ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA PROYECTO DE LEY REFORMA DEL INCISO 1), DEL ARTÍCULO 42 DE LA LEY N.º 7762: LEY GENERAL DE CONCESIÓN DE OBRAS PÚBLICAS CON SERVICIOS PÚBLICOS BIENVENIDO VENEGAS PORRAS DIPUTADO EXPEDIENTE N.º 17.604 DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS PROYECTO DE LEY REFORMA DEL INCISO 1), DEL ARTÍCULO 42 DE LA LEY N.º 7762: LEY GENERAL DE CONCESIÓN DE OBRAS PÚBLICAS CON SERVICIOS PÚBLICOS Expediente N.º 17.604 ASAMBLEA LEGISLATIVA: A largo de los años se han venido ejecutando acciones en procura del fortalecimiento del sistema municipal, sin embargo, todavía falta mucho camino por recorrer en materia de fortalecimiento de los gobiernos locales. Por esa razón, se propone poner en discusión una idea tendente a habilitar para los gobiernos locales, una fuente de recursos financieros. No obstante, tal y como se explicará más adelante, por la naturaleza de la fuente de ingresos que se pretende habilitar, más que generar ingresos “frescos” para destinarlos al financiamiento de los proyectos municipales, lo que en el fondo se estaría haciendo, es, corrigiendo una injusticia que se comete contra los ayuntamientos a la hora de aplicarse el artículo 42 de la Ley General de Concesión de Obras Públicas, en el punto relacionado con los pagos que los concesionarios hagan a favor de la administración concedente producto del cobro de un canon por la explotación de la concesión, así como de otros ingresos que se reciban. Respecto a la administración del canon, de la ley se desprende que cuando por la naturaleza de la concesión, la administración concedente sea el Consejo Nacional de Concesiones y no las empresas públicas o el sector descentralizado territorial e institucional, el producto del canon le queda a la primera institución, o sea, al Consejo. Y es aquí donde se comete una injusticia contra las municipalidades, pues la disposición tal y como está redactada, desconoce, para efectos de la administración o distribución del canon, que las actividades de los concesionarios puedan ejecutarse en una o varias jurisdicciones municipales. Lo dicho anteriormente es más evidente cuando lo que se concesiona es una carretera como la de San José-Caldera, la cual ocupa territorios del cantón Central de San José (5.8 km), Escazú (2.4 km), Santa Ana (8.1 km), cantón Central de Alajuela (15.1 km), Atenas (19 km), Orotina (21.3 km) y Esparza (5.2 km). Según la ley en comentario, el cobro del canon es facultativo, por eso, en el caso de la carretera San José-Caldera dicho cobro no fue contemplado. Ahora, en los casos que si se contemple un canon por la explotación de un negocio en el que la administración concedente sea un organismo distinto a las municipalidades, estas no tienen derecho a recibir ningún beneficio económico directo por la cesión ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -2- EXP. N.º 17.604 de sus territorios o por la afectación de sus recursos para que se desarrolle el negocio. Ahora, es posible que la idea de hacer partícipe a las municipalidades de la distribución de los ingresos que genere la concesión, sea rechazada bajo el argumento de que las actividades por ejecutar no son negocios para el Estado o que el Estado debe emplear dichos recursos en la atención de obligaciones relacionadas con la actividad concesionada. Contra este tipo de argumentación habría que decir que dichos alegatos se invalidan al comprobarse que la actividad si es un negocio muy rentable para el concesionario, y si eso es así, ¿entonces por qué no compartir las ganancias con las municipalidades? Además, sea o no un negocio, ¿por qué la administración concedente (cuando no es una municipalidad) si puede quedarse con un porcentaje de las ganancias o con el total del canon de explotación y el gobierno local que aporta su territorio, recursos naturales, e inclusive tener que asumir algunas consecuencias negativas generadas por la explotación, no tiene derecho a ser coparticipe de los beneficios directos e inmediatos del negocio? Ahora, también podría argumentarse en contra el reparto de ingresos, aduciéndose que los beneficios que una comunidad recibirá producto de la concesión, serían mucho mayores que los que podría recibir producto de los cánones o de las coparticipaciones, a lo cual habría que señalar que eso podría ser parcialmente cierto, pero no en todos los casos. Así por ejemplo, cuando se construye una nueva carretera bajo el modelo de concesión, mucho del tránsito vehicular y de personas se traslada a la nueva carretera, eliminando o reduciendo la actividad comercial en la antigua ruta. Asimismo, para incentivar el comercio en las zonas aledañas a la nueva carretera hay que construir rutas que comuniquen con la nueva, y eso lo tendrán que hacer las municipalidades con sus propios recursos. Un ejemplo en el que queda claro lo dicho anteriormente, es precisamente en la concesión de la carretera San José-Caldera. El inicio del cobro de un elevado peaje hizo que muchos usuarios optaran por utilizar rutas cantonales alternas (aunque más incomodas, son gratuitas), situación que provoca grandes congestionamientos en dichas rutas, obligando a las municipalidades a invertir en su mantenimiento y lo que es peor, es que las rutas son utilizadas mayoritariamente por conductores de otros cantones, sin ser rutas nacionales. Este es el caso de un tramo de camino de unos dos kilómetros de largo, que está ubicado entre el centro el distrito de Coyolar de Orotina (antigua estación del tren) y el poblado del El Pozón (también en Coyolar). En este caso, los conductores provenientes de los cantones y distritos de Quepos, Parrita, Jacó, Tárcoles y de los poblados de Herradura, Lagunillas, Santa Rita, Tivives y Bajamar, deben pagar ¢480,00 por utilizar un tramo de unos 500 metros de la nueva carretera. Si no quieren hacerlo tienen dos opciones: abandonar la carrera DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -3- EXP. N.º 17.604 costanera unos 8 kilómetros antes del peaje (a la altura de San Jerónimo, otro poblado de Coyolar) y transitar por una antigua calle de lastre en mal estado; la otra opción es abandonar la costanera a unos 300 metros del peaje y conducir 2 kilómetros por un antiguo camino vecinal habilitado para el tránsito de carretas y bestias. Como consecuencia de la concesión, del cobro de un peaje muy caro y de la falta de previsión por parte del Estado, la municipalidad de Orotina tuvo que soportar la presión de los quejosos y lo peor de todo, es que los afectados no eran mayoritariamente orotinenses, sino, vecinos de Quepos, Parrita y Jacó. Ciertamente el MOPT le extendió la mano a ese ayuntamiento, pero con seguridad, será esa municipalidad la que en el futuro tenga que batallar con esa situación, porque según la ley, el producto de los peajes solo puede invertirse en la ruta que les da origen, es decir, que el Consejo Nacional de Concesiones no podría hacerle transferencias a la municipalidad de Orotina para que repare las rutas alternas mencionadas. Asimismo, es muy probable que la municipalidad de Orotina tenga que rehabilitar caminos vecinales que habían pasado a un segundo plano, como el que comunica con el distrito de la Ceiba y con poblados de Esparza y Tárcoles, como Cambalache, Jesús María, Tivives, Bajamar y Guacalillo. La misma historia podría repetirse en la municipalidad de Escazú y de Santa Ana para poder atender a los conductores del cantón de Mora y Puriscal, quienes decidan emplear rutas alternas para evitar el pago del peaje. Y en el futuro, en otros cantones, con otras concesiones de carreteras. Por todo lo antes señalado, es que las municipalidades también merecen que la administración concedente les entregue un porcentaje de los ingresos que reciba por concepto de la coparticipación. En el caso del contrato firmado con la empresa Autopistas del Sol por la concesión de la carretera San José-Caldera, según los punto 3.7.1, 3.7.6 y 3.13 el Estado tiene derecho a recibir ingresos por concepto de coparticipación en los ingresos por el peaje y, en el punto 3.18.1 también se abre otra fuente de ingresos para la administración concedente, pues el Concesionario entregará mensualmente a la administración concedente, un 6% de los ingresos por otros servicios percibidos por cualquier actividad que le produzca ingresos adicionales a los percibidos por peaje. Esto incluye los ingresos percibidos por la explotación de las áreas comerciales desarrolladas en las zonas de descanso. Como se ve, las posibilidades de obtener ingresos producto de una concesión no son nada despreciables, razón por lo cual, lo justo sería que esos ingresos sean compartidos con quienes también tendrán que sufrir las consecuencias negativas de dicho negocio. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -4- EXP. N.º 17.604 Por todo lo antes dicho y con el fin de hacerle justicia a las municipalidades en que se ejecuten proyectos bajo la modalidad de concesión, se propone que se reforme el inciso 1), del artículo 42 de la Ley N.º 7762: Ley General de Concesión de Obras Públicas con Servicios Públicos, para permitir que el cincuenta por ciento de los ingresos que se pacten a favor de la administración concedente (cuando se ejecuten proyectos bajo la modalidad de concesión de obra pública), deba distribuirse entre la o las municipalidades responsables de las jurisdicciones en las que se ejecuta la concesión, según la proporción del territorio o de los recursos afectados. Así las cosas, en caso de repartirse los ingresos indicados en el contrato de la carretera San José-Caldera y, si la distribución se hiciera únicamente con base en la proporción del territorio ocupado por la concesión en cada cantón, se tendría el siguiente resultado. Cantón Central de San José 7.5%, Escazú 3%, Santa Ana 10.6%, cantón Central de Alajuela 19.6%, Atenas 24.6%, Orotina 27.6% y Esparza 6.6%. Asimismo, se establece que el reparto no es aplicable cuando otras leyes establezcan mejores condiciones para las municipalidades y que tampoco procede para los ingresos indicados en los subincisos b y c del inciso 1, puesto que dichos ingresos deben utilizarse directamente en la concesión. En la propuesta no se indica cuál es el uso que las municipalidades pueden dar a los fondos que reciban, esto, para evitar que los recursos queden atados, sin embargo, por sentido común se esperaría que en primera instancia se empleen en resolver aquellas necesidades que se generen producto de la concesión, pero también pueden emplearse en cualquier otro proyecto. Hay que aclarar que no podrían invertirse en la concesión, ya que la ejecución de los proyectos en la concesión corresponde al concesionario. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA DECRETA: REFORMA DEL INCISO 1), DEL ARTÍCULO 42 DE LA LEY N.º 7762: LEY GENERAL DE CONCESIÓN DE OBRAS PÚBLICAS CON SERVICIOS PÚBLICOS ARTÍCULO ÚNICO.Refórmase el inciso 1), del artículo 42 de la ley N.º 7762: Ley General de Concesión de Obras Públicas con Servicios Públicos, para que diga de la siguiente manera: DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS “Artículo 42.- -5- EXP. N.º 17.604 Ingresos de la administración concedente 1.- En la forma determinada en el cartel de licitación o la oferta del concesionario, podrán fijarse en el contrato los siguientes pagos a favor de la administración concedente: a) Un canon por la explotación de la concesión, el cual no podrá ser superior al cinco por ciento (5%) de los ingresos brutos generados por la concesión otorgada. El porcentaje, el plazo y la entrega del cobro serán estipulados en el cartel de licitación. b) Los que se originen en la entrega de bienes que se utilizarán en la concesión. c) Un pago por concepto de inspección y control del contrato de concesión. La forma de fijar el monto de este pago se basará en criterios de servicio al costo. El cincuenta por ciento (50%) de los ingresos que se pacten a favor de la administración concedente, debe distribuirse entre la o las municipalidades responsables de las jurisdicciones en las que se ejecuta la concesión, según la proporción del territorio o de los recursos afectados. Lo indicado en el párrafo anterior no es aplicable cuando otras leyes establezcan mejores condiciones para las municipalidades. Tampoco es aplicable para los ingresos indicados en los subincisos b y c de este inciso.” Esta Ley rige a partir de su publicación en La Gaceta. Bienvenido Venegas Porras DIPUTADO 2 de diciembre de 2009. NOTA: Este proyecto pasó a estudio e informe de la Comisión Permanente de Asuntos Jurídicos. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS