40 René Balestra Un amigo del cooperativismo agropecuario Los 50 años de ConInAgro fueron motivo, durante todo el año, de reuniones y encuentros destinados fundamentalmente a revivir las historias vinculadas al cooperativismo agropecuario. Muchas personas y protagonistas de la historia de ConInAgro pasaron por la sede de la entidad y dejaron sus saludos, sus anécdotas y sus emociones. Invitado por ConInAgro estuvo también presente René Balestra, un pensador de nuestro tiempo, convocado inicialmente para analizar el cooperativismo desde una visión filosófica. Pero la reunión, de la que participaron como anfitriones el presidente de ConInAgro, Fernando Gioino, y el representante de nuestra entidad ante el INTA, Ernesto Girardi, se convirtió en un emotivo encuentro de contemporáneos que vale la pena conocer: Ernesto Girardi y Fernando Gioino junto a René Balestra. Ernesto Girardi: Nos visita el Doctor René Balestra, un joven y antiguo amigo, como él suele decir. Y con la presencia también de nuestro presidente Fernando Gioino, vamos a intentar hacer una suerte de recuerdos y reflexiones sobre el coopera tivismo. Como todos sabemos, el Doctor Balestra ha tenido la suerte de tener un padre como Don Luis Lorenzo Balestra que sin título universitario, se ganó el título que 41 supo hacer en la calle, y recorriendo caminos del cooperativismo… Entonces qué mejor que preguntarle a René, a quien tuve la suerte y el privilegio de escucharlo en muchas conferencias hablar de ese padre que sabía transitar caminos, esos caminos de tierra... Entonces René, por qué no nos contás esa historia tan rica y tan linda que vos atesoras en esa memoria tan brillante que tenés. René Balestra: Bueno, mi padre es un ejemplo típico del argentino del siglo XX. El hijo de inmigrantes, autodidacta, que es capaz de educarse a sí mismo y subir, escalar posiciones dentro de la sociedad, desde la chacra de alguien que no se hizo la América. El abuelo de inmigrantes era, en realidad, un buen carpintero, que fue fascinado por la cuestión agrícola. Venía de una Italia pobre y creyó que las setenta y cinco hectáreas de oliva eran una especie de estancia. Entonces, en vez de dedicarse a la carpintería, que le hubiera dado tal vez éxito, se dedicó al campo. Pero no todos tienen la habilidad o la capacidad de ser campesinos. También el chacarero tiene un oficio y mi abuelo no lo tuvo nunca. Así que fue un chacarero no exitoso. En esa chacra no exitosa papá hizo su infancia y sus dos primeros y únicos años de escuela. Alguien le enseñó a leer, a escribir y a hacer las cuentas. Era un italiano que hablaba con dificultad el español. Esa fue toda la edu cación regular, sistemática, que tuvo en el orden educativo. Después se formó solo, y cuando murió era un autodidacta que tenía aproximadamente unos mil ejemplares en su biblioteca particular. Eran descendientes de piamonteses. Él hablaba el piamontés porque en la casa se hablaba el piamontés. Papá después habló también lo que se llamaba el toscano, el idioma realmente italiano, y desde luego el español. En la adolescencia se volvió cooperativista. Añadió a las ideas sociales de la época el socialismo de principios del siglo XX. Era muy socialista papá. Se hizo cooperativista alrededor de los 15, 16 años. El coopera tivismo fue la novia que nunca le permitió casarse, pero que le perfumó su vida para el resto de su existencia. Y en la década del 30 (esto hay que rememorarlo) y en la década del 40, en la provincia de Santa Fe y en la provincia de Córdoba, existía una especia de veta, llamémosle así, de inmi grantes italianos de origen piamontés que estaban localizados en esa zona. Por ejem plo, en la provincia de Santa Fe hay una localidad que se llama Piamonte. Fernando Gioino: Exactamente. René Balestra: Pero esto vale para Sunchales, vale para Ataliva, vale para Brickman. Vale para un montón de locali dades, tanto de la provincia de Santa Fe como para la provincia de Córdoba. Papá era un asegurador que hacía seguros para la cooperativa y para la sociedad anónima La Segunda. Entonces, la gente que estaba formando cooperativas tamberas le pedía 42 colaboración y papá desde ese punto de vista era un colaborador difícil de superar porque daba la mitad de la conferencia en piamontés, la otra mitad en italiano. Y después, cuando se hacía la bagnacauda (comida típica del norte italiano) que era de rigor, que era regada con generoso vino que en aquel momento venía de Italia inclu so en barricas, papá acercaba el acordeón al piano. Así que, como propagandista era un hombre que no necesitaba marketing. Por eso tuvo mucho que ver con los inicios. Cuando se forma SanCor manteca en 1938, el día de la inauguración, con la visita del gobernador de Sunchales, aparece en el menú de ese día. Papá dio una conferencia sobre cooperativismo y también una entre vista radial. Ernesto Girardi: René, vos que has mamado el sistema cooperativista y lo has desarrollado, ¿cómo estás viendo el proceso del coopera tivismo en Argentina hoy a la luz de estos acontecimientos, a la luz de esta economía social que tenemos? René Balestra: Yo diría lo siguiente: el riesgo que corremos es que se pierda el espíritu original. Yo sé que viví consciente en cam biarlo y no puedo oponerme a la transfor mación porque la transformación forma parte de la existencia humana. Lo que no me gustaría es que se perdiera el sentido originario del movimiento cooperativo que es mucho más que una doctrina, que una serie de ideas, elaboradas por doctrinarios, por intelectuales europeos de mucho valor: estoy pensando en los belgas, estoy pen sando en individuos como Charles Guide. Estoy pensando como hombres de Inglaterra, donde originariamente aparece el movimiento cooperativo en la famosa cortada de Rochdale… Es un sentimiento. El cooperativista no es un ingenuo. El cooperativista sabe que tiene que defender en primer lugar su propio bolsillo. La clave del cooperativismo es que yo no puedo defender mi propio bolsillo sin defender a la vez el bolsillo del otro. O sea, la clave no está en una ingenuidad, en una estupidez, en una idea irreal que se sale de los cánones, como significa creer que yo tengo que dar todo por el otro y no preocuparme por mí. El cooperativismo agrupa voluntades que quieren defender su propia chacra, su propia producción. El valor de la grasa butirosa si son tamberos... El valor del trigo, del maíz, de la soja, si son productores agropecuarios… El valor de la carne del novillo si ellos crían ganado. Lo que ocurre es que para el movimiento cooperativo es imposible defender su propio interés si a la misma vez no defiende el interés del otro: esa es la clave. Entonces, ese sentimiento más este otro interés concreto, real, económico, financiero, es lo que ha hecho la grandeza del movimiento cooperativo. Pero para terminar en este círculo de la contestación, mi preocupación es que nosotros somos una empresa. No hay que avergonzarse. Pero no somos solamente una empresa, a ver si nos ponemos de acuerdo. 43 René Balestra. El factor económico es muy importante, es más, me atrevería a decir, el factor económico es el más importante. Hay una discusión dentro de la ciencia jurídica. Yo soy un antiguo profesor de Derecho Público, y en este mismo momento estoy dirigiendo el doctorado postgrado de Ciencia Política en la Universidad de Belgrano. Hay que comprender, por ejemplo: la vida humana tiene que ser algo que tiene que servir a una finalidad que trasciende la vida individual. Si solamente se cierne y se centra sobre mí mismo, quedo manco, quedo incompleto. El otro, el que está a mi lado, no es alguien que me perturba, aunque a veces puede perturbar, sino que me completa ¿y por qué me completa? Me completa porque me trae una visión del mundo que yo nunca tendré. Por eso en el movimiento cooperativo se han juntado el católico, el judío, el ateo, el protestante… Yo podría ejemplificarlo con la Asociación de Cooperativas Argentina. Cuando Perón cae en 1955, la Asociación de Cooperativas Argentinas elige como presidente, muy poco después, a Ernesto Mandel, un reconocido militante justicialista. Cuando Perón vuelve en 1973, es elegido alguien como José Pozo Ventchiaruti. La Asociación de Cooperativas Argentinas, ¿elige a Mandel porque es pero nista o elige a Pozo porque es antipero nista? ¡No! Los elige en función de lo que ellos son. Gioino padre, Balestra padre, nunca hicieron referencia a sus afectos o sus desafectos ideológicos: si iban a misa, si no iban… Tenían algo en común: defender los intereses de uno y de otro. Tenían que defender la familia, la chacra, el hogar, el porvenir. Eso es el sentimiento cooperativo, es un sentimiento además de una ideología. Fernando Gioino: ¿Podemos pedirle después una apreciación en este sentido? Ernesto Girardi: Ese cooperativismo que vos conocés, que describís tan bien, ¿puede adaptarse a este sistema económico tanto nacional como mundial? René Balestra: Sí, sí. La inmensa mayoría de las cooperativas que siguen siéndolo, en algún momento determinado para ciertos y determinados menesteres empresariales se asocian con instituciones que no son cooperativas a los efectos funcionales. Es decir, si nosotros tenemos en claro que esa es una herramienta, que ese es un mecanis - 44 mo, entonces estamos salvados. Ahora, si creemos que esa es la finalidad, estamos equivocados. Porque nosotros lo que no tenemos que hacer es perder el perfume… Fernando Gioino: ¡Qué enseñanza para estos tiempos! René Balestra: A través del tiempo, los perfumes se suelen evaporar… Pero tiene que quedar en el frasco el olor al perfume que lo ocupó. Y yo lo que creo es que nosotros tenemos que adaptarnos y adop tar todos los mecanismos que nos permitan competir… Ahora voy a traer una frase impecable, de un piamontés que fue Don Giácomo Balestra, que nunca aprendió del todo a hablar español. Él decía: ¿qué hacemos con la foto si la novia está en Italia?! ¿Qué quería decir? Quería decir que yo necesito las cosas concretas. Si yo estoy enfrentado a un mundo capitalista, a un mundo competitivo, tengo que competir. La competencia no es una traición. Es una característica del mercado. El movimiento cooperativo es un barco que tiene un desti no que no es el mismo que el del movimien to capitalista. ¿Por qué?, porque no hay que escandalizarse… Porque la naturaleza jurídica del acto cooperativo no es el acto de comercio, porque el acto de comercio tiene como finalidad absolutamente legítima, el lucro. Yo no condeno el lucro, digo que el movimiento cooperativo sustancial y funda mentalmente se forma, se agrupa y persiste en pro del servicio. Y ese servicio es la Fernando Gioino junto a René Balestra. defensa de los intereses económicos de cada uno de sus socios. Parecería lo mismo, pero no lo es porque la naturaleza jurídica del hecho es distinta: la cooperativa es una empresa de servicio. La sociedad anónima capitalista es una empresa de lucro y está bien que así sea. Pero la coopera tiva no se forma como finalidad primordial por el lucro sino por el servicio. Eso es lo que no hay que perder de vista. Fernando Gioino: Estoy de acuerdo con todo lo que dice el Doctor. Asumo la presi dencia de ConInAgro en estos tiempos con todos estos valores que dice el Doctor… Uno ve las demandas de estos tiempos, y cuando hablábamos recién del objetivo cooperativo que es distinto al modelo capi talista... Ya decía el ex Presidente Mario Raiteri: “no somos ni mejores ni peores, somos distintos”. Solemos tener herramientas 45 de trabajo, estamos integrados. Y yo diría en función de su aporte, a veces no somos del todo valorados porque somos distintos. Estamos frente a un ente gremial agropecuario cooperativista, ConInAgro. ¿Qué sugerencia tiene usted para que p e s e a ser distintos podamos tener realmente peso y valor como movimiento agropecuario en el momento político/económico? Con esta idea de una economía sana e ir más allá… Me parece muy bueno esto de apuntar a los resultados. Ganar dinero es importante… Pero mas allá qué pasa con la parte humana, la parte de convivencia social, el vivir solidariamente con los otros... Y creo que su consejo es muy válido en estos 50 años. René Balestra: Si nosotros nos ponemos a observar lo que sucedió con el mundo libre desde el año 1945, que terminó la Segunda Guerra Mundial, hasta la actuali dad, nos vamos a dar cuenta de que en casi todos los países del mundo libre no triunfaron las ideas de la revolución comu nista. En Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Finlandia, Dinamarca, Holanda, Suecia, Noruega, Francia, España, Portugal, Alemania, Italia... Implosionó el comunis mo sin ninguna participación del mundo occidental. Pero ese mundo occidental fue un mundo que tuvo en cuenta el sen tido de la solidaridad. No fue solamente el capitalismo, fue el capitalismo y algo más. Ese plus fue el sentido cooperativo. Ese sen tido cooperativo gravitó profundamente en Italia, en los países nórdicos, en Alemania. Entonces nosotros no tenemos idea de hasta qué punto estamos presentes. Lo que ocurre con el movimiento cooperativo es que nosotros no tenemos muy buena prensa. Nosotros somos, como dijo algu na vez un gran sociólogo argentino que todavía vive y escribió un libro magnífico, que se llamó “Los que mandan”… Fernando Gioino: Se llama Jorge Luis De Imáz. René Balestra: De Imáz dijo que le sor prendía que el movimiento cooperativo, teniendo la importancia y la trascendencia que tenía en la realidad fáctica en la economía del país, no tuviera proporcional mente el peso político que debía tener. Ernesto Girardi: Pero acaso, René, el hecho, que es correcto, de que no tengamos buena prensa, ¿es por la prensa en sí o por nosotros? René Balestra: No. No hay ningún negocio que no sea concurrente. Yo soy un abogado no actuante, pero he enseñado durante 50 años a los abogados, y no hay ningún divorcio… Puede ocurrir que un individuo tiene el veinte por ciento de la culpa y el otro tenga el ochenta o viceversa. Ernesto Girardi: Pero siempre son culpas compartidas. René Balestra: Nadie es inocente. Cuando se produce un divorcio como el que se ha 46 producido es porque los cooperativistas no hemos sabido hacer marketing. Nosotros tenemos que estar en cualquier parte y tenemos que decir la verdad. Y la verdad significa lo siguiente: estamos con el desarrollo económico, estamos con la defensa irrestricta del mercado. Pero no queremos que el Estado tire al arco, quer emos que el Estado sea juez. Si no hay un juez parcial, no hay Estado. Acá tenemos un ejemplo: muchos bancos espurios fueron salvados por un Ministro de Economía. El Hogar Obrero fue dejado caer con menos culpa que muchos bancos que fueron sal vados. No estoy queriendo decir que el Hogar Obrero no haya manejado inade cuadamente sus asuntos financieros. Es probable. Pero fue dejado caer, hubo una intencionalidad. Muchos bancos capitalis tas fueron salvados indebidamente. Pero uno de los primeros bancos cooperativos, como fue el Banco Agrario Argentino cayó. Lo que queremos es un Estado imparcial, que sea juez. Fernando Gioino: René, gracias por estas apreciaciones con motivo de los 50 años de ConInAgro. René Balestra: Todo lo que importa en la vida, desde la cosa más insignificante hasta una mujer, es lo difícil. La República Argentina y el mundo están muy difíciles, ¡por eso valen la pena! Una charla de amigos del cooperativismo agropecuario: Girardi, Gioino y Balestra. 47 Festejo 25 años de ConInAgro El 18 de Julio de 1981 ConInAgro cumplió sus primeros 25 años de vida. La gran familia cooperativa se reunió en una megafiesta realizada en los salones del Automovil Club Argentino. Las historia de nuestra entidad y sus protagonistas estuvieron presentes aquella noche que hoy recordamos, donde todas las federaciones asociadas acompañaron los festejos. Mesa ACA Mesa ACOHOFAR y personal de ConInAgro