ASPECTOS BASICOS DE LOS TITULOS-VALORES Por: Dra. Gilma Cabrera Cabanillas El común de la ciudadanía aún teme girar Letras de Cambio, Cheques o utilizar certificados de depósitos, pues, más es miedo a lo desconocido o poder ser víctima de una posible Estafa o Falsificación, he aquí algunas pautas para un mejor dominio de dichos instrumentos. Los Títulos- Valores, son también conocidos como Títulos de Crédito, para, su correcta circulación, cada uno de ellos deberán regirse y contener principios jurídicos establecidos para su validez y que todos hallamos en la Ley de Títulos-Valores. Dichos principios jurídicos se vislumbran en todos los actos jurídicos cambiarios siguiendo sus formalidades, tales como la emisión, la aceptación de una Letra de Cambio, o tal vez, el aval, todo ello con la finalidad de otorgar certeza tanto al acreedor como al deudor, de la obligación contenida en el documento, de la existencia del derecho, seguridad en su realización y rapidez en su circulación. La rapidez de su circulación depende de que contenga las formalidades que la Ley establece para cada título, pues, la doctrina, se inclina por afirmar que el título -valor no ha sido creado principalmente para circular, sino, para poder circular. Según la clase de títulos que se trate, a la orden o al portador, tienen sus Leyes de Circulación, cuya forma deberá ser acatada, tanto en el endoso como en la cesión de derechos. Finalmente, los Principios Jurídicos de los Títulos-Valores son: La Incorporación, como declaración unilateral de voluntad y constancia o certificación de una obligación del que suscribe el título y constituye un derecho en favor del beneficiario al encontrarse incorporado al mismo; la Literalidad, en lo concerniente, a que ninguna condición que no resulte del tenor del documento puede hacerse valer mediante él, siendo la forma escrita para precisar el contenido del título; la Autonomía, que funciona desde la primera transferencia posterior a la emisión y en favor de los terceros que adquirieron el título de buena fe, no interesando las relaciones extracartulares que hayan podido originarse del título, pues, el adquiriente o portador lo recibe en forma independiente a la relación causal; la Legitimación, al legitimar al tenedor para el ejercicio del derecho, para transmitirlo y exigir el cumplimiento del derecho incorporado en el documento; y la Buena Fe, la que se presume respecto al tercero adquiriente, toda vez, si quien transmite el título no tenía poder de disposición del mismo, aquél adquiere la titularidad por desconocer tal circunstancia.