345.072-M828p-CAPITULO II - Universidad Francisco Gavidia

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CAPÍTULO SEGUNDO
MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL
Este capítulo consiste en una delimitación tanto histórica, como doctrinaria de la
Garantía Constitucional del Antejuicio, presentando un estudio basado en las
diversas Constituciones que se han promulgado en nuestro país, así como en una
serie de fuentes doctrinarias acerca del tema que nos compete; haciendo énfasis
en sus conceptos, sus características y su justificación.
1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL ANTEJUICIO EN EL SALVADOR
El siguiente estudio, es un resumen de lo que ha constituido el Antejuicio en
nuestro país; haciendo un recorrido por las diversas Constituciones de El
Salvador, haciendo énfasis en los años de sus promulgaciones, así como del
procedimiento regulado en éstas, para la realización del Antejuicio.
La primera Constitución del Estado Independiente de El Salvador, promulgada el
18 de Febrero de 1841, fue la que reguló de una manera formal la Garantía
Constitucional del Antejuicio, ya que anteriormente la práctica era emitir decretos
de forma aislada para legislar en los diversos ámbitos jurídicos.
En esa época la estructura legislativa estaba organizada por medio de un sistema
bicameral, lo que significaba que el Poder Legislativo se ejercía por medio de la
Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.
Siendo la Cámara de diputados la que tenía exclusivamente el derecho de acusar
ante el Senado al Presidente y a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia;
en todos los casos en que su conducta fuere notoriamente contraria al bién de la
sociedad o a los deberes de sus destinos, impuestos por la Constitución y las
leyes.
Art. 54 de la Constitución del Estado Independiente de El Salvador:
La Cámara de Diputados tiene el derecho exclusivo de acusar ante el senado al
Presidente o a los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia en todos los casos
en que su conducta sea notoriamente contraria al bien de la sociedad o a los
deberes de sus destinos impuestos por la Constitución y las leyes, y por los delitos
que expresa el artículo 50. 1
–––––––––––––––––––––––––––
1. Cfr. Méndez, José María; Historia Constitucional de El Salvador; tomo VII; editorial UTEC; El Salvador, 1999, Pág. 82
5
Art. 50 de la Constitución del Estado Independiente de El Salvador:
Los Magistrados se hacen responsables por traición, venalidad, cohecho o
soborno, falta grave en el ejercicio de sus funciones, y por delitos comunes que
merezcan pena más que correccional. 2
Siendo necesario los dos tercios de los votos de los miembros del senado, para
que hubiera lugar a formación de causa en contra del funcionario al que se le
realizaba el antejuicio; para que luego fuese procesado por los tribunales
comunes.
Posteriormente se promulgaron cuatro Constituciones más, en los años 1864,
1871, 1881 y 1883, en las cuales no se modificó el procedimiento de Antejuicio.
La Constitución de la República de El Salvador de 1883, regulaba la
Responsabilidad de los Funcionarios Públicos, de la siguiente manera:
El artículo 127 de dicha Constitución establece: Todo ciudadano salvadoreño,
tiene el derecho de acusar, ante la Cámara de Diputados, al Presidente de la
República, Magistrados de la Corte de Justicia, Ministros de Estado, y Agentes
Diplomáticos y Consulares por traición, venalidad, usurpación de poder, falta grave
en el ejercicio de sus funciones y delitos comunes que no admitan excarcelación;
la Cámara acogerá siempre ésta acusación y la instaurará al Senado, por medio
de un Fiscal que de su seno nombrará al efecto.
Las personas que no pudieren constituirse acusadoras, tendrán los derechos de
queja o denuncia conforme a la ley.
La responsabilidad de los Gobernadores será deducida ante el Poder Ejecutivo. 3
En el año de 1886, se promulgó otra Constitución de la República, la cual adoptó
el sistema legislativo de tipo unicameral; aunque la Responsabilidad de los
Funcionarios Públicos seguía sin sufrir mayores alteraciones, salvo que se
incrementaba el número de Funcionarios Públicos que gozarían de la Garantía
Constitucional del Antejuicio.
La Constitución de 1939, hace un aporte sustancial en cuanto a las
Responsabilidades de los Funcionarios Públicos, al desarrollar los delitos oficiales,
subsanando ese vacío que poseían las Constituciones anteriores.
__________________________
2. Ibidem; pág. 83.
3. Cfr. Enciclopedia Virtual Miguel de Cervantes; www.cervantesvirtual.com; Constitución de El Salvador de 1883.
6
Tanto la Constitución de 1945, 1950, 1962, no cambiaron sustancialmente el
procedimiento a seguir en caso de realizarse un Antejuicio, con la salvedad que a
lo largo de éstas, se fueron incorporando funcionarios, a la vez se fueron
suprimiendo funcionarios a los que se les otorgaba la prerrogativa funcional del
Antejuicio.
La Constitución de la República de El Salvador de 1950, regulaba la
Responsabilidad de los Funcionarios Públicos, de la siguiente manera:
Dicha Constitución, en su artículo 211, establece: “Todo funcionario civil o militar,
Antes de tomar posesión de su cargo, protestará bajo su palabra de honor, ser fiel
a la República, cumplir y hacer cumplir la Constitución, ateniéndose a su texto,
cualquiera que fueren las leyes, decretos. Órdenes o resoluciones que la
contraríen, prometiendo además, el exacto cumplimiento de los deberes que el
cargo le imponga, por cuya infracción será responsable conforme a las leyes.
El artículo 212 de la Constitución de 1950, establece: “ El Presidente y el
Vicepresidente de la República, los Designados a la Presidencia, los Ministros y
Subsecretarios de Estado, los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y de
las demás Cámaras de Segunda Instancia, el Presidente y Magistrados de la
Corte de Cuentas de la República, el Fiscal General de la República, el Procurador
General de la República, los miembros del Consejo Central de Elecciones y
Consejo Superior de Salud Pública, y los Representantes Diplomáticos,
responderán ante la Asamblea Legislativa, por los delitos oficiales y comunes que
cometan. 4
Es así como llegamos a la Constitución de 1983, la cual a pesar de haber
experimentado diversas reformas sustanciales, es la Constitución vigente hasta
éstos días ; en la cual se desarrolla un capítulo especial llamado “Responsabilidad
de los Funcionarios Públicos; cabe destacar que su procedimiento es el mismo,
con la salvedad de la incorporación de nuevos funcionarios, así como la supresión
de otros; tónica que han experimentado todas las Constituciones que nuestro país
ha promulgado a lo largo de su historia.
En conclusión, la Independencia de América Central como entidad política, se
había declarado en la Ciudad de Guatemala en 1821, y se reiteró allí mismo en
1823; pero no fue sino hasta 1839, cuando un pequeño grupo de ciudadanos de
San Salvador, declaró que la tierra y la gente que les rodeaban, constituía una
República Independiente; la patria de El Salvador.
Es así, que se promulgó la Constitución del Estado Independiente de El Salvador
en 1841, estando contemplado, desde entonces un procedimiento para deducir
responsabilidades a los Funcionarios Públicos de aquella época. 5
_________________________________
4. Cfr. Enciclopedia Virtual Miguel de Cervantes; www.cervantesvirtual.com; Constitución de El Salvador de 1950.
5. Ibidem.
7
Cabe destacar que el Antejuicio, a pesar de ser un mecanismo jurídico antiguo, no
ha experimentado mayores cambios en cuanto a su proceso; su poca y algunas
veces nula aplicabilidad, hacen difícil su investigación, y el matiz político del cual
hoy en día se ve impregnado, hacen que sea un tema polémico en nuestro país.
2. DEFINICIONES DE ANTEJUICIO
Para tener una idea más clara de lo que és el Antejuicio, es necesario presentar
una lista de definiciones elaborada por diversos autores, realizando un análisis
simultaneo de cada una de ellas.
Según el Diccionario Enciclopédico Quillet; El Antejuicio: es el trámite previo
establecido como garantía a favor de los jueces y magistrados, y en el que se decide si ha
lugar o no, a proceder criminalmente contra ellos, por razón de su cargo. 6
Del anterior concepto cabe destacar, que lo define como una garantía por razón
del cargo, es decir que no constituyen ventajas o derechos de carácter personal,
sino prerrogativas estrictamente de la función o cargo, ya que el Antejuicio se
aplica únicamente a Funcionarios Públicos.
Otro aspecto importante de éste concepto, es que lo considera como el trámite
previo, para decidir si ha lugar o no a proceder criminalmente contra ellos, lo cual
significa que es el mecanismo a priori en el cual se hace una valoración,
basándose en elementos fácticos y jurídicos para establecer, si el Funcionario
Público, tiene que ser procesado criminalmente por el acto cometido.
Según Oswaldo López; El Antejuicio: Son las reglas destinadas a preparar el juicio
criminal, o si se prefiere, a obtener que se declare por Autoridad Competente, haber lugar
a formación de causa en contra de determinadas personas, como son los diversos
desafueros. 7
Esta definición, aunque no muy apartada de la anterior, introduce nuevos
elementos que le dan una mayor claridad a nuestro análisis, los cuales son:
a) En primer lugar, menciona que será la Autoridad Competente, la que se
encargue de declarar, si ha lugar o no a formación de causa, en contra del
6. Cfr. Diccionario Enciclopédico Quillet; tomo I, Edit. Argentina Arístides Quillet. S.A.; Buenos Aires, 1976, Pág. 338.
7. Cfr. López, Oswaldo; “Manual de Derecho Procesal Penal”, tercera edición, Santiago de Chile, 1951, Pág. 387.
8
Funcionario Público que ha cometido un delito; dichas Autoridades
Competentes en El Salvador, son: La Asamblea Legislativa y La Corte
Suprema de Justicia, (tema al cual le hemos dedicado un apartado especial
en la presente monografía).
b) Otro elemento que introduce el autor, es el de “Formación de Causa”; el
cual según el autor José Becerra Bautista, consiste en “La probabilidad
marcada de que el Funcionario Público inculpado pudo haber cometido el
hecho sancionado, cuya responsabilidad o inocencia se determinará en un
juicio contradictorio ante la Cámara o Tribunal correspondiente” 8
Para Jiménez de Asúa; el Antejuicio; más que un privilegio procesal o una
prerrogativa, “Es una garantía para la buena Administración y sobre todo la entera
libertad de la justicia, que no puede quedar abandonada a las acusaciones de los que
resulten condenados o de los que se crean, sin motivo, desposeídos de un derecho”. 9
Aquí el autor, mira al Antejuicio, no en relación al Funcionario Público, sino que
en función de la Administración de Justicia, ya que garantiza:
a) Que todos respondamos por los actos que cometemos, seamos
Funcionarios Públicos o nó.
b) También los protege que se les esté juzgando, algunas veces sin causa
justificada, lo cual, integrándolo, nos lleva, según el autor a una buena
Administración de Justicia.
Para Guillermo Cabanellas; el Antejuicio: “Es el trámite previo, para garantía de
jueces y magistrados, y contra litigantes despechados o ciudadanos por demás impulsivos,
en que se resuelve, si ha lugar o no a proceder criminalmente contra tales funcionarios
judiciales por razón de su cargo, sin decidir sobre el fondo de la acusación”. 10
Aquí el autor define el Antejuicio, como una garantía para los Funcionarios
Públicos, como una protección contra litigantes despechados, es decir como una
medida protectora por conflictos, venganzas, hacia los funcionarios, lo cual hace
que no estén siendo acusados constantemente por ciudadanos impulsivos, y lo
único que lograrían sería entorpecer las actividades administrativas de los Funcio8. Cfr. Becerra Bautista, José; El Fuero Constitucional; Edit.JUS, México, 1945, Pág. 60.
.
9. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño; cuaderno dos, editorial Dr. José Matías Delgado, 1994, Pág.42.
10. Cfr. Cabanellas, Guillermo; Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual; tomo I, edit.Heliasta; Argentina; 1998, pág.303
.
9
narios Públicos; Además establece que el objetivo del Antejuicio, es resolver si ha
lugar o no a que se le procese penalmente por el acto delictivo cometido.
Es importante destacar, que en el Antejuicio no se hace una valoración en sentido
estricto, sobre el fondo de la acusación, ya que su función se agota declarando ha
lugar a formación de causa, es decir despojando de la Garantía Constitucional que
goza el Funcionario Público imputado, lo que permite la entrada al Proceso Penal;
dejando abierta la posibilidad, que la parte defensora del Funcionario Público
imputado, en el curso del proceso penal común, pueda desvirtuar las sospechas
que se generaron contra éste, así como también, que se incorporen más indicios
de prueba contra éste, por la parte acusadora.
Para Estados Democráticos, como el nuestro, es indispensable contar con
mecanismos jurídicos como el Antejuicio, ya que con ello se garantiza:
Primero: Que el Funcionario Público que ha cometido un delito, responda por él,
como lo establece el principio de igualdad que regula nuestra Constitución de la
República en su artículo tres.
Y Segundo: Como una garantía para dicho funcionario, pero no para que evada su
responsabilidad, sino que se le protege que se le esté procesando sin justa causa,
y muchas veces hasta por venganza, ya que no es de extrañar que hayan rencillas
entre o hacia los funcionarios públicos por situaciones del pasado, ya que todavía
no podemos decir que vivimos en un pleno Estado de Derecho; lo que hace que lo
jurídico pase a un segundo plano y se convierta en una situación política,
perdiendo su finalidad; que es que todos por igual respondamos por nuestros
actos.
3. EL FUERO Y EL ANTEJUICIO
A continuación, presento un análisis doctrinario acerca del “Fuero”, ya que es una
figura jurídica tan relacionada con el Antejuicio, que hasta puede prestarse a
confusiones, por ende, considero esencial hacer un estudio sobre éste; haciendo
énfasis en su concepto, tipos de fueros, así como una comparación con el
Antejuicio.
Según Abelardo Torré; El Fuero, se divide en personal y real.
El Fuero Personal: Es un privilegio otorgado a una clase o categoría de personas, que
consiste en el derecho de ser juzgados por tribunales especiales, formados por miembros
de su misma clase o categoría profesional.
10
El Fuero Real: Consiste en la existencia de tribunales especiales, pero cuya competencia
está determinada por la naturaleza de las relaciones jurídicas en cuestión, y sin que ello
implique privilegio alguno. 11
Según el Diccionario Enciclopédico Quillet; El Fuero: Es aquel que gozan algunas
personas para llevar sus causas a ciertos tribunales por privilegios del cuerpo, de que son
individuos, cada uno de los privilegios o exenciones que se conceden a una provincia,
ciudad o persona. 12
De ambos conceptos, se colige, que el Fuero, es un privilegio personal, que tenían
ciertas personas, por razón de su clase, generalmente de la nobleza, de llevar sus
causas a tribunales especiales, conformados especialmente para ellos; por
miembros de su misma clase, jerarquía o profesión; inhibiendo a los tribunales
comunes de conocer de sus causas.
Por esa razón, se puede decir, que las personas que gozaban del Fuero, atraían a
la jurisdicción; ya que:
1) Se conformaban tribunales especiales para ellos.
2) Los tribunales se dirigían hacia ellos.
Nuestra Constitución de la República, en su artículo 190, es tajante al establecer
expresamente; “Se prohíbe el Fuero de atracción”, lo cual está en concordancia
con el Principio de Igualdad entre las personas, contemplado en su artículo tres.
El cual expresamente dice: “Todas las personas son iguales ante la ley, para el
goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en
diferencia de nacionalidad, raza, sexo o religión, no se reconocen empleos ni
privilegios hereditarios”.
Es así, que por mandato constitucional, en nuestro ordenamiento jurídico, no se
reconocen fueros personales, lo cual implica que los tribunales comunes serán los
competentes de juzgar a cualquier persona que se le impute un delito.
Dicho principio, no impide que existan jurisdicciones especiales, como lo es la
militar, en virtud de la cual, los tribunales militares, tienen la potestad de procesar
a los militares por los delitos exclusivamente militares que cometan; ya que según
el artículo 46 del Código de Procedimientos Civiles, “Los militares no gozan de
fuero de guerra en lo civil”.
________________
11. Cfr. Torré, Abelardo; Introducción al Derecho; Edit. Perrot; Buenos Aires; 1993; Pág. 621.
12. Cfr. Diccionario Enciclopédico Quillet; tomo IV; Editorial Arístides Quillet. S.A., Buenos Aires; 1976; pág.143
11
En conclusión, se puede decir que Fuero y Antejuicio, son dos términos diferentes,
ya que el hecho de que un Funcionario Público goce del Privilegio Constitucional
del Antejuicio, no significa que posee algún tipo de Fuero, ya que si al Funcionario
Público, se le decreta Formación de Causa, éste será juzgado por los tribunales
comunes, como a cualquier ciudadano que se le impute un delito, no habiendo
atracción de la jurisdicción hacia él.
4. LA INMUNIDAD Y EL ANTEJUICIO
A continuación, se presenta un estudio acerca de la garantía jurídica de la
Inmunidad; haciendo una delimitación de ésta, estableciendo una serie de
conceptos brindados por diversos autores, las críticas que se hacen sobre ésta, y
como conclusión, una comparación entre la Inmunidad y el Antejuicio; con la
finalidad de tener una mayor claridad acerca de ambos términos, que por lo
semejantes, también pueden prestarse a confusiones en cuanto a su aplicabilidad
entre uno y otro privilegio.
Según Guillermo Cabanellas; La Inmunidad: “Es la exención o liberación de cargas
personales o reales, relevo de las medidas procesales por expresa concesión legal; la
inmunidad puede ser personal, real o local, según a lo que haga referencia; la primera se
refiere al Fuero de las personas, como la que tienen los parlamentarios y los diplomáticos;
la segunda se relaciona con los bienes, como la que alcanza a ciertas instituciones
benéficas y religiosas; y la tercera se concreta a ciertos lugares, cual ocurre con los
domicilios de los diplomáticos”. 13
Según Luis Cousiño Mac Iver; La Inmunidad: “Es la prerrogativa que suspende la
persecución penal o procesamiento del funcionario, mientras se mantiene el status jurídico
que lo crea”. 14
Según Manuel Osorio; La Inmunidad: “Es la prerrogativa que ampara a los miembros
del Poder Legislativo, diputados y senadores, en virtud de la cual, no pueden ser detenidos
ni presos, mientras estén en el ejercicio de su mandato, salvo el caso de haber sido
sorprendido in fraganti en la comisión de un delito considerado grave, sin que tampoco
pueda ser procesado o juzgado a menos que el cuerpo legislativo conceda la
correspondiente autorización”. 15
––––––––––––––––––––––
.13. Cfr. Cabanellas, Guillermo; Diccionario de Derecho Usual; Edit. Heliasta; Argentina; 1998, tomo I, Pág. 303.
14. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño ;edit. Dr.José Matías Delgado; 1994; Pág. 40.
15. Cfr. Osorio, Manuel; Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales; Edit. Heliasta, Argentina, 1982; Pág. 384.
12
En los anteriores conceptos, todos los autores coinciden en otorgarle a la
Inmunidad, el carácter de prerrogativa funcional, es decir que es un privilegio en
virtud del cargo que ostentan los Funcionarios Públicos que gozan de ella.
Prerrogativa que impide, que se le pueda aplicar la Ley Penal; por ende podemos
hablar de una excepción a la aplicación de la Ley Penal respecto a las personas;
lo que hace imposible la persecución penal respecto a ellas.
Otro aspecto importante, es que la Inmunidad, no consiste en una prerrogativa
Absoluta, ya que la suspensión a la persecución Penal o Procesal Penal, dura
únicamente mientras se mantiene el status jurídico que la crea, es decir que la
Inmunidad no favorece al Funcionario más allá del término de su cargo; luego de
éste término dicha Inmunidad queda extinguida.
Es así, que el autor Ricardo C. Núñez; establece que la naturaleza jurídica de la
Inmunidad es la exclusión de la pena por altos fines políticos. 16
En nuestra legislación, el Principio de Inmunidad, está plasmado en el artículo 17,
inciso segundo del Código Penal, el cual textualmente dice: “No obstante lo
dispuesto en el inciso anterior, no se aplicará la Ley Penal Salvadoreña, cuando la
persona goce de privilegios, según la Constitución de la República y el Derecho
Internacional, y cuando goce de inviolabilidades en determinadas materias, de
conformidad con lo dispuesto en la Constitución de la República”.
Según el Derecho Internacional Privado, gozarán de Inmunidad Diplomática:
1) Los Jefes de Estado Extranjero que se encuentren en territorio nacional.
2) Los Representante Diplomáticos acreditados en el País, y además
personas que gocen de Inmunidad según las Convenciones y Tratados
Internacionales vigentes en El Salvador.
Estos principios, los establece el Código Bustamante en sus artículos 297 y 298,
conocido como el Código de Derecho Internacional Privado.
En cuanto a la Inmunidad Parlamentaria, Guillermo Cabanellas, la define como:
“Prerrogativa procesal, de senadores y diputados, que los exime de ser detenidos
o presos, salvo los casos dispuestos por las leyes, ni procesados ni juzgados, sin
la expresa autorización del respectivo cuerpo, en virtud del desafuero.
Son fácilmente distinguibles el concepto de Inmunidad Parlamentaria, que no hace
procesables a los legisladores mientras lo sean y por razón de delitos, y el de
Inviolabilidad Parlamentaria, que impide castigar, tanto durante el mandato
legislativo, como una vez terminado éste, al senador o diputado por las
manifestaciones y votos, que como tal haya formulado, porque tales ideas,
––––––––––––––––––––––––––––––––––
16. Cfr.. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño, edit. Dr. José Matías Delgado; 1994, El Salvador. Pág. 41.
13
expresiones y actitudes no se consideran nunca delictivas para asegurar la
libertad de la función”. 17
En cuanto a los diputados, nuestra Constitución de la República, en el artículo
238, inciso segundo; les establece la prerrogativa de Inmunidad, al establecer
textualmente:
“Por los delitos menos graves y faltas que cometan durante el mismo período, no
podrán ser detenidos o presos, ni llamados a declarar, sino después de concluido
el período de su elección”.
En el artículo anterior, se evidencia un claro ejemplo de Inmunidad, que nuestra
Constitución de la República, les otorga a los diputados.
En conclusión, podemos establecer que Inmunidad y Antejuicio, no son lo mismo,
ya que el Antejuicio, es el trámite previo establecido como garantía a favor de
ciertos funcionarios públicos, en el que se decide si ha lugar a formación de causa,
lo cual genera que se pueda procesar criminalmente contra ellos; en cambio en la
Inmunidad, dichos funcionarios públicos, mientras dure el período para el cual
fueron elegidos, no podrá haber persecución penal contra ellos,
5. EL PRINCIPIO DE INVIOLABILIDAD
A continuación, presento un análisis doctrinario y legal del Principio de
Inviolabilidad, ya que está íntimamente ligado al Antejuicio, por ende, luego de
delimitarlo, prosigo a hacer las comparaciones pertinentes, así como a establecer
sus diferencias.
En nuestro país, el Principio de Inviolabilidad está regulado en el artículo 125 de la
Constitución de la República, el cual textualmente dice:
“Los Diputados representan al pueblo entero, y no están ligados por ningún
mandato imperativo. Son inviolables y no tendrán responsabilidad en tiempo
alguno por las opiniones o votos que emitan”.
Para el penalista chileno, Luis Cousiño Mac Iver; “La Inviolabilidad, es una
prerrogativa, en virtud de la cual, los que gozan de ella, quedan exentos de toda
responsabilidad penal y no pueden ser perseguidos judicialmente en ningún momento, a lo
menos en el país de comisión del hecho”. 18
___________________________________________
17. Cfr. Cabanellas, Guillermo; Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual ; Edit. Heliasta, tomo IV, 1998, Pág. 427.
18. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño, edit. Dr. José Matías Delgado; 1994; Pág. 40.
14
Para Jiménez de Asúa; “La Inviolabilidad, consiste en causa de justificación,
amparada en el ejercicio de un derecho”. 19
De ambos conceptos, podemos sintetizar, que la inviolabilidad, es un privilegio en
virtud de un cargo público, por medio de la cual, quien la goza, no puede ser
castigado.
Es así, que se habla de la Inviolabilidad de los diputados, por las opiniones que
emiten durante sus intervenciones en la Asamblea Legislativa, lo que constituye la
Inviolabilidad Parlamentaria.
6.EL ANTEJUICIO Y EL PRINCIPIO DE IGUALDAD EN EL DERECHO
OBJETIVO
Esta igualdad consiste en que, en general, la norma jurídica, considera a los
hombres en un plano de igualdad proporcional, sin entrar a considerar las
múltiples e infinitas desigualdades que existen entre ellos. En otros términos,
consiste en tratar igualmente a los iguales, es decir a todos aquellos que estén en
las mismas circunstancias. Como es lógico, esta afirmación debe tomarse como
principio general, válido aún en aquellos casos en que se legisla para un sector
determinado de hombres, pues se les considera a todos en un mismo plano.
El derecho no puede contemplar constantemente las desigualdades humanas,
pues se caería en la arbitrariedad, ni tampoco ignorarlas en absoluto, pues
entonces sería una construcción abstracta. 20
El Principio de Igualdad del Derecho Objetivo, no se presenta en todos los
derechos habidos y por haber; es sólo expresión de una particular valoración
político-social; la existencia histórica de extraordinarias e irritantes desigualdades,
como lo fueron los privilegios de la nobleza, fueros, etc, confirman el aserto.
Este Principio de Igualdad ante la ley, ha sido tildado de meramente formal, pues
como dice Sampay; “La igualdad ante la ley, es igualdad ante los tribunales y
administración que aplican la ley, independientemente que del precepto jurídicoformal derive o no una mayor desigualdad y sujeción”. 21
En las modernas democracias sociales, se tiende a establecer una igualdad
material, en el sentido de igualdad de posibilidades, o si se quiere, de igualdad
ante la vida, asegurando a todos los hombres el mínimo económico necesario
para el desarrollo integral de la personalidad humana, porque no puede dudarse
que la verdadera libertad y la auténtica justicia, no podrán realizarse, si no es
sobre la base de una relativa igualdad.
_______________________________
19. Cfr. Silva, José Enrique; Derecho Penal Salvadoreño, edit. Dr. José Matías Delgado; 1994; Pág. 42.
20. Cfr. Torré, Abelardo; Introducción al Derecho; Edit. Perrot; Argentina; 1993; Pág.186.
21. Ibidem Pág. 187.
15
En el caso del Antejuicio, no obstante todas las justificaciones que los entendidos
en la materia le puedan dar, está en función de un privilegio entre las demás
personas, con la salvedad que no es un privilegio personal, sino en función del
cargo público; además, no se trata de eximir a los funcionarios públicos de
responsabilidad, sino una garantía para su procesabilidad.
Por ende, considerando el Principio de Igualdad, que nuestra Constitución de la
República plasma en su artículo tres; “Todas las personas son iguales ante la ley”,
Como una igualdad proporcional, entonces no hay violación a éste principio.
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