Bolivia: derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación de las

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Derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación
de las víctimas de graves violaciones
de derechos humanos cometidas
durante los gobiernos militares
en Bolivia
(1964 - 1982)
Plataforma de Luchadores Sociales
Contra la Impunidad por la Justicia y
la Memoria Histórica del Pueblo
Boliviano
13 de marzo de 2013
Índice
Índice ................................................................................................................................. 3
Peticionarios de la audiencia ............................................................................................... 1
I. Introducción .................................................................................................................... 1
II. Contexto: Violaciones de derechos humanos cometidas entre 1964 - 1982 ....................... 3
III. Obligaciones y recomendaciones al Estado Boliviano ...................................................... 4
IV. Respeto y garantía efectiva de los derechos humanos ..................................................... 8
a.
Falta de investigación y sanción de los responsables ............................................................................ 8
b.
Falencias en el proceso de búsqueda e identificación de personas desaparecidas ............................ 11
c.
Restricciones al acceso de información y archivos militares ............................................................... 16
d.
Falta de esclarecimiento de la verdad ................................................................................................. 19
e.
Ausencia de una reparación integral para las víctimas y familiares .................................................... 23
f.
Falta de adecuación de la normativa interna....................................................................................... 30
V. Conclusión .................................................................................................................... 31
Derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación de las
víctimas de graves violaciones de derechos humanos
cometidas durante los gobiernos militares en Bolivia
(1964 - 1982)
Peticionarios de la audiencia
1. Amnistía Internacional
2. Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Mártires por la
Liberación Nacional de Bolivia (ASOFAMD)
3. Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)
4. Movimiento de Mujeres Libertad
5. Plataforma Luchadores Sociales contra la Impunidad, por la Justicia y la Memoria
del Pueblo Boliviano (Plataforma Luchadores Sociales)
6. Unión de Víctimas de Violencia política (UNAVIPO)
I. Introducción
El objetivo de esta Audiencia es poner en conocimiento de la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) información sobre los avances insuficientes del Estado
boliviano para el cumplimiento efectivo de las obligaciones internacionales de derechos
humanos para la búsqueda de verdad, justicia y reparación por las graves violaciones de
derechos humanos cometidas en el país durante los regímenes militares (1964 - 1982).
En particular, evidenciar que no existe en Bolivia una política integral para hacer frente
a ese asunto a la vez que persisten las violaciones de derechos para las víctimas y
familiares de las víctimas del periodo indicado.
Durante la mayor parte de los 18 años de gobiernos militares y autoritarios se
cometieron en Bolivia graves violaciones de los derechos humanos tales como
desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, tortura y detenciones arbitrarias
contra mujeres y hombres opositores políticos. Para las organizaciones peticionarias de
la Audiencia es de gran preocupación que, pasados más de 30 años desde el fin de estos
régimen
es militares y, a pesar de la existencia de un marco normativo e institucional y algunas
acciones judiciales, Bolivia sigue sin avanzar decisivamente en materia de verdad,
justicia y reparación para las víctimas de estas graves violaciones.
Es de especial preocupación que al día de hoy, pese al avance y experiencias comparadas
en materia de justicia transicional, no exista en Bolivia un mecanismo eficaz que permita
a toda la sociedad boliviana, y en especial a las víctimas y familiares, conocer la verdad
de los hechos para evitar que los mismos se repitan, y para que no queden en la
impunidad.
1
La sentencia condenatoria al ex presidente Luis García Meza y sus colaboradores en
1993 por los crímenes que se cometieron durante su mandato (1980-1981) fue sin duda
un paso importantísimo en la dirección correcta para luchar contra la impunidad. Sin
embargo, esto parece haber sido la excepción y no la regla. En efecto, los procesos
judiciales contra los presuntos responsables de las violaciones de derechos humanos
entre 1964 y 1982 han sido escasos. Son pocos los casos que han llegado hasta la justicia
y en los que se ha identificado y sancionado a los responsables.
A su vez, el paradero y la suerte de decenas de víctimas de desaparición forzada siguen
aún siendo desconocidos. En efecto, debido a la preocupación por la falta de avances
significativos en relación con este asunto, en el año 2007 se presentó ante esta Comisión
información relevante en el marco de la audiencia denominada “Esclarecimiento de las
desapariciones forzadas ocurridas durante pasadas dictaduras en Bolivia”1.
El Estado boliviano tampoco ha dado una respuesta eficaz en materia de reparación
integral, esto es, que incluya restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y
garantías de no repetición2. La implementación de la ley 2640 de Resarcimiento
Excepcional a Víctimas de la Violencia Política en Períodos de Gobiernos
Inconstitucionales terminó en el 2012, ocho años después de su promulgación,
excluyendo a la mayoría de personas que solicitaron ser beneficiadas por esta ley por la
imposibilidad de cumplir con requisitos y plazos muy estrictos. Esta exclusión no solo les
ha privado de la obtención de algún tipo de beneficio sino que además ha significado el
desconocimiento por parte de las autoridades de su calidad de víctimas de violaciones
de derechos humanos.
Las organizaciones peticionarias resaltamos que la consolidación de un estado de
derecho, respetuoso de las obligaciones y estándares internacionales en materia de
derechos humanos, conlleva sin duda la adopción y funcionamiento de un proceso de
verdad, justicia y reparación integral que hoy todavía no existe en Bolivia. Por tanto, es
necesario que las iniciativas y acciones que se adopten por parte del Estado se
1
CIDH. Audiencia pública celebrada en el 128 periodo ordinario de sesiones. 18 de julio de 2007.
Participantes: El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), La Asociación de Familiares de
Detenidos
Desaparecidos
de
Bolivia
(ASOFAMD),
el
Estado
de
Bolivia.
Ver:
http://www.oas.org/es/cidh/audiencias/TopicsList.aspx?Lang=es&Topic=37
2 Conforme a los Principios y directrices básicos sobre el derecho de las víctimas de
violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del
derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones, 60/147 Resolución
aprobada por la Asamblea General el 16 de diciembre de 2005, Principio IX. Reparación integral incluye
restitución, esto es, de ser posible, devolver a la víctima a la situación anterior a la violación; indemnización
de forma apropiada y proporcional a la gravedad de la violación y a las circunstancias de cada caso, por
todos los perjuicios económicamente evaluables que sean consecuencia de violaciones; rehabilitación,
que ha de incluir la atención médica y psicológica, así como servicios jurídicos y sociales; satisfacción, que
puede incluir, entre otras medidas, la verificación de los hechos y la revelación pública y completa de la
verdad, la búsqueda de las personas desaparecidas, una disculpa pública que incluya el reconocimiento
de los hechos y la aceptación de responsabilidades; garantías de no repetición que pueden incluir el
fortalecimiento de la independencia del poder judicial y la educación, de modo prioritario y permanente,
de todos los sectores de la sociedad respecto de los derechos humanos y del derecho internacional
humanitario y la revisión y reforma de las leyes que contribuyan a las violaciones manifiestas de las
normas internacionales de derechos humanos y a las violaciones graves del derecho humanitario o las
permitan.
2
constituyan en un proceso sólido y eficaz, que responda y garantice los derechos de las
víctimas.
Asimismo, las organizaciones peticionarias presentan estos antecedentes ante esta
Comisión reconociendo su vasto trabajo y experiencia en distintos países de la región en
materia de verdad, justicia y reparación. Es bien sabido que, aunque con dificultades,
muchos países de la región han realizado avances en la búsqueda de la verdad, acciones
judiciales y medidas de reparación por las violaciones a derechos humanos cometidas
en las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Bolivia sigue en deuda con sus víctimas,
y es momento de que esto empiece a enmendarse.
II. Contexto: Violaciones
cometidas entre 1964 - 1982
de
derechos
humanos
Entre 1964 y 1982 se cometieron a manos de distintos gobiernos militares y autoritarios,
graves violaciones de los derechos humanos contra miles de personas, la mayoría
opositoras de estos regímenes. Tales violaciones se practicaron de manera sistemática
y generalizada. Se han documentado crímenes contra el derecho internacional de los
derechos humanos como desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas,
ausencia de debido proceso para prisioneros políticos, ejecuciones extrajudiciales y
restricciones indebidas a la libertad de circulación y expresión.
El primer golpe militar tuvo lugar el 4 de noviembre de 1964 bajo las órdenes del general
René Barrientos Ortuño, quien a partir de 1965 compartió el poder con el general
Alfredo Ovando. Durante su gobierno las minas y poblaciones campesinas fueron
asaltadas con saldos de muertos y heridos, y se suspendió el funcionamiento de
sindicatos y partidos políticos. Asimismo, los dirigentes y activistas fueron perseguidos.
El 24 de junio de 1967 el ejército tomó por sorpresa los campamentos mineros de la
zona de Potosí dando lugar a la llamada Masacre de San Juan. Hasta el día de hoy se
desconoce el número exacto de fallecidos y personas desaparecidas. También bajo el
régimen de Barrientos-Ovando, a fines de 1966, se instaló un grupo guerrillero en
Ñancahuazú, comandado por Ernesto Che Guevara, quien fue tomado preso y luego
asesinado en octubre de 1967. Además, a fines de los sesentas se tomaron presos a
trabajadores fabriles, mineros, universitarios, periodistas y profesionales, entre otros,
de forma generalizada.
En 1970 bajo el gobierno del general Alfredo Ovando que había protagonizado otro
golpe de estado el año anterior, el Ejército asesinó a la mayoría de los 70 hombres que
conformaban la guerrilla de Teoponte –localidad cercana a la Paz. A pesar de varios
intentos por encontrar los cuerpos, muchas de las víctimas siguen desaparecidas.
Entre 1971 y 1978, el coronel Hugo Banzer se hizo con el poder tras otro golpe de estado
en agosto de 1971. Banzer apoyó y participó de la “Operación Cóndor”, un plan
concentrado entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales de varios países de
Sudamérica con el fin de eliminar a opositores políticos y disidentes. Se calcula que más
de 70 personas desaparecieron en Bolivia y alrededor de 40 personas de nacionalidad
3
boliviana habrían desaparecido en Argentina y otros países durante esa época 3. El
gobierno de Banzer declaró ilegales a los partidos de izquierda, canceló el
funcionamiento de la Central Obrera Boliviana y toda organización sindical, clausuró las
universidades y envió al exilio a centenares de bolivianas y bolivianos. Se abrieron
campos de concentración en la isla de Coati (en el Lago Titicaca) y del Madidi.
El 1 de noviembre de 1979 el coronel Alberto Natusch Busch protagonizó un nuevo golpe
de estado y encabezó un régimen autoritario de 16 días. Como reacción se produjo un
levantamiento popular encabezado por la Central Obrera Boliviana que generó a su vez
una violenta represión, incluyendo la Masacre de Todos Santos.
En marzo de 1980, el cineasta y religioso jesuita, Luis Espinal fue detenido, torturado y
asesinado por un grupo de paramilitares. Este asesinato ocurrió meses antes de otro
golpe de estado militar encabezado por Luis García Meza, que detentó el poder por algo
más de un año (17 de julio de 1980 - 4 de agosto de 1981). En ese golpe de estado tuvo
lugar el asalto a las oficinas de la Central Obrera Boliviana. El líder político y ex
parlamentario Marcelo Quiroga Santa Cruz y el dirigente sindical Carlos Flores Bedregal
fueron desaparecidos. Asimismo, en este periodo se produjeron 26 desapariciones
forzadas. Sus familias siguen sin encontrar justicia plena y la búsqueda de los restos
continúa. El 15 de enero de 1981 nueve dirigentes del Movimiento de la Izquierda
Revolucionaria fueron asesinados cuando se encontraban reunidos en la calle
Harrington de la ciudad de La Paz.
Bolivia puso fin a los gobiernos militares en octubre de 1982 cuando el Parlamento
ratificó por mayoría absoluta a Hernán Siles Suazo, quien había obtenido la mayoría de
votos en las elecciones de 1980.
Los 18 años de gobiernos represivos, dejaron un saldo de miles de personas víctimas de
violaciones graves a los derechos humanos, incluidas alrededor de 150 víctimas de
desaparición forzada. Los datos estadísticos exactos, sin embargo, no se conocen. En el
año 2012 terminó un proceso de calificación llevado adelante por el Estado que arrojó
un saldo de 1.714 víctimas, a pesar de que se presentaron más de 6.200 solicitudes. El
resultado final es contestado por las víctimas y familiares, por considerar que el proceso
fue restrictivo y descartó víctimas por formalidades inexplicables en el marco del
respeto a los derechos humanos.
III. Obligaciones y recomendaciones al Estado Boliviano
Durante los últimos años, diferentes organismos de derechos humanos han emitido
informes con recomendaciones para el Estado boliviano en relación con la falta de
cumplimiento de sus obligaciones en materia de verdad, justicia y reparación por los
hechos ocurridos durante los regímenes inconstitucionales.
3
Informe sobre las desapariciones forzadas en Bolivia. Capítulo Boliviano de Derechos Humanos.
Democracia y Desarrollo y Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Mártires por la
Liberación
Nacional
(ASOFAMD),
diciembre
de
2007,
pág.
24.
Disponible
en:
http://www.dhnet.org.br/verdade/mundo/bolivia/cv_04_bolivia_libro_asofan.pdf
4
Órganos de Naciones Unidas como el Comité contra la Tortura, el Comité de Derechos
Humanos y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, esta última con
presencia en Bolivia, han expresado su preocupación por la falta de garantías para la
observancia de los derechos a la justicia, la verdad y la reparación4.
En sus últimos informes, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas ha
manifestado su preocupación sobre esta materia. En 2013 la Oficina recomendó,
específicamente, “(…) que el Gobierno y el Órgano Legislativo adopten medidas
normativas y administrativas que conduzcan a la efectiva realización de los derechos a
la verdad, justicia y reparación de todas las víctimas de violaciones de derechos humanos
durante los regímenes inconstitucionales (…)”5.
La escasa acción por parte de la autoridad explica que, en el año 2014, la Oficina tuviera
que manifestar su preocupación pues se evidenció que “(…) continúa sin conocerse el
paradero de más de 150 personas desaparecidas entre 1964 y 1982. Los procesos
penales abiertos en algunos de estos casos no progresaron, al igual que el acceso a la
información contenida en los archivos militares, dejando a los perpetradores de estos
delitos impunes”6.
Por su parte, los Comités supervisores del cumplimento de tratados, han expresado su
preocupación por la impunidad en que se encuentran los hechos ocurridos en los
regímenes inconstitucionales, vis a vis los escasos avances en las investigaciones y
enjuiciamiento de los responsables, así como la escasa colaboración por parte de las
Fuerzas Armadas en estos procesos. Esto se ha traducido en recomendaciones al Estado
para:
“(…) Garantizar que se disponga de los recursos suficientes para llevar a cabo
estas investigaciones con imparcialidad y efectividad y proceder en su caso al
enjuiciamiento de los presuntos responsables (…)”7;
4
Comité contra la Tortura de Naciones Unidas. Observaciones finales sobre el segundo informe periódico
del Estado Plurinacional de Bolivia, aprobadas por el Comité en su 50º periodo de sesiones (6 a 31 de
mayo de 2013). 14 de junio de 2013. CAT/C/BOL/CO/2. Párr. 13. Disponible en: http://daccess-ddsny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G13/445/29/PDF/G1344529.pdf?OpenElement; Informe anual de la Alta
Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 08 de febrero de 2013.
A/HRC/22/17/Add.2.
Párr.
62.
Disponible
en:
http://daccess-ddsny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G13/107/88/PDF/G1310788.pdf?OpenElement; Informe anual de la Alta
Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 05 de marzo de 2014.
A/HRC/25/19/Add.2.
Párr.
65.
Disponible
en:
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/HRC/25/19/Add.2 Observaciones finales al tercer
informe periódico del Estado Plurinacional de Bolivia, Comité de Derechos Humanos. 06 de diciembre de
2013.
CCPR/BOL/CO/3.
Párr.
12.
Disponible
en:
http://tbinternet.ohchr.org/_layouts/treatybodyexternal/Download.aspx?symbolno=CCPR/C/BOL/CO/3
&Lang=En
5 Informe anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 08 de febrero
de 2013, nota 4, recomendación I.
6 Informe anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 05 de marzo
de 2014, nota 4, párr. 67.
7 Comité contra la Tortura, nota 4, 13.a.
5
“(…) Impulsar activamente las investigaciones de violaciones de derechos
humanos durante este período, para que se identifique a los responsables, se les
enjuicie y se les imponga sanciones apropiadas (…)”8;
“(…) Adoptar las medidas necesarias para facilitar el acceso a todos los archivos,
civiles y militares, que puedan contener documentación relevante para las
investigaciones en curso y para el esclarecimiento de la suerte y el paradero de
personas desaparecidas”9;
“Asegurar que las Fuerzas Armadas cooperen plenamente en las investigaciones
y proporcionen sin dilación toda la información de que dispongan”10.
De igual forma, estos organismos han manifestado su preocupación y han hecho
recomendaciones relacionadas con el proceso de búsqueda e identificación de las
personas desaparecidas, así como también con los procesos de reparación. Con relación
a este último punto, el Comité de Derechos Humanos ha manifestado preocupación
porque “el 70% de las solicitudes de resarcimiento presentadas hayan sido
desestimadas, y que la carga de la prueba hubiera sido excesivamente onerosa para las
víctimas. Lamenta además el Comité que los pagos efectuados hasta la fecha tan sólo
cubran el 20% de la cantidad otorgada, y que las únicas medidas de reparación
concedidas hayan sido económicas”11. En este sentido, se ha recomendado al Estado:
“Avanzar hacia la culminación de los trabajos de exhumación e identificación de
restos de personas desaparecidas”12;
“Revisar los criterios respecto de la carga de la prueba del hecho resarcible, de
manera que no resulte insalvable para las víctimas, y establecer un mecanismo
de apelación y revisión de las solicitudes, así como asegurar los recursos
necesarios para garantizar a las víctimas la indemnización total de las cantidades
otorgadas13;
“Garantizar plenamente el derecho a una reparación integral, que incluya una
atención y acompañamiento psicosocial y la dignificación de la memoria
histórica, como reconoce la Ley 2640. Particular atención debe ser prestada a
aspectos de género y a las víctimas en situación de vulnerabilidad”14.
Los órganos del Sistema Interamericano, por su parte, también se han referido al tema.
La propia Comisión publicó un informe sobre la situación de la administración de justicia
en Bolivia en 2007, sobre el cual se hizo un informe de seguimiento en 2009. La Corte
8
Comité de Derechos Humanos, nota 4, párr. 12.a.
Comité contra la tortura de Naciones Unidas, nota 4.
10 Comité de Derechos Humanos, nota 4, párr.13 c).
11 Comité de Derechos Humanos, nota 4, párr. 12. Véase también el Informe Anual de la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, nota 4, 05 de marzo de 2014.
12 Comité contra la Tortura, nota 4, párr. 13 b).
13 Comité de Derechos Humanos, nota 4, párr. 12 c).
14 Comité de Derechos Humanos, nota 4, párr. 12 d).
9
6
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a su vez, se ha pronunciado sobre verdad,
justicia y reparación en Bolivia a través de fallos en casos individuales15.
En el informe del año 2007 la Comisión señaló que:
“(…) algunos de los problemas endémicos en Bolivia son la falta de acceso a la
justicia, y la ausencia de garantías de independencia e imparcialidad de algunos
sectores del Ministerio Público y del Poder Judicial. Estos son presupuestos
fundamentales de la lucha contra la impunidad como una de las obligaciones
internacionales del Estado boliviano frente a las personas sujetas a su jurisdicción
que han sido víctima de violaciones de derechos humanos.
“(…) Dada la gravedad así como su trascendencia para la sociedad boliviana, la
Comisión ha dado especial seguimiento a la forma como el Estado boliviano ha
abordado las investigaciones de lamentables hechos de violaciones de derechos
humanos, tales como las desapariciones forzadas cometidas durante los
gobiernos dictatoriales entre 1964 y 1982. (…) Las irregularidades que se han
presentado en estos casos emblemáticos permiten estructurar un panorama de
los principales obstáculos con los que se encuentran las víctimas y/o sus
familiares en su reivindicación de verdad, justicia y reparación en Bolivia (…)”16.
Y recomendó que el Estado:
“(…) Dé impulso a las investigaciones de desapariciones forzadas, represiones
policiales y militares de movilizaciones sociales y otras violaciones de derechos
humanos, utilizando todos los medios a su alcance para superar los obstáculos
que han impedido hasta el momento el establecimiento de la verdad, la
identificación de los autores materiales e intelectuales de los hechos, la
imposición de las sanciones correspondientes y la determinación de las
reparaciones a las víctimas y/o sus familiares según sea el caso (…)”17.
Posteriormente, en el informe de seguimiento del año 2009 manifestó que:
“(…) la Comisión observa que persisten las dificultades en el esclarecimiento de
los hechos debido a que las investigaciones y procesos judiciales continúan sin
mayores avances. El secreto militar continúa siendo uno de los obstáculos
principales para que avancen los juicios. (…)La Comisión resalta la importancia
15
Corte IDH. Caso Trujillo Oroza Vs. Bolivia. Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de febrero de 2002.
Serie C No. 92; Caso Ticona Estrada y otros Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de
noviembre de 2008. Serie C No. 191; Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 1 de septiembre de 2010 Serie C No. 217. Resolución de Supervisión de
Cumplimiento de Sentencia. 14 de mayo de 2013; Caso Ticona Estrada y otros Vs. Bolivia. Resolución de
Supervisión de Cumplimiento de Sentencia. 23 de febrero de 2011; Caso Trujillo Oroza Vs. Bolivia.
Resolución de Supervisión de Cumplimiento de Sentencia. 16 de noviembre de 2009.
16 CIDH, Informe Acceso a la Justicia e Inclusión Social: El Camino hacia el Fortalecimiento de la Democracia
en
Bolivia.
28
de
junio
de
2007.
Párr.
146
y
147.
Disponible
en:
http://www.cidh.org/countryrep/Bolivia2007sp/Bolivia07indice.sp.htm.
17 CIDH Informe, nota 16, párr. 174 numeral 10.
7
del acceso a los archivos para lograr la reparación integral y el esclarecimiento
de las violaciones de derechos humanos del pasado”18.
“(…) Dé impulso a las investigaciones de desapariciones forzadas, (…) y otras
violaciones de derechos humanos, utilizando todos los medios a su alcance para
superar los obstáculos que han impedido hasta el momento el establecimiento
de la verdad, la identificación de los autores materiales e intelectuales de los
hechos, la imposición de las sanciones correspondientes y la determinación de las
reparaciones a las víctimas y/o sus familiares según sea el caso (…)”19.
IV. Respeto y garantía efectiva de los derechos humanos
Bajo el amparo y vigencia de estas observaciones y recomendaciones y de los estándares
y obligaciones internacionales de derechos humanos, nos permitimos a continuación
señalar la situación actual y algunos de los problemas que existen en Bolivia, para el
cumplimiento efectivo de las obligaciones internacionales en materia de justicia, verdad
y reparación de los hechos ocurridos en los regímenes militares.
a. Falta de investigación y sanción de los responsables
Uno de los principales obstáculos que las víctimas y familiares han enfrentado al
momento de buscar remedio por las violaciones a derechos humanos del pasado, es la
inacción del sistema judicial para dar una respuesta integral a la obligación de investigar,
sancionar y condenar a los responsables dejando, en definitiva, la mayoría de estos
crímenes en la impunidad.
En octubre de 1982, bajo el Gobierno de Hernán Siles Zuazo, la Comisión Nacional de
Investigación de Ciudadanos Desaparecidos Forzados impulsó la búsqueda de las
personas desaparecidas, el esclarecimiento de los hechos y adelantar investigaciones
para la sanción de los presuntos responsables. Sin embargo, este primer intento, no
generó ningún resultado que derivara en una política o acciones efectivas en materia de
justicia.
Con posterioridad, en 1986 se inició el juicio de responsabilidades contra el ex
presidente Luis García Meza y sus colaboradores por varios crímenes –incluidas
violaciones de los derechos humanos – durante su mandato (1980-1981) que derivó en
una sentencia condenatoria de la Corte Suprema de Justicia en abril de 199320.
Pero a pesar de esta histórica e importante sentencia contra la impunidad, con
posterioridad, las acciones en materia de justicia han sido insuficientes para responder
18
CIDH, Informe de Seguimiento al Informe Acceso a la Justicia e Inclusión Social: El Camino hacia el
Fortalecimiento de la Democracia en Bolivia. 07 de agosto de 2009. Párr. 92. Disponible en:
http://www.cidh.org/annualrep/2009sp/Cap.V.Indice.htm
19 CIDH Informe, nota 18, párr. 247.
20 El juicio terminó con la condena a 46 autoridades, incluyendo ex ministros y miembros de grupos
paramilitares por delitos que iban desde apropiación indebida de fondos hasta asesinato en masa. En
1995 García Meza fue detenido en Brasil y extraditado a Bolivia para cumplir con una sentencia de 30
años de cárcel.
8
a la mayoría de las violaciones de derechos humanos cometidas en otros periodos
militares entre 1964 y 1982. Además, muchos de los familiares de las personas
desaparecidas durante el gobierno de García Meza siguen sin saber de la suerte y el
paradero de sus seres queridos. Situación que se agrava con el paso de los años.
La Corte Interamericana ha determinado en varias ocasiones que la obligación de
investigar violaciones de derechos humanos es una de las medidas positivas que deben
adoptar los Estados para garantizar los derechos reconocidos en la Convención 21; y ha
reiterado que: “(…) el deber de investigar es una obligación de medios y no de resultado,
que debe ser asumida por el Estado como un deber jurídico propio y no como una simple
formalidad condenada de antemano a ser infructuosa, o como una mera gestión de
intereses particulares, que dependa de la iniciativa procesal de las víctimas, de sus
familiares o de la aportación privada de elementos probatorios” 22.
Ha destacado la Corte IDH, que la obligación de los Estados de investigar y sancionar a
los responsables por hechos de graves violaciones de derechos humanos, tales como la
tortura, detenciones arbitrarias, desaparición forzada, “adquiere particular importancia
ante la gravedad de los delitos cometidos y la naturaleza de los derechos lesionados”23,
y en casos de desaparición forzada ha señalado que, “su correlativo deber de investigar
y sancionar a sus responsables ha alcanzado desde hace mucho carácter de jus
cogens”24.
El derecho de acceso a la justicia obliga que el Estado haga todo lo necesario para
esclarecer lo sucedido y juzgar y sancionar a los individuos responsables25. En tal sentido,
los estándares internacionales indican que una vez que un Estado tenga conocimiento
de una violación de derechos humanos, se encuentra obligado a iniciar ex officio y sin
21
Corte IDH. Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011. Serie
C No. 221. Párr. 184; Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. párr.
138; Caso Rosendo Cantú y otras. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 31 de agosto de 2010 Serie C No. 216, párr. 175; Caso Velásquez Rodríguez Vs Honduras. Fondo.
Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4.párr. 167.
22 Corte IDH. Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011. Serie
C No. 221. Párr. 184; Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia), párr. 138; Caso Rosendo Cantú y
otra, párr. 175; Caso Velásquez Rodríguez. Fondo, párr. 177.
23 Corte IDH. Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011. Serie
C No. 221. Párr. 183; Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. Párr.
137; Corte IDH. Caso Goiburú y otros Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de
septiembre de 2006. Serie C No. 153. Párr. 84.
24 Corte IDH. Caso Gelman Vs. Uruguay. Fondo y Reparaciones. Sentencia de 24 de febrero de 2011. Serie
C No. 221. Párr. 183; Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. Párr.
137; Corte IDH. Caso Ibsen Cárdenas e Ibsen Peña Vs. Bolivia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de
1 de septiembre de 2010. Serie C No. 217. Párr. 197; Corte IDH. Caso Goiburú y otros Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de septiembre de 2006. Serie C No. 153. Párr. 84.
25 Corte IDH. Caso Espinoza González Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289. Párr. 237; Corte IDH. Caso Bulacio Vs. Argentina.
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 18 de Septiembre de 2003. Serie C No. 100. Párr. 114; Corte
IDH. Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C No. 4. Párr.
176.
9
demora la investigación26, y que esta debe ser “seria, imparcial y efectiva”27. El Estado
debe aportar todos los recursos logísticos y científicos necesarios para una investigación
eficaz, incluso la documentación e información pertinente 28. La investigación debe ser
orientada a la eventual determinación de la verdad y la condena de todos los
involucrados en el crimen29.
En relación con Bolivia, para las organizaciones peticionarias de esta audiencia son pocas
las investigaciones penales que han progresado por los hechos ocurridos en los
regímenes militares, y aquellas que se han realizado han sido excesivamente demoradas
en el tiempo, y sin un plan y diseño de investigación que derive en la sanción y condena
de todos los responsables, tanto materiales como intelectuales. Asimismo, las pruebas
aportadas, en algunos casos, se han traspapelado.
Recién en agosto del 2012 y en el marco de acciones para esclarecer las desapariciones
forzadas el gobierno informó a Amnistía Internacional de la aprobación de una
estrategia para el desarrollo de acciones penales con el objetivo de identificar a los
autores de estos crímenes estableciendo cuatro grupos de acciones correspondientes a
violaciones cometidas durante los gobiernos de Barrientos, Ovando, Banzer y García
Meza (ver labor del CIEDEF, pág. 12)30.
Al día de hoy, marzo de 2015, se desconocen avances significativos para dar con los
presuntos responsables de las violaciones de derechos humanos como resultado de
estas líneas de trabajo.
Una de las cuestiones que dificulta el avance de las investigaciones en materia de
desaparición forzada es que no hay protocolos de investigación para este tipo de delitos,
así como tampoco fiscales especializados31. En otras palabras, no hay una política
26
Corte IDH. Caso Rosendo Cantú y otra Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2010 Serie C No. 216. Párr. 175; Caso Ibsen cárdenas e Ibsen Peña vs Bolivia.
Fondo, reparaciones y costas. Sentencia 1 de septiembre de 2010. Párr. 65; Caso González y otras (“Campo
Algodonero”) Vs. México. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 16 de
noviembre de 2009. Serie C No. 205. Párr. 290.
27 Corte IDH. Caso Espinoza González Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289. Párr. 238; Corte IDH. Caso Chitay Nech y otros
Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de mayo de
2010. Serie C No. 212. Párr. 92.
28 Corte IDH. Caso Tiu Tojín Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre
de 2008. Serie C No. 190. Párr. 77.
29 Corte IDH. Caso Espinoza González Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289. Párr. 238; Corte IDH. Caso Myrna Mack Chang
Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2003. Serie C No. 101.
Párr. 217.
30 Las acciones fueron acordadas por el Consejo Interinstitucional para el Esclarecimiento de las
Desapariciones Forzadas (CIEDEF). Comunicación enviada por Dra. Cecilia L. Ayllón Quinteros (Ministra de
Justicia) a Amnistía Internacional. Nota MJ-DESP-Nº 1143/2012, del 11 de octubre de 2012; en respuesta
a la nota de la organización, AMR 18/2012.35, del 27 de junio de 2012.
31 En la Paz sólo hay 3 Fiscales que conocen esos procesos, sin dedicación exclusiva, ni especialización en
los temas. Reunión de Amnistía Internacional y CEJIL con representante de la Fiscalía de La Paz, enero de
2015.
10
institucional, dirigida a garantizar el acceso a la justicia, lo que deriva en el
esclarecimiento de los hechos, y la sanción de los responsables.
La realidad compleja y lenta de la administración de justicia en procesos relacionados
con casos de desapariciones forzadas, se hace aún más evidente cuando se trata de
casos de tortura o detenciones arbitrarias, donde lisa y llanamente no se han iniciado
prácticamente procesos judiciales. En este sentido, las organizaciones queremos llamar
la atención de la Comisión respecto de la falta de investigaciones penales de oficio tal y
como exigen las normas internacionales de derechos humanos en casos de tortura32. A
la fecha no hay ningún registro que hechos de esta naturaleza estén siendo investigados
por las autoridades competentes sin perjuicio de que, como resultado del proceso de
calificación de víctimas que terminara en el año 2012, se hubiera identificado a 470
personas víctimas de detención arbitraria con la agravante de tortura 33.
b. Falencias en el proceso de búsqueda e identificación de
personas desaparecidas
En julio de 2007 dos de las organizaciones peticionarias de este Audiencia, ASOFAMD y
CEJIL, denunciaron ante esta Comisión los problemas existentes en Bolivia en relación al
cumplimiento de las obligaciones internacionales para la investigación, búsqueda e
identificación de las personas desaparecidas. Hoy, pasados más de 6 años de aquella
audiencia, nos enfrentamos a los mismos problemas, porque no hay avances
sustantivos, ni una política definida sobre el tema.
Desde el retorno a la democracia, ha habido algunas iniciativas para la búsqueda de los
desaparecidos:
b.1) Comisión Nacional de Investigación de Ciudadanos Desparecidos Forzosos
En el año 1982, la creación de la Comisión Nacional de Investigación de Ciudadanos
Desaparecidos Forzosos, el primero de esa índole en América Latina, tenía por objeto
analizar, e investigar las desapariciones forzadas en Bolivia34. De acuerdo con la
información que tiene ASOFAMD en su informe de 2007 respecto del trabajo de esta
Comisión, la Comisión logró establecer que durante los gobiernos dictatoriales se
produjeron aproximadamente 150 desapariciones forzadas, entre noviembre de 1964 a
octubre de 198235. Sin embargo las labores de esta comisión no prosperaron por falta
de presupuesto.
32
La Corte IDH ha señalado que en casos de tortura, “los Estados partes garantizarán que sus respectivas
autoridades procederán de oficio y de inmediato a realizar una investigación sobre el caso y a iniciar,
cuando corresponda, el respectivo proceso penal”. Caso Espinoza González Vs. Perú. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2014. Serie C No. 289. Párr.
239.
33 Carta enviada por el Ministerio de Justicia a Amnistía Internacional con fecha 26 de julio de 2013, MJ-D
E S P - N° 0920/201.
34 Decreto Supremo Nº 19241, del 28 de octubre de 1982.
35 Ibid, Informe ASOFAMD, nota 3, pág. 24. De acuerdo a los datos de este informe, hubo cuatro
desapariciones forzadas en el periodo del general Barrientos, 6 con el golpe de estado de Natush mientras
que durante el gobierno de Banzer se calcula que hubo 33 personas de nacionalidad boliviana victimas
desapariciones forzadas, 33 de nacionalidad argentina y 8 de nacionalidad chilena. El informe también
11
b.2) Comisión para la búsqueda de los restos de Marcelo Quiroga Santa Cruz
En 1997 hubo otro intento importante. Se creó una comisión especial que tenía como
objetivo la búsqueda de los restos del líder del partido socialista de Bolivia Marcelo
Quiroga Santa Cruz, asesinado y desaparecido el 17 de julio de 1980 durante el golpe de
estado militar de Luis García Meza. Esta comisión no pudo avanzar porque en 1997 fue
designado por acuerdo de una mega coalición como presidente de la república el ex
presidente Hugo Banzer Suárez. Reaccionando a la falta de voluntad política para seguir
adelante con el trabajo de la comisión bajo este gobierno, la comisión mandó lo que
había avanzado a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados para
continuar con los esfuerzos36. A la fecha no se han encontrado los restos de Marcelo
Quiroga Santa Cruz ni del dirigente político Carlos Flores Bedregal quien también fue
asesinado y desaparecido en el mismo lugar37.
b.3) Consejo Interinstitucional para el Esclarecimiento de las Desapariciones
Forzadas (CIEDEF)
En el año 2003 se creó mediante el Decreto Supremo Nº 27089, del 18 de junio de 2003,
el CIEDEF. Sin embargo, su rol y acciones no han generado diferencias sustanciales en
relación al proceso de búsqueda, identificación y entrega de los restos de las personas
desaparecidas.
El trabajo de este organismo no ha sido lo suficientemente efectivo como para generar
los resultados deseados y necesarios. Algunas de las falencias que se presentaron desde
el inicio de su mandato son la falta de compromiso por parte de los representantes del
Estado, quienes no cumplen sus funciones y no asisten a las reuniones, y los cambios
constantes en los representantes del Ministerio de Justicia. Desde el inicio, se denunció
que no eran aprobadas ni entregadas las actas de trabajo; y no se daba seguimiento al
cumplimiento de los acuerdos asumidos en las pocas reuniones realizadas 38. En
conclusión, durante los primeros años la gestión del CIEDEF no cumplió con los Planes
de Trabajo iniciales, ni desarrolló acciones concretas ni sostenibles en el tiempo39, y ello
generó desconfianza y la imposibilidad de avanzar de manera concreta y efectiva.
Como consecuencia de la falta de acciones y resultados concretos, en febrero de 2012,
el CIEDEF se planteó una nueva estrategia para la investigación y esclarecimiento de los
reporta la desaparición de 44 personas pertenecientes a la guerrilla de Teoponte de los años 70 y 26 casos
más de desaparición forzada durante el gobierno de Luis García Mesa.
36 Ibid, Informe ASOFAMD, nota 3, pág. 26.
37 Amnistía Internacional, “No me borren de la historia”: Verdad, justicia y reparación en Bolivia (19641982),
marzo
de
2014,
AMR
18/002/2014,
págs.
10,
12.:
https://www.amnesty.org/download/Documents/4000/amr180022014es.pdf Véase por ejemplo, La
Razón, “Cristina Quiroga y la justicia pendiente” (2 de enero de 2015), http://www.larazon.com/suplementos/la_gaceta_juridica/Cristina-Quiroga-justicia-pendiente_0_2190381057.html
38 Ibid, Informe ASOFAMD, nota 3, pág. 31. CF.
39 Informe de Gestión del Consejo Interinstitucional para el Esclarecimiento de las desapariciones
forzadas. CIEDEF. Septiembre-diciembre de 2005; Plan de Trabajo del Consejo.
12
casos de desapariciones forzadas40. Entre los componentes de esta nueva estrategia se
encontraba: la identificación de restos de las víctimas, el desarrollo de acciones penales
para identificar y sancionar a los responsables con un nuevo abordaje para la
investigación integral de estos casos, a partir de la división en los cuatro periodos
definidos (gobierno de Barrientos, de Ovando, de Banzer y de García Meza)41, y la
comunicación de un borrador del convenio entre el Instituto de Investigaciones
Antropológicas y Arqueológicas de la Universidad Mayor de San Andrés y el Ministerio
Público42.
Respecto del trabajo sobre víctimas de desaparición forzado, lo primero, en mayo de
2012 el Ministerio de Justicia habría solicitado al Ministerio Público realizar acciones con
respecto a 32 restos óseos encontrados en una plaza en la ciudad de La Paz 43. Por otro
lado, según información que representantes del CIEDEF entregaron a Amnistía
Internacional, a junio de 2012 se habrían identificado los restos de 17 individuos,
principalmente de los años 70s44. A la fecha, los restos de 12 personas relacionadas con
la causa de Teoponte, han sido entregados a sus familiares45; sin embargo, en ningún
caso, los hallazgos fueron acompañados de investigaciones para establecer los
presuntos responsables de los asesinatos. Las organizaciones solicitantes estiman que
una manera de avanzar en la búsqueda e identificación de las personas desaparecidas
es que el Estado haga disponible la información exacta de cuántos cuerpos se han
encontrados, dónde han sido encontrados, cuántos han sido identificados y cuántos se
han entregado a sus familiares.
Sin embargo, y según la investigación realizada por Amnistía Internacional, a pesar de
haberse encontrado los restos y de practicarse análisis de ADN, no ha sido posible
identificar su identidad por no existir una base completa de ADN con que cotejarlos.
Por otra parte, no ha sido factible determinar la causa de muerte pues las pruebas y
análisis necesarios no están disponibles46. Fiscales a cargo de las investigaciones en
curso, que también han participado de la entrega de algunos restos humanos
confirmaron esta información, indicando que no existe la tecnología disponible en
40
Ministerio de Justicia, “El CIEDEF aprueba la estrategia para la investigación y esclarecimiento de casos
de desaparición forzada” (10 de agosto de 2012), http://www.justicia.gob.bo/index.php/noticias/notasde-prensa/815-el-ciedef-aprueba-la-estrategia-para-la-investigacion-y-esclarecimiento-de-casos-dedesaparicion-forzada.
41 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 10. Véase también: Carta enviada por el Ministerio de Justicia a
Amnistía Internacional (MJ-DESP-No 1143/2012) el 11 de octubre de 2012; Reunión de Amnistía
Internacional con Fiscal de Materia Dr. Iván Montellanos, noviembre de 2013; Ministerio de Justicia, “El
CIEDEF aprueba la estrategia para la investigación y esclarecimiento de casos de desaparición forzada”
(10 de agosto de 2012), http://www.justicia.gob.bo/index.php/noticias/notas-de-prensa/815-el-ciedefaprueba-la-estrategia-para-la-investigacion-y-esclarecimiento-de-casos-de-desaparicion-forzada
42 Comunicación enviada por Dra. Cecilia L. Ayllón Quinteros (Ministra de Justicia) a Amnistía
Internacional. Nota MJ-DESP-Nº 1143/2012, del 11 de octubre de 2012.
43 Ibid.
44 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 6–7.
45 Reunión de Amnistía Internacional y CEJIL con representante de la Fiscalía de La Paz, enero de 2015.
46 Amnistía Internacional, nota 37 pág. 7; Bolivia en Conferencia CNIDH. Septiembre de 2013. Pág. 6.
Disponible
en:
http://www.icrcproject.org/app/2013-09-dih-conferencia/video/pdf/02modulo1/Informe%20Bolivia%20Conferencia%20ComNac%20CR%202013.pdf.
13
Bolivia para conocer la causa de las muertes. Además, siguen sin llevarse a cabo
investigaciones para determinar la autoría de los hechos.
En el contexto de las muertes de Teoponte, en 2014, se identificaron otros lugares
donde se estima hay fosas comunes. Estas zonas fueron cercadas pero hasta la fecha no
ha sido posible hacer excavaciones por razones climáticas47. Cabe señalar que solamente
se ha priorizado el caso de Teoponte dónde existía mayor información.
Respecto del trabajo con la Universidad, lo segundo, en octubre de 2013 se firmó un
convenio Interinstitucional entre el Ministerio de Justicia, la Fiscalía General del Estado
y el Instituto de Investigaciones de Antropología y Arqueología de la Universidad Mayor
de San Andrés para avanzar la cooperación en casos de desapariciones forzadas 48. El
convenio tiene por objeto “Coordinar acciones conjuntas ente el Ministerio de justicia,
la Fiscalía, (IDIF) y la UMSA-IIAA, en las investigaciones sobre casos de desapariciones
forzadas ocurridas entre el 04 de noviembre de 1964 al 10 de octubre de 1982 a través
de incursiones de campo, recuperación de restos en los lugares de probable entierro e
identificación de los mismos y toda acción correspondiente”. Pese a ello, once meses
después de la firma del convenio, el único avance que ha habido es la identificación y
cercado de zonas, en Teoponte, donde posiblemente podría haber restos.
Una de las limitaciones de este convenio es que fue concebido por un plazo de dos años
lo cual implica que terminaría a finales de 2015 sin que hasta la fecha haya avances
sustantivos. También preocupa que este Convenio no se haya coordinado ni trabajado
con familiares de víctimas y organizaciones como ASOFAMD. Otro elemento de
preocupación es que el presupuesto de este proyecto proviene exclusivamente de
fondos proporcionados por la universidad lo cual evidencia revela la falta inversión y por
ende, voluntad política de parte de las autoridades para avanzar en este proyecto49.
Por su parte, el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), que tiene como objetivo
realizar los estudios científicos-técnicos y de laboratorio requeridos para la investigación
de los delitos encomendados por orden judicial y/o requerimiento fiscal50, y que según
señala la ley es el brazo operativo de la Fiscalía para esto, tiene falencias graves que
dificultan la realización de su labor51.
47
Reunión de Amnistía Internacional y CEJIL con ex directora del Instituto de Investigaciones
Antropológicas, UMSA, Lic. Claudia Vincenty, enero de 2015.
48 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 7; Revolución 3.0 Bolivia, “Firman convenio para investigar casos
de desapariciones forzadas durante gobiernos dictatoriales” (15 de febrero de 2014),
http://boliviatrespuntocero.com/firman-convenio-para-investigar-casos-de-desapariciones-forzadasdurante-gobiernos-dictatoriales/.
49 Entrevista de Amnistía Internacional y CEJIL con Lic. Claudia Vincenty, enero de 2015.
50 Ley Nº 260, Ley Orgánica del Ministerio Público y la Ley Nº 1960, Código de Procedimiento Penal.
51 Reunión de Amnistía Internacional y CEJIL con ex directora del Instituto de Investigaciones
Antropológicas, UMSA, Lic. Claudia Vincenty, enero de 2015.
14
Otra preocupación en la búsqueda e identificación de los cuerpos es la falta de
profesionales de distintas disciplinas, lo que impide tener un enfoque holístico y amplio
de las investigaciones e identificación de los restos52.
b.4) Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)
En el año 2007 el Estado boliviano firmó un acuerdo con el Estado argentino en el marco
del Fondo Argentino de Cooperación Horizontal de la Dirección de Cooperación Bilateral
del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, por una
solicitud de asistencia técnica presentada por el CIEDEF y ASOFAMD.
En el marco de este trabajo de cooperación, se acordó que el EAAF prestara apoyo en el
proceso de investigación y esclarecimiento de los casos de desaparición forzada en los
períodos militares en Bolivia. El proyecto comprendía lo siguiente: i) la recuperación de
los restos de las personas desaparecidas para ser devueltos a sus familiares; ii) la
recolección de evidencias para el esclarecimiento de las desapariciones forzadas; iii) el
establecimiento de comunicación y el otorgamiento de asistencia social y psicológica a
los familiares; iv) la creación del archivo nacional de la memoria histórica sobre
desapariciones forzadas y mártires de la liberación nacional; y v) la generación de una
conciencia colectiva contra las dictaduras y a favor del desarrollo democrático. Las
actividades se realizaron hasta el año 2012 y comprendieron:

Exhumación y análisis antropológico de restos óseos del Mausoleo de ASOFAMD,
correspondiente a aproximadamente 20 víctimas de desaparición forzada,
aunque ello no derivó en la identificación y restitución efectiva de los restos. Uno
de los problemas que han identificado las organizaciones peticionarias, es que
no ha sido posible recolectar el ADN de todos los familiares.

La búsqueda y exhumación de restos de los miembros de la guerrilla de Teoponte
–zona cercana a La Paz– víctimas de desaparición forzada en 1970.
Algunas de las conclusiones a las que llegó el EAAF, es que dentro del proceso de
búsqueda, identificación y entrega de restos de las personas desaparecidas debe haber
un trabajo previo de documentación e investigación de los hechos, y ello no se ha hecho
en Bolivia. La información es insuficiente y ello impide avanzar en el proceso de
búsqueda e identificación53. Otros problemas que impidieron al EAAF avanzar fueron el
cambio constante de personas tanto en el Ministerio de Justicia, como en el IDIF, y la
falta de operatividad y articulación del CIEDEF.
De acuerdo con la información suministrada por el EAAF, hay dificultad en la gestión
estatal que impide la implementación sostenida de un plan de trabajo que incluya
acceso a la información, capacitación y fortalecimiento de las instituciones del Estado.
52
Reunión de Amnistía Internacional y CEJIL con ex directora del Instituto de Investigaciones
Antropológicas, UMSA, Lic. Claudia Vincenty, enero de 2015; Reunión de CEJIL con representantes de
EAAF, febrero 2015.
53 Reunión CEJIL con representante de EAAF, febrero 2015.
15
Bolivia carece de un banco de información genética, y tampoco cuenta con un enfoque
histórico que permita encontrar hipótesis y fundamente la búsqueda de personas. No
hay personal capacitado, ni voluntad institucional para avanzar hacia ello54.
En conclusión, a pesar de algunos esfuerzos realizados para la búsqueda, localización,
identificación y entrega de los restos de las víctimas de desaparición forzada, los
progresos son muy lentos. Para las organizaciones solicitantes de esta audiencia esto se
debe a que las iniciativas han sido aisladas, no han contado con los recursos económicos
y humanos suficientes y no han sido permanentes en el tiempo, con personal
especializado y de dedicación constante. En definitiva, no se ha establecido una política
que permita avanzar en las dos obligaciones básicas del Estado, la búsqueda e
identificación de los desaparecidos, y la investigación penal y juzgamiento de los
responsables.
c. Restricciones al acceso de información y archivos
militares
Los Estados tienen el deber de garantizar que se esclarezca la verdad histórica que rodea
graves violaciones de derechos humanos55. El derecho de acceso a la información
implica una obligación por parte del estado de proveer a las víctimas acceso a la
información relevante a violaciones graves de derechos humanos56 y a la sociedad en
general cuando es “esencial para el desarrollo de los sistemas democráticos”57. En el
caso de las víctimas, esta información debe ser otorgada por el Estado, y debe ser lo
suficientemente amplia para ayudar a esclarecer lo ocurrido58. La divulgación de esta
información es una obligación positiva impuesta sobre el Estado59 y se extiende a la
54
Reunión CEJIL con representante de EAAF, febrero 2015.
CIDH, Derecho a la Verdad en América. 13 de agosto de 2014. Pág. 52. Disponible en:
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Derecho-Verdad-es.pdf. Corte IDH. Caso Gudiel Álvarez
(Diario Militar) Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2012.
Serie C No. 253. Párr. 229.
56 CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, pág. 50; CIDH. Ignacio Ellacuría y otros v. El Salvador.
Informe No. 136/99 Caso 10.488. 22 de diciembre de 1999. Párr. 224.
57 CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, pág. 50.
58 CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, pág. 50–51.
Esta información debe incluir: “(i) la conducta de quienes se hayan involucrado en la comisión de
violaciones graves a los derechos humanos o el derecho internacional humanitario, especialmente en caso
de masividad o sistematicidad; (ii) los elementos de carácter objetivo y subjetivo que contribuyeron a
crear las condiciones y circunstancias dentro de las cuales conductas atroces fueron perpetradas e
identificar los factores de índole normativa y fáctica que dieron lugar a la aparición y el mantenimiento
de las situaciones de impunidad; (iii) [los ]elementos para establecer si los mecanismos estatales sirvieron
de marco a la consumación de conductas punibles; (iv) [la identificación de] las víctimas y sus grupos de
pertenencia así como a quienes hayan participado de actos de victimización; y (v) [la comprensión del]
impacto de la impunidad”. Ibid (citando a CIDH, Informe sobre el proceso de desmovilización en Colombia.
13 de diciembre de 2004. Párr. 32, con cita de, inter alia, CIDH, Informe Anual de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos 1985-1986. 26 de septiembre de 1986. Capítulo V).
59 CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, pág. 52. Véase también: CIDH, Acceso a la información
sobre
violaciones
de
derechos
humanos.
2010.
Disponible
en:
http://www.oas.org/es/cidh/expresion/temas/acceso_informacion.asp#loadmeinf2010
55
16
información archivada en las agencias de seguridad, dependencias militares y de
policía60.
El Estado tiene la obligación, según lo señala la Convención Americana de Derechos
Humanos, de garantizar el derecho de todas las personas de buscar y recibir
información, así como de tener acceso a la información bajo el control del Estado. Para
esto no basta con que el Estado adopte normas y que en el marco de procesos penales
se confiera una orden judicial para dar cumplimiento con esta obligación.
En este sentido, queremos resaltar que la Corte IDH ha señalado en su jurisprudencia
que:
“(…) en una sociedad democrática es indispensable que las autoridades estatales
se rijan por el principio de máxima divulgación, el cual establece la presunción de
que toda información es accesible, sujeto a un sistema restringido de
excepciones”61.
“Asimismo, este Tribunal ha determinado que toda persona, incluyendo los
familiares de las víctimas de graves violaciones a derechos humanos, tiene el
derecho a conocer la verdad. En consecuencia, los familiares de las víctimas, y la
sociedad, deben ser informados de todo lo sucedido con relación a dichas
violaciones (…)”62.
Resaltamos que de acuerdo con la jurisprudencia de la Corte IDH;
“(…) en casos de violaciones de derechos humanos, las autoridades estatales no
se pueden amparar en mecanismos como el secreto de Estado o la
confidencialidad de la información, o en razones de interés público o seguridad
nacional, para dejar de aportar la información requerida por las autoridades
judiciales o administrativas encargadas de la investigación o proceso pendientes.
Asimismo, cuando se trata de la investigación de un hecho punible, la decisión de
calificar como secreta la información y de negar su entrega jamás puede
depender exclusivamente de un órgano estatal a cuyos miembros se les atribuye
la comisión del hecho ilícito. De igual modo, tampoco puede quedar a su
discreción la decisión final sobre la existencia de la documentación solicitada” 63.
En este sentido, siguiendo el lineamiento del estándar tal como lo ha señalado la Corte
IDH, el Estado boliviano debe adoptar medidas eficaces que aseguren la efectividad del
derecho a la información, especialmente cuando de dicha información se busca conocer
60
CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, pág. 52.
61 Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. Párr. 199.
62 Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. Párr. 200; Corte IDH. Caso
19 Comerciantes Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de julio de 2004. Serie C No.
109. Párr. 261.
63 Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do Araguaia) Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. Párr. 202.
17
la verdad sobre violaciones graves de derechos humanos, tales como una desaparición
forzada o ejecución extrajudicial64.
En este sentido, diversos organismos de Naciones Unidas como el Comité de Derechos
Humanos de la ONU65, el Comité contra la Tortura66 y la Oficina del Alto Comisionado de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos67 han indicado que una de las principales
causas de impunidad en Bolivia es la falta de acceso a información que permanece en
poder de las fuerzas militares, y han recomendado al Estado que establezca medidas
que faciliten el acceso a todos los archivos que puedan tener información que puede ser
fundamental para el esclarecimiento de la verdad y para el impulso de las
investigaciones penales.
Diferentes organizaciones no gubernamentales internacionales de derechos humanos,
también se han referido al tema, indicando que una de las causas por la que no hay
avances sustantivos en las causas, es la renuencia, y desinterés de las fuerzas militares
para entregar información68.
En Bolivia, a pesar de que desde hace años las organizaciones de la sociedad civil,
organizaciones de víctimas y familiares de víctimas de desaparición forzada han
solicitado la desclasificación y acceso a los documentos de las fuerzas armadas para
conocer la verdad sobre los hechos ocurridos en los regímenes inconstitucionales69,
tener acceso efectivo a los archivos, conocer el contenido de los mismos y disponer de
ellos en las investigaciones judiciales tal como los señalan los estándares
internacionales, esto no ha sido posible70.
Ha habido iniciativas, como la promulgación del Decreto Supremo Nº 27329, del 31 de
enero de 2004, que señala que, “el acceso a la información debe ser asegurado a todas
las personas sin distinción, porque provee el insumo básico para el ejercicio de su propia
ciudadanía”71, y ello incluía documentos militares72; y la Resolución Ministerial 316, de
20 de mayo de 2009, que autoriza a víctimas y sus familias a acceder a documentos de
64 Corte IDH. Caso Gomes Lund y otros (Guerrilha do
Araguaia) Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de noviembre de 2010. Serie C No. 219. Párr. 211.
65 Comité de Derechos Humanos, nota 4, párr. 12 b).
66 Comité contra la Tortura, nota 4, párr. 13. “Le preocupa en particular la negativa de las Fuerzas Armadas
a desclasificar archivos que podrían contribuir a esclarecer la suerte y el paradero de esas (arts. 1, 4, 12,
13 y 16)”.
67 Informe anual de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 08 de febrero
de 2013, nota 4, párr. 64.
68 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 12.
69 Véase por ejemplo: La prensa gráfica, “Bolivia: Familiares de desaparecidos piden abrir archivos
militares” (21 de diciembre de 2010), http://www.laprensagrafica.com/el-salvador/lodeldia/159872bolivia-familiares-de-desaparecidos-piden-abrir-archivos-militares ; Los Tiempos, “Convocan a una vigilia
por
la
desclasificación
de
archivos
militares
(26
de
mayo
de
2009),
http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/nacional/20090526/convocan-a-una-vigilia-por-ladesclasificacion-de-archivos_10772_17525.html
70 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 12.
71 Decreto Supremo Nº 27329 Art. 2º(b).
72 Decreto Supremo Nº 27329 Art. 5º.
18
las Fuerzas Armadas de la época de las dictaduras militares. Pero ninguna ha sido
efectiva.
Además, ha habido acciones judiciales como la orden emitida por la Corte Suprema el
29 de abril de 2010, en la que ordenó a las fuerzas armadas desclasificar documentos
relacionados con las desapariciones forzadas ocurridas en el gobierno de García Meza73.
También ha habido decisiones judiciales emitidas por un juez de instrucción penal en
septiembre de 200974, febrero de 201075 y marzo de 201076, en las que ordenó que las
Fuerzas Armadas abrieran y dieran acceso a sus documentos clasificados para primer
julio y agosto de 1980 y después toda la gestión de 198077.
Como resultado de ello, en febrero y septiembre de 2010 un grupo de fiscales tuvo
acceso a la documentación de 198078. Sin embargo, uno de los fiscales encargado de la
investigación aseguró que: “Después de muchos obstáculos logramos acceder al Estado
Mayor pero en realidad el material que nos mostraron no era clasificado para nada. Eran
unas pocas cajas con recortes de periódicos y otra información para nada útil. La
información importante sigue clasificada y no tuvimos acceso a ella”79.
En Bolivia no ha habido un plan y política para la desclasificación, análisis y acceso a la
información relativa a los hechos ocurridos en los regímenes militares, que se
encuentran en poder de las fuerzas militares. El Estado boliviano ha negado el acceso a
dicha información, impidiendo que la misma sea utilizada y valorada en el marco de los
procesos judiciales, y negando a los familiares de las víctimas y a la sociedad en general
la posibilidad de conocer la verdad de lo sucedido.
d. Falta de esclarecimiento de la verdad
El derecho a la verdad está reconocido explícitamente con respecto a las desapariciones
forzadas en la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra
las Desapariciones Forzadas —de la cual Bolivia es parte80— pero se aplica también a
los casos de otras violaciones graves a los derechos humanos. Si bien entre los tratados
interamericanos no se reconoce el derecho a la verdad específicamente, tanto esta
Comisión como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, han desarrollado su
definición.
Esta Comisión ha indicado que:
73
La Razón, “Corte Suprema ordena a FFAA de Bolivia desclasificar archivos sobre dictadura” (29 de abril
de 2010), http://www.la-razon.com/sociedad/Corte-Suprema-FFAA-Boliviadesclasificar_0_1166283390.html.
74 Juez Octavo de Instrucción en lo Penal. Resolución Judicial Nº 384/2009.
75 Juez Octavo de Instrucción en lo Penal. Resolución Judicial Nº 59/2010.
76 Juez Octavo de Instrucción en lo Penal, Resolución Judicial Nº 101/2010.
77 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 13.
78 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 13.
79 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 13; Reunión de Amnistía Internacional con Milton Mendoza, mayo
de 2013.
80 Artículo 24 párrafo 2 de la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las
desapariciones forzadas, de la cual Bolivia es estado parte.
19
“(…) el derecho a la verdad comprende una doble dimensión. En primer lugar, se
reconoce el derecho de las víctimas y sus familiares a conocer la verdad con
respecto a los hechos que dieron lugar a graves violaciones de los derechos
humanos, así como el derecho a conocer la identidad de quienes participaron en
ellos. Ello implica que el derecho a la verdad acarrea la obligación de los Estados
de esclarecer, investigar, juzgar y sancionar a las personas responsables de los
casos de graves violaciones de derechos humanos, así como, dependiendo de las
circunstancias de cada caso, garantizar el acceso a la información sobre graves
violaciones de derechos humanos que se encuentran en instalaciones y archivos
estatales. En segundo lugar, se ha consolidado la noción que este derecho no sólo
corresponde a las víctimas y sus familiares, sino también a la sociedad en su
conjunto. Al respecto, la Comisión ha sostenido que toda la sociedad tiene el
‘irrenunciable derecho de conocer la verdad de lo ocurrido, así como las razones
y circunstancias en las que aberrantes delitos llegaron a cometerse, a fin de evitar
que esos hechos vuelvan a ocurrir en el futuro’”81. A mayor abundamiento, el
ejercicio pleno y efectivo del derecho a la verdad “proporciona una salvaguardia
fundamental contra la repetición de tales violaciones”82.
La Comisión ha definido a las comisiones de la verdad (CdV) como “un mecanismo
extrajudicial de justicia transicional, orientado al esclarecimiento de situaciones de
violaciones masivas y sistemáticas de derechos humanos”83. Por su parte, desde
Naciones Unidas se ha indicado que una comisión de la verdad es un “órgano[] oficial[],
temporal[] y de constatación de hechos que no tiene[] carácter judicial y se ocupa[] de
investigar abusos de los derechos humanos o el derecho humanitario que se hayan
cometido a lo largo de varios años”84.
En varias ocasiones, la Corte IDH y la Comisión han ordenado y recomendado,
respectivamente, a los Estados el establecimiento y funcionamiento eficaz de una
Comisión de la Verdad como una manera significativa de recordar la historia y esclarecer
los hechos alrededor de las violaciones de los derechos humanos, aunque no remplaza
el deber de realizar juicios y sancionar los responsables de los hechos esclarecidos así85.
Pese a ello, la importancia y necesidad señalada por la sociedad civil, los familiares de
las víctimas y los organismos internacionales, el Estado boliviano aún no ha establecido
81
CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55. Párr. 70 y 71Ver también, CIDH Informe Nº 136/99,
caso 10.488, Ignacio Ellacuría, S. J. y otros. (El Salvador), 22 de diciembre de 1999, párr. 224. La Comisión
ha vinculado el derecho a la verdad con los artículos 25, 2, 8 y 13 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha tratado el derecho a la verdad
vinculándolo con los artículos 8 y 25 en Caso Bámaca Velásquez, Sentencia del 25 de noviembre de 2000;
Caso Barrios Altos, Sentencia del 14 de marzo de 2001.
82 Conjunto de Principios Actualizado para la Protección y la Promoción de los Derechos Humanos
mediante la Lucha contra la Impunidad, Adición al Informe de Diane Orentlicher, experta independiente
encargada de actualizar el Conjunto de Principios para la Lucha contra la Impunidad, Principio 2, Doc.
ONU: E/CN.4/2005/102/Add.1, 8 de febrero de 2005.
83 CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, pág. 61.
84 CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, párr. 127 (citando a Comisión de Derechos Humanos
de Naciones Unidas. Conjunto de principios actualizado para la protección y la lucha contra la impunidad.
08 de febrero de 2005. E/CN.4/2005/102/Add.1).
85 Corte IDH. Caso Zambrano Vélez y otros Vs. Ecuador. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de
julio de 2007. Serie C No. 166. Párr. 128; CIDH. Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez v. El Salvador.
Informe Nº 37/00 Caso 11.481. 13 de abril de 2000. Párr. 149.
20
un mecanismo como una comisión de la verdad, que permita avanzar en el proceso de
verdad, justicia y reparación de las víctimas.
En este sentido queremos resaltar algunos de los estándares internacionales que el
Estado debe tener como guía para la creación, adopción y funcionamiento de una
comisión de la verdad, desarrollados por esta Comisión:
Creación y mandato: El mandato de la CdV debe ser transparente en su
formación86 y establecido de antemano por un instrumento legal de creación que
también rige la actuación de la CdV87. El instrumento en sí deber ser “sólido pero
flexible”, con un enfoque diferenciado que permita reaccionar a las
particularidades de las afectaciones provocadas88. Así, se puede enmendar las
investigaciones y acciones para abordar temas actualmente “invisibilizados” 89.
Composición: En seleccionar a los Comisionados, se requiere procedimientos
adecuados de nombramiento y medidas apropiadas para garantizar su
imparcialidad, independencia90 y capacitación91.
Consulta de víctimas: Dado que es sumamente importante que sean consultados
los grupos de víctimas durante la creación de la CdV, incluso sobre el desarrollo
de sus metodologías92, el Estado está obligado a realizar campañas de difusión y
sensibilización en sus intentos de consultarlos93.
Funcionamiento: “[L]as CdV deben llevar a cabo su trabajo de manera autónoma,
independiente e imparcial y deben estar dotadas de los recursos técnicos,
humanos y financieros necesarios para cumplir con sus funciones”94. Sus
métodos deben estar estipulados claramente y basados en métodos científicos95.
Se debe adoptar medidas diferenciadas para grupos vulnerables y medidas
suficientes para superar problemas geográficos, económicos o de idioma con
distancia geográfica, imposibilidad económica o limitaciones en el idioma 96.
Además, se debe contar con mecanismos idóneos y efectivos para proteger la
seguridad de las víctimas, familiares, testigos y otros participantes97.
86
CIDH, Derecho a la Verdad en América, nota 55, párr. 182, 184.
Ibid, párr. 179.
88 Ibid, párr. 185 (citando a ICTJ, En busca de la verdad Elementos para la creación de una comisión de la
verdad eficaz, 2013, p. 29).
89 Ibid, párr. 185.
90 Ibid, párr. 186.
91 Ibid párrs. 186, 192 (incluye experiencia técnica y logros en el área del mandato o uno relacionado,
potenciales conflictos de interés y condiciones morales, entre otros).
92 Ibid, párr. 190.
93 Ibid, párrs. 182, 184.
94 Ibid, párr. 192.
95 Ibid, párr. 196.
96 Ibid, párr. 192.
97 Ibid, párr. 194.
87
21
Acceso a la información: La Comisión de la Verdad debe tener acceso, “sin
restricciones, a la información necesaria para cumplir con su mandato”,
incluyendo a los archivos e información “secretos” o “reservados” 98.
Resultados: El informe final de la CdV debe ir más allá de sólo esclarecer lo
ocurrido y debe también abordar temas de reparaciones, medidas de orden
legal, político o administrativo y reformas institucionales, legales y educativas
necesarias99. El informe debe ser difundido extensivamente a la población,
obligando al estado a llevar a cabo campañas de difusión (incluyendo su
traducción en caso de ser necesaria)100.
La CdV debe desarrollar una base de datos con la información compilada 101, la
cual debe contar con protección adecuada102. El Estado tiene la obligación de
garantizar la preservación y acceso a los archivos103.
Complemento a, no sustituto de, los procesos judiciales: Los esfuerzos de la CdV
deben ser usados para ayudar a los procesos judiciales de esclarecimiento y
sanción de los responsables, pero sin quitar al Estado la obligación de realizar los
procesos judiciales apropiados104.
Por su parte, enfatizamos la importancia del derecho a conocer la verdad citando la
jurisprudencia constante de la Corte IDH, en particular, en casos de desaparición
forzada. Desde el Caso Velásquez Rodríguez el Tribunal afirmó la existencia de un
“derecho de los familiares de la víctima de conocer cuál fue el destino de ésta y, en su
caso, dónde se encuentran sus restos”105. La Corte IDH ha reconocido que el derecho de
los familiares de víctimas de graves violaciones de derechos humanos a conocer la
verdad se enmarca en el derecho de acceso a la justicia106. Asimismo, el Tribunal ha
considerado la obligación de investigar como una forma de reparación, ante la
98
Ibid, párrs. 131, 188 (citando a CIDH, Demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en
el Caso 12.590, José Miguel Gudiel Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala (18 de febrero de
2011), párr. 464).
99 CIDH, Derecho a la verdad en América, nota 55, párr. 200 (citas internas omitidas).
100 Ibid, párr. 204.
101 Ibid, párr. 196.
102 Ibid, párr. 197 (citando a ONU, Informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones unidas para
los Derechos Humanos. El derecho a la verdad, A/HRC/12/19 (21 de agosto de 2009), párr. 26; Informe de
la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. El derecho a la
verdad, A/HRC/5/7 (7 de junio de 2007), párr. 58).
103 CIDH, Derecho a la verdad en América, nota 55, párr. 197.
104 Ibid, párrs. 133–135 (citando a CIDH, Ignacio Ellacuría et al. V. El Salvador, Informe No 136/99, Caso
10.488 (22 de diciembre de 1999), párrs. 229, 230; CIDH, Informen No 34/96, Casos 11.228, 11.229,
11.231, 11.282 (15 de octubre de 1996), párrs. 73, 74).
105 Corte IDH Caso Velásquez Rodríguez. Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C
No. 4.párr. 181.
106 Corte IDH Caso Velásquez Rodríguez. Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 29 de julio de 1988. Serie C
No. 4párr. 181; Caso Kawas Fernández, Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de
abril de 2009 Serie C No. 196, párr. 117, y Caso Anzualdo Castro, Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de Septiembre de 2009. Serie C No. 202. párr. 118.
22
necesidad de remediar la violación del derecho a conocer la verdad en el caso
concreto107, y ello no se ha realizado en Bolivia con las víctimas.
En diciembre de 2013, la Cámara de Senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional
de Bolivia, aprobó un proyecto de ley para la creación de una comisión de la verdad 108.
Luego, la Cámara de Diputados suspendió el trámite de la misma, a pedido de la
Plataforma de Luchadores Sociales109, que manifestó que el gobierno no les había
notificado sobre el contenido del proyecto de ley para formar la comisión de verdad y
que no recibieron copia ninguna del proyecto110. En agosto de 2014 se presentó otro
proyecto de ley sobre la creación de la comisión de la verdad patrocinado por la
Plataforma de Luchadores Sociales, pero no ha habido ningún avance en el trámite del
misma.
Actualmente, varias de las organizaciones de víctimas, con el apoyo y coordinación de
la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, han venido
sosteniendo reuniones para analizar, debatir y consensuar los contenidos de las diversas
iniciativas, y posteriormente impulsar el trámite legislativo para la creación, y
funcionamiento de una comisión de la verdad que se ajuste a los estándares
internacionales, y que avance de manera rápida con el cumplimiento de los objetivos y
expectativas fijadas, como una forma urgente y necesaria para saldar la deuda histórica
que hay con la sociedad boliviana.
Por otro lado, ASOFAMD, integrante del Concejo Nacional de Derechos Humanos, logró
incorporar en el Plan Nacional 2015-2020 el funcionamiento y la presentación del
Informe Final de la Comisión de la Verdad.
e. Ausencia de una reparación integral para las víctimas y
familiares
Otorgar una reparación efectiva es un deber del Estado, que está relacionado de manera
intrínseca con los procesos de justicia y verdad, y es también un derecho autónomo de
las víctimas y familiares de las víctimas de graves violaciones de derechos humanos
cometidas por los Estados. Esta obligación, que debe ser entendida como el deber del
Estado de reparar el daño sufrido mediante medidas que aseguren la restitución, la
indemnización, la rehabilitación, la satisfacción y las garantías de no repetición111, no ha
sido aun cabalmente cumplido por Bolivia.
107
Corte IDH. Caso Kawas Fernández, párr. 190, y Caso Anzualdo Castro, párr. 118.
Ver http://eju.tv/2013/12/aprueban-ley-para-formar-comisin-de-la-verdad-e-investigar-violacin-deddhh-en-dictaduras-1964-1982/
http://www.latribuna69.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=6044:bolivia-senadocreara-comision-de-la-verdad-para-investigar-crimenes-en-dictaduras&catid=28:currentusers&Itemid=57
http://www.senado.bo/noticia/bolivia_conforma_historica_comision_de_la_verdad_para_investigar_di
ctaduras
109 Ver http://www.paginasiete.bo/nacional/2014/2/15/victimas-dictaduras-alistan-comision-verdad14050.html
110 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 8.
111 Resolución 60/147 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, nota 2, párr.- 15-20.
108
23
La Corte IDH ha reiterado de manera constante al referirse al artículo 63.1 de la
Convención Americana, que establece la obligación de reparar, que:
“(…) recoge una norma consuetudinaria que constituye uno de los principios
fundamentales del Derecho Internacional contemporáneo sobre la
responsabilidad de los Estados112. De esta manera, al producirse un hecho ilícito
imputable a un Estado surge de inmediato la responsabilidad internacional de
éste por la violación de la norma internacional de que se trata, con el consecuente
deber de reparación y de hacer cesar las consecuencias de la violación”113.
Las reparaciones son indispensables para asegurar que el sistema de protección sea
eficaz en la tutela de los derechos y libertades fundamentales de las personas a quienes
les son conculcados por alguno de los Estados parte en la Convención. En razón de ello,
consideramos fundamental que el Estado, en tanto responsable de las violaciones de los
derechos humanos, garantice una reparación de carácter integral, en los términos
desarrollados por la jurisprudencia de la Corte IDH.
Aunque en Bolivia ha habido algunos procesos, ninguno ha constituido un mecanismo
eficaz o una política que vaya encaminada a la reparación integral de las víctimas, tal
como lo establecen las normas internacionales, y los estándares desarrollados en la
materia.
En el año 2004, se sancionó la Ley 2640 de Resarcimiento Excepcional a Víctimas de
Violencia Política en Periodos de Gobiernos Inconstitucionales (ley de resarcimiento)114.
Esta ley tenía como objeto “establecer el procedimiento destinado a resarcir a las
personas contra quienes se hubiera cometido actos de violencia política, mediante los
agentes de Gobiernos Inconstitucionales, que violaron y conculcaron los Derechos
Humanos y las garantías consagradas en la Constitución Política del Estado y el Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, ratificado por el Estado boliviano”115.
112
Corte IDH, Caso Velásquez Rodríguez Vs. Honduras. Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de julio de
1989. Serie C N° 7. párr. 25, Caso Suárez Peralta Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 21 de mayo de 2013. Serie C N° 261. párr. 161; Caso del Tribunal
Constitucional (Camba Campos y otros) Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia del 28 de agosto de 2013. Serie C N° 268, párr. 243. Caso García Lucero y Otras vs. Chile,
excepción preliminar, fondo y reparaciones. Sentencia del 28 de agosto de 2013. Párr. 211. Caso de las
Comunidades afrodescendientes desplazadas de la Cuenca del Rio Cacarica (Operación Génesis) vs.
Colombia. Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de
2013. Serie C N° 270. Párr. 411.
113 Corte IDH, Caso de las Hermanas Serrano Cruz, Vs. El Salvador. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 01 de marzo de 2005. Serie C N° 120. Párr. 134; Caso Masacre Plan de Sánchez, Vs.
Guatemala. Reparaciones y Costas. Sentencia de 19 de noviembre 2004. Serie C N° 116. Párr. 52; Caso De
la Cruz Flores, Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 18 de noviembre de 2004. Serie C N°
115. Párr. 139; Caso La Cantuta Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 29 de noviembre de
2006. Serie C N° 162. Párr. 200; Caso Montero Aranguren y otros (Retén de Catia). Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de julio de 2006. Serie C N° 150 Párr.
116.
114 Ley 2640 del 11 de marzo de 2004. Disponible en http://www.lexivox.org/norms/BO-L-2640.xhtml
Error! Hyperlink reference not valid.
115 Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 1.
24
Los potenciales beneficiarios eran las víctimas directas o las personas viudas o herederas
en caso del fallecimiento de la víctima116.
Si bien el texto de la ley 2640 tenía algunos aspectos preocupantes para los
peticionarios117, su aprobación fue un primer intento importante para responder al
derecho de las víctimas a acceder a una reparación.
La ley reconoció como hechos materia de resarcimiento: la detención y prisión
arbitraria, el exilio o destierro, muerte en el país o en el exterior por razones de violencia
política, desaparición forzada y persecución por razones político sindicales118. Conforme
a la misma ley, los hechos resarcibles correspondientes a torturas, lesiones e
incapacidades calificadas constituían factores agravantes, y no fueron considerados
independientemente. La normativa estableció un conjunto de medidas de reparación
como: el otorgamiento de honores119, prestación en la forma de atención médica
gratuita (en caso de no disponer las víctimas seguro de salud) y medicamentos120,
resarcimiento excepcional de máximo de 300 salarios mínimos nacionales121,
resarcimiento proporcional en caso del fallecimiento de la víctima122 y gastos de sepelio
(si es que la víctima no estuviera afiliada al Seguro Social)123.
La ley creó la Comisión Nacional de Resarcimiento Excepcional a Víctimas de Violencia
Política (CONREVIP), como órgano encargado de revisar y calificar las solicitudes de
potenciales personas beneficiarias de este proceso de resarcimiento124.
A junio de 2008 la CONREVIP había recibido 6.221 solicitudes: por desapariciones 63,
por muertes 233, por exilio 1.477, por detenciones 3.521, por persecuciones 816 y por
tortura 17125. A comienzos de 2009 el Estado, haciendo referencia a un informe anual
del Ministerio de Justicia del año 2008, manifestó a la CIDH que pronto terminaría el
116
Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 2.
La ley no se aplicó a los breves periodos constitucionales que tuvieron lugar entre los 18 años de
regímenes militares desconociendo que el deber de reparar del estado nace de la violación acaecida y no
del tipo de gobierno bajo el cual se habría producido. También son de preocupación las exclusiones
comprendidas en el artículo 10 que restringe los potenciales beneficiarios por ejemplo a quienes hubieran
ejercido funciones parlamentarias o hubieran sido parte del poder ejecutivo a partir de 1982.
118 Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 4(I).
119 Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 5.
120Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 6
121Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 7.
122Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 8.
123Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 9.
124 Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 11. A través de la Ley No 3449 del 21 de julio de 2006, artículo
único. Disponible en http://www.lexivox.org//norms/BO-L-3449.html La composición de este ente fue la
siguiente: a) Un representante del Ministerio de Justicia; b) Un representante del Ministerio de Hacienda;
c) Dos representantes de las Comisiones de Derechos Humanos del Poder Legislativo; d) Un representante
de la Conferencia Episcopal de Bolivia; y e) Un representante de la Central Obrera Boliviana (COB), con la
presidencia ejercida por el representante del Ministerio de Justicia. La versión original prevista en la ley
2640 incluía un representante del Ministro de la Presidencia en vez del Ministro de Justicia y un
representante de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados en vez de dos de las
Comisiones de Derechos Humanos del Poder Legislativo.
125 CIDH, Informe acceso a la verdad, nota 18, párr. 90.
117
25
proceso y repartiría los fondos126. En virtud de ello la CIDH en su informe de seguimiento
de 2009 valoró “la voluntad política de otorgar una reparación a los familiares de las
víctimas”127 La CIDH también hizo un llamado al Estado a asegurar el financiamiento
necesario para dar continuidad a este proceso de reparación si las iniciativas para buscar
fondos externos no prosperaban128.
En el 2009 la CONREVIP fue sustituida por la Comisión Técnica de Calificación
(COMTECA), bajo la autoridad del Ministerio de Justicia129. La COMTECA tenía como
objeto “la continuación y culminación de las tareas de calificación de las solicitudes
presentadas por las víctimas de la violencia política en Gobiernos Inconstitucionales”
antes llevadas a cabo por el CONREVIP para así terminar la evaluación de aplicaciones y
otorgamiento del resarcimiento apropiado130. En realidad, la ley cambió los plazos
aceptables para el gobierno, pero no para los peticionarios.
En mayo de 2012, ocho años después de la adopción de la Ley 2640, se publicó la lista
oficial de beneficiarios para una compensación económica. De las aproximadamente
6.200 solicitudes que fueron presentadas para recibir resarcimiento, la COMTECA
calificó a 1.714 personas como beneficiarias131.
Asimismo, el 30 de abril de 2012, la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó una nueva
ley que estableció un pago único y definitivo del 20 por ciento132 de lo que podría haber
sido la indemnización conforme a la Ley 2640, equivalente a USD 3.600.000133. Las
autoridades argumentaron que la reducción se debía a que no se había encontrado el
80 por ciento restante que –conforme al artículo 16 de la Ley 2640– debía obtenerse
mediante donaciones del sector privado o extranjero y de organismos
internacionales134.
En julio de 2013, 1.438 de los 1.714 beneficiarios aprobados habían recibido uno de
estos pagos reducidos, según indicó el gobierno135.
La mayoría de las organizaciones peticionarias de esta audiencia han expresado sus
reticencias y preocupación por la implementación de este proceso de reparación que ha
causado más frustración que alivio a las víctimas y por los resultados finales, denegando
algún tipo de reparación en el caso de más de 4.400 solicitudes.
126
Ibid, párr. 90.
Ibid, párr. 92
128 Ibid, párrs. 92 y 93.
129Ley 4069 del 27 de julio de 2009, arts. 1, 2.
130 Ley 4069 del 27 de julio de 2009, art. 2 y 5.
131 Decreto Supremo Nº 1211 del 1 de mayo de 2012, art. 3(I).
132 Ley Nº 238, 30 de abril de 2012
133 Ley 2640, articulo 16.
134Acuse de Nota a Amnistía Internacional de Cecilia L. Ayllón Quinteros (Ministra de Justicia), MJ-DESPNº 1143/2012 (11 de octubre de 2012).
135 Carta enviada a Amnistía Internacional el 26 de julio de 2013 por el Ministerio de Justicia presentando
el documento Nº MJ-DGAJ – UGJ Nº 191/2013, sobre “Información sobre Procesos de Evaluación de
Solicitudes de Reparaciones Víctimas de Violencia Política” (8 de julio de 2013).
127
26
El 70 por ciento de los casos fue rechazado por “insuficiencia probatoria”; 10 por ciento
por ser casos excluidos de la ley; 19 por ciento por ser entregados después del fin del
plazo establecido por ley y un 1 por ciento por tener que ver con casos no protegidos
bajo la ley por haber ocurrido las violaciones en periodos constitucionales136.
En opinión de las organizaciones, este mecanismo de reparación es ajeno a los
estándares internacionales respecto de lo que se debe considerar como una reparación
integral, y tiene problemas graves en su diseño e implementación.
Uno de los mayores obstáculos identificados por las organizaciones han sido los criterios
excesivamente restrictivos establecidos en relación con el tipo de documentos que
había que presentar para poder calificar. Los estándares de pruebas exigidos a partir de
agosto de 2007137 obligaron a las víctimas y familiares de víctimas a presentar
documentación demasiado exigente138, que no se condice con un proceso de este tipo,
y los altos niveles de impunidad que existen.
Se conocen casos en los que se denegó el hecho de tortura como agravante de la
detención porque los testigos aportados no indicaron fechas exactas de lo ocurrido. Un
ejemplo para ilustrar lo mañoso del proceso es el caso de Hugo Ticona quien, pese a
haber sido reconocido como víctima de violaciones a derechos humanos –incluida la
tortura–, por la Corte IDH, fue descalificado del proceso de resarcimiento por “no haber
demostrado fehacientemente los hechos resarcibles alegados”139, según indicó la
COMTECA.
Asimismo, es de preocupación que las víctimas y/o sus familiares fueron los únicos
responsables de aportar la documentación necesaria para aprobar su estatus de
víctima140. Es decir, la carga de la prueba estuvo siempre bajo la responsabilidad única
del potencial beneficiario. Esto significó un obstáculo para calificar como víctima, que se
136
Carta del Ministerio de Justicia enviada a Amnistía Internacional, 26 de julio de 2013 (MJ-DESPNo.0920/2013).
137 Decreto Supremo 29214, 2 de agosto de 2007, establece los Requisitos Mínimos de Calificación de
Hechos Resarcibles y fue publicado en el Decreto Supremo 27328 el 12 de agosto de 2007 en la prensa.
Este decreto sustituyó el decreto reglamentario 28015 de 25 de abril de 2005 en relación con los trámites
para acceder a un resarcimiento.
138 Ibid, Amnistía Internacional, nota 37, págs. 15-17; Comité de Derechos Humanos, nota 4, párr. 12 b).
139 Reunión del abogado Fernando Zambrana con Amnistía Internacional y CEJIL, 14 de enero de 2015;
Amnistía Internacional, nota 37, pág. 17; COMTECA, Resolución No. 3254-D/09 (30 de noviembre de
2009).
140 Ley 2640 del 11 de marzo de 2004, art. 4(II) “Los hechos o acciones de violencia serán resarcibles previa
presentación de pruebas, a través de los medios idóneos y legales a que hubiera lugar conforme a Ley”.
Decreto Supremo No 28015 del 22 de febrero de 2005. Art. 2: “Para acreditar la condición de beneficiarios
de conformidad a lo determinado por el Artículo 3 de la Ley Nº 2640, los interesados deberán:
- Las víctimas directas, acreditar documentación fehaciente que demuestre haber sufrido persecución,
violencia o daño político, en el marco de lo establecido por el Artículo 4 de la Ley Nº 2640.
- Las viudas o viudos de las víctimas directas y herederos forzosos en primer grado), presentar el
Testimonio de Declaratoria de Herederos, para demostrar la relación de parentesco existente entre la
víctima de violencia política fallecida y los reclamantes, así como la condición de víctima de violencia
política de la persona fallecida”.
Decreto Supremo No 28015 del 22 de febrero de 2005, art. 4: “La carga de la prueba estará bajo
responsabilidad del potencial beneficiario. En lo relativo a la valoración, la CONREVIP admitirá todas
aquellas establecidas por el ordenamiento legal vigente”.
27
combinó con el hecho de que las comisiones no tuvieron en cuenta otras fuentes de
información que hubieran podido apoyar la petición.
También llamamos la atención que, de las personas calificadas como beneficiarias, sólo
se benefició a 6 personas con el hecho resarcible de desaparición forzada, aun cuando
ya se ha reconocido que el número de personas desaparecidas asciende a más de 150.
Además, sólo 77 fueron calificadas como víctimas de asesinato141.
Otro aspecto de preocupación fueron los plazos establecidos, excesivamente breves, y
la falta de información adecuada y accesible sobre el proceso. Amnistía Internacional
recogió varios testimonios de víctimas que no ocultaron su frustración al haber quedado
fuera del proceso por no haber podido cumplir con los tiempos establecidos, o por
desconocer el procedimiento a causa de la publicidad insuficiente y el hecho de que no
llegó la información de la misma manera a todas las zonas del país142.
Ninguna víctima o familiar de víctima se benefició de medidas de rehabilitación, relativas
a atención médica física y psicológica a raíz de este proceso de reparación. En febrero
de 2015 el Estado informó al Comité de Derechos Humanos sobre un proyecto de salud
mental que incluía capacitación de promotores de salud. De la información que presentó
el Estado al Comité, estos promotores habrían apoyado casos derivados de violaciones
a derechos humanos cometidos en 2008, pero no hay indicación alguna a apoyo a
víctimas de violaciones a derechos humanos durante los regímenes militares.
El proceso de calificación tampoco tuvo en cuenta la particularidad de las violaciones de
derechos humanos a los que mujeres y niñas se enfrentaron a la hora de evaluar su
resarcimiento. No hubo medidas para mitigar una posible revictimización de las mujeres
que en algunos casos se vieron expuestas a recordar abusos extremadamente difíciles
de relatar como la violencia sexual, sin ningún tipo de acompañamiento de personal
capacitado por parte del Estado para atender este tipo de violaciones.
Por otro lado, el artículo 5 de la ley 2640 estableció la obligación del Estado de realizar
una concesión de honores públicos a las víctimas. El gobierno informó a Amnistía
Internacional en octubre de 2012 que esta medida aún estaba pendiente. En noviembre
de 2013 comunicó que la Asamblea Legislativa Plurinacional había recibido una lista de
víctimas reconocidas para rendir honores, sin embargo, a la fecha no se ha realizado143.
A pesar de todas las deficiencias señaladas, el gobierno ha señalado que no pretende
revisar el proceso de reparación al entender que ha cumplido con la ley. Esta posición
fue reiterada por el Estado boliviano ante el Comité de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas en su respuesta de cumplimiento a las recomendaciones de este
organismo de 2013144.
141
Carta a Amnistía Internacional de Ministerio de Justicia, Nº MJ-DGAJ – UGJ Nº 191/2013, sobre
“Información sobre Procesos de Evaluación de Solicitudes de Reparaciones Víctimas de Violencia Política”
(8 de julio de 2013).
142 Amnistía Internacional, nota 37, pag.18
143 Ibid, pág. 24.
144Información recibida de Bolivia sobre el seguimiento de las observaciones finales del Comité de
Derechos Humanos de 2013, 23 de febrero de 2015, informe disponible en:
28
En relación con medidas de satisfacción y memoria, a lo largo de los años las
organizaciones de víctimas, en colaboración con autoridades municipales, han
promovido espacios de memoria como calles y plazas para recordar a las víctimas de los
gobiernos militares. Las autoridades de gobierno también han realizado algunas
declaraciones públicas en homenaje a varias víctimas145. Sin embargo, dichos
pronunciamientos no son siempre consistentes. Algunas declaraciones de autoridades
deslegitiman los reclamos de las víctimas, en particular en relación con su derecho a la
reparación146.
Por su lado, la Asamblea Legislativa Plurinacional también ha sido un espacio de
homenaje y memoria en ocasiones puntuales147, además de promover que se reconozca
como monumento histórico un centro de detención durante el gobierno de Banzer 148,
que aún se encuentra a la espera de aprobación en la Cámara de Diputados 149.
Las normas, los actos de reconocimiento, la instalación de monumentos, entre otros,
son iniciativas importantes para reparar a las víctimas de graves violaciones de derechos
humanos. Sin embargo, ninguna medida de reparación aislada y de espalda a un proceso
serio y eficaz de verdad y justicia, puede concebirse como una reparación integral en los
términos desarrollados por la jurisprudencia internacional150.
http://tbinternet.ohchr.org/_layouts/treatybodyexternal/Download.aspx?symbolno=CCPR%2fC%2fBOL
%2fCO%2f3%2fAdd.1&Lang=en
145 El ciudadano web, “Bolivia recordó los 30 años de un cruento golpe militar” (17 de julio de 2010),
http://www.elciudadanoweb.com/bolivia-recordo-los-30-anos-de-un-cruento-golpe-militar/
146 Ver conferencia de prensa del Presidente Evo Morales Ayma el 14 de marzo de 2013
http://www.comunicacion.gob.bo/sites/default/files/media/discursos/CONFERENCIA%20DE%20PRENSA
%20DEL%20PRESIDENTE%20MORALES%20EN%20PALACIO%20DE%20GOBIERNO%2012-03-14.pdf
147 Cámara de Diputados, “Diputados rinden homenaje a las víctimas de la dictadura de García Meza” (17
de julio de 2014), http://www.diputados.bo/index.php/noticias/actualidad-legislativa/642-diputadosrinden-homenaje-a-las-victimas-de-la-dictadura-de-garcia-meza ; Cámara de Senadores: El presidente del
Senado reconoce la lucha democrática de los evadidos de Coati y del Madidi (6 Noviembre de 2014)
http://www.senado.bo/noticia/el_presidente_del_senado_reconoce_la_lucha_democratica_de_los_ev
adidos_de_coati_y_del_madidi
148 El 17 de febrero de 2014 fue promulgada la Ley No. 498 que declara Monumento Histórico Cultural del
Estado Plurinacional de Bolivia a la capilla “San Martín” y a la “Casa de Piedra” de la zona Kututu, de
Achocalla en el departamento de La Paz, como homenaje a los mártires de la liberación nacional que
sufrieron vejaciones, torturas y asesinatos en dichos inmuebles durante las dictaduras militares de los
años 70. Asimismo, declara el 21 de agosto de cada año como día de “Las y los Mártires que lucharon por
la Liberación Nacional”.
149
Facebook, Presidencia de la Cámara de Diputados (14 de enero de 2014),
https://www.facebook.com/PresidenciadelaCamaradeDiputadosdeBolivia/posts/665241083540705
150Véase por ejemplo, Corte IDH, Caso Pacheco Teruel y Otros v. Honduras”, Serie C Nº 241, Fondo
Reparaciones
y
Costas
(27
de
abril
de
2012),
disponible
en
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_241_esp.pdf
“91. La reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación internacional requiere, siempre
que sea posible, la plena restitución (restitutio in integrum), que consiste en el restablecimiento de la
situación anterior. De no ser esto factible, como ocurre en la mayoría de los casos, el Tribunal determinará
medidas para garantizar los derechos conculcados o reparar las consecuencias que las infracciones
produjeron. Por tanto, la Corte ha considerado la necesidad de otorgar diversas medidas de reparación,
a fin de resarcir los daños de manera integral, por lo que además de las compensaciones pecuniarias, las
garantías de no repetición, medidas de rehabilitación y satisfacción tienen especial relevancia por los
daños ocasionados”.
29
Finalmente queremos señalar que desde marzo de 2012, varios sobrevivientes de los
gobiernos militares agrupados en la Plataforma de Luchadores Sociales mantiene una
vigilia frente el Ministerio de Justicia en La Paz para reclamar la revisión del proceso de
reparación así como medidas para avanzar en el conocimiento de la verdad y procesos
judiciales para poner fin a la impunidad.
En febrero de 2014 algunas de las carpas, así como expedientes y varios documentos
que se albergaban dentro se quemaron debido a un incendio151. La Plataforma de
Luchadores Sociales ha denunciado que el incendio habría sido producto de un acto
intencionado. Hasta la fecha, la investigación penal del Ministerio Público para
esclarecer las causas del incidente estaría paralizada.
Otras organizaciones han optado por reclamar sobre la constitucionalidad de esta ley
ante el Tribunal Constitucional Plurinacional. Por otro lado, UNAVIPO, ha presentado
una denuncia ante el sistema interamericano152.
f. Falta de adecuación de la normativa interna
La revisión y reforma de leyes para adecuar las normas internas al derecho internacional
es una medida necesaria que en definitiva también contribuye a ofrecer garantías de no
repetición a las víctimas de violaciones de derechos humanos, como parte de su derecho
a obtener reparación conforme a estándares internacionales.
En Bolivia, en el ámbito normativo, el desarrollo se realizó reciente y todavía es
incompleto. Sólo en el año 2006 el delito de desaparición forzada fue tipificado en el
Código Penal mediante la Ley Nº 3326153. El Informe del Grupo de Trabajo sobre las
Desapariciones Forzadas o Involuntaria, presentado por el Consejo de Derechos
Humanos de diciembre de 2010, reconoció como importante que países como Bolivia
reconocieran en la Constitución política el derecho inderogable de todas las personas a
no ser objeto de desaparición forzada154.
Sin embargo, en referencia a algunos Estados, incluido Bolivia, señaló que:
“(…) En algunos Estados, la pena prevista por la legislación nacional no parece a
primera vista apropiada para castigar la desaparición forzada como delito
autónomo, aunque en algunos casos se otorgue un margen discrecional
considerable al juez o jurado que han de pronunciar el veredicto, incluida la
posibilidad de apreciar posibles circunstancias agravantes. Más apropiadas son
en general, aunque no siempre, las penas previstas para castigar la desaparición
forzada como crimen de lesa humanidad según la definición del Estatuto de
Roma. Sin embargo, el Grupo de Trabajo considera que, si la desaparición forzada
151
Amnistía Internacional, AU: 26/14 Índice: AMR 18/001/2014, fecha: 10 de febrero de 2014.
Acción de Amparo constitucional presentado por la agrupación de Victimas de la Violencia Política de
Coati y Madidi el 23 de febrero de 2013 ante el Tribunal Departamental de Justicia de La Paz. Petición
No. 673/06, UNAVIPO.
153
Ley No 3326 del 18 de enero de 2006, art. 292 bis. Disponible en:
http://www.ine.gob.bo/indicadoresddhh/archivos/viole/nal/Codigo%20Penal.pdf
154Ver:http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/docs/16session/A.HRC.16.48.Add.3_sp.pdf.
Párr. 7
152
30
es abominable en tanto que crimen de lesa humanidad, también como delito
autónomo reviste extrema gravedad y merece una condena consiguientemente
severa. (…)”155.
Así mismo hacemos un llamado al Estado Boliviano para que adecue su legislación
interna a los estándares internacionales en relación al delito de tortura.
Si bien el Código Penal de Bolivia hace mención al delito de tortura en dos partes156, no
lo establece como un delito autónomo, y las referencias al mismo no se ajustan a la
definición de la Convención contra la Tortura ni a los requisitos establecidos por entes
internacionales157.
En diciembre de 2013 la Asamblea Plurinacional del Estado aprobó una ley para crear
un mecanismo nacional de prevención de la tortura, el Servicio para la Prevención de la
Tortura (SEPRET). Con esto las autoridades aseguran cumplir con lo dispuesto por el
Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Malos Tratos o Penas
Crueles, Inhumanas o Degradantes, ratificado por Bolivia. El 20 de agosto de 2014 se
dictó el Decreto Supremo N° 2082 que reglamenta la ley del SEPRET. Ninguno de estos
dos cuerpos legales se ajusta plenamente a estándares internacionales tornándose
ineficaz para el cumplimiento de sus obligaciones internacionales. Por ejemplo, es
preocupante la falta de independencia al ser un órgano bajo la supervisión del Ministerio
de Justicia.
V. Conclusión
Como se expuso, el presente informe pone en conocimiento de la Comisión
Interamericana los insuficientes avances realizados por Bolivia para cumplir con sus
obligaciones internacionales y garantizar los derechos a la verdad, la justicia y la
reparación a todas las víctimas de graves violaciones durante los regímenes
inconstitucionales y a sus familiares.
En Bolivia hay problemas estructurales y de política institucional que impiden avanzar
en el desarrollo de las investigaciones penales que deriven en el juzgamiento y sanción
de todos los responsables de las violaciones ocurridas entre 1964 y 1982. Si bien ha
habido algunos juicios, se ha sancionado a responsables y algunas investigaciones siguen
abiertas, la impunidad sobre las violaciones a derechos humanos acaecidas durante esos
18 años, continúa socavando la construcción de un estado de derecho.
155Ver:
http://www2.ohchr.org/english/bodies/hrcouncil/docs/16session/A.HRC.16.48.Add.3_sp.pdf, párr. 41.
156 Código Penal, arts. 132 Bis y 295.
157 Amnistía Internacional, nota 37, pág. 26; Comité contra la Tortura, Observaciones finales del Comité
contra la Tortura: Bolivia. 10/05/2001. A/56/44, párr. 95(a) (“El Comité expresa preocupación por (…) La
inadecuada tipificación del delito de tortura en el Código Penal, que no contempla varios de los supuestos
previstos en el artículo 1 de la Convención, y la baja pena asignada al delito, que no parece adecuada a su
gravedad”.); Comité contra la Tortura, nota 4, párr. C(8) (“Preocupa al Comité que, pese a sus anteriores
observaciones finales (A/56/44, párr. 89-98), el Estado parte no haya tipificado todavía el delito de tortura
conforme a lo dispuesto por la Convención”).
31
Pese a que varias de las víctimas fueron reconocidas y calificadas como tal en el proceso
de reparación desarrollado por el Estado, su implementación generó más frustración
que satisfacción. Las formalidades y los obstáculos impuestos por el Estado, contrarios
al derecho internacional de los derechos humanos, da cuenta de la falta de voluntad
efectiva del Estado para reparar a las víctimas.
Los familiares de las personas desaparecidas siguen sin encontrar a sus seres queridos,
puesto que no existe una política eficaz para la búsqueda, localización e identificación
de los restos. Las investigaciones penales por estos hechos tampoco tienen avances
positivos.
No existe voluntad política para la desclasificación y entrega de archivos en poder de las
fuerzas militares, y sin ello es difícil avanzar en el establecimiento de la verdad de los
hechos, y la materialización de la justicia.
Pasados más de 30 años del último régimen militar, en Bolivia tampoco se ha establecido
un mecanismo para el esclarecimiento de la verdad conforme a los estándares
internacionales que permita establecer la verdad de los hechos y avanzar en temas de
justicia y reparación.
En ese contexto, se solicita a la Comisión Interamericana y a sus Relatorías que, en el
marco de su mandato, monitoree la situación que aquí se denuncia e implemente las
medidas necesarias para asegurar el pleno ejercicio de los derechos violados en Bolivia.
Particularmente, para que el Estado avance en la adopción de una política integral de
verdad, justicia y reparación a las víctimas. Específicamente, que la Comisión de
seguimiento a que el Estado:
1. Cree una comisión de la verdad que sea construida y acordada con todas las
organizaciones de víctimas, asegurando que su objeto, conformación, mandato
y ejecución sean concordantes con los estándares internacionales.
2. Ponga a disposición los medios humanos y económicos suficientes para
proseguir en las investigaciones y causas penales abiertas e iniciar los procesos
judiciales que sean necesarios.
3. Asegure un mecanismo y proceso que, de manera sostenida y con fondos
adecuados, trabaje en la búsqueda e identificación de los restos de las víctimas
de desaparición forzada.
4. Garantice la plena apertura de archivos militares a las víctimas y familiares de
víctimas y a los fiscales encargados de investigar las violaciones de derechos
humanos ocurridas entre 1964-1982.
5. Reabra el proceso de calificación de víctimas para permitir una revisión de los
casos conforme a los estándares internacionales, y cree una nueva etapa para
que otras víctimas puedan presentar sus antecedentes sin trabas injustificadas,
asegurando medidas para atender las necesidades de grupos específicos como
mujeres e indígenas.
6. Adopte una política de reparación integral que garantice a las víctimas una
reparación económica proporcional a la magnitud del daño causado; un sistema
de apoyo psicológico y tratamiento médico especial para las víctimas atendiendo
32
las necesidades específicas; y medidas simbólicas de reparación respetando los
deseos de las víctimas y los familiares de las víctimas.
7. Realice a la brevedad las reformas legales necesarias para ajustar la legislación
boliviana a las normas internacionales, como es la tipificación del delito de
tortura. Además, que asegure que el mecanismo de prevención de la tortura
responde a los estándares internacionales y, en particular, que garantice su
independencia e imparcialidad.
Amnistía Internacional, Índice: AMR 18/1291/2015
33
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