Sección II Riesgo de introducción y medidas de prevención y control 3 ANÁLISIS DE RIESGO, HERRAMIENTA PARA PREVENIR INVASIONES BIOLÓGICAS Yolanda Barrios Caballero,* Georgia Born-Schmidt, Ana Isabel González Martínez, Patricia Koleff Osorio y Roberto Mendoza Alfaro Resumen / Abstract Antecedentes 78 79 Tipos de análisis de riesgo 80 Incertidumbre y análisis de riesgo 81 Análisis de riesgo para especies acuáticas en México y América del Norte Referencias 82 83 * Autor para recibir correspondencia: <[email protected]> Barrios, Y., G. Born-Schmidt, A.I. González, P. Koleff y R. Mendoza. 2014. Análisis de riesgo, herramienta para prevenir invasiones biológicas, en R. Mendoza y P. Koleff (coords.), Especies acuáticas invasoras en México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México, pp. 77-84. 77 78 riesgo de introducción y medidas de prevención y control RESUMEN A lo largo de la historia la mayoría de las introducciones de especies exóticas a nuevos sitios han sido consecuencia directa de actividades humanas, incluyendo aquellas relacionadas con el comercio y el transporte. Para establecer prioridades y acciones preventivas que reduzcan la introducción intencional de especies exóticas potencialmente invasoras se utilizan las herramientas de análisis de riesgo, que consisten en protocolos específicos utilizados para evaluar la probabilidad y severidad del riesgo que presenta una especie, así como la identificación de medidas de mitigación y manejo. Un componente indispensable de estas herramientas es el manejo de la incertidumbre, que puede estar asociada a la metodología, al evaluador o a la calidad de la información. Para especies acuáticas en México se utilizan herramientas aprobadas por equipos de trabajo regionales, como las directrices trinacionales para la evaluación de riesgo de las especies acuáticas exóticas invasoras desarrolladas por la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (cca), las herramientas para evaluar especies de aguas continentales desarrolladas en el Reino Unido y, para plantas acuáticas, los lineamientos sanitarios aprobados por la Organización Norteamericana de Protección a las Plantas (nappo). ABSTRACT The introduction of most exotic species to new areas have been a direct consequence of human activities throughout history, this includes those activities related to trade and transportation. In ortder to set priorities and preventive actions to reduce the intentional introduction of potentially invasive species, risk analysis tools are used. This tools are based on specific protocols to assess the likehood and severity of the risk posed by a species, the likelihood of the risk occurring, and identifying potential mitigation and management measures. A basic component of these tools lies in the uncertainty, which can be associated to the method itself, to the person performing the analysis or to the quality of the information. There are several risk assessment tools used for aquatic species in Mexico that have been approved by regional working groups, such as the Trinational Risk Assessment Guidelines for aquatic invasive species developed by the Commission for Environmental Cooperation (cec), the Freshwater Fish Invasiveness Scoring Kit from the United Kingdom and, for aquatic plants, the phytosanitary guidelines approved by the North American Plant Protection Organization (nappo). análisis de riesgo, herramienta para prevenir invasiones biológicas 79 Antecedentes Las introducciones de especies exóticas a nuevos sitios, ya sea de manera intencional o accidental, pueden tener consecuencias severas y muy difíciles de revertir (véase capítulo 1). Los impactos que causan estos organismos usualmente no son puntuales sino que tienen efectos en cascada, que llegan a ocasionar daños económicos en las comunidades, a la salud de otros organismos e incluso, y muy particularmente, a los ecosistemas y a los servicios ambientales que brindan (Comité Asesor Nacional sobre Especies Invasoras, 2010). La mayoría de las introducciones de especies exóticas están más relacionadas con actividades humanas (comerciales, económicas e incluso políticas) que con factores ambientales o de dispersión natural, y por lo tanto su solución estriba en gran medida en las decisiones relacionadas con importaciones, sanidad, comercio, turismo y cambios de uso de suelo, entre otras (Cusak et al., 2009), las cuales no necesariamente tienen un enfoque ambiental. Por ello, las especies invasoras son un problema económico tanto por sus causas y efectos como por la búsqueda e implementación de soluciones (Emerton y Howard, 2008). Aunque ya ha habido esfuerzos serios para cuantificar los daños que causan las especies invasoras, tanto en actividades productivas como la agricultura, la silvicultura o las pesquerías, como en varios aspectos ambientales (Pimentel, 2000; 2001; 2005; Pimentel et al., 2001), dichos esfuerzos generalmente se han realizado en países más desarrollados, sobre todo en Estados Unidos y en menor proporción en Europa (Emerton y Howard, 2008), y hay pocos ejemplos en otras regiones debido a que es complejo estimar el valor que tiene la pérdida de una especie, los daños a poblaciones de otras especies o la degradación de un servicio ambiental. Por estos motivos es necesario realizar la gestión relacionada con las invasiones biológicas a partir de un enfoque multidisciplinario que no sólo incluya al sector ambiental sino a otros relacionados con diversas actividades del sector económico, que puede tomar las medidas para evitar la entrada de muchas de estas especies y asegurar los recursos necesarios para realizar acciones de prevención, control o erradicación (Leung et al., 2002; Kolar, 2004). Nos referiremos a introducciones causadas por actividades humanas, ya sea de manera intencional o accidental. Aunque los movimientos de especies facilitados por las actividades humanas han ocurrido desde el comienzo de la civilización (Wilson et al., 2009), el aumento de la frecuencia y velocidad de estos eventos complica el análisis del proceso de invasión; por lo tanto, para entender estos mecanismos es necesario ir más allá de los procesos ecológicos y examinar los patrones de movimiento de humanos y productos en el planeta (Everett, 2000; Hulme, 2009). De acuerdo con Hulme (2009), la historia de la humanidad ha tenido tres grandes fases en la introducción y dispersión de especies exóticas; la primera data de finales de la Edad Media, cuando comienza la exploración del planeta, Europa descubre América y cambian radicalmente los patrones de demografía humana, la agricultura y el comercio. La segunda fase se relaciona con la Revolución Industrial, periodo en el cual se incrementa el comercio, se construyen nuevos canales y carreteras, además de máquinas de vapor, y ocurre una importante migración humana entre los continentes; actualmente estamos ante la tercera fase, la de la era de la globalización. Para cada una de ellas pueden distinguirse dos impulsores clave: 1] el incremento de los ingresos y 2] la eficiencia de los sistemas de transporte, que determinan el origen, frecuencia, velocidad y magnitud de los movimientos de especies en el planeta (Hulme, 2009). Además las vías de dispersión no son estáticas y cambian conforme a las nuevas tecnologías, rutas de comercio e incluso las regulaciones (Wilson et al., 2009). El incremento en el riesgo de introducción de una especie facilita también su establecimiento y dispersión; por ejemplo, el incremento de la presión de propágulos, el potencial de mover especies que no han coevolucionado junto a otras de la región de origen, la posibilidad de sobrevivir durante el transporte debido a mejores tecnologías o la ayuda proporcionada por los humanos, ya sea voluntaria o involuntariamente (mediante modificación de hábitat o por cambio climático) (Wilson et al., 2009). Como se verá en el capítulo 26, el cambio climático provoca, entre otros efectos, alteraciones en los mecanismos de transporte e introducción de especies, por ejemplo mediante la modificación del patrón de circulación de las corrientes y cambios en las restricciones climáticas que facilitan la sobrevivencia y el establecimiento de organismos que antes pudieron estar limitados a ciertas regiones debido a los umbrales de temperatura (Hellmann et al., 2008). El manejo de las vías o rutas de introducción es considerado como la primera línea de defensa para 80 riesgo de introducción y medidas de prevención y control prevenir las invasiones biológicas (Hulme, 2009). A este respecto, para poder establecer las medidas de gestión es necesario determinar en qué especies o grupos de especies deben enfocarse las prioridades de atención, ya que hay que considerar que no todas las especies presentan el mismo nivel de riesgo y que los recursos para la atención de todas las especies exóticas no serían suficientes. Para estipular cuáles de estas especies podrían tener los impactos más severos y, por lo tanto, poder establecer prioridades de atención se han utilizado ampliamente las herramientas de análisis de riesgo (Leung et al., 2002) que proporcionan los fundamentos científicos necesarios (Baptiste et al., 2010) y el apoyo técnico para la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre (Sutter y Barnthouse, 2007). En el ámbito internacional existen varios convenios que establecen lineamientos para el desarrollo de diversos tipos de análisis de riesgo, con diferentes enfoques; algunos ejemplos son las normas internacionales de medidas fitosanitarias ispm 2 e ispm 11 (ippc, 2004 y 2007) de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (ippc) o los análisis de riesgo del Código Sanitario para Animales Acuáticos (oie, 2012) y el Código Sanitario para Animales Terrestres (oie, 2011) de la Organización Mundial de Sanidad Animal. Estas instancias establecen los lineamientos mínimos para que los países signatarios los utilicen como fundamentos técnicos para el establecimiento de restricciones de importación, medidas sanitarias, permisos de comercio, resolución de conflictos, etcétera. De acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente “un análisis de riesgo de especies invasoras implica una evaluación exhaustiva de la posibilidad de entrada, establecimiento o dispersión de una especie en un territorio determinado, y las potenciales consecuencias biológicas y económicas asociadas, tomando en cuenta las posibles opciones de manejo que pudieran prevenir su dispersión o sus consecuencias” (eea, 2010). Estos análisis se dividen en dos partes: 1] la evaluación del riesgo, en la que se evalúa el peligro que pudiera presentar la especie, y 2] el manejo del riesgo, en el que se plantean posibles estrategias para mitigar o reducir el mismo (Andersen et al., 2004). Se trata de un proceso complejo que requiere una considerable inversión de tiempo y capital humano y financiero (eea, 2010). El análisis de riesgo para la biodiversidad por especies invasoras implica la participación de equipos interdisciplinarios, ya que involucra temas como ecología, economía y estadística. La ecología examina las características de las especies y las condiciones ambientales para determinar su potencial invasivo en un determinado ecosistema; la economía calcula las condiciones de transporte de estas especies y los costos de prevención y control, y la estadística provee metodologías que permiten realizar análisis rigurosos para obtener valores de probabilidad (Leung et al., 2002; Comité Asesor Nacional sobre Especies Invasoras, 2010). Tipos de análisis de riesgo Existen diferentes metodologías de análisis de riesgo; algunas están dirigidas a grupos de organismos específicos, otras proveen lineamientos más generales o están orientadas a las rutas de introducción. Cada caso debe analizarse de manera individual y no se debe olvidar que el escenario depende de la especie, el ecosistema, la ruta de introducción, la frecuencia de introducción, la época del año, los daños potenciales y los beneficios potenciales, entre otros (Comité Asesor Nacional sobre Especies Invasoras, 2010). Debido a la importancia que ha adquirido la atención de las invasiones biológicas y los problemas asociados a las mismas, muchos gobiernos e institutos de investigación desarrollaron, o están en el proceso de desarrollar, protocolos de análisis de riesgo para predecir la invasividad de las especies exóticas (Verbrugge et al., 2010). Estos análisis de riesgo se aplican como herramientas preventivas para verificar qué especies exóticas que aún no han sido introducidas presentan un riesgo para el país, o para evaluar las especies exóticas que ya están en el país pero que todavía no han revelado su potencial de invasión y pueden ser identificadas y erradicadas antes de establecerse y perdurar hasta el punto de volverse invasoras (Baptiste et al., 2010). Los protocolos existentes varían mucho en su orientación; algunos fueron diseñados para tomar en cuenta las particularidades de distintos grupos taxonómicos, como la herramienta para evaluar especies de peces de aguas continentales (Freshwater Fish Invasiveness Scoring Kit, fisk), desarrollada por Copp y colaboradores (2009). Otros protocolos de análisis de riesgo tienen un enfoque genérico, es decir, sus preguntas están planteadas de manera suficientemente general como para poder evaluar todo tipo de especies exóticas. Los análisis de riesgo también difieren mu- análisis de riesgo, herramienta para prevenir invasiones biológicas 81 cho en sus requerimientos de información; uno de los más completos es el UK Risk Assessment Scheme for all Non-native Species (Baker et al., 2005; 2008), con un concepto modular que incluye un análisis preliminar de 14 preguntas para determinar si la especie exótica necesita ser evaluada más a fondo, y un análisis de riesgo muy detallado de 51 preguntas para evaluar el potencial de introducción, establecimiento y dispersión de la especie exótica, así como para determinar el grado de los impactos económicos, sociales, a la salud humana y al medio ambiente. Los seis módulos adicionales permiten identificar atributos invasivos de la especie, evaluar las vías de introducción, la vulnerabilidad de los ecosistemas receptores y los impactos, y también permiten sumar los riesgos, asociar la incertidumbre y realizar la selección de opciones de manejo de riesgo (Verbrugge et al., 2010). Estas herramientas tienen ciertos criterios en común que han sido considerados como estándares para todos los análisis debido a que están basados en variables con un valor predictivo comprobado (Baptiste et al., 2010). Como se mencionó, los análisis de riesgo en general se dividen en dos partes. En la primera parte se considera por lo menos el riesgo de las tres etapas de invasión, es decir, el riesgo de introducción, el establecimiento y la dispersión. En la segunda parte se contemplan las consecuencias del establecimiento, es decir, el riesgo de los impactos y la capacidad de manejo de la especie en cuestión (Mendoza et al., 2011). Algunos análisis de riesgo no toman en cuenta la primera etapa de invasión o lo hacen con menor detalle, debido a que esta fase ya se considera en la selección de las especies; es decir, el punto de partida para empezar el análisis de riesgo es que la especie ya haya sido introducida (Verbrugge et al., 2010). La mayoría de los criterios utilizados en los análisis de riesgo consideran: 1] la similitud climática con las condiciones del lugar de origen; 2] los antecedentes de invasión, es decir, la historia de la introducción y el establecimiento en otros países; 3] la presión del propágulo, es decir, el número de eventos de liberación y número de organismos liberados, y 4] los impactos conocidos en otros países, por ejemplo, el potencial depredador o de competencia, de transmisión de enfermedades, de hibridización, etc. (Baptiste et al., 2010). La figura 1 ilustra un ejemplo de esquema de evaluación de riesgo utilizado para organismos acuáticos. Incertidumbre y análisis de riesgo Es indispensable que los análisis de riesgo indiquen la incertidumbre asociada al resultado que se obtiene. Se pueden presentar diferentes tipos de incertidumbre respecto a la metodología, el evaluador o la información (Verbrugge et al., 2010). La incertidumbre relacionada con la metodología se refiere a limitaciones en el proceso de evaluación de riesgo y debe ser indicada en el protocolo de la metodología. Este tipo de incertidumbre requiere que el método se revise y modifique a medida que se detecten errores o conforme se desarrollen nuevas metodologías de análisis de riesgo (Mendoza et al., 2009). La incertidumbre relacionada con el evaluador está asociada a errores humanos y la subjeti- Fórmula estándar de riesgo Probabilidades de establecimiento Riesgo = Consecuencias del establecimiento Elementos del modelo Riesgo = Organismos en la vía de introducción X Potencial de introducción X Potencial de colonización X Potencial de dispersión Potencial de impacto económico + Potencial de impacto ambiental + Figura 1. Modelo simplificado de evaluación de riesgo para especies acuáticas (Mendoza et al., 2009). Impacto social y cultural 82 riesgo de introducción y medidas de prevención y control vidad (Verbrugge et al., 2010), mientras que la incertidumbre asociada a la información utilizada se refiere a información faltante o incompleta, datos inconsistentes o contradictorios, información no actualizada o variabilidad de los sistemas biológicos. La incertidumbre es una parte inherente de cualquier metodología de análisis de riesgo y, en los casos en los que falta información, esta deficiencia eventualmente se puede subsanar generando nueva información mediante investigación adicional. Al comparar algunos de los diferentes análisis de riesgo utilizados se encontró que las primeras dos fuentes de incertidumbre, metodología y evaluador, no se toman en cuenta explícitamente en la mayoría de los análisis; sin embargo, todos incluyen alguna forma de manejo de incertidumbre o vacíos de información (Verbrugge et al., 2010). El apartado de incertidumbre para el análisis de riesgo desarrollado por el equipo del peral (Plant Epidemiology and Risk Analysis Laboratory, aphis usda), y que se está tomando como base para el sistema aplicado en México, incluye los tres tipos de incertidumbre en una sola calificación, y esto se le indica al evaluador como parte de las instrucciones para uso del procedimiento. En dicho sistema los valores de incertidumbre se analizan utilizando una simulación Monte Carlo, que identifica posibles resultados mediante un juego de diferentes valores aleatorios que permite proporcionar un valor total para la incertidumbre del análisis de riesgo (Koop et al., 2011). Análisis de riesgo para especies acuáticas en México y América del Norte En México, la estrategia nacional para prevención, control y erradicación de especies invasoras establece, dentro de las acciones prioritarias del objetivo estratégico 1, que se implementarán herramientas de análisis de riesgo en actividades relacionadas con importación, uso, comercio o movimiento de especies exóticas, invasoras o nativas traslocadas, además de que se realizarán análisis de riesgo para las especies invasoras más nocivas. Los resultados esperados incluyen contar con modelos predictivos y análisis de riesgo de rutas de introducción, desarrollados y actualizados continuamente, y tener listas de especies clasificadas por categorías de riesgo (Comité Asesor Nacional sobre Especies Invasoras, 2010). Un reto importante para la implementación de este objetivo no sólo incluye el desarrollo o la adap- tación de herramientas existentes para México, sino la armonización de las mismas entre las diferentes instituciones, en caso de que tengan atribuciones conjuntas. En el ámbito regional el reto es similar; sin embargo, existen diferentes foros en los que se ha comenzado a desarrollar el tema de análisis de riesgo para especies invasoras. En el marco de la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (cca), los países de la región desarrollaron directrices trinacionales para la evaluación de riesgos de las especies acuáticas exóticas invasoras, tomando como modelo una evaluación realizada por el equipo de trabajo sobre especies acuáticas dañinas (Aquatic Nuisance Species Task Force, anstf) de Estados Unidos. Para evaluar estas directrices se realizaron los estudios de caso del pez cabeza de serpiente (familia Channidae) y de los plecostomos (familia Loricariidae) en aguas continentales de América del Norte, que produjo un documento de trabajo conjunto para evaluar el riesgo de especies exóticas acuáticas (Mendoza et al., 2009). En el caso de las plantas, las autoridades sanitarias de la región trabajan en el marco de la Organización Norteamericana de Protección a las Plantas (nappo) para desarrollar lineamientos sanitarios trinacionales para la prevención de riesgos. A partir de 2011, con base en el trabajo del panel de especies invasoras, la nappo reconoció la importancia de incluir a las plantas acuáticas dentro de sus actividades, por lo que éstas podrán evaluarse de acuerdo con los mismos lineamientos (nappo, 2011). Estas dos iniciativas son de suma importancia ya que proporcionan herramientas armonizadas para la evaluación de riesgo de especies acuáticas en la región. En el ámbito nacional ya se han llevado a cabo diversos análisis de riesgo. En el caso de peces se han realizado análisis de 371 peces de ornato, de los cuales cuatro obtuvieron calificaciones que los clasifican como invasores de alto impacto (Mendoza et al., en prensa). Finalmente, uno de los requisitos para los proyectos que desde 2010 ha apoyado la Conabio es la entrega de análisis de riesgo de las especies estudiadas; actualmente se han desarrollado o se encuentran en proceso de desarrollo 20 estudios que permitirán contar con información relevante, clara y transparente para poder tomar decisiones bien fundamentadas. Los análisis de riesgo son indispensables y forman parte esencial de los programas integrales de especies invasoras. En primera instancia son indispensables para prevenir e identificar especies potencialmente in- análisis de riesgo, herramienta para prevenir invasiones biológicas 83 vasoras, pero también para la regulación de dichas especies y, si ya están establecidas, para definir acciones para su control y manejo, incluyendo la comunicación de los riesgos al público en general. Referencias Andersen, M.C., H. Adams, B. Hope y M. Powell. 2004. Risk assessment for invasive species. Risk Anal. 24(4):787-793. Baker, R.H.A., R. 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