Presentación del Estudio Multidimensional de Uruguay Centro de

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Intervención del señor Canciller Rodolfo Nin Novoa:
Presentación del Estudio Multidimensional de Uruguay
Centro de Desarrollo de OCDE
-Montevideo, 4 de marzo de 2016-
Tengan todos muy buenos días, muchas gracias por acompañarnos el día de hoy en esta
presentación.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) fue creada en 1960. En
la actualidad reúne a más de treinta países que han alcanzado un alto grado de desarrollo
económico y social, que representan más del 80% del Producto Interno Bruto a nivel mundial y el
70% del comercio internacional.
Durante mucho tiempo, esta Organización estuvo conformada sólo por países del primer mundo.
No obstante, ha ido adquiriendo un mayor equilibrio regional al invitar a más países a ser
miembros y/o a participar en sus actividades, un hecho que sin lugar a dudas es muy deseable.
En los últimos años, y a raíz de las Cumbres del G20 que tuvieron lugar en Washington en 2008, y
Londres en 2009, la OCDE se ha convertido en el organismo coordinador de las políticas
consensuadas en este foro informal que aglutina a las principales 20 potencias del mundo.
Además de su rol de coordinador, el Organismo es una usina generadora de conocimiento de alta
calidad y estándares en las más diversas áreas, y el motivo por el cual nos encontramos reunidos
aquí el día de hoy es una prueba nítida de ello.
En este sentido, la entidad es reconocida principalmente por sus capacidades analíticas y
publicaciones estadísticas orientadas a difundir las mejores prácticas gubernamentales, impulsar
el “buen gobierno” dentro del servicio público y contribuir a mejorar la relación entre el sector
público y el privado, proponiendo recomendaciones de políticas públicas en diversos sectores.
En esta instancia los países comparan, intercambian experiencias, identifican mejores prácticas,
promueven decisiones y recomendaciones, y mediante esos y otros instrumentos legales,
acuerdan y se comprometen con estándares de alto nivel técnico y avanzada voluntad política.
El trabajo de la OCDE se extiende más allá de sus miembros a través del Centro para la
Cooperación con No-Miembros (CCNM), del Centro de Desarrollo y de una serie de iniciativas
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regionales que cubren Europa del Este, el Cáucaso y Asia Central, Asia, América Latina y el
Medio Oriente.
A este respecto, el resultado que hoy estamos presentando es fruto del relacionamiento de
nuestro país con el Centro de Desarrollo, al que solicitamos en octubre del 2012 un informe
multidimensional que a través de un examen de las dinámicas subyacentes en nuestra estructura
productiva y económica, lograra identificar los obstáculos que pudieran existir para nuestro
desarrollo económico y social.
Subrayo el aliciente de que este informe se realizó a demanda de nuestro país, solicitado de
manera expresa en 2012, reflejando el convencimiento tanto de la pasada Administración como de
la actual, de que este camino de acercamiento a la Organización representa un valor agregado
para el Uruguay, y que es funcional a nuestras metas de crecimiento en el mediano y largo plazo.
Con especial foco en las conclusiones que arroja este estudio que hoy será presentado, algunas
de ellas son particularmente sensibles a nuestro rol en materia de relacionamiento externo. En
relación a esto, destaca en primer lugar la identificación de Asia como mercado especialmente
dinámico sobre el cual trabajar, procurando una mayor inserción internacional en cadenas
globales de valor. En segundo término, sobresale el énfasis que es necesario continuar dando al
sector exportador de servicios, como forma de posicionar fuertemente al país en esa área. Y en
tercer lugar, se rescata el valor que tendría una mejor coordinación entre instituciones nacionales
para abordar más eficientemente la ampliación de nuestra agenda externa.
En este contexto, corresponde subrayar que los informes y estándares que publica el organismo
sobre el desempeño de países y/o regiones en temas tan diversos como: educación, cambio
climático, cadenas de valor, políticas fiscales transfronterizas, agricultura, gobernanza, migración,
entre otros, son referente para el resto de los organismos internacionales (inclusive las Naciones
Unidas) y para las empresas calificadoras de riesgo país, que son determinantes a la hora de
atraer inversión extranjera.
Si bien es cierto que nuestro país ha tenido un vínculo principal sobre aspectos tributarios, y el
hecho de que seamos miembros plenos y fundadores del Foro Global en materia de
Transparencia e Intercambio de Información Fiscal junto a 129 jurisdicciones más es una clara
reafirmación en este sentido, es importante recordar que la agenda de la Organización ofrece
oportunidades en otras áreas, tales como educación, medioambiente, desarrollo, ciencia e
innovación tecnológica, salud, entre otras.
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Adicionalmente, es oportuno tener en cuenta la compatibilidad existente entre los principios
rectores de la OCDE y la prioridad estratégica nacional de continuar captando inversión extranjera
directa. Esta constatación es altamente significativa y beneficiosa para nuestro país en lo que
refiere a la inserción internacional, y particularmente en lo que tiene que ver con nuestra imagen
país. Somos una economía seria, responsable, que se propone hacer las cosas bien y de manera
transparente; para un país de las dimensiones del nuestro, esta clase de activos intangibles son
fundamentales, porque siembran confianza y edifican credibilidad.
Por este motivo, con el objetivo de integrarnos a las actividades de la OCDE, nuestro país está
dando claras señales de acercamiento, participando de instancias abiertas a países no miembros,
normalmente a través de Foros, con el fin de lograr incidir y obtener la información que sirve de
base a los principales actores globales para la definición de sus propias políticas de primera
mano.
Con relación a este punto, me compete informar que nuestra Cancillería ha dado pasos concretos,
nombrando a la Embajadora Alejandra Debellis como Representantes Permanente ante la ODCE
en París, como forma de asegurarnos un seguimiento temático exhaustivo de la agenda que allí
se desarrolla, la que afortunadamente crece de modo progresivo.
En este sentido, además de haber ingresado oficialmente al Centro de Desarrollo el pasado 17 de
setiembre de 2015, se nos ha invitado a ser parte del Foro sobre Cadenas Globales de Valor,
materia en la cual Uruguay viene trabajando intensamente a nivel regional y multilateral; se ha
aprobado el estatus de nuestro país como Participante en el Comité de Asuntos Fiscales; se ha
presentado la oportunidad de aplicar la nueva normativa global sobre Intercambio Automático de
Información entre Administraciones Tributarias, compromiso sobre el que estamos trabajando
arduamente; al tiempo que hemos recibido invitación para participar del Comité de Cooperación
para el Desarrollo y hacer uso de sus programas y herramientas. La agenda es vasta, pero
tenemos confianza en que estaremos a la altura de las circunstancias, para defender la posición
de nuestro país a lo largo y a lo ancho de la misma.
Asociado a este tema, queremos destacar que la reciente adopción de la Agenda 2030 en el
marco de Naciones Unidas supone una excelente oportunidad para catalizar esfuerzos en aras de
un desarrollo sostenible a largo plazo.
La universalidad de la citada agenda y su abordaje multidimensional, así como su visión integral
del desarrollo y la incorporación en la misma de la lógica de derechos, supone un cambio de
paradigma significativo, que evaluamos muy positivamente.
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En ese marco, al tiempo que tomamos nota de las discusiones actualmente en curso en la OCDE
sobre la implementación de la misma, conscientes de que resulta fundamental incrementar las
acciones y el compromiso internacional para asegurar su efectiva consecución, consideramos
necesario que los esfuerzos y/o discusiones en materia de desarrollo de la OCDE, tengan en
cuenta el importante rol del Sistema de las Naciones Unidas en la materia y la universalidad del
mismo.
Del mismo modo, teniendo en cuenta que la dinámica actual de la cooperación internacional utiliza
el PBI per cápita de los países como único indicador para definir los criterios de elegibilidad para
la asignación de fondos de cooperación, América Latina y Uruguay en particular, enfrentan serios
desafíos para continuar siendo receptores de Ayuda Oficial al Desarrollo.
En ese marco, Uruguay considera fundamental que la OCDE reconozca los citados desafíos y
pueda considerar favorablemente la creación de nuevas categorías de países en desarrollo que
actualmente no resultan elegibles para la asignación de fondos de cooperación tradicional.
Para finalizar, quiero enfatizar que en esta tarea de aproximación a la Organización y sus Foros,
nosotros identificamos una serie de ventajas estratégicas que justifican nuestro accionar y lo dotan
de sentido y propósito.
En primer lugar, nuestro país como economía en desarrollo adquiere la capacidad de dialogar en
un plano de igualdad con los países desarrollados.
En segundo término, el Uruguay tiene la oportunidad de colocarse en una senda de convergencia
progresiva con los altos estándares de desarrollo que evidencian los países miembros,
incorporando un sello de confiabilidad, previsibilidad y prestigio.
En tercer y último lugar, nuestro país se beneficiará de nuevas perspectivas de gobernabilidad y
gestión, que coadyuvarán al logro de nuestros actuales objetivos de crecimiento económico y
social, así como también de desarrollo humano, educativo y medioambiental.
Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer muy especialmente el trabajo del Centro en
nombre de su Director General Mario Pezzini, que nos acompaña el día de hoy, y a los grupos de
especialistas, profesionales y académicos tanto uruguayos como extranjeros que participaron
activamente de este proyecto.
Muchas gracias a todos.
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