PROCURACION GENERAL Corte Suprema de Justicia Santa Fe, 20 de marzo de 2015.- INSTRUCCIÓN GENERAL N° 3 Y VISTO: El deber inexcusable del Estado de garantizar el acceso a la justicia y de poner en pie de igualdad a los litigantes (artículos 16 y 18 de la Constitución Nacional y 7, 8, 9 de la Carta Provincial), cuyo cumplimiento exige la permanente adecuación del sistema judicial a fin de “[...] remover todos los obstáculos de orden económico y social que, limitando de hecho la igualdad y la libertad de los individuos [...]”(art. 8, C.P.) dificulten la defensa efectiva de los derechos de las personas más desfavorecidas, atentando contra su dignidad, libre desarrollo y efectiva participación en la vida política, económica y social de la comunidad; y CONSIDERANDO: Que la Ley Orgánica del Poder Judicial establece como funciones y atribuciones de los Defensores Generales [...] intervenir en los asuntos judiciales o extrajudiciales que se relacionen con la persona o intereses de menores, incapaces, ausentes o pobres, a fin de asumir la defensa de sus derechos en todas las instancias [...] (artículo 145 inciso 1°). Que específicamente en relación a la pobreza, y a fin de perfilar una orientación que serviría para formular criterios unificadores en torno al cumplimiento de la función establecida en el articulo citado, la Procuración General emitió la Instrucción General N° 7 -en fecha 10 de julio de 1978-, en la que se consignó que "[...] no hay situaciones de pobreza idénticas [...]" y que resultaba "[...] imposible establecer reglas fijas sobre el concepto de lo que significa ser pobre a los fines previstos en el canon del artículo mencionado". 1 Se sostuvo que Basta que el funcionario compruebe una situación susceptible Que, sin perjuicio de los criterios rectores que dicha Instrucción ha tenido 1, nuestra concepción sobre las personas que merecen protección oficial especial se ha modificado sin necesidad de identificarla con la falta de recursos económicos. Incluso ciertas consideraciones de tal Instrucción General no parecen ajustadas a una interpretación dinámica de la Constitución Provincial (en especial, sus artículos 7, primera parte; y 8) sosteniendo que existe una pobreza involuntaria y otra intencional, distinción que carece de todo rigor analítico tanto ética como constitucionalmente2. Que la modificación de nuestros paradigmas socio-culturales requiere adecuar aquel concepto de "pobreza" en aras de garantizar el acceso efectivo a la justicia de los sectores más desfavorecidos y/o vulnerables de la sociedad para la defensa de sus derechos ya que poca utilidad tiene que el Estado reconozca formalmente un derecho si su titular no puede acceder de forma efectiva al sistema de justicia para obtener la tutela que merece recibir. Que la idea de “pobreza”, entonces, debe ser redefinida -al menos reglamentariamente- con un cambio de enfoque que permita expandirla de modo tal que comprenda las distintas situaciones de vulnerabilidad. Así, 1 2 Incluso durante más de treinta (30) años de reinstalación de vida democrática. Así se sostuvo que En cambio, no son acreedores a la representación oficial aquellas personas que carecen de medios económicos porque no trabajan pudiendo hacerlo, tanto por su estado físico como por su edad, como por sus aptitudes. Naturalmente, la persona que no tiene recursos porque no trata de obtenerlos en forma normal a pesar de poder hacerlo por su habilidad, capacidad o idoneidad; la que permanece voluntariamente en la holgazanería; la que en caso de no hallar trabajo dentro de lo que fue su ocupación habitual no lo busca fuera de ella; carecen del derecho a la protección del Estado. Va de suyo, distinta es la situación de quien no tiene trabajo no obstante sus aptitudes mientras se encuentra en su búsqueda (Instrucción General N° 7/78). PROCURACION GENERAL Corte Suprema de Justicia [S]i se complejiza la mirada sobre la pobreza con los conceptos sino que se trata más bien de una gran variedad de situaciones de culturales, simbólicos. Que puede afirmar, entonces, que la vulnerabiliad [...] es de carácter multidimensional y su expresión asume variadas formas, sea a través de una situación de fragilidad ante los cambios originados en el entorno, sea por el desamparo institucional desde el Estado, o por la debilidad de un individuo y hogar en cuanto a los capitales con que cuenta para afrontar estos cambios. Esta noción de vulnerabilidad conjuga factores internos y externos, la manera en que se entrelazan estos factores internos y externos y las distintas formas resultantes de deterioro en el bienestar de las personas, considerando asimismo las variaciones en el tiempo3. Que, cabe destacar, el concepto de vulnerabilidad ha sido el eje sobre el cual se han formulado las recomendaciones efectuadas mediante las Reglas de Brasilia 4, precisamente, relativas al acceso a la justicia de las personas que se encuentran en condición de vulnerabilidad. Que, mediante las Reglas, se desarrollan los principios recogidos en la “Carta de Derechos de las Personas ante la Justicia en el Espacio Judicial Iberoamericano”(Cancún 2002), específicamente los que se incluyen en la parte titulada “Una justicia que protege a los más débiles”(apartados 23 a 34), delineándose entonces el concepto de vulnerabilidad que adoptaremos en adelante. Que las citadas Reglas definen a las personas en situación de vulnerabilidad como aquellas que […] por razón de su edad, género, estado físico o mental, o por circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales, encuentran especiales dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia los derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico (capítulo Conf. Informe 2013 del Observatorio de los derechos de la niñez y la adolescencia de la Provincia de Santa Fe, pág. 163-165. 4 Aprobadas por la Asamblea Plenaria de la XIV Edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana celebrada los días 4, 5 y 6 de marzo del año 2008 en la ciudad de Brasilia. 3 3 I, sección 2°). Que el referido documento enuncia algunos supuestos que podrán constituir causas de vulnerabilidad, como ser la edad, la discapacidad, la pertenencia a comunidades indígenas o a minorías, la victimización, la migración y el desplazamiento interno, la pobreza, el género y la privación de libertad. Que cabe destacar que esta Corte Suprema de Justicia de la Provincia en fecha 29.03.2011 adhirió a las citadas Reglas de Brasilia [...] las que deberán ser seguidas -en cuanto resulten Que, asimismo puede mencionarse que en el marco de las Jornadas de Trabajo de la Defensa Oficial de esta Provincia -llevadas a cabo en la ciudad de Rosario en fecha 26 de febrero de 2014- manifesté que desde la Defensa se deben determinar los nuevos reclamos o intereses de los distintos sectores sociales en condiciones de vulnerabilidad para tener una participación proactiva en defensa de los derechos consagrados en la Constitución Nacional y en los Pactos Internacionales, incluidos -obviamente- los derechos de incidencia colectiva. Que, en razón de todo lo expuesto, y con el objetivo de que la Defensa Oficial posibilite a las personas en condición de vulnerabilidad el pleno goce de los servicios del sistema judicial, esta Procuración General debe adecuar el sistema normativo aplicable a fin de identificar adecuadamente quienes serán las personas intituladas a la Defensa Oficial y las condiciones de trato que deberán otorgárseles. Que, finalmente, resta advertir que al no existir situaciones de vulnerabilidad idénticas y ante la posibilidad de que se presenten casos de difícil encuadre, ante el estado de duda sobre la situación de vulnerabilidad los PROCURACION GENERAL Corte Suprema de Justicia Defensores Generales deberán resolver siempre en favor de la persona alegadamente vulnerable, evitando la adopción de criterios restrictivos que sólo tengan en cuenta la situación económica del justiciable. En virtud de lo expuesto, y en ejercicio de las atribuciones que le confiere el artículo 131 -incisos 1°, 2° y 3°- de la Ley N° 10.160, el Procurador General de la Excma. Corte Suprema de Justicia formula la siguiente : INSTRUCCIÓN GENERAL ARTÍCULO 1°: Establecer como regla general que los Defensores Generales Civiles y Zonales de la Provincia en oportunidad de evaluar la solicitud de asesoramiento y/o patrocinio deberán analizar si la persona se encuentra en situación de vulnerabilidad, considerando a tal fin las Reglas de Brasilia. ARTÍCULO 2°: En razón de los lineamientos expresados en los considerandos de la presente, déjese sin efecto la Instrucción General N° 7/1978. ARTÍCULO 3°: Disponer que las señoras Defensoras Generales de Cámaras de Santa Fe y Rosario mantengan un permanente y activo contacto con los señores/as Defensores/as Generales Civiles y Zonales, a fin de controlar que el desempeño de dichos funcionarios se ajuste a las pautas establecidas en la presente Instrucción General impartiendo las directivas que estimen pertinente a tal fin. ARTÍCULO 4°: Comuníquese a la Excma. Corte Suprema de Justicia, a las Defensorías Generales de Cámara de Santa Fe y Rosario y a las Presidencias de Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de la Provincia. 5 Notifíquese. Fecho, archívese.