Guía Práctica de Compañías

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TEXTO BORRADOR PARA LA CLASE.- Este material no constituye “obra”. Su utilización como “papeles de trabajo”
está restringida exclusivamente al aula de clases para su discusión y análisis, por lo que está destinada
únicamente a los estudiantes del curso de “Derecho Empresarial” en la Universidad Tecnológica ECOTEC.
- Nombre
Dos principios rigen en cuanto al nombre o denominación de una
compañía. En primer lugar, el nombre constituye propiedad de la
compañía y no puede ser adoptada por ninguna otra, no sólo por su
interés particular sino también para precautelar derechos de terceros
en relación a posibles errores o confusiones (principio de propiedad).
En segundo lugar, la denominación no puede confundirse con la de
una compañía preexistente, aunque ésta hubiera consentido en ello o
sea de distinta especie o tenga diferente objeto social, domicilio o
régimen legal distinto (principio de peculiaridad).
El nombre de una compañía anónima deberá ser una denominación
objetiva, es decir debe sugerir el objeto social. Al nombre deberá
añadirse la indicación de "compañía anónima" o "sociedad anónima",
o las correspondientes siglas.
El nombre propiamente tal podrá constar de dos partes:
- una de ellas será alusiva a la actividad de la compañía y estará
conformada por palabras comunes, como las que sirven para
determinar la clase de empresa, así "comercial", "industrial",
"agrícola", "constructora", etc. Sin embargo no se podrán utilizar
palabras que correspondan a las actividades financieras propias de
aquellas compañías sujetas al control de la Superintendencia de
Bancos y Seguros. Tampoco se permite que compañías que no hayan
sido debidamente autorizadas utilicen denominaciones que hagan
alusión a actividades inherentes al sector turístico o de entes del
mercado de valores.
- la otra parte será una expresión peculiar, que puede ser un nombre
propio, palabras inventadas o de fantasía, términos simples o
compuestos no genéricos, combinación de sílabas o letras, siglas,
anagramas o fonemas aunque sean vocablos extraños al quehacer de
la empresa, pero siempre que permitan diferenciar claramente el
nombre de la compañía de otra u otras. No se descarta la utilización
de palabras extranjeras, pero no es posible que todo el nombre esté
en un idioma extranjero.
Por otra parte, ninguna persona natural o jurídica que no se hubiera
constituido legalmente, podrá utilizar un nombre, expresión o siglas
que indiquen que se trata de una compañía anónima. Caso de
hacerlo la Superintendencia la sancionará conforme a lo prescrito en
el Art. 445 de la Ley.
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