Sentencia del Tribunal Supremo, Sala de lo Social, Nº REC

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SENTENCIA DEL TRIBUNAL
SUPREMO, SALA DE LO SOCIAL,
REFERENTE A LA FALTA DE
MEDIDAS DE SEGURIDAD EN EL
TRABAJO. ACCIDENTES
LABORALES (PODER JUDICIAL DE
8 DE MARZO DE 2005)
Id. Cendoj: 28079140012005100209
Organo: Tribunal Supremo. Sala de lo
Social
Sede: Madrid
Sección: 1
N° de Recurso: 606/2004
Fecha de Resolución: 20050308
Procedimiento: SOCIAL
Ponente: JUAN FRANCISCO GARCIA
SANCHEZ
Tipo de Resolución: Sentencia
Resumen:
Falta de medidas de seguridad. Posible
prescripción de la acción, e influencia que
pudiera tener una sentencia del orden
contencioso administrativo sobre la del
social. Se aprecia causa de inadmisión del
recurso por falta de denuncia y
fundamentación de la infracción que el
recurrente atribuye a la resolución
combatida.
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a ocho de Marzo de
dos mil cinco.
Vistos los presentes autos pendientes ante
esta Sala en virtud del recurso de casación
para la unificación de doctrina interpuesto
por
IZAR,
CONSTRUCCIONES
NAVALES, S.A. defendido por el Letrado
Alvarez Tirado, contra la Sentencia dictada
el día 25 de Septiembre de 2003 por la Sala
de lo Social con sede en Sevilla del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía
en el Recurso de suplicación 1856/03, que a
su vez había sido ejercitado frente a la
Sentencia que con fecha 7 de Marzo de
2003 pronunció el Juzgado de lo Social
número dos de Cádiz en el Proceso 522/02,
que se siguió sobre recargo de prestaciones,
a instancia de DOÑA Joaquín contra la
mencionada recurrente y otro.
Ha comparecido ante esta Sala en concepto
de recurrido el INSS, defendido por el
Letrado Sr. Malo Malo y Dª. Joaquín
representada por el Procurador Sr. Pérez
Martínez.
Es Magistrado Ponente el Excmo. Sr. D.
JUAN FRANCISCO GARCÍA SÁNCHEZ
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El 25 de Septiembre de 2003
la Sala de lo Social, con sede en Sevilla, del
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía
dictó sentencia, en virtud del recurso de
suplicación interpuesto contra la sentencia
del Juzgado de lo Social nº 2 de Cádiz, en
los autos nº 522/02, seguidos a instancia de
DOÑA
Joaquín
contra
IZAR,
CONSTRUCCIONES NAVALES, S.A.
sobre recargo de prestaciones. La parte
dispositiva de la Sentencia del Tribunal
Superior de Justicia de Andalucía es del
tenor
literal
siguiente:
"Debemos
desestimar y desestimamos el recurso de
suplicación
interpuesto
por
Izar
Construcciones Navales, S.A. contra la
sentencia dictada por el Juzgado de lo
Social número Dos de los de Cádiz, dictada
el siete de marzo de dos mil tres, recaída en
los autos del mismo formados para conocer
de demanda formulada por Dª. Joaquín
contra la recurrente y el Instituto Nacional
de la Seguridad Social, sobre declaracíón de
derecho y, en su consecuencia, debemos
confirmar y confirmamos la resolución
recurrida. Se condena a la recurrente a la
pérdida del depósito constituido para
recurrir, en cuantía de 150 euros, al que se
dará el destino legal oportuno, una vez
firme esta sentencia; asimismo se le
condena al pago de las costas de este
recurso, en las que sólo se comprenden -por
no constar la reclamación de otros gastos
necesarios- los honorarios de los Sres.
Letrados de la recurrida por la impugnación
del recurso en cuantía de ciento ochenta
euros a cada Letrado impugnante que, en
caso de no satisfacerse voluntariamente,
podrán interesarse ante el Juzgado de lo
Social de instancia, por ser el único
competente para la ejecución de sentencias,
según el art. 235.2 LP. "
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SEGUNDO.- La sentencia de instancia, de ,
dictada por el Juzgado de lo Social nº de ,
contenía los siguientes hechos probados:
"1º.- Que la actora Joaquín contrajo
matrimonio el 18-12-60 con Pedro Miguel,
el cual falleció el 13-1-90, a consecuencias
de un accidente laboral sufrido cuando
prestaba servicios para la empresa IZAR
S.A. , habiendo nacido de esta unión tres
hijos, respectivamente el 22-11-68, 5-7-75
y 1-8-80. ...2º.- El 13-1-90, sábado, a las
5:30 horas por la factoría de Astilleros
Españoles S.A. (actualmente IZAR SA.) y
aprovechando la marea favorable, se inició
la operación de flotadura de la C49. Dicha
operación de flotadura consistía en flotar el
buque de 274,3 metros de eslora y 43,2
metros de manga, atracándole en el muelle
sur de la dársena una vez sacado del dique.
Este dique tiene una puerta de 100 metros.
La dársena tiene 160 metros de ancho y el
muelle sur donde había que atracar 500
metros de longitud. En la dársena estaban
atracados 3 buques: en el muelle norte, la
C/47 de las mismas dimensiones que la
C/49 y en el muelle sur, en la parte
delantera las construcciones gemelas C/50 y
C/51, ésta atracada junto al muelle y la
primera a su costado en sentido contrario.
Ambas con 158,5 metros de eslora y 25
metros de manga. La C/49 tenía como
destino el muelle sur y se atracó en él
teniendo por proa a la C/50 y C/51 y por
popa el rincón de la dársena y la cámara de
bomba del dique. La operación revestía
ciertas dificultades y el jefe de la maniobra
era el contramaestre D. Jose Enrique,
contando para la misma con dos jefes de
equipo, uno a proa, Jorge, y otro a popa,
Antonio y cada uno de ellos contaba para la
maniobra con 8 marineros. Además se
contaba con la ayuda de 5 remolcadores: el
MONDUBE DE 2.400 HP; BENICADELL
DE 2.400 HP; SERTOSA ONCE DE 1.700
HP; AUXILIAR DE 275 HP Y BAHIA DE
160 HP. El barco inició la salida del dique
tirando de él un remolcador de su proa
mientras otros 2 lo acompañaban a su
costado desde el dique. Se acaba pegado al
costado de babor manteniendo los cabos de
maniobra dados a tierra. Una vez fuera del
dique unos 150 metros de eslora, se dio un
spring por proa (cabo o estacha) que va en
dirección a popa. Ya llevaba un largo de
proa tensando el seno (el largo es otra
estacha que sale de proa en dirección por
largo más a popa). La situación de los
remolcadores era ene se momento uno por
proa tirando, el de popa arrastrado. Dicha
maniobra se realizó de dicha forma hasta
que todo el buque se encontró fuera del
dique. (Doc. 13 a 17). Una vez fuera, se
paró la maniobra, el remolcador de proa
dejó de tirar y se inició el atraque. Se
pararon los remolcadores de proa y popa,
aunque permanecieron cogidos al barco. En
el momento del accidente, el barco estaba
atracado,
y
la
maniobra
estaba
prácticamente
terminada.
Tres
remolcadores aguantaban el buque contra el
muelle, y los remolcadores de proa y popa
sujetos. En proa se habían dado tres cabos:
dos largos y un spring y en popa estaba
dado un largo desde el cabrestante y se
disponían a "abozar" este cabo (sujetarlo
para impedir que se escurriera), y a dar el
spring de popa. Debe señalarse que en proa
el cabo se pasó a bita, mientras que en popa
no se había realizado esta operación. El
cabo había dado 4 o 5 vueltas del
cabrestante y estaba parado. D. Pedro
Miguel estaba preparando junto a la
maquinilla para "lascar" o mantener el cabo
tenso, según la faena, y ,momentos antes
había estado izando, para cobrar el seno del
cabo, tensándolo. Al estar tensa la estacha,
que en ese momento era la única sujeción
del buque por popa, y que se encontraba en
buenas condiciones, el "cabirón" del
cabrestante se partió y en el cabrestante se
desgajó del polín por su base y con sus más
de 500 Kg. de peso arrolló al trabajador
Pedro Miguel ocasionándole la muerte por
aplastamiento. Dicho cabestrante solo
servia para igualar senos. ...3º.- Con motivo
del accidente laboral sufrido por Pedro
Miguel, la Inspección Provincial de Trabajo
el 5-2-90 levantó acta de infracción nº
323/90, recayendo resolución de la
Dirección Provincial de Trabajo y
Seguridad Social de 5-12-01 por la cual se
impuso al IZAR S.A. la sanción de
2.500.000 ptas por los hechos contenidos en
la citada acta. Interpuesto recurso ordinario
contra dicha resolución por IZAR S.A., fue
inadmitido por la Conserjería de Trabajo e
Industria. Finalmente por sentencia de 7-799 de la Sala de lo Contenciosoadministrativo del Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía de Sevilla se anuló la
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sanción impuesta. Las citadas resoluciones
obrando en autos se dan por reproducidas.
...4º.- La actora interpuso demanda de juicio
ordinario de menor cuantía dando lugar al
expediente 52/95 del Juzgado de Primera
Instancia de Puerto Real en el cual recayó
sentencia el 20-5-98 que fue confirmada por
sentencia de 21-6-99 de la Audiencia
Provincial de Cádiz. Ambas sentencias se
dan por reproducidas. ...5º.- En el juicio de
faltas nº 711/92 del Juzgado de Instrucción
del Puerto Real recayó sentencia de fecha
30-6-93 que fue revocada por sentencia de
fecha 28-10-94 de la Audiencia Provincial
de Cádiz. Ambas sentencias se dan por
reproducidas. ...6º.- El INSS en febrero de
1990 inició expediente de responsabilidad
empresarial por falta de medidas de
seguridad frente a la empresa IZAR S.A.
(en aquel momento denominada Astilleros
Españoles S.A.) y solicitado por la actora
en diversas ocasiones información y la
continuació n del expediente, el 27- 11-01 se
dio traslado a los interesados para que
realizaran alegaciones solicitando la actora
por escrito de 10-12-01 la continuación del
procedimiento. Por resolución del INSS de
16-1-02 (notificada a la actora el 18-1-02)
se acordó denegar la petición de
responsabilidad empresarial por falta de
medidas de seguridad e higiene solicitada
por Joaquín contra Astilleros Españoles SA.
no procediendo recargo alguno sobre las
prestaciones económicas derivadas del
accidente laboral sufrido por Pedro Miguel.
...7º.- Interpuesta por la actora reclamación
previa el 21-1-02 frente a la resolución del
INSS de 16-1-02 fue desestimada el 9-5-02
(notificándose a la parte actora el 13-5-02)
interponiéndose la demanda el 12-6-02".
El fallo de dicha sentencia es del tenor
literal
siguiente:
"Que
estimando
parcialmente la demanda interpuesta por
Joaquín frente a INSTITUTO NACIONAL
DE LA SEGURIDAD SOCIAL Y
EMPRESA IZAR S.A. se declara la
responsabilidad de la empresa IZAR S.A.
por falta de medidas de seguridad y acuerda
un recargo del 40% a cargo de IZAR S.A.
de las prestaciones derivadas del accidente
laboral acaecido el 13-1-90 que determinó
la muerte de D. Pedro Miguel".
TERCERO.- El Letrado Sr. Alvarez Tirado,
mediante escrito de 23 de Febrero de 2004,
formuló recurso de casación para la
unificación de doctrina, en el que: Se alega
como sentencia contradictoria con la
recurrida la dictada por la Sala de lo Social
del Tribunal Superior de Justicia de
Canarias, con sede en Las Palmas de Gran
Canaria de fecha 24 de Noviembre de 1998.
y la dictada por la Sala de lo Social del
Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
de fecha 12 de Septiembre de 2001.
CUARTO.- Por providencia de esta Sala de
2 de Marzo de 2004 se tuvo por personado
al recurrente y por interpuesto el presente
recurso de casación para la unificación de
doctrina.
QUINTO.- Evacuado el traslado de
impugnación, el Ministerio Fiscal emitió
informe en el sentido de considerar el
recurso PROCEDENTE, e instruido el
Excmo. Sr. Magistrado Ponente, se
declararon conclusos los autos, señalándose
para la votación y fallo el día , en cuya
fecha tuvo lugar.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- La Sentencia recurrida en
casación unificadora, dictada el día 25 de
Septiembre de 2003 por la Sala de lo Social
con sede en Sevilla del Tribunal Superior
de Justicia de Andalucía, enjuició el
supuesto de un trabajador por cuenta ajena
que falleció a consecuencia de accidente de
trabajo el día 13 de Enero de 1990; con
motivo
de
ese
fallecimiento,
la
correspondiente Inspección Provincial de
Trabajo levantó acta de infracción el día 5
de Febrero de 1990, recayendo resolución
administrativa que impuso a la empleadora
una multa de 2.500.000 pesetas por falta de
medidas de seguridad, sanción ésta que fue
anulada y dejada sin efecto por Sentencia
dictada el día 7 de Julio de 1999 por la
correspondiente Sala de lo Contencioso
Administrativo, resolviendo el pertinente
recurso de esta índole.
Asimismo, se siguió por el hecho que dio
lugar al óbito del trabajador un juicio de
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faltas en el que recayó, en definitiva,
Sentencia dictada en apelación por la
Audiencia Provincial de Cádiz el 28 de
Octubre de 1994. Además, en el mes de
Febrero de 1990 inició el Instituto Nacional
de la Seguridad Social (INSS) expediente
de responsabilidad empresarial por falta de
medidas de seguridad, en el que acabó
recayendo resolución administrativa el 16
de Enero de 2002, declarando que no
procedía acordar recargo alguno en las
prestaciones por muerte y supervivencia, al
no apreciarse que hubiera concurrido falta
de medidas de seguridad. Frente a esta
resolución del INSS interpuso la viúda del
trabajador demanda judicial el 12 de Junio
de 2002 (previo agotamiento sin éxito de la
reclamación previa), siendo dicha demanda
estimada
parcialmente
por
el
correspondiente Juzgado de lo Social, que
impuso a la empresa demanda un recargo
en cuantía del 40 por ciento en las
prestaciones derivadas del accidente ya
referido. Entabló la empresa recurso de
suplicación, pretendiendo que la acción
judicial se declarara prescrita, así como que
se dejara sin efecto la condena como
consecuencia de haber declarado la
jurisdicción
del
orden
contencioso
administrativo inexistencia de falta de
medidas de seguridad; pero la decisión de
instancia fue íntegramente confirmada en
dicho trámite de suplicación por la
Sentencia de la Sala de lo Social de Sevilla
que al principio ha quedado reseñada.
Contra ésta ha interpuesto la empleadora el
presente recurso de casación para la
unificación de doctrina.
Pretende la recurrente sostener en este
grado casacional ambas pretensiones
mantenidas en suplicación, y aporta, como
referenciales,
respectivamente,
las
Sentencias de las homónimas Salas de
Cataluña de 12 de Septiembre de 2001 y de
Las Palmas de Gran Canaria de 24 de
Noviembre de 1998. Respecto de ambas
resoluciones niegan las dos partes
recurridas (la actora y el INSS) que esté
presente el requisito de la contradicción con
la impugnada que, como condición de
procedibilidad, exige el art. 217 de la Ley
de Procedimiento Laboral (LPL), pues
dichas recurridas sostienen que no
concurren
entre
las
sometidas
a
comparación
todas
las
identidades
sustanciales a las que hace referencia el
precepto que se acaba de invocar.
SEGUNDO.- Es habitual examinar en
primer lugar el problema relativo a si las
resoluciones aportadas para el contraste son
o no contradictorias con la recurrida,
conforme al concepto que acerca de la
contradicción suministra el citado art. 217
de la LPL, pero el presente supuesto es uno
de aquéllos en los que no es ni siquiera
preciso atender a tal cuestión, pues existe
otra causa de inadmisión cuyo examen es
previo al de la contradicción y que es
apreciable de oficio, tal como esta Sala ya
ha tenido ocasión de resolver en numerosas
ocasiones. Baste citar al respecto, como
más recientes, nuestras Sentencias de 11 de
marzo de 2004 (Recurso 3679/03), 6 de
abril de 2004 (Recurso 1082/03), 22 de
abril de 2004 (Recurso 4035/03) y 7 de
Julio de 2004 (Recurso 4965/03). Tal causa
de inadmisión es, en este caso, falta de
fundamentación de la infracción legal que
se atribuye a la sentencia impugnada,
anomalía ésta que se detecta de manera
clara en el escrito de interposición del
recurso.
Tal como esta Sala ha señalado
recientemente en Sentencias -entre otras
muchas- de 11 de marzo de 2004 (Recurso
3679/03), ya antes citada, 6 de abril de 2004
(Recurso 2977/03) y 17 de mayo de 2004
(Recurso 4498/03), siguiendo una doctrina
ya muy consolidada, constituye causa de
inadmisión del recurso el incumplimiento
de la obligación que impone el artículo 222
de la Ley de Procedimiento Laboral de
"fundamentar
la
infracción
legal
denunciada". En relación con esa exigencia,
esta Sala ha establecido que el recurso de
casación para la unificación de doctrina,
como extraordinario que es, debe estar
fundado en un motivo de infracción de ley,
de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
222 de la Ley de Procedimiento Laboral, en
relación con los apartados a), b), c) y e) del
artículo 205 del mismo texto legal, y en tal
motivo se debe establecer y justificar la
causa de impugnación de la sentencia
recurrida. Esta exigencia no se confunde
con la exposición de la contradicción, ni se
cumple con sólo indicar los preceptos que
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se consideren aplicables, sino que es
requisito ineludible para su correcta
observancia razonar de forma expresa y
clara sobre la pertinencia y fundamentación
del recurso en relación con la infracción o
infracciones que son objeto de denuncia.
Así se deduce no sólo del artículo 222 de la
Ley de Procedimiento Laboral, sino
también de la Ley de Enjuiciamiento Civ il,
que en su artículo 477.1 prescribe que "el
recurso habrá de fundarse en la infracción
de las normas aplicables para resolver las
cuestiones objeto del proceso", y que en el
artículo 481.1 impone que en el escrito de
interposición del recurso "se expondrán con
la necesaria extensión, sus fundamentos".
TERCERO.- Pues bien: No existe en todo
el cuerpo del escrito de formalización del
recurso mención alguna que de forma clara
e indubitada haga referencia al precepto o
preceptos que el recurrente considere
vulnerados por la sentencia que se impugna
(menos aún existe el imprescindible
razonamiento en orden al fundamento o por
qué de la infracción atribuida), salvo la
alusión a varios preceptos que citan las
resoluciones comparadas, pero no se trata
de invocación autónoma de los mismos por
parte de la recurrente. Se limita ésta a llevar
a cabo de manera amplia, bajo la expresión
"motivos", una comparación entre los
hechos y fundamentos de derecho de la
resolución combatida con cada una de las
aportadas como referenciales, señalando
que la primera de las aludidas es
contradictoria con los pronunciamientos de
las de contraste, así como que la recurrida
"vulnera la doctrina" (sic) de cada una de
las que con ella compara, pero no señala, en
absoluto, cuáles puedan ser los preceptos o
las normas del ordenamiento jurídico o de
la jurisprudencia que, en su opinión, haya
infringido la resolución que combate.
No tiene en cuenta la recurrente que cuando
el recurso de casación para la unificación de
doctrina se interpone por el motivo previsto
en el art. 205.e) de la LPL (como parece ser
el caso, pese a que este precepto ni siquiera
se invoca en el escrito), es necesario
identificar las normas del ordenamiento
jurídico o de la jurisprudencia que fueran
aplicables para resolver las cuestiones
objeto de debate.
Tal forma de proceder obligaría a esta Sala
a construir ella misma el recurso, perdiendo
así la obligada neutralidad del Tribunal y
causando, también en este caso, la
correspondiente indefensión a la parte
adversa.
En definitiva, el recurso pudo haber sido
inadmitido en el trámite que previene el art.
223.2 de la LPL, y lo que entonces
constituyera motivo de inadmisión, se ha
convertido en causa de desestimación en el
momento procesal en el que ahora nos
encontramos, procediendo declararlo así,
con las demás consecuencias legales a ello
inherentes, cuales son la pérdida del
depósito, el mantenimiento de las
consignaciones, en su caso, y la condena en
costas, esto último a tenor del art. 233.1 del
invocado Texto procesal.
Por lo expuesto, en nombre de S. M. El Rey
y por la autoridad conferida por el pueblo
español.
FALLAMOS
Desestimamos el recurso de casación para
la unificación de doctrina, interpuesto por
IZAR, CONSTRUCCIONES NAVALES,
S.A. contra la Sentencia dictada el día 25 de
Septiembre de 2003 por la Sala de lo Social
con sede en Sevilla del Tribunal Superior
de Justicia de Andalucía en el Recurso de
suplicación 1856/03, que a su vez había
sido ejercitado frente a la Sentencia que con
fecha 7 de Marzo de 2003 pronunció el
Juzgado de lo Social número dos de Cádiz
en el Proceso 522/02, que se siguió sobre
recargo de prestaciones, a instancia de
DOÑA Joaquín contra la mencionada
recurrente y otro. Se declara la firmeza de
la Sentencia recurrida, con imposición de
costas a la parte recurrente, acordando
asimismo la pérdida del depósito
constituido para recurrir en casación, al que
se dará el destino legal, y el mantenimiento,
en su caso, de las consignaciones que se
hubieren efectuado, quedando las mismas
afectas al fín que le es propio.
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Devuélvanse las actuaciones al Organo
Jurisdiccional correspondiente ,con la
certificación y comunicación de esta
resolución.
Así por esta nuestra sentencia, que se
insertará
en
la
COLECCIÓN
LEGISLATIVA,
lo
pronunciamos,
mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.- En el mismo día de la
fecha fue leída y publicada la anterior
sentencia por el Excmo. Sr. Magistrado D.
Juan Francisco García Sánchez hallándose
celebrando Audiencia Pública la Sala de lo
Social del Tribunal Supremo, de lo que
como Secreta rio de la misma, certifico.
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