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Por el sorteo realizado, le corresponde conocer, el presente recurso a este Tribunal de Casación de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, integrado por el doctor Jorge Blum Carcelén, como Juez Nacional Ponente, doctora Gladys Terán Sierra y doctor Vicente Robalino Villafuerte, Jueza y Juez Nacionales, respectivamente. Aceptado a trámite el recurso de casación y habiéndose cumplido con la audiencia oral, pública y contradictoria que establece el artículo 352 del Código de Procedimiento Penal, para dictar sentencia se considera: PRIMERO: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA.Este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, es competente para resolver los recursos de casación y revisión, conforme lo dispuesto en los artículos 184.1 y 76.7.k), de la Constitución de la República, artículos 184 y 186,1 del Código Orgánico de la Función Judicial (reformados mediante Ley Orgánica Reformatoria del Código Orgánica de la Función Judicial, publicada en el Suplemento del R.O. No. 38 de 17 de julio de 2013); artículo 349 del Código de Procedimiento Penal; y, acorde al artículo 5 de la Resolución No. 04-2013, de la Corte Nacional de Justicia, de 22 de julio de 2013. 1 SEGUNDO.- VALIDEZ PROCESAL: Examinado el trámite del presente recurso de casación, no se observa omisión de solemnidad sustancial alguna que pudiera invalidar o acarrear su nulidad, por lo que este Tribunal lo declara válido. TERCERO.- ANTECEDENTES: Mediante parte policial y denuncia presentada por Alfredo Benjamín Quimís Baque, padre de la víctima, se conoce que el día domingo 20 de diciembre del 2009, siendo aproximadamente las 09h00, en circunstancias que su hijo JUAN CARLOS QUIMÍS MOREIRA, se encontraba descansando en su hogar junto a su esposa e hijos, llegó a buscarlo un sujeto de nombres Johan Macías Cabal, solicitándole que salga porque quería hablarle sobre un trabajo; pero las intenciones fueron las de acabar con su vida, ya que segundos después se escuchó una detonación de arma de fuego y cuando salieron a ver a su huo, éste se encontraba tendido en el suelo y bañado en su propia sangre; mientras que el autor de los disparos se daba a la fuga, agregando que este sujeto lo tenía planificado; señala, que la Policía de la carpa San Alejo, se hizo presente en el lugar de los hechos y llamaron a la ambulancia, trasladando a su hijo hasta el Hospital Verdi Cevallos Balda, de la ciudad de Portoviejo, y por su estado crítico tuvieron que llevarlo a Manta, para realizarle una tomografía, falleciendo en el camino. En la audiencia preparatoria de juicio, celebrada en el Juzgado Segundo de Garantías Penales de Manabí, el fiscal abogado Rubén Coello, emitió dictamen acusatorio en contra de Yandri Johan Macías Cabal, por considerar que existen graves y fundadas presunciones de su responsabilidad como autor del delito de asesinato y el Juez Segundo de Garantías Penales, acogiéndolo, dicta auto de llamamiento a juicio. Al Tribunal Tercero de Garantías Penales le correspondió conocer la causa y en sentencia dictada el 16 de julio del 2013, a las 14H28, lo condenó, por considerarlo autor del delito tipificado y sancionado en el artículo 449, en relación con los artículos 42, 72 inciso 4 y artículo 29.6 y 7, todos del Código Penal, imponiéndole la pena de ocho años de reclusión mayor ordinaria, fundamentándose, en lo principal, en las siguientes pruebas: 2 — 1 P TI ~ Testimonio del médico perito legista doctor Vicente Párraga Bernal, quien practicó la necropsia de Juan Carlos Quimis y observó una herida de bala en el dedo anular izquierdo, con orificio de entrada y salida; y, otra herida en la región frontal izquierda, que corresponde a orificio de entrada, la misma que le produjo fractura de cráneo, aceración de cerebro, concluyendo que la causa de la muerte fue por hemorragia aguda interna, por laceración de cerebro, por paso de proyectil de arma de fuego. > Testimonio del perito Fabián Chong Rivas, quien realizó el reconocimiento del lugar de los hechos en la calle Eloy Alfaro al costado del paso lateral, segunda entrada a “Las Orquídeas” del cantón Portoviejo, provincia de Manabí; el lugar tiene fluida circulación, regularmente poblado, se encuentran casas de clase media. ~ Testimonio de Ángel Darío Chica, quien dijo que el día 20 de diciembre del 2009, se encontraba en su casa cuando Juan Carlos Quimis lo fue a ver para un trabajo, a las nueve se fueron a la casa de él, se hizo tarde para ir a trabajar y le manifestó que se fueran a cortar el cabello, entonces la suegra les dijo que fueran para ver qué trabajo era; se dirigieron para allá y se encontraron con dos señoras, una les dijo que el marido de ella los andaba buscando, porque a él se le habían llevado una moto, y que se fueran de ahí porque tenía un amigo y le podían prestar un arma; después lo encontraron a Yandri Macías y Juan Carlos se le acercó, apagó la moto, conversaron y Juan Carlos Quimis le preguntó para qué lo estaba buscando; respondiéndole Yandri Macías que le devolviera la moto, respondiéndole el hoy occiso qué moto, que él no tenía ninguna moto, que estaban cerca de su casa para que se diera cuenta que él no tenía ninguna moto; Yandri Macías le dijo que le daba media hora para que le devolviera la moto, diciéndole nuevamente Juan Carlos Quimis Moreira que él no sabía nada de la moto, pero que lo podía ayudar a recuperarla, luego Yandri sacó la pistola se la puso en la sien izquierda y le disparó, falleciendo producto de ello; que a él también le disparó pero salió corriendo, que las balas no le salieron sino él (Ángel Chica ) no estuviera contando lo sucedido. > Testimonio de Zoila Erazo, quien manifestó que pudo observar lo ocurrido el 20 de diciembre del 2009, aproximadamente a las 09H00, en la ciudadela 3 ~ “Eloy Alfaro”, de la ciudad de Portoviejo, que vio a tres personas discutiendo en voz alta, que luego uno de ellos que estaba sentado se paró, sacó un arma y disparó en contra de la humanidad del hoy occiso, y pudo identificarlo en la audiencia de juzgamiento, como al hoy acusado Yandri Macías Cabal. > Testimonio de Benjamín Quimis, padre del occiso, quien dijo que el 20 de diciembre del 2009, a su hijo Juan Carlos Quimis Moreira le dispararon y le dijeron inmediatamente que había sido Yandri Macías Cabal. > Testimonios de Beatriz Barreiro y Felisa Solís, conviviente y suegra del occiso Juan Carlos Quimis Moreira, quienes de manera coherente afirmaron que el 20 de diciembre del 2009, Yandri Macías Cabal, fue hasta su domicilio a buscar a Juan Carlos Quimis, para que fuera a realizarle un trabajo de albañilería a su suegro conocido como “tortuguita”, que una vez que le dieron el mensaje Juan Carlos se fue a dicho lugar, y enseguida escucharon las detonaciones y que luego Ángel Chica les avisó que Juan Carlos estaba herido porque Yandri Macías le había disparado. Con la prueba testimonial constante en el proceso, los juzgadores establecieron la existencia material del delito y la responsabilidad del procesado, por lo que el 16 de julio del 2013, a las 14H28, emitieron sentencia condenatoria en contra del procesado Yandri Johan Macías Cabal, imponiéndole la pena de ocho años de reclusión mayor ordinaria. De esta resolución, el procesado y la Fiscalía General del Estado, interponen recurso de apelación, cuyo conocimiento por sorteo correspondió a la Segunda Sala de lo Penal y de Tránsito de Manabí; la que el 6 de enero de 2014, a las 14H47, emite sentencia, desechando los recursos interpuestos, confirmando la sentencia condenatoria en cuanto al tipo penal de homicidio, pero modifica la pena a seis años de reclusión ordinaria. Inconformes con esta sentencia~el procesado y la Fiscalía interponen recurso de casación ante la Corte Nacional de Justicia. TERCERO: FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO: 4 —22-VÇ’wyi O~5 A).- El doctor Hermes Sarango Aguirre, en representación del recurrente Yandri Johan Macías Cabal, dijo: > Que su defendido ha interpuesto el recurso de casación de la sentencia emitida por la Segunda Sala de lo Penal y de Transito de la Corte de Justicia de Manabí, expedida el 6 de enero del 2014, indicando que el recurso de casación es una confrontación de las normas de derecho contra la sentencia, habiéndoselo procesado y condenado por el delito de homicidio simple, previsto en el artículo 449 del Código Penal y que la Corte Provincial de Manabí como el Tribunal Penal de Portoviejo, consideran que en el caso que nos ocupa hay dolo, cuando el elemento subjetivo, es la intención de querer realizar el tipo, es decir que debe existir la voluntad de querer matar y el verbo rector es matar, lo que en la especie no acontece; pues de acuerdo a las tablas procesales, fue el occiso en compañía del señor Ángel Chica, quienes fueron de manera deliberada a buscarlo y provocarlo en su hogar, ya que así son los hechos, por ello considera que su defendido actuó en legítima defensa, según lo prevé el artículo 19 del Código Penal; el actuó ante una agresión, en necesidad racional del medio empleado para repeler la agresión, la agresión fue ilegitima, él estuvo en su domicilio y el medio utilizado no es proporcional, pero su defendido actuó en legítima defensa. ~ Señala que en el forcejeo, en la lucha que tuvo con el occiso señor Juan Carlos Quimis Moreira, es cuando se produce la muerte, en defensa propia; indicando que es verdad que en el examen médico legal, dice que hay quemaduras, que son fruto de un forcejeo a quemarropa; también refiere que a más de la herida que produjo su muerte, el dedo anular también fue herido, es decir que fue en legítima defensa, y según el Diccionario de Guillermo Cabanellas, ésta es una causa o circunstancia eximente de responsabilidad penal. > Por su parte, Sebastián Soler sostiene sobre la reacción necesaria con la reacción injusta actual y no provocada, ya que en el caso que nos ocupa, su defendido jamás, fue a provocar, él se defendió, tanto más que donde se ocasionó la muerte, fue a una cuadra del domicilio de su defendido y los que 5 provocaron fueron Juan Carlos Quimis, y Ángel Chica, quienes estaban en la moto, es decir, reitera, que ellos fueron a provocarlo. > Su defendido acepta que disparó, en eso no hay duda y controversia, por lo que considera que la Corte Provincial de Manabí, aplicó de manera indebida el artículo 449 del Código Penal, ya que la norma que debió haber aplicado es el artículo 445 ibídem, es decir el de homicidio culposo, porque él no tuvo la intención de causar la muerte. > Que la Segunda Sala Penal y Tránsito de la Corte Provincial de Manabí aplicó las atenuantes del artículo 29.6 y 7 en relación con el artículo 72 del Código Penal y es por eso que modificó la pena a 6 años, por lo que solicita que en el caso de haber una duda de los hechos que se narran, se aplique el artículo 4 del Código Penal, que dejó de estar en vigencia el 10 de agosto del 2014, porque ese es el código con el cual se le juzgó a esta persona, así como el artículo 5 del COIP que está en vigor desde dicha fecha. > Que no se ha aplicado el artículo 76 del Constitución de la Republica en lo relativo a la proporcionalidad de la pena, como lo sostiene el COIP, que debe ser el mínimo de la pena que se hubiere impuesto, en consecuencia solícita que se case la sentencia y se reduzca la pena a lo que se refiere el artículo 455 del Código Penal que dejó de estar vigente. CONTRADICCIÓN FISCAL: El doctor Luis Alfredo Zuñiga, en representación del señor Fiscal General del Estado, expuso: > Que el recurso de casación es extraordinario, pero esencialmente es formal y técnico, donde hay que demostrar, los errores injuris de la sentencia impugnada, haciéndolo especial; y, en la relación de los hechos expuestos por el recurrente, no lo ha hecho en una forma clara, precisa, determinada y por el contrario lo que se ha propuesto es examinar la prueba, lo cual no es admisible, de conformidad al inciso segundo del artículo 349 deI Código de Procedimiento Penal. > Que en el presente caso, evidentemente, se demostró la existencia material de la infracción y la responsabilidad del procesado con pruebas materiales, periciales y testimoniales, ya que hubo un testigo presencial precisamente que constató que no se cometió el delito de homicidio, como se quiere 6 —23-~c-j~i T/~2&r manifestar, de acuerdo al artículo 449 del Código de Penal, ya que se cometió es un asesinato, de conformidad al artículo 450 numeral 1 del Código Penal, porque si bien es cierto, el asesinato consiste en dar muerte a una persona valiéndose de medios perversos, como en el caso concreto la alevosía, que es la traición, el engaño, utilizando medios que sirven de forma inmediata al delito, aquí no se preparó, se ejecutó el delito con el disparo de una pistola y evidentemente no pasa de ser una coartada, el hecho de manifestar que hubo un forcejeo y que luego de eso se produjo el disparo. > Refiere, que no hubo una valoración de la prueba en forma concreta, clara y precisa por parte de los jueces, para determinar con certeza la existencia de la infracción, y concluyen que el delito cometido era homicidio simple, cuando en realidad es asesinato, de conformidad al articulo 450 numeral 1 del Código Penal, lógicamente se dejó a un lado el riesgo y el que cometió no tuvo ningún riesgo, el afectado fue indudablemente el occiso, hecho que fue testificado por un persona que estaba en el momento de los acontecimientos. > Que no se ha demostrado que en la sentencia se haya violado la ley por indebida aplicación, por contravención expresa o por errónea aplicación, al contrario de lo que se manifiesta, es evidente un hecho que fue público y notorio, en el que se estableció que el occiso fue la víctima de un asesinato. >~ Por todas estas consideraciones, solicita que se declare el recurso improcedente y evidentemente adecuar la conducta del procesado, de acuerdo a los presupuestos fácticos de las normas que sanciona el delito de asesinato, es decir el artículo 450 numeral 1 del Código Penal, y remitir el proceso al inferior para su ejecución. FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO POR PARTE DE LA FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO.- El doctor Juan Alfredo Zuñiga, en representación de la Fiscalía General del Estado, en la fundamentación del recurso propuesto, dijo: > Que la sentencia impugnada es la dictada por la Segunda Sala de lo Penal y Tránsito de la Corte Provincial de Manabí, del 6 de enero del 2014 a las 14h47, que desecha los recursos de apelación interpuestos por el procesado 7 y la Fiscalía y confirma en todas sus partes la sentencia dictada, por el Tribunal Tercero de Garantías Penales de Portoviejo, modificando en lo que tiene relación a la pena, declarándolo autor responsable del delito tipificado en el artículo 449 del Código Penal, en relación con los artículos 42, 72 inciso 4, 29 numeral 6 y 7 del Código Penal, es decir lo declara autor de homicidio, cuando en realidad Fiscalía, mediante abundante prueba testimonial, pericial, material, documental, con un testigo presencial importante demostró la existencia material de la infracción y la responsabilidad del procesado por el delito de asesinato, de conformidad con el artículo 450 del Código Penal en concordancia con los artículos 250 y 252 del Código de Procedimiento Penal; demostrando el nexo causal entre la infracción y la responsabilidad del procesado, por esta consideración Fiscalía acusó, por el delito de asesinato, que es el hecho de dar muerte a una persona con grave perversidad. ~ Que este es un delito cometido contra la vida y los medios que utilizó fueron para ejecutar el delito de asesinato y no para prepararlo, por estas consideraciones la conducta del procesado, debe adecuarse a los presupuestos fácticos establecidos en el artículo 450 numeral 1 del Código Penal. ~ Que las normas violadas, por contravención expresa son los artículos 83, 84, 85, 86, 87 y 88 del Código de Procedimiento Penal en concordancia con los artículos 250 y 252 del código ibídem, en razón que la prueba no fue debidamente valorada, de acuerdo a las reglas de la sana crítica y de la lógica jurídica, fueron normas que contrariaron su verdadero sentido. > Indica que se violó el artículo 450 numeral 1 del Código Penal, ya que se aplicó en forma indebida el artículo 449 Ibídem, existiendo errónea interpretación del artículo 88 del Código de Procedimiento Penal, no obstante que la materialidad de la infracción y la responsabilidad del procesado estuvo comprobada conforme a derecho, y la prueba evidentemente no fue desvirtuada por el procesado. > Concluye solicitando la Fiscalía que se acepte el recurso de casación, porque la conducta del procesado se adecúa a los presupuestos fácticos y del artículo 450 numeral 1 del Código Penal, norma que sanciona penalmente el delito cometido; señalando además que la sentencia no ha sido debidamente 8 ( ‘—29VE (~JTt(0~t,a0 fundamentada, ni motivada, ya que no cumple con el artículo 76 numeral 7 literal 1 de la Constitución de la Republica, en concordancia con los artículos 130 numeral 4 del Código Orgánico de la Función Judicial y 304-A, 309 y 312 del Código de Procedimiento Penal. RÉPLICA de la defensa: Afirma que hay falta de aplicación del artículo 455 del Código Penal; que Fiscalía ha dicho que se ha pedido que se valore prueba, lo que jamás ha realizado, al contrario ha sido Fiscalía la que de manera recurrente ha señalado y ha sostenido que se violan normas procedimentales, relativo con la valoración de la prueba, indicando que lo que solicita es que se aplique estrictamente el articulo 455 del Código Penal. Señala el procesado, que Fiscalía ha sostenido que hay alevosía, pero si se examina la sentencia, se observará claramente que el hoy occiso es el que fue a buscarlo, para provocarlo y agredirlo, llegó en un vehículo, en una moto acompañado de Ángel Chica quien señaló que si fueron a buscarlo, que ellos fueron a provocarlo, porque su defendido el señor Yandri Macías había señalado que a él se le habían sustraído la moto y entonces ellos fueron a decirle que era un soplón, un bocón y que por eso tenía que suceder lo que hoy sucedió, siendo totalmente falso lo que alega Fiscalía. Por otra parte, Fiscalía dice que se cumple la circunstancia del artículo 450.1, del Código Penal, ya que la alevosía, pero esta es cuando lo hubiese hecho a traición, ( pero del proceso consta que fue tres veces el hoy occiso en compañía de Ángel Chica a buscarlo en una moto, es decir, que la causal 1 del artículo 450 no se cumple desde ningún punto de vista, por ello sostiene el sentenciado recurrente, que únicamente que se aplique de forma debida el artículo 455 del Código Penal, ya que la existencia del delito no está en discusión, que la responsabilidad del procesado tampoco está en discusión, lo único que está en discusión es la aplicación correcta de la norma. QUINTO: ASPECTOS JURIDICOS: La casación, en materia penal, es un medio extraordinario de impugnación, de efecto suspensivo, contra sentencias en las que se hubiese violado la ley, ya por contravenir expresamente su texto, ya por haber hecho una falsa aplicación de ella, 9 en fin, por haberla interpretado erróneamente, como lo dispone el artículo 349 del Código de Procedimiento Penal. Este recurso se resuelve en función de aquellas normas que el casacionista ha considerado que han sido violadas dentro de la sentencia que ha emitido el juzgador de instancia, es por ello importante, que el recurrente mencione y fundamente claramente cuáles son las normas específicas de la ley que se han violado en el caso concreto, teniendo que ser esta violación, una de aquellas que se consideran como directas, es decir, que la contravención al precepto legal haya sido dada por inaplicación, errónea interpretación, indebida aplicación de su texto, proveniente del acto volitivo del juez en el que, al utilizar el precepto legal, yerra en el verdadero sentido y alcance de la norma jurídica, que lo lleva a inaplicarla o aplicarla de una manera incorrecta. ‘la casación es uno de los recursos procesales, mediante el cual el ordenamiento jurídico busca proteger el derecho de impugnación que tiene todo ciudadano en contra de las decisiones que los administradores de justicia dictan en los procesos jurisdiccionales, derecho que no solo forma parte de las garantías del debido proceso constantes en la Constitución de la República, en su artículo 76.7. m), sino que además ha sido recogido por instrumentos internacionales, como la Convención Americana de Derechos Humanos, la que en su artículo 8.2.h), manifiesta que toda persona inculpada de un delito tiene “derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunaL”. Este recurso es el controlador jurídico del fallo de segunda instancia; no remedia cualquier injusticia o defecto procesal, sino que verifica la legalidad de la sentencia impugnada, dentro de los límites derivados de los motivos taxativamente previstos en la ley e invocados por quien deduce el recurso, quien lo ha planteado en forma incorrecta. Germán Pabón Gómez, nos enseña respecto del recurso de casación penal lo siguiente: “En un sistema penal constitucionalizado la casación penal se debe concebir como un amparo constitucional, convencional y legal de las sentencias de segunda instancia en relación con lo debido sustancial, debido procesal y debido co-te Nacional de Justicia. Jurisprudencia Ecuatoriana ciencia y Derecho. Periodo Enero-Diciembre 2ol2fluto-Ecuador. P. 180 ‘o ( — probatorio, postulados que reclaman realidad por encima de lo técnico formal de la impugnación singular que se trate”2; lo que tampoco ha sido suficientemente justificado por el recurrente. El artículo 455 del Código Penal, al que se refiere el sentenciado recurrente manifiesta: Homicidio culposo por heridas o golpes a la víctima. Cuando las heridas o golpes, dados voluntariamente pero sin intención de dar la muerte, la han causado, el delincuente será reprimido con tres a seis años de reclusión menor, que es un tipo penal que no es aplicable a la presente causa, por lo que al ser planteado por el recurrente, pretende cambiar los hechos que han sido ya fijados en la sentencia, cuando en realidad, lo que se debe analizar en casación, son los errores de derecho que ha incurrido el juzgador de instancia en la sentencia El artículo 450 del Código Penal dice: “. . .Es asesinato y será reprimido con “reclusión mayor especial de dieciséis a veinticinco años”, el homicidio que se cometa con alguna de las circunstancias siguientes: 1). Con alevosía ; que es el tipo penal que la Fiscalía señala como la infracción cometida por el procesado, que analizaremos en esta sentencia. La Constitución reconoce y garantiza la inviolabilidad de la vida, la integridad personal, la igualdad formal, la libertad, entre otros, establecidos en los artículos 66, numerales 1, 3, 4; y, 29. a. b. c. d. Se garantiza el derecho al acceso a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita, artículo 75, como parte de los derechos de ( protección, debiendo aplicarse los principios de inmediación y celeridad, sin que las partes en litigio queden en la indefensión y asegurándolas el derecho al debido proceso, reglas señaladas en el artículo 76, donde las partes, en igualdad de condiciones, ejercen todos y cada uno de los derechos establecidos en la norma suprema. La Convención Interamericana sobre Derechos Humanos, sobre el derecho a la vida en su artículo 4, manifiesta: Toda persona tiene derecho a que se le respete su vida. Este derecho estará protegido por la Ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente. Por otra parte, la 2 Pabón Gómez, Germán, “De la casación Penal en el sistema acusatorio”. Ed. Ibáñez, Universidad deles Andes, Bogotá, 201 1.Pág. 25. 11 25— Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 3 expone que todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. SEXTO: ANÁLISIS DEL TRIBUNAL DE LA SALA. “El recurso de casación será procedente para ante la Corte Nacional de Justicia, cuando, en la sentencia se hubiere violado la ley, ya por contravención expresa de su texto, por indebida aplicación, o por errónea interpretación”3, no le corresponde analizar otras piezas procesales que no sea aquella sobre la que nos hemos expresado; por lo que no es viable que el casacionista solicite a este Tribunal de casación analizar actos diferentes al fallo del Juez de instancia. El Tribunal de Casación realiza bajo este aspecto un examen a fin de custodiar la aplicación de las reglas de la sana crítica en la motivación de la sentencia, verificando si en su fundamentación se han observado las reglas de la lógica, del razonamiento, de la experiencia y conocimiento, ya que la garantía de motivación consiste, que mientras por un lado se deja al juez libertad de apreciación, queda en cambio obligado a correlacionar lógicamente los argumentos, como en efecto ha ocurrido en la sentencia atacada. En el caso en estudio, respecto al recurso planteado por el recurrente Yandri Johan Macías Cabal, este Tribunal considera que la defensa centra su fundamentación específicamente en que si bien se encuentra comprobada la materialidad de la infracción y la responsabilidad de su defendido, recurre en casación, porque considera que existe una indebida aplicación del artículo 449 del Código Penal al sentenciar a su defendido por el delito de homicidio simple, siendo lo procedente sancionarlo por el artículo 455 ibídem, es decir por homicidio culposo; al respecto hay que manifestar que existe una contradicción de carácter técnico, en lo expresado en la fundamentación del recurrente, ya que inicialmente alega la existencia de legítima defensa, luego un homicidio culposo y culmina solicitando aplicar el tipo penal como homicidio preterintencional, lo cual jurídicamente es incompatible para el análisis, quedando todo ello en simples enunciados. Para considerar la existencia de la legítima defensa, según lo dispuesto en el artículo 19 del Código Penal, es necesario que en los hechos probados en el juicio, Art.349 del Código de Procedimiento Penal. 12 — se hubiese establecido la existencia de circunstancias, tales como la actual agresión ilegítima, la necesidad racional del medio empleado para repeler dicha agresión y la falta de provocación suficiente de parte del que se defiende, lo que a criterio de este Tribunal y del análisis de la sentencia impugnada, dichas circunstancias no están justificadas para que pueda considerarse la legítima defensa como causa de justificación del acto doloso, ya que del estudio realizado por los juzgadores de instancia, ha quedado probado, que el procesado, ante la discusión que mantenía con la víctima, sacó de entre sus prendas un arma de fuego, se la puso en la sien y le disparó en la cabeza, con la evidente intención de matar, sin que previamente haya existido una agresión ejercida por la víctima y que ésta haya puesto en peligro al que se defiende; tanto más, que reconoce el propio recurrente la existencia de un exceso de legítima defensa, indicando que la víctima no portaba ningún tipo de arma y que el sitio del disparo, era sin lugar a dudas para causarle la muerte. Si bien es cierto, la parte recurrente, ha esgrimido el exceso de legítima defensa, tampoco puede ser considerado como válido, ya que sobre este tema, el maestro Eugenio Raúl Zaifaroni, en su obra Manual de Derecho Penal, Parte General, Pág. 494 trata sobre el estado de necesidad justificante y el exculpante, sosteniendo: “que la necesidad juega un papel central en la legítima defensa, en el estado de necesidad justificante y en la exclusión de la culpabilidad, en cuyos casos el concepto no varía, ya que se entiende que media necesidad, cuando el agente no dispone de otro medio menos ofensivo para evitar la lesión y se justifica cuando el ( coaccionado actúa para evitar un mal mayor para él o para otro”; lo que tampoco ocurrió, porque la víctima se encontraba desarmada. Como lo hemos señalado anteriormente, nuestra legislación penal establece entre uno de los requisitos para que se acepte en favor del encausado, la eximente de responsabilidad por la presencia de la legítima defensa cuando concurren las circunstancias que hemos indicado; es decir, que la legítima defensa asoma como rechazo a una agresión actual ilegitima y no provocada, mediante un acto de defensa, que en este caso pretende precautelar la vida causando un daño al agresor y el hecho de un reclamo de tipo verbal no puede ser concebido como un acto de agresión para que sea repelido mediante un disparo en la cabeza. 13 Al hablar de legítima defensa, hay que fijar las condiciones exigidas para que ésta exista; no obstante, señalaremos a esta figura como un contra-ataque, una repulsa de la agresión ilegítima, actual o inminente, por el atacado contra el agresor, sin traspasar la necesidad de la defensa y dentro de la proporcionalidad de los medios empleados para impedirla o repelerla, de esta manera se establecerá que como requisitos para que exista legítima defensa, es necesario que haya: una agresión actual o inminente, que la agresión sea injusta, así como cierta simultaneidad entre la agresión y la defensa y por último la proporcionalidad entre los medios de defensa y la agresión. Lo que en el presente caso no ha ocurrido, ya que en la sentencia constan varios testimonios, entre ellos del testigo presencial Ángel Chica, donde manifiestan que Yandri Johan Macías Cabal estaba reclamando por una moto al hoy occiso, y éste le respondía que no tenía ninguna moto y en ese momento Yandri Macías saca un arma de fuego de la cintura se la pone en la sien y le dispara con alevosía, causándole de forma inmediata la muerte; notándose que en ningún momento la víctima, ni trató de agredirlo, ni intentó sacar un arma capaz de causarle al procesado grandes estragos, por lo que el planteamiento del recurrente ha quedado en simple enunciado; cometiendo un error de concepto, al tratar de indicar equivocadamente a este Tribunal, que no existió dolo, que es la acción ejercida por quien con voluntad y conciencia comete el acto delictivo, cuando precisamente se evidencia que el accionar fue doloso, ni éste puede ser considerado como un hecho culposo o sin intención, porque la supuestas heridas o golpes dados involuntariamente, no constan en el relato efectuado por el juzgador de instancia, ni puede ser calificada la conducta del procesado como un delito preterintencional, en los términos del artículo 455 del Código Penal, vigente a la fecha de los hechos, porque tampoco existe justificado que no hubo intención de dar la muerte, cuando en realidad por la localización de la herida, un disparo en la cabeza, es sin lugar a dudas una muestra de la intencionalidad de matar, por lo que no existe violación de la ley por falta de aplicación del artículo 455 del Código Penal, ni tampoco existe duda en los juzgadores, quienes determinaron la existencia del delito de homicidio. La configuración de la conducta típica descrita en la circunstancia primera del artículo 450 del Código Penal, requiere de la intención positiva de dar muerte a una persona a traición, núcleo central del tipo penal, que se conoce como homicidio que 14 —fl se convierte en la figura agravada de asesinato, al haberse perpetrado con la circunstancia modificatorias de la infracción, que se refieren a que esta muerte sea ocasionada con alevosía, entendiéndose por ella al empleo de procedimientos que faciliten el hecho, es decir, empleando un mecanismo que asegure el resultado y responde a las menores posibilidades de defensa de la víctima, como en efecto ocurrió en el caso que analizamos. Estos elementos constitutivos del delito determinan que, mientras el homicidio es la conducta típica mediante la cual alguien acaba con la vida de una persona, el asesinato requiere de un mayor número de requisitos, existiendo una mayor intensidad del propósito criminal que es el primer caso; por lo que no tiene cabida las alegaciones realizadas por el procesado, quien no ha logrado demostrar el error de derecho, sino que por el contrario ha pretendido cambiar los hechos que no han sido fijados en la sentencia que se analiza, por lo que se debe desechar por improcedente las supuestas violaciones de la ley alegadas, las que no cumplen con las causales del artículo 349 del Código de Procedimiento Penal. Con referencia al delito por el que la Fiscalía General del Estado, interpone el recurso de casación, esto es por la errónea aplicación del artículo 449 del Código Penal, que llevó al Tribunal de instancia a inaplicar el artículo 450 del Código Penal, que dice: “Es asesinato y será reprimido con reclusión mayor especial de dieciséis a veinticinco años, el homicidio que se cometa con algunas de las circunstancias siguientes: 1.- Con alevosía; (...)“. Para su análisis este Tribunal considera, que homicidio, es el comportamiento humano mediante el cual una persona dolosamente priva la vida de otra. El verbo rector o núcleo rector del tipo, es la conducta típica, ‘matar”, del cual se desprende el resultado material que es la muerte, pero cuando se la ejecuta mediante las distintas modalidades de la conducta contenidas en las circunstancias del artículo 450 del Código Penal, toma el nombre de asesinato, que a criterio de este Tribunal es el acto ejecutado por el procesado. Para diferenciar entre asesinato y homicidio, debemos decir que en el homicidio simple, como en el asesinato, existe un denominador común, que es la muerte de un ser humano, es por ello que es importante citar al maestro, doctor Jorge Zavala Baquerizo, quien manifiesta que: “El delito de asesinato es una infracción autónoma, que tiene su estructura propia, es decir, sus elementos constitutivos que la convierten en un 15 - delito distinto del homicidio simple. Es cierto que ambos -asesinato y homicidio simpletienen puntos de afinidad que permiten establecer un parentesco muy cercano, sin embargo, existen diferencias específicas que convierten al asesinato en un tipo independiente. Esas circunstancias que se agregan a la estructura jurídica general del homicidio cuando se unen a este se convierte en elementos constitutivos de un delito especial que se llama, de lege lata, asesinato’~4 y es lo que ha ocurrido en el presente caso. Nadie discute, que a este Tribunal le está prohibido analizar el acervo probatorio, por lo que debemos remitirnos a la sentencia atacada, donde se ha establecido que con la prueba actuada en juicio se ha demostrado “tanto la existencia de la infracción como la responsabilidad del imputado” debiendo apreciarse esos elementos probatorios conforme a las reglas de la sana crítica, la que a nuestro criterio cumple con dichos enunciados con los que el juzgador llegó a determinar la existencia de la infracción y la responsabilidad del procesado, pero yerra al señalar que el tipo penal es el de homicidio, cuando en realidad, por la ubicación de la herida y la forma en la que se describe la forma en la que el procesado ejecutó el acto, sin lugar a dudas no lleva a establecer la existencia del delito de asesinato con alevosia. En el presente caso, por tratarse de un delito contra la vida se cuenta con una víctima o sujeto pasivo que es el occiso Juan Carlos Quimis Moreira, esto es el acto sobre el que recayó el daño o los efectos del acto; el medio que evidencia el riesgo o peligro para el bien jurídico que se pretende proteger, en este caso, es la vida, para cuyo efecto, en la sentencia, se describe que el representante de la Fiscalía presentó como prueba los testimonios del perito Fabián Chong Rivas, quien el 23 de diciembre del 2009, realizó el reconocimiento del lugar de los hechos; como del testimonio del perito médico legista doctor Vicente Párraga Bernal, quien realizó la autopsia a la víctima Juan Carlos Quimis Moreira, determinando que al examen externo, a nivel de la región frontal, parte izquierda, presentaba una herida producida por un proyectil de arma de fuego y así mismo una herida en el dedo anular del lado izquierdo que tenía un orificio de entrada y orificio de salida, que dan muestras o señal de defensa ante el ataque que estaba sufriendo; señalando en el testimonio que encontró que el cadáver presentaba justamente una perforación, con fractura de las tablas internas del hueso frontal en el lado izquierdo y asimismo una herida en el En su obra Delitos contra Las Personas, Asesinato-Parricidio-Uxoricidio. Tomo II, editorial EDtNO, Pág. 31 16 ( —28- parietal del lado derecho y a ese nivel se encontró una bala de plomo y con estos hallazgos llegó a la conclusión que la causa de muerte había sido por una hemorragia aguda intracraneal, producida por la herida de bala en la cabeza que laceraba el cerebro, que desde el punto de vista médico legal el tipo de muerte fue violenta, conducta ésta constituida por los verbos rectores de la conducta prohibida, que en el presente caso, es la de “dar muerte”, hecho que ha sido probado, así como la responsabilidad del acusado, ya que existen recaudos probatorios, que dan la certeza que efectivamente el acusado procedió a quitarle la vida a Juan Carlos Quimis Moreira, utilizando un arma de fuego, con la cual le disparó a su víctima, que comprometieron órganos vitales, es decir, que el acusado actuó en evidente ejercicio de sus decisiones de voluntad y conciencia para este fin; voluntad de causar daño para acabar con la vida de la víctima. Como se ha dicho anteriormente y tomando como base las conclusiones a que llega el ad quem, se establece con certeza la materialidad de la infracción y la culpabilidad del acusado, pero comete un error de derecho, por indebida aplicación del artículo 449 del Código de Procedimiento Penal, al sentenciar al recurrente Yandri Macías Cabal, como autor de homicidio simple, y modificando la pena, al aplicar atenuantes; y, no como asesinato, contemplado en el artículo 450 con la circunstancia No. 1 del Código Penal, ya que existió alevosía5. Por lo dicho anteriormente, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCION Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”, de conformidad con el Como lo refiere el fallo de casación publicado el - 26-TX-89 en la Gaceta Judicial 5. xv, No. 7, pp. 2011-12,... “La alevosía no es un tipo de delito, es solo una circunstancia que lo agrava o califica. Por regla general y según nuestra legislación la alevosía es una circunstancia agravante, pero en el caso primero del articulo 450 del Código Penal Ecuatoriano es circunstancia que tipifica o califica el hecho y convierte el homicidio simple en un delito más grave, es decir el asesinato. Según el concepto general la alevosía no es sino ‘la cautela para asegurar la comisión de un delito contra las personas sin riesgo del delincuente’. La palabra alevosía viene de la palabra ‘aleve’ y ésta etimológicamente del gótico ‘levian’, que significa traición o del anglosajón ‘leava’ que significa traidor, consecuentemente alevosía es cometer un acto a traición, o realizar traición. Según y. Groizard: “Hay alevosía cuando el culpable comete cualquiera de los delitos contra las personas, empleando medios, modos o formas en la ejecución que tiendan directa y especialmente a asegurarla, sin riesgo para su persona, que proceda de la defensa que pudiera hacer el ofendido’ y agrega: ‘Tres son las características esenciales del concepto: lo.- la intención de asegurar la ejecución del delito; 2o.- la intención de no correr riesgos provenientes de la defensa del agredido; y 3o.- el empleo de medios, modos o formas de ejecución adecuados para lograr esos fines”. El delito alevoso es de tal manera, una infracción que se caracteriza de manera fundamental por su elemento subjetivo; ‘los medios, modos o formas que lo integran deben ser buscados de propósito o intencionalmente aprovechados”. 17 artículo 358 del Código de Procedimiento Penal, por unanimidad, este Tribunal de Casación, declara improcedente el recurso de casación planteado por el recurrente Vandri Johan Macías Cabal; y, con relación al recurso planteado por la Fiscalía General del Estado, se lo acepta y casa la sentencia, considerando que existe error de derecho, por indebida aplicación del articulo 449 del Código Penal, encuadrando la actuación de Yandri Macías Cabal, en el grado de autor del delito de asesinato, establecido en el artículo 450.1 del Código Penal, por la existencia de la circunstancia de alevosía; y, aplicando las atenuantes 6 y 7, del artículo 29 del Código Penal, que han sido consideradas en la referida sentencia impugnada, se le impone la pena de 12 años de reclusión mayor extraordinaria, que debe cumplir el sentenciado Yandri Johan Macías Cabal. Ha lugar la reparación integral a la víctima. Devuélvase al Tribunal de origen para el trámite ~e ley.- Notifíquese y Cúmplase.- NENTE erte Dra. GI J U EZA Dr. Milton Ál s IONAL Ve/Nl RAZON: En Quito, hoy veintiocho de noviembre de dos mil catorce, a partir de las catorce horas treinta minutos, notifico con la SENTENCIA que antecede a YANDRI JOHAN MACÍAS CABAL, en los casilleros judiciales N°- 1107, 345, 5339; y, correos electrónicos [email protected]; [email protected]; [email protected]; [email protected]; y, a FISCALIA GENERAL, en el casillero judicial N° 1207 y correo electrónico: [email protected]. Certifico. Dr. il SECRETARIO RELATOR / // / ¡ ///