Tercero Medio Guía de Aprendizaje A Nombres: ________________________________________________________________

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Tercero Medio
Guía de Aprendizaje A
Nombres: ________________________________________________________________
Aprendizajes a evaluar:
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Analizar y contrastar realidades del Imperio Romano.
Desarrollar el pensamiento reflexivo y comprensión lectora.
Instrucción: Analizar individualmente cada fuente.
Comparar y establecer una interpretación única entre las tres fuentes.
“Escúchame Roma, la más hermosa reina del universo que es tuyo, y cuya fama llega hasta las
estrellas. Escúchame, madre nutricia de hombres y de dioses: por tus templos nos acercamos al
cielo. (…) Ningún extranjero puede olvidarse de ti (…) ni Libia con sus arenas ardientes, ha frenado
tu marcha (…). Has hecho de múltiples pueblos una sola patria. A los pueblos que carecían de leyes
les fue útil ser conquistados por ti y someterse a tu dominio. Y al ofrecer a los pueblos sometidos
compartir con ellos tus leyes, hiciste una orbe de lo que antes era el orbe”
Fuente: Claudio Rutilio Namaciano: Sobre su regreso. Siglo V d.C. En: R.H.Barrow. Los romanos.
Buenos aires: FCE, 1950.
“El mundo entero está de fiesta. Ha dejado sus armas para consagrarse a la alegría de vivir. Las
ciudades solo rivalizan por ser más ricas en gimnasios, fuentes, pórticos templos, talleres,
escuelas. (…) Nunca los hombres han sido más felices. (…) Solo viven en la desgracia quienes están
fuera del Imperio y se lamentan por verse privados de tanta alegría. (…) El mundo anhela que la
autoridad romana sea eterna”.
Fuente: Fragmento del discurso a Roma pronunciado por el orador griego Elio Atístides ante el
emperador romano Antonio Pío en el año 143.
“Disponiendo de un ejército para protegerlo y de una burocracia para administrarlo, el Imperio
concedió amplia libertad para viajar y para comerciar; no había barreras de raza ni ningún género
de aranceles, salvo derechos de puerto (…) las amplias carreteras romanas facilitaban el
transporte (…) y los armadores explotaban las vías fluviales y marítimas (…). El ir y venir de
personas era tan intenso como el ir y venir de mercancías. Soldados y mercaderes, funcionarios y
empleados, turistas, estudiantes y filósofos y retóricos ambulantes, los correos de la posta
imperial y de los bancos y las compañías navieras (…). En las grandes ciudades, especialmente en
la costa, la población era cosmopolita (…) las personas de origen extranjero traían consigo sus
costumbres, supersticiones, cultos y normas; las religiones orientales se extendieron hasta el
lejano Occidente (…). Con el transcurso del tiempo fue olvidándose literalmente la distinción de
razas, y hombres nacidos en las provincias llegaron a ocupar puestos eminentes en la literatura, en
las letras, en la milicia y en el gobierno”.
Fuente: R.H. Barrow: Los romanos. Buenos Aires: F.C.E., 1950.
Tercero Medio
Guía de Aprendizaje B
Nombres: ________________________________________________________________
Aprendizajes a evaluar:
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Analizar y contrastar realidades del Imperio Romano.
Desarrollar el pensamiento reflexivo y comprensión lectora.
Instrucción: Analizar individualmente cada fuente.
Comparar y establecer una interpretación única entre las tres fuentes.
La otra cara del Imperio
“Hasta las fieras de la selva tienen un cubil y cavernas donde poder guarecerse; en cambio, los
hombres que combaten y mueren por Italia no poseen nada fuera del aire y la luz. Privados de
techo, van vagabundeando con sus mujeres y sus hijos. Los generales engañan a sus soldados
cuando en el campo de batalla les invitan a combatir para defender de los enemigos sus tumbas y
sus dioses; mienten, porque la mayoría de los romanos no tienen ni altar paterno ni tumbas de sus
antepasados. Solo tienen el nombre de dueños del mundo, pero deben morir por el lujo de los
otros sin poder llamar suyo un pedazo de tierra”
Fuente: Plutarco: “Tiberio Graco”. En: Vidas paralelas. Siglo I d. C. Madrid: Club Internacional del
Libro, 1998.
“Saqueadores del mundo (…). Si el enemigo es rico, codicioso; a quienes no saciará ni el Oriente ni
el Occidente. Solo ellos desean vivamente con igual afecto las riquezas y la escasez. Con falsos
nombres llaman imperio al despojar, degollar, arrebatar, y donde crean la soledad lo llaman paz.
La naturaleza quiso que a cada uno le sean muy queridos sus hijos y parientes. Los nuestros,
mediante levas, son arrebatados para servir en otro lugar. (…) Los bienes y las fortunas están
siendo arrancados por el tributo; el campo y la cosecha anual por el abastecimiento de los granos;
los mismos cuerpos y manos son destrozados entre latigazos e insultos, mientras se hacen
asequibles los bosques y pantanos”.
Fuente: En Agrícola de Tácito: parte del discurso que el historiador romano Tácito pone en boca de
Calgaco, un jefe local de Britania (bárbaro), de los territorios que hoy corresponden a Escocia,
incitando a sus tropas a luchar contra los romanos. Mediados siglo I d. C.
“A continuación se sucedieron escenas de terror. El fuego devoraba y se llevaba todo a su paso, y
los soldados no derrumbaban los edificios poco a poco, sino que los echaban abajo todos juntos.
Por ello, el ruido era mucho mayor y, junto con las piedras caían también los cadáveres
amontonados. Otros estaban todavía vivos, en especial ancianos, niños y mujeres que se habían
ocultado en los rincones más profundos de las casas, algunos heridos y otros más o menos
quemados dejando escapar terribles gritos. (…) Al remover los escombros con las hachas,
machetes y picas, golpeaban a los muertos y a los que aún estaban vivos en los huecos del suelo,
apartándolos como a la madera y las piedras y dándoles la vuelta con el hierro, y el hombre servía
de relleno de los fosos (…)”.
Fuente: Apiano: Sobre África (descripción de la destrucción de Cartago en la tercera Guerra
Púnica, siglo I a. C.). En Fernando Lillo: Cultura clásica. Madrid: Narcea Ediciones, 1999.
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