Año líoinino-o lí> íl<* orhihn». iXiiiii. 1,1. muí. de Saumi de dViixilotca. Stle • ! lol é I a i 6 horas j 28 mi., y le poii* á la* 5 horai y 32 m». DE LA PROPIEDAD, POR M. A. THIERS. IMBRO PRIMERO.^DEL CAPÍTULO PKIMBRO—ORÍGEN DEIIKCHO DE PROPIEDAD. DK LA CONTROVERSIA ACTVKh. ^mo ha podido suceder que en nuestro siglo se pusiese en duda la propiedati. ¿Quién ha logrado que la propiedad, i n s l i n f o natural del h o m b r e , ^«1 niíío, del a n i m a l , (ihjelo líinco, rroompensa í(idíspen!«able del t r a b s j<*í se pusiese en tela de juicio? ¿Quiéti ha finiJiíJo ronducirnos áe^te des''«rro, del que no se ha vi»lo ejemplar en ninji^un t i e m p o , en ningún pain, " ' aun en R o m a , d<nidc, c u i i i d o se disputaba sobre la ley agraria, se ^rtlaba solamente del reparto de las tierras conquistadas al enemig';? jQuiéo ha podido hacer todo esof Léanse estos renglones y se verá. Hacia el fin del u l t i m o régimen, los hombres que hacían la guerra • ' gobierno fundado en 1 8 3 0 se dividian en varias clases. Los unos, í ü e lio querian d e s t r u i r l o , y que, antes al contrario, queriaii salvarle, ^ colocabín la cuestión en Id forma de aqu''l gobierno, sino en su m a r Cna. Pedían la libertad ferdadera, la qu»- g i r a n l i z a los negucios del pais Jl^l doble influjo de las railes y ile l a i cctrtes, una sabia administración de "«cienda, una poderosa organización de la fuerza p i í b l i e a , una política Pfüdente. pero nacional. O t r o s , ó convencidos, 6 ardientes, ó por d i s t i n guirse de aquellos con quienes peleaban, las habian con la misnia forma . ' ^ l gobierno, y deseaban la repiíblica, sin atreverse á decirlo. E n t r e es}^ l í l l i m o s , los mas sinceros se «venían á esperar ¡í que se hiciese eom^Netamente el esperimento de la monarqnfa cofi-ttitucional. Los mas i m ^ c i e i i t e s , deseoso» de distinguirse de los mismos republicanos, p r o p e n •'aii á Id repiíblica con mas afa^i, y para componerse una lengua estaban ''•blando coíitinuantente de los i i i f e r o e s d d fxicbío, olvidados, desrono.'•'los, sacrificados. O t r o s , q^je procuraban dirse a conocer con sertas mas barcadas todavía, aparenta lian menospreciar todas las (liscusi<ines p o l í • .'*' pedían una re»olncí«tn socíalj y , aun entre estos ú l t i m o s , había «'•'enes, colocando la raya mas a l t a , querían una revolución social, c o m peta, absoluta. Siiiti Terc«a de Je«uí TÍrgeu y fuodadora. unos la horca, para otros m i l modos de evitar la infamia ó la m u e r t e m.)s m ' T f c i d a . N o lodos podiao, por grande que fuese SU talento, llegar á las funciones publicas, ora por i m p e d i m e n t o de nacimienlo, ora por i m p e d i m e n t o de religión. H a b í a , I>HJO el título de derechos feudales, una m u l l i l u d de depend.iRias, que no traían su origen de un contrato l i b r e mente c í u i i e n t i d o , sino de una usurpación «le la fuerza sobre la flaqueza. E r a forzoso cocer el pan en el fiorno del señor, moler el trigo en su m o l i n o , comprar esclUMvamente sus comestibles, pasar por su j u z g a d o , dej a r devorar la cosecha por los animales monteses. N o cabía ejercer las diversas industrias sino tras ciertas adini>ioiies p r e l i m i n a r e s , reguladas por los gremios y las corporaciones. Habia aduanas de una provincia á o t r a , formas intolerables para la percepción de las coutribucioiies. L a sunia de aquellos impuestos era matante para la masa de la riqueza. Ademas de las propiedades magnífic-is que poseía el clero y sujetas á maiKts muertas, había que pagarle, bajo el nombre de d i e t m o s , la mejor purfe de los proiloctos agrícolas. Había todo estopara el pueblo en p a r ticular, y por lo que hace á la generalidad de la nación, los ctnsores p a ra los que querían escribir, la BiNtilia para losdíscidos, los p a r l i m e u t o s para L a b í r i e y (j«la», é intervalos de algunos siglos entre los Estados Generales que hul-ieraii p tdi lo reformar tanloi» abusos. . Hsse encunado |,i contienda con su persislenria, y por l í l t i m o , c u a n / * la cor<nia, advertida tarde y a , quiso t r a s m i t i r el poder de unos a' otros, J^ 'Hedió de la general t u r b a c i ó n , lo di'j(5 caer de t.us manos. L ' i h a n re8'do. Los que en el día lo poseen, ilustrados por un principio deespel ^ " í i a , no se han d^do priesa á c u m p l i r compromisos imprudentes, que ^ ' í h o s de ellos, por otra p a r t e , no tomaron sobre sí. Pero los que no ^ ••en el poder y á quienes im ha ensertado la esperícncía, persisten en "Jar por una revolución social. ¡Una revolución social! ¿Basta quererla • • llevarla á cabo? Y aun cuando hubiese la fuerza necesaria al i n t e n ^ f u e r z s que se adquiere á veces agitando a un pueblo d<difnte se hace / ^ • * o hallar los materiales. >Se requiere una sociedad que se haya de re. ^ a r . Pero sí la sociedad está ya desde largo t i e m p o reformada, jcdmo l j j ' * i ' á ? ¡Ah!¿con qué estáis tan deseosos de llevar á cabo una revolución ^ " • Entonces habíais de haber nacido sesenta atlos a i r a s , y e n t r a r en ^ ^ f r e r a en 1 7 8 9 . Sin engafldr, sin pervertir al pueblo, hubierais t e n i ^ ' W t ó i i p e s de qué escilar su eutusiasmo, y después de haberlo escifafi^^ ^né sostenerle. Con efecto, en aquel t i e m p o no todos pagaban i m - A»í que. en h noche para s i - m p r e mefíiorable del 4. <ie agosto, todas las clames de la nación, m i g n í í i c a m e n t e representadas en la Asamblea consfiluveiite, podían venir á sacrificar algo sobre las aras de la patria; por cuanto lodds ellas tenían efectivamente algo que traer: las clases p r i vilegiadas sus exenciones de impuesto, el clero sOs bienes, la nobleza sus derechos leúdales y sus l í l n l o > , l i s provincias sus constituciones separadas. E n «na p a l a b r f , todas las clases tenían un sacrificio que ofrecer, y lo hicieron en medio «le un g<»zo inau l i t o . Aquel goZo, eré, no ya el gozo de algunos, sino el go^o de lodos, el gozo del pueblo l i b r e de vejaciunes de toiJo género; el go/i» del estado l l a o o ó tercer estamento, realzado de su poslraciun; el g'Oío de la misma nobleza, que se ctnriplacia á la sazón en hacer bien. E r j aquello una embriaguez desmcilida, UIIH exaltación de humanidad que nos movía a' abrazar al mundo entero llevados de nuesiro ardiente p a l r i o l i s m o . Ni» se ha dejado desde algún tiempo de agitar, en cuanto ha si lo d a ble, a las masas populares; ¿pero se ha producido acaso el arranque de 1789? N o por cierto. ¿V por qi.é? Porque lo hecho no hay ya que h a cerlo, porque n i u n í nuche del 4 ,\r agosto, no habría nada que sacrificar. ¿Hay acaso en alguna parte un horno ó un m o l i n o feudal que sop r í i m i ? ¿Hay alguna caza que no podamos malar cuando pisa nuestros camjios?^ ¿Hí».* n»as ceiis.ircs como no sea lá muchedumbre i r r i t a d a , ó la dictadura que la repre^eol«? ¿ H i y Bastillas? ¿ H s f incapacidades de r e ligión ó de nacimiento? ^\[iy alguien que no pueda subir i lodos los e m pleos? ¿ H i y otra desigual.iad que no sei la det e n t e n d i m i e n t o , qué no es i m p u t a b l e á la ley, ó la de la f o r t u n a , que se deriva del derecho de pr«»piedad? Ensayad «hora, si lo poileis, una noche del 4 de agosio, l e vantad un altar de la p a t i i a , y decidnos qué llevaréis á él? Abusos; j o h ! ciertamente que lo» h a y , y lüs habrá en todos t i e m p o s . p,.ro algunos abusos sobre un altar de í« patria lefantado debajo de la bóveda dej cielo, ¡es m u y poca rosa! hay que llevar otras ofrendas. Buscaii pues, buscad en esa suciedad deshecha y vuelta á hacer tantas veces desde el arto 8 9 , y «puesto k que no halláis «Ira cosa que sacrificar, como no sea la p r o p i e d a d . De ahí es que «o han dejado de h a c e r l o , y t«l es el origen l a m e n t a b l e de las actuales controversias s . b r e este p u n t o . " * ! • * * • '•*' " " ^ ' * ' " " " P ' f ? ' ' " ' " • ' 4"*-* " " ' P'""te; el clero ninguna, á %* l o e se aviniese á conceder don.ilivos rspontinens. N., indo el m u n ~ ^ c c ¡ a Us m i M i i i » penas después d'? h i b r d l i i i i n í l o . H i b i a para V e r d a d esque no todos los partidarios de una r e v o i v c i o n soci»! quieren sacrificar la propiedad en el misino grado. Los unos la quieren abol i r e i i f r r a m f u l e , o l t u s en p a r t e ; estos se c o u t e n t i r i a i i c o n r t m u m r a r de otro modo el trabajo, aquellos quisieran proceder por el impaeslo. Pero todos, quien mas, quien menos, las han con la propiedad para ganar la apuesta que han hecho cuando prometieron llevar á cabo una revolución social. Fuerza es pues combatir todos esos sistemas odiosos, pueriles, ridículos, pero dasastrosos, nacidos, como una multitud de sabandijas, de la descomposición de todos ios gobiernos, y que cuajan la admósfera en que vivimos. Tal es el origen de este estado de cosas, que nos grangeará, aunque se salve la sociedad, el menosprecio ó la compasión del siglo entrante. ¡Permita Dios que haya cabida á cierto apiecio para los que hayan resistido' á sos errores, eterno baldón del entendimiento humano. ESPAÑA. MADRID 4 DE OCTUBRK- Dos grandei J gnárgicat propensiones características de nuestro siglo han empelado á hacerse una guerra encarnizada, y han de acabar, ó en ponerse en incompatibilidad absoluta, ó en sobreponerse una á otra con grave perjuicio, sino con entera destrucción, de la rival vencida. El aptgo á los intereses materiales, y la manía de las reformas políticas, son estas dos potencias belioerantes que ponen en conmoción al mundo entero. Hemos dicho m»ui» y no ufcesid»»! de reformas políticas, porque esta última, lejos de oponerse á la ventura positiva y física de los pueblos, la fomenta y la patrocina ; no así el desenfreno maniático con que en la época actual se procede en la gi'on obra de corregir los defectos que ha introducido el tiempo en la legislación y en el gobierno de las naciones. A la acción desatentada y maléfica de este último principio, no hay prosperidad, no hay interés, no hay industria, no hay trabajo útil que resista. La primera y forzosa consecuencia de cualquiera de esas tentativas que tan frecuentemente se asestan en el dia contra el poder, es la cesación de toda labor productiva, la interrupción de todo tráfico, la muerte de todo crédito, la parada repentina de toda circulación. Se ha conseguido que un jornalero sea ministro; pero también que millones de jornaleros se mueran de hambre. Ha triunfado el sufragio universal; pero también es universal la miseria. Los clubs se abren; pero se cierran las tiendas, las fábricas y las bolsas. En una palabra, la reforma p^itita ha caminado de frente con la ruina de los intereses, el aumento monstruoso de las contribuciones y la desaparióion del bienestar de millones de familias. Por mas que se limen frases, per mas que se perore, por mas que st declame contra lo que pasó, ¡os hechos actuales, de que somos todos testigos, y que te tienten en lo mat vivo de nuestra condición, ni pueden n<garie, Ái admiten paliativo ni alteración. Donde quiera que la demagogia hm tacado la cubeta; donde quiera que la prensa ha esparcido elementos incendiarios; donde quiera que el poder no se ha snbrepufsto á toda consideración humana, y ha pensado antes de todo en salvar la sociedad , la pobreza ha derramado con mano larga sus angustias, y las privaciones mas amarg.is han atosigado la suerte de las mayorías. En Francia, en Irlanda^ en Austria, en Prusia se ha repetido el mismo drama con los mismos episodios y eon los mismos personajes. El club, el periódico revolucionario, el motín, la barricada, la matanza, y en seguida la cesación del jornal, la desnudez, la inedia: tales son ios principales rasgos de esta horrible pintura. La reacción del siglo pasado contra el despotismo, no le dió cuartel, ni dehia dárselo. La opres'ion era insufrible, los padecimientos agudos, locabatot criminales, impío el aeiprevio de los derechos mas santos, cruel y monstruoio el monopolio que hadan algunos pocos de los bienes que la Providencia había dado d todos. Pero creer que el liberalismo del siglo presente está autorizado d la misma rigidez de oposición, á ¡a misma aspereza de hostilidades, et confundir los tiempos y las circunstancias, y querer aplicar el mismo remedio á enfermedades de síntomas distintos. Ni el drspotismo es ya lo que era, ni está la sociedad de humor de suspender la grandiosa tarea de civilización y adelanto en que se ocupa. La sociedad litne prisa : la impulsan los estímulos mat poderosos; el ansia de saber, el deseo de gozar, ta necesidad de estender el dominio del hombre sobre la naturaleza. No se ^lazan los magníficos resultados que ettas disposiciones of'ecen, para de tenerte á oir á un sofista perdulario que quiere vendernos como panaceas incmiparables drogas averiadas y corrompidas, Y ti, en un momento de imperdonable sorpresa, te dejan alucinar lat matat y caen en la red que le tendían ht interesetUreidos de sus enemigos verdadero», \eudnearo les cuesta ta deteuklol Un momento de distracción basta para tepultar en la nada la ventara en tfut M placían. No debe petétete de vida el influjo inevitable de etíe ettado de cotas en lat relactonet iiUerimeiooalet de los pueblos. B$a feliz armonía que ha reinado entre las naciones de Europa detde la eaida del imperU de Napoleón; esa paz á cuya sombra han tomado un vuelo tan rápido todot tot ramos productivos, no puede cotiHnrarte^ y, ,i <« conserva, no podrd continuar prodmumio tan grandes benefieioe^ ialerin ¡as naciones sensatas j moderadas vemm padecer d tus ttecinas las t»memtas de la anarquía, bajo el yuj^o de un montón de desalmados, sin Dict, sin ley, sin moral y sin priruipios. Es ititposible que los gobiernos que han conocido y observado sus deberes, y que han sabido apagar con tiempo el incendio, vean con indiferencia sus estragos y *" propagación á poca distancia de sus fronteras. A este propósito leemos en el Tines del S3 las siguientes bien tentidas razones: rrNo conviene á una nación ettraña intervenir muy de cerca, ni aun con palabras, en los negocios de una nación vecina, ni mucho menos dictarle '<> v forma de gobierno que ha de regirla. Nosotros á lo menos, ni aprobatnoí este sistema ni deseamos que se adopte en nuestropais; pero, de acuerdo con todas las naciones de Europa, tenemos un interés en que se ponga término final al giro que han turnado los negocios públicos en París y en toda Francia. Necesitamos que se nos releve de la obligación de tomar precauciones contra un puede ser. No queremos que nos separen solamente veinte millas de mar de una población de 36 millones de habitantes, impulsados á la desesperación por la pobreza y la destitución. Cualquiera que sea el gobierno qu* la Francia reconozca, lo que nos importa es que merezca el nombre de gobierno. Hay una garantía que nos parecerá infinitamente mas segura qi** los mas elocuentes protocolos y manifiestos de Chateaubriand y Lomartin*' que estén en actividad los telares de Lyon: que se cubran de quillas los />«•'* tos de Burdeos v Marsella; que hormigueen en huéspedes las casas de pupilo* y las posadas de París; que los tM.uIrvur'ls vuelvan á ser escenas ruidosas de tráfico y de alegría, y que la masa de labradores y jornaleros pueda contar con una remuneración segura de sus labores: tales son las garantiat que quisiéramos que la Francia diese á su porvenir y al mundo. Un año «' paz Y de seguridad es mas importante en la lúsíoria de una nación que •'* realización de cualquier teorema pnlítico ^Por qué no han de fijur los hombres su atención en aquello que mas necesitan'^ Es increíble que en un p^^* como Francia se suspendan todas ¡as relaciones de la sociedad, solo porql** se le antoja á un sofiíía fraguar planes quiméricos, ú que ningún periódica de Londres daría lugar en sus columnas.n De elocuente comentario podrían servir á esta opinión los infinitos po'' menores que continuarnente publican los diarios franceses sobre la pobreza q^* reina en el país. No solo acude cada 15 días el ministerio á la Asamblea pidis"'' dolé 1.000,000 de francos para los so,000 Jornaleros de París que no *"* cuentran trabajo, sino que también ha sido forzoso socorrer con grandei **' mas algunos ramos particulares de industria, como sucedió hace poco con '<>' teatros, con los domadores en bronce y otros. Los argumentos que de tsf'" datos pueden sacarse contra la pandilla roja, conspiradora y socialista, ''"^ irrebatibles, porque no hay lógica mas poderosa que la de los hechos. ""'' ahora la triste historia contemporánea de que estarnos siendo cronistas, " ha desmentido una sola doctrina de las que está defendiendo el tlcrvldo "'^ de su fundación. Como verán nuestros lectores en las noticias estrangeras, id "*' tralla de Luis Napoleón en la Asamblea nacional era el gran iuC*^ de la semana en París. El nuevo legislador imperial ha tenido »^ prudencia y el buen gusto de introducirse de incógnito en la capif^^ evitando toda ocasión de ruido y escándalo. El breve discurso Í T pronunció al tomar posesión de su cargo estaba concebido en te'rly'^ nos modestos y decoros^». La posición de este personaje en agüe* ^ ^ berinto de intereses y pasiones, es surnarnenle resbaladiza y d'''^'', da. Si fomenta por medio de sus agentes y partidarios testimonios P blicos de adhesión y entusiastno, sobrevendrá un conflicto, cuyo éX es sumamente dudoso, sobre todo desvaes de la violenta oposición V le han hecho y continiían haciértdole los republicanos rojos. Si *' curece y anula., tea por convicción, sea por desconfianza en sus P pias fuerzas, sea, en jin. por adoptar, corno medios de llegar '^''? -» do, la modestia y la abnegación, caerá en el aislamiento, en e'''^., dono y ers el olvido. Otro incidente curioso ocurrió en la misrná ti un de la Asamblea. Púsose en discusión la adinision del revoif* ,^ nario Raspail, encausado hoy y preso en Fincennes por delt* . cortspiracion contra la república. Después de un corto aunqu' "* animado debate, la asamblea se pronurtció por la admisión. ' "^^ .1/' tortees el gobierno, olvidando que las leyes no tienen efecto "''^'^'^f^ vo, pidió permiso para continuar ia causa pendiente, y te / . iw/. cedido por una mayoría, que casi podría llamarse unani^j i^f Si sigue la causa, debe seguir el arresto, y entoucet serán perdid^ ^ esfuerzos de los anarquistas para obtener el único diputado d ^ partido que ha resultado de la triple elección de Paris. Si-, P\pi, contrario, se le deja libre, el gobierno, con esta prueba d'fi'*^'\^ acabará de perder su popularidad, y se verá obligado á retira' * .^ Las otras noticias de aquel pais no tienen ninguna ""/J*^^-^' con la etcepcion de ios sentimientos pacífscos de que continúa ^ j ^ ' do el gabinete, y del esmero con que procura desmentir en '^Jj'-¿/í" todos los rumores que podrían inducir á creer lo contrario- ** Jif sabemos por carias particulares que acudían á Paris ff'*^^"* ^L/^^ } tos con el objeto de consultar al gobierno sobre los medios qW ^^ adoptarse para contener los progresos que hace en los depart'^ ti espíritu hostil á las ideas republicanas. Disfrózanse estos sentimientos bajo la máscara de la emancipación de las provincias, en /as 9«< se habla mucho centra la centralización que París monopoliza, Y »e piden instituciones departamentales y municipales mas amplias 9*6 las que rigen en el dia. Con el mismo objeto se ha reunido un congreso de periodistas de los departamentos^ en cuyas sesiones se ha sostenido con calor este principio, sancionando una serie de resoluciones 9He quizas podrá considerarse, si cunde esta opinión^ como un principio de nuevas luchas y discordias. (Heraldo.) r • ALCANCE. NOTICIAS ESTRANJERAS. AUSTRIA. Viena 98 de tetiembre. En la noche última «e ha derramado sangre por querer los alborotadores ^^t cencerradas á varios ciudadanos; tuvo que intervenir la guardia nació"1I1 el populacho la hizo fuego y la apedreó , resultando algunos guardias •ícionales y 6 paisanos heridos de gravedadAyer la guarnición fué consignada en sus cuarteles respectivos , y hoy Continúa aun esta providencia. FRANCIA. Paris 3 de octubre. Corrían rumores ayer en la asamblea nacional de que los obreros hablan ^Manifestado i algunos republicanos de la izquierda estrema las tentativas para ")*adir Id asamblea á los gritas de viva la montañal También se anadia que 'Wos obreros hjbian aceptado sueldo por los enganchadores. ESPAÑA. Madrid 7 de octubre. MINISTERIO DE LA GUERRA. Próximos ya á cu;nf)lir el tiempo de servicio que la ley designó, los l^itilos procedeotes dtl alistamiento de 1843, y queriendo la Reina (Q« D. G.) que no se demore el licénciamiento de todos los que se ha"eii en el caso de obtenerlo; ha tenido á bien resolver que se verifique a íü debido tiempo, y que al efecto los directores generales de las artnas "*' ejército dispongan lo conveniente k fin de que se preparen desde lue%^ lüi ajustes y demás operaciones que deben preceder. De real orden lo digo á V. E. para su inteligí-ncia y puntual cumr'^íiento en I» parte que le toca. iJios guarde á V . E. muchos años, "«drid 5 de octubre de 1848.—Francisco de Paula FigUPras._Sr.... ^ Anteayer (5) cobraron el dinero de la paga que se araba de mandar •atisfacer los habilitados de las clases pasivas y ayer tnailnna ha quedado •^'ierto el pago. ^ El gobierno ingles ha dictado varias medidqs sanitarias para preve5" la invasión del cólera. Esperamos que nuestro gobierno no se descui"'s sin olvidar qoe la epiílemia no seatíija con barreras, sine» con pre'"Piones que di*(ninuyan sus estragos. (^o/'O ^ Según nos escribe nuestro corresponsal de Valencia, el gefe político "^aquella provincia y el segundo cabo, señor Armero, liabian liechodi**»<ün de sus respectivos deslinos. E>ta r<'s<»lucion ha «¡«lo motivada, á ?| S«« parece, por haber llevado á mal el sertor Villalonga, el que los ^'aliones de San Marcial que de esta corle marcharon «I Maestrazgo, se «tuviesen algunos dias en Valencia por orden del 8r. Armero, en aten' " á la entrada de los carlistas en vari<»s pueblos no muy distantes de "iUtlla capital, y la aproiimacion de otras partidas de las que recorren ^^istritode Builol. (Espectador.) 0 ^ Lo» gefe» políticos de las provincias de Valladolid, Burgos, Álava y A'J^'ptíícoa, y el gefe civil de Irun dan parte por el telégrafo, con fecha ***• corriente, de no ocurrir novedail CAPITANÍA GENERAL DE CATALUÑA. ESTADO MAYOR. Orden general del 9 de octubre de 1848 en Barcelona. | . ~°ldados: Una horrenda conspiración que tenia por objeto entre^ í Cabrera las plazas confiadas á vuestra lealtad y poneros á voso- Qitsmos bajo la dominación de los enemigos de nuestra Reina que h^iJ*ilo denuedo combatís, ha sido descubierta; puestos los princi^ ? * <^niplices ante el tribunal militar la ley los ha juzgado; aprojJl * por mi autoridad la adjunta sentencia, hoy á las siete de la mafeíV *^^ pasados por las armas D. Juan Valterra, D. Ramón Lo^ftu**^"^* y D. Joaquin Clavijo, de quienes debemos aborrecer el ^ ^ y deplorar la ceguedad y desgracia. Avaro de la sangre del soldado que tanto se derrama en los campos de batalla me felicito de no haber tenido que perder ni una sola gota de la vuestra, porque en vuestros nobles pechos no se cobija la traición ni el crimen; pero vivid alerta, estad prevenidos contra la seducción de vuestros enemigos, y al que intentare desviaros de la senda de vuestros deberes que ostentáis para gloria del ejército español, aseguradle con mano fuerte, presentadlo á vuestros gefes para recibir de la Reina el premio merecido á la lealtad, que os ofrece vuestro general—Fernando Fernandez de Córdoba. Sentencia Visto el decreto del Escmo. Sr. Capitán general de este ejército y principado de g del corriente, en que dispone la reunión de la comisión militar permanente de esta provincia, para que con toda urgencia y sin disolverse, se instruya, forme y falle verbal mente el competente proceso á los autores y cómplices de alto crimen de conspiración que se revela en la estensa sumaria y documentos que la acompañan, contra el legítimo gobierno de S. M., por el sello Garlo-republicano en que se fundamenta y sirve de padrón á la citada conspiración, siendo ademas atentatoria contra la riqueza piíblica y aun particular, cotno ^e menciona y espresa en el curso de los debates judiciales^ visto el proceso verbal en su consecuencia instruido y elevado únicamente á plenario coiiira los principales autores y cómplices, y hecha la oportuna información, á recolección y confrontación verbal y practicada la lectura de todo al tribunal cscepcional y compareciendo á él los acusados y oidos sus descargos, escepciones y las defensas de los procuradores, asi corno la opinión emitida por el señor coronel fiscal: Vistas las indagatorias de los acusados, actos de vistas, confesiones y ratificaciones practicadas: vistos los documentos insertos en el sumario, las cartas revolucionarias interceptadas y que ha sido descifrado su misterio por las claves aprehendidas á la junta central instalada en un punto estrangero, y remitidas para lectura de su lenguaje de guarismos en que esta'n redactadas: vistas las proclamas aprehendidas á los mismos conspiradores: visto el terminante y espreso mandato del art. i? del bando de 1? de setiembre de 1845 y las prescripciones de la ordenanza general del ejército, que en' su art. 26, trat. 8?, título 10: considerando que se hallan convictos del doble crimen de traición y conspiración el capitán amnistiado D. Ramón López Vázquez, el capitán en espectacion de retiro 1). Joaquin Clavijo, el teniente graduado de capitán del regimiento caballería de Sagunto D. Juan Valterra; considerando que si bien se hallan convictos y confesos del crimen de conspiración D. Fernando Martorell tesorero del comité revolucionario y don Ramón Martínez Toledano, se presentan circunstancias bastante atenuantes dignas de consideración y estima, y qne la justicia y rectitud de la comisión las acoje y aplica oportunamente; Asi como toma en cuenta la posición particular que ocupan en autos don Martin Jaurneandreu, y don Jaime Bofill, convicto el primero en la citada conspiración, y el segundo en haber facilitado la casa para celebrar los c )nciliabulos; empero con las escepciones que el tribunal toma en consideración y que sirven de norrna y faro para dictar su fallo; la comisión militar por unanimidad de votos ha condenado y cotidena á la pena de muerte, pasados por las armas, á los espresados capitanes don Ramón IjO{)ez Vázquez, al de igual clase don Joaquin Clavijo, al capitán graduado don Juan Valterra á diez ai1os de presidio, quedando privado de su empleo, honores y condecoraciones, el teniente coronel del regimiento infantería de San Quintín, don José Apellanis, con arreglo á las disposiciones arriba citadas; rccojíéndoles todos sus despachos y diplomas, que debera'n remitirse por conducto del Escmo. seitor Capitán general, al Escmo. Sr. ministro de Estado y del Despacho de la Guerra para su cancelación. También ha condenado y condena por unanimidad á Safios de presidio á D. Jaime Bofill y Ü.Juan Jaumeandreu, destinando por 10 ailos de confinamiento en algún pueblo de las islas adyacentes y bajóla inmediata inspección délas respectivas autoridades civiles, á D. Ramón Martínez Toledano y D. Fernando Martorell, poniéndose en plena libertad empero vigilada su conducta, al cirujano dentista D. Antonio Apignani, y al profesor de lenguas D. José Pí; continuándose por los trámites de un juicio escrito y arreglado á las disposiciones de la legislación militar contra D. Enrique Bartomeu, D. Cayetano Fargas, y demas que resultan complicados y que en lo sucesivo resultar puedan, á cuyo fin se reponga a! estado de sumaVio: que los 400 reales que existían en poder del tesorero del comité revolucionario, único resto de los 1000 francos que últimamente habiaii entrado en caja, se remitira'n al Sr. Gefe superior político de esta provincia para que dispnga su distribución en iguales partes entre los establecimientos de beneficencia de fóla capital; y finalmente qoe se eleve esta causa compuesta de 172 hojas< al supcricr conocimiento del Escmo. Sr. Capitán general por si se digna concederle su superior aprobación. Cindadela de Barcelona 8 de octubre de i848.=Presidente, Miguel Borrego.—Manuel U n i s i . z r M a n u e l Moscoso.r= Francisco Puncel. = V ¡ cente García Doncel.—José de Salado.—Antonio de Valboa. E n el reciente banquete celebrado en Toulou^e, y i que asistieron las auloridadeí, todos ios ad^riios estaban refestiiiui «le rolor rojo. L s signifieacion de esto es fácil de adivinar, si se considera que cuomio )(>s convidadas salieron á la calle gritaron, entre otras cosas: Viva Barbes, jf7t?d la guitlolinal E n la sala dfl testin habia un letrero que decia: Organización del trabajo. Keunicndo y eomparand» todos estos por- PALMA. •iwi»ji ao:0-ct mmm*M ORDEN DK LA PLAZA DKL \^ Ht OCTUBRE. Gefe de dia para mañdua el teniente coronel graduado 2? comandante del tercer batallón de la Union D . Félix de Aburruza. Parada, hospital y provisiones la U n i o n . = E I coronel sargento mayor = Manuel Jones. Don Melchor Zorrilla Juez de primera instancii» de la villa de Inca y su partido. Por el presente cito, lla«no y emplazo á los patronos 6 administradores y á todos los interesados que se crean con derecho á la adjudicación de U s rentas de cierto beneficio fundado en el a l tar de san Bartolomé de la parroquial iglesia de la villa de Sineu en esta jurisdicción, cuyo bf'neficio quedó vacante por füllecimiento del D r . don Jaime Roig presbítero, para que dentro de cuarenta dias de conforme este anuocío se inserte en la Gaceta oficial, comparezcan en est? juzgado y oficio del infrascrito escribano i deducir su derecho en los autos que siguen D . Andrés Amengual en el concepto de marido y legítimo administrador de D í C i t a l i n a María R o i g sobre el propio «sonto, pues verificándolo se les oirá y guardara' complida justicia; buju apercibimienlu de que pasado dicho término les parará todo el perjuicio que haya lugar y se procederá á lo demás que e n derecho corresponda. Dado en Inca y juzgado de primera instancia á cuatro de octubre de mil ochocientos cuarenta y ocho.«> Melchor Z-irCilla. _ P o r su mandado—Bernardo Roca, escribano. AtMMINISTRACION PRINCIPAL DE FINCAS DEL ESTADO. • Hdbiendo llegado el caso de renovarse por un «ííü á contar desde i? de noviembre próximo el erriendo del local que era iglesia y sacristía del convento que fué de religiosas de la Misericordia de esta ciudad, arrendado actualmente por iguii téruatnu que espira en 31 del corriente mes y precio de aio3 rs. 4 wrs. vn. que deberán servir de tipo par> el nuevo arrendaitiiento, solo se sacará á subasta y rematará en el m^jor postor presentándose mas de un solicitador, según asi está prevenido se practique por las órdenes vigentes. En su consecuencia pues, se ainincia ni publico p«ra »u conocimiento, y qoe las personas qae aspiren a tomarlo en arriendo se presenten á tsanifeslarlo en e»la Administración dentro de ocho dias contaderos desde ti de la fecha inclusive. Palma 14 de octubre de 1848—Antonio de Asprer. menores, resalta un retrato'muy perfecto del partido que pide el derc-'' fho al tr^bíjo y q u j cldini por la propaginda liberal. N o en vano de-' riamos que fse pirlído se coinponia de los nuevos ba'rbaros que han sa« lido «l<*l seno de la sociedad moderna. .Si ello» lugran vencer algún nía» su iii'.trufneiito favorito_l8 guillutina_hárá desaparecer, no sol» I' propiedad, sino también la civilización del couiinenle europeo. Pues coi» eso y todo, hay espillóles, feli/.menff muy escaso*, á quienes ese partido y >us priinipios destructores inspir.in simpatías; pero jamas lograrán triunf<ir entre nosotros, suceda lo que sucediese en el resto de Europa. {Heraldo.) CULTOS SAGRADOS. ELEMENTOS H o y d o m i n g o , fistividad de la mística doctora Sla. Teresa de J e s ú s , en su iglesia se le c e lebra solemne fiesta: i las diez de la maligna se cantará con mtísica la misa m^yor, en la que predicará D . Juan Bautista Pol Pro.; y á las cuatro y media de la tarde se continuará la n o vena de la Santa. — En la parroquial iglesia de Santa Eulalia se celebra la fiesta principal de la devota efigie del E c c e - H o t n o , c«n misa solemne que cantará la miísica á las diez y media de la mailana, y sermón que dirá ü . Cayelíino S<guí Pro.; por la tarde á las seis se coricluírá el devoto septenario, estando en ambos actos espuesto el S m o . Sacramento. = E n la iglesia de Santa Magdalena á las cuatro de la tarde se hará el ejercicio de \s preciosa muerte de la Bta. Cotalina T o m a s , y predicará D . Cayetano Seguí P r o . = E n la iglesia de S<Tiita Clara h lai seis de la tarde se hará el ejercicio del f'-liz tránsito y g l o riosa asunción de María santísima á los cielos. DI CAPITANÍA DE ESTE PUERTO. Emhareaciontt dttpach ida$. Dia 1 2 . Para Almería laúd Carmen de 2 6 toneladas, C3p. D.Bernardo Cibrer, con 5 marineros y ieila. Para Cádiz bergaiilin barca sueco Oocéano, cap. Schutt, con 1 3 m s r . y lastre. Para Sevilla taud S l o . Cristo de 2 9 I o n . , pat. Jaime vMateu, COÍI 4 n>ir. y varios efectos. AVISOS. El jíveque nombrado Dolores saldrá para Barcelona el martes 17 del corriente; admite carga y pastgeros. Para su ajuste podrán verse con el maestro velen» en el Borne. VENTA Ó PERMUTA DE UNA CASA. El que quiera comprar ó permntsr una casa grande, que ademis de lis comodidades necesarias para una familia decente, liéne un atgibe ó pila donde caben innclias cargas de aceite, un cub ó lagar para la fdbricaeion de vino, con su bodega y una cuba nuevi; sito loilo en la villa de Arta, en parage céntrico, frente la plaza de la mi»ma. Se vende franca de todo censo. La pf rmuta deberla ser con una casa sita en esta ciudad. ECONOMÍA POLÍTICA. por José Garnier. Traducidos por D . Eug-'uio de 0>.-hoa, oficiil del Minislerio de Com Tcio, iostrucciou y Obras pu'blics* Obra de texto anrobada por elOmi^jo de '"*' truceton pública f'ir<t el próximo aáo académico. » Este escelente trata lo v: recomietida por f" cualidades preciosas en toja cNse de obras, y i""? seil liad nn 'Ote en lis que hin d? servir (h testo* la juventud, que son la sencillez, la claridad y *' método. El esto lio deesfe inta li bnti para fo'* inirse UII3 i lea exjots d.* lo que es la ciencia eCO' nónici; pira conocer to 1 >s sus priniipios gc[*^ rales, lodis sus verdades universaImente aduid' das; p^ra len'-'r u'ia nociiin sofi'riente de los p'''* ripíles sislemis y de las diversas escuelas í^ han prevalecido hasta el dii en el dominio «J', ciencia. N • emplea el autir pomposas frases * desciende á p~olijos com-íniarios; su objeto e s ' * ' sumir la doctrina económica en lormulas brí»* »0 y fáciles d i retener en la m e m o r i a ; en sufli«i obra, co<no él misino declnra en el prólogo» ^ la gramitica de la cieii'ria: enseiia á estudi«N ' esl.) es en realidjd lo que debt pedirse á un b'* detesto. Lis esplioaciniies nec-sarias corresp* den ala ens-ninzi oral del profesor. En !>' .^ h s no se aprenden hs cieneiis; se aprende «'' cam-nte á c.'>tu liir'as: el serio y profundo ** .^ dio que rechinan lo hace el hombre, va l''*'""'*j| en el silencio de su gtbinete, en h observaciu" los fenómenos sociales, y en la práctica de I** gocios. ^^, Estiobra se halla de venta á i 4 rs. f" i^j drid. en las librerías d* la Publiciilad, cflH" .j^ Correo, nüm. 2; de Sojo, (^illeja y SancheZi . de Carretas; ile .Moiiier, Carrera de »•" "*'^ t mo, de Pereda, ca He de Precirdos, nlím' 39' Cuesta, calle M lyor, »ú^n. 2. ||} En las priivincias á dieg y %e\t realf* * i^j principiles librerías y en las depoiiluriísde las universida les é institutos del Reiitu* pjra esta noche: Sinfonía. El siempre célebre drama en 5 «^'''' CORREOS. Por disposteioit de este tribunal de rentas el El laúd espatiol San José, sti patrón Juan mirles 17 del aeloai A U% tres y inedia de la tarD JUAN DE AUSTRIA ó l * VOCACIO». ^ de en el Muelle de ««u ciudad se venderá en pu- Oliver, saldrá de e»te puerto para el de Barcelona con la eorrespomlencia del servicio nacional blica subíísta un boteeefi «H pg, ,íe reinu-í y timón Dindo fin con el Pato tártaro, bíH»'!*' r aprehendido con contr«b«N^. y, que se «visa al y piíblico el miérc<des 18 del corriente; admite la primera pareja. ptíblieo para conociinienlnik. |os licitad ores, riii- carga y pasagerus. Para su ajuste podrán avisA U% siete y mee ma t 4 de octubre de i848.aM|ig^| Villalonga tarse con el mismo pslron, é bordo del mismo - F E U P E GÜASP «wto»' buque. csrtibaao. MrW«T« »»Ct<»M.