Movilidad urbana en Panamá

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MOVILIDAD URBANA EN PANAMÁ
http://especial.prensa.com/movilidad-urbana-panama/
Introducción al especial
Reingeniería en las calles citadinas
Dos años y medio han transcurrido [al momento de la publicación, en agosto de 2012]
desde que se oficializó la puesta en marcha del plan estratégico de movilidad en ciudad de
Panamá. La idea ya se había planteado en el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009),
pero no se concretó. Fue con la llegada de Ricardo Martinelli al poder que el plan comenzó
a tomar forma, dicen sus actuales impulsores. El reto de esta administración (2009-2014)
es cumplir con uno de los "imperdonables" más visibles: mejorar el servicio de transporte
público y, de paso, hacer eficiente la movilidad en la capital.
Este plan incluye la puesta en marcha de un nuevo sistema de transporte –el Metro Bus
que reemplazará a los buses "diablos rojos"– y construir la primera línea del Metro.
Ambos componentes van de la mano del denominado "reordenamiento vial", que consiste
en crear una plataforma vial que permita distribuir con fluidez los casi 600 mil vehículos
que circulan diariamente en la zona centro de la capital, según el Ministerio de Obras
Públicas. Aquí encontrará una radiografía de la situación del transporte, los proyectos que
se adelantan, sus avances y los tiempos de ejecución proyectados. Además, conocerá de
viva voz de los involucrados (autoridades, empresas, transportistas, usuarios) las
implicaciones de hacer cambios radicales en las calles de Panamá y qué experiencias se
han vivido en países vecinos que han hecho esfuerzos similares.
Tabla con información adicional que aparece en la página de inicio del especial
El parque vehicular de Panamá pasó de
314 mil 229 automóviles
en 2001 a cerca de
600 mil vehículos,
en 2012.
La tasa de motorización de Panamá, según la Asociación Latinoamericana de
Distribuidores de Automóviles era de
10.3
para 2010.
En 2007 la antigüedad del parque vehicular era de
9.2 años.
La extensión de la red vial de Panamá para 2011 era de
13 mil 726 kilómetros.
El distrito de Panamá tiene
2,031.2 kilómetros
cuadrados de superficie y solo en la ciudad hay
99.8 kilómetros cuadrados.
En los últimos años han fallecido en accidentes de tránsito en promedio
434 personas por año
y han resultado lesionadas en promedio
10 mil 765.
La mortalidad por accidentes de tránsito para 2010 fue
12.04
por cada
100 mil habitantes.
En 2010, el
48%
de los accidentes fueron causados por vehículos livianos y
37%
por camiones, buses y microbuses.
La Secretaría del Metro ha tramitado más de
$4 millones
en compensación al consorcio -por aumento del costo del concreto- en los dos primeros
trimestres y está tramitando
$8 millones
adicionales.
El proyecto del Metro tiene una partida de contingencia de
$45 millones.
Los
19 trenes,
de
3 vagones
cada uno, deben estar en Panamá en octubre de 2013.
Más de
$850 millones
se han desembolsado por las obras del Metro, incluyendo los pagos de adelantos.
Galería fotográfica
30 fotografías acompañadas de la siguiente historia:
Recuerdos de ‘diablos rojos’
Odio. Así de radical es el sentimiento que inspiran en los panameños los “diablos rojos”,
esos autobuses importados desde Estados Unidos cuando son desechados tras haber
cumplido su trabajo en las rutas escolares.
Los “diablos rojos” se ganaron su apodo por la velocidad a la que eran conducidos por las
calles de la ciudad de Panamá, poniendo en riesgo a los cientos y luego miles de pasajeros
que se desplazaban de un extremo a otro de la capital panameña. Como resultado de eso
muchos tienen a cuestas decenas de heridos y hasta muertos.
Los sentimientos de rechazo de la gente también están relacionados con el trato que sus
conductores dispensaban al usuario: ¡Échense para atrás que caben más! y ¡Súbase por
atrás! son frases que recuerdan los usuarios haber escuchado cuando ya no cabía el
clásico alfiler.
Como toda moneda tiene dos caras, estos diablos panameños también tienen una buena:
la que le ofrecían al turista, que se sorprendía agradablemente con recorrer las calles en
esos buses ingeniosamente decorados –con rostros de artistas locales o extranjeros, con
imágenes de santos a los que les muchas personas profesan gran devoción, con mensajes
a favor o en contra de acciones de los gobiernos de las últimas cinco décadas, y hasta con
personajes de ficción que aparecen una que otra película o serie de televisión-, por poner
unos cuantos ejemplos.
Y no era solo las pinturas exteriores de los buses. En sus mejores momentos esos
autobuses también estaban impecablemente decorados por dentro y no faltaban en el
mostrador del conductor típicos elementos de la cultura local: peluches de todo tipo,
calcomanías sobre figuras de acción, de guerra y algunas que parecían mandadas a hacer,
así como mensajes populares escritos con pincel.
También los identificaban cintas de colores colocadas en las barandas del bus y en la
palanca de cambios, y tapetes esponjosos de colores alegres, así como sus grandes
bocinas de las cuales salía a volumen muy alto música reggae y algo de salsa sensual.
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