Untitled - lelaboratoire

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Boris Viskin
Silla Mirando sus partes
PORTADA:
Silla | 169x125x7 cm | 2011
APUNTES PARA DES-HISTORIAR EL ARTE
ITALA SCHMELZ
Art’s only claim is for art. Art is the definition of art.
Joseph Kosuth
Froto mi Borges de bolsillo: Homenajeo a Bacon, que homenajea a
Van-Gogh, que homenajea a Millet, que homenajea a...
Boris Viskin
El espacio de la representación pictórica o, la representación
pictórica del espacio (la tercera dimensión en el plano), ha sido
una constante reflexiva en la pintura de Boris Viskin; maestro
en la realización de infinitos analíticos, oníricos, irreales. En la
obra de Viskin, los marcos y los bastidores han venido jugando
un papel cada vez más protagónico. Postura posmoderna, la de
revelar los márgenes, con la cual ha creado una nueva metapintura: un barroco laberíntico que, aún así, abre horizontes de
fuga para la mirada, en cualquier superficie y a partir de un poco
de textura plástica.
El trabajo de Boris Viskin aquí presentado, dialoga con las
obras maestras de la pintura, mostrándonos a un pintor que
reflexiona activamente sobre otros pintores. Como si el artista
interviniera las páginas del gran Libro Universal de la Pintura,
donde cada reto formal, cada estilo y temática, van apareciendo
en una evolución sucesiva que los historiadores del arte ubican
cronológicamente, explican geográficamente, o definen por género
(paisaje, retrato, naturaleza muerta, etc.), como una especie de virus
de la imagen, el trabajo de Viskin va atravesando las páginas del
gran libro, avanzando del Renacimiento hasta los ismos del siglo
XX: romanticismo, simbolismo, impresionismo, muralismo, realismo,
hiperrealismo, expresionismo, surrealismo, dadaismo, cubismo,
constructivismo. Recita el relato que comienza con la excitación
por el poder de la mímesis, después transita hacia la subjetivación
de la mirada y finalmente llega la abstracción a la pintura y el
consecuente abandono del lienzo: Arte abstracto, arte pop, arte
minimalista, arte conceptual, arte acción, arte objeto…
Viskin es un artista con un lenguaje maduro. Una larga trayectoria
ha formado su estilo; es así que, con su propia dicción, vuelve sobre
las obras de los grandes pintores de la historia. El artista reelabora
las obras que llaman plásticamente su atención y las trans/forma,
re-presentándolas. Algunas de sus pinturas parten de pegar la postal
de un cuadro famoso sobre el lienzo e ir extendiendo trazos, áreas,
colores. Otras piezas son más bien copias, hechas por su propia
mano, de estilos y motivos de otros pintores. Imitación, homenaje,
retrato, parodia, collage, colección: formas de apropiación en el
arte, puestas en marcha por el operativo pictórico-deconstructivo
de Viskin. De la postal y el catálogo, de las visitas al museo, de la
suma de experiencias frente a las pinturas, la memoria y el ojo se
quedan con fijaciones, fragmentarias o distorsionadas, que actúan al
recomponer la obra en el taller.
El respetable libro de la Historia del Arte “con mayúsculas”, es
trastocado por Viskin; quien toma unas tijeras y hace con gran libertad
un ejercicio de bricolage interminable, con una proliferación de
marcos invadiendo los lienzos, como si el movimiento de la mirada
sobre las obras no pudiera parar de encuadrarse nunca. Fragmentos
de imágenes de otros artistas, han quedado involucrados en la
trama interminable de marcos y recuadros que ensambla Viskin;
en esta exposición, hay por lo menos otra pintura dentro de sus
pinturas.
La pintura se hace en el diálogo con la pintura. Un pintor se forma
imitando, negando, retomando, haciendo guiños o desplantes al
trabajo de otro pintor que admira o al que quiere superar. Mediante
los materiales fragmentarios de los cuadros, Viskin genera analogías
y asociaciones, juego de espejos, en donde la pintura se piensa
desde la pintura. El arte siempre está influido por el arte, ese
soliloquio del arte con el arte, es otro laberinto por el que ahonda
el espectador de su obra.
Pinturas, como homenajes a sus artistas favoritos, cuadros
compuestos del goce por la pintura, re-visitaciones a las obras que
han marcado su propia búsqueda como pintor. El Giotto, artista
de la iluminación mística, aparece en una instalación intervenido
con focos de neón. A la última cena de Leonardo Da Vinci, gran
fresco pintado con conocimientos prodigiosos de composición
perspectiva, ovacionado por la manera en la que los personajes de
la Biblia se instalan sólidamente en el espacio de la representación
virtual, Viskin le deja únicamente la mesa desnuda, sustituyendo a
los personajes y los objetos por sus nombres escritos en el lugar que
han dejado vacío. Respecto a la Mona Lisa, Viskin nos hace pensar
que la Gioconda es la imagen más prostituída del arte y literalmente,
en este díptico, mediante una leve distorsión (que puede ser efecto
del movimiento de las ruedas de bicicleta que hacen de marcos a
la obra), la mujer enigmática se ha vuelto perversa, luce como una
femme fatale, lujuriosa.
Al repetir sobre su lienzo, en mayor escala, el motivo de
círculos blancos sobre fondo negro de Alexander Rodchenko,
reproducido en una postal, Viskin pone en juego una de sus
estrategias favoritas: el cuadro dentro del cuadro en un eco
visual ad infinitum. Representación dentro de la representación,
dentro de la representación. Otro ejemplo divertido es la
continuación del cortinaje verde, que aparece en el retrato de
un noble italiano, realizado por Ángelo Bronzino y que Viskin
continua en su lienzo, haciendo un bucle espacial que une
dos postales repetidas de la misma obra. Integrando espacios
imposibles de cohabitar, da continuidad a los diferentes planos
de la ilusión pictórica. Con la misma lógica funciona el aro que
une meta-pictóricamente, con la forma de un brazalete, las
célebres manos pintadas por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina,
donde hombre y Dios casi se tocan con los dedos.
¿Cómo relacionaría un historiador del arte a Giorgio De Chirico,
Mark Rothko y Francis Bacon? Viskin los une continuando los
trazos estratégicos de su composición espacial, y destacando
coincidencias cromáticas entre las obras. Este tríptico, nos
ofrece tres metafísicas del espacio: El umbral espiritual en
Rothko, el espacio matemático de las pesadillas de Bacon, y el
horizonte surrealista, ensoñado por De Chirico.
Otro ejercicio, consiste en enmarcar la mirada sobre las
obras: El Greco amanerando la representación del paisaje; la
reivindicación post-neo dada romántica del caminante sobre el
mar de nubes, de Caspar David Friedrich…El campo de trigo, de
Vincent van Gogh. También el humor y el sarcasmo aparecen en
estos homenajes, como en la anti-solemne “Paleta de Goya”, con
un juego de dobles sentidos semánticos. Viskin no se aproxima
a las pinturas desde el conocimiento del especialista, el crítico
o el historiador, sus obras no suponen una explicación o un fin
didáctico, todo lo contrario, son un diálogo interno, personal,
constante entre su pintura y La Pintura.
La pieza “Silla mirando sus partes”, que da título a la muestra,
señala Viskin: “tiene esos dos componentes, cual Plasti-loka, que
conforman mis piezas consentidas; Por un lado el de: “chale!, esto
ya lo vi en algún lado” y por el otro el de “ah caray!, esto no lo
había visto antes”. Yo soy esa silla mirando sus partes. Faltarán
varios pintores, escritores y artistas, pero estos Homenajes son
mis partes. O para ser exactos: son Parte de mis Partes. Partes
que como la materia que los conforma, (maderas, cachos de
marcos, fotografías, etc.), intentan desprenderse de su origen para
construir algo nuevo. Por eso la pieza: “Silla mirando sus partes”
tiene tantas partes. Esta hecha no de una silla sino de muchas.”
En más de una obra, Viskin hace referencia a la famosa silla
con la cual Joseph Kosuth polemizó el sentido del arte.
Llevando hasta la tautología al objeto y su definición, Kosuth
desenmascaró al arte de la representación pictórica como una
sucesión de estilos que obedecen al gusto estético. Afirmando
que esto poco tiene de arte, el artista norteamericano transfirió
la responsabilidad analítica de la filosofía al arte conceptual.
Viskin sigue algunos de sus ejercicios al pie de la letra, como
cuando escribe en dorado el nombre de los santos en vez de
pintarlos en el cuadro de La última cena. Por su parte, en la
retórica de la silla, mientras que la silla platónica busca en
el topus uranus su esencia pura, y la de Kosuth encuentra su
definición en el diccionario, ¡En la silla de Viskin, el catálogo de
las partes es mayor que la unidad del todo!
BACON
Francis
RECÁMARA | óleo y collage s. tela | 60 x 50 cm | 2011
Bronzino
Agnolo
la CORTINA VERDE | monotipo y collage s. papel | 70 x 80 cm | 2001
caspar
David Friedrich
Neo post | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
Da Vinci
Leonardo
la Última Cena | óleo s. tela | 87 x 180 cm | 2012
De Chirico,
Bacon, Rothko
Soplaré | encáustica y collage s. madera | 3 x 116 x 73 cm | 2012
Brueghel
Pieter (el Viejo)
Bosque | resina, óleo, encaústica y collage s. madera | 3 x 90 x 60 cm | 2008
Della
Francesca
Piero
el Duque de Urbino | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
Duchamp
Marcel
Desnudo bajando la escalera | monotipo y collage s. papel | 60 x 80 cm | 2002
El Greco
El caballero COn la mano en el pecho | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
El caballero sin la mano en el pecho | óleo s. tela | 45 cm diam | 2004
Giacometti
Alberto
Diego | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
Giotto
La resurrección de la pintura
hierro, neón, tierra y óleo s. madera | instalación | medidas variables | 2007
Gironella,
Picasso,
Matisse, Klee,
Torres García
TROYA | óleo y collage s. madera | 190 x 145 cms | 2011
GOYA
Francisco
La paleta de Goya | monotipo y collage s. papel | 80 x 60 cm | 2002
GUSTON
philip
retrato urbano | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
Klee
paul
Sonrisa | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
Malevich
Kazimir
Blanco consTRUctivista
óleo y collage s. tela s. madera | 200 x 175 cms | 2011
Matisse
henri
La lección de pintura | encáustica y collage s. madera | 116 x 74 cm | 2012
Miguel Ángel
La creación | monotipo y collage s. papel | 60 x 80 cm | 2002
MORANDI
giorgio
MORANDI | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
Orozco
gabriel, josé clemente
Rudo contra Técnico | óleo y collage s. madera | 77 x 67 cm | 2012
Picasso
pablo
Maja | óleo y collage s. madera | 128 x 84 cm | 2011
Posada
José Guadalupe
El niño verde | óleo y collage s. madera | 77 x 67 cm | 2012
Rodchenko
Alexander
Ula Ula | encaustica y collage s. madera | 116 x 74 cm | 2012
ROTHKO
Mark
Requiem | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
TURNER
William
Támesis | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
van gogh
Vincent
Arlès | óleo y collage s. madera | 60 x 50 cm | 2011
Silla
mirando
sus partes
(entre Platón y
Heidegger)
instalación | medidas variables | 2011
Boris Viskin nació en la ciudad de México en 1960 donde vivió su niñez.
Su juventud transcurrió en Israel (Jerusalén, Tel Aviv y Kibutz Galed), y
posteriormente vivió tres años en Florencia, Italia, donde arrancó su
trayectoria pictórica. En 1985 regresa a la Ciudad de México y forma parte por
dos años de los talleres de grabado y litografía de la Academia de San Carlos.
Estos cambios de culturas, paisajes e idiomas quedan plasmados en su
obra, donde ya sea a través de figuras pequeñas devoradas por grandes
espacios, o a través de mezclas de elementos abstractos que se contraponen
a otros figurativos, brota la presencia del ser desarraigado: por un lado
frágil y vulnerable, por otro firme y fuerte ante el aparente sin sentido de
su existencia. Respecto a su obra dice el artista: “Siempre desconfié y me
sentí incomodo con las palabras. Desde muy temprana edad el mundo de las
imágenes fue siempre un espacio más sólido y seguro. Por ende la Pintura, con
todas sus limitantes, ha sido para mi el medio ideal para hilar mis múltiples y
contradictorias personalidades. A ratos me siento un cavernícola intuitivo; a
ratos un artista conceptual.”
Ha expuesto individualmente desde 1984 en México (Ciudad de México,
Monterrey, Guadalajara, Zacatecas), así como en el extranjero: (Los ÁngelesE.U.A, Zurich-Suiza, Buenos Aires-Argentina, Florencia- Italia, Jerusalén- Israel,
La Paz-Bolivia). También ha participado en numerosas exposiciones colectivas
en México y en el extranjero. Ha expuesto en importantes museos nacionales
e internacionales, tales como el Museo del Palacio de las Bellas Artes, Museo
Rufino Tamayo, Museo de Arte Moderno, Museo de la Ciudad (México DF.);
Art Chicago, Museo de Arte Moderno en Bélgica, Centro Recoleta de Buenos
Aires, Petit Palais, Paris, Francia, entre otras ciudades.
BORIS VISKIN | SILLA MIRANDO SUS PARTES
del 17 de abril al 30 de junio 2012
lunes a sábado de 11 a 19 h | previa cita
inauguración: martes 17 de abril, 18 - 22 h
curaduría | Itala Schmelz
diseño | carlos villajuárez
fotografía pág. 2: Diana Peñaloza
fotografía de obra y pág. 62: Raya García
impreso por Litográfica Medici
calle Vicente Suárez 69 int. 2 esq. Cuernavaca | colonia Condesa | México, D.F.
t. (55) 5256 4360 | [email protected] | www.lelaboratoire.com.mx
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