¿No te gusta cómo luces? Simples pasos para

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¿No te gusta cómo luces? Simples pasos para
sentirte mejor.
Por Sandra Iozzelli
En una encuesta realizada a miles de mujeres en 10 países alrededor del mundo, solo 2% de las
mujeres respondieron que se consideraban hermosas. Esto deja un interrogante, ¿es que hay
pocas mujeres hermosas en el mundo o es que nuestras percepciones sobre nosotras son muy
poco positivas? Iría bien reflexionar al respecto…
Queremos lucir guapas, atractivas, llamar la atención, nos valoramos por nuestro aspecto
físico, por la manera en que lucimos… Este puede parecer un hábito muy común y natural
sobre todo entre las mujeres, pero ¿qué pasa cuando no estás contenta con tu apariencia
física? ¿Qué pasa cuando crees que estás muy gorda, que no eres lo suficientemente guapa, lo
suficientemente alta, lo suficientemente atractiva? ¿Cómo te hace sentir esto? Seguramente
no muy bien. Si este es tu caso, sigue leyendo, tengo buenas noticias para ti.
En lugar de darte los últimos tips de belleza, o recetas para verte más bella y atractiva te voy a
animar a que seas feliz tal como eres, ahora. Sí, como lo estás leyendo… no hay nada que
cambiar, no hay nada que “mejorar” en ti, no hay nada malo en ti, eres bella y perfecta tal
como eres y son tus creencias sobre lo contrario lo que pueden hacerte la vida difícil… Y no
estoy diciendo que no cambies aspectos en ti si lo deseas, lo que te digo es que revises los
motivos que te llevan a querer cambiar si no te gustas tal como eres.
Empieza por prestar atención a los pensamientos que rondan tu mente, cuando te dices que
estás gorda, deberías ser más alta, tener la nariz recta… Algunos pensamientos habituales
pueden ser: “No soy lo suficientemente buena tal como soy”, “Me tengo que parecer a los
demás para gustar”, “Si luciera como esa modelo sería feliz”, “Si estuviera más delgada sería
feliz”, “Necesito gustarle a los demás para sentirme bien conmigo misma”, “Necesito la
aprobación y admiración de los demás”… Estos pensamientos que pueden parecer “verdades
irrefutables”, pueden hacerte sentir muy mal e impedirte justamente eso que quieres, ser feliz.
Una vez que has identificado las principales creencias, cuestiónalas para que puedas descubrir
cuál es la verdad. Puedes usar diversas técnicas para trabajar con tus creencias, la que yo
recomiendo son unas simples preguntas, inspiradas por Byron Katie, autora del Bestseller
“Necesito tu amor, ¿es verdad?” (en inglés).
Por ejemplo, cuestionemos la creencia “Necesito que me consideren hermosa para sentirme
bien conmigo misma”
¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza que necesitas que los demás te consideren
hermosa para sentirte bien? ¿Alguna vez te lo has cuestionado?
¿Cómo te sientes y actúas cuando crees que necesitas que los demás te consideren hermosa
para sentirte bien? Nótalo. Seguramente insegura, ansiosa, presionada por lucir bella. Te lleva
a compararte constantemente, a querer lucir como otras, y “mejorarte” para encajar en los
estereotipos de belleza, te criticas y te haces sentir como si algo no estuviera bien contigo.
Puede que te aísles, te retraigas. No puedes disfrutar de ser quien eres ni de tu vida, porque
estás demasiado pendiente de lo que los demás piensan de ti.
¿Cómo te sentirías y actuarías si no tuvieras el pensamiento de que necesitas que te
consideren hermosa? Quizás te quitarías un peso de encima, te relajarías en la presencia de
otras personas, no estarías pendiente de la opinión de los demás, te sentirías más libre para
pasarla bien, para disfrutar, para ser tú.
Si has respondido a las preguntas con honestidad quizás has podido comprobar que tu estado
de ánimo varía con el pensamiento y sin él. Con el pensamiento hay ansiedad, tensión, estrés
y sin el pensamiento hay más disfrute, más libertad para ser tú. ¿Puedes notar como tu
bienestar no depende de la opinión de los demás, si no de las creencias que tienes en este
momento? Y esto es una buena noticia, porque no puedes controlar lo que los demás opinen
de ti, pero sí como te sientes al respecto y esta es una gran liberación.
Byron Katie también recomienda invertir el pensamiento original, esto nos permitirá ampliar la
mente y ver opciones que no habíamos visto antes. Hay varias maneras de hacerlo.

Empezaremos por invertir el pensamiento hacia lo contrario: “No necesito que me
consideren hermosa para sentirme bien conmigo misma” ¿Puedes encontrar ejemplos
reales en tu vida de que esto puede ser más verdadero? Por ejemplo, observa los niños
muy pequeños que todavía no han “asimilado” las creencias de los adultos, no están
pendientes de lo que sus compañeros de juegos piensen de su aspecto, ni están pensando
en cómo lucen sus compañeros, son y se sienten perfectos tal como son, enfocados en
jugar y disfrutar del momento.
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Otro pensamiento contrario podría sería “Necesito que me consideren hermosa para
sentirme mal conmigo misma” Busca ejemplos. ¿Puedes ver cómo te haces sentir mal
cuando lo que vales y tu bienestar dependen de las opiniones de otras personas que no
puedes controlar? ¿Puedes ver lo agotador que puede ser vivir en función de las opiniones
ajenas? ¿La presión que eso te hace sentir?
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Es bueno también invertir el pensamiento hacía nosotros mismos: “Necesito considerarme
hermosa para sentirme bien conmigo misma” ¿Puedes ver cómo si tu te consideras
hermosa tal como eres, con tu sobrepeso, con tu estatura, con la forma de tu cuerpo, con
lo que sea que te moleste ahora, si te consideraras hermosa, te sentirías feliz? ¿Puedes ver
cómo si dejaras de compararte con los demás podrías valorarte tal como eres y reconocer
la belleza de tu individualidad, incluso aunque los demás no lo vean? ¿Puedes verlo?
¿Puedes ver que para sentirte bien, segura y confiada contigo no necesitas cambiar ni
controlar las opiniones de los demás, si no cuestionar tus propias creencias sobre ti…? En
lugar de poner tanta energía y desgastarte en conseguir la aprobación de los demás, usa
esa energía en cuestionar todas las creencias sobre tu aspecto y redescubrir y valorar lo
única y bella que eres, y eso te hará sentir bien. Es posible que tengas que cuestionar
muchas comparaciones, estereotipos y creencias pero vale la pena. Si tú no reconoces y
valoras tu propia belleza, y te aceptas tal cual eres ¿cómo puedes esperar que otros lo
hagan? Empieza por ti, te lo agradecerás.
Para información detallada sobre el proceso explicado en este artículo solicita gratis la “Guía
práctica para liberar el estrés” en www.obsequio.liberatuestres.com. Sandra Iozzelli se
especializa en ayudar a otros a reducir el estrés, la negatividad, el miedo y las barreras
mentales de sus vidas.
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