revista ilustrada. Año 41, n. 977 [ie 979] - Gobierno

Año XLI
Pamplona 24 de diciembre de 1935
Núm. 077
:
^ i:
-
ÓRGANO
-
DE LA 'BIBLIOTECA CATÓLICO PROPAGANDISTA,
no hay otra fecha como ésta
en toda la historia del género humano! Los
siglos que la precedieron vivieron de su expectación; los que la siguen, viven de su luz
y bienhechora influencia. Más fácilmente se borrarán de
la haz de la tierra los más sólidos monumentos que en
ella alzo la mano del hombre, que de la memoria del humano linaje este imperecedero recuerdo. Todos los demás sucesos históricos tienen algo de accidental: puede
arrancarse del gran libro cualquiera de sus páginas más
importantes, sin que se
descomponga el resto:
este solo hecho es tan
profundamente humano, a pesar de su carácter esencialmente sobrenatural y divino,
que sin él carecieran
de explicación todos
los demás que forman
el vasto tejido de la historia del mundo.
ECIDIDAMENTE,
El Niño nacido en
Belén ha hecho más
hazañas que todos los
conquistadores, y las
ha hecho más duraderas; ha tenido más discípulos que todos los
filósofos de todas las academias; ha influido más en las
costumbres públicas y marcha social que todos los legislado; es; ha pedido y recabado del hombre más costosos
sacrificios que el más idolatrado de los soberanos. En su
obsequio y servicio se han dado y se dan espontáneamente más vidas que por ningún otro; su inmortal bandera cuenta agrupados en torno de sí más denodados
ADMINISTRACIÓN, ESTAFETA, 31
DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 21, 2.» fcq
atletas que tuvo jamás el héroe de mayor prestigio y fama; por dejarla plantada y triunfante en todos los confines del mundo conocido, se da y se prodiga la sangre
más generosa con sin igual abnegación.
Alejandro, César, Atila, Tamerlán, Napoleón, éstos y
otros colosos de la fuerza y del ingenio militar, que llenan con su nombre su época respectiva y con su fama
todas las épocas, resultan obscurecidos y eclipsados ante
el nombre y la fama de este Niño singular. Ni amigos ya
ni enemigos tienen aquellas ilustres momias históricas;
nadie, en pro ni en contra de ellas, aventura una hora de
sosiego ni cinco céntimos; sus vidas son meras tesis académicas o curiosidades eruditas, y de ahí no pasan. Lo
que se refiere, empero,
a este Niño, es todavía
vivo y palpitante y de
interés actual, como las
cosas más frescas y recientes: le aman unos
con afán, como a su
mejor amigo; le odian
otros Ferozmente, como a su más enconado
adversario; defiéndenle
aquéllos con el tesón y
ardimiento con que se
defienden las causas
más nobles; atácanle
éstos con el furor y saña que inspiran las pasiones más encarnizadas. Todo lo tiene en
torno de sí este Niño maravilloso; todo, menos el desprecio y el olvido. El que se llame y aun se crea tal vez
indiferente para con Él, se equivoca o nos engaña. Si se
sondea con buena sonda su corazón, no se tardará en
comprender y en convencerle de que, si no le ama, de
veras le aborrece.
.. •
v • c'.'•
Luego este Niño es Hijo de Dios.
". "
Lt
370
LA
AVALANCHA
A la vocinglera impiedad que eso niega, nos atreveríamos a darle por su bien un desinteresado consejo. Pues
no cree, o dice no creer, en la divinidad de este Niño,
deje de ocuparse en Él; mírele como una de tantas antiguallas a que no da la humanidad importancia alguna;
relegúele a la categoría de curiosidad arqueológica o bibliográfica, buena tan solo para un archivo o un museo;
olvídele, si puede, y no nos hable ni escriba más de Él.
Pues ¿no ve la muy corta de vista, que con tanto aborrecerle y denostarle y traerle todo el día entre ceja y
ceja, le está expidiendo al amantísimo Rey de nuestras
almas el más imparcial y menos sospechoso certificado
de auténtica Divinidad?
Nosotros, entre tanto, dichosos con nuestra fe y gozosos con poder otra vez proclamarla y celebrarla, seguiremos festejando al recién nacido de hace más de 20 siglos, que por tan raro fenómeno resulta contemporáneo
de todos ellos, y dándonos por tal motivo cada año mutuos parabienes y felicitaciones.
Como siempre se las manda una vez más, alegres y
regocijadas y profundamente cristianas, a todos sus constantes lectores, LA AVALANCHA. Gócenlas acá estas Pascuas, como cumple a buenos amigos del divino Niño de
Belén, y prepárense a celebrarlas después, tan dichosas
como sólo Él puede darlas, en su eterna compañía.
FABRICA DE MENTIRAS
ABÉIS cuál es? la prensa furibundamente anticlerical, cuando habla de la religión, de curas, frailes y monjas: Por lo que hace a
la conciencia y responsabilidad
j tremenda que se contrae, espar\ ciendo injurias y calumnias, eso
la tiene sin cuidado, puesto que
desprecia los dictados de aquélla;
y con respecto a los tribunales
de justicia que podían cargar la
mano sobre el calumniador, se
pone a salvo; no pocas veces, inventando nombres y apellidos, y
"*r—' poniendo por teatro de acontecimientos escabrosos algún pueblo que no solo no está en
el mapa, pero ni siquiera en toda la redondez de la tierra.
De esia suerte, ellos, los calumniadores, no caen bajo
el imperio de la justicia, y los lectores se tragan esas bolas, como el incauto pez el anzuelo, creyendo que efectivamente existen esos curas malos y esos pueblos y villas, comentando en consecuencia acremente tales noticias, y confirmándose cada vez más en la creencia de que
todos esos hombres ensotanados o con hábito religioso
son unos bribones de marca mayor, y la religión que enseñan, una de tantas monsergas o leyendas.
Un gran "bulo»
El erudito jesuíta P. Sebastián, en sus nunca bien ponderados cominos—tres libritos primorosos, que valen
más que las relumbrantes peluconas—relata uno de estos casos fantásticos de mucho bulto.
Resulta, pues, que hace algún tiempo corrió por los
periódicos más zurdos y torcidos, que en un convento de
Valladolid una niña habló de escándalos sucedidos en él;
que las monjas, al saberlo, la ahorcaron; que el padre de
la niña vino al convento y lo registró, y hallando a su
hija muerta, la emprendió a tiros con las monjas, matando a cuatro. Que la noticia la dio un periódico del Norte;
que el Gobierno le multó y suspendió por tres días; que
merced a la censura, no se podía hablar de esto... adornado con otras exageraciones. Este esperpento lo comunicó la Agencia Havas a los periódicos.
Pero luego se ha dilucidado que el periódico del Norte no publicó nada ni fue suspendido; que el hecho nadie lo ha sabido; que ese mismo crimen apareció en 1927
en un periódico clerófobo de Madrid, y diciendo que la
noticia venía por Gibraltar; que antes otro.periódico francés, el Flambeau, había publicado otro igual el 22 de junio de 1925, como de Sabadell, y que esto y lo otro y lo
de más allá.
Muchos periódicos anticlericales europeos y americanos se apresuraron a imprimir la espeluznante noticia
con sendos comentarios; pero muy pocos han retractado,
como era su obligación, debiendo empezar por hacerlo
la Agencia Havas, por haber sido la principal trasmisora
del caso. Ahora debe de andar este bólido dando trombos por tierras de América.
Lo de Blasco Ibáñez
Cualquiera sabe que éste fue un novelista perverso y
muy fecundo; pero, como otros muchos de su laya, parece que, al ver las orejas al lobo, quiso reconciliarse
con la Iglesia, a la que tanto ofendió, y en la fotografía
que impresionaron en su lecho de muerte se ve una estatua del Sagrado Corazón de Jesús, como presidiendo
y endulzando las amarguras de la agonía.
Los periódicos de la zurda, como se trataba de un ídem
de primera, y que por tanto tiempo había sido tal, se
apresuraron a publicar la fotografía citada; pero, ¿cómo
creen ustedes que lo hicieron? Pues suprimiendo cuidadosamente, y sin el menor empacho, la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, para que allí todo fuera laico, y no
se trasluciera que el renombrado novelista había tenido
la debilidad, cien mil veces bendita, de ajustar sus cuentas con algún cura o fraile de la clase de los abonecidos
e injuriados por él en vida, y que entonces se vengaban
perdonándole los pecados y ayudándole a bien morir.
¿Quieren saber algunos nombres? En cominos se leen
los de La Esfera, Nuevo Mando y El Pueblo, de Valencia, pero habrá sin duda varios más; y por fo menos, el
primero que lo hiciera tuvo que hacerlo con toda malicia, desaprensión y mala fe.
¡Chist!
¿Quién no recuerda al insigne P. Luis Coloma, el autor inmortal de Pequeneces y de otras muchas obras, y
que ahora, en estos días precisamente, es también alaba-*
do en la Prensa por un libro de Ejercicios que escribió
para la mayor edad de Alfonso XIII? Pues este célebre
escritor publicó también un hermoso trabajo con el título que campea en este párrafo, enderezado a probar las
exageraciones y tragaderas de los anticlericales cuando
se trata de los ministros de nuestra amada religión.
Pinta, de la manera inimitable que él sabe "hacerlo, a
un anticlerical empedernido, mirando aun convento que
se levanta junto a él. Todo son ojos, y cabalmente se
abre entonces la puerta del monasterio y sale un individuo Con una voluminosa cesta al brazo. ¿Qué habrá dentro de ella? ¡Vaya usted a saberlo! El hecho es que la
cesta se ha inclinado súbitamente, y han caído al suelo
unas cosas encarnadas, rabiosamente encarnadas. ¡Misterio!
Un poco lejos se halla nuestro observador, pero le
han parecido gruesas gotas de sangre. ¡Ah! no hay duda.
En esa cesta llevan seguramente alguna cabeza humana
separada de su tronco, y por eso gotea tanta sangre. ¡Algún crimen enorme de la gente odiosa de sacristíal
Y ¿saben ustedes qué era, en definitiva?
¡Pues, una cesta llena de pimientos!
El Motín
Ahí tienen ustedes el nombre de un periódico veterano eminentemente anticlerical, repugnante y cínico, famoso, como diría San Agustín, mala utique jama.
Este sin duda habrá batido el record de las injurias y
calumnias contra el clero, que era su obsesión, y parecía que no había nacido para otra cosa, sino para perseguir a frailes y curas.
LA
AVALANCH A
Fue denunciado cincuenta veces por injurias y calumnias, y en muchas de ellas su director, José Nakens,
hombre de alma negra, después de ser condenado en
juicio, imploraba perdón del sacerdote injuriado, el cual
le perdonaba, y en vez de enmendarse por ello, continuaba su Campaña de difamador incorregible.
Los de ideas avanzadas le querían con delirio. Lo cual
se explica, ¿no es verdad? Pero no así el que algunos
católicos le alabasen también, diciendo que respetaban
sus ideas, y que era un hombre recto y sincero.
Bien ebtá que deseemos que Dios le haya perdonado
y reguemos con ese fin; pero alabar a uno que llenaba
de cieno la fama de tantos sacerdotes ejemplares, respetar las ideas envenenadas e incendiarias de aquel desdichado que ocultó a Morral, el anarquista que atentó contra e! Rey, v que al día siguiente sostuvo en. El Motín
que los autores de dicho atentado eran jesuítas, constándoíe todo lo contrario, ¡eso... jamás!
EL PRIOR DE RONCESVALLES.
RASGOS DE LA PATRIA
Un buen Rey de navarra, algo olvidado
terminación tuvo para
Navarra el afio 1270, porque en
ei último mes de dicho año, o sea
el 5 de diciembre del mismo, falieció O. Teobaldo II, rey excelentísimo y verdadera esperanza
de la patria.
D. Teobaldo II, hombre piadosísimo, fue un monarca ejemplar que, después de haber recibido una educación sólidamente
cristiana, subió al trono para regir a Navarra con gran rectitud
y acierto, demostrando sus aptitudes y buenas intenciones con
actos de gobierno que merecieron el aplauso de sus subditos; y según aseguran los historiadores, de conocerse
bien los éxitos obtenidos por tan excelente monarca, hubieran levantado mucho más su fama.
D. Teobaldo II de Navarra Mamado el júnior o el más
mozo, para distinguirlo de D. Teobaldo I, era un tierno
adolescente cuando en 1253 murió su padre; razón por
la cual, durante su minoría.de edad, gobernó su madre
doña Mnrgarita de Borbón, y por cierto que con mucho
acierto, aun teniendo que hacer frente a situaciones dificilísimas creadas por algunos reinos limítrofes a Navarra, especialmente por Castilla, y por otras dificultades
que tuvo que vencer al entrar a reinar, pues los grandes
del Reino, formando juntas, le oponían obstáculos al parecer insuperables, que hubo que salvar empleando mucho tacto y no pocas habilidades.
Después de ceñir la corona, quiso ser un buen rey tomando como modelo al de Francia San Luis, con quien
tuvo íntima amistad, merced a la cual consiguió grandes
beneficios materiales y espirituales, como la pacificación
de los estados que Ó. Teobaido poseía en Champaña; el
casamiento de éste con la princesa Isabel, hija de aquel
monarca francés; el regalo que el mismo Santo le hizo,
y que él transmitió a la Catedral de Pamplona, de una
espina de la Corona del Redentor del mundo, adquirida
en Jerusalén; y sobre todo, la participación que para mayor gloria y provecho de su alma tuvo en la cruzada
que dicho rey San Luis organizó contra los infieles en
el año 1270.
No voy a seguir los pasos de D. Teobaido II de Navarra, para aquilatar los méritos de su reinado. Baste recordar, además de los referidos beneficios, logrados bajo la eficaz protección de San Luis, otros muchos éxitos debidos a la actuación plausible de tan excelente
ALISIMA
¿..ir,
371
monarca navarro. Como el aseguramiento de la paz entre aragoneses y navarros, en peligro de ser turbada en
1259 por los ricos hombres de Aragón y muchos alborotadores que deseaban la guerra. Como las mercedes
que en 1263 hizo a sus servidores y al pueblo de Torralba y Monasterio de Iranzu. Como las donaciones que
en 1264 hizo a la Orden de Santo Domingo, en Estella,
de la iglesia de Todos los Santos, varias fábricas y una
viña; a la iglesia de Roncesvalles, del patronato de la de
Santa María de Munilla y las ventajas concedidas al Pueyo, Barasoain, y Lanz. Como las exhortaciones dirigidas
a los habitantes de los valles de Erro, Arce y Esteríbar,
para que volvieran en 1265 a la Cofradía de la Caridad
de Roncesvalles y a recibir el homenaje de señores de
la más elevada alcurnia, y entre ellos, de Arnaido de España, vizconde de Coserans, de D. Bernardo, conde de
Comunas y de otro Bernardo, conde de Estarac, y otros
grandes personajes. Como, en 1266, los privilegios que
otorgó a favor de Olite, de Estella, de Legaría y de Roncesvalles. Como el difícil arreglo que acometió de los
disturbios que en Leirc había entre los monjes llamados
blancos y los negros. Como la concesión del Fuero a los
de Aguilar y beneficios a los francos de San Juan de Estella y labradores de Gulina, Cía, Aguinaga, Larrainz,
Larumbe y la fundación de nueva población en Espinal,
entre Roncesvalles y Viscarret, en 1269, y otras medidas
de buen gobierno, como el otorgamiento de Fueros propios a Lácar, Alloz y Arandigoyen, que acreditan de buen
rey a D. Teobaldo II de Navarra; aunque casi lo hayamos olvidado.
Pero la empresa de más alcances y de mayor gloria
de D. Teobaldo II de Navarra fue la que en unión del
rey San Luis de Francia su suegro, y del de Sicilia don
Carlos, realizó contra el Rey mahometano de Túnez.
Adherido el monarca navarro a la cruzada iniciada por
el francés, dejó el gobierno de Navarra a su hermano el
infante O. Enrique; dirigióse a Marsella por la Provenza,
donde dictó sus últimas disposiciones gubernativas en favor de Viana y de Tudela, y a principios de julio de 1270
se embarcó, juntamente con el rey San Luis, con' rumbo
a Cerdeña.
Desembarcados en Caller, los caballeros de ia cruzada, tuvieron consejo los caudillos, para fijar el reino de
infieles contra el cual habían de dirigir sus armas, acordándose que fuera contra Túnez; por lo cual, fueron a
este país, acampando en las cercanías de las ruinas de
Cariago.
Como no entra ahora en mi propósito la idea de relatar las vicisitudes de esta cruzada, me limito a decir que
el ejército cristiano luchó con gran valor, venciendo los
muchos y grandes obstáculos que le opusieron los excesivos calores, la falta de agua, los vientos huracanados
en los arenales de África y sobre todo las enfermedades;
pero después de conseguir triunfos importantes y de coger al enemigo ricos botines, tuvo necesidad de retirarse,
dejando en Túnez al rey San Luis y a-otros muchísimos,
grandes y humildes, de las tropas expedicionarias, que
allí murieron defendiendo heroicamente las banderas de
Cristo, como víctimas de la pestilencia que tanta mortandad les causara.
Embarcados los cruzados con rumbo a Sicilia y dispersados en el mar cuando ya llegaron a puerto seguro, y
rotas muchas embarcaciones con los embates de los
vientos enfurecidos, D. Teobaldo II, con otros caudillos
y soldados, se detuvieron en Trápana, considerándose
ya libres de la cruel enfermedad; pero adoleció de ella
gravemente, y después de recibir los Santos Sacramentos y de otorgar testamento, murió santamente en dicha
ciudad el citado Rey de Navarra, en día viernes 5 de diciembre de 1270.
El cariño inmenso que D. Teobaldo II tenía a los navarros lo demostró en el testamento que otorgó, en el
cual dedicó numerosísimos recuerdos a iglesias, monasterios, hospitales y casas de caridad de Navarra; pudiendo citarse entre ellos, los legados que dispuso en favor
de las iglesias de Pamplona, de Tudela, monasterios de
Irache, de Urdax, Fitero, de Leire, de la Oliva, de Iranzu; conventos de la Trinidad de Puente la Reina, Predi-
372
LA
AVALANCHA
cadores de Pamplona y de Estella; de Frailes Menores
de Sangüesa, de Oiite, Tudela, Laguardia; de Monjas de
Tulebras, Santa María de Salas de Estella, Gracia y San
Pedro de Rivas de Pamplona, Santa Clara de Tudela, de
Roncesvalles; hospitales de Pamplona, Estella, Tudela,
Sangüesa, Puente la Reina, Viana, Los Arcos, Olite, Laguardia, Bargota; conventos de fuera de Navarra, como
Madrid, Veruela, San Esteban de Gormaz, Bayona, Tarazona, Logroño, Belorado y otrus; además de las mandas importantes dejadas a todos los capellanes y evangelistas y epistoleros del Reino, y a los ciegos, emparedados y mesieillos de Navarra.
Tristísima fue la situación de la reina de Navarra do*
ña Isabel, viuda de D. Teobaldo II. Habiendo ido a la
cruzada con su padre el Rey San Luis, con su hermano
y con su esposo D. Teobaldo de Navarra, vio morir en
Túnez a su padre y a su hermano, y en Trápana a su
marido; pero triste y desconsolada con tantas desgracias,
al enterrar a su esposo, volvió en lo crudo del invierno
a la patria lejana, y según se cree, la pena la hizo sucumbir al llegar a Marsella, poco tiempo después.
- Mal, muy mal, se despidió de Navarra el mes de diciembre de 1270. Quiera Dios que este año 1935, ni ningún otro año, dejen tan triste recuerdo como el que el
1270 dejó a nuestra patria.
JUAN P. ESTEBAN y CHAVARRIA.
CADUCIDAD
"Y el reloj dando las horas-Que no habrán más de volver,
Y murmurando a compás-Una sentencia cruel.
Susurra el péndulo: ¡Nunca! - ¡Manca!, ¡Nunca! vuelve * ser
Loque allá en la eternidad -Una ves contado fue..,,
{Zorñtt*-'El RelojJ
L aproximarse, cautelosamente,
cual sierpes solapadas, las postrimerías de un año más, que como miles de los que le precedieron se hundirá muy presto y
para siempre en ese abismo sin
fondo—semejante a! tonel de las
Danaides—que se llama el tiempo, más cruel que el mitológico
Saturno que lo simbolizaba, .el
espíritu más superficial se siente
acuciado de lanzar una mirada
retrospectiva y replegarse sobre
sí mismo para meditar sobre
la caducidad de la vida y sus vanos espejismos, y acude espontánea a las mientes aquella profunda sentencia del áureo Kempis: 'Todas las
cosas pasan, y tú con ellas».
Cuantos con secreta melancolía contemplamos cómo
van esfumándose en la lejanía de los tiempos las doradas ilusiones de la florida juventud, sustituidas por los
graves cuidados de la edad viril, suplantados éstos por
los fríos desengaños de la vejez ceñuda que, como astuta felina, se introduce arteramente por la débil casa
de nuestro ser, no podemos menos de recordar los filosóficos pensamientos de nuestro dolorido Manrique, en
sus inimitables coplas a la muerte de su padre:
Recuerde el alma adormida,
avive el seso, y despierte
contemplando,
cómo se pasa la vida
cómo se viene la muerte
tan callando.!
A semejantes y tan saludables pensamientos nos convida la fantástica leyenda de Bécquer "Las hojas secas.,
la poesía que con el mismo título dedicó a su madre Zorrilla, y la por todo extremo interesante "Fantasía, del
mismo, que lleva por epígrafe "El Niño y la Maga., insuperable en los dos últimos cantos, en que pinta las
congojas de la vejez y los consuelos de la esperanza cristiana.
López de Ayala condensó el verdadero valor y la suma importancia del tiempo en aquel su soneto "A mi
hermana en su cumpleaños.:
Un año más: no mires con desvelo
s
la carrera veloz del tiempo alado,
que un año más en la virtud pasado,
un paso es más que te aproxima al cielo.
. v
Llora, sí, con amargo desconsuelo,
pues nunca lo bastante habrás llorado,
el año que al morir te haya dejado
de alguna falta el interior recelo.
El tiempo que bien obres no es perdido;
pues los años de paz, hermana mía,
que en la santa virtud hayas vivido, "
se convierten en siglos de alegría
en el eterno Edén que hay prometido
al alma justa que en su Dios confía.
Mas trascendiendo el limitado círculo de la palabra del
hombre para elevarnos a! mundo de la Revelación, y oír,
superior a todas las filosofías y más bella que todas las
literaturas, la voz de Dios que habla a los míseros hijos
de Adán palabras de vida eterna, la honda amargura que
paladea el pecador al recordar no haber hecho caso, en
sazón oportuna, de los saludables consejos contenidos en
el capítulo XII y último del sagrado libro de Eclesiasiés,
puede dulcificarla desahogando su corazón en los doloridos acentos de los Salmos penitenciales, singularmente en el rey de ellos, el Miserere, la más patética dé Jas
elegías, y bañar su alma en un santo y saludable temor
saboreando el agridulce de muchos de los conceptos del
sublime libro de Job, mientras otras páginas del misino
vigorizan su decaído espíritu, elevándolo a las risueñas
regiones de Ja esperanza en la divina misericordia que
campea sobre todos los atributos del Señor.
¡Oh Dios eterno, inmortal Rey de los siglos, que en el
tiempo obras las maravillas de la naturaleza y los portentos de tu gracia, y que lo elegiste por ministro de tu
misericordia y de tu justicia! ¡nuestros días se deslizan
presurosos como una sombra, y nuestros pensamientos
se disipan poniendo en tortura nuestro corazón!
El hombre, quebradizo vaso de arcilla, es en tu soberana presencia menos que la arista seca arrebatada por
el vendaval: ¡Bienaventurados ¡os mortales que sembrando en los surcos del tiempo, con las iágrimas de la compunción y de la penitencia, recojan regocijados copiosa
cosecha de buenas obras, cargados con la cual se presenten en tu divino acatamiento en los umbrales de la eternidad!
JOSÉ ERICE ESPELOSW
Ccrónifra Arcipreste de Mondofiedo
LOS CONSEJOS DEL MÉDICO
Quite el moho de sus articulaciones
y recobre su agilidad
Desde hace algún tiempo, dejó usted de ser dueño de
sus movimientos.
Cual si sus articulaciones se hallaran enmohecidas, no
responden dócilmente, como antes, a su voluntad.
Las genuflexiones, los movimientos de cintura corrientes le obligan a hacer visajes por los dolores que provocan, y son efectuados aun desgarbadamente.
Es porque las impurezas y toxinas acumuladas en las
células de los tejidos tienen su organismo totalmente
obstruido.
Para impedir y evitar estas molestias peligrosas hay
que practicar una limpieza completa, expulsar los venenos y tratar de recuperar la agilidad y la soltura perdidas.
Una cucharada de Urodonal, disuelta en un vaso de
agua tomado al levantarse, será como una ducha interna
I. A
AVALANCHA
que barrerá los ácidos e impurezas de la sangre y desentumecerá sus miembros.
Con la pequeña dosis de Urodonal será usted ágil a
toda edad.
El eminente doctor Antonio Lino González, Médico
Forense del distrito de Palacio, de Madrid, explica los
buenos efectos del Urodonal, como disolvente del ácido
úrico, diciendo: "En distintos casos tengo empleado el
Urodonal, con muy buen resultado, considerándolo uno
de los mejores disolventes del ácido úrico..
La dulcísima miel de los jesuítas
E£ in umbra alaram tuarum sperabo,
doñee transeat iniquitas.
A la sombra de sus alas esperaré, hasta
que pase la iniquidad.
(Salmo 56-2.)
373
la catedral, para cantar las alabanzas del Señor Todopoderoso, pasaban por delante del domicilio de aquel desgraciado, empezó a llamar en alta voz a una mujer, su
compañera, con estas palabras: "Ven, que la miel de los
jesuítas es muy dulce».
Seguramente, tenia ganas de herir los oídos piadosos
de aquellos sacerdotes.
Pero...
A la mañana siguiente corrió con la velocidad del rayo
por la población la* noticia de que aquella mujer se moría a chorros.
El médico o los médicos que visitaron a la enferma no
supieron atribuir la causa de aquel mal, ni de la muerte
que a ella se siguió, sino a un hartazgo de la dulcísima
miel délos jesuítas.
_\;.
•*•
No acabó aquí la tragedia. El que al cielo escupe...
Pasó algún tiempo. Nuestro socialista creía que todo
le salía a pedir de boca; que los vientos soplaban en su
favor, y que podía permitirse el lujo de gastar y viajar,
sin acordarse que de Dios nadie se burla.
Y se celebraba un campeonato de automóviles en las
provincias del Norte de España, al cual creyó aquel desgraciado que podía tranquilamente asistir.
Asistió. Vio el correr vertiginoso de los- coches. Y al
volver a casa, quiso también emular la velocidad de aquellos campeones; pero, por desgracia, con tan mala fortu-
palabras del Profeta Rey dejó escritas,
en la mesa de su despacho, el Superior de
uno de los grandes centros de educación y
enseñanza relieiosa y científica, cuando la ola
de la impiedad que amenazó hundir a Espafla en el abismo de la impiedad y de la incultura le obligó a salir con su comunidad
de aquellos venerables muros, dentro de los cuales vivían más de un centenar de
religiosos, casi iodos jóvenes, tranquilamente empleados en la oración y en el estudio de las ciencias y letras
humanas.
Y Metió la iniquidad, y pasó como sombra siniestra
por aquellos claustros solitarios, y barrió aquel perfume
de santidad e hizo asiento en
los salones, en las celdas, en
las aulas; vacío todo entonces. El silencio del claustro,
que antes se interrumpía con
plegarias y conversaciones
de ciencia y de virtud, ahora
se turbaba por los quejidos
del viento que se introducía
por todas partes, y por el
aleteo y los silbidos de las
aves nocturnas y de las que
anidan entre los escombros
Estuvo establecido en este monasterio ef Novicíonado de los Jesuítas de las Provincias de Aragón, Cataluña y Valencia, hasta que Fueron disueltos por el Funesto decreto de 1932. Ei Famoso
y las ruinas de los viejos
poeta Gustavo A. Bécquer publicó unas cartas de este monasterio. A los lectores de LA AVALANmonasterios.
CHA recomendamos las que escribió del mismo el insigne propagandista católico
|STAS
Dr, D. Félix Sarda y Salvany
* **
La iniquidad, encarnada en uno de los más entusiastas
del nuevo modo de vivir en España y de las ideas socialistas, y algunos camarades, penetraron también en los
claustros y clavaron los ojos, cual aves de rapiña, en lo
que podrían arramblar y servirles de algún provecho.
Cuentan que llegó el tiempo de la recolección de la
fruta, y que el cabecilla de los socialistas, hombre que
por cierto no tenía fama de generoso y liberal, contrató
con acaparadores de ciruelas las que podían recoger
aquel verano de los árboles plantados por los hijos de
San Ignacio, Cuentan también que ante sus compinches,
esperanzados de recibir una parte de aquellos beneficios,
recibió el precio de aquellas frutas, se lo metió prontamente en el bolsillo, y huyó velozmente en un auto a la
ciudad no muy distante de aquel monasterio, donde tenía su residencia.
* •
Poco después vino la cosecha de la miel; recogióla asimismo aquel cabecilla, y celebrando el triunfo, precisamente cuando los sacerdotes que se dirigían al coro de
na, que en una de las vueltas del camino chocó el coche
contra un estorbo de los que por ella había, y con tal violencia, que una punzante astilla traspasó el coche y se
hincó en la frente o en el parietal del socialista, para deshacerle la masa encefálica y causarle una muerte desgraciada y horripilante.
¡Pobrecillo! ¡Dios le haya perdonado...!
.' v
Se celebró el entierro con mucha pompa y asistencia;
laico, por supuesto. Amigos, correligionarios, conocidos,
convecinos, asistieron al sepelio. No todos, ciertamente,
por afinidad de ideas, pero ninguno de ellos podfa prestarle ninguna ayuda.
Al enterarse uno de aquella manifestación, de aquel
gran concurso, se le vienen a la memoria aquellas solemnes palabras de San Agustín: "Se les alaba donde no
están y se les atormenta donde están,.
MANUEL M.* SAURAS, S. J.
Ten temor de Dios, pero no tengas miedo de los hombrea. Tan
hombre eres tú como cualquiera.
374
LA
AVALAN CHA
RECUERDOS DE NOCHEBUENA
i
—"Copitos, copitos
del cielo bajaban,
cubriendo de nieve
las altas montañas.
Aullaban los lobos,
el viento silbaba,
y en noche tan fría,
tañendo sus gaitas,
alegres pastores
a Belén llegaban,
para ver al Cordero divino
dormido entre pajas.,,—
Así comenzó su historia
aquella noche mi abuelo,
que Fue un poeta cristiano,
cristiano de tiempos viejos.
Mis padres y mis hermanos
escuchaban en silencio
Is dulce voz que narraba
la historia del Nacimiento.
Yo solo, el más pequeñito
y también el más travieso,
interrumpía, exaltado,
la narración del abuelo:
—¿Y por qué, si era Dios mismo,
por qué venia a este reino
en una noche tan fría
y en un establo tan viejo,
entre ovejillas y bueyes,
zagalillos y cabreros? —
—"Bajaba Dios a la tierra
en esta -noche' de invierno,
y en un miserable establo
quiso darnos un ejemplo;
de amor a los descreídos,
de humildad a los soberbios,
de pobreza a los avaros,
de sencillez a los necios,
de pequenez a los grandes,
de grandeza a los pequeños.,,—
Siguió mi abuelo narrando
la historia del Nacimiento,
hasta que en la vieja iglesia
sonó ronco el clamoreo
de las campanas, formando
con las zambombas concierto,
mientras copitos de nieve
bajaban del alto cielo.
II
¡Qué hermosa Misa del gallo,
cuanta luz y cuánto (ncienso,
qué músicas más alegres,
qué villancicos más tiernos!
En una vieja capilla
había un establo viejo,
y en una cuna de pajas
estaba Jesús durmiendo
entre ovejitas y bueyes,
los y cabreros.
La Virgen Madre reía,
mostrando el Hijo hechicero
a los bellos angelitos
que descendían del cielo,
cantando dulces canciones
at Rey de los altos cielos.
¡Con qué fe, con qué cariño,
con qué emoción y respeto,
besé los pies de aquel Niño,
Dios y Hombre verdadero!
¡Aquellos tiempos son idos,
aquellos tiempos tan buenos,
como se fueron mis padres,
corrió se fue el santo abuelo,
como nos iremos todos,
niños,, jóvenes o viejos!
CIRO ROYO.
DONACIONES A LEIRE
(Conclusión)
El año 1090, el caballero Lope Garcés y su mujer doña María dejan a Leire lo que tenían en Liaje, en Gallipienzo y en Cinito. El mismo año, doña Toda de Huarte
dona a Leire el monasterio de Huarte consagrado a San
Esteban, con sus casas, cementerio y la viña cerca del
monasterio, y las demás viñas, tierras, huertos y cuanto
pertenecía a aquella iglesia.
El año 1097, don Fortuno Iñiguez de Mendicueta, al
tomar el hábito en Leire, legó a San Salvador su palacio
de Mendicueta con toda su herencia, y deja además su
hacienda de Oteiza a Leire, si su hijo don Lope muriese
sin hijo legítimo.
El año 1097, don Fortuno Iñiguez, al partir parajerusalén, deja a Leire sus mezquinos de Olaz.
En la consagración de la iglesia de San Salvador, realizada el año 1098, por ampliación de la consagrada el
año 1057 en tiempos de Sancho de Peñalén, el rey don
Pedro Sánchez dona, para dotación de la luz, la iglesia
de San Salvador de Huesca y la villa de Arascués, y en
Ruesta, ia mitad del Telonio y Lezta, y para el vestuario
de los monjes, mil sueldos de renta de la Lezta y Telonio de Huesca. Ei obispo de Pamplona don Pedro, que
interviene en la consagración con el de Huesca, aumentó
la real donación ofreciendo los cuartos de décimas de
Obanos junto a Biel, de Españés, de Casta, de San Lorenzo de Biota.
El año 1112, don Alfonso el Batallador donó la mitad
de la villa de Arascues, junto a Huesca, pues la otra mitad había ya legado su hermano don Pedro, con la condición que de día y de noche ardan perpetuamente ocho
lámparas por las almas de todos sus antepasados.
El año 1119, don Juan de Liédena dona a Leire unos
mezquinos que tenfa en Ubilicieta.
El año 1124, don Lope Nuñez, por sobrenombre Almoravid, donó a Leire y su abad don García la iglesia
de San Miguel de Elcarte, del mismo modo que su padre don Lope Iñiguez había donado antes el monasterio
de Santa María del mismo lugar.
En el testamento de Alfonso el Batallador se legaba
por mitades a Santa María de Pamplona y a San Salvador de Leire, el castillo de Estella con toda su población
y con todas las cosas que perteneciesen al derecho real.
El rey don García Ramírez permutó con don Pedro,
abad de Leire, las villetas de Zuazu y Larrañeta, recibiendo del monasterio la hacienda que tenía en Tudela;
la cual, dice: "os dio tiempo ha el rey don Alfonso, mi
antecesor, y también la hacienda que comprasteis a don
Fortuno Garces, por sobrenombre Cajal, esto es, las casas que están debajo de los muros de la ciudad, las viñas
y huertos y el molino de junto al puente y el soto de Alcaten, la heredad de Cascante, la de Murchante, la de
Susat y Castellón y la viñeta por nombre Amurat».
El mismo monarca García Ramírez donó a don Pedro,
abad de Leire, la villeta de Sansomáin, en satisfacción de
ciento setenta marcos de plata que en sus muchas necesidades había recibido del Abad y monasterio, y nombradamente por una tabla que la señora de Orcoyen había donado al monasterio para delante del altar, y parece
era algún frontal de plata.
Doña Urraca Fortúñez hace también una permuta con
el abad don Pedro, y dona además el lugar de Adiriz, y
dice lo hace por devoción a San Salvador.
Por el año 1142, don Lope López dona unos palacios
y collazos en Larrasoaina.
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LA
AVALANCHA
El año Í178, reinando Sancho él Sabio, e! Obispo de
Pamplona y el Abad de Leire se convienen acerca de los
cuartos que el Abad pretendía pertenecerle de las iglesias de Uncastillo, Luesio, Auero, Muriüo, Elese y nueve
iglesias de Roncal y Garde, y también acerca de la iglesia de Santa Cecilia, de Pamplona.
Por septiembre del mismo año, doña Toda Iñiguez, hija de don Iñigo Muru, dona al monasterio el palacio y
cuanto sus padres le dejaron en Muru, y también el palacio de Artieda y cuanto le pertenecía.
El año 1197, reinando Sancho el Fuerte, en virtud de
acuerdo entre el obispo don García y el abad de Leire
don Arnaldo se establecía que el Obispo coneedía al
monasterio los cuartos de décima del arcedianato de Aragón, exceptuando tas décimas de ¡as iglesias de la Cerera, Casanova, Sádaba, Gambón, Gambrón, Pueyo, Lamago, Castiliscar y sus términos propios. En cuanto a
diezmar, se establece que las heredades arrendadas por
los monjes paguen media décima al Obispo, pero si fuesen cultivadas por los propios monjes, la décima sea del
convento.
El año 1201, don Pedro, rey de Aragón, da en Ruesta
Carta real de donación al monasterio de Leire, de todas
tas iglesias que había y hubiese después en todos sus
términos, con todos los derechos de décimas y primicias,
oblaciones, defunciones y cualesquiera otras que les pudieran pertenecer, con disposición de que el Abad de
Leire ponga para el servicio de las iglesias el número de
porcioneros que le pareciese, y no sean gravosos a ellas,
aunque no sean naturales de la villa. Y dice que para
hacer esta donación había adquirido las iglesias de Tiermas, del prior Guillermo de Egea, y convento de Silva
mayor, dándoles satisfacción entera a voluntad suya en
otra parte. Y que también había dado satisfacción llena
al abad don Fernando y monasterio de San Juan de la
Peña, y en virtud de ello adquirido de él todo el derecho de los diezmos de los términos de Eso, San Juan de
Maltray y de Catamesas. Y adquirido también la iglesia
de Hueya, del Prior de San Adrián, y monasterio de
Ciuni. Todo lo dona y entrega a perpetuo, por atención
a la piedad divina, remedio de su alma y la de sus predecesores, al ya dicho monasterio y su abad don Arnaldo; y asimismo, la mitad del derecho de los homicidios
en Tiermas y gozo en todos sus montes.
Por marzo de 1268, el rey Teobaldo II absolvió a perpetuo, a todos los collazos del monasterio de Leire, de la
carga de castillos y todas obras reales, por diez mil sueldos de sanchetes que le habían dado por mano del abad
Raimundo, en socorro para gastos de la guerra que se
aprestaba.
El año 1270, don Teobaldo II, al partir para la guerra
de Cruzada, aseguró y conñrmó al monasterio en todas
las donaciones y privilegios que había recibido de todos
!os reyes de Navarra.
El año 1330, el rey don Felipe, esposo de doña Juana,
en carta a los gobernadores que Fueren a Navarra, ordena guardar las disposiciones de Teobaldo II, en las que
quitaba a todos los collazos de San Salvador de Leire la
Carga de acudir a castillos y otras obras reales.
En el mismo año, una señora llamada doña Juana de
Vizcaya reconoce haber recibido del monasterio y de su
abad Guillen de Mompesant, la villa e iglesia de Ribas
por su vida, y que vuelva a Leire después de su fallecimiento.
El año 1387, el rey don Carlos el Noble manda publicar y pregonar una salvaguardia, recibiendo bajo su real
protección al monasterio.
El año 1414, Remas de la Ciudad y su esposa Sancha
donan al monasterio dos casas en la Rúa Mayor de Sangüesa y siete viñas en la misma localidad.
El año 1436, don Sancho de Huesca, capellán, dona ai
monasterio una casa en la Rúa Mayor de Sangüesa, y
otras heredades.
El año 1476, doña María Miguel, viuda del honorable
maestre Lope de Lumbier, dona sus bienes al convento.
El año 1532, por el Consejo Real de Navarra se pronuncia una sentencia entre el monasterio de Leire y lo»
cabildos de Sangüesa, sobre derecho a los frutos deci-
575
males de todas las heredades, viñas y campos que los
vecinos de Sangüesa tengan en el término de "El Real,
contribuyendo al monasterio.
Tal cúmulo de valiosas donaciones, aumentadas con
un sin fin de menor cuantía, hicieron de Leire una de las
residencias más ricas de Navarra. Á prsar de las diversas y sañudas contiendas entre los monjes negros y blancos, sostenidas en el siglo XIII y comienzos del XIV, las
cuales motivaron frecuentes y valiosas enajenaciones de
objetos y heredades, conservó el convento muchas de
sus riquezas hasta la exclaustración realizada hace un
siglo, como lo acredita el esbelto y amplio edificio levantado en el siglo XV, cuyas ruinas hoy admiramos. ^ , •*
MIGUEL ANCIL.
LA CENA TRADICIONAL
N todos ios pueblos cristianos la fecha venturosa del natalicio de! Salvador se celebra con
grandes fiestas gastronómicas, de las que forma
parte, por antigua tradición, determinado plato
culinario, obligado hasta en las mesas más modestas.
jorge Bartoud ha escrito algunas cosas interesantísimas acerca de esto. En España es el pavo el que "preside,, la cena clásica de Nochebuena; pero los españoles
somos frugales por temperamento y por... necesidad.
En cambio, los franceses grandes gastrónomos, devoran, con el pretexto de la Nochebuena, cantidades fantásticas de vituallas, entre las que no falta el popularlsimo boudin: embutido hecho con sangre de cerdo y que
constituye el pie forzado de toda cena en ia referida fecha. París ingiere en sus comilonas o réveillons de Nochebuena lo que sigue, según Bartoud; 200.000 kilogramos de carne de vaca, ternera o carnero; 28.600 de carne de cerdo, 175.000 kilos de aves, 20.000 de caza,
68.000 de manteca, 70.000 de queso, 190.000 de pescados y mariscos, 1.800.000 huevos y tres millones de ostras. De lo que se bebe, al compás de las un poco irreverentes canzonetas de Noel, en los restoranes parisinos
puede juzgarse sabiendo que sólo en uno de ellos trasegó la clientela un año 600 botellas de champán, y
el importe de las bebidas ascendió en conjunto a 27.000
francos. Pero el Noel francés, añade Bartoud, es poca
cosa en comparación del Christmas británico. En Francia
como en España se celebra una cena, una gran cena nada más, y en la brumosa Aibión se prolonga... tres días:
el 24, 25 y 26 de diciembre. Equivale esto a un alarde
pantagruélico de poder digestivo, ya que resulta que los
ingleses, con ocasión del Merry Christmas (la alegre Nochebuena, que diríamos en castellano), se pasan "setenta y dos horas, a la mesa, sin dar paz a los tenedores...
El plum pudding es el plato tradicional, y al término de
la cena, la víspera de Christmas, verifícase una ceremonia famosa relacionada con el plato clásico. Un sirviente
o sirvienta surge en el comedor, llevando en una fuente
con gran pompa los elementos constitutivos del pudding,
o sea miga de pan, harina, huevos, grasa, pasas, almendras y nuez moscada. Entonces se hace lo que los ingleses titulan emborrachar el pudding, y que no es otra cosa que regarlo copiosamente con brandy. La dueña de
la casa empuña un cucharón, y en medio del silencio solemnísimo de los convidados, vierte sobre la mezcla buena cantidad de aguardiente, hecho lo cual arroja dentro
del plato una sortija y una moneda pequeña. Cuando,
minutos más tarde, vuelve ei plato a la mesa, ya confeccionado, acógese el oloroso pudding del Merry Christmas con grandes ¡hurras! y aplausos, lanzándose los comensales sobre los trozos de pudding, con la esperanza
cada cual de hallar la sortija o la moneda. Y es que ambos objetos tienen el carácter de augurios: el anillo presagia boda inminente, y la moneda, negocio imprevisto y
376
LA
AVALANCHA
pingüe. ¡Como si dijéramos, toda la psicología del pueblo
inglés!, exclama Bartoud.
En algunos clubs aristocráticos existe todavía la costumbre de asar en esa noche lo que se llama barón beej,
y que es, nada menos, que un buey entero o medio buey.
Constituye el plato de resistencia de la cena, y algunos
socios elegantes bajan a las cocinas, bulliciosamente, a
presenciar la operación.
En Alemania el plato típico de Nochebuena es el ganso.
En otros tiempos, trenes enteros cargados de la preciada
ave llegaban por esta fecha a Friedríchsfeld, procedentes de Rusia. Asados y servidos en una salsa dorada,
los gansos constituían la cena tradicional en los hogares
alemanes. Y no solamente en los hogares, sino en los
biers-hall o cervecerías, punto de reunión y de jolgorio en
Nochebuena para los estudiantes y los noctámbulos. Entre prosits y hochs devoraban los tudescos miles y miles de ánades y kilos y más kilos de salchicha, hasta el
extremo de que durante la Nochebuena del año que precedió a la Tremenda lucha del Imperio con sus múltiples
adversarios, Berlín devoró 400.000 ánades y un millón
de kilogramos de salchicha, De cerveza... un océano, seguramente.
En Italia el pavo y la anguila son las víctimas en ese
banquete tradicional, sobre todo, en Ñapóles. Por cierto
que en la bella ciudad mediterránea existe una costumbre muy curiosa, basada en un pensamiento previsor:
ingenuas que no saben de ese infierno que se llama la
vanidad, el orgullo, la soberbia y la ambición!
Es el festín sencillo que más se acerca a sus orígenes
remotos..., aromado con la dulce poesía de las cosas pretéritas y de unos cantares también muy viejos...
Esta noche es Nochebuena
y no es noche de dormir,
CURRO VARGAS.
DEL TIEMPO VIEJO
La riada de la ciudad de Sangüesa
(Conclusión)
Suplemento a las noticias de la riada de la Ciudad
de Sangüesa, insertas en la parte segunda del
Memorial de octubre de 1787
"Siendo inieres general el estimular a la caridad, y la
emulación tan poderoso aliciente cómo la misma virtud,
NAVARRA
P u e n t e so"bre el río Aragón e n Sangüesa.-(Foto. Roldan.)
¡quizá el único que surja en la mente del indolentismo
napolitano pobre! Con objeto de no ayunar cuando llegue la noche del 24 de diciembre, recurren los humildes
al procedimiento ingenioso de ir depositando cada día, en
manos de ciertos mercaderes, cantidades que oscilan entre cinco y veinte céntimos. Llegada la víspera de Nochebuena, reciben un cesto con abundantes provisiones:
harina, macarrones, anguilas, carne de vaca, manteca, higos, nueces, manzanas, queso, anchoas, un pavo vivo y
una botella de rosolio.
[Y esa es quizá una de las cenas más dichosas! ¡La ce:
na en los bussos de las casas de vecinos de Ñapóles,
que tanto se parecen a las de Madrid! ¡Cena alegre, al
amor de la lumbre, con tesoros de alegría en unas almas
se hace preciso manifestar al Público un hecho digno de
que no se ignore.
wEl fatal estrago que experimentaron ios vecinos y
Ciudad de Sangüesa, del Reino de Navarra, en la inunda*
cion que padecieron del rio Aragón en la noche del 24
de Septiembre de 1760, fue de los mas lastimosos que se
han visto muchos años hace en España.
.Esta triste Ciudad está fundada puede decirse en un
semicírculo que forma acia el Levante del rio Aragón; y
en un terreno tan igual al nivel regula/ que llevan las
aguas de dicho rio, que en creciendo solo la defiende un
murallon a la parte superior de esta Ciudad. En otras
veces ya lo ha rompido la crecida del rio; y especialmente en el Octubre de 1674, que entrando las aguas por la
LA
AVALANCHA
Ciudad, arruinó 70 casas; pero la inundación del día 24
de Septiembre de este año pasado de 87 fue mucho mas
lastimosa, pues perecieron como unas seiscientas personas, y solo han quedado habitables siete casas, como
mas largamente podrá verse en la segunda parte del Memorial Literario del mes de Octubre de 87.
.Sangüesa confina por el Levante con el Reyno de Aragón en el partido de Cinco Villas, distando de su Capital la de Sos dos leguas; el zelo y caridad digna de imitarse de estos buenos vecinos no merece se obscurezca.
„Habiendo tenido en Sos el dia 25 de Septiembre, como a la una y media del dia, la noticia del estrago de
Sangüesa, inmediatamente su noble Ayuntamiento, presidido del Dr, D. Bartolomé Estada, su Alcalde Mayor
con multitud de sus vecinos, pasaron a Sangüesa llevando Cirujano, Botica, Maestros, Arquitectos, vestidos y
quantos comestibles pudo ¡untar su caridad para el soco-
377
aun las Villas y Lugares de dicho Partido mas distantes
se esmeraron en proporcionar socorros, como lo executaron Sadava, Uncastillo, Exea, Undues de Lerda, Undues Pintano, Pintano, Mianos, Artieda, Ruesta, Urries,
Navardun, Longas y Lobera.
.El Real Consejo de Navarra manifestó su gratitud a
la Capital de Sos, en la carta que ie escribió con fecha
de 27 de Septiembre.
.Aun merece mas elogio la caridad de los Aragoneses
del Partido de 5 Villas, pues sin embargo de hallarse
consternados de las desgracias que sufrieron de la misma
tormenta en campos, edificios y caminos, como es notorio, acudieron a tan urgente necesidad, quasi no haciendo
caso de las propias.
.En la Villa de Sadava, la misma noche del 24, por la
crecida del pequeño arroyuelo Rige!, se vieron sus vecinos en el mayor conflicto, y aun perecieron dos mugeres;
PAMPLONA.—Iglesia parroquial de San Nicolás, por la parte del Paseo de Sarasale. Vista tomada hace 30 años.— (Foto Roldan.)
rro de los desgraciados. Vista aquella lastimosa desolación se dedicaron con esmero no solo a socorrer a los
que milagrosamente se-habían escapado de las aguas,
sino también, con evidente riesgo de sus vidas e increíble caridad, a socorrer a varios infelices que entre las
ruinas estaban quasi sepultados; y en efecto, con muchas
fatigas sacaron 51 personas medio muertas, que en fuerza de los socorros de Medicina y alimentos que les administraron estos honrados Aragoneses, lograron la vida; y 67 que ya cadáveres consiguieron sepultura eclesiástica.
,A la Villa de Sos se retiraron, de los que habían quedado en Sangüesa sin casa, ropa ni alimento, 250; a los
Lugares de dicho Partido de 5 Villas, a Undues de Lerda, 40; a Navardun, 12; a Urries, 8, etc., donde se les
socorrió con la mayor caridad; y para los que quedaban
refugiados en el Convento de San Francisco y algunas
casas extramuros, que por estar en mas elevación que la
Ciudad no habian padecido la inundación, contribuyeron
dichos Aragoneses con dinero, alimentos y vestidos; y
el Convento de PP. Carmelitas Calzados, contiguo a dicha Villa, se inundó hasta llegar el agua en la Iglesia al
Pulpito, sacando la fuerza de las aguas las Imágenes de
los Santos, frontales, confesonarios, etc., y continuando
la lluvia excesiva, receloso el Corregidor del Partido don
Josef Traggea (que por casualidad y de paso para la de
Exea se hallaba en Sadava), que la fuerza de las aguas
acabase de arruinar el Convento, se resolvió a entrar en
él con el agua a la rodilla, acompañado de los Oficiales
D. Gerónimo de Torres y D. Juan Diaz, con algunos soldados que pasaron en sus hombros al Sr. Vicario D. Pedro Ramírez, que sacó los Copones que los Religiosos
habian podido sacar de la Iglesia a una celda alta, y se
llevaron a la Iglesia Parroquial, continuando incesantemente dicho Corregidor, acompañado del Regidor Decano O. Eugenio Villanova y demás de aquella Villa, en
tomar las mas activas diligencias para que las aguas no
se llevasen el pueblo; y sin embargo, destruyeron el
puente, que es elevadisimo, dexando solo el arco principal, arruinando una casa y principalmente todos los huer-
378
LA
AVALANCHA
tos de hortalizas y arboles frutales que quedaron arrasados.
^Continuando al dia siguiente su viaje a Exea el Corregidor, halló considerables estragos, pues la misma tormenta había arruinado sus huertas, viñas, campos, puentes y seis casas enteramente; y alcanzando a dicho Corregidor, como a las 12 del dia 27, un Propio en que se
le avisaba la desgracia de Sangüesa, y hécholo presente
al Ayuntamiento de Exea, inmediatamente dispuso se
remitiesen a aquella Ciudad 20 cargas de harina que con
relevos de caballerías conduxo el mismo Corregidor, el
que a las ocho de la mañana del día siguiente, no obstante distar 11 leguas Sangüesa, se presentó al Sr. D. Zenon de Sesma, Alcalde mas antiguo del Consejo de Navarra, que había llegado el dia ames al socorro de aquella Ciudad, quien manifestó al mencionado Corregidor
D. Josef Traggea lo agradecido que estaba ai zelo y caridad de los vecinos de Sos, a quienes permitió se retirasen a descansar a sus casas; obrando dicho Sr. Sesma
con la bizarría que le es natural, daba a los mismos, en
premio de lo mucho que habían trabajado en socorro de
aquellos desgraciados, una gratificación crecida; pero éstos, dándole las debidas gracias, no la aceptaron, exponiendo a Su Señoría que la caridad y el afecto de buenos
vecinos les habia estimulado, y no el interés.
v En aquel dia, repitiendo sus buenos deseos, el Corregidor, Alcalde Mayor, Ayuntamiento y demás vecinos de
Sos, se retiraron a atender a los moradores de Sangüesa
que tenían cariñosamente recogidos en sus casas.
(Memorial Literario. Enero de 1788, págs. 76 y sigs.)
Por la copia: FR. CRISPÍN DE RIEZU, Capuchino.
Falsa apropiación
N su notable obra "Catálogo razonado de obras anónimas y seudónimas,,, t. IV, núm. 5767, inserta el P.José Eugenio de Uñarte el siguiente artículo: "Constituciones de Roncesvalles, por el
Padre José de Moret. Pamplona,
1791. Así lo dicen Soraluce (Más
biografías, pág. 32), Allende Salazar (pág. 152, núm. 319)ySommervogel (V, 1318). Pero, ¿es
verdad que existen?, A los citados autores puede agregarse el
bibliógrafo señor Altadill, que se
expresa de esta suerte: '1791.
Constituciones de Roncesvalles, por el P. Joseph de Moret: un volumen., (Catálogo de libros impresos en Pamplona, núm. 475.)
A la pregunta del P. Uriarte responderemos que es
verdad que existen las Constituciones, pero sin que en
ellas asome el nombre de Moret. Reza así su portada:
• f Constituciones de la Real Casa y Monasterio de
Nuestra Señora de Ronces-Valles. Aprobadas por su Magestad, y mandadas observar y cumplir por su real Cédula de quince de Marzo del año de mil setecientos ochenta y cinco. Intimadas nuevamente para su observancia al
Prior, sub-Prior y Cabildo en virtud de otra real Cédula de seis de Abril del año de mil setecientos noventay uno. Impresas con orden Superior. En Pamplona. Por
Antonio Castilla, impresor y librero, año 1791.„ En folio de 3-271 págs.: impresión hermosa.
Repártense las Constituciones en títulos, que son 54.
El 1.°, de la Real Casa: se desciende luego a las dignidades, canónigos, noviciado, votos, estabilidad, jurisdicción,
residencia, oficios, sermones, infames de la iglesia, médico, cirujano, boticario, huéspedes, archivo y archivero,
librería y biblioteca. El último título, 54, es: De los pleitos
y negocios de la Real Casa. Se incluye al frente la real
cédula de 15 de marzo de 1785, por la que se aprueban
y mandan observar las Constituciones de la Real Casa
que aquí se mencionan. El título 1, párrafo I, dice: "Esta
Casa y Monasterio de! real patrimonio de S. M., cuyo
apreciabie distintivo debe hacer al Prior y Canónigos más
solícitos en llenar el objeto que se propusieron en su
erección los reales piadosos fundadores...„
Harto difícil parece que sean parto de Moret. Este historiador falleció el 12 de noviembre de 1682. Habrían
tenido que estar archivadas más de un siglo, sin que nadie conociera su existencia, io que se hace inverosímil.
Al morir el P. Moret reclamó la Diputación sus papeles
al Colegio de la Compañía de Pamplona. Formóse entonces una lista de ellos, y se pusieron a disposición de
aquella Corporación, quien después ordenó que se entregasen al sucesor del P. Moret en el cargo de cronista
de Navarra, P. Francisco de Alesón. Hoy todavía se conservan, como joyas, varios escritos de Moret y algunas
reliquias de aquellos documentos preciosos que con .increíbles fatigas y subidos gastos allegó el primer historiador del reino navarro. ¿Cómo, pues, podía esconderse a tantos ojos, o desentenderse, una obra debida a la
pluma del jesuíta pamplonés?
Pero no necesitamos de rales raciocinios donde hay
un argumento irrefragable. Consta seguramente quién es
el autor de las Constituciones. La aprobación y mandatos
reales de su observancia denuncian a voces una mano
más moderna que la del historiador jesuíta; y esa mano
no es otra que la de don Joaquín Javier Uriz y Lasaga,
nacido en Sada, Prior 72 de la Colegiata'de Roncesvalles
y 93 Obispo de Pamplona, que acabó sus días el 7 de setiembre de 1829-en la capital de Navarra y está sepultado en la Barbazana.
La historia de su formación pasó de esta manera. Por
ciertas diferencias y disensiones habidas en la Colegiata
de Roncesvalles, se encomendó al egregio canónigo sangüesino don Fermín Lubián, erudito de primera fuerza,
que compusiera una Instrucción metódica que pudiera
servir de Regla o Constitución para el gobierno espiritual y temporal de la Real Casa. Sin dar la última mano
a su trabajo, descendió a !a tumba el sabio prebendado el
12 de enero de 1770, a los 80 años, 6 meses y 5 días de
edad. Sus papeles y apuntamientos sobre la materia se
traspasaron a don Santiago Espinosa, fiscal del Consejo
de Navarra, y al canónigo don Blas Oiza, los cuales llevaron adelante el negocio, celebrando diversas entrevistas y conferencias con el Prior y los Diputados de Roncesvalles, nombrados para concluirlo. Pero estando en
estas negociaciones resolvió intervenir e¡ monarca don
Carlos III, y designó por Visitador de la Real Casa al
canónigo don Joaquín Javier de Uriz, encargándole que
formalizase el arreglo y redactara unas Constituciones
claras, sencillas, breves, y las sometiera a la aprobación del Real Consejo de Castilla. El señor Uriz, hombre de vasto taJento y escritor fácil y fecundo, cumplió
con la comisión que se le encomendó, dictando las presentes Constituciones, que remitió a Madrid y merecieron el visto bueno del Consejo, la sanción real y la orden
de que se observasen.
Estas Constituciones ocupan el cuarto lugar de las impresas, entrando en cuenta las Reglas de los Canónigos.
Las primeras Constituciones, estampadas por Tomás Porralis de Saboya en Pamplona, se publicaron por don
Martín de Córdoba en 1590. De las segundas da razón
Mr. Michel en sus famosas notas al poema de Aneliers:
las estampó Pedro Porralis, con el título de "Regula Canonicorum Ecclesiae et Monasterii Sanctae Mariae de
Roncesvalles inventa in eodem monasterio.» (Regla de
los Canónigos de la Iglesia y Monasterio de Santa María
de Roncesvalles, encontrada en el mismo monasterio.)
Pamplona, sin año de impresión. Desconocieron este libro, de! que hay un ejemplar en el Archivo del Obispado de Pamplona, los bibliógrafos navarros. Esta misma
Regla, con idéntico título, la volvió a estampar sin fecha,
en la capital del Reino, José Miguel de Ezquerro, impresor de los reales tribunales de Navarra, que desempeñó
su oficio tipográfico de 1763 a 1782. Las cuartas Constituciones fueron las del señor Uriz, impresas en 1791.
La naturaleza, según el filósofo, nos dio un entendi-
J -i-
L A
AVALANCHA
miento curioso que no descansa hasta averiguar las últimas causas. En esta cuestión nos acucia el deseo de saber por qué razón se atribuirían al P. Moret las Constituciones de Roncesvalles predichas. Es, en verdad, cosa
Chócame que un libro aparecido más de un siglo después
de su muerte, y de una materia en que no estuvo especializado, se le adjudicase. Nosotros no vemos otro resquicio de la tal apropiación que el siguiente. Hay en las
Constituciones un nombre que tiene cierta relación con
el esclarecido jesuita. Firma la fe de erratas de ellas el
pamplonés don Silvestre de Arlegui, catedrático de latín
en Sangüesa, Azpeitia y Pamplona, que tradujo del latín
al castellano la primera obra impresa por Moret: "De
Obsidione Fonti-rabiaen, con el título de "Empeños del
Valor y bizarros desemp¿ños o Sitio de Fuenterrabía..
Al ver una obra anónima en cuya fe de erratas aparecía
el apellido Arlegui, el traductor de Moret, creyó alguno,
por una ofuscación que a veces ocurre, que se trataba de
otro libro debido al ingenio del primer cronista de Navarra. Y bastíi que un bibliógrafo incurra en un tropezón
semejante para que otros le sigan tamquamgritesgniem,
como una grulla a otra grulla, según el proverbio latino.
Pero bien examinado todo y compulsadas fechas e incoherencias, es de justicia apropiar las Constituciones de
Roncesvalles del 1791 al sabio y eminente autor de las
"Causas prácticas de la muerte de los niños expósitos en
sus primeros años.,
ANTONIO PÉREZ GOYENA,
S./.
LA ESPERANZA ORGANIZADA
S acordáis de aquella felicísima
frase con que Balzac definió a la
lotería? "La lotería—dijo aquel
agudo psicólogo—es la esperanza organizada..
Pues este sutil concepto del
azar tuvo la más perfecta confirmación en la rara manía en que
vino a caer mi vecino el zapatero Joaquín Piñuelas, que era el
más hábil remendón de calzado
que vieron los pasados siglos y
los presentes y esperan ver los
venideros.
Como maestro de obra prima,
el Sr. Joaquín era la admiración de nuestro barrio. Recibía en su talíercito del portal.unas piltrafas de cuero y
de sueia que antaño fueron zapatos, y a los pocos días
las devolvía transfiguradas en una maravillosa obra de
arte, digna de ser expuesta en la más rutilante vitrina.
En echar piezas invisibles para tapar agujeros escandalosos era consumado doctor. Así es que, como vulgarmente se dice, el hombre no tenía manos ni daba abasto
para cumplir los encargos de su clientela. El señor Joaquín, además no abusaba de su pericia: quiero decir que
no cobraba por su perfecto trabajo precios excesivos, sino que se contentaba con una moderada retribución, lo
que aumentaba el sumo aprecio en que le tenía la vecindad,
Y este aprecio era muy justificado, porque además de
lo dicho en orden a su habilidad zapateril, Piñuelas fue
siempre un hombre honradísimo, excelente padre de familic, de buena vida y costumbres, religioso, bien hablado y del todo apartado de la taberna y otros vicios.
No tenía más que un defecto: alguno habría de tener,
ya que en este picaro mundo la perfección es ave rara, y
aunque todos estamos obligados a aspirar a ella y debemos poner cuanto esté de nuestra parte para conseguirla,
son muy pocos los que la alcanzan, y eso que a ninguno
379
falta la gracia divina con que Dios hace fecundas las buenas intenciones.
Este único vicio del señor Joaquín era el juego; pero
no el juego bellaco de los naipes, sino ese otro, al parecer más limpio y de ropaje honesto que se llama lotería,
la "esperanza organizada, según la frase feliz del famoso
novelista francés. Sí, señores: el señor Joaquín era aficionado a la lotería, a pesar de los continuos y cariñosos reproches que ie hacía su mujer para apartarle de este
vicio.
—Convencido debieras estar, Joaquín—le decía—, de
que esto no te conviene: veinte años seguidos llevas jugando y no te ha tocado ni una gorda. Sabes que no toca
nunca, y que el único que gana es el Gobierno. Me han
dicho, aunque no puedo jurarlo, que hacen trampas para
que toque la lotería al ministro, al gobernador y al alcalde, mipntras los pobres nos quedamos con los décimos
en el bolsillo.
—Estás equivocada, Dionisia—le decía el marido—:
porque he ido muchas veces al sorteo y he visto que se
juega con toda legalidad, y no es posible hacer esas
trampas a que te refieres, pues el juego está a la vista del
público, sacando las bolas los niños del Colegio de San
Ildefonso. Además, ¿juego yo hasta arruinarme y quitarte el pan a ti y demás familia menuda? No, porque sólo
juego una vez al año en el sorteo de Navidad. ¿Juego yo
por la avaricia de tener mucho dinero y darme luego la
gran vida? Tampoco, pues tú ya sabes que para lo que
quiero el capital que me toque, es para ampliar el negocio de la zapatería, y montar un establecimiento súper,
y honradamente mejorar de posición, no solo yo, sino
primero todos ^vosotros. ¿Es esto malo? ¿Es esto vicio?
¡Venga Dios y véalo!
Y así era verdad. El señor Joaquín ahorraba todos los
meses unas cuantas pesetas con el propósito de reunir a
fin de año las necesarias para comprar un décimo de la
lotería. Y pensaba, como piensan todos, que le iba a tocar el premio gordo. "¡Oh dorada ilusión de alas abiertas!,—como dijo el gran poeta castellano—... El simplecilio ignoraba los secretos de la probabilidad, y no sabía
que acertar con un número entre cincuenta mil toca casi
en los linderos de lo imposible. Perdía todos los años;
pero él, ¡erre que erre!, no cejaba en su empeño de aspirar al premio gordo, y llevaba siempre encendida la ilusión de que aquellas pocas pesetas que él aportaba a la
lotería de Navidad habrían de traerle miles de duros.
Ya queda indicado por su propia declaración que Joaquín Piñuelas, caso de tocarle el premio gordo en que
tenia cifrada su esperanza, se proponía cambiar su pobrísimo taller en un magnífico establecimiento. Para ello,
había ya comenzado los necesarios estudios y redactado
numerosos proyectos, los que servían de base a cálculos
muy complicados, así en lo referente a la fundación y
reorganización del negocio ("puesta en marcha, decía él
por haberlo leído en un periódico), como en lo atajadero
a la explotación, consolidación y auge futuro de la empresa.
Conviene advertir que el señor Joaquín era hombre
"muy leído y escribido,, como decía un amigo suyo, portero de la Delegación de Hacienda, con quien él cónsul*
taba sus asuntos financieros. El señor Joaquín había sido, en su lejana infancia, alumno muy distinguido del
Colegio de San Fernando que los Escolapios tienen en
la calle del Mesón de Paredes frontero a la famosa Corrala, y allí había aprendido con singular provecho las
primeras letras y algunas otras cosas de añadidura. Tenía buena letra y ortografía, hablaba correctamente el
castellano y en cuestión de números podía codearse con
los primeros contables del Banco de España.
Todo este caudal de conocimientos y los que específicamente se referían a su oficio, que eran también sólidos
y abundantes, tos ponía el hombre al servicio de aquella
idea que venía ocupando su magín durante mucho tiempo; y los ratos de ocio que le dejaba el trabajo de la zapatería, lo empleaba en imaginar fantásticos proyectos
que el hombre financiaba como el más experto arbitrista.
—Estoy estudiando ahora los mercados extranjeros—
decía a su amigo—, porque me he convencido de que el
r".-., ;/=,.-, .*.
380
LA
AVALANCHA
consumo nacional no podrá absorber mí producción. Difícil es el problema, porque dentro de la economía dirigida en todos los Estados europeos y el régimen de contingeníación que se extiende por todas partes, nuestra
exportación ha de tropezar con grandes trabas; pero produciendo mucho y bueno, nos impondremos a todos necesariamente.
—Lo peor es que partí eso se necesita mucho capital
—objeta el portero de la Delegación—, y tú no tienes ni
cinco.
—Ya vendrá—contesta el señor Joaquín con una convicción firmísima—. Espero que este año me toque... y
creo que con quinientas mil pesetas podremos empezar...
Ya he echado la vista a un magnífico local... ya sabes...
el que Fue Café de la Pomme de Terre, que se ha cerrado y que está en un gran sitio... ¡Ya verás, ya verás lo
bien que va a ir todo!
Y así años y años... sin conseguir, no digamos el premio gordo, pero ni siquiera una mísera aproximación o
reintegro. Y el hombre, sostenido por la más inflamada
esperanza, no se descorazonaba ante el fracaso, antes
parece que éste ie estimulaba a nuevas y más espléndidas ilusiones.
Se pasaba las noches como don Quijote, de claro en
claro; no leyendo libros de Caballerías, sino de Economía y de Finanzas, y haciendo números, redactando modelos de Contabilidad, prospectos Je propaganda y minutas de correspondencia; y todo ello sin descuidar su
clientela, para la cual trabajaba con celo insuperable en
su pobre chiribitil.
La señora Dionisia se iba acostumbrando'a aquella
manía, y ya no la rechazaba tan en absoluto como cuando comenzó.
—¡Qué diantre!—decía—mi hombre con esto no hace
daño a nadie, ni se perjudica lo más mino, porque al fin
y al cabo, no juega más que una vez al año, en la lotería
de Navidad, lo cual que supone un real diario; y si está
entretenido y no va a la taberna, mejor que mejor: más
vale esto que no que se lo gaste, como hacen otros, en
aguardiente y bocadillos. Y ¡quién sabe si algún día no
nos toca el gordo y ponemos el establimiento y ganamos más que el Rey de Roma!
Y así años y años... El señor Joaquín, sonriendo maliciosamente, decía:
—Piensan que estoy loco, porque me dedico al estu-.
dio de grandes proyecios... Ya verán, ya verán el día que
me muera: entonces se demostrará que he sabido aprovechar el tiempo y que he trabajado por el bien de todos.
Y así fue. Llegó su hora al buen Joaquín Piñuelas, y
murió cristianamente como había vivido. Y entre los voluminosos mamotretos que dejaba escritos sobre sus imaginadas ilusiones industriales, apareció una cartilla de la
Caja de Ahorros con varios miles de pesetas en ella acreditados, y con un escrito de puño y tetra del honrado arbitrista que decía así:
"No todo ha sido fantasía. Aquí tenéis la realidad: por
cada peseta dedicada a lo futuro, he separado otra para
lo presente. Si no he podido dejar a mis hijos una gran
fortuna, como había soñado, les dejo este capitafito, fruto de mi trabajo, y un ejemplo de honradez, que es lo
que más importa. Que trabajen, que ahorren y que alegren su vida con la ilusión..
, . . , , . .
PEDRO DE ESLONZA.
WESA REVUELTA
Por la enseñanza del catecismo en las escuelas
municipales.—En nuestro último número dábamos cuenta del plausible acuerdo del Excmo. Ayuntamiento de
Vitoria para que se dé instrucción religiosa, en horas extraordinarias, a los niños de las escuelas municipales.
Hoy, con no menos satisfacción, recogemos en nuestras columnas la interesante noticia de una documentada
proposición de ley, en el mismo sentido, presentada re-
cientemente a\ Parlamento por la minoría nacionalista
vasca.
V
¡Adelante por este camino!
,'.;;'"-,
.V
Triunfo artístico de un misionero navarro en China.—Cortamos ds ' Ei Ribereño Navarro,, de Tudela:
•Entre los numerosos bocetos presentados para ejecutar las vidrieras artísticas del palacio del Presidente de
la República china, en Nankín, fueron aprobados los
presentados por el Hermano Antonio Navascués, S. J., y
bajo cuya dirección han sido ejecutados en la escuela artística que regenta en el Orfanatrofío de Zi-ka-wei, en
Shanghai.
Con tan grato motivo felicitamos a los señores de Navascués, don José, padres del misionero, y a ia Compañía de Jesús.»
No es lo mismo predicar...—Durante la revolución
del 68 se presentó un anarquista práctico a Id junta revolucionaria de un pueblo de Andalucía, pretendiendo
que le adjudicaran una hermosa finca de cierto marqués,
colindante con un trozo de tierra suyo, porque así (decía
el infeliz) se redondeaba.
El presidente, que era un guasón de primera, le dijo:
—[Ay, ciudadano, cuánto lo siento! Has venido tarde,
porque hace poco estuvo aquí el marqués con la misma
pretensión, y le adjudicamos tu pedazo de tierra para
que aquél redondease su finca.
—¡Canallas, pillos, ladrones!—exclamó el anarquista
andaluz, indignadísimo.—¿Quién es el marqués, ni ustedes, para robarme de esa manera lo que es mío, muy
mío, y ha pertenecido siempre legítimamente a mi familia?
—Hombre, pues por la boca muere el pez, porque
nosotros hemos hecho con usted lo mismo, exactamente
lo mismo que usted quería hacer con el marqués.
El candido labrador no tuvo qué replicar, y todos
aprendieron que ana cosa es predicar y otra dar trigo.
Gounod, ayudando a misa.—Este ilustre compositor,
que se educó en un seminario, no dejó nunca de ser un
católico práctico, y cuando en sus últimos años veraneaba en la posesión de su amigo H. Chabrier, andaba diariamente dos kilómetros por la mañana para oír misa en
la iglesia de la aldea vecina.
Un día que esperaba, sentado en un banco, a que empezase el Santo Sacrificio, se apercibió de que no llegaba
el monaguillo, y acercándose al sacerdote le pidió permiso para sustituir a aquél, y ayudó a misa con tanto fervor que edificó a los circunstantes.
Santos Ejercicios.—En la Casa de San Francisco Javier, de Pamplona-Burlada:
Del 28 al 2 de enero.—Para obreros. (Única que se
dará este invierno.)—Director, R. P. Cibriáin.
Del 22 al 24 de enero.—Tanda económica en vascuence, para señoras y jóvenes.—Director, R. P. Legaz.
Del 25 al 1 de febrero.—Para sacerdotes.
Del 5 al 10 de febrero.—Tanda económica para hombres, en vascuence.—Director, R. P. Legaz.
Del 22 al 26 de febrero (Carnaval).—Para caballeros.
— Director, R. P, Gomara.
La correspondencia dirfjase a la Casa de Santos Ejercicios, Pamplona-Burlada, teléfono 2620.
Máximas morales.—Se trabaja, se afana por trepar
un poco más arriba, y apenas se ha llegado a la altura a
que se aspiraba, cuando se nos va la cabeza. Los puestos
más altos no están más al abrigo de los vientos. La muerte confunde todas las condiciones, entierra todas las fortunas; las cenizas son el paradero de todo, y no se distinguen.
Calma, afabilidad y dulzura. No te precipites, que los
más de los acontecimientos se te resolverán bien si sabes esperarlos.
• . .
.
. . .
LA
Cosas que se dicen.—El señor Madariaga, en un acto de A. P., dijo:
—Es preciso mejorar la vida del campo.
Y nosotros, modestamente, desde estas columnas, decimos:
— Es preciso mejorar el campo de la vida.
¿Verdad que tenemos los dos razóh?
BIBLIOGRAFÍA
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Santísimo Sacramento, fundadora del Instituto de.
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de Dominica; Antífonas, Salmos, Capítulo, Himno, Verso y
Ant. de Magnif. para las segundas Vísperas de Natividad, Circuncisión, Epifanía, Resurrección, Ascensión, Pentecostét,
Trinidad, Corpus, Corazón de Jesús, Cristo Rey, Inmaculada,
Asunción, San Francisco Javier, San José, San Pedro y San
Pablo, Santiago, Todos los Santos y Difuntos; Comunes de !a
Santísima Virgen y de Santos; Oficio de Difuntos (con los tres
Nocturnos y Misa); Sacris solemniis, Te Deum, Miserere, Bonedicius, Vexilla Regís y las cuatro Antífonas de la Virgen.
Un volumen de 200 págs., de 25 X 35 cms., encuadernado
en pegamoid y con registros de seda, 17 ptas.; con lomo y
puntas de piel, 19.
Los podidos a JESÚS GARCÍA
ESTAFETA, 3 1 , PAMPLONA
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