ENSAYO “LOS RETOS DE LA DEMOCRACIA EN SAN LUIS POTOSI” Por: Francisco Parra Barbosa Si algo ha distinguido a los potosinos, es su ímpetu y anhelo por lograr llegar a un sistema político democrático que les permita en condiciones de igualdad, equidad, transparencia y certidumbre, elegir a sus gobernantes, autoridades y representantes. No es ocioso entonces señalar que la Democracia como un sistema de vida, aún no esta arraigada en nuestra cotidianeidad y no por ello se deja de creer que es posible alcanzarla, transitar en ella y convertirla en lo común en la convivencia social, política, económica y desde luego electoral entre otras posibilidades comunes. Los retos actuales de la Democracia en San Luis Potosí son básicamente tres ejes a partir de los cuáles se podrían vincular otros sectores de nuestra realidad política, éstos son la necesidad de implementar una Democracia Participativa, la Democracia Paritaria y la utilización de los recursos legales que plantean el Referendum y el Plebiscito como una forma de Democracia permanente, dinámica y cercana a los ciudadanos. La Democracia como una expresión del Poder del Pueblo por el Pueblo y para el Pueblo, expresada por Alexis de Toqueville y Abraham Lincoln, no puede traducirse en metáfora solamente, sino en la necesidad real de aterrizar en ese Pueblo que no es quimera abstracta, sino seres humanos de carne y hueso, que trabajan estudian, viven y sufren, ríen, lloran y tienen esperanzas, sueños y proyectos, la posibilidad de acceder de manera concreta y cotidiana a su participación en la toma de decisiones de quienes gobiernan, es decir, que se haga efectivo no sólo aquello de “sufragio efectivo”, sino participación efectiva en las consecuencias a posteriori de ese sufragio. La instrumentación de esa Democracia Participativa plantea retos desde luego y el primero estriba en la necesidad de ubicar a los ciudadanos en un nuevo paradigma político donde la ética, la certeza y la transparencia de los procesos electorales y las actitudes de quienes participan en ella como árbitros, organizadores de elecciones y contendientes, evoque la última finalidad a que se aspira en la vida social: convivir con respeto a los derechos fundamentales y desde los derechos fundamentales. No puede entenderse que cuando el elector vota no sólo lo hace para elegir a un candidato, sino elige lo que quiere para él y su familia, para su nación y para su futuro, nadie en sus cabales va contra si mismo, por eso no podemos sojuzgar al ciudadano dejándolo sólo con el recuerdo del día de las elecciones, sino se requiere involucrar al ciudadano en la participación constante y cotidiana de quienes una vez electos, han de tomar ahora decisiones. No es que entonces la representación desaparezca sino mas bien que de verdad esa representación perdure de manera consciente y vigilada, no como la situación de aquel que es elegido para nunca más saber que fue de él y sus promesas. Se requiere además y si de verdad tenemos la voluntad de involucrar a los ciudadanos, de reconocer que no otorgar, todos los derechos políticos completos a los ciudadanos potosinos, no limitar como se hace aún hoy, de sólo darle la posibilidad a los ciudadanos de votar pero no de ser votados, pues las condiciones para esa segunda situación, aquella de ser votado, o electo, implica la obligatoriedad de formar parte de un partido político, lo cual violenta las mas elementales libertades de pensamiento, expresión y elección, así como en el caso nuestro, violenta el artículo 9º constitucional, porque se nos obliga a asociarnos con quien no queremos, así pues, debemos los ciudadanos tener el derecho de postularnos a un cargo de elección popular sin el requisito de ser miembros de un partido político, de otra manera se puede afirmar que no hay democracia entonces en San Luis Potosí, Democracia a medias no es Democracia, será otra cosa pero no democracia. Los Derechos Humanos tienen entre sus características que son integrales e interdependientes, los Derechos Políticos son Derechos Humanos, entonces no se puede decir a un ciudadano: puedes votar pero no aspires a ser votado. Si la reglamentación inferior jerárquica limita los derechos y su ejercicio, entonces habrá que recordar que la Jerarquía parte de Principios incondicionables. Otro aspecto que se requiere afrontar es reconocer de una vez por todas que las mujeres existen y que sin su participación en la Política y en todas las actividades en relación a ella, no se puede verificar la Democracia, de allí la necesidad de mediante Acciones afirmativas y Discriminación positiva, impulsar la Democracia Paritaria pues de otra manera seguirá registrándose la simulación de la participación por el otorgamiento de cuotas que a la primera siempre intentan vulnerarse mediante actos poco congruentes. En el periodo de 1960 a 2000, en una investigación se observó que del cien por ciento de quienes participaron en las candidaturas a cargos de elección popular, se observó que apenas el 8 por ciento fueron mujeres, mientras el resto eran hombres. A la fecha en San Luis Potosí no ha habido una efectiva participación de las mujeres, sólo habría que preguntarse cuántas mujeres desde la fundación del Estado y sus ciudades, han logrado ser electas por ejemplo gobernadoras, presidentas municipales, diputadas, senadoras. Y el asunto no es menor si consideramos que la mayoría de la población esta integrada por mujeres, que los factores machistas y patriarcales se han debilitado frente al avance de la igualdad y la búsqueda de la equidad desde la perspectiva de Género. Nos involucra a todos, a hombres y a mujeres, y debe afirmarse esa Paridad en la Democracia también, aún cuando los críticos dudan de la capacidad de las mujeres en la participación en la vida pública y política, sino se afianza la posibilidad de que las mujeres ingresen al terreno político, no hay manera de entender y comprender que las mujeres también son seres humanos. Actualmente contamos con las herramientas del Referéndum y el Plebiscito, que sin embargo, para el caso potosino no se han logrado instrumentar como un derecho de los ciudadanos para incidir en las políticas públicas, en la toma de decisiones y en el equilibrio del ejercicio del poder. Mientras existan en el plano formal pero no en el material como un instrumento al alcance de la mano para los ciudadanos, no puede siquiera presumirse de que en verdad contemos con esas posibilidades, derecho sin procedimiento es una puerta sin perilla, un ave sin alas, una promesa de esperanza. Los retos que los ciudadanos queremos que la Democracia afronte y salve, son los relativos a la participación efectiva, en condiciones de equidad y bajo el empleo de herramientas capaces de vincularnos como sujetos de derechos políticos. La responsabilidad no se va a resolver sola sin un aliciente concreto, y corresponde al Estado en primer lugar desde sus poderes constituídos y a quienes ahora aparecen como principales obligados, los Organismos Públicos Autónomos, como el CEEPAC, impulsar esos cambios conductuales, de practicas públicas tanto de autoridades como de los ciudadanos, a efecto de alcanzar esa meta que ansiamos todos, verdadera Democracia, el poder del pueblo. No es lícito emular la Democracia griega donde desde el ágora sólo unos cuántos decidían sobre el resto de los ciudadanos, esclavos, mujeres, niños, ilotas y periecos, bajo el amparo de su propio poderío económico y su ascendencia de varones enseñoreados por su prepotencia. Hoy se requiere que seamos los ciudadanos quienes en nuestras manos asumamos las riendas de la responsabilidad y dirijamos hacia mejor rumbo a nuestra Patria chica, San Luis Potosí lo merece y si existen instrumentos para la faena, pues no hay pretexto que impida tal cometido.