¿Un Leonardo da Vinci en Barcelona?

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¿Un Leonardo da Vinci en Barcelona?
Expertos en arte sospechan que el pintor italiano podría ser el autor de la obra que
posee un coleccionista barcelonés
SÍLVIA COLOMÉ
¿Quién se atreve a afirmar que una vieja pintura surgida del armario del olvido es un
desconocido Leonardo da Vinci? ¿Y realmente lo es? Ante esta tesitura se encuentra
actualmente un cuadro propiedad de un barcelonés aficionado al arte que prefiere
mantener su anonimato. Hace cuatro años empezó a sospechar que la obra, de
procedencia familiar, podía tratarse de un Leonardo, del que sólo se conocen unas 20
pinturas, ninguna en colecciones españolas.
Expertos en arte, historiadores
y restauradores que han
analizado el cuadro han llegado
a una misma conclusión: se
trata de una pintura italiana de
principios del siglo XVI,
cercana a la escuela de
Leonardo. En España hay otro
caso similar en el Museo
Lázaro Galdiano, El Salvador
adolescente,
calificado
de
“leornardesco” y atribuido a
El cuadro de 'La Magdalena Leggente' de Barcelona
uno de sus discípulos, Giavanni
Antonio Boltraffio. A pesar de los interrogantes que siempre han acompañado a este
óleo, la National Gallery lo ha seleccionado para formar parte de la exposición
Leonardo da Vinci. Pintor en la Corte de Milán. La pinacoteca inglesa no dice que se
trate de un Leonardo, pero tampoco afirma lo contrario.
Lo mismo ocurre con el posible Leonardo barcelonés. Se trata de un pequeño óleo sobre
cobre (de 15 por 12,5 centímetros) que representa a una Magdalena Leggente, un tema
popular en la iconografía de esta santa, vinculado a la tradición cátara. La más conocida
es la de Correggio (de 1522), desaparecida en la II Guerra Mundial, y que sirvió de
modelo a otros pintores posteriores. La Magdalena Leggente barcelonesa sería anterior,
y por tanto, la primera de esta serie.
Rasgos 'leonardianos'
La relación de Leonardo con la tradición cátara, es sólo uno de los elementos evaluados
por los expertos, pero hay otros de más calado que los han llevado a calificar el cuadro
de “leonardesco”. Joan Ramon Triadó, profesor de Historia del Arte en la Universidad
de Barcelona, conoció la pintura a través del nonagenario José Milicua, catedrático
emérito de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona y vocal del Real Patronato
del Museo del Prado, uno de los expertos en Leonardo, que le traspasó la
documentación de la obra. Para Triadó, “la claridad, la luminosidad del cuadro” lo
sitúan a principios del siglo XVI, tal y como también concluye el estudio de pigmentos
realizado por el laboratorio Arte-lab de Madrid.
La figura central del cuadro parece un andrógino con cara de niña y cuerpo de hombre.
“Miguel Ángel también hacía andróginos, como Leonardo”, continúa Triadó. El
historiador José Luis Espejo, autor de El viaje secreto de Leonardo da Vinci, considera
que “la carencia de cejas de la Magdalena es una característica muy definitoria del estilo
de Leonardo; son inexistentes o inapreciables en cuadros como La Gioconda o la Virgen
de las Rocas. Añade que “la mirada hacia abajo, la nariz larga y estrecha y hasta la
misma inclinación sutil de la cabeza serían otros rasgos típicamente leonardianos”.
Espejo también considera que “La Magdalena Leggente parece una copia invertida de
Baco de Leonardo: el talud, la acacia con un rebrote a su lado, un detalle con
resonancias masónicas, la cueva, el tocón arbóreo… son detalles que se repiten de
forma especular en un cuadro y otro”. Además, las pinceladas son propias de una
persona zurda como Leonardo. Por todo ello, Espejo se atreve a aventurar la autoría del
pintor italiano. Triadó no llega a tanto: “Es compatible con el entorno de Leonardo”,
afirma.
Perspectiva aérea y esfumato
Pero hay otros aspectos destacados por los expertos en La Magdalena Leggente: el uso
de veladuras y también de la perspectiva aérea y el esfumato, dos técnicas inventadas
por Leonardo y que explica en su Tratado de la Pintura, donde también alude al uso del
cobre como soporte: “La pintura tiene análoga resistencia (a la escultura) cuando se la
ejecuta sobre una lámina gruesa de cobre”, escribió. Triadó afirma que el cobre es “el
aspecto de La Magdalena Leggente que más me extraña, puesto que es más bien cosa
del siglo XVII”. Aunque Leonardo lo citara en sus escritos, no se le conoce ninguna
pintura sobre esta superficie. Si se confirmaran las sospechas, el cuadro de Barcelona
sería el primero.
Y también sería el único de Leonardo que no habría pasado por procesos de
restauración. La restauradora María Rosa Garcia i Bernet, directora d'Ecore Escola de
Conservació i Restauració d'Obres d'Art, afirma que esta pintura ha llegado intacta, sin
retoques. “Después de un examen macroscópico y con iluminación ultravioleta de
Wood en cámara oscura, se puede afirmar que la pieza no ha sido manipulada ni
alterada en su composición o materiales originales en ningún momento posterior a su
elaboración: no presenta ni retoques ni repintes”. También destaca “el dominio de la
técnica artística del autor y la calidad de los materiales utilizados”, tanto de las pinturas
como del cobre, no al alcance de muchos pintores.
Iniciales significativas
Una manera de disipar cualquier duda sobre la autoría sería si el cuadro estuviese
firmado. No es el caso, aunque un análisis detallado ha descubierto que en el hueco
derecho de la calavera que aparece pintada al pie del cuadro, hay una S. También
aparecen las letras L y V en el cráneo. Estas iniciales coinciden con las que el equipo
coordinado por el experto Silvano Vinceti y Stefania Romano del Comitato Nazionale
per la Valorizzazione dei Beni Storici Culturali e Ambientali de Roma encontró hace
unos meses en los ojos de la Gioconda y que ahora vuelve a ser noticia porque pretende
desenterrar a Lisa Gherardini del Giocondo para comprobar si es o no la modelo de la
Mona Lisa. Ante tal coincidencia, este equipo también se ha interesado por La
Magdalena Leggente de Barcelona y dispone de toda la documentación para estudiarla.
No todo son opiniones favorables. El británico Martin Kemp, profesor de Historia del
Arte de la Universidad de Oxford y experto en Leonardo, ha rehusado que el cuadro
pueda atribuirse al italiano. Otra historiadora, Marina Minozzi, una de las responsables
de la Galería Borghese, no ha osado hablar de Leonardo, aunque no ha dudado en
atribuir la obra a “un gran maestro”.
Leonardo o no, el pequeño cobre de Barcelona ha logrado despertar la atención del
mundo del arte. Y todavía hay más. Entre las veladuras, se pueden entrever figuras
escondidas, la mayoría de animales. En el vestido de la Magdalena es visible un delfín y
también se perfila una enorme serpiente en el borde del talud montañoso. Son sólo dos
ejemplos del bestiario que puede adivinarse en el cuadro y que también aparece en las
extrañas Fábulas escritas por Leonardo, un artista que no puede desprenderse del halo
de misterio que lo envuelve desde siempre, incluso en vida. La Magdalena Leggente de
Barcelona se suma ahora a sus enigmas.
Font:
Publicat al diari LA VANGUARDIA del 05/05/11
http://www.lavanguardia.com/cultura/20110505/54149303319/un-leonardo-da-vinci-enbarcelona.html
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