21 fracciones ii, iii, iv - Congreso del Estado de Yucatán

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H. CONGRESO DEL ESTADO:
PRESENTE
El
suscrito,
diputado
integrante
del
Grupo
Parlamentario
del
Partido
Revolucionario Institucional de esta Quincuagésima Octava Legislatura, en ejercicio de
la facultad que me confiere la fracción I del Artículo 35 de la Constitución Política y 95
de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, ambas del Estado de Yucatán, presento la
siguiente Iniciativa para reformar los artículos 15 fracción I; 21 fracciones II, III, IV, V, VI,
VIII y IX, adicionando un último párrafo al mismo artículo; los artículos 220, 221, 222,
adicionando el artículo 222-Bis; todos del Código Penal del Estado de Yucatán y los
artículos 34 adicionándole un tercer párrafo; el 212 fracciones I y II; 213; 219; 248
adicionándole dos párrafos; 255 y 336, todos del Código de Procedimientos en Materia
Penal del Estado, en base a la siguiente:
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS:
El actual marco normativo que regula la justicia penal en el Estado, se encuentra
rebasado por la realidad social y constitucional, que exige respeto irrestricto de los
derechos humanos, por lo cual en aras del principio de seguridad jurídica, el legislador
se encuentra obligado a definir en forma exacta y precisa la configuración del derecho
penal y procesal penal, a fin de constituir un conjunto de normas jurídico-positivas que
protejan los valores imprescindibles para la sociedad, y con ello asegurar
convivencia armónica.
su
De esta manera, me permito presentar esta iniciativa, con base en los principios
que rigen al Derecho Penal: la legalidad, seguridad jurídica, proporcionalidad,
presunción de inocencia, “non bis in idem”, entre otros, en los siguientes términos:
En el Código Penal del Estado, se reforma el artículo 15 fracción I, a fin de
considerar como autores y partícipes del delito a aquéllos que “acuerden” su comisión.
En el artículo 21 del mismo ordenamiento, en lo relativo a sus causas de exclusión, se
incluye ya no sólo al titular del bien jurídico afectado sino “al legitimado legalmente para
ello”, bajo ciertos requisitos, donde se encuentran: la capacidad jurídica para disponer
del bien, y la materialización del consentimiento sea expreso o tácito, definiendo con
precisión las circunstancias bajo las cuales es posible presumir el “consentimiento”.
Se propone suprimir en el artículo 21 en su fracción VI, el requisito actualmente
previsto en la legislación actual, en donde actualmente se considera que “no se realice
con el sólo propósito de perjudicar a otro”, en virtud de que se ha considerado relevante
la realización y consecuencia de la conducta. Igualmente se propone la derogación de
la fracción VII, y se incluye la figura del error invencible en la fracción VIII, respecto de
elementos objetivos que integran la descripción legal del delito de que se trate; o la
ilicitud de la conducta, ya sea porque el sujeto desconozca la existencia de la ley o el
alcance de la misma o porque crea que está justificada su conducta. En cuanto al error
vencible, se propone clasificarla en delito culposo dependiendo las circunstancias en
que se cometa el ilícito penal.
Se aumentaron dos últimos párrafos a dicho precepto, considerando el exceso de
los casos previstos en sus fracciones IV, V y VI, imponiendo la cuarta parte de las
penas o medidas de seguridad correspondientes al delito de que se trate, siempre y
cuando con relación al exceso, no exista otra causa de exclusión del delito,
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resolviéndose las causas de exclusión del delito de oficio, en cualquier estado del
proceso.
La reforma propuesta sobre el incumplimiento de Obligaciones Familiares,
consiste en una reforma estructural al capítulo I del Título Noveno, en la búsqueda por
proteger y defender a la familia procurando la consecución armónica y estable de las
finalidades y objetivos, tradicional y legalmente asignados a la misma institución, de ahí
que éstas reformas son un reflejo de la preocupaciòn que existe porque estos hechos
antijurídicos sean debidamente sancionados.
La reforma al artículo 221 del Código Penal deriva de una corriente garantista, en
donde la protección del interés jurídico es el bienestar de los acreedores, evitando
toda posiblidad de caer en la mendicidad o la indefensión, por lo cual suprime tenga que
acreditarse la eminente necesidad de los titulares del derecho, y en cambio únicamente
atiende a la obligación de los deudores.
En este sentido se ha pronunciado la Suprema Corte de Justicia de la Nación en
Tesis Aislada de los Tribunales Colegiados de Circuito, Número de registro 180618,
Novena época, Fuente Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Septiembre de 2004.
Página 1785.
XX,
Tesis X.3º.34P, la cual se transcribe a
continuación:
INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES DE ASISTENCIA FAMILIAR. PARA SU
DETERMINACIÓN NO DEBE APLICARSE UN CRITERIO DE NATURALEZA CIVIL,
SINO ATENDER AL BIEN JURÍDICO TUTELADO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
TABASCO).
La intención del legislador al incorporar como conducta antijurídica en el Código Penal
el incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar, no es la de dar una
instancia penal al cobro de alimentos, sino la de proteger a los acreedores del
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desamparo de sus progenitores, a fin de que no caigan en la mendicidad o la
indefensión con todos los males que esas situaciones acarrearían a quienes requieren
del cuidado y protección de aquéllos; por ello, la autoridad no debe aplicar un criterio
rigorista de naturaleza civil para determinar el incumplimiento del acusado respecto de
su obligación alimentaria, independientemente de que la autoridad competente en el
ámbito civil no haya determinado el grado de responsabilidad que a cada uno de los
padres
corresponde
en
la
manutención
de
los
hijos.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CIRCUITO. Amparo directo
345/2004. 24 de mayo de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Manuel Bautista
Soto. Secretaria: Violeta González Velueta.
En el artículo 222, se reforma en consideración que a pesar de que el deudor
alimentista incurrió en una acción típica y antijurídica, es posible considerar el
otorgamiento del perdón de la persona legitimada para ello, toda vez que la afectación
del bien jurídico protegido en el delito de incumplimiento de las obligaciones de
asistencia familiar, sólo produce efectos dentro del ámbito familiar y no trastoca el orden
social, pero dicho perdón sólo procederá si se hubiesen pagado todas las cantidades
por concepto de alimentos, buscando no afectar la relación afectiva y el contacto
personal entre hijo y progenitor, si este último llegara a ingresar al Centro de
Readaptación Social.
Sin embargo, si en
la omisión en el cumplimiento de las obligaciones
alimentarías, ocurriere por una resolución judicial, las sanciones se incrementarán en
una mitad.
Otra agravante, es la establecida en el artículo 222, mediante el cual el deudor
alimentista con la intención de evitar el pago de la pensión alimenticia que tiene la
obligación de cubrir, se hace insolvente; esta reforma se introduce a razón que esta
conducta reviste de mayor relevancia penal, por la puesta en peligro del bien jurídico
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protegido, como lo es la subsistencia del acreedor alimentista, que en la mayoría de los
casos se trata de los hijos menores de edad.
Por su parte el artículo 222 bis, introduce un nuevo tipo para los casos en los que
el juez, para conocer la situación económica del deudor alimentista, solicite al patrón le
proporcione ésta información, pero dicho patrón se abstenga de informar, informe con
falsedad sobre los ingresos de éste o cumpla con esta obligación fuera del tiempo, por
ello se le sancionará penalmente.
Consideramos pertinente manifestar, siendo estos aspectos de todos conocido,
que este tipo de conductas se vienen dando desde hace tiempo en nuestra sociedad, lo
que impide a la autoridad jurisdiccional tener pleno conocimiento de la situación
económica del acreedor alimentista en perjuicio de sus acreedores.
En cuanto a las reformas al Código de Procedimientos en materia Penal del
Estado de Yucatán, cabe destacar el relativo a la tutela judicial efectiva, lo cual se
contempla para los casos específicos de la intervención en el proceso penal de las
personas maya hablantes, las cuales carecen de conocimientos o la comprensión de
otra lengua que no sea la suya; por lo cual en virtud del derecho a una tutela judicial
efectiva, el Estado se encarga de proporcionar un intérprete o traductor que los asista
durante el desarrollo de los procesos y les permita entender y comprender, en su caso,
de que se le acusa, quien le acusa, los alcances de la sentencia que se les imponga o
la absolución, haciendo realidad el acceso a la justicia en el Estado. Se propone que
este servicio se materialice a través de la Procuraduría General de Justicia del Estado
hasta el momento que sea puesto a disposición del Juzgado, y con posterioridad por la
Defensoría de Oficio.
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Con lo anterior, se da cumplimiento a lo establecido en los artículos 9.2, 14.3.f)
del Pacto de Nueva York o Pacto Internacional de los derechos Civiles y Políticos y el
artículo 12 del Convenio 169 de la OIT; siendo éste último, el que de manera más
precisa, establece tal obligación para los Estados-Nación,
cuando se trata de los
personas pertenecientes a pueblos indígenas y tribales.
Por lo que respecta a la prueba de confesión, se propone sea considerada
únicamente como un indicio importante de prueba, por lo cual será necesario matizar
legalmente ciertos aspectos que permitan ajustarla plenamente en nuestro derecho,
evitando con ello tintes que lo caracterizan de inquisitorio.
Aunado a ello, es de
recordar que nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece
como un derecho de toda persona sujeta a proceso, el no declarar contra uno mismo.
Con base a ello, se proponen reformas que clarifican las disposiciones
establecidas en los artículos 212 y 213, para que las características de la confesión del
inculpado se constituyan en pruebas válidas. Es el caso de la fracción I del artìculo
212, mediante la cual se establece, para el caso de que el imputado manifieste su
culpa, la autoridad jurisdiccional con base a dicha confesión incriminatoria sólo podrá
condenar al imputado, si existen además constancia de otras pruebas en el expediente
de que se trate. Por lo tanto el juez, para conocer la verdad de los hechos tipificados
como delitos, necesita de la concurrencia de otros elementos probatorios.
En la fracción II del artículo 212 se reforma la edad mínima de 16 a 18 años, para
que un imputado pueda, si así lo desea, realizar la confesión. Esto es a razón de la
creación de la Ley de Justicia de Adolescentes en el Estado de Yucatán, mediante la
cual establece al Código de Procedimientos en materia Penal, como supletorio para
este procedimiento penal especial, siendo que esa Ley introduce que las personas
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menores de 18 años y mayores de 12 años al estar sujetos a un procedimiento por su
probable responsabilidad en la comisión de hechos antisociales, puedan emitir su
confesión, lo contrario supondría una contradicción de disposiciones, pues tales
menores de edad no tendrían un cause procesal para realizarlo, en el sentido que el
Código de Procedimientos Penales no facultaría a la autoridad a realizar dicha prueba.
En este sentido, también se reforma el artículo 213, en donde se establece que
no será posible la consignación de un expediente por parte del Ministerio Público
cuando exista como única prueba la confesión asilada. El mismo valor probatorio
tendrán las diligencias practicadas por Agentes de la Policía Judicial; es decir, que para
tener el valor de indicio será necesario se completen con otras diligencias de prueba
que practique el Ministerio Público. Esta reforma deja claro que las confesiones
realizadas ante una autoridad distinta a la jurisdiccional, no tienen valor probatorio
alguno.
Esta exigencia se relaciona con el también reformado artículo 219, en el sentido
de establecer como obligación para el juzgador y la autoridad ministerial, en el ámbito
de sus respectivas competencias, poder consignar o dictar sentencia, deben tomar
como base la naturaleza de los hechos, la prueba de ellos y el enlace lógico y natural,
para allegarse a la verdad conocida y la que se busca, apreciando en conciencia el
valor de los indicios hasta el punto de considerar en su conjunto la prueba plena,
circunstancia que no puede lograrse si la confesión continuara siendo la reina de las
pruebas (probatio probantissima).
Entre otros aspectos que se deben probar, se encuentra la definición del cuerpo
del delito, constituyéndose además
de los elementos previstos
por los elementos
normativos subjetivos requeridos por el tipo y la probable responsabilidad con la
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existencia de datos que indiquen que una persona puede ser la que se llevó a cabo el
evento
penalmente relevante. Esta distinción explica el contenido de la reforma
realizada en el artículo 255.
Por otro lado, la realización de ciertas diligencias de investigación exige en
ocasiones invadir la esfera de los derechos fundamentales de primer orden, como es la
libertad; en consecuencia, es necesario se lleven a cabo
bajo los principios de
legalidad, legitimidad, seguridad jurídica, evitando cualquier vulneración innecesaria a
sus garantías individuales.
Este es el caso de la figura contemplada en el artículo 248 del Código de
Procedimientos en materia Penal, consistente en el arraigo de la persona en contra de
quien se prepare el ejercicio de la acción penal, el cual queda clarificado en la presente
propuesta, considerando que para ser procedente deberá tratarse de un delito grave
contemplado en el artìculo 13 del Código Penal del Estado.
Asimismo, se establece una distinción entre la prohibición de abandonar una
demarcación geográfica y el arriago domiciliario sin autorización judicial, únicamente por
el tiempo estrictamente necesario sin exceder de 30 y 60 días naturales,
respectivamente.
Cabe señalar que la reforma antes
mencionada,
es consecuencua de la
exigencia de la propia seguridad de la sociedad, en perjuicio de uno o más individuos a
quienes pudieran afectar dichas limitaciones
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Por último, en el artículo 336 se propone declarar cerrada la instrucción sino
existiere prueba alguna por desahogar en la causa, ni recurso pendiente, siendo el
secretario del Juzgado quien dará constancia de ello; en caso contrario, se
desahogarán las pruebas pendientes y se suspenderá el proceso hasta la resolución
del recurso, en su caso.
De esta manera, con la presente iniciativa me permito contribuir a la reforma que
se inicia al Código Penal y Procedimientos Penales ambos del Estado, para realizar una
revisión completa y adecuarlo a los avances que se han dado en nuestra sociedad,
armonizando y homologando
a la legislación nacional
y los tratados y convenios
internacionales que han sido firmados y ratificados por México, para brindar la mayor
protección posible a los habitantes de nuestro Estado.
Por todo lo anterior y con fundamento en los artículos 35 fracción I de la
Constitución Política del Estado de Yucatán, 95 y 96 de la Ley Orgánica del Poder
Legislativo, someto a consideración de esta Soberanía, el siguiente proyecto de:
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D E C R E T O:
ARTÍCULO PRIMERO.- Se reforman los artículos 15 fracción I; 21 fracciones II, III, IV,
V, VI, VIII y IX, adicionando un último párrafo al mismo artículo; se reforma el artículo
220, 221, 222 y se adiciona el artículo 222-Bis; todos del Código Penal del Estado de
Yucatán, para quedar como siguen:
Artículo 15.- …
I.- Los que lo acuerden, preparen o ejecuten;
II.- a VII.- …
Artículo 21.- …
I.- …
II.- Falte alguno de los elementos que integran la descripción legal del delito de que se
trate;
III.- Se actúe con el consentimiento del titular del bien jurídico afectado, o del legitimado
legalmente para otorgarlo, siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos:
a).- Que se trate de un bien jurídico disponible;
b).- Que el titular del bien jurídico, o quien esté legitimado para consentir, tenga la
capacidad jurídica para disponer libremente del bien; y
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c).-
Que el consentimiento sea expreso o tácito y no medie algún vicio del
consentimiento.
Se presume que hay consentimiento, cuando el hecho se realiza en circunstancias tales
que permitan suponer fundadamente que, de haberse consultado al titular del bien o a
quien esté legitimado para consentir, éstos hubiesen otorgado el consentimiento.
IV.- Se repela una agresión real, actual o inminente y sin derecho, en defensa de bienes
jurídicos propios o ajenos, siempre que exista necesidad de la defensa empleada y no
medie provocación dolosa suficiente e inmediata por parte del agredido o de la persona
a que se defiende.
Se presume que existe legítima defensa, salvo prueba en contrario, cuando se cause un
daño a quien por cualquier medio trate de penetrar o penetre, sin derecho, al lugar en
que habite de forma temporal o permanente el que se defiende, al de su familia o al de
cualquier persona respecto de la que el agente tenga la obligación de defender, a sus
dependencias o al sitio donde se encuentren bienes propios o ajenos respecto de los
que exista la misma obligación. Igual presunción existirá cuando el daño se cause a un
intruso al momento de sorprenderlo en alguno de los lugares antes citados en
circunstancias tales que revelen la posibilidad de una agresión.
V.- Se obre por la necesidad de salvaguardar un bien jurídico propio o ajeno, de un
peligro real, actual o inminente, no ocasionado dolosamente por el sujeto activo,
lesionando otro bien de menor o igual valor que el salvaguardado, siempre que el
peligro no sea evitable por otros medios y el sujeto activo no tuviere el deber jurídico de
afrontarlo.
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VI.- La acción o la omisión se realice en cumplimiento de un deber jurídico o en ejercicio
de un derecho, siempre que exista necesidad racional de la conducta empleada para
cumplirlo o ejercerlo;
VII.-…
VIII.- Se realice la acción o la omisión bajo un error invencible, respecto de:
a).- Alguno de los elementos objetivos que integran la descripción legal del delito
de que se trate; o
b).- La ilicitud de la conducta, ya sea porque el sujeto desconozca la existencia de
la ley o el alcance de la misma o porque crea que está justificada su conducta.
En caso de que sea vencible el error a que se refiere el inciso a), fracción VIII de este
artículo, la penalidad será la del delito culposo, si el hecho de que se trata admite dicha
forma de realización.
Si el error vencible es el previsto en el inciso b) de la misma fracción, la penalidad será
de una tercera parte del delito que se trate.
IX.- En atención a las circunstancias que concurren en la realización de una conducta
ilícita, no sea racionalmente exigible al sujeto una conducta diversa a la que realizó, en
virtud de no haberse podido conducir conforme a derecho.
X.- ...
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Al que incurra en exceso, en los casos previstos en las fracciones IV, V y VI de este
artículo, se le impondrá la cuarta parte de las penas o medidas de seguridad,
correspondientes al delito de que se trate, siempre y cuando con relación al exceso, no
exista otra causa de exclusión del delito.
Las causas de exclusión del delito se resolverán de oficio, en cualquier estado del
proceso.
Artículo 220.- A quien sin motivo justificado dejare de cumplir el deber de asistencia
respecto de sus ascendientes, hijos o cónyuge, se le aplicará sanción de uno a cuatro
años de prisión y de veinte a doscientos días-multa, privación de los derechos de familia
y pago como reparación del daño, de las cantidades no ministradas oportunamente por
el acusado, desde la fecha en que dejó de cumplir el deber de proporcionar los
alimentos, hasta la sentencia condenatoria. Quedan comprendidos en esta disposición
como sujetos pasivos el concubinario y la concubina. Cuando el inculpado incurriese
nuevamente en el mismo delito, la prisión será de tres a seis años.
Artículo 221.- ...
Cuando el incumplimiento se refiera únicamente a los hijos o exista imposibilidad
cuando proceda, el Ministerio Público promoverá la designación de un tutor especial o
representante para las víctimas del delito ante la autoridad judicial, que tendrá
facultades para designarlos. Se declarará extinguida la acción penal oyéndose
previamente al tutor o representante, cuando el procesado hubiese cubierto el importe
de los alimentos vencidos.
Para el caso de que la persona legitimada para ello otorgue el perdón, sólo procederá si
el indiciado, procesado o sentenciado paga todas las cantidades que hubiere dejado de
proporcionar por concepto de alimentos.
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Si la omisión en el cumplimiento de las obligaciones alimentarías, ocurre en
incumplimiento de una resolución judicial, las sanciones se incrementarán en una mitad.
Artículo 222.- Al que renuncie a su empleo o solicite licencia sin goce de sueldo y sea
éste el único medio de obtener ingresos o se coloque en estado de insolvencia, con el
objeto de eludir el cumplimiento de las obligaciones alimentarias que la ley determina,
se le impondrá pena de prisión de uno a seis, pérdida de los derechos de familia y
pago, como reparación del daño, de las cantidades no suministradas oportunamente.
Artículo 222 Bis.- Se impondrá pena de seis meses a cuatro años de prisión o hasta
doscientos días multa a aquéllas personas que obligadas a informar acerca de los
ingresos de quienes deban cumplir con todas las obligaciones señaladas en los
artículos anteriores, incumplan con la orden judicial de hacerlo o haciéndolo no lo hagan
dentro del término ordenado por el Juez u omitan realizar de inmediato el descuento
ordenado.
ARTÍCULO SEGUNDO.- Se reforman los artículos 34 adicionándole un tercer párrafo;
el 212 fracciones I y II; 213; 219; 248 adicionándole dos párrafos; 255 y 336, todos del
Código de Procedimientos en Materia Penal del Estado, para quedar como siguen:
Artículo 34.- …
…
Cuando el inculpado fuere indígena el servicio de traducción será prestado de manera
oportuna, competente y gratuita por la Procuraduría General de Justicia hasta que sea
puesto a disposición del juzgado y con posterioridad por la defensoría de oficio.
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Artículo 212.- …
I.- Que esté plenamente comprobado por otros medios de prueba su dicho.
II.- Que se haga por persona no menor de 18 años, en su contra, con pleno
conocimiento y sin coacción ni violencia de ninguna clase.
III.- a V.- …
…
Artículo 213. No podrá consignarse expediente de averiguación previa alguna, si existe
como única prueba la confesión aislada del indiciado. La Policía Judicial podrá rendir
informes pero no obtener confesiones; si lo hace, éstas carecerán de todo valor
probatorio.
Las diligencias practicadas por Agentes de la Policía Judicial, tendrán valor de indicio
siempre que se complementen con otras diligencias de prueba que practique el
Ministerio Público, para atenderse en el acto de la consignación, pero en ningún caso
se podrán tomar como confesión lo asentado en aquéllas.
Artículo 219. El Ministerio Público, los Jueces y Tribunales, según la naturaleza de los
hechos, la prueba de ellos y el enlace lógico y natural, más o menos necesario que
exista entre la verdad conocida y la que se busca, apreciarán en conciencia el valor de
los indicios hasta el punto de considerar su conjunto como prueba plena.
Artículo 248. El Ministerio Público para solicitar al Órgano Jurisdiccional el arraigo de la
persona en contra de quien se prepare el ejercicio de la acción penal por delito grave,
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tomará en cuenta las características del hecho imputado y las circunstancias personales
de aquél, acreditará que existe riesgo fundado de que se sustraiga a la acción de la
justicia y fundará y motivará su petición. La Autoridad Judicial, oyendo al indiciado,
resolverá el arraigo con vigilancia de la Autoridad.
Corresponderá al Ministerio Público y a sus auxiliares vigilar que el mandato de la
autoridad judicial sea debidamente cumplido.
El arraigo puede consistir en la prohibición de abandonar el domicilio o imponer la
prohibición de abandonar una demarcación geográfica sin autorización judicial, dirigida
a la persona en contra de quien se prepare el ejercicio de la acción penal.
El arraigo domiciliario o la prohibición de abandonar una demarcación geográfica se
prolongarán por el tiempo estrictamente indispensable, no debiendo exceder de treinta
días naturales, en el caso del arraigo, y de sesenta días naturales, el de la prohibición
de abandonar una demarcación geográfica.
Artículo 255.- …
Por cuerpo del delito se entiende el conjunto de elementos objetivos o externos que
constituyen la materialidad del hecho que la ley señale como delito, así como los
elementos normativos y subjetivos requeridos por el tipo, y se tendrán por comprobados
cuando se justifique la existencia de esos elementos por cualquier medio de prueba
siempre que no sea de los prohibidos por la ley.
…
Se entiende por probable responsabilidad, la existencia de datos que indiquen que una
persona puede ser la que llevó a cabo un evento penalmente relevante, y se tendrá por
acreditada cuando, de los medios probatorios existentes, se deduzca su participación
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en el delito, y no exista acreditada a favor del indiciado alguna causa de justificación del
delito o alguna excluyente de culpabilidad.
Artículo 336. Transcurridos o renunciados los plazos a que se refiere el artículo 334 de
este Código, si no existe prueba alguna por desahogar en la causa ni recurso alguno
pendiente por resolver, el secretario del juzgado dará constancia de ello y el Juez de
oficio, declarará cerrada la instrucción y mandará poner la causa a la vista del Ministerio
Público para que en el término de tres días formule sus conclusiones. En caso contrario,
se desahogarán las pruebas pendientes o se suspenderá el procesa hasta que el
recurso se resuelva. Si el expediente excediere de 200 fojas, por cada 25 de exceso o
fracción, se aumentará un día al término señalado, sin que nunca sea mayor de 30 días
hábiles.
…
T R A N S I T O R I O:
ARTICULO UNICO.- Este Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación
en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán.
PROTESTO LO NECESARIO EN LA CIUDAD DE MÉRIDA, YUCATÁN, A LOS
TREINTA DÍAS DEL MES DE AGOSTO DE 2007.
Atentamente
Mérida, Yucatán a 30 de Agosto de 2007
DIP. LIC. GASPAR ARMANDO QUINTAL PARRA
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