ÁMBITO EUROPEO El nuevo reglamento que regula las herencias de los europeos l próximo 17 de agosto entra en vigor el Reglamento de la Unión Europea sobre sucesiones mortis causa, que fue aprobado en 2012. Su objetivo es que los ciudadanos europeos elijan la ley de su nacionalidad como la que regirá su sucesión, pues si no lo hacen se regirá por la ley de su residencia habitual. E LORENZO PRATS ALBENTOSA, CATEDRÁTICO DE DERECHO CIVIL. UAB JULIO / AGOSTO 2015 –¿Facilita la libre circulación de personas en la UE? –El reglamento hace mucho más cierta la libre circulación de personas en el espacio de la Unión, pues elimina dificultades que, según se había comprobado por la Comisión UE, disuadían a personas mayores de fijar su residencia en países distintos a los de su nacionalidad. Estas personas, de un lado, no podían estar seguras de que si residían en otro Estado su sucesión se fuera a regir de acuerdo con su voluntad, y, de otro, tras informarse, acababan siendo conscientes de que fijar su residencia en 36 Escritura PÚBLICA otro país podría provocar a sus hijos, cónyuge y demás herederos un buen número de problemas –y disgustos– en el momento en el que fuesen a heredar. El reglamento ofrece seguridad respecto de ambos problemas, y, además, garantiza la realización eficaz de los derechos de los herederos, legatarios, y demás personas “allegadas” al causante, así como de los acreedores de la herencia. –¿Qué nos permite hacer? –El reglamento nos permite elegir la ley que queremos que rija nuestra sucesión. A este objeto, la premisa de partida es: el europeo puede estar seguro de que su sucesión se regulará según su voluntad, con independencia del país en que resida, y que no causará a sus herederos más molestias que las razonables en tal trance. Para que sea posible, y para dar al ciudadano la seguridad que precisa, se le permite que pueda elegir en su testamento o “en cualquier disposición testamentaria”, la ley según la cual se ordenará su sucesión. Una vez haya elegido tal ley todas las cuestiones referidas a su sucesión se resolverán de acuerdo con la misma. En consecuencia, el –¿Y qué pasa si no elijo la ley que quiero que rija mi sucesión? –Si el jubilado alemán no hubiera elegido la ley que se aplicará a su sucesión, el reglamento prevé que esta se regirá por la ley del país en el que, en el momento de su fallecimiento, tuviera su residencia habitual. Con esta regla establece una presunción: si el fallecido no eligió la ley de su sucesión fue porque su voluntad era que se rigiera por la del país en el que tuviera su residencia habitual. No obstante, esta regla puede ser contradicha por los herederos, siempre que puedan demostrar que la voluntad del fallecido no era que su sucesión se rigiera por la ley balear (en caso del ciudadano alemán), sino por la alemana, pues tenía “vínculos más estrechos” con su país de origen. Lo que, desde luego, dará lugar al planteamiento de un litigio. En España el Certificado Sucesorio Europeo podrá ser expedido por jueces y notarios cuestión sobre la cual debe considerarse que fue la residencia habitual del causante, y, por tanto, la ley a la que se someterá su sucesión, opte por declarar que lo sea la de aquel lugar que revele “un vínculo estrecho y estable con el Estado de que se trate”, a no ser que “la determinación de la residencia habitual del causante en el momento de su fallecimiento resulte compleja”. Sin duda, el legislador europeo es consciente de que se plantearán muy diversas situaciones. Por ello, resulta evidente su mensaje a los ciudadanos: son libres de fijar su residencia en el lugar de la Unión que les plazca, pero sean previsores, eviten problemas a sus herederos, elijan la ley que quieran que rija su sucesión en una disposición testamentaria. –¿Qué es el Certificado Sucesorio Europeo? –¿Qué criterios seguirá el juez en caso de litigio? –El reglamento establece determinados criterios dirigidos al juez que deba dar solución a esta cuestión. Así, dice la norma que el juez deberá proceder a una evaluación general de las circunstancias de la vida del fallecido durante los años precedentes a su fallecimiento y en el momento del mismo. El reglamento señala, en particular, que los jueces deberán tener en consideración especial “la duración y la regularidad de la presencia del causante en el Estado de que se trate, así como las condiciones y los motivos de dicha presencia”, pero también, la demostración de que en un determinado Estado se encontraba “el centro de interés de su familia y su vida social”, o sus principales bienes. En todo caso, la norma europea indica al juez que al resolver la –Esta norma también da la seguridad a quien ha sido designado como heredero, legatario, ejecutor testamentario o administrador de la herencia de que, una vez haya sido declarado como tal por la autoridad competente, será reconocido en todo Estado miembro de la Unión. Eso sí, para ello tendrá que haberse ocupado de solicitar la expedición (a tal autoridad) del Certificado Sucesorio Europeo. Este certificado evitará, cuando en la sucesión haya bienes y derechos en diversos Estados miembros, que el heredero, legatario, etc., tenga que ser reconocido o declarado de nuevo como tal en cada uno de estos países. El certificado no sustituirá a la declaración de herederos del Derecho español, ni a ninguno de los documentos semejantes que existan en cualquiera de los Estados de la UE con finalidad o efectos semejantes. Es posible, sin embargo, que con el tiempo estos países modifiquen sus legislaciones a fin de aceptar que el certificado también pueda solicitarse y expedirse para sucesiones solo nacionales. Entre las características del certificado debe señalarse, de un lado, que no es un título ejecutivo, si bien tiene el efecto de probar la cualidad y/o los derechos de cada heredero o, en su caso, de cada legatario mencionado en él, así como de sus respectivas cuotas hereditarias. De otro lado, si en la herencia se ha atribuido al sucesor una cosa cierta y determinada, que forme parte de la misma, se hará mención en él de tal atribución, sea a título de herencia o de legado. Además, en caso de que se haya atribuido al sucesor un bien inmueble, el certificado será título suficiente para inscribirlo en el Registro de la Propiedad. Por último, contendrá la referencia a las facultades de la persona mencionada en él para ejecutar el testamento o administrar la herencia. A fin de facilitar tanto la solicitud del certificado como su expedición y su eficacia en todos los 28 Estados, la UE aprobó a finales del pasado año 2014 un Reglamento (1329/2014) de la Comisión, en el que se establecen los modelos tanto de solicitud como de expedición, y se determinan los requisitos que han de concurrir tanto en la solicitud como en el certificado expedido. En consecuencia, todos los elementos materiales están dispuestos a fin de que este “pasaporte del sucesor” pueda ser expedido por las autoridades designadas por cada Estado, que en España serán, a partir del próximo día 17 de agosto, los jueces y los notarios. JULIO / AGOSTO 2015 jubilado alemán que decida que su sucesión se regirá por la ley alemana, podrá establecer su domicilio en Mahón con la seguridad de que si falleciera toda su sucesión se regirá según la ley alemana. Escritura PÚBLICA 37 ÁMBITO EUROPEO ANA FERNÁNDEZ-TRESGUERRES, NOTARIA DE MADRID. LETRADA ADSCRITA A LA DGRN* Reglamento 650/2012, relativo a sucesiones internacionales y tributación ntre los dieciocho instrumentos principales que conforman el espacio de justicia civil europeo, sólo el Reglamento (UE) nº. 650/2012, sobre sucesiones mortis causa internacionales, tendrá una auténtica repercusión en la vida diaria de los ciudadanos europeos. La primera clave para entender el gran cambio que se producirá a partir del 17 de agosto de 2015 es la uniformización de la ley que se aplica a una sucesión. Ya no será la ley nacional del causante en el momento del fallecimiento –en referencia al Derecho español–, sino que para todos los europeos será la ley de su residencia habitual, que una autoridad, en España para las herencias no contenciosas los notarios, deberá evaluar. Siempre salvo elección de ley –otra novedad– a favor de la ley de su nacionalidad. Los españoles residentes en España, aunque nada cambiará para ellos si no modifican su residencia, pueden asegurar la aplicación de la ley española eligiendo esta (professio iuris) en testamento o en las disposiciones mortis causa que se permitan en su territorio foral o autonómico, debiendo matizarse que sobre su vinculación con este territorio –vecindad civil– no cabe elección, porLa primera clave para que se regirá por el Derecho entender el gran interregional español y no por el Reglamento. cambio que se Los residentes en el extranproducirá a partir del jero, como los trabajadores 17 de agosto de 2015 españoles, incluido el personal es la uniformización de al servicio de la Administración exterior u organizaciones la ley que se aplica a internacionales, deben tener presente la necesidad de tesuna sucesión tar eligiendo la ley española. Podrán hacerlo, además, ante cónsul o personal diplomático español en su lugar de residencia. Muy pronto se ofrecerá información institucional al respecto. Se estiman, en total, en unos 1.700.000 los españoles en el exterior con una cierta variación a la baja. Por último, los extranjeros administrativamente residentes en España, 4. 676.022, a 31 de diciembre de 2014, según el INE en toda franja de edad, habrán de valorar, a fin de ordenar su sucesión, su mayor vinculación con nuestro país o el suyo de origen así como el lugar en que se sitúe su patrimonio y flujo de renta principal. Los ciudadanos daneses, irlandeses y británicos serán considerados como procedentes de un tercer país, pues no forman parte del Reglamento que es de aplicación universal. Pero, nada obsta a que un notario español autorice su testamento, de conformidad con su ley nacional, si desean elegir esta. Los ciudadanos británicos, comunidad importante en España, podrán designar representante o administrador e incluso telemáticamente se podrá proceder a la inscripción de su testamento en el JULIO / AGOSTO 2015 E 38 Escritura PÚBLICA Register of Wills previsto en Gran Bretaña, con el cumplimiento de determinados requisitos. En otro caso, a su fallecimiento, las propiedades en España se regirán por la ley de su residencia habitual, entendiendo por tal la que, evaluando sus últimos años de vida, resulte aplicable. Los británicos precisarán en todo caso, para su patrimonio en Reino Unido cumplir el procedimiento denominado probate, en la Isla, según la ley a la que remita su efectivo domicile que implicará necesariamente la designación de un representante. El notario español puede expedir un certificado sucesorio europeo que facilite a los beneficiarios de la sucesión el ejercicio de derechos y la disposición de bienes en los 25 Estados participantes, incluso en España, como prueba privilegiada (artículo 69 del Reglamento). El certificado será expedido por cualquier notario, bajo el principio de libre elección, siempre que realice el acto sucesorio que sea la base del certificado, que puede ser parcial. A salvo quedan los expedientes de la jurisdicción voluntaria, como la declaración de herederos, sometidos a ciertas reglas de competencia, también susceptibles de emisión de certificado. Estos expedientes, desde el mes de julio próximo en que entrara en vigor la ley, incrementan su número y presentarán foros más abiertos que los actuales. El lector se preguntará ¿y los impuestos dónde se pagan? Aunque el Reglamento no incluye cuestiones tributarias, la Comisión fue muy consciente de la importancia del shopping tributario que puede suponer la vinculación efectiva de una persona con dos países –lo que no es infrecuente–. De hecho, fue uno de los elementos principales en la ralentización de la negociación. Por ello, se dictó una recomendación el 11 de diciembre de 2011, en un intento de armonización tributaria. Posteriormente, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de septiembre de 2014, obligó a España a cambiar su sistema tributario y la sentencia del Tribunal Constitucional de 18 de marzo de 2015 declaró contraria a la igualdad de los ciudadanos ante la ley la diferencia tributaria en una misma Comunidad, en el caso la valenciana, por razón de residencia. Realmente tributación y ley sucesoria son dos líneas casi perfectamente paralelas. El concepto de imputación fiscal conduce a un concepto de residencia ligado a sus intereses económicos mientras que el Reglamento basa la residencia habitual en el lugar que es su centro vital y familiar. Por ello, las Haciendas autonómicas españolas demostrarían un gran sentido común –e incrementarían sin duda sus ingresos– favoreciendo una baja tributación por este impuesto a sus residentes efectivos con independencia de su nacionalidad. Esta será, además, la clave que permita el respeto a la ley sucesoria y patrimonial española con la menor distorsión. Por ello, ya son varios los Estados miembros, incluso Suecia, que lo han suprimido. * La autora fue negociadora del Reglamento y miembro del Comité de Sucesiones de la Comisión Europea. ISIDORO ANTONIO CALVO, NOTARIO. DOCTOR EN DERECHO Y AUTOR DE ‘EL CERTIFICADO SUCESORIO EUROPEO’ (COLECCIÓN TEMAS LA LEY. WOLTERS KLUWER ESPAÑA, S.A. MADRID, 2015) on la vista puesta en el 17 de agosto de 2015, la fecha de la aplicación plena del Reglamento (UE) nº 650/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo de 4 de julio de 2012 relativo a la competencia, la ley aplicable, el reconocimiento y la ejecución de las resoluciones, a la aceptación y la ejecución de los documentos públicos en materia de sucesiones mortis causa y a la creación de un certificado sucesorio europeo, se han multiplicado en los últimos meses las publicaciones, conferencias y seminarios centrados en el estudio de las novedades más importantes de la nueva normativa europea, que atiende fundamentalmente a la simplificación de la tarea de los protagonistas de las sucesiones internacionales o transfronterizas. Sin embargo, comienza a ser este el momento en el que, cada vez con mayor frecuencia, se solicita información acerca de la incidencia que el Reglamento puede tener respecto de las sucesiones ya planificadas con anterioridad al mismo. Desde el punto de vista del Derecho español, las novedades más sobresalientes del Reglamento son, además de la creación del certificado sucesorio europeo, la consideración de la residencia habitual del causante al tiempo de su fallecimiento como punto de conexión determinante de la ley de la sucesión y la professio iuris, esto es, la facultad de optar en una disposición por causa de muerte porque sea la ley de la nacionalidad del disponente, al tiempo de otorgamiento o al tiempo del fallecimiento, la ley aplicable. Sobre este último aspecto, se puede afirmar que las razones motivadoras de la preferencia de una determinada ley pueden ser de índole muy variada, si bien son dos las que tienden a destacar sobre todas las demás: de una parte, el aseguramiento de la planificación sucesoria establecida, dejando al margen eventuales incertidumbres derivadas del cambio de la ley aplicable; y, de otra parte, la búsqueda de mayores ámbitos de libertad de disposición. Así las cosas, cuando la disposición mortis causa, el testamento o el pacto sucesorio, es anterior al Reglamento sobre Sucesiones surgen interrogantes acerca del mantenimiento de su validez y, sobre todo, acerca de la ley que regirá, en tales casos, la sucesiones transfronterizas abiertas a partir del 17 de agosto de 2015, por más que las normas transitorias del Reglamento hayan permitido ir anticipando, en muchos casos, la puesta en práctica de algunas de las soluciones que en él se ofrecen. Respecto de la primera cuestión, la solución ha de inspirarse en el principio de la conservación de la validez, material y formal, de las disposiciones mortis causa. Por tanto, la disposición mortis causa válida con arreglo a la ley aplicable a la fecha de su otorgamiento, determinada con arreglo al correspondiente sistema de Derecho internacional privado, mantendrá su validez, aunque la apertura de la sucesión tenga lugar después del 17 de agosto de 2015. Como también mantendrán su validez, según el propio Reglamento, las que se hubieran otorgado a partir del 16 de agosto C de 2012 con arreglo a las condiciones en él establecidas, o en la ley aplicable según las normas de Derecho internacional privado, al tiempo de su otorgamiento, del Estado de la residencia habitual o de cualquiera de las nacionalidades del otorgante, o del Estado miembro de la autoridad que sustancie la sucesión. En cuanto al tema de la ley aplicable, frente a la regla tradicional del Derecho español, existen ordenamientos dentro de la Unión Europea, como los de Alemania, Bélgica, Italia o Países Bajos, en los que, con distinto alcance, ha venido siendo admitida la posibilidad de la elección de la ley de la sucesión. En estos casos, aunque la apertura de la sucesión tenga lugar después del 17 de agosto de 2015, la sucesión se regirá por la ley así elegida. Además, el Reglamento reconoce la virtualidad de la elección de la ley de la sucesión realizada, a partir de su entrada en vigor, con arreglo a las condiciones en él establecidas, o en la ley aplicable según las normas de Derecho internacional privado, al tiempo de la elección, del Estado de la residencia habitual o de cualquiera de las nacionalidades del otorgante. Comienza a ser El Reglamento dispone el momento en el que finalmente una regla de interpretación favorable a la se solicita información professio iuris, al establecer acerca de la incidencia que si una disposición mortis que el Reglamento causa se realizara antes del 17 de agosto de 2015 con puede tener respecto arreglo a la ley que el caude las sucesiones sante podría haber elegido de conformidad con lo en él ya planificadas dispuesto, se considerará con anterioridad que dicha ley (ley sucesoria anticipada) ha sido elegida como ley aplicable a la sucesión. En cualquier caso, por más que en materia sucesoria la voluntad del causante tienda a erigirse en la ley de la sucesión, convirtiéndose esta en una de las reglas fundamentales en la interpretación de todo acto o negocio jurídico mortis causa, esta no puede entenderse en un sentido absoluto, sino dentro de las limitaciones que disponen cada uno de los distintos ordenamientos, en el ámbito formal y en el ámbito sustantivo. Y la primera de todas estas limitaciones es precisamente el sometimiento de la sucesión a una ley o leyes determinadas. De ahí que pueda resultar especialmente aconsejable someter a consulta la planificación sucesoria realizada, a efectos de tomar conciencia de la realidad de la misma en el nuevo marco regulatorio y, de ser necesario, adoptar las medidas que se consideren de interés. JULIO / AGOSTO 2015 Las disposiciones ‘mortis causa’ anteriores al Reglamento sobre Sucesiones Escritura PÚBLICA 39