ACTÍVATE Aconseja Salud PATOLOGÍAS EN RELACIÓN CON LA INACTIVIDAD FÍSICA Y LA OBESIDAD Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Índice 1. PATOLOGIAS EN RELACIÓN CON LA INACTIVIDAD FÍSICA Y LA OBESIDAD ---------------------------- 3 1.1. Introducción ------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 3 1.2. Concepto de enfermedad crónica --------------------------------------------------------------------------------- 4 1.3. Enfermedades crónicas más prevalentes ----------------------------------------------------------------------- 7 1.4. Enfermedades crónicas en relación con la inactividad física, como factor desencadenante ---- 9 1.5. Enfermedades crónicas susceptibles de mejora y tratamiento mediante el ejercicio físico ---11 1.5.1. Ejercicio físico y su relación con las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) --------------16 Bibliografía ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 20 ACTÍVATE, Aconseja SALUD 2 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad 1. PATOLOGIAS EN RELACIÓN CON LA INACTIVIDAD FÍSICA Y LA OBESIDAD 1.1. Introducción La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe sobre el estado global de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) habla que suponen un 36 millones de fallecimientos, es decir el 63% de los 57 millones de muertes registradas en todo el mundo en el año 2008. Enfermedades crónicas como el cáncer, los problemas cardíacos y la diabetes causan más muertes que todas las demás enfermedades juntas y alcanzaron proporciones epidémicas, suponiendo en la actualidad una amenaza mayor que las enfermedades infecciosas como malaria, sida y tuberculosis. Las enfermedades cardiovasculares generan la mayoría de estos fallecimientos, unas 17 millones de muertes anuales, seguidas del cáncer, con 7,6 millones; las enfermedades respiratorias, con 4,2 millones, y la diabetes, con 1,3 millones. Estos cuatro grupos de patologías acumulan cerca del 80% de todas las muertes por enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) y comparten cuatro factores de riesgo: el tabaquismo, el sedentarismo, el abuso del alcohol y las dietas pobres. Las prioridades de acción son la vigilancia -supervisar las enfermedades crónicas, prevenirlas- para que la población conozca el riesgo y pueda cambiar su estilo de vida, y la atención médica, para mejorar el tratamiento y el acceso a aquellos que están enfermos. Muchas de estas muertes podrían prevenirse si se encaminan los recursos a, una acción calificada por la OMS como, las 10 "mejores medidas" para reducir las tasas de enfermedad crónica. De esas diez medidas, 4 están dedicadas al tabaco, 3 al alcohol, 2 a la dieta y la décima a “Promover la opinión pública sobre la buena alimentación y la actividad física”. Casi seis millones de personas mueren cada año debido al tabaco. Para el 2020, esta cifra se incrementará a 7,5 millones, lo que representará un 10% de los fallecimientos en todo el mundo. Otros 3,2 millones de personas mueren cada año por la falta de actividad física, al menos 2,8 millones fallecen como resultado del sobrepeso o la obesidad y 2,5 millones de personas, por niveles dañinos de ingesta de alcohol; por lo que entre un 20 y un 30% de la población tiene más riesgo de morir prematuramente. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 3 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad La falta de ejercicio regular promueve el peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares, incluida la hipertensión, así como diabetes, diferentes tipos de cáncer como el de mama o el de colon y trastornos psíquicos como la depresión. La ausencia de una práctica física regular es mayor en los países muy desarrollados, aunque en los últimos años varía la tendencia elevándose el número de personas en sociedades con ingresos medios, viéndose perjudicadas en especial las mujeres. A medida que crece el impacto de las ECNT y a medida que la población envejece, se prevé que las muertes anuales continúen incrementándose en todo el mundo, y se espera que el mayor incremento se dé en regiones con ingresos medios o bajos. En muchos países en vías de desarrollo, donde el foco se pone a menudo en las enfermedades infecciosas, las dolencias crónicas se suelen detectar tarde, cuando los pacientes necesitan un cuidado sanitario caro y extenso. La mayoría de estos cuidados no son asequibles u obligan a los pacientes y a sus familias a cubrir los gastos, lo que pone aún más en peligro su salud. Casi el 80 % de las muertes por ECNT se producen en países con ingresos bajos y medios y son las causas más frecuentes de muerte en la mayor parte del mundo, excepto en África. Pero incluso en África, las ECNT están creciendo rápidamente y se cree que superarán a otras enfermedades como la causa de muerte más común para el 2020. 1.2. Concepto de enfermedad crónica Se pueden encontrar varias definiciones de enfermedad crónica, teniendo en cuenta la gran variabilidad de las mismas. Hay enfermedades crónicas sin gravedad alguna, como la rinitis crónica y otras potencialmente muy graves como la fibrosis quística. En epidemiología se entienden como enfermedades crónicas aquellas de alta prevalencia, larga duración y no curables, siendo las principales causas de mortalidad en el mundo (OMS, 2002). “Las enfermedades crónicas son un conjunto amplio de enfermedades (que ocasionan una alta prevalencia y mortalidad) que se caracterizan por el extenso lapso de tiempo que precisan para establecerse (periodo de latencia), sus múltiples y posibles causas, a veces desconocidas, y cuyo análisis epidemiológico y de intervención suelen ser comunes”. (C. Cruz Rojo) ACTÍVATE, Aconseja SALUD 4 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Para Nobel G (1991) son “Un trastorno orgánico o funcional que obliga a una modificación del modo de vida del paciente y que persiste durante largo tiempo.” El Center for Disease Control (CDC) de Atlanta habla de enfermedades que tienen un curso prolongado, no se resuelven espontáneamente y raramente curan de forma completa. O bien, son enfermedades de etiología incierta, habitualmente multicausales, con largos períodos de incubación o latencia; largos períodos subclínicos, con prolongado curso clínico, con frecuencia episódico; sin tratamiento específico y sin resolución espontánea en el tiempo. (CDC) Son varias las definiciones sobre enfermedades crónicas que recoge la literatura. Pero, en definitiva, podemos decir que una enfermedad crónica es una patología de larga duración cuyo fin o curación no puede preverse claramente, o incluso se puede saber que no ocurrirá nunca. En los países ricos las enfermedades crónicas ocasionan más del 70% de las muertes, una elevada prevalencia de morbilidad y discapacidad, y más del 60% de los costes de la atención sanitaria. Las enfermedades crónicas afectan de manera sustancial la calidad de vida de los pacientes y perturba de manera significativa su entorno familiar y social, causando un impacto financiero sobre el Sistema de Salud de alto costo. Las enfermedades crónicas no transmisibles son actualmente la principal causa de muerte a nivel mundial. La OMS estima que en 2005 hubo aproximadamente 58 millones de muertes, con cerca de 35 millones atribuidas a enfermedades crónicas. Si realizamos una proyección estadística de mortalidad para 2015 habrá 64 millones de personas, de los que un 64% (41 millones) serán las muertes por Enfermedades Crónicas No Transmisibles, esto es un incremento de 17% en el período 2005-2015. Las enfermedades crónicas significan uno de los problemas sanitarios más graves de los países desarrollados, pues afectan a más del 25% de la población. En España, en 1900, 8 de las 10 primeras causas de muerte se debían a causas infecciosas, mientras que en 2005 sólo 1 de las 10 primeras causas es debido a causas infecciosas. Esta transición en el patrón de mortalidad, junto al incremento de la esperanza de vida, ha dado lugar a un gran aumento en la prevalencia de las enfermedades crónicas y neurodegenerativas, pasando las enfermedades infecciosas, con algunas excepciones notorias, a un nivel menos preocupante en los países desarrollados. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 5 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Así, en el año 2005, del total de los 58 millones de defunciones que se produjeron en el mundo, se estima que 35 millones correspondieron a enfermedades crónicas. El 80% de estas muertes ocurrieron en países de ingresos bajos o medios, donde la carga de la enfermedad está aumentando. Es un conjunto amplio de enfermedades (que ocasiona una alta prevalencia y mortalidad) que se caracterizan por el extenso lapso de tiempo que precisan para establecerse (periodo de latencia), sus múltiples y posibles causas, a veces desconocidas, y cuyo análisis epidemiológico y de intervención suelen ser comunes. En los países más desarrollados las enfermedades crónicas ocasionan más del 70% de las muertes, una elevada prevalencia de morbilidad y discapacidad, y más del 60% de los costes de la atención sanitaria. Clásicamente, la investigación epidemiológica ha prestado más atención a las causas de enfermedad más próximas, aquellas ligadas a los denominados factores de riesgo. Gran parte de la epidemiología de la segunda mitad del siglo XX estuvo enfocada al estudio de variables relacionadas con los individuos que se asociaban a un mayor riesgo de enfermar. Así, se han hallado factores de riesgo de todo tipo asociados a las enfermedades crónicas, algunos de los cuales han tenido una enorme difusión en el mundo occidental, como el consumo de tabaco, la hipercolesterolemia o la inactividad física. Además de los factores de riesgo se ha hecho patente que existen otros factores que afectan a la salud y que en ocasiones no dependen del individuo sino de otras causas más globales, como son los determinantes económicos, sociales, de género, políticos y ambientales. El término factor de riesgo se acuñó a raíz de los estudios de Framingham (1948) para diferenciar una causa bien establecida de una enfermedad, de una condición particular que en los portadores producía un mayor riesgo de enfermar. En algunos de estos factores de riesgo, como el consumo de tabaco o el sedentarismo, se han establecido su relación causal con la enfermedad. Hay factores no modificables, como la edad, sexo o antecedentes familiares y su aplicación es para detectar subgrupos de población de más riesgo para priorizar las intervenciones. Estudios posteriores han revelado que en las enfermedades cardiovasculares, y otras como los cánceres o enfermedades respiratorias crónicas, coexisten múltiples factores que confieren un elevado riesgo de tipo multiplicativo, es decir, superior a la simple adicción de los riesgos. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 6 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Por ejemplo, la dieta, la diabetes, la inactividad física, el colesterol, la hipertensión arterial o el tabaquismo. El carácter multifactorial del riesgo es muy común en las enfermedades crónicas. 1.3. Enfermedades crónicas más prevalentes Entre las enfermedades crónicas más relevantes se encuentran las enfermedades cardiovasculares, principalmente cardiopatías y accidentes cerebro vasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes. También se incluyen las enfermedades mentales, las osteomusculares o las neurodegenerativas. En la actualidad, las enfermedades crónicas prevalentes generan una creciente demanda de tratamientos permanentes de alto impacto tecnológico y de recursos para implementarlos. Existe un consenso generalizado en darles una ubicación preferente entre los graves problemas de salud pública a resolver a corto plazo. Debido a que la mayor parte de las enfermedades crónicas requieren largos periodos para desarrollarse (de 10 a 40 años) la edad se convierte en un importante marcador de la acumulación de riesgo, de tal manera que el impacto de los factores de riesgo aumenta con el paso del tiempo. Algunas investigaciones recuerdan la relevancia de las intervenciones de salud pública dirigidas a la población y la importancia de las desigualdades sociales en salud como generadoras de enfermedad. Aparte de los factores de riesgo hay otros determinantes de las enfermedades crónicas, de carácter poblacional, que se asocian a aspectos sociales, económicos, culturales, medioambientales y políticos. Los determinantes pueden actuar como causa de las causas o ser directamente causa de la enfermedad. Como ejemplo del primer supuesto, el urbanismo actual y las políticas de transporte dificultan el ejercicio físico y promueven el sedentarismo y la obesidad. Y en el segundo supuesto podemos citar la exposición a sustancias cancerígenas (asbesto…). ACTÍVATE, Aconseja SALUD 7 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Enfermedades cardiovasculares o Hipertensión arterial o Enfermedad coronaria o Insuficiencia cardíaca o Arritmias cardíacas o Accidentes cerebro vasculares o … Enfermedades respiratorias crónicas o EPOC o ASMA o … Cáncer Síndrome Metabólico o Diabetes o Dislipemias o … Enfermedades Osteomusculares o Osteoporosis Enfermedades mentales y neurodegenerativas o Epilepsia o Enfermedad de Parkinson o Estados psicóticos o Depresión o … Otras o Gota o Colitis ulcerosa / enfermedad de Crohn o Artritis reumatoide y otras artritis o Hipo e hipertiroidismo o Glaucoma o … Tabla 1. Enfermedades crónicas más prevalentes ACTÍVATE, Aconseja SALUD 8 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad 1.4. Enfermedades crónicas en relación con la inactividad física, como factor favorecedor o desencadenante El sedentarismo predispone a la enfermedad crónica degenerativa, así como a una disminución de la capacidad funcional de la persona. Hoy día la población mundial está viviendo el aumento de la morbimortalidad de las personas a causa de enfermedades no transmisibles de carácter crónico degenerativos y de los factores de riesgo cardiovasculares, así como los llamados síndromes metabólicos, que incluyen la hipertensión, la diabetes mellitus, las dislipoproteinemias, las cardiopatías coronarias no congénitas, la arterosclerosis, la aterosclerosis, la obesidad y la osteoporosis principalmente, y que son causados por el sedentarismo y malos hábitos alimenticios, entre otros. Las nuevas estrategias para la prevención de estas enfermedades toman fuerza y son la actividad física y la educación los aspectos más preponderantes en esta generación de nuevos hábitos de vida a nivel mundial. El sedentarismo y la inactividad física, así como los malos hábitos alimenticios se han convertido en la causa número uno de morbimortalidad a nivel nacional y mundial, siendo así que 8 de cada 100.000 personas, presentan una o varias enfermedades crónico degenerativas de esta índole. Esto, entre otras cosas, son las principales causas de las frecuentes consultas médicas y del deterioro en la calidad de vida de la población, así como del incremento de los costes de la atención médica y del aumento en el tiempo de recuperación de una incapacidad. El mantenimiento de la actividad física, así como el estilo de vida y la carga genética, hacen que una persona enferme menos o más. Pero sin duda son más los beneficios que acarrea la práctica de una actividad física moderada, controlada y dirigida, debido a que el ejercicio estimula todos los sistemas del organismos, como lo son el muscular esquelético, liso y cardiaco, el nervioso, el endocrino, el osteoarticular y el inmune, entre otros. Hoy día se busca ante todo prevenir y retardar la aparición de enfermedades no transmisibles de carácter crónico degenerativo, como los son las enfermedades coronarias y sus factores de riesgo, que incluyen la hipertensión, la diabetes, las dislipoprotreinemias, las cardiopatías coronarias no congénitas, la arterosclerosis, la aterosclerosis, la obesidad, el sobrepeso, así como prevenir patologías como las enfermedades osteoarticulares, la depresión y las enfermedades del tracto respiratorio superior entre otras, al ser causadas en general por el sedentarismo, malos hábitos de vida, incluyendo la alimentación, etc. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 9 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Las enfermedades crónicas se manifiestan generalmente en personas mayores de 50 años, por su alta vulnerabilidad a estos factores de riesgo, aunque sus inicios provienen de edades anteriores, y se originan principalmente por malos hábitos de vida, alimentación y aumento gradual del sedentarismo. Por ello, hoy día la culturización de las personas hacia nuevos y mejores hábitos de vida, está tomando auge, siendo la actividad física una de las herramientas predilectas para la prevención de estas enfermedades, así como para el retraso en su presentación y su control. FACTORES DE RIESGO TABACO ALCOHOL NUTRICION SEDENTARISMO OBESIDAD HIPERTENSION ARTERIAL HIPERGLUCEMIA HIPERCOLESTEROLEMIA Enfermedad Cardio Vascular Diabetes Cáncer E.P.O.C. X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X Tabla 2. Relación entre Factores de Riesgo y las principales Enfermedades Crónicas No transmisibles. (Fuente: World Health Organization. WHO Global NCD Factor Surveillance Strategy. Informe sobre la salud en el mundo) A nivel del aparato locomotor, la obesidad y el sedentarismo influyen en el riesgo de padecer dolor crónico en espalda, cuello y hombros. Siendo las personas que realizan ejercicio regularmente las que tienen menor riesgo de padecer este tipo de dolencias. Este mayor riesgo de dolor crónico en los sedentarios se debe a varios factores, entre los que cabe destacar: La disminución de tono y/o masa muscular (atrofia muscular). La inactividad física conlleva la pérdida de masa muscular, en consecuencia de fuerza muscular. Esto facilita que la musculatura se sobrecargue y contracture ante esfuerzos aparentemente livianos. Además, cuanto menor masa muscular hay, menos protegido está el disco intervertebral y las demás estructuras de la columna vertebral y menos resistente es ésta a la carga. Los distintos grupos musculares, como los abdominales y la musculatura paravertebral, se coordinan entre sí para mantener una postura o conservar el ACTÍVATE, Aconseja SALUD 10 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad equilibrio en movimiento. Esta coordinación depende de reflejos nerviosos que, para funcionar correctamente, necesitan repetirse. La inactividad física no favorece esta repetición y empeora estos reflejos, haciendo que la musculatura se contraiga inadecuadamente o a destiempo, lo que facilita su contractura. Las malas posturas y el exceso de la posición de sentado aumentan el riesgo de dañar el disco intervertebral, acción que se incrementa con una musculatura poco potente. El riesgo de dolor crónico aumenta con la obesidad, ya que el sobrepeso se asocia frecuentemente al sedentarismo. 1.5. Enfermedades crónicas susceptibles de mejora y tratamiento mediante el ejercicio físico Existen diversas formas de practicar ejercicio. Dentro de la actividad física controlada la más recomendada es la de tipo aeróbico (con promedio de 60 minutos) y de baja intensidad (entre el 60 y el 70% del VO2máx) realizada como mínimo tres veces por semana, para generar cambios fisiológicos positivos en el organismo previniendo los factores de riesgo cardiovascular, el estrés y la osteoporosis, entre otras. El ejercicio físico aeróbico de mantenimiento provoca una hipertrofia cardiaca excéntrica, lo que permite bombear una mayor cantidad de sangre, lo que significa un mayor y mejor riego sanguíneo obteniendo una mayor oxigenación de los tejidos. También aumenta la luz de las venas y arterias disminuyendo la probabilidad de sufrir de aterosclerosis o arteriosclerosis. Mejora el metabolismo corporal, lo que significaría una utilización adecuada de las grasas manteniendo el peso corporal magro. Los pulmones se ven beneficiados, porque se aumenta su elasticidad, y la capacidad torácica permitiendo así una mayor acumulación de oxígeno, y mejor intercambio gaseoso. Los músculos se adaptan a una carga física, aumentan el número de mitocondrias, así como aumentan el número de sus unidades contráctiles, que se traduce en una mayor eficacia en los movimientos, y mayor resistencia, ante cualquier tipo de actividad. Se disminuye el estrés, la tensión, la depresión, la angustia y el aislamiento social. Promoviendo la aparición de cambios positivos en la conducta, la autoestima y el pensamiento de la persona, debido a la eliminación de desechos del organismo, la ACTÍVATE, Aconseja SALUD 11 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad liberación de tensiones ligamentosas, espasmos musculares, así como la liberación de hormonas, como las endorfinas y la serotonina. Hay una reducción en las enfermedades generales, y muy especialmente las del tracto respiratorio superior y mejoramiento del sistema inmune. Las cardiopatías y las enfermedades cerebro-vasculares, son prevenibles con la actividad física, salvo excepción de que sea un problema congénito. Otras enfermedades también son prevenibles con la actividad física y otros estilos de vida adecuados, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes mellitus y arterosclerosis. Se puede mencionar que son interminables las publicaciones que demuestran la acción preventiva y rehabilitadora de la actividad física, así como las investigaciones que han revelado la reducción de la inversión en salud por medio de la actividad física. Por ejemplo, los costes médicos son más bajos para las personas físicamente activas que para sus pares sedentarios. Esto significa que lo que se invierte en prevención a través de actividad física ahorra el triple en incapacidades o asistencia médica directa. Se disminuye el tiempo de incapacidades entre un 6 y un 32 %, así como la inversión en salud entre un 20 y un 55%, hay un incremento de productividad entre el 2 y el 52% y al cabo de 15 años el coste médico anual se reduciría notablemente. La actividad física es sin duda beneficiosa porque disminuye las grasas, es antihipertensivo, mejora el funcionamiento del corazón, disminuye la frecuencia cardiaca, dilata las arterias, es diurético, es reductor del peso, estimula el funcionamiento intestinal, disminuye el azúcar en sangre, es tranquilizante con cualidades de analgésico y antidepresivo. “Prevenir es mejor que curar. Y en el ámbito de la salud la actividad física es la mejor prevención contra las enfermedades crónico degenerativas” El ejercicio físico estimula las capacidades funcionales del organismo y esto se debe a que la mayoría de las funciones fisiológicas reaccionan ante la actividad física sostenida y regular, mejorando de esta forma la aptitud física, influyendo a su vez de manera favorable en la salud del individuo. Las personas que asumen la práctica de ejercicios físicos sistemáticos como un hábito en sus estilos de vida, presentan mejores condiciones tanto física como mentalmente para enfrentar los retos de la vida contemporánea y que el paso de los años provoca. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 12 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Es decir, los adultos que conservan una vida activa, llegan a edades mayores con mejor disposición al trabajo y menor dependencia de los que los rodean. Durante la realización del ejercicio físico el individuo siente una mejoría en su bienestar general, alivio emocional y descarga de todo tipo de tensión o estrés. Al inicio de la práctica de ejercicio físico se producen cambios cardiovasculares, dichos ajustes proporcionan un aumento significativo de la frecuencia y de la fuerza de bombeo del corazón, lo que trae consigo más capacidad de los vasos sanguíneos del músculo cardiaco, mayor desarrollo de la formación de circulación colateral, para mejorar la vascularización y el trabajo fisiológico de las células miocárdicas, todo ello como respuesta de adaptación al ejercicio físico. Sin dejar de mencionar que el ejercicio físico mantenido de características aeróbicas, produce una hipertrofia fisiológica del ventrículo izquierdo, con el consiguiente aumento del volumen sistólico y por ende un latido más eficiente. El ejercicio físico produce mejora de la capacidad cardiorrespiratoria: - Garantiza un sistema cardiorrespiratorio más eficiente y económico, con un aumento del volumen sistólico tanto en reposo, durante el esfuerzo y en la recuperación a las cargas. - Una frecuencia cardiaca de reposo (basal) menor, así como durante en el esfuerzo y recuperándose la Frecuencia Cardiaca más rápidamente, una vez finalizado el ejercicio. - Mejor flujo sanguíneo general, con una mayor saturación de O2 y a su vez, con la eliminación más rápida y efectiva del CO2 y sustancias de desechos con adecuado intercambio sanguíneo y gaseoso. - Aumenta la eficiencia a nivel del metabolismo muscular periférico, con una mayor extracción de O2 arteriovenoso. - Aumenta el suministro de O2 al miocardio por incremento del flujo sanguíneo coronario. - Los vasos sanguíneos son más eficientes y flexibles, ya que hay una disminución de la resistencia vascular periférica total, que colabora en estabilizar la presión arterial. - Estimula la circulación coronaria colateral y se incrementa la contracción isométrica, mejorando de esta forma la contractilidad cardiaca y disminuyendo las arritmias ventriculares. - Aumenta la actividad fibrinolítica y disminuye la adhesión y agregación plaquetaria. - Mejora los niveles sanguíneos de glucosa. - Disminuye la formación de las placas de ateromas coronarios y vasculares sistémicos. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 13 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad - Aumenta el número de alvéolos y capilares pulmonares, favoreciendo así el intercambio gaseoso. - Aumenta el volumen ventilatorio, favoreciendo el incremento de la capacidad vital y disminución del espacio muerto. - Desarrolla una frecuencia ventilatoria menor durante el esfuerzo, y con ello una recuperación respiratoria más rápida. La práctica de ejercicio físico produce efectos importantes sobre el sistema metabólico: - Mejora el perfil sanguíneo integral. - Aumenta la captación de glucosa a nivel celular. - Disminuye la resistencia tisular a la insulina. - Mayor captación de glucosa por los músculos. - Disminuye los niveles de glucosa sanguínea, con una mejor economía de la insulina. - Incrementa el colesterol (HDL-C), disminuyendo el colesterol total, el colesterol (LDL-C), triglicéridos, VLDL-C. - Disminuye las cifras de ácido úrico. - Existe un aumento de la actividad mitocondrial. - Existe un aumento de la actividad enzimática. Como se puede apreciar la práctica de ejercicio físico no se relaciona solamente con la prevención de enfermedades cardiovasculares, también beneficia la diabetes, enfermedad coronaria isquémica, obesidad, hipertensión arterial, entre otras. Otras ventajas que disfruta toda persona que realice ejercicio físico de forma sistemática: - Efectos músculo-esqueléticos: colabora en incrementar la fuerza y la masa muscular. - Mejora la conducción neuromuscular, el tono y la contracción muscular, la flexibilidad, la coordinación y los reflejos. - Incrementa la densidad mineral ósea. - Efectos digestivos: mejora el tránsito intestinal y la eliminación o disminución de la hiperacidez gástrica. - Efectos renales: mejora el filtrado glomerular. Posteriormente al ejercicio se encuentran menores cantidades de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) en los sujetos que entrenan, que en los sedentarios. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 14 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad - Efectos asociados a la edad biológica funcional: la actividad física aeróbica interviene en el retardo del proceso fisiológico del envejecimiento y mejora la edad biológica funcional, la longevidad y la calidad de vida de la población. Estas personas poseen sus capacidades físico-motoras (resistencia, fuerza, velocidad, flexibilidad y coordinación), su composición corporal y sus capacidades sexuales e intelectuales en niveles superiores que las personas sedentarias. Por otra parte expertos de la Organización Mundial de la Salud (2004), plantean una serie de ventajas que ofrece la práctica sistemática de ejercicio físico sobre el organismo de quienes lo practican, declarando en este sentido las que se relacionan a continuación: - Reduce riesgo de muerte prematura. - Reduce riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares o cerebro vasculares, que representan un tercio del total de mortalidad. - Reduce el riesgo de padecer enfermedades, cardiovasculares, cerebrovasculares, diabetes mellitus tipo II, cáncer de colon hasta un 50%. - Disminuye el riesgo de padecer de dolores lumbares. - Contribuye al bienestar psicológico, reduce el estrés, la ansiedad y los sentimientos de depresión y soledad. - Ayuda a controlar el peso, disminuye el riesgo de obesidad en un 50% en comparación con personas con hábitos de vida sedentarios. - Ayuda a mantener los huesos, los músculos y las articulaciones sanos y a mejorar la resistencia en personas que sufren enfermedades crónicas o discapacidades. - Ayuda a prevenir y a controlar entre los niños y jóvenes especialmente, los comportamientos de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias, los regímenes alimenticios poco saludables y la violencia. En la esfera psicológica y social, también se observan beneficios sustanciales a consecuencia de la práctica sistemática de ejercicio físico, como son: la modificación de la personalidad, mejoran los trastornos fóbicos, la ansiedad, los trastornos obsesivos-compulsivos, disminuyen síntomas de inquietud, tensión, hiperquinesia, mejoran los estados depresivos, la memoria, se establecen relaciones de equilibrio personal con el grupo, elimina la agresividad, la ira. A todo ello se le une lo que plantea en este sentido la Organización Mundial de la Salud (2004) "que la actividad física regular proporciona a las comunidades y a las economías los beneficios derivados de la reducción de los costos de atención sanitaria, el aumento de la producción, el mejor rendimiento escolar, la disminución del absentismo laboral el aumento de los beneficios comerciales y el aumento de la participación en actividades deportivas y recreativas". ACTÍVATE, Aconseja SALUD 15 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad 1.5.1. Ejercicio físico y su relación con las Enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) Los principales beneficios del ejercicio físico sobre las ECNT y otros estados de salud, se orientan en la prevención, tratamiento y corrección, así como a la rehabilitación, no solamente de la patología en sí, sino también a sus factores de riesgo (FR), como parte de un estilo de vida saludable. Para que la capacidad física cardiorrespiratoria influya de manera positiva sobre el estado de salud, debe estar apoyada por la capacidad física músculo-esquelética y la flexibilidad. En la cardiopatía coronaria: La actividad física actúa de dos formas diferentes: 1.- Ayudando a disminuir los factores de riesgo (FR): Reduce la posibilidad de desarrollo de la Hipertensión Arterial (HTA) y desempeña un papel importante en su tratamiento en los casos leves y/o moderados. • Contribuye al mantenimiento del peso adecuado y de este modo, previene la obesidad y la Diabetes Mellitus tipo 2 o no insulinodependiente (DMNID). • Disminuye la agregación plaquetaria, reduciendo por tanto el riesgo cardiovascular, al disminuir la formación de coágulos, trombos y placas de ateroma. • Disminuye los niveles en sangre de glucosa, ácido úrico y homocisteína. • Atenúa los efectos del tabaquismo, ayudando a la eliminación de sustancias tóxicas que se acumulan por el tabaquismo y disminuyendo la ansiedad por fumar. 2.- Efectos directos sobre el músculo y las arterias del corazón: • • • • • • Incrementa el suministro de sangre y O2 al miocardio, disminuyendo la demanda de O2 y posibilitando la realización de un trabajo mucho más económico y eficiente. Reducción de las arritmias ventriculares. Reducción de la Frecuencia Cardiaca de Reposo (FCR), alargándole tiempo de diástole y facilitando el riego coronario. Estimula el desarrollo de la circulación coronaria colateral. Los Factores de Riesgo Coronario (FRC) tienen una incidencia directa sobre las enfermedades cerebro-vasculares (85% de éstas) y sobre las arterias periféricas, por lo que la actividad física tiene efecto positivo sobre éstas también. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 16 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad En la hipertensión arterial (HTA): • Reduce los riesgos de la HTA y la corrección de ésta. • Reduce la resistencia vascular periférica, mejorando la flexibilidad de los vasos. • Disminución de la presión arterial media. • Disminuye el doble producto cardiaco. • Disminuye la viscosidad de la sangre. • Disminuye la incidencia de los Factores de Riesgo Cardiaco que actúan sobre la HTA ligera. • Reduce la administración de fármacos en el tratamiento de la Hipertensión Arterial moderada y severa. En el asma bronquial y demás enfermedades respiratorias crónicas: • Mejora la broncodilatación, disminuye la frecuencia respiratoria, con un mayor incremento del volumen corriente y de la ventilación alveolar. • Disminuye el espacio muerto y se incrementa la capacidad la capacidad vital. • Existe una respiración más profunda, eficiente y económica. • Incrementa la fuerza de los músculos respiratorios. • Disminuyen las crisis y su duración, disminuye así el estrés y mejora el estado de salud general. • El sistema cardiorrespiratorio se hace más fuerte y económico. Con respecto a las dislipemias: • Mejora el perfil de las lipoproteínas. Incremento HDL-C, disminución del colesterol total, LDL-C, triglicéridos y VLDL-C. • Disminuye el efecto de per oxidación lipídica. • Colabora en disminuir el estrés oxidativo metabólico. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 17 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad En la diabetes mellitus: • Aumenta la sensibilidad periférica a la insulina, incrementando la permeabilidad de la glucosa para su utilización energética y disminuyendo la glicemia y como consecuencia, la producción de insulina por el páncreas. • Disminuye la resistencia a la insulina. • Colabora conjuntamente con una nutrición saludable en el tratamiento de la Diabetes Mellitus No Insulinodependiente, pudiendo ser el único tratamiento, o colaborando en la reducción de la ingestión de hipoglicemiantes orales, o en la reducción de la dosificación de la insulina en el tratamiento de ser necesaria. Sobre la obesidad y los malos hábitos de nutrición: • Disminuye el peso corporal por disminución del % de grasa corporal, mejorando el porcentaje de Masa Corporal Activa (MCA). • Regula los valores sanguíneos del metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas, cuando éstos se ingieren de forma inadecuada en la dieta. La actividad física actúa sobre el cáncer: • La actividad física estimula el peristaltismo intestinal, reduciendo con ello el tiempo de permanencia de sustancias potencialmente nocivas en el colon, disminuyendo la incidencia de cáncer en el mismo. • Disminuye los efectos nocivos del tabaquismo y el exceso de alimentación, los cuales son dos factores de riesgo importantes en diferentes tipos de cáncer. • Caminar a un paso acelerado durante al menos 3 horas a la semana puede contribuir a detener y retrasar el crecimiento del cáncer de próstata. ACTÍVATE, Aconseja SALUD 18 Patologías en relación a la inactividad física y la obesidad Bibliografía A global look at public perceptions of health problems, priorities, and donors: the Kaiser/Pew global health survey. The Henry J Kaiser Family Foundation, 2007 1 http://www.kff.org/kaiserpolls/upload/7716.pdf Alarcia R, Ara JR, Martín J, Bertol V, Bestué M. Importancia y factores relacionados con la fatiga crónica en la esclerosis múltiple. Neurología 2006; 20 (2): 77-84. 2 Allen M, Mann K, Putnam W, Richard J, Carr C, Pottle K et al. Prescribing exercise for cardiac patients: knowledge, practices, and needs of family physicians and specialists. J Cardiopulm Rehabil 2000; 20 (6): 333-9. 3 American College of Sports Medicine. Exercise management for persons with chronic diseases and disabilities. Champaign: human kinetics; 2003. 4 American College of Sports Medicine. (2006) ACSM's Guidelines for Exercise Testing and Prescription. 7th ed. 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