CURSO DE FORMACIÓN SARGENTOS 2os. MÚSICOS MATERIA: INSTRUMENTO CLARINETE TEMA: CONCIERTO PARA CLARINETE DE WOLFGANG AMADEUS MOZART DOCENTE: SBTTE. MSC. 2014-2015 UBALDO HERNANDEZ CRUZ DISCENTE: CABO AUXILIAR MSC PABLO REYES LOPEZ MATRICULA: D-0135277 Banda de Música del Heroico Colegio Militar CONCIERTO PARA CLARINETE EN LA MAYOR, K.622 (Wolfgang Amadeus Mozart) El Concierto para clarinete en La mayor, K. 622, de Wolfgang Amadeus Mozart, fue compuesto en Viena en 1791 para el clarinetista Anton Stadler, gran amigo de Mozart, para clarinete y orquesta. La orquesta que acompaña al solista consta de dos flautas, dos fagotes, dos trompas y cuerdas. Está escrito en la misma tonalidad que el Quinteto para clarinete y el Cuarteto K. 581, también destinado a Stadler. A diferencia de todos los demás conciertos de Mozart, este no prevé una cadenza para el solista en su primer movimiento, sí en el Adagio. ESTRUCTURA Está compuesto, al igual que todos los conciertos para solistas de la época, de 3 movimientos. Allegro. Al ser el primer movimiento está en la tonalidad de la obra: La mayor. Adagio. Como marca la norma, este movimiento está en la tonalidad subdominante en relación al primer y tercer movimientos de la obra: Re mayor Rondo.Está en la misma tonalidad que el primer movimiento. ANÁLISIS La obra está escrita originalmente para Clarinete di basetto, aunque el propio Stadler hizo un arreglo para que la obra pudiera ser ejecutada por un clarinete en la pese a que hubiera dificultades de tesitura evidentes que afectaran al discurso musical. Además, de forma poco habitual, el punto de cadencia de la obra se sitúa en el segundo movimiento, cuando lo normal es ejecutarla en el primer movimiento. Primer movimiento: Allegro La introducción de la orquesta abarca los primeros 56 compases, en los cuales se expone el tema principal de la obra. A continuación comienza la exposición del clarinete solista del tema principal y el secundario .En los siguientes compases se procede a culminar la exposición del tema con un tutti orquestal. El desarrollo es bastante complejo: Se alternan partes orquestales con solistas y se hace un cambio de tonalidad a Fa# menor que sirve de puente para la reexposición del tema principal. El tema secundario se ejecuta en la misma tonalidad al primario (en lugar de la dominante como ocurre en la exposición). Se concluye con un tutti orquestal. Es un movimiento de estructura y duración inusuales para su tiempo. Segundo movimiento: Adagio El movimiento comienza directamente con la ejecución del tema principal (de 8 compases) por parte del solista, la orquesta hace de eco constante tanto en la exposición del tema como en el desarrollo del mismo. El desarrollo del movimiento comienza inmediatamente después de la conclusión del tema principal en tutti orquestal, dejando el relevo al clarinete. Este desarrollo toma forma de tema secundario. La reexposición viene precedida por una pausa en la cual se puede hacer la cadencia (ya escrita por Mozart). Se produce la reexposición del tema primario por parte del clarinete que se ve reforzada por la orquesta. Se produce la culminación del concierto con la Coda. Tercer movimiento: Rondo (Allegro) Como todos los Rondo(s), se produce la exposición de varios temas. Al principio del movimiento el clarinete expone el primer tema acompañado animadamente por la orquesta. Inmediatamente después de concluir la exposición del primer tema, comienza la exposición del segundo tema; Una sección curiosa por los diversos cromatismos melódicos y armónicos y el cambio de tonalidad a la relativa inferior donde comienza el tercer tema en fa# menor. De nuevo se recapitula al segundo tema y se concluye el movimiento con el tema primario expuesto al principio del movimiento y realizando al final una pequeña coda. CONCLUSION Esta obra en las últimas décadas se difundió la costumbre de ejecutarla con un clarinete especial, llamado clarinete bassetto, que llegue en el registro grave al Do escrito (los clarinetes comunes llegan solamente hasta el Mi). Mozart varias veces exigió esta extensión en la escritura para este instrumento. El manuscrito del concierto no se ha conservado y lo que se ha transmitido es la transcripción que el propio Stadler hizo para posibilitar la ejecución en clarinetes comunes. Sin embargo, diversos pasajes en los tres movimientos cobran plena significación cuando se tocan en clarinete bassetto, porque se evitan saltos de octava que fragmentan el discurso musical. VIRTUOSOS CLARINETISTAS QUE CREARON UN ESTILO DE CLARINETE Joseph Beer y Franz Tausch fueron los primeros clarinetistas importantes en el panorama musical y fueron ambos responsables por el desarrollo de un estilo de tocar distintivo. Fueron también los primeros profesores de importancia y aunque ninguno de los dos dejó un método escrito. El estilo de Beer, que se transformó en el estilo “frances” por su prolongada estadía en Francia en la cumbre de su carrera, era de gran sonido y estridencia. Tausch, cuyo estilo era conocido como “alemán”, agregó belleza en el sonido y detalle en la ejecución, además que alcanzó una gran maestría técnica. Beer, durante sus primeros años en París, le enseño a Etienne Solére y Michel Yost, quienes se convirtieron en grandes intérpretes. A edad madura dejó París y mientras transitaba por Alemania, quedó tan impresionado por el estilo de tocar que se puso inmediatamente a trabajar en su propio sonido y desarrollo expresivo. Sus últimos años los dedicó como músico de cámara del Rey de Prusia, quien lo designó maestro en la Escuela Militar de Música en Postdam. Tausch mantuvo contactos con la corte de Mannheim, Munich y Berlín. Llegó a tocar años mas tarde a dúo con Beer en alguna corte, y en 1805 fundó un Conservatorio para Intrumentos de Viento donde se educaron instrumentistas de primera clase. En los primeros años de esta escuela especializada, Heinrich Baermann se convirtió en uno de sus alumnos. Ya que Baermann había seguido clases con Beer anteriormente, ambos maestros pueden decir que son responsables por formar uno de los más grandes clarinetistas que el mundo haya visto. El clarinetista finlandés Crusell era otro intérprete muy conocido por su calidad interpretativa, una mezcla entre el estilo francés y alemán, ya que tomó lecciones primero con Tausch y luego con el alumno de Yost, Lefévre.