“2013 – AÑO DEL BICENTENARIO DE LA ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE DE 1813” Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección general de Publicaciones VERSION PRELIMINAR SUJETA A MODIFICACIONES UNA VEZ CONFRONTADO CON EL EXPEDIENTE ORIGINAL (S-2698/13) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,… Artículo 1.- La designación de personal en el ámbito del Poder Ejecutivo y en sus organismos descentralizados, en cargos de planta permanente financiados por el Presupuesto Nacional, deberá efectuarse teniendo en cuenta las estipulaciones que en la materia contengan las Convenciones Colectivas de Trabajo que hubiese celebrado el sector público, en especial el artículo 120 y los Títulos II, Capítulos III, IV, según corresponda, del Convenio Colectivo de Trabajo Sectorial del Personal del Sistema Nacional de Empleo Público homologado por el Decreto 2098/2008, o el que lo reemplazare en el futuro. Ello, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 4°, inciso b) de la Ley 25.164 (Ley marco de regulación de empleo público nacional). Artículo 2.- Convalídase la actuación de todos aquellos funcionarios y/o agentes cuya designación temporaria y sus prórrogas hayan sido realizadas con carácter excepcional hasta el momento de entrada en vigencia de la presente ley, a partir del cual deberán someterse al pertinente concurso de selección. Artículo 3.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Roberto Basualdo. – FUNDAMENTOS Señor Presidente: A partir del 1 de diciembre del 2008 entró en vigencia el Convenio Colectivo de Trabajo Sectorial del personal del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP). Con el dictado del Decreto Nº 2098/2008, se homologó el citado Convenio Sectorial, producto de la negociación colectiva entre el Estado Nacional y las Asociaciones Sindicales: Unión del Personal Civil de la Nación y Asociación Trabajadores del Estado. “2013 – AÑO DEL BICENTENARIO DE LA ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE DE 1813” El mencionado Convenio establece el marco normativo de empleo público actualmente vigente para buena parte del sector público nacional y determina -en cuanto aquí interesa- que el ingreso a la carrera administrativa se debe realizar mediante mecanismos de selección que aseguren la comprobación fehaciente de la idoneidad, méritos, competencias, actitudes y aptitudes laborales adecuadas del agente1. Se consagra la adopción de un procedimiento que garantiza el respeto de los principios de igualdad de oportunidades, publicidad, transparencia e igualdad de trato. Es decir que los signatarios han dispuesto en el marco negocial que el ingreso a la carrera administrativa se realizará a través de la figura del concurso público de oposición y antecedentes. No obstante ello, el Poder Ejecutivo Nacional ha emitido actos administrativos de designación transitoria de personal en la Administración Pública Nacional (en adelante APN) en excepción al régimen normativo que determina aquella modalidad para la cobertura de las vacantes. Vale la pena repasar la evolución normativa y lo que viene ocurriendo en la práctica... En el año 1987, a través de la Ley N° 23.544, se ratificó el Convenio N°154 adoptado en la 67° Reunión de la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre “Fomento de la Negociación Colectiva en el Sector Público”. Tiempo después se sancionó la Ley N° 24.185 que estableció las disposiciones por las que se regirían las negociaciones colectivas que se celebren entre la APN y sus empleados y determinó cuáles materias resultaban ajenas a la negociación colectiva. Las materias excluidas son las que la Constitución Nacional atribuye al Poder Ejecutivo Nacional y que constituyen su potestad reglamentaria, a saber: a) La estructura orgánica de la Administración Pública Nacional; b) Las facultades de dirección del estado y, c) El principio de idoneidad como base del ingreso y promoción en la carrera administrativa. Al amparo de dicho marco normativo se celebró en el año 2006 un Convenio Colectivo General homologado por Decreto N° 214/20062, que es el actualmente vigente. Inserto en este marco normativo, y fruto de la negociación colectiva, se suscribió el Acta Acuerdo de fecha 05 de septiembre de 2008, 1 Título IV “Del Régimen de selección de personal” Decreto N° 2098/08 B.O 05/12/08. 2 Decreto N° 214/2006. B.O. 01/03/06. “2013 – AÑO DEL BICENTENARIO DE LA ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE DE 1813” posteriormente homologada por el Decreto N° 2098/08 que estableció el Convenio Colectivo Sectorial. Con su homologación el Poder Ejecutivo ha tenido oportunidad de ejercer el control de legalidad, ha verificado que no se hayan vulnerado normas de orden público o su zona de reserva de actuación o que la medida resulte inoportuna desde una perspectiva presupuestaria. Razón por la cual, una vez homologado, el Poder Ejecutivo está obligado a respetar las normas establecidas en ese marco normativo. Normas que incluyen el llamado a concursos para la cobertura de vacantes. El artículo 99 inciso 1° CN establece que el Presidente “Es el jefe supremo de la Nación, jefe de gobierno y responsable político de la administración del país”. Por su parte el artículo 1º del Decreto 491/2002 dice: “Establécese que toda designación, asignación de funciones, promoción y reincorporación de personal, en el ámbito de la Administración Pública, centralizada y descentralizada en los términos del artículo 2º del Decreto Nº 23 del 23 de diciembre de 2001 en cargos de planta permanente y no permanente, incluyendo en estos últimos al personal transitorio y contratado, cualquiera fuere su modalidad y fuente de financiamiento será efectuada por el PODER EJECUTIVO NACIONAL, a propuesta de la Jurisdicción o Entidad correspondiente”. Es una derivación natural de la facultad propia contenida en el artículo 99 inciso 1° que el PEN, como jefe de gobierno y responsable político de la administración general del país, tenga la competencia para efectuar designaciones dentro de la estructura que dirige, toda vez que tal cuestión de organización administrativa se enmarca en sus prerrogativas de dirección. Sin embargo debemos contrastar esta facultad con el resto de la normativa aplicable al caso en cuestión, porque las designaciones debe hacerlas luego de haber cumplido con los procedimientos previos a los que él mismo se ha obligado, ya que nadie puede ponerse en contradicción con sus propios actos y ejercer una conducta incompatible con una anterior jurídicamente relevante. No debemos olvidar que la República Argentina ha ratificado instrumentos internacionales que propician la negociación colectiva en el sector público y ha determinado el alcance de dicha negociación, excluyendo ciertas materias a través del dictado de la Ley N° 24.185. Asimismo se ha obligado a que la cobertura de vacantes en los cargos sean efectuadas a través de un procedimiento específico de selección de personal, por lo que no puede ampararse en la norma constitucional para exceptuar la aplicación del Convenio Colectivo. El PEN tiene la competencia para efectuar los nombramientos pero deberá efectuarlos conforme a los procedimientos de selección a los “2013 – AÑO DEL BICENTENARIO DE LA ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE DE 1813” que se ha obligado y que surgen de los mecanismos de negociación colectiva a los que ha adherido. Por ello, en caso de querer cambiar el orden jurídico al cual se sometió en forma voluntaria el PEN debería denunciar los convenios internacionales de la OIT y derogar las leyes que regulan la negociación colectiva en el sector público, cambiando de esa manera la naturaleza de la relación de empleo, que volvería a ser estatutaria y no convencional. Caso contrario, la continua excepción del marco normativo general para los casos específicos implica una violación constante del principio de inderogabilidad singular de los reglamentos, principio rector en el derecho administrativo. Al respecto el Dr. Bianchi sostiene que: “Todo Estado que se precie de respetar el ordenamiento jurídico y los principios republicanos, está sujeto a la ley, y si bien tiene potestad de dictarla, carece, paralelamente, de facultad para apartarse de ella cuando discrecionalmente quiera”3. Por su parte, la Procuración del Tesoro de la Nación en Dictámenes 113:120 dijo que la falta de correspondencia entre el derecho objetivo vigente y los actos administrativos individuales, es decir, la inobservancia del principio de legalidad, es una circunstancia capaz de determinar la invalidez del acto. A su vez, la Corte Suprema ha sostenido que “cuando la legislación aplicable exige una forma específica para la conclusión de un determinado contrato, dicha forma debe ser respetada pues se trata de un requisito esencial de su existencia” (Fallos 323:1515). Todo lo expuesto abonaría la tesis de la invalidez de los actos de designación transitoria de vacantes sin concurso en la Administración Pública Nacional a partir del 1 de diciembre del 2008, fecha en la cual entró en vigencia el SINEP, máxime cuando generalmente los actos administrativos respectivos incluyen, adicionalmente a la falta de llamado de concurso, una autorización para que la designación del postulante se efectúe en excepción a los requisitos requeridos por el reglamento para la cobertura del cargo vacante. De allí la importancia de exigir a la Administración Pública Nacional que cumpla con el marco normativo que él mismo se ha fijado. El SINEP consolidó el marco normativo de empleo público actualmente vigente. Estableció que el ingreso a la carrera administrativa se debe realizar mediante mecanismos que aseguren la comprobación fehaciente de la idoneidad, méritos, competencias y actitudes laborales adecuadas del agente. Un procedimiento que 3 BIANCHI, Alberto. “El caso Promenade y la llamada inderogabilidad singular de reglamentos en un controvertido fallo”. “2013 – AÑO DEL BICENTENARIO DE LA ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE DE 1813” garantice el respeto de los principios de igualdad de oportunidades, publicidad, transparencia e igualdad de trato. Esto quiere decir que la cobertura de vacantes debe efectuarse a través de la convocatoria a concurso, no pudiendo establecerse excepciones particulares que contravengan el orden jurídico establecido con el fin efectuar designaciones transitorias. No debe perderse de vista que la Administración se encuentra positivamente sometida al ordenamiento jurídico.4 Ahora bien, si ciertamente consideramos que las designaciones transitorias de personal de planta permanente son inválidas, también somos conscientes del trastorno que generaría a la Administración Pública Nacional que todas esas designaciones cayeran. En esta instancia, podemos trazar un paralelismo con los hechos analizados en el fallo “Rosza”5, del 23 de mayo del año 2007, en que la Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró la inconstitucionalidad del régimen de selección de jueces subrogantes. Según el Fallo, el régimen entonces vigente era contrario a nuestra Constitución en tanto que excluía al Poder Ejecutivo y al Senado de la designación de jueces subrogantes, dejando el nombramiento de los magistrados llamados a suplir las vacancias únicamente en manos del Poder Judicial y -eventualmente- del Consejo de la Magistratura. Sin embargo, el Máximo Tribunal entendió que razones de orden y seguridad jurídica la obligaban a reconocer lo actuado por los jueces subrogantes aún cuando su designación no respetara las exigencias de la Constitución. De este modo, intentó resolver la situación al indicar que "(…) con el fin de descartar de plano cualquier solución que someta a los litigantes a una suerte de retrogradación del proceso (…), corresponde resolver que los jueces subrogantes cuya designación haya sido efectuada sobre la base del régimen que aquí se declara inconstitucional, continuarán en el ejercicio de su cargo y su actuación jurisdiccional será considerada válida hasta que cesen las razones que originaron su nombramiento o hasta que sean reemplazados o ratificados mediante un procedimiento constitucionalmente válido, según las pautas fijadas en el presente”. Asimismo, fijó el plazo de un año para que los jueces subrogantes continuaran prestando funciones, plazo durante el cual debía procederse a establecer un sistema definitivo sobre la materia en debate con estricta observancia de los parámetros constitucionales. 4 CSJN, “Serra, Fernando c/ MCBA”, del 26/10/1993. Publicado en LA LEY 1995-A, 401 - DJ 19952. 5 CSJN, “Rosza, Carlos Alberto y otro s/ Recurso de Casación”, del 23/05/2007. Publicado en LA LEY 2007-C, 520 - DJ 2007-II, 390 - LA LEY 06/06/20071995-A, 401 - DJ 1995-2. “2013 – AÑO DEL BICENTENARIO DE LA ASAMBLEA GENERAL CONSTITUYENTE DE 1813” Por lo visto en el caso comentado, con buen criterio, la CSJN ponderó la seguridad jurídica por sobre la legalidad de los mecanismos de selección de los jueces, puesto que –de otro modo– se hubiera ocasionado un perjuicio irreparable a todos los que habían sido sometidos a la decisión de jueces subrogantes. Desde esta óptica, entendemos que si bien los actos administrativos de cobertura de vacantes sin concurso se encuentran afectados de nulidad absoluta, por encontrarse viciados los elementos causa como antecedente de derecho, objeto, motivación, finalidad y procedimiento, declarar la inconstitucionalidad de todos aquellos nombramientos de personal efectuados en contravención al régimen legalmente establecido, entorpecería enormemente el accionar del Estado, perjudicando a todos los administrados. Razones de sentido común imponen la necesaria convalidación de la actuación de todos aquellos funcionarios designados irregularmente, pero sería deseable que en el futuro se controlara la observancia de las normas y las formas en las designaciones de personal, lo que redundará, además, en la consolidación de la carrera administrativa y en la jerarquización y necesaria profesionalización de los agentes públicos a fin de que puedan cumplir con el máximo de eficiencia su función de servicio. Por lo expuesto es que solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación de esta iniciativa. Roberto Basualdo. –