Consentimiento prestado luego del fin de SC no aplica art. 1749 CC

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Corte Suprema , 30/12/2009, 1158-08
Tipo: Recurso de casación en el fondo
Resultado: Rechaza
Doctrina:
1.- Corresponde confirmar la sentencia que rechazó la demanda de la acción de
inoponibilidad de fondo por falta de concurrencia, respecto de los contratos de hipoteca,
deducida por quien había expresado su consentimiento en cuanto a su constitución
gravando así dos lotes y sus derechos de aguas, de su propiedad en común con su ex
cónyuge, pues, se había disuelto la sociedad conyugal, correspondiendo concluir que la
intervención de aquella tuvo por finalidad prestar, en su calidad de comunera, el
consentimiento necesario para que dichas hipotecas nacieran perfectas a la vida jurídica,
no pudiendo entenderse de otra manera el hecho de que, siendo codueña de los bienes
hipotecados, estaba expresando que su acuerdo las hipotecas, pues resulta evidente que
tal autorización no había sido la exigida en el artículo 1749 del Código Civil, puesto que
en esa época la sociedad conyugal se había terminado, y ella no procedía, resultando
innecesaria.
Texto Sentencia Corte Suprema
Santiago, 30 de diciembre de 2009.Vistos:
En estos autos Rol N° 601-2001, seguidos ante el Primer Juzgado Civil de Talca,
procedimiento ordinario caratulado "E.C. con R.N.", don Mauricio Lozano Donaire, en
representación de doña E.C. interpone acción de inoponibilidad de fondo por falta de
concurrencia respecto de los contratos de hipoteca que se señalan, en contra de don
R.N., en su calidad de constituyente o garante hipotecario, y en contra del Banco de A.
Edwards, persona jurídica de derecho privado, en calidad de acreedor hipotecario, a fin de
que se declare: a) Que son inoponibles a doña E.C. los contratos hipotecarios y todos los
pactos contenidos en las escrituras públicas de las fechas 5 de agosto de 1991, 23 de
agosto de 1993 y 27 de abril de 1999. b) Que los contratos hipotecarios constituyen
hipoteca sobre la cuota que el comunero R.N. alquín posee en la comunidad de bienes
quedada a la disolución de la sociedad conyugal habida con su cónyuge, doña E.C.. c)
Que en virtud de lo anterior, se ordene al Conservador de Bienes Raíces de Curicó tomar
nota al margen de las inscripciones hipotecarias que constan a fojas 1849 N° 740 del
Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces de Curicó del
año 1991; a fojas 1807 vta. N° 785 del Registro de Hipotecas y Gravámenes del
Conservador de Bienes Raíces de Curicó del año 1993; a fojas 76 N° 82 del Registro de
Hipotecas y Gravámenes de Aguas del Conservador de Bienes Raíces de Curicó del año
1993; a fojas 2350 Nº 786 del Registro de Hipotecas y Gravámenes de Aguas del
Conservador de Bienes Raíces de Curicó del año 1999, y a fojas 2351 vta.N° 787 del
Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces de Curicó del
año 1999; y, por tanto, se indique en ellas que se trata de hipotecas de cuota sujetas a los
efectos de la partición de bienes que comprenden. d) Que se ordene al Conservador de
Bienes Raíces de Curicó tomar nota al margen de la prohibición convencional que rola a
fojas 3475 N° 1143 del Registro de Prohibiciones e Interdicciones de dicho Conservador
de Bienes Raíces, del año 1999, indicando en ella que dicha prohibición le es inoponible a
doña E.C.. e) Que se condene a los demandados, en forma conjunta, al pago de las
costas de la causa.
Mediante sentencia de veintiséis de julio de dos mil dos, que se lee a fojas 206, el juez
titular del referido Tribunal: a) Acogió la demanda reconvencional deducida al primer
otrosí de fojas 99, y declaró que se reconoce al actor reconvencional la adquisición, por
medio de prescripción ordinaria, de las hipotecas que gravan los lotes 15 y 16 de la
división los Molinos y sus derechos de aguas, inscritas respectivamente a fojas 1849 N°
740 del año 1991, fojas 1807 vta. N° 785, del año 1993, y a fojas 76 N° 82 del año 1993,
todas del Registro de Hipotecas y Gravámenes de Aguas del Conservador de Bienes
Raíces de Curicó, debiendo practicarse la inscripción de rigor de esta sentencia
oportunamente.
b) Rechazó la demanda deducida en lo principal de fojas 62, y c) No condenó en costas a
la actora y demandada reconvencional, doña E.C., por estimarse que tuvo motivo
plausible para litigar.
Apelada dicha sentencia por la demandante, la Corte de Apelaciones de Talca, mediante
resolución de diecinueve de diciembre de dos mil siete, escrita a fojas 260, confirmó el
referido fallo, reemplazando el apartado I de su parte resolutiva por el siguiente:a) Se
acoge la demanda reconvencional que en el primer otrosí de la presentación de fojas 99
ha interpuesto el Banco de A. Edwards y, por consiguiente, se declara que dicha entidad
ha adquirido por prescripción ordinaria el derecho real de hipoteca de que dan cuenta las
inscripciones que en el Conservador de Bienes Raíces de Curicó se encuentran a fojas
1849 y 1807 vuelta, Nºs 740 y 785 del Registro de Hipotecas y Gravámenes
correspondiente al 1993, y a fojas 76 Nº 82 del Registro de Hipotecas y Gravámenes de
Aguas, todas del Conservador y año que vienen de citarse, debiendo tomarse nota del
presente fallo al margen de las referidas inscripciones.
En su contra la demandante ha deducido recurso de casación en el fondo, que se lee a
fojas 263.
Se trajeron los autos en relación.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que la recurrente denuncia en su libelo de nulidad, que en el fallo impugnado
se ha infringido el artículo 170 Nº6 del Código de Procedimiento Civil, porque sólo se
pronuncia respecto de la inoponibilidad de los contratos, sin hacer mención alguna a la
existencia de hipoteca de cuota; los artículos 1764 Nº5, 1723 , 1749 , 17 , 1700 , 1713 ,
1445 , 1437 en relación con el 1545 ; 1815 , 2416 , 2417 , 1701 , 1076 , 47 , 1712 , 1566 ,
1410 en relación con el 686 ; 1454 , 672 , y 2493 en relación con el 1698 , todos del
Código Civil.
Que deben tenerse presente las siguientes circunstancias del proceso:
a) Don Mauricio Lozano Donaire, en representación de doña E.C., deduce demanda en
juicio ordinario de acción de inoponibilidad de fondo por faltade concurrencia, respecto de
los contratos de hipoteca que señala, en contra de don R.N., en su calidad de
constituyente o garante hipotecario y en contra del Banco de A. Edwards, solicitando se
declare que los contratos le son inoponibles a su representada; y que, en consecuencia,
se trata de contratos de hipoteca de cuota, sujetos, por ende, a los efectos de la partición
de los bienes que más adelante se indicarán.
Señala que su representada, doña E.C., y don R.N., contrajeron matrimonio bajo el
régimen de sociedad conyugal, y durante la vigencia de ésta adquirieron, por
compraventa, los lotes 15 y 16 del proyecto de división del fundo Los Molinos, junto con
sus derechos de aprovechamiento de aguas, predios que en el Conservador de Bienes
Raíces de Curicó se inscribieron a nombre del marido a fojas 2591 vta. Nº 2278 y a fojas
155 Nº 157 del Registro de Propiedad del año 1986, en tanto que las aguas lo fueron a
fojas 20 Nº 32 del Registro de Propiedad de Aguas del mismo año.
Añade que por escritura pública de 01 de febrero de 1988, los cónyuges pactaron
separación total de bienes, acto que fue subinscrito al margen de la inscripción
matrimonial, pero no hicieron la liquidación de la sociedad conyugal habida entre ellos,
formándose así una comunidad entre la actora y el demandado, señor R.N.; de esta
forma, ambos pasaron a ser copropietarios de los referidos predios.
Explica que el demandado R.N. procedió a constituir hipoteca en favor del Banco de A.
Edwards sobre las siguientes propiedades: a) Hipoteca de 05 de agosto de 1991, inscrita
a fojas 1849 N° 740 del Registro de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes
Raíces de Curicó del año 1991, sobre el Lote 15 resultante del proyecto de división del
Fundo Los Molinos, inscrito a nombre del demandado R.N..Se trata esta de una hipoteca
de primer grado con cláusula de garantía general, constituida para garantizar "valga la
redundancia- al Banco de A. Edwards todas y cualesquiera de las obligaciones
personales suyas y que la Sociedad Transportes R.N. Limitada hubiere tenido en esa
fecha o tuviere en lo sucesivo con dicho banco. b) Hipoteca de 23 de agosto de 1993,
inscrita a fojas 1807 vta. N° 785 del Registro de Hipotecas y Gravámenes y a fojas 76 N°
82 del Registro de Hipotecas y Gravámenes de Aguas, ambos del Conservador de Bienes
Raíces de Curicó del año 1993, sobre el Lote 16 resultante del proyecto de división del
Fundo Los Molinos, inscrito a nombre del demandado R.N.. Hipoteca esta también de
primer grado con cláusula de garantía general, constituida para garantizar "valga la
redundancia- al Banco de A. Edwards todas y cualesquiera de las obligaciones
personales suyas que hubiere tenido en esa fecha o tuviere en lo sucesivo con dicho
banco. c) Hipoteca de 27 de abril de 1999, inscrita a fojas 2350 N° 786 del Registro de
Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces de Curicó del año 1999,
sobre el Lote 15 resultante del proyecto de división del Fundo Los Molinos, inscrito a
nombre del demandado R.N., Hipoteca esta también de primer grado con cláusula de
garantía general constituida para garantizar al Banco de A. Edwards todas y cualesquiera
de las obligaciones emanadas del contrato de mutuo contenido en dicha escritura,
suscrito entre el banco y la Sociedad Comercial y Transportes San Daniel Limitada. Esta
hipoteca fue constituida so bre los Lotes 15 y 16 resultantes del proyecto de división del
Fundo Los Molinos, además de una segunda hipoteca constituida sobre las propiedades
indicadas, con cláusula de garantía general, inscrita a fojas 2351 vta. N° 787 del Registro
de Hipotecas y Gravámenes del Conservador de Bienes Raíces de Curicó del año 1999,
con el fin de garantizar al Banco de A.Edwards todas y cualesquiera obligaciones
personales suyas, de la Sociedad Comercial y Transportes San Daniel Limitada, y de la
Sociedad Transportes R.N. Limitada.
La demandante señala que cuando se suscribieron las escrituras, ella no compareció
como constituyente de la hipoteca, sino que su actuación se limitó a autorizar a su marido
a celebrarla, conforme lo exige el artículo 1749 del Código Civil, autorización que en caso
alguno puede estimarse como constitución de hipotec a, según aparece de la lectura de
las cláusulas 9, 11, y 20 de las escrituras públicas antes individualizadas.
b) El Banco de A. Edwards solicitó el rechazo de la acción de inoponiblidad, por estimar
que la actora y comunera en los bienes raíces hipotecados, consintió y aceptó
expresamente, en los mismos instrumentos que don R.N. hipotecara la totalidad de las
propiedades, aún cuando no fuere dueño del cien por ciento de las mismas. Entiende el
banco que la demandante validó la constitución de las hipotecas sobre las propiedades en
su integridad, porque consintió y aceptó expresamente el otorgamiento de ellas, por lo
que se encuentran constituidas conforme a derecho.
c) El banco demandado dedujo demanda reconvencional de prescripción adquisitiva
ordinaria del derecho real de hipoteca sobre los lotes 15 y 16 del Proyecto de división del
Fundo Los Molinos, derecho real que adquirió por inscripción del título en el Registro de
Hipotecas del Conservador de Bienes Raíces de Curicó, practicadas en los años 1991 y
1993.
d) El fallo de primer grado, confirmado por la Corte de Apelaciones de Talca, rechazó la
acción de inoponibilidad y acogió la demanda reconvencional de prescripción adquisitiva
del derecho real de hipoteca.
SEGUNDO: Que para la adecuada resolución del recurso, resulta útil tener presente los
siguientes hechos no controvertidos establecidos por los jueces del fondo:
1) Que doña E.C. y don R.N. contrajeron matrimonio bajo el régimen de sociedad
conyugal y durante la vigencia de éste adquirieron, por compraventa, los lotes 15 y 16 del
proyecto de división del fundo Los Molinos y respectivos derechos de aprovechamiento de
aguas, predios que en el Conservador de Bienes Raíces de Curicó se inscribieron a
nombre del marido a fojas 2591 vta. Nº 2.278 y a fojas 155 Nº 157 del Registro de
Propiedad de 1986, en tanto que las aguas lo fueron a fojas 20 Nº 32 del Registro de
Propiedad de Aguas de 1986.
2) Que con posterioridad a tales adquisiciones los aludidos cónyuges sustituyeron el
régimen patrimonial que les vinculaba por el de separación total de bienes; así, ambos
pasaron a ser copropietarios de los referidos predios.
3) Que doña E.C. concurrió a otorgar la escritura que el 5 de agosto de 1991 se extendió
ante el Notario de Curicó, señor Eduardo de Rodt, mediante la cual don R.N. constituyó
hipoteca a favor del Banco de A. Edwards, sobre el antes citado lote 15. En dicho
instrumento no se efectuó declaración alguna acerca de la separación de bienes pactada
entre los cónyuges, manifestando la señora E.C. "que viene en aceptar en autorizar a su
cónyuge para celebrar el presente contrato, especialmente la constitución de la hipoteca y
prohibiciones de que da cuenta la presente escritura".
4) Que la aludida señora E.C. suscribió la escritura que el 23 de agosto de 1993 se otorgó
ante el Notario de Curicó, señor Eduardo de Rodt, a través de la cual don R.N. constituyó
hipoteca a favor del Banco de A. Edwards sobre el antes citado Lote 16 y sobre los
respectivos derechos de aprovechamiento de aguas.En dicho instrumento tampoco se
efectuó declaración alguna acerca de la separación de bienes pactada entre los
cónyuges, expresando la señora E.C. "que autoriza expresamente a su cónyuge para
celebrar el presente instrumento".
5) Que la señora E.C. concurrió a otorgar la escritura que el 27 de abril de 1999 se
extendió ante el Notario de Curicó, señor Eduardo de Rodt, mediante la que don R.N.
constituyó una nueva hipoteca sobre los antes citados Lotes 15 y 16 y sobre los derechos
de aprovechamiento de aguas concernientes a este último, en favor del Banco de
A.Edwards. En dicho instrumento se señaló que el constituyente del citado gravamen se
encontraba casado en régimen de separación de bienes con la señora E.C., exponiendo
ambos: "a) que a la fecha de esta escritura ninguno de ellos ha solicitado judicialmente la
declaración de la calidad de "bien familiar" de los inmuebles y sus aguas citadas en la
cláusula primera del presente instrumento, que se hipoteca a favor del Banco de A.
Edwards; b) sin perjuicio de lo anterior, el cónyuge no propietario, en conformidad a lo
estipulado en el artículo 142 del Código Civil, viene en consentir y aceptar expresamente
los términos del presente contrato, y, en especial, la constitución de las hipotecas y
prohibiciones que el garante hipotecario efectúa en las cláusulas precedentes de esta
escritura; c) a mayor abundamiento, los cónyuges mencionados conjuntamente declaran
conocer que conforme a lo dispuesto por el inciso final del artículo 147 del Código Civil la
eventual declaración de "bien familiar" de los inmuebles y sus aguas citados en la
cláusula primera del presente instrumento, de efectuarse, en nada perjudicaría los
derechos que como acreedor corresponden al Banco de A. Edwards manteniéndose
plenamente vigentes el total de los derechos respecto de las hipotecas y prohibiciones
que por este acto se constituyen.d) Los cónyuges ya individualizados se confieren
recíprocamente mandato judicial en términos tales que el emplazamiento de uno de ellos
implique el emplazamiento de ambos ("). De esta manera, notificada judicialmente la
demanda a uno de ellos se entenderán notificados ambos".
TERCERO: Que previo a determinar si se configuran las infracciones de ley que denuncia
la recurrente procede señalar: primero, que para la transferencia de bienes por acto entre
vivos se exige la concurrencia de dos elementos: un título y un modo de adquirir. Título es
el hecho o acto jurídico que sirve de antecedente para la adquisición del dominio y modo
de adquirir es el hecho o acto jurídico que produce efectivamente la adquisición del
dominio. Los títulos que habilitan para posterior transferencia del dominio son llamados
títulos traslaticios de dominio. S on innumerables, legalmente no tienen un número
cerrado y pueden revestir la forma y características que adopten los particulares.
Generalmente adoptan la forma de contratos: compraventa, permuta, donación, hipoteca,
etc. (Daniel Peñailillo Arévalo, "Los Bienes", Editorial Jurídica de Chile, 2007, págs. 187 y
188).
Por su parte, los modos de adquirir son la ocupación, la accesión, la tradición, la sucesión
por causa de muerte, la prescripción y la ley, mediante ellos se puede adquirir el dominio
y los otros derechos reales. Se ha establecido por la jurisprudencia, que no es posible
adquirir un bien por dos o más modos. La aplicación de uno de ellos hace innecesario
otro. Sentencias de esta Corte Suprema han declarado que "si bien se puede poseer una
cosa por varios títulos, el dominio se adquiere por uno solo y, en consecuencia, basta un
modo de adquirir; no pueden concurrir varios respecto de unos mismos bienes. No puede
pretenderse que se reúnan dos títulos, como venta y prescripción, y dos modos de
adquirir, tradición y prescripción, relativamente a un mismo bien" (Repertorio de
Legislación y Jurisprudencia Chilena, Código Civil, Tomo II, Santiago, 1969, pág. 25 Nº 1).
CUARTO:Que así las cosas, los jueces del grado, al decidir el rechazo de la acción de
inoponibilidad de fondo por falta de concurrencia respecto de los contratos de hipoteca,
han validado que el Banco adquirió el derecho real de hipoteca por el modo de adquirir
denominado tradición, lo que resulta contradictorio con lo decidido a propósito de la
acción reconvencional, donde se declara que el Banco es dueño del derecho real de
hipoteca por prescripción adquisitiva ordinaria.
QUINTO: Que las decisiones contradictorias señaladas en el motivo anterior constituyen
el vicio de casación formal establecido en el N° 7 del artículo 768 del Código de
Procedimiento Civil, por lo que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 775 del mismo
texto legal, se anulará de oficio la sentencia recurrida.
Se hace presente que, habiéndose advertido la existencia del mencionado vicio de
casación después de la vista de la causa y hallándose ésta en estado de acuerdo, no fue
posible invitarse a los abogados que concurrieron a estrados a alegar sobre tal materia.
Y visto, además, lo dispuesto en el inciso final del artículo 808 del Código de
Procedimiento Civil, actuando de oficio esta Corte, se invalida la sentencia de diecinueve
de diciembre de dos mil siete, escrita a fojas 260, la que se reemplaza por la que se dicta,
separadamente, a continuación.
Atendido lo resuelto, se tiene por no interpuesto el recurso de casación en el fondo
deducido a fs. 263.
Redacción a cargo de la Abogado Integrante Sra. Maricruz Gómez de la Torre Vargas.
Regístrese.
Rol Nº 1158-08.
Pronunciado por la Primera Sala de la Excma. Corte Suprema integrada por los Ministros
Sr. Sergio Muñoz Gajardo, Sra. Margarita Herreros Martínez, Sr. Juan Araya Elizalde, Sr.
Guillermo Silva Gundelach y el Abogado Integrante Sra. Maricruz Gómez de la Torre
Vargas.Santiago, 30 de diciembre de 2.009.
SENTENCIA DE REEMPLAZO
Santiago, 30 de diciembre de 2009.
En cumplimiento de lo ordenado por la sentencia de casación que antecede, y de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 786 del Código de Procedimiento Civil, se
dicta el siguiente fallo de reemplazo.
Vistos:
Se reproducen la sentencia de primer grado con excepción de los considerandos séptimo,
décimo sexto y décimo séptimo.
Asimismo, corresponde tener en consideración los fundamentos Tercero y Cuarto de la
sentencia de casación que antecede.
Y TENIENDO ADEMAS PRESENTE:
1.- Que conforme a lo establecido en el artículo 1749 del Código Civil, la administración
ordinaria de la sociedad conyugal corresponde al marido, en cuanto "jefe" de la sociedad
conyugal. Más que administrador de la sociedad conyugal, el marido es dueño de los
bienes sociales (Manuel Somarriva Undurraga, "Derecho de Familia", Editorial
Nascimento, 1963, pág. 266). El marido administra libremente los bienes sociales, sujeto
a las restricciones impuestas en la ley y, eventualmente, en las capitulaciones
matrimoniales. Dentro de estas restricciones se encuentra la que impide al marido
enajenar, gravar voluntariamente o prometer enajenar o gravar bienes raíces sociales,
mientras no medie la autorización de la mujer (artículo 1749 inciso 3º del Código Civil).
Esta autorización debe ser específica y otorgada por escrito o por escritura pública, si el
acto exigiera esta solemnidad, o interviniendo expresa y directamente de cualquier modo
en el mismo.
Por su parte, la mujer durante la sociedad no tiene ningún derecho sobre estos bienes,
sino la expectativa de adquirir la mitad de los que existan a su disolución: sólo entonces
se forma una comunidad entre ambos cónyuges y la mujer se convierte en copropietaria
del marido sobre estos bienes (Pablo Rodríguez Grez, "Regímenes Patrimoniales",
Editorial Jurídica de Chile, 1996, pág. 109).
2.- Que la disolución de la sociedad conyugal tiene dos consecuencias:se fija
irrevocablemente el activo y el pasivo de la sociedad, y cesa la administración del marido,
formándose una comunidad entre los cónyuges. Los bienes comunes van a ser
administrados por ambos cónyuges de consuno o por el administrador proindiviso que se
designe de acuerdo a las reglas establecidas en los artículos 2305 y 2081 del Código
Civil.
3.- Que la inoponibilidad es la sanción civil que impide que se haga valer ante terceros un
derecho que ha nacido como consecuencia de la celebración de un acto jurídico, de la
nulidad o de otra causal de la terminación anormal de un acto jurídico, como la resolución
o la revocación. Presenta varias diferencias con la nulidad. Esta deriva de infracciones
legales o vicios que se producen en el momento del nacimiento del acto jurídico, y
produce efectos tanto entre las partes que celebraron el acto anulado, cuanto respecto de
terceros; además, es una sanción de orden público. En cambio, la inoponibilidad es
independiente de la generación del acto por las partes; el contrato es válido, pero otras
circunstancias determinan su ineficacia frente a terceros. La inoponibilidad produce
exclusivamente efectos respecto de terceros, pues se trata de una sanción de orden
privado que está establecida únicamente en beneficio estos, a fin de que puedan
prevalerse de ella (Jorge López Santa María, "Los contratos. Parte General", II Tomo,
Editorial Jurídica de Chile, 1998, pág. 368).
Entre los principales motivos de inponibilidad, se encuentran: a) Incumplimiento de las
formalidades de publicidad: las formalidades de publicidad están destin adas a divulgar
ante terceros la celebración de un acto o contrato por el acaecimiento de un determinado
suceso de relevancia jurídica. El incumplimiento de ellas acarrea la inoponibilidad del acto
frente a terceros. b) Inoponibilidades por falta de fecha cierta:los instrumentos privados
son susceptibles de antedatarse o postdatarse por los otorgantes, por lo cual carecen de
certeza en cuanto a su fecha, es decir, son inoponibles a terceros respecto al día en el
cual aparecen suscritos. c) Inoponibilidades por falta de consentimiento: si bien en Chile
es válida la venta de cosa ajena, el contrato es inoponible al dueño de la cosa, ya que
este no consintió en la venta. También, el arrendamiento de cosa ajena es inoponible al
dueño de la cosa arrendada (artículo 1916 del Código Civil), y la prenda de cosa ajena es
inoponible al dueño o tercero absoluto que no consintió por ignorancia (artículo 2390 del
Código Civil). Estas inoponibilidades de contratos al dueño de la cosa por ausencia de su
consentimiento, ceden en beneficio de un tercero absoluto. d) Inoponibilidades derivadas
de nulidades u otras causales de ineficacia de los actos jurídicos: tanto la nulidad absoluta
como la relativa de un acto jurídico, judicialmente declarada, confiere acción
reivindicatoria contra terceros poseedores, aunque estos se hallen de buena fe. Sin
embargo, hay varias excepciones a esta regla, todas las cuales constituyen, por lo mismo,
casos en que la nulidad civil es inoponible a terceros, como ocurre con la nulidad del
contrato de sociedad, que es inoponible como excepción por los socios de la sociedad de
hecho, en los pleitos que les entablen terceros de buena fe. e) Inoponibilidades derivadas
de las quiebras: en el caso de la quiebra de cualquier deudor, al margen de cual fuese su
actividad, la ley declara inoponibles a los acreedores una serie de contratos celebrados
por el fallido, sin que sea necesario probar mala fe o fraude como en la acción pauliana. f)
Inoponibilidades por simulación: en los casos de contratos simulados, las partes no
pueden oponer el acto secreto u oculto a terceros. g) Inoponibilidades por fraude (Jorge
López Santa María, ob.cit., págs.369 a 375).
4.- Que en el derecho, como se ha dicho, se combinan grandes principios generales, que
tienen por orientación la armonía social y el equilibrio patrimonial entre sujetos de
derecho. En el fondo, el ordenamiento jurídico demanda transparencia al individuo en sus
actuaciones, sea que las realice en forma individual o las realice mediante agrupaciones
autorizadas por el ordenamiento jurídico que las refrenda otorgándoles la personificación.
Por otra parte, el ordenamiento jurídico reclama también la honestidad en las actuaciones
de los individuos, que descansa en grandes pilares, como son la buena fe y la protección
de los intereses de terceros. Por consiguiente, el ordenamiento jurídico demanda
transparencia a los contratantes y buena fe en el tráfico jurídico. Los principios generales
del derecho son reglas superiores de carácter lógico-axiológico que procuran la armonía
social y la solución de conflictos de los derechos emanados de las relaciones jurídicas,
mediante la concreción de los valores de la seguridad y de la justicia (Raúl Álvarez Cruz,
"Comentario crítico presentado por el profesor don Raúl Álvarez Cruz", en Estudios sobre
Reformas al Código Civil y Código de Comercio, Editorial Jurídica de Chile, 2008. pág.
336).
5.- Que en el caso sublite, para determinar si las hipotecas constituidas sobre los lotes 15
y 16 a favor del Banco de A. Edwards son inoponibles a la demandante, doña E.C., por
haber concurrido esta junto con su cónyuge, don R.N., a la constitución de las mismas en
Notaría, debe tenerse presente que ni en la primera ni en la segunda escritura se señala
que los cónyuges estén casados bajo el régimen de separación total de bienes.Asimismo,
en la cláusula de la primera escritura la señora E.C. manifiesta "que viene en aceptar en
autorizar a su cónyuge para celebrar el presente contrato, especialmente la constitución
de la hipoteca y prohibiciones de que da cuenta la presente escritura". En la segunda
escritura la señora E.C. expresa "que autoriza expresamente a su cónyuge para celebrar
el presente instrumento".
Cabe preguntarse, ¿cuál es la finalidad de autorizar la constitución de las hipotecas sobre
los lotes 15 y 16 y los derechos de aprovechamiento de agua, si ella en ese momento ya
era comunera" Es evidente que esta autorización no puede ser la exigida en el artículo
1749 del Código Civil, puesto que en esa época la sociedad conyugal se había terminado,
de manera que aquella no procedía, era innecesaria. Por otra parte, "es igualmente
evidente que con la aludida autorización se ha pretendido obtener alguna consecuencia
de derecho, puesto que normalmente, las cosas se hacen para que produzcan algún
defecto y no para que carezcan de toda utilidad. Es, por lo demás, el principio que impone
el artículo 1562 del Código Civil" (Gaceta Jurídica, Nº 120, año 1999, pág.36).
Entendidas así las cosas, no cabe sino concluir que la intervención de la señora E.C. tuvo
por finalidad prestar, en su calidad de comunera, el consentimiento necesario para que las
hipotecas -del Lote 15 y 16 de la división Los Molinos y sus respectivos derechos de
aprovechamiento de aguasnacieran perfectas a la vida jurídica, puesto que no puede
entenderse de otra manera el hecho de que, siendo codueña de los bienes hipotecados,
expresara que estaba de acuerdo en que se hipotecaran.
Por estas consideraciones y de conformidad, además con lo dispuesto en las normas
legales citadas y artículos 186 y 144 del Código de Procedimiento Civil se declara:
a) Que se confirma la sentencia de veintiséis de julio de dos mil dos, escrita a fojas 206,
en cuanto por ella rechaza la demanda deducida a fojas 62, por entenderse que doña
E.C. concurrió a la Notaría para expresar su consentimiento en cuanto a la constitución de
las hipotecas que gravan los Lotes 15 y 16 de la división Los Molinos y sus derechos de
aguas, inscritos respectivamente a fojas 1849 Nº 740 del año 1991; 1807 vta. Nº 785 del
año 1993, y fojas 76 Nº 82 del año 1993, todas del Registro de Hipotecas y Gravámenes
de Aguas del Conservador de Bienes Raíces de Curicó.
b) Se revoca el aludido fallo en aquella parte que acoge la demanda reconvencional y en
su lugar se resuelve que no ha lugar a la demanda deducida reconvencionalmente en el
primer otrosí de fojas 99, por haber adquirido el Banco de A. Edwards el derecho real de
hipoteca por el modo de adquirir tradición.
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 1158-08.
Redacción a cargo de la Abogado Integrante Sra. Maricruz Gómez de la Torre Vargas.
Pronunciado por la Primera Sala de la Excma. Corte S uprema integrada por los Ministros
Sr. Sergio Muñoz Gajardo, Sra. Margarita Herreros Martínez, Sr. Juan Araya Elizalde, Sr.
Guillermo Silva Gundelach y el Abogado Integrante Sra. Maricruz Gómez de la Torre
Vargas. Santiago, 30 de diciembre de 2.009.
Autoriza la Secretaria Subrogante de la Corte Suprema Sra. Carola Herrera Brümmer.
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