Comentario de Texto A: : «De hecho, el valor de la filosofía debe ser buscado en una, larga medida en su real incertidumbre. El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón. Para este hombre el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio; los objetos habituales no le suscitan problema alguno, y las posibilidades no familiares son desdeñosamente rechazadas. Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos, por el contrario, como hemos visto en nuestros primeros capítulos, que aun los objetos más ordinarios conducen a problemas a los cuales sólo podemos dar respuestas muy incompletas. La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre. Así, el disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado nuestro conocimiento de lo que pueden ser; rechaza el dogmatismo algo arrogante de los que no se han introducido jamás en la región de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración, presentando los objetos familiares en un aspecto no familiar. […] Para resumir nuestro análisis sobre el valor de la filosofía: la filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero, ante todo, porque por la grandeza del Universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande, y llega a ser capaz de la unión con el Universo que constituye su supremo bien.» Bertrand Russell, Los problemas de la filosofía. El valor de la filosofía. 1. ¿Qué quiere decir el autor del texto? 2. Relaciona lo que el autor expone en el texto con el nacimiento de la Filosofía en Grecia. 3. ¿Qué beneficios reporta la Filosofía según el autor y en qué consiste la Filosofía según el autor? ¿En qué frases del texto se pueden encontrar esos beneficios de los que habla el autor? 4. Opinión personal. ¿Crees que la Filosofía aporta algún beneficio a la sociedad? ¿Se puede vivir sin Filosofía? Comentario de texto B: “Lo que en un comienzo lanzó a los hombres a la reflexión filosófica fue la admiración; al principio, admirados por los fenómenos más comunes; luego, avanzando poco a poco y planteándose problemas mayores intentaron explicarse los cambios de la Luna y los relativos al Sol y a las estrellas, finalmente a la formación del universo. Pero el que se plantea un problema o se admira, reconoce su ignorancia. Por lo tanto, si filosofaron para huir de la ignorancia, está claro que buscaban el saber en vista del conocimiento y no por alguna utilidad. Un hecho lo prueba: esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían casi todas las técnicas que estaban relacionadas con las necesidades, el bienestar o el placer. Es, pues, evidente, que no la buscamos por ninguna otra utilidad, sino que la consideramos la única ciencia libre, pues solo la estudiamos por ella misma. Así pues, todas las ciencias son más necesarias que ésta; pero mejor, ninguna.” Aristóteles, Metafísica 1. ¿Qué características tiene el saber filosófico según Aristóteles? 2. ¿Qué característica de la Filosofía resalta el autor? ¿Qué razones da para ello? ¿Estás de acuerdo? 3. Explica (con algún ejemplo) la última frase del fragmento. 4. Opinión personal. ¿Crees que la Filosofía es realmente mejor que las ciencias? Comentario de texto C:“Pero advertí luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esa verdad : “yo pienso, luego soy”, era tan firme que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando. Examiné después, atentamente lo que yo era, y viendo que podía fingir que no tenía cuerpo alguno y que no había mundo ni lugar alguno en que yo me encontrase, pero no podía fingir por ello que no fuese, sino al contrario, por lo mismo que pensaba en dudar de la verdad de las cosas, se seguía muy cierta y evidentemente que yo era, mientras que con solo dejar de pensar, aunque todo lo demás que hubiese imaginado fuese verdad, no tenía ya razón alguna para creer que yo era, mientras que, aunque todo lo demás que hubiese imaginado fuese verdad, no tenía razón alguna para creer que yo era, conocí por ello que yo era una sustancia cuya esencia y naturaleza toda es pensar, y que no necesita, para ser, de lugar alguno, ni depende de cosa alguna material; de suerte que este yo, es decir, el alma por la cual yo sé lo que soy, es enteramente distinta del cuerpo y hasta más fácil de conocer que éste, y, aunque el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser en cuanto es. Después de esto, consideré, en general, lo que se requiere en una proposición para que sea verdadera y cierta, pues ya que acababa de hallar una que sabía que lo era, pensé que debía saber también en que consiste esta certeza. Y habiendo notado que la proposición “yo pienso, luego soy”, no hay nada que me asegure que digo verdad, sino que veo muy claramente que para pensar es preciso ser, juzgué que podía admitir esa regla general : que las cosas que concebimos muy clara y distintamente son todas verdaderas, pero que solo hay alguna dificultad en notar cuáles son las que concebimos distintamente” Descartes. Discurso del método 1. ¿Por qué para Descartes el “yo pienso, luego soy”, es una afirmación “tan firme que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla”, y la afirmación de que “tengo un cuerpo” no posee esas características? 2. Según el texto ¿que dice ser Descartes en el texto? ¿Por qué es más fácil conocer según el autor el alma que el cuerpo? 3. Descartes es racionalista o empirista, ¿por qué?, justifica tu respuesta con lo expuesto en el texto y di algún ejemplo donde se observe su racionalismo o su empirismo. 4. Opinión personal. ¿Crees que es un buen argumento el que expone el autor para llegar a la certeza de que es un ser pensante y que existe? ¿Por qué?.