertad. El principio de justicia entre las generaciones presente y futuras debe tenerse en cuenta a la hora de utilizar los recursos medioambientales, económicos y sociales. Además se debe proteger escrupulosamente la biodiversidad en términos de los ecosistemas, especies, diversidad genética y, en general, todo aquello que sea un fundamento de vida. Por tanto, los cimientos de la sostenibilidad radican en la igualdad, y los pilares de sustento son la economía, el medio ambiente y la sociedad. Los encargados de gestionarlo serán los siete sistemas: social, administrativo, productivo, internacional, tecnológico, político y económico (figura 2) (2): • Un sistema social que proporcione soluciones a las tensiones derivadas de desarrollos desequilibrados. • Un sistema administrativo más flexible y resiliente con capacidad de autocorrección. • Un sistema de producción que, siendo económicamente viable, respete la obligación de preservar la base ecológica y social en el desarrollo. • Un sistema internacional que fomente modelos sostenibles de comercio y finanzas. SOCIAL Resolver tensiones ECONÓMICO Generar superávit y conocimiento ADMINISTRATIVO Capacidad de autocorrección POLÍTICO PRODUCTIVO Toma de decisiones Preservar la ecología Green Engineering TECNOLÓGICO INTERNACIONAL Nuevas soluciones Green Engineering Mercado y finanzas Figura 2. La unión de los siete sistemas. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 17 Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos… 17 • Un sistema tecnológico que pueda buscar continuamente nuevas soluciones. • Un sistema político que asegure una efectiva participación ciudadana en la toma de decisiones. • Un sistema económico que es capaz de generar excedentes y conocimientos técnicos sobre una base autosuficiente y sostenible. El adjetivo “sostenible” ha sido utilizado con distintos fines, como “limpio”, “respetuoso con el medio ambiente”, “eco”, “beneficioso”, “verde”, entre otros, en un gran número de disciplinas, como la química, ingeniería, arquitectura, ecología, derecho, política, filosofía, etc. Desafortunadamente, en muchos de los casos se ha conseguido que el adjetivo “sostenible” resulte un término manido y carente de su verdadero significado. Aceptando la hipótesis de que la sociedad de bienestar actual se fundamenta en los productos, es importante notar que el mundo ha cambiado, está cambiando y probablemente cambiará aún más década tras década, y las necesidades de cada generación no son las mismas. Normalmente nosotros buscamos un mayor estado de bienestar siempre, lo que conlleva satisfacer un mayor número de necesidades conforme pasa el tiempo. Unido a esto, y afortunadamente, con el tiempo más y más personas acceden al estado de bienestar, un estado de bienestar que, como se puede inferir, cambia con el tiempo. Y cambia con el espacio o localización geográfica. Por tanto, la sostenibilidad, como estado final, es un estado dinámico. En este punto me gustaría incluir una visión del mundo dada recientemente por Thomas Friedman en su libro La Tierra es plana (3). El autor justifica que el mundo ha estado sometido a tres aceleraciones a lo largo de la historia, todas ellas impulsadas por determinados avances en la sociedad e hitos históricos. Es curioso cómo utilizando el indicador de producto interior bruto referido a la divisa de paridad (Gross Domestic Product using Purchase Power Parity, GDP PPP) en la línea temporal se pueden apreciar estas aceleraciones, como se muestra en la figura 3. Hasta el año 1.000 d.C., el ser humano trató de satisfacer las necesidades básicas, no había un crecimiento real del capital. Fue desde el año 1.000 d.C., hasta cerca del siglo XIX cuando se produjo la primera aceleración, motivada por el inicio del comercio, la navegación, etc. La revolución industrial, es decir, máquinas, productos químicos y derivados del petróleo impulsaron la segunda aceleración entre los siglos XIX y XX. Ha sido a partir de la década de 1980 cuando el mundo ha experimentado una tercera aceleración impulsado por las comunicaciones y computadoras, entre otros factores. Esta aceleración tiene una proporción similar de aumento que la que hubo entre la primera y segunda aceleraciones (4). La sostenibilidad, como se indicó, no es un estado único, es dinámico, depende de un gran número de factores y claramente es dependiente de la posición geográfica y del momento histórico en que se analice. Este punto es muy importante, ya que habrá que analizar cada situación a nivel local y también será necesario analizar el global mundial. Normalmente cuando se alcanza un nivel de estado de bienestar no se quiere P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 18 Retos medioambientales de la industria alimentaria 18 7.000 Rev. 3 Producto interior bruto, PPP 6.000 5.000 4.000 3.000 2.000 Rev. 2 Rev. 0 1.000 0 0 200 400 Rev. 1 600 800 1.000 1.200 1.400 1.600 1.800 2.000 Año Figura 3. Evolución del Producto Interior Bruto en tasa de paridad (PPP). perder; la pregunta es si ¿el estado de bienestar que tenemos en algún país es excesivo y en otros inexistente? Porque el estado de bienestar siempre tiende a mejorarse (lo cual tal como está concebido implica mayor consumo de productos) y lo que es más importante, el número de personas que accede al estado de bienestar y/o lo mejora está creciendo, afortunadamente, de forma rápida. A esto hay que unir que en el mundo actualmente somos cerca de 6.500 millones de personas en 2010 y las previsiones de la ONU para 2050 establecen una cifra de 9.000 millones de personas en un escenario normal de crecimiento vegetativo. Desde 1950 la población prácticamente se ha duplicado y la ONU prevé que desde 1950 a 2050 la población se haya triplicado (figura 4) (5). Este hecho confronta directamente con la idea de que se reduzcan los consumos de materias primas no renovables o emisiones de CO2, gases de efecto invernadero, etc. En el libro Plan B 4.0 se incluyen excelentes ideas para mejorar la eficiencia de las distintas fuentes de energía que utilizamos, así como modificar nuestros hábitos de vida para ser más eficientes en recursos materiales (6). Además se incluyen una gran cantidad de datos de consumos globales de materias primas y evolución de parámetros de control (CO2 en atmósfera, temperatura, etc.). El gráfico de Al Gore de la evolución dramática de la temperatura en los últimos 100 años es archiconocido y ha dado la vuelta al mundo. El hecho que no se cita en casi ningún sitio, pero que ya aparecía claramente destacado en el informe Brundlandt (2), es cómo han evolucionado en las últimas décadas estos parámetros respecto a la población. En la figura 5 se representa la evolución real de estos pará- P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 19 Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos… 19 40 Alto Población (miles de millones) 35 30 25 20 15 Medio 10 Cero 5 Bajo 0 2000 2025 2050 2075 2100 2125 2150 2175 2200 2225 2250 2275 2300 Figura 4. Previsiones de crecimiento de la población según Naciones Unidas. 2010 15,2 Temperatura (°C) 2050 450 Pronóstico lineal 400 15,0 350 14,8 300 14,6 250 14,4 200 14,2 150 14,0 100 13,8 50 13,6 2,0 3,0 4,0 5,0 6,0 7,0 8,0 9,0 Población (miles de millones de personas) Temperatura Concentración de CO2 Figura 5. Tendencia de temperatura y concentración de CO2 con la población mundial. 0 10,0 Concentración de CO2 (ppm) 15,4 1950 P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 20 Retos medioambientales de la industria alimentaria 20 metros y se observa su carácter casi lineal. Es lógico pensar que a cada habitante del mundo le corresponde un conjunto promedio de productos básicos que, por otra parte, no va a cambiar mucho con el paso del tiempo. Esto es, si pensamos en nuestro consumo personal de carne entre los 20 y los 70 años es casi constante, y lo mismo será para el resto de la población. Por tanto, la conclusión que se puede extraer es que, si queremos conseguir una reducción en el consumo y/o emisión, la actuación debe ser por dos vías: 1) reducción en nuestro estado de bienestar, aceptando un nivel inferior suficiente; 2) mejora clara de la eficiencia en el uso de los productos. Como Mahatma Gandhi señaló: “La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos realmente capaces de hacer sería suficiente para resolver la mayoría de los problemas mundiales”. El mundo está en aceleración, y la aceleración hace que los tiempos se reduzcan. Se tardó varios siglos en que la matemática llegase a Europa y la separación eran unos cientos de kilómetros. Ahora alguien descubre que unos caramelos reaccionan violentamente al entrar en contacto con una bebida espumosa y, en unos pocos minutos, cientos de personas de todo el mundo lo están viendo on-line y comprobándolo por sí mismos. Y, al margen de este ejemplo grotesco, la ciencia está disponible on-line a nivel global, los datos económicos y tendencias bursátiles o los trending topics (es decir, en qué está interesado el promedio mundial en un preciso momento). Aquí radica la globalización, soluciones locales se convierten fácilmente en soluciones globales, pero también… problemas locales pueden convertirse en globales rápidamente. Valgan como ejemplos los últimos casos de enfermedades contagiosas, como la gripe A, que cruzaron fronteras en semanas; o el caso de la leche de bebé contaminada con melanina, un compuesto con alto contenido en nitrógeno que se utilizó para incrementar fraudulenta y tóxicamente el contenido de proteína, que causó la muerte a un gran número de bebés y contaminó productos derivados en casi dos decenas de países. También hay numerosos ejemplos de soluciones locales que llevadas a nivel global son un problema. Por ejemplo, hacia el año 2000 se comenzó a plantear ¿por qué no cambiamos los tradicionales pozos petrolíferos por campos de maíz? Y el maíz se comenzó a utilizar para producir, junto con otros cultivos comestibles, biocombustibles. La solución puede ser sostenible en algún país muy excedentario en el cultivo y para una región próxima a la planta de biocombustible. Pero, cuando el maíz entra dentro de la economía, no como bien comestible sino como producto energético, se producen los casos de especulación sufridos entre 2007 y 2009, el aumento de precios y el empobrecimiento de muchas familias y… más hambre. Y por eso, mientras Thomas Friedman indicaba que la Tierra está “aplanada” (3), David M. Smick avisa de los peligros tras la economía global, donde la “Tierra se curva”, pues la economía no se rige por los balances de materia donde todo lo que entra después sale de manera predecible (7). P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 21 Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos… 21 Los periodos de aceleración conllevan un importante número de cambios que afectan positivamente al estado de bienestar general, pero, como se ha podido comprobar, pasados unos años aparecen sus problemas asociados. Así, por ejemplo, el desarrollo industrial al inicio del siglo XX ocasionó importantes problemas ambientales que se detectaron casi medio siglo después. En la figura 6 se puede observar la evolución de las leyes medioambientales en Estados Unidos y cómo las pendientes de cambio coinciden con las aceleraciones…, con un retardo de 50-70 años, esa fue la capacidad de reacción tras la aceleración 2.0, casi medio siglo de retardo. El comienzo del siglo XXI se ha caracterizado por una nueva aceleración, con una revolución en las comunicaciones y la conectividad, la conexión global. ¿Cuáles podrán ser las consecuencias y cuándo aparecerán? ¿Tendrán que ver con la identidad de los individuos? ¿Cuánto será nuestro retardo en las medidas correctivas si hay problemas? Necesitamos proveer de soluciones innovadoras para resolver los problemas acuciantes del pasado, pero también que estas soluciones sean lo suficientemente geniales como para no crear problemas globales en un futuro que ahora es ya siempre a corto plazo. Resumiendo, la sostenibilidad es un estado en que, como su propio nombre in- Figura 6. Evolución del número de leyes medioambientales en Estados Unidos. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 22 Retos medioambientales de la industria alimentaria 22 dica, “una sociedad se sostiene” y lo hace en un estado de bienestar. raciones tener un “bienestar” al menos similar. Es importante analizar las premisas: J.F. Kennedy indicaba que una sola persona puede cambiar el mundo. Y realmente lo estamos viendo, emprendedores como Steve Jobs, que en pocos años ha cambiado la forma en que entendemos las comunicaciones móviles, o como Larry Page y Sergey Brin, que pusieron boca abajo miles de años de historia en la que se recopilaba y clasificaba información en bibliotecas desarrollando Google, o como Mark Zuckerberg, que puede ayudar a que se cumpla el sueño de tener un millón de amigos, aunque sea on-line en Facebook. Han sido revoluciones tecnológicas-sociales sometidas a la aceleración 3.0 que, por tanto en 23 años han dado frutos. Disponemos también de ejemplos medioambientales, como en los 80, cuando se modificaron cuasi simultáneamente las leyes contra el uso de clorofluorocarburos (CFC) (culminando en el protocolo de Montreal, 1987) en todos los países, conteniendo el problema de degradación extrema de la capa de ozono. 1. Hay niveles de “estado de bienestar”. 2. Cuando alguien alcanza un estado de bienestar intenta incrementarlo. 3. El número de personas aumenta casi linealmente. 4. El número de personas que alcanzan el estado de bienestar aumenta… por suerte. 5. Hemos basado el bienestar en productos. 6. Más personas necesitarán… más productos. No pretendiendo ser una visión victimista, aspira a ser más bien realista y apremiante. Es urgente que sepamos cuál es nuestro límite de uso de recursos, generación de residuos, explotación de personas, etc. Existen múltiples razones para la esperanza. Se necesita un cambio de mentalidad en los diseños, en las pautas de conducta y actuación. Como decía Albert Einstein “los problemas importantes que tenemos en el mundo actual no pueden ser resueltos utilizando el mismo nivel de conocimiento que se utilizó cuando se crearon”. La solución estará en la creatividad. Pues será muy difícil convencer a la mitad de la población mundial de que está o estamos viviendo en un estado de bienestar excesivo, de que estamos utilizando los recursos mundiales de manera insostenible y que quizá debamos renunciar a parte de ese “bienestar” actual para poder asegurar que en un futuro cercano podremos nosotros y las siguientes gene- Ingeniería verde o ingeniería sostenible Dentro de las definiciones posibles, la ingeniería verde se ha definido como el diseño, comercialización y uso de procesos y productos viables tanto técnica como económica y medioambientalmente que, además de minimizar la contaminación en su origen, reducen el riesgo para la salud y el medio ambiente (8). La ingeniería verde, más que una disciplina nueva, está orientada a transformar las disciplinas y prácticas tradicionales de P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 23 Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos… 23 la ingeniería en otras nuevas que contribuyan a la sostenibilidad (9). La ingeniería verde agrupa el desarrollo y la puesta en marcha de productos, procesos y sistemas viables técnica y económicamente, y que a su vez promuevan el bienestar humano, mientras protegen la salud y aumentan la protección de la biosfera como criterios básicos de diseño de soluciones de ingeniería. Para poder desarrollar ingeniería en el marco de un desarrollo sostenible es necesario: 1. Definir el concepto de sostenibilidad. 2. Conjunto de principios y postulados. 3. Disciplinas inspiradoras. 4. Modelos de gestión y herramientas de sostenibilidad. 5. Casos de estudio. Conjuntos de principios y postulados Se han enunciado una gran cantidad de principios y postulados que sirven de guía para el diseño. Un ejemplo de principio simple y restrictivo es el principio de precaución: “Cuando se sospeche que una actividad pueda causar daño a la salud humana o al medio ambiente, se deben tomar medidas cautelares, incluso cuando las relaciones científicas causa-efecto no se hayan establecido completamente”. Paul Anastas y John Warner enunciaron los 12 principios de la química verde, que han servido de guía a muchos diseñadores en la última década (10, 11). La gran importancia de estos principios es que no fueron enunciados como una utopía a la que debemos llegar, sino que Anastas y Warner, químicos y consultores reputados, hicieron un estudio de un gran número de empresas que estaban haciendo las cosas bien, y de todas ellas destilaron estas pautas de diseño. Asimismo, existen principios como guía de ingeniería verde (12): 1. Mejor diseño: los diseñadores se deben esforzar en asegurar que todas la entradas y salidas de materia y energía son inherentemente lo menos peligrosas posible. 2. Prevención: es mejor prevenir la generación de residuos que tratarlos o limpiarlos cuando ya se han creado. 3. Optimizar energía: las operaciones de separación y purificación se deben diseñar para minimizar las materias primas y energía requeridas. 4. Máxima eficacia: productos, procesos y sistemas de producción (PPS) deben diseñarse para maximizar la eficiencia en masa, energía, espacio y tiempo. 5. A demanda: PPS deben producirse a demanda, en vez de creando almacenamientos innecesarios. 6. Preservar la complejidad: la entropía y complejidad intrínseca de los sistemas deben ser vistos como una inversión cuando se estudian las alternativas de reciclaje, reutilización o desecho no pernicioso. 7. Ciclo de vida: durabilidad y no inmortalidad debe ser el objetivo de diseño. 8. Capacidad exacta: diseñar para capacidades innecesarias (“un diseño para todo”) es un error de diseño. 9. Diversidad mínima de materiales: reducir el número de materiales diferentes utilizados en productos multi- P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 24 Retos medioambientales de la industria alimentaria 24 componente como medio para promover el desensamblaje y conservar su valor. 10. Intensificación de la energía: los PPS diseñados deben incluir integración e interconectividad de corrientes de materia y energía. 11. Uso doble: los PPS deben ser diseñados para tener un rendimiento alto en vida comercial y en su “vida posterior”. 12. Fuentes renovables: las fuentes de materia y energía deben ser renovables en vez de agotables. Como ejemplo, primero analicemos el primer principio de mejor diseño, utilizando entradas de materia y energía inherentemente no peligrosas. William McDonough, creador de la filosofía de diseño “De la cuna a la cuna”, explica en una conferencia dedicada a este tema en TED (www.ted.com, extremadamente recomendable la conferencia y la web) cómo los patitos de goma, que se diseñan para los niños, vienen con una etiqueta en la que se indica claramente “este producto contiene productos químicos que pueden producir cáncer, defectos en el feto y otros efectos teratogénicos”, cuestionando si este es el tipo de productos que queremos diseñar para nuestros hijos (13, 14). Existen en la actualidad una gran cantidad de polímeros basados en compuestos naturales, que no son tóxicos y provienen de fuentes renovables (15-17). Otro ejemplo sería el principio sexto, la entropía da idea del orden de los átomos, moléculas o partes de un sistema. A mayor entropía menor orden. Menor entropía normalmente implica mayor funcionalidad, es decir, si partimos de arena, la fundimos, creamos vidrio, lo moldeamos y creamos una botella. En cada fase la entropía disminuye, porque nuestro gasto energético aumenta. Hay que invertir energía en cambiar la entropía, pero, y esto es lo importante, se invierte energía tanto si la entropía aumenta como si disminuye. Porque, para romper la botella necesitamos una energía, y para moler sus pedazos, y para refundirlos, y para lanzarlos a una escombrera. Entonces, si hemos invertido tiempo y energía en conseguir la botella ¿por qué nos empeñamos en “reciclarla” rompiéndola? ¿Cuánto es el valor del vidrio en comparación con el valor de la botella? ¿Podemos imaginarnos reciclar el David de Miguel Ángel para recuperar sus 5,5 toneladas de mármol tirándolo y “escuchando” cómo se recicla? No debemos. ¿En qué momento decidimos que queríamos este tipo de reciclaje? El doctor Paul Palmer, en su libro Yendo hacia el residuo cero, indica sin tapujos cómo el negocio de las empresas de basura estadounidenses era precisamente enterrar basura en vertederos; cuando la gente comenzó a no tirar tanta basura, estas empresas tornaron el negocio hacia el reciclaje, concebido como recuperación del material, nunca de la función. En países como Alemania y Finlandia, entre otros, todos los envases tienen un precio que es devuelto en su retorno. En Japón el reciclaje se lleva al extremo, con decenas de tipos de basura separable y con obligación de separar. Disciplinas inspiradoras Existe un conjunto de nuevas disciplinas que pueden aportar ideas creativas al diseño. Sin entrar en detalles, se enumeran en la tabla 1 a continuación, dejando al lector su profundización. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 25 Concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible. Fundamentos de diseño de procesos… 25 Tabla 1. Principales disciplinas inspiradoras al diseño sostenible. Disciplina Inherently Safer Design Green Chemistry Green Engineering Cradle to Cradle design Resilience Engineering Getting to Zero Waste Biomimicry Self-Assembly Ecological design Máximos representantes Trevor Kletz (18) Paul Anastas y John Warner (11) David Shonnard (8), Eric Beckman William McDonough y Michael Braungart (19) Hollnagel E, Woods DD, Leveson N (20) Paul Palmer (21) Janine Benyus y Dayna Baumeister (22) G.M. Whitesides (23) Sim van der Ryn (24), Stuart Cowan, Todd NJ y Todd J. Modelos de gestión y herramientas de sostenibilidad Existen varias herramientas de análisis de sostenibilidad, entre las cuales destaca el GRI (Global Reporting Initiative, www.globalreporting.org), que cuenta con miles de empresas asociadas que lo utilizan. En su análisis de sostenibilidad tiene en cuenta y analiza la evolución de cada empresa a nivel económico, medioambiental y social, con criterios transparentes, tanto cualitativos como cuantitativos. cerca y se pierde la perspectiva. Existen objetivos globales, como son los ocho objetivos de desarrollo del milenio, que requerirán de un esfuerzo mayor, pero también proveerán de mayores recompensas. El primero de ellos, “Erradicar la pobreza extrema en 2015”, con seguridad contribuirá a la igualdad en el estado de bienestar, que está en la propia base de la sostenibilidad, como el resto de objetivos perseguidos. Bibliografía Corolario final Es importante comprender las implicaciones de dos palabras suficientemente manidas como son “sostenibilidad” y “desarrollo sostenible”. Que no nos lleven a engaño, no se puede conseguir sostener la sociedad sólo por utilizar un producto que ha sido mejorado un 1% en su consumo energético, o que ha dejado de contener un compuesto químico tóxico, o por dejar de utilizar nuestro coche y pasar a utilizar el autobús urbano. Todas estas son acciones que ayudan a un desarrollo más sostenible, pero se requiere un cambio sustancial para llegar a la sostenibilidad global. A veces sólo se mira de 1. García-Serna J, Pérez-Barrigón L, Cocero MJ. New trends for design towards sustainability in chemical engineering: Green engineering. Chemical Engineering Journal 2007; 133(1-3):7-30. 2. Brundlandt G. Our common future. Report of the World Commission on Sustainable Development. UN Geneva 1987; 208. 3. Friedman TL, Beláustegui I. La tierra es plana: breve historia del mundo globalizado del siglo XXI. MR ediciones, 2006. 4. Huete L, González-Alorda A. Thinking red, Liderazgo en tiempos de aceleración, in Conferencia Grupo Norte, Teatro Calderón de Valladolid. 2006. 5. Nations U. www.un.org – Department of Economic and Social Affairs. Population Division. 2008. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 26 Retos medioambientales de la industria alimentaria 26 6. Brown LR. Plan B 4.0: WW Norton. 7. Smick DM. The world is curved. Pengim, 2008. 8. Allen DT, Shonnard A. Green engineering: environmentally conscious design of chemical processes. Prentice Hall PTR Upper Saddle River NJ, 2002. 9. Abraham MA, Nguyen N. Green Engineering: Defining the Principles Results from the Sandestin Conference. Environmental Progress, 2003; 22(4):233-6. 10. Anastas PT. The transformative innovations needed by Green Chemistry for sustainability. ChemSusChem, 2009; 2(5):391-2. 11. Anastas PT, Warner JC. Green Chemistry: Theory and Practice. New York: Oxford Science Publications, 1998; 1-135. 12. Anastas PT, Zimmerman JB. Design through the 12 principles of green engineering. Environmental Science and Technology 2003; 37(5):94A-101A. 13. McDonough W, et al. Applying the Principles of Green Engineering to Cradle-to-Cradle Design. Environmental Science and Technology 2003; 37(23):434A-41A. 14. Braungart M, McDonough W, Bollinger A. Cradle-to-cradle design: creating healthy emissions - a strategy for eco-effective pro- duct and system design. Journal of Cleaner Production 2007; 15(13-14):1.337-48. 15. Vieira MGA, et al. Natural-based plasticizers and biopolymer films: A review. European Polymer Journal 2011; 47(3):254-63. 16. Cha DS, Chinnan MS. Biopolymer-based antimicrobial packaging: A review. Critical Reviews in Food Science and Nutrition 2004; 44(4):223-37. 17. Appelqvist IAM, Debet MRM. Starch-biopolymer interactions. A review. Food Reviews International 1997; 13(2):163-224. 18. Kletz T, Kletz TA. Process plants: a handbook for inherently safer design. CRC, 1998. 19. McDonough W, Braungart M. Cradle to cradle. New York: North Point Press, 2002. 20. Hollnagel E, Woods DD, Leveson N. Resilience engineering: Concepts and precepts. Ashgate Pub Co, 2006. 21. Palmer P. Getting to Zero Waste. Portland: Purple Sky Press, 2005. 22. Benyus JM. Biomimicry: Innovation inspired by nature. Harper Perennial, 2002. 23. Whitesides GM, Grzybowski B. Self-assembly at all scales. Science 2002; 295(5564):2.418. 24. Van der Ryn S, Cowan S. Ecological design. Island Pr, 2007. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 27 La huella de carbono Francisco Victoria Jumilla Introducción La huella de carbono (carbon footprint, en inglés) intenta representar las emisiones netas de gases de efecto invernadero medidos como CO2e (CO2 equivalente) que produce una organización, un evento, las actividades de un ciudadano1, la fabricación de un producto o la prestación de un servicio puesto a disposición del consumidor. La huella de carbono, quizás por conectar con la principal preocupación ambiental de los ciudadanos europeos, es uno de los indicadores que ha alcanzado mayor difusión. En el mundo empresarial, su cálculo permite la comunicación de esfuerzos voluntarios en responsabilidad ambiental, así como fomentar la ecoeficiencia y la comparación de productos, servicios y procesos o benchmarking empresarial. El desarrollo de la huella de carbono ha sido especialmente rápido en el sector de la alimentación. La cadena de producción alimentaria y los servicios asociados suponen una importante fuente de emisiones. En los Estados miembros de la Unión Europea (1) llega a suponer un 31% del total de sus emisiones. En la mayor parte de países desarrollados, numerosas empresas han empezado a informar de la huella de carbono de su actividad o la asociada a sus productos. Importantes cadenas de supermercados han puesto en marcha las primeras iniciativas para incluir la huella del carbono en la información suministrada a los consumidores en los alimentos2. Schuttelaar & Partners (2) analizan 20 iniciativas desarrolladas en este sentido, correspondientes a países europeos, Japón, Corea y Estados Unidos. Las impulsadas directamente por la Administración son mucho más escasas, quizás la más destacada es la recogida en la reciente Loi Grenelle de l’environnement3 de Francia (3), que se plantea integrar la información dirigida al consumidor sobre el contenido en carbono equivalente de los productos y su embalaje, en el marco de una información multicriterio que también incluiría la referente al consumo de recursos naturales y el impacto sobre el medio natural4. La huella de carbono aplicada a los alimentos expuestos en los supermercados intenta reflejar las emisiones de CO2 generadas en la fabricación, envasado y empaquetado de un producto, así como en el transporte hasta el supermercado. Figura 1. Etiquetado de carbono para productos desarrollado por Carbon Trust. Fuente: www.carbon trust.co.uk P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 28 Retos medioambientales de la industria alimentaria 28 El objetivo último de todas estas iniciativas es ayudar a que los propios consumidores decidan qué alimentos comprar en base a las emisiones generadas como resultado de los procesos por los que han pasado (4). Un producto con una mayor proporción de envases tendrá una huella de carbono más elevada, también los que provengan de países lejanos en modos de transporte como el avión, porque es necesaria mayor cantidad de recursos energéticos para llegar hasta el consumidor. emisiones exportadas representan un 25,3% y las importadas un 17,2%, con lo cual serían exportadores netos de emisiones. En este marco, el carbono pasa a ser uno de los temas centrales en el debate sobre la competitividad de los bienes y servicios intercambiados en el mercado internacional, siendo la huella de carbono que estos producen en su ciclo de vida una forma de exponer y a su vez asignar las responsabilidades respectivas sobre el cambio climático. El interés de que los alimentos reflejen información sobre la huella de carbono es consecuencia de la sensibilidad alcanzada en relación al cambio climático por los consumidores del norte y centro de Europa, principales receptores de las exportaciones españolas, y esto se concreta en encuestas semestrales, como el Eurobarómetro (5), donde se manifiesta que el cambio climático es uno de los problemas que más preocupa a los ciudadanos europeos. Por otra parte, en los países europeos las industrias que tienen obligaciones5 de limitación de sus emisiones (7) de gases de efecto invernadero, actividades obligadas al comercio europeo de derechos de emisión (grandes plantas productoras de energía, fábricas de cemento, fábricas de vidrio, etc.), representan sólo entre el 40 y el 45% de las emisiones totales de cada país. Las actividades desarrolladas por los llamados sectores difusos, el transporte (excepto la aviación a partir de 2013), la agricultura, la industria alimentaria, la construcción, el sector residencial, la gestión de residuos, el comercio, etc., representan el restante 55-60% y, sin embargo, no tienen obligaciones legales en relación con las emisiones de su directa responsabilidad, como son, por ejemplo, el consumo de combustibles fósiles y emisiones de proceso, las emisiones de metano en la digestión anaerobia de residuos, o las de óxido nitroso en la desnitrificación de los abonos nitrogenados utilizados en la agricultura. Junto a la razón anterior, que condiciona el marketing y la comunicación empresarial, podrían apuntarse razones de comercio internacional. Como han señalado Peters y Hertwich (6), los países incluidos en el anexo I del Protocolo de Kioto (países desarrollados a los que se asignaron obligaciones de reducción de emisiones en 2012 respecto a las que tenían en 1990) exportan el 18,9% e importan el 24,5% de sus emisiones internas de CO2, por lo cual resultan ser importadores netos. En cambio, en los países que no integran el anexo I (países en vías de desarrollo a los que no se les asignaron obligaciones de reducción de emisiones, pero que ahora son los principales emisores mundiales, como China o la India), las En consecuencia, la comunicación voluntaria de emisiones o huella de carbono que incentivará la reducción continuada de emisiones es un buen instrumento P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 29 La huella de carbono 29 para implicar a estos sectores difusos e impulsar la economía baja en carbono. Por las razones anteriores, la huella de carbono es ya un instrumento diferenciador en los mercados internacionales. Competir con seguridad en estos mercados exige el aprendizaje y desarrollo de este instrumento, pero hasta el momento carecemos de directrices de la Administración ambiental europea o nacional sobre la metodología a utilizar. Metodología Organismos no gubernamentales, como el World Resources Institute y otros dedicados a la normalización6, como la International Organization for Standardization7 (ISO) y la British Standards Institution8 (BSI), han intentado, desde el ámbito privado, cubrir el vacío de legislación y regulación por parte de las administraciones ambientales, normalizando o procedimentando la elaboración de la huella de carbono. De las metodologías existentes a nivel internacional, el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, Greenhouse Gas Protocol o GHG Protocol (8), desarrollado por el World Resources Institute y el World Business Council9, y la Norma ISO 14064, editada en español (9-11) por la Asociación Española de Normalización (AENOR) como Norma UNE- ISO 14064 de 2006, son las utilizadas para el cálculo de la huella de carbono corporativa. También para empresas y administraciones, incluyendo la opción de territorios, es conocido el método Bilan Carbone, balance de carbono (12), desarrollado por la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Control de la Energía (ADEME)10. Más complejas, por estar basadas en el análisis de ciclo de vida, son las orientadas a la huella de carbono de un producto. Entre estas es muy conocida la PAS11 2050:2011 Specification for the assessment of the life cycle greenhouse gas emissions of goods and services (Especificación para la evaluación del ciclo de vida de las emisiones de gases de efecto invernadero de bienes y servicios), establecida por la British Standards Institution (13) en 2008. En la gran mayoría de los casos, como se señala en estas guías metodológicas, es impensable, por el elevado coste y el tiempo necesario, medir directamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que produce una acción concreta. Por ejemplo, habría que instalar medidores en continuo en las chimeneas y demás focos de emisión como los tubos de escape, y en el caso de las actividades ganaderas, los animales tendrían que estar en recintos cerrados. Por lo tanto, la única manera de estimarlas es calcularlas a partir de datos indirectos, como son los datos de actividad (número de vehículos utilizados, capacidad y distancia recorrida, cantidad de toneladas de materiales adquiridas, número de animales en la granja). Los valores que permiten transformar estos datos de actividad, que sí son fácilmente medibles y demostrables, en emisiones de gases de efecto invernadero, expresadas en carbono equivalente, se denominan “factores de emisión”. La determinación de la huella de carbono es sencilla. Los cálculos se basan en identificar la cadena de producción de la empresa (límites de proceso) y las fuentes de emisión de GEI a lo largo del proceso. Para obtener la emisión de GEI en cada etapa del proceso tendremos que utilizar P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 30 Retos medioambientales de la industria alimentaria 30 el factor de emisión que corresponda con cada tipo de fuente. De una forma simplificada se puede expresar mediante la siguiente ecuación: Emisión de GEI (kg CO2e) = Fuente de emisión (kg, l, ha, kW/h) x Factor de emisión (kg CO2e/cantidad) Los GEI son contabilizados en toneladas de CO2e, tomando como referencia su potencial de calentamiento global (Global Warming Potential). Para los seis gases contemplados en el Protocolo de Kioto la equivalencia en CO2 es la siguiente: 1 Dióxido de carbono (CO2) 21 Metano (CH4) 310 Óxido nitroso (N2O) 120-1300-12000 5700-11900 22200 Hidrofluorocarbonos (HFC) Perfluorocarbonos (PFC) Hexafluoruro de azufre (SF6) La huella de carbono de organizaciones: el GHG Protocol, la Norma ISO 14064, Bilan Carbone y protocolos sectoriales Como se ha señalado, las metodologías habitualmente utilizadas para el cálculo de la huella de carbono corporativa son el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, o GHG Protocol del World Resources Institute y la Norma ISO 14064. Una de las consideraciones fundamentales de estas metodologías y de cualquier otra dedicada a la contabilidad de GEI es decidir qué emisiones deben considerarse para expresar el inventario de GEI o huella de carbono. Figura 2. Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) y Norma UNE-ISO 14064 de 2006. Por lo general, las emisiones de GEI asociadas a una actividad, producto o servicio se pueden clasificar según se trate de emisiones directas o emisiones indirectas. Las emisiones directas son emisiones de fuentes que posee o controla la organización que genera la actividad, producto o servicio. Las emisiones indirectas son emisiones que son consecuencia de las actividades que realiza la organización, pero que tienen lugar en fuentes que posee o controla otra organización. Para ayudar a clasificar las emisiones directas e indirectas, el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero introduce el concepto de alcance 12. Con la denominación de alcance 1 se refiere a las emisiones directas (emisiones que son responsabilidad de la empresa); en el alcance 2 incluye las emisiones indirectas asociadas a la compra de electricidad (emisiones realizadas por el fabricante de electricidad), y en el alcance 3 se relacionan otras emisiones indirectas asociadas a la adquisición de materiales o servicios necesarios (realizadas por los fabricantes y transportistas de los materiales). P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 31 La huella de carbono 31 organización, se computará como emisiones directas. La ISO 14064, en su anexo B, incluye algunos de los ejemplos de actividades que podrían producir “otras emisiones indirectas”, como son: Figura 3. Esquema de los tres posibles alcances y ejemplos de algunas de las emisiones que los componen. Fuente: Protocolo de Gases de Efecto Invernadero. Al igual que el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, la Norma ISO 14064:2006, en cuanto a las emisiones a considerar para el cálculo de la huella de carbono de una organización, apuesta por minimizar la incertidumbre en el cálculo y en la información reflejada, por ello considera que se han de contemplar con carácter obligatorio13 sólo las que surgen de fuentes de GEI, que son controladas por la organización (emisiones directas) y también las indirectas provenientes de la compra de energía eléctrica, cuyos factores de emisión son públicos y suministrados por instituciones oficiales. El resto de emisiones indirectas, correspondientes a fuentes que no son propiedad de la empresa, presentan un alto grado de incertidumbre que depende, entre otros factores, de la tecnología y fuentes de energía utilizadas en el proceso de fabricación en la región o país de origen. Dentro del conjunto de emisiones indirectas distintas de la compra de electricidad (otras indirectas), las del transporte a los mercados son, quizás, las que presentan factores de emisión más fiables. La fase de transporte a los mercados, si este se realiza con medios pertenecientes a la • Desplazamiento diario de empleados y viajes de negocios. • Transporte de productos, materias primas, materiales, personas o residuos por otra organización. • Actividades contratadas externamente, contratos de manufactura y franquicias. • Emisiones de GEI provenientes de residuos generados por la organización, pero gestionados por otra. • Emisiones de GEI provenientes de las fases de uso y fin de la vida útil de los productos y servicios de la organización. • Emisiones de GEI originadas en la producción y distribución de productos energéticos, diferentes de la electricidad, vapor o calor, consumido por la organización. • Emisiones de GEI provenientes de la producción de materiales primarios o materias primas compradas, etc. Una consecuencia de la falta de regulación por parte de la Administración es la escasa fiabilidad de algunos factores de emisión. Pensemos, por ejemplo, en la dificultad de admitir factores de emisión no contrastados de “otras emisiones indirectas”, como pueden ser las asociadas a la fabricación de envases u otros inputs procedentes de países asiáticos. Por esta razón, es fundamental que se dispongan de bases de datos oficiales. Las bases de datos de factores de conversión creadas P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 32 Retos medioambientales de la industria alimentaria 32 por la propia Administración existen en países como Francia en el marco de la iniciativa Bilan Carbone (14). En nuestro país, a principios de 2011 se presentaron en el Congreso de los Diputados dos iniciativas parlamentarias (15) que planteaban la necesidad de que las administraciones impulsaran la huella de carbono y que homologasen cuanto antes los criterios con los que se elabora y comunica la huella de carbono. En relación con la poca fiabilidad que por el momento pueden ofrecer algunos factores de emisión, hay que señalar que la Norma ISO 14064 permite que la organización pueda excluir de la cuantificación los sumideros o fuentes de GEI directas o indirectas cuya contribución a las emisiones o remociones totales no sea importante y aquellas cuya cuantificación no sea técnicamente viable ni rentable. En este caso, bastará con explicar por qué se excluyen de la cuantificación las citadas fuentes o sumideros. La hoja de cálculo del método Bilan Carbone permite realizar informes con tres tipos de resultados, de acuerdo con los alcances considerados en la Norma ISO 14064 y en el GHG Protocol: emisiones de alcance 1, alcance 1 + 2 y alcance 3. En cuanto a la remoción o captura de carbono, sólo considera el carbono retenido a largo plazo contenido en la madera que se usa en la construcción, señalando que se carece de información sobre muchos aspectos del complejo mundo de los sumideros. Figura 4. Balance de Carbono. Guía metodológica. Fuente: Agence de L'environnement et de la Maitrise de L’energie. Ademe. Como se ha señalado, otro método desarrollado en nuestro entorno comercial es el método Bilan Carbone, que muestra cómo calcular las emisiones de GEI generadas tanto por las actividades de producción de bienes o servicios de empresas privadas, públicas o administraciones, como por todas las actividades de un territorio. Con independencia del marco general que crean el GHG Protocol y la Norma ISO 14064, hay que destacar la existencia de dos protocolos específicos para dos sectores, que son el del vino y el de la gestión de residuos. Una diferencia importante con el GHG Protocol y la Norma ISO 14064 es que incluye las hojas de cálculo que permiten llevar a la práctica dichos cálculos y los correspondientes manuales de uso. La metodología, con su primera versión de 2004, ha sido mejorada hasta su última versión de 2010. El Protocolo Internacional del Cálculo de Emisiones de Carbono en el Sector Vitivinícola (16) ha sido elaborado en el año 2008 por la Federación Internacional del Vino (FIVS) con la colaboración del Instituto del Vino de California (Wine Institute of California), Viticultores de Nueva Zelanda (New Zealand Winegro- P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 33 La huella de carbono 33 wers), del Programa de Producción Integrada de Vino de Sudáfrica (South Africa’s Integrated Production of Wine Program) y la Federación de Viticultores de Australia (Winemakers Federation of Australia). Este protocolo permite que en la fase agronómica de la elaboración del vino se tengan en cuenta la captura de CO2 realizada por las estructuras permanentes de la vid, es decir, las raíces y tronco (excluye las hojas, fruto y ramas que se podan). Figura 5. Protocolo Internacional del Cálculo de Emisiones de Carbono en el Sector Vitivinícola y Protocolo de cálculo de emisiones de GEI para la gestión de residuos. Fuente: FIVS (Federación Internacional del Vino) y ASEGRE (Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales). El otro protocolo sectorial de interés es el Protocolo de Cálculo de Emisiones de GEI para la gestión de residuos, elaborado por la Asociación Francesa de Empresas por el Medio Ambiente, EpE14 y editado en castellano en 2011 por ASEGRE-Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (17). El inventario y cálculo de emisiones está basado en el GHG Protocol y la Norma ISO 14064, aunque considera sólo tres gases de efecto invernadero (CO2, CH4 y N2O). Entre las categorías de emisiones, tiene en cuenta las evitadas como resultado de las actividades de reciclado y valorización. Realiza también una estimación del secuestro de carbono en vertederos y en compost de residuos. Huella de carbono de un producto o servicio. El análisis del ciclo de vida (Life Cycle Analisis) El análisis del ciclo de vida, ACV, es la metodología que permite medir el impacto ambiental que un producto, proceso o actividad causa durante todas las etapas, desde la extracción de las materias primas hasta su residuo final una vez consumidos o utilizados. Las bases metodológicas del ACV de un producto tratan de analizar los impactos ambientales asociados a las entradas y salidas de materiales y energía en cada una de las etapas. El desarrollo del ACV se originó casi simultáneamente en Estados Unidos y Europa. El primer ACV fue realizado en 1969 por el Midwest Research Institute (MRI) para la Coca-Cola, donde la premisa fundamental fue disminuir el consumo de recursos y, por lo tanto, disminuir la cantidad de emisiones15. La huella de carbono de un producto es un análisis del ciclo de vida simplificado. El análisis del ciclo de vida contempla el impacto ambiental que pueden producir las emisiones, residuos, vertidos, energía, etc., mientras que para la determinación de la huella de carbono únicamente se consideran las emisiones de gases de efecto invernadero16. Las cadenas de suministro son cada vez más complejas, y para la fabricación de un producto a veces son necesarios inputs de P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 34 Retos medioambientales de la industria alimentaria 34 muchos países. Incluir en la suma total de emisiones las generadas en otros países, como, por ejemplo, las asociadas a la fabricación de envases y materias primas, aumenta el grado de incertidumbre17 en el resultado final; pero si además se pretende incluir las fases de uso por el consumidor y de gestión como residuo al final de su vida útil, el nivel de imprecisión se dispara. La Norma ISO 14040:2006, cuya primera versión es de 1997 (18), y las normas ISO relacionadas (19-21), son las que establecen la metodología general del análisis del ciclo de vida. Entre los protocolos que adaptan esta metodología de ACV18 al cálculo de la huella de carbono, destaca por la amplia difusión que ha alcanzado en nuestro país, la norma experimental puesta en marcha por la British Standards Institution, PAS 2050:2008, Specification for the assessment of the life cycle greenhouse gas emissions of goods and services (13). Existen, no obstante, otros métodos e iniciativas, como señala el estudio realizado por Ernst & Young y Quantis para la Comisión Europea (22). La PAS 2050 fue publicada por BSI en 200819. En su elaboración participaron diversos departamentos de la Administración pública británica, organizaciones empresariales y expertos procedentes de la universidad y la Fundación Carbon Trust. Un aspecto controvertido del cálculo de la huella de carbono es la consideración de la captura, secuestro o remoción de CO2 que pueden llevar a cabo las actividades y productos basados en la fotosíntesis, como es el caso de la agricultura. La Figura 6. PAS 2050:2011. Fuente: British Standards Institution. PAS 2050, a diferencia de la Norma ISO 1406420, no tiene en cuenta la determinación de estas posibles remociones. Las remociones, como consecuencia del almacenamiento de carbono de carácter duradero en la biomasa de cultivos agrícolas, como, por ejemplo, los frutales (tronco, ramas y raíces principales), llegan a ser cuantitativamente tan importantes que en muchos casos, como veremos más adelante, pueden superan a las emisiones. La PAS 2050 no sólo no contempla el secuestro en este tipo de biomasa agrícola, excluye incluso el carbono secuestrado en el suelo. Esto último, señala que lo hace “temporalmente” hasta que se disponga de información fiable al respecto21. Para reflejar adecuadamente la capacidad de secuestro de CO2 (tanto en la biomasa como en el suelo) que llevan a cabo actividades basadas en la fotosíntesis, como la agricultura, existe la posibilidad, dentro del ámbito de la normalización destinada al ACV, de desarrollar lo que se conoce como “Product category rules” (PCR)22. Estas normas de categoría de producto son normas específicas para un grupo de productos que complementan las instrucciones generales. Un PCR es, por tanto, P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 35 La huella de carbono 35 una instrucción específica que desarrolla la norma general y establece criterios concretos sobre diversos aspectos, como la recogida de datos, los factores de conversión, etc. Volviendo al cálculo de la huella de carbono de un producto según la norma PAS 2050:2011, un paso importante es la definición o establecimiento de los límites que se van a considerar. Junto a este paso se deben contemplar otros, como el mapa de procesos o la definición de la unidad funcional (cantidad típicamente producida o consumida, por ejemplo, 1 kilo de azúcar). Los límites definen el alcance de la huella de carbono y en consecuencia las etapas del ciclo de vida y las entradas y salidas que se ha decidido incluir. Los límites pueden ser de B2C (Business-to-consumer), es decir, desde la materia prima hasta el consumidor, pasando por la manufactura, ventas, distribución, disposición final y gestión de residuos. Habitualmente se plantea como B2B (Business-to-Business). La huella de carbono se determina mediante la suma de las emisiones directas e indirectas, expresadas como CO2e , que se consideren en cada una de las etapas de producción y, en su caso, consumo que estén dentro de los límites que se han definido. La construcción del mapa de procesos del ciclo de vida del producto, incluyendo todos los materiales, energía y procesos y definición de la unidad funcional, son otro de los elementos básicos. Para la determinación del mapa de procesos hay que identificar la relación de actividades involucradas (por ejemplo, fases agronómica, manufactura y enva- sado, distribución final del producto, proceso de venta, uso por el consumidor y gestión de los residuos generados) y la relación de materias utilizadas (como envases, fertilizantes y fitosanitarios en la fase agrícola de su producción, conservantes, etc.). Como se ha señalado, son necesarios dos tipos de datos para determinar la huella de carbono: los datos de actividad y los factores de emisión. Los primeros se refieren a todos los materiales y consumo de energía asociados al producto. Los factores de emisión facilitan la conversión de estas cantidades en emisiones de gases de efecto invernadero como CO2e. Los datos de actividad y los factores de emisión pueden proceder de emisiones primarias o secundarias, según se refiera a medidas hechas internamente o a datos externos que no sean específicos del producto. Es una buena práctica utilizar principalmente datos primarios. La huella de carbono es la suma de todos los materiales, energía y residuos a lo largo de todas las etapas que se consideren del ciclo de vida multiplicado por su factor de emisión. La PAS 2050 permite considerar sólo fuentes que contribuyen con más del 1% del total anticipado de las emisiones del ciclo de vida de 1 kg de producto, unidad de comercialización o unidad funcional. No se consideran las contribuciones humanas al proceso, ni el transporte de los consumidores a los puntos de venta. A modo de ejemplo, se recogen a continuación referencias cuantitativas (23, 24) sobre la huella de carbono de algunos productos que ha sido elaborada según PAS 2050. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 36 Retos medioambientales de la industria alimentaria 36 En el caso concreto de los productos lácteos se han publicado también referencias de huellas de carbono (25): 1 kg CO2e /kg de leche líquida, 1,32 kg CO2e/l de leche envasada (el 75% es debido a las emi- siones de la granja), 8,8 kg CO2e/kg de queso y 1,1 kg CO2e/kg de yogur. Otra norma de interés en fase de elaboración (26) es la Norma ISO 14067 Carbon footprint of products - Require- Tabla 1. Huella de carbono de diversos productos e importancia de las diversas fases. Producto Fase de cultivo Azúcar granulada (+) Vino p.x. ecológico (++) Vino p.x. convencional (++) Aceite ecológico (++) Aceite convencional (++) Producción 38% 61% Transporte hasta distribución 1% 17% 81% 11% 7,8% 91,8% 0,4% 43% 55% 2% 83,5% 16,1% 0,4% Huella de carbono CO2e 0,6 g por gramo de producto 628 g por cada 0,5 litros 665 g por cada 0,75 litros 1.140,7 g por cada litro en vidrio 5.495,5 g por cada 5 litros en PET Fuente: Elaboración propia a partir de British Sugar UK & Ireland, Corporate Sustainability Report, 2009/10, p. 12 (+) y EPEA, empresas de productos ecológicos de Andalucía (++). Tabla 2. Huella de carbono de una lata de 330 ml (170 g CO2) de Coca-Cola fabricada en Reino Unido contemplando todas las fases de un ACV. Ingredientes 28% Manufactura Envasado Distribución 17% 33% 11% Venta 7% Consumidor y desecho 4% Fuente: Estudio realizado por Coca-Cola UK para una serie de sus productos. Disponible en: http://www. cokecorporateresponsibility.co.uk/big-themes/energy-and-climate-change/product-carbon-footprint.aspx. Tabla 3. Huella de carbono de una botella de 2 litros (500 g CO2) de Coca-Cola fabricada en Reino Unido contemplando todas las fases de un ACV. Ingredientes 13,3% Manufactura Envasado Distribución 7% 56,4% 5,7% Venta 17% Consumidor y desecho 0,5% Fuente: Estudio realizado por Coca-Cola UK para una serie de sus productos. Disponible en: http://www.cokecorporateresponsibility.co.uk/big-themes/energy-and-climate-change/product-carbon-footprint.aspx. ments and guidelines for quantification and Communications (Huella de carbono de productos - Requerimientos y directrices para su cuantificación y comunica- ción)23. Este proyecto de norma, basada en la metodología de ACV de las normas ISO y con referencias a otras normas como la PAS 2050, detalla los principios, P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 37 La huella de carbono 37 requisitos y orientaciones para la cuantificación y comunicación de la huella de carbono de los productos (incluyendo los productos y los servicios) con base en las emisiones de GEI y remociones durante el ciclo de vida de un producto24. Por último, se puede señalar la intención del Ministerio de Medio Ambiente de establecer las características básicas que serán exigibles para la huella de carbono de productos susceptibles de compra pública (27) por las entidades y organismos de la Administración estatal. El plan de contratación pública verde, aprobado por Orden de Presidencia 116/2008, de 21 de enero (BOE de 31 de enero de 2008), recoge como uno de los objetivos el “establecer una estrategia de compras públicas que incorpore criterios obligatorios de sostenibilidad y de lucha contra el cambio climático”. Neutralidad y compensación de emisiones. La Norma PAS 2060 La compensación de emisiones de CO2 (Carbon offsetting) es el procedimiento mediante el cual particulares y organizaciones de cualquier tipo tratan de neutralizar el impacto que sus emisiones de gases de efecto invernadero generan. Para esto se realizan o se apoyan económicamente proyectos que reducen esa misma cantidad de emisiones en otro lugar. La compensación de 1 tonelada de gases de efecto invernadero constituye una reducción neta de emisiones, ya que las emisiones evitadas o capturadas mediante sumideros en cualquier parte del planeta se entiende que cancelan las emisiones realizadas en cualquier otra. Desde que el Vaticano adoptó en 2006 un bosque de 17 hectáreas en Hungría para compensar las emisiones de este pequeño Estado, son numerosas las iniciativas empresariales de compensación25 enmarcadas en la comunicación de la responsabilidad social corporativa26 y el marketing empresarial. La compensación de emisiones ha sido promovida, desde hace años, en Europa y Estados Unidos por organizaciones no gubernamentales27. Diversas voces críticas han cuestionado la transparencia de muchos de los mecanismos de compensación de emisiones. Dada la disparidad de formas de compensación de CO2, y puesto que se carecía de una legislación europea o nacional específica, al menos se debía empezar a crear instrumentos que permitieran acreditar esas compensaciones. La BSI hizo público en abril de 2010 una nueva norma (28), la PAS 2060 “specification for the demonstration of carbon neutrality” (especificación para la demostración de neutralidad de carbono). La norma se aplica a todas las entidades que quieran demostrar que mediante reducciones y compensaciones se puede alcanzar la neutralidad de las emisiones generadas. Incluye cualquier tipo de organización (empresas, administraciones) y productos, servicios, eventos, proyectos, edificios, e incluso ciudadanos. Para obtener la certificación de neutralidad, con carácter previo, se ha de calcular la huella de carbono. La PAS 2060 exige que para determinar la huella de carbono de una organización se ha de utilizar la Norma ISO 14064 o el GHG Protocol. Posteriormente se ha de elaborar el plan de reducción de esta huella y, en su P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 38 Retos medioambientales de la industria alimentaria 38 caso, compensación de las emisiones que no han podido ser reducidas. En el caso de productos, la huella de carbono se realizaría conforme a la PAS 2050. Figura 7. PAS 2060:2010. Fuente: British Standards Institution. En cuanto a las emisiones a incluir en la huella de carbono, la PAS 2060 exige las de alcance 1 y alcance 2, y para el caso de los productos las de alcance 3. Uno de los elementos más controvertidos de esta norma es la relación de sistemas de compensación que son aceptados. Sólo son admitidos los activos de carbono generados en el marco del Protocolo de Kioto, los generados en el marco del Comercio Europeo de Derechos de Emisión y los asegurados por el gobierno británico. También permite los activos procedentes de mercados voluntarios, como el Gold Standard (GS) y el Voluntary Carbon Standard (VCS). En España, la Ley de Economía Sostenible28 ha incorporado a nuestro derecho ambiental la compensación de emisiones29. El sistema de compensación, pendiente de desarrollo reglamentario, incluye la posibilidad de incentivos como los recogidos en los artículos 70 y 103 de la Ley de Contratos del Sector Público30. Por esta razón, es de esperar que las empresas que contraten con la Administración y quieran obtener ventajas competitivas con respecto a otros licitadores participen en este sistema de compensación para obtener los certificados correspondientes, y esto podría generar beneficios para los potenciales sumideros, es decir, sector forestal y agrícola, principalmente. Asimismo, la reciente Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados31, en su disposición adicional décima32, “Sobre compensación de emisión de gases de efecto invernadero en el sector de residuos”, habla de establecer por ley un sistema mixto que participaría de la compensación y del intercambio de cuotas de emisión de gases de efecto invernadero a modo de mercado entre administraciones encargadas de la gestión de los residuos. La huella de carbono en las explotaciones y productos agrícolas En el caso de explotaciones y productos agrícolas es más adecuado hablar de balance de carbono (29) que de huella de carbono. La fijación fotosintética de CO2 menos las emisiones necesarias para su producción (laboreo, riego, manipulación y transporte) determinarán el balance, que en muchos casos será positivo. Los árboles y cultivos agrícolas y la vegetación en general, por su capacidad fotosintética, remueven o retiran CO2 de la atmósfera, almacenándolo y actuando así como sumideros. Gracias al CO2 fijado se producen los alimentos. Muchas especies de interés agrícola se caracterizan por poseer una alta velocidad de crecimiento, P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 39 La huella de carbono 39 incluso superior a la de numerosas especies de vegetación de tipo natural, lo que se traduce en una mayor tasa de fijación de CO2. agrícolas utilizadas. La mayor parte de los cultivos agrícolas, y especialmente los frutales, deben considerarse sumideros33 temporales de CO2 (30-32). Un aspecto importante del comportamiento de los sumideros es el tiempo de permanencia del carbono almacenado o retirado de la atmósfera, ya que el CO2 removido por un sumidero puede volver a la atmósfera por diversos mecanismos, como por ejemplo los incendios de bosques. Para determinar el balance de emisiones y remociones de CO2 (balance de carbono) de una explotación dedicada al cultivo agrícola, se parte de la fijación de CO2 (remoción), a la que se le restan las emisiones de CO2 equivalente necesarias para su producción. La agricultura no se diferencia mucho de un bosque, parte del CO2 que fija la planta queda almacenado en el suelo gracias a sus raíces o a la incorporación de restos de poda y cosecha, comportándose como un sumidero a largo plazo, mientras que el CO2 necesario para el carbono contenido en el crecimiento del tronco, raíces y ramas principales se comporta como un sumidero a medio plazo (como mínimo tanto como el periodo de vida del árbol, pudiendo prolongarse si se aprovecha esta biomasa como madera). Relacionada con el concepto de sumidero está el de emisión evitada. Por ejemplo, las podas y otros subproductos se pueden utilizar como biomasa, evitando la emisión de CO2 de los combustibles fósiles a los que sustituyen. Por tanto, la adecuada gestión de los cultivos agrícolas puede conducir, en muchos de ellos, a un almacenamiento neto de CO2, una vez descontadas las emisiones realizadas para labores de campo, manipulación y transporte. Este almacenamiento neto o capacidad de sumidero varía de unos cultivos a otros, dependiendo de su tasa de fijación de CO2 y del nivel de emisiones realizado, que a su vez depende de las prácticas La metodología recomendada para el cálculo de las emisiones de CO2 equivalente en explotaciones agrícolas es la propuesta por la Norma ISO 14064, que, al igual que el GHG Protocol, señala que para el cálculo del balance de carbono hay que contemplar obligatoriamente las emisiones directas de CO2e (consumo de combustible para el procesado en campo del cultivo, en las que se incluye el labrado y demás intervención de maquinaria, así como los óxidos de nitrógeno procedentes de la desnitrificación en el suelo del abonado nitrogenado aportado) y las indirectas debidas a la compra de energía eléctrica. Al hablar de emisiones directas, los factores de conversión recomendados son los publicados por el Panel Intergubernamental de Expertos para el Cambio Climático (IPCC) y por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino en el Inventario Nacional de Emisiones. Para las emisiones indirectas por compra de energía eléctrica, los factores de emisión son, igualmente, los publicados por la compañía suministradora en base a su mix energético o los oficialmente publicados por organismos oficiales como el P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 40 Retos medioambientales de la industria alimentaria 40 Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE). teria orgánica en el suelo (por ejemplo, enterrando los restos de poda). Aplicando la metodología señalada [ensayada en la Comunidad Autónoma de Murcia en el marco de la iniciativa (33) Agricultura Murciana como sumidero de CO2] y tomando, a modo de ejemplo, un cultivo de melocotoneros de 10 años de edad (34), se obtiene un balance34 de carbono de 3,3 toneladas de CO2 por hectárea y año. Es decir, este sistema agrícola mantiene un depósito de carbono (sin contar el incremento de carbono en el suelo) que aumenta cada año, gracias al crecimiento del árbol, como media en 3,3 toneladas de CO2 por hectárea. La agricultura tiene, por tanto, unas enormes posibilidades de colaborar en la mitigación del cambio climático, manteniendo balances de carbono positivos como el señalado e incluso mejorándolos35, incrementando el carbono contenido en el suelo (35, 36). Basándonos en este ejemplo, la hectárea de melocotoneros habrá almacenado en 10 años, y sólo en la raíz, tronco y ramas principales de los árboles, unas 35 toneladas de CO2. Si esa hectárea dejara de cultivarse se perdería este cultivo y se liberaría de golpe a la atmósfera todo lo capturado en la biomasa durante los 10 años y probablemente gran parte del acumulado en el suelo. Si no se aprovecha esta biomasa (raíz, tronco y ramas principales) y se inicia un nuevo cultivo, empezaría el ciclo para llegar a fijar la misma cantidad, gracias al crecimiento de los árboles, una vez alcanzados los 10 años. El servicio ambiental prestado durante una década por esa hectárea de melocotoneros, que mantiene un depósito de carbono en la parte permanente de la vegetación de 35 toneladas de CO2, es importante, pero más aún lo es cuando mediante diferentes prácticas podemos conseguir que el carbono quede inmovilizado a más largo plazo en forma de ma- Todos estos sencillos ejemplos muestran algunas de las posibilidades que puede tener la agricultura si se le compensa por los servicios prestados en mitigación del cambio climático. El CO2 es un gas que se cotiza en los mercados. A modo de referencia, se puede citar que en el mercado generado por la normativa europea de comercio de derechos de emisión, durante buena parte del año 2011 la tonelada de CO2 mantenía un precio de 15 euros en las bolsas electrónicas de CO2 como SENDECO2 (www.sendeco2.com). En este mercado no pueden comercializarse las toneladas de CO2 reducidas por la agricultura, pero existen los llamados mercados voluntarios y otras posibilidades para el futuro como, por ejemplo, los llamados “proyectos domésticos”, creados por la Ley 13/2010, de 5 de julio, por la que se modifica la Ley 1/2005, de 9 de marzo, y que regula el régimen del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero36. La figura del proyecto doméstico, creada por la Ley 13/2010, supone abrir para los denominados sectores difusos que no están obligados por la Ley 1/2005 (industria alimentaria, agricultura, transporte, construcción, comercio, etc.) un comercio semejante al establecido para los sectores P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 41 La huella de carbono 41 regulados, que hasta el momento ha probado su eficacia. Sin duda, la opción más importante es que la Política Agraria Común (PAC) incluyera una compensación por la prestación de este tipo de servicios ambientales. En este sentido se han manifestado37 algunas iniciativas (15). Millas de alimentos y huella de carbono En relación con la huella de carbono de un producto es evidente, como se ha señalado anteriormente, que esta será más elevada si se ha gastado mucha energía de origen fósil en su producción y manipulación y, sobre todo, si son transportados desde larga distancia en modos de transporte poco sostenibles, como el avión. Los alimentos son uno de los productos más transportados en un mundo globalizado. En Estados Unidos viajan una media de 1.300-2.000 millas (2.1003.200 km) para llegar al consumidor (37). La presunción común de que los productos generados a nivel local en el país de consumo tendrán una ventaja en términos de huella de carbono ha generado importantes debates, y ha dado lugar a términos como el de “millas de alimentos” y campañas de compras locales39. Sin embargo, las evidencias científicas demuestran que la eficiencia en términos de CO 2 equivalente del conjunto de la cadena de suministro de un producto puede ser mucho más importante y compensar con creces las emisiones asociadas con su transporte, sobre todo si el medio de transporte no es el avión. Un ejemplo son los tomates culti- vados en España que se transportaban al Reino Unido, para los que se demostró que podrían tener una huella de carbono menor que los tomates cultivados en el mismo Reino Unido, debido a la energía que se requiere para calentar los invernaderos de este país (37). Un trabajo destacado, en este sentido, es el de “Etiquetado de carbono en la exportación de los países con ingresos bajos: exposición de problemas”, realizado por Paul Brenton, Gareth Edwards-Jones, Michael Friis Jensen (38). Con independencia de la distancia, el elemento fundamental es el modo de transporte. Uno de los trabajos más recientes es el realizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile: “Huella de carbono en productos de exportación agropecuarios de Chile” (39). Señala que la contribución a la huella de carbono del transporte marítimo entre países es relativamente bajo, pero se transforma en dominante cuando es aéreo40. En cualquier caso, las emisiones procedentes del transporte son más destacadas en la cadena de suministro de frutas frescas y hortalizas, y en general productos agrícolas que requieren poca transformación. El total de emisiones de la producción de los alimentos agrícolas de consumo en fresco es considerablemente bajo, así que, por definición, el transporte será una parte destacada. En cambio, en productos sometidos a procesamiento y refrigeración, como por ejemplo los productos lácteos, el transporte será una parte muy pequeña de las emisiones totales de la cadena de suministros. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 42 Retos medioambientales de la industria alimentaria 42 La huella de carbono en el marco de la responsabilidad social corporativa. Comunicación de la responsabilidad ambiental, acuerdos voluntarios e incentivos fiscales Son numerosas las iniciativas desarrolladas para crear una cultura de la responsabilidad ambiental en el ámbito de la lucha contra el cambio climático. Son destacables las impulsadas en forma de acuerdos voluntarios. Un acuerdo voluntario se puede definir como un acuerdo suscrito entre la Administración ambiental competente y las empresas o los representantes de un sector, colectivo u organización determinada, según la cual ambas partes se vinculan voluntariamente para el cumplimiento de unos objetivos de protección ambiental. Los acuerdos voluntarios reflejan la tendencia actual en la formación de consenso frente al enfoque tradicional de la reglamentación y el control establecido unilateralmente desde la Administración ambiental. Una de las ventajas de los acuerdos ambientales es el grado de libertad que permite a las organizaciones a la hora de asumir compromisos ambientales. Este hecho posibilita adaptar el esfuerzo ambiental a las características propias de los sectores o de los tejidos empresariales. Es por ello que, si se trata de impulsar cambios más sostenibles en las formas de producción y consumo en el plazo más breve posible, la figura del convenio o acuerdo voluntario ofrece muchas ventajas41. Un aspecto importante, una vez realizados los esfuerzos voluntarios en responsabilidad ambiental, son las estrategias de comunicación que se siguen para que estos sean conocidos por las partes interesadas. La Ley 27/2006, de 18 de julio, por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente (BOE n.º 171, de 19-7-2006), ha recogido en su disposición adicional duodécima, titulada “Difusión de información ambiental por operadores económicos”, un mandato a la Administración para que promueva este tipo de información empresarial, señalando que “Las Administraciones Públicas promoverán que los operadores económicos, cuando no estén legalmente obligados a ello, informen periódicamente al público sobre aquellas de sus actividades o productos que tengan o puedan tener efectos significativos sobre el medio ambiente”. La información de los aspectos ambientales de la organización se produce habitualmente en el marco de la comunicación de la responsabilidad social corporativa42. Las empresas más avanzadas en responsabilidad ambiental han tratado de desarrollar verdaderas memorias ambientales, es decir, documentos que de forma análoga a la memoria financiera intentaban recoger de forma sistemática y objetiva los principales efectos causados por su actividad en el medio ambiente, así como las medidas adoptadas para reducirlos. Las memorias ambientales han evolucionado hacia un nuevo informe corporativo que, con la denominación “memoria de sostenibilidad”, intenta informar sobre los tres aspectos básicos que conforman el desarrollo sostenible, es decir, aspectos P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 43 La huella de carbono 43 económicos, sociales y medioambientales. Las memorias de sostenibilidad se configuran como elemento diferenciador ante la competencia y como garantía ante las partes interesadas. A mediados de la década pasada surgió el primer intento de homogeneizar las reglas de elaboración de estas memorias de sostenibilidad que realizó la Global Reporting Iniciative43. Otras iniciativas destacables en este sentido son la creación de una norma ISO44 y más recientemente la recogida en la Ley de Economía Sostenible45. Con independencia de las formas de comunicación de la responsabilidad, como la GRI y las que ofrece la Ley de Economía Sostenible, hay que señalar que siempre ha existido otra vía de carácter oficial, hasta ahora poco explorada, para que las empresas pudieran comunicar sus esfuerzos en responsabilidad ambiental, que es la de los Registros Mercantiles. Los Registros Mercantiles tienen en el ámbito de la información medioambiental de las empresas un destacado papel que no debe limitarse a aplicar la obligación establecida en la legislación sobre contabilidad, consistente en que la información ambiental sea reflejada en las cuentas anuales46 de la empresa (40). Los registradores pueden certificar (41, 42) el esfuerzo ambiental de las empresas más allá de las exigencias legales [inscripción en el Registro Comunitario de Ecogestión EMAS (43), obtención de etiquetas ecológicas, acuerdos voluntarios, compromisos de responsabilidad ambiental voluntariamente adquiridos, etc.], entre los que estaría la huella de carbono de la organización o de sus productos o servicios. La huella de carbono, como cualquier otro esfuerzo empresarial de carácter voluntario, puede reflejarse en los Registros en la correspondiente hoja de inscripción como un dato adicional. Este reconocimiento registral, que aparecería tanto en la web del Registro como en los documentos oficiales en papel que constituyen este servicio público, se convertiría de esta forma en una ventaja competitiva que estimularía los esfuerzos ambientales de las empresas. Una iniciativa de ámbito internacional de interés es Carbon Disclosure Project (CDP). El objetivo de la iniciativa es el compromiso de las empresas para hacer públicas las emisiones de GEI. En 2008 ya era la base de datos sobre emisiones de GEI más grande del mundo, incluyendo 2.400 de las empresas más importantes, las cuales suponen el 26% de las emisiones antropogénicas globales. El CDP ha comenzado a desarrollar un estándar para la elaboración de informes sobre energía y emisiones. Es razonable suponer que después del desarrollo de un inventario de emisiones, como es la huella de carbono, el siguiente paso es establecer objetivos o metas de reducción. Estos objetivos generarán reducciones de costes además de otras ventajas competitivas. En este ámbito en el que son necesarias inversiones para mejora de procesos o para la implantación de buenas prácticas son fundamentales los incentivos fiscales47. Uno de estos incentivos fiscales de carácter ambiental de mayor interés para empresas y organizaciones es el aplicado sobre el Impuesto de Sociedades para inversiones en instalaciones destinadas a evitar o reducir la contaminación. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 44 Retos medioambientales de la industria alimentaria 44 La Ley de Economía Sostenible, en su artículo 9248, introduce una nueva regulación de la deducción por inversiones medioambientales en el Impuesto de Sociedades. Esta nueva regulación eleva la deducción al 8% para los periodos impositivos que se inicien a partir de su entrada en vigor, eliminando de esta forma su prevista desaparición en 2012. Esta nueva regulación es más avanzada ambientalmente, al exigir para su aplicación el cumplimiento de la normativa vigente en los ámbitos de actuación al que se destinan las inversiones, y que estas se han de realizar para mejorar las exigencias establecidas en dicha normativa. Para industrias y actividades no obligadas por la normativa vigente al comercio de derechos de emisión, entre las que hemos señalado, se encuentra la industria alimentaria, las inversiones en reducción de emisiones de gases de efecto invernadero son esfuerzos voluntarios que van más allá de las exigencias establecidas en la normativa. tipos de contaminación a los que se dedica la deducción por inversiones ambientales. Por otra parte, la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, incluye en su ámbito de aplicación las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades recogidas en el catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera (anexo IV de dicha Ley). Entre las actividades del anexo IV está la mayor parte de la industria alimentaria y la de bebidas alcohólicas. En consecuencia, las inversiones asociadas a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, incluidos los trabajos de cuantificación de la huella de carbono, deben considerarse entre las inversiones ambientales a las que les es de aplicación la citada deducción en el Impuesto de Sociedades. Conclusiones Se mantiene con la nueva regulación la obligación de que las inversiones estén incluidas en programas, convenios o acuerdos con la Administración competente en materia medioambiental, quienes deberán expedir la certificación de la convalidación de la inversión, sin la cual la Administración Tributaria no aceptará las deducciones practicadas. En este sentido, la figura del acuerdo voluntario anteriormente comentada permitiría cumplir con esta exigencia, al tiempo que impulsar la implantación de una economía baja en carbono. La huella de carbono como medida de las emisiones de gases de efecto invernadero de una actividad se está introduciendo como ventaja competitiva en el mundo empresarial. La determinación de la huella de carbono de una empresa es un proceso relativamente sencillo, pero la de un producto es mucho más compleja por la necesidad de incluir emisiones realizadas fuera del marco de producción, es decir, las asociadas al ciclo de vida del producto, que incluye las emisiones generadas en la elaboración de las materias primas utilizadas, e incluso las que se producirán en la fase de uso y los residuos generados por el producto y los respectivos embalajes. La Ley de Economía Sostenible contempla la contaminación atmosférica entre los La preocupación de la sociedad en los países desarrollados en relación con el P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 45 La huella de carbono 45 cambio climático y el hecho de que las emisiones, no importa dónde se produzcan, contribuyen por igual al cambio climático, ha llevado en los últimos años a la puesta en marcha de numerosas iniciativas, la mayor parte relacionadas con la alimentación, sector que, si se tiene en cuenta toda la cadena de la alimentación, tiene una destacada contribución a las emisiones totales de cada país. Muchas de estas iniciativas, así como los procedimientos que se han elaborado, son voluntarias, pero la tendencia es a que se conviertan en exigencias, como se ha empezado a imponer en los mercados de destino por grandes cadenas de distribución. En este marco se hace necesario generar un sistema más uniforme y comparable. Las metodologías en las que, por ahora, se puede basar el cálculo de la huella de carbono tienen todavía un largo camino que recorrer para ir disminuyendo el grado de incertidumbre y hacerla más comparable. La fiabilidad en la información es esencial para que este sistema de contabilidad llamado huella de carbono y, en especial, los sistemas de etiquetado derivados de él cumplan con su papel de información a los consumidores y a las demás partes interesadas. En un mundo donde las emisiones de gases de efecto invernadero deben ser medidas y reflejada la responsabilidad de cada actividad, la huella de carbono puede ser una herramienta que, aportando ventajas competitivas en los mercados, estimule los esfuerzos hacia una economía baja en carbono de un conjunto de empresas y sectores de actividad que representan más del 50% de las emi- siones totales de los países europeos, y que hasta el momento carecen de obligaciones concretas. Un caso especial de contabilidad de carbono es la agricultura, en la que más que de huella se debe hablar de balance. Este balance en muchos cultivos será positivo, como consecuencia de que el carbono secuestrado gracias a la fotosíntesis supere a las emisiones necesarias para dar lugar a la producción agrícola. Este es uno de los muchos asuntos pendientes que se deben ir resolviendo en este sistema de contabilidad. El reto, por tanto, para la huella de carbono y el etiquetado de carbono asociado es equilibrar la necesidad de simplicidad con la de exhaustividad, permitiendo tener en cuenta cuestiones como la captura y el almacenamiento de carbono asociados a los procesos de producción agrícola. Uno de los aspectos que ha permitido dilucidar la huella de carbono de productos agrícolas es que la eficiencia en las emisiones debidas, en gran medida, a un clima favorable en los países de origen, compensa con creces las emisiones debidas al transporte hacia los países de consumo, con la excepción de los transportados en avión. La participación en programas voluntarios de huella de carbono y la comunicación a las partes interesadas ayudará a demostrar liderazgo y responsabilidad social corporativa, al tiempo que prepara para futuras regulaciones, permitiendo perfeccionar los sistemas internos de contabilidad e informe. El siguiente paso orientado a la reducción de emisiones, utilizando los incentivos fiscales o cualquier otra medida de estímulo, permitirá P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 46 Retos medioambientales de la industria alimentaria 46 tores económicos, las modalidades de registro de datos y las modalidades de acceso a los datos científicos en los que se basa la información, así como las categorías de productos afectadas por esta obligación. una producción más ecoeficiente y la preparación para una economía baja en carbono. Los decretos del Consejo de Estado precisarán, sobre la base de las reglas aquí definidas, para cada categoría de productos, la naturaleza de la información pertinente según su modo de distribución, los soportes de la información y los referentes que hay que utilizar”. Notas 1 Existen numerosas iniciativas que permiten el cálculo de la huella generada a nivel personal mediante el uso de sencillas calculadoras a través de páginas web. 2 Tesco, una de las cadenas de supermercados más importantes de Gran Bretaña, comenzó en 2008 a exigir a sus proveedores información sobre la huella de carbono en sus productos; patatas fritas o zumos de naranja fueron de los primeros productos en indicar las emisiones de CO2 asociadas. Los hipermercados Casino, de Francia, o los Migros, en Suiza, desarrollaron iniciativas parecidas a las que han seguido otras muchas cadenas de distribución en numerosos países. 3 El término “Grenelle de l’environnement” se ha utilizado en Francia para indicar un gran proceso de reflexión entre la sociedad y el gobierno. Se escogió por analogía con los debates que reunieron al gobierno, asociaciones profesionales y sindicatos en 1968, en París, en los locales del Ministerio de Trabajo, situados en la rue de Grenelle. Allí se fraguaron los acuerdos que permitieron salir de la crisis de mayo de 1968, conocidos como los “acuerdos de Grenelle”. 4 5 Las empresas afectadas por este comercio de derechos de emisión deben: • Obtener una autorización de emisión de gases de efecto invernadero (inicialmente sólo de CO2) de la Comunidad Autónoma. Loi n.° 2010-788, du 12 juillet 2010, portant engagement national pour l'environnement. • Solicitar derechos de emisión al Ministerio de Medio Ambiente o bien obtenerlos mediante subasta y presentar antes del 28 de febrero de cada año un informe anual verificado sobre las emisiones del año precedente. Artículo 228. “A partir del 1 de julio de 2011, y tras la concertación con todos los actores relevantes implicados, se desarrollará una etapa de experimentación, por un periodo mínimo de un año, con el fin de informar progresivamente al consumidor por cualquier procedimiento apropiado sobre el contenido de carbono equivalente de productos y su embalaje, así como del consumo de recursos naturales o del impacto sobre el medio natural que es imputable a estos productos durante su ciclo de vida. • Por último, entregar antes del 30 de abril de cada año un número de derechos de emisión equivalentes al dato de emisiones verificadas (emisiones realmente realizadas) del año anterior al Registro público de derechos de emisión (a partir de 2013 existirá un único Registro europeo). Los principales actores de este comercio son las Comunidades Autónomas que autorizan, la Administración del Estado que aprueba y concede derechos, el Registro que lleva la contabilidad y, por último, bolsas y sistemas de negociación que fijan los precios. Esta experimentación será objeto de un balance que será comunicado al Parlamento, el cual evaluara la oportunidad de una generalización de esta disposición. Sobre la base de este balance, si procede, un decreto en Consejo de Estado determinará la modalidad de la generalización de esta disposición. Se tendrá en consideración la especificidad de las pequeñas empresas para conseguir el objetivo perseguido, la naturaleza de la información a aportar, la responsabilidad respectiva de los ac- La Unión Europea creó en 2005 el comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero. En este comercio de derechos de emisión definido por la Directiva 2003/87, incorporada a derecho interno mediante la Ley 1/2005 y modificada por la 13/2010, sólo es de aplicación a determinados sectores industriales fundamentalmente grandes industrias generadoras de energía, cemento, cerámica, pero también aviación a partir de 2013, pertenecientes a lo que se conoce como sectores regulados (representan el 45% del total de las emisiones). La mayor parte de sectores y empresas no están afectadas por la obligación de participar en el comercio de derechos de emisión, y son conocidos como sectores difusos (transporte, edificación, industria alimentaria, comercio, agricultura, etc.). 6 La normalización consiste en elaborar, difundir y aplicar normas de carácter voluntario. 7 ISO: International Organization for Standardization. Organización no gubernamental formada por una red de organismos nacionales de normas P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 47 La huella de carbono 47 de 163 países, un miembro por país, cuya Secretaría Central está en Ginebra. 8 La British Standards Institution, cuyas siglas corresponden a BSI, es una multinacional dedicada a la creación de normas para la estandarización de procesos y a su certificación. 9 La Iniciativa del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero es resultado de la cooperación de empresas, organizaciones no gubernamentales (ONG), gobiernos y otras entidades, convocada por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), ONG radicada en Estados Unidos, y el Consejo Mundial Empresarial para el Desarrollo Sustentable (WBCSD), coalición integrada por 170 empresas internacionales, con sede en Ginebra, Suiza. La iniciativa fue lanzada en 1998 con la misión de desarrollar estándares de contabilidad e informe para empresas aceptados internacionalmente y promover su utilización. La Iniciativa del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero comprende dos estándares distintos, aunque vinculados entre sí: Incluye el resto de emisiones indirectas (otras distintas de la compra de electricidad o calor). Las emisiones de alcance 3 son consecuencia de las necesidades que tiene la organización para producir la actividad, producto o servicio, pero provienen de fuentes que no son propiedad o controladas. Algunos ejemplos de actividades de alcance 3 son las emisiones necesarias para dar lugar a los materiales adquiridos, los viajes de trabajo, el transporte de materias primas, de combustibles y de productos (por ejemplo, actividades logísticas) o la utilización de productos o servicios ofrecidos por otros. 13 Las emisiones y remociones que se han de contemplar obligatoriamente son A1 + A2, mientras que las B son opcionales. A1. Emisiones y remociones directas de gases de efecto invernadero; se deben cuantificar las emisiones directas de GEI provenientes de las instalaciones dentro de los límites de la organización. La organización debería cuantificar las remociones de GEI de las instalaciones dentro de los límites de la instalación. Las emisiones de CO2 provenientes de la combustión de biomasa se deben cuantificar separadamente. • Estándar Corporativo de Contabilidad y Reporte: este documento provee de una guía minuciosa para empresas interesadas en cuantificar y reportar sus emisiones de GEI. • Estándar de Cuantificación de Proyectos: es una guía para la cuantificación de reducciones de emisiones de GEI derivadas de proyectos específicos. 10 ADEME es un organismo público dependiente de los Ministerios de Ecología y Energía y de Enseñanza Superior e Investigación. 11 Publicly Available Specification. 12 Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, pp. 29 y ss. A2. Emisiones indirectas de gases de efecto invernadero por energía; la organización debe cuantificar las emisiones indirectas de GEI que provienen de la generación de electricidad, calor o vapor de origen externo, consumido por la organización. B. Emisiones que no se han de contemplar obligatoriamente según la Norma ISO 14064: Otras emisiones indirectas. Alcance 1. Emisiones directas: Comprende las emisiones directas que proceden de fuentes que posee o controla la organización que genera la actividad, producto o servicio. Este grupo incluye las emisiones de los procesos, por ejemplo emisiones de N2O procedentes de la desnitrificación del abonado nitrogenado o las emisiones de metano del ganado. Igualmente incluye las emisiones por el uso de combustibles fósiles de maquinaria que la propia organización posee o controla, por ejemplo combustión de calderas y de vehículos. Alcance 2. Emisiones indirectas asociadas a la electricidad: Incluye las emisiones derivadas de la generación de electricidad comprada y del calor consumido por la organización. Las emisiones de alcance 2 ocurren físicamente en la instalación donde la electricidad o el calor son generados. Alcance 3. Otras emisiones indirectas: Según la Norma ISO 14064-1, la organización debe clasificar sus emisiones y remociones de GEI en emisiones directas (A1), emisiones indirectas por energía (A2) y otras emisiones indirectas (B). La organización puede cuantificar otras emisiones indirectas de GEI con base en los requisitos del programa de GEI aplicable, las necesidades del informe interno o el uso previsto del inventario de GEI. 14 Creada en 1992, l’Association Française des Entreprises pour l’Environnement agrupa a cuarenta grandes empresas francesas y multinacionales. 15 Fundación Forum Ambiental (2003). “Análisis del Ciclo de Vida (ACV)”. www.forumambiental.org/cast/archivos/ eines12.htm. 16 La información sobre el impacto ambiental del ACV se considera, a veces, inespecífica y demasiado amplia, ya que cubre todos los aspectos pertinentes del comportamiento medioambiental de un producto. La huella de carbono tiene la ventaja de tratar sólo el impacto potencial sobre el cambio climático. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 48 Retos medioambientales de la industria alimentaria 48 17 Los factores de emisión pueden tener un importante grado de imprecisión. Por ejemplo, en los envases el vidrio depende de una gran heterogeneidad en las condiciones de fabricación (tecnología, materia prima, calidad) y en muchos casos, como aluminio y plástico, no se dispone de datos adecuados y representativos. Incluso en el transporte, los valores dependen del modelo, las rutas, los espacios de carga, la velocidad, clima y otros muchos factores que dificultan establecer un modelo. 18 El ACV, según la Norma ISO 14040, considera el ciclo de vida completo de un producto desde la extracción y adquisición de la materia prima, pasando por la producción de energía y materia y la fabricación, hasta el uso y el tratamiento final de la vida útil y la disposición final. 19 La norma PAS 2050 está disponible de forma gratuita: www.bsigroup.es/pas 2050. De igual forma puede obtenerse la Guía PAS 2050 Cómo auditar la huella de carbono de sus productos y servicios. 20 La Norma ISO 14064 señala que: “La organización debería cuantificar las remociones de GEI de las instalaciones dentro de los límites de la instalación”. 21 Apartado 5.6 de la PAS 2050: Si bien se reconoce que los suelos juegan un papel importante en participar en el ciclo del carbono, tanto como fuente y sumidero de carbono, existe una incertidumbre considerable con respecto al impacto de las diferentes técnicas en los sistemas agrícolas. Por esta razón, las emisiones y el secuestro de derivados de cambios en el carbono del suelo se encuentran fuera del alcance de este PAS. La inclusión del almacenamiento de carbono en los suelos se considera en futuras revisiones de este PAS. 22 La International EPD Consortium es la organización encargada de aceptar la elaboración de PCR. Para más información, www.environdec.com. 23 ISO 14067. Carbon footprint of products – Requirements and guidelines for quantification and communication. ISO_CD_14067.2.doc STD Version 2.4c, 2011. 24 El contenido de la propuesta actual sigue los siguientes apartados: Introduction: 1. Scope. 2. Normative references. 3. Terms and definitions. 4. Principles. 5. Methodology for carbon footprint quantification. 6. Reporting. 7. Communication requirements. Annex A (informative): The 100-year GWP. Annex B (informative): Limitations of the carbon footprint of a product: • B.1 General. • B.2 Focus on a single environmental issue. • B.3 Limitations related to the methodology. Annex C (informative): Possible procedure how to treat recycling in CF studies. Bibliography. 25 La compensación está basada principalmente en la implantación de sumideros de CO2 mediante reforestación o custodia del territorio para mantener su capacidad de absorción, o en la generación de proyectos de energías alternativas. 26 Una marca de automóviles, por ejemplo, anuncia que por cada automóvil que venda de un determinado modelo plantará 17 árboles en la sierra de Alcaraz en Albacete, lo que compensará el CO2 que emita el coche en sus primeros 50.000 kilómetros. Una institución bancaria anuncia que si el cliente acepta recibir la información sobre sus fondos en formato distinto al papel, además de ahorrar papel premiará la actitud contribuyendo a reforestar las zonas afectadas por los incendios de 2005 en Guadalajara, colaborando con la Fundación Apadrina un Árbol. Una cadena de alimentación compensa las emisiones de sus supermercados. Una empresa de seguros corre con el 90% del coste de la compensación de las emisiones del vehículo objeto de la póliza. 27 Estas organizaciones en sus páginas web muestran información para que se pueda calcular el volumen de emisiones producidas, señalan consejos para reducirlas y la posibilidad de poder compensar las que no pueden reducirse. Por lo general, cada categoría o clase de producto debe tener un PCR. Trabajar con PCR puede simplificar de manera significativa cuando los diferentes grupos de productos tienen la misma materia prima, composición, tipos de componentes, etc., y por lo tanto permite aplicar el mismo conjunto de reglas y criterios a un gran número de productos similares haciéndolos comparables. Este sería el caso de los alimentos agrícolas. Si no hay PCR desarrollados para el producto, podría ser de interés plantearse el desarrollar uno. La elaboración de PCR se lleva a cabo en un proceso abierto en el que las distintas partes interesadas tienen la oportunidad de hacer aportaciones. Cuando todas las observaciones pertinentes se incorporan a la PCR es aprobado y establecido por un comité técnico. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 49 La huella de carbono 49 28 29 Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible (BOE n.º 55, de 5-3-2011). 31 BOE n.º 181 de 29-7-2011. 32 Disposición adicional décima. Sobre compensación de emisión de gases de efecto invernadero en el sector de residuos. “Artículo 90. Compensación de emisiones. 1. Las empresas y personas físicas que así lo deseen podrán compensar sus emisiones de CO2 a través de inversiones en incremento y mantenimiento de masas forestales, programas agrarios de reducción del CO2 y otros programas que se establezcan por la Administración General del Estado, en colaboración con las Comunidades Autónomas. 2. El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, previo informe del Consejo Asesor de Medio Ambiente y de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, establecerá los criterios de compensación, verificación y obligaciones de mantenimiento e información asociadas, así como las inversiones que se considerarán a efectos de compensación. 3. Esta compensación no será válida a los efectos del cumplimiento de la obligación de entrega anual de derechos de emisión de gases de efecto invernadero en el marco del régimen de comercio de derechos de emisión. No obstante, esta compensación podrá tenerse en cuenta a efectos de lo dispuesto en los artículos 70 y 103 de la Ley 30/2007, de 30 de diciembre, de Contratos del Sector Público”. 30 Ley 30/2007, de 30 de diciembre, de Contratos del Sector Público (BOE n.º 261, de 31-1-07). Artículo 70. Acreditación del cumplimiento de las normas de gestión medioambiental. “1. En los contratos sujetos a una regulación armonizada, los órganos de contratación podrán exigir la presentación de certificados expedidos por organismos independientes que acrediten que el empresario cumple determinadas normas de gestión medioambiental, remitiéndose al sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales (EMAS) o a las normas de gestión medioambiental basadas en las normas europeas o internacionales en la materia y certificadas por organismos conformes a la legislación comunitaria o a las normas europeas o internacionales relativas a la certificación. “2. Los órganos de contratación reconocerán los certificados equivalentes expedidos por organismos establecidos en cualquier Estado miembro de la Unión Europea y también aceptarán otras pruebas de medidas equivalentes de gestión medioambiental que presenten los empresarios”. En el plazo máximo de un año desde la entrada en vigor de esta Ley, el Gobierno, previa consulta a las Comunidades Autónomas y Entes Locales, remitirá a las Cortes Generales un Proyecto de Ley en el que se establezcan sistemas de compensación e intercambio de cuotas de emisión de gases de efecto invernadero asociadas al sector residuos entre administraciones. El techo global de emisiones asociado a estas cuotas deberá ser coherente con los compromisos de reducción de emisiones asumidos por España. 33 En este sentido se manifestaron los científicos, técnicos y expertos convocados por la AEFAO (Asociación España-FAO) en las jornadas “Sumideros agrícolas de CO2: Compensación económica de los Derechos de Emisión” celebradas en Madrid el 6 de mayo de 2009 para ayudar a contestar la cuestión: ¿puede incluir la futura PAC ayudas a la agricultura por su función de sumidero de CO2? Entre sus conclusiones señalaban que “Deducido el CO2 desprendido en su realización (labores y operaciones culturales, fabricación de abonos y fitosanitarios, producción de semillas, etc.), los cultivos agrícolas deben considerarse auténticos sumideros de CO2. El resultado neto de su efecto sumidero puede variar entre 2 a 4 t/ha en los cereales de invierno en secano y 5 a 10 t/ha en los cultivos de regadío”. Trabajos recientes del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), llegan a la conclusión de que “una hectárea de cítricos en plena producción capta entre 20 y 25 toneladas anuales de CO2”. En el trabajo se afirma que una vez descontado el carbono contenido en la cosecha y el que requieren las labores del cultivo, el balance final es positivo y alcanza valores situados entre 5,5 y 9 toneladas de CO2 “netas” capturadas al año por cada hectárea de cítricos en plena producción. Una síntesis del informe puede descargarse en la web www.agriculturasostenible.org, en concreto en la siguiente dirección: http://www.agriculturasostenible.org/v_ portal/in formacion/informacionver.asp?cod=2190&te= &idage=&vap=0&codrel=9816. La Universidad de Córdoba ha desarrollado desde hace años una intensa labor investigadora, determinando que el suelo del secano andaluz, con cultivos como trigo, girasol, habas y garbanzos, viene secuestrando entre 3 y 4 toneladas de CO2 al año por hectárea (Vida Rural n.º 15 de 2008 y 302 de 2010). También son de P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 50 Retos medioambientales de la industria alimentaria 50 procedentes de la poda del naranjo, 878 se incorporan como materia orgánica del suelo, ahorrando además un 17-18% de las necesidades de nitrógeno de los cultivos. gran interés los trabajos realizados por Rodolfo Canet Castelló, del Centro para el Desarrollo de la Agricultura Sostenible del IVIA. 34 35 Este balance se ha estimado a partir del incremento anual de carbono en raíces, tronco y ramas principales (no poda) de varios cultivos de melocotoneros, que como media se cifra en 12,3 toneladas de CO2 por hectárea y año (sin incluir las 7 toneladas de CO2 contenidas en la cosecha ni las 6 contenidas en la poda anual). A la fijación anual que corresponde a los elementos permanentes del arbolado (12,3 toneladas) se han restado las emisiones por respiración del suelo (entre 4 y 5 toneladas CO2), las emisiones directas (horas de tractor y óxido nitroso por desnitrificación de abonado) más las indirectas por compra de energía, necesarias para su cultivo (la suma de alcance 1 más 2 supone como media unas 2,4 toneladas CO2 equivalente por hectárea y año). Además, las emisiones de alcance 3 “otras emisiones indirectas” pueden suponer entre 1 y 2 toneladas de CO2 equivalente por hectárea y año. En total el balance final se situaría en unas 3,5 toneladas CO2 equivalente por hectárea y año. Una de las posibilidades de mejorar su balance es reduciendo sus emisiones. Pensemos que en las 2,4 toneladas de emisión de CO2 equivalente por hectárea y año del ejemplo anterior, la desnitrificación del abonado nitrogenado que da lugar a emisiones de óxido nitroso N2O (298 veces más potente que el CO2) es un 55%, las emisiones por combustible para la utilización de maquinaria supone un 36% y el consumo de energía eléctrica, aunque varía de una explotación a otra, es como media un 9%. No menos destacable serían las posibilidades de mejora de balances mediante el incremento de su capacidad de sumidero. Pensemos, por ejemplo que una parte de las 6 toneladas de CO2 por hectárea y año que no hemos tenido en cuenta y que corresponden a la poda anual del cultivo de melocotoneros se incorporará al suelo incrementando su contenido en carbono. En este sentido, segun Brady y Weil (Elements of the Nature and Properties of Soils, 2/E. Ed. Pearson Prentice Hall, N.J. 2004), un año después de agregar los residuos vegetales a la tierra, de una quinta a una tercera parte del carbono contenido en estos permanece en el suelo, ya sea como biomasa viva o como el humus del suelo. Rodolfo Canet Castelló, del Centro para el Desarrollo de la Agricultura Sostenible del IVIA, en su trabajo “Mitigación y adaptación al cambio climático en la agricultura y la ganadería” señala que de 3.513 kilos por hectárea de restos verdes El Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias señala en trabajos recientes que hasta un 40% del carbono procedente de los restos orgánicos que se incorporan al suelo permanece en el mismo después de un año. En cualquier caso, cada explotación agrícola que consiga incrementar un 1% de materia orgánica en los primeros 25 centímetros de una hectárea de suelo habrá secuestrado 80 toneladas más de CO2. 36 BOE n.º 163 de 6-7-2010. 37 El día 1 del pasado mes de abril se presentó al Congreso de los Diputados una proposición no de ley sobre sumideros naturales en la lucha contra el cambio climático (véase Boletín Oficial de las Cortes Generales de 18 de abril de 2010, p. 14). http://www.congreso.es/public_oficiales/L9/ CONG/BOCG/D/D_558.PDF. En su exposición de motivos, esta proposición no de ley considera fundamental el reconocimiento del papel que juegan muchas especies agrícolas como sumideros de CO2, y la aportación que pueden jugar en la lucha contra el cambio climático: “… si se mejoran algunas prácticas culturales en la gestión agrícola. Muchas extensiones agrícolas de nuestro país constituyen verdaderos bosques agrícolas de fijación de carbono, como es el caso de los monocultivos de olivar, del plátano, de vid, de cítricos..., que se dan en amplias áreas agrícolas del territorio español. Ligar buenas prácticas ambientales a la producción agrícola mejoraría los rendimientos de las explotaciones, ya que al beneficio productivo se le pueden sumar ayudas por el secuestro efectivo del carbono a largo plazo. Esta línea se enmarca en las conclusiones del Informe al Consejo Europeo de Reflexión sobre el futuro de la UE. En este sentido, se recomienda la reorientación de los recursos de la PAC hacia una agricultura y una ganadería más ecológicas y de captación de CO2 en los suelos mediante modificaciones de las prácticas agrícolas, que incrementarían el secuestro del carbono”. La proposición no de ley concluye proponiendo que el Congreso de los Diputados inste al Gobierno a: “Establecer un sistema de información sobre las variaciones de los stocks de carbono de todas aquellas extensiones agrícolas existentes en nuestro país, por su papel fundamental de absorción de CO2, en especial las dedicadas a cultivos leñosos, con el objeto de facilitar el posible establecimiento de un sistema P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 51 La huella de carbono 51 tenibilidad consultando la web www.globalreporting.org. para la obtención de ayudas agroambientales orientadas al secuestro de carbono”. 38 Tim Lang, profesor de política alimentaria de la City University en Londres, introdujo el término en 1991. 39 La segunda cadena de supermercados más grande de Suiza está desarrollando un etiquetado con el símbolo de un avión para aquellos productos que hayan viajado en este medio de transporte, con la intención de concienciar a los consumidores acerca de las emisiones de CO2 que dicho transporte implica. 40 Tanto en términos relativos como absolutos, el aporte a la huella de carbono del transporte por mar, desde Chile, fluctuó entre 0,10 y 0,20 kg CO2e por unidad funcional si el destino fue Norteamérica (entre 0,14 y 0,20 kg CO 2e por unidad funcional si el destino fue Europa), pero la contribución a la huella de carbono de los productos transportados por vía aérea excedió los 5 kg CO2e por unidad funcional. 41 Véase, a modo de ejemplo, en la web de la Consejería de Medio Ambiente del País Vasco, dentro del apartado prevención y control de la contaminación, los acuerdos voluntarios suscritos con diversos sectores empresariales, y los acuerdos voluntarios en relación con la mitigación del cambio climático en la web www.ecorresponsabilidad.es del Departamento de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma de Murcia. 42 La responsabilidad social de la empresa (RSE), también denominada responsabilidad social corporativa (RSC), es un término que hace referencia al conjunto de obligaciones y compromisos legales y éticos, tanto nacionales como internacionales, que se derivan de los impactos que la actividad de las organizaciones producen en el ámbito social, laboral y medioambiental. El Libro Verde de la Comisión: Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas [Bruselas, 18.7.2001COM (2001) 366 final], la define como: integración voluntaria por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores. 43 Iniciativa creada en 1997 por la organización no gubernamental CERES (Coalition for Environmentally Responsible Economies) junto con PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), con el apoyo de numerosas instituciones privadas, empresas, sindicatos, ONG “con el objetivo de fomentar la calidad, el rigor y la utilidad de las memorias de sostenibilidad”. Se puede obtener más información sobre el GRI y la guía para la elaboración de memorias de sos- 44 También la Organización Internacional de Normalización (ISO) aprobó en 2006 la norma ISO 14063:2006 Gestión Ambiental – Comunicación Ambiental, con la que esta organización normaliza (norma de carácter voluntario) la comunicación de la política ambiental de la empresa. La norma establece una guía para facilitar la visión y la explicación de las actuaciones ambientales llevadas a cabo por la empresa en relación con sus productos, actividades o servicios. Durante los últimos años, diversas entidades de certificación han realizado validaciones de memorias de sostenibilidad utilizando la Guía GRI, de junio de 2000 (a partir de 2006 la certificación también se ha podido realizar en base a la ISO 14063:2006). Las organizaciones que han obtenido el documento de validación lo exponen en sus memorias de sostenibilidad como elemento diferenciador ante su competencia y como garantía ante sus partes interesadas. 45 La Ley de Economía Sostenible (BOE n.º 55, de 53-2011), en su artículo 39, “Promoción de la responsabilidad social de las empresas”, establece que el Gobierno pondrá a su disposición un conjunto de características e indicadores para su autoevaluación en materia de responsabilidad social, así como modelos o referencias de reporte, todo ello de acuerdo con los estándares internacionales en la materia. Asimismo, cualquier empresa podrá solicitar voluntariamente ser reconocida como empresa socialmente responsable, de acuerdo con las condiciones que determine el Consejo Estatal de Responsabilidad Social Empresarial. 46 En España, la pieza fundamental que contiene los criterios para cumplir con la obligación de incorporar la información ambiental en las cuentas es la Resolución de 25 de marzo de 2002 del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (BOE de 4 de abril), por la que se aprueban normas para el reconocimiento, valoración e información de los aspectos medioambientales en las cuentas anuales (BOE n.º 81, de 4-4-2002). La información a reflejar viene especificada en la Orden de 8 de octubre de 2001 por la que se aprueban los modelos de cuentas anuales que se presentan en el Registro Mercantil (BOE de 9 de noviembre). En esta se destina el epígrafe 18 a la memoria normal y el epígrafe 10 a la memoria abreviada. La información medioambiental expresada de esta forma queda caracterizada como un documento destacado y anexo a la memoria de las cuentas anuales, cuya presentación es obligatoria para su depósito en el Registro Mercantil. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 52 Retos medioambientales de la industria alimentaria 52 Véase Victoria Jumilla F. Gestión Ambiental. Guía fácil para empresas y profesionales, Murcia, 2009; 14:877. 47 Los incentivos fiscales se regulan habitualmente mediante: exenciones, bonificaciones y deducciones que se concretan dentro de la normativa de los tributos correspondientes, como por ejemplo los que gravan actividades contaminantes (el uso de hidrocarburos o los vehículos a motor). Las deducciones son, sin duda, de entre los tres tipos las más importantes. Los incentivos fiscales tienen por finalidad motivar determinadas inversiones reduciendo la carga tributaria de las organizaciones. Su aplicación se hace, en unos casos sobre la base imponible o beneficio sujeto a tributación, y en otros mediante reducciones (bonificaciones) porcentuales en la cuota tributaria que resulta a pagar (cuota íntegra). En este caso se obtiene un beneficio económico para la organización conocido como crédito de impuesto. Este beneficio puede ser trasladado a lo largo de varios ejercicios fiscales si la cuota íntegra no absorbe la totalidad de la deducción a practicar. 48 Artículo 92. Incremento de la deducción por inversiones medioambientales. Con efectos para los períodos impositivos iniciados a partir de la entrada en vigor de esta Ley, se introducen las siguientes modificaciones en el texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, aprobado por el Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo, y en la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio: Uno. El apartado 1 del artículo 39 del texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, aprobado por el Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo, queda redactado de la siguiente forma: “1. Las inversiones realizadas en bienes del activo material destinadas a la protección del medio ambiente consistentes en instalaciones que eviten la contaminación atmosférica o acústica procedente de instalaciones industriales, o contra la contaminación de aguas superficiales, subterráneas y marinas, o para la reducción, recuperación o tratamiento de residuos industriales propios, siempre que se esté cumpliendo la normativa vigente en dichos ámbitos de actuación pero se realicen para mejorar las exigencias establecidas en dicha normativa, darán derecho a practicar una deducción en la cuota íntegra del 8 por ciento de las inversiones que estén incluidas en programas, conve- nios o acuerdos con la Administración competente en materia medioambiental, quien deberá expedir la certificación de la convalidación de la inversión.” Bibliografía 1. Grupo Gerencial de Medio Ambiente de Naciones Unidas. Guía de las Naciones Unidas para la neutralidad climática. 2008; 42. 2. Schuttelaar & Partners. 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Willaarts y Alberto Garrido Colmenero El nexo entre seguridad alimentaria y agua Garantizar la seguridad alimentaria constituye uno de los mayores desafíos del siglo XXI. Según las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación (FAO), alcanzar la seguridad alimentaria supondrá que “todas las personas tienen en todo momento acceso físico, social y económico a los alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida sana y activa” (FAO, 1996). Lograr este reto, por tanto, implica garantizar la producción de alimentos en cantidades suficientes, pero también asegurar un acceso estable, con garantías de calidad y a unos precios asequibles. Los objetivos fijados en los distintos países para avanzar en materia de seguridad alimentaria están muy condicionados por sus contextos socioeconómicos. En países pobres la prioridad radica en lograr capacidad de producción suficiente y un acceso estable y justo, mientras que en países desarrollados como la Unión Europea, seguridad y soberanía alimentaria están muy vinculadas. Garantizar las producciones y el mercado dentro de la Unión, mantener su capacidad exportadora, asegurar la calidad de los productos o producir de manera más eficiente para reducir los impactos ambientales aso- ciados a los procesos productivos, son algunos de los retos que plantea la Política Agraria Comunitaria (PAC) de cara al 2020 (EC, 2010). Según Von Braun (2008), los avances en materia de seguridad alimentaria en las próximas décadas requerirán esfuerzos en al menos dos direcciones. Lograr capacidad física para satisfacer la demanda futura de alimentos, especialmente si tenemos en cuenta que es probable que esta se duplique en los próximos 25-50 años. Y por otro lado, elaborar regulaciones internacionales más justas y equitativas en materia de comercio de alimentos por parte de la Organización Mundial del Comercio que permitan a los países pobres un acceso estable y una mayor capacidad de exportación. Gustavsson et al. (2011) argumentan que otro reto importante será reducir las actuales pérdidas y el desperdicio de alimentos. A escala global, se estima que un tercio de los alimentos que se producen se pierden o se desaprovechan. En países desarrollados las pérdidas son elevadas (entre 95-115 kg/persona/año) y tienen su origen en la falta de sensibilización de los consumidores. En países en vías de desarrollo las pérdidas son menores (9-11 kg/persona/año), y se deben a la falta de medios técnicos de producción, ausencia de infraestructuras y problemas financieros. Programas de concienciación, P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 56 Retos medioambientales de la industria alimentaria 56 junto con ayudas estructurales a los países pobres, podrían aliviar la brecha alimentaria. Desde el punto de vista de la capacidad física de producción, en los últimos años se han realizado diversas estimaciones sobre las necesidades de agua y tierra necesarias para satisfacer la demanda futura de alimentos (Molden, 2007; Rockström et al., 2009; De Faiture y Wilchelns, 2010). La mayoría de estos trabajos afirman que globalmente hay suficientes recursos de agua y tierra para satisfacer la demanda. Sin embargo, también exponen que existen muchas desigualdades regionales y que serán necesarias mejoras significativas en la productividad agrícola a nivel mundial, especialmente en los países más pobres. Junto a las mejoras en productividad, la globalización y el comercio agrario pueden constituir una alternativa complementaria para satisfacer la demanda de alimentos. En muchos países donde la disponibilidad de tierra y/o agua representa un factor limitante para la expansión agrícola, la importación es la única forma de garantizar la disponibilidad suficiente de alimentos para las poblaciones locales (Falkenmark y Lannerstad, 2010). La agricultura es el sector de actividad económica que más recursos consume en términos de agua y tierra. A escala global, cerca del 70% de los recursos hídricos que se extraen cada año de ríos y acuíferos se destinan a la producción agrícola (Vörösmarty et al., 2005; Gleick, 2008). Esta fracción representa tan sólo el 20% del agua total usada en la agricultura, dado que el 80% del agua necesaria para producir alimentos procede de la lluvia almacenada en la reserva del suelo (Falkenmark y Rockström, 2004; Molden, 2007). Estas cifras evidencian que el agua y su gestión representan un pilar central para avanzar en materia de seguridad alimentaria, especialmente en aquellas regiones donde existen problemas de escasez de agua. Igualmente, este nexo refleja que los cambios en los patrones de consumo de alimentos pueden tener importantes y significativos impactos en un recurso limitado como es el agua (Quiroga et al., 2010). En las próximas décadas, el aumento de la población, la urbanización, los cambios en los hábitos alimenticios o el cambio climático van a ejercer una presión creciente sobre los recursos hídricos en muchas regiones del mundo. Si alimentar a la población del futuro y reducir el hambre es un reto, también lo será el de satisfacer al mismo tiempo las necesidades hídricas del resto de sectores económicos sin causar perjuicios medioambientales. Diversos estudios han puesto de manifiesto que el origen de la escasez de agua en gran parte del mundo en la actualidad no atiende a razones físicas sino socioeconómicas, debido a la ineficiente gestión que se hace de los recursos disponibles (Molden et al., 2007; Garrido et al., 2010). La huella hídrica como indicador para la gestión eficiente del agua Lograr una gestión más eficiente y sostenible del agua requiere conocer cómo se están empleando los recursos existentes en una región, así como los beneficios sociales, económicos y ambientales que dichos usos generan. En este sentido, el concepto de huella hídrica (HH) (Hoekstra y Hung, 2002) representa un indicador P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 57 El papel de la huella hídrica en la seguridad alimentaria 57 muy útil para estimar el consumo real de agua invertido en la producción de bienes o asociado a los distintos sectores de actividad económica en un territorio. Históricamente, los datos referentes al consumo de agua siempre se han presentado como una suma de las extracciones de agua asignadas a los diferentes sectores de la economía (agricultura, industria y doméstico). Aunque estos datos son útiles para tener una idea del nivel de explotación de los recursos hídricos locales o regionales, no proporcionan una información demasiado precisa, ni informan sobre el modelo de consumo de los habitantes del país. La estimación de la HH surge así como un indicador complementario en el cálculo de la sostenibilidad del uso de los recursos naturales por parte del hombre (Hoekstra et al., 2011). A diferencia de las estimaciones convencionales, la HH es un indicador que permite cuantificar el consumo directo e indirecto de agua de un producto, un individuo, un proceso industrial o de una región y de sus distintas actividades (figura 1). En su cálculo se integran la huella hídrica verde, azul y gris: los denominados “colores del agua” (Llamas, 2005). La huella verde se refiere al volumen de agua de lluvia almacenada en el suelo y consumida para la producción de bienes. La huella azul es el volumen de agua captado de los sistemas acuáticos y empleado en los procesos de producción o consumido directamente. Finalmente, la huella gris se refiere al volumen de agua que se necesita para diluir los contaminantes generados en un proceso productivo hasta alcanzar concentraciones que se consideran ambientalmente tolerables. Huella hídrica directa Huella hídrica indirecta Verde Verde Extracciones Consumo real + Retornos Agua consumida Azul Azul Gris Gris Agua contaminada Cuantificación tradicional Figura 1. Componentes de la huella hidrológica de un producto o consumidor. Convencionalmente los consumos de agua asociados a un producto se basaban en las asignaciones de agua azul, sin tener en cuenta el resto de componentes de agua ni los retornos. La huella hídrica comprende los usos consuntivos de agua (azul y verde) y los impactos sobre la calidad. Fuente: extraído de Hoekstra et al. (2011). P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 58 Retos medioambientales de la industria alimentaria 58 La HH de un individuo, de una comunidad o de un país se define como el total de agua usada para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo, por ese grupo de personas o por el país (Chapagain y Hoekstra, 2004). Se suele expresar en volumen de agua usado por año. Dado que no todos los bienes consumidos en un país son producidos en su territorio, la huella hídrica se compone de dos partes: huella hidrológica interna, que se refiere al volumen de agua del país usada para producir los bienes y servicios consumidos por sus habitantes, y la huella hidrológica externa, que equivale al volumen de agua usada en otros países para producir los bienes y servicios importados y consumidos por los residentes en el país de referencia. nivel de bienestar que, en un estudio realizado por Hoekstra y Chapagain (2007), se estimó que, si bien el consumo medio de agua per cápita a nivel global es de 1.240 m3/personas/año, la HH de un ciudadano medio estadounidense asciende a 2.480 m3/personas/año, el doble que la media global. Por el contrario, en países menos desarrollados como Bangladesh, la HH de un ciudadano apenas es de 900 m3/personas/año. Estas diferencias en gran medida se deben a que en países desarrollados, como Estados Unidos, las dietas son muy calóricas y ricas en proteínas animales, mientras que en países en desarrollo, como Bangladesh, la base de la dieta es vegetariana. La figura 2 muestra la HH de algunos productos. Los factores que más condicionan la HH de un país son: el volumen de bienes y servicios consumidos, los hábitos alimenticios, el clima y el tipo de prácticas agrícolas que se practiquen (Chapagain y Hoekstra, 2004). Tal es la influencia del Más allá de la información que pueden proporcionar sobre los hábitos de consumo dentro de un país, los estudios de HH realizados por Hoekstra y Chapagain (2007), y más recientemente por Mekonnen y Hoekstra (2010) y Fader et al. (2011), han Figura 2. La huella hídrica de distintos productos. Fuente: Hoekstra (2009). P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 59 El papel de la huella hídrica en la seguridad alimentaria 59 puesto de manifiesto que el comercio internacional, y en particular de alimentos, puede constituir una estrategia positiva para optimizar la gestión de los recursos hídricos. El comercio desde países con abundantes recursos hídricos a países áridos puede suponer un ahorro en términos absolutos de agua para estos últimos, dado que gracias a las importaciones sus escasos recursos pueden asignarse a otros usos. Hoekstra y Chapagain (2007) estimaron que el comercio mundial de alimentos permite ahorrar hasta 350 km3/año (el 5% del consumo global de agua), mientras que Hanasaki et al. (2010) consideran que estos ahorros ascienden a 545 km3/año. Al margen de estos ahorros, plantear el comercio como una estrategia para lograr una gestión más eficiente del agua requiere un análisis detallado de las implicaciones sociales y ambientales que puede tener esta práctica para los países productores (Willaarts et al., 2011). Aplicaciones de la huella hídrica en España en relación a la seguridad alimentaria En España se han hecho múltiples evaluaciones de la huella hídrica de diversos productos, sectores socioeconómicos, cuencas hidrográficas e incluso evaluaciones nacionales (Salmoral et al., 2010; Chico et al., 2010; Rodríguez-Casado et al., 2009; Garrido et al., 2010). En relación a la HH de los productos, Chico et al. (2010) realizaron un estudio sobre la HH del tomate en España y encontraron que la componente gris representa de media el 60% de la huella total (236 litros/kg). Desde el punto de vista de la gestión del agua, estos resultados evi- dencian que el volumen de agua que se contamina para producir 1 kilogramo de tomates es superior a la dosis de riego que necesita para producirse. Por consiguiente, un uso más eficiente de agua en la producción de este cultivo requeriría aunar esfuerzos para reducir los problemas de contaminación que genera, por ejemplo, mediante su tecnificación (p.ej.: cultivo en hidropónicos). Salmoral et al. (2010) muestran que en el caso del aceite de oliva, aproximadamente el 99% de la huella de este producto se asocia con la producción de aceituna. La fracción más importante de la huella del olivar es verde (41%), aunque en las principales regiones productoras (Andalucía) la huella azul (aguas subterráneas) entre 1997 y 2008 se ha triplicado (de 106 a 378 millones de m3). Su elevada productividad económica en comparación con otros cultivos tradicionales ha favorecido su puesta en regadío. Desde el punto de vista de la planificación, este aumento del consumo de aguas subterráneas añade una presión adicional en la cabecera de una cuenca donde ya existen importantes problemas de escasez de agua y dificulta las opciones para cumplir con las directrices medioambientales recogidas en la Directiva Marco de Agua (DMA). Salmoral et al. (2011) han realizado un análisis integral de los usos del agua en la cuenca del Guadalquivir (figura 3). De su estudio se desprende que el 36% de las precipitaciones que recibe la cuenca se destinan a la producción de bienes y servicios para la agricultura, la industria y el ámbito urbano. La agricultura sola consume el 27% de los recursos totales, siendo el olivar y los cereales de invierno P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 60 Retos medioambientales de la industria alimentaria 60 Consumo total 90% m m m Bo sq ue s2 57 m Agua verde 81% tu ra ul ric Agua verde 435 mm m Ag Precipitaciones 536 mm 14 4 Pa m st m os 34 Huella hídrica 9% 50 m Precipitaciones 100% Retorno Agua azul 101 mm 51 mm Va al mar 10% Figura 3. Análisis integral de los usos del agua en la cuenca del Guadalquivir. Fuente: Salmoral et al. (2011). y el girasol los cultivos con mayor HH. La mayoría de estos productos (exceptuando el olivar) tiene un valor valor económico bajo (un tercio inferior al olivar). La productividad económica del agua asociada a sectores como son el turismo o el sector de la energía termosolar es entre 25 y 100 veces superior al de la agricultura. Los resultados de este estudio indican que se podría conseguir una mejor gestión del agua en la cuenca mediante la reasignación de los recursos hídricos entre los distintos usos. Esta medida permitiría optimizar los beneficios económicos del agua en la cuenca y reducir los riesgos de sobreexplotación. Garrido et al. (2010) realizaron un estudio sobre la huella hídrica y el comercio de agua virtual a escala nacional. De este estudio se desprende que la huella hídrica de España es aproximadamente de 45 km3/año, de la cual el 85% se destina a la agricultura. Este sector, sin embargo, tan sólo genera el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) y emplea al 5% de la población activa. El sector industrial, por el contrario, tiene una huella equivalente al 7% del total, pero genera el 14% del PIB y emplea al 16% de la población activa. El abastecimiento urbano representa el 8% de la HH nacional y genera unos beneficios menores. De estos análisis se concluye que gran parte de los problemas de escasez de agua que sufren muchas cuencas hidrográficas en España se podrían solucionar mediante reasignaciones a usos más eficientes. Aldaya et al. (2008) y Llamas et al. (2009) argumentan por ejemplo que en el sector agrícola se pueden lograr grandes ahorros, dado que en la actualidad el 80% del valor económico de las cosechas se produce con tan sólo el 20% del agua de regadío consumida. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 61 El papel de la huella hídrica en la seguridad alimentaria 61 Otro resultado interesante desde el punto de vista de la gestión del agua y la seguridad alimentaria que se desprende del estudio de Garrido et al. (2010) es que España en términos absolutos es un importador neto de agua virtual. La mayor parte del agua la importamos a través de piensos producidos en Brasil y Argentina. Estos piensos de bajo valor económico y alta demanda hídrica se emplean como alimento para la cabaña ganadera, que posteriormente se exportan a gran parte de Europa y cuyo valor económico es muy superior. Por consiguiente, el comercio internacional ha favorecido mucho a España en este sentido, dado que no sólo logra ahorrar recursos hídricos importando materias primas de otras regiones, sino que además consigue una mayor rentabilidad en sus transacciones comerciales. Uno de los aspectos más cuestionados sobre la utilidad de la HH radica en que es un indicador físico de consumo de agua en sentido estricto y no proporciona información acerca de si el patrón de producción y consumo en una región o país es o no sostenible desde una perspectiva social, económica y ambiental. Los trabajos de Garrido et al. (2010) y Salmoral et al. (2011) son las primeras investigaciones que analizan la dimensión social y económica de los usos del agua. Sin embargo, la dimensión ambiental es una cuestión que ha sido escasamente analizada hasta el momento. Principalmente, porque la mayoría de los trabajos de HH no reflejan ninguna información sobre el valor de escasez ni el volumen de recursos hídricos que pueden ser explotados de manera sostenible en un territorio ni los impactos ambientales asociados al comercio de alimentos. Por consiguiente, y aun cuando los ejemplos mostrados en este trabajo evidencian la utilidad de este indicador para la toma de decisiones relacionadas con la gestión del agua, resulta necesario complementarlos con un análisis de sostenibilidad en el que se analicen los impactos sociales, económicos y ambientales que esos usos del agua generan dentro y fuera de las fronteras de un país o industria. Bibliografía recomendada Aldaya MM, Garrido A, Llamas MR, VarelaOrtega C, Novo P, Rodríguez R. 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Y por tanto, también es conocedora de la necesidad de reducir de forma continua su impacto ambiental siguiendo las directrices de la estrategia de la Comisión Europea recogida en el Plan de Acción sobre Consumo y Producción Sostenible y una política industrial sostenible [COM (2008) 397 Final]. Por otra parte, los consumidores están comenzando a exigir, y a comprar, productos más respetuosos con el medio ambiente. Las grandes superficies, como Wal-Mart, Tesco o Casino, conocedoras de esta tendencia, han asumido compromisos voluntarios en la reducción de sus impactos, y han trasladado estos compromisos a sus proveedores, a través de sus procesos de selección. Pero los consumidores necesitan información para poder realizar una elección responsable. Y es en este contexto donde surgen las herramientas de sostenibilidad ambiental que permiten medir los impactos ambientales asociados a un producto, proceso o actividad con el objetivo último de reducir su efecto negativo en el entorno, aumentar su competitividad y fomentar la oferta y la demanda de productos más respetuosos con el medio ambiente. Ecodiseño En el actual contexto global de los procesos de producción y consumo, la mejora ambiental de los procesos, productos y servicios es esencial para alcanzar un desarrollo sostenible. Una de las herramientas más reconocidas a nivel internacional para facilitar el camino de la sostenibilidad es el ecodiseño, que, según la Directiva 2005/32/CE relativa a los requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos que utilizan energía, se define como: “Integración de los aspectos ambientales en el diseño del producto con el fin de mejorar su comportamiento ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida.” Una de las novedades de esta metodología es que requiere un enfoque de ciclo de vida (life cycle thinking), lo que significa que el diseñador expande su perspectiva ambiental de diseño más allá de lo P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 66 Retos medioambientales de la industria alimentaria 66 habitual. Según la Norma UNE 150050, se define ciclo de vida como: “Las etapas consecutivas e interrelacionadas de un sistema producto, desde la adquisición de materia prima o de su generación a partir de recursos naturales hasta su disposición final.” Se estima que más del 80% de los impactos ambientales de un producto durante su ciclo de vida se fijan en la etapa de diseño. De ahí, la necesidad de incorporar aspectos ambientales en el trabajo desarrollado por los departamentos de desarrollo de producto. El ecodiseño implica una actuación preventiva, ya que contempla los impactos ambientales que se generarán en las distintas etapas de vida del producto y su interrelación antes de que se produzcan, y permite minimizarlos o incluso eliminarlos previamente a su aparición. Asimismo, el ecodiseño es la forma más económica de disminuir los impactos ambientales de los productos, ya que la discusión, depuración y mejora de una idea genera menos gastos que si se realiza cuando el producto es ya una realidad física. Los cambios son siempre más costosos cuanto más se alejan de las fases iniciales de diseño, pudiendo ser económicamente inviables cuando el producto está ya en el mercado, quedando entonces como única opción su sustitución por un nuevo producto con un diseño de menor impacto ambiental. La rueda de estrategias del ecodiseño (figura 1) (1) es un modelo conceptual que muestra todos los campos de interés en el ecodiseño, agrupados en ocho estrategias que están vinculadas con los ocho ejes de la rueda y con las fases del ciclo de vida del producto: 0. Desarrollo de nuevos conceptos 1. Reducción de materiales 7. Optimización gestión residuos 2. Materiales bajo impacto 6. Incremento vida útil 5. Reducción impacto en uso 3. Mejores técnicas de producción 4. Optimización de la distribución Figura 1. Rueda de estrategias del ecodiseño. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 67 Herramientas de sostenibilidad ambiental en productos alimentarios... 67 • Desarrollo de nuevos conceptos: desmaterialización, uso compartido del producto, integración de funciones… • Reducción del consumo de materiales. • Selección de materiales de menor impacto ambiental. • Reducción del impacto ambiental de los procesos productivos. • Optimización de la distribución. • Reducción de los impactos ambientales durante el uso. • Incremento de la vida útil. • Optimización de la gestión de residuos. En numerosas ocasiones, la mejora ambiental conseguida, convenientemente evaluada y justificada, lleva un beneficio económico asociado. Ya que una disminución del consumo energético, del material empleado o de los residuos generados, además de suponer un menor impacto para el medio ambiente, implica una reducción de gastos. Se consiguen así dos efectos altamente positivos para la empresa mediante una única práctica (2). Análisis del ciclo de vida La Comisión Europea apuesta por una comunicación transparente de los aspectos ambientales de los productos, utilizando herramientas como el análisis del ciclo de vida (ACV). Así, el Reglamento (CE) n.º 66/2010 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2009, relativo a la etiqueta ecológica de la UE, expone en su artículo 6: “Los criterios de la etiqueta ecológica de la UE se determinarán científicamente teniendo en cuenta la totalidad del ciclo de vida de los productos. a) los impactos ambientales más significativos, en particular el impacto sobre el cambio climático, el impacto sobre la naturaleza y la biodiversidad, el consumo de energía y recursos, la generación de residuos, las emisiones a todos los medios naturales, la contaminación mediante efectos físicos, y la utilización y liberación de sustancias peligrosas (…)” Y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) concluye en su estudio de marzo de 2010, Greenhouse Gas emissions from the dairy sector. A Life Cycle Assessment, que el análisis del ciclo de vida es un método consistente para el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la producción del sector vacuno: “The method and database developed for this assessment effectively supported the calculation of GHG emissions related to dairy production on a global scale, and may be considered an important step towards a harmonised methodology for the quantification of emissions. Similarly, the global datasets collected for this assessment serve as useful initial data sources, which can be refined and updated by users over time.” Por tanto, el ACV es una herramienta empleada para evaluar los efectos ambientales asociados a un producto, proceso o actividad, mediante la cual se pueden identificar y cuantificar la energía, los materiales usados y los residuos y emisiones producidos, y como consecuencia de ello, permite identificar y evaluar oportunidades de actuación ambiental. El análisis incluye el ciclo entero del producto, proceso o actividad, abarcando la extracción y procesado de la materia prima, fabrica- P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 68 Retos medioambientales de la industria alimentaria 68 ción, transporte y distribución, uso, reutilización, mantenimiento, reciclado y eliminación final (3). La estructura metodológica del análisis del ciclo de vida consta de cuatro etapas: definición de objetivos y alcance, análisis de inventario, evaluación de impacto e interpretación de resultados. • Definición de objetivos y alcance del ACV. En esta fase se establecen los objetivos del estudio, su extensión y profundidad, siendo, probablemente, la parte más crítica del ACV. Los objetivos deben dar una idea clara del propósito, del sistema que se estudia y de las aplicaciones esperadas, incluyendo sus limitaciones. Los resultados del ACV dependen de cómo se haya definido la función del sistema y los límites de este. Generalmente, la definición de los objetivos y alcance del estudio deben reajustarse durante su realización (4). • Análisis de inventario. Esta etapa emplea datos cuantitativos para establecer la energía y tipos de materiales que se Evaluación de impacto Figura 3. Fases del análisis del ciclo de vida (6). Diseño Eliminación residuos Fabricación Análisis del ciclo de vida Reutilización/ Reciclado Transporte Distribución Utilización/ Consumo Figura 2. Etapas del ciclo de vida. toman del entorno del sistema y que se emiten a él, durante el ciclo de vida completo del sistema de producto. Esta fase comprende una detallada descripción del sistema del producto (funciones y límites), del diagrama de flujo del producto, de la toma de datos y de su procesado (5). • La evaluación de impacto es un proceso técnico, cualitativo y/o cuantitativo para Toma de decisiones • Estrategia empresarial • Legislación ambiental Interpretación Definición de objetivos y alcance Análisis de inventario Materias primas I+D+i • Riesgo ambiental • Sistemas de producción Marketing • Compra verde • Ecoetiquetado P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 69 Herramientas de sostenibilidad ambiental en productos alimentarios... 69 caracterizar y analizar los efectos de las cargas ambientales identificadas en la fase del inventario. La evaluación de impacto está en este momento en desarrollo, por lo que aún no se sigue una metodología unificada. La etapa de evaluación de impacto se compone de cuatro pasos: clasificación, caracterización, normalización y ponderación, siendo los dos últimos de carácter opcional. • Interpretación de los resultados y conclusiones. En esta fase se analizan los resultados del análisis de inventario y de la evaluación de impacto. La interpretación realizada puede tomar la forma de conclusiones o recomendaciones que faciliten una toma de decisiones coherente con el objetivo y alcance del estudio. Esta etapa también refleja los resultados de los análisis de sensibilidad llevados a cabo. La interpretación de resultados puede conducir a un proceso iterativo de revisión del alcance del ACV, la naturaleza y/o la calidad de los datos recogidos en línea con el objetivo definido. Las conclusiones se deben hacer únicamente sobre los resultados del estudio, teniendo en cuenta la variabilidad de los datos. Huella de carbono La huella de carbono cuantifica las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero), medidas en emisiones de CO2 equivalente. Este análisis abarca todas las actividades del ciclo de vida (desde la adquisición de las materias primas hasta su gestión como residuo) de un producto o servicio, permitiendo a los consumidores decidir qué productos comprar en base a su impacto sobre el calentamiento global (7). A diferencia de un análisis del ciclo de vida, la huella de carbono evalúa únicamente la categoría de calentamiento global, lo que puede ocasionar problemas en la interpretación de resultados, al omitir otros impactos, como la toxicidad, la formación de foto-oxidantes… Metodologías de cálculo PAS 2050 El sistema PAS 2050:2008 (8), desarrollado por la British Standards Institution, es una herramienta para auditar las emisiones de dióxido de carbono que se realizan en la cadena de producción de bienes, desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de fin de vida, pasando por la fabricación y el transporte. Este documento, publicado a finales de octubre de 2008, es el resultado de un trabajo conjunto del British Standard Institute (www.standardsuk.com), de la organización Carbon Trust (www.carbontrust.co.uk) y del Ministerio de Medio Ambiente Británico (www.defra.gov.uk), basado en experiencias pilotos en unos 75 productos de compañías que representan una amplia variedad de actividades económicas, desde bebidas como Coca-Cola hasta textiles o servicios financieros. El PAS 2050 permite identificar la “huella de carbono” de un producto determinado. El fin último de este procedimiento es permitir a las empresas reducir los niveles de contaminación mediante un cálculo estandarizado de las emisiones que tienen lugar durante el proceso productivo (www.bsiglobal.com). P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 70 Retos medioambientales de la industria alimentaria 70 Protocolo GHG El protocolo GHG (Greenhouse Gas Protocol), creado por el World Resources Institute y el World Business Council for Sustainable Development, recoge un conjunto de recursos, herramientas y datos para la cuantificación de la huella de carbono (www.ghgprotocol.org). En el marco de esta iniciativa se ha desarrollado “El estándar corporativo de contabilidad y reporte”, el cual ofrece estándares y orientación para las organizaciones que estén preparando un inventario de gases de efecto invernadero (GEI). Este estándar comprende dos guías distintas, aunque vinculadas entre sí: • Estándar corporativo de contabilidad y comunicación del protocolo de GEI: guía para empresas interesadas en cuantificar y reportar sus emisiones de GEI. • Estándar de cuantificación de proyectos del protocolo de GEI: guía para la cuantificación de reducciones de emisiones de GEI derivadas de proyectos específicos. Las herramientas diseñadas por el protocolo GHG permiten a las empresas desarrollar inventarios sencillos y fiables. La tipología de herramientas varía en función del sector industrial en el que se vayan a aplicar y se basan en lo establecido por el IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) para la recogida de datos a nivel nacional, pero han sido refinadas para un público sin conocimientos técnicos sobre la materia. Bilan Carbone En el año 2004, la Agencia Francesa para el Medio Ambiente (ADEME) publicó la primera versión de un método propio para cuantificar las emisiones de GEI asociadas a una actividad u organización. El método de Bilan Carbone combina metodología y una herramienta de cálculo para estimar las emisiones de GEI causadas por todos los procesos necesarios para que se produzca una actividad. La principal limitación de este método radica en que todos los cálculos están basados en datos franceses o europeos (factores de emisión, perfil energético...), lo que restringe su aplicación fuera de esta área geográfica. Normas ISO relacionadas con el cálculo de la huella de carbono La Norma ISO 14064:2006 contiene una serie de criterios para la cuantificación de GEI y define las mejores prácticas internacionales en la gestión, comunicación y verificación de datos e información referidos a GEI. La norma se estructura en tres partes: la parte 1 detalla los principios y requisitos para el diseño, desarrollo, gestión y comunicación de los inventarios de GEI a nivel de una planta o de toda una organización; la ISO 140642 se centra en proyectos diseñados para reducir las emisiones de GEI o aumentar la eliminación/captación de GEI, y la parte 3 describe los procesos de verificación y validación. Por su parte, la Norma ISO 14065:2007 define requisitos para organizaciones que realizan validaciones o verificaciones de GEI y la ISO 14066:2011 especifica las competencias para verificadores y validadores de proyectos de GEI. Actualmente ISO trabaja en nuevas normas relacionadas con la gestión de gases de efecto invernadero: P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 71 Herramientas de sostenibilidad ambiental en productos alimentarios... 71 • ISO 14067 permitirá medir las emisiones de GEI de un producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida. – ISO 14067-1. Huella de carbono de los productos. Parte 1: cuantificación. – ISO 14067-2. Huella de carbono de los productos. Parte 2: comunicación. • ISO 14069. Cuantificación de las emisiones GHG en organizaciones. Esta norma pretende recoger las directrices básicas de aplicación de la Norma ISO 14064-1. Comunicación ambiental La comunicación ambiental se está convirtiendo en una actividad de gran importancia para las organizaciones de todo el mundo, sean pequeñas o grandes, debido al incremento de la conciencia pública, y a la preocupación y expectativas de las agencias ambientales gubernamentales. Compra verde La Comunicación de la Comisión Europea “Contratación pública para un medio ambiente mejor”, COM(2008) 400 final, de- 2010. COM(2010) 2020 final. Europa 2020. Una estrategía para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Fomento contratación pública verde. 2008. COM(2008) 397 final. Plan de acción sobre consumo y producción sostenible y una política industrial sostenible. COM(2008) 400 final. Contratación pública para un medio ambiente mejor. 2006. Estrategia UE para un desarrollo 2004. Directivas sostenible. Objetivo: 18/2004 y 17/2004 50% de compra sobre criterios 2003. Política ambientales y sociales pública verde en 2010. integrada de a incluir en la productos. contratación (agua, Directiva Recomendación energía, transportes y 2006/32/CE: contratación pública de establecer servicios sociales). con criterios planes de acción ambientales de contratación (vehículos, equipos, pública verde. servicios energéticos y edificación). 2007. Regulación para la implementación del programa Energy Star de los Estados Unidos en Europa. España: • Ley 30/2007, de Contratos del Sector Público. • Ley 312/2007, agua, energía, transportes y servicios sociales. Figura 4. Marco político de la compra pública verde en España (9). 2009. La Directiva 2009/33/CE incorpora consideraciones ambientales en la compra y contratación de vehículos. Directiva 2009/125/CE Ecodiseño productos relacionados con la energía EMP. España: • Orden PRE/116/2008. Plan de Contratación Pública Verde de la Administración General del Estado. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 72 Retos medioambientales de la industria alimentaria 72 fine la contratación pública ecológica o compra pública verde como: “Un proceso por el cual las autoridades públicas tratan de adquirir mercancías, servicios y obras con un impacto medioambiental reducido durante su ciclo de vida, en comparación con el de mercancías, servicios y obras con la misma función primaria que se adquirirían en su lugar.” La contratación pública desempeña un papel clave en la estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, ya que una demanda significativa por las autoridades públicas de productos y servicios más ecológicos, con bajas emisiones de carbono, más innovadores y socialmente responsables puede influir en las tendencias de la producción y el consumo en los próximos años (COM 2011.15 final, Libro Verde sobre la modernización de la política de contratación pública de la UE. Hacia un mercado europeo de la contratación pública más eficiente. Bruselas, 27-1-2011). Etiquetado ambiental El etiquetado ambiental se define, según la Norma ISO 14020, como un conjunto de herramientas voluntarias que intentan estimular la demanda de productos y servicios con menores cargas ambientales, ofreciendo información relevante sobre su ciclo de vida para satisfacer la demanda de información ambiental por parte de los compradores. El organismo internacional ISO distingue tres tipos de etiquetas ecológicas (10): • Ecoetiquetas tipo I: son certificaciones ambientales que consideran el análisis del ciclo de vida de producto o servicio. De acuerdo con la ISO 14024, las eco- etiquetas tipo I forman parte de un programa voluntario, multicriterio y desarrollado por una tercera parte que autoriza su uso. Un ejemplo de este tipo de ecoetiquetas es la flor europea, nombre con el que se conoce a la etiqueta ecológica de la UE (ec.europa.eu/ environment/ecolabel/). • Las ecoetiquetas tipo II o autodeclaraciones ambientales: de acuerdo con la ISO 14021, consisten en afirmaciones relativas a alguna característica ambiental del producto que las contiene. El declarante debe ser responsable de la evaluación y de facilitar los datos necesarios para la verificación de las autodeclaraciones ambientales. Los términos comúnmente utilizados en estas ecoetiquetas se muestran a continuación: – Compostable. – Degradable. – Reciclable. – Contenido de reciclado. – Reutilizable y rellenable. – Reducción de residuos. – Diseñado para desmontar. – Producto de vida prolongada. – Energía recuperada. – Consumo reducido de energía. – Utilización reducida de recursos. – Consumo reducido de agua. La principal ventaja de las autodeclaraciones de producto con respecto a otro tipo de ecoetiquetas es que normalmente son más baratas que otras herramientas de etiquetado ambiental. La principal razón es que no se necesita certificación o validación, sin embargo, por otra parte, esta falta de certificación reduce su credibilidad en comparación con otros tipos de ecoetiquetas. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 73 Herramientas de sostenibilidad ambiental en productos alimentarios... 73 • Las ecoetiquetas tipo III o declaraciones ambientales de producto (EPD): de acuerdo con la ISO 14025, facilitan la comunicación objetiva, comparable y creíble del comportamiento ambiental de los productos. Este distintivo ambiental aporta una gran información sobre la incidencia que tiene un producto en nuestro entorno. Más que una ecoetiqueta propiamente dicha, se trata de una documentación análoga a las fichas de seguridad que deben acompañar a los productos peligrosos. Los consumidores y organizaciones vinculadas a las declaraciones ambientales de producto se reúnen en una asociación internacional sin ánimo de lucro denominada Red Global de Declaraciones Ambientales, GEDnet. El objetivo último de esta red es facilitar el intercambio de información ambiental, además de estandarizar la metodología de evaluación de impacto (www.gednet.org). El Sistema Internacional EPD® (www.environdec.com) es miembro de esta red y entre los productos alimentarios que comunican su declaración ambiental a través de este programa encontramos marcas líderes internacionales como, por ejemplo, Barilla o Carlsberg Italia. Iniciativas Existen diversas iniciativas a nivel internacional y nacional, entre ellas cabe destacar por su obligatoriedad y controversia, la ley francesa Grenelle 2. Ley Grenelle 2 Esta ley, establece en su artículo 228 que: “… desde el 1 de julio de 2011, y previa consulta con todos los actores relevantes en la industria, se desarrollará una etapa de experimentación, por un periodo mínimo de un año, con el afán de informar progresivamente al consumidor… sobre el contenido de carbono equivalente de productos y su embalaje, así como del consumo de recursos naturales o del impacto sobre los medios naturales generado por estos productos durante su ciclo de vida.” Por tanto, el enfoque de esta ley no se limitará a la huella de carbono, sino que, en función de los resultados del periodo de prueba y evaluación, se establecerá qué indicadores de impacto deben ser evaluados en función de la categoría a la que pertenezca el producto. Iniciativas voluntarias En este contexto, la cadena de supermercados francesa Casino, en colaboración con la Agencia Francesa del Medio Ambiente y la empresa privada Bio Intelligence Service, puso en marcha en 2008 el programa L´Indice Carbone, cuyo objetivo era evaluar la huella de carbono de sus productos e indicar en sus envases las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por cada 100 g de producto. Pero, no sólo en Francia se están lanzando iniciativas en este sentido. Si bien en ningún otro país hay una regulación a nivel nacional, en otros Estados existen iniciativas sectoriales. Por ejemplo, en Inglaterra algunas cadenas de supermercado, como Tesco, anunciaron su voluntad de crear y fomentar el uso de etiquetas que informan sobre la huella de carbono de los productos que comercializan en el marco del PAS 2050; o en Estados Unidos, el Congreso está discutiendo la idea de que a partir de 2020 se P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 74 Retos medioambientales de la industria alimentaria 74 establezca la obligación de que los productos de importación que provengan de países que no tienen obligaciones de reducción de emisiones comparables a los de Estados Unidos, deban comprar compensaciones de reducción. En España, actualmente, la Asociación Española de Normalización y Certificación, AENOR, certifica tres marcas de CO2: • Marca AENOR Medio Ambiente de CO2 Reducido. Cuantificación de la huella de carbono y compromiso de reducción un mínimo del 3% respecto al año anterior. • Marca AENOR Medio Ambiente de CO2 Compensado. Cuantificación de la huella de carbono y las emisiones de GEI se compensan con reducciones verificadas de emisiones (VER). • Marca AENOR Medio Ambiente de CO2 Calculado. Cuantificación de la huella de carbono. El resultado se recoge en la etiqueta. Declaraciones climáticas Ante la creciente demanda de información en relación al cambio climático, el sistema internacional EPD® (www.environdec.com) ha creado las “Declaraciones Climáticas”. Estas declaraciones informan de las emisiones de gases de efecto invernadero, expresadas en kilogramos equivalentes de CO2 durante el ciclo de vida del producto, y se basan en resultados verificados de un análisis de ciclo de vida de acuerdo a la Norma ISO 14025 (www.climatedec.com). Es decir, siguen el mismo esquema de elaboración y presentación que las declaraciones ambientales de producto o EPD (Environmental Product Declaration), pero sólo informan sobre la categoría de impacto de calentamiento global. CO2 Verificado En el año 2009, la Asociación de Empresarios Productores Ecológicos de Andalucía (EPEA) puso en marcha un proyecto, denominado “CO2 Verificado” para medir y verificar la huella de carbono de los productos agroalimentarios. El objetivo de esta iniciativa era contar con herramientas válidas y certificadas para que tanto productores como consumidores puedan estar informados sobre cuál es la contribución de un determinado producto al cambio climático. La herramienta se implementó en tres productos pilotos: el aceite de oliva virgen extra, el vino Pedro Ximénez y los tomates cherry. El proyecto fue impulsado por EPEA, en colaboración con la asesoría técnica de AFHA Consultores y Det Norske Veritas (DNV), que desarrollaron la metodología de cálculo y de verificación de los resultados, y contó con el apoyo de la Junta de Andalucía. La metodología se basa en el estándar internacional PAS 2050 y las etiquetas contarán con la validación de una certificadora independiente (www.huellacarbono.es). El uso de esta etiqueta no sólo indica que se ha cuantificado la huella de carbono del producto, sino que también supone un compromiso de reducción de emisiones de CO2. Caso de estudio. Proyecto LIFE HAproWINE El proyecto LIFE HAproWINE (LIFE08/ ENV/E/000143) se enmarca en la idea de la sostenibilidad y la innovación en un P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 75 Herramientas de sostenibilidad ambiental en productos alimentarios... 75 sector económico de gran importancia y valor añadido en el ámbito agrario como es el sector del vino. El fin último de este proyecto, que concluirá en 2013, es contribuir al desarrollo sostenible del sector vitivinícola en Castilla y León, y para ello se han fijado un conjunto de objetivos específicos, entre los que destaca, de cara a este documento: “Favorecer la oferta y demanda de productos con menor huella ambiental durante su ciclo de vida.” Para conseguir este objetivo, el grupo de trabajo del proyecto constituido por CTME, GiGa-ESCI y PE International, bajo la coordinación de la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León, ha iniciado los estudios de análisis del ciclo de vida en las 15 bodegas y/o viñedos participantes en el proyecto, que elaboran vinos bajo las Denominaciones de Origen de Arribes, Cigales, Ribera del Duero, Rueda, la indicación geográfica Vinos de la Tierra de Castilla y León y la Denominación de Origen Calificada Rioja. Más información sobre el proyecto se puede encontrar en su página web: www.haprowine.eu. Conclusiones La comunicación transparente de los aspectos ambientales del ciclo de vida de los productos es un punto clave en la estrategia de la Comisión Europea recogida en el Plan de Acción sobre Consumo y Producción Sostenible, y es en esta línea donde se enmarcan los compromisos de las grandes superficies para ofrecer al consumidor productos más respetuosos con el medio ambiente. Por tanto, la aplicación de herramientas de gestión sostenible confiere a todos los productos, y en particular a los alimentarios, por el contexto económico-social en que nos encontramos, un valor añadido, mejorando significativamente la competitividad de las empresas que asumen este reto, ya que actualmente estas iniciativas se desarrollan en el marco voluntario. A partir de estos estudios, además de aspectos económicos y sociales, se identificarán los impactos ambientales más significativos asociados a los productos seleccionados, lo que permitirá mejorar su comportamiento ambiental aplicando la metodología de ecodiseño y lanzar al mercado productos más respetuosos con el medio ambiente. Asimismo, diseñar productos teniendo en cuenta consideraciones ambientales, además de reducir impactos conlleva otros beneficios directos, como: i) la reducción de costes asociada a la identificación y mejora de procesos ineficientes en el ciclo de vida de producto, ii) el cumplimiento de la legislación ambiental presente y futura, cada vez más estricta, o iii) la imagen de marca, tan importante para conseguir éxito en un mercado cada vez más competitivo. Asimismo, para que el consumidor final pueda reconocer la excelencia ambiental en los vinos que adquiera o deguste, se trabaja en la elaboración de un sello que combine las bondades del ecoetiquetado tipo I y las declaraciones ambientales de producto. Algunas empresas líderes del sector alimentario, como Barilla o Carlsberg, están apostando por las declaraciones ambientales de producto como estrategia de imagen y marketing ambiental, ofreciendo a sus clientes la información fiable P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 76 Retos medioambientales de la industria alimentaria 76 y científica que ellos demandan. Mientras que otras, como Bodegas Robles, productor del vino Pedro Ximénez, o Walkers Snacks (propiedad de Pepsico), han dirigido sus estrategias de sostenibilidad ambiental hacia la huella de carbono. También el proyecto LIFE HAproWINE es un ejemplo más de la tendencia del sector alimentario, impulsada por la Comisión Europea y los consumidores, hacia la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, todavía queda trabajo por realizar de cara a mejorar estas herramientas, tanto en el ámbito de la armonización de metodologías, como en el campo de la unificación y reconocimiento por parte del cliente/consumidor de los distintivos ambientales. Agradecimientos Las autoras agradecen a la Unión Europea la financiación recibida dentro de la Convocatoria LIFE+ 2008 para la ejecución del proyecto LIFE HAproWINE “Gestión integral de residuos y análisis del ciclo de vida del sector vinícola” (LIFE08/ENV/E/000143), base del último apartado de este capítulo. 2. Pereda L, Sánchez E. La apuesta por el ecodiseño en el sector máquina-herramienta. Deformación metálica 2008; 34(298):54-62. 3. Núñez Y. Evaluación de efectos sobre la salud y el medio ambiente de focos contaminantes fijos. Tesis doctoral. Universidad de Valladolid, España; 2008. 4. Fullana P, Puig R. Análisis del Ciclo de Vida. 1st ed. Barcelona, España: Rubes, 1997. 5. Heijungs R, Guinée JB, Huppes G, Lankreijer RM, Udo de Haes HA, Wegener Sleeswijk A, et al. Environmental life cycle assessment of products. Guidelines and backgrounds. Leiden, Países Bajos: Centre of Environmental Science, 1992. 6. ISO 14040 Environmental management Life cycle assessment - Principles and framework. Suiza, 2006. 7. IHOBE, editors. Análisis de Ciclo de Vida y Huella de Carbono. Dos maneras de medir el impacto ambiental de un producto. 1st ed. Bilbao, España: IHOBE, 2009. 8. PAS 2050:2008 Specification for the assessment of the life cycle greenhouse gas emissions of goods and services. BSI, Carbon Trust, Defra. Disponible en: http://www.bsigroup.com (último acceso: junio, 2011). Bibliografía 9. Gobierno de Aragón. Compras verdes. Compra y contratación pública verde en Aragón. 2.º catálogo de criterios, productos y proveedores. 1st ed. España: Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Departamento de Medio Ambiente, Gobierno de Aragón, 2009. 1. Brezet H, Van Hemel C. EcoDesign: A promising approach to sustainable production and consumption. 1st ed. Francia: UNEP, 1997. 10. IHOBE, editors. Etiquetado ambiental de producto. Guía de criterios ambientales para la mejora de producto. 1st ed. Bilbao, España: IHOBE, 2008. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 77 APROVECHAMIENTO DE RESIDUOS DE PRODUCCIÓN EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 78 P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 79 Aprovechamiento de subproductos de la industria agroalimentaria para la obtención de compuestos bioactivos José María Fernández Ginés y Elena Madera Bravo Introducción La industria alimentaria tiene la necesidad de innovar y desarrollar nuevos alimentos que se adapten a las exigencias del mercado. Por otra parte, en este tipo de industria se generan multitud de subproductos con elevado potencial de aprovechamiento que en la actualidad no se utilizan y suponen un gasto y problemas medioambientales. La actividad agroindustrial y alimentaria es una fuente importante de residuos, los cuales generan un problema medioambiental y de costes para las empresas productoras. Hoy en día, cada vez son más las empresas y los grupos de investigación que se suman a la labor de encontrar opciones que permitan el aprovechamiento de estos residuos, no sólo como combustible, también como parte de la alimentación animal y, más recientemente, humana, tras la obtención de compuestos bioactivos. La incorporación de sustancias obtenidas a partir de residuos de la agroindustria posibilitaría una solución medioambiental, y la oportunidad de obtener materias primas a bajo costo y con un alto valor nutritivo y funcional. Como ejemplo, existe una amplia cantidad de estudios que evalúan las propiedades saludables de los productos hortofrutícolas, y los compuestos de alto valor nutricional que se encuentran en ellos, como vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y antioxidantes, entre otros. El aprovechamiento de los subproductos generados en la industria agroalimentaria requiere esfuerzos y decisión a la hora de realizar los diferentes proyectos de I+D, cuya finalidad son la obtención de una solución medioambiental, optimización de recursos y generación de una nueva fuente de ingresos, que hace que a las empresas ejecutoras les resulten inversiones rentables. Actualmente se disponen de tecnologías suficientes para aportar a cada uno de los subproductos soluciones individualizadas que desemboquen en resultados tangibles y reales (3, 5). Tendencias del sector agroalimentario En las dos últimas décadas, la situación del mercado en España ha cambiado de forma importante debido a la evolución en los hábitos de los consumidores, cada vez más críticos, informados y exigentes y con un creciente interés por la salud y la seguridad alimentaria. Todo esto ha llevado a las agroindustrias a desviar su atención de los aspectos tangibles a los intangibles, en una continua búsqueda de productos con mayor valor añadido (2). Se impone la necesidad de compatibilizar lo sano con la comodidad y la rapidez, es- P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 80 Retos medioambientales de la industria alimentaria 80 perándose un incremento aún mayor en el consumo de platos de la denominada “comida rápida” (precocinados o preparados), así como de los llamados “nuevos productos” y “productos saludables”, pudiendo ser utilizados los subproductos de la industria agroalimentaria como materia prima para su desarrollo. A esta tendencia debe adaptarse la industria y para ello es imprescindible invertir en I+D+i. Los principales beneficios de iniciar estos proyectos se traducen en una mejora de la calidad, un mayor rendimiento de la producción y un incremento de la gama de productos, lo cual aporta una fuerza competitiva mucho mayor (2). Por todo ello, la innovación, la gestión de subproductos y la protección del medio ambiente deben ser puntos estratégicos de la industria agroalimentaria. En definitiva, la industria alimentaria tiene la necesidad de desarrollar nuevos alimentos que se adapten a las exigencias del mercado, y una de las fuentes de materias primas para la obtención de estos productos o ingredientes saludables/funcionales son los subproductos generados por la propia industria. Estos constituyen una fuente de coste muy reducido, pero con una amplia diversidad de aplicaciones, una vez transformadas debidamente. Los subproductos como materia prima y origen de compuestos de valor añadido La inmensa generación de subproductos que supone la normal actividad de la industria agroalimentaria es uno de los principales problemas con los que nos encontramos en la actualidad. Estos residuos provocan una progresiva degradación de nuestro entorno, que hace que el aprovechamiento de los mismos sea un tema de gran interés, tendiendo a producciones cada vez con menos residuos (5). Muchos de estos subproductos procedentes de la industria pueden ser utilizados en numerosas aplicaciones, aportando importantes rentabilidades económicas al proceso industrial de partida, además de evitar trastornos medioambientales y generar nuevas oportunidades de negocio de muy distintos tipos, con las consiguientes ventajas sociales que ello reportaría. Los subproductos sólidos, generados por la industria agroalimentaria, están mayoritariamente constituidos por compuestos naturales procedentes de restos de materias primas fácilmente degradables y/o aprovechables, y su utilización actual es escasa (piensos animales, abonos, extracción de componentes…). Sin embargo, las características de composición de estos subproductos posibilitan su utilización para otros fines, como por ejemplo la reincorporación a los procesos productivos de las empresas generadoras, con lo cual se podría obtener una rentabilidad de un producto de desecho y generar alimentos con alto valor añadido. Esto se debe a que los subproductos alimentarios son una fuente prometedora de compuestos de alto valor, como son las fibras, los antioxidantes, los ácidos grasos esenciales, los antimicrobianos, los minerales, etc., que pueden ser utilizados por sus propiedades tecnológicas, nutricionales y funcionales. Durante las últimas décadas ha aumentado la producción e interés por los subproductos, entre otras, por las siguientes razones: P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 81 Aprovechamiento de subproductos de la industria agroalimentaria para la obtención… 81 • La importancia económica que los subproductos tienen para el fabricante, debido a la influencia que ejercen en la cuenta de resultados. • La necesidad de superar los problemas ambientales derivados del acúmulo de materiales de desecho en las factorías (1). En la industria de cítricos supone alrededor del 50%, superándose incluso en los procesos productivos de algunas conservas vegetales, donde puede llegar al 65%. La utilización actual de subproductos procedentes de la industria agroalimentaria es escasa (piensos animales, abonos, extracción de componentes…). Esto ha hecho que se dedique un considerable esfuerzo hacia la búsqueda de nuevas soluciones para su aprovechamiento y, para ello es necesario el conocimiento de todos aquellos parámetros físicos y químicos que afecten al valor nutritivo del producto. Además, la disponibilidad de materias primas es cada vez menor, lo cual afecta a la producción secundaria, incrementando los precios de alimentos básicos como el pan, los huevos, la carne, etc. Por lo tanto, identificar los subproductos agroalimentarios que puedan ser empleados como materias primas para alimentación supone una valiosa información de cara a futuros proyectos de I+D (5, 7, 8). Desde el punto de vista industrial, se aporta principalmente una ventaja esencial a la hora de iniciar este tipo de proyectos, concretamente, con el objetivo de reducir costes, aumentar rentabilidad y llegar a obtener productos estables y duraderos a partir de fuentes que, en la ma- yoría de los casos, se caracterizan por su estacionalidad y su corta vida útil (1). Uso actual de subproductos alimentarios En la industria agroalimentaria, el coste de producción puede verse aumentado considerablemente dependiendo de la capacidad del industrial de optimizar los procesos de producción y aumentar su rentabilidad. A su vez, se generan una gran cantidad de subproductos, tanto líquidos como sólidos, resultado del proceso productivo. Estos aumentan los residuos y los problemas medioambientales, como ya se ha citado, provocando una pérdida valiosa de biomasa y nutrientes (5). Conociendo el origen y las características de estos restos orgánicos existe una gran diferencia entre considerarlos como residuos, cuyo único destino es su deposición en un vertedero controlado, a gestionarlos como subproductos, donde se puede obtener un beneficio económico derivado de esta gestión. De este modo, pueden utilizarse para: • La extracción de sustancias de alto valor añadido, como pueden ser aceites esenciales, aromas, etc. • Alimentación animal. • La obtención de compost, añadiendo a estos restos algún sustrato del tipo residuo urbano o virutas de madera. • El aprovechamiento térmico/energético de algunos de estos restos, como pueden ser los huesos de las frutas. • Elaboración de nuevos alimentos y obtención de materias primas para otros procesos. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 82 Retos medioambientales de la industria alimentaria 82 La preocupación actual de la sociedad por el medio ambiente, unida a los aspectos económicos, ha motivado a las industrias a buscar nuevos métodos de tratamiento y manipulación de los residuos, dirigidos al aprovechamiento, la bioconversión y la utilización de los mismos (5, 9). En los países desarrollados, la optimización de la alimentación es uno de los retos actuales para prevenir y tratar las enfermedades crónicas, en especial las cardiovasculares y neurodegenerativas, por ser las causas de morbilidad y mortalidad más importantes del mundo occidental (8). El papel de la nutrición en el desarrollo de estas enfermedades y la posibilidad de su prevención o de la inclusión de alimentos específicos como parte de su tratamiento es otro de los retos actuales de nuestra sociedad. Así, sobre un modelo de alimentación saludable se ofrece la alternativa de añadir nuevos alimentos con actividad biológica, lo que permitirá avanzar en la consecución de este objetivo. Las sustancias antioxidantes son constituyentes comunes en la dieta humana, donde las frutas y vegetales son la mayor fuente de estos compuestos bioactivos. Los efectos derivados del consumo de estas sustancias incluyen la eliminación de radicales libres y propiedades antiinflamatorias (6, 7). Cada vez son mayores las evidencias del rol de los antioxidantes en la prevención de enfermedades degenerativas. Así mismo, se han llevado a cabo un gran número de estudios que demuestran que estos compuestos pueden tener un papel importante en la prevención del cáncer y las enfermedades cardiovasculares (13). Diseño de proyectos para el aprovechamiento de subproductos En numerosas empresas agroalimentarias se usa la misma tecnología que hace varias décadas, y solamente la necesidad de transformar mayores cantidades de materia prima ha conducido a que se vayan introduciendo nuevas tecnologías de producción. Algunas empresas tratan de abaratar sus costes de producción mediante la incorporación de nuevas tecnologías, mientras que otras tratan de diferenciar lo más posible sus productos de los de la competencia, ya que no tienen suficiente producción como para rentabilizar las inversiones en tecnologías de aplicación. Entre las líneas de investigación y desarrollo que potenciarán un crecimiento sostenible y competitivo del sector, y que a su vez se pueden aplicar en las líneas de aprovechamiento de subproductos, se encuentran las siguientes: • Nuevas tecnologías de conservación: – Desarrollo y validación de nuevos tratamientos de conservación de alimentos. – Aplicación de nuevos sistemas de envasado y conservación. • Desarrollo de nuevos productos, presentaciones y envases: – Desarrollo de alimentos listos para consumir y de alimentos funcionales y destinados a grupos específicos de población. – Aplicaciones de la biotecnología en el sector agroalimentario: obtención de extractos o ingredientes funcionales con características específicas para determinados procesos y/o productos (2). P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 83 Aprovechamiento de subproductos de la industria agroalimentaria para la obtención… 83 Aprovechamiento de subproductos vegetales La mayoría de los residuos vegetales consisten principalmente en agua y celulosa, y tiene una calidad microbiológica escasa debido a numerosos microorganismos presentes en la superficie del alimento que ocasionan un rápido deterioro durante el almacenamiento (3). contenido en proteína casi tan alto como el propio filete y, en cambio, no suele consumirse. Por otra parte, las fábricas de conservas generan también grandes cantidades de pescado deteriorado y desperdicios utilizables para la revalorización de subproductos (7). Por ello será necesario controlar esta descomposición mediante fermentaciones controladas, acidificación, desecación o esterilización. La producción de harina y aceite de pescado constituyen el principal método de aprovechamiento de las capturas mundiales de pescado no comestible y de los desperdicios procedentes de las plantas de fileteado. Entre ellas, las opciones (2, 4, 7): Algunas de las actuales salidas de los subproductos vegetales son (3, 8, 9): • Harina de pescado: producto estable y de alto contenido proteico. • Bioadsorvente en el pretratamiento de aguas residuales. • Aceite de pescado: para la elaboración de aceites funcionales omega 3. • Como agentes fitoquímicos en agricultura. • “Ensilado de pescado”: para alimentación de ganado. • Alimentación directa del ganado o elaboración de piensos animales. • Hidrolizado de las proteínas del pescado, para alimentación animal y humana. • Aislamiento de ingredientes multifuncionales. • Alimentación de animales de compañía. • Industria del papel y las fibras por su contenido en celulosa. • Directo para alimentación en piscifactorías. • Biocombustible. • Fabricación de insulina. • Materias primas alimentarias. • Cola de pescado o gelatina, aunque no tiene mucha importancia económica. Aprovechamiento de subproductos de la industria pesquera Aproximadamente un tercio del total de capturas mundiales de pescado no se emplea para el consumo directo en la alimentación humana, sino que queda como subproducto. La mejor especie de pescado produce solamente alrededor del 50% de materiales comestibles en forma de filetes o músculo de pescado. El resto, el esqueleto, la cabeza, etc., poseen un • Extracción de quinina y chitosán, a partir de los caparazones de crustáceos. • Entre los productos para consumo humano, están: pescado picado y los reestructurados (surimi), etc. Aprovechamiento de subproductos de la industria cárnica La economía de las industrias cárnicas exige el aprovechamiento de los subpro- P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 84 Retos medioambientales de la industria alimentaria 84 ductos para poder competir con otras fuentes proteicas de origen vegetal. Si los subproductos animales no se aprovechan, además de perderse un valioso potencial alimentario, se incurre en importantes costes adicionales de la eliminación de residuos (2). El rendimiento de subproductos comestibles procedentes de la carne oscila entre el 20 y el 30% del peso vivo para el vacuno, cerdo y cordero, y del 5 al 6% en las aves. Desde el punto de vista biológico, la mayor parte de los subproductos animales son aptos para consumo humano después de un adecuado tratamiento. Muchos de los despojos tienen excelentes propiedades nutritivas debido a su contenido en proteínas, grasas, minerales y vitaminas (4). Los principales subproductos comestibles son: hígado, corazón, lengua, riñones, mollejas, callos, sesos, rabos de toro, concentrados para sopas, extractos de carne, recortes, rabos de cerdo, manitas de cerdo, intestinos, criadillas, cortezas de cerdo, sangre, bazo, menudillos de pollo… A continuación se incluye una lista parcial de subproductos de origen animal (6): • Asaduras para consumo humano. • Grasas comestibles para fabricar margarinas, dulces y chicle. • Huesos. • Sangre para el consumo humano o para fabricar harinas de sangre. • Glicerina para cientos de usos industriales. • Intestinos. • Gelatina para productos de confitería y heladería. • Renina para fabricar queso. • Sustancias terapéuticas, como albúmina, bilirrubina, epinefrina, insulina, extracto hepático, pepsina, pituitrina, testosterona, tromboplastina, timocrescina y tiroxina. • Piensos para animales elaborados a partir de diversos subproductos. • Alimentos compuestos para perros y gatos y piensos para acuarios. • Grasas no comestibles empleadas en neumáticos, lubricantes, insecticidas, etc. • Pelos para brochas, aislamientos y equipamientos deportivos. • Plumas para aislamientos, cojines, artículos deportivos y piensos para animales. • Cola para carpintería, para fabricar papel de lija y para hacer cajas. • Fertilizantes elaborados a partir de los subproductos. • Estiércol animal empleado como fertilizante o en la producción de metano. La tecnología farmacéutica aplicada a la valorización de subproductos alimentarios La generación de subproductos de las diferentes industrias, entre las que se encuentra la agroalimentaria, es un problema de orden creciente, como ya se ha citado. Por lo tanto, es una necesidad ofrecer alternativas eficaces y respetuosas con el medio ambiente que den solución a los residuos generados en la producción P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 85 Aprovechamiento de subproductos de la industria agroalimentaria para la obtención… 85 agroalimentaria, y a la vez generen ingresos adicionales como consecuencia de la valorización de los subproductos. Las nuevas tendencias pasan por la aplicación de la tecnología farmacéutica clásica a campos fuera del ámbito de la salud. Para ello, es conveniente aplicar en la mayor medida posible y tras valoraciones de viabilidad técnico-económica, las diferentes fases utilizadas en el desarrollo de fármacos (figura 1): OBTENCIÓN DE PRINCIPIOS ESTUDIOS DE ACTIVIDAD ESTUDIOS DE SEGURIDAD • Obtención de extractos y principios activos: mediante extracción y purificación de compuestos a partir de subproductos o residuos. • Estudios de actividad médica: mediante utilización de sistemas de screening de alta capacidad basados en ensayos in vitro o en líneas celulares. • Evaluación de la seguridad de compuestos: mediante el uso de sistemas ENSAYOS DE INTERVENCIÓN PRODUCCIÓN COMERCIALIZACIÓN Figura 1. Fases de estudio para el desarrollo de nuevos fármacos. celulares o de estudios piloto en animales (como por ejemplo, el embrión de pez cebra) (14). • Ensayos de intervención en humanos: dirigidos a comprobar los beneficios saludables de un principio activo. • Producción: desarrollo del proceso desde la escala piloto hasta la industrial. • Comercialización. En este sentido, existen tecnologías en el mercado que permiten realizar este desarrollo de forma rápida y eficiente (como por ejemplo, Microbiotools®), mediante la realización de pruebas de eficacia y seguridad idóneas para desarrollar procesos que permitan obtener productos de valor añadido a partir de un determinado residuo o subproducto de la industria. De esta manera se logra mejorar la rentabi- lidad económica y reducir el impacto medioambiental de los procesos productivos existentes. Otro método que ha mostrado gran eficacia en la evaluación de sustancias con fines farmacológicos es el del modelo de pez cebra. Este modelo (tanto a nivel de formas embrionarias como adultas) abre un campo de actuación en la evaluación de ingredientes, alimentos funcionales y mezclas alimentarias que permiten determinar los efectos beneficiosos sobre el organismo, la inocuidad de las sustancias o los efectos secundarios de compuestos o aditivos nocivos presentes en los alimentos. Debido a su dualidad embrión-adulto, este modelo se utiliza para el estudio a gran escala en sistemas robotizados de evaluación funcional, así como en el análisis de pautas de administración en adultos, que permiten detectar P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 86 Retos medioambientales de la industria alimentaria 86 los efectos beneficiosos o adversos en diferentes áreas de gran importancia, como el desarrollo del sistema nervioso, el estado cognitivo o la salud cardiovascular (14). Se ha observado la importancia que cobra cada vez más la caracterización de materiales que puedan contener compuestos de utilidad para el aprovechamiento en la industria farmacéutica y alimentaria; en el caso del mango, existen varios trabajos en los que se evidencia una fuente importante de biocompuestos. Según la bibliografía (15), en un extracto de piel de mango, empleando etil acetato como solvente, se detecta la presencia de dos compuestos con una alta actividad antioxidante, como son el etil galato y el penta-O-galoil-glucósido. En otros estudios (16) se evaluó la eficiencia del secado al sol de semillas de mango, con respecto a secado en aire caliente, y obtuvo una alta concentración de compuestos antioxidantes a partir de los extractos de semillas de mango secadas al sol, mucho mayor que aquellos extractos obtenidos a partir de semillas sometidas a diferentes tratamientos físicos. Existen diversos estudios que sustentan la importancia que tiene el aprovechamiento de los subproductos del mango como fuente de compuestos bioactivos, de interés farmacológico y alimentario. De acuerdo a lo anterior, la apuesta por alternativas, como el aprovechamiento de subproductos agroalimentarios, puede conducir a múltiples beneficios, destacándose los ecológicos, los económicos y los saludables. Bibliografía 1. Fuentes-Alventosa JM, Rodríguez-Gutiérrez, G, Jaramillo-Carmona S. Effect of extraction method on chemical composition and func- tional caracteristics of high dietary fibre powders obtained from asparagus by-products. Food Chemistry (2008) In Press, Corrected Proof. Available online 29 July 2008. 2. Gracia Royo A. Evolución de la Industria Agroalimentaria Española en las dos últimas décadas. Economía Industrial 2004; 355(6):197-210. 3. Laufenberg G, Kunz B, Nystroem M. Transformation of vegetable waste into value added products: (A) the upgrading concept; (B) practical implementations. Bioresource Technology 2003; 87:167-98. 4. IDAE: Eficiencia energética en la pequeña y mediana industria: Sector conservas alimenticias. IDAE, 1995. 5. Dalzell JM. Food Industry and the Environment Blackie Academic & Professional 1994. 6. Joseph JA, Shukitt-Hale B, Casadesus G. Reversing the deleterious effects of aging on neuronal communication and behavior: Beneficial properties of fruit polyphenolic compounds. American Journal of Clinical Nutrition 2005; 81:S313-6. 7. Jilma-Stohlawetz P, Rios J, Hingorani L, Derendorf H. Absorption, metabolism, and antioxidant effects of pomegranate (Punica granatum L.) polyphenols after ingestion of a standardized extract in healthy human volunteers. Journal of Agricultural and Food Chemistry 2006; 54:8.956-61. 8. Milner JA. Functional foods: the US perspective. The American Journal of Clinical Nutrition 2000; 71:S654-1.659. 9. Ministerio de Medio Ambiente. Guía de Mejores Técnicas Disponibles en España del sector cárnico, 2005. 10. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Anuario de Estadística Agroalimentaria y Pesquera 2007. 11. Ministerio de Medio Ambiente. Guía de Mejores Técnicas Disponibles en España del sector de los Transformados Vegetales, 2006. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 87 Aprovechamiento de subproductos de la industria agroalimentaria para la obtención… 87 12. Reddy N, Yang Y. Biofibers from agricultural byproducts for industrial applications. TRENDS in Biotechnology 2005; 23(1). 13. Scalbert A, Johnson IT, Saltmarsh M. Polyphenols: Antioxidants and beyond. American Journal of Clinical Nutrition 2005; 81:S215-7. 14. Burgos JS, Alfaro JM. El pez cebra, un modelo incipiente para la evaluación de ingredientes. Alimentaria 2008; 82-4. 15. Jiang LY, He S, Pan YJ, Sun CR. Bioassayguided isolation and EPR-assisted antioxidant evaluation of two valuable compounds from mango peels. Food Chemistry 2010; 119(1):285-92. 16. Maisunthisakul P, Gordon MH. Antioxidant and tyrosinase inhibitory activity of mango seed kernel by product. Food Chemistry 2009; 117:241-332. P390_PRIMERAS(Mary) 27/3/12 20:12 Página 88 P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 89 Nuevas tendencias en el diseño de procesos para aprovechamiento de residuos alimentarios dirigidas a conseguir una sociedad sostenible María José Cocero Alonso, Danilo Alberto Cantero Sposetti, María Dolores Bermejo Roda y Juan García Serna Introducción La producción de compuestos químicos ha estado basada en la disponibilidad de grandes cantidades de petróleo a un precio bajo, desarrollándose procesos de fabricación basados en grandes plantas, que permiten reducir el coste del producto para satisfacer la demanda de la sociedad centrada en el consumo. Esta producción ha sido uno de los motores del rápido desarrollo económico del siglo XX. Actualmente la situación ha cambiado y se buscan alternativas para reemplazar los productos obtenidos del petróleo por materias primas renovables. El uso descontrolado de productos químicos de síntesis está generando graves problemas en la salud y en el medioambiente, y a la vez supone una fuerte dependencia de las materias primas y fuentes primarias de energía para su fabricación. Por encima de las cada vez mayores restricciones medioambientales, se ha extendido una nueva demanda social hacia la utilización de productos naturales, el fomento del uso de energías renovables y un uso racional de las materias primas dentro de una nueva filosofía de sostenibilidad, que abarca a todos los aspectos sociales (1). Esta nueva filosofía marca cambios sus- tanciales en la producción, desde la fabricación centralizada basada en grandes plantas hasta una producción descentralizada que genere “sólo lo suficiente”. El diseño bajo esta nueva concepción va a requerir desarrollar procesos basados en materias primas diferentes a las convencionales, y el uso de energías renovables. En la tabla 1 se presentan los retos a abordar para desarrollar procesos sostenibles de producción descentralizada. Excluyendo la utilización de biomasa para alimentación, el proceso de refinado de biomasa puede permitir la obtención de compuestos de alto valor añadido para aplicaciones en química fina. El residuo de la obtención de alimentos, no apto para el consumo humano, puede utilizarse como fuente para la obtención de celulosa, lignina y hemicelulosa. La celulosa puede disolverse para producir nuevos compuestos o puede hidrolizarse para producir glucosa y oligosacáridos (2). Estos compuestos, mediante reacciones químicas, pueden producir compuestos químicos de interés industrial, como se va a desarrollar en este trabajo. La lignina, mediante disolución y reacciones de conversión, puede ser la base para la obtención de compuestos aromáticos (3, 4). La P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 90 Retos medioambientales de la industria alimentaria 90 Tabla 1. Producción descentralizada: producir sólo lo suficiente. Objetivos Reducción del coste de los equipos Retos • Equipos compactos • Etapas más sencillas • Una etapa o reacciones todo en uno Compatible con el medio ambiente Eficiencia energética Utilización de solventes limpios Mejorar tecnologías Fenómenos implicados • Procesos ultrarrápidos • Alto rendimiento Alta selectividad • Materias primas alternativas H2O CO2 Ingeniería química producción de bioetanol y otros combustibles líquidos es la aplicación más estudiada (5). zarse como procesos compactos, a pequeña y mediana escala, cuando se realizan con fluidos presurizados (7). La utilización de fluidos supercríticos ha permitido el desarrollo de nuevos procesos para obtener compuestos naturales para alimentación, farmacia y diversas aplicaciones en química fina. La utilización de estos procesos podría abrir nuevas posibilidades de producción de compuestos químicos a partir de biomasa. Las propiedades físicas que presentan los fluidos en condiciones supercríticas hace que participen de las ventajas de la elevada velocidad que tienen las reacciones radicalarias que ocurren en fase gas, y la alta selectividad que se puede conseguir con reacciones de tipo iónico en fase líquida. Procesos que se pueden desarrollar a temperaturas moderadas, con una elevada selectividad y con cinéticas muy rápidas, en equipos compactos. El poder disolvente se puede controlar con la presión, se reduce el número de etapas sobre los procesos convencionales (6). Los disolventes más estudiados, CO2 y H2O, son totalmente compatibles con la materia prima y con el medio ambiente. Los procesos de separación, disolución, gasificación, hidrólisis y reacción pueden reali- El agua, en condiciones de presión y temperatura por encima del punto crítico, presenta unas propiedades físicas características que la convierten en un buen disolvente para compuestos orgánicos. Su constante dieléctrica varía desde 80, en condiciones ambientales, a 7, en condiciones supercríticas; pasa a ser desde un disolvente polar a un disolvente no polar con propiedades disolventes equivalentes a las del propano. La constante de disociación cambia desde 10-14 a 10-10. El agua puede aportar H+ y realizar reacciones de hidrólisis ácida sin adición de ácidos (5). Además presenta total miscibilidad con gases como O2, H2, CO2, lo que significa que reacciones gas-líquido limitadas por la transferencia de materia o la solubilidad pueden ser reacciones homogéneas cuando se realizan en agua supercrítica. En estas condiciones los procesos tienen una elevada cinética, pudiendo desarrollarse en pequeñas unidades compactas (8). La limitación en su aplicación está en las duras condiciones de temperatura que requiere, 374 ºC, pero el agua en condiciones subcríticas participa de estas propie- P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 91 Nuevas tendencias en el diseño de procesos para aprovechamiento de residuos alimentarios… 91 Agotamiento Petróleo Fuel Materias Refinado petróleo Energía solar H2O Compuestos clave Moléculas sencillas como etano, propano y benceno Compuestos clave Moléculas complejas con grupos funcionales como la D-Glucosa CO2 Química orgánica Adición de grupos funcionales Procesos químicos Etapas múltiples Disolventes Catalizadores ⇒ Incompatibilidad medioambiental ⇒ Excesivo consumo de energía Química orgánica Eliminación y redistrución de grupos funcionales ⇒ Una nueva sistematización de la química orgánica Procesos químicos Sencillos y compactos ⇒ Procesos descentralizados ⇒ Producir sólo lo suficiente CO2 Productos petroquímicos La sostenibilidad se puede conseguir con procesos con balance de carbón neutro Productos químicos de biomasa Uso de energía térmica Figura 1. Industria petroquímica versus industria química basada en biomasa. dades y puede ser un medio de reacción en las reacciones de transformación de biomasa. Así, el agua a temperaturas entre 327 y 387 ºC se ha utilizado para separar celulosa de lignina (9). En estas condiciones productos secundarios líquidos se degradan y se obtiene celulosa de pureza entre el 89,5 y el 100%, con tiempos de residencia entre 0,35 y 0,5 s. A temperaturas inferiores al punto crítico disminuye la solubilidad, a temperaturas superiores aumenta la degradación. La hidrólisis de la celulosa ha sido objeto de investigación en agua supercrítica, obteniendo conversiones del 100% con tiempo de residencia de 0,5 s (10). A partir de glucosa se pueden obtener una gran cantidad de productos mediante reacciones catalíticas en agua (7). En la figura 2 se presenta un esquema de procesos de aprovechamiento de compuestos no comestibles para producir productos químicos y energía. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 92 Retos medioambientales de la industria alimentaria 92 Alimentos Incineración/SCWO Energía térmica Gasificación H2, CH4 Solubilización Nuevos materiales Biomasa Componentes no comestibles Oligosacáridos Hidrólisis Separación Glucosa Compuestos química fina Celulosa Lignina Productos químicos Reacciones Transformaciones Hemicelulosa Compuestos químicos base Fueles líquidos Figura 2. Diagrama de bloques de una refinería de biomasa. Verde: principales materias primas. Amarillo: principales productos. Rosa: principales métodos de producción. Revalorización de biomasa utilizando tecnología de fluidos supercríticos Las propiedades de los fluidos supercríticos anteriormente comentadas permiten desarrollar nuevos procedimientos de revalorización de biomasa. A continuación se van a describir los procesos más estudiados hasta el momento, como son: producción de energía, gasificación, separación, hidrólisis y reacciones de transformación a compuestos de mayor valor añadido. Producción de energía mediante oxidación en agua supercrítica Una de las aplicaciones más desarrolladas de aprovechamiento de biomasa no alimentaria es su utilización para producir energía mediante combustión en caldera. Calderas de biomasa se están instalando para producir agua caliente para calefacción y agua sanitaria. Desde las administraciones públicas se está potenciando esta vía, mediante la instalación de estas calderas en edificios públicos. La biomasa utilizada son pellets de origen forestal, que tienen un bajo contenido en agua. La utilización de calderas de biomasa para producción de vapor está limitada por el contenido en agua de la biomasa, limita la eficacia energética del proceso al tener que evaporar agua. Actualmente están funcionando equipos combinados con fuel. Como alternativa a este proceso se puede realizar la combustión en fase acuosa, operando a temperatura y presión por encima del punto crítico, proceso conocido como oxidación en agua supercrítica. En estas condiciones el agua actúa como un disolvente no polar, siendo totalmente P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 93 Nuevas tendencias en el diseño de procesos para aprovechamiento de residuos alimentarios… 93 miscible con sustancias orgánicas y con gases como el O2, N2 o CO2, dando lugar a una reacción homogénea sin limitaciones a la transferencia de materia, consiguiéndose que la eficacia de la reacción se halle próxima al 100%, en tiempos de residencia inferiores a 1 minuto. Cuando se trabaja a temperaturas por encima de la temperatura de autoignición la oxidación se produce en forma de llamas, conocidas como llamas hidrotermales. La presión reduce la temperatura de ignición y es posible tener llamas estables de oxidación de isopropanol en agua a temperaturas de 450 ºC y presiones de 23 MPa. La formación de llamas en agua en condiciones supercríticas fue descrita por Frank en 1988, y lo que en un principio fue considerado una curiosidad científica se puede convertir en un proceso eficaz de producción de energía para materiales con alto contenido en agua, carbones o fuel con alto contenido en material inorgánico. En estas condiciones: • La oxidación se completa en tiempos de milisegundos. Se reduce significativamente el volumen del reactor. • La eficacia de la oxidación es próxima al 100%. Se consiguen efluentes con carbono orgánico total (COT) inferior a 2 ppm. • No se producen reacciones secundarias que formen NOX, SO2, dioxinas, etc. • Las sales inorgánicas se podrían separar como sólidos. • El efluente del reactor es vapor de H2O y CO2 a elevada presión y temperatura, y N2 cuando la oxidación se hace con aire. De este efluente se puede separar el CO2 a elevada temperatura y presión, y/o puede expandirse en una turbina para la producción de energía. La expansión directa de este vapor, sin que se requiera el intercambio a través de la pared de las calderas convencionales, permite aumentar la eficacia energética hasta un 40% (11). El proceso de oxidación en agua supercrítica más desarrollado es el tratamiento de aguas residuales y fangos, como proceso de eliminación de contaminantes. Se han desarrollado plantas industriales para tratamiento de fangos urbanos, recuperación de metales nobles de catalizadores, residuos de plantas de producción de celulosa y polímeros, entre otros (8). Gasificación La gasificación es una reacción endotérmica en la que un sustrato carbonoso (carbón, biomasa, polímeros) es transformado en un gas combustible mediante una serie de transformaciones químicas que ocurren en presencia de un agente gasificante (aire, oxígeno, vapor de agua o hidrógeno) para dar un producto gaseoso que puede estar compuesto de CO, H2, CH4, CO2 y H2O. Es un proceso más versátil que la producción de bioetanol o de biogás, donde sólo ciertas biomasas pueden utilizarse para producir combustible. Los procesos convencionales de gasificación requieren que la biomasa esté lo suficientemente seca para conseguir una alta eficiencia, por lo que para alimentaciones con alto contenido en agua se necesita una etapa de secado para evaporar el agua previo a la gasificación, que supone el consumo de una parte significativa de la energía producida (12, 13). P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 94 Retos medioambientales de la industria alimentaria 94 La gasificación se puede realizar en agua supercrítica operando a temperaturas de 600 ºC y presiones de 25 MPa, utilizando KOH y K2CO3 como catalizadores, para obtener una corriente gaseosa rica en H2 y CO2, con pequeñas cantidades de CO, CH4 y C2-C4. La temperatura de gasificación se puede reducir utilizando catalizadores, así la temperatura de gasificación de bagazo o de madera en agua supercrítica se puede reducir de 600 a 400 ºC utilizando catalizadores Ru, obteniendo rendimientos del 100% en tiempos de 10 minutos (14). Presenta una serie de ventajas sobre el proceso de gasificación convencional (15): • Tiene una alta velocidad de reacción y una alta eficacia de gasificación a temperaturas mucho menores que la gasificación convencional. • Presenta mayor rendimiento en hidrógeno, ya que el exceso de agua favorece la formación de H2 y CO2 en lugar de CO. • El hidrógeno se produce directamente a alta presión, con lo que se podría almacenar sin necesidad de comprimirlo. • Reactores de menor volumen con bajas pérdidas de calor. • La alta solubilidad de los intermedios de reacción en agua supercrítica inhibe la formación de alquitranes y coque. • Al condensar el agua durante el enfriamiento se produce una acción de lavado, reduciendo o eliminando la necesidad de limpiar el gas previo a su uso. El proceso de gasificación en agua supercrítica es un proceso complejo, que se ve afectado por la temperatura, la presión, el tiempo de residencia, la concentración y la presencia de oxidante. Bühler propone dos mecanismos para seguir la reacción: mecanismo de reacción iónico a temperaturas bajas y presiones altas, y un mecanismo radicalario a temperaturas altas y presiones bajas (siempre por encima del punto crítico del agua). Estas condiciones favorecen la formación de productos gaseosos, y que se alcancen las condiciones de equilibrio (16). La temperatura es el parámetro que más influye en la gasificación. Se trabaja entre 400 y 750 ºC. En general, las altas temperaturas aumentan el rendimiento de H2 (17, 18), y cuanto mayor sea la concentración de materia orgánica mayor será la temperatura necesaria para la producción de H2 (19). Las presiones superiores al punto crítico limitan la gasificación de la biomasa (17), y las presiones inferiores reducen la generación de hidrógeno. La gasificación en agua supercrítica es un proceso rápido que tiene lugar en tiempos de segundos. En general, a temperaturas entre 650 y 700 ºC el tiempo necesario para completar la gasificación varía entre 30 y 50 s (17, 18). La alimentación debe calentarse hasta las temperaturas de gasificación; este calentamiento se puede producir de forma autotérmica, donde el calor requerido es proporcionado por una oxidación parcial de materia prima, o alotérmica, donde el calor es suministrado por un calentador. Esta energía puede provenir de la combustión de parte del gas generado (20). La conversión de la materia prima depende de la velocidad de calentamiento, así un calentamiento rápido disminuye el tiempo de reacción, aumenta el rendimiento de hidrógeno y P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 95 Nuevas tendencias en el diseño de procesos para aprovechamiento de residuos alimentarios… 95 evita la formación de alquitranes e inquemados (21). Separación La extracción y fraccionamiento de productos alimentarios con CO2 supercrítico es un proceso que está desarrollado a escala industrial para obtención de cafeína, lúpulo, aceites vegetales, aceites esenciales, entre otros (22). El CO2 en condiciones supercríticas disuelve productos no polares y compuestos volátiles, actuando como disolvente en condiciones supercríticas, perdiendo su poder disolvente al pasar a fase gas por reducción de la presión. De esta forma es posible obtener productos naturales sin restos de disolvente. La variación de la solubilidad con la presión permite fraccionar los extractos obtenidos por reducciones sucesivas de la presión. La extracción con CO2SC simplifica el proceso de separación sobre los procesos convencionales, ya que extracciones que requieren diferentes condiciones de extracción y separación se pueden realizar en una única etapa, mediante una reducción escalonada de la presión. La extracción de solutos de plantas, que se hace de forma convencional mediante destilación por arrastre de vapor para la obtención de compuestos volátiles y extracción con disolventes para los menos volátiles, se puede hacer mediante extracción con CO2 y reducción de la presión en varias etapas para recuperar diferentes fracciones de extracto (23). El agua es el disolvente más ampliamente utilizado en industria alimentaria, su elevada constante dieléctrica la hace idónea para disolver compuestos iónicos y polares. Al aumentar la temperatura, su per- mitividad, viscosidad y tensión superficial disminuyen y su difusividad aumenta. Aumentando simultáneamente la temperatura y la presión, para mantener el agua en fase líquida, se puede ir reduciendo la constante dieléctrica; así, desde 80 a 25 ºC se reduce hasta 27 a 250 ºC y 50 bares [estaría comprendida entre la del metanol (ε = 33) y la del etanol (ε = 24)], en estas condiciones el agua puede disolver un amplio rango de compuestos de baja o media polaridad, con la limitación de la degradación que pueden sufrir determinados compuestos naturales por el efecto de la temperatura. Teo y col. presentan una amplia revisión sobre los mecanismos de extracción y productos extraídos de alimentos y plantas (24). En estas condiciones, el aumento de la solubilidad y la difusividad hace que el tiempo de extracción disminuya significativamente. Brunner presenta reducción en el tiempo de regeneración de suelos contaminados con hidrocarburos desde 6 horas hasta 1 minuto al pasar de extracciones en semicontinuo a utilizar extractores tubulares continuos. A 380 ºC se puede reducir la concentración de orgánicos en un 98%, con tiempos de residencia de 45 segundos. La celulosa microcristalina se disuelve en agua a temperaturas próximas a 350 ºC. Ohara, utilizando una celda de visión, demostró que la temperatura de disolución de celulosa depende de la densidad del agua, consiguiendo reducir la temperatura de disolución hasta 317 ºC con densidades de 850 kg/m3, que corresponde a presiones de aproximadamente 1.820 bares. Como se indicó anteriormente, el agua en condiciones sub y supercríticas (327 y 387 ºC) se ha demostrado que P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 96 Retos medioambientales de la industria alimentaria 96 puede servir para separar celulosa de lignina (9). En condiciones subcríticas disminuye la solubilidad, pero también la posible degradación térmica de los productos deseados. Se puede obtener celulosa de alta pureza (entre el 89,5 y el 100%) con tiempos de residencia muy bajos, entre 0,35 y 0,5 s, que requieren volúmenes de reacción pequeños. Disolución, hidrólisis y gasificación son procesos que dependen de la temperatura y de la naturaleza del compuesto, que en numerosos casos no son totalmente consecutivos y tienen un solapamiento en intervalo de temperaturas, de este modo no siempre es posible decir cuándo termina un proceso y comienza el siguiente. Hidrólisis Las reacciones de hidrólisis se basan en la reacción de un compuesto hidrolizable según el esquema A-B + H2O → AH + BOH. Esta reacción se ve favorecida por la presencia de ácidos (hidrólisis ácida) o bases (hidrólisis básica). La elevada constante de disociación del agua subcrítica favorece las reacciones de hidrólisis, además el CO2 presenta una elevada solubilidad en estas condiciones aumentando la acidez, sin necesidad de adicionar ácidos. La adición de CO2 aumenta la disponibilidad de protones en el medio de reacción, catalizando las reacciones de hidrólisis. La hidrólisis de biomasa ha sido estudiada para despolimerizar biomasa, ya que permite la obtención de materias primas para producir etanol por fermentación y compuestos químicos. Los principales componentes de la biomasa que pueden trans- formarse mediante hidrólisis son: azúcares, almidones, celulosa, hemicelulosa y lignina. La hidrólisis de almidones a azúcares catalizada por ácidos es un proceso desarrollado a escala industrial. Actualmente este proceso se puede hacer mediante transformaciones biológicas, son procesos selectivos pero muy lentos. La hidrólisis en presencia de CO2 ha sido estudiada como alternativa a este proceso. Extractos de almidones de maíz han sido hidrolizados a temperaturas entre 170 y 380 ºC y presiones entre 6 y 24 MPa, en reactor tubular con tiempos de residencia de 180 s, obteniéndose concentraciones de glucosa del 60% utilizándose CO2 como catalizador. La selectividad de la reacción aumenta al disminuir el tiempo de reacción (5). La celulosa, el mayor componente de la biomasa, se puede hidrolizar a oligómeros y azúcares como glucosa y fructosa, y productos de degradación, como piruvaldehído, hidroximetil furfural, glicolaldehído, entre otros. La glucosa producida puede descomponerse rápidamente formando residuo líquido, carbón y gases, este proceso depende de la temperatura, del tiempo de residencia y del catalizador. Un Figura 3. Celda de visión para el estudio de hidrólisis y disolución en agua supercrítica. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 97 Nuevas tendencias en el diseño de procesos para aprovechamiento de residuos alimentarios… 97 una rápida degradación, obteniéndose piruvaldehído, levoglucosan e hidrometilfurfural. A 400 ºC y 25 MPa se puede obtener un rendimiento del 50%, con tiempos de residencia de 0,00025 s (25). catalizador básico inhibe la formación de carbón, mientras que un catalizador de níquel favorece la formación de compuestos intermedios acuosos y la producción de metano. La hidrólisis de la celulosa ha sido objeto de investigación en agua supercrítica, obteniendo conversiones del 100% a 400 ºC, 25 MPa y con 0,5 s de tiempo de residencia (10). La lignina es un polímero natural amorfo que actúa como pegamento de unión que da a las plantas su integridad estructural y posibilita la transferencia de agua a través de la planta, actuando como barrera contra la evaporación. Su estructura está muy funcionalizada, siendo los principales los grupos (figura 5): alcohol, methoxyl, phenol, aryl, aryl ether, aliphatic y condensado. Los anillos aromáticos forman grupos: guayaquil, siringil y p-hidroxifenil. La lignina se puede hidrolizar en agua sub y supercrítica a temperaturas entre 250 y 400 ºC, obteniendo compuestos de base aromática, tales como hi- La velocidad de reacción aumenta con la temperatura, obteniéndose una conversión completa a productos solubles en menos de 30 s a 310 ºC; al aumentar la temperatura, se obtiene una rápida degradación con conversión completa en segundos. La adición de CO2; para reducir el pH, aumenta la velocidad de reacción operando a menor temperatura (250 ºC). Aunque la temperatura aumenta la velocidad de formación de glucosa, produce Celulosa Oligosacáridos Fructosa Glucosa Gliceraldehído Di hidroxi acetona 1,6 - Anhidro glucosa 5 - HMF + Glicolaldehído Eritrosa Figura 4. Esquema de la hidrólisis de celulosa. Piruvaldehído P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 98 Retos medioambientales de la industria alimentaria 98 drocarburos (ciclohexano, estireno, bifenilos, etc.), fenoles (fenol, catecol, cresoles, resorcinol, siringol, coniferol y guaiacol), productos oxidados (vainilla, dimetilsulfóxido, etc.). El rendimiento del proceso es bajo, ya que se produce la repolimerización de los monómeros en disolución. Para evitar la repolimerización se utilizan agentes terminadores de cadena. Adschiri consigue despolimerizar lignina organosolv, utilizando fenol, sin dejar restos insolubles en tetrahidrofurano (THF) (26). El p-cresol actúa de manera similar al fenol, con la ventaja de que el pcresol puede producirse en el proceso de despolimerización de lignina y tener un proceso de despolimerización sin adición de compuestos químicos externos (9, 26, 27). En los trabajos del grupo de Saka realizaron la despolimerización utilizando metanol en condiciones supercríticas entre 270-350 ºC y 27-43 MPa (28). La hidrólisis de proteínas en agua subcrítica puede ser un medio de recuperar aminoácidos de residuos orgánicos que contengan altos contenidos de proteínas como la industria de tratamiento de pieles. La reacción de hidrólisis de proteínas en agua caliente presurizada puede producir oligómeros y aminoácidos que sirvan de compuestos base para sintetizar otras moléculas. La hidrólisis de BSA (bovine serum albumina) realizada en reactor tubular produce la licuefacción total de la proteína formando aminoácidos. El rendimiento depende de la temperatura de reacción, se obtiene el óptimo en 310 ºC, no se observa efecto de la presión en el intervalo entre 15 y 27 MPa. A 250 ºC aumenta el rendimiento hasta tiempos de residencia de 300 s y después disminuye Figura 5. Estructura de la lignina. debido a las reacciones de descomposición, encontrándose cantidades importantes de glicina y alanina. La adición de CO2 aumenta el rendimiento debido a la hidrólisis ácida en el enlace peptídico. El modelado del proceso de hidrólisis se puede realizar mediante reacciones consecutivas con cinética de primer orden. La constante de la reacción depende del tipo de enlace y la “accesibilidad” de los protones (H+) al enlace hidrolizable. En tal sentido, los enlaces peptídicos son más estables que los enlaces ß 1-4 de las glucosas en la celulosa o los ß 1-6 de las glucosas en el almidón. Brunner presenta una revisión sobre las reacciones en agua P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 99 Nuevas tendencias en el diseño de procesos para aprovechamiento de residuos alimentarios… 99 de una selección de compuestos que se pueden obtener de biomasa (29). Transformación química Los procesos de transformación química de biomasa son poco habituales en la industria alimentaria, pero pueden llegar a ser una importante vía de obtención de productos de materias primas renovables. Las propiedades físicas descritas del agua presurizada y supercrítica abren nuevas rutas de obtención de compuestos químicos. Un ejemplo simple, que pone de manifiesto cómo la química en agua supercrítica se puede utilizar para reducir el número de etapas de reacción frente a las requeridas en los procesos convencionales, es el proceso de obtención de glicolaldehído. La reacción de D-glucosa en agua supercrítica, sin catalizador, produce glicolaldehído con un rendimiento del 64% en una sola etapa. Por otro lado, el método actual a partir de etileno requiere varios pasos (figura 6). La ruta de síntesis en agua supercrítica es mucho más rápida y más simple, requiere pequeño equipamiento, y tiene menos pasos que la ruta de síntesis del proceso basado en la petroquímica. Además, la ruta de síntesis en agua supercrítica es totalmente compatible con el medio ambiente. El interés despertado en la comunidad científica ante estas posibilidades está abriendo nuevas rutas de obtención de otros compuestos químicos como formal aldehído, eritrosa, pirúvico, etc. (7, 30). La química de la biomasa a altas temperaturas y altas presiones puede dar un gran impulso al desarrollo de nuevas formas de Ruta de síntesis industrial Etileno Óxido de etileno Glicolaldehído Ruta de síntesis a partir de biomasa Máximo rendimiento 64% Glicolaldehído Figura 6. Rutas de síntesis de glicolaldehído. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 100 Retos medioambientales de la industria alimentaria 100 revalorización de subproductos de la industria alimentaria. Las propiedades que presenta el agua en condiciones de presión y temperatura elevada abren nuevas vías de recuperación de productos de residuos de la industria alimentaria, desde la extracción de compuestos valiosos a la transformación química de subproductos para facilitar los procesos de fermentación para obtener alcoholes. La obtención de compuestos químicos es posible, pero requiere más investigación que aumente la selectividad, que es la limitación actual para el desarrollo de estos procesos. Bibliografía 1. García-Serna JL, Pérez-Barrigón, Cocero MJ. New trends for design towards sustainability in chemical engineering: Green engineering. Chemical Engineering Journal 2007; 133(1-3):7-30. 2. Matsumura Y, Sasaki M, Okuda K, Takami, S, Ohara S, Adschiri T. Supercritical water treatment of biomass for energy and material recovery. 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Históricamente, los procesos de filtración se relacionaban exclusivamente con los procesos de separación de partículas en los que la suspensión atraviesa la superficie del medio filtrante en dirección perpendicular (figura 1). En estos procesos se genera un fluido con menor contenido, o exento de partículas, denominado filtrado, y un sólido, retenido en los poros o sobre el medio filtrante, conocido como torta de filtración. Como consecuencia se produce la colmatación progresiva del filtro, y de ahí surge la necesidad de sustituirlo por otro nuevo. La filtración en flujo perpendicular se suele llevar a cabo con medios filtrantes porosos: mallas metálicas, tejidos fibrosos de celulosa o polímeros sintéticos (polipropileno, nylon, etc.), minerales (perlitas, tierras de diatomeas), metales sinterizados, etc., de tamaños de poros del Tanque de alimentación Filtro Filtrado Bomba Figura 1. Esquema de filtración en flujo perpendicular. orden de micrómetros y espesor del orden de milímetros. Para mejorar los rendimientos de filtración de suspensiones de muy diversos tamaños de partículas, como son la mayoría de los alimentos líquidos, se suelen utilizar filtros compuestos por varias capas filtrantes de distinto tamaño de poro que finalmente constituyen un filtro de espesor de varios milímetros. En todos los casos, las partículas se quedan atrapadas dentro de los poros y sobre la superficie de los filtros, por lo que en la mayoría de los casos la filtración se realiza en la profundidad del tejido filtrante (figura 2) o termina con la formación de una torta sólida sobre la superficie del filtro. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 104 Retos medioambientales de la industria alimentaria 104 Figura 2. Perfil de un filtro compuesto por capas filtrantes de distinto tamaño de poro. En la industria alimentaria, la filtración perpendicular se emplea básicamente para clarificación de zumos, vinos, sidras, extractos, etc. Los aparatos más utilizados son filtros-prensa de platos y marcos, filtros de capas filtrantes montables bajo presión (platos perforados con mallas) o vacío (tambores rotatorios), filtros de bujías, etc. Para la filtración de bebidas muy bien clarificadas, como vinos o sidras, en su última etapa de elaboración (normalmente antes del proceso de embotellado) se suelen utilizar también cartuchos de filtros de membrana plegada (foto 1) en los que el proceso de filtración se lleva a cabo en flujo perpendicular. En todo los casos, el mayor inconveniente que presenta la filtración en flujo perpendicular es que el medio filtrante tiene una capacidad limitada de retención de sólidos y, por tanto, se agota (colmata) y se tiene que sustituir por otro nuevo. Todo esto se traduce en paradas del proceso productivo frecuentes, un consumo ele- Foto 1. Cartuchos de filtros de membrana para la filtración final de vinos y cidras. vado de medios filtrantes y la generación de cantidades importantes de residuos de filtración que tienen una eliminación muy complicada. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 105 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 105 Conceptos básicos de la filtración en flujo tangencial la fuerza impulsora de una bomba en la línea de alimentación con una válvula de restricción de flujo en la línea de retenido (P = PA - PP, donde PA es la presión del circuito de alimentación y PP es la presión de la parte del permeado). El retenido se retorna al depósito de alimentación donde se enriquece paulatinamente en las partículas o solutos que no atraviesan la membrana, pero nunca llega a ser un sólido, como en la filtración perpendicular, sino un concentrado líquido que se descarga periódicamente. Un modo de disminuir el efecto de la colmatación es cambiar la dirección del flujo de perpendicular a paralelo a la superficie del filtro (filtración tangencial). Con esto se produce un efecto de barrido de la superficie de filtración que impide la acumulación de partículas sobre ella. El desarrollo de nuevos medios de filtración de muy poco espesor (del orden de micrómetros) y poros más uniformes, como son las membranas semipermeables, permite realizar el proceso de filtración básicamente en la superficie de la membrana y separar partículas muy finas, e incluso moléculas disueltas. En la filtración tangencial, el fluido de alimentación se divide en dos flujos, uno que atraviesa la membrana, llamado permeado (filtrado), y otro enriquecido en las partículas que no pueden atravesarla, que se llama retenido (concentrado) (figura 3). Para vencer la resistencia de la membrana al flujo y conseguir el paso del permeado se aplica una presión transmembrana (P), combinando Modos de filtración en flujo tangencial La introducción de la filtración en flujo tangencial extendió el concepto convencional de filtración de sólidos en suspensión, también a la separación de sólidos en disolución (solutos), en un amplio intervalo de tamaños moleculares y aplicaciones que incluyen la ultrafiltración (UF), nanofiltración (NF) y ósmosis inversa (hiperfiltración) (OI) (figura 4). Tanque de alimentación Retenido PA Pp Figura 3. Esquema de filtración en flujo tangencial. Permeado P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 106 Retos medioambientales de la industria alimentaria 106 Partículas en suspensión Microfiltración Macromoléculas Ultrafiltración Azúcares Nanofiltración Sales monovalentes Ósmosis inversa Agua Figura 4. Procesos de separación por membranas en flujo tangencial, basados en la diferencia del tamaño de partícula y en el tamaño molecular. Adaptado de Cheryan (2). La microfiltración (MF) permite retener partículas en suspensión, bacterias y coloides de tamaños del orden de micrómetros (0,1-10 μm), por lo que se considera, básicamente, como una técnica de clarificación. La mayoría de los fabricantes de membranas de MF poliméricas utilizan como medida del tamaño de poro la capacidad de la membrana de retener totalmente ciertas bacterias. Así, se considera que las membranas que retienen al 100% Pseudomonas diminuta, Serratia marcescens y Pediococcus damnosus tienenun tamaño de poro nominal de 0,22, 0,45 y 0,65 μm, que corresponde al diámetro medio de cada una de estas bacterias, respectivamente. Además de estos tamaños, comercialmente existen membranas de tamaño de poro nominal de 0,8, 1,0, 1,2, 2,0, 3,0 y 5,0 μm (3). Sin embrago, los productores de membranas minerales utilizan la medida directa (obtenida por un microscopio electrónico) del tamaño medio de poro de la membrana (en μm), por lo que en la práctica es muy difícil comparar las capacidades de retención entre ambos tipos de membranas. La UF se considera como un método de separación de moléculas disueltas de mayor masa molecular (2.000-1.000.000 Da) de moléculas de menor masa (< 500 Da), por lo que en UF se utilizan membranas con un tamaño de poro más pequeño (0,001-0,1 μm). La mayoría de los fabricantes de membranas de UF poliméricas utilizan como medida del tamaño de poro su umbral de corte molecular nominal (molecular mass cut-off) (MMCO), que indica la masa de las moléculas (en daltons, Da) que se retienen, al menos en un 90%, al atravesar la membrana. En la práctica se establece un factor de seguridad de al menos 100 sobre ese valor. Así, si las moléculas que se quieren separar tienen una masa de 20.000 Da, P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 107 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 107 para estar seguros de retenerlas totalmente deberán usarse membranas de 200 Da o menos; si, por el contrario, lo que se desea es que pasen totalmente al permeado, deberán usarse membranas de 2.000.000 Da o más. Las operaciones en MF y UF se llevan a cabo a altas velocidades (3-6 m/s) y bajas presiones transmembrana: 0,5-4 bar. Las membranas utilizadas son porosas (de tamaños de poros del orden de micrómetrosnanómetros y espesor del orden de micrómetros) y se fabrican de materiales muy diversos: polímeros sintéticos (ésteres de celulosa, celulosa regenerada, polisulfona, polietersulfona, etc.), minerales (óxidos de aluminio, zirconio o sílice), metales sinterizados, etc. Pueden ser también de diseños muy diversos: mono y multitubulares (foto 2), mono y tricanales (foto 3), multicanales 2 5 (foto 4), fibras huecas (foto 5), planas enrrolladas en espiral (foto 6) o empaquetadas en casetes (foto 7), etc. Las membranas de OI tienen un tamaño de poro tan pequeño (0,3-0,5 nm), que puede ser comparable con el movimiento térmico de la cadena polimérica de la propia matriz de la membrana, por lo que son consideradas como compactas. En una situación ideal, las membranas de OI retienen todos los componentes de una disolución y sólo permiten el paso del disolvente (en la mayoría de los casos, agua), por lo que se utilizan principalmente en procesos de concentración, como alternativa fría a los procesos de concentración por calentamiento (evaporación) o para recuperación de aguas de proceso. Las membranas de OI se caracterizan por su alto nivel de rechazo de 3 6 Foto 2. Membranas poliméricas mono y multitubulares de Koch Membrane Systems (EE.UU.). Foto 3. Membranas minerales mono o tricanales de Orelis (Rhodia) (Francia). Foto 4. Membranas minerales multicanales de Orelis (Rhodia) (Francia). Foto 5. Cartucho de membranas de fibras huecas de Koch Membrane Systems (EE.UU.). Foto 6. Membranas planas, enrolladas en espiral de GE Water & Process Technologies (EE.UU.). Foto 7. Membranas planas, empaquetadas en casetes de Millipore (EE.UU.). 4 7 P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 108 Retos medioambientales de la industria alimentaria 108 sales minerales monovalentes, lo que se ha introducido en la práctica como una base de su clasificación. Valores típicos de rechazo del NaCl de las membranas de OI para aguas salobres son ≥ 95% y para aguas de mar ≥ 99,3% (4, 5). En operaciones de separación por OI, normalmente se opera con velocidades del flujo de alimentación no tan altos como en los de MF/UF (aprox. 1-2 m/s), pero requieren presiones mucho más altas (40-70 bar), ya que en estos casos se tiene que vencer la presión osmótica de las moléculas disueltas en la disolución a concentrar. En procesos de NF se utilizan membranas de tamaños de poros mayores que los de la OI, pero demasiado pequeños para permitir el paso de la mayoría de los compuestos orgánicos de baja masa molecular (azúcares, ácidos orgánicos carboxílicos, etc.) y sales minerales (sobre todo, divalentes). Por tanto, la NF ocupa un lugar intermedio entre la UF y la OI y se utiliza básicamente en procesos de desalinización o desalcoholización. En estos casos, las condiciones de operación son muy parecidas a las de OI, pero las presiones no son tan altas (5-20 bar). dicas puede tener una vida útil de 2-3 o más años (membranas cerámicas), operando 24 h/día. Limitaciones de la filtración en flujo tangencial • Baja selectividad de separación: se requiere una diferencia de al menos 100 veces entre las masas de dos moléculas para que estas se separen por completo. • Requiere inversiones importantes en instalaciones. • Instalaciones complejas: necesidad de sistemas auxiliares de refrigeración/calentamiento, regeneración, mantenimiento de condiciones asépticas, etc. • Aplicable básicamente a fluidos acuosos: baja tolerancia a disolventes orgánicos. • Requiere líquidos de bajo contenido en sólidos en suspensión, es decir, clarificados. • Requiere paradas periódicas del ciclo productivo para regeneración de las membranas. • Rentable sólo en la recuperación de moléculas de mayor valor añadido. • Aplicable sólo a subproductos líquidos. Ventajas de la filtración en flujo tangencial • Tratamiento totalmente físico: se lleva a cabo en condiciones que permiten la máxima protección del alimento (acceso limitado de oxígeno y luz). • Permiten la transformación rápida de grandes volúmenes de alimentos. • Pueden operar en condiciones asépticas. • Durabilidad del medio filtrante: mediante regeneraciones químicas perió- Subproductos de la industria agroalimentaria Aquí conviene aclarar también el término “subproducto”. En general, se tienen que considerar como subproductos aquellos derivados intermedios o sobrantes que proceden de la transformación de materias primas en alimentos primarios con potencial de ser recuperados y transformados en productos de valor añadido. Tienen carácter remitente, ya que mien- P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 109 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 109 tras no se recuperan, acaban como vertidos, pero si se recuperan, ya son productos. En realidad existen por un periodo de tiempo muy corto y más bien se tienen que considerar como una oportunidad potencial de recuperación de un material intermedio en la transformación de las materias primas alimenticias. • Tener capacidad de renovación: en algunas ocasiones, la recuperación de un subproducto requiere la modernización de todas o una parte de las instalaciones de producción existentes. → Subproducto → Producto Vertido ← ← • Su bajo valor económico. Cuando se llega a la recuperación de los subproductos, en la mayoría de los casos estos se convierten en productos secundarios. En algunas ocasiones también pueden ser recuperados como parte del producto primario. • El desconocimiento de su real valor económico y su posicionamiento en el mercado. Las razones principales por las que no se suele llegar a la transformación de un subproducto en producto son: • Inversión insostenible en tecnología. • Falta de interés y creatividad empresarial. En todos los casos, la actividad de convertir un subproducto en producto es muy compleja y requiere el cumplimiento de varias condiciones: La razón principal por la que se suele llegar a la transformación del subproducto en producto, en todos los casos, es el interés económico. Sin embargo, se pueden diferenciar tres niveles de motivación: • La existencia de control administrativo sobre vertidos industriales: verter es lo más fácil y cualquiera se quedaría con esta opción, si no hay alguna norma administrativa de regulación de vertidos. • Recuperar por no verter. El propósito de esta estrategia es disminuir el canon de vertido o gastos. El tipo de empresario que persigue esta estrategia se puede definir como “mínimamente legal”. • Tener conocimientos suficientes (o contar con alguien que los tenga) sobre la composición química de las materias primas y los productos intermedios, así como su valor potencial en el mercado. • Sacar algún beneficio adicional. Esta estrategia persigue aumentar beneficios y el tipo de empresario que la lleva se puede definir como “empresario contento”. • Tener conocimientos suficientes de ingeniería química y tecnología de alimentos. • Tener conocimientos suficientes del mercado del nuevo producto y saber cómo posicionarlo: condición decisiva. • Tener capacidad de asumir inversiones. • Obtener productos de mayor valor añadido. En estos casos se busca el máximo aprovechamiento de las materias primas y los procesos productivos. Este tipo de estrategia normalmente se suele llevar a cabo por empresarios muy competitivos y dinámicos que se pueden llamar “empresarios creativos”. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 110 Retos medioambientales de la industria alimentaria 110 Aplicaciones de la filtración en flujo tangencial en la recuperación de subproductos de la industria agroalimentaria A pesar del constante desarrollo tecnológico y los grandes avances conseguidos en la utilización integral de las materias primas en la industria agroalimentaria, todavía se puede hablar de subproductos no aprovechados o de posibilidades de aprovechamiento. En general, su número y volumen son cada vez más reducidos, pero no es así cuando se trata de llegar a su máxima rentabilidad. En este trabajo se revisarán sólo algunos de los avances más destacados en la recuperación de subproductos e innovación industrial en las que hay una implicación directa de la tecnología de separación por membranas en flujo tangencial. Se revisarán tres casos-tipo de subproductos: • Los que lo fueron y ya son productos, pero se les puede sacar una mayor rentabilidad. malmente dentro o muy cerca de áreas urbanas. Por tanto, era un vertido de alta carga contaminante, foco de infecciones y fuente de olores difícilmente soportables. Hoy día no existe ni huella de esto, algo que se debe, básicamente, al gran desarrollo de la tecnología de membranas. De hecho, las primeras aplicaciones de separación por membranas en alimentos que empezaron a desarrollarse en Francia durante la década de los años 80 del siglo pasado se llevaron a cabo en lactosuero (6). Se puede decir que, en cierto modo, es el subproducto por excelencia, ya que cumple con el mayor número de requisitos para ser tratado por membranas: es líquido, tiene “coste 0”, se encuentra en cantidades abundantes y es un gran problema ambiental, al mismo tiempo que posee una riqueza muy atractiva de nutrientes: 4,5-5% de lactosa, 0,60,9% de proteínas, 0,6-0,7% de minerales y 0,4-0,1% de grasa (7). El mayor problema es la eliminación del 93-94% de agua. Recuperación de lactosuero dulce (de quesería) por filtración en flujo tangencial La primera y más importante aplicación de membranas en el tratamiento de lactosueros es su concentración global y la obtención de un concentrado de sólidos lácteos totales (SLT). En la figura 5 se presenta un diagrama de flujo de este proceso, la transformación de los distintos materiales intermedios y los productos obtenidos, así como una aproximación de los beneficios/pérdidas que puede suponer su venta/vertido, referidos a una explotación quesera con capacidad de transformar unos 100.000 l/día. Hace no más de dos décadas el lactosuero era uno de los vertidos más problemáticos de la industria quesera, ya que se tiraba en balsas improvisadas, localizadas nor- En primer lugar, se ve que el subproducto de mayor interés comercial es la nata. Se recupera con cierta facilidad, ya que requiere simplemente el montaje de una • Los que actualmente son vertidos, pero con posibilidades reales de recuperación y negocio. • Materiales que no tienen valor nutricional, pero forman parte del procesado de los alimentos. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 111 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 111 LSE (0,6% MG) LSD (0,4-0,6% MG) Ej.:100.000 l/día Centrifugación Nata (40-60% MG) (1.000.000 €/año) LSD (0,2 MG) Envío derecolectires (-0–0,05 €/l) LSD (0,2% MG) OI/NF SLT (500.000 €/año) Agua de proceso Figura 5. Diagrama de flujo del proceso de obtención de nata y un concentrado de sólidos lácteos totales (SLT), a partir de lactosuero entero (LSE), las materias primas y los productos intermedios, así como una aproximación de los beneficios que puede suponer su venta referidos a una explotación de 100.000 l/día (MG: materia grasa, LSD: lactosuero desnatado). centrífuga desnatadora antes de la línea de concentración. Independientemente de que la adquisición de una centrífuga de esta clase suponga una inversión importante, a la vista de los ingresos que se esperan obtener (en torno a 1.000.000 €/año para una producción de 100.000 l/día), ningún empresario que tuviese una producción superior a 10-15.000 l/día dudaría en instalarla. Una vez aprovechada la mayor parte de la nata, el productor tiene dos alternativas: o pagar a un recolector de lactosueros para que se la lleve o añadir una instalación de OI/NF, como las que se muestran en la foto 8, para someter el lactosuero desnatado a un proceso de concentración y obtener un concentrado de SLT y cantidades importantes de agua de muy buena calidad (y mínima carga contaminante), que si no se puede utilizar como agua de proceso, al menos se pueda verter, sin perjuicio económico y medioambiental. En lo que se refiere al concentrado de SLT, conviene aclarar que los últimos avances tecnológicos en OI/NF permiten llegar a concentraciones del orden del 24% (históricamente las plantas de concentración de lactosuero podían llegar sólo hasta el 18%). Aun así, para llegar a un producto sólido, el concentrado se tiene que someter a un tratamiento adicional de reconcentración (en un evaporador por calor y vacío) y secado (atomización). Este trabajo requiere tecnología específica y normalmente se lleva a cabo por empresas especializadas en secado industrial, por lo que éstas compran los concentrados de 24% de SLT y los convierten en un producto sólido polvoriento, conocido como sólidos lácteos totales, que tiene una gran utilidad en la industria alimentaria. Así, los productores de queso que optan por esta vía pueden ingresar en sus cuentas otros 440.000 €/año de la venta del concentrado de la OI/NF, que pueden llegar hasta 700.000 €/año por el P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 112 Retos medioambientales de la industria alimentaria 112 Foto 8. Plantas de OI/NF para concentración de lactosuero de Iberlact (Madrid) (a la izquierda) y de Koch Membrane Systems (a la derecha). aumento de la producción de queso, si son capaces de reincorporar este concentrado en su propia producción de quesos, cantidad suficiente para cubrir la inversión de una instalación de OI en un año. Conviene resaltar que este esquema de procesado parece cumplir bastante bien con el propósito principal de llegar a un “vertido 0” y además, de generar buenos ingresos de la venta de la nata y el concentrado de SLT, por lo que se ha convertido en la meta de la mayoría de los productores de la gran y mediana empresa. Sin embargo, existe otra alternativa para llevar a cabo este proceso, por la que se inclina un número de empresarios mucho más limitado: es la que contempla la introducción de un módulo de UF antes de la unidad de concentración por OI/NF, para la separación de la fracción proteica del lactosuero, como se muestra en la figura 6. En este caso, el productor sale al mercado con un producto de concentrado de proteínas más refinado y mejor valorado (440.000 €/año para una capacidad de transformación de 100.000 l/día), además del concentrado de sólidos lácteos totales desnatados, que en este caso tiene un precio más bajo (200.000 €/año). En la foto 9 se muestra una planta de UF de Iberlact y otra de Koch Membrane Systems, construidas específicamente para la recuperación de proteínas de lactosuero. Aparentemente, estas dos alternativas cumplen con todas las expectativas de aumentar beneficios y no verter. Pero es justo aquí donde todavía quedan posibilidades de recuperación de subproductos o generación de productos de mayor valor añadido o diversificación de los productos ya logrados, cuya rentabilidad parece difícil de ver por parte de la mayoría de los empresarios españoles y sobre lo que me gustaría hacer hincapié, ya que es un campo prácticamente sin explotar. En primer lugar, centraría la atención sobre el 0,2% de materia grasa (MG), rica en fosfolípidos, que no se retiene en la centrífuga desnatadora (figuras 5 y 6), y que actualmente no hay ninguna centrífuga industrial que pueda recuperarla. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 113 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 113 LSE (0,6% MG) LSD (0,4-0,6% MG) Centrifugación Ej.:100.000 l/día Nata (40-60% MG) (1.000.000 €/año) LSD (0,2% MG) UF (10 kDa) CP (440.000 €/año) LSD y DP OI/NF SLT (200.000 €/año) Agua de proceso Figura 6. Diagrama de flujo del proceso de obtención de nata, un concentrado de proteínas (CP) y otro de sólidos lácteos totales (SLT), a partir de lactosuero entero (LSE), las materias primas y los productos intermedios, así como una aproximación de los beneficios que puede suponer su venta, referidos a una explotación de 100.000 l/día (MG: materia grasa, LSD: lactosuero desnatado, LSD y DP: lactosuero desnatado y desproteinizado). Foto 9. Plantas de UF para concentración de proteínas de lactosuero de Iberlact (Madrid) (a la izquierda) y de Koch Membrane Systems (a la derecha). Pero si esta exigencia se sale por encima de las posibilidades técnicas de una centrífuga, hoy día el tratamiento se puede llevar a cabo en una instalación de membranas de MF que deja el suero práctica- mente ausente de grasa (< 0,01% MG) (figura 7). Es verdad, que la presencia de grasa en fluidos acuosos nunca ha sido bien acogida por parte de investigadores e ingenieros, ya que para estos casos uti- P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 114 Retos medioambientales de la industria alimentaria 114 LSE (0,6% MG) LSD (0,4-0,6% MG) Centrifugación Ej.:100.000 l/día Nata (40-60% MG) (1.000.000 €/año) LSD (0,2% MG) MF (0,3 μm) Nata (40-60% MG) (170.000 €/año) LSLG (0,01% MG) UF (10 kDa) CP (440.000 €/año) LSLG y DP OI/NF CL (18% SST y 85% l) (200.000 €/año) Agua de proceso Figura 7. Diagrama de flujo del proceso de obtención de nata en una primera etapa por centrifugación y en una segunda por MF, un concentrado de proteínas (CP) y otro de lactosa (CL), a partir de lactosuero entero (LSE), las materias primas y los productos intermedios, así como una aproximación de los beneficios que puede suponer su venta referidos a una explotación de 100.000 l/día (MG: materia grasa, LSD: lactosuero desnatado, LSLG: lactosuero libre de grasa, DP: desproteinizado). lizan membranas hidrófilas, pero varios años de trabajos de optimización de las condiciones de operación y selección de membranas, por parte de la empresa Iberlact, han puesto punto final a esta limitación. De este modo, nos encontramos actualmente con una posibilidad tecnológica totalmente fiable, que permite la recuperación del 0,2% de nata que hasta ahora se quedaba en el concentrado de SLT o en el concentrado de proteínas, y que en términos económicos puede representar hasta unos 170.000 €/año de ingresos adicionales (para una capacidad de transformación de 100.000 l/día), totalmente suficientes para la amortización de la instalación de MF en 1 año. También mejora muchísimo la pureza de los concentrados de proteínas y lactosa, que se recuperan posteriormente por la UF y NF, respectivamente. De hecho, hoy día, el concentrado de proteínas obtenido de este modo se utiliza de una forma directa en las formulaciones de alimentos energéticos para deportistas o en la industria farmacéutica, que antiguamente empleaban procesos de purificación para llegar a las calidades requeridas. Pero quizás, lo más atractivo en la introducción de este tratamiento por MF, sobre todo para las empresas que todavía no han introducido una centrífuga desnatadora en su producción, es que sustituye por completo el proceso de desnatado por centrifugación, ya que a MF se puede someter el lactosuero entero directamente desde el depósito de alimentación, manteniendo la misma ca- P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 115 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 115 lidad de desnatado: 0,01% MG en el permeado. En la foto 10 se muestra una planta de MF de Iberlact, construida específicamente para la recuperación de nata de lactosuero. Foto 10. Planta de MF para recuperación de nata de lactosuero de Iberlact. Una vez establecida la secuencia de producción de nata y concentrados de proteínas y lactosa, de acuerdo con el esquema presentado en la figura 7, queda una posibilidad no menos atractiva, pero quizás algo más arriesgada, la de montar una línea de transformación de la lactosa en ácido láctico (figura 8). Este ácido es uno de los acidulantes naturales más valorados en la industria alimentaria, debido a su sabor ácido más suave. Aunque no tiene una gran demanda en el mercado, en términos de volumen, sí es bastante interesante para ciertos alimentos, donde se persigue una acidez moderada y de carácter no agresivo. Varios años de estudios y un capital importante han sido necesarios para montar una línea de este tipo en dos empresas extranjeras. En una LSE (0,6% MG) LSD (0,4-0,6% MG) Centrifugación Ej.:100.000 l/día Nata (40-60% MG) (1.000.000 €/año) LSD (0,2% MG) MF (0,3 μm) Nata (40-60% MG) (170.000 €/año) LSLG (0,01% MG) UF (10 kDa) CP (440.000 €/año) LSLG y DP OI/NF CP (18% SST y 85% l) (200.000 €/año) Agua de proceso Fermentación CAL Figura 8. Diagrama de flujo del proceso de obtención de nata en una primera etapa por centrifugación y en una segunda por MF, un concentrado de proteínas (CP) y otro de lactosa (CL), a partir de lactosuero entero (LSE), las materias primas y los productos intermedios, así como una aproximación de los beneficios que puede suponer su venta referidos a una explotación de 100.000 l/día (MG: materia grasa, LSD: lactosuero desnatado, LSLG: lactosuero libre de grasa, DP: desproteinizado, CAL: concentrado de ácido láctico). P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 116 Retos medioambientales de la industria alimentaria 116 de ellas, desgraciadamente, los inversores no llegaron a ver sus expectativas cumplidas por motivos totalmente ajenos a la tecnología: el desconocimiento del mercado del ácido láctico. Es más, esta empresa tuvo que abandonar su actividad por completo, ya que no pudo recuperar las inversiones realizadas. Este caso se expone aquí más bien como un ejemplo que ilustra el gran riesgo que asumen los empresarios cuando se lanzan a la recuperación de subproductos y, sobre todo, en el desarrollo de productos cuyos mercados no se dominan. Recuperación de leche en líneas de producción de leche entera, semidesnatada y desnatada por filtración en flujo tangencial La industria de producción de leche es una de las más avanzadas en lo que se refiere a tecnologías e higiene, pero una revisión más a fondo de las líneas de producción de este sector muestra que todavía quedan algunos puntos críticos de los que se puede sacar mayor provecho y además, con beneficios bastante atractivos. Uno de ellos está en las líneas de producción de leche entera, semidesnatada y desnatada, como se ve en la figura 9. En estos casos, tanto para la producción de leche semidesnatada, como para la de leche desnatada, la leche entera primero se pasa por una centrífuga higienizadora para la eliminación de todas las partículas extrañas, microorganismos y células somáticas que se encuentran en la leche cruda proveniente de las granjas. A partir de ahí, la leche higienizada se somete al proceso de desnatado en centrífugas desnatadoras. Estas centrífugas funcionan en modo continuo, pero aproximadamente dos veces a la hora efectúan una descarga de sedimentos sólidos, que se suelen escapar de la centrífuga higienizadora y que se acu- LE (3,6-4,0% MG) Ej.:100.000 l/día 800 l/día Centrífuga higienizadora Centrífuga desnatadora Nata LD (0,3% MG) Descargas 2/h = 160 l/h LD (95% de recuperación) MF (1,5 μm) Concentrado de células somáticas + bacterias Figura 9. Diagrama de flujo del proceso de producción de leche desnatada y semidesnatada con recuperación de las descargas de la centrífuga desnatadora (LE: leche entera, MG: materia grasa, LD: leche desnatada). P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 117 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 117 mulan en el fondo del tambor de la centrífuga desnatadora durante su funcionamiento. Esto se traduce en una pérdida de aproximadamente 160 l/h de leche desnatada. En la mayoría de las lecheras estas descargas se desprecian y se llevan a la planta de tratamiento de agua residual. Estas pérdidas de leche que a simple vista parecen despreciablemente pequeñas, suponen un volumen de 800 l/día para una explotación lechera de 100.000 l/día. Si se acumularan en un depósito en lugar de verterlas y se sometieran a un tratamiento por MF con una membrana de tamaño de poro de 1,5 μm, se podrían recuperar el 95% de ellas, que en realidad sería leche de la misma calidad que la leche que sale de la centrífuga desnatadora, y por tanto se volvería a añadir a la misma línea de producción. En este caso, se reduciría también el vertido a unos 40 l de concentrado, compuesto básicamente por células somáticas y bacterias. El segundo punto crítico en estas industrias es el de las así conocidas “aguas blancas”. Se producen en las tuberías y los depósitos cuando se sustituye la leche por agua y el agua por leche por empuje para los procesos de limpieza y saneamiento. En realidad es leche diluida con agua (0,2% de SLT), que en la actualidad, y en la mayoría de las empresas lecheras, se desprecia y acaba en el vertedero. En este caso, la solución a este problema pasa por una pequeña ampliación de las instalaciones existentes, que consiste en un depósito de recepción de las aguas blancas y una planta de OI, en la que estas aguas se concentran del 0,2 al 18% de SLT (que es la concentración normal de SLT en la leche). A partir de ahí se añaden en la línea de leche correspondiente. Con este sistema se puede tratar tanto leche entera como desnatada o semidesnatada. En la foto 11, cedida por la filial madrileña de Koch Membrane Systems Inc., se puede ver el efecto de este tratamiento sobre el subproducto y el producto final. Blancas Concentrado Permeado Foto 11. Muestras de aguas blancas de una lechera y los correspondientes concentrado y permeado, después de un tratamiento por OI. Es importante reseñar que este proceso puede ser válido no sólo para aguas blancas de lecheras, sino para muchos otros alimentos líquidos que se manejan en la industria alimentaria, como lactosuero, mostos, vinos, sidras, zumos, extractos de té, café, gelatina, melazas, clara de huevos, hemoglobina, etc., ya que la limpieza de depósitos y tuberías es una actividad habitual en todas las empresas agroalimentarias. Recuperación de subproductos de la producción de mostos y vinos por filtración en flujo tangencial Uno de los subproductos de mayor volumen que se forma en la industria de producción de mostos y vinos son las correspondientes lías de clarificación. Se caracterizan por su alto contenido en só- P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 118 Retos medioambientales de la industria alimentaria 118 lidos en suspensión y difícil manejo. Hace unos pocos años existían sólo dos posibles tratamientos para estos subproductos: filtración por filtros prensa o de tierras de diatomeas, en la que se separaban los sólidos como una torta de filtración y el mosto o el vino filtrado se recuperaba como un producto, o se enviaba a las alcoholeras para su destilación. Ambos tratamientos de filtración se caracterizan por ser muy laboriosos, además de su baja eficacia y generación de desechos sólidos de difícil eliminación. Actualmente, las membranas de microfiltración tubulares, como el equipo que se muestra en la foto 12, pueden tratar suspensiones con elevadas cargas Foto 12. Planta de MF multitubular de Koch Membrane Systems para recuperación de lías de mostos y vinos. de sólidos, y ofrecen una alternativa mucho más eficaz y, sobre todo, sin desechos. Otro subproducto de interés industrial que se genera en las empresas elaboradoras de mostos y vinos es el orujo de uva tinta, ya que es rico en antocianos, pigmentos de color rojo de gran importancia en la industria alimentaria por su poder colorante. Es un subproducto de gran abundancia, que normalmente acaba en las alcoholeras para la producción de alcohol vínico. En España, todavía hay alguna alcoholera que se dedica a la recuperación de este colorante, conocido con el nombre comercial de enocianina, pero hay que reseñar que es un negocio muy difícil, que se lo pueden permitir sólo algunos. Las razones son varias y entre ellas destacan las siguientes: se precisan orujos de altos contenidos en antocianos (normalmente de variedades de uvas tintoreras), y esto es cada vez más difícil, ya que los mercados piden vinos con mucho color y, por tanto, los orujos que salen de las bodegas son bastante pobres en antocianos (8, 9), esto hace también que los orujos con contenido en antocianos aceptables suban de precio y encarezcan el producto final; el proceso de producción de extractos de antocianos es bastante complejo y caro por sí mismo y necesita instalaciones de extracción sólido/líquido a gran escala, disponibilidad de almacenes (depósitos de acero inoxidable) con elevada capacidad, necesidad de instalaciones complejas de refrigeración, purificación (decanters, equipos de MF y/o UF, resinas de adsorción, etc.), concentración y secado; la dificultad de competir en precios con las empresas chinas. Por supuesto, tantas adversidades pararían al empresario más atrevido a lanzarse en una aventura de este tipo. Pero se da este ejemplo porque es muy instructivo a la hora de explicar que no siempre la recuperación de subproductos es cuestión de disponibilidad de materias primas y tecnologías, sino de un conjunto de posibilidades tecnológicas y comerciales que se tienen que cumplir en su conjunto. P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 119 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 119 Recuperación de subproductos de la producción de zumos cítricos por filtración en flujo tangencial En las líneas de producción de zumos de cítricos, una vez lavadas, seleccionadas, tamizadas y enfriadas las frutas, se les extrae el zumo por un sistema de perforación y compresión en una unidad de extracción (10). La compresión, además de hacer escurrir el zumo de la parte interior de la cáscara (que se recoge por un sistema de tubos), produce la salida de los aceites esenciales por la parte exterior, que, mediante un sistema de lavado, se conducen hacia la vía del aceite. De este modo, se obtienen los productos de mayor valor añadido: el zumo y el aceite esencial. Las cáscaras que quedan se secan y se transforman en ingrediente para la formulación de piensos para alimentación animal. Con esto, parece que la utilización de toda la riqueza de estas frutas es completa, ya que prácticamente no se tira nada. Sin embargo, un análisis más detallado de la parte interior de la cáscara desechada indica que todavía queda una cantidad recuperable de pulpa, azúcares y otros sólidos extraíbles (11), que tienen el sabor característico de frutas cítricas y que acaban el ciclo productivo como piensos. En la recuperación de esta materia se puede utilizar el “proceso combinado” de Koch Membrane Systems (12). Se denomina combinado porque integra el efecto de dos procesos, la UF y la adsorción selectiva por resinas de los compuestos que imparten el sabor amargo de los zumos cítricos. En un principio, este proceso se desarrolló para el tratamiento de zumos de primera calidad, pero posteriormente se vio su gran potencial en la recuperación de pulpa y sólidos solubles de las cáscaras de cítricos (SSC), y es cuando se lanzó su aplicación para la recuperación de estos subproductos. En la figura 10 se muestra sólo una parte del proceso clásico de producción de zumos de cítricos, en la que se pueden apreciar los puntos de innovación y los productos obtenidos por el “proceso combinado”. Para la recuperación del resto de pulpa, azúcares y SSC, las cáscaras exprimidas se cortan y se someten a una extracción con agua. El extracto se recoge en un depósito-pulmón, en el que además se pueden juntar las aguas de lavado de la pulpa y aguas amarillas de empuje para formar un extracto cítrico, rico en pulpa (6%), sólidos solubles cítricos (SSC) (2-4%) y restos de aceites esenciales (figura 10). Esta suspensión se conduce a través de un módulo de UF tangencial multitubular de membranas de 180.000 Da de MMCO, en el que se separa a un concentrado de pulpa y aceites y a un permeado que contiene los SSC, entre los que destaca la limonina, compuesto conocido por su sabor amargo desagradable, que se tiene que separar. El concentrado se separa adicionalmente mediante una centrífuga en pulpa turbia (que se utiliza como enturbiante para la producción de bebidas turbias) y aceites esenciales. Por otro lado, el permeado se somete a un tratamiento adicional por NF, en el que la limonina atraviesa la membrana con el permeado, mientras que el retenido se enriquece en SSC. A continuación, el permeado se pasa por una resina de adsorción selectiva, donde la limonina se retiene, y el permeado, libre de limonina, se junta de nuevo con el concentrado enriquecido en SSC para dar lugar a un concentrado de SSC equivalente a un zumo P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 120 Retos medioambientales de la industria alimentaria 120 Cortado de cáscara Extracción con agua Extracto de SSC + aceites 60% pulpa + aceites Aceites Centrífuga Aguas amarillas de empuje 2-4% SSC + 6% pulpa + limonina Aguas de lavado de pulpa UF multitubular 180 kDa SSC + limonina Concentrado de pulpa “muy turbia” NF Permeado de limonina SSC RA Aditivo para bebidas refrescantes Concentrado de 12% de SSC con amargor reducido = zumo Permeado sin limonina Figura 10. Diagrama de flujo del proceso combinado de recuperación de concentrado de pulpa, aceites esenciales y concentrado de SSC con amargor reducido, dentro del proceso de producción de zumos cítricos (SSC: sólidos solubles cítricos; RA: resina de adsorción). de cítricos (12% de SSC), con amargor reducido. En algunos países, este concentrado se conoce también como zumo de cáscaras de cítricos. Por sus cualidades sensoriales, es muy parecido a un zumo de cítricos, pero es algo más amargo y no se puede añadir a los zumos naturales, ya que está obtenido con agua procedente de fuentes externas. Sin embargo, sí puede sustituir a los zumos cítricos en la formulación de bebidas refrescantes, con un precio bastante competitivo. Señalar también que, después de un ciclo completo de separación, las resinas de adsorción se saturan del material adsorbido (básicamente limonina) y se someten a un proceso de regeneración. Este tratamiento termina con la obtención de una disolución rica en limonina, cuyo volumen puede ser importante. Desgraciadamente, a pesar de las grandes utilidades que tiene este compuesto en la industria, en la actualidad ninguna empresa que tiene instalado el proceso combinado ha sido P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 121 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 121 capaz de transformarlo en un producto de valor añadido, por lo que los efluentes de regeneración, normalmente, acaban en los vertederos. Este caso es un ejemplo más que demuestra la importancia decisiva del conocimiento de los mercados de los subproductos a recuperar. Me gustaría que fuera también un estímulo para los investigadores y empresarios en la búsqueda de una solución adecuada para este subproducto, cuyo desarrollo, en mi opinión, es sólo cuestión de tiempo y quizás de suerte, que caiga en las manos de un equipo tecnomercantil de profesionales de tipo “creativo”. En la foto 13 se muestra una planta de UF de Koch Membrane Systems para la recuperación de pulpa y zumo de cáscaras de naranjas. Foto 13. Planta de UF de Koch Membrane Systems para la recuperación de pulpa y zumo de cáscaras de naranjas. Recuperación de CIP ácidos y básicos por filtración en flujo tangencial Por último, se incluye en esta revisión un grupo de materiales que no son alimentos, pero son de gran importancia para la industria alimentaria, tanto por su efecto medioambiental como por sus costes: las disoluciones de limpieza CIP. Bajo esta abreviatura se conocen los sistemas de limpieza in situ (cleaning in place) de las superficies internas de aparatos, depósitos, tuberías, intercambiadores de calor, etc., que se llevan a cabo mediante el bombeo de disoluciones de limpieza por sistemas auxiliares, conectados a los sistemas de procesado, que se activan cuando se tiene que entrar en un ciclo de limpieza o saneamiento, sin necesidad de desmontar las instalaciones de procesado. Son muy adecuados para sistemas de procesado complejos, cuyo desmontaje supondría grandes paradas en la producción y, sobre todo, para instalaciones en las que se requieren altos niveles de limpieza, como son los de la industria agroalimentaria. Para llevar a cabo las operaciones CIP se utilizan agentes de limpieza agresivos, que por su naturaleza química son fundamentalmente bases (disoluciones de sosa o potasa al 0,2-2,0%) o ácidos (disoluciones de ácido nítrico, fosfórico o cítrico al 0,5-2,0%). Con el uso, estos agentes de limpieza se ensucian y pierden su capacidad de disolver materiales indeseados y, por tanto, se tienen que sustituir por nuevos. Aquí, la solución más eficaz encontrada hasta la actualidad de nuevo pasa por los equipos de membranas. Según se puede apreciar de la figura 11, las disoluciones de limpieza usadas y exhaustas se acumulan en un depósito y de ahí se pasan a un módulo de NF (de 200 Da) en el que se concentran las partículas sólidas, los microorganismos y las moléculas disueltas, mientras que la mayor parte de la disolución de limpieza (básica o ácida), pasa con el permeado y se devuelve al depósito de disoluciones CIP, correspondiente a bases P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 122 Retos medioambientales de la industria alimentaria 122 Disolución de limpieza CIP ácida Disolución de limpieza CIP básica Disolución de limpieza CIP ácida exhausta Disolución de limpieza CIP básica exhausta NF (200 Da) Concentrado: desecho Agente CIP recuperado Figura 11. Diagrama de flujo del proceso de recuperación de disoluciones de limpieza CIP exhaustos. o ácidos. De esta forma se recupera más del 85-90% del volumen inicial de las disoluciones de limpieza utilizado. La mayor ventaja de este tratamiento es que utiliza membranas poliméricas, pero de una gran resistencia química, lo que permite trabajar tanto con ácidos como con bases (pH 0-14), a temperaturas de hasta 70 ºC y a concentraciones bastante elevadas: por ejemplo, 15% de ácido sulfúrico. Además, toleran los disolventes orgánicos como ninguna otra membrana polimérica conocida: por ejemplo, pueden operar en 100% de acetona. En lo que se refiere a costes de inversión, son sistemas relativamente caros: una planta con capacidad de transformar 20.000 l/día de una disolución de limpieza exhausta con 5.000 mg/l de demanda química de oxígeno, considerando un reemplazamiento de membranas cada 2 años y los correspondientes costes energéticos y de materiales fungibles, puede recuperar su inversión, por los ahorros de sosa y ácidos recuperados, en un plazo de 5 años. En la foto 14 se puede ver la planta AlkaSave® de recuperación de disoluciones P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 123 Tecnologías de separación por membranas para la revalorización de subproductos alimenticios 123 de limpieza CIP de Koch Membrane Systems, así como muestras de una disolución de limpieza CIP exhausta, antes y después del tratamiento por esta planta. ration techniques for chemical engineers. New York, EE.UU.: McGraw-Hill Companies Inc., 1996; 2-3-86. 6. Daufin G, René F, Aimar P. Les separations par membrane dans les procédés de l'industrie alimentaire, Multon JL, editores. Collection Sciences & Techniques Agroalimentaires. Paris, Francia: Lavoisier Tec & Doc., 1998. 7. Linden G, Lorient D. Lactosueros. En: Bioquímica agroindustrial; revalorización alimentaria de la producción agrícola. Zaragoza: Editorial Acribia, 1996; 215-30. Foto 14. La planta AlkaSave® de recuperación de disoluciones de limpieza CIP de Koch Membrane Systems, así como muestras de una disolución de limpieza alcalina exhausta, antes (de color marrón oscuro) y después (incolora) del tratamiento por esta planta. Bibliografía 1. Pródanov M, Alonso GL, Salinas MR, López F, Güell C. La técnica de separación por membranas semipermeables y su empleo en la industria vinícola. Tecnología del Vino 2004; 16:35-46. 2. Cheryan M. Ultrafiltration and microfiltration handbook. Lancaster, Pennsylvania, EE.UU.: Technomic Publishing Co., 1998. 3. Holdich RG. Membrane technology. En: Solid-liquid filtration and separation technology. Weinheim, Alemania: VCH Verlagsgesellschaft mbH, 1996; 359-96. 4. Baker RW. Membrane technology and applications. New York, EEUU: McGraw-Hill Companies Inc., 2000. 5. Porter MC. Membrane filtration. En: Schweitzer PA, editores. Handbook of sepa- 8. Prodanov M, Salinas MR. Estimation of anthocyanin pigment potential of wine grape pomace. 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P390_SEGUNDAS (Mary) 27/3/12 19:42 Página 124 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 125 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal Maite Zazpe Cenoz Introducción España posee una importante industria de procesado de alimentos en la que la industria conservera debe ser tenida en consideración por su crecimiento. El porcentaje de subproductos generados por este sector oscila entre un 5 y un 85%, lo cual constituye una importante fuente de materia prima de carácter orgánico para el desarrollo de un proceso de valorización. La industria española de alimentación y bebidas cerró 2009 con unas ventas netas por valor de 84.600 millones de euros. Esta cifra supone el 14% de las ventas netas del total de la industria y el 8% del PIB español, lo que la convierte en el primer sector industrial de la economía española y el quinto de Europa (1). El futuro de la industria agroalimentaria pasa por una valorización de sus residuos. Sin embargo, para ciertos casos los volúmenes a tratar y los procesos de tratamiento pueden hacer costosa su valorización. Para conseguir una mayor eficacia económica global, puede ser interesante combinar dos formas de valorización: la valorización económica y la valorización energética. Una alternativa para la valorización de residuos agroalimentarios puede ser su empleo para la obtención de compuestos de alto valor añadido como carotenos o to- coferoles (para la industria farmacéutica, cosmética o agroalimentaria), en una primera etapa, y un posterior aprovechamiento del subproducto obtenido en esta etapa para su empleo para la producción de biocarburantes: bioetanol o biogás. Las técnicas empleadas para la extracción de sustancias de alto valor añadido fueron la extracción por fluidos supercríticos y la filtración por membranas de acuerdo a la naturaleza de los metabolitos de interés. Estas técnicas son consideradas medioambientalmente limpias, frente a los métodos tradicionalmente empleados para extracción, que normalmente implican el uso de solventes orgánicos (2). El bioetanol es considerado un biocarburante prometedor para la sustitución de la gasolina en el sector del transporte (3). La producción de bioetanol durante el año 2009 ascendió a 437 millones de litros en España (tercer país productor de bioetanol en Europa) (4). Los procesos actuales para producción de bioetanol emplean caña de azúcar (hemisferio sur) o grano de cereal (hemisferio norte) como materias primas, pero compiten directamente con el mercado alimentario (5). Es necesario reducir las costes de producción buscando nuevas materias primas alternativas para hacerlo competitivo frente a los combustibles fósiles (6). P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 126 Retos medioambientales de la industria alimentaria 126 Esta doble valorización ha sido desarrollada en los proyectos DOVAREC I y DOVAREC II (2005-2009) (7, 8). Estos proyectos tratan de ofrecer una posible solución para los residuos provenientes del sector de procesado de hortalizas y frutas. Actualmente, el proyecto VALUE (20102012) continúa la investigación realizada en los proyectos anteriores con la realización de pruebas a escala piloto y la transferencia de los resultados tecnológicos obtenidos a las empresas del sector (9). El concepto de biorrefinería es análogo al actual concepto de refinería de petróleo, que produce múltiples combustibles y productos a partir del petróleo. Una biorrefinería se beneficia de diferentes tipos de biomasas para producir múltiples productos, maximizando el valor de la biomasa. Dentro de este marco, los residuos agroalimentarios pueden ser considerados una materia prima prometedora debido a su composición, abundancia y disponibilidad (10). Elección de las matrices vegetales El sector de preparación y conservación de frutas y hortalizas en España abarca multitud de productos, y cuenta con una producción en torno a 1.300.000 toneladas anuales destinadas al mercado doméstico, la exportación y las marcas de distribución. En este volumen se incluyen tanto las conservas de hortalizas como las de fruta, siendo las conservas de tomate las que representan un mayor volumen, en torno a 500.000 toneladas anuales. Actualmente, estos residuos son recogidos por los ganaderos de la zona y reutilizados para alimentación animal, excepto en épocas de elevada producción, donde parte de estos residuos son eliminados en vertedero. Dentro del plan de “Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España 20042012”, publicado por el Ministerio de Economía en noviembre de 2003, se valora que la actividad de una conservera produce un promedio de 10-13 t/día de residuos orgánicos. Debido al elevado volumen producido, es necesario buscar nuevas alternativas de gestión que permitan revalorizar y/o reducir el volumen del residuo generado. En la actualidad, las alternativas de valorización de residuos que las industrias productoras están teniendo en cuenta son la biometanización y/o el compostaje. Por otro lado, cabe destacar que, en ocasiones, el contenido en humedad de los residuos generados es especialmente elevado, lo cual obliga a incluir etapas de deshidratación o secado a la hora de gestionarlos eficientemente, lo cual incrementa notablemente los costes del proceso. Dentro de estas técnicas de valorización, la producción de bioetanol a partir de los residuos hortofrutícolas se perfila como opción eficaz, ya que evitaría estos costes adicionales, permitiendo, a su vez, incrementar los beneficios de la planta industrial al obtener un biocarburante de elevado valor añadido. Para la elección de las matrices vegetales fueron analizados datos procedentes de un informe de inventariado de residuos de la industria agroalimentaria realizado por el Gobierno de Navarra para el año 2003, en colaboración con 76 empresas conserveras del Catálogo de Industria de Navarra o asociadas a AGRUCON o CONSEBRO P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 127 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal 127 (“Inventario de Materia Orgánica Residual de Navarra. Análisis de la Gestión”). En dicho informe se identifican, cuantifican y caracterizan los residuos producidos por la industria conservera y de transformación fresca de producto. Analiza la cantidad, el ratio de residuo en relación con la materia prima, el tipo de residuo y la estacionalidad con la que se produce a lo largo del año. La elección de los residuos se hizo en base a distintos factores: • Por volumen y/o cantidad, de modo que resulten ser más costosos de eliminar. Se trata de residuos problemáticos y que se generan en gran cantidad en origen. • Por sus cualidades como materia prima para la producción de compuestos de alto valor añadido y biocarburantes. Preferentemente interesa trabajar con los residuos potencialmente adecuados para ambas aplicaciones, para un mayor aprovechamiento de los mismos. – Por su estacionalidad, ya que esta determinará la producción del biocarburante. – Lugar de generación, preferentemente conviene seleccionar residuos que se produzcan conjuntamente en la zona de Navarra o Aquitania, ya que no sería necesario transportarlos largas distancias. • Por su heterogeneidad. Las industrias conserveras y congeladoras de Navarra produjeron durante el año 2003 un total de 52.081 t/año de residuos sólidos orgánicos, que ha ido aumentando aproximadamente un 6,8% en los años sucesivos, debido fundamental- mente a la creación de nuevos regadíos y a la mejora y modernización de los ya existentes. La naturaleza de estos residuos es diversa y varía en función del origen vegetal de la materia prima transformada y del proceso industrial al que es sometida. El 67,8% de los residuos provienen de la transformación de seis hortalizas: tomate, cardo, pimiento, crucíferas, espárrago y alcachofa. Estos residuos tienen un carácter estacional muy marcado, puesto que la mayoría de las materias primas únicamente están disponibles en épocas del año muy concretas. El segundo grupo más mayoritario corresponde a las leguminosas (15,9%). Las leguminosas generan residuos durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre, pudiendo suplir de esta manera el déficit que se produce durante estos meses de residuos mayoritarios, indicados en el párrafo anterior. Además, resultan interesantes los residuos derivados de la patata y la zanahoria, que si bien no son tan elevados como los anteriores, ambos suponen un 1% del total y presentan como ventaja que se generan durante todo el año. A pesar de que el volumen producido en la Comunidad Foral de Navarra no es elevado, su valorización para la producción de bioetanol o biometano puede resultar muy interesante para otras comunidades autónomas como Castilla y León, Andalucía y Galicia, donde la producción es elevada. Finalmente, los residuos resultantes de las etapas de procesado de las frutas (melocotones, fresas, cítricos, albaricoques, manzanas, ciruelas, peras), aunque generan un porcentaje de residuos del 6,3% y sus periodos estacionales son relativamente cortos, pueden tener un elevado P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 128 Retos medioambientales de la industria alimentaria 128 giones de Navarra y Aquitania, de acuerdo a la problemática de ambas regiones. contenido en azúcares, lo que les confiere un gran valor potencial como materias primas para la producción de bioetanol. Asimismo, puede resultar muy importante su valorización para otras comunidades autónomas eminentemente productoras de frutas y cítricos, como pueden ser la Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y Murcia. Para la elaboración de este estudio se han empleado muestras tanto de residuo inicial como después de ser sometido a un proceso de extracción, para su valorización como fuente de sustancias de interés. En la siguiente gráfica se representa la estacionalidad y el lugar de procedencia de los residuos seleccionados. También fueron analizados de igual forma los residuos producidos en Aquitania (Francia) para determinar qué residuos son los más interesantes para una doble valorización en la región Navarra-Aquitania. Estos dos factores son claves a la hora de considerar estos residuos para la producción de etanol, ya que una futura planta debería ser suministrada a lo largo de todo el año. Además es necesario tener en cuenta el perecimiento de estos subproductos. Es necesario que la planta esté ubicada en el foco de generación de los mismos, ya que de otra forma se encarecería tremendamente el proceso. En la fase preliminar de este estudio se han caracterizado ocho residuos vegetales procedentes del procesado de la industria agroalimentaria: pimiento, alcachofa, cardo, guisante, maíz, brócoli, judía verde y zanahoria. Estos residuos fueron preseleccionados en base a la problemática existente en Navarra y en la región de Aquitania. A continuación se muestras las imágenes de los subproductos seleccionados. Posteriormente, se seleccionaron, de acuerdo a los resultados preliminares obtenidos, los residuos de pimiento y zanahoria, en el caso de los residuos vegetales. Debido a que los ensayos de extracción de compuestos de elevado valor añadido llevados a cabo con melocotón no generaron concentraciones de compuestos suficientemente elevadas, los recortes de melocotón empleados son los originales recogidos en la industria agroalimentaria. Además, estos estudios incluyeron también el análisis de residuos de frutas. Los residuos seleccionados fueron residuos de fresa, kiwi y melocotón por parte de las re- Gráfica 1. Estacionalidad y procedencia de los residuos seleccionados. Subproductos E F M A M J Melocotón Fresa • J A S O • • • • Pimiento • • • • • • D • Lugar Navarra • Aquitania/Navarra Kiwi Zanahoria N • • • • Aquitania • • • Navarra/Aquitania • • Navarra P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 129 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal 129 a b c d f g h i e Imagen 1. (a) Recortes de melocotón de la industria agroalimentaria navarra. (b) Residuo de fresa procedente de la industria agroalimentaria aquitana, piezas pequeñas excluidas del proceso por cuestiones de calidad. (c) Residuo de kiwi fresco de la industria agroalimentaria aquitana, piezas excluidas del proceso debido a su tamaño, forma, etc. (d) Residuo fresco de zanahoria de la industria agroalimentaria navarra, piezas excluidas del proceso debido a su tamaño, forma, etc. (e) Residuo fresco de pimiento de la industria agroalimentaria navarra, rabillos y pepitas desechados en el proceso de asado de los pimientos. (f) Residuo de fresa tras un proceso de centrifugación para extracción de sustancias de alto valor añadido. (g) Residuo liofilizado de kiwi extraído por fluidos supercríticos. (h) Residuo liofilizado de pimiento extraído por fluidos supercríticos. (i) Residuo liofilizado de zanahoria extraída por fluidos supercríticos. Metodología empleada para determinar el potencial de producción de bioetanol de los subproductos seleccionados Las pruebas se han llevado a cabo en matraces, en volúmenes de 100 y 250 ml, y han sido escaladas hasta un volumen de 1 litro. Las pruebas llevadas a cabo en biorreactores permiten corroborar que los resultados obtenidos en matraces son perfectamente escalables, por lo menos hasta un volumen final de hasta 1 litro. Caracterización de las matrices vegetales De acuerdo al interés de estos subproductos para la producción de bioetanol, se analizó su contenido en humedad, proteínas, extractivos, azúcares solubles, celulosa, hemicelulosa, lignina, pectinas y cenizas. Los ensayos de caracterización fueron llevados a cabo siguiendo los métodos LAP (Laboratory Analytical Procedures) desarrollados por el NREL (National Renewable Energy Laborator, USA), basados a su vez en normas ASTM y los métodos desarrollados por la AOAC (Association of Official Analytical Chemistry) para el análisis de biomasa. Las matrices vegetales seleccionadas fueron caracterizadas tanto en su estado original (tal y como son recogidas de las industrias agroalimentarias) como después de haber sido extraídas de las mismas los productos de alto valor añadido (imagen 1). Para determinar el contenido en humedad, se introduce una muestra (por triplicado) en una estufa a 105 ± 3 ºC durante 24 horas, consiguiendo así eliminar el contenido total de agua presente en el material. Asimismo, sobre la muestra se- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 130 Retos medioambientales de la industria alimentaria 130 cada a 45 ºC se determina la humedad residual siguiendo el procedimiento anteriormente explicado. La determinación del contenido en cenizas de las muestras se lleva a cabo, por triplicado, mediante una calcinación en un horno mufla a 575 ± 25 ºC durante 3 horas (11). La determinación de contenido en celulosa, hemicelulosa y lignina se realizó de acuerdo al método Van Soest, en el que se determina el NDF (fibra neutro detergente) y el ADF (fibra ácido detergente), a través de un equipo de extracción de fibra. Las diferentes fracciones de la fibra se extraen con determinados disolventes y temperaturas y se cuantifican gravimétricamente (12). La determinación de azúcares solubles se hace por duplicado mediante una solubilización en agua a 80 ºC durante 60 min, en una relación sólido-líquido de 0,5%. La identificación y cuantificación de los azúcares se realiza mediante cromatografía líquida (HPLC) y se hace por duplicado. La determinación del contenido en proteínas se realiza por duplicado y basándose en el ensayo para la determinación de nitrógeno total Kjeldahl (TNK). La digestión se realiza a 370-400 ºC empleando 15 ml de H2SO4 durante 60-110 min, empleando como catalizadores 5 g de K2SO4 y 250 mg de CuSO4. 5H2O. Las muestras resultantes se neutralizan en exceso con NaOH (45%) y se destilan. Se emplean 60 ml de H3BO3 como solución colectora del NH4+ destilado. La valoración de la solución se lleva a cabo con H2SO4 0,1 N. El factor de conversión (nitrógeno amoniacal-proteínas) utilizado es 6,25 (13). El contenido de pectinas fue determinado mediante cuantificación de ácido galacturónico hidrolizado mediante pectinasas y determinado mediante HPLC. La determinación de los azúcares presentes en las muestras se realizan por HPLC empleando una columna ION 300 (Transgenomics) a 72 ºC, empleando una disolución de H2SO4 en agua 0,0085 N como fase móvil, con un flujo isocrático de 0,4 ml/min y un detector de índice de refracción. Todas las muestras son filtradas previo a su análisis, empleando filtros de membrana de 0,2 μm. El contenido de etanol de la fracción líquida de fermentación hidrolizada fue determinado mediante cromatografía de gases (CG)-FID, equipada con una columna DBWAX-15 m, y un detector de ionización de llama. Las condiciones de análisis fueron 110 ºC de temperatura del horno y 200 ºC de temperatura en el detector. 1-Propanol fue utilizado como estándar interno. Pretratamiento de las matrices vegetales Estas matrices vegetales fueron sometidas a una etapa previa de pretratamiento para solubilizar los azúcares de la hemicelulosa y romper las estructuras celulares, haciendo que la celulosa sea más accesible al ataque enzimático. Posteriormente, estas materias primas fueron sometidas a un proceso de hidrólisis enzimática mediante enzimas comerciales (celulasas, hemicelulasas, etc.). Una vez liberados los azúcares simples se procedió a llevar a cabo la fermentación mediante el empleo de una levadura convencional. La celulosa y la hemicelulosa son polisacáridos que pueden ser hidrolizados a azúcares simples y fermentados a etanol. Debido a la compleja estructura química de estos materiales, la tecnología nece- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 131 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal 131 saria para este proceso difiere de la tecnología industrial convencional. Es necesario primero un pretratamiento, que puede ser físico, químico o biológico (hidrólisis ácida, explosión a vapor, oxidación húmeda, etc.), para romper las estructuras celulares, haciendo esta materia prima más accesible al ataque enzimático antes de la fermentación (14). Durante el proceso de pretratamiento, se forman los productos de degradación de las pentosas y hexosas, que primordialmente son furfural y 5-hidroximetilfurfural (15). Estos compuestos son tóxicos y en determinada concentración son capaces de inhibir los procesos enzimáticos y fermentativos. Además deben ser separados (detoxificación) o neutralizados antes de la fermentación; deberán aplicarse grandes cantidades de microorganismo fermentador en la fermentación (16). El desarrollo de la fermentación y el tipo y cantidad de inhibidores varía dependiendo del tipo de hidrolizado lignocelulósico y de la naturaleza química del proceso de pretratamiento (17). Estos residuos fueron sometidos a pretratamientos “suaves” (hidrólisis ácido diluida y autohidrólisis o pretratamiento hidrotermal) o incluso, en algunos casos, no fue necesario llevar a cabo esta etapa, dada la composición de estos residuos (contenido en lignina bajo) y a experiencias previas ensayadas con residuos similares en el laboratorio de biomasa de CENER, que indican un elevado contenido en azúcares solubles (sacarosa) ya disponibles. El que no sea necesario realizar una etapa de pretratamiento supone una gran ventaja sobre este tipo de residuos, ya que es la etapa que más encarece el proceso en el bioetanol a partir de lignocelulosas debido a su gran coste energético. En los casos de los residuos de zanahoria y pimiento tanto extraídos como sin extraer, se aplicaron pretratamientos entre 100 y 120 ºC durante un rango de 5 a 20 minutos con y sin adición de un 0,5% (p/p) de H2SO4. En el caso de los residuos de frutas tanto extraídos como sin extraer (melocotón, kiwi y fresa), no fue necesaria la realización de una etapa de pretratamiento para la extracción de azúcares. Hidrólisis enzimática de las matrices vegetales La hidrolisis enzimática de las muestras ha sido llevada a cabo con diferentes mix enzimáticos. Las enzimas empleadas son una mezcla de celulasas, hemicelulasas, arabinasas, ß-glucanasas, xilanasas y celobiosas. Todas ellas han sido amablemente suministradas por Novozymes. La dosis enzimática empleada fue 1% (p/p) de celulasa, hemicelulasa, arabinasa, ß-glucanasa y 0,5% (p/p) de xilanasa y celobiasa. La hidrólisis enzimática fue llevada a cabo a 50 ºC, 180 rpm y hasta 72120 horas en un agitador orbital y en biorreactor. Se tomaron muestras cada 24 horas. De manera previa, se realizaron numerosas pruebas de hidrólisis enzimática y fermentación a los residuos originales. Una vez realizados estos ensayos, se procedió a realizar una comparativa en paralelo con los residuos frescos iniciales y los residuos extraídos para comprobar las posibles diferencias entre ambos. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 132 Retos medioambientales de la industria alimentaria 132 Fermentación de las matrices vegetales Los ensayos de fermentación fueron llevados a cabo en matraces de 100 ml en agitador orbital y en biorreactores a 37 ºC y 180 rpm. El microorganismo empleado fue Sacharomyces cerevisiae, gentilmente cedido por Fermentis. El medio de cultivo empleado para hacer crecer el inóculo fue YPD (Yeast-Peptone-Dextrose) al 2% de glucosa. La concentración de levadura inoculada fue de 107 UFC/ml. Se han realizado pruebas preliminares de fermentación tanto a los residuos previamente sin extraer como a los residuos extraídos por fluidos supercríticos. De esta forma, se han observado las posibles diferencias que puedan existir entre los residuos iniciales y los residuos proporcionados después de la extracción. Esta levadura se caracteriza porque es capaz de fermentar eficientemente azúcares de seis carbonos (glucosa, fruc- tosa, galactosa, maltosa…); sin embargo, no puede transformar a etanol azúcares de cinco carbonos (xilosa, arabinosa, ribosa…). La duración del proceso de fermentación varía entre 6 y 27 horas. Los rendimientos teóricos de etanol han sido calculados en base a la cantidad de azúcares solubles (totales y fermentables) presentes en el medio al comienzo del proceso de fermentación, divididos por el factor 1,96. Resultados Resultados de caracterización de los subproductos vegetales seleccionados A continuación, en la tabla 1 se recogen los datos de caracterización de los residuos de la industria conservera vegetal seleccionados. Tabla 1. Resultados de caracterización de los residuos vegetales seleccionados, tanto originales como tras ser sometidos a un proceso de extracción para la obtención de productos de alto valor añadido. Componentes % (p/p) b.s. Pimiento Pimiento FSC Zanahoria Zanahoria FSC 8,5 ± 0,2 6,1 ± 0,5 11,9 ± 0,1 8,3 ± 0,1 Proteínas 14,8 ± 0,2 15,7 ± 1,1 9,1 ± 0,4 8,4 ± 0,4 Azúcares solubles 17,1 ± 2,2 24,2 ± 0,2 24,8 ± 1,5 26,8 ± 3,9 Fibra • Hemicelulosa • Celulosa • Lignina 14,0 ± 0,4 10,7 ± 0,2 13,2 ± 0,2 12,9 ± 0,2 19,9 ± 0,3 10,4 ± 0,1 10,3 ± 2,3 12,0 ± 1,2 3,3 ± 0,9 9,1 ±1,5 11,0 ± 0,5 1,9 ± 0,4 Pectinas 1,3 ± 0,1 1,5 ± 0,2 13,7 ± 0,7 11,5 ± 0,2 Peso seco 22,3 ± 0,6 89,6 ± 0,4 19,5 ± 0,7 88,4 ± 0,2 Cenizas Los azúcares solubles representan el sumatorio de glucosa, fructosa y sacarosa. Las pectinas han sido cuantificadas como ácido galacturónico. p/p: peso/peso; b.s.: en base seca; FSC: extraído por fluidos supercríticos; Cent: residuo líquido de fresa tras un proceso de centrifugado en planta. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 133 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal 133 En el caso de los subproductos vegetales de pimiento y zanahoria, tanto industriales como los que han sido sometidos a una extracción de fluidos supercríticos, el porcentaje de azúcares totales (solubles, celulosa, hemicelulosa y pectinas) supera el 43% de su composición en peso seco. Si bien, hay que tener en cuenta la variabilidad de estos residuos debido a su elevada heterogeneidad. un lado, compuestos de elevado valor añadido, y por otro, la producción de un biocarburante como es el bioetanol. Respecto a la caracterización llevada a cabo sobre las matrices sometidas a una extracción por fluidos supercríticos, se ha podido observar que el contenido en azúcares totales se concentra en el caso del residuo de pimiento (de 43 a 58%), y en el caso del residuo de zanahoria, parece que la extracción no afecta al contenido de azúcares totales (de 61 a 58%). Por ello, y con los datos obtenidos, resulta muy interesante trabajar con los residuos sometidos a una extracción por fluidos supercríticos, ya que permitiría obtener, por Modelización del proceso de producción de bioetanol para los subproductos de la industria vegetal seleccionados En el caso de los residuos de frutas, son muy interesantes para su valorización energética, dada la gran cantidad de azúcares solubles presentes en estas materias primas, aproximadamente un 26-48%, exceptuando el residuo de fresa procedente de un proceso de centrifugación. Las condiciones más óptimas de pretratamiento para el residuo de pimiento y pimiento tras la extracción por fluidos supercríticos de los compuestos de interés han sido a temperatura de 110 ºC durante 5 minutos y sin adición de ácido. En ambos casos se observó que la adición de ácido sulfúrico en pequeñas concentra- Fresa Fresa cent. Kiwi Kiwi FSC Melocotón 9,3 ± 0,3 3,4 ± 0,1 11,2 ± 2,1 4,4 ± 0,1 3,3 ± 0,1 6,8 ± 0,1 13,2 ± 1,3 9,8 ± 0,2 7,4 ± 0,3 6,4 ± 0,1 47,9 ± 6,8 15,6 ± 1,7 25,6 ± 0,6 27,6 ± 0,8 46,6 ± 7,8 7,8 ± 0,4 8,8 ± 1,9 14,8 ± 1,6 0,1 ± 0,0 17,1 ± 0,7 12,8 ± 1,1 10,3 ± 0,3 6,8 ± 0,5 3,5 ± 0,2 0,1 ± 0,0 9,4 ± 0,1 15,8 ± 1,9 5,8 ± 0,5 8,2 ± 0,7 4,1 ± 0,0 5,9 ± 0,1 11,1± 0,5 3,9 ± 0,1 1,8 ± 0,4 7,5 ± 0,1 9,1 ± 1,1 7,1 ± 0,3 16,8 ± 0,5 90,9 ± 1,4 9,0 ± 0,5 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 134 Retos medioambientales de la industria alimentaria 134 ciones (0,5% en peso) no favorece el incremento de los rendimientos, por lo que supone una ventaja adicional. En el caso de los residuos de zanahoria y de zanahoria extraída por fluidos supercríticos, las mejores condiciones de pretratamiento fueron las correspondientes a temperatura de 115 ºC durante 20 minutos sin adición de ácido. Se demostró en este trabajo experimental que no es necesaria la presencia de ácido, como en otros pretratamientos más severos, para obtener mejores rendimientos, lo cual es realmente muy beneficioso. Se observó que en el caso de residuos de frutas (melocotón, fresa y kiwi), no es necesaria la realización de una etapa de pretratamiento, a diferencia de los residuos de hortalizas, ya que, por la composición y estructura de la materia, los azúcares se encuentran fácilmente accesibles a las enzimas (elevado contenido de azúcares solubles). La celulosa y hemicelulosa fueron hidrolizadas en el proceso de hidrólisis enzimática casi en su totalidad en todos los residuos analizados. Los azúcares (hexosas) hidrolizados fueron transformados eficientemente a etanol en todos los casos, a excepción de los residuos de pimiento (original y tratado por fluidos supercríticos) por la levadura Saccharomyces cerevisiae. En el caso del pimiento, no se ha conseguido llevar a cabo un proceso de fermentación, a pesar de que se ha intentado favorecer las condiciones para el adecuado crecimiento y desarrollo del microorganismo. Es posible, por tanto, que exista algún tóxico en el pimiento que inhiba la fermentación. A continuación se muestra en la gráfica 2 una estimación de las cantidades necesarias de los residuos frescos, tanto extraídos como sin extraer, para la obtención de 1 litro de etanol. Para ello se han tenido en cuenta los resultados obtenidos en las pruebas de laboratorio, comparando el efecto del proceso de hidrólisis enzimática y empleando un rendimiento medio de fermentación del 95% para obtener datos comparables (es decir, a partir de 1,67 kg de azúcares hidrolizados). De forma general para todos los residuos, se observa cómo la hidrólisis enzimática reduce la cantidad de residuo de partida necesaria para producir 1 litro de bioetanol. A excepción del residuo de fresa procedente de una centrifugación (son necesarios 51 kg para producir 1 litro de bioetanol), en los residuos sometidos previamente a una valorización (extracción por fluidos supercríticos) se mejoran los rendimientos de producción de etanol respecto a los residuos originales. En el caso del residuo de kiwi extraído son necesarios 16 kg para producir 1 litro de bioetanol, a diferencia del residuo de kiwi, para el que serían necesarios 17 kg. Ambos residuos serían los más eficientes desde el punto de vista de producción de bioetanol. En el caso de los residuos de zanahorias, se observa que son necesarios 6 kg menos de residuos de zanahorias extraídos para producir 1 litro de bioetanol. Si tenemos en cuenta las cantidades necesarias en peso seco, en el caso del residuo de kiwi extraído por fluidos supercríticos, son necesarios 2,8 kg para proporcionar 1 litro de bioetanol cuando P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 135 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal 135 kg Cantidad de residuo para producir 1 litro de bioetanol 140 Sin hidrólisis enzimática Con hidrólisis enzimática 120 100 80 60 40 20 0 Zanahoria Fresa Kiwi Melocotón Fresa cent. Kiwi FSC Zanahoria FSC Gráfica 2. Cantidad (kg) de residuo en peso fresco para obtener 1 litro de bioetanol, considerando un rendimiento medio de etanol del 95%. Se ha valorado tanto la posibilidad de realizar un proceso de hidrólisis enzimática como de fermentar directamente el residuo. La columna azul representa la cantidad necesaria si el residuo ha sido sometido a una etapa de hidrólisis enzimática. La columna granate representa la cantidad necesaria si el residuo no ha sido sometido a una etapa de hidrólisis enzimática. Cent: centrifugación; FSC: extracción por fluidos supercríticos. se emplean enzimas en el proceso. Esta cantidad es muy similar a la necesaria en el caso del residuo de kiwi original (3 kg). Por lo que en principio, el residuo de kiwi se perfila como potencial materia prima para una doble valorización, con unos rendimientos de producción de bioetanol muy elevados. El residuo de melocotón es el que mejores rendimientos daría en peso seco, ya que para 2,2 kg de melocotón en peso seco se obtendría 1 litro de bioetanol. En la gráfica 3 se comparan las cantidades estimadas necesarias para producir 1 litro de bioetanol a partir de una materia prima convencional. En esta gráfica se ha estimado la cantidad de residuo como la media de los diferentes residuos analizados en este pro- yecto. Como conclusión, si bien en peso seco las cantidades necesarias son comparables a las que se emplean con grano de maíz (3 kg de maíz frente a 2,9 kg de residuo), al tener un contenido de agua elevado, la cantidad se eleva a 20 kg, que dista bastante de la necesaria en el caso de lignocelulosas (5 kg). En cualquier caso, el uso de estos subproductos supone una adición de agua mucho menor al proceso y un mayor beneficio medioambiental, que deben ser tenidos en cuenta. Conclusiones Como conclusión, los residuos seleccionados y empleados para llevar a cabo los ensayos se caracterizan por: P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 136 Retos medioambientales de la industria alimentaria 136 kg Cantidad de residuo para producir 1 litro de bioetanol 20 15 10 5 0 Grano de maíz Lignocelulosa Residuo (bs) Residuo fresco Gráfica 3. Comparación de la cantidad (kg) necesaria para obtener 1 litro entre una materia prima convencional (maíz), una materia prima alternativa (lignocelulosa) y los residuos de vegetales estudiados (tanto en peso seco como frescos). Se ha considerado un rendimiento medio de etanol del 95%. • Contener una concentración elevada de azúcares solubles. entre los residuos originales y los residuos extraídos, por lo que pueden resultar muy adecuados para llevar a cabo este proceso secuencial de doble valorización mediante la obtención de compuestos de elevado valor añadido y producción de bioetanol. • Su estructura (bajo contenido en fibra y lignina) hacen que requieran un pretratamiento “suave” o ningún tipo de pretratamiento. • A pesar de no aplicar un pretratamiento o aplicar un pretratamiento “suave”, la hidrólisis enzimática es eficiente y se ha observado un incremento significativo en la cantidad de azúcares solubilizados. • Los resultados obtenidos en las pruebas de fermentación indican que estos residuos no contienen inhibidores del proceso, a excepción del residuo de pimiento. • En el caso de los residuos de fresas, hay una gran diferencia de rendimientos entre el extraído y el original, habiéndose perdido gran parte de los azúcares solubles durante el proceso de extracción. • Para los residuos de zanahoria y de kiwi, no se observan grandes diferencias • Para el residuo de melocotón, a pesar de que los resultados en cuanto a producción de bioetanol son muy positivos, no muestra ningún interés para la producción de compuestos de elevado valor añadido. Debido a ello, el proceso de doble valorización no es recomendable para este residuo, pero sí para la producción de bioetanol. Bibliografía 1. Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). http://www.fiab.es/es/industria/industria.asp. 2. Rozzi NL, Singh RK. Supercritical Fluids and the Food Industry. Comprehensive Reviews in food science and food safety 2000; 1:33-44. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 137 Opciones de aprovechamiento de los residuos de la industria alimentaria de origen vegetal 137 3. Portrait E. The potential of liquid biofuels in France. Renew Energ 1999; 16:1.084-9. 4. Eurostat. Barometer. http://epp.eurostat.ec. europa.eu/portal/pag/ portal/eurostat/home/. 5. Wheals AE, Basso LC, Alves DMG, Amorim, HV. Fuel ethanol after 25 years. Trends Biotechnol 1999; 17:482-7. 6. Palmarola-Adrados B, Choteborská P, Galbe M, Zacchi G. Ethanol production from nonstarch carbohydrates of wheat bran. Biores Technol 2005; 96:843-50. 7. DOVAREC I. Hacia una doble valorización de los residuos de vegetales de la industria conservera (2005-2007). Proyecto Interreg POCTEFA/Convenio Navarra Aquitania. 8. DOVAREC II. Hacia una doble valorización de los residuos de frutas de la industria agroalimentaria (2007-2009). Proyecto Interreg POCTEFA/Convenio Navarra Aquitania. 9. VALUE. Interreg Sudou. Intercambio y transferencia tecnológica sobre Valorización de residuos de la industria de transformados vegetales del SUDOE (2010-2012). Proyecto Interreg SUDOE. 10. Ragauskas AJ, Williams CK, Davison BH, Britovsek G, Cairney J, Eckert CA, Frederick WJ, Hallett JP, Leak DJ, Liotta CL, Mielenz JR, Murphy R, Templer R, Tschaplinski T. The path forward for biofuels and biomaterials. Science 2006; 311(5.760):484-9. 11. Sluiter A, Hames B, Ruiz R, Scarlata Ch, Sluiter J, Templeton D. NREL. Laboratory analytical procedures, 2004. 12. Van Soest PJ. Use of Detergents in the Analysis of Fibrous Feeds. II. 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P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 138 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 139 Aprovechamiento energético de residuos: biogás María Fernández-Polanco y Sara I. Pérez Elvira Introducción Los residuos generados en la industria alimentaria suelen presentar una importante concentración en materia orgánica biodegradable. Debido a esta característica, los procesos biológicos anaerobios son tratamientos adecuados que permiten transformar la materia orgánica presente en los residuos en biogás. De forma general, el esquema de una planta de generación de biogás consta de cuatro etapas: 1. Pretratamiento del residuo para adecuar sus características a las necesidades de operación del proceso anaerobio. 2. Proceso biológico anaerobio en el que parte de la fracción orgánica biodegradable contenida en el residuo es transformada por microorganismos anaerobios en biogás y nuevos microorganismos (biosólido). 3. Postratamiento del biosólido para adecuar sus características a las exigidas por la legislación en función de su utilización posterior. 4. Tratamiento y utilización del biogás para eliminar los compuestos que sea necesario (CO2, H2O, H2S, siloxanos…) dependiendo del uso final al que se va a destinar el biogás obtenido. Abordar el estudio de una planta de generación de biogás exige el conocimiento de las condiciones de operación de la parte más importante de la planta: el proceso anaerobio. Dependiendo de las condiciones en las que opere el proceso anaerobio, será necesario un tipo de pretratamiento del residuo. Por ejemplo, el pretratamiento es diferente si el reactor opera con un solo tipo de residuo o si se realiza una codigestión. De igual forma es sencillo imaginar que el postratamiento de un biosólido obtenido en un proceso vía húmeda (< 10% sólidos) será diferente que el de un biosólido que proviene de un proceso vía seca (> 10% sólidos). Por tanto, el estudio de una planta de producción de biogás requiere el estudio previo del digestor anaerobio para así poder entender los requerimientos del pretratamiento y del postratamiento. Teniendo en cuenta que el núcleo de la planta es la digestión y que todos los demás procesos dependen de cómo se opere el digestor, a continuación se describen brevemente las bases de los procesos anaerobio y los principales pretratamientos y postratamientos que se pueden encontrar en una planta de tratamiento de residuos para producción de biogás. En los procesos biológicos anaerobios la fracción orgánica biodegradable contenida en el residuo es transformada por microorganismos anaerobios en biogás y nuevos microorganismos (biosólido). P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 140 Retos medioambientales de la industria alimentaria 140 Este esquema sencillo de degradación de materia orgánica, en la práctica, se realiza a través de una serie compleja de reacciones bioquímicas que transcurren tanto en paralelo como en serie. A la vista de los resultados obtenidos por diferentes equipos de investigación, en la figura 1 se ofrece un esquema completo del proceso anaerobio con los principales productos intermedios de la degradación metanogénica de compuestos orgánicos. Es muy numerosa la bibliografía en la que se encuentran propuestas de diferentes esquemas cuyas cuatro etapas fundamentales son comunes pero que difieren en las etapas de transformación de los intermedios de reacción. Este es uno de los más completos. Residuo particulado complejo y biomasa inactiva (1a) Proteínas (1b) Azúcares Inertes particulados Inertes solubles Lípidos (1c) Aminoácidos AGCL Acidogénicas (2b) (2a) (3a) VaH BuH Propionato (3b) Acetogénicas (3c) Acetato (5) muerte de microorganismos Hidratos de C CO2 H2 Metanogénicas (4a) CH4 (4b) Figura 1. Esquema de un proceso anaerobio. Las distintas reacciones que tienen lugar en un proceso anaerobio pueden encuadrarse en cuatro fases: (1) Hidrólisis: en la etapa de hidrólisis la materia orgánica compleja (hidratos de carbono, proteínas y lípidos) que forma parte del residuo se transforma en materia orgánica sencilla, como azúcares, aminoácidos y ácidos grasos de cadena larga (AGCL). Es una etapa indispensable del proceso anaerobio, ya que la materia compleja tiene un tamaño demasiado grande como para poder permear a través de la membrana citoplasmática de los microorganismos, que es la encargada de regular el transporte de los alimentos solubles. Los microorganismos encargados de realizar el proceso de degradación sólo son capaces de actuar sobre materia orgánica disuelta. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 141 Aprovechamiento energético de residuos: biogás 141 Esta etapa es limitante en el tratamiento de residuos con gran cantidad de sólidos, cuya hidrólisis previa es necesaria, y donde puede considerarse que la velocidad de producción de biogás es proporcional a la velocidad de solubilización de materia orgánica. (2) Acidogénesis: las bacterias acidificantes transforman la materia orgánica disuelta generada en la etapa de hidrólisis (azúcares y aminoácidos) en ácidos grasos volátiles (AGV) y mezclas de CO2 + H2. La cinética del proceso es relativamente rápida y el pH óptimo bajo. (3) Acetogénesis: las moléculas orgánicas de pequeño tamaño generadas en la etapa de acidogénesis, sobre todo los ácidos grasos volátiles (AGCL, propionato, valerato y butirato), son transformadas en acetato y mezclas de CO2 + H2. Las bacterias que llevan a cabo esta etapa reciben el nombre de bacterias facultativas acetogénicas y viven en estrecha colaboración con las bacterias metanogénicas. (4) Metanogénesis: es la única etapa estrictamente anaerobia y en ella microorganismos metanogénicos producen CH4 a partir de acetato o de mezclas CO2 + H2 generadas en la etapa anterior. Características fundamentales de la metanogénesis que influirán de forma definitiva en el éxito del proceso anaerobio de tratamiento de aguas residuales son: • La cinética del proceso y la velocidad de formación de nuevas bacterias son bajas. • Las bacterias metanógenicas son muy sensibles a las condiciones ambientales en las que se desarrolla el proceso (temperatura, tóxicos, nutrientes…). • Las bacterias metanogénicas son estrictamente anaerobias. • El pH de trabajo es próximo a 7. Los principales problemas de operación de los procesos anaerobios están asociados a estas características. La elevada sensibilidad de las bacterias metanogénicas se traduce en una inhibición de la última etapa del proceso anaerobio (metanogénesis) cuando los parámetros de operación se alejan de los valores óptimos. La inhibición de la metanogénesis da lugar a una acumulación de intermedios de reacción (AGV) que provocan la acidificación del proceso con la consecuente caída del pH si el medio de reacción no está bien tamponado (alcalinidad). La recuperación es lenta y complicada debido al bajo crecimiento de las bacterias metanogénicas. Es pues imprescindible conocer los principales parámetros de operación de los procesos anaerobios, su influencia en el proceso y sus valores óptimos. Pretratamiento y postratamiento Antes de continuar conviene aclarar que, debido a las características tan diversas de los residuos en cuanto a su origen, composición, estado físico, biodegradabilidad…, la descripción de la planta será muy general, y en cada caso particular será necesario diseñar la combinación de etapas más adecuada para alcanzar los objetivos propuestos de cara a conseguir una buena alimentación al digestor anaerobio. En cuanto al postratamiento, se puede decir algo similar a lo mencionado anteriormente, las características del residuo, la forma de operar el digestor (seco/húmedo, mesófilo/termófilo…) y la posterior utilización del biosólido obtenido de la digestión, hacen que la descripción de los procesos típicos de postratamiento tenga que ser muy general, siendo necesario un P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 142 Retos medioambientales de la industria alimentaria 142 estudio adecuado para cada caso concreto. Pretratamiento Las operaciones de pretratamiento que se utilizan para la separación y procesamiento de los residuos se diseñan para: • Modificar sus características físicas para que los diferentes componentes puedan ser separados más fácilmente. • Separar componentes y contaminantes específicos del flujo de residuos. • Mezcla con recirculación del digestor. • Dilución para diluir cargas elevadas o compuestos tóxicos. En el caso de residuos sólidos, la adecuación de las características del residuo a las necesidades de los digestores anaerobios se basa en una serie de operaciones físicas, como: • Reducción de tamaño. • Separación por tamaño. • Separación por densidad. • Preparar el residuo, una vez separados los componentes, para la digestión anaerobia. • Separación magnética y por campo eléctrico. • Homogeneizar el residuo, sobre todo en casos de codigestión. • Acidificación. • Proteger equipos. • Mezcla para codigestión. Las operaciones de pretratamiento empleadas para la adecuación del residuo a las características del proceso anaerobio dependen de su origen y del estado físico en que este se encuentre (líquido o sólido). El pretratamiento de residuos líquidos supone la combinación adecuada de alguna de las siguientes operaciones físicas y/o procesos químicos: • Desbaste y tamizado. • Sedimentación. • Flotación. • Eliminación de grasas y aceites. • Homogenización. • Neutralización. • Calentamiento o enfriamiento. • Eliminaciones de compuestos específicos (metales). • Mezcla con otro efluente. • Calentamiento. • Mezcla con recirculación. Postratamiento El biosólido digerido que se obtiene tras el proceso de digestión anaerobia no se considera un residuo debido a sus posibles aplicaciones, pero presenta una serie de propiedades que le confieren características que hacen que este biosólido tenga que ser sometido a un postratamiento: • Elevado contenido en agua, que hace que el volumen de biosólido a gestionar sea elevado. • Está compuesto principalmente por materia orgánica sujeta a procesos de descomposición. • Presencia de sustancias (metales) u organismos (patógenos). Las propiedades del biosólido dependen del origen del residuo utilizado como sustrato, pero también del tipo de proceso de P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 143 Aprovechamiento energético de residuos: biogás 143 digestión, ya que, por ejemplo, un proceso vía húmeda produce un biosólido con una gran cantidad de agua en comparación con una vía seca; del mismo modo, un proceso termófilo genera un biosólido higienizado, mientras en el mesófilo puede haber problemas de patógenos. El principal objetivo de las operaciones y procesos de postratamiento es reducir el contenido en agua y materia orgánica del biosólido y acondicionarlo para su reutilización o evacuación final. En la tabla 1 se recogen los principales postratamientos aplicables al biosólido y el objetivo que se alcanza con su aplicación. La selección adecuada depende de cada caso particular y ha de ser estudiada para cada caso teniendo en cuenta las características del biosólido, su aplicación final y la legislación vigente. Tabla 1. Métodos de postratamiento del biosólido digerido. Operación o proceso Espesamiento Por gravedad Por flotación Por centrifugación Filtros banda Tambor rotativo Estabilización Estabilización con cal Tratamiento térmico Compostaje Acondicionamiento Acondicionamiento químico Tratamiento térmico Desinfección Pasteurización Almacenamiento a largo plazo Deshidratación Filtro a vacío Centrífuga Filtro banda Filtro prensa Eras de secado Lagunaje Secado Instantáneo Por pulverización Horno rotativo Horno de pisos múltiples Evaporación de efecto múltiple Reducción térmica Horno de pisos múltiples Objetivo Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de volumen Estabilización Estabilización Estabilización Acondicionamiento Acondicionamiento Desinfección Desinfección Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de volumen Reducción de peso y volumen Reducción de peso y volumen Reducción de peso y volumen Reducción de peso y volumen Reducción de peso y volumen Reducción de volumen con recuperación de energía Horno de lecho fluidizado Reducción de volumen Incineración con otros residuos Reducción de volumen Oxidación vía húmeda Estabilización, reducción de volumen Reactor vertical de pozo profundo Estabilización, reducción de volumen P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 144 Retos medioambientales de la industria alimentaria 144 Tabla 1. Métodos de postratamiento del biosólido digerido (continuación). Operación o proceso Objetivo Evacuación final Evacuación final Usos beneficiosos Usos beneficiosos, evacuación final Evacuación final Reducción de volumen Aplicación al terreno Distribución y comercialización Fijación química Vertedero Lagunaje Adaptado Metcalf & Eddy, 2003. Tratamiento del biogás El biogás generado durante la digestión anaerobia no es totalmente puro, sino que contiene vapor de agua y gases traza entre otras impurezas. Todos estos contaminantes deben ser tratados adecuadamente en consonancia con la futura utilización del biogás. Las partículas sólidas y, frecuentemente, las sustancias oleosas se filtran mediante la utilización de colectores de polvo. El fango y las espumas se separan en ciclones. La separación se puede mejorar inyectando agua (agua de proceso normalmente) al biogás antes de introducirlo en el ciclón. Tras estos equipos se emplean trampas de vapor (utilizadas como prefiltros y para deshidratar) y filtros de cartucho que eliminan parte del agua y las partículas de mayor tamaño presentes en el biogás. Las trampas de vapor tienen una doble función, ya que retienen los contaminantes sobre su superficie y actúan también como trampas ante la eventual expansión de una llama. A la hora de eliminar los gases traza se emplean preferentemente operaciones como lavado, adsorción, absorción y se- cado (entre otras técnicas). Debido a que los gases traza reducen severamente el ciclo de vida de los catalizadores, las técnicas que requieren la utilización de estos son poco apropiadas. La tabla 2 muestra algunos de los requerimientos acerca de la calidad del gas tratado en función de sus diferentes aplicaciones. Estos valores de estándares y regulaciones son el resultado de un gran número de investigaciones. En el caso de que el biogás se utilice en una simple combustión, por ejemplo en un quemador de gas, no hay restricciones acerca de su uso directo, aunque los gases resultantes de la combustión deben cumplir con los estándares de emisión. El tratamiento de gases traza se lleva a cabo en los siguientes pasos: 1. Separación grosera de sulfuro de hidrógeno. 2. Eliminación de trazas de sulfuro de hidrógeno. 3. Tratamiento del dióxido de carbono y otros componentes gaseosos. 4. Deshumidificación (si el proceso de eliminación del dióxido de carbono es un proceso seco, el secado se puede realizar antes del tercer paso). * Relacionado con el contenido en metano. Todos los porcentajes en volumen. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. Libre técnicamente Libre técnicamente n.a. 1 μm < 400 mg/Nm3 n.a. 0,1 mg/Nm3 0,01 mg/Nm3 0,1 mg/Nm3 n.a. 30-35 mg/Nm3 n.a. < 15 mg/Nm3 < 3% < 3% < 1% 0,03 g/Nm3 < 70-200 mg/Nm3 < 0,14 mg/Nm3 n.a. n.a. < 1% n.a. Punto de rocío < 15 ºC n.a. ≤ 5 mg/Nm3 < 120 mg/Nm3 “Gas limpio” para vehículos ISO/DIN 15403 Sin valor mínimo > 96% n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. Libre técnicamente n.a. ≤ 6 mg/Nm3 Sin límite superior ≤ 3% neto seco ≤ 5% neto húmedo < punto de rocío (a la P y T correspondientes) < punto de rocío (a la P y T correspondientes) n.a. < 5 mg/Nm3 ≤ 30 mg/Nm3 8,4-13,1 kWh/m3 Sin valor mínimo Adición al gas natural de acuerdo con DVGW G 260 19:58 n.a. n.a. Capacidad 60 mg/Nm3 n.a. n.a. < 80% humedad relativa 3.000 mg/Nm3 250 mg/Nm3 n.a. < 10 mg/Nm3 3-10 μm < 30 mg/Nm3 0,2 mg/Nm3 100 mg/Nm3 n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. n.a. Capacidad mín. 430 mg/Nm3 (60%) < 200 mg/Nm3 (0,013%) < 2.200 mg /Nm3* < 0,1 mg/Nm3 0,1 mg/Nm3 Celdas de combustible Motores de gas 27/3/12 H2S Azufre total sin potenciadores del olor COS Azufre en mercaptanos CO2 O2 Hidrocarburos Agua AGV (< C10) AGV (> C10) Glicol/metanol Polvo Tamaño de partículas NH3 Polisiloxanos Cloro Flúor Metales pesados CO Hg Capacidad calorífica bruta y componentes del gas Capacidad calorífica CH4 Tabla 2. Calidades del biogás requeridas para diferentes aplicaciones en Europa (Deublein y Steinhauser, 2008). P390_TERCERAS (Mary) Página 145 Aprovechamiento energético de residuos: biogás 145 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 146 Retos medioambientales de la industria alimentaria 146 La primera desulfuración y la deshumidificación son etapas que se realizan en la práctica totalidad de las plantas de producción de biogás. El enriquecimiento en metano mediante eliminación del dióxido de carbono y otros componentes sólo se lleva a cabo si se emplea el biogás como combustible para vehículos o para su introducción en la red de gas natural. A continuación se describen los principales sistemas de tratamiento para eliminar sulfuro de hidrógeno, dióxido de carbono, agua, amoniaco y siloxanos. Tratamiento de sulfuro de hidrógeno El tratamiento del sulfuro de hidrógeno debe ser abordado desde dos frentes, evitar su efecto inhibidor del proceso anaerobio mediante actuaciones en el propio digestor y/o la eliminación mediante tratamiento del biogás en una etapa posterior (figura 2). Un tratamiento adecuado del residuo a procesar en la digestión anaerobia reduciendo su contenido de azufre y las técnicas preventivas de formación o, cuanto menos, liberación de H2S en la corriente gaseosa durante la propia digestión, ahorrarán futuros problemas de tratamiento en unidades adicionales con el consiguiente ahorro en los costes. Se utilizan varios agentes químicos y físicos para controlar los problemas de olores de sulfuro de hidrógeno y la corrosión asociada, pero lo cierto es que la generación de sulfuro de hidrógeno no puede ser eliminada completamente a menos que existan condiciones totalmente aerobias en la totalidad del proceso. Existen varias técnicas de prevención de la liberación de sulfuro de hidrógeno en el biogás. La reducción del contenido de azufre de la biomasa a tratar es un factor fundamental, por ejemplo, la completa eliminación de los sulfatos en el proceso de fangos activos reducirá los problemas de tratamiento del exceso de fangos en la posterior digestión anaerobia. Durante la propia digestión, tradicionalmente se emplean técnicas para precipitar el sulfuro de hidrógeno con sales de hierro (FeCl2), alterar el equilibrio de modo que los sulfuros permanezcan en el líquido del proceso en la medida de lo posible (por ejemplo, incrementando el pH) o la adición de biocidas específicos que reduzcan la actividad de los microorganismos relacionados con la reducción de los compuestos de azufre. El principal problema de los métodos de control de emisión reside en los costes. Es necesario utilizar un método económicamente viable y efectivo en el control de las emisiones. El sulfuro de hidrógeno reduce el tiempo de vida de las conducciones y todas las instalaciones en contacto con el biogás. Es tóxico y altamente corrosivo a varios tipos de acero. Cuando se quema el sulfuro de hidrógeno contenido en el biogás se convierte en óxidos de azufre que, por un lado, corroen los componentes metálicos y, por otro, acidifican los lubricantes del motor, como es el caso de los motores de ciclo combinado (CHP). Además, estos óxidos de azufre producen problemas de contaminación atmosférica, como lluvia ácida. Para prevenir los daños de los equipos de CHP y otros dispositivos (intercambiadores de calor, catalizadores…), el sulfuro de hidrógeno debe ser eliminado del biogás o reducido considerablemente hasta límites aceptables. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 147 Aprovechamiento energético de residuos: biogás 147 Métodos para el control de H2S Inhibición de la producción de H2S Inhibición general de la actividad biológica Prevención específica de la actividad biológica Adición a biocidas Eliminación de fuentes de azufre del residuo Eliminación de H2S en una etapa posterior Oxidación biológica del H2S formado Adiciones de aceptores de electrones alternativos (O2, NO3-, NO2-…) Alimentación y tratamiento simultáneos del biogás Oxidación química del H2S formado Almacenamiento y lavado químico (carbón activo, Thibacillus…) Adición de oxidantes químicos (O2, sales de hierro…) Figura 2. Métodos de control de sulfuro de hidrógeno (García de Lomas et al., 2006). Para operar sin problemas en equipos de CHP no se deben exceder los límites de 100-500 mg/Nm3 (0,05% v.), dependiendo de las recomendaciones del constructor del CHP. Se pueden permitir pequeños picos en estas concentraciones ocasionalmente. En general, bajos o nulos contenidos de sulfuro de hidrógeno afecta al tiempo de vida de toda la planta positivamente. proceso biológico para disminuir el contenido de H2S del gas seguido de adsorción para alcanzar los valores permisibles. Para la eliminación del sulfuro de hidrógeno existe un amplio abanico de posibilidades, incluida la valorización del subproducto. El objetivo es un contenido de 20 mg/Nm3 en el biogás tratado. Este valor es difícil de alcanzar con procesos biológicos y fisicoquímicos por separado, por lo tanto, las combinaciones de procesos son frecuentes, por ejemplo, un Eliminación de dióxido de carbono Por lo general, el proceso de tratamiento debe ser elegido en consonancia con la concentración de sulfuro de hidrógeno, el flujo másico de azufre, y las posteriores posibilidades de disposición del residuo. Se considera como biogás enriquecido en metano un biogás con un contenido en metano superior al 95%. Para alcanzar esta concentración se hace necesario eliminar el dióxido de carbono, con lo que se reduce el volumen de gas cerca del 40% según los casos. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 148 Retos medioambientales de la industria alimentaria 148 Se debe elegir el proceso de eliminación de dióxido de carbono de acuerdo con los siguientes criterios: • Concentración mínima requerida. • Reducir los consumos de absorbentes o adsorbentes, lo que conlleva altas cargas de tratamiento, fácil regeneración y estabilidad térmica. • Baja resistencia al flujo (viscosidad baja, poros grandes). • Bajo impacto ambiental. • Fácil acceso a los recursos necesarios y bajo coste. Eliminación de agua El biogás debe tener una humedad relativa por debajo del 60% para prevenir la formación de condensado en las tuberías de conducción. Este condensado, en particular cuando se combina con otras sustancias, puede corroer las paredes de las tuberías. Rebajando el punto de rocío del biogás por debajo de 5 ºC, con una humedad relativa inferior al 60% a temperatura estándar, se previene la corrosión. En la mayoría de las plantas agrícolas el biogás es deshumidificado por enfriamiento con tuberías largas (de longitud superior a 50 m) enterradas bajo tierra. La tubería tiene una ligera inclinación con respecto a la horizontal (1 grado es suficiente) y se equipa con una trampa de condensados para recoger el agua líquida. Los gases de vertedero se enfrían frecuentemente a temperaturas en el rango 2-18 ºC con máquinas refrigeradoras para rebajar el punto de rocío hasta 0,5-1 ºC y posteriormente se devuelve a temperatura ambiente. Frecuentemente el biogás es secado antes de proceder a posteriores limpiezas de otros compuestos, por ejemplo, antes de una absorción posterior. En los procesos de adsorción se utiliza SiO2 para secar el gas, aunque también son empleados el carbón activo y los tamices moleculares. Para operar de forma continua se hacen necesarios un mínimo de dos adsorbedores: mientras uno trabaja a presión de 6-10 bar, el otro es desorbido con aire caliente a 120-150 ºC. Para introducir biogás en la red de gas natural, se deben cumplir unos requisitos estrictos respecto a la humedad, y se utilizan procesos de alto secado. En los procesos de absorción se utiliza glicol o trietilenglicol. De este modo se elimina no sólo agua sino también hidrocarburos de cadena larga. El biogás puede ser secado por compresión y/o enfriamiento, por adsorción en carbón activo o en silica gel, o por absorción en glicoles generalmente. Para un secado exhaustivo, únicamente la adsorción sobre carbón activo es un proceso apropiado. La compresión necesaria para muchos de los procesos de tratamiento que trabajan a presiones de 10-12 bar produce un biogás presecado cuando se elimina el condensado del compresor. La adsorción es apropiada para flujos pequeños o medios de biogás (< 100.000 m3/h) mientras que la absorción es más apropiada para elevados flujos de biogás. Ambos procesos son costosos y se emplean solamente cuando son esenciales. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 149 Aprovechamiento energético de residuos: biogás 149 Eliminación de amoniaco Cuando se utilizan excrementos de animales y, en particular, aguas de industrias conserveras de pescado o industria alimentaria como sustratos, el amoniaco puede estar presente en cantidades importantes en el biogás. En realidad, el amoniaco se forma a elevados valores de pH del amonio que se genera en los procesos de digestión. La liberación de amoniaco puede ser prevenida operando la digestión de forma estable en los pH adecuados. La eliminación de amoniaco se combina con otros procesos de eliminación, habitualmente absorción en disoluciones ácidas, en las que permanece en la forma de amonio. Eliminación de siloxanos Los siloxanos, que crean abrasión en los motores de combustión por la formación de cristales de sílice, se pueden eliminar del biogás por adsorción en carbón activo, alúmina activada o silica gel. Dado que otros componentes, como vapor de agua, CO2, etc., son también adsorbidos, estos compuestos deben ser retirados en una etapa previa por procesos más económicos con el objetivo de aumentar el potencial de los adsorbentes para la separación de siloxanos. Un simple enfriamiento puede ser también eficaz para eliminar siloxanos pero, como cabe esperar, no con el grado de pureza alcanzado mediante la adsorción. Usos del biogás Las aplicaciones energéticas del biogás pueden ser térmicas o eléctricas, en función de su grado de pureza. Otros usos del biogás contemplan su conversión a gas natural para poder ser utilizado como combustible en viviendas o en vehículos. El biogás más impuro se emplea como combustible en equipos comerciales diseñados para gas natural o propano, como cocinas de gas, calentadores, lámparas, estufas, refrigeradores, etc., y este ha sido el uso que tradicionalmente se le ha dado. No obstante, el uso más interesante que tiene el biogás actualmente es la generación de electricidad y la cogeneración, producción conjunta de calor y electricidad. El biogás con un grado medio de pureza se puede utilizar en motores de combustión interna (motores de ciclo Otto –gasolina– y motores diésel) y turbinas de gas. Los equipos de cogeneración están frecuentemente equipados con un motor de cuatro tiempos o un motor diésel. Otras alternativas son los motores Stirling o turbinas de gas, microturbinas de gas, celdas de combustible a alta y baja temperatura, o una combinación de celdas de combustible a alta temperatura y microturbinas de gas. El biogás también puede ser quemado para generar vapor que mueve motores, como en el ciclo de Rankine, el ciclo de Cheng, las turbinas de vapor, los motores de pistón a vapor y los motores de tornillo a vapor. Otra aplicación interesante del biogás son las plantas eléctricas de vapor y gas. La electricidad y el calor generados se pueden utilizar para el propio digestor, edificios de la planta y la industria colindante o viviendas. También se puede suministrar electricidad a la red eléctrica y el calor a la red para aportar calor a larga P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 150 Retos medioambientales de la industria alimentaria 150 distancia. En ocasiones se pueden impulsar vehículos a partir de la energía obtenida del biogás. En lo que se refiere a la producción de biogás, según datos publicados en 2008 por el Observatorio de Energías Renovables, EuroObservER, durante el 2007 se generaron en la UE un total de 5.346,7 ktep, lo que supondría un crecimiento del 13,6% respecto al año anterior. Alemania y Reino Unido, con 2.383,1 y 1.592,1 ktep, respectivamente, son, con diferencia, los países líderes, contribuyendo al 67,7 % de la producción. A continuación, les siguen Italia (406,2 ktep), Francia (380,0) y España (336,0 ktep). Del total de la producción europea de metano por digestión anaerobia controlada, únicamente se está valorizando un 50%. Una comparación detallada de la capacidad energética del biogás frente a otros combustibles se muestra en la tabla 3. De forma resumida, la capacidad calorífica del biogás es inferior a la del gas natural y esta a su vez inferior a la del gas natural, a 20 ºC y 1 atm: Biogás (22,400 kJ/m3) < Metano (35.800 kJ/m3) < Gas natural (37.300 kJ/m3). Tabla 3. Valores medios de poder calorífico de varios combustibles y su equivalencia con respecto al biogás (Martínez et al., 2008). Combustible kcal/m3 kcal/kg Cantidad equivalente a 1.000 m3 de biogás Biogás 5.335 1.000 m3 Gas natural 9.185 851 Metano 8.847 603 Propano 22.052 242 Butano 28.588 187 Electricidad 860 kcal/kW·h 6.203 kW·h Carbón 6.870 776 kg Petróleo 11.357 470 kg Viabilidad económica A la hora de evaluar los apartados anteriores es necesario contemplar tanto la planta de generación de biogás como la planta de aprovechamiento de biogás. Dependiendo de cuál es el uso del biogás (como se menciona en el apartado 4), el coste de esta planta puede variar mucho. El estudio de la viabilidad económica de una planta de generación de biogás ha de tener en cuenta una serie de gastos debidos al capital fijo invertido en la construcción de la planta, costes de producción debidos fundamentalmente a los consumos energéticos, costes de mantenimiento, costes debidos a la mano de obra y otra serie de costes, como por ejemplo, seguros. En la evaluación económica juega un papel muy importante el coste de la materia prima, su transporte y su adecuación, en caso de que sea necesario un pretratamiento. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 151 Aprovechamiento energético de residuos: biogás 151 Los costes generados por la planta han de ser recuperados en forma de ingresos. Los ingresos principales se deben a la venta de energía, bien eléctrica o calor, y al biosólido digerido. La energía eléctrica producida a partir de residuos está subvencionada en muchos países, por lo que supone una fuente de ingresos importante. La cuantía de la subvención y su variabilidad van a influir de manera muy importante en la viabilidad final de la planta. El biosólido digerido, utilizado en agricultura, puede ser una fuente de ingresos, pero la realidad actual es que pocas plantas pueden vender este producto. El aumento de los precios de los fertilizantes supone que en muchas plantas puedan desprenderse del biosólido con mayor facilidad que hace unos años, ya que los agricultores lo demandan y se trasladan a las plantas a recogerlo, pero la venta es aún complicada. Bibliografía recomendada Allen RC. Tracking the Agricultural Revolution, Economic History Review 1999; 52:209-35. Campos JR. Tratamento de esgotos sanitários por processo anaeróbio e disposiçao controlada no solo, 1ª Ed. Rima Artes e Textos. Sao Carlos. 1999. Deublein D, Steinhauser A. Biogas from waste and renewable resources. An Introduction, 1st Ed. Editado por Deublein D, Steinhauser A. Mörlenbach. 2008. EurObserv’ER. État des energies renouvelables en Europe, 8e bilan. 2008. García de Lomas J, Corzo A, González JM, Andrades JA, Iglesias E, Montero MJ. Nitrate promotes biological oxidation of sulfide in wastewaters: Experiment at plant scale, Biotechnology and Bioengineering 2006; 93(4):801-11. Metcalf & Eddy. Wastewater Treatment. Treatment and Reuse, 4th Ed. Nueva York: McGraw-Hill, 2003. Pérez M, Cuesta MJ, Núñez S, Cabrera JA. Utilización de biogás en pilas de combustible, Prospectiva y vigilancia tecnológica CIEMAT. Madrid. 2008. Polprasert P. Organic waste recycling. Technology and management, 3rd Ed. Londres: IWA Publishing 2007. Speece RE. Anaerobic biotechnology and odor/corrosion Control For Municipalities and Industries, 1st Ed. Tennesee: Archae Press, 2008. Páginas web (mayo de 2011): http://www.aat-biogas.at/. http://www.g-jwastewater.com/. http://www.miliarium.com/monografias/. http://www.sattler-europe.com/. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 152 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 153 NUEVAS TENDENCIAS EN EL ENVASADO DE ALIMENTOS Y EN LA GESTIÓN DE LOS ENVASES P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 154 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 155 Situación actual del envasado de los alimentos Isabel Jaime Moreno y Ana M.ª Diez Maté Introducción La evolución del envasado de los alimentos es paralela al desarrollo de la sociedad (1). En los últimos 60 años ha experimentado un enorme desarrollo. En este momento es casi imposible pensar en un alimento que no esté envasado de una forma u otra, y en muchos casos en envases sofisticados. La rápida evolución del envasado, que no se limita a las industrias agroalimentarias, aunque hay que tener en cuenta la gran importancia que tiene en este sector, representando aproximadamente el 50% del consumo total de envases y embalajes, se ha guiado por las tendencias que actualmente dirigen el desarrollo de la industria alimentaria (figura 1). Así, en el envasado de los alimentos se tiende hacia la automatización, la sostenibilidad, una mayor comodidad para el consumidor, el incremento de la seguridad de los productos y los aspectos relacionados con la salud y el bienestar. A continuación se realiza una revisión de la situación actual del envasado de los alimentos desde dos perspectivas: los materiales de envasado y las funciones del envase. Los materiales de envasado Los primeros envases fueron creados hace más de 10.000 años y sirvieron simplemente para contener bienes necesarios para la supervivencia, especialmente alimentos y agua. Los primeros contenedores fueron tomados directamente de la naturaleza, como conchas de mar o frutos, como el coco y la calabaza. Posteriormente, otros materiales, como la madera, fibras de plantas y pieles de Figura 1. Situación del envasado de los alimentos en distintas zonas del mundo. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 156 Retos medioambientales de la industria alimentaria 156 animales, se incorporaron en la elaboración de recipientes para contener alimentos. La arcilla y el vidrio se comenzaron a usar para fabricar envases para alimentos, aproximadamente en el 7.000 a.C. en Siria, Mesopotamia y sobre todo en Egipto, donde se industrializaron a partir del 1.500 a.C. (1). Actualmente se utilizan principalmente cuatro materiales en el envasado de los alimentos: papel y cartón, metal, vidrio y plástico, junto con, en menor medida, la madera y los textiles. Además, es bastante frecuente que estos materiales se utilicen combinados, generalmente para aumentar la barrera a la humedad, a las grasas o a los gases, o también para proporcionar mayor resistencia (2). El papel se deriva de la pulpa de madera y puede contener aditivos como láminas de aluminio, recubrimientos plásticos, resinas o ceras. Estos aditivos proporcionan resistencia a la perforación (fuerza frente al estallido), resistencia a la humedad (protección frente al goteo) y resistencia a las grasas y la rotura, así como propiedades barrera que aseguran la frescura, protegen al alimento envasado frente a las pérdidas de vapor y los contaminantes ambientales, y aumentan la vida útil (3). Los metales como acero y aluminio se usan en latas y bandejas. El acero tiene un recubrimiento interno de estaño resistente a la corrosión, de ahí el nombre de “lata de estaño”, mientras el acero libre de estaño (Tin Free Steal, TFS) se basa en la inclusión de cromo en lugar de estaño (4, 5). El vidrio se deriva de óxidos metálicos como el dióxido de silicio (arena). Se usa para fabricar botellas o tarros (que se cierran herméticamente) y así protegen frente a las pérdidas de vapor de agua o de oxígeno. El grosor del vidrio debe ser suficiente para evitar la rotura por presiones internas, impacto externo o choque térmico (3). A mediados del siglo XIX aparece un nuevo material: el plástico. Comienza a industrializarse a partir de la Segunda Guerra Mundial y a utilizarse progresivamente en el envasado de los alimentos. El plástico tiene aplicaciones como material rígido, semirrígido, flexible, retráctil y no retráctil, y varía su grado de grosor. Las propiedades importantes de muchos tipos de plásticos que hacen de ellos buenas opciones como material de envasado incluyen las siguientes: puede ser flexible y extensible, ligero, se le puede dar forma a baja temperatura, es resistente a la rotura, con elevada resistencia al estallido; otras de sus propiedades son el termosellado y la versatilidad en sus propiedades barrera al oxígeno, la humedad y la luz. La propiedad barrera o permeabilidad de los materiales plásticos a los gases, y en particular al oxígeno, se utiliza con frecuencia para clasificarlos (figura 2). Entre los miles de tipos de plásticos que se han creado, menos de dos docenas de polímeros se utilizan en el envasado de los alimentos; algunos de ellos son polietileno (PE), polipropileno (PP), poliestireno (PS), poliéster (PET), cloruro de polivinilo (PVC), cloruro de polivinilideno (PVDC), alcohol de etilo vinilo (EVOH) y poliamida (PA) (6). Hay diversas tendencias en lo que a los materiales de envasado se refiere. Varias de ellas están muy relacionadas con la sostenibilidad, y surgen en cierto modo de la aplicación de la Ley de Envases y Residuos de Envases (Directiva 94/62/CE) y las distintas directivas relacionadas con P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 157 Situación actual del envasado de los alimentos 157 Barrera baja Polietileno • Baja densidad • Alta densidad Polipropileno • Orientado • Biorientado Barrera media Poliestireno Poliéster-Tereftalato de polietileno Cloruro de polivinilo Barrera alta Cloruro de polivinilideno Alcohol de etilo-vinilo Poliamida PE PP PS PET PVC PVDC EVOH PA Figura 2. Clasificación de los materiales plásticos más utilizados en el envasado de los alimentos según su permeabilidad. ella (7, 8). En estas normativas se plantean tres aspectos referentes a los envases: prevención, reutilización y valorización. En el primer caso se incluye la reducción de la cantidad y de la nocividad para el medio ambiente de los materiales y sustancias utilizados en los envases. Algunos de los aspectos concretos de la reducción del material de envasado son la utilización de contenedores y cierres más ligeros, eliminación de los envases secundarios y la sustitución de los envases rígidos por envases flexibles. La reducción del material es un objetivo habitual, ya que no sólo se consume menos material sino que ayuda a reducir el coste de energía en la cadena de distribución, puesto que se reduce el peso en el transporte. También es interesante el uso de material reciclado, ya que se requiere menos energía para procesarlo. Van aumentando lentamente los contenidos de material reciclado en los distintos tipos de materiales: vidrio, aluminio, papel, cartón, etc., y especialmente en plásticos como el PET. En lo que se refiere a la reutilización no hay muchos avances, ya que la tendencia por los hábitos actuales de los consumidores es la contraria, resulta más cómodo no tener que preocuparse del envase una vez consumido el producto. La valorización de los envases engloba diversas operaciones, entre ellas reciclado químico, reciclado mecánico, reciclado orgánico, tanto mediante tratamiento aerobio (compostaje) como anaerobio (biometanización), mediante microorganismos y en condiciones controladas de las partes biodegradables de los residuos de envases, con producción de residuos orgánicos estabilizados o de metano y recuperación de energía. En este sentido se están haciendo numerosas investigaciones (9, 10). La situación actual del envasado de los alimentos con respecto a los materiales se puede concretar en la reducción de la cantidad de material de los envases, la utilización de materiales de envasado obtenidos a partir de fuentes renovables (11-14) y la utilización de materiales de envasado más fáciles de reciclar (15), como se detallará en capítulos posteriores de este libro. Las funciones del envase En primer lugar se incluye una definición de envase antes de pasar a describir sus funciones. Según la Directiva 94/62/CE (7), envase es todo producto fabricado con cualquier material de cualquier naturaleza que se utilice para contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías, desde materias primas hasta P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 158 Retos medioambientales de la industria alimentaria 158 artículos acabados, y desde el fabricante hasta el usuario o el consumidor. Se consideran también envases todos los artículos “desechables” utilizados con este mismo fin. Así, el envasado tiene múltiples funciones, aunque es frecuente que, dependiendo del tipo de alimento y de la situación de este, predomine una u otra. Las funciones tradicionales de los envases para alimentos son contener, proteger, informar y atraer. Actualmente, también tienen gran importancia, como ya se ha comentado, los factores medioambientales, así como los requisitos establecidos por la legislación (16). En cada una de estas funciones progresivamente se han ido incluyendo más requisitos que han de satisfacer los envases. Funciones del envase: contener En lo que se refiere a la función de contener, el envase debe mantener seguro al alimento desde el final de la línea de procesado hasta que todo ha sido consumido. Esta función evoluciona hacia unidades de consumo más pequeñas e incluso porciones individuales (fraccionamiento). Así mismo, tiene importancia el concepto “de servicio” del producto, bien porque se facilite la utilización del producto (pulverizador, espolvoreador, con cuentagotas, que se pueda calentar, utilizable en microondas, etc.) o porque sea más fácil el acceso al producto (fácil apertura). tores ambientales durante su distribución y almacenamiento en el hogar. Se pueden distinguir dos tipos de protección: pasiva y activa. En la protección pasiva el envasado es independiente de la técnica de preparación y conservación del alimento, sólo actúa de barrera entre el producto y el exterior. En el caso de la protección activa el envasado está estrechamente asociado a las tecnologías de preparación y conservación del alimento o es un agente esencial de conservación, como en el envasado aséptico y el envasado con atmósfera modificada. Los tipos de protección que puede aportar el envase son la protección mecánica del alimento, protección frente a transferencia de materia, frente a transferencia de energía y frente a microorganismos. En la función de protección del envase se incluyen además otros aspectos, como son la protección frente a una posible manipulación y la compatibilidad envase/producto, ya que el envase no puede poner en peligro la salud del consumidor, ni alterar sensorialmente al producto. El primer aspecto cobra gran importancia ante los sistemas de comercialización actuales, en los que el consumidor puede acceder libremente al alimento, y algunas de las novedades en los envases se centran precisamente en conseguir esta protección de forma efectiva. Funciones del envase: proteger Funciones del envase: atraer e informar Por otra parte, el envase debe proporcionar protección al alimento tanto de daños mecánicos durante su manipulación como del deterioro debido a los fac- En las funciones del envase de atraer e informar hay también cambios progresivos. El envase debe identificar los contenidos y cumplir los requerimientos legales de P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 159 Situación actual del envasado de los alimentos 159 etiquetado, y además frecuentemente es un factor importante en la promoción de ventas. En este aspecto tienen importancia tanto el diseño del envase como el material, así como otros factores diversos. En el marketing o comercialización de los alimentos tiene una gran importancia el envase. Actualmente en la mayoría de los “nuevos productos” de la industria alimentaria la novedad se centra en el envasado. El envase lleva implícita la imagen del producto y en ocasiones la de la empresa productora (hay envases que son como una firma para algunos productos). Especialmente en los actuales sistemas de distribución alimentaria, supermercados y grandes superficies, el envase tiene que seducir al consumidor, es el “vendedor silencioso” (17). Esta función del envase con respecto al consumidor se podría dividir en cuatro aspectos: localización, identificación, información y seducción. El envase es utilizado a menudo con fines publicitarios, para romper con la tendencia o dar al producto una forma o idea original que intente no dejar a nadie indiferente. En el diseño de los envases se tienen en consideración numerosos factores, entre ellos estética (figura 3), innovación, funcionalidad (figura 4), ergonomía, y seguridad, etc. Con referencia a la ergonomía se ha publicado recientemente la Norma ISO 11156:2011 (18) que proporciona un nuevo marco para el diseño y evaluación de envases, que responde, sobre todo, a las necesidades de personas con discapacidades y de la tercera edad. Una de las estrategias en el diseño es que el envase resulte atractivo al consumidor, que le induzca a comprarlo sin haber probado lo que hay en el interior. Otra estrategia es que el envase diferencie de la competencia (figura 5) o que aporte algún valor añadido frente a la competencia: más información sobre el producto, más cómodo, más “natural”, más sostenible, etc. En este sentido se aborda el diseño de los envases de una forma global para conseguir una mayor sostenibilidad en diversos aspectos (19). Después de la descripción resumida de las funciones del envase nos vamos a detener en algunos de los aspectos novedosos en los que se está trabajando para mejorar Figura 3. Ejemplos de envases en cuyo diseño se ha potenciado la función estética. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 160 Retos medioambientales de la industria alimentaria 160 Figura 4. Ejemplo de envases innovadores por su funcionalidad. Figura 5. Ejemplo de envases en los que se aprovecha el diseño para diferenciarse de la competencia. la protección que el envase aporta al alimento. Nuevos envases para tecnologías de conservación “tradicionales” Dentro de las tecnologías de conservación “tradicionales” la más utilizada en la industria alimentaria es la aplicación de calor para inactivar microorganismos. Cuando el tratamiento térmico destruye los microorganismos de los alimentos tanto en forma vegetativa como esporulada, reduciendo a límites estadísticamente despreciables la posibilidad de supervivencia de cualquier forma esporulada, se denomina esterilización. Para que el tratamiento sea eficaz es necesario evitar la recontaminación una vez esterilizado el alimento, y esto se puede hacer mediante dos técnicas: bien calentando el alimento en un P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 161 Situación actual del envasado de los alimentos 161 recipiente hermético (esterilización dentro del envase para obtener las denominadas conservas) o tratando el alimento térmicamente antes del envasado y envasándolo después asépticamente (productos UHT). El envasado aséptico se puede definir como el llenado de un producto estéril en contenedores estériles bajo condiciones asépticas y sellado hermético de los contenedores. En las dos técnicas de aplicación del tratamiento térmico hay novedades en la etapa del envasado (20, 21). En el caso del tratamiento dentro del envase tradicionalmente se han utilizado envases metálicos y de vidrio. Hace algunos años se introdujeron los envases rígidos de plástico (como las botellas de leche esterilizada) y la última incorporación han sido otros tipos de envases rígidos y flexibles de materiales plásticos. Los envases metálicos tradicionales para los productos esterilizados, las típicas latas, han ido evolucionando, siendo progresivamente más ligeras, incorporando cierres de fácil apertura (figura 6), etc.; pero sin duda la mayor evolución la han experimentado los envases que se basan en materiales plásticos. Dentro de las características de las bolsas flexibles esterilizables destaca la sección transversal plana, que determina un Abrefácil convencional Nuevo abrefácil Figura 6. Tipos de cierres en latas utilizadas para la esterilización de alimentos. menor espesor de producto envasado con relación a los envases convencionales. Esto permite una rápida transferencia de calor, reducción del tiempo de esterilización, mejor calidad del alimento por menor daño térmico, posibilidad de trabajar con tecnología integrada de formación y llenado de envases (ahorro de espacio en el almacenamiento de envases vacíos), reducción de peso y espacio en transporte y almacenamiento y facilidad de apertura. También presentan algunos inconvenientes que pueden limitar su uso, ya que la velocidad de operación de las líneas de envasado es baja, requieren estricto control de la etapa de esterilización (a contrapresión con mezclas vapor-aire), manejo individualizado de los envases llenos en la esterilización, los formatos son limitados y se necesita sobreprotección de los envases en la manipulación comercial. Además, estos productos tienen menor vida útil con respecto a los productos envasados en metal o vidrio. Los materiales más utilizados son PVDC, EVOH y poliamidas. El desarrollo de los envases rígidos esterilizables comenzó en los años 70 como alternativa a las bolsas esterilizables. La última novedad son las bandejas o tarrinas termoformadas de material multicapa de alta barrera (PP/EVOH/PP) con tapa flexible termosellada (PET/Alu o EVOH/poliolefina), que sí pueden introducirse en el microondas. Otro tipo de envase, esterilizable en autoclave y alternativa al envase metálico, es el envase Tetra Recart® de Tetra Pak (22). Es un envase preformado compuesto de seis capas capaces de soportar 128 ºC de temperatura, humedad y presión durante 2 horas. El laminado de Tetra P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 162 Retos medioambientales de la industria alimentaria 162 Recart® incluye una capa interna de polipropileno, una capa de aluminio, otra capa de polipropileno, cartón fibroso y una capa externa de polipropileno que se imprime con una tinta patentada con un recubrimiento de laca para aumentar la resistencia al desgarro. Este envase, y algunos de los envases plásticos esterizables descritos previamente, se muestran en la figura 7. En el envasado aséptico los envases que más se han utilizado son los cartones multilaminares, y algunos años después surgieron los envases plásticos de materiales como el PET. Los cartones multilaminares surgieron en Suecia (Tetra Pak) en 1951. El primero era un envase tetraédrico (Tetra Classic) y en 1963 se lanzó el envase Tetra Brik, paralelepipédico, inicialmente no aséptico. El material está constituido por diversas capas: PE externo, tintas de impresión, cartón, PE, aluminio, y dos capas de PE. La capa externa de PE confiere protección frente al medioambiente (agua, abrasión, etc.). El cartón aporta la estructura y resistencia, constituyendo el 80% de la lámina, la capa intermedia de PE Figura 7. Nuevos envases para esterilización. confiere adhesividad para sellar la lámina de aluminio al cartón, la lámina de aluminio impermeabilidad al oxígeno y a la luz y el PE en contacto con el alimento es una barrera a la humedad, elegido por su estabilidad química. Actualmente existe una gran diversidad de envases, uno de los más modernos ha sido diseñado por Tetra Pak. El Tetra Gemina Aseptic® se introdujo en España en 2007 y uno de sus objetivos es reducir las emisiones de CO2 en un 10% en términos absolutos para el año 2010 (22). Otra de las técnicas de envasado que se puede considerar tradicional es el envasado a vacío, y también en este ámbito se han producido numerosas innovaciones. Por buenas que sean las condiciones en las que se lleve a cabo el vacío, siempre queda una pequeña proporción de aire y, cuando el vacío se realiza de forma adecuada, la concentración de O2 puede reducirse hasta menos del 1%. Esta desaparición casi total del O2 va a determinar la inhibición del crecimiento de microorganismos aerobios y una disminución de las alteraciones debidas al O2. Para que el P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 163 Situación actual del envasado de los alimentos 163 envasado a vacío sea eficaz se necesita un material con buenas propiedades de impermeabilidad a los gases y al vapor de agua. El mayor inconveniente del envasado a vacío es quizás la modificación del color de la carne fresca, ya que, al no tener aire en el envase, la mioglobina se encuentra sin oxígeno y adquiere un color rojo púrpura (mioglobina), no muy apreciado por el consumidor frente al rojo brillante característico de la oximioglobina. Otro inconveniente es que no se puede utilizar en alimentos blandos o con estructura frágil, ya que al realizar el vacío se produce una fuerte compresión del alimento, deformándose y adquiriendo un aspecto poco atractivo. Para evitar la deformación del alimento y mejorar la apariencia surgió el envasado a vacío skin o “segunda piel”, en el que se cubre el producto con una lámina plástica, que al calentarla se ajusta perfectamente a la forma del mismo, formando una especie de piel (figura 8). Dentro de este tipo de envasado a vacío se encuadra la técnica Darfresh® desarrollada por Cryovac. En esta técnica se realiza un sellado de contorno, que además de mejorar la presentación, alarga la vida útil y aumenta la se- Figura 8. Distintos tipos de alimentos con envasado “skin” o segunda piel. guridad, ya que es más difícil que se rompa el vacío por defectos del sellado (23). Otra innovación relacionada con el envasado a vacío es la cocción a vacío o envasado sous vide. En este caso el alimento se envasa a vacío crudo y se le aplica un tratamiento térmico en el interior del envase que tiene como función conseguir el cocinado e inactivar microorganismos para alargar la vida útil. Adicionalmente, con respecto a la alternativa de cocinar el alimento y envasarlo después, tiene la ventaja de que mejora las propiedades sensoriales porque no hay pérdida de nutrientes ni compuestos volátiles, y mejora la conservación porque no hay recontaminación (24). El envasado en atmósfera modificada (MAP) consiste en envasar un alimento para venta al por menor en materiales impermeables a los gases en una atmósfera que sea diferente de la composición normal del aire (78% N2, 21% O2, 0,03% CO2). Las mezclas, que contienen normalmente distintas concentraciones de dióxido de carbono, oxígeno y nitrógeno, se seleccionan según el tipo de producto, para mejorar la vida útil por inhibición del crecimiento microbiano o evitando la oxidación. Así podemos tener alimentos que precisen una cierta proporción de oxígeno (70-80%), caso de la carne roja, para mantener un color atractivo (figura 9). Por el contrario, la presencia de oxígeno puede resultar perjudicial, como por ejemplo en los productos cárnicos curados o los pescados con elevado contenido graso (alimentos que se conservarían mucho menos tiempo por la aparición de problemas de oxidación y enranciamiento). Estos ejemplos muestran clara- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 164 Retos medioambientales de la industria alimentaria 164 mente la importancia del tipo de alimento para la correcta elección de los gases y su proporción (25, 26). En la mezcla de gases habitual para las carnes rojas, el oxígeno mantiene el característico color rojo brillante de la carne y el dióxido de carbono es necesario para inhibir el crecimiento de bacterias alterantes aerobias, ya que está presente una elevada concentración de oxígeno. El nitrógeno, que es inerte, ayuda a mantener la forma del envase, evitando el colapso cuando el dióxido de carbono es absorbido por la carne. Cuando la concentración de oxígeno es baja se potencia la formación de metamioglobina a partir de la mioglobina, apareciendo colores pardos (figura 10). Se han utilizado muchas mezclas de gases, pero la más común para el envasado de carne roja es 20-40% CO2 con 60-80% O2 y a menudo nitrógeno (27). El éxito de MAP depende de varios requerimientos. Primero, el volumen de atmósfera debe ser alto en comparación con el volumen de producto, porque el contenido de CO2 de la atmósfera tiene que permanecer tan constante como sea posible a lo largo del almacenamiento. Segundo, el envase debe tener una suficiente impermeabilidad (propiedad barrera) para evitar la pérdida de la atmósfera modificada, especialmente del CO2. En los envases de venta al por menor puede ser un problema la pérdida de exu- 100 Oximioglobina -O2 +O2 Rojo Pardo Violeta Mioglobina Oximioglobina Rojo brillante Metamioglobina Pardo-grisáceo Mioglobina reducida Metamioglobina 20 40 60 80 Presión parcial del O2 (mmHg) Figura 9. Color de la carne según la situación de la mioglobina. Figura 10. Influencia de la concentración de oxígeno en la atmósfera de envasado sobre el color de la carne roja (contenido elevado de mioglobina). P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 165 Situación actual del envasado de los alimentos 165 vases preparados de forma centralizada, listos para ser exhibidos en el supermercado o autoservicio (denominados Case-Ready). El doble film especial permite que el oxígeno (MAP) llegue al producto. Entre las dos láminas queda un espacio que se llena con la atmósfera modificada (80% O2/20% CO2), la película termorretráctil antiempañante que entra en contacto directo con la carne es permeable, por lo que permite el paso del oxígeno y por tanto la carne no se decolora, prolongando su buena apariencia y mayor frescura. La lámina superior es impermeable, lo que hace que se mantenga la atmósfera sin modificaciones. La altura de la bandeja se reduce hasta un 40% respecto a las bandejas convencionales, lo que reduce un espacio considerable en el mostrador y también hace que el impacto medioambiental sea menor. Darfresh Bloom® (figura 12) combina el envasado a vacío “segunda piel” y la atmósfera modificada. Como en el caso anterior, la lámina que entra en contacto con la carne es permeable por lo que permite el paso del oxígeno dado y es habitual incluir una almohadilla absorbente. Se han hecho numerosos estudios para optimizar el envasado en atmósfera modificada de la carne roja y los distintos productos cárnicos, tanto en lo que respecta a seleccionar la mezcla de gases más efectiva, como a otros aspectos relacionados con los materiales de envasado y el tipo de envases que faciliten la comercialización de estos productos (28-33). Como ejemplo de las numerosas innovaciones en este tipo de envasado a continuación se describen dos sistemas de envasado desarrollados por Cryovac para el envasado de carne roja que permiten superar algunos de los problemas que pueden surgir en el envasado en atmósfera modificada convencional: Cryovac Mirabella® y Darfresh Bloom®. Cryovac Mirabella® (figura 11) es un concepto patentado que reduce el espacio de cabeza, indicado para el envasado de carnes frescas, ya que evita la decoloración de la carne. Está diseñado para en- Capa barrera 80% O2 20% CO2 Capa permeable Sellado Mezcla de gases Capa barrera Bandeja rígida Espacio Figura 11. Técnica de envasado Cryovac Mirabella® desarrollada por Sealed Air Cryovac para el envasado de carne roja con atmósfera modificada. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 166 Retos medioambientales de la industria alimentaria 166 Atmósfera modificada Film 3–Barrera (anónimo/impreso) Cámara de gas Film 1–Barrera rígida (Bottom Darfresh) Producto–envasado al vacío Film 2–Darfresh permeable flexible Figura 12. Técnica de envasado Darfresh Bloom® desarrollada por Sealed Air Cryovac para el envasado de carne roja. y mantiene las características de la carne. Presenta algunas ventajas frente al envasado con atmósfera o envasado a vacío convencionales: reducción de exudados, permite la exposición vertical, mantiene el color de la carne rojo brillante, tiene un sistema de fácil apertura, film superior termosellado imprimible (23). Adaptación de los envases a las nuevas tecnologías de conservación Actualmente, se están desarrollando tratamientos de conservación alternativos a los convencionales, que persiguen un producto con características cercanas a las del producto inicial, aumentando su vida útil en términos microbiológicos, sensoriales y nutricionales (34). Esta reciente aparición de sistemas de procesado no térmico requiere una profunda investigación sobre los materiales de envasado y las interacciones de los materiales de envasado y los alimentos sometidos a estas tecnologías. El envasado de los alimentos sometidos a tecnologías no térmicas puede necesitar funciones adicionales para su correcta comercialización. Los ma- teriales de envasado deben tener gran resistencia física y mecánica frente a los mecanismos del procesado no térmico (35). Los métodos de conservación no térmicos, también denominados tecnologías emergentes, se utilizan para mejorar la conservación de los alimentos al tiempo que se mantienen sus características. Entre estas tecnologías destacan las radiaciones ionizantes, las altas presiones hidrostáticas, los pulsos eléctricos de alto voltaje, los ultrasonidos, las radiaciones ultravioleta y los pulsos luminosos. Algunas de estas técnicas pueden requerir el procesado de los alimentos dentro del envase, por lo que es necesario conocer la interacción entre el envase y el propio proceso (36). Las dos técnicas más utilizadas que se aplican a los alimentos ya envasados son las radiaciones ionizantes y las altas presiones hidrostáticas. Radiaciones ionizantes En 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó, para el tratamiento de alimentos, la aplicación de dosis de irradiación de hasta 10 kGy, indicando que esta tecnología es “segura para el con- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 167 Situación actual del envasado de los alimentos 167 sumo humano”. Desde entonces, la irradiación se está aplicando en alimentos, principalmente para la eliminación de bacterias patógenas y parásitos, así como para destruir los microorganismos responsables del deterioro de los mismos. La aplicación de dosis de irradiación inferiores a 1 kGy en carnes es suficiente para la eliminación de parásitos, mientras que para eliminar patógenos y reducir el número de microorganismos son necesarias dosis comprendidas entre 1 y 10 kGy (34). La mayoría de los productos alimenticios se irradian ya envasados. La irradiación de envases plásticos origina radicales libres e iones que afectan tanto al polímero como a los compuestos de bajo peso molecular presentes en el material. La magnitud de las alteraciones que se producen, tanto químicas como físicas, dependen de la naturaleza del material, dosis de radiación absorbida, atmósfera circundante, temperatura, tiempo después de la irradiación, etc. La irradiación puede producir cambios físicos y estructurales que influyen en las propiedades barrera, permeabilidad a gases, propiedades mecánicas, sellabilidad, color, etc., y cambios químicos conducentes a la formación de nuevas sustancias o al incremento de las ya existentes. Cuando el envase es apropiado, la irradiación no debe comprometer las propiedades funcionales del envase ni facilitar la migración de componentes indeseables desde el material al alimento. Los materiales de envasado para irradiación deben ser químicamente estables bajo la dosis de radiación utilizada para evitar la degradación del polímero y la formación de compuestos hidrocarbonados y polímeros halogenados de bajo peso molecular que podrían migrar al alimento y afectar al olor, sabor y seguridad de los alimentos irradiados (37). Se han realizado numerosos estudios sobre este tema, algunos se describen en la revisión de Galic et al., 2011 (35), pero se han obtenido resultados bastante contradictorios. En general, con dosis bajas de hasta 30-40 kGy no se han observado modificaciones importantes en las propiedades de los materiales de envasado estudiados. En Estados Unidos y en algunos otros países está autorizado un número limitado de materiales para el envasado de los alimentos que son sometidos a radiaciones y deben cumplir determinadas especificaciones recogidas en su marco legal. En la UE no se han desarrollado todavía medidas específicas sobre las condiciones que deben cumplir estos materiales. En espera de la elaboración de una reglamentación específica, el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), sobre las directrices generales respecto a las condiciones que deben cumplir los materiales poliméricos de envasado de alimentos para ser sometidos a radiaciones ionizantes, recomienda que los materiales que vayan a ser irradiados deben haber sido sometidos a pruebas experimentales exhaustivas, que demuestren que tras el proceso de irradiación y con posterioridad al mismo no se han formado productos que puedan migrar a los alimentos y representar un peligro para la salud humana (38). Altas presiones (HPP) La tecnología de las altas presiones hidrostáticas consiste en la aplicación de presiones del orden de 400-900 MPa (4.000 a 9.000 atm), que permiten preservar el alimento P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 168 Retos medioambientales de la industria alimentaria 168 sin necesidad de usar ni calor ni aditivos, ya que inactiva las enzimas y las bacterias responsables del deterioro de dicho alimento, al mismo tiempo que es efectiva contra los patógenos. La penetración de la alta presión es completamente uniforme a través del alimento y la transmisión es instantánea, independientemente del tamaño y forma del alimento (34). En la aplicación de la tecnología de altas presiones se han de tener diferentes consideraciones relacionadas con el envasado. Se aplican generalmente a alimentos envasados en envases flexibles y deformables (ha de tolerar reducciones de volumen de hasta un 15%). Lo más habitual en los alimentos sólidos es que se envasen previamente a vacío. El material de envasado debe ser capaz de resistir las presiones aplicadas, tener buenas propiedades de sellado y conservar la calidad del producto durante la aplicación de la presión. La combinación entre la base y la tapa tiene que tener la flexibilidad suficiente para compensar la compresión del alimento (limitada) y la compresión del aire sin que se dañe y al mismo tiempo transmitir la presión, por lo que los envases rígidos de metal, vidrio y plástico no se pueden usar. En los estudios sobre el efecto de las altas presiones sobre los envases, revisados por Galic et al., 2011 (35), no se ha observado que en general se afecten las propiedades mecánicas y de permeabilidad de los plásticos y las láminas de aluminio. Tampoco han encontrado influencia de las mismas sobre la migración ni sobre las propiedades de termosellado. En estudios realizados con distintos materiales de envasado en condiciones simuladas, utilizando modelos que contenían D-limoneno, no se han encontrado cambios en el comportamiento de materiales como PP, PE/nylon/EVOH/PE, tras ser sometidos a un tratamiento de 800 MPa durante 10 minutos, no obstante sí se modificaban las propiedades de las láminas multicapa con materiales metalizados (PET metalizado/EVA/LLDPE) (39-41). Puesto que el aire o los gases son muy compresibles bajo presión, la presencia de espacio de cabeza debe ser lo más pequeña posible para evitar la deformación de los envases (42). Consideraciones finales Del papel fundamental del envase en la conservación y distribución de los alimentos da idea la diferencia en la magnitud de las pérdidas de alimentos por deterioro entre los países en vías de desarrollo y los países occidentales desarrollados; de acuerdo con la OMS, el deterioro en los países en desarrollo alcanza el 30-50%, mientras que en los desarrollados esta cifra se reduce al 2-3%, merced al envasado y a los sistemas de distribución. Los envases utilizados para la conservación y comercialización de alimentos han ido cambiando a lo largo de los años como respuesta a factores sociales, tales como el crecimiento de la población, la urbanización, la necesidad de evitar pérdidas y desperdicios de alimentos, la incorporación de la mujer al trabajo, el comercio internacional, la creciente preocupación por la higiene y por el consumo de alimentos naturales, el deterioro del medio ambiente, etc. En la actualidad se dispone de una gama de envases y embalajes de muy diversos materiales y características adecuadas para cubrir la diversidad de demandas es- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 169 Situación actual del envasado de los alimentos 169 pecíficas que se plantean tanto por el tipo de productos que se comercializan como por las demandas de los distintos sectores de consumidores. En este sentido podríamos considerar que la situación actual del envasado de los alimentos es idónea en cuanto a lo que puede aportar para el desarrollo de la industria alimentaria; no obstante, se presenta la paradoja de la falta de sostenibilidad y los problemas relacionados con el medio ambiente, que van siendo más acuciantes a medida que se desarrolla el envasado de los alimentos (figura 13). Poco a poco, se van buscando soluciones que ayuden a compatibilizar la sostenibilidad con algunas de las funcionalidades que en este momento la industria alimentaria y los propios consumidores demandan al envasado de los alimentos y que se irán detallando en los próximos capítulos del libro. Paradoja Figura 13. ¿Cuál debe ser la evolución del envasado de los alimentos? Bibliografía 1. Risch SJ. Food Packaging History and Innovations J Agric Food Chem 2009; 57:8.089-92. 2. Coles R, McDowell D, Kirvan MJ, editores. Food Packaging Technology. Boca Ratón, Florida: CRC Press, 2003. 3. Vaclavik AV. 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P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 172 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 173 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos Jaime González Buesa, Víctor Peinado Canudo y Ángel Fernández Cuello Introducción La función principal del envase o embalaje es proteger y preservar el alimento o el producto de la contaminación externa (1). Desde luego, existen muchos factores externos (temperatura, luz, microorganismos, suciedad, etc.) que pueden favorecer el deterioro de los alimentos, y el envase puede ayudar a preservar directamente al alimento de alguno de estos factores o bien evitar la recontaminación en el caso de aplicarse alguna tecnología sobre los propios alimentos. Otras funciones importantes de los envases incluyen la contención, la comodidad, el marketing y la comunicación. En el caso de la contención, hablamos únicamente de garantizar que el producto está confinado físicamente y no se pueda derramar o dispersar. En muchos casos, el hecho de estar confinado favorece la comodidad en su transporte y manipulación. El envase es fundamental como nexo de unión entre el consumidor y el productor, y debe de contener la información obligatoria, como el peso, origen, ingredientes o valor nutritivo, entre otras. En muchas ocasiones, la información del producto y el marketing están asociados al propio envase o a la etiqueta. Durante estos últimos años, las funciones secundarias del envase han ido en au- mento. Esto se debe principalmente a que existe una demanda creciente de productos más seguros y saludables, con tratamientos menos severos, con una vida útil más prolongada y con una mayor capacidad de interactuar con el consumidor o con la cadena de distribución, y en todos estos casos el envase constituye una herramienta muy versátil para incorporar tecnologías y conseguirlo. De hecho, el mercado mundial de tecnologías avanzadas para el envasado de alimentos y bebidas, entre las que se encuentran los envases activos o inteligentes, se espera que crezca a una tasa anual del 8,2% hasta alcanzar los 23.474 millones de dólares en 2015 (2). Los envases activos e inteligentes, además de proteger frente a los agentes ambientales que pueden afectar a la conservación de los productos alimenticios, se basan en tecnologías más dinámicas para contener y preservar los alimentos (3, 4), respondiendo perfectamente a las demandas de los consumidores actuales. Como puede desprenderse de la figura 1, el envase activo representa un paso más en la evolución de las funcionalidades del envase, ya que tiene la capacidad de interactuar con los productos y el ambiente y de este modo participar activamente en la conservación de los alimentos. Por su parte, el envase inteligente está diseñado para moni- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 174 Retos medioambientales de la industria alimentaria 174 Env as e d di te do da Prot ec Con ne Funciones del envase ión cac ni Env as e Com u n ció i te gen eli nt o tiv ac r Com o Figura 1. Esquema de las funciones del envase (5). torizar y comunicar al consumidor o a los integrantes de la cadena de distribución información del estado del producto, algo que no se consigue con la información contenida en el envase o en la etiqueta. El potencial de este tipo de envases es enorme, y el rango de funcionalidades es muy amplio para cada uno de los dos tipos de envases. Dentro de los envases activos, nos encontramos los envases con capacidad antimicrobiana, los absorbedores de gases o los emisores de gases, que pueden tener efectos beneficiosos sobre la conservación del producto, entre otros. En cuanto a los envases inteligentes, podemos encontrarnos desde los sencillos indicadores de temperatura, hasta los integradores de tiempo y temperatura o los dispositivos de identificación por radiofrecuencia o RFID. En la figura 2 podemos ver una clasificación habitual de estos envases sobre la que vamos a estructurar los dispositivos a lo largo del artículo. Conviene reseñar que gran parte de los materiales o dispositivos desarrollados estos últimos años, y que podemos encontrar reflejados en amplias revisiones como la de Suppakul et al. (6) o la de Brody et al. (7), no han conseguido mantenerse en el mercado, o bien han desaparecido. Esto es reflejo de unas expectativas de crecimiento demasiado elevadas, que hicieron posicionarse a muchas empresas y a desarrollar nuevas tecnologías, Envases activos Envases inteligentes Plásticos “inteligentes” Absorbedores y/o emisores Antimicrobianos Líquidos Humedad Oxígeno CO2 Etileno Envases autoenfriables y autocalentables Susceptores de microondas Figura 2. Clasificación de envases activos e inteligentes. Otros Indicadores RFID TI (indicadores de temperatura) TTI (integradores de temperatura) FQI (indicadores de frescura) Gases Humedad Oxígeno Momento óptimo de consumo P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 175 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 175 pero que a la hora de comercializar el producto se encontraron un mercado que todavía no estaba maduro. De hecho, hasta hace poco tiempo no existía normativa legal específica para estos envases. Actualmente, los Reglamentos europeos 1935/2004/EC y 450/2009/EC sientan las bases para definir los requerimientos generales, así como aspectos relacionados con la seguridad y el marketing tanto de envases activos como inteligentes. En este artículo se tratará de exponer aquellos dispositivos o envases activos y/o inteligentes que en la actualidad se encuentran ya desarrollados y comercializados, ofreciendo además unas pinceladas de las tendencias futuras de este tipo de envases. Envases activos Se trata de un concepto innovador en el que el envase, el producto y el entorno interactúan de forma dinámica para prolongar la vida útil, mantener la calidad, mejorar la seguridad o las propiedades sensoriales de los alimentos, manteniendo de este modo la calidad de los productos envasados (6). En ocasiones, la frontera de este tipo de envases con los envases convencionales no está clara, ya que es difícil de determinar si una determinada tecnología participa activamente de la conservación del producto o no. Por ejemplo, un envase avanzado que incorpore unos aditivos concretos que ofrezcan una alta permeabilidad y una selectividad determinada al transporte de los gases podría o no considerarse activo. Sin embargo, la incorporación de un aditivo que tenga capacidad de absorber alguno de los gases sí que lo convertiría en activo. Los envases activos pueden clasificarse de diversas maneras. Habitualmente se clasifican en dos categorías: en la primera, las sustancias activas están contenidas en una bolsa que se introduce en el envase o se adhiere a la superficie interior del envase; en la segunda, los principios activos se incorporan en el propio material de envasado. En este artículo, clasificaremos los envases activos según sus funcionalidades, indicando además los formatos y los mecanismos de acción de los diferentes dispositivos. Absorbedores de líquidos/humedad La presencia de humedad en ciertos alimentos puede afectar a su conservación, sobre todo en productos, deshidratados, liofilizados o con características sensoriales particulares (crujientes) que deben ser preservadas. Adicionalmente, los exudados en ciertos productos, como las carnes (sangre, condensaciones, etc.), pescados o frutas y hortalizas (especialmente las mínimamente procesadas), pueden generar problemas de conservación o incluso rechazo entre los consumidores. Existen una gran cantidad de materiales con capacidad de absorción de líquidos o humedad. Sin embargo, sus propiedades son diferentes y su capacidad de absorción o las dinámicas de absorción bajo distintas condiciones pueden variar notablemente. En la tabla 1 se pueden ver las propiedades de los principales materiales utilizados en el desarrollo de este tipo de dispositivos activos. Por todo ello, las soluciones comerciales actuales para este tipo de dispositivos (tablas 2 y 3) se basan precisamente en la combinación de varios tipos de compuestos, persiguiendo una respuesta del P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 176 Retos medioambientales de la industria alimentaria 176 Tabla 1. Propiedades de los principales compuestos utilizados para el desarrollo de dispositivos de absorción de líquidos/humedad activos. Propiedad Tamiz molecular Capacidad de absorción Excelente a pequeñas concentraciones de H2O Velocidad de absorción Excelente Capacidad Alta (25 °C, 40% RH) Capacidad de absorción Excelente a temperaturas altas Silica gel Baja Montmorillonita Media CaO Excelente CaSO4 Buena Buena Alta Buena Media Baja Alta Buena Baja Baja Baja Buena Buena absorbedor eficiente, continua y prolongada a lo largo del tiempo. Absorbedores de oxígeno La reducción de los niveles de oxígeno facilita la conservación de un gran número de productos, reduciendo en gran medida reacciones de oxidación en el producto. Pero además, pueden limitar el desarrollo microbiológico (microorganismos aerobios y mohos), evitar el desarrollo de aromas y sabores no deseados, ayudar en el mantenimiento del color y reducir las pérdidas nutricionales. Es por ello que se trata de una de las funcionalidades más conocidas y estudiadas dentro de los envases activos. Sin embargo, una reducción excesiva de la concentración de oxígeno puede tener consecuencias negativas, como el desarrollo de clostridios o fermentaciones en productos vegetales. Es por tanto importante seleccionar el absorbedor adecuado en alimentos conservados en atmósferas modificadas (6). La tecnología existente asociada a los absorbedores de oxígeno está basada en: la oxidación del hierro, la oxidación del ácido ascórbico, la oxidación de tintes fotosensibles, oxidaciones enzimáticas, ácidos grasos insaturados o levaduras inmovilizadas en un sustrato sólido. Como podemos ver en la tabla 4, la tecnología más común está basada en la utilización de óxido de hierro. Tabla 2. Productos o elementos activos actualmente comercializados para la absorción de líquidos. Compañía Maxwell Chase Technologies Inc. Cryovac Producto Fresh-R-Pax País EE.UU. Mecanismo Sandwich absorbente con láminas microperforadas Dri-Loc EE.UU. Sándwich absorbente con láminas microperforadas Formato Referencia Bolsitas www.maxwellchase.com independientes o integrados en envases o bolsas Almohadillas www.cryovac.com P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 177 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 177 Tabla 3. Productos o elementos activos actualmente comercializados para la absorción de humedad. Compañía Multisorb Technologies Producto Natrasorb País EE.UU. Süd-Chemie AG Süd-Chemie AG Süd-Chemie AG DesiPak Sorb-It Tri-Sorb Alemania Alemania Alemania Dessicare, Inc. Unit Paks EE.UU. Mecanismo Montmorillonita, silica gel, tamiz molecular, CaO Bentonita Silica gel Tamiz molecular (zeolita sintética) con silica gel o bentonita. Silica gel, arcillas, carbono activo Absorbedores o emisores de CO2 El dióxido de carbono tiene efecto antimicrobiano, por lo que puede ser útil a la hora de preservar la calidad de ciertos alimentos. Por ejemplo, en carnes y pescados se utiliza el CO2 a concentraciones muy elevadas para conseguir prolongar la vida útil (8). Sin embargo, en el caso de frutas y hortalizas, frescas o mínimamente procesadas, la presencia de CO2 a las concentraciones a las que es aplicado en otros productos no está recomendado, aunque concentraciones más bajas, en torno al 10-20%, pueden tener un efecto antimicrobiano (9). La tecnología existente asociada a los generadores de CO2 está basada en la utilización de carbonato ferroso o una mezcla de ácido ascórbico y bicarbonato sódico. En el caso de los absorbedores, está asociada al hidróxido cálcico o hidróxido potásico (tabla 5). Formato Bolsitas Referencia www.multisorb.com Aditivos Aditivos Aditivos www.sued-chemie.de www.sued-chemie.de www.sued-chemie.de Bolsitas www.desiccare.com muchas frutas y hortalizas, y es producida en mayor o menor medida por los mismos, aunque no todas las frutas y hortalizas responden de la misma manera a la presencia de esta hormona. La utilización de permanganato potásico (KMnO4), que actúa como absorbedor del etileno, ha sido frecuente en la conservación de frutas y hortalizas en cámaras de atmósfera controlada, manteniendo los niveles muy bajos, retrasando por tanto la maduración y prolongando el periodo de conservación de los frutos. Precisamente, la mayoría de envases activos existentes en la actualidad están basados en la utilización de KMnO4, aunque existen otras alternativas basadas en las zeolitas o carbono activo (7). Absorbedores o emisores de etileno El permanganato potásico (KMnO4) es la sustancia en la que se basan la mayoría de los absorbedores de etileno comerciales (tabla 6) y generalmente es embebida en un sustrato inerte como silica gel, alúmina, perlita, vermiculita, etc. El etileno es la hormona vegetal responsable de la maduración y senescencia de Por otra parte, las arcillas y zeolitas pueden tener cierto efecto absorbedor P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 178 Retos medioambientales de la industria alimentaria 178 Tabla 4. Absorbedores de oxígeno comercializados en la actualidad. Compañía Multisorb Tecnologies Mitsubishi Gas Chem. Co. Standa Industrie Desiccare, Inc. Bioka Ltd. Toyo Seikan Kaisha Ltd. Constar International Inc. Constar International Inc. Albis Plastic GmbH Producto Freshmax Ageless ATCO O-Busters Bioka Oxyguard Oxbar MonOxbar Shelfplus O2 Mecanismo Oxidación de hierro Oxidación de hierro Oxidación de hierro Oxidación de hierro Enzimas Oxidación de hierro Catálisis de sales de cobalto Catálisis de sales de cobalto Oxidación de hierro OS2000 País EE.UU. Japón Francia EE.UU. Finlandia Japón EE.UU. EE.UU. Suiza Alemania EE.UU. Sealed Air Corp. Standa Industrie Multisorb Technologies Global Oxycap FreshPax® CR Francia EE.UU. Oxidación de hierro Oxidación de hierro País Japón Francia Mecanismo Ca(OH)2 Ca(OH)2 Activación por UV Tabla 5. Generadores de CO2 comerciales. Compañía Mitsubishi Gas Chemical Co. Standa Industrie Producto Ageless ATCO CO2 Tabla 6. Productos y materiales activos con capacidad para la absorción de etileno. Compañía Bioconservación, S.A. Everfresh Technologies Ltd. Grofit plastics ProFresh Systems Pty Ltd. Evert-Fresh Co. Peakfresh products It's fresh Producto Retarder Ethysachet Biofresh Extra FRESH Evert-Fresh Green-Bags Peakfresh E+™ Ethylene Remover sobre el etileno. Sin embargo, existen dudas en cuanto a su capacidad real de absorción y, por tanto, sobre su efectividad. De hecho, la Universidad de Davis publicó varios trabajos en los que se indica que dudan de la efectividad de diversos productos, entre los que se encuentra PeakFresh (10, 11). Lo cierto es País España Nueva Zelanda Israel Australia EE.UU. Mecanismo KMnO4 KMnO4 KMnO4 KMnO4 KMnO4 Australia EE.UU. Arcillas activadas, zeolitas Zeolita impregnada de paladio que en estos casos los envases funcionan indirectamente, ya que aumentan la permeabilidad del film evitando la acumulación de etileno en el envase. Sin embargo, en estos films será difícil conseguir concentraciones de oxígeno bajas o de CO2 altas, por lo que pueden tener ciertos problemas de aplicabilidad. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 179 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 179 Formato Etiquetas o bolsitas con material absorbente Etiquetas o bolsitas con material absorbente Etiquetas o bolsitas con material absorbente Etiquetas o bolsitas con material absorbente Bolsitas Barquillas de plástico Botes plásticos (multicapa) Botes plásticos (monocapa) Films Referencia www.multisorb.com www.agelessoxygenabsorbers.com www.standa-fr.com www.desiccare.com www.bioka.fi www.toyo-seikan.co.jp www.constar.net www.constar.net www.albis.com Films Juntas en tapes o chapas Bolsitas www.cryovac.com www.sealedair.com www.standa-fr.com www.multisorb.com Formato Bolsas con material generador Bolsas con material generador Referencia www.agelessoxygenabsorbers.com www.standa-fr.com Formato Sobres, bolsitas Sobres, bolsitas Zips, bolsas, láminas, films Bolsitas Bolsas Referencia www.bioconservacion.com www.everfresh.co.nz www.grofitpl.com www.extrafresh.com.au www.evertfresh.com Film Etiqueta www.peakfresh.com www.itsfresh.com Antimicrobianos Existen una gran cantidad de compuestos antimicrobianos: alcohol, bacteriocinas, quelantes, enzimas, ácidos, polisacáridos, metales, fenoles, entre otros. En una revisión de Suppakul et al. (6), en la que se hace especial énfasis sobre los envases antimicrobianos, se detallan una gran can- tidad de compuestos de posible aplicación en envases. La aparición del Reglamento (CE) 450/2009 ha permitido establecer un marco legal para desarrollar una lista positiva de principios activos que anteriormente no existía. Los envases antimicrobianos pueden clasificarse básicamente en dos tipos: aquellos P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 180 Retos medioambientales de la industria alimentaria 180 que contienen el agente antimicrobiano que migra a la superficie del producto, y otros que emiten sustancias volátiles que son efectivas en la superficie del producto. Además, los compuestos antimicrobianos pueden aplicarse de diversas maneras: recubrimientos, barnices, sprays, etc. en la superficie del envase; incorporación o mezcla directa en los materiales; inmovilización en el material de envasado o incluso modificación de la superficie del polímero. En cualquier caso, la mayoría de soluciones actuales están basadas en la utilización de iones de plata (tabla 7). Sin embargo, existen varias razones por las cuales este tipo de materiales no se han extendido más: el primero es la eficacia en condiciones reales, ya que es mucho más difícil de demostrar el mismo efecto en un producto real a lo largo de una cadena de distribución comercial que en unos ensayos en condiciones controladas en laboratorio; el segundo, se trata de cuestiones legales relacionadas con los aditivos, así como el potencial de la tec- nología para enmascarar el deterioro (que está expresamente prohibido en la normativa de la UE de envase y embalaje). Susceptores de microondas Los susceptores son capas metálicas (normalmente aluminio) pegadas a un sustrato de papel o cartón. En ocasiones, se puede introducir una capa plástica (poliéster). Su funcionamiento está basado en la alteración de la ruta habitual de las microondas en el alimento, redistribuyendo esa energía (figura 3). Esta redistribución no sólo permite calentar mejor, sino que posibilita dorar o la obtención de texturas crujientes en ciertos platos preparados. Envases autocalentables-enfriables Los envases autocalentables tienen la capacidad de calentar el producto que contienen sin necesitar de fuentes externas de calor o de energía. Generalmente utilizan óxido de calcio o de magnesio y agua para generar una reacción exotérmica. Aunque pueden resultar atractivos Tabla 7. Aditivos y productos con capacidad antimicrobiana. Compañía Freund Industrial Co. Producto Negamold®, Antimold-Mild® País Japón AgION Technologies LLC Sinanen Zeomic Co., Ltd. Nanogap AgION EE.UU. Mecanismo Etanol adsorbido en SiO2. Plata Zeomic Japón Plata NGAP España Plata Avanzare antiBACTERIAL España Plata, Zinc IMAL Ltda Uvas Quality Grape Guard Grapage Chile India J.K. Enterprises Formato Bolsitas Referencia www.freund.co.jp www.agion-tech.com Emisor SO2 Aditivo envases Aditivo envases Aditivo envases Aditivo envases Bolsitas Emisor SO2 Láminas www.grapage.com www.zeomic.co.jp www.nanogap.es www.avanzare.es www.uvasquality.cl P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 181 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 181 reversible. Sin embargo, no conviene denominarlos como inteligentes, ya que responden a un estímulo y modifican sus propiedades, pero no informan al consumidor sobre el estado del producto. Generalmente, los materiales de envasado cambian su permeabilidad con la temperatura (figura 4). Sin embargo, este tipo de alternativas sí que supone un avance, porque se puede controlar el punto a partir del cual interesa que aumente la permeabilidad a un ritmo diferente. Figura 3. Redistribución de las ondas por los susceptores. y el concepto es innovador, lo cierto es que los altos costes de la tecnología, el bajo rendimiento calorífico de los agentes, así como el aumento de peso y volumen del envase hacen poco viable todavía su aplicación. En el caso de los dispositivos o envases autoenfriables, la bajada de temperatura se debe a la evaporación de un elemento que extrae calor del producto. Durante los últimos años se ha intentado mejorar la tecnología, pero sin mucho éxito. Incluso la tecnología de bomba de calor, que técnicamente es viable, no ha logrado imponerse por sus elevados costos, aunque en recipientes más grandes sí que ha llegado al éxito. Materiales “inteligentes” Otra novedad muy interesante son los polímeros que pueden modificar la permeabilidad bajo diferentes condiciones de temperatura (Landec Intelimer®). Están basados en un polímero capaz de pasar de estado cristalino a amorfo de manera Por ejemplo, su aplicación en un envase con una verdura u hortaliza conservada en refrigeración, sometido a una subida de temperatura (paso de cristalino a amorfo, aumentando permeabilidad), se podría liberar más CO2 del envase que en condiciones normales, contrarrestando la excesiva producción de CO2 de estos productos bajo dichas condiciones. Envases inteligentes Los envases inteligentes están orientados hacia la comprobación y comunicación de cierta información sobre la calidad de los alimentos contenidos en el propio envase (3, 8). La comunicación y el flujo de información puede establecerse a distintos niveles: directamente con el consumidor o agentes de la cadena de suministro, o bien través de dispositivos (smart-phones, tablet PC, etc.). Las funcionalidades de estos envases o dispositivos son también muy variadas: indicación de la calidad del producto o del momento óptimo del consumo, protección de marca y autenticidad, transporte de datos e información relevante, mejora de la trazabilidad, etc. Además pueden P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 182 Retos medioambientales de la industria alimentaria 182 160 140 TR CO2 (ml/día) 120 100 80 60 40 20 0 0 5 10 15 20 25 30 Temperatura (ºC) Figura 4. Gráfico de la influencia de la temperatura sobre el transporte de CO2 a través de un envase (TR CO2), para una poliolefina convencional (L), un film microperforado (I) y la curva teórica de un plástico intelimer (—). Basado en valores experimentales de González-Buesa et al. (12). ser útiles para posicionar una marca o diferenciar un producto. Del mismo modo que en el caso de los envases activos, clasificaremos estos dispositivos por funcionalidades: Dispositivos TTI Los indicadores de temperatura (TI o TTI) suelen presentarse como unas etiquetas adheridas al envase que cambian de color dependiendo del régimen de temperaturas al que haya sido sometido durante el almacenamiento y transporte del producto. Básicamente, podemos clasificar estos dispositivos en tres tipos (figura 5): 1. Dispositivos que reflejan el efecto acumulativo de tiempo y temperatura por la exposición del producto a temperaturas superiores a un nivel crítico (TTI). 2. Aquellos que informan si el producto ha sido sometido a temperaturas superiores o inferiores a un valor umbral (IT irreversible). 3. Dispositivos que indican la temperatura a la que se encuentra el producto (IT reversible). Según la tipología del dispositivo, las funcionalidades pueden variar o bien los hacen idóneos para ciertos requerimientos (tabla 8). Estos indicadores presentan mecanismos de funcionamiento que se basan en diferentes principios: biológicos, químicos y físicos. Para el primer tipo, un cambio en la actividad biológica, como microorganismos o enzimas, son el principio de funcionamiento. Los otros tipos están basados fundamentalmente en respuestas físicas o químicas a los cambios de tem- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 183 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 183 IT reversible IT irreversible Tª TTI 25 20 15 10 5 0 0 24 48 72 96 120 144 Horas Figura 5. Tipos de dispositivos y su respuesta a los cambios de temperatura durante la distribución. Tabla 8. Funcionalidades de los dispositivos TTI (•: no adecuado; *: funcional; **: bueno; ***: óptimo). Función / Dispositivo Aseguramiento de la calidad Monitorización de la cadena de frío Indicación de picos de temperatura Educación a los consumidores Indicación de la temperatura recomendada Publicidad y marketing peratura, como reacciones ácido-base, fusiones, polimerización, etc. Se han desarrollado y patentado un gran número de diferentes dispositivos que pueden ser utilizados en envases alimentarios. Sin embargo, pocos están en uso debido a la principal barrera, el coste. Algunos de los dispositivos TI y TTI que podemos encontrar comercialmente se recogen en las tablas 9 y 10, respectivamente. IT reversible • • • *** *** *** IT irreversible * * *** • • * TTI *** *** ** • • * En ocasiones, la elevada correlación entre la temperatura de conservación y la calidad o vida útil del producto hace que se clasifiquen o utilicen como bioindicadores o medidores de frescura, aunque en realidad no lo son. Dispositivos FQI La actividad microbiológica en los productos alimentarios puede derivar en unas Producto ColdSNAP ColdMark Freeze Check ThermoLabels Cold Chain Indicator CoolWatch Chameleon Thermocromic Ink Compañía Telatemp Corporation Cold Ice, Inc. American Thermal Instruments DeltaTRAK It's Fresh Sensible Solutions Sweden AB B+H Colour change Ball Packaging Europe Alemania Reino Unido Suecia EE.UU. Tintes leuco termocrómicos, compuestos por ciertos colorantes, ácidos orgánicos y solventes. Encapsulados para protegerlos del exterior. Cambios reversibles en el color, permiten incluso más de dos colores. Tintes leuco termocrómicos, compuestos por ciertos colorantes, ácidos orgánicos y solventes. Encapsulados para protegerlos del exterior. Cambios reversibles en el color, permiten incluso más de dos colores. Basado en la selección de un líquido que por debajo de una cierta temperatura se congela, deja el sensor seco y lo inactiva. Conectados a RFID. Cambios irreversibles del color cuando la temperatura se sitúa por encima de congelación/refrigeración. Basado en materiales termocrómicos. Cambios irreversibles del color cuando la temperatura se sitúa por encima de congelación/refrigeración. Basado en materiales termocrómicos. Tintas Tintas, Master batches Etiqueta RFID Etiqueta Etiqueta Etiqueta Etiqueta Etiqueta Formato www.ball-europe.com www.colourchange.com www.sensiblesolutions.se www.itsfresh.com www.deltatrak.com www.americanthermal.com www.coldice.com www.telatemp.com Referencia 19:58 EE.UU. Cambios irreversibles del color cuando la temperatura se sitúa por encima de congelación/refrigeración. Basado en materiales termocrómicos. Cambios irreversibles del color cuando la temperatura se sitúa por encima de congelación/refrigeración. Basado en materiales termocrómicos. Basado en un sensor bimetálico. Cambios irreversibles del color cuando la temperatura se sitúa por encima de congelación/refrigeración. Mecanismo 27/3/12 EE.UU. EE.UU. EE.UU. País Tabla 9. Dispositivos TI reversibles o irreversibles disponibles comercialmente. P390_TERCERAS (Mary) Página 184 Retos medioambientales de la industria alimentaria 184 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 185 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 185 Tabla 10. Dispositivos TTI disponibles comercialmente. Compañía Producto 3M MonitorMark EE.UU. Punto de fusión. Etiqueta Utiliza una mezcla de ésteres de ftalato con un punto de fusión determinado que se colorea con una tinta azul. Por encima del punto de fusión, el dispositivo se colorea paulatinamente. www.3m.com DayMark Safety Systems Timestrip EE.UU. Punto de fusión Etiqueta www.daymarksafety.com TimeStrip TimeStrip UK Punto de fusión Etiqueta www.timestrip.com IntroTech BV WarmMark Holanda Punto de fusión Etiqueta www.warmmark.eu TEMPTIME FreshCheck Corporation EE.UU. Etiqueta www.freshcheck.com BASF OnVu Alemania Polimerización Etiqueta www.onvu.com Avery Dennison TT Sensor Cambios enzimáticos y difusivos debido a cambios en el pH Etiqueta www.iapd.averydennison.com Cambios enzimáticos y difusivos debido a cambios en el pH Etiqueta www.vitsab.com Vitsab Checkpoint International País Suecia Mecanismo Formato Polimerización. Basado en monómeros de diacetileno incoloros que polimerizan con la temperatura obteniendo compuestos coloreados. mermas de la calidad del producto, pudiendo representar además un riesgo para la seguridad alimentaria. Los dispositivos medidores de frescura o freshness quality indicators (FQI) responden a esta necesidad, ya que pueden interactuar directamente con Referencia los metabolitos provocados por el crecimiento microbiano, a diferencia de los dispositivos TTI (figura 6). Generalmente, los dispositivos FQI son sensibles a las modificaciones de la composición gaseosa en el espacio de cabeza P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 186 Retos medioambientales de la industria alimentaria 186 Dispositivos FQI Dispositivos TTI Rotura de la cadena de frío Contaminación externa Crecimiento microbiano Deterioro microbiológico Figura 6. Mecanismos para la determinación del desarrollo de microorganismos en dispositivos TTI y FQI. de los envases, basándose habitualmente en la detección de etanol, compuestos volátiles nitrogenados, aminas biógenas, CO2, sulfuros, etc. La alta sensibilidad y especificidad que deben integrar este tipo de dispositivos, junto con unos altos costes asociados a su desarrollo, los hacen menos frecuentes comercialmente (tabla 11). Sin embargo, gran parte de las investigaciones actuales están orientadas a la mejora de las características de estos dispositivos. Indicadores de gases/humedad Estos dispositivos permiten detectar roturas, perforaciones y cierres no herméticos en aquellos productos envasados en los que el mantenimiento de unos niveles de oxígeno y/o humedad muy bajos puede ser importante de cara a su conservación, avisando al consumidor de este problema. Las nuevas generaciones de estos detectores han permitido que las reacciones sean reversibles, adaptándose por tanto al proceso productivo, en el que pueden ser expuestos a condiciones de oxígeno elevadas. Sin embargo, no se trata de soluciones muy de- mandadas y en consecuencia el número de dispositivos desarrollados es todavía pequeño (tabla 12). Indicadores del momento óptimo de consumo Estos dispositivos indican al consumidor que el producto ha llegado al momento adecuado para el consumo. La dificultad para determinar la madurez de la pera Williams a través del color y la confusión que este hecho puede generar a los consumidores, motivó a una empresa neozelandesa a desarrollar este dispositivo que posteriormente comercializaría con el nombre de ripeSense®. Este sensor cambia de color cuando reacciona con los aromas emitidos por las frutas cuando maduran, indicando varios niveles de maduración. Sin embargo, este tipo de dispositivos presentan serios problemas para su desarrollo: una alta especificidad con el tipo de fruta, la cantidad o peso de fruta introducida en el envase, la permeabilidad del plástico y la necesidad de calibrar el dispositivo para cada situación y producto. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 187 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 187 Tabla 11. Dispositivos FQI disponibles comercialmente. Compañía It'sfresh Inc. Producto It'sfresh Inc. País EE.UU. SIRA Technologies Toxin Alert Food Sentinel EE.UU. Toxin Guard Canadá Mecanismo Referencia Sensor que cambia de color www.itsfresh.com con la presencia de trimetilaminas, monio y dimetilamina (indicadores de producto en mal estado). Técnicas inmunoquímicas www.siratechnologies.com Test de anticuerpos introducidos en los polímeros de los envases www.toxinalert.com Tabla 12. Dispositivos para la detección de oxígeno y humedad. Compañía Mitsubishi Chemicals Sensible Solutions Producto Ageless Eye País Japón Mecanismo Reacción REDOX, detección O2 Referencia www.mgc.co.jp SenseSoft Suecia Sensor de humedad www.sensiblesolutions.se Etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) Una etiqueta RFID (Radio Frequency Identification) es un pequeño dispositivo que se puede adherir o integrar en un envase de tal modo que este podría ser identificado y rastreado. El dispositivo se compone de un microchip, una antena y un material de sustrato o de encapsulado (13). El tamaño de la etiqueta está determinado por el tamaño de la antena, debido a que el microchip es por lo general muy pequeño (14). El hecho de integrar un dispositivo RFID a un envase, hace que pueda ser considerado como inteligente (15). Las etiquetas RFID pueden incorporar datos como los detalles del producto y el fabricante, y pueden registrar y transmitir las lecturas de factores ambientales tales como temperatura y humedad relativa, si se asocian adecuadamente con dispositivos de medida. Tendencias Sin duda, la principal barrera para la aplicación de estos dispositivos en los envases es el coste, por lo que actualmente este tipo de envases son aplicados únicamente en productos caros y de alto valor añadido. No obstante, se están haciendo muchos esfuerzos en reducir los costes tanto de los dispositivos como de los sistemas para integrarlos en el envase. Las economías de escala sugieren que el costo de muchos dispositivos activos (absorbedores, emisores, etc.) o dispositivos inteligentes (sensores de oxígeno, TTI o etiquetas RFID pasivas) no supondrán un factor limitante para su entrada en el mercado (8). Por ejemplo, el coste de los dispositivos RFID se está reduciendo drásticamente a medida que las grandes compañías de alimentación adoptan las tecnologías, y se estima que la tecnología será totalmente competitiva cuando el P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 188 Retos medioambientales de la industria alimentaria 188 coste unitario de estos dispositivos sea inferior a 0,05 $ (16). Actualmente, ya se pueden encontrar dispositivos RFID pasivos por precios inferiores. Otra de las barreras que han impedido una mayor difusión de los dispositivos activos e inteligentes es la poca aceptación que tienen algunos de los formatos en los que se presentan, como la utilización de bolsitas absorbentes en el interior del envase. A pesar de que este tipo de formatos es aceptado en países como Japón, los consumidores europeos son todavía reacios a este tipo de formatos. Esto podría ser debido a que quieren evitar el riesgo de confundir el contenido de la bolsa con un condimento para preparar la comida envasada (17). La mejora de la seguridad de ciertos formatos mediante la sustitución de sobres sueltos por pegatinas o dispositivos unidos al material de envasado, sin duda favorecerá la aceptación del consumidor (18). En el caso particular de los absorbedores de humedad, la tendencia de mercado es introducir los absorbentes en el propio envase para hacer invisible el sistema al consumidor (19). Este último concepto es trasladable a todo tipo de dispositivos y sin duda representa el futuro de los dispositivos activos e inteligentes en los envases alimentarios. Está claro que una vez salvados aspectos de los envases o dispositivos activos y/o inteligentes, como el coste de los mismos, entrarán en juego otros aspectos como la reciclabilidad o biodegradabilidad, maximizando la utilización de recursos renovables. Hay autores que se aventuran a decir que la próxima revolución tecnológica en el campo de la ciencia de los alimentos y la nutrición estará basada en el concepto 3-BIOS, consistente en la libe- ración de compuestos activos mediante una estrategia que combine la utilización de aditivos bioactivos, materiales biodegradables y bionanocomposites (20). Durante estos próximos años este concepto irá tomando forma, ya que actualmente desde la Comisión Europea se está incentivando a los proyectos de investigación que desarrollan nuevos envases activos e inteligentes bajo estas premisas. El desarrollo de un envase con una única función activa o inteligente comienza a ser insuficiente. Poco a poco, la multifuncionalidad del envase se está convirtiendo en uno de los mayores retos para la industria, y aunque se están consiguiendo algunos avances, todavía queda mucho camino por recorrer. Una de las ideas más interesantes que están surgiendo es la combinación de sensores de temperatura o de oxígeno con dispositivos RFID, de manera que no sólo exista una respuesta visual, sino que haya una transmisión efectiva de información hacia dispositivos electrónicos como smart-phones, tablet PC, o incluso electrodomésticos. Particularmente, en el caso de los envases antimicrobianos, que son los envases activos con unas expectativas de crecimiento más elevadas, es necesaria la obtención de más información sobre los efectos químicos, microbiológicos y fisiológicos de los principios activos sobre los propios alimentos envasados, especialmente en los temas relacionados con la calidad nutricional y la seguridad humana. En cuanto a los dispositivos inteligentes, todavía existen muchos frentes abiertos en su desarrollo, para lo cual se están destinando muchos recursos. Los biosensores todavía tienen mucho margen para la me- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 189 Perspectiva actual y tendencias futuras de los envases activos e inteligentes para alimentos 189 jora, ya que deben mejorar su sensibilidad y el rango de detección de numerosos compuestos indicadores de la degradación microbiológica. Además, también existe una gran cantidad de desafíos y oportunidades asociados con la tecnología RFID (13). Algunos de los principales desafíos en la implementación de esta tecnología incluyen mejora de la fiabilidad, el aumento del rango de lectura, la reducción del costo y la mejora de la reciclabilidad, entre otros. Teniendo en cuenta que los envases activos y/o inteligentes pueden ofrecer soluciones atractivas tanto para los productores como para los consumidores, y que cada vez este tipo de tecnologías serán más viables económicamente, es fácil imaginar que dentro de unos años estos envases representarán una parcela importante en el mercado global del envase. Agradecimientos Fundación AITIIP agradece la financiación recibida de los proyectos GA-LC-015/2009 y PTQ-09-01-00700 en la línea de investigación de envases y embalajes. Bibliografía 1. Robertson G. Food packaging principles and practices. 2nd ed. Boca Raton, FL: Taylor & Francis, 2006. 2. Global Active, Smart and Intelligent Packaging Market By Products, Applications, Trends and Forecasts (Internet) 2010 (cited 2011 Jul 25). Available from: http:// www.marketsandmarkets.com. 3. Brody A, Strupinsky ER, Kline LR. Odor removers. En: Brody A, Strupinsky ER, Kline LR, editores. Active packaging for food applications. 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Mahalik NP, Nambiar AN. Trends in food packaging and manufacturing systems and technology. Trends in Food Science & Technology 2010; 21(3):117-28. 16. Want R. The magic of RFID (Internet). 2004 (updated 2004 Nov 30; cited 2011 Jul 25). Association of Computing Machinery, ACM Queue, 2. Available from http:// queue.acm. org. 17. Roberts R. Consumer attitudes and future market trends for active & intelligent packaging. Abstracts of lectures of the Actipak unwraps Europe Conference on Active and intelligent packaging for food; 2003 Jan 2021; Amsterdam, Holanda. 2003. 18. Mikkola V, Lähteenmäki L, Hurme E, Heiniö RL, Järvi-Kääriäinen T, Ahvenainen R. Consumer attitudes towards oxygen absorbers in food packages. VTT Research Notes, 1997; 38 pp. Report No.: 1858. 19. Dainelli D, Gontard N, Spyropoulos D, Zondervan-van den Beuken E, Tobback P. Active and intelligent food packaging: legal aspects and safety concerns. Trends in Food Science & Technology 2008; 19:99-108. 20. Imran M, Revol-Junelles A-M, Martyn A, Tehrany EA, Jacquot M, Linder M, Desobry S. Active food packaging evolution: Transformation from micro- to nanotechnology. Critical Reviews in Food Science and Nutrition 2010; 50(9):799-821. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 191 Aplicaciones de la tecnología RFID en el envasado de alimentos Javier Muñoz Giner, Andrés Cerdá Casanoves y Yuresky Rojas Rincón Introducción Hoy en día la tecnología ha permitido que los envases, además de simples contenedores de productos, se conviertan en agentes activos con capacidad para detectar o medir atributos del producto, el ambiente interior, análisis del contenido con funciones de antiviolación, antifalsificación, etc. Entre las tecnologías que permiten que los envases sean cada vez más inteligentes y a la vez ayuden en la gestión y trazabilidad de los productos se encuentra la identificación por radiofrecuencia o RFID. RFID es una tecnología con un ilimitado potencial de futuro, actualmente está en pleno apogeo, desarrollándose para lograr ser cada vez más competitiva, satisfaciendo necesidades no sólo en las cadenas de suministro de las grandes empresas sino incursionando en sectores tan variados como el farmacéutico, hospitalario, seguridad, tráfico, transporte, envasado de alimentos, etc. Con la tecnología RFID se puede identificar un envase sin necesidad de línea de vista, sin contacto físico y de manera simultánea, reduciendo el tiempo de identificación manual; los usuarios u operarios ya no necesitan escanear uno a uno los productos como sucede con el código de barras o con los códigos Datamatrix, sino que con una sola pasada pueden leer gran cantidad de tags al mismo tiempo. Las ondas de radio excitan el microchip de todas las etiquetas y estas tienen capacidad de responder de manera simultánea al sistema con la información que el interrogador les ha solicitado. Las etiquetas RFID no dejan de ser tags RFID, pero con unas connotaciones muy importantes, como su flexibilidad, su “delgadez”, la capacidad para poder ser impresas con código humanamente legible en su cara frontal, y las capacidades de memoria dependen del chip que lleven incorporado. Esto permite que puedan ser incorporadas en los envases y a partir de aquí se obtenga una trazabilidad total de los envases y de los productos a la vez que aumenta su seguridad y calidad. Las etiquetas RFID, al estar formadas por antenas y chip, dan paso a que se exploren nuevas tecnologías que permitan obtener las mismas funcionalidades, pero reduciendo el coste del cobre de la antena o imprimiéndose los componentes directamente en el material del envase. Existen estudios y desarrollos para que tecnologías como printed electronics y chipless trabajen en paralelo con la RFID para lograr un tag cuyo costo también sea comparable al del código de barras y las prestaciones infinitamente superiores. En este capítulo se comentarán algunas de las tecnologías de identificación que más se utilizan para el envasado de ali- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 192 Retos medioambientales de la industria alimentaria 192 mentos actualmente, pero sobre todo aquellas que están en desarrollo y constituirán el futuro de los envases inteligentes asociados a la RFID. Código de barras, Datamatrix y RFID RFID no es necesariamente mejor que el código de barras o Datamatrix. Son tecnologías diferentes que tienen aplicaciones diferentes, con un cierto grado de solapamiento. La gran diferencia entre ambas es que el código de barras es una tecnología de visualización. Es decir, un escáner debe “ver” el código de barras o su homólogo de codificación de datos 2D (Datamatrix) para poder leerlo, lo que implica que el operario debe orientar el código de barras hacia el escáner o lector para que se produzca su lectura. La tecnología RFID, por el contrario, no requiere contacto visual de los tags: siempre que este se encuentre dentro del rango de lectura del interrogador, se podrá leer. El código de barras adicionalmente tiene unos inconvenientes asociados a su tipo de tecnología; por ejemplo, si la etiRFID queta está rota, rayada o simplemente arrugada o se ha despegado, no hay manera de leerla. Datamatrix por su parte permite la generación de mayor volumen de información, con mejor fiabilidad de lectura gracias a sus sistemas de información redundante y corrección de errores (legible hasta con un 20-30% dañado). Las etiquetas RFID, sea cual sea la tecnología (pasiva, activa, chipless), siempre tienen un espacio de memoria para almacenar diferente tipo de información (según la capacidad), lo cual permite hablar de tecnología que aporta mayor inteligencia al etiquetado. Los tags RFID pueden soportar con mayor facilidad las diferentes condiciones a las que se sometan comparado con las etiquetas con código de barras o incluso Datamatrix. Identificación RFID de envases y palets de material plástico La cadena de abastecimiento del sector de alimentación se compone de diferentes agentes, entre los cuales debe existir un flujo de comunicación. Actualmente son mayoritariamente utilizadas las Código de barras Datamatrix Identifican cada producto de forma Identifican cada tipo de producto. individual. En ocasiones, identifican cajas o envases individualmente. Identifican los detalles del componente marcado, incluyendo el fabricante, el número de producto y un número de serie único. Lectura con antenas que realizan un barrido por todos los tags cercanos sin necesidad de línea de vista. El escáner óptico basado en láser con el que se lee la etiqueta necesita línea de vista directa. Leído con una cámara que lo decodifica. Tiene un código único, fijado en fábrica o escrito a distancia. El código suele ser el mismo en todas las etiquetas. Los códigos secuenciales suelen ser numéricos. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 193 Aplicaciones de la tecnología RFID en el envasado de alimentos 193 RFID Código de barras Datamatrix Permite leer múltiples etiquetas simultáneamente de forma automática. Requiere lecturas secuenciales, casi No permite lectura simultánea. siempre con intervención humana. Los tags RFID pueden ser reescribibles, por tanto, pueden modificar la información que contienen. Una vez impresos no se pueden modificar.` Las etiquetas RFID tienen mayor resistencia a las condiciones del medio, proporcionando la información necesaria en casi cualquier condición. Las etiquetas de código de barra se Legible hasta con un 20-30% de la rasgan y estropean con mayor etiqueta dañada. facilidad, lo que impide que se pueda leer la información que posee. Una vez impresos no se pueden modificar. Se descubre su utilidad desde hace Funcionan correctamente desde tiempo, pero ha estado en hace mucho más tiempo que los continuo desarrollo desde sistemas RFID. entonces. Aplicaciones relativamente nuevas. Con el despliegue de smart-phones y dispositivos con cámara se empieza a cotidianizar su uso. Continuo desarrollo. Al incorporar los nuevos tags RFID a las etiquetas ya existentes de código universal se da lugar a la etiqueta inteligente, que permite rastrear un objeto en la red global EPC, automatizando a través de RFID la circulación de productos a través de la cadena de suministro. La aplicación más popular es marcar pequeñas piezas o marcar directamente las piezas por deformación sin utilizar pegatinas u otros métodos. Esto asegura que el código marcado no se separará nunca de la pieza marcada. Todo lo necesario para llevar un control de productos mediante código de barras ya está completamente implantado a nivel mundial y funciona correctamente. etiquetas adhesivas de códigos de barras, pero debido a que son eliminadas en procesos de limpieza y desinfección de los envases para el transporte, se requiere de un sistema de identificación permanente. Se integran etiquetas RFID en las cajas y palets de material plástico, mediante los cuales es posible identificar de manera unitaria, a distancia y sin necesidad de visión directa, cada uno de los envases. La tecnología RFID permite la identificación unitaria e inequívoca de cada uno de los envases y palets, pudiendo identificar a distancia y sin necesidad de visión directa de dónde proceden los envases, hacia dónde deben dirigirse, así como su proveedor, destinatario y producto que transportan. Son grandes las posibilidades de codificación de información en el contenido de los tags RFID, los cuales se integran en los envases y palets, evitando así su eliminación o deterioro en los procesos de higienización y limpieza en los centros de limpieza y desinfección. Identificación RFID de cajas y palets de plástico Mediante la colocación de un tag RFID en las cajas y palets de material plástico, el cual queda totalmente integrado en la pieza de plástico, se obtienen envases y contene- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 194 Retos medioambientales de la industria alimentaria 194 dores de productos con una matrícula única, la cual permite la identificación y trazabilidad de los productos a lo largo de toda la cadena de abastecimiento. La colocación del tag RFID se realiza en el proceso productivo de las cajas y palets, y tras su comprobación se realiza su codificación con un número de identificación único y serializado, lo cual permitirá su identificación de entre el resto de envases. Se emplean tags RFID con laminado especial, de modo que queden totalmente protegidos de los agentes externos, así como de las condiciones experimentadas durante el proceso de producción de los envases y palets de plástico, de modo que se asegure su correcta integración con el envase y su prolongado uso en entornos industriales. Una vez se dispone de cajas y palets de plástico con identificación por radiofrecuencia RFID, se puede realizar la trazabilidad de los alimentos que transportan entre cada uno de los agentes que intervienen en la cadena de valor, además de aportar una serie de beneficios en cada uno de ellos. Beneficios obtenidos La aplicación de la tecnología RFID como sistema de identificación de las cajas y palets de material plástico aporta una gran cantidad de beneficios, los cuales se describen a continuación: • Sistema de trazabilidad: la introducción de un tag RFID en las cajas y palets de plástico permitirá disponer de trazabilidad total, ya que será posible conocer por qué operaciones o agentes ha pasado, a través de la escritura/lectura de información en el tag insertado. Además, se puede hacer seguimiento de cajas y palets concretos a lo largo de la cadena de distribución. • Control de rotaciones de producto: las cajas y palets de plástico disponen de un índice de rotación muy elevado, por lo que se requiere de un sistema que permita tener controlada la rotación de las mismas. Gracias a la tecnología RFID se pueden contabilizar las cajas y palets entrantes y salientes a través de un punto de lectura RFID. • Control de stocks: la contabilización unitaria de cajas y palets producidos permitirá disponer de un control de los stocks, ya que se dispondrá de información actualizada en tiempo real, gracias a la lectura del tag RFID integrado en cada uno de los envases. • Sistema de inventariado: el proceso de inventariar todos los productos de un almacén resulta costoso, además de que se producen gran cantidad de desviaciones en los conteos. Gracias a la introducción de la tecnología RFID se podrá disponer de un inventario actualizado en tiempo real, ya que se pueden ir contabilizando las cajas y palets producidos y que se van moviendo entre diferentes almacenes y agentes de la cadena de abastecimiento. • Reducción de la gestión administrativa: la integración de la tecnología RFID con el sistema de información de las empresas facilita las labores de gestión y administración, reduciendo los trabajos asociados de generación de informes o documentos, como pueden ser albaranes u hojas de expedición, ya que a través de la lectura e identificación de las cajas y palets dispuestos para su expedición se puede generar P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 195 Aplicaciones de la tecnología RFID en el envasado de alimentos 195 automáticamente un documento administrativo en el que aparezcan reflejados todos los identificadores de los envases. • Seguimiento de la vida útil de las cajas y palets: las cajas y palets de material plástico sufren gran cantidad de procesos y agresiones, y en ocasiones es necesaria su reparación o destrucción definitiva. Actualmente no se puede conocer el ciclo de vida útil de las cajas y palets, ya que no se dispone de un sistema de identificación unitario, pero gracias a la tecnología RFID se podrá conocer la tasa de reparaciones realizadas en los envases, así como el tiempo de uso que ofrece cada uno de ellos. • Eliminación de las etiquetas adhesivas: la forma de trabajar actual se basa en la adhesión de etiquetas para la identificación de los productos, así como el control de los proveedores y destinos en las cajas y palets de plástico. Mediante la introducción de la información en el tag RFID se eliminan dichas etiquetas, facilitando las labores de limpieza y desinfección. Printed electronics La tecnología Printed Electronics permite básicamente lograr un elemento inteligente, tanto de materiales alternativos al silicio, y por ende a costes inferiores, e “imprimible” en cualquier superficie. Algunos productos ya están disponibles en comercio, mientras que para muchos otros se trata de soluciones aún en fase de definición y experimentación; en cualquier caso, están muy claras sus extraordinarias potencialidades de aplicación. La impresión de circuitos y las diferentes tecnologías que fundamentan estos procesos está inmersa en una serie de métodos de impresión usados para crear dispositivos eléctricos. La superficie rugosa del papel y características como la alta tasa de absorción del agua hace que se centre la atención en materiales como plástico, cerámica y silicona. Las técnicas de impresión más comunes están dadas por flexografía, serigrafía, litografía offset e inkjet. Las tintas conductoras son depositadas en el sustrato, creando dispositivos activos o pasivos, tales como transistores de película delgada o resistencias. Se espera que las técnicas de impresión electrónica (printed electronics) puedan llegar a desarrollarse ampliamente y su uso se extienda en los diferentes niveles, aprovechando sobre todo el bajo coste que su desarrollo supone. El término de impresión electrónica está relacionado con la electrónica orgánica o la electrónica de plástico, en los que una o varias tintas tienen compuestos basados en el carbono. La electrónica impresa especifica el proceso y puede utilizar cualquier material basado en soluciones, incluidos los semiconductores orgánicos, inorgánicos semiconductores, conductores metálicos, las nanopartículas, nanotubos, etc. Se prevé un gran desarrollo de futuro para las antenas impresas, ya que forman parte de los transponedores RFID utilizados en envases para su comercialización y otras muchas aplicaciones. Chipless Los tags RFID que no contienen silicio se denominan tags chipless. El beneficio po- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 196 Retos medioambientales de la industria alimentaria 196 tencial es que la mayoría de los tags chipless prometen en un futuro que puedan ser impresos directamente sobre los productos o empaquetados con un coste de 0,1 céntimos, lo cual permitiría reemplazar a los 10 trillones de códigos de barras que se producen anualmente, proporcionando mayores prestaciones y fiabilidad. Los principales tipos de tags chipless son codificados digitalmente y trabajan de forma inalámbrica y a cierta distancia, como lo realizan los chips de silicio. Los mercados potenciales van más allá de aquellos que buscan un coste más bajo, ya que ofrecen propiedades que permiten nuevas prestaciones. A diferencia de las etiquetas RFID con microchip, que son más caras, las etiquetas RFID sin chip pueden ser mucho más baratas de producir y son mucho más versátiles que las etiquetas RF en microchip, ya que pueden ser incorporadas en distintos materiales y en la mayoría de los casos son invisibles al ojo humano. Hoy en día son pocos los desarrollos y aplicaciones hechas a nivel mundial con tecnología chipless, sin embargo los fundamentos científicos de esta tecnología la postulan como una de las posibilidades fuertes de identificación por radiofrecuencia especialmente por su bajo costo. La tecnología chipless no persigue sustituir a la tecnología RFID actual sino obtener costes de fabricación menor que permitan alcanzar otras aplicaciones donde los requisitos de funcionamiento sean mejores, como por ejemplo la cantidad de bits a intercambiar entre tag y lector. Ventajas de incorporar la RFID en el envasado de alimentos A continuación se señalan las principales ventajas que le dan una mayor perspectiva de crecimiento y consolidación a los desarrollos con tecnología RFID en el envasado de alimentos: • Aporta trazabilidad de un envase o embalaje a lo largo de todos los procesos de la cadena de suministro (recepción, almacenamiento, ubicación, inventario, expedición, etc.). • Seguimiento de la cadena de frío. • Minimiza los riesgos de contaminación alimentaria. • Optimiza los costes y la vida útil del producto. • Ayuda a controlar la higiene de operarios y máquinas. • Garantiza autenticidad y calidad frente a las falsificaciones y manipulaciones. • Garantiza la calidad y seguridad. Bibliografía recomendada AIDO (Instituto tecnológico de Óptica, Color e Imagen), Informe sobre la tecnología RFID y la impresión de etiquetas 2010. AITEX (Instituto Tecnológico Textil), Informe investigación tecnología RFID Chipless 2010. Comparativa Impresoras Intermec PM4i – Toshiba S4X. Documentación técnica TAG Ingenieros Consultores S.L. Conclusiones de las Jornada sobre Innovación Tecnológica. Envase y Embalaje. www.interempresas.net. Julio de 2009. Curso de Fundamentos de la Tecnología RFID de TeamRFID.com. EPCglobal, 860MHz–930MHz Class I Radio Frequency Identification Tag Radio Frequency & P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 197 Aplicaciones de la tecnología RFID en el envasado de alimentos 197 Logical Communication Interface Specification, Dic. 2005. EPCglobal, Regulatory status for using RFID in the UHF spectrum, Sept. 2007. Massachusetts Institute of Technology, Technical Report: 13.56 MHz ISM Band Class 1Radio Frequency Identification Tag Interface Specification, Feb. 2003. Han Tao, Shi Yongan. Diciembre 2008. Massachusetts Institute of Technology, Technical Report: 860MHz–930MHz Class I Radio Frequency Identification Tag Radio Frequency & Logical Communication Interface Specification, Nov. 2002. 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P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 198 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 199 La funcionalidad de los “plásticos convencionales”, utilizando films renovables y compostables Maribi Portal Diez Resumen Partiendo de una materia prima renovable, de plantaciones gestionadas mediante principios de silvicultura responsable, se obtiene la pasta de papel que, mediante un proceso optimizado para mejorar de forma significativa los resultados de su ciclo de vida, da lugar a las películas NatureFlex™, con prestaciones técnicas equivalentes a las de los plásticos convencionales que se utilizan para envasar y/o embalar distintos productos. Las propiedades técnicas de estas películas se ven potenciadas cuando se utilizan en combinación con otros biomateriales. Los envases y/o embalajes renovables y compostables presentan muchas más opciones de final de vida que los plásticos convencionales, una vez cumplida su misión de contener y conservar. Introducción En la industria alimentaria se utilizan cantidades ingentes de embalajes, tanto flexibles como rígidos o semirrígidos. La mayoría de los productos que consumimos están embalados: cajas/bolsas de galletas, café, leche, huevos, carne, pescado, frutas, etc. La materia prima de estos envases/embalajes es muy variada, pero un alto porcentaje está fabricado a partir de materias primas derivadas del petróleo y, por tanto, finitas. Dentro de la gran variedad de envases y embalajes que existen hoy en día, en el presente artículo sólo se contemplan los embalajes flexibles y dentro de ellos los fabricados a partir de materias primas renovables, que además son compostables. La compostabilidad de estos materiales es un parámetro importante, ya que da lugar a opciones de final de vida distinta a la incineración y/o vertedero de los plásticos convencionales. Hoy en día ya existen en el mercado varios de estos materiales biodegradables y compostables: termoplásticos a base de almidón, de ácido poliláctico (PLA), policrapolactonas, películas de celulosa regenerada (NatureFlex™), etc. Cuando se habla de estos biomateriales todavía se sigue teniendo la percepción de que no poseen las características técnicas de los plásticos convencionales. Sin embargo, la investigación ha llevado a desarrollar biofilms compostables que aportan características técnicas similares a las de los films plásticos en una gran variedad de aplicaciones de envase y embalaje de alimentos. Films plásticos convencionales para embalaje flexible Sus principales fuentes de materias primas no son renovables. Un listado no exhaus- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 200 Retos medioambientales de la industria alimentaria 200 tivo de los más utilizados en el mundo del envase y embalaje incluye: polietileno (PE) lineal y de alta densidad; polipropileno (PP) cast o biorientado; poliamida (PA), poliéster (PET) y poliestireno (PS) orientado; policloruro de vinilo (PVC) y de polivinilideno (PVDC); alumino (Al). Cada uno de estos materiales aporta propiedades diferentes (sellabilidad, barrera, tenacidad, resistencia térmica, imprimabilidad, etc.). A veces se utilizan solos y a veces se combinan con otros plásticos para completar las necesidades finales de una determinada aplicación. Aproximadamente el 60% de los envases flexibles se encuentran en el mercado en forma de laminados. En general, al combinar materiales se consigue una reducción en el espesor final del envase, garantizando la misma resistencia y tenacidad. La laminación de estos materiales en estructuras multicapa se realiza para obtener las mejores sinergias al combinar las propiedades de los distintos materiales: p. ej., uno de los films puede utilizarse por su tenacidad y su buena sellabilidad, mientras que el otro aporta buena imprimabilidad, barrera y/o resistencia al calor. Algunos ejemplos de laminados que se encuentran en el mercado actual son: PET o OPP u OPA con PE; PET/AL/PE; OPP/PE, PET/cPP; OPP/OPP, etc. A los utilizadores finales les gustaría poder disponer de todas las prestaciones y funcionalidad de los films plásticos convencionales, pero en un formato más sostenible y a un precio adecuado. NatureFlex™: películas renovables y compostables para embalaje flexible Su materia prima es la pasta de madera renovable (dissolving pulp), de planta- ciones gestionadas por proveedores que operan con programas de silvicultura sostenibles como el FSC o similares. Esta pasta se somete a un complejo proceso que empieza por su disolución y termina en su regeneración, en forma de una especie de “papel transparente”. Metalización opcional Barnices barrera y sellables Capa central de celulosa, color opcional Figura 1. Estructura básica de la película biodegradable y compostable NatureFlex™. Después puede barnizarse o no dando lugar a las distintas NatureFlexTM, cuyas características específicas las hacen válidas para poder utilizarse en una amplia gama de aplicaciones de envase y embalaje. Una vez cumplido con su cometido de contener y preservar, pueden compostarse, cerrando así su ciclo de vida. Propiedades técnicas de la NatureFlex™ Las principales características técnicas que hacen de la NatureFlexTM una película de embalaje especial son: • Amplia gama de barrera a la humedad. • Barrera al oxígeno y a los gases. • Barrera microbiana. • Barrera a los aromas. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 201 La funcionalidad de los “plásticos convencionales”, utilizando films renovables y compostables 201 • Alta transparencia. También en colores y metalizada. • Resistencia a grasas y aceites. • Resistencia térmica hasta los 230 ºC. • Excelente maquinabilidad (amplio rango de sellado, sellados pelables, antiestática, retención del plegado, fácil de imprimir). • Certificada como compostable en distintos entornos de biodegradación, incluida la digestión anaeróbica y también el compostaje doméstico e industrial de acuerdo con las normativas EN13432 y ASTM D6400. Foto 1. Aplicaciones de la NatureFlex™ en confitería. • Firmemente basada en recursos renovables. • Compatible con otros bioplásticos. Sin embargo, no es un termoplástico y, por tanto, ni proporciona sellados “soldados” ni posee capacidad termoformable. Tampoco es altamente resistente a la humedad. Foto 2. Aplicaciones de la NatureFlex™ en panadería Sus principales aplicaciones se encuentran en: • Confitería, incluyendo caramelos, donde su capacidad de retorcido/plegado es un parámetro clave (foto 1). • Panadería, tanto en flow-pack como en ventanas de bolsas (foto 2). Foto 3. Aplicaciones de la NatureFlex™ en productos secos. • Productos secos, como pastas, cereales, frutos secos, etc. (foto 3). • Infusiones y derivados, tanto para sobre individual como para la envoltura de las cajas (foto 4). • Productos frescos. La permeabilidad al vapor de agua de algunas de las NatureFlex™ juega un papel importante en estas aplicaciones (fotos 5a y 5b). Foto 4. Aplicaciones de la NatureFlex™ en infusiones. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 202 Retos medioambientales de la industria alimentaria 202 • Asociada a otros biopolímeros (biolaminación) para alcanzar todas las características técnicas que requieren determinadas aplicaciones (como ocurre en la práctica cuando se utilizan plásticos convencionales) (fotos 6a, 6b y 6c). • Sus propiedades barrera son incluso mejores para la NatureFlex™, especialmente al oxígeno (gráficos 1d y 1e). Brillo ASTM D2457 150 100 50 0 NatureFlex NK Foto 5a y 5b. Aplicaciones de la NatureFlex™ en productos frescos. PET Gráfico 1a. Comparativa de la característica técnica brillo entre el PET (plástico convencional) y la NatureFlex™ (bioplástico compostable). Opacidad ASTM D1003 5 4 Fotos 6a, 6b y 6c. Aplicaciones de la NatureFlex™ en laminación con otros biomateriales. 3 2 1 0 Plásticos convencionales y NatureFlex™ Teniendo en cuenta las propiedades técnicas de la Natureflex™, el film plástico convencional al que más se asemeja es el poliéster orientado (oPET): • En cuanto a las propiedades ópticas, los dos films poseen una opacidad y brillo similares y los dos son altamente transparentes (gráficos 1a y 1b). • Los dos son fáciles de imprimir. • Su resistencia térmica es muy similar, hasta los 230 ºC (gráfico 1c). NatureFlex NK PET Gráfico 1b. Comparativa de la característica técnica opacidad entre el PET y la NatureFlex™. Por tanto, la NatureFlex™ puede sustituir al oPET en cualquiera de sus aplicaciones: como capa externa en laminados, impresos normalmente en reverso, tanto para pouches como en envase vertical o flow-wrap; en el centro de laminados para reemplazar al aluminio (versión metalizada); en aplicaciones horneables, tanto en flow-wraps como en tapas de barquetas. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 203 La funcionalidad de los “plásticos convencionales”, utilizando films renovables y compostables 203 Comparativa de comportamiento de envases realizados con plásticos convencionales y los que utilizan biomateriales Temperatura máxima de utilización ºC 250 200 150 100 50 0 NatureFlex PLA PET TPS BOPP Gráfico 1c. Comparativa de la característica técnica resistencia térmica entre el PET y la NatureFlex™. Hoy en día los bioplásticos pueden reemplazar a los plásticos convencionales en la mayoría de los envases para productos alimenticios. A continuación se analizan algunos ejemplos de esta posible sustitución: Envase para infusiones Permeabilidad H2O 38 ºC, 90% RH 20 15 10 5 0 NatureFlex NK PET Gráfico 1d. Comparativa de la característica técnica permeabilidad al vapor de agua entre el PET y la NatureFlex™. Foto 7. Ejemplo práctico para infusiones. El envase es una estructura laminada realizada en base PET con impresión en reverso y que requiere: • Una superficie estable y fácil de imprimir. • Alta transparencia y brillo. Barrera O2 23 ºC, 50% RH • Alta resistencia al calor que permita su paso a través de toda la estructura para obtener altas fuerzas de sellado. 80 60 40 • Buenas propiedades barrera para aumentar la vida media del producto envasado. 20 0 NatureFlex NK PET Gráfico 1e. Comparativa de la característica técnica permeabilidad oxígeno entre el PET y la NatureFlex™. Como hemos visto en capítulos anteriores, todas estas propiedades técnicas aportadas por el PET se verían también cumplidas utilizando la NatureFlex™. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 204 Retos medioambientales de la industria alimentaria 204 Envase para café Para preservar todos los requisitos mencionados, el envase para café requiere unas altas características técnicas que convencionalmente se consiguen utilizando una estructura triple (figura 2) a base de: • PET transparente en el exterior del triplex que aporta rigidez, resistencia térmica y buena imprimabilidad. Foto 8. Ejemplo práctico para café. El café es un producto de alta vida media, normalmente entre 12 y 18 meses, pudiendo llegar a 24. Su aroma es un parámetro importante que debe conservarse hasta la apertura del paquete por parte del consumidor. El producto, tanto molido como en grano, es muy sensible, tanto a la humedad como al oxígeno y su presencia puede alterar el sabor del café. Contiene aceites esenciales y es sensible a la luz, que puede afectar también al aroma y al gusto. • PET metalizado u hoja de Al en el centro, por su barrera a la humedad, la luz, los gases y los aromas, para evitar cualquier descomposición o cambio en la forma y el aroma del café envasado. Los objetivos de cualificación en “hoja plana” para este tipo de producto son: - Barrera a la humedad < 1 g/m2/24 h (38 ºC, 90%HR). - Barrera al O2 < 1 cm3/m2/24 h (23 ºC, 50%HR). Se habla de “hoja plana” porque a veces estos valores no son exactamente iguales cuando se trata de un envase ya conformado. • PE en el interior, para conseguir la tenacidad que requiere el envase, así como no • Rigidez • Resistencia térmica • Imprimabilidad • Barrera a la humedad • Barrera a la luz • Barrera a gases y aromas • Tenacidad • Sellabilidad • Integridad del sellado Figura 2. Estructura triplex convencional para café. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 205 La funcionalidad de los “plásticos convencionales”, utilizando films renovables y compostables 205 sólo una buena fuerza de sellado, sino también una completa integridad del mismo. El PE también aporta una buena sellabilidad a través del polvo y una alta resistencia al impacto y a los pinchazos. La estanqueidad del sellado impide: - El ingreso de oxígeno, permitiendo que el café esté fresco. - El paso de humedad, consiguiendo que el café se mantenga seco y en forma de polvo hasta su consumo. - Que se pierda el aroma del café, que debe permanecer en el interior hasta el momento en que el consumidor abra el paquete. La alternativa “bio” a este envase también sería un triple laminado con los componentes siguientes: • NatureFlex™ transparente en el exterior que, al igual que el PET, aporta rigidez, resistencia térmica e imprimabilidad. • NatureFlex™ metalizado en el centro, que proporciona la barrera necesaria a la humedad, la luz, los gases y los aromas. • Film de biopolímero en el interior del triplex que aporta una tenacidad, sellabilidad e integridad del sellado similar a la que aporta el PE en el envase convencional. Como puede observarse en el gráfico adjunto, los objetivos de cualificación de barrera en “hoja plana” se consiguen con esta estructura biodegradable y compostable, tanto a la humedad como al oxígeno (gráfico 2). La estructura formada por NatureFlex™ (NK), NatureFlex™ metalizado (NKM) y biopolímero sellante (TPS) se asemeja, especialmente respecto al oxígeno, a la estructura convencional utilizada para este tipo de producto formada por PET/Al/PE, y es superior a la del PET/PET met/PE. Esto significa que los biofilms ya pueden competir directamente con los films plásticos convencionales, incluso en el caso de aplicaciones muy técnicas, como la del envasado de café. Para obtener las características técnicas que precisa la conservación de un deter- 16 14 Barrera humedad (38 ºC, 90% HR) 12 Barrera oxígeno (23 ºC, 50% HR) 10 8 6 4 2 0 PET/Alu/PE PET/Met PET/PE NK/NKM/TPS Gráfico 2. Características técnicas barreras para estructuras realizadas con films plásticos convencionales y con biomateriales flexibles. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 206 Retos medioambientales de la industria alimentaria 206 minado alimento hay que combinar distintos tipos de biofilms, como se hace en la actualidad con los films plásticos convencionales. Algunos ejemplos más de cómo se consigue potenciar las características técnicas de un biomaterial individual cuando se combina con otros son: Laminación con cartón Patatas fritas Foto 10. Ejemplo práctico de laminación con cartón. En sustitución del PET, metalizado o transparente para usos decorativos, como las cajas de bombones o de galletas. Se imprime con los mismos sistemas de tintas que el material estándar. Pero además: • Está libre de estática. • Es fácil de cortar. • Y es compostable y reciclable. Foto 9. Ejemplo práctico para patatas fritas. Bioetiquetas en envases “naturales” La estructura de este envase es un laminado triple formado por: • Papel, que aporta el aspecto y “tacto” natural. • NatureFlex™ metalizado en el centro como barrera a la luz, la humedad y los gases. • Film de biopolímero en el interior que aporta tenacidad e integridad del sellado. • El triplex está certificado como compostable según la ASTM D6400 (equivalente a la EN 13432 europea). Foto 11. Ejemplo práctico de etiquetas. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 207 La funcionalidad de los “plásticos convencionales”, utilizando films renovables y compostables 207 • La NatureFlexTM utilizada puede ser transparente, blanca o metalizada. Sus características técnicas más importantes son: • Se imprime con los mismos sistemas de tintas que los materiales “plásticos convencionales”. • Excelente barrera a la humedad, gases y aromas debido a la presencia de la NatureFlex™ NK, que es el film transparente de mayor barrera disponible en el mercado. • Y como para todas las NatureFlexTM, están libres de estática, son fáciles de cortar y están certificadas como compostables. NatureFlex™ N913 Algunas de las estructuras mencionadas en los ejemplos anteriores podrían haberse “simplificado” con este nuevo desarrollo, la NatureFlex™ N913, que combina dos “biomateriales”. Su estructura es como la indicada en la figura 3. Esta estructura está certificada como compostable de acuerdo con la normativa EN 13432, al menos el 50% de su composición es a base de materias primas renovables y es apta para contacto con alimentos. • Integridad de sellado en la cara interior de la estructura por la presencia del biopolímero. • Fácilmente imprimible en la cara exterior (NatureFlex™ NK). • Antiestática (NatureFlex™ NK). • Resistente a grasas y aceites (NatureFlex™ NK). • Puede reemplazar a los laminados tipo PET/PE, sin necesidad de adhesivo. Además puede reducirse el espesor del envase en algunas aplicaciones específicas. Sus principales aplicaciones son: • Tanto en máquinas verticales como horizontales o como lidding. Barniz NK Capa central de celulosa regenerada Barniz NK Capa sellante de biopolímero (sin adhesivos) Figura 3. Estructura de la NatureFlex™ N913. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 208 Retos medioambientales de la industria alimentaria 208 • En sustitución de laminados o simplificación de estructuras complejas. gracias a los programas llamados de “compensación” implementados: Los principales mercados se encuentran en: cárnicas, productos lácteos y alimentos secos. • Tres plantaciones de árboles en UK. Se ha elegido la reforestación porque los bosques absorben gran cantidad de CO2. Atributos medioambientales de la NatureFlex™ • Donación de hornos solares en África en lugar de la utilización de energía obtenida a partir de recursos fósiles cuya quema produce CO2. Huella de carbono La huella de carbono es la medida de los gases con efecto invernadero emitidos a la atmósfera de forma directa o indirecta en la fabricación de la NatureFlex™. Se mide en masa de CO2 o CO2 equivalente. Una vez medida permite “compensar” estas emisiones. Desde que en el 2007 se realizó el primer ACV, la huella de carbono de las películas barnizadas NatureFlex™ es cero, • Y la creación de una unidad de digestión anaeróbica en Holanda, que también compensa las emisiones. Análisis del ciclo de vida (ACV) El ACV es más complejo y completo que la huella de carbono, ya que tiene en cuenta muchos parámetros ambientales. Los resultados del último ACV realizado 110 Abiótico 100 Acidificación Eutrofización 90 Potencial calentamiento global 80 Potencial creación oxidantes fotoquímicos 70 Energía primaria 60 Agua neta 50 2006 2010 Gráfico 3. Comparativa de resultados de distintos parámetros tenidos en cuenta durante el análisis del ciclo de vida de la NatureFlex™. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 209 La funcionalidad de los “plásticos convencionales”, utilizando films renovables y compostables 209 el año pasado (gráfico 3) demuestran mejoras significativas en los distintos parámetros medidos. La asesoría externa, junto con el software desarrollado internamente por Innovia Films, permite evaluar e identificar áreas de mejora y controlar los procesos. Opciones de final de vida en comparación con las de los films plásticos convencionales bién puede incinerarse. Además está certificada como compostable en distintos entornos de biodegradación, incluida la digestión anaerobia y el compostaje, tanto doméstico como industrial. Así pues, los biofilms compostables en general y la NatureFlex™ en particular, presentan alternativas de final de vida que contribuyen a la sostenibilidad del medio ambiente y que no aportan los films plásticos convencionales (gráfico 4). Lo que queda en el cubo de basura una vez reciclados nuestros residuos es: Films de Película BOPP o PET NatureFlex™ • Restos de alimentos y embalaje flexible. • Del 30 al 40% de los residuos urbanos de la UE son alimentos o residuos de jardinería. • Estos residuos pueden desviarse a la digestión anaerobia. • Los embalajes compostables pueden seguir dicha recuperación orgánica. • Cada tonelada de residuos orgánicos recuperada significa 1,5 toneladas de emisiones que se evitan. Además se producen 100 litros de biofuel y se reduce la necesidad de fertilizantes sintéticos. En cuanto a las opciones de final de vida, la NatureFlex™ no es reciclable térmicamente, como no lo son los films plásticos convencionales, aunque, como ellos, tam- Reciclado térmico Compostaje casero Compostaje Incineración Digestión anaerobia (biogás) Vertedero (sólo última opción) Gráfico 4. Opciones de final de vida de los films plásticos convencionales (BOPP o PET) y las películas NatureFlex™. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 210 P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 211 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos Raquel Sendón García, Ana Rodríguez Bernaldo de Quirós y Perfecto Paseiro Losada Introducción Los materiales y objetos destinados a entrar en contacto directo o indirecto con los alimentos comprenden un amplio rango de productos: envases y embalajes, cubiertos, vajillas, utensilios y accesorios de cocina, contenedores, máquinas, materiales de procesado industrial, etc. La transferencia de sustancias químicas desde un material al alimento con el que está en contacto se conoce con el nombre de migración. La migración es un proceso inevitable (si bien a veces sucede en tan mínima extensión que no se considera), predecible mediante las ecuaciones de difusión derivadas de la 2.ª ley de Fick y de la ecuación de Arrhenius, siempre que se conozcan los parámetros clave que afectan al proceso de difusión (p. ej.: coeficientes de difusión del migrante en el/los material/es y en el alimento, coeficientes de partición del migrante entre material/es y el alimento) y que depende del tipo de material (plástico, papel y cartón, adhesivo, pintura, materiales multicapa, etc.), del tipo de alimento (acuoso, alcohólico, graso), de la naturaleza del migrante (peso molecular, estructura, etc.), del tiempo y de la temperatura del contacto. La migración plantea una serie de interrogantes: ¿qué sustancias están migrando y en qué concentración aparecen en el alimento?, ¿constituyen un peligro químico y son un potencial riesgo para la salud?, ¿modifican la composición y/o alteran las características organolépticas de los alimentos?, ¿cómo deben regularse? La preocupación por el fenómeno de la migración y las consecuencias que puede tener sobre la salud humana no es nueva; como ejemplo, la limitación y/o prohibición de arsénico y especialmente plomo en materiales de hojalata, soldaduras de botes y latas de conservas, utensilios y vasijas, esmaltes y barnices, ruedas de piedra para moler cereales, caucho para tetillas de biberones y anillas y papel ya fue regulado tempranamente en España (Real Decreto de 17 de septiembre de 1920). Discutir la problemática de la migración de todos los materiales de contacto alimentario está fuera del alcance de este capítulo, por lo que nos vamos a centrar en un par de ejemplos ilustrativos de los más recientes y ampliamente utilizados: aquellos basados en polímeros sintéticos, como plásticos, recubrimientos (p.ej.: pinturas internas de latas o botes metálicos), adhesivos o tintas de impresión (para la cara externa de envases y embalajes), utilizando como modelo la reglamentación de plásticos, pues aunque desde el punto de vista legal se diferencia lo que es un material y objeto plástico de lo que es una pintura, adhesivo o tinta, la realidad es que la problemática es muy parecida y es P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 212 Retos medioambientales de la industria alimentaria 212 de esperar que pronto confluyan en una única y armonizada legislación. Hoy en día la utilización de estos materiales y objetos para contacto alimentario plantea nuevos retos relacionados con la migración, retos que es necesario conocer y abordar para garantizar la seguridad de los alimentos. Estos materiales en su estado terminado están formados por un polímero de elevado peso molecular, al que pueden añadirse aditivos y otras sustancias, que funciona como principal componente estructural de los mismos. Un polímero es una sustancia macromolecular obtenida mediante reacción química por: • Un procedimiento de polimerización, como poliadición o policondensación, o cualquier otro procedimiento similar, a partir de monómeros y otras sustancias de partida. • Modificación química de macromoléculas naturales o sintéticas, o fermentación microbiana. Los polímeros se construyen a partir de: • Sustancias discretas, bien definidas, como monómeros y otros bloques de construcción, y/o • Sustancias de composición variable o desconocida o complejos productos de reacción, como prepolímeros u oligómeros reactivos. Los aditivos son modificadores de las características del producto, que se añaden para conseguir determinados efectos técnicos (antioxidantes, plastificantes, agentes antiestáticos, espesantes, estabilizadores del color, etc.). ¿Cuáles son las sustancias de interés que pueden migrar desde estos materiales poliméricos? Hay que considerar dos aspectos: 1. El material macromolecular o polímero, que es una estructura muy poco reactiva, de elevado peso molecular [de miles a millones de Daltons (Da)], inerte y de baja solubilidad en los medios acuosos y oleosos, lo que limita su posible transferencia desde el envase al alimento. Además, aunque fuera ingerido, es fisiológicamente inactivo, pues los compuestos con un peso molecular superior a 1.000 Da no son asimilados en el tracto intestinal. El polímero no constituye un motivo especial de preocupación toxicológica. 2. Sustancias de bajo peso molecular (< 1.000 Da) que permanecen en el material de contacto, tales como residuos de la reacción de polimerización (monómeros, prepolímeros y otras sustancias de partida), aditivos, productos intermedios de reacción, productos de descomposición, impurezas de las sustancias de partida usadas, etc. Algunas de estas sustancias son todavía muy reactivas, en general solubles en los medios acuosos y/u oleosos propios de los alimentos, fisiológicamente activas y pueden migrar a los alimentos. Estas sustancias constituyen un motivo de preocupación y deben estar sometidas a una evaluación del riesgo (AESAN, 2010 y Reglamento UE n.º 10/2011). En la actualidad, todos los materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos están regulados a nivel de la Unión Europea por el Reglamento P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 213 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos 213 Marco (CE) n.º 1935/2004, cuya finalidad es garantizar no sólo un elevado nivel de protección de la salud y de los intereses de los consumidores, sino también un funcionamiento efectivo del mercado interior en relación con estos materiales (para evitar que la disparidad de reglamentaciones nacionales pudiera dificultar el libre comercio de alimentos a causa del envase). En su artículo 3 establece como requisito general que estos materiales han de estar fabricados de conformidad con las buenas prácticas de fabricación, y en las condiciones normales o previsibles de empleo no pueden ceder componentes que puedan: • Representar un peligro para la salud humana. • Provocar una modificación inaceptable de la composición o una alteración de las características organolépticas de los alimentos. Las buenas prácticas de fabricación están reguladas por el Reglamento UE n.º 2023/2006 y modificaciones. Para los distintos grupos de materiales y objetos (tabla 1) se pueden establecer medidas específicas, entre ellas, una lista de sustancias autorizadas para su fabricación, especificaciones de pureza, condiciones especiales de uso, límites de migración, etc. Actualmente, los únicos grupos para los que la UE ha establecido medidas específicas son los materiales y objetos activos e inteligentes, cerámica, plásticos y celulosa regenerada. El resto de los materiales están sujetos a las reglamentaciones nacionales, cuando las hay, de los Estados miembros. La reglamentación sobre materiales plásticos, Reglamento (UE) n.º 10/2011 y modificaciones, se basa en el principio de la “Lista positiva”, es decir, sólo las sustancias incluidas en la lista (actualmente más de 900) pueden utilizarse intencionadamente en la fabricación de los materiales plásticos. La utilización de estas sustancias está condicionada por ciertas restricciones de empleo, destinadas a garantizar la salud de los consumidores y la calidad de los alimentos, limitando los niveles de migración de los componentes de los materiales plásticos a los productos alimenticios. Estos límites son básicamente de dos tipos: Tabla 1. Lista de grupos de materiales y objetos para los que pueden establecerse medidas específicas. 1) Materiales y objetos activos e inteligentes 2) Adhesivos 3) Cerámica 4) Corcho 5) Caucho 6) Vidrio 7) Resinas de intercambio iónico 8) Metales y aleaciones 9) Papel y cartón 10) Plásticos 11) Tintas de imprenta 12) Celulosa regenerada 13) Siliconas 14) Productos textiles 15) Barnices y revestimientos 16) Ceras 17) Madera P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 214 Retos medioambientales de la industria alimentaria 214 1. Límite de migración global (LMG). Que fija la cantidad máxima de sustancias que el material puede ceder a los alimentos en 10 mg/dm2 de superficie de material o artículo (10 mg/dm2 de material = 60 mg/kg de alimento, pues se considera que 1 kg de alimento está contenido en un envase cúbico con una superficie de 6 dm2). Este límite evita una modificación inaceptable en la composición de los productos alimenticios, y como está referido a migrantes que no son tóxicos, reduce la necesidad de realizar un mayor número de ensayos de límites específicos de migración. Es por (1) (2) tanto un control eficaz y una medida de la inercia del material. 2. Límite de migración específico (LME). Es la cantidad máxima permitida de una sustancia que puede ser liberada en los alimentos. Se aplica a sustancias individuales y debe establecerse en base a la evaluación de riesgos. Hoy en día la mayoría de las sustancias están evaluadas y establecida su ingesta diaria tolerable (mg/kg de peso corporal), multiplicando este valor por 60 se establece el LME, bajo la hipótesis de que una persona de 60 kg de peso corporal ingiere diariamente 1 kg de alimento que contiene dicha sustancia. (3) (4) (5) (6) Nombre de la sustancia Uso como aditivo o auxiliar de polimerización (sí/no) Uso como monómero, otra sustancia de partida o macromolécula obtenida por fermentación microbiana (sí/no) N.º de sustancia para MCA N.º de ref. 164 34.895 0000088-68-6 2-Aminobenzamida Sí No 165 23.200 74.480 0000088-99-3 Ácido o-ftálico Sí Sí 166 24.057 0000089-32-7 Anhídrido piromelítico No Sí 167 25.240 0000091-08-7 2,6-Diisocianato de tolueno No Sí N.º CAS Figura 1. Vista parcial de la lista de sustancias autorizadas. a P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 215 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos 215 En ciertos casos se establece como restricción la cantidad máxima permitida de sustancia residual en el material. La figura 1 muestra un ejemplo de cómo está estructurada la lista de sustancias autorizadas de monómeros, otras sustancias de partida, macromoléculas obtenidas por fermentación microbiana, aditivos y auxiliares para la producción de polímeros. Existen excepciones para sustancias no incluidas en la lista, siendo de destacar: • Los prepolímeros y sustancias macromoleculares naturales o sintéticas, y sus mezclas, si los monómeros o sustancias de (7) (8) (9) FRF aplicable (sí/no) LME (mg/kg) LME (T) (mg/kg) (n.º de restricción de grupo) No 0,05 Sólo para uso en PET para agua y bebidas partida necesarios para sintetizarlos están ya incluidos en la lista, que están autorizados cuando se usan como monómeros u otras sustancias de partida. • Las sustancias añadidas inintencionadamente (productos intermedios de reacción, productos de descomposición, impurezas de las sustancias de partida usadas, etc.), también conocidas como NIAS (acrónimo de la expresión inglesa No Intentionally Added Substances) y que pueden estar presentes en los materiales, y auxiliares de polimerización. Ambos grupos de sustancias son muy complejos y para los que la evaluación del riesgo (10) (11) Restricciones y especificaciones Notas sobre la verificación de la conformidad 1 mg/kg en el producto final expresado como grupo isocianato (10) No No No 0,05 (17) P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 216 Retos medioambientales de la industria alimentaria 216 no está realizada. La mayoría de estas sustancias cuando migran a los alimentos son difíciles de identificar y más difíciles todavía de cuantificar, pues no se dispone de patrones de las mismas, originando, mediante las técnicas de análisis cromatográficas usuales en los laboratorios de control, como HPLC y GC, numerosos picos etiquetados como “desconocidos”. El riesgo potencial de todas estas sustancias debe ser evaluado por el fabricante. Ejemplos que ilustran la problemática que plantean las sustancias no listadas prepolímeros y NIAS El caso BADGE/NOGE El problema del BADGE surgió a partir de los años 90 cuando se detectó que estaba migrando a los alimentos, no sólo la especie BADGE n = 0 en cantidades muy superiores al límite de migración establecido en aquel momento (LME = 0,02 mg/kg), sino también otras sustancias derivadas del mismo y cuya naturaleza se desconocía. El problema del NOGE surgió posteriormente al detectarse que estaban migrando prepolímeros, no listados, y productos derivados de los mismos. BADGE es el acrónimo del término Bisphenol A diglycidyl ether y la expresión química que mejor define a esta serie de compuestos se recoge en la figura 2. Constituye una serie oligomérica que contiene una unidad de repetición y en la que “n” puede tomar diferentes valores (usualmente entre 0 y 20), cuando “n” = 0, es decir, cuando no hay unidad de repetición, se trata del primer com- Bisphenol A epoxy resins OH O O CH3 CH3 O O O CH3 n O CH3 n Name Mw 0 BADGE 340,4 1 BADGE n = 1 624,8 2 BADGE n = 2 909,1 n Name Mw 0 BADGE 312,4 1 NOGE 3 rings 474,5 2 NOGE 4 rings 636,7 3 NOGE 5 rings 798,4 4 NOGE 6 rings 961,1 Novolac epoxy resins (NOGE) O O O O H H O O H n H Figura 2. Estructuras químicas de las resinas epoxi tipo BADGE y NOGE. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 217 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos 217 puesto de la serie, el de más bajo peso molecular, y el que le da el nombre a la misma. El resto de los compuestos de la serie se suelen denominar con el nombre de BADGE acompañado de “n” y su valor correspondiente (cuando n = 1 se conoce como BADGE n = 1, etc.). Otros términos y sinónimos se usan para referirse a estos compuestos, tales como Bisfenol A epoxi resinas y Poly (bisphenol A –co– epichlorhydrin), que hace referencia a los monómeros a partir de los cuales se sintetiza este grupo de sustancias, y que, dependiendo de las condiciones de reacción y de las proporciones entre el bisfenol A y la epiclorhidrina, dan lugar a resinas que prácticamente sólo contienen la especie química n = 0 o a resinas conteniendo mezclas de oligómeros con diferentes valores de “n”. NOGE es el acrónimo del término ingles Novolac glycidyl ethers, aunque otros términos son más conocidos y utilizados, como Novolac epoxy resins o Epichlorohydrin-formaldehyde-phenol polymer, este último haciendo referencia a los monómeros a partir de los cuales se sintetiza. La estructura idealizada que mejor representa a esta serie oligomérica se recoge también en la figura 2, en la que “n” puede tomar también diferentes valores, siendo el valor n = 0 el compuesto más simple de la serie y que se conoce como Bisphenol F diglycidyl ether (BFDGE). Diferentes posiciones isoméricas en orto y para son posibles (3 isomeros en o-o’, p-p’ y o-p en el caso del BFDGE), dando lugar a una compleja mezcla de sustancias. Los compuestos de mayor interés, desde el punto de vista de la migración, en ambas series son los compuestos de bajo peso molecular (< 1.000 Da). Para las BA epoxi resinas son tres compuestos y cinco para las Novolac epoxi resinas, para las que también es frecuente nombrarlas indicando el número de anillos. Ambas series contienen dos o más grupos glycidyl también llamado epoxi o epóxido. La serie BA epoxi resinas mantiene siempre la bifuncionalidad, si bien al aumentar el valor de “n” incrementa la funcionalidad del grupo OH, que a su vez es reactivo. En la serie NOGE la funcionalidad es dos, sólo cuando n = 0, volviéndose polifuncional según incrementa el valor de “n”. El grupo epoxi es un grupo muy reactivo, reacciona con un elevado número de grupos funcionales y sustancias químicas, entre otras, alcoholes, fenoles, ácidos carboxílicos, anhídridos, aminas, ácidos inorgánicos, halogenuros de hidrógeno y hasta con el agua. Las resinas epoxi, di o polifuncionales, cuando se utilizan como sustancias de partida, reaccionan con una serie de sustancias químicas, también polifuncionales, que se denominan agentes de curado (agentes de entrecruzado, endurecedores), tales como aminas (alifáticas, cicloalifáticas, aromáticas), ácidos carboxílicos, anhídridos, resinas fenólicas y un largo etcétera, para formar un polímero termoestable, es decir, una red rígida tridimensional insoluble, infusible y con unas propiedades que dan lugar a numerosas aplicaciones de altas prestaciones y en muy variados campos: pegamentos y adhesivos, materiales y objetos plásticos, y recubrimientos (p.ej.: pinturas de la cara interna de pequeños envases metálicos destinados a contener productos alimenticios: conservas de origen tanto vegetal como animal, bebidas refrescantes, bebidas alcohólicas, etc.), o P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 218 Retos medioambientales de la industria alimentaria 218 de grandes tanques o conducciones (cemento, hierro) destinados a contener alimentos (agua, vino, aceite, etc.). liberar ClH, lo que tendría efectos perjudiciales sobre las características del recubrimiento. La función de los compuestos epoxídicos es reaccionar con el ClH para evitar su acción. Cuando las resinas epoxi reaccionan con un agente de curado forman, a través de un complejo proceso químico de crecimiento, una red tridimensional, el polímero termoestable, cuyas propiedades en poco se parecen a las de las sustancias de partida. Este polímero termoestable es el que va a entrar en contacto con los alimentos, y en él pueden permanecer sin reaccionar las sustancias de partida, además de productos intermedios o colaterales a la reacción de polimerización que pueden migrar a los alimentos. Cuando el BADGE migra al medio acuoso, reacciona con el agua y se hidroliza para formar por apertura del anillo epoxi dos productos de hidrólisis, evolucionando la reacción hasta la formación del segundo producto (figura 3). En definitiva, para comprobar el cumplimiento con la legislación de aquel momento, se buscaba el BADGE en los alimentos o simulantes, porque estaba listado, pero este no aparecía porque se transformaba, y los productos de hidrólisis, como no se conocían, no se buscaban. Las epoxi resinas también se pueden utilizar como aditivos de otros materiales poliméricos, p.ej.: en recubrimientos de PVC, que durante su aplicación pueden Cuando el BADGE se utiliza como aditivo en PVC (y en aquel momento no estaba BADGE O O CH3 O O CH3 H2 O BADGE. H2O OH O CH3 O O OH CH3 H2 O BADGE. 2H2O HO OH CH3 HO O O CH3 Figura 3. El BADGE y sus productos de hidrólisis. OH P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 219 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos 219 autorizado explícitamente para tal fin), reacciona con el ácido clorhídrico para formar las clorhidrinas por apertura del anillo epoxi (figura 4). Además de estos dos nuevos compuestos que pueden migrar a los alimentos, cuando dicha migración se produce a un medio acuoso, la primera clorhidrina (BADGE.ClH) reacciona para formar el correspondiente producto de hidrólisis (figura 5). En el caso de las resinas NOGE, además de no estar listadas como tal, pues se consideraba que estaban autorizadas porque los monómeros que se utilizaban en algún paso de su proceso de síntesis (fenol, formaldehído y epiclorhidrina) estaban autorizados, pueden originar una problemática similar a la del BADGE, pero mucho más compleja debido a los numerosísimos compuestos (sólo para el BFDGE con sus tres isómeros son posibles 18 nuevos compuestos). En definitiva, una sustancia que estaba listada (BADGE n = 0), puede dar lugar a un problema analítico de seis nuevos y potenciales migrantes, en su momento desconocidos, a los que podríamos añadir los BADGE n = 1 y 2, que no estaban ni están listados. Conocer y solucionar la problemática que plantearon estos compuestos llevó muchos años de trabajo (identificación de los nuevos migrantes, cinéticas de hidrólisis, desarrollo de métodos analíticos para su determinación, estudios toxicológicos, reformas legales, etc.) (Paseiro et al., 1991, 1992, 1993, 1997; Simal Gándara et al., Recientemente ha sido objeto de atención un producto de reacción o descomposición, el ciclo-di-BADGE (figura 6). O O CH3 O O CH3 CIH BADGE. CIH CI O CH3 O O OH CH3 CIH BADGE. 2CIH CI CI CH3 HO O O CH3 Figura 4. Productos de reacción del BADGE como aditivo en PVC. OH P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 220 Retos medioambientales de la industria alimentaria 220 BADGE. CIH CI O CH3 O O OH CH3 H2O BADGE. CIH.H2O CI HO CH3 HO O O OH CH3 Figura 5. Producto de hidrólisis del BADGE.ClH en medio acuoso. O O HO OH O O Figura 6. Estructura del ciclo-di-BADGE. 1992; Vieitez et al., 2001; Lopéz-Cervantes et al., 2003). Hoy en día ambas están reguladas por el Reglamento (CE) n.º 1895/2005, el BADGE y sus derivados con las limitaciones allí impuestas, y el NOGE y BFDGE prohibidos. Migración de fotoiniciadores desde tintas de imprenta Los fotoiniciadores son sustancias químicas que absorben energía lumínica, radiación ultravioleta o visible, pasan a un estado ex- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 221 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos 221 citado y forman radicales libres. Los radicales libres son especies químicas muy reactivas capaces de iniciar una reacción de polimerización, la cual progresa rápidamente mediante la propagación de radicales libres hasta la finalización del proceso, cuando el polímero está construido. La mayoría de los fotoiniciadores que se utilizan comercialmente absorben radiación en la región ultravioleta y son utilizados para producir numerosos materiales destinados a entrar en contacto con alimentos: tintas de impresión, recubrimientos, adhesivos, sellantes, etc. Las tintas de impresión de curado ultravioleta son formulaciones muy complejas que contienen: pigmentos o colorantes, un sistema reactivo integrado principalmente por monómeros (sustancias químicas bien definidas), oligómeros o prepolímeros (mezclas complejas de composición variable o desconocida, o productos de reacción complejos), a veces llamados resinas y capaces de sufrir el proceso de polimerización, diluyentes reactivos y aditivos destinados a tener un efecto técnico en la tinta y entre ellos los fotoiniciadores, componentes esenciales de este tipo de formulaciones que son añadidos en un rango de concentración del 1 al 20%. Estas tintas son ampliamente utilizadas para imprimir la cara externa de envases alimentarios, es decir, la cara no destinada a entrar en contacto directo con los alimentos. El sustrato de impresión puede ser muy diverso (metal, plásticos rígidos o flexibles, papel y cartón, etc.). Tras el proceso de polimerización (también llamado curado, pues se trata de la formación de polímeros altamente entrecruzados o termoestables), las sustancias químicas que no han participado en dicho proceso permanecen dentro de la red polimérica, p.ej.: aditivos, monómeros, oligómeros, fotoiniciadores y otras sustancias químicas formadas durante el proceso de curado (productos intermedios de reacción, productos de reacciones colaterales, productos de degradación, etc.). Hasta hace pocos años, desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, no se prestaba especial atención a la presencia de estas sustancias de la cara externa de los envases, pues se pensaba que prácticamente no había riesgo de que pasaran a los alimentos. Sin embargo, hoy en día y básicamente a raíz de las recientes alertas surgidas por la presencia de fotoiniciadores en los alimentos, concretamente el ITX en alimentos infantiles en 2005 (EFSA, 2005, 2007) y la benzofenona y 4 metilbenzofenona en productos de panadería y bollería en 2009 (EFSA, 2009a, 2009b), sabemos que el riesgo está ahí y debe ser evaluado. Por su mecanismo de acción, los fotoiniciadores se clasifican en dos grandes grupos: Tipo I (fotodisociación o fotorruptura), que son aquellos que en el estado excitado disipan el exceso de energía mediante una ruptura homolítica de enlace formando dos radicales libres destinados a iniciar el proceso de polimerización, y Tipo II (fotosensibilización o fotoabstracción), que originan un radical libre que necesita de un coiniciador (generalmente una amina) para iniciar el proceso de polimerización. Los fotoiniciadores tipo II retornan del estado excitado al estado fundamental formando el mismo compuesto, el cual permanece en la superficie impresa. Los P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 222 Retos medioambientales de la industria alimentaria 222 memente reactivos, por lo que pueden reaccionar con otros componentes de la formulación, p.ej.: reacciones colaterales a las de polimerización, para formar nuevos productos de bajo peso molecular que pueden permanecer en la superficie impresa y, por tanto, migrar a los alimentos (figura 7). Es importante determinar qué nuevos compuestos se están formando y en qué proporción permanecen en la superficie impresa. fotoiniciadores que originaron las alertas alimentarias pertenecen a este grupo. Los fotoiniciadores tipo I, por el contrario, retornan al estado fundamental formando compuestos que no se encontraban en la formulación original y que hasta ahora no han sido investigados como posibles migrantes. Por otro lado, los radicales libres de ambos tipos de fotoiniciadores son enor- Type I (photodissociation, photocleavage) 2,2 dimethoxy- 1,2 diphenylethanone H3C H 3C O O ? * H 3C O O CH3 hv O + C CH3 H3C O O O Dimethoxymethyl benzene O C + O CH3 O ? O Benzaldehyde CH3 ? Migración Type II (photosensitization, photoabstraction) Benzophenone O O * Coinitiator N hv OH R CH3 R CH N H3C C CH3 + H3 C Figura 7. Clasificación de fotoiniciadores. ¿Cómo migran las sustancias químicas de la superficie impresa a los alimentos? Existen tres posibles caminos: 1) A través del sustrato sobre el que son aplicados, siempre que este lo permita (p. ej.: films plásticos, papel y cartón) y no actúe o esté interpuesta una barrera funcional (p. ej.: metales y vidrio). Este proceso, conocido como difusión, comienza en el momento de la impresión y continúa durante el almacenamiento del material, el proceso de envasado del producto alimenticio y la vida útil del alimento. 2) Por repinte en la pila o el rollo. Cuando el material de envase se apila (p. ej.: láminas de metal, papel y cartón) o se enrolla (p. ej.: bobinas de films plás- P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 223 Materiales en contacto con alimentos. Nuevos retos 223 ticos) para su almacenamiento hasta posterior uso, la cara externa entra en contacto con la cara interna y mediante difusión las sustancias químicas pasan de una a otra cara. Cuando se envasa el producto alimenticio, las sustancias migran desde la cara interna contaminada al alimento. 3) A través de la fase vapor. Aunque la mayoría de estas sustancias no se pueden considerar volátiles, pues tienen presiones de vapor del orden de 10-3 mm de Hg o inferiores, parcialmente se volatilizan, y desde esta fase de vapor difunden a los alimentos. En unos casos, al propio alimento envasado (p. ej.: productos de panadería, bollería, cereales en copos, productos que usualmente van envueltos en un film de poliolefina y protegidos por un envase secundario de cartón impreso); La presencia en los alimentos de estos migrantes constituye un riesgo para la salud del consumidor que debe ser conocido. La migración de fotoiniciadores, la posibilidad de la misma a través de la fase vapor (figura 8) y las cinéticas de migración son para ciertos casos conocidas (Pastorelli et al., 2008; Sanches-Silva et al., 2008a, 2008b, 2008c, 2009; Rodríguez-Bernaldo de Quirós et al., 2009; Koivikko et al., 2010). Nombre 18,00 Concentración (mg/kg) también es posible que migre a otros productos alimenticios que son almacenados conjuntamente con productos cuyos envases son la fuente del fotoiniciador; a posteriori, y si no se conoce la historia de almacenamiento, es prácticamente imposible explicar cómo ha aparecido un fotoiniciador en un alimento envasado con un material de envase que no lo contenía. Vap. Press. bp ºC (mmHg) 25 ºC 16,00 4-hidroxybenzophenone 155 1,00E –0,5* 14,00 Methyl-2-benzoylbenzoate 351 1,53E –0,5* Benzophenone 305 8,20E –0,5* 2-hydroxybenzophenone 130 4,39E –0,5* 4-methylbenzophenone 328* 1,94E –0,5* 4-benzoylbiphenyl 420 3,11E –0,5* 12,00 10,00 8,00 6,00 4,00 2,00 0,00 CAKE CEREAL PASTA RICE Porosity (%) 30,6 BREAD 35,9 8,9 3,7 4,8 Fat (%) 11,6 7,0 3,2 1,1 0,5 Nota: * Estimado Figura 8. Migración a los alimentos a traves de la fase de vapor. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 224 Retos medioambientales de la industria alimentaria 224 Para resolver esta compleja problemática es necesario desarrollar una metodología basada en: • Identificar los fotoiniciadores, pero fundamentalmente sus productos de descomposición y nuevos productos formados por reacciones colaterales durante el proceso de polimerización. • Desarrollar los métodos analíticos apropiados para su determinación en envases, alimentos y simulantes de alimentos, así como determinar la extensión de la migración. • Establecer los parámetros clave que condicionan los procesos de migración por las tres vías antes indicadas, con especial énfasis en la tercera, y modelar, en base a los datos obtenidos, el proceso de migración para realizar estimaciones teóricas de la migración. Conclusiones Prepolímeros de bajo peso molecular y sustancias no añadidas intencionalmente (NIAS), es decir, sustancias no listadas, deben ser objeto de especial atención, para desarrollar metodologías que permitan conocer su naturaleza y llevar a cabo su determinación y, en la medida que se conozca su identidad, ser sometidas a evaluación del riesgo. En la migración de sustancias que no se encuentran en contacto directo con el alimento (p. ej.: tintas de impresión) es posible y debe realizarse un especial estudio sobre la migración a través de la fase vapor. Bibliografía recomendada AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición). Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sobre las directrices generales respecto a las condiciones que deben cumplir los materiales poliméricos de envasado de alimentos para ser sometidos a radiaciones ionizantes 2010. (http://www.aesan.msc.es/AESAN/docs/docs/e valuacion_riesgos/comite_cientifico/45_Radiaciones_Ionizantes_12_1.pdf). EFSA. Press release: EFSA provides advice on the safety of itx: itx considered of low health concern 2005. (http://www.efsa.europa.eu/en/press/news/afc 051209.htm). EFSA. Statement of the Scientific Committee/ Scientific Panel: Scientific Statement of the Panel on food additives, flavourings, processing aids and materials in contact with food on a request from the Commission related to an update on the hazard assessment of 2-isopropyl thioxanthone (itx) in food contact materials 2007. (http://ww.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/ 1064.htm). EFSA. EFSA statement on the presence of 4-methylbenzophenone found in breakfast cereals. The EFSA Journal 2009; 243:1-19. (http://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pu b/243r.htm). EFSA Toxicological evaluation of benzophenone 2009b. (http://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pu b/1104.htm). 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Reglamento (CE) n.º 1935/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 27 de octubre de 2004, sobre los materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos y por el que se derogan las Directivas 80/590/CEE y 89/109/CEE. DOUE L 338 de 13 de noviembre de 2004; 1-88. Reglamento (CE) n.º 1895/2005 de la Comisión, de 18 de noviembre de 2005, relativo a la restricción en el uso de determinados derivados epoxídicos en materiales y objetos destinados a entrar en contacto con productos alimenticios. Reglamento (CE) n.º 2023/2006 de la Comisión, de 22 de diciembre de 2006, sobre buenas prácticas de fabricación de materiales y objetos destinados a entrar en contacto con alimentos. DOUE L 384 de 29/12/2006; 75-8. Rodríguez-Bernaldo de Quirós A; PaseiroCerrato R, Pastorelli S, Koivikko R, Simoneau C, Paseiro-Losada P. Migration of Photoinitiators by Gas Phase into Dry Foods. Journal of Agricultural and Food Chemistry 2009; 57:10.211-5. 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P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 226 Retos medioambientales de la industria alimentaria 226 Simal Gándara J, Paz Abuín S, Paseiro Losada, P, Simal Lozano J. RP-HPLC-TSP-MS of epoxy resins bisphenol A diglycidyl ether type. Journal of Chromatographic Science 1992a; 30(1):11-16. F and of Bisphenol F diglycidyl Ether and its Hydrolysis Products by Thermospray Mass Spectrometry and Gas Chromatography/Mass Spectrometry. Chromatographia 1992b; 34(1/2):67-72. Simal Gándara J, Paz Abuín S, López Mahía P, Paseiro Losada P, Simal Lozano J. Identificatión of RP-HPLC Peaks of Bisphenol Vieitez AL, Cortizas D, Paseiro P. Stability of BADGE in foodstuff canned in aqueous medium. Chromatographia 2001; 53:S-480-1. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 227 Ecodiseño de envases Cristina Gazulla Santos, Susana María Oliveira Leão y Alba Bala Gala Introducción El volumen de envases ha aumentado exponencialmente en las últimas décadas debido al rápido crecimiento de la población, al estilo de vida más frenético, a una mayor necesidad de consumo de productos de uso individual y al desarrollo de nuevos materiales y métodos de conservación de productos. Esta tendencia se ha traducido en un aumento significativo en la cantidad de residuos generados por los envases, representando el 38% en peso de la cantidad total de residuos sólidos municipales generados en la EU-27 (Eurostat, 2011). El envase cumple funciones esenciales, como son la protección del producto hasta que llega al cliente final y la conservación de su contenido en condiciones adecuadas para su consumo. Además de proteger el producto contenido, también es un canal de información al consumidor, presentando funciones de marketing e información sobre uso, manipulación y dosificación de los productos. Dada la importancia de los envases en el mundo industrializado y la generación de residuos asociada a su uso, es importante centrar esfuerzos en la optimización de los envases, buscando soluciones racionales, dirigidas a la protección del medio ambiente. En este contexto, el ecodiseño surge como una herramienta que puede ayudar a las empresas a mejorar su comportamiento ambiental mediante la reducción de los impactos que sus productos generan sobre el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. El enfoque del ciclo de vida implica adoptar una visión integrada sobre la relación entre los productos y el medio ambiente, considerando: • El producto como un sistema, es decir, construir una lógica de diseño de los productos que integren el conjunto de elementos necesarios para que este exista, y que han pasado a formar parte de lo que podemos llamar el sistemaproducto. • Todas las etapas del ciclo de vida (diseño, fabricación, distribución, uso y fin de vida). • Diferentes categorías de impacto ambiental (p. ej.: potencial de calentamiento global, agotamiento de los recursos naturales, acidificación, etc.). Siguiendo esta línea de actuación, se obtendrán resultados más transparentes y objetivos de los impactos ambientales asociados a un producto, evitando transferencias de impactos ambientales de una fase del ciclo de vida a otro, de un área geográfica a otra o de una categoría de impacto a otra. Impacto ambiental de los envases y ecodiseño Los envases y embalajes son esenciales para la conservación y distribución segura P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 228 Retos medioambientales de la industria alimentaria 228 y ordenada de los productos naturales y manufacturados, incluyendo, por ejemplo, alimentos, bebidas, productos electrónicos, componentes de automóvil o materiales de la construcción. Su uso masivo como medio para proteger, identificar, transportar y comercializar productos hace que sea difícil imaginar su desaparición total y, por lo tanto, es importante buscar estrategias de minimización de los impactos ambientales asociados al envase y residuos del envase. La cantidad y complejidad de los envases utilizados ha crecido enormemente en las últimas décadas debido al cambio del estilo de vida, a la reducción de los costes de producción, etc., lo que ha llevado a un aumento considerable de la producción de envases y residuos de envases. Consecuentemente, en conjunto ha crecido también el impacto ambiental que ocasionan debido a una mayor extracción de recursos naturales, consumo energético, generación de residuos y emisiones, etc. (tabla 1). La naturaleza del producto contenido es un factor que determina en gran medida las características de los envases; así, productos perecederos, conservas, congelados, etc. requieren envases con diferente funcionalidad (Ecoembes, 2009). De todos los sectores implicados en el mundo del envase, el de la alimentación es el más crítico, al presentar un mayor índice de actividad en cuanto a número de empresas y envases puestos en el mercado. Existe legislación rigurosa y específica para los diferentes tipos de material de envase destinados al contacto con los alimentos (Fernández C, 2011), dado que la protección de la salud humana hace necesaria Tabla 1. Repercusiones ambientales de ciertas tendencias en el sector de los envases. Tendencia Repercusión ambiental Compra de productos en porciones más pequeñas. Más material de envase por unidad de producto. Incremento comidas precocinadas. Gran cantidad de envases, algunos de los cuales no son reciclables. Carnes y vegetales empaquetados en atmósferas modificadas (PAM). Bandejas de EPS, actualmente no reciclables. Mayor cantidad de material por unidad de producto. Productos envasados para una mayor durabilidad. Mayor variabilidad de materiales no reciclables (EPS, films, barreras multicapa…) o que contaminan los flujos de reciclaje. Precintos de seguridad de apertura. Envase adicional. Más materiales, muchos de los cuales no son actualmente reciclables. Envases de alta calidad vs. envases de precio reducido. Mayor variedad de envases para un mismo tipo de producto. Fuente: James K, 2004. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 229 Ecodiseño de envases 229 una atención especial ante una posible contaminación de los alimentos. El impacto ambiental que ocasionan los envases puede minimizarse mediante una adecuada planificación y anticipación de los impactos potenciales que tendrán sobre el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. En el momento de diseño, al definir las características del producto, se toman decisiones que determinarán la cantidad de recursos y de energía consumidos en su fabricación, el aprovechamiento del espacio en las operaciones de transporte, su durabilidad, su reciclablilidad, etc. Cuando se pretende mejorar un producto en la fase de diseño, existe un abanico muy grande de opciones de mejora. A medida que se avanza en el ciclo de vida del producto, las opciones de mejora disminuyen, mientras que el impacto ambiental acumulado va creciendo. Ecodiseño aplicado a los envases El ecodiseño es una metodología que ayuda a las empresas a mejorar su comportamiento ambiental reduciendo los impactos que sus productos, procesos o servicios generan sobre el medio. Además del criterio ambiental, el ecodiseño también considera los requisitos de calidad, legislación, costes, funcionalidad, durabilidad, ergonomía, estética, salud y seguridad (figura 1). Por eso los envases ecodiseñados mantienen sus funciones a la par que reducen su impacto sobre el medio ambiente (ESCI et al., 2005). Las principales motivaciones que pueden llevar una empresa a aplicar el ecodiseño en sus productos y/o servicios son (ESCI et al., 2005): • Presión de los clientes para que la empresa reduzca el impacto ambiental de sus actividades y productos. • Presión legislativa referente a productos o procesos industriales, tanto existente, que se debe cumplir, como futura, para lo cual es aconsejable estar preparado para los posibles cambios. • Presión social ante la preocupación por la salud humana y de los ecosistemas, así como la escasez de recursos. • Competencia, ante la cual la empresa puede generar tendencias o bien seguir a la mayoría cuando el ecodiseño haya demostrado su eficacia. • Cambios tecnológicos (externos/internos), como, por ejemplo, adquirir nueva maquinaria o implantar nuevos procesos productivos, que pueden fomentar la búsqueda de nuevas aplicaciones que aumenten su rentabilidad. • Opinión pública: la imagen de la empresa o la que quiere transmitir puede ser un motivo para iniciar el proceso de ecodiseño. Calidad Funcionalidad Durabilidad Producto Ergonomía Salud y seguridad Relación calidad-precio Estética Medio ambiente Figura 1. Criterios considerados en el diseño y desarrollo de productos y servicios. Fuente: ESCI et al., 2005. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 230 Retos medioambientales de la industria alimentaria 230 • Voluntad de reducir costes: diseñar para el ahorro económico suele implicar una reducción de los impactos ambientales, como por ejemplo: - Compra de menos materiales por unidad de producto. - Utilización más eficiente de la energía y los materiales auxiliares durante la producción. - Reducción de los costes de gestión de residuos en generar una menor cantidad y reducir la peligrosidad. - Mejor aprovechamiento del espacio en la distribución del producto. • Voluntad de innovar y posicionarse como empresa innovadora y acceder a nuevos mercados. • Voluntad de aumentar la calidad del producto, incrementando su durabilidad, reciclabilidad, etc. Los productos ecodiseñados pueden acceder a los mercados públicos o privados Proceso de diseño convencional Propuesta y requerimientos de compra verde gracias a su menor impacto ambiental en relación con el estándar del mercado. Por otro lado, conociendo su impacto ambiental se pueden desarrollar ecoetiquetas que contribuyan a incrementar su visibilidad en el mercado. Metodología del ecodiseño Para aplicar el ecodiseño, la empresa debe incorporar una serie de cambios en su proceso convencional de diseño (figura 2). El alcance de los cambios a introducir dependerá de los objetivos de la empresa. Al inicio del proceso de desarrollo de un producto o servicio se establecen los requisitos principales que este tendrá que cumplir en cuanto a funcionalidad, seguridad, ergonomía, etc. El ecodiseño requiere que, entre estos requisitos, también se incluyan criterios ambientales que tengan por objetivo minimizar o reducir su impacto sobre el medio ambiente (p. ej.: consumo de materiales, incre- Aspectos innovadores del ecodiseño Análisis de los requerimientos ambientales Creación del equipo de ecodiseño Diseño y desarrollo del producto Producción Lanzamiento al mercado Análisis ambiental del producto de referencia Análisis y selección de las estrategias de ecodiseño Comunicación del comportamiento ambiental del producto Análisis del proceso de ecodiseño y planificación de nuevas acciones Figura 2. Principales aspectos a incorporar en el proceso convencional de diseño. Fuente: ESCI et al., 2005. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 231 Ecodiseño de envases 231 mento de la durabilidad del producto, aumento de su reciclabilidad, etc.). En la definición de los requisitos ambientales a cumplir puede ser muy útil hacer un análisis ambiental general del producto para identificar las áreas clave de mejora. Por otro lado, estos requisitos también dependerán de los motivos que han llevado a la aplicación del ecodiseño. A partir de la información sobre estas fuentes de cambio, la dirección de empresa puede definir los objetivos concretos y los requerimientos ambientales que el equipo de diseño tendrá que tener en cuenta, conjuntamente con el resto de requerimientos, a la hora de diseñar un nuevo producto (ESCI et al., 2005). Análisis ambiental de producto El ecodiseño adopta una visión integrada de la relación entre los productos y servicios y el medio ambiente. El análisis ambiental se tiene que realizar considerando este enfoque integrado y multicriterio para que se eviten transferencias de impactos ambientales entre las diferentes etapas del ciclo de vida del producto o categorías de daño (cambio climático, destrucción de la capa de ozono, lluvia ácida, etc.). Si no se adopta esta visión se corre el riesgo de que, al intentar mejorar, en realidad se esté provocando un problema aún más grave. Para ello, se deben identificar los principales aspectos ambientales críticos del producto sobre los que habrá que actuar para obtener resultados más eficientes ambiental y económicamente. Es importante realizar el análisis de los impactos considerando todo el ciclo de vida completo del producto e incluyendo todos los elementos que forman parte de su sis- tema para evitar que las actuaciones de mejora ambiental sean parciales y se limiten a transferir los impactos ambientales. Como resultado de su aplicación deberían identificarse y/o cuantificarse los aspectos ambientales clave relacionados con el ciclo de vida del producto y/o los impactos ambientales derivados (figura 3). Producto físico Descripción de los componentes físicos del producto. Sistema del producto Descripción del ciclo de vida del producto, desde “la cuna a la tumba” con el objetivo de identificar todos los elementos que permiten al producto desarrollar su función final y, una vez finalizada esta, integrarse en el medio natural o volver al sistema productivo. Aspectos ambientales Identificación y/o cuantificación de la relación entre el producto y el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida, mediante: • Consumo de recursos (materiales, energía, agua). • Generación de residuos (al aire, agua o suelo). Impactos ambientales Identificación y/o cuantificación de los cambios producidos en el medio ambiente por cada uno de los aspectos ambientales que intervienen en el ciclo de vida del producto (por ejemplo, cambio climático, destrucción de la capa de ozono, etc.). Figura 3. Esquema a seguir para la aplicación de una herramienta de análisis ambiental. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 232 Retos medioambientales de la industria alimentaria 232 Herramientas de análisis ambiental A lo largo del proceso de desarrollo de un producto o servicio se pueden realizar diferentes análisis ambientales para identificar los puntos de mejora o comparar alternativas de diseño. Para hacerlo, se pueden utilizar diferentes herramientas que incorporen la visión de ciclo de vida. La selección de la herramienta más adecuada en un caso concreto depende, entre otros factores, de los objetivos del análisis, de la complejidad del producto, del acceso a información de calidad y de la disponibilidad de recursos para desarrollar el análisis ambiental. Las herramientas de análisis ambiental se utilizan principalmente para: • Identificar los puntos fuertes y débiles del producto/sistema de referencia en relación al medio ambiente. • Comparar y seleccionar alternativas de diseño como, por ejemplo, distintos productos, materiales, formas, etc. • Analizar diferentes procesos productivos o de gestión de residuos para buscar posibles opciones de mejora. • Obtener información rigurosa útil para el desarrollo de ecoetiquetas u otras actividades de comunicación. Existen varias herramientas útiles para analizar el comportamiento ambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida, con diferente grado de profundidad y complejidad. En función de la herramienta de análisis ambiental aplicada, se obtendrán resultados más o menos detallados, de tipo cuantitativo o cualitativo: • Herramientas descriptivas: las listas de comprobación (checklists). • Herramientas semicuantitativas: la matriz MET (materiales, energía, emisiones tóxicas), el análisis MIPS, la demanda acumulada de energía, el diagrama de la tela de araña o VEA (Valoración de la Estrategia Ambiental del Producto). • Herramientas cuantitativas: el Análisis de Ciclo de Vida. Las checklists o listas de comprobación consisten en una serie de preguntas acerca del ciclo de vida del producto que ayudan a identificar cuáles son sus puntos fuertes y débiles desde el punto de vista ambiental. Normalmente la aplicación de estas preguntas es rápida y no es necesario tener experiencia previa. La matriz MET muestra los materiales (M) utilizados, la energía (E) consumida y las emisiones tóxicas (T) generadas durante las diferentes etapas del ciclo de vida de un producto indicado para las fases iniciales de análisis ambiental en el proceso de ecodiseño. Proporciona una descripción general de los principales impactos detectados en cada una de las fases del ciclo de vida del producto. Si se utilizan recursos gráficos (como banderas rojas), esta información puede además centrar al usuario de la matriz sobre las principales fuentes de impacto ambiental y los elementos que requieren atención (prospección) (Rieradevall J, et al., 1999). El diagrama de la tela de araña representa en distintos ejes que parten de un mismo punto central los principales aspectos ambientales relacionados con el ciclo de vida del producto. El producto recibe una puntuación sobre cada uno de estos grupos de estrategias para determinar el grado en que está introduciendo mejoras ambientales. En general, se aprovecha el mismo P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 233 Ecodiseño de envases 233 diagrama para introducir la nueva propuesta de producto y ver así la evolución que se plantea con las nuevas estrategias. Se consigue así posicionar el producto actual y de proyecto de ecoproducto respecto a las estrategias de mejora ambiental (Rieradevall J, et al., 1999). El análisis MIPS consiste en la cuantificación de los recursos materiales utilizados por un producto para desarrollar su función. Este indicador fue creado a principios de los 90 por el Wuppertal Institute for Climate, Environment and Energy (Alemania), para poner en relieve que los productos cargan con una “mochila ecológica” invisible correspondiente a sus efectos sobre el medio ambiente. La demanda acumulada de energía (DAE) consiste en la cuantificación de toda la energía consumida directa o indirectamente a lo largo del ciclo de vida del producto. Permite una comparación simplificada de diferentes alternativas de diseño, mediante la consideración de la energía Entradas Materias primas Energía como único aspecto ambiental. Pero el impacto ambiental de un producto o servicio no puede ser estimado sólo en función de la demanda energética. Este método sólo tiene sentido en combinación con otros (Niembro J, et al., 2007). El Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es “una técnica para determinar los aspectos ambientales y los impactos potenciales asociados a un producto: compilando un inventario de las entradas y salidas relevantes del sistema; evaluando los impactos potenciales asociados a estas entradas y salidas, e interpretando los resultados de las fases de inventario e impacto en relación a los objetivos del estudio” (ISO 14040:2006). La metodología del ACV está normalizada mediante las normas ISO 14040 e ISO 14044 y la guía ILCD desarrollada por la European Platform on LCA (CE). Su aplicación requiere conocimiento experto y gran cantidad de información, obteniéndose resultados más detallados y fiables en comparación a las metodologías anteriores. Salidas Adquisición de materias primas Emisiones atmosféricas Impactos ambientales Calentamiento global Producción Aguas residuales Destrucción de la capa de ozono Uso/Reutilización Mantenimiento Residuos sólidos Acidificación Coproductos Eutrofización Reciclado Gestión del residuo Otros vertidos … Figura 4. Esquema del Análisis de Ciclo de Vida de un producto o servicio. Fuente: ISO 14040:2006. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 234 Retos medioambientales de la industria alimentaria 234 Estrategias del ecodiseño Los aspectos ambientales considerados en base a los requerimientos fijados y a los resultados del análisis ambiental deben traducirse en acciones concretas de diseño. Según el caso concreto, serán más apropiadas unas estrategias de ecodiseño u otras. A la hora de seleccionar las más adecuadas habrá que tener en cuenta, juntamente con los resultados del análisis ambiental, su viabilidad económica y su aceptación por parte de los diferentes actores sociales implicados (ESCI et al., 2005). La figura 5 muestra el proceso de selección de las estrategias de ecodiseño. Se muestra a continuación un listado de tipos de estrategias a tener en cuenta a la hora de ecodiseñar un envase (ESCI et al., 2005): • Desarrollo de nuevos conceptos, como la desmaterialización, el uso compartido o la integración de varias funciones. • Elección de materiales de bajo impacto ambiental, como materiales de baja intensidad energética, materiales reciclados o materiales libres de sustancias peligrosas. • Reducción del uso de materiales (p. ej.: evitar el uso de pinturas, lacas u otros tratamientos superficiales, o minimizar los componentes del producto sin una función importante, o que no incremente su calidad o valor estético). Resultados análisis impacto ambiental producto de referencia Legislación, objetivos de innovación, requerimientos del cliente, etc. ¿Cuáles son los aspectos ambientales críticos? ¿Cuáles de estos aspectos deben ser tenidos en cuenta? Identificación de los componentes y/o fases del ciclo de vida a mejorar ambientalmente Estrategias de ecodiseño ¿Cuáles de las estrategias se centran en los puntos críticos a mejorar? Primera selección de las estrategias de ecodiseño que pueden ser desarrolladas Análisis ambiental general Análisis de la viabilidad económica y tecnológica Selección final de las acciones de ecodiseño a aplicar Figura 5. Selección de estrategias de ecodiseño. P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 235 Ecodiseño de envases 235 • Optimización de la producción (p. ej.: reducir el número de etapas productivas, seleccionando materiales y procesos que permitan reciclar internamente los residuos de producción o escoger procesos de producción ambientalmente correctos). • Optimización de la distribución (p. ej.: minimizar el uso de envases, utilizar materiales de menor impacto ambiental para los envases y reducir el peso del producto y de su envase para disminuir el consumo de energía durante su transporte). • Incremento de la durabilidad (p. ej.: permitir y promocionar la reutilización del producto o identificar y procurar eliminar los puntos débiles del producto). • Disminución del impacto en el fin de vida (p. ej.: utilizar materiales reciclables o biodegradables, utilizar el menor número posible de materiales diferentes o simplificar el desmontaje del producto). Comunicación ambiental Los beneficios ambientales del producto o servicio ecodiseñado pueden ser comunicados a los consumidores o clientes utilizando diferentes herramientas. Una de las más utilizadas son los sellos ambientales que pueden hacer referencia al envase o al conjunto envase-contenido y contener logotipos o frases. En el mundo del envase, cabe destacar dos tipos de ecoetiquetas: las autodeclaraciones y las huellas de carbono. Las autodeclaraciones (o ecoetiquetas del tipo II según la Norma ISO 14021) son desarrolladas por los fabricantes, distribuidores, etc., para transmitir información sobre aspectos ambientales de sus pro- ductos o servicios. No existe certificación por una tercera parte, pero la información ofrecida debería ser verificable, exacta y pertinente para mantener la credibilidad de los consumidores. Esta falta de certificación y validación reduce su credibilidad en comparación con otros tipos de ecoetiquetas, aunque por otro lado hace que su proceso de desarrollo sea más rápido y menos costoso. Es recomendable seguir los procedimientos descritos en normas como ISO 14021 a la hora de definirlas para incrementar así su credibilidad. Las huellas de carbono constituyen una tendencia relativamente nueva, existiendo en la actualidad múltiples definiciones y enfoques. La más general la define como medida de la cantidad de emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) producidas directa o indirectamente por personas, organizaciones, productos o eventos (Carbon Trust, 2011). La gran mayoría de los métodos existentes para calcular la huella de carbono se basan en el concepto de ciclo de vida, siendo por tanto necesario el uso de la metodología de ACV. En el ámbito del envase y embalaje, habitualmente se calcula la huella de carbono del producto teniendo en cuenta desde la fase de extracción de las materias primas utilizadas en el envase hasta su fin de vida. Las normas de referencia utilizadas para el correcto cálculo son las normas ISO de ACV y el estándar británico PAS 2050-Assessing the life cycle greenhouse gas emissions of goods and services. A largo plazo, es probable que la PAS 2050 sea reemplazada por la futura ISO 14067, la norma internacional para el cálculo de la huella de carbono de productos, actualmente en estado de desarrollo. Se espera que la publicación de la P390_TERCERAS (Mary) 27/3/12 19:58 Página 236 Retos medioambientales de la industria alimentaria 236 ISO 14067 cubra tanto la evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero como la comunicación de los resultados (Russel S., 2009). Observatorio Punto Verde de Ciclo de Vida de Envases Pertenece a la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático de ESCI (UPF). El objetivo del Observatorio Punto Verde es recoger, generar y divulgar información científica sobre la sostenibilidad de los envases en todo su ciclo de vida, ayudando al debate social y a la innovación empresarial. Dirigido por la Cátedra UNESCO, ECOEMBES y Sociedade Ponto Verde, también cuenta con la colaboración de diferentes universidades y centros tecnológicos en España y Portugal. Informe IRCA. Contabilizando el carbono con la PAS 2050. Issue 22, 2009 [página web en Internet] Reino Unido [última consulta 07-0711]. Disponible en: http:// spain.irca.org/inform/ issue22/SRussell.html#. International Reference Life Cycle Data System (ILCD) Handbook-General guide for Life Cycle Assessment. European Commission-Joint Research Centre-Institute for Environment and Sustainability: First edition March 2010. Luxembourg: Publications Office of the European Union, 2010. James K. How LCA will create opportunities for the packaging industry. CarterHoltHarvey. Australia, 2004. Niembro J, González M. Categorías de evaluación de impacto de ciclo de vida vinculadas con energía: revisión y perspectiva. 12th International Conference on Project Engineering. Zaragoza, 2007. Bibliografía recomendada PAS 2050:2008. Specification for the assessment of the life cycle greenhouse gas emissions of goods and services. Carbon Trust, defraDepartment for environment Food and Rural Affairs, BSi-British Standards, 2008. Carbon Trust [página web en Internet]. Londres [actualizado en 2011, última consulta 04-07-11]. Disponible en: http:// www.car bontrust.co.uk. Rieradevall J, Vinyets J. Ecodisseny i ecoproducts Generalitat de Catalunya, Departamento de Medi Ambient. Rubes Editorial, S.L. Barcelona, 1999. Más información en: www.unescochair.esci.es. Ecoembalajes España S.A. Plan empresarial de Prevención 2009-2011. Ecoembes. Madrid, 2009. ESCI (Escuela Superior de Comerç Internacional) y Centre d’Innovació i Desenvolupament Empresarial de Catalunya. Guies i eines de suport a la innovació. Eines de Progrés-Ecodisseny. Generalitat de Catalunya. Barcelona, 2005. Eurostat [página web en Internet]. Luxemburgo. [actualizado en 2011; 30-06-11]. Disponible en: http://epp.eurostat. ec.europa.eu/. Fernández C. Envase y seguridad alimentaria. Conferencia Packaging Innovation 2011. ITENE. Barcelona, 2011. UNE-EN ISO: 14021: 1999. Environmental labels and declaration-Self-declared environmental claims (Type II environmental labelling). UNE-EN ISO: 14040: 2006. Environmental Management –Life Cycle Assessment– Principles and Framework. UNE-EN ISO: 14044: 2006. Environmental Management –Life Cycle Assessment– Requirements and Guidelines. Wuppertal Insitute for Climate, Environment and Energy [página web Internet]. Alemania [actualizado en 2011]. Disponible en: http://www.wup perinst.org/ 28/3/12 10:35 Página 1 Retos medioambientales de la industria alimentaria Retos medioambientales de la industria alimentaria P390_PORTADA:Maquetación 1