Fortalecimiento de los Derechos a la Tierra para las Mujeres – El caso de El Salvador – PROGRAMA DE RECONSTRUCCIÓN Y MODERNIZACION RURAL (PREMODER) Editado por Francesca Carpano Consultora de Tenencia de la Tierra Mayo 2011 1 INDICE Introducción ................................................................................................................................. 4 1. Marco De Referencia ............................................................................................................... 5 1.1. El Marco Legal ........................................................................................................................ 5 1.2. El Acceso A La Tierra Por Las Mujeres ............................................................................... 6 1.2.1. Acceso A La Tierra A Través De Las Relaciones Sociales Y De Parentesco .................... 6 1.2.2. Acceso A Tierra Por Parte Del Estado ................................................................................ 7 1.2.3. Acceso A Tierra En El Mercado De Tierra .......................................................................... 8 1.3. Situación Real De Acceso De Las Mujeres A La Tierra En El País ....................................... 8 1.3.1. Cuadro Histórico Y Algunos Datos ...................................................................................... 9 1.3.2. Principales Dificultades Que Las Mujeres Enfrentan En El Acceso A La Tierra .............. 11 2. La Experiencia Del Premoder ............................................................................................... 12 2.1. Estrategia De Intervención Del Premoder ........................................................................... 15 3. Metodología De La Sistematización .................................................................................... 19 4. La Facilitación Del Programa Y Los Resultados Obtenidos ............................................. 20 4.1. La Facilitación Del Programa ............................................................................................... 21 4.1.1. Abordaje Del Acceso De Las Mujeres A La Tierra En El Ciclo De Planificación Del Premoder ..................................................................................................................................... 21 4.1.2. Acceso A Información Como Papel Preponderante Del Premoder .................................. 22 4.1.3. Estrategias De Facilitación Adoptadas Por El Premoder .................................................. 23 4.2. Los Acuerdos De Tierra ........................................................................................................ 27 4.3. Logros Alcanzados Por Las Mujeres .................................................................................... 29 4.4.1. Condiciones Favorables .................................................................................................... 30 4.4.2. Principales Obstáculos ...................................................................................................... 31 5. Recomendaciones Para El Fortalecimiento De Los Derechos De Las Mujeres Rurales A La Tierra En Futuros Programas Fida ................................................................................. 34 5.1 En Cuanto A La Concepción De Los Programas Que Serán Negociados Con Y Aprobados Por Los Gobiernos .................................................................................................... 35 5.2 En Cuanto Al Procedimiento A Seguir Para La Formulación De Los Programas ................. 37 5.3 En Cuanto A Los Componentes De Los Programas Y Las Etapas Del Ciclo De Planificación................................................................................................................................. 38 5.4 En Cuanto A Las Relaciones De Coordinación Para La Instrumentación De Los Programas ................................................................................................................................... 40 5.5 En Cuanto Al Rol De Los Programas En La Facilitación De Los Procesos De Negociación De Los Acuerdos De Uso De Tierra ............................................................................................ 41 5.6 En Cuanto A Los Tipos De Acuerdos De Uso De Tierra Negociados Por Parte De Las Mujeres Y Las Organizaciones .................................................................................................... 43 Referencias Bibliográficas ....................................................................................................... 45 Anexo 1: Términos De Referencia De La Consultoría ................................................................ 47 Anexo 2: Ficha Por Organización Según Acuerdo De Uso De La Tierra Completado Por Las Utm De Las 4 Zonas De Trabajo Del Premoder ......................................................................... 49 Anexo 3: Estadística De Personas Participantes En Los 4 Talleres De Consulta Realizados Entre El 23 Y El 30 De Enero De 2010 ....................................................................................... 52 Anexo 4: Listado De Personas Participantes En Los 4 Talleres De Consulta Realizados ........ 53 Anexo 5: Listado De Liderezas Entrevistadas ............................................................................. 55 Anexo 6: Cuestionario De Preguntas Semi-Estructuradas Para La Entrevista A Liderezas ...... 56 Anexo 7: Listado De Personas Tomadoras De Decisiones Sobre Acuerdos De Uso De Tierra En El Premoder Y El Prodap Ii Que Fueron Entrevistadas ......................................................... 58 Anexo 8: Cuestionario De Preguntas Semi-Estructuradas Para La Entrevista A Personas Tomadoras De Decisiones En Los Programas Fida ................................................................... 59 Anexo 9: Cuestionario De Preguntas Semi-Estructuradas Para La Entrevista A Alcalde/ Alcaldesa ..................................................................................................................................... 61 2 LISTA DE ACRÓNIMOS UTILIZADOS AC ADESCO Cd CNR FIDA FMLN IMU MAG MARN MINSPYAS ONG PdN PREMODER PRODAP II PROFOR PREMODER PTT UTM Personas Administradoras de Cartera Asociación de Desarrollo Comunal Código Centro Nacional de Registro Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola. IFAD por sus siglas en inglés 1 Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional Instituto de Investigación, Capacitación y Desarrollo de la Mujer Ministerio de Agricultura y Ganadería Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social Organización No Gubernamental Plan de Negocio Programa de Reconstrucción y Modernización Rural Proyecto de Desarrollo Rural en la Región Central Programa de Fortalecimiento de las Organizaciones Rurales Atendidas por PREMODER Programa de Transferencia de Tierras Unidad Técnica Móvil 1 Primero ejército insurgente durante los doce años de Guerra Civil y luego convertido en partido político de izquierda tras la firma de los Acuerdos de Paz, actualmente en el Ejecutivo. 3 INTRODUCCIÓN La sistematización de la experiencia del Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER) en El Salvador, es parte del Proyecto para Documentar y Compartir lo aprendido en cuanto al Fortalecimiento de los Derechos a la Tierra para las Mujeres en las Actividades del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Fue realizada con el Objetivo General de ―Analizar el proceso de facilitación impulsado para la negociación de acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres, de manera que las lecciones 2 aprendidas sirvan para otros proyectos del FIDA en fase de diseño e instrumentación” . El presente Reporte ha sido estructurado en torno a 5 grandes apartados. El primer apartado presenta el marco de referencia teórico sobre los derechos de las mujeres a la tierra a través de diferentes mecanismos, junto al marco de referencia legal y contextual nacional en el cual se instrumenta el PREMODER. El segundo apartado hace una descripción del PREMODER y de su estrategia de intervención, mientras que el tercer apartado presenta la metodología utilizada para la sistematización de la experiencia del programa. En el cuarto apartado se presenta la facilitación del programa y los resultados obtenidos en términos de logros alcanzados por las mujeres, las condiciones que las han favorecido y los obstáculos principales que han enfrentado. El quinto apartado ofrece recomendaciones derivadas de la sistematización. Estas recomendaciones para el fortalecimiento de los derechos de las mujeres rurales a la tierra en futuros Programas FIDA han sido agrupadas según se refieran a la concepción y el diseño de los Programas que serán negociados con y aprobados por los gobiernos, el rol general que corresponde a los Programas en la facilitación de los procesos de negociación de los acuerdos de uso de tierra, y la actuación específica y particular en el caso de los tipos de acuerdos de uso según cada contexto y tipo de proyecto. 2 Ver Anexo 1: Términos de Referencia. En su cumplimiento, la consultoría fue realizada entre el 23 de enero y el 23 de febrero de 2010. Bajo la coordinación de Nidia Umaña, en la consultoría participaron: i) Jenny Domínguez, quien realizó la revisión documental sobre legislación internacional e información estadística relacionada con el acceso de las mujeres a la tierra; ii) Patricia Hernández, quien brindó asesoría legal sobre las condiciones legales, ventajas y desventajas de los diferentes acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres; y iii) Yanira Rodríguez, quien realizó y procesó las entrevistas a liderezas y transcribió los resultados de los trabajos de grupo realizados por liderezas y líderes durante los talleres de consulta. El documento final fue editado por Francesca Carpano, Consultora en Tenencia de la Tierra. 4 1. MARCO DE REFERENCIA Históricamente, en el país los temas agrarios tales como el acceso a la tierra por parte de las mujeres y la seguridad de su tenencia han sido abordados bajo los criterios del Derecho Civil o Mercantil, los cuales se han sobrepuesto a los análisis de Derecho Agrario sin tener en cuenta la necesaria correspondencia entre el Derecho Agrario y los Derechos Humanos. Como consecuencia de esta preeminencia de los criterios civiles y mercantiles que privilegian la propiedad privada de la tierra, está vigente una doble legalidad. Por una parte, se tiene una legalidad que es aplicable a las personas propietarias y/o patronas (supra sujetas agrarias); mientras que por otra se tienen una legalidad que es aplicable a las personas que carecen de la propiedad de la tierra que trabajan (no sujetas agrarias) (IMU, 1999a: 5-6). Sobra decir que esta situación resulta particularmente grave en el caso de las mujeres, dado que el carácter de sujetas implica el reconocimiento y puesta en práctica de la capacidad de las mujeres de ejercer derechos y contraer obligaciones. Por lo que es importante contar con un Código Agrario, ya que al liberar el Derecho Agrario del Derecho Civil se permitiría que la actividad agraria cobrara vida propia, desvinculándola de la propiedad privada, para vincularla con el derecho de propiedad privada en función social, dándole vida efectiva de los derechos económicos y sociales de las mujeres en particular (IMU, 1999a: 6). Es por ello que el Instituto de Investigación, Capacitación y Desarrollo de la Mujer (IMU) impulsó la formulación de una propuesta de Ante-Proyecto de Código Agrario con Perspectiva de Género, argumentando que la perspectiva de Derechos Humanos para el Derecho Agraria permitiría vincular la actividad agraria con la propiedad privada en función social (IMU, 1999a: 6). El Ante-Proyecto de Código Agrario con Perspectiva de Género fue publicado en junio de 1999 y fue presentado a la Asamblea Legislativa en medio de una estrategia de incidencia política cuidadosamente planeada. Sin embargo, luego de más de una década, falta todavía la aprobación de dicho Ante-Proyecto. Esto a pesar de que en cada una de las cuatro Legislaturas electas desde entonces, había la alianza entre algunas diputadas y la Concertación Feminista ―Prudencia Ayala‖. 1.1. EL MARCO LEGAL Ante la falta de un Código Agrario, las disposiciones legales relativas al acceso a la tierra por parte de las mujeres bajo las diferentes modalidades de acuerdos de uso están dispersas en al menos tres diferentes instrumentos, como son la Constitución Política de la República de El Salvador, el Código Civil, y el Código de Familia. Según la Constitución, todas las personas son iguales ante la ley. Para el goce de los derechos civiles no podrán establecerse restricciones que se basen en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión (Art. 3). Más especificadamente, el Articulo 105 establece que el Estado reconoce, fomenta y garantiza el derecho de propiedad privada sobre la tierra rústica, ya sea individual, cooperativa, comunal o en cualquier otra forma asociativa, y no podrá por ningún concepto reducir la extensión máxima de tierra que como derecho de 3 propiedad establece esta Constitución . Se prohíbe la discriminación basada en el género. 3 La extensión máxima de tierra rústica perteneciente a una misma persona natural o jurídica no podrá exceder de 245 hectáreas. Esta limitación no será aplicable a las asociaciones cooperativas o comunales campesinas. Los propietarios de tierras a que se refiere el inciso segundo de este artículo, podrán transferirla, enajenarla, partirla, dividirla o arrendarla libremente. La tierra propiedad de las asociaciones cooperativas y comunales campesinas y beneficiarios de la Reforma Agraria estará sujeta a un régimen especial. Los propietarios de tierras rústicas cuya extensión sea mayor de doscientas cuarenta y cinco hectáreas, tendrán derecho a determinar de inmediato la parte de la tierra que deseen conservar, segregándola e inscribiéndola por separado en el correspondiente Registro de la Propiedad 5 El Código Civil y el Código de Familia regulan más especificadamente los derechos de los cónyuges y la herencia. A través de estos Códigos, la mujer en su forma de esposa, divorciada, viudas, hermana o hijas puede acceder a la tierra a través de tres mecanismos: social, de mercado y estatal. 1.2. EL ACCESO A LA TIERRA POR LAS MUJERES En El Salvador, el acceso a la tierra comprende los derechos de las mujeres al uso, el control y la transacción de la tierra, los cuales son regulados por sistemas de tenencia de la tierra que deben orientarse a garantizar a las mujeres la seguridad de la tenencia de la tierra en cuanto a duración, protección y robustez. Por esto, cada tipo de acuerdo de uso de la tierra presenta diferentes niveles de control o transacción. Estos acuerdos de uso de la tierra corresponden a los 3 mecanismos generales de los que las mujeres disponen para obtener el derecho a la tierra: i) a través de relaciones sociales y de parentesco, ii) en el mercado de tierra, y/o iii) por parte del Estado (IFAD, s.f.: 136). El acceso a tierra por parte de las mujeres y de los hombres se refiere a la habilidad de ejercer los tres principales derechos a la tierra, la cual incluye a tierra de cultivo, humedales, pastizales y bosques. Estos derechos de las mujeres a la tierra son el uso, el control, y la transacción de la tierra: - el derecho al uso de la tierra permite cultivar, pastar animales, transitar, usar los productos naturales y establecer infraestructura de procesamiento agroindustrial; - el derecho al control de la tierra permite tomar decisiones acerca de cómo la tierra debe ser usada y cómo los beneficios deben ser distribuidos; - el derecho a la transacción de la tierra permite vender o hipotecar la tierra, transferirla a otras personas, heredarla o redistribuir los derechos de uso y control. La seguridad en la tenencia de la tierra es la reconocida habilidad de las mujeres y hombres a ejercer sus tres derechos a la tierra. Fuente: IFAD, 2008. 1.2.1. ACCESO A LA TIERRA A TRAVÉS DE LAS RELACIONES SOCIALES Y DE PARENTESCO En El Salvador, en primer lugar, las mujeres pueden tener acceso a tierra a través de relaciones sociales y de parentesco, ya sea que estén mediadas por matrimonio, divorcio o viudez, o por un acuerdo de autorización de uso temporal o de donación entre personas parientes o vecinas de la comunidad. En el caso del matrimonio o la unión de hecho, el Código de Familia es específico al referirse a la protección del bien inmueble que sirve de vivienda familiar. Para los demás bienes inmuebles, como en el caso de la tierra de cultivo, en caso de matrimonio – y divorcio – debe tomarse en cuenta el régimen patrimonial que la pareja decidió para sus bienes al momento del matrimonio, los cuales pueden ser separación de bienes, participación en las ganancias o comunidad diferida (Art. 40 y 42, Cd. de Familia). En el caso de las uniones de hecho se aplica el régimen de separación de bienes cuando alguna de las personas de la Raíz e Hipotecas. Los inmuebles rústicos que excedan el límite establecido por esta Constitución y se encuentren en proindivisión, podrán ser objeto de partición entre los copropietarios. Las tierras que excedan la extensión establecida por esta Constitución podrán ser transferidas a cualquier título a campesinos, agricultores en pequeño, sociedades y asociaciones cooperativas y comunales campesinas. La transferencia a que se refiere este inciso, deberá realizarse dentro de un plazo de tres años. Una ley especial determinará el destino de las tierras que no hayan sido transferidas, al finalizar el período anteriormente establecido. En ningún caso las tierras excedentes a que se refiere el inciso anterior podrán ser transferidas a cualquier título a parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad. El Estado fomentará el establecimiento, financiación y desarrollo de la agroindustria en los distintos departamentos de la República, a fin de garantizar el empleo de mano de obra y transformación de materias primas producidas por el sector agropecuario nacional (Articulo 105). 6 pareja acude a los Tribunales solicitando la intervención del Estado para la protección de sus derechos al momento de la disolución de la unión. En el caso del régimen de separación de ganancias, cada uno de los cónyuges conserva la propiedad, la administración y la libre disposición de sus bienes, salvo en el caso del inmueble que sirve de habitación de la familia (Art. 48, Cd. de Familia). En el caso del régimen de participación de ganancias, ―cada uno de los cónyuges adquiere derecho a participar en las ganancias obtenida por su cónyuge, durante el tiempo en que dicho régimen haya estado vigente‖ (Art. 51, Cd. de Familia). Si se da el divorcio, el régimen de participación de ganancias se disuelve, y ―Las ganancias se determinarán por las diferencias entre los patrimonios inicial y final de cada cónyuge. Si el resultado fuere positivo en los dos patrimonios, el cónyuge que hubiere experimentado menor incremento en el suyo, tendrá derecho a la mitad de la diferencia entre ambos incrementos. Cuando uno solo de los patrimonios se hubiere incrementado durante la existencia del régimen, el titular del otro tendrá derecho a la mitad de ese aumento‖ (Art. 55, Cd. de Familia). Podría ser que el pago de la ganancia se haga por medio de la adjudicación de un bien inmueble, pero no necesariamente. Eso dependerá de cada caso y se atendrá a lo que la autoridad judicial resuelva. En el caso del régimen de comunidad diferida, ―los bienes adquiridos a título oneroso, los frutos, rentas e intereses obtenidos por cualquiera de los cónyuges durante la existencia del régimen pertenecen a ambos, y se distribuirán por mitad al disolverse el mismo‖ (Art. 62, Cd. de Familia). Esto dejaría la posibilidad de que el o la cónyuge reciba bienes que hubiesen sido adquiridos por el o la otra, incluidos bienes inmuebles. Es importante tener en cuenta que la distribución de bienes en un divorcio será dispuesta por el juez en su sentencia, siempre con apego a los acuerdos sobre el régimen patrimonial, y a circunstancias que impliquen cuotas alimenticias, o cuotas compensatorias. En caso de viudez, rigen las reglas de la herencia. Es decir que, si existe testamento, deberá atenerse a la disposición de la persona testadora. De lo contrario, en las sucesiones abintestato, ―son llamados por ley a la sucesión, en primer lugar: los hijos, el padre, la madre y el cónyuge, y en su caso el conviviente sobreviviente‖ (Art. 988, Cd. Civil). Otro caso de acceso a la tierra por las mujeres es por un acuerdo de autorización de uso temporal o de donación entre personal parientes o vecinas de la comunidad. El acuerdo de uso de tierra consistente en la autorización del uso temporal de la tierra o la donación, puede ser tomado por parte de personas naturales (personas parientes o vecinas de la comunidad), o por parte de personas jurídicas (Asociaciones de Desarrollo Comunal – ADESCOs – o Cooperativas). La autorización del uso temporal de la tierra o derecho de uso “…es un derecho real que consiste, generalmente, en la facultad de gozar de una parte limitada de las utilidades y productos de una cosa‖ (Art. 813, Cd. Civil). Al ser inscrito, el derecho de uso presenta la ventaja de que se puede hacer valer contra terceros. La donación entre vivos “… es un acto por el cual una persona transfiere gratuita e irrevocablemente una parte de sus bienes a otra persona, que la acepta” (Art. 1265, Cd. Civil). Una donación también puede otorgarse mediando condición. El modo legal de constituir la donación de bienes raíces es a través de escritura pública inscrita en el Registro de la Propiedad Raíz. De lo contrario, carece de valor. 1.2.2. ACCESO A TIERRA POR PARTE DEL ESTADO En segundo lugar, las mujeres pueden tener acceso a tierra por parte del Estado, como en el caso del acuerdo de uso de tierra bajo la figura del comodato otorgado por Gobiernos Municipales. Según el Articulo 1932 del Código Civil, el comodato “Es un contrato en que una de las partes entrega a otra gratuitamente una especie, mueble o raíz para que haga uso de ella, y con cargo de restituir la misma especie después de terminado el uso”. Además, por el Código Municipal, “los municipios podrán otorgar comodatos a Instituciones públicas y privadas sin fines de lucro previo su acreditación legal, de los bienes municipales, en atención a satisfacer proyectos o programas de utilidad pública y de beneficio social, principalmente en beneficio de los habitantes del mismo y en cumplimiento de las finalidades de las competencias municipales. Para la formalización del mismo se establecerán entre otras cláusulas que 7 establezcan tiempos razonables de vigencia del contrato, y en caso de incumplimiento de algunas de las cláusulas establecidas, se procederá inmediatamente a exigir la restitución del bien aún antes del tiempo estipulado y además si sobreviene una necesidad imprevista y urgente‖ (Art. 68, inciso tercero, Cd. Municipal). En razón de lo dispuesto legalmente, el Municipio solamente podrá otorgar comodatos a personas jurídicas, para fines que estén dentro de las competencias del Municipio. La estipulación del plazo por el cual se otorga el comodato, dependerá del objetivo. El modo legal de constituir un comodato es por la entrega de la cosa y su existencia puede ser probada mediante testigos. Debido a ello no se requiere el otorgamiento de una escritura pública. Por lo que, si la existencia de tal contrato se hace constar en documento, puede ser documento privado autenticado, acta notarial o escritura pública. En el comodato, el derecho se adquiere gratuitamente. Sin embargo, el uso del bien es limitado a lo convenido y no se trata de un derecho adquirido a perpetuidad, sino que, cumplido el tiempo para el cual se otorgó el comodato, la persona comodataria debe devolver el bien. Además, el comodante puede exigir en cualquier tiempo al comodatario la restitución del objeto “si sobreviene al comodante una necesidad imprevista y urgente de la cosa”, o en caso de incumplimiento de alguna de las cláusulas, y porque no tiene efectos contra terceros porque no existe obligación expresa de inscribir este tipo de contratos, y muchos registradores/ras la deniegan. Además hay que tomar en cuenta que la Corte de Cuentas vigila la constitución de comodatos por parte de Alcaldías y si resuelve que en la actuación no se cumplieron con todos los requisitos de ley, se ordenaría el procedimiento para su anulación. 1.2.3. ACCESO A TIERRA EN EL MERCADO DE TIERRA En tercer lugar, las mujeres pueden tener acceso a tierra en el mercado de tierra, como en el caso de los acuerdos de uso de tierra del arrendamiento o la compraventa. El arrendamiento ―Es un contrato en que las dos partes se obligan recíprocamente, la una a conceder el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o a prestar un servicio, y la otra a pagar por este goce, obra o servicio un precio determinado” (Art. 1703, Cd. Civil). El modo legal de constituir el arrendamiento es hacerse constar por escrito. Si bien puede hacerse en documento privado autenticado o escritura pública, para hacerse valer contra terceros, debe constituirse mediante escritura pública e inscribirse en el Registro de la Propiedad Raíz. La compraventa ―Es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero” (Art. 1597, Código Civil). El modo legal de constituirlo es otorgar dicho contrato mediante escritura pública (Art.1605, Cd. Civil). Para que el contrato tenga efectos contra terceros, la compraventa se inscribe en el Registro de la Propiedad Raíz, para lo cual debe hacerse el pago de derechos de registro cuyo monto depende del precio de la compraventa. La compraventa permite adquirir el dominio que concede a la persona propietaria el derecho de poseer exclusivamente una cosa y gozar de ella a perpetuidad, sin limitaciones, excepto las establecidas legalmente, y que se trata de un derecho que se transmite a los y las herederas. 1.3. SITUACIÓN REAL DE ACCESO DE LAS MUJERES A LA TIERRA EN EL PAÍS Las mujeres, al encontrarse entre los grupos más pobres, marginalizados y vulnerables, tienden a contarse entre las personas sin tierra, casi sin tierra y con inseguros derechos de tenencia por ser secundarios, derivados de sus relaciones de parentesco con los hombres, que rara vez van más allá de los derechos de uso y que son débilmente reconocidos y protegidos. Las dificultades que las mujeres salvadoreñas enfrentan para tener acceso a la tierra resultan particularmente preocupantes, ya que el acceso de las mujeres a la tierra es clave para la reducción de la pobreza y para la equidad de género (IFAD, 2008: 16). Esto se debe a que la tierra no es sólo un recurso económico, sino también un factor importante en la formación de la identidad individual y colectiva, un factor clave para la organización cotidiana de la vida social, cultural y religiosa, y además un recurso político que define las relaciones de poder entre y al interior de personas, familias y comunidades, dentro de los sistemas de 8 4 gobernabilidad establecidos (IFAD, 2008: 5; IFAD, s.f.: 125). Esta situación de limitado acceso a la tierra y de inseguridad en su tenencia se explica por la conjunción de una serie de dificultades culturales y estructurales que se agregan a los vacíos legales que se infieren del marco legal presentado en el sub-apartado anterior y a las debilidades institucionales existentes para garantizar a las mujeres el ejercicio de sus derechos. 1.3.1. CUADRO HISTÓRICO Y ALGUNOS DATOS En El Salvador, la propiedad de tierra por parte de las mujeres oscila entre el 33 y el 42 por ciento de las parcelas (Lara Rothe, 2003: 13-15, citado por Nancy Orellana, 2007: 24). El principal uso de las parcelas es para vivienda, con sólo un 20 por ciento ó menos de las mujeres que posee tierra que dedica a actividades agropecuarias (Lara Rothe, Ibid: 22 y 2830). RECUADRO 1: REFORMA AGRARIA DE LOS AÑOS 80’S La Reforma Agraria fue ejecutada en tres Fases por la Segunda Junta de Gobierno formada por militares y miembros del Partido Demócrata Cristiano en 1980, en el contexto de una Guerra Civil que duraría doce años. Según datos de 1987, la Reforma Agraria benefició a 77, 296 personas que únicamente representaban el 25.8 por ciento de la población esperada, el 11 por ciento de la Población Económicamente Activa rural, y alrededor del 3 por ciento de la población rural. La Fase I se dio a partir del Decreto No. 153 o Ley Básica de la Reforma Agraria del 5 de marzo de 1980 y afectó las propiedades de más de 500 Has., las cuales fueron adjudicadas a las personas trabajadoras permanentes de las fincas y haciendas asociadas en cooperativas. A partir de octubre de 1981, mediante el Decreto No. 842, se dio un tratamiento similar a las cooperativas del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria formadas antes de la Reforma. La Fase I benefició a 33,096 personas asociadas en cooperativas, las cuales representan el 40.4 por ciento del total de personas beneficiarias. Según datos de 1991, las mujeres representaron el 11.7 por ciento de las personas beneficiarias de la Fase I. La Fase II establecía inicialmente la expropiación de las propiedad entre 150 y 500 Has., las cuales representaban el 24 por ciento del total de tierras cultivadas del país generalmente con productos de exportación. Sin embargo, la Constitución Política de 1983 limitó su alcance a extensiones mayores a 245 Has., las cuales sólo representaban el 3 por ciento de la tierra cultivada y nunca fue puesta en marcha. La Fase III estuvo regida por el Decreto No. 207 o Ley de Afectación y Traspaso de Tierras Agrícolas a Favor de sus Cultivadores Directos del 28 de abril de 1980. Afectó la tenencia de las personas arrendatarias y aparceras que cultivaban directamente las parcelas de personas propietarias con menos de 100 Has. como productoras individuales que podían solicitar a la Financiera Nacional de Tierras Agrícolas la compra de parcelas de hasta 7 Has. a través de un crédito por 30 años. La Fase III benefició a 48,703 personas, las cuales representan el 59.6 por ciento del total de personas beneficiarias. Según datos de 1991, las mujeres representaron el 10.5 por ciento de las personas beneficiarias y el 35.87 por ciento de las personas afectadas de la Fase III. FUENTE: Fundación Arias, 1992: 27-53. 4 De hecho, la experiencia de mujeres en otros países muestra que el acceso de las mujeres a la tierra aumenta la cuota de poder de las mujeres al interior de la familia y de las organizaciones (IFAD, s.f.: 126); e incrementa los niveles de bienestar al interior de sus familias, como en Honduras, Nicaragua y Ghana occidental (Elizabeth Katz y Chamorro, 2003; y Agnes Quisumbing y Maluccio, 2003, citados en IFAD, s.f.: 126). Estos mayores niveles de empoderamiento y bienestar de las mujeres las vuelve menos vulnerables a situaciones de violencia doméstica, como en India (Pradeep Panda y Bina Agarwal, 2005, citados en IFAD, s.f.: 126)4; desincentiva la migración femenina (y masculina) (FAO, 2004: 3 y 8, citado por Nancy Orellana, 2007: 23); y aumenta sus niveles de participación política (IFAD, s.f.: 126). 9 Por su parte, los procesos de distribución de tierra agrícola impulsados desde el Estado en los años 80‘s y 90‘s no tuvieron un gran impacto en modificar esta estructura de tenencia de la tierra en el país. Como resultado de la Reforma Agraria de los 80‘s (Ver Recuadro 1), las mujeres no llegaron a representar más del 12 por ciento y el 10 por ciento de las personas beneficiarias de las Fases I y III, respectivamente (FAO, 2009; Carmen Diana Deere y Magdalena León, 1998: 2 y 3, citado por Nancy Orellana, 2007: 22; MAG, 1989). Además, sólo el 65 por ciento de los hogares jefeados por mujeres tuvieron acceso a tierra, en abierto contraste con el 82 por ciento de los hogares jefeados por hombres. Lo más grave e irónico fue que en la Fase II de la Reforma Agraria resultaron más las mujeres expropiadas que beneficiadas, debido a que no trabajaban la tierra directamente (PRODEMOR-CENTRAL, s.f.: 3). Esto señala que se desconocieron los factores de empoderamiento que la tierra tiene como activo para las mujeres, más allá del ejercicio directo de la agricultura. RECUADRO 2: PROGRAMA DE TRANSFERENCIA DE TIERRAS DE LOS AÑOS 90’S El Programa de Transferencia de Tierras (PTT) surgió para darle seguimiento a los compromisos adquiridos acerca de la redistribución de la tierra en El Salvador por las partes en conflicto, en el marco de los Acuerdos de Paz firmados en Febrero 1992. El Programa propuso la distribución en tres fases de 237 mil manzanas para un total de 47,500 personas, entre personas ex combatientes de la Fuerza Armada y del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional y personas tenedoras de las zonas ex conflictivas. Al final, el Programa se quedó lejos del objetivo, ya que el acceso a la tierra no fue equitativo. Hubo muchas personas excluidas, sobre todo combatientes menores de edad y mujeres, y apenas alcanzó a repartir un 5 por ciento del 16 por ciento del total de las tierras agrícolas que se pretendía repartir. A diciembre de 2007, del universo de 20,432 personas beneficiarias del PTT, las mujeres representaron el 34 por ciento (Carmen Diana Deere y Magdalena León, 2000: 265). Esto porque las mujeres fueron el 27 por ciento de la población ex combatiente y el 38 por ciento de la población tenedora (Clara Murguialday, 1996, citado en Nancy Orellana, 2007: 22). Entre las explicaciones para lo limitado del impacto del Programa, se hace referencia a la falta del acceso a la tierra, en condiciones mínimamente adecuadas tales como los créditos blandos a bajos intereses, la asistencia técnica competente y las oportunidades para la comercialización; al principio de voluntariedad; a la ausencia de una asesoría jurídica efectiva y desinteresada, fundamentalmente para las mujeres; a la instrumentación del programa de ajuste estructural; y a la poca capacidad de las organizaciones no gubernamentales (ONGs) para instrumentar proyectos alternativos ya que les cuesta precisar su rol y tienen poca capacidad de acción interinstitucional debido a la competencia por la cooperación internacional. El principio de voluntariedad afectó también negativamente el proceso, desde el inicio, ya que como los propietarios legítimos de las tierras ocupadas o sujetas a expropiación, solamente tenían que vender si querían, algunos 5 propietarios cercanos al partido Alianza Republicana Nacionalista bloquearon el Programa y consiguieron subir los precios de manera excesiva, al punto que los fondos inicialmente destinados a este esfuerzo no alcanzaron y tuvo que reducirse el número de personas beneficiarias y del tamaño de las parcelas que resultaron demasiado pequeñas para hacerlas económicamente rentables. Además, hay que tomar en cuenta que el Programa fue instrumentado en el período de ejecución de medidas estructurales promovidas por el Banco Mundial, que no dejó de presionar para la liberalización del mercado de tierras. Si bien esto posibilitó por un lado la condonación de la deuda agropecuaria, por otro lado, aceleró los tiempos de la parcelación, afectando los procesos de discusión y análisis para lograr los consensos entre las personas beneficiarias sobre el mejor sistema de seguridad jurídica de la tenencia de la tierra que permitiera armonizar las necesidades individuales y las colectivas. Por ejemplo, no se analizó el cooperativismo como una alternativa viable para la producción, a pesar de la rica experiencia del cooperativismo independiente promovida por los sectores progresistas de la Iglesia Católica en los 70‘s. Como consecuencia, el Programa enfrentó problemas tales como la desmovilización organizativa, la venta de las parcelas a bajos precios –en algunos casos a los anteriores propietarios que las habían vendido a precios altos -, facilitando con ello de nuevo la concentración, y la incapacidad productiva para alcanzar la rentabilidad, entre otros. FUENTE: Salvo indicación contraria, la información ha sido tomada de Ana Bickel, 2000: 1-9. 5 Partido de derecha en el Ejecutivo de 1989 a 2009. 10 En el Programa de Transferencia de Tierras (PTT) de los 90‘s (Ver Recuadro 2), las mujeres representaron el 38 por ciento de las personas tenedoras de tierra y el 27 por ciento de las personas ex combatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) (MAG, 1997). Sin embargo, su participación en la distribución de tierra agrícola contrasta con el hecho de que las mujeres fueron el 30 por ciento de las personas combatientes del FMLN y el 60 por ciento de la población civil en zonas conflictivas (Clara Murguialday, 1996, citado en Nancy Orellana, 2007: 22). 1.3.2. PRINCIPALES DIFICULTADES QUE LAS MUJERES ENFRENTAN EN EL ACCESO A LA TIERRA La experiencia latinoamericana muestra que en relación con los tres principales mecanismos de acceso a tierra por parte de las mujeres – herencia, adjudicación por parte del Estado o compra en el mercado – la desigualdad de género en la distribución de la tierra se debe a varios motivos, como las preferencias masculinas en la herencia, los privilegios masculinos en el matrimonio, los sesgos masculinos en los programas estatales de distribución de tierra, y los sesgos de género en la participación en el mercado de tierra (Carmen Diana Deere y Magdalena León, 2000: 3). En El Salvador también las mujeres enfrentan dificultades para el acceso a la tierra debidos a varias limitaciones. Entre las limitaciones legales se encuentran la interpretación asociada exclusivamente con los hombres de los términos utilizados en los Decretos que establecen como personas beneficiarias a campesinos sin tierra, colonos, arrendatarios o aparceros entre otros, así como del criterio de jefatura de familia. Esto convirtió a los términos legales en un factor de exclusión de las mujeres. El problema de fondo es la limitada capacidad civil reconocida a las mujeres. Entre las limitaciones culturales se incluyen las normas consuetudinarias, las creencias religiosas y las prácticas sociales marcadas por la ideología patriarcal. Esta ideología, al partir de una tradicional división genérica del trabajo, asocia a las mujeres al espacio privado de la casa y a los hombres al espacio público de la parcela, y desvaloriza las diversas formas en las que la mujer se incorpora al trabajo productivo que genera ingresos en la zona rural. Por esta razón, en el trabajo que las mujeres realizan no son reconocidas como productora agrícola, sino como ama de casa o, en el mejor de los casos, como trabajadora estacional. Estos factores culturales e ideológicos también se expresan en la subestimación de la mano de obra femenina estacional y la no contabilización del trabajo del cuidado no remunerado que realizan las mujeres que caracteriza a los Censos Agropecuarios que el Estado realiza. Además, estos factores culturales e ideológicos están a la base del hecho que durante los procesos de distribución de tierra de los años 80‘s y 90‘s, la tendencia fue entregar a las mujeres las peores, las menos productivas, las ubicadas en lugares más lejanos y las más pequeñas (Fundación Arias, 1992: 51). Específicamente en el caso del Programa de Transferencia de Tierra de los 90‘s, luego de los Acuerdos de Paz, las mujeres recibieron extensiones pequeñas (entre 1 y 3 Mz.) y de baja calidad (Hernández, 1995, citado por 6 Nancy Orellana, 2007: 22-23) . En el Programa de Transferencia de Tierras, las mujeres no tuvieron un acceso equitativo (Ana Bickel, 2000: 9). Primero fueron excluidas del Programa. Luego, una vez elaboradas las listas de personas beneficiarias, a las mujeres se les hizo difícil obtener créditos. Finalmente, las mujeres no tuvieron acceso a la información de manera oportuna ni a la asesoría legal que necesitaban para poder reivindicar sus derechos, que muchas veces incluso desconocían. Si no hubiera sido por la insistencia de las organizaciones de mujeres y por el 6 Según una clasificación del tipo de suelo para uso agropecuario en una escala de I a VIII, los suelos Tipo V-VII son tierras aptas para cultivos permanentes y forestales, no para agricultura extensiva, semiintensiva o ganadería. Estos tipos de suelos agrícolas se caracterizan por limitaciones relacionadas con la susceptibilidad a erosión, las texturas desfavorables y la pedregosidad superficial (Reyes, 2009: láminas 20 y 25). 11 otorgamiento de derechos individuales a cada miembro de la pareja que incrementó el porcentaje de mujeres beneficiadas, nunca se hubiera logrado el nivel de integración alcanzado por las mujeres. Estos factores legales y culturales se concretizan en varios modos. Por ejemplo, un estudio sobre mercado de tierra auspiciado por la Comisión Económica para América Latina, mostró la inexperiencia de las mujeres para lograr un buen precio por la tierra adquirida, según la calidad del suelo (Amaya et al, 2000: 52 y 53, citado por Nancy Orellana, 2007: 39). Además, las mujeres enfrentan dificultades para la compra de la misma por la falta de recursos propios y por el hecho de que no suelen ser sujetas de crédito a intereses blandos en la banca formal. Las mujeres también enfrentan problemas para acceder a tierra a través del arrendamiento, debido a la discriminación que sufren por parte de los propietarios, quienes desconfían de su competencia productiva que, se supone, conlleva el riesgo de incumplimiento de sus compromisos de pago (Amaya et al, 2000: 52, citado en Nancy Orellana, 2007: 39). En el marco de las relaciones sociales y familiares, los derechos de las mujeres a la tierra se caracterizan por ser secundarios, derivados y obtenidos temporalmente a través del parentesco con hombres, de manera que dichos derechos resultan sumamente precarios cuando el vínculo masculino resulta cortado por el abandono, la migración, la separación, o la muerte de los hombres. Esta situación es particularmente preocupante en el país, donde la migración es fundamentalmente masculina y las altas tasas de homicidios afectan sobre todo a hombres en edad productiva. Como resultado se tiene que las mujeres enfrentan dificultades con relación a los derechos de sucesión y/o administración de los bienes familiares (Lara Rothe, 2003: 3 y 4, citado por Nancy Orellana, 2007: 22), ya que si bien el Código Civil concede a las esposas e hijas derechos iguales de herencia cuando no existe testamento – que es lo más común en zonas rurales –, el derecho no escrito fundado en razones culturales determina que, en la práctica, la herencia sea considerada un derecho de los hombres y los bienes inmuebles, un patrimonio de ellos (FAO, 2009). Más aún, las mujeres suelen no reivindicar sus derechos de herencia, porque consideran que la herencia es un derecho de los hombres y que los bienes inmuebles son patrimonio de ellos. Además, El Salvador es el único país de Centroamérica que no ha hecho esfuerzos para impulsar la titulación conjunta, sea obligatoria o facultativa, en el contexto de las iniciativas por aumentar la seguridad en la tenencia de la tierra y la expansión del mercado de tierras (Lara Rothe, 2003: 8, citado por Nancy Orellana, 2007: 24). 2. LA EXPERIENCIA DEL PREMODER El Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER), es un programa sectorial que impulsa el Gobierno de El Salvador, a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), apoyando la reconstrucción y modernización de los sectores de mayor pobreza que fueron afectados por los terremotos de enero y febrero del año 2001 (Linda Báez, 2008a: 3). Inicialmente el objetivo del Programa fue expresado en términos de la mejora sostenible de las condiciones sociales y económicas de mujeres y hombres rurales, aumentando su acceso a oportunidades de negocios y mercados, así como también a los mercados laborales, locales y nacionales (FIDA, 2006). El propósito era transformar la agricultura y las actividades no agrícolas de subsistencia en pequeños negocios y empresas rentables. También contemplaba la rehabilitación de infraestructura vial, social y productiva dañada por los terremotos; y el fortalecimiento de la institucionalidad para el desarrollo rural. Más adelante, como resultado de la revisión del Marco Lógico del Programa realizada en 2007, se definió como objetivo ―la integración económica efectiva de la población beneficiaria en el entorno regional y nacional, mediante el mejoramiento de sus capacidades de gestión de mercados y oportunidades de negocios” (Linda Báez, 2008a: 3). 12 En función de tales objetivos, desde su formulación inicial el Programa consta de tres componentes: (i) Reconstrucción; (ii) Modernización; y, (iii) Fortalecimiento Institucional del MAG (MAG, 2009: 1): (i) El Componente de Reconstrucción tuvo una ejecución acotada en el tiempo con el objetivo de apoyar a la Población-Objetivo del Programa para recuperar y mejorar la infraestructura social, productiva y vial afectada por los sismos, como parte de un desarrollo económico local en el mediano y largo plazo (FIDA, 2006); (ii) El Componente de Modernización Rural ha tenido como objetivo apoyar a la Población-Objetivo para mejorar su capacidad de generación de ingresos, a través del acceso a programas asistencia técnica productiva y a un Fondo de Inversiones Productivas, basándose en las demandas de dicha población. El propósito específico ha sido transformar la agricultura y las actividades no agrícolas de subsistencia en pequeños negocios y empresas rentables al vincular a las personas productoras a los mercados locales, regionales, nacionales y externos. Para ello ha financiado las inversiones productivas y la compra de servicios de asistencia técnica (FIDA, 2006). Como resultado de la revisión del Marco Lógico del Programa, su objetivo fue reorientado a ―desarrollar y fortalecer capacidades y habilidades emprendedoras para el aprovechamiento de oportunidades de mercados laboral y de negocios, orientados al desarrollo de organizaciones económicas competitivas‖ (Linda Báez, 2008a: 3). (iii) El Componente de Fortalecimiento Institucional del MAG fue concebido para apoyar diseño y la puesta en marcha de una estructura institucional, a nivel nacional, responsable del desarrollo rural y el alivio a la pobreza rural (FIDA, 2006). Inicialmente el período de ejecución del Programa fue establecido en seis años, los cuales 7 dieron inicio en 2003 . Se tenía previsto finalizar en 2007, pero obtuvo una extensión de su plazo de cierre hasta 2009 (Linda Báez, 2008a: 3). Actualmente su fecha de terminación vigente está prevista para el 30 de junio de 2011 y el cierre del Préstamo para el 31 de diciembre de 2011 (MAG, 2009: 2). El área geográfica de influencia del Programa comprende las áreas rurales de todos los municipios de cinco departamentos: Ahuachapán, Sonsonate, Santa Ana, La Libertad y Chalatenango, los cuales están ubicados en el Occidente y Centro-Norte del país (MAG, 2 2009: 1). Esto significa un total de 96 municipios, en un área de 8,141.42 kms (Linda Báez, 2008a: 3). Administrativamente este territorio ha sido dividido en 4 Zonas: la Zona I cubre el Sur de Ahuachapán y Sonsonate; la Zona II, el Norte de Ahuachapán y Santa Ana; la Zona III, La Libertad; y la Zona IV, Chalatenango. La Población-Objetivo del Programa han sido todas las personas adultas y jóvenes mayores de 14 años, que son pequeñas productoras agropecuarios y microempresarias o campesinas sin tierra, que viven en condiciones de pobreza en comunidades rurales pobres en el área rural de los cinco departamentos del área geográfica de influencia del Programa (FIDA, 2006). Más específicamente, en términos cuantitativos se trata de un grupo meta de 90,000 personas beneficiarias del Programa, de las cuales el Programa beneficiaría en forma directa a 40,000 personas y otras 50,000 serían beneficiadas indirectamente mediante las obras de reconstrucción contempladas en el mismo (MAG, 2009: 1; Linda Báez, 2008a: 3). Las acciones del Componente de Reconstrucción beneficiaron indirectamente a 27,046 hombres y 30,582 mujeres, a través de la rehabilitación de infraestructura social, vial y productiva (FIDA, 2006). A mayo de 2010, las acciones del Componente de Modernización Rural había beneficiado a 6,780 personas, de las cuales 4,339 eran hombres, y 2,441, El Gobierno de El Salvador, por Decreto Legislativo No. 958 de fecha 21 de agosto de 2002, publicado en el Diario Oficial No. 178, Tomo No. 356 del 25 de septiembre del mismo año, aprobó en todas sus partes el Convenio de Préstamo No. 579-SV, cuyos fondos serán destinados para financiar la ejecución del PREMODER (FIDA, 2006). 7 13 mujeres, las cuales representaron el 36 por ciento del total de personas beneficiarias (PREMODER, 2010). Los Proyectos Productivos Como parte del Componente de Modernización Rural, el Programa actualmente atiende 163 8 9 proyectos productivos o negocios rurales en un número equivalente de organizaciones localizadas en 81 municipios, para una inversión global de USD 12.59 millones (PREMODER, 2010; MAG, 2009: 2). Los proyectos productivos de estas organizaciones se concentran principalmente en actividades productivas relacionadas con: a) agroindustria, tales como el procesamiento de frutas y verduras, en mayor medida, y la producción de concentrado o el beneficiado de café, en menor medida (26 por ciento), b) la producción de hortalizas bajo riego (21 por ciento), c) la crianza de especies menores (17 por ciento), d) las actividades pecuarias (10 por ciento), e) las actividades acuícolas, tales como la producción de mariscos, tilapia y camarón en estanque (9 por ciento), f) el agro y ecoturismo (6 por ciento), g) los agronegocios (3 por ciento), h) la producción pesquera (2 por ciento), i) los servicios (2 por ciento), j) la producción de plantas ornamentales (1 por ciento), y K) la 10 producción de abonos orgánico (menos del 1 por ciento) (Ver Tabla 1). A estas alturas de la ejecución del Programa casi la totalidad de las organizaciones con las cuales trabaja son organizaciones mixtas, aunque no siempre haya sido así. Sin embargo, llama la atención que los proyectos relacionados con la producción pesquera, de hortalizas bajo riego, pecuaria y acuícola son ejecutados por organizaciones mayoritariamente 11 masculinas en las que las mujeres representan menos del 33 por ciento de la membresía . En cambio, los proyectos dedicados a agronegocios, crianza de especies menores, cultivo de plantas ornamentales, agronegocios y servicios son ejecutados por organizaciones mayoritariamente femeninas en las que las mujeres representan más del 33 por ciento de la membresía. Como se ha visto antes, se trata de cultivos diversificados poco tradicionales a los cuales se dedica un bajo número de proyectos. Quizá esa novedad sea una oportunidad de apertura a la incorporación de las mujeres, aunque quizá deban correr más riesgos en una actividad productiva para la que existe menos experiencia acumulada en las familias y las comunidades. Las mujeres representan un tercio de la membresía de las organizaciones dedicadas a proyectos de agroindustria y de producción de abono orgánico (33 por ciento en ambos casos). Con lo cual cumplen con los requisitos mínimos establecidos por el PREMODER para la selección de las organizaciones. En el presente documento, el término ―proyecto‖ se reserva para indicar que se trata de las actividades productivas que las organizaciones realizan con el apoyo del PREMODER y el término ―Programa‖ para referirse a los ―Proyectos FIDA‖, del estilo del PREMODER. 9 En el lenguaje del Programa se distingue entre la ―organización‖, el ―proyecto‖ y el ―negocio‖. La ―organización‖ es el grupo de personas productoras con las que se trabaja, con diferente composición genérica y bajo diferentes formas asociativas. En cuanto a la composición genérica, algunas organizaciones iniciaron siendo mixtas, exclusivamente de hombres, o exclusivamente de mujeres. En cuanto al tipo de organización, un 55 por ciento son Asociaciones Cooperativas, un 21 por ciento son ADESCOs, un 11 por ciento son Asociaciones de personas Productoras, un 9 por ciento corresponden a otro tipo de asociaciones comunitarias, y un 4 por ciento son Asociaciones de personas Regantes (Linda Báez, 2008a: 21). El ―proyecto‖ es la actividad económica que la organización realiza y que cuenta con financiamiento del Programa, ya sea agroindustria, especies menores, acuicultura u hortalizas bajo riego, por ejemplo. Generalmente para referirse a los proyectos productivos se utiliza el término ―negocio‖ para enfatizar que se trata de actividades productivas orientadas hacia el mercado, que buscan generar ganancias para las personas de las organizaciones cuando el proyecto se vuelve rentable y auto-sostenible. 10 Los porcentajes fueron calculados a partir de los datos de la Tabla 1. 11 El agrupamiento del tipo de proyecto productivo según la composición de las organizaciones sea mayoritariamente masculinas o femeninas, fue realizada tomando como referencia los porcentajes calculados a partir de los datos de la Tabla 1. 8 14 De hecho, sigue pesando una división genérica del trabajo de carácter tradicional. Por lo que no es de extrañar que las mujeres se concentren en proyectos dedicados a actividades de agroindustria (el 25 por ciento de las mujeres beneficiarias del Programa), crianza de especies menores (22 por ciento), y agroturismo (17 por ciento); mientras los hombres se concentran en proyectos dedicados a agroindustria (28 por ciento), agroturismo (17 por 12 ciento) y hortalizas bajo riego (17 por ciento) . Tabla 1: Total de proyectos productivos atendidos por el PREMODER, Mayo de 2010 Con Inversión Proyectos % H M Total Beneficiarias Abono orgánico 1 0,61 14 7 21 Acuícolas 17 10,43 383 147 530 Agroindustria 41 25,15 1.144 612 1.756 Agronegocios 6 3,68 204 295 499 Agroturismo 12 7,36 771 424 1.195 Especies Menores 27 16,56 469 565 1.034 Hortalizas Bajo Riego 37 22,70 750 222 972 Ornamentales 1 0,61 18 1 19 Pecuario 13 7,98 358 88 446 Producción Pesquera 4 2,45 110 18 128 Servicios 4 2,45 118 62 180 163 100,00 4.339 2.441 6.780 FUENTE: PREMODER, 2010. 2.1. ESTRATEGIA DE INTERVENCIÓN DEL PREMODER Primera Etapa Desde su formulación inicial, el Programa estableció que serían beneficiarias todas aquellas personas cuyos ingresos no sobrepasaran la línea de pobreza estimada en USD 2,474.00 por familia al año (FIDA, 2006). Posteriormente, una vez que las bases conceptuales y metodológicas del Programa estuvieron definidas, se estableció que los principales criterios de selección de las organizaciones establecidos para acceder a los fondos de inversión que el PREMODER les transfiere para ejecutar sus proyectos, serían que: a) las organizaciones fueran legales, b) tuvieran acceso a tierra donde desarrollar los negocios, c) las organizaciones aportaran un mínimo del 20 por ciento del proyecto como fondo de contrapartida, y d) las mujeres representaran al menos el 30 por ciento de la membresía. Una vez aclarados los criterios de selección, también se inició la divulgación del Programa para la identificación y selección de las organizaciones presentes en el área geográfica de influencia, así como la recolección de las demandas socio-productivas expresadas equitativamente, mediante ejercicios participativos. Sin embargo, entre los factores que inciden en el desempeño posterior del Programa en cuanto al fortalecimiento de organizaciones se han identificado una base inicial débil y conocimientos limitados en el desarrollo de organizaciones (Linda Báez, 2008a: 7). De igual manera que en el tema de fortalecimiento organizacional, el tema tierra tampoco estuvo considerado en el diseño y el énfasis en ejecución impidió una adecuada asesoría legal y técnica sobre el tipo de acuerdo de uso más conveniente y el seguimiento a los procesos de negociación. En muchos casos la gestión de la tierra terminó siendo responsabilidad exclusiva de las organizaciones. De manera que las mujeres utilizaron los 12 Los porcentajes fueron calculados a partir de los datos de la Tabla 1. 15 recursos y experiencias disponibles para enfrentar este reto, no siempre logrando los acuerdos más convenientes ni las tierras más idóneas por calidad y ubicación, para el proyecto que iban a ejecutar. Segunda Etapa Durante la Segunda Etapa, comprendida entre el segundo semestre del 2004 y el primer semestre de 2008, se comenzó a dar respuesta a las demandas de la población usuaria. Para ello, el Componente de Modernización del Programa ha apoyado a las organizaciones en la ejecución de proyectos y el desarrollo de negocios o empresas agropecuarias, la inteligencia de mercados y la incorporación del enfoque género (FIDA, 2006). Las acciones del Programa en el Componente de Modernización se han ejecutado mediante la modalidad de co-financiamiento, es decir, el PREMODER cubría hasta un 80 por ciento de los costos de los proyectos y negocios productivos instrumentados, quedando el restante 20 por ciento como aporte de las organizaciones beneficiarias u otros entes financiadores (MAG, 2009: 1). El aporte de las organizaciones podía ser en especie. El Programa ofrecía servicios de Pre-Inversión que tenían como objetivo analizar las condiciones actuales y potenciales de la organización; así como evaluar la propuesta de proyecto presentada por la organización. Con base en lo anterior, dos eran los elementos claves para acceder al Fondo de Inversión del PREMODER: la capacidad organizativa y la viabilidad técnica y financiera del proyecto a ejecutar. De cara a la ejecución de la última fase de Pre-Inversión, el Programa ofrecía servicios de Inversión y Asistencia Técnica. La Inversión consistía en la transferencia de fondos a las organizaciones para la instrumentación del Plan de Negocio (PdN). De cara a la instrumentación del PdN, durante la Segunda Etapa del Programa, la Asistencia Técnica 13 14 se brindó en las 4 áreas principales de Asociatividad y Género , Sistemas de Producción , 15 16 Gestión Empresarial , y Mercadeo y comercialización . Administrativamente, la Asistencia Técnica se ha proporcionado a través de la transferencia de fondos para que la organización seleccione, contrate y administre los recursos necesarios para la subcontratación de los servicios especializados de asistencia técnica y capacitación. Metodológicamente, la Asistencia Técnica se ha proporcionado a partir de objetivos prácticos y con metodologías participativas, lo cual se refleja en el desarrollo de habilidades concretas en las personas involucradas, especialmente en el tema registros de control empresarial, 13 El Área de Asociatividad y Género se orientó a la parte organizativa de los grupos en temas relacionados con la composición equitativa de la membresía, la constitución legal, y el funcionamiento democrático. Combinó lo relativo al fortalecimiento organizativo con la Incorporación del Enfoque Género, la se ha realizado de manera transversal en todas las acciones del Programa, para lograr una promoción más efectiva de los procesos de desarrollo socioeconómico rural, basados en un esquema de oportunidades equitativas para hombres y mujeres, como se verá más adelante. 14 El Área de Sistemas de Producción se orientó a la transferencia de tecnología para la ejecución del proyecto. 15 El Área de Gestión Empresarial a desarrollar las capacidades de contabilidad y administración para garantizar la rentabilidad y auto-sostenibilidad de los proyectos. 16 El Área de Mercadeo y comercialización retomó lo relativo a la Inteligencia de Mercado que propicia el acceso a la información del entorno, para interpretarla y tomar decisiones productivas, financieras, y organizativas apropiadas que permitan a las organizaciones ofrecer productos y servicios acorde a las variables de mercado. Esto implica modificar las estrategias y las líneas de trabajo productivo en función de la información de mercado a la que se tiene acceso. Por lo que exige adiestrar al comité de comercialización de las organizaciones para que puedan tomar decisiones en función de una realidad cambiante. El instrumento para ello es la realización de sondeos de mercado en las plazas municipales y de mayoreo, para conocer el precio, la calidad de producto, la frecuencia de demanda, así como la forma de pago. Adicionalmente, los grupos han obtenido contactos con compradores mayoristas. 16 mercadeo, producción y procesamiento. El control interno se establece de acuerdo a las posibilidades y condiciones propias de la organización. Sin embargo, hasta mediados de 2008, los servicios a las organizaciones se brindaron a partir de una oferta única y bajo un único esquema a todas ellas, tal como si todas fuesen 17 iguales o todas tuviesen las mismas demandas . Además, por una parte, las 4 Áreas descritas arriba no siempre estuvieron suficientemente conceptualizadas y muchas veces las asesorías se duplicaban o se contradecían o, más grave aún, no se ofrecían. En general, por otra parte, los servicios eran organizados y se brindaban de manera permanente, sin considerar demandas puntuales o temporales, acorde a las necesidades derivadas del Plan de Fortalecimiento Organizacional o del PdN. Tercera Etapa Durante la Tercera Etapa, a partir de finales de 2008 y principios de 2009, se inició la formulación y ejecución del Programa de Fortalecimiento de las Organizaciones Rurales Atendidas por PREMODER (PROFOR-PREMODER), como parte de la estrategia de salida del Programa. La Consultoría contratada para la formulación del PROFOR-PREMODER, identificó entre los Temas Centrales, la necesidad de conocer mejor a las organizaciones con las que el Programa estaba trabajando, para identificar la existencia de distintas categorías de organizaciones y en base a esto, establecer distintos niveles de Asistencia Técnica que permitiera focalizar, concentrar y atender gradual y en forma especializada a las organizaciones (Linda Báez, 2008a: 5-6). Frente al reto de ayudar a alcanzar la sostenibilidad de las organizaciones antes de la finalización del Programa, se considera clave que en éste período final del Programa se trabaje en apoyo directo y específico a las organizaciones, sus líderes y membresía, a fin de dotarlas de los instrumentos necesarios que les permitan, por un lado, desarrollar sus habilidades internas, y por el otro, tener la capacidad para solicitar y hacer uso de bienes y servicios ofrecidos por las distintas entidades, públicas o privadas, con las que se relacionan. La Estrategia de Genero Con el correr del tiempo, la estrategia de atención a las organizaciones ha venido evolucionando en función de la realidad con la que se enfrentan las organizaciones para la puesta en marcha de los negocios. De manera que en el transcurso de la instrumentación del PREMODER se han ido creando mecanismos destinados a la promoción para la participación real de las mujeres en los diferentes procesos en cada organización (Ver Recuadro 3). Desde la Coordinación de Género de PREMODER se afirma que se impulsaron estrategias específicas para reducir las brechas de género entre hombres y mujeres rurales en cuanto al acceso a la tierra, entre otros recursos productivos claves, para que las mujeres tuvieran oportunidades de desarrollo en condiciones de igualdad que los hombres. Específicamente, estas estrategias de promoción de la equidad de género corresponden a 4 grandes áreas: 1) La transversalización de la perspectiva de género en los servicios de asistencia técnica en diferentes áreas que contrataron las organizaciones. 17 Esta lectura crítica del esquema de prestación de servicios de asistencia técnica fue realizada por Linda Báez, 2008a: 12. 17 2) La creación de condiciones para que las mujeres accedieran a los servicios, los recursos y los beneficios del Programa, incluyendo a nuevas oportunidades productivas y de negocio. Esto como parte de la organización y no con proyectos puntuales al margen de la actividad económica principal; como participantes de un negocio colectivo de carácter empresarial, orientado hacia el mercado, y no con estrategias individuales de sobrevivencia articuladas a la economía doméstica. 3) El desarrollo de acciones positivas estratégicas que permitieron la disminución de las brechas de género existentes entre hombres y mujeres en relación con la inserción productiva, el acceso a nuevos mercados, y la participación real en los puestos de toma de decisiones. Todo esto desde una visión colectiva de la organización y una lógica empresarial, combinando los valores solidarios con incentivos individuales como el reparto de utilidades y la distribución de beneficios. 4) La promoción y divulgación de los avances del Programa en cuanto a la equidad de género (MAG, 2009: 3; R. Moreira, 2009: 14). RECUADRO 3: ACCIONES IMPULSADAS POR EL PREMODER PARA PROMOVER LA PARTICIPACIÓN REAL DE LAS MUJERES EN LA ORGANIZACIÓN Y EL NEGOCIO Alfabetización. Vigilancia para que los fondos entregados sirvan para el beneficio de todas las personas asociadas. Sensibilización sobre género a toda la organización, a través de capacitaciones a grupos mixtos, para explicar que la participación de las mujeres es tan importante como la de los hombres, que los hombres y mujeres tienen igual valor. Participación en actividades de formación, donde hombres y mujeres reciben capacitación sobre temas como género o desarrollo. Se tiene la idea de que a través de la capacitación y el auto-análisis, es posible que todas las mujeres participen en la toma de decisiones y en el control de los recursos. Intervención en casos de violencia intrafamiliar. Asistencia técnica en las 4 áreas básicas de Gestión Empresarial, Asociatividad y Género, Producción y Mercadeo, para mejorar las capacidades organizativas, la implantación de nuevas técnicas de producción y las habilidades de gestión de la organización como una empresa orientada al mercado y al negocio. Financiamiento para poder echar a andar el negocio. Promoción de la incorporación de mujeres en actividades productivas tradicionales de hombres, para lo cual es clave el involucramiento de la persona encargada de dar asistencia técnica en el área de Producción. Capacitación en liderazgo y toma de decisiones. Asesorías puntuales o particulares a grupos específicos, según su interés y necesidad. Asignación de responsabilidades específicas. Promoción de la incorporación de mujeres en todos los cargos en los espacios de toma de decisiones, especialmente en los cuerpos directivos y en los comités de apoyo, como Gerentes Locales o encargadas de áreas operativas, por ejemplo. Asesoría individual, personalizada a las mujeres para asumir responsabilidades, sobre cómo desempeñar un cargo, evacuar dudas, etc., cuando todavía no se animan a hacer consultas en público. Organización de giras de campo mixtas, para conocer experiencias exitosas de otras organizaciones, especialmente en el caso de proyectos liderados por mujeres. Alianzas estratégicas con instituciones para brindar los servicios de: salud reproductiva, salud preventiva, oftalmología, computación, emprendedurismo juvenil, pequeños negocios, y créditos, entre otros. Consultorías específicas en el tema de equidad de género. 18 3. METODOLOGÍA DE LA SISTEMATIZACIÓN La metodología de la sistematización utilizada muestra que la preocupación central fueron los aprendizajes más relevantes de los principales actores involucrados en relación con las estrategias de facilitación de procesos de negociación orientados al logro de acuerdos de uso orientados al fortalecimiento de los derechos de las mujeres rurales a la Tierra por parte del PREMODER. Su Objetivo General es de: Analizar el proceso de facilitación impulsado para la negociación de acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres, de manera que las lecciones aprendidas sirvan para otros proyectos del FIDA en fase de diseño e instrumentación. Los Objetivos Específicos se orientaron a investigar el proceso de facilitación implementado entre los grupos de mujeres y las personas propietarias de tierra, para la negociación de acuerdos de uso de la tierra y a identificar las experiencias en este campo que puedan ser útiles para: a) el diseño y la instrumentación de Programas futuros, y b) 18 establecer de manera sostenible este tipo de facilitación . Como la sistematización fue un proceso participativo, a manera de intercambio de experiencias, y con perspectiva de género, se priorizó el punto de vista de los principales actores involucrados, es decir, las personas tomadoras de decisiones relacionadas con el Programa, el personal técnico de la Unidad Técnica Móvil (UTM) de cada Zona de trabajo, las autoridades locales, y las mujeres liderezas y hombres miembros de las organizaciones representativas de los diferentes tipos de acuerdos de uso seleccionados como objeto de la sistematización. Para la selección de las personas que participarían en los 4 talleres de consulta, se realizó un muestreo teórico de las organizaciones y los tipos de acuerdos de uso 19 de tierra negociados, según criterios de representatividad cualitativa . Estos actores incluyeron personas tomadoras de decisiones relacionadas con el Programa, personal técnico de la UTM de cada Zona de trabajo, autoridades locales, y mujeres liderezas y hombres miembros de las organizaciones según los diferentes tipos de acuerdos de uso 20 seleccionados como objeto de la sistematización . 18 Específicamente, los aspectos a recuperar fueron: a) la justificación de las estrategias de facilitación de los procesos de negociación por parte del PREMODER, b) los distintos tipos de acuerdos alcanzados, c) el proceso de facilitación y el rol que jugaron los diferentes actores involucrados, d) los obstáculos encontrados, e) los resultados y el impacto de la facilitación del proceso de negociación, y f) los recursos utilizados y los recursos que serían necesarios para el éxito en el futuro (Ver ―Alcance del Plan de Trabajo‖ en el Anexo 2). El eje de análisis que guió la sistematización se refiere a las estrategias de facilitación que son requeridas para: a) la superación de obstáculos para el acceso a tierra que las mujeres enfrentan, y b) la negociación de cada uno de los tipos de acuerdo de uso orientados al fortalecimiento de los derechos de las mujeres rurales a la tierra. 19 Como resultado de este muestreo, para cada una de las 4 Zonas de trabajo del PREMODER, los tipos de acuerdo seleccionados fueron: a) comodato con Alcaldías, arrendamiento con promesa de venta, compra con recursos de personas salvadoreñas residentes en Estados Unidos que envían remesas, compra con recursos propios y/o ganancias del negocio, compra con apoyo de ONGs, en la Zona I. b) autorización de uso temporal mediante préstamo a personas sin tierra por parte de propietarios, comodato con un hombre asociado, comodato con Alcaldía por 90 o 95 años de plazo, y arrendamiento, en la Zona II. c) uso autorizado por parte de la ADESCO, uso autorizado por parte de los socios de la organización, comodato y compra mediante crédito bancario, en la Zona III. d) uso autorizado por parte de la ADESCO, comodato con mujer asociada y compra colectiva, en la Zona IV. 20 Es por ello que se tomó en cuenta el punto de vista de: a) el Director Ejecutivo del PREMODER, la Coordinadora de Género de la Unidad Ejecutora del Programa del PREMODER, b) los Equipos Técnicos de las UTMs de cada Zona de trabajo del PREMODER, en tanto que personal de los proyectos que han implementado la facilitación, c) las mujeres y hombres productores de las organizaciones seleccionadas para cada tipo de acuerdo de uso de tierra en cada Zona, d) del ex Director Ejecutivo del Proyecto de Desarrollo Rural en la Región Central (PRODAP II), y e) un Alcalde. 19 La sistematización fue planificada en torno a cuatro momentos: 1. Un primer momento de preparación para definir la parte operativa de la 21 sistematización . Las ideas recogidas en este primer momento de la sistematización sirvieron como insumos para el diseño de la metodología y los instrumentos de recolección de información primaria y ordenamiento de información secundaria. 2. Un segundo momento de reconstrucción histórica, incluyó la revisión de información secundaria y la recolección de información primaria, para preparar el primer y segundo apartados del documento. La recolección de la información primaria fue realizada a dos niveles. Por una parte, los Equipos Técnicos de las UTMs de cada Zona de trabajo del PREMODER, completaron una ficha para cada uno de los ―casos bandera‖ de los 22 diferentes tipos de acuerdo de uso de la tierra para las mujeres . Por otra parte, las liderezas y líderes de las organizaciones consideradas como representativas de los diferentes tipos de acuerdo de uso de la tierra para las mujeres seleccionados en cada Zona, fueron convocadas a 4 talleres zonales. En estos talleres participaron 96 personas 23 de 44 organizaciones: 49 mujeres (51 por ciento), y 47 hombres (49 por ciento) . Durante cada uno de los talleres se realizaron tres trabajos grupales con el propósito de revisar: a) el proceso de negociación de los acuerdos de uso de la tierra, b) la valoración sobre la facilitación del proceso por parte del PREMODER, y c) las lecciones aprendidas. Durante los talleres también se llevaron a cabo entrevistas en profundidad con 16 24 25 liderezas utilizando un cuestionario . Además se realizaron cuatro entrevistas en 26 profundidad con personas tomadoras de decisiones . 3. Un tercer momento se orientó hacia la interpretación crítica de las principales estrategias del PREMODER para la facilitación de los procesos de negociación de los acuerdos de uso de la tierra para las mujeres, y para la solución de los principales obstáculos encontrados en dichos procesos. 4. Un cuarto momento, consistente en la difusión, depende del uso que tanto el FIDA como el PREMODER hagan de los resultados de la sistematización. 4. LA FACILITACIÓN OBTENIDOS DEL PROGRAMA Y LOS RESULTADOS El acceso de las mujeres a la tierra fue un resultado inesperado del PREMODER, que se vio obligado a atender el problema por el hecho que una buena parte de su población meta no lograba reunir el requisito de aportar la tierra en la cual el proyecto de la organización iba a 27 ser ejecutado . De hecho, la población meta, al encontrarse debajo de la línea de pobreza, no tenían acceso a tierra ni disponían de medios económicos para adquirirla (R. Moreira, 2009: 3, 12). Además, esta población tampoco contaba con el respaldo estatal en materia de 21 Para ello se realizó una reunión con Reina Moreira, Coordinadora de Género del PREMODER. 22 Ver Anexo 2. 23 Ver Anexo 3. 24 Ver Anexo 5. 25 Ver Anexo 6. 26 Entre ellas, el Director del PREMODER, el ex Director del PRODAP II, la ex Coordinadora de Género del PRODAP II, y el Alcalde del municipio de La Laguna en el departamento de Chalatenango la Zona IV (Ver Anexo 7). Se había seleccionado también la Alcaldesa del municipio de Caluco en el departamento de Sonsonate en la Zona I, pero la entrevista no pudo ser realizada debido a problemas de agenda. 27 Como ya se indicó en el segundo apartado de este documento, entre los requisitos establecidos por el Programa para ser beneficiarias/os de los fondos de inversión que el PREMODER transfiere a las organizaciones para ejecutar sus proyectos están que: a) las organizaciones sean legales, b) tengan acceso a tierra donde desarrollar los negocios, c) las organizaciones aporten un mínimo del 20 por ciento del proyecto como fondo de contrapartida, y d) las mujeres representen al menos el 30 por ciento de la membresía. 20 marcos legales o políticas públicas que garanticen su acceso y propiedad de la tierra. Sin embargo, finalizada la sistematización de la experiencia del Programa, queda la impresión de que el tema del acceso a la tierra fue abordado como un problema general para mujeres y hombres en tanto que un requisito a cumplir por la organización, sin considerar las especificidades que enfrentan las mujeres a la hora de negociar acuerdos de uso de tierra. En tal sentido, el PREMODER tuvo una participación indirecta, cuyo papel preponderante fue brindar asistencia técnica específicamente en cuanto al acceso a información. Además, ante la falta de líneas institucionales claras al respecto el nivel de involucramiento del personal técnico dependió más de la iniciativa y el compromiso individual. Por lo que no sorprende que predomine la percepción de que las gestiones fueron hechas sólo por las mujeres y las organizaciones, mientras que el Programa se limitó a supervisar el cumplimiento del requisito para la aprobación del proyecto. De manera que el PREMODER es un buen ejemplo de que los Programas de desarrollo rural que ofrecen servicios de inversión y asistencia técnica a la población rural pobre para la reconstrucción y la modernización, son necesarios, pero no suficientes para la reducción de la pobreza rural si no incorporan acciones, mecanismos y recursos que aseguren el acceso a 28 la tierra y la seguridad de su tenencia por parte de las mujeres . 4.1. LA FACILITACIÓN DEL PROGRAMA 4.1.1. ABORDAJE DEL ACCESO DE LAS MUJERES A LA TIERRA EN EL CICLO DE PLANIFICACIÓN DEL PREMODER En la negociación de los acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres y las organizaciones, el PREMODER tuvo una participación indirecta, acompañando las gestiones que realizaron las propias mujeres y organizaciones. Esto porque durante la formulación del Programa y la primera Etapa Preparatoria para la instrumentación, el tema del acceso a tierra por parte de las mujeres no era un tema central del diseño del Programa (Evaluación ExAnte), ni se contaba con recursos financieros y técnicos específicamente dirigidos a abordar el tema (R. Moreira, 2009: 3, 13, 19-20). Durante la segunda Etapa de instrumentación del Programa, como parte del la Fase de PreInversión del Desarrollo de Empresas Agropecuarias, el tema del acceso a tierra por parte de las mujeres se manejó como un requisito cuyo cumplimiento era responsabilidad exclusiva de las organizaciones, en general, y de las mujeres en sus organizaciones, de manera particular (R. Moreira, 2009: 3, 13, 19-20). De manera que las organizaciones debían ingeniárselas para poder aportar la tierra donde se ejecutaría el proyecto y el fondo de contrapartida. 28 El párrafo parafrasea las afirmaciones que el FIDA hace en su Política para mejorar el Acceso a la Tierra y la Seguridad de la Tenencia, respecto de la relación que existe entre el acceso a la tierra y el logro de los objetivos de reducción de la pobreza rural y logro de la equidad de género. Sólo que invierte la lógica del argumento del FIDA en su Política, según el cual ―el acceso a la tierra y la seguridad en la tenencia de su tierra son necesarios, pero no suficientes para la reducción sostenible de la pobreza rural y la vulnerabilidad, para el mejoramiento de los medios de vida de las personas pobres, ni para el aumento de su voluntad para invertir en un manejo sostenible de la tierra y el aumento de la productividad‖; sino que ―hace falta complementar las medidas orientadas a reforzar la seguridad en la tenencia de la tierra, con políticas públicas a favor de las personas pobres, y con servicios e inversiones que reduzcan su vulnerabilidad y les habilite para hacer el mejor uso de su acceso a tierra (IFAD, 2008: 6, 17). Por ello resulta clave enfrentar las limitaciones para el acceso a servicios financieros, de información, mercados y asistencia técnica a través del extensionismo agrícola. 21 ―Honestamente no hemos recibido ayuda de fondos, porque ellos no se meten en eso de la tierra. Como es contrapartida, le llaman ellos‖ (Entrevista a una lidereza de la Zona II, jueves 28 de enero de 2010). ―En este caso, el PREMODER casi no nos apoyó porque era contrapartida de nosotras. Si nosotras no teníamos el terreno, ellos no nos apoyaban… No tuvimos mayor consejo de ellos. Pero sino hubiera sido por ese requisito, quién sabe! Ahorita estuviéramos como otras Cooperativas en comodatos o arrendamientos‖ (Entrevista a una lidereza joven de la Zona I, martes 26 de enero de 2010). 4.1.2. ACCESO A INFORMACIÓN COMO PAPEL PREPONDERANTE DEL PREMODER El papel preponderante del PREMODER a que hacen referencia tanto las personas asociadas de las organizaciones como el personal técnico, fue entonces brindar asistencia técnica. Ello significa que el personal técnico contratado por las organizaciones sensibilizó a las personas asociadas sobre la importancia de incorporar a las mujeres a la organización, y ofreció información para la toma de decisiones por parte de las organizaciones. Además, dio seguimiento al proceso de negociación de los acuerdos de uso de tierra. El brindar asistencia técnica se concentró en ofrecer información, como parte de la divulgación durante la Etapa Preparatoria de la ejecución del Programa. De manera que a las organizaciones se les informó tanto sobre los requisitos establecidos para la aprobación de los proyectos, como sobre las alternativas existentes en cuanto a proyectos que no requirieran un uso excesivo de tierra, y sobre las posibles gestiones para la obtención de tierra. ―Nos orientó detalladamente cómo era el Programa, el tiempo que nos podían dar y que el alquiler de tierra o lo que íbamos a dar no fuera para un corto tiempo, sino que lo podíamos tener permanente. De cara a eso, tomamos conciencia para la toma de decisiones, y no tuvimos problemas con la Asamblea. Las familias están claras. Así, cuando presentamos el proyecto, ya contábamos con un terreno comunitario y teníamos otras infraestructuras‖ (Entrevista a una lidereza de la Zona III, sábado 30 de enero de 2010). Es cierto que, generalmente, el personal técnico del PREMODER dio seguimiento al proceso de negociación de los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres. Sin embargo, este seguimiento no fue tanto porque la meta fuese el desarrollo de capacidades para el proceso de negociación de los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres en sí, sino porque urgía garantizar el cumplimiento de los requisitos de selección para pasar a la Fase de Inversión. La preocupación central era la aprobación de los proyectos y la viabilidad de la inversión, dado el importante énfasis que tuvo la ejecución de proyectos en la Etapa de instrumentación del Programa. ―PREMODER nos dio la asesoría del Analista para que obtuviéramos un mejor comodato y que agilizáramos los trámites‖ (Entrevista a una lidereza de la Zona III, sábado 30 de enero de 2010). ―PREMODER nos apoyó bastante porque llegaba, se reunía con nosotras y nos daba sugerencias de qué podíamos hacer. Porque negociábamos con el Alcalde y nos decía: „No puedo darles comodato‟. Volvían a llegar ellos, de PREMODER, y nos orientaban de otra forma. Así fue como llegamos a acuerdos… De PREMODER siempre hemos tenido el apoyo en todos los aspectos, siempre que se les ha necesitado. La asesoría legal la hemos tenido en base a los técnicos que hemos tenido. A veces les hemos pedido un poquito de orientación de qué podemos hacer sobre eso y en base a eso, también nos hemos ido ampliando un poquito más. Por eso estamos ya llegando a buscar asesoría por otros lados‖ (Entrevista a una lidereza joven de la Zona I, martes 26 de enero de 2010). Sin embargo, el nivel de involucramiento del personal técnico dependió más de la iniciativa y el compromiso individual, que de la existencia de líneas institucionales claras al respecto. 22 Eso explica también el apoyo desigual que las mujeres y las organizaciones han recibido, según cada una de las 4 Zonas de trabajo del PREMODER. Además, el tipo de seguimiento de las y los técnicos del PREMODER dependió del tipo de acuerdo de uso de la tierra negociado. Por ejemplo, en primer lugar, el PREMODER acompañó a las organizaciones en sus negociaciones con los Gobiernos Municipales, las asociaciones de personas salvadoreñas residentes en el exterior, y las ONGs, para la obtención de terrenos en donación o comodato (R. Moreira, 2009: 12-13). En segundo lugar, el PREMODER respaldó las gestiones de las organizaciones ante la banca formal con la presentación del Plan de Negocio elaborado de manera participativa con asesoría y financiamiento del PREMODER, el cual sirvió como sustentación técnica para la obtención del crédito y posterior compra de sus terrenos. En tercer lugar, el PREMODER promovió la realización de actividades generadoras de ingresos por parte de las organizaciones, para la compra del terreno requerido para la aprobación del proyecto con las ganancias obtenidas. Las organizaciones, por su cuenta, gestionaron permisos, comodatos o donaciones con personas naturales o jurídicas en sus comunidades. Esto llama la atención por el hecho que se trata de procesos de negociación que requieren un alto nivel de confianza en las relaciones sociales o de parentesco. En contraste con las donaciones, los comodatos o la compraventa que involucran a instituciones frente a las cuales la mediación del PREMODER resultaba importante. 4.1.3. ESTRATEGIAS DE FACILITACIÓN ADOPTADAS POR EL PREMODER Las estrategias específicas de facilitación de los procesos de negociación de acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres instrumentadas por el PREMODER se refieren a: - - la asesoría y el acceso a información; la ampliación de la noción de contrapartida al aporte de las mujeres en fuerza de trabajo, tierra de familiares o vecinos, y material y equipo gestionado por otras instituciones; la mediación en las gestiones realizadas con las personas propietarias de tierra y con las fuentes de financiamiento; la asesoría legal y el acompañamiento; la promoción del empoderamiento de las mujeres para asegurar su incorporación en la membresía, en los diferentes eslabones de la cadena productiva; y en los procesos de toma de decisiones sobre la organización y el negocio; la capacitación en género y liderazgo para perfilar a muchas mujeres como liderezas y facilitar su reconocimiento como tales por parte de los hombres; y el respaldo político. Desde el punto de vista de las personas liderezas y líderes de las organizaciones consultadas, las estrategias de facilitación del PREMODER para la negociación de acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres pueden ser clasificadas según correspondan a la aprobación del proyecto, en general, y a la negociación de acuerdos de uso de tierra, en particular (Ver Recuadro 4). El personal técnico del PREMODER ofreció acceso a información sobre los requisitos para la aprobación de los proyectos; las alternativas existentes en cuanto a proyectos que no requirieran un uso excesivo de tierra; el tipo de tierra que necesitaban; y las posibles gestiones para la obtención de tierra; las alternativas de acuerdos de uso de tierra que se encontraban a su disposición; las condiciones de acceso a tierra que les resultaban más convenientes, tanto a las mujeres como a la organización; y los trámites legales que debían seguir a fin de contar con un documento legal que respaldara el acuerdo y les garantizara la seguridad en la tenencia de la tierra, tal como se indicó antes. 23 RECUADRO 4: ESTRATEGIAS DE FACILITACIÓN DEL PREMODER Para la aprobación del proyecto… Asistencia técnica. Financiamiento. Flexibilidad en la ponderación de los requisitos para la aprobación de los proyectos. Por ejemplo, la autorización del desembolso cuando la tierra aún no había sido comprada, sino que se tenía en arrendamiento. Para la negociación de acuerdos de uso de tierra… Disponibilidad. Asesoría para la búsqueda de terrenos o de otras alternativas de acuerdos de uso de la tierra (por ejemplo, para pasar del arrendamiento al comodato). Gestiones ante diferentes instituciones. Mediación entre las personas propietarias de tierra y las organizaciones. Facilitación de acceso a información sobre posibles fuentes de financiamiento. Mediación para la negociación de re-financiamiento por parte del banco. Asesoría legal para la legalización de documentos y escrituras. Respaldo para evitar desalojos. FUENTE: Elaboración propia a partir de las opiniones de las liderezas y los líderes participantes en los talleres de consulta. En algunos procesos de negociación de acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres, el personal técnico del PREMODER también asumió la mediación en las gestiones realizadas con las personas propietarias de la tierra y con las fuentes de financiamiento para la compraventa de tierra; así como el respaldo político en el caso de amenazas de desalojo. Además, el PREMODER contrató asesoría legal específica para la negociación de acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres. Sin embargo, esta asistencia técnica especializada en asesoría legal, así como el pago proporcional de los trámites necesarios para el registro del acuerdo de uso de tierra logrado por parte de las mujeres, fue una medida más bien excepcional como parte de la instrumentación del Programa. ―El PREMODER nos apoyó con el traspaso de la propiedad. Nos pagó la asesoría legal para poder registrar la escritura. Es que nos cobraban mucho pago en el CNR porque se tenía que hacer la remedición del terreno, antes de la partición, y todo eso es pagado. Incluso para el traspaso había que pagar también. Y usted sabe que no es barato eso. La primera vez pagamos USD108. Y así fuimos pagando como USD80, 86 para el pago del CNR. Fueron como en 4 ó 5 veces. En parte nos ayudaron, y en parte lo puso la Cooperativa‖ (Entrevista a una lidereza de la Zona I, sábado 30 de enero de 2010). Sin embargo, entre las líderezas y los líderes consultados predomina la percepción de que las gestiones fueron hechas sólo por las mujeres y las organizaciones, mientras que el Programa se limitó a supervisar el cumplimiento del requisito para la aprobación del proyecto. De manera que se confirma el reconocimiento hecho desde el Programa según el cual el tema del acceso a tierra por parte de las mujeres se manejó como un requisito cuyo cumplimiento era responsabilidad exclusiva de las organizaciones (R. Moreira, 2009: 3, 13, 19-20). Es por ello que, desde el punto de vista institucional, la Coordinación de Género identifica una serie de acciones impulsadas por el PREMODER para contribuir a superar los principales obstáculos enfrentados por las mujeres, relativas a la promoción del empoderamiento de las mujeres, la transferencia de capacidades gerenciales, y el acompañamiento a los procesos de negociación de acuerdos de uso de tierra por parte de mujeres (Ver Cuadro 1). 24 Según el tipo de organización, en las organizaciones mixtas, los obstáculos relacionados con la poca o nula participación de las mujeres en la organización y el negocio, fueron enfrentados mediante la incorporación de las mujeres en la membresía y en los diferentes eslabones de la cadena productiva; la tramitación de Cartas Juradas para hacer constar la condición de trabajadora agropecuaria como ocupación de las mujeres; y la capacitación en género y liderazgo para perfilar a muchas mujeres como liderezas y facilitar su reconocimiento como tales por parte de los hombres. En las organizaciones exclusivamente de mujeres, los obstáculos relacionados con el fondo de contrapartida y la personería jurídica de las organizaciones, fueron enfrentados mediante la ampliación de la noción de contrapartida al aporte de las mujeres en fuerza de trabajo, tierra de familiares o vecinos, y material y equipo gestionado por otras instituciones; y el acompañamiento al proceso de legalización de la organización. Esta distinción entre diferentes tipos de estrategias de facilitación ejecutadas por PREMODER es importante porque, de la misma forma que las mujeres enfrentan obstáculos distintos para tener acceso a la tierra según el tipo de acuerdo de uso de la tierra negociado y según el tipo de organización --como se afirmó antes--, las estrategias institucionales de apoyo al proceso de negociación deben adaptarse a esas peculiaridades. 25 Cuadro 1: Acciones impulsadas por PREMODER para la superación de algunos de los obstáculos encontrados por las mujeres para tener acceso a tierra ORGANIZACIONES MIXTAS OBSTÁCULOS ACCIONES DE PREMODER PARA SUPERARLAS Poca o nula participación de las mujeres. Promoción de la incorporación de las mujeres a la membresía de la organización, la cual ha alcanzado el 35 por ciento. Capacitación que ha perfilado a muchas mujeres como liderezas que tienen una participación real en la organización y el negocio. Exclusión como asociadas de las organizaciones por la no tenencia de tierra. Incorporación de las mujeres en los diferentes eslabones de la cadena productiva, de acuerdo con el tipo de negocio de que se trata (el procesamiento, la comercialización, el empaque, la gerencia locales, por ejemplo). Imposibilidad de ser asociadas legales de las organizaciones por aparecer en su Documento Único de Identidad como amas de casa y no como agricultoras. Tramitación, elaboración y legalización de Cartas Juradas para hacer constar que la ocupación de las mujeres era como trabajadora agropecuaria. Resistencia por parte de los hombres a incluir a mujeres como asociadas y cuando las incluían, lo hacían solamente de nombre para cumplir un requisito. Diseño y ejecución de un paquete metodológico que permitió desarrollar un proceso de sensibilización y capacitación en género y liderazgo, dirigido a los hombres y las mujeres que integran las organizaciones. ORGANIZACIONES DE MUJERES OBSTÁCULOS ACCIONES DE PREMODER PARA SUPERARLAS Carencia de recursos propios para reunir el fondo de contrapartida requerido por el Programa. Ampliar la noción de contrapartida, para incluir: a) su aporte en fuerza de trabajo para la ejecución de sus negocios, que en muchos casos ha superado el 20 por ciento establecido como requisito por el PREMODER, 2) tierras proporcionadas por familiares y vecinos, y c) material y equipos gestionados con otras instituciones. Organizaciones sin personería jurídica. Acompañamiento para su constitución y legalización. ORGANIZACIONES MIXTAS Y DE MUJERES OBSTÁCULOS ACCIONES DE PREMODER PARA SUPERARLAS Baja autoestima y consecuentemente frustración producto de la discriminación. Promoción del empoderamiento de las mujeres a tres niveles: 1) como asociadas activas y a nivel personal, 2) como productoras y a nivel de de la familia y la pareja, y 3) como tomadoras de decisiones sobre la organización y el negocio (Nidia Umaña, 2008). Imposibilidad de acceso al crédito y a otros recursos productivos claves por parte de las mujeres rurales, como consecuencia de la falta de acceso a tierra y a una actividad que genere ingresos comprobables y predecibles. Acompañamiento de los procesos de negociación de acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres y las organizaciones, para que pudieran desarrollar sus negocios. Falta de experiencia administrativa más allá de la esfera domestica. Transferencia de capacidades especificas para la gerencia de sus negocios. FUENTE: Elaboración propia a partir de las ideas de Reina Moreira, 2009: 16-18. 26 4.2. LOS ACUERDOS DE TIERRA En la sistematización se individuaron 7 grandes tipos de acuerdos de tierra y 19 variantes de los acuerdo de uso de tierra que negociaron las organizaciones atendidas por PREMODER que no eran propietarias de tierra antes del inicio de la ejecución de su proyecto (Ver Tabla 2). Tabla 2: Cantidad de organizaciones por Zona, según el tipo de acuerdo de uso de la tierra, Enero de 2010 TIPO DE ACUERDO DE USO Z O N A I Z O N A II Z O N A III Z O N A IV TOTAL % 2 0 0 0 2 3% 4 8 2 0 0 0 2 0 0 0 6 1 0 2 0 0 4 10 10 1 5% 13% 13% 1% 0 4 0 0 1 0 1 2 1 2 0 1 0 2 0 0 0 1 0 1 2 1 0 3 1 9 3 3 1 5 1% 12% 4% 4% 1% 7% COMPRA: 27 casos Con recursos de personas salvadoreñas residentes en Estados Unidos que envían remesas Con apoyo de ONGs u organismos de cooperación Con recursos propios y/o ganancias del negocio Con crédito bancario Con préstamo usurero COMODATO: 22 casos Con Alcaldía por 90 ó 95 años de plazo Con Alcaldías por 30 años de plazo Con mujeres asociadas Con hombres asociados Con la Cooperativa Con personas naturales de la comunidad AUTORIZACIÓN TEMPORAL DE USUFRUCTO: 17 casos Por parte de los asociados de la organización Por parte de ADESCOs Mediante el préstamo a personas sin tierra por parte de los propietarios Por parte de Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) 0 0 0 0 2 10 0 3 2 13 3% 17% 0 1 0 0 1 1% 1 0 0 0 1 1% 2 0 0 5 7% ARRENDAMIENTO: 5 casos 3 ARRENDAMIENTO CON PROMESA DE VENTA: 2 casos 2 0 0 0 2 3% 1 0 0 0 1 1% 0 1 1% DONACIÓN: 1 caso Por mujer asociada COMODATO CON PROMESA DE VENTA: 1 caso 0 0 1 TOTAL: 75 Casos TOTAL 28 12 23 12 75 100% FUENTE: Elaboración propia a partir de la información proporcionada por las UTMs de las 4 Zonas de trabajo del PREMODER (12 de enero de 2010). En primer lugar, la compra fue la alternativa de acceso a tierra por parte de las mujeres para 29 el 36 por ciento de las organizaciones que inicialmente no contaban con tierra . Esta modalidad de acuerdo de uso de la tierra presentó 5 variantes, de las cuales las más frecuentes fueron la compra con recursos propios y/o ganancias del negocio, o mediante crédito bancario, con el 13 por ciento cada una de dichas variantes. No es extraño que las organizaciones hayan priorizado la compra, en la medida de sus posibilidades, dada la 29 Los porcentajes fueron calculados a partir de los datos de la Tabla 3. 27 importancia que las personas le otorgan a la propiedad, sea privada o colectiva. Ello resulta comprensible dado que la compra asegura el pleno goce de los derechos de uso, control y transacción sobre la tierra adquirida, ya que se trata de un derecho adquirido a perpetuidad y 30 con alta seguridad en la tenencia de la tierra en cuanto a duración, protección y robustez . En segundo lugar, la modalidad de acuerdo de uso de la tierra más frecuente fue el comodato, que constituyó la alternativa de acceso a tierra por parte de las mujeres para el 30 por ciento de las organizaciones que inicialmente no contaban con tierra. El comodato presentó 7 variaciones, incluyendo el comodato con promesa de venta. De estas variaciones, las más comunes fueron el comodato con Alcaldías por 30 años plazo (12 por ciento), y el comodato con personas naturales de la comunidad (7 por ciento). La principal razón por la cual un buen número de organizaciones optaron por el comodato tiene que ver con el hecho que se trata de un derecho de uso y control que se adquiere gratuitamente, aunque no incluya el derecho de transacción. Los comodatos otorgados por las Alcaldías presentan la ventaja de mayores posibilidades de que prive una concepción de propiedad con función social y de que tengan una mayor duración en el tiempo. En tercer lugar, la modalidad de acuerdo de uso de la tierra más frecuente fue la autorización temporal de usufructo o derecho de uso, que constituyó la alternativa de acceso a tierra por parte de las mujeres para el 22 por ciento de las organizaciones que inicialmente no contaban con tierra. La autorización temporal de usufructo presentó 4 variaciones, de las cuales la más común fue la autorización por parte de ADESCOs (17 por ciento). Al igual que en el caso del comodato, la principal razón por la cual algunas organizaciones optaran por el derecho de uso tiene que ver con el hecho que se trata de un derecho de uso y control que se adquiere gratuitamente, aunque no incluya el derecho de transacción. Además, si bien puede resultar un tipo de acuerdo de uso con limitada seguridad en la tenencia de la tierra tanto en cuanto a la duración, ya que se constituye por tiempo determinado, presenta mayores niveles de seguridad en cuanto a la protección y la robustez, ya que puede hacerse valer contra terceros. En menor medida, las organizaciones resolvieron el acceso de las mujeres a la tierra mediante donaciones, comodatos con Alcaldías por más de 90 años, comodatos con las mismas Cooperativas, comodatos con promesa de venta, préstamo de tierra por parte de parientes u otras personas propietarias, uso temporal de áreas protegidas por parte de ONGs, y compra con préstamo usurero. Cada uno de estos arreglos de uso de tierra apenas representó el 1 por ciento de los casos. Queda claro que las Alcaldías están limitadas para otorgar comodatos por más de 30 años, pues rondan en la perpetuidad y pueden ser motivo de reparos por parte de la Corte de Cuentas. La baja proporción que representan los otros comodatos y autorizaciones de uso temporal por parte de personas parientes, las mismas Cooperativas u ONGs puede estar asociada a la falta de tierras. El tipo de acuerdo de uso de tierra mediante la compra con préstamo usurero, si bien no es frecuente entre las organizaciones, si ha ocurrido entre organizaciones de mujeres y resulta particularmente arriesgado y desventajoso. La seguridad en la tenencia de la tierra por parte de las mujeres es la reconocida habilidad para ejercer sus derechos al uso, el control y la transacción de la tierra en cuanto a la duración, la protección, y la robustez, tal como se definió en el marco conceptual que aparece en el primer apartado. En tal sentido, la duración o el tiempo por el cual son válidos los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres que fueron logrados por las organizaciones que participaron en el taller de consulta, oscila entre el arrendamiento por 18 meses y el comodato otorgado por Alcaldía por 95 años. Sin contar con la compraventa que 30 Los riesgos más comunes que presenta la compraventa derivan del hecho que el bien inmueble que se vende tenga algún gravamen o no se encuentre inscrito en el Registro a favor de la persona vendedora. A esos riesgos, en el caso de la población pobre hay que agregar las dificultades para tener acceso a créditos blandos en la banca formal, especialmente por parte de las mujeres. Sin embargo, ninguno de estos riesgos o fuente de dificultades parecen disuadir a las personas de priorizar esta opción como alternativa para asegurar el acceso a tierra. 28 tiene una duración a perpetuidad. Este amplio rango de variación señala claramente la multiplicidad de sistemas de tenencia de la tierra existentes en El Salvador. También es un indicador de los diferentes niveles de confianza logrados entre las organizaciones y las personas naturales o jurídicas que otorgaron los diferentes acuerdos de uso. En el caso de que los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres que fueron logrados por las organizaciones que participaron en los talleres de consulta sean cuestionados o amenazados, la protección está desigualmente garantizada. Esto porque no siempre existe un documento escrito con los deberes y los derechos de las partes, que haya sido y firmado ante una persona Abogada y Notaria y que haya sido registrado ante el Centro Nacional de Registro (CNR). 4.3. LOGROS ALCANZADOS POR LAS MUJERES Las mujeres de las organizaciones que trabajan con PREMODER y que fueron entrevistadas señalan que antes eran amas de casa, trabajaban en su casa sin recibir ingresos, y vivían en 31 extrema pobreza . Ahora, luego de resolver el acceso a la tierra y contar con un proyecto aprobado, las mujeres – mayoritariamente casadas o acompañadas y de edad adulta – consideran que han mejorado su nivel de autoestima y su margen de negociación con los hombres de la familia, su nivel de conocimientos, su nivel de ingresos y sus condiciones de vida, y su nivel de participación en cargos de toma de decisiones. El logro de este tipo de resultados ha sido posible en gran medida debido al hecho que la equidad de género es un eje transversal a las diferentes áreas de Asistencia Técnica que el PREMODER ofrece a las organizaciones en las diferentes Fases de su estrategia de intervención. Específicamente a los beneficios del acceso a la tierra, las mujeres entrevistadas, listan entre los beneficios alcanzados a nivel personal: Perder el temor y aumentar la confianza en su capacidad de lograr sus metas, al dejar de sentirse como amas de casa y pasar a verse como micro-empresarias. Con lo que las mujeres se han soltado; han dejado de sentirse marginadas. Han aprendido a valorarse como mujeres y se sienten valoradas en la sociedad por el papel que desempeñas dentro de las organizaciones y en la comunidad. Tecnificarse como productoras agrícolas, pescadoras o prestadoras de servicios turísticos, para tener control sobre las diferentes actividades del proyecto y el negocio. Tener una actividad económica permanente y digna, que les genera ingresos propios, para contribuir a la economía familiar y mejorar sus condiciones de vida. Así, las mujeres han dejado de sólo verse las caras y ya no dependen de los ingresos inestables o estacionales de los hombres que no siempre aportaban a la economía familias, sino que se lo gastaban. Aprender a leer y escribir. Ser tomadas en cuenta y respetadas en la toma de decisiones en sus familias, pues generan y aportan ingresos. Los hombres “nos toman en cuenta, nos piden opiniones, porque nos ven igual”. 31 Ante la falta de información cuantitativa que permita establecer un perfil exhaustivo y riguroso de las mujeres beneficiarias del Programa, se descansa aquí en las opiniones expresadas por las liderezas entrevistadas. Se sabe que el Programa no conoce realmente a las organizaciones con las que está trabajando, ya que no se contaba hasta principios de 2008 con un inventario detallado de sus características, que permitieran organizar una atención diferenciada (Linda Báez, 2008a: 9). De manera que si no hay conocimiento a nivel de organización, menos hay un inventario detallado del perfil de las personas integrantes que permitiría poder establecer el diferente perfil de mujeres beneficiarias según el tipo de acuerdo de uso negociado, en la situación inicial y en la situación actual. 29 Mejorar la comunicación con los hombres de la familia. Al punto que han podido negociar que los hombres compartan las tareas para que las mujeres puedan ir a trabajar al proyecto. Algunas mujeres al menos han logrado que los hombres “laven el plato que usan y hagan limpieza”. A nivel colectivo, una vez resuelto el acceso a la tierra, las mujeres entrevistadas lograron: Acceder a un proyecto de PREMODER, y ganar confianza y credibilidad en sus gestiones frente a otras instituciones. Dinamizar la economía de la comunidad que “antes estaba muerta, estaba desolada”. Generar empleos en la comunidad, pues “antes las señoras y las muchachas iban hasta San Salvador a buscar trabajo”. Contar con un lugar permanente en el cual producir y reunirse, sabiendo que “allí vamos a llegar el siguiente día y allí va a estar el terreno”, sin enfrentar el riesgo de desalojo ni tener que andar “rodando, de arriba para abajo”, alquilando. Acceder a productos agropecuarios sanos y de calidad, así como a servicios de molino, panadería, comedor y centros turísticos, en la misma comunidad, sin tener que viajar a otros lugares, con lo que ello implica en términos de costos de transporte y riesgos de desplazamiento. Tener acceso a crédito. Sentirse dueñas de la tierra, hablar de su propiedad y poder decir “es nuestro”, sobre todo en el caso de las mujeres y las organizaciones que compraron la tierra. Contar con una organización más formal y comprometida, fuerte y unida, con sentido de pertenencia y motivación. Las mujeres han dejado de estar “cada una por su lado”. Participar activamente en la toma de decisiones en la organización y en el negocio, donde “vale bastante la opinión de las mujeres”. Algunas mujeres incluso han llegado a ocupar cargos en las Juntas Directivas y los Comités, como Gerentes Locales, Tesoreras o Presidentas. 4.4 CONDICIONES FAVORABLES Y OBSTÁCULOS QUE LAS MUJERES ENCONTRARON EN EL PROCESO DE NEGOCIACIÓN DE LOS ACUERDOS DE USO DE TIERRA Varios elementos resultan críticos para que las mujeres cuenten con mejores condiciones para negociar acuerdos de uso de tierra más favorables, como el nivel de liderazgo alcanzado por las mujeres, la orientación del personal técnico del PREMODER, el respaldo de la organización, los niveles de confianza generados entre las personas naturales y jurídicas con quienes se negocian los acuerdos de uso, y el potencial beneficio económico o político que recibirán. Sin embargo, estas condiciones favorables pueden ser neutralizadas por la influencia de factores desfavorables relacionados con la condición y posición de las mujeres en la sociedad rural, y con factores de carácter más estructural como la escasez de la tierra y la polarización política. 4.4.1. CONDICIONES FAVORABLES A nivel general, entre las condiciones favorables para la negociación de los acuerdos de uso de la tierra, las liderezas entrevistadas mencionan el nivel de liderazgo alcanzado por las mujeres, la orientación del personal técnico del PREMODER, y el respaldo de la organización: 30 El nivel de liderazgo alcanzado por las mujeres es vital, puesto que se traduce en una participación activa en la toma de decisiones al interior de las organizaciones, especialmente aquellas relacionadas con el acuerdo de uso de tierra que les resulta más conveniente, la instrumentación del proyecto y la administración del negocio. La orientación del personal técnico del PREMODER, cuando estuvo disponible para las mujeres y las organizaciones, resultó crítica para que las mujeres conocieran el tipo de tierra que necesitaban; las alternativas de acuerdos de uso de tierra que se encontraban a su disposición; las condiciones de acceso a tierra que les resultaban más convenientes, tanto a las mujeres como a la organización; y los trámites legales que debían seguir a fin de contar con un documento legal que respaldara el acuerdo y les garantizara la seguridad en la tenencia de la tierra en cuanto a la duración, la protección y la robustez. El respaldo de la organización con el que las mujeres contaron durante el proceso de negociación de los acuerdos de uso de tierra favoreció mayores niveles de confianza por parte de las personas naturales y jurídicas con quienes se realizaba dicha negociación. Este respaldo fue importante en dos sentidos: primero, en cuanto a dar garantías de que los compromisos adquiridos como parte del acuerdo de uso de tierra – ya sea en cuanto al pago del crédito o al destino de la tierra para la ejecución del proyecto – serían honrados por las mujeres; segundo, en cuanto a dar garantías de que la titularidad de la propiedad de la tierra no se vería comprometida. En tal manera el proceso de negociación de los acuerdos de uso de la tierra también fue facilitado por la confianza existente entre las mujeres y las organizaciones, por una parte, y las personas naturales o jurídicas que autorizaron el uso de la tierra o que firmaron contratos de arrendamiento o comodato, por otra. A nivel específico, las mujeres hacen referencia a otras condiciones favorables según el tipo de acuerdo de uso de tierra negociado. Así, por ejemplo, en el caso particular de la compraventa, la compra al crédito a una persona natural de la comunidad permitió a las mujeres negociar condiciones más favorables de pago, en cuanto al plazo y a la tasa de interés. Por ejemplo, las mujeres acordaron realizar pagos semestrales que siguen el ciclo de la producción. En el caso particular de la autorización temporal de usufructo, un incentivo para que las personas propietarias de la tierra aceptaran el acuerdo de uso de la tierra propuesto, fue la posibilidad de ser beneficiadas por los proyectos impulsados por las mujeres. Este incentivo podía consistir en un beneficio directo, por ser personas integrantes de la organización o por dedicarse al mismo rubro del negocio de la organización, o, podía consistir en un beneficio indirecto obtenido a través de personas parientas o de la inversión en el terreno gracias a las prácticas de conservación de suelo o a la construcción de infraestructura. En el caso particular del comodato, fue importante el potencial beneficio político, en términos de votos durante las elecciones, por parte de las y los Alcaldes Municipales que otorgaron comodatos a las mujeres y las organizaciones. 4.4.2. PRINCIPALES OBSTÁCULOS Los principales obstáculos que las mujeres encontraron para la negociación de los acuerdos de uso de la tierra, estuvieron relacionados con la imagen, las capacidades y los recursos de las mujeres, y con factores de carácter más estructural como la escasez de la tierra y la polarización política. Estos obstáculos coinciden en gran medida con los vacíos legales y debilidades institucionales, y con las limitaciones estructurales y culturales que las mujeres enfrentaron durante los procesos de distribución de tierra por parte del Estado en los años 80‘s y 90‘s. En primer lugar están los obstáculos relacionados con su condición y posición como mujeres en la sociedad rural, desde su auto-imagen hasta la imagen que de ellas tienen las instituciones, pasando por los hombres de la organización. 31 En su momento, a la hora de analizar las dificultades encontradas por las mujeres para tener acceso a tierra, la Coordinación de Género del PREMODER identificó que tanto las organizaciones mixtas como las organizaciones exclusivamente de mujeres tuvieron dificultades relacionadas con la baja auto-estima y consecuente frustración producto de la discriminación; las dificultades para el acceso al crédito y a otros recursos productivos claves; y la falta de experiencia administrativa, más allá de la esfera doméstica. En tal sentido, la falta de confianza de las mujeres en sus capacidades y en el trabajo que realizan, se tradujo en una falta de liderazgo y de acceso a cargos de toma de decisiones sobre la organización y el negocio. De manera que debido a esta falta de confianza y experiencia, las mujeres no siempre lograban tomar la iniciativa para abordar y hacer propuestas a las personas propietarias de tierra, y se desanimaban con facilidad a la hora de enfrentar procesos largos y complejos de negociación. Además, como parte de los obstáculos para la negociación de acuerdos de uso de tierra pesa mucho la imagen que de las capacidades de las mujeres tienen los hombres (y algunas mujeres) de las organizaciones y de las instituciones privadas y gubernamentales relacionadas con la promoción del desarrollo rural. En las organizaciones, la falta de respaldo dado por parte de los hombres a las gestiones de las mujeres se debe a que no confiaban en el éxito del proyecto, sobre todo por el retraso en su aprobación; y a la falta de costumbre de trabajar colectivamente, sobre todo porque el trabajo de contrapartida era un trabajo sin pago. En las instituciones de registro de propiedad o de crédito, las mujeres rurales son fácilmente discriminadas por no poder leer y escribir o por tener un bajo nivel educativo. RECUADRO 5: OBSTÁCULOS PARA LA NEGOCIACIÓN DE ACUERDOS DE USO DE TIERRA RELACIONADOS CON LA IMAGEN, CAPACIDADES Y RECURSOS DE LAS MUJERES La imagen y las capacidades de las mujeres… El temor y la falta de confianza de las mujeres (y entre las mujeres) en sus propias capacidades y en el trabajo que realizan. El desánimo ante procesos largos de negociación. La poca participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones al interior de las organizaciones. La falta de respaldo a las gestiones de las mujeres por parte de los hombres de las organizaciones. La discriminación de las mujeres rurales con bajo nivel educativo por parte de las instituciones privadas y gubernamentales. La falta de confianza en la capacidad de pago de las mujeres, por parte de las personas propietarias de tierra o por parte de la banca formal, tanto comercial como estatal. La falta de recursos económicos y las dificultades para el acceso al crédito por parte de las mujeres… La falta de recursos económicos por parte de las mujeres. El temor de las mujeres a adquirir un crédito, debido a que no cuentan con ingresos para enfrentar su pago. La insuficiencia de las garantías disponibles para tener acceso a todo el financiamiento requerido. La imposibilidad de cumplir con los requisitos establecidos por la banca formal para otorgar créditos, ya que las mujeres no cuentan con un trabajo que genere ingresos comprobables y predecibles. Los intereses altos de las opciones de crédito a las que las mujeres tienen acceso. El retraso en el pago de la cuota del crédito de compra de tierra por parte de las personas asociadas o, en el peor de los casos, su deserción. La falta de recursos económicos para pagar los trámites de legalización y registro de documentos y escrituras. FUENTE: Elaboración propia a partir de las opiniones de las liderezas y los líderes participantes en los talleres de consulta, y de las liderezas entrevistadas. 32 Entre los obstáculos para la negociación de acuerdos de uso de tierra también se cuentan la falta de recursos económicos y garantías por parte de las mujeres que les permitan cumplir con los requisitos para tener acceso a crédito y para registrar los documentos legales y escrituras que respaldan los acuerdos de uso logrados. Por ejemplo, en la banca formal, tanto comercial como estatal, las mujeres son descalificadas por no contar con títulos de propiedad que respalden el crédito que solicitan ni con garantías de que serán capaces de establecer un negocio rentable que les permita pagar dicho crédito. En segundo lugar, para la negociación de los acuerdos de uso de la tierra, las mujeres enfrentaron obstáculos de carácter más estructural, relacionados con la escasez de tierra, los requisitos para el acceso a crédito en la banca formal, y la coyuntura electoral. Las mujeres enfrentaron la escasez de tierra que reuniera las características requeridas por parte del PREMODER, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MINSPYAS) en cuanto al tamaño, la calidad del suelo, la topografía, la accesibilidad, la ubicación del terreno respecto de la población más cercana, y el acceso a agua, por ejemplo. Ante esta escasez de tierra en sus comunidades, las mujeres tuvieron dificultades para negociar acuerdos de uso de tierra en condiciones que resultaran más favorables en cuanto al plazo, al monto de pago o a la forma de pago, entre otras. Por ejemplo, no siempre las mujeres pudieron contar con acuerdos de uso de tierra que tuvieran una vigencia de mediano o largo plazo, para no estar sujetas a la incertidumbre de renovación (o revocatoria) de los acuerdos al final de cada ciclo agrícola o luego de 18 meses. Las mujeres tampoco pudieron negociar acuerdos de uso de tierra en poco tiempo, sino que resultaron largos y complejos, como ya se indicó arriba. RECUADRO 6: OBSTÁCULOS PARA LA NEGOCIACIÓN DE ACUERDOS DE USO DE TIERRA RELACIONADOS CON LA ESCASEZ DE TIERRA Y EL CONTEXTO La escasez de tierra con las características y en las condiciones requeridas… La escasez de tierra disponible y que cumpliera con los requisitos establecidos por las instituciones gubernamentales. El alto precio de las propiedades en venta o del monto que debían pagar por el arrendamiento. Los conflictos legales de las propiedades disponibles (aceptación de herencia o partición pendientes). La desconfianza ante el riesgo de la expropiación o la pérdida de la tierra por parte de las personas propietarias de tierra, en el caso de tener que entregar copia de sus escrituras a PREMODER, o de otorgar comodatos de largo plazo. Los procesos electorales y la polarización político-partidaria… El cambio de Gobiernos Municipales, al desconocer y dejar sin vigencia los acuerdos alcanzados durante la administración anterior. FUENTE: Elaboración propia a partir de las opiniones de las liderezas y los líderes participantes en los talleres de consulta, y de las liderezas entrevistadas. Con frecuencia las mujeres pagaron altos precios por la tierra en propiedad o arrendamiento, sobre todo si se considera la relación entre calidad del suelo y precio pagado por la propiedad. También corrieron riesgos en cuanto a la situación jurídica de la propiedad adquirida en compraventa, ya sea porque estaba sujeta a gravámenes de servidumbre o la propiedad no estaba registrada a nombre de la persona vendedora porque se encontraban pendientes los procesos de aceptación de herencia o partición. Además, las mujeres tuvieron dificultades para cumplir con los requisitos establecidos por la banca para el acceso al crédito, en los casos de compraventa. Se trata de la influencia tanto de requisitos escritos como no escritos. Por lo que una modalidad frecuente de compraventa fue la realizada con recursos financieros propios o con las ganancias del 33 negocio. De manera que el crédito no cumple la función de permitir a las mujeres cumplir con los requisitos para la aprobación del proyecto, sino que es el resultado de su ejecución. Entre los requisitos escritos se encuentran la propiedad de la tierra o, en su defecto, la presentación de la escritura de un hombre integrante de la organización. Entre los requisitos no escritos pueden mencionarse la persistencia del estereotipo según el cual las mujeres no tienen experiencia ni capacidades para lograr un buen desempeño como productoras agropecuarias que les permita pagar a tiempo los compromisos crediticios que adquieren. Las mujeres también tuvieron dificultades derivadas de la coyuntura electoral, ya que hubo un importante grado de interferencia de los cambios de gobierno en un clima de polarización político-partidaria. En algunos casos, como el arrendamiento o el comodato otorgados por la Alcaldía, los procesos de negociación de los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres se prolongaron porque había que esperar los resultados de las elecciones municipales. En otros casos, aún peor, los acuerdos de uso de tierra que habían sido alcanzados en el período de gobierno municipal anterior, fueron desconocidos por el gobierno municipal entrante que fue ganado por el partido de oposición. Según el tipo de organización, las mujeres en organizaciones mixtas enfrentaron obstáculos para el acceso a la tierra relacionados con la poca o nula participación de las mujeres en la membresía, en la ejecución del proyecto y en la toma de decisiones sobre la organización y el negocio. Así, las mujeres fueron frecuentemente excluidas como asociadas por el hecho de no poseer tierra que aportar para cumplir con el requisito de selección establecido por el PREMODER sobre la disponibilidad de tierra en la cual sería ejecutado el proyecto; o por la imposibilidad de ser reconocidas como asociadas legales por el hecho de haber sido registradas como amas de casa y no como agricultoras. También hubo resistencia de los hombres a reconocer a las mujeres como asociadas con plenos derechos, más allá de ser asociadas de nombre y de número para cumplir con los requisitos de selección establecido por el Programa sobre la composición de género la membresía. Las mujeres en organizaciones exclusivamente de mujeres tampoco estuvieron exentas de enfrentar obstáculos para el acceso a la tierra. Esto se debió, por una parte, a que las mujeres generalmente carecen de recursos financieros o inmobiliarios propios para reunir el fondo de contrapartida y cumplir con ese requisito de selección establecido por el PREMODER. Por otra parte, con frecuencia las mujeres están organizadas en pequeños grupos de parientas y vecinas que no siempre cuentan con personería jurídica. 5. RECOMENDACIONES PARA EL FORTALECIMIENTO DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES RURALES A LA TIERRA EN FUTUROS PROGRAMAS FIDA En este quinto apartado se presentan las recomendaciones resultantes de la sistematización. Estas recomendaciones se derivan de la revisión de información documental y de la información primaria construida a través de los trabajos de grupo de las personas participantes en los talleres de consulta y las entrevistas a liderezas. También se retoman algunos de los lineamientos del FIDA para la incorporación de la perspectiva de género en 32 las políticas de tierra (IFAD, s.f.) . Las recomendaciones para el fortalecimiento de los derechos de las mujeres rurales a la tierra en futuros Programas FIDA han sido agrupadas en 6 sub-apartados: 1) la concepción 32 Se ha hecho una traducción libre al español de dichos lineamientos . 34 de los Programas que serán negociados con y aprobados por los gobiernos, 2) el procedimiento a seguir para la formulación de los Programas, 3) los componentes y las fases de instrumentación de los Programas, 4) las relaciones de coordinación para la instrumentación de los Programas, 5) el rol general que corresponde a los Programas en la facilitación de los procesos de negociación de los acuerdos de uso de tierra, y 6) la actuación específica y particular en el caso de los tipos de acuerdos de uso según cada contexto y tipo de proyecto. 5.1 EN CUANTO A LA CONCEPCIÓN DE LOS PROGRAMAS QUE SERÁN NEGOCIADOS CON Y APROBADOS POR LOS GOBIERNOS Las recomendaciones relativas a la concepción de los Programas negociados por el FIDA con los gobiernos y aprobados por ellos, tienen un fuerte contenido normativo. Por lo cual pueden resultar poco operativas. Sin embargo, se sabe que su operacionalización debe estar en función de cada lugar y circunstancia. Lo importante es tener claro que el abordaje de los temas de acceso de las mujeres a la tierra deben ser parte integral de políticas públicas inclusivas; orientadas al combate a la pobreza rural, a la eliminación de las brechas de género y al logro de la equidad de género; transversales; que vayan más allá de la comprensión de la tierra como recurso económicamente productivo; que promuevan la seguridad de la tenencia; que reconozcan los sistemas de tenencia de tierra existentes, al tiempo que promuevan la aceptación y apropiación cultural y social de sus disposiciones; que desarrollen el empoderamiento y las capacidades técnicas y de negociación tanto de las mujeres como de las instituciones públicas; y que se orienten hacia la sostenibilidad mediante el establecimiento de las alianzas pertinentes. Como parte de los aspectos políticos de la negociación y aprobación de Programas por parte del FIDA, es clave asegurar la voluntad y el compromiso político de los gobiernos para tomar todas las medidas necesarias para garantizar los derechos a la tierra por parte de las mujeres rurales, como condición básica y punto de partida para el ciclo de planificación de los Programas. Entre estas medidas, el acceso a créditos blandos y de largo plazo ocupa un lugar de particular relevancia. Algunas recomendaciones posibles se refieren a: Establecer claramente, durante la formulación y negociación de los Programas, el compromiso estatal de tomar todas las medidas necesarias – debidamente listadas y calendarizadas – para garantizar los derechos a la tierra de las mujeres rurales. Esto es los derechos al uso, al control y a la transacción de la tierra por parte de las mujeres, garantizados a través de acuerdos de acceso a la tierra que reúnan condiciones de duración, protección, y robustez adecuadas al tipo de proyecto. Incluir el compromiso por parte del Estado de establecer una línea de crédito a bajo interés y plazo largo, para la compra de tierra por parte de las mujeres y las organizaciones, a través de la banca pública agropecuaria, como condición para la aprobación del Programa. Esto para evitar que las mujeres sean víctimas de personas usureras o adquieran compromisos con la banca comercial en condiciones que comprometen la viabilidad del negocio en su etapa inicial, cuando requieren de liquidez tanto para invertir y ampliar así la escala del negocio, como para repartir utilidades y distribuir beneficios –así sean simbólicos—, y mantener la motivación de las personas asociadas. Apoyar la formulación e instrumentación de políticas públicas sobre tierra que sean inclusivas, estén a favor de las mujeres rurales pobres, y aseguren los derechos a tierra 33 correctos para la gente correcta . En este aspecto, el FIDA tiene una ventaja para influir 33 Este tipo de políticas públicas deben incluir medidas orientadas: a) al aumento de la productividad y el ingreso, b) a la reducción de la vulnerabilidad, inseguridad y exclusión, c) a la mejora del uso 35 sobre políticas públicas e inversiones que se orienten a aumentar el acceso a tierra y la seguridad de tenencia de las mujeres rurales pobres, dado su enfoque de desarrollo rural centrado en las personas. Valorar la tierra como una parte integrante del tejido social, político y cultural, y no sólo como un recurso económicamente productivo. Es decir, que el tema de acceso a tierra por parte de las mujeres debe ser concebido como un elemento del desarrollo rural, para evitar que los Programas tiendan a enfatizar la ejecución de proyectos, descuidando aspectos relacionados con el fortalecimiento organizativo y el desarrollo de capacidades de liderazgo entre las mujeres. Integrar el tema del acceso de las mujeres a la tierra con las otras actividades del Programa, para asegurar que los temas de tierra y equidad de género constituyan verdaderamente ejes transversales en todos los objetivos, las actividades, los indicadores y el presupuesto del Programa. Eliminar, o al menos disminuir factores que inciden sobre las brechas de género de los sistemas de tenencia de la tierra, como: a) los supuestos y los propios valores y actitudes que sobre las capacidades y los derechos de las mujeres tienen las personas que formulan políticas, planifican Programas e instrumentan proyectos, b) la legislación conflictiva, c) los sistemas de regulación y administración insuficientes, d) la debilidad de las instituciones para instrumentar los cambios al nivel local, 3) la resistencia del equipo técnico y la comunidad hacia el reconocimiento y ejercicio de los derechos equitativos de las mujeres, y f) la falta de voluntad y recursos para atender las brechas de género. Trabajar con los sistemas de tenencia de la tierra existentes, dado que, con frecuencia, es mejor construir sobre y promover la evolución progresiva de sistemas tradicionales de administración de la tierra, que establecer nuevos sistemas formales que alcanzarán limitado cumplimiento. Acompañar el reconocimiento legal de los derechos de las mujeres a la tierra, con la promoción de un cambio en los pensamientos, actitudes y entendimientos de mujeres y hombres entre los diferentes actores involucrados, para superar las limitaciones sociales y culturales existentes para el ejercicio de dichos derechos. Se sabe que reformar el marco legal usualmente no es suficiente para dar a las mujeres derechos independientes y efectivos a la tierra, pues su cumplimiento es esporádico y dolorosamente difícil si las 34 disposiciones no son cultural y socialmente aceptadas y asumidas . El FIDA tiene una ventaja para ello, pues no tiene una perspectiva normativa de los temas relacionados con la tierra, sino una perspectiva que deriva de las realidades concretas que las personas rurales pobres enfrentan en situaciones y contextos específicos y diversos. Orientarse a la construcción de capacidad técnica en todos los actores gubernamentales relevantes, a todos los niveles, para fortalecer el desempeño de sus sostenible de la tierra, y d) al aumento de las perspectivas de mejores medios de vida rurales. Esto porque, dada la asimetría en poder al interior de la sociedad, las instituciones de gobierno con frecuencia adoptan políticas basadas en los intereses de los grupos dominantes y/o sólo sobre la base de los principios de eficiencia económica. 34 El limitado impacto de las reformas al marco legal se debe a: a) la existencia de legislación conflictiva, b) la debilidad institucional, que aumenta conforme se aleja de las principales ciudades, c) la perversa influencia de los prejuicios de género, de los valores y las actitudes patriarcales que lleva a ignorar las limitaciones normativas y prácticas que las mujeres enfrentan, d) la falta de recursos estatales para la incidencia, la promoción, el cumplimiento y la protección de los derechos de las mujeres a la tierra y la propiedad, y e) la persistencia de normas y prácticas locales basadas en los usos y costumbres, dado que las prohibiciones culturales y locales contra la posesión de tierra en propiedad por parte de las mujeres suelen ser, con frecuencia, más poderosas que las leyes escritas que permiten a las mujeres poseer tierra. 36 35 competencias . De manera que las agencias del Estado responsables de la instrumentación del Programa: i) respalden el acceso a tierra de las personas pobres, y ii) manejen la resistencia potencial a reformas sobre la tierra durante la instrumentación. Para ello son necesarias reformas administrativas para que las burocracias den respuestas y rindan cuentas a la población rural a la que sirven en su jurisdicción. El FIDA tiene una ventaja para ello, dado que sus marcos estratégicos, políticas, y programas son aprobados por los Estados miembros, en tanto que agencia especializada de Naciones Unidas e institución financiera internacional. Con ello: a) gana la legitimidad necesaria para su actuación, y b) sus Programas son respaldados desde los altos niveles de gobierno. Orientarse al empoderamiento de las mujeres pobres rurales y las organizaciones que las representan, para que sean autónomas e incluyentes, y cuenten con capacidades 36 técnicas y de negociación . También debe promoverse su vinculación con instancias de incidencia política más grandes e institucionalmente más fuertes, para brindarles información de primera mano y hacer incidencia en nombre de las personas pobres rurales en niveles políticos más altos. Esto porque el éxito de una política orientada a garantizar el acceso a tierra por parte de las mujeres y la seguridad de su tenencia, depende de la participación ciudadana y una sociedad civil activas. El FIDA tiene una ventaja para ello, por el hecho de tener amplias alianzas con instituciones internacionales de desarrollo y por su fuerte colaboración con organizaciones de personas agricultoras y productoras rurales, población nativa y organizaciones de la sociedad civil. Asegurar la sostenibilidad de los Programas mediante: a) alianzas complementarias con actores afines, tales como el gobierno, las organizaciones de la sociedad civil, y los organismos de cooperación internacional, b) el respaldo y compromiso político sostenidos en un plazo largo que va más allá de la vida de un único Programa, particularmente por parte del gobierno, c) inversiones sostenidas y adecuadas, y d) amplios y sostenidos procesos de consulta y educación ciudadana. El FIDA tiene una ventaja al respecto, dada su capacidad de sostener el compromiso de largo plazo necesario, a través de sus programas y proyectos de múltiples años (Multi-Year Programmes and Projects). 5.2 EN CUANTO AL PROCEDIMIENTO A SEGUIR PARA LA FORMULACIÓN DE LOS PROGRAMAS Las recomendaciones relativas al procedimiento para la formulación de los Programas se concentran en aspectos técnicos, tales como la gestión de conocimiento que permita una profunda comprensión de las estructuras agrarias y los sistemas de tenencia de la tierra en cada contexto. A medio camino entre aspectos políticos y técnicos es de vital importancia impulsar un ciclo de planificación de los programas inclusivo y participativo, con especial protagonismo de las mujeres rurales. Esto para garantizar que los Programas respeten el principio de consentimiento libre, temprano e informado y el principio de no daño. 35 Esto implica: a) fortalecimiento de las capacidades de los recursos humanos para el manejo de la administración de tierra, el registro, la adjudicación, y los mecanismos de resolución de disputas; y b) la coordinación interministerial e intersectorial, como mecanismos de consulta y colaboración. 36 Esto porque las mismas mujeres dudan de reclamar sus derechos o participar en instituciones y actividades vistas como dominios masculinos –con lo que significa en términos de ir en contra de las normas sociales--, debido a: a) el status secundario, b) las responsabilidades domésticas que nadie más asume, c) la subvaloración de su trabajo productivo, d) la falta de recursos financieros, e) la falta de conocimiento, f) el analfabetismo (incluyendo el analfabetismo legal) y el bajo nivel educativo, asociados a la falta de educación básica y conocimiento acerca de cómo funcionan los asuntos sociales y legales, g) la falta de habilidades en el lenguaje dominante, h) la falta de papeles de identidad, i) la falta de capacidades, j) la inexperiencia en participar y hablar en público, k) el miedo al ridículo, l) el bajo nivel de asociatividad, y m) los costos sociales significativos por ir contra las normas culturales, los cuales incluyen el ridículo social, la sanción social, la pérdida de beneficios sociales (prefieren el apoyo de la familia en el largo plazo, que la seguridad de un recurso que puede no proveer seguridad económica en el largo plazo) y la violencia doméstica. 37 Específicamente: Lograr una profunda comprensión de la naturaleza diversa y dinámica de las estructuras agrarias y del funcionamiento de los sistemas traslapados, flexibles y plurales de tenencia de la tierra existentes, los cuales operan juntos de manera efectiva. De manera que se reconozca que no es posible formular una política que se ajuste a todos los casos, sino que demanda análisis e intervenciones específicas in situ para cada contexto, basadas en evidencia de campo, atendidas localmente y con amplias consultas a los diferentes actores involucrados. El FIDA tiene una ventaja para ello, dada su comprensión de los medios de vida basados en la agricultura de las mujeres y los hombres rurales pobres. Adherirse al principio de consentimiento libre, temprano e informado. Esto debe ser realizado a través de consultas inclusivas basadas en una presentación completa y abierta del propósito, los alcances y las implicaciones de las actividades planeadas. El objetivo es evitar que: a) las mujeres sean marginalizadas social y políticamente, y b) los grupos poderosos se apropien de la tierra inescrupulosamente. Asegurar la participación de las mujeres en la conceptualización del problema, el diseño del Programa y sus objetivos, la planificación, la instrumentación de las actividades del Programa, y el seguimiento y evaluación de las actividades y los objetivos. También es importante el involucramiento de los hombres y las mujeres, para evitar que los temas de género sean marginalizados como un asunto exclusivo de las mujeres técnicas y de las mujeres beneficiarias del Programa. Adherirse en todo momento al Principio de no daño (Do-no-harm Principle), para evitar la captura por las élites, evitar el desplazamiento forzoso de la gente, y atender los reclamos conflictivos. Esto exige la comprensión del contexto para determinar: a) el impacto de la situación de tenencia de la tierra sobre la distribución de los beneficios del Programa, y b) el impacto de las actividades del Programa en la tenencia de la tierra, y c) la resistencia por parte de los sectores con derechos, beneficios y/o privilegios protegidos legalmente, a cualquier cambio en la tenencia de la tierra como resultado de las actividades del Programa. 5.3 EN CUANTO A LOS COMPONENTES DE LOS PROGRAMAS Y LAS ETAPAS DEL CICLO DE PLANIFICACIÓN Las recomendaciones relativas a los componentes de los Programas y las etapas del ciclo de planificación de proyectos parten de que la priorización del acceso de las mujeres a la tierra debe reflejarse en los Objetivos Específicos del Programa. De manera que se orienten al logro de dicho Objetivos todas las actividades; los recursos asignados para que las mujeres cuenten con la información, la asesoría legal y el financiamiento – sea con recursos propios provenientes de la ganancia del negocio, de líneas de créditos blandos a largo plazo de la banca formal estatal, o de un fondo de financiamiento del mismo Programa – para apoyar de manera solidaria la responsabilidad de las mujeres y las organizaciones para el cumplimiento de los requisitos establecidos para la aprobación de los proyectos; los servicios complementarios de crédito, asistencia técnica y acceso a mercados; el sistema de indicadores para el seguimiento y la evaluación; y las actividades de intercambio y sistematización de experiencias. Especificadamente: Asegurarse de que, en su formulación, los Objetivos den prioridad a la participación de las mujeres en los Programas. De manera que exista al menos un Objetivo Específico dedicado a establecer las metas relativas al nivel y el grado de seguridad del acceso de las mujeres a la tierra. Además, hay que asegurarse de que en la instrumentación del Programa, esta prioridad del acceso de las mujeres a la tierra no sea ignorada. Por lo que al Objetivo Específico formulado deben corresponder actividades, indicadores, responsables y recursos asignados, a fin de garantizar su adecuado cumplimiento. 38 Asignar una partida presupuestaria específica para la realización de las acciones orientadas al desarrollo de capacidades y condiciones para el cumplimiento de los requisitos para la aprobación del proyecto, especialmente en lo relativo a la disponibilidad de tierra en la cual será ejecutado el proyecto. Diseñar una fase preparatoria orientada no sólo al fortalecimiento de las organizaciones y al desarrollo de las capacidades de las mujeres y los hombres asociados, sino a brindar la información, la asesoría legal y el financiamiento necesario para habilitar a las mujeres y a las organizaciones para el cumplimiento de los requisitos establecidos por la aprobación de los proyectos. De esta forma, los requisitos establecidos no se convierten en un filtro para la selección de las organizaciones que quedan dentro y fuera del Programa, como evaluador de las organizaciones. Por el contrario, los requisitos establecidos se convierten en criterios orientadores de las capacidades y condiciones con cuyo desarrollo el Programa se compromete, como aliado de las organizaciones. Diseñar un proceso escalonado de acceso a la tierra por parte de las mujeres y las organizaciones. De manera que el arrendamiento sea visto como una solución temporal de cara a la compra de tierra con créditos bancarios que puedan ser pagados con las ganancias generadas por el negocio, por ejemplo. Asignar una partida presupuestaria específica para la realización de las acciones orientadas a la negociación de acuerdos de uso de la tierra orientados de manera escalonada hacia la compra de tierra por parte de las mujeres. Es decir que se debe apoyar a las mujeres y a las organizaciones que aspiran a pasar de un esquema de autorización temporal de uso o arrendamiento, a otro de comodato o compraventa de tierra. Incorporar mecanismos que faciliten la compra de tierra por parte de las mujeres y las organizaciones, al tiempo que incorporen medidas que contrarresten las potenciales distorsiones del mercado de tierra hacia la sobre-valuación del recurso y eviten que los 37 títulos de propiedad sean registrados a nombre de los hombres . Esto porque la atención brindada a las mujeres rurales sin acceso a tierra que se encuentran bajo la línea de pobreza: 1), no puede ser la misma que la que se brinda a la del resto de población, y 2) se debe tener flexibilidad para que los Programas puedan diseñar acciones afirmativas adaptadas a cada realidad y asignar recursos económicos para su instrumentación (R. Moreira, 2009: 18). Una alternativa podría ser un fondo destinado a financiar la compra de tierra para las mujeres que sea manejado como: (a) pequeñas inversiones o donaciones para la realización de pequeñas iniciativas productivas generadoras de ingresos que les permita contar con recursos propios y/o ser sujetas de crédito, (b) un crédito a bajo interés y plazo largo, o (c) una contrapartida que duplica el fondo reunido con las contribuciones de las mujeres asociadas y/o de las organizaciones, por ejemplo (R. Moreira, 2009: 18; Ponce, 2010; Escobar, 2010; Equipos técnicos de PREMODER, 2010; líderezas y líderes consultados, 2010). Apostarle a la rentabilidad y auto-sostenibilidad de los negocios de las mujeres, para que puedan contar con los recursos financieros necesarios para la compraventa de tierra. Complementar el acceso de las mujeres a la tierra con los servicios de producción y los vínculos de mercado, a fin de maximizar los efectos positivos del acceso a y la seguridad en la tenencia de la tierra. El FIDA tiene una ventaja para ello, debido a su 37 Se sabe que los Programas de Desarrollo, como el PREMODER y el PRODAP II, provocan ―efectos no deseados‖, ya que aumentan el valor de la tierra, atraen a intereses poderosos que compiten por recursos escasos, y aumentan los conflictos sociales, como resultado de la intensificación agrícola, la tecnificación de la producción, la adopción de nuevas tecnologías, la irrigación, la construcción de infraestructura rural, el manejo de tierras de pastoreo, la reforestación o protección forestal, o la introducción de medidas de protección ambiental (IFAD, 2008: 6, 15, 40). 39 enfoque integrado que promueve el acceso a tierra y la seguridad en la tenencia de la tierra, al tiempo que ofrece otros servicios que proveen el soporte necesario para ampliar la capacidad de las mujeres rurales pobres de tomar ventaja del incrementado acceso a tierra y la seguridad en su tenencia. Es decir, otros servicios que aseguran a las mujeres: a) un uso de la tierra más productivo y sostenible, y b) el acceso a crédito, tecnología y mercados. Establecer que el monitoreo del tema del acceso de las mujeres a la tierra y las estrategias de facilitación de los procesos de negociación de acuerdos de uso de tierra, es parte de las responsabilidades asignadas a la Unidad de Seguimiento y Evaluación. Generar información genéricamente relevante y desagregada (por sexo, edad, estado civil y discapacidad), de manera sistemática, para clarificar los efectos sobre las mujeres y sus derechos a la tierra, tanto cuando el Programa es preparado, cuando es instrumentados y cuando se ha concluido. Diseñar sistemas de indicadores para apoyar el monitoreo del tema del acceso de las mujeres a la tierra por parte de la Unidad de Seguimiento y Evaluación. Promover actividades de intercambio de conocimiento, de experiencias de buenas prácticas, y de información para la incidencia en políticas públicas y su instrumentación efectiva. Este intercambio debe ser realizado de manera extensiva y sistemática, tanto horizontal como verticalmente, y a través de los medios que resulten apropiados para los diferentes actores involucrados. Incorporar en los Programas procesos de sistematización de experiencias para la identificación de lecciones aprendidas derivadas de las buenas prácticas. 5.4 EN CUANTO A LAS RELACIONES DE COORDINACIÓN PARA LA INSTRUMENTACIÓN DE LOS PROGRAMAS Las recomendaciones relativas a las relaciones de coordinación que deben establecerse de cara a la instrumentación de los Programas destacan la importancia de las alianzas estratégicas con actores claves con el fin de identificar los recursos de que se dispone a nivel local para la negociación de acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres al margen del Programa, por una parte, y de alcanzar un equilibrio entre sistemas de tenencia centralizados y descentralizados, por otra parte. Especificadamente: Establecer alianzas estratégicas con actores locales claves para el desarrollo económico, tales como los Gobiernos Municipales, las asociaciones de personas salvadoreñas residentes en el exterior y las ONGs. Esto es clave para identificar alternativas existentes a nivel local para obtener tierras en comodato o para financiar la compra de tierra, sin descansar únicamente en los recursos del Programa, dadas las actuales restricciones para destinar fondos a la compra de tierra con fondos FIDA. Considerar los enfoques centralizados y descentralizados, para encontrar el balance entre los aspectos claves de iniciativas centralizadas de reforma y el fortalecimiento de los sistemas descentralizados de administración de tierra, ubicados en un marco institucional más sostenible. La descentralización ofrece una gran oportunidad de fortalecer la integración de los sistemas de tenencia de la tierra basados en estatutos y en usos y costumbres, y articular respuestas más refinadas y contextualizadas en temas locales de tenencia de la tierra. Los procesos descentralizados de registro de tierra están mejor capacitados para reconocer y proteger derechos, y pueden atender las prácticas de herencia y los derechos de las mujeres rurales pobres, entre otros grupos 40 38 vulnerables . El FIDA tiene una ventaja para ello, a partir de su experiencia en respaldar procesos de desarrollo descentralizados y orientados a la comunidad. 5.5 EN CUANTO AL ROL DE LOS PROGRAMAS EN LA FACILITACIÓN DE LOS PROCESOS DE NEGOCIACIÓN DE LOS ACUERDOS DE USO DE TIERRA Las recomendaciones relativas al rol de los Programas en la facilitación de los procesos de negociación de los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres descansan en la definición clara del rol que corresponde jugar al personal técnico del Programa debidamente capacitado en género, así como en el diseño de estrategias adaptadas a cada caso. El rol del personal técnico del Programa debe concentrarse en la ubicación de la tierra en la cantidad y la calidad requerida; la mediación en y el seguimiento a los procesos de negociación para aumentar la asertividad de las mujeres y el nivel de confianza entre las personas naturales y jurídicas con quienes se negocia; y la asesoría legal para la legalización y el registro de los acuerdos negociados. Desde esta visión y con este tipo de personal es posible promover una participación de las mujeres caracterizada por el protagonismo y la asertividad, en tanto que conscientes de los recursos sociales y políticos con los que cuentan. Especificadamente: Definir claramente el rol que le corresponde jugar al personal técnico del Programa en la facilitación de los procesos de negociación de los acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres y las organizaciones, para que no dependa de la iniciativa y el compromiso individual. Diseñar diferentes estrategias de facilitación de los procesos de negociación de los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres, según el lugar y circunstancia, según el tipo de organización y según el tipo de acuerdo de uso de que se trate. Capacitar en género a las personas que instrumentalizan los programas. De manera que: i) se aumente la alerta y sensibilidad a los factores que obstaculizan el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres a la tierra, ii) se examinen y cuestionen los supuestos del Programa, y iii) cuenten con herramientas para incorporar la perspectiva de género en la instrumentación de las intervenciones. Reducir muchas de las barreras de procedimiento que las mujeres enfrentan, haciendo que los beneficios del Programa sean accesibles a las mujeres más pobres y que las actividades sean instrumentadas por equipo técnico de todo nivel que esté debidamente capacitado y consciente de los obstáculos que las mujeres enfrentan. Incorporar talleres sobre el derecho de las mujeres a la tierra, como parte del proceso de fortalecimiento organizativo. Buscar activamente el empoderamiento de las mujeres como parte del trabajo de fortalecimiento organizativo, pues éste resulta crítico para asegurar los aspectos relacionados con el derecho de control, así como la robustez y la sostenibilidad de los acuerdos de uso de tierra negociados por las mujeres. Promover la participación activa y efectiva de las mujeres en el Programa para que se apropien de sus derechos a la tierra, en tanto que un recurso significativo para sus vidas. Eso pasa por reconocer el protagonismo de las mujeres en la negociación de los acuerdos de uso de la tierra, para que puedan contrarrestar las prácticas con sesgos 38 Sin embargo, hay que evitar la vulnerabilidad de los sistemas descentralizados de administración de tierra la captura por parte de las élites. 41 patriarcales y de género que las excluyen de los espacios y actividades de toma de decisiones al respecto. Realizar inventarios de los recursos con los que las mujeres y las organizaciones cuentan para la negociación de acuerdos de uso de la tierra. Esto porque la negociación de dichos acuerdos no es sólo una cuestión de recursos económicos – de los que generalmente carecen – sino de recursos de capital social y político. De manera que las mujeres dejen de ser vistas como víctimas en situación de desventaja y pasen a asumirse como protagonistas en control de su propia vida. En los procesos de negociación de los acuerdos de uso de tierra, a las mujeres les sirven las relaciones de confianza que establecen entre personas vecinas de sus comunidades y el respaldo de las organizaciones sociales con el que cuentan, tanto como los vínculos políticopartidarios y su capacidad de gestión, movilización e incidencia política, por ejemplo. Asegurar un altísimo nivel de involucramiento y compromiso del Programa con la ubicación de tierra disponible para las mujeres; la mediación en y el seguimiento a los procesos de negociación de los acuerdos de uso de tierra por parte de las mujeres con los actores involucrados; y la asistencia legal para la legalización y el registro de los documentos y las escrituras que respaldan dichos acuerdos. De manera que el Programa no se limite a ofrecer información como parte de la divulgación del Programa o a asesorar a las mujeres y las organizaciones sobre la marcha, reaccionando a los problemas conforme surgen. Con esta asesoría se evita el riesgo de que las mujeres procedan de manera desesperada ante la presión por cumplir con uno de los requisitos para la aprobación de los proyectos, recurriendo a mecanismos precarios, como el crédito usurero; a mecanismos frágiles, como los permisos y acuerdos verbales con personas naturales de su familia o de la comunidad; o a mecanismos de corto plazo, como el arrendamiento o la autorización temporal de uso. Asesorar técnicamente a las mujeres y las organizaciones durante la búsqueda de tierra cuyo tamaño, calidad, ubicación, accesibilidad, topografía, acceso a agua y calificación de uso sean apropiados para la iniciativa económica que va a impulsarse y su ubicación cumpla con los requisitos establecidos por el MARN y el MINSPYAS. De esta forma se evita que las mujeres, por desconocimiento, adquieran tierras inadecuadas y pierdan la prima pagada. Incorporar programas de asistencia legal, para brindar asesoría a las mujeres. De manera que las mujeres puedan contar con información completa sobre: a) las diversas modalidades de acuerdos de uso de tierra existentes como alternativas para su caso específico, según el tipo de proyecto y de negocio, b) los compromisos para las partes que de ellos se derivan, y c) el procedimiento a seguir para respaldar legalmente dichos acuerdos. De manera que las mujeres puedan tomar la decisión que más les conviene, construir los argumentos antes de iniciar la negociación, y explicar la propuesta a las partes involucradas con seguridad y pleno conocimiento. De esta forma se evita que las mujeres, por falta de experiencia, adquieran tierras que enfrentan problemas legales (hipoteca o embargo; disputa con nuevos dueños; aceptación de herencia y partición pendientes), o reciban documentos falsos. Asegurar que las mujeres cuenten con documentos legales y escrituras debidamente registradas, mediante los servicios de asesoría legal y co-financiamiento proporcional de los costos de los trámites registrales. Incorporar programas de educación legal que ejecuten talleres sobre los diferentes tipos de acuerdo de uso de la tierra, analizando las ventajas y desventajas, y señalando los deberes y derechos de las partes, como parte del proceso de fortalecimiento organizativo. Brindar asesoría legal durante la negociación de los acuerdos de uso de la tierra, y durante el proceso de firma y registro de los documentos legales que respalden a las mujeres y a las organizaciones. El objetivo es que las mujeres y las organizaciones logren registrar los documentos que respaldan el acuerdo sobre uso de la tierra 42 alcanzado, durante el período de vigencia del Programa, para asegurar su sostenibilidad. También es importante complementar la asesoría legal, con el financiamiento para cubrir el pago de honorarios a las personas notarias y de los cánones e impuestos requeridos por los sistemas nacionales de registro de la propiedad. Actuar como un intermediario comprometido, que medie ante las personas propietarias de la tierra durante el proceso de negociación de los acuerdos de uso, y que respalde a las mujeres con los recursos políticos, técnicos y financieros de que el Programa dispone. Un involucramiento de este tipo y nivel aumenta las probabilidades de que las mujeres actúen de manera asertiva en el proceso de negociación, al no sentirse ni aparecer solas frente a las personas propietarias de la tierra. Además, un involucramiento de este tipo y nivel contribuye a aumentar los niveles de confianza entre las partes involucradas en el proceso de negociación, los cuales resultan críticos a la hora de alcanzar un acuerdo con una vigencia por más tiempo y en mejores condiciones para las mujeres. Garantizar el debido seguimiento a los procesos de negociación de los acuerdos de uso que las mujeres y las organizaciones realizan por parte del Programa. De manera que el seguimiento sea oportuno y sistemático, es decir, que no llegue con retraso ni de manera esporádica. Que las visitas del personal que brinda asistencia técnica y asesoría legal sean suficientes en cantidad y frecuencia. Eso para que los procesos de negociación sean ágiles y no retrasen ni obstaculicen la aprobación y la ejecución de los proyectos. 5.6 EN CUANTO A LOS TIPOS DE ACUERDOS DE USO DE TIERRA NEGOCIADOS POR PARTE DE LAS MUJERES Y LAS ORGANIZACIONES Las recomendaciones relativas a los diferentes tipos de acuerdos de uso de tierra negociados por parte de las mujeres y las organizaciones parten de la importancia de que dichos acuerdos se adapten a cada lugar y circunstancia. Por ejemplo, hay que tomar en cuenta el tipo de proyecto que las mujeres de la organización ejecutarán, y el tipo de organización al que pertenecen, por ejemplo. Queda claro que las mujeres deben priorizar aquellos acuerdos de uso de tierra en los que no medie el pago del canon de arrendamiento o del crédito para la compraventa, evitando de manera particular el arrendamiento, en la medida de lo posible. El comodato presenta una serie de ventajas que deben ser consideradas a la hora de considerarlo una opción. Cuando la opción sea la compraventa, debe priorizarse las compras al contado con fondos propios, fondos provenientes de las ganancias del negocio o contribuciones de las asociaciones de personas salvadoreñas residentes en el exterior, o la compra al crédito con financiamiento otorgado por personas asociadas o vecinas de la comunidad, evitando el recurso desesperado al crédito usurero. Para asegurar la seguridad en la tenencia y la sostenibilidad de los acuerdos de uso de tierra negociados por las mujeres, éstos deben ser legalizados y registrados a través de documentos formales, evitando los acuerdos verbales de los que no existe constancia. Especificadamente: Adecuar los tipos de acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres al contexto de cada organización y al tipo de proyecto y negocio que desarrollan. Así, quizá el arrendamiento o el préstamo son alternativas posibles en el caso del cultivo de hortalizas que tiene un ciclo productivo relativamente corto; mientras que el comodato favorece la estabilidad que requieren los proyectos agroindustriales que incluyen la instalación de plantas procesadoras, por ejemplo. Priorizar los acuerdos de uso de tierra que no impliquen la erogación de fondos por parte de las mujeres y las organizaciones, tales como la donación, el comodato o la autorización temporal de usufructo. 43 Priorizar los comodatos de largo plazo otorgados por los Gobiernos Municipales, en cumplimiento de su competencia de promover el desarrollo económico local con equidad de género, tal como establece el Artículo 4, numerales 1 y 29 del Código Municipal. El comodato, en tanto que otorga derechos adquiridos gratuitamente, resulta la opción más favorable para las mujeres y para las organizaciones, ante las dificultades para la compra de tierra. Esto no sólo por su duración y su respaldo legal, sino porque no distrae recursos financieros de las organizaciones ni de las personas asociadas en la etapa inicial de los negocios. Evitar los Acuerdos de Concejo en la negociación de acuerdos de uso de tierra con los Gobiernos Municipales, pues tienen una vigencia restringida al período de gobierno de 3 años para el que el Concejo Municipal fue electo y pueden ser desconocidos en los casos de cambio de administración. Priorizar la compra de tierra, preferiblemente de contado (con fondos propios o contribuciones de las asociaciones de personas salvadoreñas residentes en el exterior), o al crédito (con financiamiento otorgado por personas asociadas o personas vecinas de la comunidad). Esto porque con personas asociadas o vecinas pueden negociarse mejores condiciones de pago, ya sea con bajos intereses y a mayores plazos, y/o con modalidades de pago semestrales que respondan a la lógica del ciclo de la producción. Otra opción para la copra es la obtención de créditos con la banca pública agropecuaria, y, en última instancia, el crédito con la banca comercial. Evitar las compras de tierra financiadas con créditos otorgados por personas usureras, debido a las altas tasas de intereses que hacen que las cuotas cubran únicamente los intereses sin lograr amortizar el capital. Evitar el arrendamiento, en la medida de lo posible, debido a que implica pagar altos costos que constituyen un gasto y no una inversión, elaborar contratos cada cierto tiempo, tener certeza de la tenencia por plazos muy cortos, y enfrentar constantemente la incertidumbre de que el contrato de arrendamiento no sea renovado y se pierda la inversión realizada. Exigir que los acuerdos de uso de la tierra cuenten con el respaldo de un documento legalmente firmado ante una persona notaria e inscrito en el CNR. De manera que queden claramente establecidas, por escrito, las obligaciones adquiridas por las partes, y las condiciones del contrato. Evitar los acuerdos verbales. Promover la titulación colectiva a nombre de asociaciones cooperativas o comunales, o la titulación a nombre del hombre y la mujer cónyuges en tanto que bien de familia. Priorizar la propiedad de la tierra y la titulación individual por parte de las mujeres, únicamente cuando el sistema de tenencia de tierra basado en usos y costumbres no es más capaz de asignar y administrar los derechos a la tierra y a otros recursos naturales de manera equitativa y eficiente; y cuando ningún daño se hace a los mecanismos ya existentes de acceso a tierra y de seguridad de tenencia para las mujeres. Se sabe que la promoción del acceso y la seguridad en la tenencia de la tierra por parte de las mujeres no es sinónimo de derechos formales de propiedad. Es decir, no necesita ser propiedad privada mediante catastros y titulación legal, formal e individual. Por ejemplo, puede orientarse a asegurar los derechos de uso de la tierra a través del mejoramiento de arreglos de tenencia. Es por ello que en todas las áreas de intervención del Programa debe enfatizarse de manera particular en: a) los derechos a tierra por parte de las mujeres, b) los derechos secundarios y comunales, y c) el fortalecimiento de sistemas descentralizados de administración de tierra, sean según estatutos o según usos y costumbres. 44 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS BAEZ, Linda (2008p), ―El Programa de Fortalecimiento de las Organizaciones Rurales Atendidas por PREMODER‖, II Informe de la Consultoría: ―Propuesta de Reorientación y Ampliación de los Servicios de Apoyo al Desarrollo y Fortalecimiento de Organizaciones Rurales‖ (Versión Final), San Salvador, Documento Interno del PREMODER, 40pp. BAEZ, Linda (2008a), ―Las Acciones de PREMODER en Apoyo al Fortalecimiento de las Organizaciones Rurales Beneficiarias‖, Informe de la Consultoría: ―Propuesta de Reorientación y Ampliación de los Servicios de Apoyo al Desarrollo y Fortalecimiento de Organizaciones Rurales- Primera Fase‖ (Documento Final), San Salvador, Documento Interno del PREMODER, 44pp. BERDEGUÉ, Julio; Ada OCAMPO y Germán ESCOBAR (2007), Sistematización de Experiencias Locales de Desarrollo Rural. 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FUNDACIÓN ARIAS (1992), El Acceso de la Mujer a Tierra en El Salvador‖, Estudio editado por Paula Antezana y coordinado por Candelaria Navas con participación de Reina Moreira, Nidia Umaña y Joaquín Aguilar, San José, Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, 117pp. GARCÍA PRINCE, Evangelina (2008), Políticas de Igualdad, Equidad y Gender Mainstreaming ¿De qué estamos hablando?: Marco Conceptual, Elaborado para el Proyecto Regional de PNUD ―América Latina Genera: Teórico-Metodológica‖, San Salvador, PNUD, Pág. 35-61, http://www.americalatinagenera.org/documentos/publicaciones/doc_732_Politicasdeigualdad 23junio08.pdf, [Revisión del 8 de mayo de 2009]. IFAD (2008), Improving Access to Land and Tenure Security, Rome, International Fund for Agricultural Development (IFAD), 44pp. IFAD (s.f.), Module 4. Gender Issues in Land Policy and Administration. Overview, Rome, International Fund for Agricultural Development (IFAD), Pages 125-171. 45 IMU (1999a), Anteproyecto de Código Agrario con Perspectiva de Género, San Salvador, Instituto de Investigación, Capacitación y Desarrollo de la Mujer (IMU), 224pp. IMU (1999n), Nuestro Código Agrario con perspectiva de género, San Salvador, Instituto de Investigación, Capacitación y Desarrollo de la Mujer (IMU), 55pp. MAG (2009), ―Programa de Reconstrucción y Modernización Rural – PREMODER, Resumen Del Proyecto Período 2004 – 2009‖, ¨Santa Tecla, Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), 4pp. MAG (1997), Tercer Censo Agropecuario del Programa de Transferencias de Tierras, Santa Tecla, Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), 400pp. MAG (1993), ―XII Evaluación del Proceso de la Reforma Agraria‖, Santa Tecla, Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), 160pp. MAG (1989), ―Estudio Nacional del Sector Agropecuario. 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PRODEMOR-CENTRAL (s.f.), ―Anexo II. Reseña de la Tenencia de la Tierra y la Mujer Rural en El Salvador‖, como parte de la ―Misión de Formulación. La Perspectiva y la Transversalidad de género‖, San Salvador, Proyecto de Desarrollo y Modernización Rural en la Región Central y Paracentral, 3pp. REYES, Luis Antonio (2009), Informe de País, San Salvador, MAG-CENTA, presentación electrónica de 36 láminas, http://arcal.unsl.edu.ar/documentos/RLA5051-salvador.pdf, [Consulta del 5 de mayo de 2010]. RODRÍGUEZ, Rocío; CANTERA y REDNAS Centroamericanas (1999), Compartiendo Secretos. Sistematizando desde la equidad, Serie Hacia la Equidad, Módulo No. 8, San José, Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)/ Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, 42pp. UMAÑA, Nidia (2009), ―Impacto de la Integración Centroamericana y los Megaproyectos en la Calidad de Vida de las Mujeres Rurales. 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El Fondo ha desarrollado una propuesta para un proyecto de 2-4 años con el fin de Aumentar la Conciencia y Fortalecer los Derechos a la Tierra para las Mujeres en las Actividades del FIDA. Las actividades de este proyecto incluyen: (i) aumentar la conciencia y capacitar al personal del FIDA tanto en la oficina central como en el campo: (ii) fortalecer los derechos a la tierra para las mujeres a través del diálogo político a nivel de país; investigación compartida y análisis a nivel de país/proyecto; actividades piloto y documentación de metodologías apropiadas que fortalezcan los derechos a la tierra para las mujeres; (iii) compartir lo aprendido a nivel de país, regional e internacional. La actividad de investigación de estos Términos de Referencia concuerda con el segundo componente del Proyecto de Derechos a la Tierra para las Mujeres, focalizándose específicamente sobre la documentación y el intercambio de lo aprendido de dos proyectos en El Salvador, a saber el Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER) y el Proyecto de Desarrollo Rural en la Región Central (PRODAP II) implementados por el FIDA. En el cuestionario realizado para diseñar el Proyecto de Derechos a la Tierra para las Mujeres, se ha identificado una actividad común a los dos proyectos, que es la facilitación por parte de los proyectos entre grupos de mujeres y dueños de tierra para que las mujeres alquilen la tierra o la obtengan en comodato. Los dos proyectos pusieron de relieve la falta de tierra ya sea a causa de la ausencia de los propietarios y la falta de acceso a la tierra para las mujeres por factores culturales. Los proyectos enfrentaron estos problemas a través de la estipulación de acuerdos entre grupos de mujeres y dueños de tierra. Estos acuerdos son de diferentes formas y diferentes condiciones, como el uso gratuito de la tierra durante los primeros tres años y después pagando una contribución; o el uso de la tierra por 10-12 años con la posibilidad, al final del contrato, de adquirir la tierra. Los proyectos asistieron directamente o indirectamente a los grupos de mujeres en la negociación o invitaron a los gobiernos locales a hacer estos acuerdos. Al mismo tiempo los proyectos implementaron otras actividades como la sensibilización ante los varones propietarios sean estos familiares o personas de las comunidades, para que las mujeres pudieran tener acceso al recurso tierra para realizar las inversiones. Así mismo se realizaron coordinaciones y gestiones ante la banca para el acceso a crédito para compra de tierras. Varios fueron los problemas que los proyectos encontraron, entre otros la resistencia a estos acuerdos por parte de los varones, sin embargo al mismo tiempo se alcanzó una conciencia mayor sea entre varones y mujeres sobre este tema. Propósito y Descripción de la Tarea: El propósito de la investigación es analizar el proceso de facilitación que pusieron en obra los proyectos para que sirva como lo aprendido para otros proyectos en fase de diseño e implementación. El/la consultor/a deberá: 1. Investigar el proceso de facilitación implementado por los proyectos entre grupos de mujeres y dueños para la implementación de acuerdos de uso y tenencia de la tierra. Los aspectos que se van a investigar son los siguientes: 47 ¿Cómo se desarrollo el proceso de facilitación? ¿A quién se involucró – a nivel de proyecto, de gobierno, de otras instituciones, de comunidad y de beneficiarios/as? ¿Qué se necesitó – en términos de recursos humanos, financieros y técnicos? ¿Cuánto duró el proceso? ¿Qué se necesita para que el proceso de facilitación sea exitoso? ¿En términos de recursos (humanos y financieros), de marco social e institucional? ¿Qué tipos de acuerdos de uso se han implementado? ¿Qué obstáculos se han enfrentado en el proceso de facilitación? ¿Cómo fueron superado? ¿Cómo contribuyeron los beneficiarios en este proceso de facilitación? ¿Qué han obtenido de este proceso? ¿En qué se han beneficiado gracias a este proceso? ¿Cómo? ¿Cómo surgió la idea de facilitar estos procesos de uso de la tierra? ¿Están estos acuerdos incluidos en la legislación del país? ¿Es una idea nueva? ¿Cuál fue el impacto de estos acuerdos de uso de la tierra para los beneficiarios – en términos económicos, sociales, entre hombres y mujeres? 2. Identificar las experiencias en este campo que puede ser útil para el diseño y la implementación de proyectos futuros. Actividades: a. Revisión de los documentos de los proyectos y a nivel de país y preparación de la misión en el campo. b. Preparar la metodología de investigación que será utilizada con los grupos a nivel de campo. c. Definir con los proyectos los grupos objetivos que se investigarán y los equipos contrapartes. d. En coordinación con los proyectos definir las convocatorias de los grupos y los lugares donde se realizarán los talleres de captura de información. Entre los grupos que se investigaran hay beneficiarios(as), el personal de los proyectos que han implementado la facilitación, personal del Gobierno que fue contraparte en el proceso de facilitación, otros actores locales (por ejemplo ONG, líderes locales, etc.) e. Investigación en el campo del proceso de facilitación a nivel de proyecto y sus implicaciones para el diseño y la implementación de proyectos futuros. El/la consultor(a) investigará los efectos de esta facilitación sobre el sustento de los grupos de mujeres. f. Socialización y retroalimentación de los hallazgos de la investigación para la elaboración final del documento g. Producción de un documento y de una ficha descriptiva/sintetizadora. Productos: 1. Un documento (25-30 páginas con Anexos) sobre el proceso de facilitación ejecutado por los proyectos , los resultados de estos procesos, su impacto y las lecciones aprendidas para sostener el diseño y la implementación de proyectos futuros. El documento deberá incluir una propuesta para el FIDA en términos de acciones y recursos asignados en la formulación de proyectos. 2. Una ficha descriptiva/sintetizadora (2-4 páginas) con un resumen de informaciones claves contenidas en el documento principal. Manejo y Supervisión: El progreso de las tareas será monitoreado por el Gerente de Operaciones del FIDA Enrique Murguia y la consultora FIDA de tenencia de la tierra Francesca Carpano. El borrador del documento principal será revisado por un Gerente de Operaciones del FIDA y por un consultor de instituciones rurales. 48 ANEXO 2: FICHA POR ORGANIZACIÓN SEGÚN ACUERDO DE USO DE LA TIERRA COMPLETADO POR LAS UTM DE LAS 4 ZONAS DE TRABAJO DEL PREMODER __________________________________________________________________________ IDENTIFICACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN 1. Nombre de la organización 2. Ubicación (municipio, departamento y zona) 3. Tipo de organización 4. Principal actividad económica SITUACIÓN INICIAL 5. ¿En qué año inició el trabajo de PREMODER con la organización? 6. ¿Cuál era la situación legal de la tierra que se negoció? 7. ¿Cuál era la situación de las mujeres en cuanto al acceso a la tierra? 8. ¿Cuál era la composición de la organización? Membresía total: Hombres asociados: Mujeres asociadas: INTERVENCIÓN DEL PREMODER 9. ¿Cuántos acuerdos de uso ha logrado la organización? 10. ¿Cuál fue el tipo (o los tipos) de acuerdo de uso de la tierra que se logró negociar? ¿por cuánto tiempo tendrá vigencia? ¿bajo qué condiciones (derechos y deberes de las partes)? 11. ¿Fue una negociación exclusiva para las mujeres, para un grupo mixto o para la organización en su conjunto? 12. Cuando realizaron el proceso de negociación, ¿Cuál era la composición de género de la organización? Membresía total: Hombres asociados: Mujeres asociados: 13. ¿Cuál era la composición de género de la estructura de toma de decisiones? (Indicar sexo, no nombre) Presidencia: Tesorería: Gerencia Local: 14. ¿Cuáles eran las condiciones de vida de las mujeres asociadas? 15. ¿Cuál era el perfil de las mujeres asociadas? CARACTERÍSTICAS EDAD 16-25 26-35 36-45 46-55 56-65 66 y más ESTADO CIVIL Soltera sin hijos Soltera con hijos Con pareja en el país Con pareja fuera del país CANTIDAD DE MUJERES 16. Describa el proceso de negociación de la tierra, indicando ¿con quién se negoció? ¿cuánto tiempo duró la negociación? ¿cuál fue el principal incentivo para que la instancia con quienes negociaron aceptara llegar a un acuerdo? 49 17. ¿Se trata de un acuerdo contemplado en la legislación del país (o es una idea nueva aportada por el PREMODER)? 18. ¿Quiénes participaron en el proceso de negociación? 19. ¿Cuál fue el aporte de la gente de la organización? 20. ¿A quiénes no se involucró? ¿quiénes son? ¿por qué no fueron incluidos? 21. ¿Cuáles fueron los principales obstáculos que enfrentaron en el proceso de negociación? ¿Cómo fueron superados? 22. ¿Cuáles fueron las condiciones favorables para alcanzar el acuerdo? 23. ¿Qué recursos humanos, financieros, técnicos, sociales, institucionales y políticos se utilizaron en la negociación? 24. ¿Cuál fue el papel de PREMODER durante la negociación? SITUACIÓN ACTUAL EN 2010 25. ¿Cuál es la situación legal de la tierra negociada? 26. ¿Qué grado de sostenibilidad en el tiempo tiene el acuerdo de uso negociado en el mediano y largo plazo, más allá de la duración del PREMODER? 27. ¿A qué se destina la tierra a la que la organización ha tenido acceso con cada uno de los acuerdos de uso? 28. ¿Quiénes tienen acceso a la tierra negociada? (Indicar la cantidad de mujeres y hombres para la tierra según uso y según tipo de acuerdo) 29. ¿Cuál es la situación actual de las mujeres en cuanto al acceso a la tierra? ¿Cuentan con un título de propiedad? 30. ¿Cuál es la composición de género de la organización? Membresía total: Hombres asociados: Mujeres asociados: 31. ¿Cuál es la composición de género de la estructura de toma de decisiones? (Indicar sexo, no nombre) Presidencia: Tesorería: Gerencia Local: 32. ¿Cuáles son las condiciones de vida de las mujeres asociadas? 33. ¿Cuál ha sido el impacto del acceso a la tierra para las personas asociadas? (Contrastar el impacto económico, social y político en los hombres y en las mujeres) 34. Específicamente, ¿cuál ha sido el impacto en términos del empoderamiento de las mujeres? ¿Qué han logrado al tener acceso a la tierra? ¿En qué les ha cambiado la vida? 35. ¿Cuál es el perfil de las mujeres asociadas? CARACTERÍSTICAS CANTIDAD DE MUJERES EDAD 16-25 26-35 36-45 46-55 56-65 66 y más ESTADO CIVIL Soltera sin hijos Soltera con hijos Con pareja en el país Con pareja fuera del país 36. ¿Hay algunas mujeres entre las asociadas iniciales que quedaron fuera del acuerdo de uso de tierra? ¿por qué? ¿cuál es su perfil (condiciones de vida, edad, estado civil)? BALANCE 37. ¿Qué recursos humanos, financieros, técnicos, sociales, institucionales y políticos se deben utilizar en la negociación para que sea exitosa? 38. ¿Cómo garantizar la sostenibilidad de los acuerdos? 50 39. Si pudiera retroceder el tiempo y volver a iniciar la negociación, ¿Qué cosas haría igual? 40. ¿Qué cosas haría diferente? 41. ¿Qué recomendaciones haría al FIDA? 51 ANEXO 3: ESTADÍSTICA DE PERSONAS PARTICIPANTES EN LOS 4 TALLERES DE CONSULTA REALIZADOS ENTRE EL 23 Y EL 30 DE ENERO DE 2010 __________________________________________________________________________ FECHA 23.01. 2010 26.01. 2010 TIPO DE ACTIVIDAD Taller con organizaciones de la Zona IV Taller con organizaciones de la Zona I TOTAL 18 31 MUJERES 8 15 HOMBRES 10 16 ORGANIZACIONES 28.01. 2010 Taller con organizaciones de la Zona II 16 9 7 30.01. 2010 Taller con organizaciones de la Zona III 31 17 14 96 49 47 TOTAL ACOPROCSEMLG DESHIDRATADO GUARJILA SAN ANTONIO LOS RANCHOS ADELUES ADESCOSIL ADESCO EL PORVENIR ZARAHEMLA AGEMAR ACPETAMAR ASDEAS ACOARMENIA AAHASAM de R.L ACPA FRUNAN de R.L ADESCO 4 ESTRELLAS COOPERATIVA MORRO GRANDE APILCUTORES DE CARA SUCIA COOPERATIVA LA ALTERNATIVA ACOOPALS de R.L ACOMUSA ADESCOSAM AGROPUX de R.L APRAICOA LAS CRISTALINAS ADCIMUS ACPRODCA TALTAPANCA ADESCONTAL ADESCO AGRISAL ADESCO CHILCUYO COOPERATIVA 12 ROBLES BOCAPOZA IZCANAL ADESCO ASUCHIO ADESCO ADECOAB EL COYOLAR ADESCO FLOR AMARILLA ADEMGUAPE AMC SAN MATIAS de R.L ACOPAT ACPA GILBOA LAS BARREÑITAS AGROSEC COOPERATIVA SAN JOSE 44 organizaciones 52 ANEXO 4: LISTADO DE PERSONAS PARTICIPANTES EN LOS 4 TALLERES DE CONSULTA REALIZADOS (POR ORDEN ALFABÉTICO) __________________________________________________________________________ Adelaida Castro (Taller Zona II, ADCIMUS, Tacuba, Zona II) Ana Elba Vásquez (Taller Zona III, ADECOAB, La Libertad, Zona III) Ana Gloria López (Taller Zona III, IZCANAL, La Libertad, Zona III) Ana María Rivera (Taller Zona I, ACOMUSA, Armenia, Zona I) Ana María Velásquez (Taller Zona I, ADESCOSAM, Acajutla, Zona I) Ana Yaneth Hurtado (Taller Zona I, AGEMAR, Armenia, Zona I) Ángel Serrano (Taller Zona IV, DESHIDRATADOS GUARJILA, Chalatenango, Zona IV) Ángela Martínez (Taller Zona I, ACOARMENIA, Armenia, Zona I) Antonia Nájera Sánchez (Taller Zona III, LAS BAREÑITAS, Jujutla, Zona I) Benedicto Castro Romero (Taller Zona IV, SAN ANTONIO LOS RANCHOS, San Antonio Los Ranchos, Zona IV) Bernarda Gutiérrez (Taller Zona I, ACOARMENIA, Armenia, Zona I) Bertha Elizabeth Pérez (Taller Zona IV, ACOPROCSEM, San Rafael, Zona IV) Bertha Lidia Hernández (Taller Zona III, ACOPAT, Sacacoyo, Zona III) Blanca Orellana (Taller Zona I, ZARAHEMLA de R.L, San Antonio del Monte, Zona I) Candelaria Gómez (Taller Zona I, ASDEAS, San Julián, Zona I) Carlos Amílcar Luna (Taller Zona III, AZUCHIO, Zaragoza, Zona III) Carlos Hércules (Taller Zona IV, ADESCOSIL, San Isidro L., Zona IV) Carlos Yubini Guardado (Taller Zona IV, ACOPROCSEM, San Rafael, Zona IV) Cecibel Beltrán (Taller Zona III, BOCA POZA, La Libertad, Zona III) César Antonio López (Taller Zona I, COOPERATIVA ¿?, Caluco, Zona I) Claudia Verónica Dávila (Taller Zona II, ADESCO AGRISAL, San Lorenzo, Zona II) Concepción Sibrián (Taller Zona I, ASDEAS, San Julián, Zona I) Cristino Hernández (Taller Zona I, AAHSAM de R.L, San Antonio del Monte, Zona I) Dinora del Carmen Ulloa (Taller Zona III, ADECOAB, La Libertad, Zona III) Dora Alicia García (Taller Zona III, ACPA GILBOA, Tamanique, Zona III) Elba Yanira García (Taller Zona I, ACOMUSA, Armenia, Zona I) Evelio Cardona Orellana (Taller Zona IV, EL PORVENIR, Nueva Trinidad, Zona IV) Francisco Adalberto Zamorano (Taller Zona II, APRODCA, Ataco, Zona II) Francisco Javier León (Taller Zona I, ACOOPALS de R.L, Ishuatán, Zona I) Gilma Lorena Molina (Taller Zona II, ADCIMUS, Tacuba, Zona II) Guillermo Alfaro (Taller Zona III, ACOPAT, Sacacoyo, Zona III) Inés Espinoza López (Taller Zona III, SAN JOSE de R.L, Talnique, Zona III) Iris Yaneth Silva (Taller Zona II, ADESCO AGRISAL, San Lorenzo, Zona II) Isidro Orellana Córdova (Taller Zona IV, EL PORVENIR, Nueva Trinidad, Zona IV) Jesús Ayala Dubón (Taller Zona IV, SAN ANTONIO LOS RANCHOS, San Antonio Los Ranchos , Zona IV) José Antonio Bonilla (Taller Zona III, FLOR AMARIllA, Ciudad Arce, Zona III) José Antonio Domínguez (Taller Zona III, AGROSEC, Ciudad Arce, Zona III) José Ernesto Castillo (Taller Zona III, ACPA GILBOA, Tamanique, Zona III) José Lorenzo Cruz (Taller Zona I, APICULTORES CARA SUCIA, San Francisco Menéndez, Zona I) José Miguel González (Taller Zona I, COOPERATIVA MORRO GRANDE, Guaymango, Zona I) José Valeriano Bonilla (Taller Zona III, EL COYOLAR, La Libertad, Zona III) Juan Ascencio (Taller Zona II, ADESCO AGRISAL, San Lorenzo, Zona II) Juan Carlos González (Taller Zona I, ACPETAMAR, Acajutla, Zona I) Julia Elena Zepeda (Taller Zona III, SAN MATIAS de R.L, San Matías, Zona III) Leonardo Regalado (Taller Zona I, ASDEAS, San Julián, Zona I) Leonidas Landaverde (Taller Zona I, APRAICOA, Acajutla, Zona I) Manuel de Jesús N. (Taller Zona I, AAHSAM de R.L, San Antonio del Monte, Zona I) 53 Marcelina García (Taller Zona I, COOPERATIVA LA ALTERNATIVA, Acajutla, Zona I) Marcelino Orellana (Taller Zona IV, EL PORVENIR, Nueva Trinidad, Zona IV) Marco Antonio Rodríguez (Taller Zona II, 12 ROBLES, Santa Ana, Zona II) María Blanca Dinora Hernández (Taller Zona IV, ADESCOSIL, San Isidro L., Zona IV) María del Carmen Martínez (Taller Zona III, BOCA POZA, La Libertad, Zona III) María Deysi Pineda (Taller Zona III, ADEMGUAPE, San Pablo Tacachico, Zona III) María Dina García (Taller Zona IV, SAN ANTONIO LOS RANCHOS, San Antonio Los Ranchos , Zona IV) María Elena Pineda (Taller Zona I, COOPERATIVA LA ALTERNATIVA, Acajutla, Zona I) María Enma Calderón (Taller Zona II, LAS CRISTALINAS, Candelaria de la Frontera, Zona II) María Julia Portillo (Taller Zona III, ADEMGUAPE, San Pablo Tacachico, Zona III) María Miriam Hernández (Taller Zona IV, ADESCOSIL, San Isidro L., Zona IV) Maribel Moya (Taller Zona III, AZUCHIO, Zaragoza, Zona III) Maritza Bellini Guardado (Taller Zona IV, ACOPROCSEM, San Rafael, Zona IV) Martín Recinos (Taller Zona II, ADESCO CHILCUYO, Texistepeque, Zona II) Miguel Ángel Bonilla (Taller Zona III, FLOR AMARIllA, Ciudad Arce, Zona III) Miguel Ángel Durán (Taller Zona III, IZCANAL, La Libertad, Zona III) Miriam Raquel Carreño (Taller Zona II, APRODCA, Ataco, Zona II) Mirna Roxana Escamilla (Taller Zona III, AMC, Comasagua, Zona III) Narcisa Reyes de Zabala (Taller Zona III, IZCANAL, La Libertad, Zona III) Nazario Morales (Taller Zona I, AAHSAM de R.L, San Antonio del Monte, Zona I) Obdulio López Menjivar (Taller Zona IV, ADELUES, Arcatao, Zona IV) Olga Beatriz Recinos (Taller Zona II, ADESCO CHILCUYO, Texistepeque, Zona II) Oscar Armando Sierra (Taller Zona II, 12 ROBLES, Santa Ana, Zona II) Oscar Mauricio Centeno (Taller Zona III, BOCA POZA, La Libertad, Zona III) Ovidio Ordoñez Vásquez (Taller Zona I, AGROPUX de R.L, San Pedro Puxtla, Zona I) Paula Isabel Ruano (Taller Zona I, ACPA FRUNAN de R.L, Sonsonate, Zona I) Perfecto Amadeo Escobar (Taller Zona III, FLOR AMARIllA, Ciudad Arce, Zona III) Rafael Antonio Jiménez (Taller Zona II, ADESCONTAL, Apaneca, Zona II) Rafael Antonio N. (Taller Zona I, ACOMUSA de R.L, Armenia, Zona I) Ramón Ardón García (Taller Zona I, ACOOPALS de R.L, Ishuatán, Zona I) Raymundo Sigüenza (Taller Zona II, ADESCO CHILCUYO, Texistepeque, Zona II) Reyna Antonia García (Taller Zona I, ACPA FRUNAN de R.L, Sonsonate, Zona I) Rubén Antonio Escalante (Taller Zona I, COOPERATIVA ¿?, Caluco, Zona I) Rubia Esperanza Guardado (Taller Zona IV, DESHIDRATADOS GUARJILA, Chalatenango , Zona IV) Rufino Rubio Donado (Taller Zona III, AGROSEC, Ciudad Arce, Zona III) Ruth Magdalena Jiménez (Taller Zona II, LAS CRISTALINAS, Candelaria de la Frontera, Zona II) Santos Isabel Gómez (Taller Zona I, AGEMAR, Armenia, Zona I) Santos Marcos Portillo (Taller Zona III, EL COYOLAR, La Libertad, Zona III) Saúl Humberto Meléndez (Taller Zona III, BOCA POZA, La Libertad, Zona III) Silvia Aída Guardado (Taller Zona IV, ACOPROCSEM, San Rafael, Zona IV) Sonia Elizabeth García (Taller Zona I, COOPERATIVA LA ALTERNATIVA, Acajutla, Zona I) Sonia Ramírez Rodríguez (Taller Zona III, AZUCHIO, Zaragoza, Zona III) Teodolinda Zetino (Taller Zona II, TALTAPANCA, Apaneca, Zona II) Teresa de Jesús Córdova (Taller Zona IV, EL PORVENIR, Nueva Trinidad, Zona IV) Victoria Milagro Bonilla (Taller Zona III, SAN MATIAS de R.L, San Matías, Zona III) Wilber Noel Chávez (Taller Zona IV, SAN ANTONIO LOS RANCHOS, San Antonio Los Ranchos , Zona IV) Wilfredo Arriaga (Taller Zona I, APRAICOA, Acajutla, Zona I) Yessenia Espinoza (Taller Zona I, ADESCO 4 ESTRELLAS, Sonsonate, Zona I) Zoila Arely Henríquez (Taller Zona III, LAS BARREÑITAS, Jujutla, Zona I) 54 ANEXO 5: LISTADO DE LIDEREZAS ENTREVISTADAS (POR ORDEN ALFABÉTICO) __________________________________________________________________________ NOMBRE EDAD Ana Gloria López de Umaña Candelaria Gómez Carmen de Esquivel Claudia Verónica Dávila Guerra Dinora Hernández María Miriam Hernández Elba Yanira Garcia Gilma Lorena Molina Julia Elena Zepeda 48 años ORGANIZACIÓN IZCANAL TIPO DE ACUERDO DE USO DE TIERRA Permiso de los socios FECHA 30-01-2010 36 años ASDEAS Arrendamiento 26-01-2010 44 años ZARAHEMLA de R.L 26-01-2010 29 años ADESCOAGRISAL Comodato con la Alcaldía Comodato con la Alcaldía 22 años ADESCOSIL 23-01-2010 32 años ADESCOSIL 41 años ACOMUSA 32 años 56 años ADESCOINTEGRAL DE MUJERES SOLIDARIAS San Matías de R.L Compra colectiva mediante crédito Compra colectiva mediante crédito Compra con ONG Comodato 30-01-2010 María Enma Calderón 49 años Las Cristalinas Ruth Magdalena Jiménez María Dina García Franco María Julia Portillo Maribel Moya 33 años Las Cristalinas 46 años San Antonio Los Ranchos 48 años ADEMGUAPE Compra mediante crédito usurero Préstamo de personas propietarias Préstamo de personas propietarias Permiso de ADESCO Comodato 52 años ADESCO AZUCHIO 30-01-2010 Olga Beatriz Recinos de Barrera Reyna Antonia García Silvia Aida Guardado meza Zoila Arely Enríquez 32 años ADESCO CHILCUYO Permiso de ADESCO Arrendamiento 21 años Cooperativa El Nance 26-01-2010 50 años ACOPROCCENLG Compra con fondos propios Comodato con mujeres socias 44 años Las Barreñitas Compra mediante crédito 30-01-2010 28-01-2010 23-01-2010 26-01-2010 28-01-2010 28-01-2010 28-01-2010 23-01-2010 30-01-2010 28-01-2010 23-01-2010 55 ANEXO 6: CUESTIONARIO DE PREGUNTAS SEMI-ESTRUCTURADAS PARA LA ENTREVISTA A LIDEREZAS __________________________________________________________________________ IDENTIFICACIÓN NOMBRE EDAD ESTADO CIVIL Soltera sin hijas/os Soltera con hijas/os Con pareja en el país Con pareja fuera del país ORGANIZACIÓN MUNICIPIO DEPARTAMENTO TIPO DE ACUERDO DE USO DE LA TIERRA FECHA JUSTIFICACIÓN DE LOS PROCESOS DE FACILITACIÓN 1. ¿De qué manera estaba considerado el acceso de las organizaciones/ las mujeres a la tierra en el Proyecto original? ¿o no estaba considerado del todo? 2. ¿Cómo surgió la idea de facilitar estos procesos para lograr establecer acuerdos de uso de la tierra entre los grupos de mujeres y los dueños de tierra? TIPOS DE ACUERDOS 3. ¿Qué tipos de acuerdos de uso de la tierra han logrado en su organización/ la Zona? - ¿Con quién se han hechos los acuerdos? - ¿Qué tipos de acuerdos se han hecho? - ¿Bajo qué condiciones (de tiempo, de pago, etc.)? - ¿Qué cantidad total de acuerdos hechos en cada organización? - ¿Qué cantidad de mujeres y hombres para cada tipo de acuerdo? - ¿Qué tipo de tierra? ¿Se trata únicamente de tierras agrícolas? ¿Todas las tierras arrendadas son propiedad privada? 4. ¿Qué tipos de acuerdos son más sostenibles al medio y largo plazo? 5. ¿Están estos acuerdos incluidos en la legislación del país? ¿Es una idea nueva aportada por el proyecto? PROCESO DE FACILITACIÓN Y ROL DE ACTORES INVOLUCRADOS ¿Cómo se desarrolló el proceso de facilitación seguido (según la especificidad de cada tipo de acuerdos de uso)? 6. ¿Cuánto tiempo duró el proceso? 7. ¿Con quién negociaron? ¿Cuáles fueron los incentivos de las instancias con las que negociaron para llegar a un acuerdo? 8. ¿A quiénes se involucró (a nivel del proyecto, del gobierno, de otras instituciones, de la comunidad y de las personas de los grupos meta? 9. ¿Cuál es el perfil de las mujeres (situación económica, estado civil, edad, etc.)? 10. ¿Cómo contribuyeron las personas de los grupos meta en este proceso de facilitación? 11. ¿Quiénes quedaron fuera? ¿A quiénes NO se involucró? ¿Quiénes son/ cuál es su perfil? ¿Por qué no fueron incluidos? OBSTÁCULOS Y CONDICIONES FAVORABLES 12. ¿Qué obstáculos se enfrentaron en el proceso de facilitación? 13. ¿Cómo fueron superados? 14. ¿Qué condiciones favorecieron la negociación? ROL Y RECURSOS DEL PREMODER (a nivel de proyecto y también para la sustentabilidad de este tipo de facilitación por parte del Proyecto en el campo? ¿) 56 15. ¿Qué hizo el PREMODER para apoyarlas/ los para lograr el o los acuerdos de uso de tierra (mediación, asesoría legal, etc.)? 16. ¿Cuáles son las tareas pendientes? 17. ¿Qué recursos humanos, financieros, técnicos, sociales, institucionales y políticos se utilizaron? 18. ¿Qué recursos humanos, financieros, técnicos, sociales, institucionales y políticos se necesitan para que el proceso de facilitación sea exitoso? 19. ¿Qué hace falta hacer para garantizar que los acuerdos logrados sean duraderos? ¿Qué sucederá cuando los proyectos terminen? RESULTADOS E IMPACTO 20. ¿Cuáles eran las condiciones de vida de las mujeres antes de tener acceso a tierra? 21. ¿Habían intentado antes tener acceso a tierra? ¿Con qué resultados? ¿Con qué obstáculos? 22. ¿Qué han logrado las mujeres al tener acceso a tierra? ¿En qué se han beneficiado? ¿Cómo les ha cambiado la vida? 23. ¿Cuál fue el impacto para las mujeres en términos de empoderamiento: a) la participación de como asociadas (empoderamiento personal), b) la participación en la producción (empoderamiento en la familia y la pareja), c) la participación en la toma de decisiones sobre la organización y el negocio (empoderamiento con y para las mujeres), y d) en términos económicos. 24. ¿En qué se diferencian estos logros de las mujeres, de la situación de los hombres (cuando tienen acceso a tierra)? LECCIONES APRENDIDAS Y RECOMENDACIONES 25. ¿Cuáles son las lecciones aprendidas por los principales actores involucrados? 26. Si pudiera retroceder el tiempo, ¿Qué cosas que haría igual? 27. ¿Qué cosas haría diferente? 28. ¿Qué recomendaciones haría a otras organizaciones? 29. ¿Qué recomendaciones haría al PREMODER/ al FIDA en sus proyectos futuros para fortalecer el derecho de las mujeres a la tierra? 57 ANEXO 7: LISTADO DE PERSONAS TOMADORAS DE DECISIONES SOBRE ACUERDOS DE USO DE TIERRA EN EL PREMODER Y EL PRODAP II QUE FUERON ENTREVISTADAS (POR ORDEN ALFABÉTICO) __________________________________________________________________________ NOMBRE CARGO INSTITUCIÓN REALIZACIÓN DE LA ENTREVISTA PERSONA FECHA ENTREVISTADORA Reina Moreira Baltazar Galdámez Francisco Escobar Manuel Ponce Norys Ramírez Reina Moreira Coordinadora de Género Alcalde Ex Director Director Ex Coordinadora de Género Coordinadora de Género PREMODER 12012010 Nidia Umaña Alcaldía Municipal de La Laguna, Chalatenango PRODAP II 04022010 05022010 Zandra Yaneth Guerrero (Técnica de Género de la Zona IV) Nidia Umaña PREMODER PRODAP II 01022010 26022010 Nidia Umaña Nidia Umaña PREMODER 26052010 Nidia Umaña 58 ANEXO 8: CUESTIONARIO DE PREGUNTAS SEMI-ESTRUCTURADAS PARA LA ENTREVISTA A PERSONAS TOMADORAS DE DECISIONES EN LOS PROGRAMAS FIDA __________________________________________________________________________ Objetivo: Analizar el proceso de facilitación que impulsaron el PREMODER y el PRODAP II, para la negociación de acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres, de manera que las lecciones aprendidas sirvan para otros proyectos del FIDA en fase de diseño e instrumentación. IDENTIFICACIÓN NOMBRE CARGO FECHA JUSTIFICACIÓN DE LOS PROCESOS DE FACILITACIÓN 1. ¿De qué manera estaba considerado el acceso de las organizaciones/ las mujeres a la tierra en el Proyecto original? ¿o no estaba considerado del todo? 2. ¿Cómo surgió la idea de facilitar estos procesos para lograr establecer acuerdos de uso de la tierra entre los grupos de mujeres y los dueños de tierra? TIPOS DE ACUERDOS 3. ¿Qué tipos de acuerdos de uso de la tierra han logrado en su organización/ la Zona? 4. ¿Qué tipos de acuerdos son más sostenibles al medio y largo plazo? 5. ¿Están estos acuerdos incluidos en la legislación del país? ¿Es una idea nueva aportada por el proyecto? PROCESO DE FACILITACIÓN Y ROL DE ACTORES INVOLUCRADOS 6. ¿Cómo se desarrolló el proceso de facilitación seguido (según la especificidad de cada tipo de acuerdos de uso)? 7. ¿Cuánto tiempo duró el proceso? 8. ¿Con quién negociaron? ¿Cuáles fueron los incentivos de las instancias con las que negociaron para llegar a un acuerdo? 9. ¿A quiénes se involucró (a nivel del proyecto, del gobierno, de otras instituciones, de la comunidad y de las personas de los grupos meta? 10. ¿Cuál es el perfil de las mujeres (situación económica, estado civil, edad, etc.)? 11. ¿Cómo contribuyeron las personas de los grupos meta en este proceso de facilitación? 12. ¿Quiénes quedaron fuera? ¿A quiénes NO se involucró? ¿Quiénes son/ cuál es su perfil? ¿Por qué no fueron incluidos? OBSTÁCULOS Y CONDICIONES FAVORABLES 13. ¿Qué obstáculos se enfrentaron en el proceso de facilitación? 14. ¿Cómo fueron superados? 15. ¿Qué condiciones favorecieron la negociación? ROL Y RECURSOS DEL PREMODER (a nivel de proyecto y también para la sustentabilidad de este tipo de facilitación por parte del Proyecto en el campo) 16. ¿Qué hizo el PREMODER para apoyarlas/ los para lograr el o los acuerdos de uso de tierra (mediación, asesoría legal, etc.)? 17. ¿Cuáles son las tareas pendientes? 18. ¿Qué recursos humanos, financieros, técnicos, sociales, institucionales y políticos se utilizaron? 19. ¿Qué recursos humanos, financieros, técnicos, sociales, institucionales y políticos se necesitan para que el proceso de facilitación sea exitoso? 59 20. ¿Qué hace falta hacer para garantizar que los acuerdos logrados sean duraderos? ¿Qué sucederá cuando los proyectos terminen? RESULTADOS E IMPACTO 21. ¿Cuáles eran las condiciones de vida de las mujeres antes de tener acceso a tierra? 22. ¿Habían intentado antes tener acceso a tierra? ¿Con qué resultados? ¿Con qué obstáculos? 23. ¿Qué han logrado las mujeres al tener acceso a tierra? ¿En qué se han beneficiado? ¿Cómo les ha cambiado la vida? 24. ¿Cuál fue el impacto para las mujeres en términos de empoderamiento: a. la participación de como asociadas (empoderamiento personal), b. la participación en la producción (empoderamiento en la familia y la pareja), c. la participación en la toma de decisiones sobre la organización y el negocio (empoderamiento con y para las mujeres), y d. en términos económicos. 25. ¿En qué se diferencian estos logros de las mujeres, de la situación de los hombres (cuando tienen acceso a tierra)? LECCIONES APRENDIDAS Y RECOMENDACIONES 26. ¿Cuáles son las lecciones aprendidas por los principales actores involucrados? 27. Si pudiera retroceder el tiempo, ¿Qué cosas que haría igual? 28. ¿Qué cosas haría diferente? 29. ¿Qué recomendaciones haría a otras organizaciones? 30. ¿Qué recomendaciones haría al PREMODER/ al FIDA en sus proyectos futuros para fortalecer el derecho de las mujeres a la tierra? 60 ANEXO 9: CUESTIONARIO DE PREGUNTAS SEMI-ESTRUCTURADAS PARA LA ENTREVISTA A ALCALDE/ ALCALDESA __________________________________________________________________________ Objetivo: Analizar el proceso de facilitación que impulsaron el PREMODER para la negociación de acuerdos de uso de la tierra por parte de las mujeres, de manera que las lecciones aprendidas sirvan para otros proyectos del FIDA en fase de diseño e instrumentación. IDENTIFICACIÓN NOMBRE CARGO MUNICIPIO DEPARTAMENTO TIPO DE ACUERDO DE USO DE LA TIERRA NOMBRE DE QUIEN REALIZÓ LA ENTREVISTA FECHA TIPOS DE ACUERDOS 3. ¿Qué tipos de acuerdos de uso de la tierra han logrado en su organización/ la Zona? PROCESO DE FACILITACIÓN Y ROL DE ACTORES INVOLUCRADOS 6. ¿Cómo se desarrolló el proceso de facilitación seguido (según la especificidad de cada tipo de acuerdos de uso)? ¿Qué se hizo como parte del proceso de facilitación seguido para la negociación de acuerdos de uso de la tierra (según la especificidad de cada tipo de acuerdos de uso en cada Zona)? 7. ¿Cuánto tiempo duró el proceso? 8. ¿Con quién negociaron? ¿Cuáles fueron los incentivos de las instancias con las que negociaron para llegar a un acuerdo? 9. ¿A quiénes se involucró (a nivel del proyecto, del gobierno, de otras instituciones, de la comunidad y de las personas de los grupos meta)? ¿Quiénes participaron en la negociación? 9A. ¿Cuál fue su participación como Alcaldesa/ Alcalde? 9B. ¿Cuál fue su motivación para participar? ¿Incentivos? ¿Por qué? OBSTÁCULOS 13. ¿Qué obstáculos se enfrentaron en el proceso de negociación? 14. ¿Cómo fueron superados? 15. ¿Qué condiciones favorecieron la negociación? 16. ¿Qué hizo el PREMODER para apoyar a las mujeres de las organizaciones para negociar y lograr el o los acuerdos de uso de tierra (mediación, asesoría legal, etc.)? ¿Cuáles fueron las estrategias de facilitación –en especial énfasis en las acciones afirmativas para las mujeres-- del PREMODER que resultaron acertadas y exitosas (o no), para impulsar el proceso de empoderamiento de las mujeres para la negociación de acuerdos de uso de la tierra? 61 RESULTADOS E IMPACTO 21. ¿Cuáles eran las condiciones de vida de las mujeres antes de tener acceso a tierra? 24. ¿Qué han logrado las mujeres al tener acceso a tierra? ¿En qué se han beneficiado? ¿Cómo les ha cambiado la vida? 25. ¿Cuál fue el impacto para las mujeres en términos de empoderamiento?: a. la participación de como asociadas (empoderamiento personal), b. la participación en la producción (empoderamiento en la familia y la pareja), c. la participación en la toma de decisiones sobre la organización y el negocio (empoderamiento con y para las mujeres), y d. en términos económicos. 26. ¿En qué se diferencian estos logros de las mujeres, de la situación de los hombres (cuando tienen acceso a tierra)? RECURSOS UTILIZADOS, RECURSOS NECESARIOS PARA EL ÉXITO EN EL FUTURO Y LECCIONES APRENDIDAS 27. ¿Cuáles son las lecciones aprendidas del proceso? 28. Si pudiera retroceder el tiempo y volver a empezar con la negociación del acuerdo de uso de la tierra, ¿Qué cosas haría igual? 29. ¿Qué cosas haría diferente? 30. ¿Qué recomendaciones que haría a otras organizaciones de productoras y productores y Alcaldías en su negociación de acuerdos de uso de tierra, para fortalecer el derecho de las mujeres a la tierra y contribuir a su empoderamiento? 31. ¿Qué recomendaciones haría al PREMODER/ al FIDA en sus proyectos futuros para fortalecer el derecho de las mujeres a la tierra? 62