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ETAPA DE SUELO
o INTRODUCCIÓN
o PATRONES Y MOVIMIENTOS
 PATRÓN HOMOLATERAL
 PATRÓN CONTRALATERAL
 TIJERA CRURAL
 VOLTEO
 ARRASTRADO
 GATEO
 OSEO
 DESPLAZARSE DE RODILLAS
o ACTIVACIÓN ARMÓNICA
CURSO ESCOLAR FEBRERO 2014
1
INTRODUCCIÓN
El bebé llega a la etapa de suelo cuando es capaz de voltear, es decir, pasar de la posición de
tumbado boca arriba a boca abajo, y termina cuando es capaz de ponerse de pie por sí mismo.
Estadísticamente se inicia cuando termina la etapa neonatal y se completa entre los 300 y 350 días.
Esta etapa se divide en cinco niveles y durante este tiempo vamos a ir viendo cambios en todo
su proceso de maduración.
Lo más fundamental de la etapa de suelo es el inicio y el desarrollo progresivo de la capacidad de
desplazamiento.
Aumenta mucho la dinámica corporal y ya es capaz de ir en busca de cualquier estímulo
deseado o de desplazarse hacia un lugar.
El suelo se convertirá en su hábitat ideal y es donde el niño debería pasar la mayor parte del
tiempo, evitando utilizar aparatos que le obliguen a forzar posturas para las que aún no está
preparado.
Estos niños ya sujetan la cabeza, fijan la mirada y dan vueltas en el suelo.
Surge el deseo de coger todo con las manos y a caballo de este deseo desarrolla los elementos
motrices necesarios para conseguirlo.
Aparece el arrastrado y el gateo que son los que la van a permitir junto con el desarrollo
perceptivo comunicarse con su entorno.
Es muy importante que tanto los educadores como los papás bajen al suelo a jugar con ellos y así
tener la posibilidad de establecer un contacto afectivo más intenso.
Al final de esta etapa, el niño ya llega a todos los rincones y su gateo es perfecto, se ha
convertido en un todo terreno.
A nivel perceptivo su campo es mucho más amplio, las manos, los ojos y los oídos son su centro
de información.
Se han producido muchos cambios tónicos, sobre todo en la zona de las nalgas, los glúteos y las
pantorrillas.
Sus ritmos de vida se acercan cada vez más al ritmo de las cuatro comidas, durante el día está más
tiempo despierto, aunque sigue haciendo una respetable siesta y duermen toda la noche.
Le fascinan los sonidos y las luces rítmicas, y son muchos los que desencadenan
en él respuestas de atención.
Tiene mayor capacidad de control frente a un impacto emocional, es capaz de controlar el llanto
y poner en marcha una respuesta de huida. Ya no se queda bloqueado.
2
Patrones y movimientos de la etapa de suelo
Patrón homolateral
Flexión de las dos extremidades (brazo/pierna) del mismo lado al que gira la cabeza, mientras las
extremidades del otro lado conservan la extensión.
Este patrón es básico y desaparece en el momento en que aparece el patrón contralateral, sin
embargo, el niño recurre a él cuando pasa de un patrón de movimiento a otro, pues al tenerlo
automatizado se siente más seguro que con el contralateral que está en proceso de automatización.
Este patrón aparece durante el sueño y es la mejor postura para descansar, si no aparece sería
bueno provocarlo.
Patrón contralateral
Flexión del brazo al que gira la cabeza y de la pierna contraria mientras que el otro brazo y la otra
pierna permanecen extendidos.
Este patrón de coordinación corporal no suele aparecer en estado de reposo, y es la base para
ciertos movimientos.
Tijera crural
Consiste en un ejercicio que descubre al niño la posibilidad de voltear, pasar de la posición boca
arriba a boca abajo.
Estando el niño tendido boca arriba cogerle por los tobillos, y mientras la pierna derecha permanece
extendida flexionar la pierna izquierda poniendo la rodilla por encima de la pierna derecha y hacerle
girar por la cadera hasta que esta rodilla toque el suelo.
Después con la otra pierna
Conforme va aprendiendo
Balanceo con la cadera
que logrará voltear y es
de algún toque en el suelo
practicando, pero esto le
cabeza y empezará a controlarla
el niño este movimiento de
llegara un momento en el
posible que al principio se
o lugar en el que está
dará consciencia de su
Volteo homolateral
Dar la vuelta sobre sí mismo con las piernas y los brazos estirados (los brazos hacia arriba). Surge a
partir del patrón homolateral.
Ayuda al niño a tener una nueva visión de su yo físico, madura la línea media del cuerpo, ayuda a
proteger la cabeza de cualquier caída y es base para el arrastrado.
Este patrón se puede estimular a través de objetos llamativos (nuestra voz, nuestra cara,
tocándole…etc.)
Arrastrado contralateral
La cabeza es la que dirige el movimiento, es decir, cuando la cabeza gira hacia un lado
se flexiona el brazo del mismo lado y la pierna contraria, mientras las otras dos extremidades
permanecen extendidas, surge gracias a que el volteo ha tonificado la espalda y por una necesidad
de descubrir el espacio que le rodea.
Ayuda a automatizar el patrón contralateral, tonifica los músculos de la espalda y las caderas. El
arrastrado facilita la organización del gateo
3
Gateo contralateral
Desplazamiento sobre manos y rodillas con movimientos sincrónicos de brazo derecho/pierna izquierda y
brazo izquierdo/pierna derecha.
Las rodillas y los muslos deben estar paralelos, las manos extendidas mirando al frente, los pies rectos y
la cabeza levantada.
Oseo contralateral
Desplazamiento con las palmas de las manos y las plantas de los pies flexionando la espalda y sin
apoyar las rodillas.
No es preciso que surja, si lo hace normalmente es por la necesidad del niño de probar nuevas posturas
o por notar una superficie extraña que le obliga a levantar las rodillas (arena, césped, piedras… etc.)
Es muy importante para el fortalecimiento de la columna y zona lumbar, la tonificación de las nalgas y
muslos, asi como tobillos y pies.
Es el paso intermedio entre el gateo y la deambulación, además es la base para que pueda ponerse en
pie sin ningún tipo de apoyo.
Desplazarse de rodillas
Supone la liberación de las manos como función de soporte y el apoyo de todo el cuerpo sobre las
rodillas.
Este tipo de desplazamiento es un paso intermedio entre el gateo y la deambulación, no tiene porqué
aparecer, sin embargo sería bueno provocarlo en niños que tienden a ponerse en pie con puntos de
apoyo y vemos que no están suficientemente maduros para deambular.
Descubrirles este nueva postura hace que el niño se sienta un poco más cerca del adulto a la vez que
dejamos que sus pies y sus tobillos maduren.
Este tipo de desplazamiento fortalece las nalgas, asi como la zona lumbar.
Ambas son formas de desplazamiento que forman parte de la evolución de un bebé sano, en los casos
que no aparecen, son fugaces o inapreciables pueden indicar un trastorno en su desarrollo,
si es el caso, es importante educar al niño en ambos movimientos como un recurso
madurativo.
La misión del educador/a será inducir al niño a que descubra dentro de sí esta posibilidad sin forzarle
directamente a que adopte ninguna de las dos posiciones, podría ocurrir que el niño no estuviera
preparado.
Activación armónica
Al confeccionar una programación debemos hacerlo siguiendo un criterio armónico, de tal manera que
las actividades seleccionadas correspondan a un mismo nivel de dificultad y que este sea el de
maduración actual del niño.
Las actividades deben ser lúdicas y el educador/a debe implicarse en ellas.
Dentro de un mismo nivel debemos hacer agrupaciones homogéneas que nos permitan trabajar y
divertirnos con los niños.
El educador/a debe saber cómo actuar para que el juego o la actividad estimule correctamente y no se
convierta en una fuente de disarmonía.
Es también muy importante que en una programación podamos desarrollar varios parámetros a la vez.
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