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Perturbando el sueño de La Gioconda, por Diego Marcano
Arciniegas
Diego Marcano Arciniegas · Tuesday, April 26th, 2011
Leonardo Da Vinci vuelve a ser noticia: su
Gioconda podría ser exhumada. La
búsqueda del osario de la presunta dama
que sirvió de modelo para la Mona Lisa se
inicia hoy en Florencia, bajo el antiguo
convento de Santa Úrsula, tras
descubrirse hace algunos años, el “acta
de defunción” de Lisa Gherardini, que la
da como nacida en 1479, muerta el 15 de
Julio de 1542 y enterrada en el citado
convento.
La tarea es encontrar los despojos y confirmar que realmente fue Lisa Gherardini
quien hizo de modelo para la obra.
Leonardo
No ha habido nadie que concentre mejor la imagen global del artista como Leonardo.
Aunque sólo hubiese pintado menos de veinte cuadros y no hubiese concluido algunos
de ellos. Al igual que sus esculturas. La mayoría de éstas no se concluyeron o fueron
destruidas posteriormente. Lo que sí dejó y en abundancia fueron cuadernos de
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apuntes. Unas trece mil páginas. Los expertos entienden que se han perdido muchas
más.
Aun así, es el arquetipo del artista y la imagen del renacimiento.
La vida de Leonardo no fue fácil. Sus padres eran solteros, de diferentes clases
sociales y su padre se casó luego con otra mujer. A los 17 años fue aprendiz del
Verrocchio. A los 21 es acusado de sodomía. Pese a que la homosexualidad estaba
permitida en Florencia, la sodomía podía ser castigada con la muerte. Con motivo de
esa acusación estuvo preso algún tiempo, pero logró salir, pues otro de los implicados
en el suceso era un noble.
Tocaba muy bien el laúd. Se fue a Milán a trabajar con Ludovico Sforza por
recomendación de los Médici. “Los Médici me crearon, los Médici me destruyeron”,
escribió alguna vez. Fue su tramoyista, pintor y escenógrafo de fiestas suntuosas.
Sforza jamás construyó ninguna de las máquinas de guerra diseñadas por Leonardo.
Sin embargo, el duque se interesó en Il Cavallo, imponente estatua ecuestre en
homenaje a Francesco, padre de Ludovico. Pero las setenta toneladas de bronce con
las que se iba a fundir la escultura fueron empleadas para hacer cañones. Era
imperativo defender Milán de la invasión del ejército francés de Carlos VIII. Los
invasores usaron el modelo de arcilla del caballo de Leonardo para realizar prácticas
de tiro.
Ludovico le pedía pinturas. Entre ellas, La Última Cena, que debía ser un fresco, pero
a Leonardo le disgustaba la técnica en la que se aplica el pigmento antes de secar el
yeso. De modo que pintó en yeso seco, generando un mayúsculo problema, porque de
este modo el soporte se desconcha. Los restauradores han estado por siglos tratando
de salvar la obra. En 1796 las tropas francesas le lanzan piedras. Durante la Segunda
Guerra Mundial el edificio es bombardeado.
Interrumpiendo el sueño de Mona
Alrededor de mil metros cuadrados serán estudiados con un geo-radar para dar con
los restos de la dama fallecida a los sesenta y tres años, esposa de Francesco del
Giocondo. De acuerdo con el testimonio de Vasari, historiador de la época, el marido
de Lisa Gherardini habría ordenado al pintor a realizar el retrato de su esposa. La
pintura se realizaría entre 1503 y 1506.
Quien adelanta la tarea es el historiador de arte Silvano Vincenti. El cuerpo será
sometido a una serie de exámenes, entre ellos la exploración de su ADN. La muestra
genética será comparada a la de sus hijos, Bartolomeo y Piero, inhumados en otra
iglesia florentina. Se espera conseguir restos del cráneo de Lisa Gherardini, para
hacer una simulación virtual de su rostro. El proceso es vital para concluir si
efectivamente la esposa del Giocondo sirvió de modelo para el célebre cuadro. Si la
enigmática sonrisa que ha generado poemas, ensayos, novelas y hasta óperas, es la
suya.
Vincenti estima que la joven mujer pudo haber sido la modelo del cuadro, pero supone
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que Leonardo debió haber empleado el rostro de Salai, su aprendiz y amante, para la
ejecución del lienzo.
Hay quienes sentencian que la investigación será en vano. El periodista Inglés Chris
Johnson rechaza el éxito de la empresa de Silvano Vincenti. Afirma que el convento
donde se buscará a Lisa Gherardini, habría sido excavado a finales de los ochenta y los
restos fueron descargados fuera de Florencia.
De cualquier forma, esta no será la primera exhumación del historiador de arte. Ya ha
identificado los huesos de Giotto, y asegura haber encontrado los de Caravaggio,
maestro del claro-oscuro. En 2003 abrió la tumba de Petrarca y halló el cráneo de una
joven. En los huesos de Pico della Mirandola, Vincenti descubrió rastros de arsénico
–la prueba, según él, de que el filósofo fue asesinado, sin duda alguna, por los Médici.
El sueño del historiador es conseguir la autorización para la exhumación del propio
Leonardo, enterrado en el castillo de Amboise. Silvano Vincenti asegura que midiendo
el cráneo de Leonardo, podrá recrear su rostro y confirmar de una vez por todas que
Mona Lisa no es un autorretrato.
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on Tuesday, April 26th, 2011 at 6:16 pm and is filed under Actualidad
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