Fiscalidad Operaciones vinculadas: caso especial del socio profesional 38 l Estrategia Financiera Nº 261 • Mayo 2009 [ www.estrategiafinanciera.es ] La modificación del Reglamento del Impuesto sobre Sociedades ha dado lugar a que, bajo determinadas condiciones, se acepte que la contraprestación coincida con el valor normal de mercado en las operaciones correspondientes a la prestación de servicios efectuada por personas físicas a sociedades vinculadas. El empleo de esta modificación como un baremo orientativo sobre el que establecer el valor de mercado en operaciones socio-sociedad puede ser muy perniciosos , Juan de Uña Repetto Asesor fiscal. Vplatas Asesores Fiscales, S.L H asta la entrada en vigor de la redacción actual del artículo 16 del Real Decreto Legislativo 4/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (en adelante, TRLIS), las operaciones efectuadas entre personas o entidades vinculadas eran susceptibles de ser valoradas por la Administración tributaria por su valor normal de mercado, siempre y cuando la valoración convenida entre las partes hubiera determinado una tributación inferior o un diferimiento de dicha tributación respecto de la que hubiese correspondido por aplicación del valor normal de mercado. En estos casos, al amparo de la normativa anterior, el sujeto pasivo no estaba obligado a valorar dichas operaciones a valor de mercado, sino que tal corrección valorativa era competencia de la Administración. Con la aprobación de la Ley 36/2006, de 29 de noviembre, de medidas para la prevención del fraude fiscal, se dio una nueva redacción al artículo 16 del TRLIS, aplicable a los períodos impositivos que se iniciaron a partir de 1 de diciembre de 2006, según la cual las operaciones realizadas entre personas o entidades vinculadas deberán valorarse en todo caso por su valor normal de mercado, teniendo la Administración tributaria la facultad de comprobar dichas operaciones y efectuar, en su caso, las correcciones valorativas que procedan, si bien quedará vinculada por dicho valor en relación con el resto de personas o entidades vinculadas. EL SOCIO PROFESIONAL EN LOS EJERCICIOS 2003 A 2006 En este marco normativo relativo a las operaciones vinculadas tenía especial importancia la redacción del apartado 7 del artículo 16 de la Ley 43/1995, de 27 de diciembre, del Impuesto sobre Sociedades, que fue añadido por el artículo quincuagésimo cuarto de la Ley 46/2002, de 18 de diciembre (aplicable a los períodos impositivos que se iniciaron a partir de 1 de enero de 2003), puesto que establecía una presunción iuris et de iure (sin posibilidad de admitir prueba en contra) según la cual la Administración tributaria aceptaba que la contraprestación efectivamente satisfecha coincidía con el valor normal de mercado en las operaciones correspondientes al ejercicio de acti- vidades profesionales o a la prestación de trabajo personal por personas físicas a sociedades vinculadas cuando se cumplieran con los dos requisitos siguientes: • Q ue más del 50% de los ingresos de la sociedad procedieran del ejercicio de actividades profesionales. • Q ue la entidad contase con medios personales y materiales para el desarrollo de sus actividades. Dicha redacción fue traspasada textualmente al elaborar el TRLIS, y se ha mantenido vigente hasta su derogación, por virtud de la nueva redacción dada a la citada norma por la Ley 36/2006, de 29 de noviembre, de medidas para la prevención del fraude fiscal, cuya entrada en vigor se produjo, tal y como se ha dicho, para los períodos impositivos iniciados a partir del 1 de diciembre de 2006. Podría decirse que, con carácter general, desde el ejercicio 2003 a 2006, ambos inclusive, estuvo vigente la redacción del apartado 7 del artículo 16 de la norma que regulaba en esos años el Impuesto sobre Sociedades. Así, durante estos periodos impositivos la Administración no podía discutir que el valor dado era el de mercado para aquellas operaciones vinculadas que derivaran del ejercicio de actividades profesionales o de la prestación de trabajo personal efectuado por personas físicas a sociedades, siempre Ficha Técnica Autor: de Uña Repetto, Juan Operaciones vinculadas: caso especial del socio profesional Fuente: Estrategia Financiera, nº 261. Mayo 2009. Localizador: 44/2009 Resumen: En los últimos años se han producido cambios sustanciales en la legislación tributaria que regula cómo se establece el valor fiscal que corresponde a la prestación de servicios profesionales efectuados por personas físicas a sociedades vinculadas. Tras la aprobación del Real Decreto 1793/2008, de 3 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento del Impuesto sobre Sociedades, merece la pena hacer un breve estudio de esta evolución normativa para poder llegar a interpretar adecuadamente el alcance de la reforma en el caso de las operaciones vinculadas realizadas por los socios profesionales. Descriptores: Fiscalidad, Impuesto sobre Sociedades, Ley del Impuesto sobre Sociedades (TRLIS), operaciones vinculadas. Título: w Nº 261 • Mayo 2009 Estrategia Financiera l 39 Fiscalidad Operaciones vinculadas: caso especial del socio profesional w Para los ejercicios iniciados a partir del 1 de diciembre de 2006 se deben aplicar las normas generales para la terminación del valor de mercado en una operación vinculada que concurrieran las dos condiciones indicadas anteriormente. Ejemplo 1: una empresa dedicada a prestar servicios de arquitectura, cuya facturación en 2005 asciende a un total 1.500.000 euros, retribuye por los servicios prestados por uno de sus socios (persona física), dueño del 50% de la compañía, un total de 25.000 euros al año. Dado que más del 50% de los ingresos de la sociedad proceden del ejercicio de actividades profesionales y dado que la entidad cuenta con medios personales y materiales para el desarrollo de sus actividades, se entiende que en el año 2005 el sueldo del socio es ajustado a los valores de mercado por virtud del entonces vigente artículo 16.7 del TRLIS. EL SOCIO PROFESIONAL EN EL EJERCICIO 2007 De la nueva redacción del artículo 16 del TRLIS, aplicable para los períodos impositivos que se iniciaran a partir de 1 de diciembre de 2006 (con carácter general, aplicable para el ejercicio 2007 y sucesivos), se eliminó cualquier referencia al supuesto que contemplaba hasta ese momento el ya comentado artículo 16.7 del TRLIS, por lo que se derogó la presunción iuris et de iure según la cual la Administración tributaria aceptaba como valor de mercado el establecido en las operaciones vinculadas correspondientes al ejercicio de actividades profesionales o a la prestación de trabajo personal por personas físicas a sociedades cuando se cumplieran con los requisitos indicados anteriormente. Por lo tanto, para los ejercicios iniciados a partir del 1 de diciembre de 2006 (normalmente, a partir del ejercicio 2007) se deben aplicar las normas generales para la determinación del valor de mercado en una operación vinculada sin poder aplicar ya la mencionada presunción iuris et de iure. Ejemplo 2: una empresa dedicada a prestar servicios de arquitectura, cuya facturación en 2007 as- 40 l Estrategia Financiera ciende a un total 1.500.000 euros, retribuye por los servicios prestados por uno de sus socios (persona física), dueño del 50% de la compañía, un total de 25.000 euros al año. A pesar de que más del 50% de los ingresos de la sociedad proceden del ejercicio de actividades profesionales y aunque la entidad cuenta con medios personales y materiales para el desarrollo de sus actividades, deberá poder justificar ante la Administración tributaria que en el año 2007 el sueldo del socio se ajusta al valor de mercado, siguiendo para ello las normas generales de determinación de dicho valor. EL SOCIO PROFESIONAL A PARTIR DEL EJERCICIO 2008 Por otro lado, el Real Decreto 1793/2008, de 3 de noviembre, por el que se modifica el Reglamento del Impuesto sobre Sociedades, aprobado por el Real Decreto 1777/2004, de 30 de julio, ha dado nueva redacción al artículo 16.6 del Reglamento del Impuesto sobre Sociedades (en adelante, RIS), entre otros importantes cambios. En esta nueva redacción, que ha entrado en vigor desde el día 19 de noviembre de 2008, se ha incluido un supuesto específico según el cual el obligado tributario podrá considerar que el valor convenido coincide con el valor normal de mercado cuando se trate de una prestación de servicios por un socio profesional, persona física, a una entidad vinculada y se cumplan los siguientes requisitos: • Q ue la entidad tenga un importe neto de la cifra de negocios en el período impositivo inmediato anterior inferior a 8 millones de euros, en los términos del artículo 108 del TRLIS. • Q ue más del 75% de los ingresos percibidos por la sociedad en el ejercicio procedan del desarrollo de actividades profesionales, cuente con los medios materiales y humanos adecuados, y el resultado del ejercicio previo a la deducción de las retribuciones correspondientes a la totalidad de los socios-profesionales por la prestación de sus servicios sea positivo. • Q ue la cuantía de las retribuciones correspondientes a la totalidad de los socios-profesionales por la prestación de sus servicios a la entidad no sea inferior al 85% del resultado previo a que se refiere el párrafo anterior. • Q ue la cuantía de las retribuciones correspondientes a cada uno de los socios-profesionales cumpla los siguientes requisitos: 1)Se determine en función de la contribución efectuada por estos a la buena marcha de la sociedad, siendo necesario que consten por escrito los criterios cualitativos y/o cuantitativos aplicables. Nº 261 • Mayo 2009 Fiscalidad Operaciones vinculadas: caso especial del socio profesional 2)No sea inferior a dos veces el salario medio de los asalariados de la sociedad que cumplan funciones análogas a las de los socios profesionales de la entidad. En ausencia de estos últimos, la cuantía de las citadas retribuciones no podrá ser inferior a dos veces el salario medio anual del conjunto de contribuyentes previsto en el artículo 11 del Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. El incumplimiento del requisito establecido en el apartado 2 en relación con alguno de los socios-profesionales, no impedirá la aplicación de lo previsto en este apartado a los restantes socios-profesionales. Ejemplo 3: una empresa dedicada a prestar servicios de arquitectura, cuya facturación en 2009 asciende a un total 1.500.000 euros, y cuyo resultado previo a la deducción de las retribuciones correspondientes a la totalidad de los sociosprofesionales es de 1.000.000 euros, deberá poder justificar ante la Administración tributaria que en el año 2009 los sueldos de los socios (personas físicas) se ajustan al valor de mercado, al igual que en el ejemplo 2. No obstante, según el artículo 16.6 del Reglamento del Impuesto sobre Sociedades también se podrá considerar iuris et de iure que los sueldos de sus socios profesionales se ajustan al valor de mercado cuando la suma de las retribuciones pactadas asciendan en su conjunto a un total de 850.000 euros al año (1.000.000 x 85%). Suponiendo que existieran dos socios al 50% que prestaran idénticos servicios a la sociedad, el sueldo de cada uno debería ser, en ese caso, de 425.000 euros al año. DESAPARICIÓN DEL PRIVILEGIO DEL SOCIO PROFESIONAL La normativa, tal y como se ha indicado, mantenía una presunción iuris et de iure que, con carácter general, ha estado en vigor para los ejercicios 2003 a 2006, estableciendo lo que podría considerarse como un privilegio fiscal para determinados contribuyentes, ya que éstos podían considerar que sus retribuciones estaban ajustadas al valor de mercado, a pesar de existir una operación vinculada, siempre que se dieran dos requisitos sencillos de cumplir (que más del 50% de los ingresos de la sociedad procedieran del ejercicio de actividades profesionales y que la entidad contase con medios personales y materiales para el desarrollo de sus actividades). Dicho privilegio fiscal se eliminó del TRLIS para aquellos periodos impositivos que se iniciaran desde 1 de diciembre de 2006 (en general, para el ejercicio 2007 y siguientes), y aunque se ha introducido reglamentariamente a finales de 2008 una nueva presunción iuris et de iure que fija el valor de mercado en estos casos, ésta dista de ser un verdadero privilegio fiscal. Téngase en cuenta que, junto con otros requi- Nº 261 • Mayo 2009 sitos, los socios profesionales deben imputarse una retribución que no sea inferior al 85% del resultado del ejercicio previo a la deducción de estas retribuciones para que la citada presunción pueda operar, lo que podría tener un impacto fiscal muy considerable en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del socio profesional. Aunque en algún foro se ha comentado que esta norma reglamentaria supone, en definitiva, la reactivación del privilegio fiscal que estuvo vigente para los años 2003 a 2006, más bien parece, a tenor de las nuevas condiciones exigidas ahora, que este supuesto se acerca más a la filosofía que subyacía en la extinta transparencia fiscal, donde los socios debían imputarse en su IRPF el resultado de la entidad de forma proporcional a su cuota de participación. POSIBLE EXCESO REGLAMENTARIO La presunción iuris et de iure que se eliminó al establecer el vigente artículo 16 del TRLIS ha resurgido, con las importantes y sustanciales modificaciones ya comentadas, mediante un desarrollo reglamentario que no tiene una clara cobertura legal. De ser así, todo apuntaría a que el precepto del RIS que retoma la presunción iuris et de iure ha nacido con un exceso reglamentario, cuya corrección sería deseable. PROBLEMÁTICA EN LA INTERPRETACIÓN DEL PRECEPTO REGLAMENTARIO A pesar de que la norma ha despertado ciertos temores y dudas en cuanto al uso que podría darle la inspección tributaria en el curso de una comprobación, una interpretación razonable del artículo 16.6 del RIS, que regula actualmente la presunción iuris et de iure, debiera concluir en que la aplicación del precepto es voluntaria y subsidiaria en todo caso a la norma general, que obliga a determinar el valor de mercado para las operaciones vinculadas. Así, este precepto reglamentario se justificaría únicamente en la necesidad de posibilitar al contribuyente una cobertura objetiva en la que poder resguardarse, a veces con un alto coste fiscal, ante la siempre difícil tarea de delimitar cuál es el valor de mercado en cada caso, pero sin que se llegase a utilizar hasta el punto de servir como baremo orientativo sobre el cual poder establecer el precio de mercado. 9 Estrategia Financiera l 41