El Derecho de la Competencia en Uruguay

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El Derecho de la Competencia en Uruguay
1. Una breve reseña del Derecho de la Competencia en Uruguay
En marzo del año 2000 el gobierno remitió al Parlamento un proyecto de ley de urgente
consideración (Ley de Urgencia de especial tramitación donde el Poder Legislativo debe
considerarlo dentro de plazos determinados, vencidos los cuales se reputa sancionado) que
terminó con la dictación de la Ley n° 17.243, que consagró en su Capítulo IV las primeras normas
de Defensa de la Competencia de Uruguay.
Posteriormente, se integraron con estas normas, dos artículos más de la Ley n° 17.296 de
Presupuestos, y por último, el Decreto Reglamentario n° 86 del 2001 con el que se designa el
órgano encargado de aplicar la normativa anterior, y se establece el procedimiento administrativo
para sancionar las conductas anticompetitivas.
Aunque esta normativa ha funcionado para controlar los problemas presentados en el mercado, a
lo largo de estos últimos años se han presentado varios proyectos de ley que unifican la regulación
en materia de defensa de la competencia. El más reciente, fue el presentado por el ejecutivo en
julio del año 2005 que crea el Tribunal de Defensa de la Competencia y hace más concreto el
procedimiento administrativo que investiga las conductas anticompetitivas.
2. Las autoridades encargadas de la libre competencia en Uruguay
2.1. Dirección General de Comercio
La Dirección General de Comercio pertenece al Ejecutivo, y fue creada mediante un decreto
presidencial (Decreto Reglamentario n° 86 de 2001) en acuerdo con el Ministerio de Economía y
Finanzas, y es el órgano competente para la aplicación de las normas sobre actos prohibidos por la
Ley sobre Defensa de la Competencia. Sus funciones están establecidas en el artículo n° 158 de la
Ley n° 17.296 los artículos n° 2 al n° 9 del decreto mencionado, en donde se regula el
procedimiento necesario para constatar y sancionar las prácticas anticompetitivas.
Para lograr esta labor de defender la competencia debe vigilar el comportamiento de los agentes
económicos, e impedir que realicen prácticas anticompetitivas, y en todo caso, si se presentan,
debe exigir el cese de la conducta y proceder a imponer las sanciones del caso.
3. Algunos aspectos del procedimiento
El procedimiento que regula las investigaciones por denuncias contra supuestas prácticas
restrictivas de la competencia, está contenido en el Decreto n° 86 de 2001 y es de carácter
administrativo.
El procedimiento se inicia de oficio (con una relación de los hechos y los fundamentos que los
motivaron) o por denuncia (que deberá contener la identificación del denunciante, su domicilio, el
objeto de la denuncia, los hechos y el derecho en que se funda, y acompañándose de los medios
probatorios que estuvieren a su alcance) realizada por cualquier persona física o jurídica, pública o
privada cuyos intereses resulten perjudicados. La Dirección General de Comercio deberá
manifestarse sobre la pertinencia de la denuncia en diez días, al cabo de los cuales, dispondrá que
se corra traslado de la denuncia (correr la vista) al presunto responsable por otros diez días.
Contestada la denuncia o vencido el plazo para evacuarla, la Dirección dictará resolución en un
plazo de diez (10) días, en la que decidirá si continua el procedimiento o se define su clausura por
falta de mérito suficiente, la que se notificará personalmente a las partes.
Una vez que la resolución que dispone continuar con el procedimiento, adquiere firmeza
administrativa, se abre a etapa probatoria que durará sesenta (70) días. La Dirección General de
Comercio podrá rechazar la prueba manifiestamente inconducente y requerir de oficio otros
medios probatorios.
Concluido el período de prueba, se confiere traslado a las partes para alegatos en un término de
quince días, vencido el plazo, la Dirección General de Comercio tendrá sesenta días para dictar
resolución. Todos los plazos que se establecen, se contarán por días hábiles y serán perentorios.
3.1. Procesos arbitrales o conciliatorios
El mismo decreto reglamentario consagra la posibilidad de solucionar las controversias sobre
violación a las normas de la libre competencia, a través de un mecanismo alternativo de solución
de conflictos, como lo es el proceso arbitral. Consagra incluso que en cualquier estado del proceso,
la Dirección General de Comercio, podrá convocar a audiencia, para promover la celebración de
acuerdos o conciliaciones, ordenar el cese provisorio de la conducta presuntamente ilícita y llegar
a acuerdos de cese o modificación de conductas con el presunto responsable, suspendiéndose los
procedimientos.
Así mismo, el artículo n° 10 continúa señalando que las controversias que se susciten en razón de
actos lesivos de la competencia prohibidos por la ley, podrán ser sometidas a la decisión de
árbitros pertenecientes a los Centros Especializados de Arbitraje debidamente habilitados por la
Dirección General de Comercio.
3.2. Procesos en la jurisdicción civil
Cuando la práctica restrictiva de la competencia cause un perjuicio al competidor que era
destinatario de la misma, se generará entonces una obligación de reparación por el daño causado
(indemnización de perjuicios), acción que ha de tramitarse por un proceso ordinario ante la
jurisdicción Civil.
4. Las sanciones aplicables por infracciones a las normas de libre competencia
El decreto Reglamentario n° 86 de 2001 dictado por el Presidente de la República define que la
Dirección General de Comercio es el órgano que tiene competencia en el control de los actos y
conductas prohibidos por el artículo n° 14 de la Ley n° 17.243 de 2000, que serán sancionados con
lo contemplado por el articulo n° 157 la ley n° 17.296 de 2001 de la siguiente forma:
a.
b.
c.
d.
Apercibimiento.
Apercibimiento con publicación a costa del infractor.
Orden de cese definitivo de los actos o conductas prohibidas y la remoción de sus efectos.
Multa de 500 UR (quinientas unidades reajustables) hasta 20,000 UR (veinte mil unidades
reajustables) según que la infracción se califique de leve, grave o muy grave. Las sanciones
podrán aplicarse independiente (a la persona natural) o conjuntamente(a la empresa)
según resulte de las circunstancias del caso. Si la infracción es de gravedad, podrá
ordenarse el cese provisional de los actos o conductas prohibidos sin perjuicio de la
iniciación del proceso administrativo que corresponda.
Los criterios que se tendrán en consideración para determinar la gravedad de la infracción serán el
daño causado, la modalidad y alcance de la restricción de la competencia, la participación del
infractor en el mercado, la duración de la práctica prohibida y la reincidencia o antecedentes del
infractor. En todo caso, como primera medida siempre se debe ordenar el cese de la práctica
restrictiva de la competencia.
5. Proyecto de ley de competencia en Uruguay
Tras varios proyectos normativos que fueron presentados durante los últimos cinco años, el Poder
Ejecutivo presentó en julio del año 2005 el más reciente proyecto de ley referente a la promoción
y defensa de la competencia en Uruguay. Esto, después de que el gobierno hubiera reconocido
que esto no era un prioridad en sus asuntos económicos.
La exposición de motivos del proyecto de ley explica que en las relaciones del mercado es muy
común que se presenten rivalidades, por lo que para tener un mercado competitivo es necesaria
una regulación, y así obtener una oferta de productos y servicios de calidad y una eficiente
asignación de recursos, ante las actuaciones de personas que generan interferencias en el
mercado, perjudicando a la sociedad.
Además, busca hacer un énfasis en la educación al público sobre cómo obtener esos mercados
competitivos, creando “una mayor conciencia entre la ciudadanía y los empresarios de los
beneficios de la competencia, fomentando el desarrollo de una cultura en la materia,… Por eso el
órgano regulador, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, sería un órgano represor, pero
también evaluador y asesor”
El proyecto es muy completo, pues trata de abarcar varios temas importantes en materia de
competencia y de sintetizar los asuntos importantes al definir las prácticas anticompetitivas. Entre
ellos
Define el objeto que tendrá la normativa para la protección de usuarios y
consumidores;
Un principio general de aplicación a todos los mercados que incluye la prohibición
del abuso de posición dominante y la posibilidad de realizar estas conductas ante una
excepción de eficiencia;
La aplicación ante conductas extraterritoriales;
Un listado no taxativo de conductas anticompetitivas prohibidas; definición del
mercado relevante;
Un procedimiento estructurado que permite la terminación anticipada del proceso
ante acuerdos de cese o conciliaciones;
La exposición del órgano de aplicación encargado de velar por el cumplimiento de
la norma, su composición y funciones; y
Finalmente la prescripción de las acciones.
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