RENOVACIÓN, POST RENOVACIÓN, ULTRA RENOVACIÓN (20-06-2010 a las 02:16:21) - Contribuido por Jorge Arrate - Última actualización () 1.-La corriente de ideas llamada "renovación" postuló revisar y revitalizar el pensamiento socialista. No se propuso reemplazarlo o renunciar a él. Nunca fue una negación de la identidad de izquierda ni una coartada para aliviar la memoria de sus cargas negativas. Desafortunadamente, al peso de una transición interminable parece sumarse el de una "renovación" sin límites. Es el escenario perfecto para una derecha que armó la institucionalidad de la transición con el fin de desdibujar identidades (la propia incluida) y empujar a los actores hacia un centro muy particular donde transcurre la política en su versión espectáculo. En ese espacio central, compartido aunque disputado, entre empujones, codazos, zancadillas y disculpas, las ideas son nada más que prótesis intercambiables, máscaras, antifaces venecianos, que disfrazan y disimulan, pero que no tienen aptitud para que los partidos políticos generen dinámicas transformadoras. 2. La "renovación" tuvo fases. Se gestó en los años setenta entre intelectuales de izquierda e hizo camino en las dos vertientes del MAPU y en el Partido Socialista. En este último emergió desde los debates autocríticos sobre la Unidad Popular y en arduas discusiones sobre el marxismo-leninismo. En esa primera fase, ejerció significativa influencia el pensamiento de Gramsci y el debate teórico y político de los comunistas italianos. La "renovación" quiso reexaminar el concepto de Estado, incorporar al análisis la categoría de "hegemonía" y revalorizar la democracia como espacio y límite de la acción política. Propuso una revisión del modelo de partido, planteó nuevos enfoques sobre la relación entre medios y fines y entre cultura y política, y explicitó una dura crítica al modelo comunista soviético. Hizo explosión en el Partido Socialista con la división de 1979, de fuerte impacto en el exilio. En la segunda fase, durante los ochenta, influyeron en la "renovación" las elaboraciones del socialismo europeo, la transición española y la "perestroika" gorbachoviana. La constitución de la "Convergencia Socialista" (socialistas "altamiranistas", MAPU, MAPU OC e Izquierda Cristiana) fue un paso decisivo. Se inició entonces un diálogo serio con socialistas "almeydistas", de fuerte presencia en Chile, y con otros grupos de izquierda. A fines de los ochenta la "renovación" terminó de madurar con la unidad socialista de 1989 y el "Congreso de Unidad Salvador Allende" celebrado un año después. En ese momento se habían incorporado al Partido Socialista unificado casi todos los grupos socialistas del tronco histórico, ambos MAPU, ex miristas, comunistas disidentes y la Izquierda Cristiana. Se había zanjado por un largo tiempo, según se pensó entonces, el tema de la identidad partidaria y su definición doctrinaria. En lo básico los contenidos originarios de la "renovación" habían sido asumidos por toda la izquierda, salvo el Partido Comunista. Lo que ocurrió después es otro capítulo. En la década de los noventa las principales diferencias teóricas y prácticas al interior del socialismo eran menores. La bandera de la "renovación" fue agitada como emblema tendencial interno o invocada para abrir camino a un proceso de "post renovación", en el que hubo empeños, legítimos pero discutibles, para ir más allá del impulso original. 3. La recepción más favorable a las tendencias renovadoras tuvo lugar allí donde el marxismo-leninismo tenía una implantación débil, como en los dos MAPU, que habían transitado en breve plazo de concepciones socialistas comunitarias al marxismo-leninismo, pero sin consolidar esta definición. El Partido Socialista, por su parte, había constituido ya a fines de los cuarenta un corpus teórico propio. Desde el Acta de Fundación de 1933 el socialismo había rechazado versiones dogmáticas del marxismo. La "Introducción" al Programa de 1947, elaborada por Eugenio González, fue una pieza teórica original que apuntaba a reconciliar socialismo y libertad. Allende, por su parte, levantaba su planteamiento en el sentido que las luchas populares en Chile debían librarse en el terreno de la democracia. http://www.socialismo-chileno.org/PS - Partido Socialista de Chile Potenciado por Mambo Generado:26 November, 2016, 05:54 De esta manera, en el Partido Socialista la "renovación" estuvo asociada a conceptos que, vigentes u olvidados, de algún modo estaban presentes en el patrimonio teórico partidario. Se trataba de renovar pero al mismo tiempo de rescatar una identidad propia y singular preexistente. Había una permanente referencia a la memoria. El objetivo era renovar una herencia, no era olvidarla. 4. La "renovación" no elaboró una reflexión crítica sobre el mercado, a pesar que el neoliberalismo y la economía "reaganiana" eran ya una corriente importante en el mundo y en el Chile de los "Chicago Boys". Las críticas al neoliberalismo fueron acertadas, pero no dieron lugar a un debate del que surgiera una doctrina y criterios de preeminencia ética de lo público sobre lo privado, del interés colectivo sobre el individual. La "post renovación" de los noventa trajo consigo la consolidación del PPD como opción menos ideológica, sin cargas históricas y más pragmática, pero tampoco enfrentó explícitamente la relación entre democracia y mercado. La pérdida de perfil de la izquierda en el debate político y cultural actual tiene relación directa con esta carencia. En el intertanto el mercado ha impuesto su lógica en diversos ámbitos sin que la izquierda concertacionista haya opuesto una armazón conceptual apta para dar batalla. Los esfuerzos realizados para construir un país más justo y menos mercantil probablemente habrían sido más eficaces de haber existido un marco referencial claro desde el cual enfrentar los embates de un mercado desmedido en sus aspiraciones de comando. 5. La política también ha sido intervenida por el mercado a través de diversos mecanismos: el disciplinamiento económico-comercial de los ciudadanos, el peso electoral del dinero, la estirpe mercantilista del sistema de medios de comunicación y el estímulo al individualismo. La participación, aquella fundante, la del sufragio, es hoy despreciada por un tercio de los ciudadanos y por un porcentaje impactante, muy mayoritario, de los más jóvenes. Para enfrentar la apatía y la desesperanza de ese sector, ¿debe la izquierda desperfilarse crecientemente, como pareciera proponerlo una nueva ola de "ultra renovación"? ¿Es acertado desdramatizar que el próximo gobierno sea, según el lenguaje en boga, de "centroizquierda" o de "centroderecha"? ¿Será recomendable promover privatizaciones que transfieran más poder económico, y por tanto poder político, a la derecha? No es ese el camino y, por el contrario, es necesario elaborar nuevas definiciones y precisar perfiles. La democracia se funda en el supuesto de igualdad de las personas como sujetos políticos. El mercado considera a los sujetos económicos según una regla completamente opuesta: cada uno pesa según cuánto dinero tiene. Conciliar los dos criterios sólo es posible mediante un esfuerzo democrático de construcción social y muchas veces será preciso optar entre el predominio de la idea democrática o de la razón mercantil. Es en esta contradicción entre democracia y mercado, y no en la renuncia a su identidad, donde la izquierda moderna encuentra hoy su principal desafío teórico y político y el espacio para revitalizar sus postulados. Jorge Arrate. Fue el primer Presidente del P.S. Chile desde la reunificación en 1989. Fuente: Revista "Rocinante", Octubre de 2002 http://www.socialismo-chileno.org/PS - Partido Socialista de Chile Potenciado por Mambo Generado:26 November, 2016, 05:54