Díaz Méndez Ivonne Delgado Castellanos Carla Serrano

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Díaz Méndez Ivonne
Delgado Castellanos Carla
Serrano Hernández Ana Laura
¿En qué consiste la vulnerabilidad y la resistencia de las personas ante los
factores de riesgo?
La resilencia constituye un concepto positivo (lo negativo es la vulnerabilidad) que
es indispensable potenciar para ganar eficiencia social.
La vulnerabilidad puede ser definida como la protección o la indefensión ante las
diversas amenazas, por lo tanto, ante el riesgo, por las cuales las personas y las
sociedades se ven afectadas sensiblemente (a causa de enfermedades, desastres
u otros) con impacto más o menos profundo en el aspecto social, personal,
productivo, patrimonial, etc.
Mientras la amenaza, como constituyente del riesgo al que está expuesto en todo
Momento una persona o una sociedad, es un factor externo; la vulnerabilidad es
un aspecto intrínseco a esas personas o sociedades. No todos los miembros de la
sociedad tienen el mismo nivel de vulnerabilidad ante la enfermedad o frente a un
evento catastrófico. Algunos son menos vulnerables, sin embargo, desde nuestra
visión, consideramos que no hay grupos sociales totalmente invulnerables.
El concepto de vulnerabilidad apunta a una dimensión continua del
comportamiento que se mueve desde una adaptación más exitosa al estrés a una
menos exitosa. Esta adaptación ante el estrés entendido éste como tensión.
Y por lo tanto seria la base del concepto de resilencia y es por ello, cometeremos
en que es posible desarrollar factores protectores. Estos factores protectores
están generalmente asociados a las personas; sin embargo, desde la perspectiva
social se puede apoyar su estímulo para las colectividades.
La resistencia humana “la resilencia” se relaciona con el hecho de que el
significado que adquiere para distintas personas un determinado acontecimiento
estresante es dependiente de las capacidades cognoscitivas y emocionales, es
decir, personales, de cada una de ellas. Quizá sea necesario considerar las
características de las personas para lograr una adecuada comprensión de los
factores y/ o procesos que las protegen o bien aumentan su vulnerabilidad.
¿Los niños vulnerables carecen de resistencia?
De cieta manera la vulnerabilidad y mecanismo protector han sido definidos
(Rutter, 1990), como la capacidad de modificar las respuestas que tienen las
personas frente a las situaciones de riesgo tomando en cuenta, de alguna forma,
de una intensificación de la reacción frente a estímulos que en circunstancias
normales conduce a una desadaptación. Lo contrario ocurre en las circunstancias
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en las cuales actúa un factor de atenuación el que es considerado como
mecanismo protector.
¿Los niños resistentes no son vulnerables?
A diferencia del concepto de invulnerabilidad, la resiliencia nunca es una cualidad
permanente y absoluta de las personas puesto que puede variar según sea la
agresión, la edad o la situación en la que se encuentre el individuo. Un mismo niño
puede resistir a ciertos conflictos pero no a otros, de igual modo que en algún
momento de su vida pudo ser resiliente y pasado el tiempo tal vez no. Es
improbable que alguien sea resistente a cualquier problema.
¿Cuáles son las características individuales que influyen en la vulnerabilidad
o la resistencia y cómo lo hacen?
La resilencia distingue dos componentes: la resistencia frente a la destrucción,
esto es, la capacidad de proteger la propia integridad bajo presión; por otro lado,
es la capacidad para construir una conducta vital positiva, pese a las
circunstancias difíciles. Ya que incluye, además, la capacidad de una persona o
sistema social de enfrentar adecuadamente las dificultades de una forma
socialmente aceptable. ¿cuáles son las características?
¿Cómo intervienen la familia y el entorno?
Considerando que la resilencia es un factor entendido como el proceso que
permite a ciertos individuos desarrollarse con normalidad y en armonía con su
medio a pesar de vivir en un contexto desfavorecido y deprimido
socioculturalmente y a pesar de haber experimentado situaciones conflictivas
desde su niñez y retomando que las características individuales son de conducta
antisocial, genéticas y que estas vienen acompañadas de una serie de problemas
que de cierta manera influyen en la vulnerabilidad a partir de conductas de
procesos relativos a la salud mental y la adaptación social ya que el enfoque de la
resiliencia se ha enriquecido de las investigaciones evolutivas que han utilizado
modelos longitudinales y estructurales para explicar el cambio intraindividual e
interindividual del niño¿pueden explicarlo? ha sido relevante al detectar los
factores de riesgo para el desarrollo normal y el modelo de la vulnerabilidad.
Permitiendo que este proceso de dimensión vulnerable-invulnerable en relación a
los factores de riesgo y los mecanismos de protección en consideración de los
mecanismos innatos y adquiridos en los procesos de vulnerabilidad e
invulnerabilidad a través del temperamento en el centro de interés ya que el
temperamento está presente en los tipos de apego, y no sólo en relación con la
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madre sino también con otros familiares y personas significativas. La personalidad
resiliente está asociada a perfiles de temperamento y rasgos de carácter como la
autonomía, la actitud social positiva y el propio control emocional. Así mismo esto
se permite a través de la intervención de la familia y el entorno donde se
desenvuelven.
Puesto que la familia (mediadora) controla muchas de las variables que
interactúan en forma directa con la vida del niño, puede darse la situación de que
el ambiente familiar sea favorable a pesar de encontrarse inserto en un ambiente
distal de alto riesgo
Y a su vez también por el ddesarrollo de intereses y vínculos afectivos externos o
internos, ya que la presencia de intereses y personas significativas fuera o dentro
de la familia favorece la manifestación de comportamientos resilentes en
circunstancias familiares desfavorables.
Por lo que la presencia de una relación cálida, nutritiva y apoyadora, aunque no
necesariamente presente en todo momento, con al menos uno de los padres,
protege o mitiga los efectos nocivos de vivir en un medio adverso.
Así también como un conjunto de procesos sociales y personales que posibilitan
tener una vida sana a pesar de vivir en un entorno no sano. Estos procesos
tendrían lugar a través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre
atributos de las personas y su ambiente familiar, social y cultural. De este modo, la
resilencia puede ser pensada como un atributo con el que los seres humanos
nacen o adquieren durante su desarrollo. Además, se trata de un proceso
interactivo entre las personas y su medio y, sobre todo, es susceptible de ser
promovida. La recomendación es que esta promoción debe investigarse y
estimularse desde la niñez.
¿Cuáles son los principales tipos de mecanismos implicados en los
procesos protectores?
• Un proceso protector puede no constituir un suceso agradable. En ciertas
circunstancias se ha percibido que eventos no placenteros y potencialmente
peligrosos pueden fortalecer a los individuos frente a eventos similares sucesivos;
es decir, se “aprende” a vivir y reaccionar bajo tensión. También puede darse el
efecto contrario, eventos estresantes actúan como factores de intensificación de la
vulnerabilidad y el riesgo.
• Los procesos protectores proceden de experiencias sociales e incluyen un
componente de interacción. Las experiencias positivas actúan en general de
manera directa, predisponiendo a un resultado adaptativo. Este proceso ha sido
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observado, por ejemplo, en el efecto que han tenido varios programas preventivos
de preparación de los niños y sus familias para enfrentar los eventos de pérdida
de salud, disminuyendo significativamente.
• Lo que es importante para conceptuar los procesos protectores es que pueden
no provenir de experiencias propias, sino que constituyen una cualidad o una
característica individual de las personas. Las niñas, por ejemplo, parecen menos
vulnerables que los niños ante diferentes riesgos psicosociales.
¿Cómo puede el educador apoyar a los niños para que fortalezcan su
resistencia a los riesgos?
Actuando conjuntamente, para que inciten a los niños a examinar diferentes
alternativas de enfrentar y sobrellevar adversidades; para que a su vez
desarrollen la habilidad de obtener ayuda cuando la necesiten; además, de
identificar y compartir sentimientos de temor, ansiedad, enojo o placer. Más que
nada ser capaz por sí solos de actuar, como mecanismo protector.
¿Qué son los factores de riesgo?
Son situaciones de riesgo que conllevan una importante carga traumática para la
mayor parte de las personas que vayan a afrontarlas.
Los factores de riesgo pueden ser clasificados en ámbitos de procedencia, de
acuerdo a un continuo que va desde el nivel individual hasta el nivel sociocultural.
Los factores de riesgo son situaciones o características que disminuyen la
probabilidad de lograr un desarrollo pleno, mientras que el término “conducta de
riesgo” se refiere al resultado sobre e impulsivos generalmente evocan rechazo en
las personas que los rodean (padres, profesores, etc.), quienes tienden a
distanciarse del niño o actuar de modo coercitivo con él. Este tipo de interacciones
son un antecedente que determina una larga historia de desajustes conductuales
que, a su vez, contribuyen a agudizar el cuadro de comportamiento que tienen
dichos factores.
¿Analizar los términos de factores de riesgo?
Los factores de riesgo son variables que pueden afectar negativamente el
desarrollo de las personas. Cuando se habla de factores de riesgo se hace
referencia a la presencia de situaciones contextuales o personales que, al estar
presentes, incrementan la probabilidad de desarrollar problemas emocionales,
conductuales o de salud.
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Estos problemas promueven la ocurrencia en desajustes adaptativos que
dificultarían el logro del desarrollo esperado para el joven en cuanto a su transición
de niño a adulto responsable y capaz de contribuir y participar activamente en la
sociedad.
El desarrollo de los individuos no se da en forma aislada, ya que viven y se
relacionan con un complejo de sistemas interconectados, como la escuela, la
familia, los grupos de pares y otras instituciones o situaciones que influyen en
forma directa o indirecta en el desarrollo de las personas, y cuyas características
pueden convertirse tanto en factores protectores (ver más adelante) como de
riesgo. Es así como actualmente se considera la situación de “estar en riesgo
psicosocial” como un estado complejo, que es definido por la intervención de
múltiples situaciones.
Los factores de riesgo pueden influir de modo directo o indirecto en el desarrollo
de conductas problemáticas. Del mismo modo, pueden actuar de modo próximo o
distante en el tiempo. Por ejemplo, los factores de riesgo con una ocurrencia
próxima en el tiempo pueden tener una incidencia directa sobre el desarrollo de
problemas conductuales.
Asimismo, los factores de riesgo que operan de modo distante en el tiempo
pueden echar a andar mecanismos que exponen a las personas a otros factores
de riesgo que tienen una acción más directa.
además de acuerdo a las lecturas que leímos de los textos de Michael Rutter, el
nos mencionaba que existen algunos riesgos significativos asociados con el
duelo, el divorcio y las segundas nupcias, trastornos físicos crónicos, desastres de
origen humano y natural y con una gama mas amplía de acontecimientos que
parecen conllevar una amenaza psicológica a alargo plazo. La aflicción del padre
o de la madre superviviente, la ausencia definitiva del padre o de la madre que
fallecido y sus efectos en el cuidado parental pueden ser factores involucrados en
el proceso de riesgo que pueden llevar al estrés.
Clark mencionaba que la acumulación de los acontecimientos a lo largo del
tiempo contribuye al surgimiento de la capacidad de resistencia o vulnerabilidad
psicológicas según los casos
Esto nos permite darnos cuenta que los factores de riesgo son parte del entorno
familiar y social que nos rodea a cada individuo.
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