aa NOTA DE PRENSA Federación de Atletismo de la Región de Murcia ADRIÁN BONACHE ● MURCIA, 26 DE MARZO DE 2014 Florencio Martínez, a por un nuevo éxito mundial El atleta del C.A. Murcia Tovarsport se estrena este jueves en el VI Campeonato del Mundo de Veteranos, pero su trayectoria en citas internacionales ya es enormemente amplia A Florencio Martínez (Archena, 1958) le faltan horas. Mucho más en una semana como ésta, en la que ha de responder a su trabajo, a su familia, a la planificación semanal de sus atletas... Y también a planificar un viaje que ya le sitúa en Budapest (Hungría), donde a partir de este jueves inicia su participación en el VI Campeonato del Mundo de Veteranos en Pista Cubierta. El atleta del C.A. Murcia Tovarsport será de la partida en la prueba de triple salto y el viernes disputará la longitud, en unas condiciones que según él mismo distan de ser las mejores. Eso sí, nadie le quitará los ya logrados éxitos internacionales, ni la condición de ser el primer atleta murciano que logró un metal en un Mundial de Veteranos, más concretamente el bronce en Puerto Rico 2003. La amplia trayectoria de Florencio, con 38 años como atleta federado a sus espaldas, le ha llevado por clubes como el Jairis, Cordillera, Molinense, CAMU, C.A. Alhama y, en último término, un C.A. Murcia cuyos colores sigue defendiendo. Hasta aquí, una vida ligada al atletismo de manera literal, desde unos inicios en los que debía construirse sus propias instalaciones para el entrenamiento -creó un foso de longitud en el patio del Instituto Vicente Medina, conformaba vallas a base de ladrillos y cañas...-. 'Instalaciones' que no le impidieron brillar en su primera competición, un Campeonato Escolar donde ganó en longitud y, poco después, saltó 6.10 m. en un control celebrado en la Base Aérea de Alcantarilla, obteniendo la mejor marca del año. Sería este éxito el motivante de su fichaje por el Jairis, conjunto alcantarillero con el que iniciaría su carrera como atleta federado. Florencio compaginaba sus entrenamientos con el trabajo, sin cejar en el empeño de seguir mejorando. En 1979 se incorporaría al servicio militar, habiendo de trasladarse a Figueras (Gerona). Meses después fue trasladado a Barcelona, y allí aprovechaba las horas libres de la tarde para entrenar en el Estadio Joan Serrahima, en Montjuic, coincidiendo con atletas de la talla de José Luis González, Javier Moracho, Carlos Sala, Abascal, Oriol, Amanda Naval... A las órdenes de Hans Ruff. Quiso permanecer en Barcelona cumplido el periodo militar, a sabiendas de que difícilmente encontraría un lugar mejor para continuar su progresión. Sin embargo, el grado de tranquilidad necesario en un atleta no se lo otorgaba la ciudad condal, tampoco su estresante trabajo en un restaurante. Florencio se marcha a Ibiza y allí no compite, pero sigue entrenando y colabora enormemente en el crecimiento del deporte en la isla, hasta regresar a su tierra en 1983. Pero no por mucho. Gran Canaria fue su siguiente parada, continuando su preparación y coincidiendo en una concentración en Lanzarote con la Selección Española de Saltos y Combinadas, así como una Selección Inglesa que contaba con el campeón olímpico en decathlon, un Daley Thompson poco accesible a los medios, pero sí a un joven que era de los pocos en atreverse a pedirle una foto junto a él antes de proclamarse nuevamente campeón olímpico en Los Ángeles 84. La segunda mitad de los 80 la viviría ya en Archena, figurando como uno de los más destacados atletas regionales en longitud. No satisfecho con ello, a partir de 1989 se marca como reto el paso al decathlon, iniciándose con 32 años en disciplinas como la pértiga, los lanzamientos o la resistencia. El esfuerzo, una vez más, se vio recompensado con éxitos regionales y nacionales, y especialmente el recuerdo de una etapa que se extendió durante sus últimos años como atleta Senior, hasta 1992, teniendo como lugar de entrenamiento Alhama de Murcia y como compañeros un elitista grupo de atletas comandados por un tal Antonio Peñalver. A partir de ese año, Florencio iniciaba su etapa como atleta veterano. Difícil imaginar por entonces los éxitos que dicho periodo le depararía, y está por depararle. Hasta el momento, nada menos que 40 medallas en campeonatos nacionales desde ese primer campeonato en 1993, celebrado en Burgos y donde se hizo con el oro en disco y el bronce en longitud, hasta el oro obtenido en la prueba de triple salto hace unas semanas, en el Nacional de Pista Cubierta celebrado en Zaragoza. Fue en 1998, el mismo año en que recibió el premio a mejor deportista de Archena, cuando inició su palmarés internacional, contando hasta nuestros días más de una veintenta de participaciones defendiendo los intereses de España, desde Campeonatos de Europa y del Mundo -en pista cubierta y al aire libre-, así como en los Juegos Europeos y Mundiales Máster. Florencio obtendría una plata en triple durante esos I Juegos Europeos celebrados en Malmö (Suecia) en 2008, y el pasado 2013, en los Juegos Mundiales de Turín (Italia), se hacía con el bronce en la misma prueba, sumando dichos metales al mencionado en Puerto Rico. “He llegado mermado en mis condiciones pero está claro que lo daré todo, porque represento a mi país y porque vengo muy emocionado. Nunca antes había recibido tantas muestras de ánimo y cariño antes de un campeonato”, afirma Florencio ya desde Budapest. Son las palabras de un atleta en toda su expresión, de alguien que vive en cuerpo y alma este deporte, tal y como refleja no sólo su trayectoria como practicante, sino también y especialmente como entrenador -no en vano, permanece vigente su mención como mejor entrenador de promoción en la II Gala del Atletismo Murciano-. Como principal impulsor del C.D. Eutyches, en Archena, cuna de grandes promesas de nuestro atletismo -que ya son realidad- como Elena Ruiz, Mª Del Mar López-Navarro y Araceli Rojo. “Para mí todos han sido y son grandes atletas y me siento tremendamente orgulloso de este grupo humano, que además de tener grandes condiciones como deportistas, como personas son aún mejores. Esto es al final lo que importa. Siempre me han demostrado espíritu de sacrificio, esfuerzo, constancia, superación, respeto al prójimo... Valores tan necesarios para la formación integral de la persona, y que nos proporciona el atletismo. Una escuela de vida que nos enseña a levantarnos más fuertes después de una caída, a tener más paciencia para obtener nuestra recompensa”. Eso dice Florencio sobre sus pupilos. Seguro que buena parte de sus valores, y de su asimilación, se deben a él.